AVitaller Arquitectura Salud Mental
AVitaller Arquitectura Salud Mental
AVitaller Arquitectura Salud Mental
El acceso a la atención de salud mental de alta calidad es más esencial que nunca. Se considera
que un 25% de la población tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida, y en Cataluña
representan un 12,5% de los problemas de salud de la población, por encima del cáncer o
enfermedades cardiovasculares.
Con una pandemia mundial que ha acentuado la necesidad de atención a la salud mental de
millones de personas en todo el mundo, es fundamental la creación de entornos que aborden los
sesgos culturales y ayuden a transformar los estigmas que esta enfermedad aun conlleva.
Hablar de “Hospital psiquiátrico” trae a la mente imágenes sombrías, a menudo incómodas: desde
el paciente mental estereotipado, peligrosamente violento hasta los ambientes lúgubres en los
que se mantiene a los pacientes fomentado por clichés que forman parte del imaginario colectivo
y que se encuentran abundantemente en las películas y los medios de comunicación
El estigma asociado con la enfermedad mental es muy común. Los pacientes enfrentan prejuicios,
estereotipos, malentendidos, discriminación y autoestigma. Tienen miedo de ser etiquetados. Otro
ISSN: 2462-7348
Boletín 13 – abril 2022
Espacios para el cuidado de la salud mental
Durante décadas, las instituciones de salud mental, diseñadas para pacientes en peligro de
autolesionarse, han priorizado la seguridad (de los enfermos y de los trabajadores) sobre la
creación de entornos favorables para los pacientes. Dichos edificios, con un carácter más propio
de instituciones penitenciarias, se enfocan en mantener a los pacientes lo más seguros y
distanciados posible. Los componentes arquitectónicos y de diseño limitantes, combinados con la
falta de naturaleza, solo hacen que los pacientes se sientan cada vez más aislados.
Los espacios de salud mental tienen un impacto significativo en el proceso de recuperación de los
trastornos de conducta. La estigmatización de la enfermedad mental se refuerza a través de
espacios de tratamiento todavía hoy con un carácter clínico e institucional, diseñados para ser
seguros y fáciles de limpiar, lo que a menudo resulta en espacios que perciben fríos y estériles,
llenos de materiales duros y sintéticos.
Después de un siglo de instituciones insalubres que han alentado el estigma asociado con el
manicomio, en los últimos años la tendencia es promover la importancia del entorno físico para la
rehabilitación psiquiátrica, incorporando la comunidad y las ideas de entornos favorables para el
paciente en el diseño de los recursos para la recuperación de los trastornos de salud mental.
El espacio físico debe ser un entorno favorable para el paciente que complemente la práctica
clínica y que fomente la reducción de la estadía.
Mediante un diseño consciente de los espacios se puede fomentar la actividad física de las
personas para una mejor gestión de la comorbilidad de los pacientes, lo que significa mejorar
también la presión arterial, diabetes, obesidad y enfermedades respiratorias.
Diversos estudios han comprobado que las habitaciones individuales para pacientes con baño
privado reducen el estrés y la agresividad de los usuarios, de manera que se mejora el proceso de
recuperación y las condiciones laborales de los cuidadores.
Para el diseño de la ampliación y reforma del Hospital Sagrat Cor de Martorell hemos realizado
una amplia revisión de la literatura existente acerca del diseño para establecimientos de salud
mental, en la que se determina que hay elementos del entorno físico que afectan directamente
a la salud mental de las personas.
ISSN: 2462-7348
Boletín 13 – abril 2022
Espacios para el cuidado de la salud mental
Hemos desarrollado en este edifico cinco conceptos que forman parte de nuestra manera de
afrontar los proyectos, un diseño consciente para que el entorno físico participe del proceso de
recuperación de los pacientes, poniendo en el centro de nuestros diseños a las personas:
Debe considerarse el paisaje exterior como una parte fundamental del entorno terapéutico. La
visión del exterior es una regla de diseño fundamental, para facilitar la presencia de la luz, que
favorece la orientación espacio-temporal.
Es necesario crear conexiones con la naturaleza a varias escalas, desde áreas protegidas al aire
libre para leer, hablar o sentarse y pensar hasta las vistas restauradoras hacia la naturaleza, desde
el exterior o desde las ventanas del interior del edificio.
Los espacios exteriores (jardines, terrazas,…) favorecen la vida activa de los pacientes, su
independencia en ambientes seguros, controlados y que reducen la agresividad y la ansiedad.
Hay que crear diferentes espacios que fomenten la posibilidad de desarrollar actividades, grupales
o individuales, diversas y que faciliten la interacción entre las personas, creando espacios de
conversación y zonas de ocio, al igual que en un espacio domestico hay espacios para diversas
actividades, tanto interiores (comedores, estar, biblioteca) como exteriores (porches).
La implicación de las familias resulta muy importante. Se debe disponer de espacios donde los
residentes puedan compartir con sus familiares su vida diaria, dentro del espacio común o en
pequeñas salas privadas.
En todos los espacios deben tener la máxima luz natural, ya que tiene un efecto beneficioso sobre
el bienestar de los pacientes. Existen numerosos estudios que verifican la mejora sobre el ritmo
circadiano de los residentes, el ciclo día-noche, el nivel de actividad o la reducción del consumo
de medicación. Debe promoverse el máximo la entrada de luz solar, mediante ventanas al
exterior, que a la vez permitan establecer contacto con el entorno y ensanchar la percepción del
entorno espacial.
Es importante el uso de materiales culturalmente relevantes y familiares para los usuarios, que a su
vez sean compatibles con la seguridad de los pacientes, la salubridad y el respeto al medio
ambiente.