Rituales
Rituales
Rituales
Van der Hart (1983) distingue en todo ritual un aspecto formal y un aspecto vivencial,
que forman un todo indisoluble. Un rito desde el aspecto formal prescribe un conjunto
de acciones simbólicas que han de ejecutarse de un modo determinado y en cierto orden
(tiempo y lugar adecuados) y pueden o no estar acompañados por fórmulas verbales. El
componente vivencial implica la exigencia de un fuerte compromiso en su realización,
sin el cual la experiencia carecería de significado privado, convirtiéndose en algo vacío.
Según Goody (1977) cuanto más flexible sea, en mayor medida facilitará la
incorporación de nuevos significados que se ajusten a los cambios históricos e
individuales, potenciado un estado adecuado de conciencia que evoque emociones
intensas.
1. Rituales de Transición:
Hechos tan comunes en la vida cotidiana como las acciones de saludar y despedirse
producen un intercambio de mensajes emocionales como alegría y tristeza,
fundamentalmente a través de canales no verbales.
Los participantes indican que juntos forman un sistema en el que ciertos sentimientos
juegan un papel importante y en el que ocupan ciertas posiciones y representan ciertos
roles.
ᴪ Celebraciones
ᴪ Tradiciones
ᴪ Las rutinas familiares
Las rutinas de la vida cotidiana, son actividades diarias, de las que por habituales se
tiene menos conciencia, con alto contenido simbólico, desarrolladas en torno a la hora
de la comida, la hora de acostarse, las visitas de amigos o familiares y momentos de
ocio.
Los rituales propician e incitan la creatividad en los pacientes de manera que los hace
partícipes de su propio cambio. Muestran opciones de activar poderosos recursos de
transformación, que permiten arropar el sufrimiento de los síntomas y del cambio, el
temor de abandonar lo conocido, la necesidad en ocasiones de padecer dolor para de
descubrir lo nuevo, y al mismo tiempo abrirse al alivio, alegría, compromiso y al
sentido del humor de los participantes en la terapia.
La labor del psicoterapeuta es identificar los símbolos clave, lograr que el paciente o
familia se comprometan con la nueva experiencia, ayudar en los preparativos del ritual y
tener en cuenta la importancia que el mismo adquiere cuando sea necesaria su función
como testigo del cambio.