Textos Machado y Juan Ramón Jiménez

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TEXTO 1 TEXTO 2

I
RECUERDO INFANTIL
Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía; Una tarde parda y fría
y es esta vieja angustia de invierno. Los colegiales
que habita mi usual hipocondría. estudian. Monotonía
La causa de esta angustia no consigo de lluvia tras los cristales
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo: Es la clase. En un cartel
—Sí, yo era niño, y tú, mi compañera. se representa a Caín
II fugitivo, y muerto Abel,
Y no es verdad, dolor, yo te conozco, junto a una mancha carmín.
tú eres nostalgia de la vida buena Con timbre sonoro y hueco
y soledad de corazón sombrío, truena el maestro, un anciano
de barco sin naufragio y sin estrella. mal vestido, enjuto y seco,
Como perro olvidado que no tiene que lleva un libro en la mano.
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como Y todo un coro infantil
el niño que en la noche de una fiesta va cantando la lección;
se pierde entre el gentío «mil veces ciento, cien mil;
y el aire polvoriento y las candelas mil veces mil, un millón»
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena, Una tarde parda y fría
así voy yo, borracho melancólico, de invierno. Los colegiales
guitarrista lunático, poeta, estudian. Monotonía
y pobre hombre en sueños, de la lluvia en los cristales
siempre buscando a Dios entre la niebla. Soledades, galerías y otros poemas.
Soledades, galerías y otros poemas. 1-Indica el tema del poema.
1-Indica el tema del poema.

1
1- Identifica la temática y los símbolos de los textos 3
y 4.
TEXTO 4

TEXTO 3 Yo voy soñando caminos


de la tarde. ¡Las colinas
ORILLAS DEL DUERO doradas, los verdes pinos,
Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario. las polvorientas encinas!...
Girando en torno a la torre y al caserón solitario, ¿Adónde el camino irá?
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno, Yo voy cantando, viajero
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno. a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—
Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana. «En el corazón tenía
Pasados los verdes pinos, la espina de una pasión;
casi azules, primavera logré arrancármela un día:
se ve brotar en los finos ya no siento el corazón».
chopos de la carretera Y todo el campo un momento
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente. se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
El campo parece, más que joven, adolescente.
Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido, en los álamos del río.
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido, La tarde más se oscurece;
y mística primavera y el camino que serpea
Soledades, galerías y otros poemas y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
«Aguda espina dorada,
Allá, en las tierras altas,
quién te pudiera sentir
por donde traza el Duero
en el corazón clavada».
su curva de ballesta
Soledades, galerías y otros poemas
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños... IV
Nuestras horas son minutos
¿No ves, Leonor, los álamos del río cuando esperamos saber,
con sus ramajes yertos? y siglos cuando sabemos
Mira el Moncayo azul y blanco; dame lo que se puede aprender.
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía, XXIX
bordados de olivares polvorientos, Caminante, son tus huellas
voy caminando solo, el camino, y nada más;
triste, cansado, pensativo y viejo. caminante, no hay camino:
Campos de Castilla se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
2
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar
EL MAÑANA EFÍMERO A UN OLMO SECO

La España de charanga y pandereta, Al olmo viejo, hendido por el rayo


cerrado y sacristía, y en su mitad podrido,
devota de Frascuelo y de María, con las lluvias de abril y el sol de mayo
de espíritu burlón y alma quieta, algunas hojas verdes le han salido.
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta. El olmo centenario en la colina
El vano ayer engendrará un mañana que lame el Duero! Un musgo amarillento
vacío y por ventura pasajero. le mancha la corteza blanquecina
Será un joven lechuzo y tarambana, al tronco carcomido y polvoriento.
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista No será, cual los álamos cantores
un poco al uso de París pagano que guardan el camino y la ribera,
y al estilo de España especialista habitado de pardos ruiseñores.
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza, Ejército de hormigas en hilera
vieja y tahúr, zaragatera y triste; va trepando por él, y en sus entrañas
esa España inferior que ora y embiste, urden sus telas grises las arañas.
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones Antes que te derribe, olmo del Duero,
amantes de sagradas tradiciones con su hacha el leñador, y el carpintero
y de sagradas formas y maneras; te convierta en melena de campana,
florecerán las barbas apostólicas, lanza de carro o yugo de carreta;
y otras calvas en otras calaveras antes que rojo en el hogar, mañana,
brillarán, venerables y católicas. ardas en alguna mísera caseta,
El vano ayer engendrará un mañana al borde de un camino;
vacío y ¡por ventura! pasajero, antes que te descuaje un torbellino
la sombra de un lechuzo tarambana, y tronche el soplo de las sierras blancas;
de un sayón con hechuras de bolero; antes que el río hasta la mar te empuje
el vacuo ayer dará un mañana huero. por valles y barrancas,
Como la náusea de un borracho ahíto olmo, quiero anotar en mi cartera
de vino malo, un rojo sol corona la gracia de tu rama verdecida.
de heces turbias las cumbres de granito; Mi corazón espera
hay un mañana estomagante escrito también, hacia la luz y hacia la vida,
en la tarde pragmática y dulzona. otro milagro de la primavera.
Mas otra España nace, Campos de Castilla
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora, 3
España de la rabia y de la idea.

Campos de Castilla
TEXTOS JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

TEXTO 1 TEXTO 2
Mi alma es hermana del cielo
Vino, primero, pura,
gris y de las hojas secas;
sol enfermo del otoño, vestida de inocencia.
¡mátame con tu tristeza!
Y la amé como un niño.
Los árboles del jardín Luego se fue vistiendo
están cargados de niebla:
mi corazón busca en elos de no sé qué ropajes.
esa novia que no encuentra; y la fui odiando sin saberlo.

y en el suelo frío y húmedo Llegó a ser una reina,


me esperan las hojas secas:
fastuosa de tesoros...
¡si mi alma fuera una hoja
y se perdiera entre ellas! ¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

...Mas se fue desnudando.


El sol ha mandado un rayo
de oro viejo a la arboleda, Y yo le sonreía.
un rayo flotante, dulce
luz para las cosas muertas. Se quedó con la túnica

de su inocencia antigua.
¡Qué ternura tiene el pobre
sol para las hojas secas! Creí de nuevo en ella.
Una tristeza infinita Y se quitó la túnica,
vaga por todas las sendas,
y apareció desnuda toda...
lenta, antigua sinfonía ¡Oh pasión de mi vida, poesía
de músicas y de esencias,
algo que dora el jardín desnuda, mía para siempre!
de ensueño de primavera.
(Eternidades)

Y esa luz de ensueño y oro


que muere en las hojas secas
alumbra en mi corazón
no sé qué vagas tristezas.
Arias tristes
1-El paisaje descrito es característico
del Modernismo. Analiza su
simbolismo.

4
TEXTO 3 TEXTO 6
Agua verde y dormida, que no quieres ninguna
gloria, que has desdeñado ser fiesta y catarata, INTELIJENCIA
que cuando te acarician los ojos de la luna (de Eternidades)
te llenas toda de pensamientos de plata...
Intelijencia, dame
Agua limpia y callada del remanso doliente, el nombre exacto de las cosas!
que has despreciado el brillo del triunfo sonoro, Que mi palabra sea
que cuando te penetra el sol dulce y caliente, la cosa misma,
te llenas toda de pensamientos de oro... creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
Triste y profunda eres, lo mismo que mi alma; los que no las conocen, a las cosas;
a tu sombra han venido a pensar los dolores, que por mí vayan todos
y brotan, en la plácida delicia de tu calma, los que ya las olvidan, a las cosas;
los más puros ensueños y las más bellas flores... que por mí vayan todos
(La soledad sonora) los mismos que las aman, a las cosas...
1-Analiza la métrica del poema y los recursos ¡Intelijencia, dame
estilísticos del poema. el nombre exacto, y tuyo,
TEXTO 4 y suyo, y mío, de las cosas!
Te deshojé, como una rosa,
para verte tu alma 1-¿A quién invoca el poeta en el momento
no la vi. de la creación?
Mas todo en torno
-horizontes de tierras y mares-
todo, hasta el infinito,
se colmó de una esencia
inmensa y viva.
TEXTO 5
¡Qué débil el latido
de tu corazón leve,
y qué hondo y qué fuerte su secreto!
¡Qué breve el cuerpo delicado
que lo envuelve de rosas,
y qué lejos, desde cualquiera parte tuya
-y qué no hecho-,
el centro de tu alma!
Diario de un poeta recién casado
1-Señala el tema y la métrica de las composiciones.

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