Poemas Lengua
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1
LA SAETA
2
EL MAÑANA EFÍMERO
XIV (Humorismos, fantasías, apuntes)
La España de charanga y pandereta,
Anoche soñé cuando dormía Cerrado y sacristía,
soñé, ¡bendita ilusión!, Devota de Frascuelo y de María,
que una fontana fluía De espíritu burlón y de alma quieta,
dentro de mi corazón. Ha de tener su mármol y su día,
Di: ¿Por qué acequia escondida, Su inefable mañana y su poeta.
agua, vienes hasta mí, El vano ayer engendrará un mañana
manantial de nueva vida Vacío y ¡por ventura! Pasajero.
en donde nunca bebí? Serán un joven lechuzo y tarambana,
Un sayón con hechuras de bolero:
Anoche cuando dormía A la moda de Francia, realista;
soñé, ¡bendita ilusión!, Un poco al uso de París, pagano,
que una colmena tenía Y al estilo de España, especialista
dentro de mi corazón; En el vicio al alcance de la mano.
y las doradas abejas Esa España inferior que ora y bosteza
iban fabricando en él, Vieja y tahúr, zaragatera y triste;
como las amarguras viejas, Esa España inferior que ora y embiste
blanca cera y dulce miel. Cuando se digna usar de la cabeza,
Aun tendrá luego parto de varones
Anoche cuando dormía Amantes de sagradas tradiciones
soñé, ¡bendita ilusión!, Y de sagradas formas y maneras;
que un sol ardiente lucía Florecerán las barbas apostólicas,
dentro de mi corazón. Y otras calvas en otras calaveras
Brillarán, venerables y católicas.
Era ardiente porque daba El vano ayer engendrará un mañana
calores de rojo hogar, Vacío y ¡por ventura! Pasajero,
y era sol porque alumbraba La sombra de un lechuzo tarambana,
y porque hacía llorar. De un sayón con hechuras de bolero.
El vacuo ayer dará un mañana huero.
Anoche cuando dormía Como la náusea de un borracho ahíto
soñé, ¡bendita ilusión!, De vino malo, un rojo sol corona
que era Dios lo que tenía De heces turbias las cumbres de granito;
dentro de mi corazón Hay un mañana estomagante escrito
En la tarde pragmática y dulzona.
XXVII (Campos de Castilla) Mas otra España nace,
La España del cincel y de la maza,
Una noche de verano Con esa eterna juventud que se hace
-estaba abierto el balcón Del pasado macizo de la raza.
y la puerta de mi casa- Una España implacable y redentora,
la muerte en mi casa entró. España que alborea
Se fue acercando a su lecho Con un hacha en la mano vengadora,
-ni siquiera me miró-, España de la rabia y de la idea.
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
3
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
NOCTURNO
Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
se escucha que transita solamente la rabia,
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio
y en las médulas arde continua la venganza,
las palabras entonces no sirven: son palabras.
Balas. Balas.
Balas. Balas.
Balas. Balas.
4
Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un
hombre.
Tú justificas mi existencia:
5
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido
Luis Cernuda
RAFAEL ALBERTI
1. El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
GARCÍA LORCA
Romance sonámbulo
6
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
7
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.