Bibliapopular12 Esdrasnehemiasester
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BRUG
La
BIBLIA
Popular
Esdras
Rut
Nehemías
1 Samuel
Ester
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Ester
Job
Salmos
John F. Brug
La Biblia Popular
JOHN C. JESKE
Editor del Antiguo Testamento
Esdras
Nehemías
Ester
John F. Brug
EDITORIAL NORTHWESTERN
Milwaukee, Wisconsin, EE.UU.
Ilustraciones internas por Glenn Myers.
Texto bíblico:
Versión Reina-Valera 95 ®
© Sociedades Bíblicas Unidas, 1995.
Usada con permiso. Todos los derechos reservados.
Introducción General................................................................1
Introducción a Esdras............................................................7
El primer retorno ....................................................................10
El segundo retorno .................................................................38
MAPAS
El regreso del exilio (mapa 1)...............................................204
Judá después del regreso (mapa 2) .......................................205
La Jerusalén de Nehemías (mapa 3) .....................................206
PREFACIO DEL EDITOR
v
PREFACIO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
Los comentarios de esta edición en español han sido ligeramente
modificados del original, para su mejor adaptación a la versión Reina-
Valera, revisión de 1995.
Cuando el comentario originalmente referido al texto de la New
International Version, no concuerde plenamente con el de la versión
Reina-Valera, Revisión de 1995, se cita la Nueva Versión Internacional
(en español) o alguna otra versión española de la Biblia. En caso de
que algún fragmento del texto bíblico de la versión inglesa no aparezca
en ninguna de las versiones antes mencionadas, damos nuestra propia
traducción del mismo, haciendo la correspondiente aclaración.
Este volumen fue traducido por la Sra. Albina Teigen, natural de Lima,
Perú, esposa del pastor Martin Teigen que trabaja en Mankato,
Minnesota. La revisión de este libro la hizo la Sra. Ruth Haeuser,
esposa del pastor David Haeuser, misionero en Lima, Perú. La revisión
teológica la realizó el misionero David Haeuser. Agradecemos la
valiosa labor de estos siervos de Dios.
vi
DONATIVO ESPECIAL
La Comisión para Coordinar las Publicaciones del Sínodo Evangélico
Luterano de Wisconsin, WELS Kingdom Workers, la Sociedad
Misionera de Damas Luteranas (LWMS), y dos compañías de seguros
–Lutheran Brotherhood y Aid Association for Lutherans-,
contribuyeron con donativos especiales a Publicaciones Multilingües
para apoyar la publicación de este volumen. Agradecemos su generoso
aporte.
vii
INTRODUCCIÓN GENERAL A LOS LIBROS DE:
ESDRAS, NEHEMÍAS, Y ESTER
Importancia
1
Introducción general
Antecedentes
2
Introducción general
3
Introducción general
4
Introducción general
5
TABLA CRONOLÓGICA DE ESDRAS – NEHEMÍAS - ESTER
6
ESDRAS
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
7
Introducción a Esdras
mitad del libro, es muy probable que usara fuentes orales y escritas
que estaban a su disposición para escribir esta parte del libro. Los
escritores inspirados de las Escrituras con frecuencia usaban
documentos escritos o entrevistas, para componer su libro, y el
Espíritu Santo guiaba el uso de estas fuentes para protegerlos
contra el error. Como el libro de Esdras comienza donde termina
el libro de 2 Crónicas, es posible que Esdras también haya escrito
los libros de Crónicas para repasar la historia de Israel hasta el
tiempo en que él vivió.
Hay cierta incertidumbre acerca de la relación exacta que
existe entre los libros de Esdras y el de Nehemías, así como
también acerca de la relación entre la obra de estos dos hombres.
Se hablará de este problema en el comentario sobre el libro de
Nehemías. Como el libro de Esdras no menciona específicamente
a Esdras como su autor, algunos comentaristas creen que un autor
desconocido escribió los libros de: Crónicas, Esdras, y Nehemías,
usando las memorias de Esdras y de Nehemías, como sus dos
fuentes principales. No obstante, es más probable que el mismo
Esdras sea el autor de Crónicas y de Esdras.
El tema principal del libro de Esdras es el contraste que existe
entre la gracia de Dios y el pecado humano. Dios en su
misericordia había devuelto a Israel a la tierra prometida, pero
¿cómo mostró su agradecimiento el pueblo de Israel?: Descuidó
la construcción del templo, se desanimó a causa de la oposición
de los enemigos, volvió al pecado antiguo de casarse con los
habitantes paganos de los países vecinos, el mismo pecado en el
que habían caído sus antepasados. Sin embargo, Dios envió a los
profetas Hageo y Zacarías, y al sacerdote Esdras para hacerlo
volver al buen camino, con el fin de que la nación estuviera
preparada para la venida del Mesías, a quien esperaba desde hacía
mucho tiempo.
El estudio del libro de Esdras será una gran bendición para
nosotros; este libro nos ofrece gran esperanza y ánimo al pueblo
de Dios en la actualidad. Nos anima a trabajar fielmente en la gran
8
Introducción a Esdras
9
EL PRIMER RETORNO
ESDRAS 1–6
1
El decreto de Ciro
10
Esdras 1:1-4
11
Esdras 1:5-11
12
Esdras 1:5-11
11
En total, los utensilios de oro y de plata eran cinco mil
cuatrocientos. Todo esto lo hizo llevar Sesbasar con los que
subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén.
13
Esdras 2:1-35
2
Los líderes laicos
Éstos son los hijos de la provincia que regresaron del
cautiverio, aquellos que Nabucodonosor, rey de
Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron
a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad. 2 Los que llegaron
con Zorobabel fueron: Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías,
Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana.
El número de los hombres del pueblo de Israel fue:
3
Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos.
4
Los hijos de Sefatías, trescientos setenta y dos.
5
Los hijos de Ara, setecientos setenta y cinco.
14
Esdras 2:1-35
6
Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de
Joab, dos mil ochocientos doce.
7
Los hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro.
8
Los hijos de Zatu, novecientos cuarenta y cinco.
9
Los hijos de Zacai, setecientos sesenta.
10
Los hijos de Bani, seiscientos cuarenta y dos.
11
Los hijos de Bebai, seiscientos veintitrés.
12
Los hijos de Azgad, mil doscientos veintidós.
13
Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y seis.
14
Los hijos de Bigvai, dos mil cincuenta y seis.
15
Los hijos de Adín, cuatrocientos cincuenta y cuatro.
16
Los hijos de Ater, de Ezequías, noventa y ocho.
17
Los hijos de Bezai, trescientos treinta y tres.
18
Los hijos de Jora, ciento doce.
19
Los hijos de Hasum, doscientos veintitrés.
20
Los hijos de Gibar, noventa y cinco.
21
Los hijos de Belén, ciento veintitrés.
22
Los varones de Netofa, cincuenta y seis.
23
Los varones de Anatot, ciento veintiocho.
24
Los hijos de Azmavet, cuarenta y dos.
25
Los hijos de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot,
setecientos cuarenta y tres.
26
Los hijos de Ramá y Geba, seiscientos veintiuno.
27
Los varones de Micmas, ciento veintidós.
28
Los varones de Bet-el y Hai, doscientos veintitrés.
29
Los hijos de Nebo, cincuenta y dos.
30
Los hijos de Magbis, ciento cincuenta y seis.
31
Los hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y
cuatro.
32
Los hijos de Harim, trescientos veinte.
33
Los hijos de Lod, Hadid y Ono, setecientos
veinticinco.
34
Los hijos de Jericó, trescientos cuarenta y cinco.
35
Los hijos de Senaa, tres mil seiscientos treinta.
15
Esdras 2:36-62
36
Sacerdotes:
los hijos de Jedaías,
de la casa de Jesúa, novecientos setenta y tres.
37
Los hijos de Imer, mil cincuenta y dos.
38
Los hijos de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete.
16
Esdras 2:36-62
39
Los hijos de Harim, mil diecisiete.
40
Levitas:
los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de los hijos de
Hodavías, setenta y cuatro.
41
Cantores: los hijos de Asaf, ciento veintiocho.
42
Porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos
de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita, los
hijos de Sobai; en total, ciento treinta y nueve.
43
Sirvientes del Templo:
los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de
Tabaot, 44 los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los
hijos de Padón, 45 los hijos de Lebana, los hijos de
Hagaba, los hijos de Acub, 46 los hijos de Hagab, los
hijos de Salmai, los hijos de Hanán, 47 los hijos de Gidel,
los hijos de Gahar, los hijos de Reaía, 48 los hijos de
Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49 los
hijos de Uza, los hijos de Paseah, los hijos de Besai, 50 los
hijos de Asena, los hijos de Meunim, los hijos de
Nefusim, 51 los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los
hijos de Harhur, 52 los hijos de Bazlut, los hijos de
Mehída, los hijos de Harsa, 53 los hijos de Barcos, los
hijos de Sísara, los hijos de Tema, 54 los hijos de Nezía,
los hijos de Hatifa.
55
Hijos de los siervos de Salomón:
los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de
Peruda, 56 los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los
hijos de Gidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil,
los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Ami.
58
Total de los sirvientes del Templo y de los hijos de los
siervos de Salomón, trescientos noventa y dos.
59
Éstos fueron los que volvieron de Tel-mela, Tel-harsa,
Querub, Addán e Imer, que no pudieron demostrar si
la casa de sus padres y su linaje eran de Israel:
60
los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de
17
Esdras 2:36-62
18
Esdras 2:64-70
en que se recibieron estos mensajes antes del exilio fue por medio
del Urim y del Tumim. Ésos eran objetos vinculados de alguna
manera con el pectoral del sumo sacerdote (Éxodo 28:30); no se
sabe con exactitud lo que eran ni cómo funcionaban. El libro de
Esdras no nos dice si su uso se restableció después del cautiverio,
o si sólo permaneció como una posibilidad hipotética. Tal vez
habían sido destruidos en la caída de Jerusalén; por eso no
sabemos si a algunos sacerdotes los restituyeron en sus funciones
mediante el Urim y el Tumim.
19
Esdras 3:1-6
3
Reconstrucción del altar
Esdras 3:1-6
Cuando llegó el séptimo mes, y ya establecidos los hijos
de Israel en las ciudades, se congregó el pueblo como
un solo hombre en Jerusalén. 2 Entonces se levantaron Jesúa
hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel
hijo de Salatiel, con sus hermanos, y edificaron el altar del Dios
de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito
en la ley de Moisés, varón de Dios. 3 Colocaron el altar firme
sobre su base, porque tenían miedo de la gente de la región, y
ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, los holocaustos de la
mañana y de la tarde. 4 Celebraron asimismo la fiesta solemne
de los Tabernáculos, como está escrito, y los holocaustos
cotidianos, según el rito de cada día; 5 además de esto, el
20
Esdras 3:1-6
21
Esdras 3:7-13
22
Esdras 3:7-13
23
Esdras 4:1-5
Oposición a la reconstrucción
4
Oposición durante el tiempo de Zorobabel
Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron
que los que habían vuelto de la cautividad edificaban
un templo a Jehová, Dios de Israel, 2 fueron a ver a Zorobabel
y a los jefes de familia, y les dijeron:
—Edificaremos con vosotros, porque, como vosotros,
buscamos a vuestro Dios, y a él ofrecemos sacrificios desde los
días de Esar-hadón, rey de Asiria, que nos hizo venir aquí.
3
Zorobabel, Jesúa y los demás jefes de casas paternas de
Israel dijeron:
—No nos conviene edificar con vosotros la casa de nuestro
Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de
Israel, como nos mandó Ciro, rey de Persia.
4
Entonces la gente del país intimidó al pueblo de Judá y lo
atemorizó para que no siguiera edificando. 5 Sobornaron
además contra ellos a algunos consejeros para frustrar sus
propósitos, durante todo el tiempo que Ciro fue rey de Persia
y hasta el reinado de Darío, rey de Persia.
Los enemigos que se comenzaron a oponer a la edificación del
templo fueron los samaritanos, que eran descendientes de pueblos
que los reyes asirios habían llevado de Mesopotamia
aproximadamente doscientos años antes, para reemplazar a los
israelitas que habían sido deportados del reino del norte en el año
722 a.C. En ese tiempo habían adoptado una religión que
combinaba la adoración a los dioses paganos con la adoración al
verdadero Dios. La adoración al Señor era oficiada por los
sacerdotes herejes que el reino del norte había provisto, en lugar
de los verdaderos sacerdotes de Jerusalén (2 Reyes 17).
Los samaritanos habían llegado de muchas partes de
Mesopotamia en diferentes ocasiones durante el asentamiento. Sin
duda se mezclaron con los israelitas que habían permanecido en
la tierra a pesar de las deportaciones. Todos esos factores
contribuyeron a la naturaleza muy mixta de su religión.
24
Esdras 4:6-16
26
Esdras 4:6-16
27
Esdras 4:17-24
28
Esdras 5:1,2
en la corte del rey. Esdras usa esa carta como una ilustración de
los métodos que usaron los enemigos de Israel para obstaculizar
la obra del templo sesenta años antes, en la época de Zorobabel.
En la última oración pone al lector sobre aviso de que ahora él
vuelve al segundo año de Darío I (520 a.C.) y reanuda su
narración, desde el punto en el que había hecho un paréntesis para
presentar la correspondencia de Artajerjes. Esdras 4:6-23 es una
inserción parentética; según el orden cronológico Esdras 4:24
sigue inmediatamente después de Esdras 4:5.
Reconstrucción exitosa del templo
5
La ayuda de los profetas
Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo, ambos
profetas, a los judíos que estaban en Judá y Jerusalén
en el nombre del Dios de Israel, quien estaba con ellos.
2
Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo
de Josadac, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que
estaba en Jerusalén; junto a ellos estaban los profetas de Dios
que los ayudaban.
En el segundo año de Darío I, casi veinte años después de su
regreso, los judíos todavía no habían terminado la construcción
del templo. El Señor envió a dos profetas, Hageo y Zacarías, para
reprenderlos por su negligencia y también para animarlos a
terminar la obra. El mensaje de esos profetas se registra en los
libros del Antiguo Testamento que llevan sus nombres. El libro de
Hageo es muy corto; al llegar a este punto, es probable que usted
desee leerlo. En este libro Hageo acusó a los miembros del pueblo
de haber descuidado la reconstrucción del templo, porque estaban
demasiado preocupados con la construcción de sus propias casas.
Lo animó con la promesa de que la gloria de ese templo iba a ser
aún mayor que la del templo de Salomón, ya que el Mesías iba a
aparecer en ese templo e iba a congregar a gente de todas las
naciones para el Señor.
El mensaje de Zacarías es más largo y más difícil; la primera
29
Esdras 5:3-17
31
Esdras 6:1-12
6
La respuesta del rey
Esdras 6:1-12
Entonces el rey Darío dio la orden de buscar en la casa
de los archivos, donde guardaban los tesoros allí en
Babilonia. 2 Y fue hallado en Acmeta, en el palacio que está en
la provincia de Media, un libro en el cual estaba escrito así:
«Memoria:
3
»En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro
dio orden acerca de la casa de Dios, la cual estaba en
Jerusalén, para que la Casa fuera reedificada como
lugar para ofrecer sacrificios, y que fueran puestos sus
cimientos; su altura, de sesenta codos, y de sesenta
codos su anchura; 4 con tres hileras de piedras grandes
y una de madera nueva. El gasto será pagado por el
tesoro del rey. 5 Además, los utensilios de oro y de plata
de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo
que estaba en Jerusalén y se llevó a Babilonia, serán
32
Esdras 6:1-12
33
Esdras 6:1-12
34
Esdras 6:13-18
35
Esdras 6:19-22
La celebración de la Pascua
Esdras 6:19-22
19
Los que regresaron de la cautividad celebraron la Pascua
a los catorce días del primer mes. 20 Sacerdotes y levitas se
habían purificado como un solo hombre y todos estaban
limpios. Así que sacrificaron la Pascua por todos los hijos de
la cautividad, por sus hermanos los sacerdotes y por sí mismos.
21
Comieron los hijos de Israel que habían regresado del
cautiverio con todos aquellos que se habían apartado de las
inmundicias de las gentes de la tierra para buscar a Jehová,
Dios de Israel. 22 Durante siete días celebraron con regocijo la
fiesta solemne de los Panes sin levadura, por cuanto Jehová
los había alegrado, y había dispuesto el corazón del rey de
Asiria favorablemente hacia ellos, a fin de fortalecer sus manos
en la obra de la casa de Dios, del Dios de Israel.
36
Esdras 6:19-22
37
EL SEGUNDO RETORNO
ESDRAS 7–10
Regreso de Esdras
7
Esdras llega a Jerusalén
Esdras 7:1-10
Pasadas estas cosas, en el reinado de Artajerjes, rey de
Persia, Esdras hijo de Seraía hijo de Azarías, hijo de
Hilcías, 2 hijo de Salum, hijo de Sadoc, hijo de Ahitob, 3 hijo de
Amarías, hijo de Azarías, hijo de Meraiot, 4 hijo de Zeraías,
hijo de Uzi, hijo de Buqui, 5 hijo de Abisúa, hijo de Finees, hijo
de Eleazar, hijo de Aarón, primer sacerdote, 6 subió de
Babilonia. Esdras era un escriba diligente en la ley de Moisés,
que Jehová, Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo
lo que pidió, porque la mano de Jehová, su Dios, estaba sobre
Esdras. 7 En el séptimo año del rey Artajerjes, subieron
también con él a Jerusalén algunos de los hijos de Israel,
sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del Templo,
8
Éste llegó a Jerusalén en el quinto mes del séptimo año del
rey. 9 El primer día del primer mes había dispuesto su partida
de Babilonia, y el primero del mes quinto llegaba a Jerusalén.
¡La buena mano de Dios estaba con él! 10 Porque Esdras había
preparado su corazón para estudiar la ley de Jehová y para
cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
38
Esdras 7:1-10
39
Esdras 7:11-26
durante toda la vida. Nunca nos podemos graduar para dar por
terminada la necesidad de estudiar la palabra de Dios en lecturas
bíblicas cotidianas y clases periódicas. Sin embargo, el
conocimiento de la Biblia en sí no es suficiente, necesitamos la fe
y el amor que obra el evangelio en nosotros. Un amor así nos
impulsa a tratar de guardar la ley de Dios y a compartir la palabra
de Dios con los demás. Entonces no solamente somos oyentes de
la palabra, sino que, como Esdras, también la ponemos en práctica
y la enseñamos. ¡Qué Dios bendiga así nuestro estudio de su
palabra!
Esto nos conduce a la cualidad más importante de Esdras como
ayudante del pueblo de Dios. Esa cualidad se encuentra en la
repetida frase: “La mano de Jehová su Dios estaba sobre él”.
Esdras contaba con la preparación y la habilidad, pero sólo podía
tener éxito si el Señor bendecía sus esfuerzos. Así es también con
cada uno de nosotros; nuestros esfuerzos, sin importar lo bien
planeados ni lo bien intencionados que sean, sólo pueden tener
éxito si Dios los bendice. Nos debemos esforzar en trabajar por el
evangelio; sin embargo, dependemos humildemente de que el
Señor bendiga nuestros esfuerzos con éxito por medio del poder
del Espíritu Santo.
40
Esdras 7:11-26
41
Esdras 7:11-26
42
Esdras 7:27,28
En este capítulo leemos por tercera vez que la mano del Señor
estaba sobre Esdras, bendiciendo sus esfuerzos con éxito. Por lo
visto, Esdras ya había comparecido ante la corte persa para
presentar su caso a favor de la misión a Jerusalén. Cuando recibió
el veredicto favorable del rey y de su gabinete, reconoció que era
una bendición de Dios. Esdras podía defender el caso, pero sólo
Dios podía hacer cambiar el corazón del rey. El libro de Proverbios
aclara esto: “Del hombre es hacer planes en el corazón; de Jehová
es poner la respuesta de la lengua… Encomienda a Jehová tus
obras, y tus pensamientos serán afirmados….Como aguas que se
reparten es el corazón del rey en la mano de Jehová: él lo inclina
hacia todo lo que quiere” (Proverbios 16:1,3; 21:1).
8
Lista de los que volvieron con Esdras
Esdras 8:1-14
Éstos son los cabezas de familia, y la genealogía de
aquellos que subieron conmigo a Jerusalén desde
Babilonia, cuando reinaba el rey Artajerjes:
2
De los hijos de Finees, Gersón;
de los hijos de Itamar, Daniel;
de los hijos de David, Hatús. 3 De los hijos de Secanías
y de los hijos de Paros, Zacarías, y con él fueron registrados
ciento cincuenta hombres.
43
Esdras 8:1-14
4
De los hijos de Pahat-moab, Elioenai hijo de Zeraías,
y con él doscientos hombres.
5
De los hijos de Secanías, el hijo de Jahaziel, y con él
trescientos hombres.
6
De los hijos de Adín, Ebed hijo de Jonatán, y con él
cincuenta hombres.
7
De los hijos de Elam, Jesaías hijo de Atalías, y con él
setenta hombres.
8
De los hijos de Sefatías, Zebadías hijo de Micael, y con
él ochenta hombres.
9
De los hijos de Joab, Obadías hijo de Jehiel, y con él
doscientos dieciocho hombres.
10
De los hijos de Selomit, el hijo de Josifías, y con él
ciento sesenta hombres.
11
De los hijos de Bebai, Zacarías hijo de Bebai, y con él
veintiocho hombres.
12
De los hijos de Azgad, Johanán hijo de Hacatán, y
con él ciento diez hombres.
13
De los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos
nombres son estos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos
sesenta hombres.
14
Y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud, y con ellos
setenta hombres.
44
Esdras 8:15-20
Se reúne la gente
Esdras 8:15-20
15
Los reuní junto al río que corre hacia Ahava, y
acampamos allí tres días. Observé que había gente del pueblo
y sacerdotes, pero no hallé ningún levita. 16 Entonces despaché
a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán,
Zacarías y Mesulam, hombres principales, así como a Joiarib
y a Elnatán, hombres doctos. 17 Los envié a Iddo, jefe en un
lugar llamado Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que
debían decirles a Iddo y a sus hermanos, los sirvientes del
Templo en el lugar llamado Casifia, para que nos enviaran
ministros para la casa de nuestro Dios. 18 Gracias a que la
mano bondadosa de nuestro Dios estaba sobre nosotros, nos
enviaron un hombre entendido llamado Serebías, de los hijos
de Mahli hijo de Leví hijo de Israel, junto con sus hijos y sus
45
Esdras 8:21-30
46
Esdras 8:21-30
47
Esdras 8:31-36
Llegada a Jerusalén
31
El doce del primer mes partimos del río Ahava para ir a
Jerusalén; la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros y nos
libró de manos de enemigos y asaltantes en el camino.
32
Llegamos a Jerusalén y reposamos allí tres días. 33 Al cuarto
día fue pesada la plata, el oro y los utensilios, en la casa de
nuestro Dios, y se entregó todo al sacerdote Meremot hijo de
Urías, y a Eleazar hijo de Finees; con ellos estaban los levitas
Jozabad hijo de Jesúa y Noadías hijo de Binúi. 34 Todo se
entregó contado y pesado, y se anotó entonces el peso total.
35
Los hijos de la cautividad, los que habían regresado del
cautiverio, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce
becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete
corderos, y doce machos cabríos por expiación, todo en
holocausto a Jehová. 36 Y se entregaron los decretos del rey a
sus sátrapas y capitanes del otro lado del río, los cuales
ayudaron al pueblo y a la casa de Dios.
48
Esdras 9:1-4
9
Esdras se entera del problema
Esdras 9:1-4
Acabadas estas cosas, los gobernantes se acercaron a
mí y me dijeron: «El pueblo de Israel, los sacerdotes y
levitas no se han separado de las gentes del país, de los
cananeos, heteos, frezaos, jebuseos, amonitas, moabitas,
egipcios y amorreos, y han caído en sus abominaciones.
2
Porque han tomado mujeres para sí y para sus hijos de las
hijas de ellos, y el linaje santo ha sido mezclado con las gentes
49
Esdras 9:1-4
del país. Los jefes y los gobernadores han sido los primeros en
cometer este pecado.»
3
Cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, me
arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté
angustiado en extremo. 4 Todos los que temían las palabras del
Dios de Israel se reunieron en torno a mí, a causa de la
infidelidad de quienes habían regresado de la cautividad; pero
estuve muy angustiado hasta la hora del sacrificio de la tarde.
50
Esdras 9:1-4
51
Esdras 9:1-4
52
Esdras 9:5-7
53
Esdras 9:5-7
54
Esdras 9:8,9
55
Esdras 9:8,9
56
Esdras 9:10-15
57
Esdras 9:10-15
58
Esdras 10:1-6
descuidado las cosas que sabíamos que debíamos haber hecho! Sin
embargo, por causa de Cristo, Dios nos ha perdonado
misericordiosamente, para que nos podamos regocijar como lo
hizo David:
Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Bendice, alma mía, a Jehová (Salmo 103:2,10,12,22).
10
El pueblo arrepentido se une a Esdras
Esdras 10:1-6
Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando
y postrándose delante de la casa de Dios, se reunió
en torno a él una muy grande multitud de Israel, hombres,
mujeres y niños; y el pueblo lloraba amargamente. 2 Entonces
Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, tomó la palabra
y dijo a Esdras: «Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios,
pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra;
pero a pesar de esto, aún hay esperanza para Israel. 3 Ahora,
pues, hagamos pacto con nuestro Dios de despedir a todas las
mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y
de los que temen el mandamiento de nuestro Dios. ¡Que se
haga conforme a la Ley! 4 Levántate, porque ésta es tu
obligación, y nosotros estaremos contigo. ¡Anímate y pon
manos a la obra!»
5
Entonces se levantó Esdras e hizo jurar a los principales
sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme
a esto; y ellos lo juraron. 6 Se retiró luego Esdras de delante de
la casa de Dios y se fue a la habitación de Johanán hijo de
Eliasib; pero no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció
a causa del pecado de los que habían regresado del cautiverio.
59
Esdras 10:1-6
60
Esdras 10:7-17
61
Esdras 10:7-17
62
Esdras 10:7-17
65
Esdras 10:18-44
66
NEHEMÍAS
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
67
Introducción a Nehemías
68
RECONSTRUCCIÓN DE LOS MUROS
FÍSICOS DE JERUSALÉN
NEHEMÍAS 1–7
1
Nehemías escucha acerca de la difícil situación de Jerusalén
Nehemías1:1-4
Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el
mes de Quisleu, en el año veinte, que estando yo en
Susa, capital del reino, 2 vino Hanani, uno de mis hermanos,
con algunos hombres de Judá. Entonces les pregunté por los
judíos que habían escapado, los que se habían salvado de la
cautividad, y por Jerusalén. 3 Ellos me dijeron: «El resto, los
que se salvaron de la cautividad, allí en la provincia, están en
una situación muy difícil y vergonzosa. El muro de Jerusalén
está en ruinas y sus puertas destruidas por el fuego.»
4
Cuando oí estas palabras me senté y lloré, hice duelo por
algunos días, ayuné y oré delante del Dios de los cielos.
69
Nehemías 1:5-11
70
Nehemías 1:5-11
71
Nehemías 1:5-11
73
Nehemías 1:5-11
74
Nehemías 2:1-10
2
Nehemías es enviado a Jerusalén
Nehemías 2:1-10
Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey
Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el
vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en
su presencia, 2 me dijo el rey:
—¿Por qué está triste tu rostro?, pues no estás enfermo.
No es esto sino quebranto de corazón.
Entonces tuve un gran temor. 3 Y dije al rey:
—¡Viva el rey para siempre! ¿Cómo no ha de estar triste
mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis
padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?
4
—¿Qué cosa pides? —preguntó el rey.
Entonces oré al Dios de los cielos, 5 y le respondí:
—Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante
de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis
padres, y la reedificaré.
6
Entonces el rey, que tenía a la reina sentada junto a él, me
preguntó:
—¿Cuánto durará tu viaje y cuándo volverás?
Y agradó al rey enviarme, después que yo le indiqué las
fechas. 7 Le dije además al rey:
—Si al rey le place, que se me den cartas para los
gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el
paso hasta que llegue a Judá; 8 y carta para Asaf, guarda del
bosque del rey, a fin de que me dé madera para enmaderar las
puertas de la ciudadela de la Casa, para el muro de la ciudad
y para la casa en que yo estaré.
75
Nehemías 2:1-10
76
Nehemías 2:1-10
Parece que se dio cuenta de que no les podría hacer frente a los
funcionarios que se oponían a sus planes, a menos que recibiera
la categoría de un gobernador independiente. Nehemías presentó
sus planes, pero su triunfo se lo atribuyó a la mano de Dios que
estaba sobre él.
La buena disposición del rey Artajerjes para concederle a
Nehemías lo que pedía se basaba en algo más que poseer un buen
corazón. La fértil provincia de Egipto estaba agitada; a Persia le
interesaba tener la provincia palestina en manos amistosas y leales.
La ayuda que les diera a los judíos para la reconstrucción su capital
en ruinas iba a promover la lealtad de esa provincia.
Al comenzar su misión, Nehemías combinó la confianza en
Dios con la determinación de usar todos los recursos con los que
había sido bendecido. Desde el principio se dio cuenta de que se
enfrentaba a una verdadera lucha y de que iba a necesitar toda la
fuerza disponible para poder triunfar.
Parece que la oposición a sus planes se había consolidado
desde antes de que llegara a Jerusalén e incluso desde antes de que
estuviera clara la naturaleza exacta de sus planes. Sanbalat el
horonita era probablemente el gobernador de Samaria; es incierto
el significado del término “horonita”, puede indicar que Sanbalat
era del pueblo de Bet-horón, que estaba al noroeste de Jerusalén.
Si Judá había sido parte de la misma provincia con Samaria antes
de la llegada de Nehemías, la oposición de Sanbalat tal vez se
debió en parte al temor de que Nehemías hubiera recibido algo de
su territorio.
Amón era una región situada al este del río Jordán y por mucho
tiempo había sido rival de Israel. Los registros fuera de la Biblia
muestran que esta área fue gobernada por la familia de los
Tobíadas poco tiempo después de esto. El Tobías de nuestro texto
parece ser uno de los primeros de ese linaje. No se sabe cuál era
el cargo exacto que tenía; la palabra que se traduce como “siervo”
también podría ser funcionario u oficial (vea Biblia de las
Américas, v. 10). Puede haber sido una persona designada por el
77
Nehemías 2:11-20
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Nehemías 2:11-20
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Nehemías 2:11-20
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Nehemías 2:11-20
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Nehemías 3:1-5
3
El muro norte
Nehemías 3:1-5
Entonces se levantaron el sumo sacerdote Eliasib y sus
hermanos los sacerdotes y edificaron la puerta de las
Ovejas. Ellos arreglaron. y levantaron sus puertas hasta la
torre de Humea, y edificaron hasta la torre de Amanee. 2 Junto
a ella trabajaron los hombres de Jericó, y luego Sacar hijo de
Inri. 3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; la
enmaderaron y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y
sus cerrojos. 4 Junto a ellos trabajó en la restauración Meremot
hijo de Urías hijo de Cos y, al lado de ellos, Mesulam hijo de
Barquías hijo de Mesezabeel. Junto a ellos trabajó Sadoc hijo
de Baana. 5 Y a su lado colaboraron los tecoítas; pero sus
notables no se prestaron a ayudar a la obra de su Señor.
Nehemías comienza la descripción de la ciudad en la parte
norte, quizás con el propósito de que el sumo sacerdote y su grupo
pudieran estar en la posición de honor. El muro norte era el de
mayor importancia y necesitaba los refuerzos más fuertes, ya que
la ciudad tenía las defensas naturales más débiles en esta parte.
Las puertas de la ciudad no eran simplemente puertas instaladas
en los muros, sino torres fuertes y techadas que contenían varias
casetas adentro. Las puertas eran una de las partes más esenciales
de las fortificaciones.
Algunos trabajadores de las villas cercanas se unieron a los
sacerdotes en la reconstrucción del muro norte. La única nota
amarga fue la falta de cooperación de los nobles de Tecoa. El
profeta Amós vivió cerca de este pueblo, como a diez y nueve
kilómetros al sur de Jerusalén (Amós 1:1).
El muro oeste
Nehemías 3:6-12
La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah
6
84
Nehemías 3:6-12
85
Nehemías 3:13-15
El muro suroeste
Nehemías 3:13,14
La puerta del Valle la restauró Hanún con los habitantes
13
86
Nehemías 3:15-32
Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde
la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib, sumo
sacerdote. 21 Tras él Meremot hijo de Urías hijo de Cos
restauró otro tramo, desde la entrada hasta el extremo de la
casa de Eliasib.
22
Después de él ayudaron en la restauración los sacerdotes
que habitaban en la llanura. 23 Después de ellos, Benjamín y
Hasub, frente a su casa; y, después de estos, Azarías hijo de
Maasías hijo de Ananías cerca de su casa. 24 Después de él Binúi
hijo de Henadad restauró otro tramo, desde la casa de Azarías
hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina. 25 Palal
hijo de Uzai restauró el muro frente a la esquina y también la
torre alta que sale de la casa del rey, la cual está en el patio de
la cárcel. Después de él siguió Pedaías hijo de Faros. 26 Los
sirvientes del Templo que habitaban en Ofel trabajaron en la
restauración hasta frente a la puerta de las Aguas al oriente y
la torre que sobresalía. 27 Después de ellos los tecoítas
restauraron otro tramo, frente a la gran torre que sobresale,
hasta el muro de Ofel.
28
Desde la puerta de los Caballos trabajaron en la
restauración los sacerdotes, cada uno frente a su casa.
29
Después de ellos, Sadoc hijo de Imer restauró frente a su
casa; y después de él Semaías hijo de Secanías, guarda de la
puerta Oriental. 30 Tras él, Hananías hijo de Selemías y Hanún
hijo sexto de Salaf restauraron otro tramo; después de ellos,
Mesulam hijo de Berequías restauró, frente a su cámara, 31 y
después de él Malquías hijo del platero restauró hasta la casa
de los sirvientes del Templo y de los comerciantes, frente a la
puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina. 32 Entre la sala
de la esquina y la puerta de las Ovejas, trabajaron en la
restauración los plateros y los comerciantes.
Estos versículos describen el muro que corría a lo largo del
lado este de Ofel y del monte del templo con vista hacia el valle
del Cedrón. La naturaleza exacta y la ubicación de muchas partes
87
Nehemías 3:15-32
88
Nehemías 4:1-6
4
El enemigo se burla; el pueblo de Dios ora
Nehemías 4:1-6
Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el
muro, se enojó y enfureció mucho, y burlándose de los
judíos, 2 dijo delante de sus hermanos y del ejército de
Samaria:
—¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver
a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán
de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?
89
Nehemías 4:1-6
3
Y estaba junto a él Tobías, el amonita, el cual dijo:
—Lo que ellos edifican del muro de piedra, si sube una
zorra lo derribará.
4
«¡Oye, Dios nuestro, cómo somos objeto de su desprecio!
Haz que su ofensa caiga sobre su cabeza y entrégalos por
despojo en la tierra de su cautiverio. 5 No cubras su iniquidad
ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se han airado
contra los que edificaban.»
6
Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue
terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo
ánimo para trabajar.
Como resultado de la organización de Nehemías y del
entusiasmo del pueblo, la obra de la reconstrucción del muro de
Jerusalén avanzó rápidamente. No obstante, donde quiera que se
lleve a cabo la obra de Dios, Satanás trabaja horas extras para crear
oposición.
Sanbalat, el líder de los enemigos de Jerusalén, se enfureció
al escuchar que el proyecto de reconstrucción progresaba con
rapidez a pesar de sus recientes intentos por desanimar la obra.
Furiosamente intensificó su campaña de intimidación. Despreció
en público a los “débiles judíos” y los esfuerzos que hacían para
la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén. Al desempeñar el papel
de títere, Tobías ridiculizó con sarcasmo el esfuerzo de los judíos.
Los muros de la ciudad tenían que ser resistentes para soportar los
golpes de la maquinaria pesada de sitio, ¡pero los lastimosos
esfuerzos de los judíos ni siquiera iban a soportar el peso de una
zorra! Mediante la burla y el sarcasmo, Sanbalat y Tobías
esperaban fortalecer la confianza de los enemigos de Dios y
desanimar al pueblo de Dios.
Esa burla no era nada nuevo, y todavía existe hoy. A través de
la historia los incrédulos siempre se han burlado de los medios
humildes que usa Dios para cumplir sus promesas. Lo mismo
sucedió en la familia de Abraham; Ismael se burlaba del pequeño
Isaac porque era el portador de la promesa (Génesis 21:8-14).
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Nehemías 4:1-6
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Nehemías 5:1-13
5
Oposición desde adentro
Entonces hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres
Nehemías 5:1-13
97
Nehemías 5:1-13
parte del dinero, del grano, del vino y del aceite, que
demandáis de ellos como interés.
12
Ellos respondieron:
—Lo devolveremos y nada les demandaremos; haremos así
como tú dices.
Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que
harían conforme a esto. 13 Sacudí además mi vestido, y dije:
—Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre
que no cumpla esto; así sea sacudido y quede sin nada.
Y respondió toda la congregación:
—¡Amén!
Entonces alabaron a Jehová, y el pueblo hizo conforme a
esto.
“Ellos mismos son sus peores enemigos”. Esta era una frase
que se aplicaba con mucha frecuencia a los judíos del tiempo de
Nehemías. Precisamente cuando parecía que ya habían vencido a
los enemigos de afuera, las discordias y las divisiones que surgían
de adentro, amenazaban el éxito del proyecto de reconstrucción.
También en nuestros días, cuando la iglesia descansa de sus
enemigos y disfruta de un tiempo de paz para llevar a cabo su
misión, Satanás hace surgir las divisiones y las luchas dentro de
la iglesia para desviarla de su obra.
En la época de Nehemías el método de Satanás consistía en
hacer que los ricos explotaran a los pobres. El hambre, las familias
grandes que alimentar, los altos impuestos del gobierno persa, y
la combinación de todos estos factores condujeron a la bancarrota
a los pobres agricultores judíos. La buena voluntad que tenían los
agricultores para ayudar a reconstruir los muros de Jerusalén puede
haber contribuido a la difícil situación. El tiempo que pasaron en
Jerusalén, lejos de las tierras que cultivaban, sólo podía haber
empeorado su situación. Es indudable que sus tierras indefensas
quedaron a merced de los ataques de los hombres de Sanbalat. El
ver que los ricos se aprovechaban de los pobres, hizo que éstos se
resintieran todavía más por su condición económica. Cuando lo
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Nehemías 5:1-13
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Nehemías 5:1-13
simbolizar el juicio de Dios que iba a caer sobre todos los que
oprimían a los pobres.
Algunos comentaristas han interpretado la expresión de
Nehemías, como si él también hubiera prestado dinero, como si
admitiera su culpa, y como una promesa de arrepentimiento de su
parte. No obstante, en vista de la siguiente defensa, es más
probable que se estuviera presentando como ejemplo de alguien
que obedecía la ley y que no cobraba intereses. Las palabras
enérgicas que pronunció Nehemías tuvieron el efecto deseado, los
líderes prometieron que iban a terminar con la explotación que
amenazaba la restauración de la nación.
Los pasajes del Antiguo Testamento que condenan el cobro de
intereses, o por lo menos los intereses excesivos, con frecuencia
han dado ocasión para que los cristianos se pregunten si en la
actualidad todavía es malo recibir intereses. Incluso en el Antiguo
Testamento el cobro de intereses no se prohibía por completo: “Del
extraño podrás exigir interés, pero de tu hermano no lo exigirás”
(Deuteronomio 23:20). Lo que Dios prohibió fue el cobro de
intereses sobre los préstamos que se hacían a los hermanos
israelitas para que tuvieran lo necesario para vivir.
Tampoco nos debemos aprovechar de la desgracia de la gente
para obtener ganancias económicas. Cuando las personas han
sufrido severas pérdidas y no pueden conseguir: alimento, ropa,
albergue, ni la atención médica, que su familia necesita, debemos
prestarles o darles de buena gana lo que necesitan sin pensar en
obtener ganancias para nosotros mismos. Jesús nos dice: “Y si
prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito
tenéis?…amad pues a vuestros enemigos, haced bien, y prestad,
no esperando nada” (Lucas 6:34-35). Sí, debemos dar ¡aun a
nuestros enemigos!
La mayoría de los préstamos actuales no se hacen para cubrir
las necesidades de la vida, sino que se usan como capital para que
el que pide el préstamo obtenga ganancias o mejore su estilo de
vida. La Biblia no habla específicamente de ese tipo de préstamos
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Nehemías 5:14-19
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103
Nehemías 6:1-9
6
Más oposición de afuera
Nehemías 6:1-9
Cuando oyeron Sanbalat, Tobías, Gesem el árabe y los
demás de nuestros enemigos que yo había edificado el
muro, y que no quedaba en él brecha alguna (aunque hasta
aquel tiempo no había puesto las hojas de las puertas),
2
Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: «Ven y reunámonos
en alguna de las aldeas en el campo de Ono.» Pero ellos habían
pensado hacerme mal. 3 Entonces envié mensajeros para
decirles: «Estoy ocupado en una gran obra y no puedo ir;
porque cesaría la obra si yo la abandonara para ir a vosotros.»
4
Cuatro veces me enviaron mensajes sobre el mismo asunto, y
yo les respondí de la misma manera.
5
Entonces Sanbalat me envió a su criado para decir lo
mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, 6 en
la cual estaba escrito: «Se ha oído entre las naciones, y Gasmu
lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros y que por eso
edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser
tú su rey; 7 y que has puesto profetas que, refiriéndose a ti,
proclamen en Jerusalén: “¡Hay rey en Judá!” Estas palabras
van a llegar a los oídos del rey; ven, por tanto, y consultemos
juntos.»
8
Entonces envié yo a decirle: «No hay nada de lo que dices,
sino que son invenciones de tu corazón.» 9 Porque todos ellos
nos amedrentaban, diciendo: «Se debilitarán las manos de
ellos en la obra, y no será terminada.»
«¡Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos!»
104
Nehemías 6:1-9
106
Nehemías 6:15-7:3
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Nehemías 6:15-7:3
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Nehemías 7:4-73
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Nehemías 7:4-73
45
»Porteros:
los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de
Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita y los hijos de
Sobai, ciento treinta y ocho.
46
»Sirvientes del Templo:
los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de
Tabaot, 47 los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos
de Padón, 48 los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los
hijos de Salmai, 49 los hijos de Hanán, los hijos de Gidel, los
hijos de Gahar, 50 los hijos de Reaía, los hijos de Rezín, los
hijos de Necoda, 51 los hijos de Gazam, los hijos de Uza, los
hijos de Paseah, 52 los hijos de Besai, los hijos de Mehunim,
los hijos de Nefisesim, 53 los hijos de Bacbuc, los hijos de
Hacufa, los hijos de Harhur, 54 los hijos de Bazlut, los hijos
de Mehída, los hijos de Harsa, 55 los hijos de Barcos, los
hijos de Sísara, los hijos de Tema, 56 los hijos de Nezía y los
hijos de Hatifa.
57
»Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de
Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Perida, 58 los hijos de
Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel, 59 los hijos de
Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim,
los hijos de Amón.
60
»Todos los sirvientes del Templo e hijos de los siervos
de Salomón, trescientos noventa y dos.
61
ȃstos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa,
Querub, Adón e Imer, los cuales no pudieron mostrar que la
casa de sus padres ni su genealogía eran de Israel:
62
los hijos de Delaía, los hijos de Tobías y los hijos de
Necoda, seiscientos cuarenta y dos.
63
Y entre los sacerdotes:
los hijos de Habaía, los hijos de Cos y los hijos de
Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai
galaadita, cuyo nombre adoptó. 64 Estos buscaron su
registro de genealogías, pero no se halló, por lo cual fueron
excluidos del sacerdocio, 65 y el gobernador les prohibió que
112
Nehemías 7:4-73
113
Nehemías 7:4-73
114
Nehemías 7:4-73
115
RECONSTRUCCIÓN DE LOS MUROS
ESPIRITUALES DE JERUSALÉN
NEHEMÍAS 8–13
116
Nehemías 8:1-8
8
Esdras lee la ley
Nehemías 7:73–8:8
Entonces se juntó todo el pueblo como un solo hombre
en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas,
y dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de
Moisés, la cual Jehová había dado a Israel. 2 El primer día del
mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo la Ley delante de la
congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los
que podían entender. 3 Desde el alba hasta el mediodía, leyó en
el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las
Aguas, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que
podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos
al libro de la Ley.
4
Y el escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera
que habían levantado para esa ocasión, y junto a él estaban, a
su derecha, Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías;
y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum,
Hasbadana, Zacarías y Mesulam. 5 Abrió, pues, Esdras el libro
ante los ojos de todo el pueblo —pues estaba más alto que todo
el pueblo—; y cuando lo abrió, el pueblo entero estuvo atento.
6
Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el
pueblo, alzando sus manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!»; y se
humillaron, adorando a Jehová rostro en tierra.
7
Los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai,
Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía,
hacían entender al pueblo la Ley, mientras el pueblo se
mantenía atento en su lugar. 8 Y leían claramente en el libro
117
Nehemías 8:1-8
118
Nehemías 8:9-12
El pueblo se alegra
Nehemías 8:9-12
9
Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba
Esdras y los levitas que hacían entender al pueblo dijeron a
todo el pueblo: «Hoy es día consagrado a Jehová, nuestro Dios;
no os entristezcáis ni lloréis»; pues todo el pueblo lloraba
oyendo las palabras de la Ley. 10 Luego les dijo: «Id, comed
alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los
que no tienen nada preparado; porque éste es día consagrado
a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová
es vuestra fuerza.»
11
También los levitas calmaban a todo el pueblo, diciendo:
«Callad, porque es día santo; no os entristezcáis.»
12
Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, a obsequiar
porciones y a gozar de gran alegría, porque habían entendido
las palabras que les habían enseñado.
119
Nehemías 8:9-12
120
Nehemías 8:13-18
El pueblo celebra
Nehemías 8:13-18
13
Al día siguiente, se reunieron los cabezas de familia de
todo el pueblo, sacerdotes y levitas, junto al escriba Esdras,
para estudiar las palabras de la Ley. 14 Y hallaron escrito en la
ley que Jehová había mandado por medio de Moisés, que
habitaran los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta
solemne del mes séptimo; 15 y que hicieran saber e hicieran
pregonar por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo:
«Salid al monte y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de
arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer
tabernáculos, como está escrito.» 16 Salió, pues, el pueblo, y
trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su
terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la
plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de
Efraín. 17 Toda la congregación que volvió de la cautividad hizo
tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días
de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los
hijos de Israel. Y hubo gran alegría.
18
Leyó Esdras el libro de la ley de Dios cada día, desde el
primer día hasta el último; hicieron la fiesta solemne por siete
días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.
El segundo día del séptimo mes no era día festivo, pero los
líderes del pueblo siguieron con su estudio especial de la Biblia.
El estudio los llevó a descubrir de nuevo las reglas para celebrar
la fiesta de los tabernáculos o tiendas (Levítico 23:33-44). Según
parece, habían descuidado terriblemente la celebración de esta
fiesta, aunque sabemos que se celebró por lo menos una vez en los
días de Zorobabel (Esdras 3:4). En ese tiempo no se hacía mención
específica de los tabernáculos, así que tal vez era ese aspecto en
particular de la fiesta el que había caído en desuso.
Los tabernáculos tenían el propósito de recordarles a los
israelitas los años que vivieron en albergues temporales en el
desierto. Este día de fiesta también era la festividad gozosa de la
121
Nehemías 9:1-5
9
Los levitas preparan al pueblo
Nehemías 9:1-5
El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos
de Israel para ayunar, vestidos de ropas ásperas y
cubiertos de polvo. 2 Ya se había apartado la descendencia de
Israel de todos los extranjeros; y en pie, confesaron sus
pecados y las iniquidades de sus padres. 3 Puestos de pie en su
lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová, su Dios, la cuarta
parte del día, y durante otra cuarta parte del día confesaron
sus pecados y adoraron a Jehová, su Dios. 4 Jesúa, Bani,
Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani y Quenani subieron
luego al estrado de los levitas y clamaron en voz alta a Jehová,
su Dios. 5 Y esto es lo que dijeron los levitas Jesúa, Cadmiel,
122
Nehemías 9:1-5
123
Nehemías 9:5-21
124
Nehemías 9:5-21
125
Nehemías 9:5-21
15
»Les diste pan del cielo//para saciar su hambre, y
para su sed les sacaste//aguas de la peña; y les dijiste que
entraran//a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano//y
juraste que se la darías.
126
Nehemías 9:22-25
127
Nehemías 9:26-31
128
Nehemías 9:32-38
129
Nehemías 10:1-29
10
Lista de los que hacen el pacto
Nehemías 10:1-29
Los que firmaron fueron:
130
Nehemías 10:1-29
131
Nehemías 10:30-39
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Nehemías 10:30-39
133
Nehemías 10:30-39
134
Nehemías 11:1,2
11
Nehemías 11:1,20000000000000000
Los jefes del pueblo habitaron en Jerusalén, pero el
resto del pueblo echó suertes para que uno de cada
diez fuera a vivir a Jerusalén, ciudad santa, y las otras nueve
partes en las otras ciudades. 2 Y bendijo el pueblo a todos los
hombres que voluntariamente se ofrecieron para habitar en
Jerusalén.
135
Nehemías 11:3-9
136
Nehemías 11:10-19
137
Nehemías 11:10-19
138
Nehemías 11:10-19
139
Nehemías 11:20-36
140
Nehemías 11:20-36
141
Nehemías 12:1-26
12
Un repaso de las personas que regresaron
Nehemías 12:1-26
Éstos son los sacerdotes y levitas que subieron con
Zorobabel hijo de Salatiel, y con Jesúa: Seraías,
Jeremías, Esdras, 2 Amarías, Maluc, Hatús, 3 Secanías, Rehum,
Meremot, 4 Iddo, Gineto, Abías, 5 Mijamín, Maadías, Bilga,
6
Semaías, Joiarib, Jedaías, 7 Salú, Amoc, Hilcías y Jedaías.
Estos eran los principales sacerdotes y sus hermanos en los
días de Jesúa.
8
Los levitas: Jesúa, Binúi, Cadmiel, Serebías, Judá y
Matanías, que con sus hermanos oficiaba en los cantos de
alabanza. 9 Y Bacbuquías y Uni, sus hermanos, cada cual en
su ministerio.
10
Jesúa engendró a Joiacim, Joiacim engendró a Eliasib, y
Eliasib engendró a Joiada; 11 Joiada engendró a Jonatán y
Jonatán engendró a Jadúa.
12
En los días de Joiacim los sacerdotes jefes de familia
fueron:
de Seraías, Meraías;
de Jeremías, Hananías;
13
de Esdras, Mesulam;
de Amarías, Johanán;
14
de Melicú, Jonatán;
de Sebanías, José;
15
de Harim, Adna;
de Meraiot, Helcai;
16
de Iddo, Zacarías;
de Ginetón, Mesulam;
17
de Abías, Zicri;
de Miniamín, de Moadías, Piltai;
18
de Bilga, Samúa;
de Semaías, Jonatán;
19
de Joiarib, Matenai; de Jedaías, Uzi;
142
Nehemías 12:1-26
20
de Salai, Calai; de Amoc, Eber;
21
de Hilcías, Hasabías;
de Jedaías, Natanael.
22
Los levitas en días de Eliasib, de Joiada, de Johanán y de
Jadúa fueron inscritos como jefes de familia; también los
sacerdotes, hasta el reinado de Darío el persa. 23 Los hijos de
Leví, jefes de familia, fueron inscritos en el libro de las crónicas
hasta los días de Johanán hijo de Eliasib. 24 Los principales de
los levitas eran: Hasabías, Serebías, Jesúa hijo de Cadmiel, y
sus hermanos estaban frente a ellos, para alabar y dar gracias,
conforme al estatuto de David, varón de Dios, durante su turno
de servicio. 25 Matanías, Bacbuquías, Obadías, Mesulam,
Talmón y Acub, eran porteros y hacían guardia en las entradas
de las puertas. 26 Estos vivieron en los días de Joiacim hijo de
Jesúa hijo de Josadac, y en los días del gobernador Nehemías
y del sacerdote y escriba Esdras.
143
Nehemías 12:1-26
144
Nehemías 12:27-47
145
Nehemías 12:27-47
147
Nehemías 13:1-14
13
Nehemías purifica el templo
Nehemías 13:1-14
Aquel día se leyó a oídos del pueblo el libro de
Moisés, y fue hallado escrito en él que los amonitas
y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios,
2
por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan
y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los
maldijera; pero nuestro Dios volvió la maldición en bendición.
3
Cuando oyeron, pues, la Ley, separaron de Israel a todos los
mezclados con extranjeros.
4
Antes de esto, el sacerdote Eliasib, encargado de los
aposentos de la casa de nuestro Dios, había emparentado con
Tobías, 5 y le había hecho una gran habitación, en la cual
guardaban antes las ofrendas, el incienso, los utensilios, el
diezmo del grano, del vino y del aceite que se había mandado
dar a los levitas, a los cantores y a los porteros, y la ofrenda de
los sacerdotes. 6 Pero cuando ocurrió esto, yo no estaba en
Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de
Babilonia, había ido adonde el rey estaba; pero al cabo de
algunos días pedí permiso al rey 7 para volver a Jerusalén; y
entonces supe del mal que había hecho Eliasib por
148
Procesión en los muros de Jerusalén
149
Nehemías 13:1-14
150
Nehemías 13:1-14
152
Nehemías 13:15-22
153
Nehemías 13:23-31
Una de las reformas más básicas que hizo Esdras fue la acción
154
Nehemías 13:23-31
155
Nehemías 13:23-31
156
ESTER
INTRODUCCIÓN
Introducción a Ester
Antecedentes
157
Introducción a Ester
158
Introducción a Ester
159
Introducción a Ester
160
Introducción a Ester
bien de los que aman a Dios” (Romanos 8:28). “a los que aman a
Dios, todas las cosas los ayudan a bien”
161
CONSPIRACIÓN CONTRA LOS JUDÍOS
ESTER 1–4
El escenario Histórico
1
El banquete real
Ester 1:1-9
Aconteció en los días de Asuero, el Asuero que reinó
desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete
provincias, 2 que en aquellos días, fue afirmado el rey Asuero
sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa, capital del
reino. 3 En el tercer año de su reinado, ofreció un banquete a
todos sus príncipes y cortesanos; invitó también a los más
poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de
provincias, 4 para mostrarles durante mucho tiempo, ciento
ochenta días, el esplendor de la gloria de su reino, y el brillo y
la magnificencia de su poder.
5
Cumplidos estos días, ofreció el rey otro banquete por
siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo
que había en Susa, capital del reino, desde el mayor hasta el
menor. 6 El pabellón era blanco, verde y azul, sostenido por
cuerdas de lino y púrpura, en anillas de plata sujetas a
columnas de mármol; los reclinatorios eran de oro y de plata,
sobre losado de pórfido y de mármol, de alabastro y de jacinto.
7
Se bebía en vasos de oro, diferentes unos de otros, y el vino
real corría en abundancia, como corresponde a la generosidad
de un rey. 8 Pero el mandato era que a nadie se le obligara a
beber, porque así lo había mandado el rey a todos los
mayordomos de su casa: que se hiciera según la voluntad de
cada uno.
9
También la reina Vasti ofreció un banquete para las
mujeres en el palacio real del rey Asuero.
162
Ester 1:1-9
165
Ester 1:10-22
166
Ester 2:1-18
2
Ester se convierte en reina
Ester 2:1-18
Después de estas cosas, sosegada ya la ira del rey
Asuero, se acordó éste de Vasti, de lo que ella había
hecho, y de la sentencia contra ella. 2 Entonces dijeron los
criados del rey, sus cortesanos: «Busquen para el rey jóvenes
vírgenes de buen parecer. 3 Nombre el rey personas en todas
las provincias de su reino que lleven a todas las jóvenes
vírgenes de buen parecer a Susa, residencia real, a la casa de
las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guardián de
las mujeres, y que les den sus atavíos; 4 y la joven que agrade
al rey, reine en lugar de Vasti.» Esto agradó al rey, y así lo hizo.
5
En Susa, la residencia real, había un judío cuyo nombre
era Mardoqueo hijo de Jair hijo de Simei, hijo de Cis, del
linaje de Benjamín, 6 el cual había sido deportado de Jerusalén
con los cautivos que fueron llevados con Jeconías, rey de Judá,
en la deportación que hizo Nabucodonosor, rey de Babilonia.
7
Y había criado a Hadasa, es decir, a Ester, hija de su tío,
porque era huérfana. La joven era de hermosa figura y de
167
Ester 2:1-18
169
Ester 2:1-18
171
Ester 2:19-23
172
Ester 3:1-15
21
En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta
del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey que vigilaban la
puerta, estaban descontentos y planeaban matar al rey Asuero.
22
Cuando Mardoqueo se enteró de esto, lo comunicó a la reina
Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. 23 Se hizo
investigación del asunto, y resultó verdadero; por tanto, los
dos eunucos fueron colgados en una horca. Y el caso se
consignó por escrito en el libro de las crónicas del rey.
El desarrollo siguiente del relato pone a Mardoqueo en la
situación de que el rey “le debía un favor” en el momento crucial
cuando el futuro de Israel estuviera en la balanza. Cualquier otro
detalle es sólo secundario en comparación con este punto. No es
claro lo que significa la frase “cuando las vírgenes fueron reunidas
la segunda vez” ni cuándo ocurrió eso. La presencia de Mardoqueo
a la puerta del palacio implica que era un funcionario que cumplía
un deber allí. Las puertas de las ciudades y de los palacios, eran
los lugares donde se llevaban a cabo muchos asuntos
gubernamentales y legales. No se nos dice nada acerca de lo que
motivó a los dos funcionarios del rey para conspirar contra su vida.
Puede haber sido algún insulto personal o una conspiración
política. Las conspiraciones y las luchas por el poder eran comunes
en la corte persa. En realidad, Asuero (Jerjes) fue finalmente
asesinado como resultado de una conspiración. Lo importante para
nosotros es notar cómo varios acontecimientos, que al parecer no
tienen ninguna conexión, se estaban entretejiendo para establecer
las circunstancias en las que Israel iba a ser liberado.
3
La conspiración de Amán
Ester 3:1-15
Después de estas cosas, el rey Asuero engrandeció a
Amán hijo de Hamedata, el agagueo. Lo honró y puso
su silla por encima de las de todos los príncipes que estaban
con él. 2 Todos los siervos del rey que estaban a la puerta real
se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había
173
Ester 3:1-15
174
Ester 3:1-15
175
Ester 3:1-15
176
Ester 3:1-15
177
Ester 4:1-17
Grecia. Puede ser que Amán planeara recaudar o ganar esa suma
apropiándose de los bienes de los judíos cuando los masacrara.
Hay cierta duda sobre la traducción de la afirmación del rey “la
plata que ofreces sea para ti”. Literalmente dice: “la plata es tuya”.
Algunos comentaristas lo han interpretado como un comentario
irónico de Asuero (Jerjes) al aceptar el dinero de Amán. Se podría
parafrasear así: “Bien, es tu dinero. Si tú quieres gastarlo de esta
manera, lo recibiré con gusto”. Algunos comentarios que aparecen
después en el texto implican que el rey iba a recibir dinero de
Amán, de modo que esta interpretación del texto parece acertada.
Después de que se definió el trato por completo, se redactaron
los edictos y se enviaron por todo el imperio. Esto concuerda muy
bien con lo que sabemos de la administración y del famoso sistema
de mensajeros del imperio persa. Los críticos han alegado que los
planes de llevar a cabo una masacre a tan gran escala resultan
increíbles, pero la historia ha registrado otras masacres en esta
escala. En el año 88 a.C. Mitrídates, rey del Ponto, masacró a
80,000 romanos en un solo día. A esto le siguió otra masacre de
20,000 romanos en la isla de Delos. Es horrible que Amán y
Asuero (Jerjes) condenaran a muerte a miles de: hombres, mujeres,
y niños, y que después con indiferencia lo celebraran bebiendo en
una fiesta. No obstante, esa también ha sido la conducta de otros
tiranos en circunstancias similares. Tal vez también refleja un
elemento de verdad en la afirmación que hace Herodoto de que
después de que los persas habían tomado una decisión sensata, les
gustaba reconsiderarla bajo la influencia del alcohol y viceversa.
Sea lo que fuere, las acciones a sangre fría de estos dos tiranos
presentan el escenario para que comience la batalla decisiva.
Y mientras tanto el pueblo de Susa estaba “consternado”. Por
lo visto el decreto les pareció extraño y abusivo.
4
La respuesta de Mardoqueo
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho,
Ester 4:1-17
178
Ester 4:1-17
2
hasta llegar ante la puerta real, pues no era lícito atravesar
la puerta real con vestido de ropa áspera. 3 En toda provincia
y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba,
había entre los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación.
Saco y ceniza era la cama de muchos.
4
Las doncellas de Ester y sus eunucos fueron a decírselo.
Entonces la reina sintió un gran dolor, y envió vestidos para
que Mardoqueo se vistiera y se quitara la ropa áspera; pero él
no los aceptó. 5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los
eunucos que el rey había puesto al servicio de ella, y lo mandó
a Mardoqueo para averiguar qué sucedía y por qué estaba así.
6
Salió, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la
ciudad que estaba delante de la puerta real. 7 Y Mardoqueo le
comunicó todo lo que le había acontecido, y le informó de la
plata que Amán había dicho que entregaría a los tesoros del
rey a cambio de la destrucción de los judíos. 8 Le dio también
la copia del decreto que había sido publicado en Susa para que
fueran exterminados, a fin de que la mostrara a Ester, se lo
informara, y le encargara que fuera ante el rey a suplicarle y
a interceder delante de él por su pueblo.
9
Regresó Hatac y contó a Ester las palabras de
Mardoqueo. 10 Entonces Ester ordenó a Hatac que dijera a
Mardoqueo: 11 «Todos los siervos del rey y el pueblo de las
provincias del rey saben que hay una ley que condena a muerte
a cualquier hombre o mujer que entre, sin haber sido llamado,
al patio interior para ver al rey, salvo aquel a quien el rey,
extendiendo el cetro de oro, le perdone la vida. Y yo no he sido
llamada para ver al rey estos treinta días.»
12
Llevó a Mardoqueo las palabras de Ester, 13 y Mardoqueo
dijo que le respondieran a Ester: «No pienses que escaparás
en la casa del rey más que cualquier otro judío. 14 Porque si
callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación
vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa
de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has
llegado al reino?»
179
Ester 4:1-17
180
Ester 4:1-17
181
Ester 4:1-17
182
LIBERACIÓN DE LOS JUDÍOS
ESTER 5–10
El plan de Ester
5
Ester prepara un banquete
Ester 5:1-8
Aconteció que al tercer día se puso Ester su vestido real,
y entró al patio interior de la casa del rey, frente al
aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono dentro
del aposento real, frente a la puerta del aposento. 2 Cuando el
rey vio a la reina Ester que estaba en el patio, la miró
complacido, y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano.
Entonces se acercó Ester y tocó la punta del cetro. 3 Dijo el rey:
—¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la
mitad del reino se te dará.
4
Ester respondió:
—Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete
que le tengo preparado.
5
Dijo el rey:
—Daos prisa, llamad a Amán, para hacer lo que Ester ha
dicho.
Vino, pues, el rey con Amán al banquete que Ester dispuso.
6
Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino:
—¿Cuál es tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu
deseo? Aunque sea la mitad del reino, te será concedido.
7
Entonces respondió Ester:
—Mi petición y mi deseo es éste: 8 Si he agradado al rey, y
si place al rey otorgar mi petición y conceder mi demanda, que
venga el rey con Amán a otro banquete que les prepararé; y
mañana haré conforme a lo que el rey ha mandado.
183
Ester 5:9-14
184
Ester 5:9-14
185
Ester 6:1-14
6
Se honra a Mardoqueo
Ester 6:1-14
Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y pidió
que le trajeran el libro de las memorias y crónicas y que
las leyeran en su presencia. 2 Entonces hallaron escrito que
Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres,
dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían
planeado matar al rey Asuero. 3 Y el rey preguntó:
—¿Qué honra o qué distinción se concedió a Mardoqueo
por esto?
Los servidores del rey, sus oficiales, respondieron:
—Nada se ha hecho en su favor.
4
Entonces el rey preguntó:
—¿Quién está en el patio?
En aquel momento llegaba Amán al patio exterior de la
casa real, para pedirle al rey que ordenara colgar a
Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada. 5 Y los
servidores del rey le respondieron:
—Amán está en el patio.
186
Se leen las crónicas al rey
187
Ester 6:1-14
188
Ester 7:1-10
7
La caída de Amán
Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina
Ester 7:1-10
189
Se honra a Mardoqueo
190
Ester 7:1-10
3
Entonces la reina Ester respondió:
—Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos y si place al rey,
que se me conceda la vida: ésa es mi petición; y la vida de mi
pueblo: ése es mi deseo. 4 Pues yo y mi pueblo hemos sido
vendidos, para ser exterminados, para ser muertos y
aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos como siervos y
siervas, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un
daño irreparable.
5
El rey Asuero preguntó a la reina Ester:
—¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su
corazón para hacer semejante cosa?
6
Ester dijo:
—¡El enemigo y adversario es este malvado Amán!
Se turbó Amán entonces delante del rey y de la reina.
7
El rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue
al huerto del palacio. Pero Amán se quedó para suplicarle a la
reina Ester por su vida, pues vio el mal que se le venía encima
de parte del rey. 8 Cuando el rey volvió del huerto del palacio
al aposento del banquete, Amán se había dejado caer sobre el
lecho en que estaba Ester. Entonces exclamó el rey:
—¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa?
Al proferir el rey estas palabras, le cubrieron el rostro a
Amán. 9 Y Harbona, uno de los eunucos que servían al rey,
dijo:
—En la casa de Amán está la horca de cincuenta codos de
altura que hizo Amán para Mardoqueo, quien habló para bien
del rey.
Dijo el rey:
—Colgadlo en ella.
10
Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho
preparar para Mardoqueo. Y se apaciguó la ira del rey.
Es probable que al comenzar el banquete Ester todavía no
supiera nada del honor que se le había otorgado a Mardoqueo. Tal
vez todavía sentía temor del poder de Amán, pero cobró confianza
191
Ester 7:1-10
192
Ester 8:1-17
8
El edicto del rey a favor de los judíos
Aquel mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la
Ester 8:1-17
193
Ester 8:1-17
194
Ester 8:1-17
195
Ester 9:1-17
9
El edicto se lleva a cabo
Ester 9:1-17
En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece
días del mismo mes, cuando debía ser ejecutado el
mandamiento del rey y su decreto, el mismo día en que los
enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos,
sucedió lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los
que los aborrecían. 2 Los judíos se reunieron en sus ciudades,
en todas las provincias del rey Asuero, para descargar su mano
sobre los que habían procurado su mal, sin que nadie les
opusiera resistencia, porque el temor de ellos se había
apoderado de todos los pueblos. 3 Y todos los príncipes de las
provincias, los sátrapas, capitanes y oficiales del rey, apoyaban
a los judíos, pues todos temían a Mardoqueo, 4 ya que
Mardoqueo era grande en la casa del rey y su fama se había
extendido por todas las provincias. Así, día a día se
engrandecía Mardoqueo.
5
Asolaron los judíos a todos sus enemigos a filo de espada,
con mortandad y destrucción, e hicieron con sus enemigos
como quisieron. 6 En Susa, capital del reino, mataron y
exterminaron los judíos a quinientos hombres. 7 Mataron
entonces a Parsandata, Dalfón, Aspata, 8 Porata, Adalía,
Aridata, 9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, 10 los diez hijos
de Amán hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no
tocaron sus bienes.
11
El mismo día se le dio cuenta al rey acerca del número
de los muertos en Susa, residencia real. 12 Y dijo el rey a la reina
Ester:
—En Susa, capital del reino, los judíos han matado a
quinientos hombres y a diez hijos de Amán. ¿Qué habrán
hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu
petición, y te será concedida? ¿qué otra cosa deseas y te será
hecha?
13
Ester respondió:
—Si place al rey, concédase también mañana a los judíos
196
Ester 9:1-17
197
Ester 9:18-32
los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero,
cercanos y distantes, 21 ordenándoles que celebraran el día
decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo
mes, de cada año, 22 como días en que los judíos estuvieron en
paz con sus enemigos, y como el mes en que la tristeza se
trocó en alegría, y el luto en festividad; que los convirtieran
en días de banquete y de gozo, en día de enviar regalos cada
uno a su vecino, y dádivas a los pobres. 23 Y los judíos
aceptaron esta costumbre, que ya habían comenzado a
observar, según les escribió Mardoqueo. 24 Porque Amán hijo
de Hamedata, el agagueo, enemigo de todos los judíos, había
ideado un plan para exterminarlos, y había echado Pur, que
quiere decir suerte, para arruinarlos y acabar con ellos.
25
Pero cuando Ester se presentó ante el rey, éste ordenó por
carta que el perverso designio que aquél trazó contra los
judíos recayera sobre su cabeza, y que los colgaran a él y a
sus hijos en la horca. 26 Por eso llamaron a estos días Purim,
por el nombre Pur.
Asimismo, debido a lo relatado en esta carta, y por lo que
ellos mismos vieron y lo que les llegó a su conocimiento, 27 los
judíos establecieron y prometieron que ellos, sus
descendientes y todos sus allegados, no dejarían de celebrar
estos dos días, según este escrito y esta fecha, de año en año;
28
que estos días serían recordados y celebrados por todas las
generaciones, familias, provincias y ciudades; que estos días
de Purim no dejarían de ser guardados por los judíos, y que
su descendencia jamás dejaría de recordarlos.
29
Y la reina Ester hija de Abihail, y Mardoqueo, el judío,
suscribieron con plena autoridad esta segunda carta
referente a Purim. 30 Y fueron enviadas cartas a todos los
judíos, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero, con
palabras de paz y de verdad, 31 para confirmar estos días de
Purim en la fecha señalada, según les había ordenado
Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y según ellos lo habían
establecido para sí mismos y para su descendencia, para
199
Ester 9:18-32
200
Ester 10:1-3
aspecto muy importante del día del Purim es la lectura pública del
libro de Ester. A esa lectura la interrumpen las matracas que suenan
cada vez que se menciona el nombre de Amán y también las
canciones festivas. Otra parte de la fiesta consiste en regalar
comida a los amigos y a los pobres. Algo excepcional que se come
en la fiesta del Purim es una galleta llamada “orejas de Amán”.
Toda la tendencia de la fiesta es la de una celebración de victoria,
como el día de la Independencia.
Es más importante reconocer y recordar la intervención de
Dios en la historia para salvar a su pueblo que celebrar el triunfo
de un pueblo sobre sus enemigos. El verdadero propósito de esta
historia no es jactarse del orgullo nacional de Israel, sino proclamar
la gloria del Dios fiel que los sostuvo. El Señor le da alivio a su
pueblo perseguido y les causa dificultades a los que lo afligen. De
vez en cuando Dios interviene en la historia para liberar a su
pueblo. En el día del Juicio Final reivindicará por completo a su
remanente perseguido. El libro de Ester es un ejemplo notable de
esta intervención, que recuerda las palabras de David: “Porque el
que pide cuenta de la sangre se acordó de los afligidos; no se
olvidó del clamor de ellos”.
10
La grandeza de Mardoqueo
Ester 10:1-3
El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y a las
costas del mar. 2 Todas las obras de su poder y
autoridad, y el relato sobre la grandeza de Mardoqueo, a quien
el rey engrandeció, ¿no está escrito en el libro de las crónicas
de los reyes de Media y de Persia? 3 Pues Mardoqueo, el judío,
fue el segundo del rey Asuero, grande entre los judíos y
estimado por la multitud de sus hermanos, porque procuró el
bienestar de su pueblo y la paz para todo su linaje.
Este breve capítulo final es un epílogo al libro de Ester.
Describe la grandeza de Asuero (Jerjes) y de Mardoqueo, después
del derrocamiento de Amán. El propósito principal de esta
añadidura es asegurarles a los lectores la exactitud del relato; los
201
Ester 10:1-3
202
CONCLUSIÓN DE
ESDRAS, NEHEMÍAS, Y ESTER
Conclusión
Los tres libros que acabamos de estudiar nos muestran algunos
de los mejores ejemplos del amoroso cuidado que Dios tiene por
su pueblo. La conservación de su pueblo que se registra en estos
tres libros no fue tan espectacular como la liberación que se relata
en el Éxodo, cuando los rescató de manos del faraón. Sin embargo,
fue igualmente importante y también un gran testimonio de su
poder. Por las señales poderosas que Moisés realizó, fue un líder
más espectacular que: Zorobabel, Jesúa, Esdras, Nehemías, Ester,
o Mardoqueo; no obstante, cada uno de estos líderes desempeñó
un papel importante en el plan de Dios para conservar a su pueblo
hasta que el Salvador viniera. Dios obró de una manera silenciosa
mediante estas personas, también obró poderosamente para que la
escena quedara lista para la aparición de Cristo.
Con estos tres libros termina la historia del Antiguo
Testamento. Iban a pasar cuatrocientos años antes del nacimiento
del Salvador, pero ya se había contado la historia de cómo Dios
conservó la promesa del Mesías desde el Edén hasta Belén. Las
fuerzas de Satanás no tuvieron éxito en sus incontables intentos
para destruir la simiente de la mujer e impedir la venida del
Salvador. Durante el lapso de los cuatrocientos años que
transcurrieron entre Nehemías y Juan el Bautista, Dios siguió
protegiendo a los judíos de enemigos peligrosos.
Cuando la historia del amor de Dios se reanudó con el
nacimiento de Cristo, se alcanzó la meta de toda la historia del
Antiguo Testamento. La simiente de la mujer (Génesis 3:15) llegó
para aplastarle la cabeza a la serpiente. La salvación que tanto
ansiaban los creyentes del Antiguo Testamento llegó finalmente
cuando el Hijo de Dios apareció en la tierra para eliminar el
pecado.
Con este acontecimiento glorioso se cumple el verdadero
propósito de las historias de: Edras, Nehemías, y Ester.
203
204
Río
Éufr
ates
IA ASIRIA
R
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BABILONIA
Mapa 1
Damasco
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DESIERTO
Erec Elam
JERUSALÉN
205
Mapa 3
206
207
La
BIBLIA
Popular
38-5029
ISBN 0-8100-1473-4