Semana 4: Dinamica de Liquidos Celulares

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UNIVERSIDAD DE ORIENTE CAMPUS COATZACOALCOS

Lic. Enfermería 1°B Materia: Bioquímica /Docente: IBQ. Jadra Beatriz Sanchez Solís
Semana 4: 01 al 07 de marzo 2021
Modulo: sábado/ Horario: 10:00 – 13:00 hrs

Fecha: sábado 06 de marzo 2021

CONTENIDOS

DINAMICA DE LIQUIDOS

El agua tiene un papel fundamental como motor de la actividad biológica en el planeta. Así lo demuestra el que la
vida se haya iniciado en su seno. A medida que las formas de vida evolucionaban, se hicieron más complejas y
especializadas.

Cuando hablamos del agua nos referimos al estado líquido del compuesto de hidrógeno y oxígeno H2O. Los antiguos
filósofos consideraban el agua como un elemento básico que representaba a todas las sustancias líquidas. Los
científicos no descartaron esta idea hasta la última mitad del siglo XVIII cuando en 1781 el químico británico Henry
Cavendish sintetizó agua detonando una mezcla de hidrógeno y aire. Sin embargo, los resultados de este
experimento no fueron interpretados claramente hasta dos años más tarde, cuando el químico francés Antoine
Laurent de Lavoisier propuso que el agua no era un elemento sino, un compuesto de oxígeno e hidrógeno. En un
documento científico presentado en 1804, el químico francés Joseph Louis Gay-Lussac y el naturalista alemán
Alexander Von Humboldt demostraron conjuntamente que el agua consistía en dos volúmenes de hidrógeno y uno
de oxígeno, tal como se expresa en la fórmula actual H2O.

Casi todo el hidrógeno del agua tiene una masa atómica de 1. El químico estadounidense Harold Clayton Urey
descubrió en 1932 la presencia en el agua de una pequeña cantidad, 1 parte por 6.000, de lo que se denomina agua
pesada u óxido de deuterio, D2O, que es el isótopo del hidrógeno con masa atómica 2. En 1951 el químico
estadounidense Aristid Grosse descubrió que el agua existente en la naturaleza contiene también cantidades mínimas
de óxido de tritio, T2O. El tritio es el isótopo del hidrógeno con masa atómica 3.

El agua pura es un líquido inodoro e insípido. Tiene un matiz azul, que sólo puede detectarse en capas de gran
profundidad. A la presión atmosférica, 760 mm de mercurio, el punto de congelación del agua es de 0°C y su punto
de ebullición en 100°C. El agua alcanza su densidad máxima a una temperatura de 4°C y se expande al congelarse.

Como muchos otros líquidos, el agua puede existir en estado sobre enfriado, es decir, que puede permanecer en
estado líquido, aunque su temperatura esté por debajo de su punto de congelación. Se puede enfriar fácilmente a
unos -25°C sin que se congele. El agua sobre enfriada se puede congelar agitándola, descendiendo más su
temperatura o añadiéndole un cristal u otra partícula de hielo. Sus propiedades físicas se utilizan como patrones para
definir, por ejemplo, escalas de temperatura.
El agua es uno de los agentes ionizantes más conocidos. Puesto que todas las sustancias son de alguna manera
solubles en agua, se le conoce frecuentemente como el disolvente universal. El agua combina con ciertas sales para
formar hidratos, reacciona con los óxidos de los metales formando ácidos y actúa como catalizador en muchas
reacciones químicas importantes.

El agua es la única sustancia que existe a temperaturas ordinarias en los tres estados de la materia, o sea, sólido,
líquido y gas. Como sólido o hielo se encuentra en los glaciares y los casquetes polares, así como en las superficies
de agua en invierno. También se puede encontrar en forma de nieve, granizo y escarcha, y en las nubes formadas por
cristales de hielo. Existe en estado líquido en las nubes de lluvia formadas por gotas de agua, y en forma de rocío, en
la vegetación. Además, cubre las tres cuartas partes de la superficie terrestre en forma de pantanos, lagos, ríos, mares
y océanos. Como gas, o vapor de agua, existe en forma de niebla, vapor y nubes. El vapor atmosférico se mide en
términos de humedad relativa, que es la relación de la cantidad de vapor de agua en el aire a una temperatura dada
respecto a la máxima que puede contener a esa temperatura.

El agua está presente también en la porción superior del suelo, en donde se adhiere, por acción capilar, a las
partículas del mismo. En este estado, se le denomina agua ligada y tiene unas características diferentes del agua libre.
Por influencia de la gravedad, el agua se acumula en los intersticios de las rocas debajo de la superficie terrestre
formando depósitos de agua subterránea que abastecen a pozos y manantiales, y mantienen el flujo de algunos
arroyos durante los periodos de sequía.

EL AGUA EN EL ORGANISMO HUMANO

El agua es el componente principal de la materia viva. Constituye del 50 al 90% de la masa de los organismos vivos.
El protoplasma, que es la materia básica de las células vivas, consiste en una disolución de grasas, carbohidratos,
proteínas, sales y otros compuestos químicos similares en agua. El agua actúa como disolvente transportando,
combinando y descomponiendo químicamente esas sustancias. La sangre de los animales y la savia de las plantas
contienen una gran cantidad de agua, que sirve para transportar los alimentos y desechar el material de desperdicio.

El agua desempeña también un papel importante en la descomposición metabólica de moléculas tan esenciales
como las proteínas y los carbohidratos. Este proceso, llamado hidrólisis, se produce continuamente en las células
vivas.

El agua se caracteriza por su gran movilidad y por el hecho de ser uno de los medios naturales con más actividad de
la biosfera. Su régimen hidráulico, torrencial o lento, y la interacción con el territorio que le rodea marcan el proceso
en el tiempo y la evolución física, química y biológica.

EL AGUA Y SU RELACION CON LOS PROCESOS METABOLICOS

El agua interviene en casi todas las reacciones químicas de la célula. La Bioquímica estudia las propiedades y de las
reacciones de los compuestos orgánicos presentes en el organismo. Sin embargo, no debe olvidarse que en las
células vivas la mayor parte de los compuestos bioquímicos existen y la mayor parte de las reacciones se desarrollan
en un medio acuoso.
El agua es tan familiar para los seres vivos que generalmente la consideramos como un fluido muy simple, pero las
propiedades físicas y químicas del agua son trascendentes y tienen profundos significados para la Biología, sus
propiedades son muy importantes para el funcionamiento celular, de hecho, están directamente relacionadas con las
propiedades de las biomoléculas y, por tanto, con el metabolismo.

Las estructuras de las macromoléculas que conforman a los seres vivos son el resultado de las interacciones con el
medio acuoso que las contiene. La combinación de las propiedades del disolvente responsables de las asociaciones
intra e intermoleculares de estas sustancias es característico del agua; ya que
ninguna otra sustancia se asemeja al agua a este respecto. Por lo anteriormente
expuesto, no debe sorprendernos que el agua sea la sustancia más abundante en
los sistemas biológicos, de hecho, más del 70% de los seres vivos está formado
por agua. No olvidemos que el agua, aunque es un compuesto vital, por si misma
carece de vida.

ESTRUCTURA DEL AGUA: Muchas de las propiedades de la molécula de agua se explican por la estructura
geométrica característica y que ninguna otra molécula reúne. Los átomos de hidrógeno y oxígeno se acomodan en
una geometría no lineal donde el enlace H-O-H forma un ángulo de 104.5º.

El átomo de oxígeno, más electronegativo, tiende a atraer los electrones no compartidos del átomo de hidrógeno y
deja desnudos los núcleos de hidrógeno. El resultado es que cada uno de los dos átomos de hidrógeno posee una
carga local parcial positiva (δ+ ). El átomo de oxígeno, a su vez,
posee una carga local parcial negativa (δ- ).

Cuando dos moléculas de agua se aproximan mucho, se


establece una atracción electrostática entre la carga parcial
negativa situada sobre el átomo de oxígeno de la molécula de
agua y la carga parcial positiva situada sobre un átomo de
hidrógeno de una molécula adyacente. Ello va acompañado por
una redistribución de las cargas electrónicas de ambas moléculas. A esta unión se le llama enlace de hidrógeno
(conocido también como puente de hidrógeno). Debido a la ordenación casi tetraédrica de los electrones alrededor
del átomo de oxígeno, cada molécula de agua es potencialmente capaz de unirse mediante enlaces de hidrógeno
con 4 moléculas de agua vecinas. Esta propiedad es la
responsable de la elevada cohesión interna del agua líquida.

EL AGUA COMO DISOLVENTE BIOLÓGICO: Los procesos vitales


requieren que una gran variedad de iones y moléculas de
muevan en proximidad, es decir que sean solubles en un
medio común. El agua funciona como disolvente universal en
los medios intracelulares y extracelulares gracias
principalmente a dos propiedades: La tendencia a formar
enlaces de hidrogeno y su carácter dipolar. Las sustancias que se benefician de estas propiedades a modo de que se
disuelven en agua de forma fácil se les denomina HIDROFILAS o a fines al agua.

El agua al ser un disolvente universal y componente fundamental de cualquier organismo vivo, está directamente
involucrado en los procesos metabólicos, como la respiración, la digestión, el metabolismo, la regulación térmica
entre otras.

El comportamiento térmico del agua es único y gracias a ello el agua es el principal responsable del sistema
termorregulador del organismo, manteniendo la temperatura corporal constante, independientemente del entorno y
de la actividad metabólica. Esta es una de sus funciones más importantes.

El aparato metabólico del hombre para la digestión y procesado de nutrientes y para la contracción muscular es
altamente endergónico, liberando grandes cantidades de calor que deben ser disipadas para mantener la
homeotermia.

La contracción muscular es incluso un mayor contribuyente a la carga de calor del organismo, pues la transformación
de energía química (ATP) en 70 energía mecánica es muy poco eficaz, liberando el 70-75% de la energía como calor.
Así, durante el ejercicio, cuando la necesidad de utilizar energía mecánica aumenta, la producción de calor también
es mayor. El cuerpo es esencialmente una solución acuosa en la que gran cantidad de solutos (proteínas, vitaminas,
glucosa, urea, sodio, cloro, potasio) están distribuidos en los diferentes compartimentos. Gracias a su capacidad
disolvente, el agua es el medio en el que se producen todas las reacciones del metabolismo, participando en
muchas de ellas como sustrato o como producto. Un ejemplo son las reacciones de hidrólisis que se producen en la
digestión o en la oxidación de los macronutrientes.

CONTROL Y BALANCE DEL AGUA: El consumo de agua debe equilibrar la cantidad de agua que se pierde. Los adultos
sanos han de beber unos 2 L de líquido al día, como mínimo, para mantener el equilibrio hídrico y prevenir
la deshidratación, los cálculos renales y otros trastornos. Por lo general, ingerir mucho líquido es mejor que ingerir
poco, porque al organismo le resulta más fácil eliminar el exceso de agua que conservarla. Sin embargo, cuando los
riñones funcionan con normalidad, el cuerpo puede hacer frente a grandes variaciones en la ingesta de líquidos.

El organismo obtiene agua, principalmente, absorbiéndola del tubo digestivo. Además, cuando el organismo procesa
(metaboliza) ciertos nutrientes, se produce una pequeña cantidad de agua.

El organismo pierde agua, en su mayor parte, eliminándola a través de los riñones en la orina. Según las necesidades
del organismo, los riñones pueden excretar menos de medio litro o varios litros de orina al día. Se pierde casi 1 L al
día por la evaporación del agua contenida en la piel y por la respiración. La sudoración profusa, que puede estar
causada por el ejercicio intenso, por un clima cálido o por una temperatura corporal elevada, aumenta de forma
notable el volumen de agua que se evapora. En condiciones normales, se pierde una pequeña cantidad de agua del
tubo digestivo; sin embargo, en los vómitos prolongados o en las diarreas intensas se pueden perder hasta más de 4
L en un día.

Por lo general, se ingiere la cantidad de líquido necesaria para compensar la pérdida excesiva de agua. Sin embargo,
cuando se tienen vómitos o diarrea intensos, es posible sentirse demasiado enfermo como para tomar la cantidad de
líquido necesaria que compense esta pérdida excesiva y, por lo tanto, puede sufrirse deshidratación. La confusión, la
movilidad reducida o la disminución del grado de consciencia también pueden impedir notar la sensación de sed o
imposibilitar a la persona para que ingiera suficiente líquido.

Las sales minerales (electrólitos), como el sodio y el potasio, están disueltas en el agua del organismo. El equilibrio
hídrico y el equilibrio electrolítico guardan una relación estrecha. El organismo intenta mantener constante el
volumen total de agua y las concentraciones de electrólitos en la sangre. Por ejemplo, cuando se elevan demasiado
los niveles de sodio, se siente sed, lo que conduce a ingerir más líquido. Además, la vasopresina (también
denominada hormona antidiurética), una hormona segregada por el cerebro en respuesta a la deshidratación,
transmite a los riñones una señal para excretar menos agua. La combinación de estos dos efectos da lugar a una
cantidad mayor de agua presente en la sangre. En consecuencia, el sodio se diluye y el equilibrio entre este y el agua
se restablece. Cuando la concentración de sodio baja demasiado, los riñones excretan más agua, lo que disminuye la
cantidad de agua en la sangre y restaura el equilibrio perdido.

MANTENIMIENTO DEL EQUILIBRIO HÍDRICO:

En el cuerpo, varios mecanismos trabajan juntos para mantener el equilibrio hídrico. Incluyen

 Sed

 Interacción de la hipófisis y los riñones

 Ósmosis

La sed es uno de los mecanismos más importantes para mantener el equilibrio hídrico. Cuando el cuerpo necesita
agua, centros nerviosos profundos del cerebro se ven estimulados, lo que provoca sensación de sed. La sensación se
vuelve más intensa al mismo tiempo que aumenta la demanda de agua del organismo, lo que motiva la ingesta del
líquido necesario. Cuando el cuerpo tiene un exceso de agua, desaparece la sed.

Una interacción entre la hipófisis y los riñones proporciona otro mecanismo. Cuando el cuerpo tiene poca agua, la
hipófisis (o glándula pituitaria, ubicada en la base del encéfalo) secreta vasopresina (también llamada hormona
antidiurética) en el torrente sanguíneo. La vasopresina estimula los riñones para que retengan agua y excreten menos
orina. Cuando el cuerpo tiene un exceso de agua, la hipófisis segrega poca cantidad de vasopresina, de forma que los
riñones puedan eliminar el exceso de agua por la orina.

EDEMA Y DESHIDRATACION

Edema significa hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. Suele ocurrir en los pies,
los tobillos y las piernas, pero puede afectar todo el cuerpo. El edema puede producirse como consecuencia del uso
de medicamentos, debido al embarazo o a una enfermedad preexistente, con frecuencia, insuficiencia cardíaca
congestiva, una enfermedad renal o cirrosis hepática. A menudo, el edema se alivia al tomar medicamentos para
eliminar el exceso de líquido y al reducir la cantidad de sal en tus comidas. Cuando el edema es un signo de una
enfermedad de fondo, la enfermedad en sí misma requiere un tratamiento diferente.

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo no tiene tanta agua y líquidos como es necesario.

Puede ser leve, moderada o grave, según la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya
repuesto. La deshidratación grave es una emergencia que pone la vida en peligro.

Causas

Usted puede resultar deshidratado si pierde demasiado líquido, si no toma suficiente agua o líquidos, o ambos.
Su cuerpo puede perder una gran cantidad de líquidos a causa de:
 Sudoración excesiva, por ejemplo, a causa del ejercicio en clima cálido
 Fiebre
 Vómitos o diarrea
 Orinar demasiado (la diabetes no controlada o algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden provocar
que usted orine mucho)

SALES MINERALES Y ELECTROLITOS: Esencialmente, los minerales son moléculas inorgánicas necesarias para
mantener el funcionamiento de varios procesos a nivel orgánico. Si bien es cierto que el propio organismo puede
producirlas hasta cierto punto, en muchos casos se requiere un aporte externo, ya sea mediante la alimentación o
incluso mediante suplementación en algunos casos. Los electrólitos son minerales presentes en la sangre y otros
líquidos corporales que llevan una carga eléctrica negativa.

Los electrólitos afectan cómo funciona su cuerpo en muchas maneras, incluso:

 La cantidad de agua en el cuerpo


 La acidez de la sangre (el pH)
 La actividad muscular
 Otros procesos importantes

Los electrolitos se pierden mediante el sudor cuando hacemos ejercicio y es necesario reponerlos mediante líquidos
que los contengan, puesto que el agua contiene electrolitos en concentraciones muy bajas, muy inferiores a la del
plasma sanguíneo de nuestro organismo.

Función de los principales electrolitos: Los electrolitos sodio, potasio, cloro y bicarbonatos son
principalmente responsables de una distribución normal del agua y la homeostasis a través del cuerpo por medio de
su efecto en la presión osmótica. Estos electrolitos también juegan un papel esencial en regular el corazón y la
función muscular, manteniendo el pH y participando en otras reacciones bioquímicas importantes.

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