Acción de Inconstitucionalidad Abstracta

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Universidad Mayor De San Simón

Facultad De Ciencias Jurídicas Y Políticas


CARRERA DERECHO

ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD
ABSTRACTA

MATERIA: Práctica Forense Procedimientos Especiales


DOCENTE: Dr. José Antonio Rivera Santivañez
ESTUDIANTES: Flores Gutiérrez Alejandro Henry
López Veizaga Mauricio Reynaldo
Terán Golac Fabián Alejandro
Vargas Ayala Samuel Willams
GRUPO: 432
FECHA: 06 de septiembre de 2022

CBBA - BOLIVIA
INFORME DE DETERMINACIÓN DE LA SITUACIÓN JURÍDICA
I. NATURALEZA DEL CONFLICTO - TIPO DE CONFLICTO
La naturaleza jurídica del conflicto abarca indiscutiblemente la Materia
Constitucional en su ámbito normativo, puesto que, el Decreto Supremo N.º 1875,
23 de enero de 2014, que modifica los incisos a. y b. del numeral 1 del Artículo Único
del Decreto supremo N.º 14657, de 10 de junio de 1977, modificado por el Decreto
Supremo N.º 21479 de 17 de diciembre de 1986; en su Artículo 1 menciona la
siguiente frase: “Desde los 17 hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año)”.
Dicho artículo, se constituye en una Inconstitucionalidad de Fondo, ya que, por su
simple lectura e interpretación con la Constitución Política del Estado (CPE),
presenta incompatibilidad con los Artículos 58 y 60; Además, con los artículos 1, 3.1
de la Convención sobre los Derechos del Niño; 2, y 3.1 del Protocolo Facultativo de
la Convención sobre Derechos del Niño relativo a la participación de los niños en
conflictos armados; y, 2 y 3 inc. a) del Convenio 182 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT); normativas que serán desarrolladas a detalle
posteriormente en el informe.

II. DETERMINACIÓN DE LA SITUACIÓN JURÍDICA


La norma impugnada, o sea, el Artículo 1 del Decreto Supremo No. 1875, de 23 de
enero de 2014, en su frase “Desde los 17 hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año)”;
afecta a la población etaria de 17 años, en su condición de adolescentes o “niños”
para efectos de aplicación del Principio del Interés Superior del Niño, precisamente
vulnerando dicho principio, tanto en la Norma Suprema como en diversos Tratados
Internacionales del Bloque de Constitucionalidad, tal como se desarrollará en el
subtítulo inmediatamente posterior del presente informe.
La Obligatoriedad del Servicio Militar para adolescentes de 17 años en el país abre la
gran posibilidad de afectar el normal desarrollo de los mismos en esferas sociales,
psicológicas y hasta físicas; pues, los valores militares de la institución castrense de
las Fuerzas Armadas (teniendo en cuenta que al participar en el Servicio Militar
Obligatorio, los adolescentes serían parte de las mismas, como se desarrolla en la
Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas), llega a ser incompatible con la búsqueda del
escenario más favorable que plantea el vulnerado principio previamente
mencionado; dado que estos valores son utilizados como fundamento para una
larga lista de abusos físicos y psicológicos con suma constancia.
Además, la situación de vulnerabilidad se extiende a un escenario mucho más
sombrío para los adolescentes, porque si se toma en cuenta que el Servicio Militar
Obligatorio se encuentra íntimamente ligado a la atribución que las Fuerzas
Armadas tienen de “Preparar y organizar al pueblo para la defensa de la República”
ante una hipotética guerra sobreviniente; la participación de los mismos en ella
multiplica las situaciones o escenarios en los cuales estos puedan sufrir algún daño,
dentro de la gran diversidad que pueden presentarse en un conflicto armado.

III. DERECHOS FUNDAMENTALES Y PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


CONSTITUCIONALES QUEBRANTADOS
Mediante la norma impugnada se consideran vulnerados las siguientes
disposiciones contenidas en la Constitución como también en el Bloque de
Constitucionalidad:

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO


Artículo 58
“Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las niñas,
niños y adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la Constitución, con
los límites establecidos en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso
de desarrollo; a su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a la
satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones.”
Toda vez que el Decreto Supremo N.° 1875 de 23 de enero de 2014, en su Artículo 1
inc. 1 modifica que el servicio militar comprende “Desde los 17 hasta los 22 años de
edad cumplidos (1 año)”; el mismo incluye a los varones de 17 años, y que el Código
Civil en su Artículo 4.I, establece que la mayoría de edad se adquiere a los 18 años,
por lo que, de las citas anteriores, se entiende que todos los menores de 18 años son
considerados como menores de edad, por lo que el principio del interés superior
del niño es vulnerado por la norma impugnada.

CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO


“Artículo 1
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano
menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable,
haya alcanzado antes la mayoría de edad.”
Cabe mencionar el alcance que tiene esta convención que de la misma manera que
en nuestra legislación considera NIÑO a los seres humanos menores de 18 años, por
tanto, la aplicación de la referida convención es prudente para el caso en concreto
siendo que nos encontramos en el rango menor a los 18 años.

“Artículo 3
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño.
(...)”
Es decir, la convención nos refiere que al momento en el cual los menores de edad
interactúan con instituciones públicas o privadas de bienestar social, los servidores
públicos se encuentran en el deber de atender primordialmente el Interés Superior
del Niño. En nuestro país Las Fuerzas Armadas, son la “Institución Armada
Fundamental y Permanente del Estado Boliviano”; por lo que, sin lugar a dudas, las
Fuerzas Armadas son una institución pública destinada a preservar, proteger y
defender el bienestar social del pueblo boliviano; motivo por el cual, dentro de esta
institución se debe preservar y priorizar el interés superior del niño, cosa que al
someter obligatoriamente a los menores de 18 años se incumple en el caso.

Artículo 6 num.2
“los estados partes garantizarán en la medida posible la supervivencia y el desarrollo
del niño”.
Toda vez que el Estado mediante la norma impugnada no está garantizando un
desarrollo en vista del interés superior del niño, siendo que se menciona desde los
“17 años a los 22 (…)”. y al ya quedar claro que no se podría garantizar un desarrollo
normal o suficiente para un niño al estar inmiscuido en asuntos del ejército se
vulnera este punto.

PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE DERECHOS DEL NIÑO


“Artículo 2:
Los Estados Partes velarán por que no se reclute obligatoriamente en sus fuerzas
armadas a ningún menor de 18 años.”
Toda vez que mediante la norma impugnada se determina la edad entre los 17 y 22
años, y teniendo en cuenta la finalidad y objetivos de las FF.AA., se viola totalmente,
ya que induce a un reclutamiento obligatorio a los menores de 18 en el país.
Artículo 3.1.
Los Estados Partes elevarán la edad mínima, contada en años, para el reclutamiento
voluntario de personas en sus fuerzas armadas nacionales por encima de la fijada en
el párrafo 3 del artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Es importante mencionar que en el país existe un Servicio Militar donde menores
de 18 años pueden participar de las FF.AA. pero, que este es de carácter voluntario
no como establece la norma impugnada que da un carácter obligatorio por lo cual
se considera preciso mencionar este punto.

CONVENIO 182 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT) -


CONVENIO SOBRE LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL
“Artículo 2
A los efectos del presente Convenio, el término "niño" designa a toda persona menor
de 18 años.”

Está de más detallar que los tratados internacionales, convenciones o legislaciones


consignan NIÑOS a toda persona menor de 18 años, así que se pone este punto para
la consideración de la aplicación.

“Artículo 3
A los efectos del presente Convenio, la expresión "las peores formas de trabajo
infantil" abarca:
(a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la
venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el
trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños
para utilizarlos en conflictos armados;
(...)”

La violación de la presente disposición en relación con la norma impugnada se


materializa al momento de establecer la obligatoriedad del servicio militar a los
adolescentes de 17 años, puesto a que, en virtud de la aplicación del Convenio, estos
serían expuestos a una de las “peores formas de trabajo infantil”; una obligación que
el Estado se comprometió en evitar al momento de la firma y ratificación del
mismo.
IV. ESTRATEGIA LEGAL
Analizando la legislación correspondiente, lo adecuado es interponer una Acción de
Inconstitucionalidad Abstracta, ya que, en consecuencia de las normas previstas
por el Art. 132 de la Constitución Política del Estado y los Art. 72 y 73.1 del Código
Procesal Constitucional se puede inferir que, en el sistema constitucional boliviano,
la finalidad de la Acción de Inconstitucionalidad es: declarar la inconstitucionalidad
de leyes, estatutos autonómicos, cartas orgánicas, decretos, ordenanzas y todo
género de resoluciones no judiciales; siempre y cuando esta sea interpuesta por las
autoridades señaladas en el Artículo 74 del Código Procesal Constitucional.

En amparo del Artículo 75 del Código Procesal Constitucional, a razón de que


estipula la prohibición de inadmisión por forma, no se incumpliría con ninguna
causal de improcedencia ni inadmisibilidad; pero, sin embargo, cabe aclarar que el
tema de la presente acción no abarca:
- Un conflicto de incompatibilidad entre disposiciones infra constitucionales,
tratándose el caso en análisis una transgresión directa a la constitución
política del estado.
- Un acto administrativo que presente vicios de compatibilidad con la CPE, ya
que la normativa impugnada es un decreto supremo.
- Disposiciones normativas emitidas por entidades privativas, reiterando que la
norma impugnada se trata de un decreto supremo.

Por lo que, redundamos que no concurriere alguna causal de improcedencia para la


acción de inconstitucionalidad abstracta.

Siendo así, se contactará con el ciudadano BENITO ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO


para que este, en su condición de diputado, pueda interponer la acción en contra
del Decreto Supremo N.º 1875 de 23 de enero de 2014 que modifica los incisos a. y b.
del numeral 1 del Artículo Único del Decreto supremo N.º 14657, de 10 de junio de
1977, modificado por el Decreto Supremo N.º 21479 de 17 de diciembre de 1986; en
su Artículo 1 menciona la siguiente frase: “Desde los 17 hasta los 22 años de edad
cumplidos (1 año)”.

Indicamos que el índice de probabilidad de éxito dentro del proceso es de 80 - 20,


debido al fondo del problema y la naturaleza jurídica del caso.
Con sujeción a la Resolución Ministerial No. 87/2021, de fecha 06 de septiembre de
2021, respecto al Arancel Mínimo de Honorarios Profesionales de la Abogacía, el
precio de Bs. 5.000,00 (Cinco Mil Bolivianos 00/100).
ÓRGANO JUDICIAL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

CAUSA NRO. 051/2022 NUREJ: 20221807

EXPEDIENTE JUDICIAL

PROCESO: ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD ABSTRACTA

ACCIONANTE: BENITO ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO

VOCAL: KIM WEXLER CHÁVEZ

SECRETARIO: TUCO SALAMANCA FERNÁNDEZ

FECHA DE INGRESO: 6 DE SEPTIEMBRE DE 2022


SISTEMA INTEGRADO DE REGISTRO JUDICIAL
PROCESOS PRELIMINARES
Nurej: 20221807

Fecha de recepción: 06/09/2022


Hora de recepción: 14:20
Nombre del proceso: Acción de Inconstitucionalidad Abstracta
Lugar asignado en el reparto:
Tipo de proceso: Acción de Defensa
Materia: Constitucional
Nro. de fs.: 40

PRIMERA INSTANCIA
SEÑOR PRESIDENTE Y MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL

INTERPONE ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD ABSTRACTA.
OTROSÍES.-

BENITO ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO, mayor de edad, hábil por derecho, con
Cédula de Identidad No. 4805582, de nacionalidad boliviana, de profesión Abogado,
DIPUTADO NACIONAL, con domicilio en la c. Lanza N. 261 esq. Ecuador, Edif. Alba
IV, piso 12, Oficinas 12 A-D, Cochabamba, Bolivia; ante las consideraciones de su
digna probidad, con todo respeto, me presento, expongo y pido:

En fecha 23 de enero de 2014, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia


promulgó el Decreto Supremo N.º 1875, en cuyo artículo 1 inc. a, infringe el
principio de interés superior del niño, jerarquía normativa y la seguridad jurídica,
vulnerando los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Política
del Estado y el Bloque de Constitucionalidad; por lo que, al amparo de lo previsto
por los arts. 202.1 de la CPE, 73.1 y 74 del Código Procesal Constitucional, planteo la
presente Acción de Inconstitucionalidad Abstracta contra el Art. 1-a) del Decreto
Supremo N.º 1875, lo hago sobre la base de fundamentos jurídicos que expongo
seguidamente:

I. COMPETENCIA DE LA AUTORIDAD LEGITIMADA


Conforme el Artículo 132 de la CPE, y 73.1 y 74 del Código Procesal Constitucional,
mi persona, al estar fungiendo el cargo de Diputado por Cochabamba, me
encuentro legitimado para interponer la presente Acción, siendo una atribución
reconocida por el Art. 222.1 de la Ut Supra Norma; a tal efecto, adjunto el credencial
extendido por el Tribunal Supremo Electoral, que me acredita mi condición de
diputado nacional ante el Pleno de la Cámara de Diputados; y Fotocopia simple del
acta de designación y elección emitida por el Tribunal Supremo Electoral.

Conforme al Artículo 196 de la CPE, mismo que establece al Tribunal Constitucional


Plurinacional la función de ejercer el control de constitucionalidad, precautelando
el respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales; mismo que,
tiene la atribución y por ende la obligación constitucional afirmada en el artículo
202 núm. 1, indicando que, dentro sus atribuciones se encuentra el conocer y
resolver:

“1. En única instancia, los asuntos de puro derecho sobre la inconstitucionalidad de


las leyes, Estatutos Autonómicos, Cartas Orgánicas, decretos y todo género de
ordenanzas y resoluciones no judiciales. Si la acción es de carácter abstracto, sólo
podrán interponerla la Presidenta o Presidente de la República, Senadoras y
Senadores, Diputadas y Diputados, Legisladores, Legisladoras y máximas autoridades
ejecutivas de las entidades territoriales autónomas (...)”.

II. NORMA IMPUGNADA


El Decreto Supremo N.º 1875, 23 de enero de 2014, que modifica los incisos a. y b.
del numeral 1 del Artículo Único del Decreto supremo N.º 14657, de 10 de junio de
1977, modificado por el Decreto Supremo N.º 21479 de 17 de diciembre de 1986; en
su Artículo 1 menciona la siguiente frase: “Desde los 17 hasta los 22 años de edad
cumplidos (1 año)”.

III. DISPOSICIONES INFRINGIDAS DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL


ESTADO Y EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
De la norma objeto de impugnación mediante la presente Acción de
Inconstitucionalidad Abstracta, se consideran vulneradas las siguientes
disposiciones contenidas en la Constitución Política del Estado, así como en el
Bloque de Constitucionalidad:

A. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO


1. EL PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO,
CONTENIDO EN LOS ARTÍCULOS 58 Y 60 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

Para entender el alcance de este principio, es el mismo Artículo 60 de la


Constitución Política del Estado, el que nos brinda un concepto, a lo que su cita
textual es la siguiente:

“Artículo 60. Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad del
interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de sus
derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una
administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado.”

En ese entendido, a su vez, es necesaria la complementación del Artículo 58 del


mismo cuerpo legal, puesto que, en él se establece la definición de niña, niño y
adolescente, o sea, el sujeto a favor del cual se aplica el principio del interés
superior del niño:

“Artículo 58. Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las
niñas, niños y adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la
Constitución, con los límites establecidos en esta, y de los derechos específicos
inherentes a su proceso de desarrollo; a su identidad étnica, sociocultural, de género
y generacional; y a la satisfacción de sus necesidades, intereses y aspiraciones.”

Entonces, acudiendo de manera supletoria el Código Civil en su Artículo 4.I, la


mayoría de edad se adquiere a los 18 años; por lo que, de las citas anteriores,
TODOS LOS MENORES DE 18 AÑOS SON CONSIDERADOS COMO MENORES DE
EDAD; POR ELLO, EL PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO ES
APLICADO A ESTE GRUPO ETARIO.

De esta manera, cuando el Decreto Supremo 1875 de 23 de enero de 2014, en su


Artículo 1 inc. 1 modifica que el servicio militar comprende “Desde los 17 hasta los 22
años de edad cumplidos (1 año)”; el mismo incluye a los varones de 17 años, es decir,
sujetos objeto de aplicación del Principio del Interés Superior del Niño.

Ahora, para entender la incompatibilidad con el interés superior del niño, resulta
imperante establecer la naturaleza de las Fuerzas Armadas, y en ella la del Servicio
Militar Obligatorio.

En apoyo literal de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas; El Ejército o las Fuerzas
Armadas, “tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia
nacional, la seguridad y estabilidad de la República, el honor y soberanía; nacional,
asegurar el imperio de la Constitución Política del Estado, garantizar la estabilidad
del gobierno legalmente constituido y cooperar en el desarrollo integral del país”, por
lo que, para cumplir con ese objetivo, tienen la atribución y responsabilidad de
“Preparar y organizar al pueblo para la defensa de la República”; motivo por el cual
se estableció, conforme a la Ley del Servicio Nacional de Defensa, que en Bolivia
todo varón nacionalizado está obligado a cumplir con el Servicio Militar, para que,
en caso de guerra este preste Servicios de necesidad civil - Militar (Servicios
administrativos, económicos).

La preparación militar de los jóvenes bolivianos, por estar obviamente ligado a la


institución militar, tiene un carácter riguroso, estricto y sacrificado para los
adolescentes que en él participan. El mismo está plagado de exigencia física
constante, alta disciplina, y por supuesto, situaciones de estrés físico y psicológico;
igualmente, el trato indigno y abusivo también se encuentra muy presente en la
experiencia militar, ya que, en nombre del patriotismo, el civismo, el heroísmo, la
jerarquía, y la disciplina, se somete a los partícipes a insultos, humillaciones, golpes,
vejámenes, castigos, y una larga lista de barbaries ajenas al siglo en el cual nos
encontramos.

En aplicación del Principio del Interés Superior del Niño, con miras al mayor
aprovechamiento de sus derechos, el correcto desarrollo de la personalidad, y el
normal desempeño de una vida social adecuada, el servicio militar obligatorio para
los adolescentes de 17 años quebranta el esquema del correcto desenvolvimiento del
mismo respecto de su personalidad. No es lógico ni coherente esperar que los
menores en el servicio militar obligatorio salgan ilesos o empapados de valores
altamente positivos, principalmente por los peligros ante los cuales estos se
encuentran vulnerables; en tal contexto, a pesar de ser numerosos y de diferentes
naturalezas, por mencionar algunos, podemos considerar las condiciones físicas a
las cuales son sometidos, que tienden a ser extremas y desproporcionadas con la
razón, que lógicamente tienen consecuencias físicas negativas; también, y
posiblemente un factor importante en favor del correcto desarrollo del
adolescente, el factor psicológico dentro del ejército es básicamente nulo, pues, la
humillación, el castigo y los insultos (que muchos tienen origen de características
físicas) son pan del cada día, de los cuales el daño psicológico llega a ser indudable e
inmensurable.

B. BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
En el tenor del Artículo 13.II y 13.IV de la Constitución Política del Estado, la
proclamación de derechos no es entendida como negación a otros no enunciados,
puesto a que, los derechos son interpretados en conformidad a los Tratados
Internacionales en materia de Derechos Humanos que hayan sido ratificados por la
Asamblea Legislativa Plurinacional; y que en concordancia con el Artículo 410 del
mismo cuerpo, los mismos son parte del Bloque de Constitucionalidad; motivo por
el cual, ante la naturaleza del caso, se realizará la exposición de los derechos
consagrados en Tratados Internacionales que se consideran vulnerados.
Por todo lo antecedente, se hace necesaria la cita de las disposiciones
mencionadas:

“Artículo 13.
I. (...)
II. Los derechos que proclama esta Constitución no serán entendidos como negación
de otros derechos no enunciados.
III. (...)
IV. Los tratados y convenios internacionales ratificados por la Asamblea Legislativa
Plurinacional, que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en
los Estados de Excepción prevalecen en el orden interno. Los derechos y deberes
consagrados en esta Constitución se interpretarán de conformidad con los Tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Bolivia.”

“Artículo 410.
I. Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones
públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución.
II. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza
de primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de
constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios internacionales en
materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por
el país. La aplicación de las normas jurídicas se regirá por la siguiente jerarquía, de
acuerdo a las competencias de las entidades territoriales:
1. Constitución Política del Estado.
2. Los tratados internacionales
3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto
de legislación departamental, municipal e indígena
4. Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los órganos
ejecutivos correspondientes.”

1. EL PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO EN LA


CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, EN SUS
ARTÍCULOS 1 Y 3.1
Apoyado en la exposición precedente, el Principio de Interés Superior del Niño
nuevamente se encuentra en conflicto con la norma impugnada, esta vez, en la
instancia de los Tratados Internacionales. Se debe puntualizar que en la
Convención sobre los Derechos del Niño indica y señala nuevamente, que el sujeto
de aplicación del principio mencionado son todos los menores de edad, por lo que,
en cuestión con la norma impugnada, los adolescentes de 17 años son sujetos
“habilitados” para el aprovechamiento del Interés Superior del Niño. A tal efecto, se
realizará la cita textual del artículo correspondiente:

“Artículo 1
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano
menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable,
haya alcanzado antes la mayoría de edad.”

De esa manera, el mismo cuerpo normativo internacional nos indica que, al


momento en el cual los menores de edad interactúan con instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los servidores públicos se encuentran en el deber de
atender primordialmente el Interés Superior del Niño. Las Fuerzas armadas, según
lo delimita la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas son la “Institución Armada
Fundamental y Permanente del Estado Boliviano”; Mediante ellas, el Estado que
“organizará la Seguridad y Defensa Nacional, como un Sistema Integrado con el
objeto de neutralizar, rechazar o destruir cualquier acción tendente a vulnerarlas”;
por lo que, sin lugar a dudas, las Fuerzas Armadas son una institución pública
destinada a preservar, proteger y defender el bienestar social del pueblo boliviano;
motivo por el cual, dentro de esta institución se debe preservar y priorizar el
interés superior del niño. A efecto de lo expuesto, se cita textualmente el artículo
correspondiente:

“Artículo 3
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño.
(...)”

Una vez determinada la aplicación del principio, empero, sin caer en redundancia
excesiva, en apoyo a lo mencionado en el subtítulo referente al Interés Superior del
Niño con referencia a los Artículos 58 y 60 de la Constitución Política del Estado; la
Convención complementa el deber de las instituciones a aplicar el infringido
Principio del Interés Superior del Niño, afectando de manera idéntica en este caso,
pues, si bien se trata del mismo principio, en la Convención sobre los Derechos del
Niño, en los artículos citados previamente, se enmarcan diferentes parámetros del
mismo, pero igualmente aplicables al caso en cuestión.

2. CONTRADICCIÓN CON LOS ARTÍCULOS 2 Y 3.1 DEL


PROTOCOLO FACULTATIVO DE LA CONVENCIÓN SOBRE
DERECHOS DEL NIÑO RELATIVO A LA PARTICIPACIÓN DE
LOS NIÑOS EN CONFLICTOS ARMADOS

Adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de mayo de 2000 y


entró en vigencia el 12 de febrero de 2002, este protocolo facultativo a la
Convención sobre los Derechos del Niño; los estados firmantes, en los cuales por su
puesto se encontró el nuestro, se comprometieron a no reclutar obligatoriamente a
ningún menor en las Fuerzas Armadas, y reconocen que los mismos tiene derecho a
una protección especial respeto del reclutamiento voluntario las fuerzas armadas. A
tal efecto, se cita textualmente los Artículos 2 y 3.1 del Protocolo:

“Artículo 2
Los Estados Partes velarán por que no se reclute obligatoriamente en sus fuerzas
armadas a ningún menor de 18 años.”

“Artículo 3
1. Los Estados Partes elevarán la edad mínima, contada en años, para el
reclutamiento voluntario de personas en sus fuerzas armadas nacionales por encima
de la fijada en el párrafo 3 del artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del
Niño, teniendo en cuenta los principios formulados en dicho artículo, y reconociendo
que en virtud de esa Convención los menores de 18 años tienen derecho a una
protección especial.
(...)”

La violación de los derechos mencionados previamente tiende a ser rebuscada,


pero a su vez bastante clara. El Servicio Militar está orientado a la preparación de
los jóvenes para la defensa de la nación, que en otras palabras, está orientado en la
preparación de los jóvenes para tiempos de guerra o conflictos armados; este
reclutamiento es obligatorio, según la norma impugnada, para los adolescentes de
17 años, que serían parte de las Fuerzas Armadas durante su estadía y
posteriormente como Reserva, siendo ese el preciso momento en el cual la
violación a lo pactado por el estado en el instrumento internacional se materializa.

La pertenencia de adolescentes de 17 años en las Fuerzas Armadas como parte del


Servicio Militar Obligatorio es contraria al compromiso que asumió el Estado al
momento de firmar y ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención sobre
Derechos del Niño relativo a la Participación de Niños en Conflictos Armados.

3. QUEBRANTAMIENTO DEL ARTÍCULO 2 Y 3.A DEL CONVENIO


182 DE LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO
(OIT) - CONVENIO SOBRE LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO
INFANTIL
El Presente Convenio, a efectos de su aplicación, y como lo han estado repitiendo
las disposiciones vulneradas mencionadas, retoma la designación de niño a toda
persona que sea menor de 18 años, por lo que el grupo de adolescentes de 17 años
en situación de vulneración por la norma impugnada, son sujetos de aplicación
legítimos. Tal norma se encuentra en el Artículo 2 del Convenio 182:
“Artículo 2
A los efectos del presente Convenio, el término "niño" designa a toda persona menor
de 18 años.”

De ese modo, el Convenio desarrolla que, como expresión de “peor forma de


trabajo infantil”, se encuentra enlistada el reclutamiento forzoso u obligatorio de
niños para utilizarlos en conflictos armados. Tal denominación se encuentra en el
Artículo 3.a:

“Artículo 3
A los efectos del presente Convenio, la expresión "las peores formas de trabajo
infantil" abarca:
(a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la
venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el
trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños
para utilizarlos en conflictos armados;
(...)”

La violación de la presente disposición en relación con la norma impugnada se


materializa al momento de establecer la obligatoriedad del servicio militar a los
adolescentes de 17 años, puesto a que, en virtud de la aplicación del Convenio, estos
serían expuestos a una de las “peores formas de trabajo infantil”; una obligación que
el Estado se comprometió en evitar al momento de la firma y ratificación del
mismo.

Ahora bien, la vulneración puede ser cuestionada por lo contenido en las últimas
palabras de la cita anterior, puesto a que, de manera directa, el Servicio Militar
Obligatorio no busca utilizar a niños en conflictos armados de manera textual; pero
es una aseveración errónea, puesto a que, en orden con la atribución de las Fuerzas
Armadas de “Preparar y organizar al pueblo para la defensa de la República” se hace
obligatorio el Servicio Militar, para que los jóvenes preparados, en tiempos de
guerra o durante un conflicto armado, presten servicio a la defensa del país.
Entonces, mediante el Servicio Militar Obligatorio, las Fuerzas Armadas pretenden
la participación de los jóvenes en la hipótesis de un conflicto armado, empero, el
panorama no cambia lo necesario para desvirtuar la aplicación de la norma
presente, porque ante un infortunio de dicha magnitud, igualmente su
participación sería obligatoria.

IV. FUNDAMENTOS JURÍDICOS QUE SUSTENTAN LA ACCIÓN


IV. I. Supremacía Constitucional y Jerarquía Normativa

Conforme estipula el art. 410.II de la Constitución Política del Estado (CPE): “La
Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y goza de
primacía frente a cualquier otra disposición normativa. El bloque de constitucionalidad
está integrado por los Tratados y Convenios internacionales en materia de Derechos
Humanos y las normas de Derecho Comunitario, ratificados por el país. La aplicación
de las normas jurídicas se regirá por la siguiente jerarquía, de acuerdo a las
competencias de las entidades territoriales:

1. Constitución Política del Estado.

2. Los tratados internacionales

3. Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de
legislación departamental, municipal e indígena

4. Los decretos, reglamentos y demás resoluciones emanadas de los órganos


ejecutivos correspondientes”.

Del postulado constitucional glosado, se evidencia en su contenido, los principios


de supremacía constitucional y jerarquía normativa; respecto al primero, establece
y obliga a todos por igual dentro del ordenamiento jurídico; en ese entendido, se
encuentra en la cima de la pirámide normativa, por lo que el resto de las
disposiciones legales ordinarias derivadas de la ella, no pueden ir en su contra ni
tampoco desconocer los principios y garantías que consagra. En cuanto al principio
de jerarquía normativa, la SC 0013/2003 de 14 de febrero, señala que esta consiste:
“... en que la estructura jurídica de un Estado se basa en criterios de niveles jerárquicos
que se establecen en función de sus órganos emisores, su importancia y el sentido
funcional; de manera que una norma situada en un rango inferior no puede oponerse a
otra de superior rango”, dando como resultado el orden de prelación en el que se
encuentran cada una de las normas, en concordancia con el referido art. 410 de la
Norma Suprema. Por ende, la supremacía constitucional implica la concurrencia
obligatoria de la jerarquía normativa, ya que, establece una gradación del orden
jurídico derivado de la Constitución.

Por lo mencionado, en el presente caso de la norma impugnada, es menester


establecer que la vulneración de la misma se materializa, tomando en cuenta que se
trata de una normativa dentro un Decreto Supremo, al ser contraria al contenido de
una norma superior en rango; que en una primera instancia se trata de la
Constitución Política del Estado, conforme lo expuesto a detalle en el subtítulo
inmediatamente anterior de la presente Acción. Además, como una segunda
instancia de incompatibilidad, la norma impugnada es contraria al contenido de
tratados internacionales ratificados por el país referente a los derechos de los niños
y su participación activa como parte de las Fuerzas Armadas al estos prestar su
Servicio Militar Obligatorio.

IV.II. Derechos de los niños respecto a conflictos armados y su protección


internacional

Es menester destacar el art. 77 del Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del
12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales (PROTOCOLO I), al cual Bolivia se adhirió a través del Decreto
Supremo 18549 de 4 de agosto de 1981, siendo ratificado mediante Ley 1151 de 14 de
mayo de 1990, que expresa lo siguiente:

"Artículo 77. Protección de los niños.

"1. Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier
forma de atentado al pudor. Las Partes en conflicto les proporcionarán los cuidados y
la ayuda que necesiten por su edad o por cualquier otra razón.

2. Las Partes en conflicto tomarán todas las medidas posibles para que los niños
menores de 15 años no participen directamente en las hostilidades, especialmente
absteniéndose de reclutarlos para sus fuerzas armadas. Al reclutar personas de más
de 15 años pero menores de 18 años, las Partes en conflicto procurarán alistar en
primer lugar a los de más edad.

3. Si, en casos excepcionales, no obstante las disposiciones del parágrafo 2o.,


participaran directamente en las hostilidades niños menores de 15 años y cayeran en
poder de la Parte adversa, seguirán gozando de la protección especial concedida por
el presente artículo, sean o no prisioneros de guerra.

4. Si fueran arrestados, detenidos o internados por razones relacionadas con el


conflicto armado, los niños serán mantenidos en lugares distintos de los destinados a
los adultos, excepto en los casos de familias alojadas en unidades familiares en la
forma prevista en el párrafo 5 del artículo 75".

Por otro lado, la Convención sobre los Derechos del Niño de 20 de noviembre de
1989, ratificada por Bolivia el 26 de junio de 1990, en su art. 3, dispone que: “En
todas las medidas concernientes a los niños, que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración principal a que se atenderá será el interés
superior del niño...", estando en estrecha conexión con el art. 6 num. 2, que
determina: "Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la
supervivencia y el desarrollo de niño".

Es así que, Bolivia mediante Ley 2827 de 3 de septiembre de 2004, ratifica el Protocolo
Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la participación de
niños en conflictos armados. Dicho Protocolo, específicamente, en su art. 2, elevó la
edad mínima para el reclutamiento obligatorio, expresando que: “Los Estados Partes
velarán por que no se reclute obligatoriamente en sus fuerzas armadas a ningún menor
de 18 años”, disposición que va acorde al siguiente artículo 3, que prevé: “1. Los
estados Partes elevarán la edad mínima, contada en años, para el reclutamiento
voluntario de personas en sus fuerzas armadas nacionales por encima de la fijada en
el párrafo 3 del art. 38 de la convención americana sobre los Derechos del niño,
teniendo en cuenta los principios formulados en dicho artículo y reconociendo que en
virtud de esa convención, los menores de 18 años tienen derecho a una protección
especial; 2. Cada Estado Parte depositará al ratificar el presente Protocolo o adherirse
a el una declaración vinculante en la que se establezca la edad mínima en que
permitirá el reclutamiento voluntario en sus fuerzas armadas nacionales y se ofrezca
una descripción de las salvaguardas que haya adoptado para asegurarse de que no se
realiza ese reclutamiento por la fuerza o por coacción”.

Esta disposición internacional fue acatada y puesta a cumplimiento por el Estado


Boliviano, debido a que, el 22 de diciembre de 2004, realizó el depósito de la
declaración exigida con el siguiente texto:
“Bolivia (Estado Plurinacional de) Declaración: Bolivia declara que, bajo su legislación
vigente, la edad mínima para el servicio militar obligatorio en las Fuerzas Armadas es
de 18 años. En cuanto el servicio premilitar es una alternativa voluntaria disponible
para personas jóvenes desde la edad de 17 años”.

Por lo que, la gama de normas de Convenios Internacionales señaladas, vinculan a


Bolivia conforme lo establecido por la Constitución Política del Estado (CPE),
integrando todo el ordenamiento jurídico nacional con relación a la protección
especial en la prestación del servicio militar de los menores de 18 años de edad, no
pudiéndose incorporar a las filas de las fuerzas armadas bolivianas.

IV.III. El Servicio Militar Boliviano como deber ciudadano


Este Servicio se ampara constitucionalmente en el art. 108, señalando que realizar el
servicio militar es obligatorio para los varones, concordante con la previsión contenida
en el art. 249 de la CPE que determina que todo boliviano está obligado a prestar
servicio militar conforme a ley.

En Bolivia, se reguló la edad para el reclutamiento militar a través del DS 13907 de


27 de agosto de 1976, determinando que el servicio militar obligatorio tendría una
duración de un año para todos los bolivianos de 18 años; por lo que, a fin de
concordar lo mencionado con las normas del Capítulo II de la Ley de Servicio
Nacional de Defensa, relativas a la duración del servicio, mediante DS 14657 de 10 de
junio de 1977, se declaró:
“Modificase el art. 3 de la Ley del Servicio Nacional de Defensa en los siguientes
términos:
art. 3.- El servicio Militar obligatorio se clasifica en:

Servicio Militar Obligatorio que comprende:

A los 18 años cumplidos servicio activo (1 Año)...”

Posteriormente, con el DS 21479 de 17 de diciembre de 1986, se autorizó el


reclutamiento desde los 18 hasta los 22 años de edad, con el objetivo de brindar
mayor oportunidad a los jóvenes; por lo que dicho Decreto, estableció lo siguiente:
“Artículo 1.- Modificase el artículo único del Decreto Supremo 14657 de 10 de junio de
1977, en los siguientes términos:

1.- El servicio Militar Obligatorio comprende:


Desde los 18 años hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año)...”

Por otro lado, el Estado Boliviano, en vista de la necesidad de la implementación de


Programas Educativos de Continuidad de Estudios para los soldados que se
encuentran en prestación del Servicio Militar Obligatorio, con el fin de evitar el
abandono escolar y el rezago; por ello, se emitió el DS 1875 de 23 de enero de 2014,
disponiendo:

“Artículo 1°.- Se modifica los incisos a y b del numeral 1 del Artículo Único del Decreto
Supremo 14657 de 10 de junio de 1977, modificado por el Decreto Supremo 21479 de
17 de diciembre de 1986, con el siguiente texto:

a. desde los 17 hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año)”.

Manifestando expresamente que la edad para prestar el servicio militar para varones es
a partir de los 17 años.

Por lo anteriormente mencionado, se demanda la inconstitucionalidad de dicho Decreto


donde estipula la obligatoriedad del Servicio Militar “desde los 17 hasta los 22 años de
edad cumplidos” y, conforme a lo desarrollado, así como al contenido de la Norma
Suprema Constitucional, Convenios y Tratados Internacionales respecto a los derechos
de los niños, se evidencia que la edad establecida para cumplir con el Servicio Militar
es de 18 años de edad; por lo que, toda disposición contraria, resulta expresamente
inconstitucional. Ahora bien, la CPE en sus arts. 58, 59. II, 60 y 61. I, reconoce
derechos y otorga garantías a favor de la niñez, adolescencia y juventud, siendo así
que estos tienen derecho a vivir libre de toda clase de violencia, garantizando la
prioridad del interés superior del niño; por otro lado, el derecho a la vida se envuelve
como el máximo baluarte del ser humano, por cuanto su protección depende del
ejercicio de las demás libertades, por ende, la vida e integridad de los menores de
edad, merece una especial y preferente protección. Así también, se tiene claro que la
mayoría de edad en el Estado Boliviano se adquiere a los 18 años de edad, siendo en
consecuencia obvia, menores de edad aquellos que no alcanzaron la misma,
encontrándose por las mismas razones, protegidos de manera especial en su
desarrollo integral por las normas constitucionales y aquellas que no se encuentran en
el ordenamiento jurídico interno, pero forman parte del bloque de constitucionalidad.
Por otra parte, los arts. 3 y 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño, disponen
que deberán tomarse los recaudos necesarios para garantizar el interés superior del
niño, comprometiéndose así los Estados Parte a velar por que las normas de derecho
internacional en conflictos armados sean garantizadas, respetadas y cumplidas a
cabalidad. En ese sentido, el 22 de diciembre de 2004, Bolivia se adhirió al Protocolo
Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño, cuya finalidad es la protección
íntegra de los menores de 18 años en conflictos armados, estableciendo la edad
mínima para el servicio militar obligatorio de 18 años de edad; en ese contexto, la edad
mínima de 17 años cumplidos como precepto aludido en esta Acción de
Inconstitucionalidad, contraviene las disposiciones legales constitucionales así como el
bloque de constitucionalidad al cual se halla sujeto el Estado Plurinacional de Bolivia, y
tratándose de derechos fundamentales, se aplica de manera preferente a la Ut Supra
Norma. Por tanto, la pretensión del cumplimiento del servicio militar a los 17 años,
ignora tanto la jerarquía normativa esclarecida por el art. 410. II de la CPE como todo
aquel mandato supra constitucional evidenciados en los Convenios y Tratados
Internacionales suscritos por el mismo país ya referido. Como resultado, el art. 1 inc. a)
del DS 1875 de 23 de enero de 2014, vulnera claramente los arts. 2 y 3 del Protocolo
Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño respecto a su participación
en conflictos armados acorde a la Convención sobre los Derechos del Niño, donde
Bolivia forma parte y, lógicamente, no puede determinar una edad menor a la de 18
años para obligar a la participación en actos militares; todo esto con base al art. 2 ya
mencionado, que señala: “Los Estados Partes velarán porque no se reclute
obligatoriamente en sus fuerzas armadas a ningún menor de 18 años”, por lo que, se
reitera que la previsión normativa demandada como inconstitucional, inobserva dicho
precepto de carácter supra constitucional.
Para finalizar, el art. 1 inc. a) del Decreto Supremo 1875, va en contra al principio de
jerarquía normativa del art. 410. II constitucional, el cual determinada un orden de
prelación, donde un Decreto no puede superponerse a los postulados de un
Tratado Internacional, y al declararse en 17 años la edad mínima para prestar el
Servicio Militar Obligatorio, nuevamente se manifiesta en una vulneración de
dichos principios constitucionales, atentando contra la vida e integridad de todo
aquel menor de 18 años de edad, estando expresamente detallado y claro que la
disposición demandada en la presente Acción de Inconstitucionalidad Abstracta es
totalmente inconstitucional.

V. PETITORIO
Por todo lo expuesto, solicito se sirvan admitir a trámite la presente Acción,
disponiendo que la misma se ponga en conocimiento del personero legal del
Órgano emisor de la norma impugnada, a los fines de que puedan apersonarse y
presentar el informe que sea conveniente; posteriormente, realizados los
respectivos trámites procesales, examinen el caso y resuelvan la problemática
planteada sometiendo a juicio de constitucionalidad la disposición reglamentaria
impugnada. En ese sentido, se dicte sentencia declarando la inconstitucionalidad
del art. 1 inc. a) en la frase: “Desde los 17 hasta los 22 años de edad cumplidos (1
año)” del Decreto Supremo (DS) 1875 de 23 de enero de 2014; y sea con los efectos
previstos por el artículo 78.I1 incs. 2 y 4 del Código Procesal Constitucional.

OTROSÍ 1. El personero legal del órgano que emitió el Decreto en este caso resulta
ser el Lic. Luis Arce Catacora, Presidente del Estado; quien tiene domicilio legal en
el Edificio del Palacio de Gobierno ubicado en la Plaza Murillo de la Ciudad de La
Paz, por lo que solicito se ponga en su conocimiento esta Acción y el Auto
Constitucional de Admisión.
OTROSÍ 2. Para acreditar mi legitimación activa, acompaño: 1) Credencial extendido
por el Tribunal Supremo Electoral, que me acredita mi condición de diputado
nacional ante el Pleno de la Cámara de Diputados; y 2) Fotocopia simple del acta de
designación y elección emitida por el Tribunal Supremo Electoral.
Así mismo acompaño el Decreto Supremo N.º 1875, 23 de enero de 2014.
OTROSÍ 3. Señalo domicilio en la secretaría de su digno despacho.
OTROSÍ 4. Honorarios profesionales conforme al Arancel del Colegio de Abogados
de Sucre.
OTROSÍ 5. Notificaciones se comisione a funcionario público.

Cochabamba, 06 de septiembre de 2022


ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
ÓRGANO ELECTORAL PLURINACIONAL
El Tribunal Supremo de Justicia al constituirse en responsable de organizar, administrar y
ejecutar los procesos electorales y proclamar sus resultados, determina que a efecto de los
resultados de las elección de 2020, en la cual el soberano eligió a sus representantes para la
administración del Estado; extiende el siguiente documento en calidad de:

CREDENCIAL DE:

DIPUTADO
DEPARTAMENTO DE COCHABAMBA

BENITO ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO


Bolivia: Decreto Supremo Nº 1875, 23 de
enero de 2014
Decreto Supremo Nº 1875
EVO MORALES AYMA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

CONSIDERANDO:

· Que el numeral 12 del Artículo 108 de la Constitución Política del Estado,


establece que son deberes de las bolivianas y los bolivianos, prestar el
servicio militar, obligatorio para los varones.

· Que el Artículo 249 del Texto Constitucional, determina que todo


boliviano estará obligado a prestar servicio militar, de acuerdo con la
ley.

· Que el Artículo 10 de la Ley Nº 1405, de 30 de diciembre de 1992, señala


que es deber fundamental de las Fuerzas Armadas organizar, educar e
instruir a sus cuadros y al pueblo en general, para la seguridad y
defensa del país.

· Que el inciso b) del Artículo 25 de la Ley Nº 1405, dispone que la


organización territorial militar administrativa es responsabilidad del
Ministerio de Defensa Nacional actual Ministerio de Defensa, en
coordinación con el Comando en Jefe de las FF. AA., para facilitar las
operaciones de conscripción, reclutamiento, licenciamiento,
movilización y desmovilización.

· Que el Artículo 1 de la Ley Nº 070, de 10 de diciembre de 2010, de la


Educación “Avelino Siñani - Elizardo Perez”, establece entre otros
mandatos Constitucionales, que toda persona tiene derecho a recibir
educación en todos los niveles de manera universal, productiva,
gratuita, integral e intercultural, sin discriminación; la educación
constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera
del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla,
garantizarla y gestionarla; y el Estado y la sociedad tienen tuición plena
sobre el sistema educativo, que comprende la educación regular, la
alternativa y especial, y la educación superior de formación profesional.

· Que los incisos a. y b. del numeral 1 del Decreto Supremo Nº 14657, de 10


de junio de 1977, modificado por el Decreto Supremo Nº 21479, de 17 de
diciembre de 1986, dispone que el Servicio Militar Obligatorio
comprende desde los 18 hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año); y
de los 22 a los 28 años (7 categorías) disponibilidad.

· Que es necesario la implementación de Programas Educativos de


Continuidad de Estudios para los soldados y marineros que se
encuentran prestando su Servicio Militar Obligatorio, con el fin de
evitar el rezago y abandono escolar. Asimismo, reducir la edad mínima
de reclutamiento y conscripción para el Servicio Militar Obligatorio.

EN CONSEJO DE MINISTROS,

DECRETA:

Artículo 1°.- Se modifica los incisos a. y b. del numeral 1 del Artículo Único del
Decreto Supremo Nº 14657, de 10 de junio de 1977, modificado por el Decreto
Supremo Nº 21479, de 17 de diciembre de 1986, con el siguiente texto:

“a. Desde los 17 hasta los 22 años de edad cumplidos (1 año).


b. De los 23 a los 28 años (7 categorías) disponibilidad.”

Artículo 2°.- Los Ministerios de Defensa y de Educación implementarán


Programas Educativos de Continuidad de Estudios para los soldados y marineros
que se encuentran prestando su Servicio Militar Obligatorio.

Artículo 3°.- Los soldados y marineros que se destaquen durante el Servicio


Militar Obligatorio podrán acceder a becas de estudio en Educación Superior, en
las Instituciones Educativas dependientes del Ministerio de Educación, Escuelas
e Institutos Militares de formación Profesional y Escuela Militar de Ingeniería -
EMI.

Disposiciones finales

Artículo final Único.- Los Ministerios de Defensa y de Educación elaborarán la


reglamentación respectiva para el cumplimiento y ejecución del presente
Decreto Supremo.

Los señores Ministros de Estado en los Despachos de Defensa y de


Educación, quedan encargados de la ejecución y cumplimiento del presente
Decreto Supremo.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los veintitrés días
del mes de enero del año dos mil catorce.

Fdo. EVO MORALES AYMA, David Choquehuanca Céspedes, Juan Ramón


Quintana Taborga, Carlos Gustavo Romero Bonifaz, Rubén Aldo Saavedra
Soto, Elba Viviana Caro Hinojosa, Luis Alberto Arce Catacora, Juan José
Hernando Sosa Soruco, Ana Teresa Morales Olivera, Arturo Vladimir Sánchez
Escobar, Mario Virreira Iporre, Elizabeth Sandra Gutierrez Salazar, Daniel
Santalla Torrez, Juan Carlos Calvimontes Camargo, José Antonio Zamora
Gutiérrez, Roberto Iván Aguilar Gómez, Nemesia Achacollo Tola, Claudia
Stacy Peña Claros, Nardy Suxo Iturry, Pablo Cesar Groux Canedo, Amanda
Dávila Torres, Tito Rolando Montaño Rivera.
AUTO DE ADMISIÓN
ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

Proceso: ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD ABSTRACTA


Accionante: BENITO ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO
NUREJ: 451545615

Pando, 09 de septiembre de 2022


VISTOS: La Acción de Inconstitucionalidad Abstracta interpuesta por BENITO
ANTONIO MARTÍNEZ OCASIO, dipitado nacional; en cumplimiento a lo establecido
por el Art. 132 y 133 de la Constitución Política del Estado y Artículos 73.1, 74, 75 y 76
de la Ley 254 de 05 de Julio de 2012; corresponde ADMITIR la ación intentada,
señalando día y hora de audiencia pública para el día 21 de septiembre de 2022 a
Horas 09:30 a.m., disponiendo la notificación del personero legal del órgano quien
emitió la norma accionada: Lic. Luis Arce Catacora, Presidente del Estado, con las
formalidades del Artículo 132 de la Constitución Política del Estado, para que en el
día de su notificación presente el informe que corresponda respecto a la acción de
planteada. Notifíquese al accionante, y al abogado.

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