Derecho de Menores 2024
Derecho de Menores 2024
Derecho de Menores 2024
DERECHO DE MENORES.
FUENTES:
• Convención de los Derechos del Niño
• Código del Trabajo
• Código Civil
• Ley General de Educación
• Ley Nº 19.968
• Ley Nº 19.585
• Ley Nº 19.620
• Ley Nº 20.286
• Código Penal
• Otras normas complementarias.
•
CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
En 1990 Chile ratificó la Convención de los Derechos del Niño, que se rige por cuatro principios
fundamentales, que a su vez guían nuestra legislación:
• No discriminación: El niño no deberá sufrir discriminaciones por raza, color, género, idioma,
religión, nacionalidad, origen social, casta o discapacidad.
• El interés superior del niño: Las leyes que afecten a la infancia deben beneficiarla de la mejor
manera posible.
• Supervivencia, desarrollo y protección: Las autoridades del país deben proteger al niño y
garantizar su pleno desarrollo, tanto físico como social.
• Participación: Los niños tienen derecho a expresar su opinión en las decisiones que les
afecten, y que sus opiniones se tomen en cuenta.
Esto significa que los niños cuentan con derechos como: tener un nombre y una nacionalidad, vivir
con uno o ambos padres que les brinden protección y alimentación, expresar opiniones libremente,
que se proteja su vida privada, protección contra drogas ilegales, entre otros.
Protección contra la violencia intrafamiliar. Los hijos no pueden ser maltratados física ni
sicológicamente por sus padres. En caso que ello ocurra, la ley permite que cualquier persona
denuncie el maltrato ante los Tribunales de Familia, sin necesidad de contar con un abogado. El
Tribunal debe adoptar medidas de resguardo a favor del menor.
Educación: Todos los niños tienen derecho a la educación. El Estado debe garantizar el acceso
gratuito y el financiamiento fiscal desde la etapa de segundo nivel de transición (kinder), hasta el
cuarto año de enseñanza media, inclusive. Se prohíbe toda limitación arbitraria de este derecho.
Trabajo: Está prohibido que los menores de 15 años trabajen, salvo que sea con autorización judicial
y en ámbitos como cine, TV, circos y espectáculos. Los jóvenes entre 15 y 18 años pueden desarrollar
sólo trabajos ligeros que no perjudiquen su salud, desarrollo ni educación escolar, autorizados por el
padre o madre.
Filiación: Todos los niños tienen derecho a la identidad, a conocer su origen biológico y a pertenecer
a una familia, sea con padres biológicos o adoptivos. Los padres, sean biológicos o adoptivos, tienen
los mismos deberes en relación al hijo. Deben cuidarlos, criarlos y educarlos. Ellos son también sus
herederos. Los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio tienen los mismos derechos ante la ley.
Alimentación: Los hijos tienen derecho de alimentos hasta los 21 años, siendo sus padres los
principales obligados. Este derecho puede extenderse más allá, en la medida que el hijo estudie una
profesión u oficio (caso en el cual el derecho cesa a los 28 años), que exista una incapacidad física o
mental o que concurra otra causa calificada, a partir de la cual el juez estime que ellos son necesarios
para subsistir.
Adopción: Los menores de 18 años pueden ser adoptados legalmente. Entre otros casos, la ley lo
permite si los padres entregan a su hijo a una institución pública o privada de protección de menores,
no le proporcionen cuidado por dos meses (30 días, si es menor de un año) o se encuentran
incapacitados para ejercer el cuidado. El procedimiento puede iniciarse a solicitud del SERVICIO
NACIONAL DE MENORES o de la persona que tuviera el menor a su cargo.
Salud: Varias de las prestaciones que la salud chilena garantiza a través del plan GES van dirigidas a
niños, como cardiopatías congénitas operables, tratamiento de escoliosis, cáncer, epilepsia e
infecciones respiratorias agudas para menores de un año. Todos los niños del país tienen derecho a
atención médica gratuita en la salud pública en caso de sufrir un accidente durante sus actividades
escolares.
Delitos sexuales: La ley contempla sanciones más severas para quien comete delitos sexuales en
contra de menores de edad. Por ejemplo, los delitos de violación contra menores de 14 años pueden
sancionarse con penas de 5 años y un día a 20 años de presidio (Art. 362 Código Penal).
En los últimos años se han tipificado otros delitos contra menores de edad. Este el caso del
grooming, es decir, el envío, recepción o entrega de imágenes o grabaciones de significación sexual
con menores de edad. Este delito contempla penas de 541 días a tres años de presidio. (Art. 366
quater. Código Penal).-
10. La autorización para la salida de niños, niñas o adolescentes del país, en los casos en que
corresponda de acuerdo con la ley;
11. Las causas relativas al maltrato de niños, niñas o adolescentes de acuerdo a lo dispuesto en
el inciso segundo del artículo 62 de la ley 16.618.
12. Los procedimientos previos a la adopción, de que trata el Título II de la ley Nº 19.620;
13. El procedimiento de adopción a que se refiere el Título III de la ley Nº 19.620;
14. Los siguientes asuntos que se susciten entre cónyuges, relativos al régimen patrimonial del
matrimonio y los bienes familiares:
a) Separación judicial de bienes;
b) Las causas sobre declaración y desafectación de bienes familiares y la constitución de
derechos de usufructo, uso o habitación sobre los mismos;
15. Las acciones de separación, nulidad y divorcio reguladas en la Ley de Matrimonio Civil.
16. Los Actos de violencia intrafamiliar.
17. Toda otra materia que la ley les encomiende.
FILIACIÓN
FILIACIÓN: Es el “vinculo jurídico que une a un hijo con su padre o con su madre y que consiste en la
relación de parentesco establecida por la ley entre un ascendiente y su inmediato descendiente…”
(Enrique Rossel) Para Somarriva, la filiación es: “la relación de descendencia entre dos personas, una
de las cuales es padre o madre de la otra”
CARACTERÍSTICAS
a) Es un fenómeno jurídico que tiene como fundamento el hecho fisiológico de la procreación; salvo
la filiación adoptiva, creación legislativa. De ahí que el legislador desconozca las consecuencias
jurídicas de la filiación si se demuestra que no existe un vínculo de sangre.
CLASIFICACIÓN.
No obstante que conforme al art. 33 del Código Civil se considera iguales a todos los hijos, es posible
distinguir diversas clases de filiación:
La filiación adoptiva es aquella regulada por la Ley No 19.620 sobre adopción de menores.
La filiación es matrimonial cuando existe matrimonio entre los padres al tiempo de la concepción o
del nacimiento del hijo (art. 180, inciso 1o).
Así la denomina Hernán Corral T. Se trata de aquella que tiene el hijo concebido mediante la
aplicación de técnicas de reproducción humana asistida. El art. 182 se limita a establecer dos reglas
generales:
Tal como ha ocurrido en otras legislaciones (por ejemplo, en España), será necesario esperar que
se promulgue una ley especial sobre esta materia, de suyo delicada, por las implicancias religiosas,
jurídicas y morales que contiene.
De lo anterior se concluye que a pesar de que “todos los hijos son iguales” existen a su vez
categorías de hijos fruto de la clasificación precedente, entonces estos pueden ser:
CUIDADO PERSONAL
Es “el conjunto de deberes y derechos que corresponden a ciertas personas señaladas en la ley o
por el juez, respecto a la crianza y educación de los hijos” (René Abeliuk M. La filiación y sus
efectos)
Según Irma Bavestrello Bontá, el cuidado personal es “el derecho paternal a la crianza,
educación y establecimiento del menor de edad, o como el deber de alimentar, corregir y otorgar por
lo menos una educación básica y un oficio o profesión al hijo”
TRIBUNALES DE FAMILIA
Sin perjuicio de lo señalado en la norma, existen otros principios que inspiran la norma, cuales son el
principio de en general PUBLICIDAD, GRATUIDAD E INTERÉS SUPERIO DE LOS MENORES NNA.
Agrega la ley que, sin perjuicio de lo dicho, el juzgado deberá llevar un “sistema de registro” de las
actuaciones orales. Dicho registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, y que
permita garantizar la conservación y reproducción de su contenido.
Nada impide pensar, por ejemplo, que las audiencias orales sean filmadas, cuestión que sería de suyo
útil, en caso de impetrarse recursos en contra de la sentencia definitiva.
El “registro de audio” que se usa en las audiencias penales se ha implementado en los tribunales de
familia. De hecho, el auto acordado de la Corte Suprema a que nos hemos referido dispone la
remisión del “registro de audio y antecedentes de la causa” al tribunal de alzada correspondiente,
“cuando se encuentre firme la resolución que declara sin discernimiento al adolescente”.
EXCEPCIONES: Demanda y contestación en procedimiento ordinario de familia deben ser por escrito,
también se acompañan de esa forma los informes periciales.
a. El artículo 86 de la Ley de Matrimonio Civil ha dispuesto que los procesos de separación, nulidad
de matrimonio y divorcio sean reservados, a menos que el juez, fundadamente y a petición
expresa de los cónyuges, resuelva lo contrario.
En consecuencia, será necesaria una resolución fundada, jamás de oficio, sino que
necesariamente a petición de “los cónyuges” (no de alguno de ellos, sino que de ambos).
b. Una vez más, a petición de parte, cuando exista un peligro grave de afectación del derecho a la
privacidad de las partes, especialmente niños, niñas y adolescentes, el juez podrá (se trata pues
de una facultad privativa del magistrado, a la que no puede sin embargo recurrir de oficio).
b. Suspensión: Asimismo, el tribunal podrá suspender una audiencia durante su desarrollo, hasta por
dos veces solamente, y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con la causa invocada, por
motivos fundados diversos al señalado antes, lo que se hará constar en la resolución respectiva.
De acuerdo a lo establecido en el art. 20 de la ley sobre tribunales de familia (19.968) las partes,
de común acuerdo y previa autorización del juez, podrán suspender hasta por dos veces la
audiencia que haya sido citada.
ART. 12 LEY 19.968 “Inmediación. Las audiencias y las diligencias de prueba se realizarán siempre
con la presencia del juez, quedando prohibida, bajo sanción de nulidad, la delegación de funciones. El
juez formará su convicción sobre la base de las alegaciones y pruebas que personalmente haya
recibido y con las que se reciban conforme a lo dispuesto en el numeral 9) del artículo 61.”
Otro aspecto de este principio es aquel en cuya virtud promovido que sea el proceso y en
cualquier estado del mismo, el juez deberá adoptar, de oficio, todas las medidas necesarias para
llevarlo a término con la mayor celeridad, especialmente cuando se trate de la protección de niños,
niñas y adolescentes; y a las víctimas de violencia intrafamiliar.
El juez de familia debe siempre considerarlo, principalmente en la resolución del asunto sometido a
su conocimiento.
Esta ley tiene por objeto garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el
territorio nacional, el ejercicio y goce pleno y efectivo de sus derechos y garantías.
Es así como, por ejemplo, en todos los asuntos en que aparezcan involucrados intereses de niños,
niñas, adolescentes o incapaces que carezcan de representante legal, o cuando, por motivos
fundados, el juez estime que sus intereses son independientes o contradictorios con los de aquel a
quien corresponda legalmente su representación, les designará al efecto a un abogado perteneciente
a la respectiva Corporación de Asistencia Judicial o a cualquiera institución pública o privada que se
dedique a su defensa, como curador ad litem (art. 19), cuya representación se extenderá a todas las
actuaciones judiciales, incluyendo el ejercicio de la acción penal prevista como un derecho de la
víctima en el artículo 109 letra b) del Código Procesal Penal (derecho a presentar querellas).
CONSEJO TÉCNICO
ART. 2 Sobre conformación del tribunal de familia señala: “Los juzgados de familia tendrán el número
de jueces que para cada caso señalan los artículos 4º y 4º bis. Contarán, además, con un consejo
técnico, un administrador y una planta de empleados de secretaría y se organizarán en unidades
administrativas para el cumplimiento eficaz y eficiente de las siguientes funciones…”
DEMANDA
AUDIENCIA PREPARATORIA
AUDIENCIA DE JUICIO
LECTURA DE SENTENCIA
INICIO DE PROCEDIMIENTO
PROVIDENCIA DEL TRIBUNAL: Una vez presentada la demanda, el tribunal realiza un examen de
admisibilidad a la misma, la que generalmente se basa en contenidos formales.
El tribunal declarará admisible la demanda y concederá traslado de la demanda, señalando que se
debe contestar 5 dias antes de la audiencia, fijando fecha para audiencia preparatoria de juicio oral.
Se mantiene la R.G. del C.P.C. en cuanto a que la primera notificación a las partes debe hacerse
personalmente, incluida la notificación por art. 44, sin embargo en este aspecto la ley no requiere
que sean las partes quienes lo requieran.
ART. 59 Ley 19.968 Artículo 59.- “Citación a audiencia preparatoria. Admitida la demanda, el
tribunal citará a las partes a una audiencia preparatoria, la que deberá realizarse en el más breve
plazo posible.
En todo caso, la notificación de la resolución que cita a la audiencia preparatoria deberá
practicarse siempre con una antelación mínima de quince días.
En la resolución se hará constar que la audiencia se celebrará con las partes que asistan,
afectándole a la que no concurra todas las resoluciones que se dicten en ella, sin necesidad de
ulterior notificación.”
ASPECTOS DE LA PRUEBA.
1. En materia de familia rige el sistema de valoración conforme a las reglas de la SANA CRÍTICA.
(Otorga libertad al juez para evaluar los medios de prueba, sin embargo al momento de juzgar
debe explicar los razonamientos en base a los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados).
2. Existe libertad en torno al ofrecimiento de la prueba.
3. La parte es libre de producir o no la prueba ofrecida y admitida así como disponer el orden en
que lo hará.
4. En principio solo se puede producir prueba admitida en preparatoria.
5. Excepcionalmente a lo anterior, se puede admitir prueba
denominada:
- PRUEBA NUEVA: Que surgió con posterioridad a la audiencia preparatoria.
- DE NUEVO CONOCIMIENTO: Respecto de hechos que ocurrieron antes de la fecha de
audiencia preparatoria pero que se tomó conocimiento con posterioridad a ella.
El juez las admitirá cuando las considere esenciales para la resolución del asunto.
RECURSOS.
En general en materia de recursos, existe una remisión a lo establecido por el CPC, sin perjuicio de
ello conceptuaremos los mas importantes.
RECURSO DE APELACIÓN,
A. PROCEDE CONTRA:
1. Sentencias definitivas.
2. Medidas cautelares;
3. Resoluciones declaradas expresamente como apelables por ley.
B. EFECTO DE LA APELACIÓN:
- RG, Solo efecto devolutivo.
- Excepción: ambos efectos en sentencias definitivas dictadas en las siguientes
pretensiones:
1. Filiación y constitución o modificación de estados civiles.
2. Autorización de salida del país de niñas, niños y adolescentes.
3. Procedimientos de adopción.
4. Separación, nulidad o divorcio.
C. NO REQUIERE COMPARECENCIA DE LAS PARTES.
D. EL RECURSO SE CONOCE PREVIA VISTA DE LA CAUSA, SALVO EN MATERIAS INCIDENTALES, SIN
PERJUICIO QUE LAS PARTES PIDAN ALEGATO.
OTROS RECURSOS.
LA MEDIACIÓN
La mediación se encuentra regulada entre los Artículos 103 a 114 de la Ley sobre Tribunales
de familia 19.968, señalando el artículo 103 que: “Para los efectos de esta ley, se entiende por
mediación aquel sistema de resolución de conflictos en el que un tercero imparcial, sin solución al
conflicto y sus efectos, mediante acuerdos.”
Las partes podrán designar de común acuerdo una persona que ejerza entre ellas buenos
oficios para alcanzar avenimientos en las materias que sea procedente de acuerdo a la ley. (Art. 104
LTF.)
Las partes quedarán exentas del cumplimiento de este requisito, en dos casos:
• si acreditaren que antes del inicio de la causa, sometieron el mismo conflicto a mediación
ante mediadores inscritos en el Registro a que se refiere el artículo 112, que hemos
mencionado, y
• si hubieren alcanzado un acuerdo privado sobre estas materias.
1. En los casos previstos en los artículos 96 y 97, sobre violencia intrafamiliar, en los términos a
que ya nos hemos referido.
2. En las restantes materias de competencia de los juzgados de familia.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 105, será de responsabilidad del mediador el velar con
que se observen los siguientes principios básicos:
a. Igualdad
Los participantes deben encontrarse en igualdad de condiciones para adoptar acuerdo.
En caso de no haber igualdad, el mediador propondrá o adoptará, en su caso, las medidas necesarias
para que se obtenga ese equilibrio. De no ser ello posible, declarará terminada la mediación.
b. Voluntariedad
Sin perjuicio de que, como hemos visto, habrá casos en que la ley fuerza intentar un proceso
de mediación para resolver el conflicto, la verdad es que, por definición, ésta no puede imponerse.
Por ello es que los participantes podrán retirarse de éste en cualquier momento. Si en la primera
sesión, o en cualquier momento durante el proceso de mediación, alguno de los participantes
manifiesta su intención de no seguir adelante con ésta, ella se tendrá por terminada.
c. Confidencialidad
El mediador debe guardar reserva de todo lo escuchado o visto durante el proceso de mediación.
Como contrapartida, el mediador estará amparado por el secreto profesional.
La violación de dicha reserva será sancionada con la pena prevista en el artículo 247 del Código Penal
(reclusión menor en sus grados mínimos a medio y multa de seis a diez unidades tributarias
mensuales).
Nada de lo dicho por cualquiera de los participantes durante el desarrollo de la mediación podrá
invocarse en el subsiguiente proceso judicial, en caso de haberlo.
Excepción
d. Imparcialidad
Los mediadores serán imparciales en relación con los participantes, debiendo abstenerse de
promover actuaciones que comprometan dicha condición. Si tal imparcialidad, como hemos
advertido antes, se viere afectada por cualquier causa, deberán rechazar el caso, justificándose ante
el juzgado correspondiente.
El mediador procurará que éste sea siempre tomado en consideración, pudiendo citarlos
solamente si su presencia es indispensable para el desarrollo de la mediación.
f. Opiniones de terceros
El mediador velará para que se consideren las opiniones de los terceros que no hubieren sido
citados a la audiencia, a quienes también podrá citar.
ACTA DE MEDIACIÓN
En caso de llegarse a acuerdo sobre todos o algunos puntos, se dejará constancia de ello en un
acta, quedando una copia en poder de cada parte.
El mediador la remitirá al tribunal, para su aprobación, pudiendo el juez subsanar los defectos
formales que tuviere, respetando en todo momento la voluntad de las partes expresada en dicha
acta.
FRUSTRACIÓN DE LA MEDIACIÓN
Se dejará constancia en un acta que el mediador remitirá al tribunal (en lo posible, firmada
por los participantes), sin agregar otros antecedentes, con lo que terminará la suspensión judicial, o,
en su caso, el demandante quedará habilitado para iniciarlo.
Se entenderá que la mediación se frustra en los siguientes casos:
DEL REQUERIMIENTO
El requerimiento no precisa del cumplimiento de formalidad alguna, bastando con la sola petición de
protección para dar por iniciado el proceso.
Creemos que esta “petición” podrá formularse de cualquier manera, concurriendo al tribunal de
familia respectivo, o aun de alguna manera menos formal, como mediante alguna petición vía fax o
incluso por teléfono.
Iniciado el proceso, el juez fijará una audiencia para dentro de los cinco días siguientes.
CITACIONES
El juez citará a las siguientes personas:
a. Al menor.
b. A sus padres.
c. A las personas a cuyo cuidado esté.
d. A todos quienes puedan aportar antecedentes para una acertada resolución del
asunto.
DE LA AUDIENCIA PREPARATORIA
El juez informará “a las partes” (entendemos que a los asistentes) acerca de:
DE LA AUDIENCIA DE JUICIO
Objeto de la audiencia
a. Esta audiencia tendrá por objeto recibir la prueba (en esta audiencia se podrán objetar los
informes periciales, pudiendo el juez hacerse asesorar por el Consejo Técnico) y
Antes de pronunciar sentencia, el juez procurará que las partes acuerden la forma más conducente a
la resolución de la situación que afecta al menor.
a. La sentencia será pronunciada oralmente, en la audiencia que corresponda, según sea el caso,
en los mismos términos y de la misma forma que hemos comentado al analizar el
procedimiento ordinario.
En principio son aplicables las mismas medidas precautorias del Código de Procedimiento
Civil, siempre y cuando no se contradijeran con las normas y principios inspiradores de la ley.
Cuando sean prejudiciales, el juez deberá fijar desde luego la fecha en que deberá llevarse a efecto la
audiencia preparatoria, para dentro de los cinco días siguientes contados desde la adopción de la
medida.
Titular de la acción
a. El juez, de oficio.
El juez de familia podrá adoptar alguna o algunas de las siguientes medidas cautelares:
a. La entrega inmediata del menor a sus padres o a quienes tengan legalmente su cuidado.
El juez preferirá, para que asuman pro- visoriamente ese cuidado, a sus parientes
consanguíneos o a otras personas con las que el menor tenga relación de confianza.
c. El ingreso a un programa de familias de acogida o centro residencial, por el tiempo que sea
estrictamente indispensable. En este caso, de adoptarse la medida sin la comparecencia
del niño, niña o adolescente ante el juez, deberá asegurarse que ésta se verifique a primera
hora de la audiencia más próxima.
d. Disponer la concurrencia de niños, niñas o adolescentes, sus padres, o las personas que los
tengan bajo su cuidado, a programas o acciones de apoyo, reparación u orientación, para
enfrentar y superar las situaciones de crisis en que pudieren encontrarse, e impartir las
instrucciones pertinentes.
g. Prohibir o limitar la concurrencia del ofensor al lugar de estudio del menor, así como a
cualquier otro lugar donde éste permanezca, visite o concurra habitualmente.
Una vez cumplidos esos propósitos, la autoridad respectiva deberá poner al niño a
disposición del tribunal de familia a fin de que éste procure su adecuada protección.
Para que el juez de familia pueda disponer esta medida excepcional, y separar al menor de uno o de
ambos padres o de las personas que lo tengan bajo su cuidado, deben concurrir a lo menos los
siguientes requisitos o condiciones:
– Sólo cuando sea estrictamente necesario para salvaguardar los derechos del menor.
– El juez preferirá a los parientes con- sanguíneos del menor o a otras personas con las que aquel
tenga una relación de confianza.
En ningún caso la medida cautelar decretada en conformidad a este artículo podrá durar más de
noventa días.
Este artículo no contempla la facultad del juez de renovarla. Sin embargo, el artículo 80 de la ley, al
referirse a la cesación de las medidas, prevé la posibilidad de que éstas sean renovadas,
Es curioso que la disposición hable de “la medida”, en circunstancias que hemos sostenido y
fundamentado antes que el juez bien puede disponer más de una, en cuanto no resulten
incompatibles entre sí.
DERECHO DE ALIMENTOS
El legislador no ha definido lo que entiende por alimentos, pero ha dado una clara idea de ellos en el
artículo 323: “Los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir modestamente de un modo
correspondiente a su posición social” (inc. 1º). “Comprenden la obligación de proporcionar al
alimentario menor de veintiún años la enseñanza básica y media, y la de alguna profesión u oficio. Los
alimentos que se concedan según el artículo 332 al descendiente o hermano mayor de veintiún años
comprenderán también la obligación de proporcionar la enseñanza de alguna profesión u oficio”.
Tomando pie en lo dicho en el artículo 323, y relacionándolo con los artículos 329 y 330, podríamos
definir el derecho de alimentos diciendo que es el que la ley otorga a una persona para demandar
de otra, que cuenta con los medios para proporcionárselos, lo que necesite para subsistir de un
modo correspondiente a su posición social, que debe cubrir a lo menos el sustento, habitación,
vestidos, salud, movilización, enseñanza básica y media, aprendizaje de alguna profesión u oficio.
CLASIFICACIÓN.
1) Alimentos voluntarios,
2) Alimentos legales o forzosos.
SON VOLUNTARIOS los otorgados por testamento o por donación entre vivos, sin mediar
obligación legal. Quedan entregados a la voluntad del testador o donante, en cuanto haya podido
disponer libremente de lo suyo (artículo 337 del Código Civil).
Alimentos Provisorios: Esta materia, está regulada en el artículo 4 de la Ley número 14.908, y
en el artículo 327 del Código Civil. Este último, dispone que mientras se ventila la obligación de
prestar alimentos, deberá el juez ordenar que se den provisoriamente, con el solo mérito de los
documentos y antecedentes presentados.
En cuanto al momento a partir del cual se deben los alimentos provisorios, se han sostenido
dos opiniones en la jurisprudencia: para la primera, se deben desde el momento en que haya
quedado ejecutoriada la sentencia que los fijó; para la segunda, se deben desde el momento en que
se notificó la demanda. Esta segunda tesis, mayoritaria, parece ser la correcta.
Alimentos Definitivos: Estos se deben, dice la ley: “desde la fecha de la primera demanda” y
se entienden concedidos por toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias que
legitimaron la demanda (artículos 331 y 332 del Código Civil).
La Corte Suprema ha puntualizado que “al referirse el artículo 331 del Código Civil a la primera
demanda para establecer que desde ella se deben los alimentos, la referencia debe entenderse a la
fecha de la notificación de la demanda y no al tiempo o fecha en que fue presentada al tribunal
correspondiente”.
Tampoco debe entenderse que la ley alude, como acontece por regla general, a la fecha en
que quede ejecutoriada la sentencia que disponga el pago de la pensión de alimentos.
Como dice Vodanovic, mientras el demandado no sea válidamente notificado, procesalmente
nada le puede afectar. Y sería injusto que, sin tener conocimiento del estado de necesidad de su
acreedor, el alimentario tuviera que responder por algo que, sin culpa suya, hasta entonces ignoraba,
al menos en el ámbito procesal.
Por cierto, si durante el juicio se habían fijado alimentos provisorios inferiores a los que se
regulan como definitivos, el demandado deberá pagar la diferencia por todo el período que haya
transcurrido entre la notificación de la demanda y el momento en que quedó ejecutoriada la
sentencia definitiva.
Fuente legal. Como estamos hablando de alimentos legales, es inconcuso que tiene que existir una
norma legal que obligue a pagar los alimentos. La norma principal es el artículo 321 del Código Civil.
Pero no es la única. Hay otros casos: ej., el artículo 1º inciso final de la Ley Nº 14.908, que confiere
alimentos a la madre del hijo que está por nacer; Ley de Quiebras, art. 64 inc. 4º, etc.
Análisis del artículo 321 C.C.
Esta disposición, después de las modificaciones que le introdujo la Ley Nº 19.585, establece:
“Se deben alimentos A:
1º) Al cónyuge;
2º) A los descendientes;
3º) A los ascendientes;
4º) A los hermanos, y
5º) Al que hizo una donación cuantiosa, si no hubiere sido rescindida o revocada.
Lo normal en materia de alimentos es la reciprocidad, con lo que queremos decir que si una
persona tiene derecho a reclamar alimentos a otra, está también obligado a proporcionárselos, si
esta última los necesitare.
Esta regla de la reciprocidad se rompe en algunos casos: por ejemplo, en el caso de los hijos,
cuando la filiación haya sido determinada judicialmente contra la oposición del padre o madre, aquél
o ésta quedará privado de todos los derechos que por el ministerio de la ley se le confieren respecto
de la persona y bienes del hijo o de sus descendientes.
Luego el hijo puede demandar alimentos a su padre o madre, pero estos últimos no pueden
demandar al hijo.
Otro caso en que se rompe la regla de la reciprocidad es en el caso 5º, sólo puede demandar
alimentos el que hizo una donación cuantiosa; la situación inversa no se da.
Por su parte, el referido artículo 232, en el texto dado por la Ley Nº 19.741, prescribe que “La
obligación de alimentar y educar al hijo que carece de bienes pasa por la falta o insuficiencia de
ambos padres, a sus abuelos, por una y otra línea conjuntamente”.
“En caso de insuficiencia de uno de los padres, la obligación indicada precedentemente pasará en
primer lugar a los abuelos de la línea del padre o madre que no provee; y en subsidio de éstos a los
abuelos de la otra línea”. De la relación de ambas disposiciones pueden sacarse las siguientes
conclusiones:
1. Los abuelos pueden ser condenados a pagar alimentos a sus nietos, pero su responsabilidad
sólo es subsidiaria, ya que la obligación corresponde en primer lugar a los padres.
2. Los abuelos no pueden ser demandados directamente, pues el artículo 3º de la Ley Nº 14.908
es claro en cuanto a que éstos sólo van a responder cuando los alimentos “decretados” no
fueren pagados o no fueren suficientes.
3. Cada abuelo responde de la obligación que su hijo no está cumpliendo o la cumple en forma
insuficiente. Así lo establece el artículo 232 inc. 2º del Código Civil: “En caso de insuficiencia
de uno de los padres, la obligación indicada precedentemente pasará en primer lugar a los
abuelos de la línea del padre o madre que no provee…”;
4. Si el padre o madre del hijo que no cumple o cumple imperfectamente con la obligación
alimenticia, no tiene los medios para proporcionar alimentos a sus nietos, esta obligación
pasa a los abuelos de la otra línea. Frente a esta última conclusión cabe preguntarse si se
puede demandar de inmediato a todos los abuelos, o si es necesario demandarlos
separadamente en el orden en que cada uno de ellos está obligado. No vemos inconveniente
en que se les demande a todos en una sola demanda, siempre que se deje en claro a quiénes
se demanda primero y a quiénes sólo para el caso de insuficiencia de aquellos.
TRIBUNAL COMPETENTE PARA CONOCER DE LAS DEMANDAS DE REBAJA O CESE DE UNA PENSIÓN
ALIMENTICIA.
Antes de entrar en vigencia la Ley Nº 20.152, conocía de este tipo de demandas el mismo juez que
había decretado la pensión. Con la ley nueva la situación cambió en el siguiente sentido:
a. Respecto de las demandas de aumento de una pensión alimenticia debe conocer el mismo
tribunal que decretó la pensión o el del nuevo domicilio del alimentario, a elección de éste;
b. Respecto de las demandas de rebaja o cese de la pensión conocerá el tribunal del domicilio
del alimentario. También, en este caso, se modificó el artículo 147 del Código Orgánico de
Tribunales, agregando en su inciso primero, a continuación del punto final la siguiente
oración: “Asimismo, ello se aplicará a las solicitudes de aumento de pensiones alimenticias
decretadas”; y se sustituyó su inciso segundo, por el siguiente: “De las solicitudes de cese o
rebaja de la pensión decretada conocerá el tribunal del domicilio del alimentario”.
DELITOS ESPECIALES.
Los incisos 4º, 5º y 6º del artículo 5 de la Ley Nº 14.908 (en el texto dado por la Ley Nº
20.152), contemplan distintas figuras penales:
A. Ocultamiento de fuente de ingresos;
“El ocultamiento de cualquiera de las fuentes de ingreso del demandado, efectuado en juicio en
que se exija el cumplimiento de la obligación alimenticia, será sancionado con la pena de prisión en
cualquiera de sus grados” (inc. 4º).
B. No acompañar todos o algunos de los documentos requeridos por el tribunal o no formular
la declaración jurada que establece el inciso 1 del artículo 5.
“El demandado que no acompañe todos o algunos de los documentos requeridos o no formule la
declaración jurada, así como el que presente a sabiendas documentos falsos, y el tercero que le
proporcione maliciosamente documentos falsos o inexactos o en que se omitan datos relevantes, con
la finalidad de facilitarle el ocultamiento de sus ingresos, patrimonio o capacidad económica, serán
sancionados con las penas del artículo 207 del Código Penal” (inc. 5º).
C. Proporcionar documentos falsos o inexactos o en que se omitan datos relevantes;
El inciso 6º agrega que “La inclusión de datos inexactos y la omisión de información relevante en
la declaración jurada que el demandado extienda conforme a este artículo, será sancionada con las
penas del artículo 212 del Código Penal”.
Además de los delitos contemplados en los puntos anteriores se puede aplicar un tipo de ACCIÓN
PAULIANA ESPECIAL.
El inciso final del artículo 5º prescribe que “Los actos celebrados por el alimentante con terceros de
mala fe, con la finalidad de reducir su patrimonio en perjuicio del alimentario, así como los actos
Para estos efectos, se entenderá que el tercero está de mala fe cuando conozca o deba conocer la
intención fraudulenta del alimentante. Todo lo anterior es sin perjuicio de la responsabilidad penal
que corresponda.
La acción se tramitará como incidente, ante el juez de familia. La resolución que se pronuncie sobre
esta materia será apelable en el solo efecto devolutivo”.
Estimamos que mientras ello no ocurra, la transacción no produce efectos, por lo que no se puede
exigir su cumplimiento.
MODIFICACIÓN DE LAS PENSIONES DE ALIMENTOS La sentencia que fija una pensión de alimentos es
inamovible mientras se mantengan las circunstancias que la hicieron procedente.
Más, si estas circunstancias varían, las sentencias son modificables.
Así fluye del artículo 332 inciso 1º del Código Civil: “Los alimentos que se deben por ley se entienden
concedidos para toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la
demanda”.
Por ello, se dice que las sentencias en materia de alimentos no producen cosa juzgada.
El inciso segundo trata de las DEMANDAS DE REBAJA O CESE de las pensiones: estableciendo que
conocerá de ellas “el tribunal del domicilio del alimentario”.
En armonía con lo anterior, el artículo 147 del COT nos dice que; “Será juez competente para conocer
de las demandas de alimentos el del domicilio del alimentante o alimentario, a elección de este
último, Asimismo, ellos se aplicará a las solicitudes de aumento de pensiones alimenticias
decretadas.” 1
Una demanda de modificación de una pensión de alimentos, se tramita conforme a la ley 19.968 y las
normas de procedimiento ordinario, sumando a ella las normas, modificaciones y particularidades de
la ley 14.908.
Este juicio sobre alimentos y su modificación debe contener los requisitos de la demanda, contenidos
en el artículo 57 de la ley 19.958, que a su vez se remite al artículo 254 del Código de procedimiento
civil.
El artículo 333 del Código Civil establece que “el juez reglará la forma y cuantía en que hayan de
prestarse los alimentos…”
En definitiva, la obligación alimenticia puede cumplirse por medio de:
1. Suma o porcentaje de las rentas. La forma corriente de prestarse los alimentos será en
dinero. Cuando se fijan de esta formal as pensiones de alimentos, se reajustarán
progresivamente en el tiempo. Por esto es que el artículo 7º inciso 3º establece que: “Cuando
la pensión alimenticia no se fije en un porcentaje de los ingresos del alimentante, ni en
ingresos mínimos, ni en otros valores reajustables, sino en una suma determinada, ésta se
reajustará semestralmente de acuerdo al alza que haya experimentado el Índice de Precios al
Consumidor fijado por el Instituto Nacional de Estadísticas, o el organismo que haga sus
veces, desde el mes siguiente a aquél en que quedó ejecutoriada la resolución que determina
el monto de la pensión”. El inciso 4º establece que “El secretario del tribunal, a requerimiento
del alimentario, procederá a Re liquidar la pensión alimenticia, de acuerdo con lo establecido
en el inciso anterior”.
¿Opera el reajuste cuando es negativo el IPC?
En principio, no opera pues, en primero lugar significaría asumir una rebaja en el monto de la
pensión de alimentos, hecho que no se encuentra en armonía con los principios inspiradores
del derecho de alimentos, principalmente con el interés SUPERIOR del niño, y en segundo
lugar porque el inciso final del artìculo 7º del la ley 14.908 dispone, como vimos en el parrafo
anterior “El secretario del tribunal, A REQUERIMIENTO DEL ALIMENTARIO, procederá a Re
liquidar la pensión alimenticia, de acuerdo con lo establecido en el inciso anterior”. Es decir,
no existe la posibilidad de requerir reliquidación a petición del alimentante, que es a quien
convendría el IPC Negativo.
2. Dación en pago. El artículo 9 de la ley 14.908 se refiere a esta modalidad, en cuanto permite
imputar el pago de pensión de alimentos, otros gastos que el deudor haya efectuado a favor
del alimentario, ya que la ley permite al juez decretar o aprobar que la pensión de alimentos
se imputen parcial o totalmente, los gastos útiles o extraordinarios que efectúe el alimentante
para satisfacer las necesidades permanentes de educación, salud o vivienda del alimentario,
no otros, según él inciso 1º del mismo art.
3. Usufructo, uso o habitación sobre bienes del alimentante.
En virtud del inciso 2º del artículo 9 de la Ley 14.908, “El juez podrá también fijar o aprobar
que la pensión alimenticia se impute total o parcialmente a un derecho de usufructo, uso o
habitación sobre bienes del alimentante, quien no podrá enajenarlos ni grabarlos si
autorización del juez. Si se trataré de un bien raíz, la resolución judicial servirá de título para
inscribir los derechos reales y la prohibición de enajenar o gravar en los registros
correspondientes del conservador de bienes raíces. Podrá requerir inscripción en propio
alimentario.
4. Existen otras formas, de poca aplicación práctica por lo complejas de ejercer en los hechos
como son: Los intereses de capital y las prestaciones.
En cuanto a las fecha desde cuando se deben los alimentos y sus modificaciones, podemos
señalar que “… se deben desde la primera demanda y se pagarán por mesadas anticipadas”
Art. 331 del Código Civil. Para interpretar lo señalado en la norma de manera correcta,
diremos, como lo señalamos en clases anteriores, que estas se consideran desde la
notificación de la demanda de que se trate.
El inciso 3º, del mismo artículo 14, en el texto dado por la Ley Nº 20.152, señala “Para los
efectos de los incisos anteriores, el tribunal que dicte el apremio, si lo estima estrictamente
necesario, podrá facultar a la policía para allanar y descerrajar el domicilio del demandado y
ordenará que éste sea conducido directamente ante Gendarmería de Chile. La policía deberá
intimar previamente la actuación a los moradores, entregándoles una comunicación escrita o
fijándola en lugar visible del domicilio. Si el alimentante no es habido en el domicilio que
consta en el proceso, el juez ordenará a la fuerza pública investigar su paradero y adoptará
todas las medidas necesarias para hacer efectivo el apremio”.
“En todo caso, la policía podrá arrestar al demandado en cualquier lugar en que se encuentre”
(inc. 4º). “En caso de que fuere necesario decretar dos o más apremios por la falta de pago de
unas mismas cuotas, las pensiones alimenticias atrasadas devengarán el interés corriente
entre la fecha de vencimiento de la respectiva cuota y la del pago efectivo” (inc. 5º).
Es importante tener en cuenta que este medio sólo procede en el caso en que los alimentarios
tengan con el alimentante el parentesco que la norma señala. Por ello, si una persona es
condenada a pagar alimentos a su hermano, por ejemplo, y no cumple, no cabe decretar
apremios. Lo mismo cuando el condenado a pagar alimentos es el abuelo.
También es útil recordar que si bien el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 7, punto
7 establece que nadie será detenido por deudas, agrega que “este principio no limita los
OJO “Si el alimentante justificare ante el tribunal que carece de los medios necesarios para
el pago de su obligación alimenticia, podrá suspenderse el apremio y el arraigo, y no tendrá
aplicación lo dispuesto en el inciso cuarto. Igual decisión podrá adoptar el tribunal, de
oficio, a petición de parte o de Gendarmería de Chile, en caso de enfermedad, invalidez,
embarazo y puerperio que tengan lugar entre las seis semanas antes del parto y las doce
semanas después de él, o de circunstancias extraordinarias que impidieren el cumplimiento
del apremio o lo transformaren en extremadamente grave” (art. 14 inc. 7º).
1) Por llegar la persona del alimentario descendiente o hermano, a los 21 años de edad:
Cuando cualquiera de estos cumple 21 años, cesa su derecho a percibir alimentos (sea
hombre o mujer), salvo:
- Que estén estudiando una profesión u oficio, caso en el que este derecho se extiende
hasta los 28 años.
- Que por algún impedimento físico o mental se hallen inhabilitados para subsistir por si
mismos, o que, por circunstancias calificadas, el juez considere indispensables los
alimentos para la subsistencia del individuo de que se trate. Este impedimento físico o
mental deberá acreditarse fundamentalmente con informes periciales de médicos u otros
profesionales afines. Por ser circunstancias calificadas, deben acreditarse siempre.
2) Con la muerte del alimentario.
Como es un derecho personalísimo, este es intransmisible. Sin perjuicio de las pensiones
devengadas y no pagadas, las que si pasaran a los herederos.
3) Cuando el padre o la madre hubiere abandonado al hijo en su infancia, y la filiación se
estableció por sentencia judicial contra oposición del aludido padre o madre (Art. 324, C.C.)
Mas que extinguir el derecho, este impide su nacimiento.
4) Por cesar las necesidades del alimentario.
Como fue señalado anteriormente, los alimentos se deben en la parte en que los medios de
subsistencia del alimentario no le alcances para subsistir de un modo correspondiente a su
posición social (art. 330 C.C.), y mientras continúen las circunstancias que legitimaron la
demanda (art. 332 C.C.). De esta forma si la situación económica y patrimonial del alimentario
evoluciona favorablemente, en términos tales que pueda por si solo atender su subsistencia,
resulta injustificable que mantenga la obligación de proporcionar los alimentos por el
alimentante.
PROCEDIMIENTO DE ALIMENTOS.
Aplicamos procedimiento ordinario de familia, con la competencia de los tribunales de familia, según
las normas antes vistas.
El tribunal, junto con proveer la demanda en los términos antes vistos, deberá pronunciarse de plano
sobre esta petición.
Al notificar la demanda, se deberá informar al demandado respecto de la posibilidad de formular
oposición a la pretensión contraria de alimentos provisorios.
Si se incumple ese impedimento, la sanción es la nulidad del matrimonio, la que sólo puede alegar
cualquiera de los cónyuges o alguno de sus ascendientes, pero alcanzados los dieciséis años por parte
de ambos contrayentes, la acción de nulidad se radica únicamente en él o los que hubieren contraído
matrimonio sin tener esa edad (art. 46 letra a)).
Agreguemos de inmediato que en este caso la acción de nulidad prescribe en un año, contado desde
la fecha en que el cónyuge inhábil llegare a la mayoría de edad (art. 48 letra a)).
ADOPCIÓN DE MENORES
5. “En su caso, la audiencia de juicio se llevará a cabo dentro de los quince días siguientes a la
audiencia preparatoria. Sin embargo, si el plazo de retractación a que se refiere el numeral 1
precedente estuviere pendiente a esa fecha, la audiencia de juicio se efectuará dentro de los
cinco días siguientes a su vencimiento”.
“No podrá suspenderse el desarrollo de la audiencia de juicio ni decretarse su prolongación en
otras sesiones por la circunstancia de que, hasta el día previsto para su realización, no se
hayan recibido los informes u otras pruebas decretadas por el tribunal”.
6. “La notificación de la sentencia definitiva a los comparecientes, en todo caso, se hará por
cédula en el domicilio que conste en el tribunal, salvo que sea posible efectuarla en forma
personal en la audiencia respectiva”.
“Una vez ejecutoriada, será puesta en conocimiento del Servicio Nacional de Menores, para
los efectos previstos en el artículo 5º” (para que los incorporen al Registro de las personas
que pueden ser adoptadas).
En conformidad al inciso final del artículo 10, “ratificada por la madre su voluntad (de dar al
menor en adopción), el juez citará a la audiencia de juicio para dentro de los cinco días
siguientes”.
MENOR QUE SEA DESCENDIENTE CONSANGUÍNEO DE UNO DE LOS ADOPTANTES (ART. 8º LETRA B).
Tratándose de estos menores, la ley distingue dos situaciones:
a) Que el cónyuge que quisiere adoptar al menor sea su padre o madre, y que sólo haya sido
reconocido como hijo por él o ella, caso en que se aplicará directamente el procedimiento
previsto en el Título III, es decir, el procedimiento de adopción (art. 11 inc.
1º)
b) Que el hijo esté reconocido por ambos padres o tenga filiación matrimonial. En este
supuesto es necesario el consentimiento del otro padre o madre, aplicándose, en lo que
corresponda, el artículo 9º;
Si faltare el padre o la madre, o si éste se opusiere a la adopción, debe el juez resolver si el
menor es susceptible de ser adoptado. El inciso final del artículo 11 expresa: “En caso de
que uno de los solicitantes que quieran adoptar sea otro ascendiente consanguíneo del
padre o madre del menor, se aplicará el procedimiento establecido en los artículos 9º o
13, según corresponda”.
Según el artículo 13 de la Ley Nº 19.620, el procedimiento que tenga por objeto declarar que un
menor es susceptible de ser adoptado, se iniciará de oficio por el juez, a solicitud del Servicio Nacional
de Menores o a instancia de las personas naturales o jurídicas que lo tengan a su cargo.
En conformidad al artículo 14 de la ley en comento (19.620) “recibida la solicitud precedente (la que
tiene por objeto que se declare que el menor es susceptible de ser adoptado), el juez a la brevedad
posible, citará a los ascendientes y a los otros consanguíneos del menor, hasta el tercer grado en la
línea colateral, siempre que la filiación estuviere determinada, para que concurran a la audiencia
preparatoria a exponer lo que sea conveniente a los intereses de aquél, pudiendo oponerse a la
solicitud, bajo apercibimiento de que, si no concurren, se presumirá su consentimiento favorable a la
declaración de que el menor es susceptible de ser adoptado. Asimismo, deberá citarse al menor, en
su caso, a la o las personas a cuyo cuidado esté y a todos quienes puedan aportar antecedentes para
una acertada resolución del asunto, que hubieren sido mencionados en la solicitud” (inc. 1º).
“La citación se notificará personalmente a los padres del menor, y por carta certificada a las demás
personas; todo ello, en cuanto tuvieren domicilios conocidos. Para este efecto, si no se conocieran los
domicilios, el tribunal requerirá, en los términos a que se refiere el párrafo segundo del número 2 del
artículo 9º, al Servicio Electoral y al Servicio de Registro Civil e Identificación que le informen, dentro
de quinto día, el último domicilio de dichas personas que conste en sus registros” (inc. 2º).
“De no establecerse el domicilio de alguna de ellas, o de no ser habido en aquel que hubiere sido
informado, el juez ordenará de inmediato que la notificación se efectúe por medio de un aviso que se
publicará gratuitamente en el Diario Oficial el día 1 ó 15 de un mes o el día hábil siguiente si aquél
fuese feriado. De igual forma se citará a los ascendientes y consanguíneos del menor de edad cuya
filiación no esté determinada. El aviso deberá incluir el máximo de datos disponibles para la
identificación del menor. La notificación se entenderá practicada tres días después de la publicación
del aviso” (inc. 31º).
El inciso final agrega que “A las personas que no comparecieren se las considerará rebeldes por el
solo ministerio de la ley, y respecto de ellas las siguientes resoluciones surtirán efecto desde que se
pronuncien”.
Según el artículo 15 de la Ley Nº 19.620 (en el texto dado por la Ley Nº 19.968) “la audiencia
preparatoria y la audiencia de juicio se llevarán a cabo en los términos que establecen los números 1
y 5 del artículo 9º, respectivamente” (inc. 1º).
“El juez resolverá acerca de la veracidad de los hechos y circunstancias que se invocan para solicitar la
declaración de que el menor es susceptible de ser adoptado, en especial la imposibilidad de disponer
de otras medidas que permitan la permanencia del mismo en su familia de origen y las ventajas que
la adopción representa para él” (inc. 2º).
“Los informes que se evacuen y rindan al respecto deberán solicitarse a alguno de los organismos a
que se refiere el artículo 6º, pudiendo el tribunal estimar suficientemente acreditadas dichas
circunstancias sobre su solo mérito” (inc. 3º).
“Si no se dedujere oposición y se contare con los antecedentes de prueba suficientes para formarse
convicción, el tribunal dictará sentencia en la audiencia preparatoria” (inc. 4º).
La sentencia que declare que el menor puede ser adoptado se notificará por cédula a los
consanguíneos que hayan aparecido al proceso, en el domicilio que conste en el mismo, salvo que sea
posible efectuar la notificación en forma personal en la audiencia respectiva. Una vez ejecutoriada,
será puesta en conocimiento del Servicio Nacional de Menores, para los efectos previstos en el
artículo 5º (art. 16).
El artículo 17 señala que “contra la sentencia que declare al menor como susceptible de ser adoptado
o la que deniegue esa declaración, procederá el recurso de apelación en el solo efecto devolutivo”.
Agrega esta norma que “la sentencia recaída en procesos en que no sea parte el Servicio Nacional de
Menores o un organismo acreditado por éste, que no se apelare, deberá elevarse en consulta al
tribunal superior” (inc. 2º). Y el inciso final ordena al tribunal que la sentencia que declara al menor
susceptible de ser adoptado, será comunicada al Servicio Nacional de Menores para que lo incorpore
en el correspondiente registro a que se refiere el artículo 5º”.
En nuestro concepto, la sentencia que declara que el menor no es susceptible de ser adoptado, tiene
la naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su
continuación, por lo que es susceptible de casación en la forma (art. 67 Nº 6 de la Ley Nº
19.968).
Esta materia es de la competencia de los Tribunales de Familia (arts. 8º, Nº 13 de la Ley Nº 19.968 y
18 inciso 1º de la Ley Nº 19.620). Esta última norma señala: “Conocerá de los procedimientos a que
se refiere este Título y el Título III, el juez de letras, con competencia en materias de familia, del
domicilio o residencia del menor.
El tribunal ante el cual se hubiere incoado alguno de los procedimientos a que se refiere el presente
artículo, será competente para conocer de las medidas de protección que se soliciten respecto del
mismo menor. En su caso, si hubiese procesos de protección incoados relativos al menor, el juez
Los cónyuges deberán actuar siempre de consuno en las gestiones que requieran de expresión de
voluntad de los adoptantes”. El inciso 2º establece que “El juez, por resolución fundada, podrá
rebajar los límites de edad o la diferencia de años señalada en el inciso anterior. Dicha rebaja no
podrá exceder de 5 años”.
b) Deben tener más de dos años de matrimonio. No rige esta exigencia si uno o ambos cónyuges
están afectados de infertilidad (art. 20 inc. 4º).
c) Deben tener idoneidad física, mental, psicológica y moral calificada por el Servicio Nacional de
Menores o por un organismo autorizado por éste (art. 20 inc. 1º).
d) Deben ser mayores de veinticinco y menores de sesenta años de edad, y tener una diferencia
de edad de 20 o más años con el menor. El juez, por resolución fundada, podrá rebajar los
límites de edad o la diferencia de años, sin que esta rebaja pueda exceder de 5 años. Además,
estas exigencias no rigen si uno de los adoptantes fuere ascendiente por consanguinidad del
adoptado (art. 20 incisos 2º y 3º).
9) En cualquiera etapa del procedimiento el tribunal “podrá poner término al ejercicio del
cuidado personal del menor por los interesados, cuando así lo estime necesario para el interés
superior de aquél. En todo caso, cesará de pleno derecho si el tribunal denegare la solicitud
de adopción, de lo que dejará constancia en la misma sentencia, la cual dispondrá además la
entrega del menor a quien confíe su cuidado en lo sucesivo” (art. 24 inc. final).
La Ley Nº 19.910 agregó al artículo 26 una nueva exigencia: la sentencia deberá ordenar que se
oficie cuando corresponda, al Ministerio de Educación, a fin de que se eliminen del registro curricular
los antecedentes relativos al menor de edad adoptado y se incorpore otro registro de acuerdo a la
nueva identidad de éste.
Cabe también, en contra de la sentencia, el recurso de casación de forma (arts. 766 y 822 del Código
de Procedimiento Civil), y en contra de la sentencia de segunda instancia, casación de fondo.
El Oficial del Registro Civil que practique la nueva inscripción de nacimiento del adoptado deberá
enviar los antecedentes a la Dirección Nacional del Servicio de Registro Civil e Identificación que, a su
vez, los remitirá al Jefe del Archivo General del Servicio de Registro Civil e Identificación, para que los
mantenga bajo su custodia en sección separada, de la cual sólo podrán salir por resolución judicial
(art. 27).
Agrega esta disposición que “podrán únicamente otorgarse copias de la sentencia o de los
antecedentes de adopción por resolución judicial, a pedido del adoptado, de los adoptantes o de los
ascendientes y descendientes de éstos.
Si los peticionarios no son los adoptantes, la autorización se concederá siempre previa citación de
éstos, salvo que se acredite su fallecimiento”.
Termina el artículo 27 expresando que “…cualquier interesado mayor de edad y plenamente capaz
que tenga antecedentes que le permitan presumir que fue adoptado podrá solicitar personalmente al
Servicio de Registro Civil e Identificación que le informe si su filiación tiene ese origen”.
Si bien dicha ley exigía autorización judicial para que el menor pudiera ser sacado del país, y
obligaba al juez a adoptar una serie de medidas para otorgarla, la protección que se quiso dar era
insuficiente desde el momento que la institución quedaba regulada por una ley extranjera. Y de
hecho, se cometieron diversos abusos, generándose un tráfico ilícito de menores que motivó más de
una investigación judicial.
Con el objeto de subsanar estos inconvenientes la Ley Nº 19.620, reguló esta materia de un
modo diferente. Un conocido profesor resume el nuevo trato en los siguientes términos “la nueva ley
cambia absolutamente esta situación y establece un procedimiento para que extranjeros no
residentes en Chile adopten en el país, pero sujetos a la legislación chilena y cumpliendo una serie de
requisitos respecto de los cuales el tribunal está obligado a velar porque efectivamente se lleven a la
práctica”.
PROCEDIMIENTO.
Los matrimonios interesados en la adopción deberán presentar al Tribunal de Familia competente,
autenticados, autorizados y legalizados, según corresponda traducidos al castellano, diversos
documentos que detalla el artículo 32, documentos éstos que tienen por objeto acreditar que los
adoptantes cumplen las exigencias legales. La Ley Nº 19.910 agregó un nuevo numerando al artículo
32, según el cual se debe agregar un “Informe psicológico, otorgado por profesionales competentes
del país de residencia de los solicitantes”.
Artículo 32.- Los matrimonios no residentes en Chile, interesados en la adopción, deberán presentar
con su solicitud de adopción, autenticados, autorizados y legalizados, según corresponda, y
traducidos al castellano, los siguientes antecedentes:
1. Certificado de nacimiento de los solicitantes.
2. Certificado de matrimonio de los solicitantes.
3. Copia íntegra de la inscripción de nacimiento de la persona que se pretende adoptar.
4. Copia autorizada de la resolución judicial que declara que el menor puede ser adoptado,
dictada en virtud del artículo 8º, letras a) o c); o certificados que acrediten las
circunstancias a que se refiere la letra b) del artículo 8º, en su caso.
5. Certificado expedido por el cónsul chileno de profesión u honorario, si lo hubiere, en que
conste que los solicitantes cumplen con los requisitos para adoptar según la ley de su país
de residencia
o, en su defecto, otro instrumento idóneo que permita al tribunal formarse esa
convicción.
6. Certificado de la autoridad de inmigración del país de residencia de los solicitantes en que
consten los requisitos que el menor adoptado debe cumplir para ingresar en el mismo.
7. Certificado autorizado por el organismo gubernamental competente
del país de residencia de los solicitantes, si lo hubiere o, en caso contrario, otro
instrumento idóneo para formar la convicción del tribunal, en que conste la legislación
vigente en aquel país en relación con la adopción así como acerca de la adquisición y
pérdida de la nacionalidad del futuro adoptado.
8. Informe social favorable emitido por el organismo gubernamental o privado acreditado
que corresponda del país de residencia de los solicitantes, si lo hubiere, o en su defecto,
otros antecedentes que acrediten esta materia a satisfacción del tribunal.
9. Certificados que comprueben, a satisfacción del tribunal, la salud física y mental de los
solicitantes, otorgados por profesionales competentes del país de residencia de los
solicitantes.
10. Informe sicológico, otorgado por profesionales competentes del país de residencia de los
solicitantes.
11. Antecedentes que acrediten la capacidad económica de los solicitantes.
12. Fotografías recientes de los solicitantes.
13. Tres cartas de honorabilidad de los solicitantes, otorgadas por autoridades o personas
relevantes de la comunidad en su país de residencia.
Si no se acompañan los antecedentes exigidos por el artículo 32, el tribunal no debe acoger a
tramitación la solicitud (art. 33 inc. 1º).
Mientras se tramita la adopción, el menor puede quedar entregado al cuidado de uno de los
solicitantes, pero no podrá salir del país sin la autorización del tribunal (art. 35 inc. 2º).
a) Confiere al adoptado el estado civil de hijo de los adoptantes, con todos los derechos y
deberes recíprocos;
b) Extingue, para todos los efectos civiles, sus vínculos de filiación de origen, salvo los
impedimentos para contraer matrimonio establecidos en el artículo 5º de la Ley de
Matrimonio Civil, que subsisten.
Para los efectos de que pueda operar el impedimento, cualquiera de los parientes biológicos
que menciona esa disposición podrá hacer presente el respectivo impedimento ante el
Servicio de Registro Civil e Identificación desde la manifestación del matrimonio y hasta antes
de su celebración, lo que dicho Servicio deberá verificar consultando el expediente de
adopción.
Nótese que la extinción de la filiación anterior opera exclusivamente para los efectos civiles.
De consiguiente, se mantiene para los efectos penales, v. gr., para lo dispuesto en los artículos
13 inciso 2º; 375, 390, etc., del Código Penal.
LA ADOPCIÓN ES IRREVOCABLE: Así lo establece el artículo 38. Ello se explica, tanto por tratarse de
un acto de familia, como porque crea un nuevo estado civil.
NULIDAD DE LA ADOPCIÓN.
El adoptado, por sí o por curador especial, podrá pedir la nulidad de la adopción obtenida por medios
ilícitos o fraudulentos (art. 38 inc. 1º).
Nótese que el adoptado es el único titular de la acción de nulidad. No la tienen, por consiguiente, ni
los adoptantes ni los terceros a quienes tal adopción pudiere perjudicarle.
Obsérvese también que el único vicio que hace procedente la nulidad es el haberse obtenido “por
medios ilícitos o fraudulentos”.
Según aparece del Boletín 899-07 de la Comisión Mixta se prefirió emplear esta terminología –medios
ilícitos y fraudulentos– para comprender las distintas situaciones que podían presentarse.
Se desechó la idea de hablar de vicios del consentimiento, por no tener la adopción ahora el carácter
de contractual como acontecía antes con la Ley Nº 7.613.
Ambrosio Rodríguez cree que “la expresión ‘medios ilícitos y fraudulentos’, comprendería, por
ejemplo, aquello que se llama comúnmente fraude procesal, la infracción de las normas de esta
propia ley, desde luego, porque sería un medio ilícito la infracción de la ley que reglamenta la forma
de obtenerla…”.
La acción de nulidad prescribe en 4 años contados desde la fecha en que el adoptado alcanzaba su
plena capacidad, y haya tomado conocimiento del vicio que afecta a la adopción.
A. Un cuidador.
B. Que actúa bajo designación del juez.
C. Cuya función es seguir pleitos.
D. Defender los derechos de un menor.
La regulación jurídica del curador ad litem se encuentra tratada en el título XIX “De las Tutelas y
Curadurías en general”, y en el artículo 338 se define que las tutelas y curadurías son cargos
impuestos a ciertas personas a favor de aquellos que no pueden dirigirse asi mismos o administrar
competentemente sus negocios, y que no se hallan bajo la potestad del padre o madre que puedan
darles la protección debida, los tutores y curadores, en definitiva son cargos que ejercen personas
distintas a los padres, cuando éstos por algún motivo no pueden representar el hijo en algún asunto,
en el caso de los curadores ad litem, son personas distintas a los padres que representan a los
menores de edad en el ámbito judicial, y se encuentran tratados en el artículo 494 del Código civil
Un ejemplo real que podría llevarnos a ilustrar correctamente esta problemática es uno de los
casos más mediatizados, polémicos y simbólicos a este respecto, generado por el fallo de la Cuarta
Sala de la Corte Suprema, dictado el año pasado, y recaído en la demanda de tuición que afectó a las
hijas de la jueza Karen Atala.
Con independencia de los demás antecedentes que puedan haber jugado a favor de las
pretensiones de una u otra parte, el fallo de la Corte Suprema (que acoge un recurso de queja
interpuesto por el padre) revoca lo resuelto por la Corte de Apelaciones de Temuco y entrega la
tuición al padre de las niñas argumentando que resuelve así en el “interés superior” de las niñas, que
tendrían derecho preferente “a vivir y desarrollarse en el seno de una familia estructurada
normalmente y apreciada en el medio social, según el modelo tradicional que le es propio”,
derecho que les sería negado al dejarlas al cuidado de su madre lesbiana, que convive con una pareja
del mismo sexo.
Así, bajo la apelación al “interés superior” de las niñas, e incluso a un derecho (“sui generis”) a
vivir preferentemente en una familia de “modelo tradicional”, sin referirse a la opinión de las niñas
(que en la primera instancia manifestaron una preferencia por permanecer con su madre), tres
ministros de la Corte Suprema (con la oposición enérgica de los dos ministros restantes, en su voto de
minoría, para quienes el fallo de mayoría que afecta a las niñas implica “imponer tanto a aquéllas
como a la madre una sanción innominada y al margen de la ley, amén de discriminatoria”) están
implementando una política que no es precisamente la de tratar a las niñas como sujeto de derechos,
sino más bien la de conservar en poder de los jueces la prerrogativa de proyectar sus propias
preferencias en materias frente a las cuales el Estado es neutral (la predilección de un modelo de
familia por sobre el otro) para decidir conforme a esas preferencias las vidas de los niños sometidos a
su jurisdicción. Todo ello, en lenguaje de derechos y apelando a principios de la CDN.
Los niños, niñas y adolescentes son, entonces, sujetos de derecho que desarrollarán
gradualmente el ejercicio de sus derechos conforme al principio de autonomía progresiva. Para
asegurar este tránsito, la Convención encomienda a los padres o la familia un específico deber de
orientación destinado precisamente a preparar el camino hacia una ciudadanía plena.
En suma, los titulares de los derechos son los niños y niñas y no otros sujetos o algún tipo de
interés colectivo o difuso difícil de determinar, y el desarrollo de éstos implica un proceso continuo
en que irán adquiriendo un mayor grado de autonomía hasta llegar a la plena capacidad de
autogobierno que les permitirán dotarse para sí de los planes de vida que parezcan más conformes a
sus convicciones y modos de habitar el mundo.
Este principio entonces, (el de la autonomía progresiva), está absolutamente vinculado al
ejercicio de su derecho a ser oído, y a que su opinión será ponderada en función de su edad y
madurez, la autora argentina Mariza HERRERA, señala al respecto que: “otro de los dispositivos claves
en relación a la autonomía progresiva se refiere al entrecruzamiento obligado con el derecho de
participación de los niños, niñas y adolescentes, reforzándose así la columna vertebral de la
Convención: la idea de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho.
De esta forma, la labor del CURADOR AD LITEM tendrá que irse amoldando a la edad del menor y su
visión del problema y sus respectivas soluciones o intereses claramente manifestados, toda vez que
este principio irá determinando su campo de aplicación en concordancia y armonía con el interés
superior del menor.
Para que las faltas cometidas por adolescentes ingresen al sistema de la LRPA, se requieren dos cosas:
1. Que sean cometidas por adolescentes que ya hayan cumplido 16 años.
2. Que se trate de las faltas que son expresamente mencionadas en el artículo 1 de la LRPA.
En el resto de los casos, las faltas pueden ser sancionadas, pero no en este sistema, sino que en los
Tribunales de Familia.
Además, entran al sistema penal adolescente las faltas señaladas en la Ley de Drogas (Ley Nº
20.000). Estas consisten básicamente en el consumo de drogas en lugares públicos o abiertos al
público, establecimientos educacionales o de capacitación, lugares de detención o recintos militares
o policiales.
EN QUE CASOS LAS FALTAS SON SANCIONADAS POR EL TRIBUNAL DE FAMILIA: En dos tipos de
situaciones:
• Cuando las faltas sean cometidas por adolescentes de menos de 16 años de edad.
• Cuando las faltas cometidas por adolescentes de 16 años o más no sean aquellas que
señala expresamente el artículo 1 de la LRPA.
De acuerdo con el artículo 20 de la LRPA, las sanciones de adolescentes tienen como finalidad hacer
efectiva la responsabilidad del adolescente por los delitos cometidos, pero de manera que la sanción
“forme parte de una intervención socioeducativa amplia y orientada a la plena integración social”.
Las sanciones no deben estar orientadas solamente al castigo, sino que buscan producir efectos
positivos en el adolescente y su entorno social. Esta finalidad positiva, que diferencia a este sistema
del sistema penal de adultos, se refleja también en la mayor flexibilidad que existe durante la
ejecución de sanciones. 31 30 En atención a estas finalidades positivas, tanto la Convención sobre los
Derechos del Niño como la LRPA señalan que las sanciones y medidas privativas de libertad deben
aplicarse tan sólo como medida de último recurso.
Además, en los centros cerrados existe una guardia externa armada, a cargo de Gendarmería de
Chile, con facultades para ingresar al centro en caso de motín o en otras situaciones de grave riesgo
para los adolescentes.
Dicha guardia no existe en los Centros semicerrados.
Además, en ese plan se pueden incluir algunas prohibiciones o límites al comportamiento de los
adolescentes, por ejemplo la prohibición de visitar ciertos lugares, de asistir a espectáculos públicos,
de acercarse a la víctima, a sus familiares o a otras personas.
La sanción llamada “libertad asistida especial” se diferencia por ser más intensa. El adolescente es
sujeto a un programa intensivo de actividades socioeducativas y de reinserción social en el ámbito
comunitario, que debe incluir:
La educación formal.
La capacitación laboral.
Posibilidad de acceder a programas de rehabilitación y tratamiento de la adicción a
drogas.
Fortalecimiento del vínculo con la familia o adultos responsables del adolescente.
Para no afectar el derecho a la educación y la asistencia a clases, la LRPA pone un límite: la ejecución
de estos trabajos no puede durar más de 4 horas al día.
5. MULTA
Es la misma sanción que existe para los adultos en el caso de faltas e infracciones menores.
Cuando se aplica a un adolescente, su máximo es de 10 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), y
para fijar el monto en cada caso se debe tener en cuenta “la condición y las facultades económicas
del infractor y de la persona a cuyo cuidado se encontrare”.
6 AMONESTACIÓN
Esta es la sanción menos intensa de las que el Tribunal puede aplicar. Consiste en “la reprensión
enérgica al adolescente hecha por el juez, en forma oral, clara y directa”, y debe estar dirigida a:
• Hacerle comprender la gravedad de los hechos cometidos.
• Hacerle comprender las consecuencias que esos hechos tuvieron o pudieron haber
tenido, para la víctima y para él mismo.
• Instarle a cambiar de comportamiento.
• Formularle recomendaciones para el futuro.
Para que se pueda aplicar esta sanción, la LRPA exige que previamente el adolescente haya hecho
una declaración “asumiendo su responsabilidad en la infracción cometida”.
En el sistema penal de adultos, los delitos se clasifican en crímenes, simples delitos y faltas,
dependiendo de la gravedad de las penas aplicables. Esta gravedad se define por su extensión. Así, las
penas temporales son clasificadas por el Código Penal en dos grupos:
• El “mayor”, que va desde los 5 años y 1 día a 20 años.
• El “menor”, desde 61 días a 5 años.
A su vez, hay 3 “grados” dentro de cada grupo: mínimo, medio y máximo.
De este modo, el presidio mayor abarca en total desde 5 años y 1 día a 20 años, con presidio
mayor en grado mínimo (5 años y 1 día a 10 años), grado medio (10 años y 1 día a 15 años) y máximo
(entre 15 años y 1 día y 20 años).
El presidio menor abarca en total desde 61 días a 5 años, con un grado mínimo (61 a 540 días),
medio (541 días a 3 años) y máximo (3 años y 1 día a 5 años).
La determinación de sanciones en la LRPA parte por considerar la pena asignada al delito en la
legislación de adultos y desde ese mínimo procede a rebajar un grado.
Sobre esa pena de adulto ya atenuada, el tribunal debe aplicar un conjunto de normas del Código
Penal que se refieren a las circunstancias atenuantes y agravantes, al grado de desarrollo del delito
(tentativa, delito frustrado o consumado), al tipo de participación que tuvo el adolescente en los
hechos (autor, cómplice o encubridor), etc.
Mediante esas normas el marco de sanciones puede “subir” o “bajar” de grado. También hay que
considerar que por “concurso de delitos” (es decir, por la comisión de varios delitos) las penas
pueden sumarse y subir, dado que se aplican las reglas comunes en esta materia.
Con esas operaciones efectuadas, el Tribunal tendrá ya determinada la “extensión” de la sanción
aplicable. De acuerdo a esa extensión, existen 5 tramos, dentro de los cuales el Tribunal debe escoger
el tipo de sanción a aplicar:
En el tramo superior (sobre 5 años y 1 día) existe una sanción única: el Tribunal debe
necesariamente imponer la internación cerrada por un mínimo de 2 años, antes de poder sustituirla
por la de régimen semicerrado.
Los otros tramos son los siguientes:
DESDE 3 AÑOS Y UN DÍA A 5 AÑOS
1. Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social.
2. Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
3. Libertad asistida especial.
DESDE 541 DÍAS A 3 AÑOS
1. • Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
2. • Libertad asistida en cualquiera de sus formas.
3. • Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
DESDE 61 A 540 DÍAS
1. • Internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
2. • Libertad asistida en cualquiera de sus formas.
3. • Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
4. • Reparación del daño causado.
DESDE 1 A 60 DÍAS
• Prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
• Reparación del daño causado.
• Multa.
• Amonestación.
Para comprender mejor estas normas, podemos pensar en el delito de homicidio simple,
como ejemplo:
Para adultos que cometan homicidio simple (es decir, sin que se den circunstancias que lo
transformen en un “homicidio calificado”, de acuerdo al art. 391 Nº 1 del Código Penal (CP):
alevosía, premio o promesa remuneratoria, veneno, ensañamiento o premeditación), el CP
señala como sanción aplicable el presidio mayor en grado mínimo a medio, es decir, desde 5
años y un día a 15 años (art. 391 Nº 2). Por aplicación del artículo 21 de la LRPA, la pena
aplicable a un adolescente como autor de ese delito podría fluctuar entre los 3 años y 1 día y
los 5 años (presidio menor en su grado máximo).
- Si se trata de infracciones leves puede entregarse el niño o niña directamente a sus padres o
personas que lo tengan a su cuidado, o incluso a un adulto que se haga responsable,
informando en todo caso de la situación al Tribunal de Familia que corresponda.