Fallo Costa Elvira y Carro Jose

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C. E. Y C. J.

S/ SUCESION AB-INTESTATO

Nº de Expediente: 149426

13/09/2018 - SENTENCIA DEFINITIVA

Número de orden: 104

Libro de sentencias número: 39

En la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, a los trece días del mes
de Septiembre de 2018, reunidos en acuerdo los Señores Jueces de la Sala II de
la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial Departamental, Doctores
M. Cristina Díaz Alcaraz y Leopoldo L. Peralta Mariscal, para dictar sentencia en
los autos caratulados “C., E. y C. J. sobre Sucesiones Ab Intestato” (expediente
número 150.705) y, practicado el sorteo pertinente (arts. 168 de la Constitución de
la Provincia de Buenos Aires y 263 del Código Procesal), resultó que la votación
debe tener lugar en el siguiente orden: Doctores Peralta Mariscal y Díaz Alcaraz,
resolviéndose plantear las siguientes

CUESTIONES

1) ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada, obrante a fs. 225?

2) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?

A LA PRIMERA CUESTIÓN EL SEÑOR JUEZ DR. PERALTA MARISCAL DIJO:


I. Luego de que el cesionario de la heredera declarada en las presentes
sucesiones acumuladas solicitara que se inscriba el segundo testimonio de la
escritura correspondiente a un inmueble que integra el acervo (fs. 136 y 137), se
presentaron a fs. 164 M. E. C. y C. M. C. en carácter de hijas de los causantes y
denunciaron otros herederos, pidiendo ser tenidas por parte y que se las incluya
en la declaratoria.

La magistrada las tuvo por presentadas (fs. 165) y, seguidamente el cesionario


requirió la inscripción de la declaratoria de herederos respecto del bien
anteriormente denunciado (fs. 196/198). Ante tal presentación la juez de grado
dispuso que el destino del bien debía resolverse con la totalidad de los herederos
presentados (fs. 199), confirmado por esta alzada (fs. 211), dado que el planteo en
torno a tener por renunciantes a las herederas presentadas recién fue introducido
en Cámara, señalándose que debían ser oídos todos los interesados.

Bilateralizada la cuestión en la instancia de grado, no habiendo contestado las


presentantes y oído el Agente Fiscal a fs. 222, quien dictaminó que M. E. C. y C.
M. C. habrían perdido su derecho a aceptar o repudiar la herencia de sus padres
en virtud de lo prescripto por el art. 3313 del Código Civil y a las fechas de
apertura de la sucesión y su presentación, resolvió el magistrado.

II. El juez de grado a fs. 225 rechazó el pedido del cesionario de tener por
renunciantes de la herencia a las presentantes de fs. 164, con costas.

Para decidir de tal modo, se apartó de lo dictaminado por el Agente Fiscal y luego
de narrar los antecedentes y declarar aplicable al caso el Código Civil, reconoció
que C. M. C. y M. E. C. se presentaron con posterioridad al plazo de veinte años
para aceptar o renunciar a la herencia establecido por el art. 3313 del Código Civil.
Sin embargo, entendió que el transcurso del referido plazo no tiene por efecto
tenerlas por renunciantes, ya que la herencia se transmite ipso iure desde el
momento de la muerte de los causantes, conforme el art. 3420 del ordenamiento
citado. Por el contrario, consideró que lo que se extingue es la opción de
renunciar, considerándolas como aceptantes. En este sentido, estimó que la
presentación en juicio pretendiendo la calidad de herederas y denunciando otros
sucesores implica por sí mismo un acto de aceptación de la herencia.

III. Contra lo así decidido se alzó el cesionario con el escrito electrónico de fecha
19/06/2018, recurso concedido el 28/06/2018, y sostenido con el memorial
electrónico de fecha 06/07/2018, que no fue replicado por la contraria.

IV. El recurrente se quejó de que el a quo no haya considerado renunciantes a las


herederas. Explicó el alcance del art. 3313 del Código Civil que dispone que el
derecho de elegir entre la aceptación y la renuncia de la herencia se pierde por el
transcurso de veinte años desde que la sucesión se abrió. Refirió a la nota al
artículo que efectuó Vélez Sarsfield, señalando que por el hecho de la muerte del
autor de la sucesión, el heredero entra en posesión de todos los derechos de
aquél y tiene la elección de hacer esta posesión irrevocable por una aceptación, o
despojarse de su derecho por una renuncia. Después de veinte años de silencio
no tiene esta elección. Y, destacó que, en el caso en que el heredero que se ha
abstenido se encuentre en presencia de otros que han aceptado, el silencio del
que se abstuvo equivale a una renuncia de su parte y pierde la facultad de
aceptar. Indicó que este temperamento, además, es el que adoptó el Código Civil
y Comercial en su art. 2288 que establece que el derecho de aceptar la herencia
caduca a los diez años de la apertura de la sucesión y que el heredero que no
haya aceptado en ese plazo es tenido por renunciante. Estimó que ello es lo que
sucedió en el caso, desde que las presentantes de fs. 164 no aceptaron la
herencia en el plazo en que tenían para hacerlo, por lo que revisten el carácter de
renunciantes. En función de lo expuesto criticó puntualmente los considerandos
del resolutorio que consideró errados, solicitando que se revoque la sentencia y se
resuelva en el sentido que propuso.

V. Liminarmente, cabe señalar que atento a la fecha en que fallecieron los


causantes de los sucesorios acumulados que integran este proceso (E. C., el
23/10/1974, fs. 9 y J. C., el 14/05/1989, fs. 10) corresponde resolver el presente en
virtud de lo normado por el art. 7 del Código Civil y Comercial, resultando
aplicables al caso las normas del Código Civil.

Sentado ello, es menester destacar que lleva razón el apelante en su queja.

Del cotejo de los antecedentes de los procesos sucesorios acumulados de E. C. y


J. C. surge que la apertura (fs. 12, el 28/06/1989) fue comunicada a “herederos y
acreedores” de los nombrados por edictos publicados en el Boletín Oficial y en el
diario de mayor circulación del domicilio de los causantes (fs. 14 y 15), dictándose
la correspondiente declaratoria de herederos (fs. 24) en la que se incluyeron a los
que se presentaron y acreditaron sus vínculos.

La incomparecencia de C. M. C. y M. E. C., pese a estar notificadas con la


publicación de los mencionados edictos de la apertura del proceso sucesorio de
sus padres, sumado a que las personas que invocaron derechos hereditarios no
tenían la carga de demostrar los vínculos de otros parientes, justifican la
prescindencia que ahora intentan revertir extemporáneamente. Esto último, porque
no puede olvidarse que la declaratoria de herederos implica la aceptación de la
herencia, con sus respectivos derechos y obligaciones, por lo que la presentación
de las nombradas solicitando ampliatoria a fs. 164 cuando había vencido el plazo
previsto por el art. 3313 del Código Civil, debió ser desestimado (en este sentido,
mi voto en expediente. 134.961, L.S. 31, N.O. 41 del 30/03/2010).

Es cierto que, como indica el a quo, la presentación en juicio pretendiendo la


calidad de herederas y denunciando otros sucesores es un acto de aceptación de
la herencia, pero ello debe hacerse en el plazo legal.

En efecto, lo regulado en el art. 3313 del ordenamiento civil significa que mientras
el heredero no realice ningún acto de aceptación ni repudiación de la herencia,
puede aceptarla o repudiarla durante el plazo de veinte años, contados desde la
apertura de la sucesión, es decir, desde el momento de la muerte del causante
(art. 3420 Código Civil). Si ningún heredero ha tomado posesión de los bienes de
la herencia, el transcurso de dicho plazo convierte al heredero en aceptante; caso
contrario, en renunciante (ver antecedente citado nro. 134.961).

Atento a lo expuesto y teniendo en cuenta que la sucesión se abrió el 28/06/1989


y las hijas de los causantes se presentaron el 09/08/2017, como fue advertido por
el Agente Fiscal a fs. 222, habían perdido su derecho a aceptar o repudiar la
herencia de sus padres.

Cabe finalmente aclarar que se toma como punto de partida del plazo previsto en
el art. 3313 del Código Civil el día siguiente de la última publicación de los edictos,
desde que esa comunicación hace presumir erga omnes el conocimiento de la
apertura del juicio sucesorio de los causantes (art. 147 del Código Procesal Civil y
Comercial); presunción que, por otra parte, no ha sido desvirtuada con prueba en
contrario por las herederas presentadas tardíamente.

En consecuencia a esta cuestión doy mi VOTO POR LA NEGATIVA.

A LA PRIMERA CUESTIÓN LA SRA. JUEZ DRA. DÍAZ ALCARAZ DIJO:

Adhiero al voto del Dr. Leopoldo L. Peralta Mariscal.

A LA SEGUNDA CUESTIÓN EL SR. JUEZ DOCTOR PERALTA MARISCAL DIJO:

Atento a lo resuelto al votar la cuestión anterior corresponde revocar la resolución


apelada y tener por renunciantes a las herederas C. M. C. y M. E. C. presentadas
a fs. 164 (arts. 3313, 3420 y cctes. Código Civil y arts. 734 y cctes. Código
Procesal Civil y Comercial).

Propongo que no se impongan costas de alzada atento a la ausencia de


contradicción (art. 68, segundo párrafo código procesal citado).

Así lo voto.
A LA SEGUNDA CUESTIÓN LA SRA. JUEZ DRA. DÍAZ ALCARAZ DIJO:

Adhiero al voto del Dr. Leopoldo L. Peralta Mariscal.

Con lo que terminó el acuerdo dictándose la siguiente

SENTENCIA

VISTOS Y CONSIDERANDO: Que en el acuerdo que antecede ha quedado


resuelto que no se ajusta a derecho la sentencia apelada;

Por ello, el tribunal RESUELVE:

1) Revocar la sentencia apelada de fs. 225 y tener por renunciantes a las


herederas C. M. C. y M. E. C. presentadas a fs. 164, sin costas por ausencia de
contradicción. Difiérase la determinación arancelaria para la oportunidad prevista
por el art. 31 de la ley 14.967.

2) Ordenar la formación de otro cuerpo a partir de fs. 200, atento al volumen que
alcanzaron las presentes actuaciones (art. 23 Ac. 2514 SCBA). Hágase saber y
devuélvase.
(Fdo.: Díaz Alcaraz. Peralta Mariscal. Ante mí: Vera)

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