Farida Velazco

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Mineros de La Joya recusan a vocales

La manifestación se produjo en el interior del Tribunal de Justicia


Un pequeño porcentaje de socios y socias de la Asociación Mixta de Trabajadores Mineros
del cerro La Joya, ayer se presentaron en el Tribunal Departamental de Justicia con
pancartas en mano y recusaron a los vocales Farida Velasco y Franz Mendoza,
consiguiendo que el proceso que se ventilaba en la Sala Civil I sea cambiado a otra.

Según expresó uno de sus trabajadores, la asociación alberga a casi 500 familias que hace
ocho años iniciaron un proceso legal para que sean incluidos en la Empresa Minera
Comunitaria Inka Sayaña S.A. (Emcoisa), dicho proceso se desarrolló con normalidad pero
en su conclusión tuvo algunas irregularidades, especialmente en la Sala Civil I, dirigida por
Velasco y Mendoza quienes aparentemente intentaron anular un auto 12.

"Queremos denunciar a dos vocales que emitieron resoluciones contrarias contra la ley,
somos de la Asociación Mixta de Trabajadores Mineros del cerro La Joya donde tenemos
un recurso de apelación del auto 12 del 2014 pero los vocales Farida Velasco y Franz
Mendoza fallaron en contra, pero este auto es totalmente contrario a las leyes, no tiene
fundamentación jurídica, no tiene bases legales en artículos, en sí anularon todo no
simplemente este auto 12", expresó el afectado.

Detalló que la demanda es por el incumplimiento de obligaciones de inclusión de


accionistas de la Asociación Mixta de Trabajadores a la empresa Emcoisa, proceso que ya
ganaron y que incluso tendría una sentencia ejecutoriada, que pretendería ser eliminada.

"Cuando salió la sentencia se negaron a ejecutar e incorporar como dice la sentencia, pero
sin embargo a ello el juez dictó la intervención; en la actualidad al interventor no le dejan
trabajar para que se cumpla esta sentencia", añadió.
VOCALES

Entre tanto, la vocal Velasco no quiso emitir criterio alguno, manifestando a través de su
secretaria, que el proceso por el que se tuvo el reclamo en la puerta de su oficina, pasó a la
Sala Civil II, presidida por José Luis Choque y el vocal Reynaldo Sangüeza, autoridades
que se limitaron a manifestar que analizarán los documentos y obviamente no podían emitir
criterio alguno, toda vez que podrían ser susceptibles a otra recusación.

 SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0827/2017-S1

Sucre, 27 de julio de 2017

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA

Magistrado Relator: Dr. Macario Lahor Cortez Chavez

Acción de amparo constitucional

Expediente:                19235-2017-39-AAC

Departamento:          Oruro

En revisión la Resolución 2/2017 de 5 de mayo, cursante de fs. 422 a 429 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Miguel Armando Zavaleta
Loayza contra Ascencio Franz Mendoza Cárdenas, Presidente, Farida Brígida Velasco
Alcoser y Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y, Eddy Alarcón Rinaldo,
Juez Público Civil y Comercial Segundo del referido departamento.

I.       ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1 Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 21 de abril de 2017, cursante de fs. 122 a 133 y el de subsane,
corriente de fs. 346 a 347 el accionante hizo conocer los siguientes argumentos de hecho y
derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

En su condición de propietario de los lotes de terreno 3, 4 y 35, manzanos B y A ubicados


en la urbanización “El Carmén” zona Este de Oruro, demandó la rectificación de números
de lote y manzano por ante el Juzgado Público Civil y Comercial Segundo del referido
departamento de la gestión 2001, obteniendo Sentencia favorable de 29 de enero de 2001;
sin embargo, transcurridos aproximadamente catorce años y alegando que con la sentencia
rectificatoria se hubiera afectado la propiedad que les correspondería a Zenón Condori Cruz
y Severina Paco Condori de Condori, sobre el lote 7 del manzano F, Sector I de la misma
urbanización, incidentaron nulidad de obrados, al que se sumaron Jorge Alejandro
Valenzuela Urquidi y Enrique Fernando Urquidi Daza, teniendo como resultado el Auto de
22 de febrero de 2016 por el que se anuló obrados.

Apelada la injusta Resolución, por Auto de Vista 148/2016 de 24 de agosto, se confirmó el


Auto apelado pero con otros agregados que nadie había solicitado, con lo que fue notificado
el 21 de octubre de 2016, de esa manera demuestra su legitimación activa, inmediatez y
subsidiariedad.

Refiriéndose a los antecedentes señaló que adquirió los siguientes lotes de terreno: Lote 3
del manzano “B”, mediante escritura pública 988/97 de 8 de octubre de 1997, inscrita en el
Registro de Derechos Reales (DD.RR.) bajo la Partida 4943 del libro de propiedades de
1999.

Lote 4 manzano “B” mediante Escritura Pública 987/97 de 8 de octubre de 1997 inscrita en
DD.RR., bajo la partida 4942 del libro de propiedades de la capital de 1999.

Lote 35 del manzano “A”, mediante escritura pública 1873 de 15 de abril de 1993, inscrita
en DD.RR. bajo la partida 2804 del libro de propiedades de la capital de 1995.

Sin embargo, en la oficina Catastro Urbano del Municipio de la ciudad de Oruro, dichos
lotes se encontraban con otra nominación, por lo que mediante demanda de 10 de enero de
2001, solicitó la rectificación del número de lote y manzano, en la forma que sigue:

Lote 3 manzano “B” al correcto lote 6 manzano “F”


Lote 4 manzano “B” al correcto lote 7 del manzano “F”

Lote 35 manzano “A” al correcto lote 33 del manzano “E”

Demanda dirigida a Alberto Morales Fernández, aclarado mediante escrito de 18 de enero


de 2001 que se trataba de la rectificación ya aludida desconociendo a los propietarios
anteriores.

No existió ninguna relación de causalidad entre los hechos de su actuación y el pretendido


derecho futuro de quienes para entonces carecían de cualquier título de propiedad y cómo
debería entenderse que a tiempo de tramitar la causa en el año 2001, así sea ‒dirigiendo
contra persona no legitimada como se dice en los fallos‒ debía integrar a los incidentistas
de quienes ningún derecho o relación en especial con el lote mencionado existía, mismo
que surgiría muchos años después, cuál el fundamento racional y lógico para que se le
reproche haber actuado con deslealtad procesal al no haber comunicado de su acción a tales
terceros que para el 2001, carecían de todo derecho real y ni siquiera sabía de su existencia.

Por consiguiente, la pretendida “sobreposición” no se produjo ni con su título ni con la


sentencia de marras cuestionada, sino cuando se hace emerger un derecho para los
incidentitas catorce años más tarde de su título o diez años más tarde de la Sentencia, por lo
que se pregunta quién se sobrepone a quién.

El fallo de alzada inexplicablemente incorporó un juicio de valor totalmente ilógico y


descontextualizado, que definitivamente restringe su derecho al debido proceso, no sólo en
su vertiente de debida fundamentación que no existe, sino de su derecho a la tutela judicial
efectiva consagrado por el art. 115.I de la Constitución Política del Estado (CPE) debido a
que en los hechos se le niega justicia, con un argumento tan inverosímil que hace surgir
derechos de terceros cuando no los había ni jurídica ni naturalmente. Por ello el Auto de
Vista resulta “sitra petita” por no absolver en términos de racionalidad y lógica los
extremos que cuestionan su legítimo derecho frente a quienes carecían del mismo. Más aún
cuando los incidentitas reclamaron únicamente lo relativo al lote 6 del manzano “F” sobre
el que supuestamente se hubiera sobrepuesto con la Sentencia rectificatoria el lote 3
manzano “B” de acuerdo a su escritura 987/97, cual el fundamento para ampliar el
incidente hacia los otros lotes rectificados, 7 manzano “F” y 33 manzano “E”, de ahí que la
nulidad operada sería en parte e incluso manteniendo incólume la Sentencia 131/2001. El
Auto de Vista, no puede ir más allá de lo pedido o de lo resuelto. Concluyendo que la
nulidad declarada por el inferior, se modifica y hasta la confirmatoria debía rectificarse,
indicando si es parcial pues por esa parte se otorgó razón a su apelación.

En cuanto al Juez demandado, vulneró el debido proceso en su componente de publicidad y


prohibición de ser juzgado sin antes ser oído en derecho, vinculado con el derecho de
defensa y debida fundamentación, pues como se dijo anteriormente después de quince años
de la Sentencia de rectificación Zenón Condori Cruz y Severina Paco Condori de Condori,
por una parte y por otra Jorge Alejandro Velenzuela Urquidi y Enrique Fernando Urquidi
Daza, hacen fuerza común para formular el incidente de nulidad hasta el vicio más antiguo
dentro del proceso de marras, afirmando no haber sido comunicados con mi demanda. El
Juez de la causa, mediante Auto Interlocutorio de 22 de diciembre de 2015, aperturó
término incidental sin asegurarse si su persona tuvo conocimiento de tales actuados, por el
contrario toleró que se hubieran realizado supuestas notificaciones en Secretaría, cuando
era su deber asegurarse de aquello; especialmente, si se formuló muchísimo tiempo después
de la cosa juzgada, de ahí que conculcaron los derechos referidos, anulando obrados hasta
la admisión de la demanda, sin darle oportunidad de debatir los argumentos de los
incidentes incluso ofrecer prueba al respecto; empero, no observó que tratándose de una
demanda incidental en el marco del     art. 342.I del Código Procesal Civil (CPC) ‒Ley 439
de 19 de noviembre de 2013‒, el traslado que se le corrió significaba ponerle en
conocimiento real y efectivo como si de una demanda nueva se tratase conforme al art.
117.I y II del CPC de acuerdo a las alternativas que ofrece el art. 123 de la referida
normativa. Asimismo el Auto cuestionado carece de fundamentación al no tomar en cuenta
que el derecho de los incidentitas nace el 2011 y no antes ni paralelamente a sus derechos,
es decir catorce o quince años más tarde.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante, consideró lesionados sus derechos al debido proceso en sus vertientes


fundamentación y congruencia, publicidad, y prohibición de ser juzgado sin ser oído y a la
defensa, citando los arts. 115, 117.I, 119, 120.I y 178.I de la CPE.

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela y se disponga: a) La nulidad del Auto de Vista 148/2016 de 24


de agosto, así como el Auto Interlocutorio de 22 de febrero de 2016;                b)
Disponiendo la emisión de nuevas resoluciones a su turno, respetando los derechos y
garantías cuya vulneración se acusa; y, c) Se deje sin efecto cualquier providencia o
resolución emitida con posterioridad a dichas resoluciones acusadas y condenación de
costas en su favor averiguables en ejecución de Sentencia.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

La audiencia pública se realizó el 5 de mayo de 2017, conforme consta en el acta cursante


de fs. 393 a 401 vta., en la que se desarrollaron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El accionante por intermedio de su abogado, ratificó los argumentos contenidos en su


demanda de acción de amparo constitucional., de igual forma respondió a las interrogantes
del Juez de garantías respecto a la rectificación de los números de los lotes.

En réplica refirió que el tercero interesado Zenón Condori Cruz, hace referencia a otro
supuesto tercero interesado, cuando ese aspecto no mereció ningún recurso de alzada.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas


Las autoridades demandadas no se presentaron en audiencia, pese a su legal citación
cursante de fs. 352 a 356.

I.2.3. Intervención del tercero interesado

Zenón Condori Cruz, en calidad de tercero interesado, informó en audiencia lo siguiente: 1)


El accionante tenía la obligación de demandar al sujeto legalmente constituido y no a
cualquier persona, por lo que señaló la falta de legitimación pasiva; 2) Juan Morales Terán
fue Director de Catastro Urbano de esa época; empero, mediante informe de un auxiliar de
codificación que no tenía competencia que indicó cambio de manzano y de lote, sin ningún
cargo de recepción y una confesión se emitió una sentencia; 3) El año 2014, fue molestado
por el accionante, quien no poseía y desconocía la ubicación de sus lotes fue perturbado en
su posesión el 2014; y, 4) La jurisdicción constitucional no puede ingresar a conocer la
labor potestativa de las autoridades ordinarias.

I.2.4. Resolución

El Juez Público Familiar Cuarto del departamento de Oruro, constituido en Juez de


garantías, emitió la Resolución de 2/2017 de 5 de mayo, cursante de fs. 422 a 429 vta.,
denegó la tutela solicitada; con los siguientes fundamentos que en partes salientes señala: i)
En cuanto a la falta de notificación alegada, la SC 1223/2013 de 4 de octubre, señaló que
“La notificación no está dirigida a cumplir una formalidad procesal en sí misma, sino a
asegurar que la determinación judicial objeto de la misma sea conocida efectivamente, por
el destinatario, dado que sólo el conocimiento real y efectivo de la comunicación asegura
que no se provoque indefensión en la tramitación y resolución en toda clase de procesos…”
(sic) que con el incidente de nulidad interpuesto por Zenón Condori Cruz y Severina Paco
Condori de Condori “el accionante fue notificado mediante cédula en Secretaría, luego que
el proceso se encontraba sin movimiento durante catorce años, como cursa de fs. 106 a 106
vta., y con la apertura de término de prueba fue notificado por diligencia de fs. 146 a 146
vta., para luego notificarle con la Resolución de nulidad de forma personal al accionante el
1 de marzo de 2016, así se tiene “de la diligencia de fs. 142 a 142 vta., que en los hechos no
tuvo conocimiento del trámite del incidente de nulidad, evidenciándose la vulneración del
derecho reclamado” (sic); ii) En el trámite de rectificación de datos a instancia del
accionante contra Alberto Morales Fernández, reconoció que éste último no era el
legitimado; sin embargo, persistió hasta que se emita la Sentencia 131/2001 de 29 de enero,
sin haber demandado a los propietarios de los lotes 6, 7 y 33 correspondientes a los
manzanos F y E de la urbanización “El Carmen”, sabiendo que dirigió la demanda contra la
persona que no correspondía; por consiguiente, la Sentencia sólo es oponible con relación a
Alberto Morales Fernández; iii) Por esa razón Zenón Condori Cruz y su esposa,
apersonándose al proceso plantearon incidente de nulidad, dado que el accionante dejó en
estado de indefensión a los propietarios de los lotes por los cuales demando la rectificación;
iv) El análisis tiene su sustento en el principio de verdad material previsto en el art. 180 de
la CPE, destinados a garantizar el acceso a la justicia; y, v) En relación al juez inferior, en
cuanto a la notificación en Secretaría cuando debieron ser de forma personal ya fue
analizado anteriormente.

I.3. Trámite en el Tribunal Constitucional Plurinacional  


Por decreto constitucional de 7 de junio de 2017, se dispuso la suspensión del cómputo de
plazo, habiéndose realizado la reanudación del mismo a partir del 27 de julio del mismo
año; por lo que, la presente Sentencia Constitucional Plurinacional es emitida dentro de
término procesal.

Al no haber encontrado consenso en la Sala, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del


Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente del
Tribunal Constitucional Plurinacional a fin de dirimir con su voto el caso en análisis.

II. CONCLUSIONES

II.1.  Sentencia 131 de 29 de enero 2001, emitida por Heriberto Espada Moreno, Juez de
Partido Civil y Comercial Segundo del departamento de Oruro, dentro del proceso de
rectificación de números de lote y manzano interpuesto por Miguel Armando Zabaleta
Loayza contra Alberto Morales Fernández, que dispuso la rectificación de los siguientes:
lote de terreno 3 manzano “B” de Urbanización “El Carmen” zona Este, al correcto de
manzano “F”; lote 6 con una superficie de 315 m²; lote de terreno 4 manzano “B” ubicando
en la referida urbanización “El Carmen” al correcto de manzano “F” lote 7 con una
superficie de 322 m²; y, lote de terreno 35 manzano “A” ubicado en urbanización “El
Carmen” al correcto de manzano “E” lote 33 con una superficie de 339 m².; ordenando
asimismo, la rectificación ante los notarios y registros de DD.RR. respectivos (fs. 47 a 49).

II.2.  Previa renuncia a los recursos por parte de Miguel Armando Zabaleta Loayza, el Juez
dispuso la ejecutoria de la Sentencia 131 de 29 de enero de 2001, mediante Auto de 12 de
febrero de 2001 (fs. 50).

II.3   El 10 de noviembre de 2015, Zenón Condori Cruz y Severina Paco Condori de


Condori, presentándose en el proceso de rectificación seguido por Miguel Armando
Zabaleta Loayza contra Alberto Morales Fernández, interponen incidente de nulidad
pidiendo se acepte su personería, alegando que la rectificación realizada mediante
Sentencia 131 de 29 de enero de 2001, afectó a su lote de terreno adquirido de sus
anteriores propietarios la Sucesión Urquidi representados por Alejandro Francisco Urquidi
Daza y Jorge Alejandro Valenzuela Urquidi ubicado en la urbanización “El Carmen”
manzano “F” lote 7 sector I zona Este de una superficie de 315 m² (fs. 51 a 53).

II.4.  El 19 de noviembre de 2015, Jorge Alejandro Valenzuela Urquidi y Enrique Fernando


Urquidi Daza, presentan memorial ante el Juez de Partido Civil y Comercial Segundo del
departamento de Oruro, pidiendo nulidad de obrados (fs. 57 a 60 vta.).

II.5.  Mediante Auto de 22 de febrero de 2016, Eddy Alarcón Rinaldo, Juez Público Civil y
Comercial Segundo del referido departamento, anuló obrados hasta    fs. 21 vta., de 18 de
enero de 2001, inclusive, ordenando se integre a la litis a todos los copropietarios de la
sucesión Urquidi (fs. 84 a 88).

II.6.  Apelado el Auto, referido, Ascencio Franz Mendoza Cárdenas, Presidente y Farida
Brígida Velasco Alcoser, Vocal ambos de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, emitieron el Auto de Vista 148/2016 de 24 de agosto,
por el que confirmaron el Auto apelado, arguyendo en síntesis que el aquo al haber
declarado la nulidad de obrados en su decisum obró correctamente, por cuanto los ahora
terceros interesados  Zenón Condori Cruz, y Severina Paco Condori de Condori tienen
acreditado interés legítimo sobre el lote de terreno ubicado en la urbanización “El Carmen”,
manzano F lote 6 dada la eficacia probatoria que refleja la escritura pública 257/2011 de 31
de agosto, inscrito en DD.RR. con la matrícula 4.01.1.03.0011260 del folio real que merece
la fe probatoria prevista en los arts. 1297 y 1299 del Código Civil (CC) y de persistir el
demandante en cuanto al cambio de ubicación del lote reflejado en la escritura 988/97 de 8
de octubre de 1997, inscrito en la partida 4943 del libro de propiedades Capital de 1999,
deberán acudir a dilucidar los derechos que afirmen a vía de conocimiento ordinaria
llamada por ley; es decir, por cuerda separada, con los fundamentos contenidos en el mismo
(fs. 88 a 94).

II.7.  Asimismo, se tiene que Boris Coyo Laime y Arminda Altamirano Delgadillo,
interpusieron incidente de nulidad ante el referido Juzgado Público Civil y Comercial
Segundo del departamento de Oruro, que mereció el “Auto de 4 de noviembre” que señala
que previamente se acredite su legitimación en el plazo de tres días bajo alternativa de
tenerse por no presentada (fs. 95 a               97 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante por medio de su representante, denunció en partes salientes la vulneración de


sus derechos al debido proceso en sus vertientes fundamentación y congruencia, publicidad,
y prohibición de ser juzgado sin ser oído y a la defensa, debido a que el Juez demandado
dentro de la demanda de rectificación de lotes que mereció la Sentencia 131 de 29 de enero
de 2001, que se encuentra ejecutoriada, admitió un incidente de nulidad planteado por
Zenón Condori Cruz, y Severina Paco Condori de Condori después de catorce años, y por
Resolución de 22 de febrero de 2016, anuló obrados hasta el decreto de admisión de la
demanda inclusive, apelada tal determinación los Vocales demandados por Auto de Vista
148/2016 de 24 de agosto, confirmaron el Auto del inferior, sin tomar en cuenta los
antecedentes y fundamentar adecuadamente su fallo.

Por consiguiente, corresponde analizar en revisión, si tales argumentos son evidentes y si


constituyen actos lesivos a los derechos de los accionantes con la finalidad de conceder o
denegar la tutela solicitada.

III.1.  Sobre los principios ético morales de la sociedad plural y los valores que
sustenta el Estado boliviano

La Constitución Política del Estado promulgada el 7 de febrero de 2009, señala el horizonte


en el que habrá de erigirse el nuevo Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Comunitario, fundado en la pluralidad y pluralismo político, económico, jurídico, cultural y
lingüístico, dentro del proceso integrador del país. En ese contexto esta dicho que la nueva
institucionalidad del Estado Plurinacional debe superar con creces la estructura colonial y
debe, sobre la base del esfuerzo individual y colectivo, en cada estructura organizacional y
en todos los órganos e instituciones del poder público, concretar un Estado como el
proclamado, principalmente en el Órgano Judicial que a través de sus jurisdicciones y en la
función judicial ejercida por sus autoridades en las naciones y pueblos indígena originario
campesinos, en la que los valores que sustenta el Estado como unidad, igualdad, inclusión,
dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía,
transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la
participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y
redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien, que señala el art. 8.II de la
CPE.

Resulta necesario señalar que la Constitución Política del Estado, refiriéndose a la nueva
institucionalidad del Estado Plurinacional, augura superar con creces la estructura colonial
estableciendo que, de acuerdo con lo previsto en el art. 8.I la CPE, los principios ético
morales de la sociedad plural que el Estado asume y promueve son: suma qamaña (vivir
bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y
qhapaj ñan (camino o vida noble), así como ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo,
no seas mentiroso ni seas ladrón), estos últimos, mandatos de restricción que pudiendo ser
de orden imperativo para cada individuo, en cada hogar de las bolivianas y bolivianos, es
también esencia de un pensamiento colectivo enraizado en las naciones y pueblos que; sin
embargo, de manera permanente se confronta con ciertos males como la corrupción que
lastiman nuestras instituciones y sociedad, razón por la que el Estado encuentra como un
elemento transformador de la sociedad la lucha contra la corrupción. Una inequívoca señal
de esta voluntad está en la previsión del art. 123 de la CPE, que establece e instituye el
principio de irretroactividad de la ley excepto en materia de corrupción, para investigar,
procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra los intereses del
Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución.

Se ha dicho y reiterado en la jurisprudencia constitucional, que conforme al mandato de los


arts. 178 y 179 de la CPE, la justicia es única en tanto que la potestad de impartir la misma
emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad,
seguridad jurídica, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad,
participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos, entre otros. En ese mismo
orden, respecto a los principios procesales que rige la justicia ordinaria están, también entre
otros, la verdad material y el debido proceso.

En torno a la administración de justicia, o dicho desde una perspectiva actual e inclusiva,


respecto a impartir justicia no puede soslayarse el hecho que ésta sustenta las decisiones en
el análisis e interpretación, no sólo limitada a la aplicación de formas y ritualismos
establecidos en la norma sino como el hacer prevalecer principios y valores que permitan
alcanzar una justicia cierta, accesible que esté a lado del Estado y la población, con miras al
vivir bien y rebatiendo los males que afecta a la sociedad.

III.2.   Incidente de nulidad en ejecución de sentencia

La SC 0831/2007-R de 10 de diciembre, en cuanto a la posibilidad de interponer un


incidente de nulidad en ejecución de sentencia ha señalado lo siguiente: “Al efecto, en
primer término cabe señalar que este Tribunal, con referencia a la nulidad procesal, a
través de la SC 1644/2004 de 11 de octubre, estableció que: ‘Según la doctrina, la nulidad
consiste en la ineficacia de los actos procesales que se han realizado con violación de los
requisitos, formas o procedimientos que la Ley procesal ha previsto para la validez de los
mismos; a través de la nulidad se controla la regularidad de la actuación procesal y se
asegura a las partes el derecho constitucional al debido proceso. Por regla general la
nulidad procesal retrotrae el proceso al momento anterior al que se genera el vicio de
procedimiento, es decir, la inobservancia de los requisitos, formas o procedimientos
previstos por la Ley procesal, a esa regla se impone la excepción para los casos en los que
al sustanciarse un incidente o trámite ajeno al asunto principal se produzca el vicio, o
cuando una actuación procesal posterior no dependa del acto viciado, casos en los que el
juez puede disponer la anulación de algún acto procesal específico (…)’

De manera complementaria la jurisprudencia constitucional contenida en la SC


0170/2005-R de 28 de febrero, ha determinado que las situaciones que pueden dar lugar a
la nulidad de actuaciones judiciales son: la evidente vulneración de derechos y garantías
fundamentales de la persona, y/o la expresa sanción de la ley con la nulidad de
determinados actos u omisiones. Entendimiento desarrollado por la SC 0944/2004-R de 18
de junio, (…).

 (…)

De otro lado, conviene recordar que la jurisprudencia constitucional en cuanto a la


notificación válida, mediante la SC 1376/2004-R de 25 de agosto, ha establecido lo
siguiente: ‘(…) es necesario recordar que se ha establecido claramente que la sola falta de
formalidad en una notificación no implica vulneración al citado derecho, sino que debe
demostrarse que con ello se impidió que el interesado hubiera tomado conocimiento
material del proceso en su contra, pues si la notificación aún defectuosa cumplió su
objetivo no existe vulneración al derecho a la defensa, por lo tanto, el defecto o error
procedimental no tiene relevancia constitucional para ser tutelado por la vía del amparo
(…)’

En ese mismo sentido la SC 1845/2004-R de 30 de noviembre, sobre el particular señala:


‘(…) los emplazamientos, citaciones y notificaciones (notificaciones en sentido genérico),
que son las modalidades más usuales que se utilizan para hacer conocer a las partes o
terceros interesados las providencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales o
administrativos, para tener validez, deben ser realizados de tal forma que se asegure su
recepción por parte del destinatario; pues la notificación, no está dirigida a cumplir una
formalidad procesal en sí misma, sino a asegurar que la determinación judicial objeto de
la misma sea conocida efectivamente por el destinatario (así SC 0757/2003-R de 4 de
junio); dado que sólo el conocimiento real y efectivo de la comunicación asegura que no se
provoque indefensión en la tramitación y resolución en toda clase de procesos; pues no se
llenan las exigencias constitucionales del debido proceso, cuando en la tramitación de la
causa se provocó indefensión (art.16.II y IV de la CPE); sin embargo, en coherencia con
este entendimiento, toda notificación por defectuosa que sea en su forma, que cumpla con
su finalidad (hacer conocer la comunicación en cuestión), es válida’.
Finalmente, respecto la posibilidad de que prospere el planteamiento de un incidente de
nulidad de obrados en la etapa de ejecución de sentencia, en el marco de la doctrina
constitucional, desarrollado en el entendimiento contenido en la SC 0495/2005-R de 10 de
mayo, el Tribunal Constitucional ha señalado que ese incidente se activa en presupuestos
excepcionales y determinadas circunstancias en las que efectivamente se evidencie
indefensión en la parte demandada o de terceros, buscando la reparación de un proceso
ilegal en el que existió lesión a derechos fundamentales; razonamiento que se afianza o se
sustenta en el hecho de que ‘(…) la certeza que impone la cosa juzgada no constituye un
valor absoluto frente a la vigencia y defensa de los derechos fundamentales, de tal forma
que si está de por medio la protección de tales valores, procede el amparo contra
sentencias que sean el resultado de vulneración a derechos y garantías de los sujetos
procesales o terceros ajenos al proceso, lo cual ocurre cuando el juez la adopta
contrariando ostensiblemente el contenido y voluntad de la ley o desconociendo
ritualidades cuya observancia consagran una garantía del derecho de defensa de las
partes en el proceso. La cosa juzgada como resultado de vulneración de derecho y
garantías, pierde su valor de decisión intangible y poco vale como cosa juzgada’” (las
negrillas son nuestras).

III.3.  Análisis del caso concreto

El accionante en síntesis, cuestiona el incidente interpuesto dentro de un proceso ordinario


de rectificación de datos de unos lotes que contaba con sentencia ejecutoriada, en el que el
Juez dispuso la nulidad de obrados, ratificado en apelación, con un Auto de Vista,
contradictorio, sin fundamentación y congruencia.

Del análisis de los antecedentes se evidencia que dentro del proceso ordinario de
rectificación de los datos de tres lotes interpuesto por Miguel Armando Zabaleta Loayza
contra Alberto Morales Fernández, el Juez Público Civil y Comercial del departamento de
Oruro, mediante Sentencia 131 de 29 de enero de 2001, dispuso la rectificación de datos
como sigue:

           Lote de terreno 3 manzano “B” de Urbanización “El Carmen” zona Este, al correcto
de manzano “F”; lote 6 con una superficie de 315 m².

          

Lote de terreno 4 manzano “B” ubicando en la referida urbanización “El Carmen” al


correcto de manzano “F” lote 7 con una superficie de 322 m².

           Lote de terreno 35 manzano “A” ubicado en urbanización “El Carmen” al correcto
de manzano “E” lote 33 con una superficie de 339 m².

Ordenó la rectificación ante los notarios y registros de DD.RR. respectivos y previa


renuncia a los recursos por parte del demandante, el Juez ejecutorió la Sentencia por Auto
de 12 de febrero de 2001. El 10 de noviembre de 2015, Zenón Condori Cruz y Severina
Paco Condori de Condori, interpusieron incidente de nulidad alegando que la rectificación
realizada mediante Sentencia 131 de 29 de enero de 2001, afectó a su lote de terreno
adquirido de sus anteriores propietarios en la Sucesión Urquidi representados por Alejandro
Francisco Urquidi Daza y Jorge Alejandro Valenzuela Urquidi, ubicado en la urbanización
“El Carmen” manzano F lote 7 sector I zona Este de una superficie de 315 m². Del mismo
modo el 19 de noviembre de 2015, Jorge Alejandro Valenzuela Urquidi y Enrique
Fernando Urquidi Daza, interponen incidente de nulidad, pidiendo nulidad de obrados.
Mediante Auto de 22 de febrero de 2016, Eddy Alarcón Rinaldo, Juez Público Civil y
Comercial Segundo del departamento de Oruro, anuló obrados hasta el decreto de admisión
de 18 de enero de 2001, inclusive, ordenando se integre a la litis a todos los copropietarios
de la sucesión Urquidi, apelado el Auto referido, los Vocales Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro Ascencio Franz Mendoza Cárdenas y Farida Brígida Velasco Alcoser
Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro, emitieron el Auto de Vista 148/2016 de 24 de agosto, por el que confirmaron el
Auto apelado, arguyendo en las partes salientes que, el aquo al haber declarado la nulidad
de obrados en su decisum obró correctamente, por cuanto los ahora terceros interesados
Zenón Condori Cruz, y Severina Paco Condori de Condori tienen acreditado interés
legítimo sobre el lote de terreno ubicado en la urbanización “El Carmen”, manzano F lote 6
dada la eficacia probatoria que refleja la escritura pública 257/2011 de 31 de agosto,
inscrito en DD.RR. con la matrícula 4.01.1.03.0011260 del Folio Real y de persistir el
demandante en cuanto al cambio de ubicación del lote reflejado en la escritura 988/97 de 8
de octubre de 1997, inscrito en la partida 4943 del libro de propiedades Capital de 1999
deberán acudir a dilucidar los derechos que afirmen a una vía de conocimiento ordinaria
llamada por ley; es decir, por cuerda separada.

De tales antecedentes, se evidencia que la Sentencia 121 de 29 de enero de 2001, se


encontraba plenamente ejecutoriada cuando se interpuso el incidente de nulidad; en ese
sentido, conforme establece la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento
Jurídico III.2, de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, es posible interponer
excepcionalmente y en casos muy especiales, un incidente de nulidad en ejecución de
Sentencia, cuando se demuestra la vulneración de derechos fundamentales; sin embargo, las
autoridades jurisdiccionales en tales casos deben realizar una fundamentación clara de los
antecedentes, que demuestre la necesidad de abrir el instituto de la cosa juzgada,
demostrando irrefutablemente la vulneración de derechos fundamentales que puede ocurrir
de no hacerlo.

En el caso de autos, se tiene que evidentemente el Auto de Vista resulta confuso, si bien
realizó un análisis amplio de la jurisprudencia, no fue concreto en su fallo; en otros
términos, alegó la necesidad de revisar el instituto de la cosa juzgada; sin embargo, no fue
claro al señalar porqué en el caso concreto existe tal necesidad, cuales los derechos
fundamentales que podrían ser vulnerados de no hacerlo.

Asimismo, no existe argumentación en lo relativo a que el lote de los incidentitas, fue


adquirido con posterioridad a la sentencia cuya nulidad se pretende, lo que genera duda
razonable en el accionante, dado que ese aspecto requiere mayor fundamentación, en
relación a la calidad de terceros interesados.

Finalmente, la parte resolutiva del Auto de Vista 148/2016, confirma en fallo del aquo
refiriéndose únicamente a la nulidad del lote cuestionado por los incidentitas; sin tomar en
cuenta que en tal caso la confirmatoria debería ser parcial, lo que a su vez exige
pronunciamiento sobre la situación de la parte que no mereció confirmatoria, aspectos que
no resultan claros.

Por otra parte el Auto de Vista refiere que las partes pudieran acudir a la vía ordinaria para
dilucidar sus derechos; empero, al confirmar el fallo del inferior, no se tomó en cuenta que
el mismo dispone la nulidad que abarca hasta el Auto de admisión inclusive, y ordena que
el demandante, ahora accionante, cumpla con el art. 110 del CPC e integre a la litis a todos
los copropietarios de la sucesión Urquidi; es decir, que por una parte se confirma el fallo
del inferior y por otra se hacen apreciaciones de una confirmatoria en parte, sin
pronunciarse por lo demás.

Aspectos que merecen una revisión pormenorizada de cada uno de los hechos, evitando que
queden cuestiones sin resolver, de modo que la revisión de la cosa juzgada, no resulte
arbitraria, sino necesaria en resguardo de los derechos fundamentales de cada una de las
partes, aplicando el principio de verdad material previsto en el art. 180 de la CPE.

En ese orden se evidencia que el Auto de Vista demandado carece de una adecuada
fundamentación y congruencia que infringe los derechos fundamentales alegados por el
accionante, por lo cual corresponde conceder la tutela impetrada.

En cuanto al Auto Interlocutorio de 22 de febrero de 2016, emitido por el Juez inferior, será
el superior en grado, quien determinará lo que fuere de Ley con la facultad revisora que le
otorga la misma y la jurisprudencia al respecto.

Por las consideraciones precedentemente expuestas, el Juez de garantías al haber denegado


la tutela solicitada, no compulsó adecuadamente los antecedentes del proceso.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada, en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia; y, el
art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
REVOCAR la Resolución 2/2017 de 5 de mayo, cursante de fs. 422 a 429 vta.,
pronunciada por el Juez Público Familiar Cuarto del departamento de Oruro; en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, Disponiendo la nulidad del Auto de Vista
demandado, para que los Vocales dicten uno nuevo conforme a derecho y debidamente
fundamentado. En cuanto al Auto Interlocutorio de 22 de febrero de 2016, será el adquem
quien determine lo que fuere de ley.

CORRESPONDE A LA SCP 0827/2017-S1 (viene de la pág. 12)

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

No interviene el Magistrado, Tata Efren Choque Capuma, por ser de voto disidente.
 

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado

PRESIDENTE

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chavez

MAGISTRADO

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