Tfg-N. 1875
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PUBLICIDAD EMOCIONAL:
UN ESTUDIO SOBRE LA ACTITUD ANTE LA PUBLICIDAD
RACIONAL Y EL STORYTELLING
Trabajo de disertación
La actual saturación publicitaria hace que sea necesaria la aparición de nuevas técnicas
que permitan realizar una comunicación comercial efectiva. Entre estas el storytelling se
ha convertido en una de las herramientas más eficaces a la hora de comunicar ya que logra
despertar emociones. El presente se basa en el desarrollo de una encuesta cualitativa, para
demostrar que el uso del storytelling se traduce en una mejora de la actitud hacia la
publicidad por parte de los consumidores y sienta unas bases a tener en cuenta en el
desarrollo de futuras campañas publicitarias.
Abstract
The current advertising saturation makes necessary the appearance of new techniques that
allow effective commercial communication. Among these, storytelling has become one
of the most effective tools when communicating because it manages to arouse emotions.
This paper is based on the development of an experiment to demonstrate that the use of
storytelling translates into an improvement in the attitude towards advertising by
consumers and lays the foundations to be considered in the development of future
advertising campaigns.
1
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 3
3. DISEÑO EXPERIMENTAL....................................................................... 24
3.1. Objetivos y preguntas de investigación ........................................................................................... 24
3.2. Metodología .............................................................................................................................................. 24
4. RESULTADOS ......................................................................................... 30
6. REFERENCIAS ........................................................................................ 43
2
1. INTRODUCCIÓN
El arte de contar historias es algo que ha acompañado al ser humano desde sus orígenes.
Las personas siempre han utilizado las historias para transmitirse información de unos a
otros, así como entre diferentes generaciones. Pero no es hasta hace relativamente poco
que esta práctica milenaria comienza a ser objeto de estudio bajo el nombre de
storytelling. Si bien en todos ámbitos de la vida el storytelling está presente en mayor o
menos medida, la publicidad es un sector en el que adquiere una gran relevancia por sus
implicaciones.
Hasta día de hoy se ha teorizado mucho sobre cómo la publicidad, así como sus diferentes
formatos y formas, influye en los consumidores, en sus actitudes, comportamiento y toma
de decisiones. El storytelling es una de las estrategias de comunicación más recurrente en
la publicidad actual para lograr un mayor acercamiento al público. Es por eso que, a través
de este trabajo, se busca comprobar cómo el público percibe y valora este tipo de
publicidad que apela a lo emocional a través de las historias.
El objetivo de este trabajo, pues, es comprobar que, efectivamente, todo lo que la teoría
nos dice sobre el arte de contar historias y sus implicaciones se cumple, a través de un
caso práctico. Mediante la elaboración de un experimento se comprobará cómo influye la
publicidad en las actitudes del consumidor y se hará un análisis de las mismas frente a
distintos modos de comunicar. Se tendrán en cuenta dos tipos de publicidad según el nivel
de implicación: publicidad racional, basada en mensajes directos con argumentos de venta
meramente factuales acerca del producto; y publicidad a través del storytelling, donde
entra en juego un componente emocional que se transmite a través de la narración de
historias. Para el experimento será considerada la publicidad racional, por ser lo más
estandarizado, como grupo de control, mientras que storytelling, que es el objeto de
análisis, serán considerado grupo experimental.
3
transmitir un mensaje. También se establecerá lo que es el storytelling y qué papel juega
en la publicidad actual, estableciendo las bases necesarias para entender el posterior
experimento. En el segundo bloque se establecerán unos objetivos que se quieren
satisfacer, la metodología a través de la cual se llevarán a cabo y, una vez realizado el
experimento, se hará un análisis de los resultados obtenidos. Para terminar, en el apartado
de conclusión se comentarán las implicaciones de los resultados obtenidos y cómo
encajan con la teoría plantada al comienzo del trabajo.
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2. MARCO TEÓRICO
Fernández Poyatos (2006) y Eguizábal (1998), entre otros, coinciden en que la publicidad
es un fenómeno moderno que surge en nuestro país en el siglo XIX y se consolida con la
aparición de la agencia a principios del siglo XX, relegando las comunicaciones previas
a esta fecha a simples anuncios, manifestaciones aisladas y sin continuidad entre ellas
que, al no basarse en un sistema, no podemos considerar publicidad como tal.
Hasta principios del siglo XX, el único objetivo de la publicidad era puramente comercial:
vender (Checa, 2007). Todo el proceso de creación del discurso empleado por las marcas
era desde un principio pensado, enfocado y estructurado para conseguir ese único
objetivo. Los mensajes se basaban en argumentos racionales cuyo único fin era
meramente informativo: comunicar las características del bien anunciado. Lo importante
era destacar las virtudes y beneficios tangibles del producto y repetirlos cuantas más veces
y a través de más medios, mejor (Eguizábal, 1998).
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Esto tenía sentido en un mercado con poca oferta en el que era relativamente fácil hacer
llegar tu mensaje al público objetivo. Había pocos medios de comunicación y estos
transmitían eficazmente el mensaje a la población. Si se tenía un producto con una
característica única, para hacerlo destacar sobre el resto bastaba con comunicarlo en los
medios disponibles. Pero todo esto cambia cuando la oferta empieza a aumentar y con
ella la saturación mediática. La variedad de productos de iguales características comienza
a complicar la tarea de diferenciar un producto del resto. Las similitudes técnicas hacen
muy complicado crear mensajes racionales que los hagan destacar.
En los años 50 David Ogilvy se da cuenta de que lo que hasta ese momento había
funcionado para conseguir ventas ya no funcionaba más. Ya no bastaba con conseguir
ventas y objetivos a corto plazo, sino que defendía la necesidad de la marca de perdurar
en la mente del consumidor, de crear una imagen a largo plazo, lo que comenzó a llamar
“brand image” (Farran, 2014).
La marca pasa a ser algo más que una etiqueta que da nombre a una empresa; es un
símbolo complejo que representa unos valores y atributos que se transmiten a los
consumidores a través de las asociaciones que se han logrado crear en torno a ella. Es lo
que hace que el consumidor decida si esa marca es o no para él y se decante por un
producto u otro (Gardner y Levy, 1955). Cada anuncio, cada manifestación de la marca,
contribuye a la creación y asentamiento de las bases del significado de este símbolo que
es la imagen de marca (Ogilvy, 1955).
6
cuales menos de un 1% logra ser visto por la audiencia1. Pero, además de la televisión,
hay multitud de medios a través de los que la publicidad quiere abrirse camino hasta los
consumidores. Ya no solo reclaman atención los medios tradicionales, sino que, con los
avances tecnológicos y sobre todo con internet y las redes sociales, se ha abierto un nuevo
abanico de posibilidades para las marcas, que pueden hacernos llegar su mensaje de
múltiples formas y a través de distintos canales. Si esto a priori pudiera parecer
beneficioso para los anunciantes, ya que su posibilidad de hacer llegar el mensaje a la
audiencia aumenta, lo cierto es que quien tiene el control ahora es el usuario.
Como afirma Núñez (2007), la cantidad de información ofertada es mucho mayor que la
demandada. Ya no es un mercado de oferta, es un mercado de demanda en el que el
usuario ya no se sienta delante del televisor a ver lo que este puede ofrecerle, sino que
tiene el poder y la capacidad, en gran medida gracias a las nuevas tecnologías, de decidir
cómo, cuándo, dónde y a qué contenidos quiere estar expuesto y de qué manera estos van
a influir sobre él (Gil y Romero, 2008).
En este contexto de saturación publicitaria no es tarea fácil para las marcas llamar la
atención y, aun cuando lo han logrado, puede no ser suficiente. Se hace necesario ir un
paso más allá. No basta con conseguir que el usuario vea un anuncio, ni con ofrecerle un
buen producto, bien o servicio. Tampoco es suficiente tener precios competitivos. Hay
que darle al público algo más, algo que vaya más allá de las características tangibles del
producto y que despierte su interés. Solo así se conseguirá una publicidad eficaz.
1
Datos extraídos del Índice de la Televisión elaborado por Zenithmedia. Información obtenida en
https://elpais.com/diario/2011/09/07/sociedad/1315346401_850215.html. Recuperado de Farran, 2013.
7
sentido tratar de medir la eficacia de un anuncio si antes no se han definido los objetivos
que se esperan de él (Santana, 1998).
Es evidente que el objetivo final de cualquier marca, como empresa que es, siempre será
el de aumentar sus ventas. Pero, como ya dijo Ogilvy (1955) en su momento, el objetivo
de la publicidad tiene que ser el de crear una actitud hacia la marca que sea favorable y
que perdure en el tiempo. Por otra parte, hay que recalcar que no sería fiable tratar de
medir la eficacia únicamente a través de las ventas ya que estas no están influidas
solamente por la publicidad, sino que otros muchos factores ajenos a esta pueden
intervenir en la decisión de compra, como el precio o la competencia (Osaba, 1994).
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ya sea positiva o negativa, influya directamente en la visión global que el usuario tiene
de la marca. Los valores que nos transmite un anuncio los trasladamos y aplicamos de
manera subconsciente al concepto global que tenemos de la imagen de marca.
Pero para lograr que un anuncio sea eficaz, no basta con captar únicamente la atención
del público, hay que lograr retenerla. Existen multitud de caminos estratégicos que siguen
las marcas para aumentar la eficacia publicitaria como puede ser a través de insights, de
asociación de ideas, de aprovechar las oportunidades, etc. y los anunciantes recurren a
todo tipo de recursos para conseguir visibilidad, desde la música y la estética, el humor,
las metáforas, la repetición e incluso los hay que se arriesgan a ir por el camino de la
molestia o el desagrado. Todos estos recursos tienen algo en común: despiertan
emociones y las utilizan como un medio para un fin (Ceruelo y Gutiérrez, 2003).
2.2.1. Actitud
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afectivo-conductual que da pie a que la eficacia sea susceptible de medición desde que el
público recibe el mensaje y no solamente en forma de datos de ventas. Es decir, se puede
medir la eficacia comprobando los cambios de actitud del consumidor hacia la marca
(Farran, 2014).
2.2.2. Emociones
Como hemos visto, las emociones forman parte de uno de los niveles de la actitud y es
eso lo que las convierte en un elemento clave para el desarrollo de este trabajo.
Las emociones son uno de los factores principales para lograr eficacia y conseguir que un
anuncio sea relevante para el consumidor. Al tratarse de procesos psicológicos complejos,
es difícil definir su significado y delimitar lo que se considera o no emoción. Según el
neurólogo Antonio Damasio (2003), las emociones son respuestas químicas y neuronales
que se desatan en el cerebro cuando este detecta un estímulo con relevancia emocional.
Hasta el siglo XIX, el concepto de emoción no había sido muy relevante desde el punto
de vista sociológico, y es a partir del siglo XX cuando el interés por las emociones se hace
más notable al verse cómo estas pueden influir en los comportamientos sociales de la
gente (Martínez y Segura, 2013). Los neurólogos descubren a principios de siglo que
ninguna decisión es tomada de forma enteramente racional. Por un lado, Zaltman (2003)
afirma que la toma de decisiones está conectada con las partes del cerebro en las que se
procesan las emociones y, por otra parte, Damasio (2005) ratifica que es el mismo sistema
neuronal el que controla tanto las emociones como la capacidad para tomar decisiones de
manera racional. El neurólogo estudia durante toda su investigación cómo las decisiones
no se toman desde la lógica y la racionalidad, como se había dado por sentado hasta el
10
momento. La lógica y la objetividad pueden desplegar las posibilidades de tomar una
decisión u otra, pero nunca son las que eligen, las elecciones están orientadas por
valoraciones personales.
Los publicistas Ries y Trout (1981) aportaron un elemento clave para el desarrollo del
neuromarketing. Desarrollaron una teoría que revolucionó el mundo de la publicidad.
Hasta el momento se había asumido que la función tanto del marketing como de la
publicidad consistía en situar un producto en el mercado. Ries y Trout afirman en su teoría
que el posicionamiento de los productos y las marcas no se encuentra en el mercado, sino
que está en un lugar mucho más abstracto y volátil: en la mente de los consumidores. Esto
es lo que ha de ser conquistado, y una vez la marca se haya situado ahí, el consumidor
podrá acceder mentalmente a ella siempre que quiera para obtener esos beneficios
emocionales que van adscritos a la misma. En definitiva, todo reside en los pensamientos
de los consumidores.
De esta forma, si una compañía tiene un producto sin características destacables, con un
precio que no puede competir en el mercado o simplemente que se ha quedado obsoleto,
lograr una predisposición emocional del público hacia la marca puede otorgar mucha
ventaja (Farran, 2014). Los vínculos emocionales pueden sentar lazos más fuertes, por lo
que un anuncio que provoque emociones al público permanecerá en su recuerdo de
manera más sólida y las emociones que se le han generado se trasladarán y asociarán al
concepto mental global que tenga de la marca. Como hemos visto antes, a través de los
mecanismos del condicionamiento clásico, una emoción positiva -estímulo condicionado-
influye en el anuncio -estímulo incondicionado- y en la percepción que el consumidor
tiene del mismo y así se transfiere una actitud positiva a la marca.
En momentos de crisis es mucho más habitual que la publicidad apele a las emociones.
Para comprobar esto no tenemos más que echar la vista atrás a estos últimos años. Las
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campañas que han lanzado las marcas durante este tiempo de incertidumbre y crisis
generalizada han estado cargadas de emoción y sentimentalismo. En un momento de
flaqueza e inestabilidad, hemos visto cómo una gran cantidad de anunciantes han
recurrido a una publicidad muy emocional en la que nos han mostrado su cara más
sensible, bondadosa y cercana. Ahora más que nunca se está aprovechando la situación
de debilidad del público para tratar de provocar una satisfacción emocional que genere
afecto y una actitud positiva hacia el anuncio e, indirectamente, hacia la marca. Como
afirma Martínez Rodrigo (2013), la publicidad basada en argumentos emocionales cubre
los deseos y aspiraciones del consumidor y este disfruta de las imágenes agradables y
placenteras de la marca que se le presentan. La comunicación de las compañías,
actualmente y en su gran mayoría, está caracterizada por la unión de imagen publicitaria
y emoción.
López Vázquez (2007), a través de su análisis, llega a varias conclusiones. Por un lado,
corrobora que las emociones son un lenguaje universal a través del que podemos
conseguir la empatía del espectador. Y por otro, que los mensajes publicitarios que se
sirven de ellas logran que el consumidor se reconozca a sí mismo y sienta una mayor
semejanza y afinidad tanto psicológica como social hacia la marca.
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el público tenía asociados a ella se interpusieron en la decisión racional sobre su
preferencia real (Farran, 2014).
Hasta ahora se ha visto el papel que juegan las emociones en la publicidad y cómo se ha
hecho necesario para las marcas tratar de integrarlas en sus comunicaciones.
Es evidente la diferencia que puede haber entre un anuncio tipo teletienda y otro de, por
ejemplo, Casa Tarradellas, Ikea o Nike. Sin necesidad de analizarlos en profundidad, se
podría enmarcar el primero en un tipo de publicidad que podríamos considerar más
racional y el segundo, apuesta más por lo emocional. Pero ¿en qué punto un anuncio se
considera que es publicidad racional o publicidad emocional? ¿dónde está el límite entre
una tipología y otra? La publicidad no es ninguna ciencia exacta y por lo tanto es muy
difícil establecer una frontera nítida entre publicidad racional y emocional.
El publicista David Bernstein (1974) es uno de los primeros autores que establece y define
una diferencia entre publicidad racional y publicidad emocional. Este autor determina una
serie de puntos a tener en cuenta para poder diferenciar un anuncio racional de uno
emocional. Entre estos factores estarían: la manera de comunicar el mensaje, si es directa,
simple y sobre explicada o si es indirecta y genera intriga en el consumidor; el plano en
el que se establece el anuncio, si hace referencia a hechos, características físicas y
mecánicas o si se mueve en un plano más imaginativo, simbólico y poético; o las
intenciones que tiene, si busca una participación de la audiencia o si solo pretende que
estos absorban la información presentada. Ambos tipos de publicidad tienen objetivos
similares, pero formas diametralmente opuestas (Bernstein, 1974, como se citó en Farran,
2014).
Martínez Camino (2006) resume estos puntos planteados por Bernstein estableciendo que
los anuncios racionales son los que presentan un producto o marca y las razones para
adquirirlo y la publicidad emocional, más que decir, insinúa, es más indirecta y nos hace
preguntarnos si lo que estamos viendo es un anuncio o no.
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Puto y Wells (1984) definen la publicidad racional o informativa como aquella que ofrece
información basada en hechos verificables y datos relevantes sobre la marca o el producto
presentado. Este tipo de publicidad proporciona al público la posibilidad de valorar el
mérito de los productos después de haber conocido sus características. Por otra parte,
Gutiérrez (1995) define la publicidad emocional como aquella que desde un principio se
piensa y se diseña con la intención de generar determinados sentimientos y emociones en
el público objetivo.
No hay más que prestar atención a cualquier bloque de anuncios de la televisión para
darse cuenta de la evidente diferencia entre estos dos tipos de publicidad. Mientras que
algunos nos presentan información de una manera plana, directa y sin adornos, otros
tienen un enfoque más artístico. En estos segundos suele primar la música, el color, la
estética y, en la gran mayoría, la marca o la información del producto no se desvela hasta
el final. Un anuncio de CocaCola no te está vendiendo simplemente un refresco, te ofrece
la idea de felicidad para al final asociarla al consumo de su producto, igual que, por
ejemplo, los anuncios de Loterías y Apuestas del Estado. De la misma forma,
conduciendo BMW experimentarás una sensación de libertad, si utilizas productos de
Nike podrás superar todos los retos que se te pongan por delante y cuando comas algo de
Casa Tarradellas te sentirás bien, en familia, en tu hogar. Todas estas marcas, a través de
sus comunicaciones, venden sensaciones, emociones y un estilo de vida, y cuando esas
ideas se han instalado en la mente del consumidor, aparece la marca o el producto
mostrándose como el elemento clave para lograrlo.
En respuesta a las cuestiones con las que daba comienzo este epígrafe, cabe destacar que
casi ningún anuncio puede ser pura y radicalmente racional o emocional. Entre estos dos
extremos se extiende una infinidad de posibilidades que combinan ambos mundos para
hacer una publicidad híbrida, pero en este trabajo nos centraremos en la que sí tiende a
ser enteramente de un tipo o del otro. Y si bien es cierto que todo tipo de publicidad es
susceptible de generar algún tipo de emoción, ya sea buena o mala, en según qué persona,
la que establecemos en este trabajo como racional, a diferencia de la emocional, no ha
sido diseñada con ese fin.
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2.4. Storytelling
La narración es algo inherente al ser humano y domina la vida de las personas. Los relatos
forman parte de nosotros, desde siempre han estado presentes en la historia de la
humanidad; no ha existido jamás, en ningún lugar, una sociedad sin relatos (Barthes,
1970). Las historias nos han acompañado durante miles de años y a lo largo de toda
nuestra vida escuchamos, generamos y contamos infinidad de historias. Ya sea real o
ficticia, la narración siempre se ha utilizado como método para transmitir información a
los demás.
El ser humano, de manera innata, tiene la necesidad de conocer y entender el mundo, que
se satisface con la generación de relatos. Las personas tejen historias alrededor de los
sucesos, internos y externos, y de los elementos del entorno para comprenderlos (Turner,
1996. Cooper y Dancyger, 2005). Podríamos considerar que las personas entienden la
vida en forma de historias y que la mente humana es, por lo tanto, una colección de
experiencias recopiladas durante toda la vida (Schank, 1999), a las que el cerebro ha dado
forma de relatos para almacenarlas en la memoria (Farran, 2014).
Esta cualidad humana está sirviendo como herramienta muy útil en la comunicación, ya
sea docente, política, religiosa comercial, etc. para trasladar mensajes de manera más
fácil. Es una tendencia en auge que cada vez está ganando más peso e importancia y que
ha venido para quedarse: el storytelling.
Storytelling, literalmente, significa contar (telling) una historia (story); una idea a priori
sencilla pero tan abierta a la interpretación que, según la perspectiva con la que se mire,
puede entenderse de múltiples formas. Cada autor, en base a su campo de estudio, le
otorga al storytelling un significado diferente.
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la conducta del ser humano. El experto en storytelling Antonio Núñez (2007) es claro y
conciso cuando lo define como el arte de crear y contar relatos. Y, de igual manera que
afirmaba Salmon, Núñez también hace hincapié en la existencia de un fin concreto de
persuasión, conexión y comunicación con los demás. Snowden (1999), por contra, afirma
que el storytelling puede tener múltiples propósitos que van desde el entretenimiento
hasta la pedagogía. Los relatos son universales y tienen la capacidad de derribar barreras
culturales e idiomáticas.
Según el enfoque desde el que lo miremos, hay tantas definiciones de storytelling como
autores. Vizcaíno (2017) recopila en su trabajo varias de estas acepciones y nos da una
definición desde un punto de vista más publicitario que podría encajar con la perspectiva
que queremos darle en este trabajo: storytelling es la «instrumentalización de la innata
habilidad humana de narrar, a través del uso de historias con un fin determinado» (p.75).
Visto lo que se entiende por storytelling, vamos a tratar de acotar sus componentes para
poder así enmarcar el terreno de estudio en el que nos queremos centrar para este trabajo.
Como hemos podido ver en el epígrafe anterior, las definiciones que hemos dado de
storytelling hacen alusión a los términos “relato”, “historia” y “narración”. Acorde a
varios autores y estudios, podríamos establecer diferencias entre ellos y una definición
distinta para cada uno, pero, puesto que nuestro objeto no es tanto profundizar y establecer
una clara diferenciación y definición de estos términos sino definir un esquema de
estructura narrativa mínimo y las características esenciales que nos permitan la selección
de una serie de spots de cara al experimento, vamos a tomar los estudios que hablen tanto
de historia, relato o narración dándoles el mismo valor semántico.
Las historias son el eje sobre el que se articula el aprendizaje humano, ya que nuestro
cerebro está diseñado para pensar narrativamente (Haven, 2007). Es por esto que, como
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ya hemos mencionado, nuestra mente transcribe en forma de relatos las experiencias y
acontecimientos vividos para archivarlos en la memoria. Las personas, a través de los
relatos, son capaces de revivir escenas de sus propias vidas, no solo recreando de manera
descriptiva los hechos, sino recuperando incluso las emociones que les suscitaron esas
vivencias pasadas (Mateos, 2009).
El uso de relatos como medio para transmitir un mensaje es un recurso muy eficaz. Los
relatos consiguen trasladar la información de manera mucho más firme a la audiencia, y
esta asimila más fácilmente la información que está recibiendo. Al ser presentada una
historia sin ninguna pretensión aparente más que la de proporcionar información y, por
ende, un entretenimiento momentáneo, se le otorga a la audiencia la libertad de elegir qué
hacer con ella, cómo interpretarla, qué mensaje sacar. El público, al tener la oportunidad
de reflexionar acerca del contenido de esta narración, aprende e interioriza el mensaje y
las enseñanzas que este conlleva de manera más sólida y estable (Núñez, 2007).
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Para que un relato pueda considerarse como tal, tiene que presentar un mínimo de
elementos básicos que lo identifiquen. Vizcaíno (2013, 2017) recopila en su tesis varios
de estos elementos basándose en la obra de Núñez y en las aportaciones a su investigación
de la storyteller Belén Torregrosa. A saber, estos elementos son:
Conflicto
No necesariamente entendido de manera negativa, sino como detonante que da
comienzo a los sucesos de la historia.
Sensaciones y emociones
El público tiene que ser capaz de sentir la historia a través de cuantos más sentidos
mejor. En la narrativa audiovisual, este elemento cobra peso al poder plasmar las
historias a través de imágenes y sonidos. Cuantos más sentidos llegue a estimular y
más sentimiento transmita el relato, más emoción por parte de la audiencia logrará
conseguir.
Libertad
Dentro de que un relato está formado por una serie de secuencias ya establecidas,
tiene que haber libertad para la interpretación de la trama. Cada persona puede
completar la historia con su visión particular.
Compasión
Una buena historia ha de ser capaz de sanar. El espectador tiene que encontrar en el
relato un consuelo.
Intuición
No todo el conocimiento se puede adquirir con estudio, hay lugares a los que solo se
puede llegar a través de la intuición que nos otorga el hecho de ser seres humanos.
Todas estas características que hemos aplicado a la narración y a los relatos son las que
logran que las historias sean capaces de atraer, capturar y retener la atención del público,
se extiendan llegando a todas partes, se adapten a cualquier tipo de audiencia y,
globalmente, supongan una forma en sí de ver y entender el mundo (Snowden, 1999).
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2.4.3. Storytelling en publicidad
Desde hace años, los profesionales de la publicidad se han estado basando en el útil
recurso del storytelling, que podríamos decir que es, de manera abrupta, la sustitución del
“mensaje” a comunicar por “relato” y el “emisor”, por “narrador” (Núñez, 2007). Dado
que el ser humano tiene una predisposición a almacenar la información que recibe en
forma de historias (Schank, 1999), esta técnica se ha vuelto uno de los recursos más
utilizados para aumentar la capacidad de emocionar de la publicidad. El storytelling logra
hacer partícipe de una gran historia al espectador que, debido a esta tendencia de la
publicidad hacia la narración, bien podrían pasar a denominarse audiencia, en lugar de
consumidor; de la misma manera que se pueden considerar las campañas publicitarias
como secuencias narrativas (Salmon, 2008).
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De esta manera y si se es constante, las marcas podrán empezar a entenderse como como
un relato sostenido en el tiempo (Núñez, 2007). Por su parte, Denning (2006), recalca que
el storytelling, si hablamos en términos empresariales, no es un fin en sí mismo sino una
herramienta que servirá para lograr los objetivos comerciales que hayan sido previamente
fijados.
1. Mensaje
El storytelling publicitario tiene como fin comunicar un mensaje. Una historia sin una
idea definida de lo que se quiere transmitir no tiene razón de ser.
2. Conflicto
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Demasiada tranquilidad en una historia la hace aburrida. El ser humano busca
instintivamente la calma y el equilibrio, por lo que un relato que presenta un conflicto
activa a la audiencia, la cautiva, ya que apela a la necesidad humana de mantener la
armonía. El conflicto es el motor de una buena historia
3. Personajes
Teniendo un mensaje a transmitir y un conflicto, se necesitan unos personajes que
interactúen y lo desarrollen. Toda historia, por regla general, se erige alrededor de un
personaje principal que persigue una meta y que irá interactuando con otros durante
el desarrollo de esta. Para que el público empatice y se involucre emocionalmente con
la historia, debe ser capaz de sentirse identificado con los personajes.
4. Trama
Es la forma en la que se desarrolla la historia, lo que ocurre. El progreso de los
acontecimientos tiene que pensarse de manera cuidadosa y muy consciente
propiciando siempre el mantenimiento del interés de la audiencia. El esquema típico
de una trama y que más habitualmente vemos comenzaría con la presentación del
protagonista dentro de un escenario, a este se le presenta un conflicto que trastoca su
paz y comienza así su viaje para resolverlo. A partir de aquí la tensión va en aumento
hasta que al final se resuelve el conflicto, la tensión se disuelve y el protagonista
recupera la armonía de su vida. La trama puede desarrollarse de infinitas maneras
diferentes.
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valores y deseos. Esta activación en la memoria del espectador es lo que consigue ganarse
su atención y despertar su interés. Gracias a estas conexiones, el consumidor es capaz de
entender esa historia como algo ligado a ese elemento familiar que se ha detectado. Con
una audiencia implicada logramos una mejor comprensión e interiorización del mensaje
(Bruner, 1991).
Guber (2011) afirma, basándose en sus propias vivencias, que datos presentados tal cual,
generalmente no motivan ni mueven a actuar al ser humano, no son memorables. Como
reza el título de su libro, es necesario «contar para ganar»; contar historias con un
propósito es la mejor manera de ganarse al oyente y persuadirlo para conseguir que haga
lo que tú estás buscando. Gottschall (2012) se sirve de los hallazgos de Guber para seguir
dotando de valor al storytelling con una base más científica y llega a las mismas
conclusiones, pero, a diferencia de Guber, sus argumentos se sostienen en la
experimentación y no en la experiencia. Conforme lo que dice este autor, durante las
últimas décadas, se ha ido comprobando que la narrativa y la ficción tienen mayor
capacidad para modificar los pensamientos de la gente que la información basada en datos
y argumentos. Estudios psicológicos demuestran que las historias son capaces de afectar
a la mente humana, pudiendo influir en los miedos, las esperanzas o los valores de las
personas.
Por otro lado, el trabajo de Briñol et al. (2010) nos demuestra cómo la actitud frente a un
estímulo esta puede verse afectada y modificada a través de las emociones que este
suscita. Los autores, a lo largo de su trabajo, tienen en cuenta los diferentes niveles de
pensamiento hacia el mensaje persuasivo en cuestión en las que se puede encontrar el
consumidor y concluyen que en situaciones de poco o moderado pensamiento, es decir,
cuando no se está prestando demasiada atención al mensaje, como puede ser durante la
exposición a publicidad, las emociones influirán sobre la actitud gracias a procesos
psicológicos de baja implicación, como puede ser el condicionamiento clásico (Briñol et
al., 2010).
Con todo esto, cabe esperar que la publicidad audiovisual basada en el storytelling genere
un vínculo más estrecho entre el consumidor y la marca y asimismo se refuerce la actitud
positiva del espectador hacia ella.
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23
3. DISEÑO EXPERIMENTAL
3.2. Metodología
Para comprobar los efectos tanto del storytelling como de los anuncios racionales, se ha
seguido el procedimiento de un experimento para el que se han creado dos grupos:
experimental y de control. El grupo experimental corresponde a las respuestas de los spots
de storytelling y el grupo de control se refiere a las respuestas a los spots racionales
tradicionales, de manera que cada spot de storytelling tuviera una contrapartida en el
24
grupo de control con un spot racional de la misma marca y con duración y productos
similares.
Para este estudio no tenemos un grupo experimental y otro de control al uso, sino que en
ambos grupos hemos intercalado los anuncios de storytelling y racionales, funcionando
cada uno de los dos grupos como control del otro dependiendo de la marca. Es decir, en
el primer visionado el Grupo 1 estará expuesto al anuncio racional y funcionará como
grupo de control, y el Grupo 2 por su parte verá el anuncio con storytelling y funcionará
como grupo experimental. Para el segundo anuncio se cambiarán los papeles y así
sucesivamente hasta completar los cinco anuncios. De esta manera, evitamos la
posibilidad de que los encuestados se saturen y esto pueda condicionar las respuestas, y
confirmamos que las valoraciones son genuinas y no se deben al efecto acumulativo de
haber visto cinco anuncios seguidos de la misma tipología.
Además, los pares de spots (uno de storytelling y otro de racional de la misma marca),
que se han seleccionado, corresponden a diferentes sectores productivos: telefonía móvil,
colchones, automóvil, motores de búsqueda de alojamientos y cadenas de comida rápida.
Al ser marcas tan dispares, podremos tener una visión más global de las implicaciones
que puede llegar a tener el storytelling en la publicidad.
Los anuncios que se han incluido han sido elegidos en base a las características que han
sido desarrolladas previamente a lo largo del trabajo. Los considerados racionales no
buscan comunicar nada más allá de las características tangibles del producto anunciado y
los de storytelling presentan los 4 elementos que hemos establecido como básicos para
considerarlo storytelling. La selección de los pares de anuncios se describe brevemente
en la Tabla 1.
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Storytelling Spot Los dos anuncios muestran un coche y nos hablan de las
Audi características del mismo. Los dos tienen duraciones muy
Racional Spot similares.
Storytelling Spot
Los dos anuncios se centran en el relanzamiento de un
McDonalds
producto clásico de la marca.
Racional Spot
Storytelling Spot
Tienen duraciones similares y ambos ponen el foco de la
Flex
comunicación en el colchón.
Racional Spot
Para realizar la encuesta, ambos grupos tenían que visualizar los cinco spots en total y
evaluar once afirmaciones en referencia a cada spot siguiendo una escala de Likert del 1
(Nada de acuerdo) a 5 (Totalmente de acuerdo). Para la selección de las afirmaciones nos
hemos basado en las escalas propuestas por Gordon Bruner (2009, 2012) para la
investigación del comportamiento del consumidor. El autor, basándose en trabajos
previos como los de Crites, Fabrigar y Petty (1994) y Petty, Wegener y Fabrigar (1997)
sobre la psicología, así como de Bruner (1995, 1998) sobre la publicidad, elabora una
serie de escalas que miden las actitudes hacia un anuncio separando los aspectos
generales, afectivos, cognitivos y empáticos de las mismas.
Sirviéndonos de los ítems que propone en sus trabajos recopilatorios, vamos a tratar de
medir la actitud hacia el anuncio que, como hemos dicho, separaremos en general,
cognitiva, afectiva y empática; la actitud hacia el producto y la actitud global hacia el
anunciante o marca.
26
y permitirnos medir la reacción del sujeto al anuncio al que ha sido expuesto.
Una afirmación así de general, sin entrar en ningún adjetivo concreto, nos sirve para hacer
una evaluación global del anuncio, a diferencia de las afirmaciones siguientes que tienen
como objetivo medir componentes más concretos de la actitud.
Como hemos visto a lo largo del trabajo, la actitud que muestren los sujetos hacia el
anuncio se traducirá en esa misma actitud hacia la marca, por lo que esta es una afirmación
que de manera indirecta también nos arroja resultados sobre la actitud que puedan tener
los encuestados en referencia al concepto global de la imagen de marca (véase Kim, Allen
y Kardes, 1996). Por lo tanto, tomaremos esta afirmación como principal y la
analizaremos de manera separada para interpretar los resultados como generales acerca
de las diferencias entre anuncios racionales y con storytelling.
27
6. “Ahora puedo comparar esta marca
con otras de la competencia” Estas afirmaciones pretenden evaluar la
actitud hacia el anuncio con un componente
más informativo, con las que evaluaremos
en qué grado los encuestados consideran
que los anuncios proporcionan información
7. “El anuncio ha dado poca información útil para la toma de decisiones.
del producto”
28
A parte de la valoración de estas afirmaciones, la encuesta incluía una sección inicial en
la que los participantes respondían con sus datos personales: sexo, edad, tipo de
publicidad más frecuentemente consumida y tiempo diario de exposición a publicidad.
Además de estos datos, también se solicitaba a los encuestados que valoraran, de nuevo,
del 1 al 5, diferentes marcas de los sectores a los que pertenecían los spots usados. Es
decir, que en el sector de telefonía móvil (del cual, la encuesta incluye spots de Samsung),
los encuestados tenían que valorar tanto a Samsung como a otras cuatro marcas de la
competencia. Esto se aplicó con los cinco sectores productivos incluidos en la encuesta
(telefonía móvil, colchones, automóvil, portal de vacaciones y restaurantes de comida
rápida). El objetivo de incluir esta sección inicial es el de evaluar la actitud previa de los
encuestados a las cinco marcas que se incluyen en la encuesta, la valoración de las otras
cuatro marcas del sector solamente cumple la función de ser un distractor que nos sirve
para obtener una valoración comparativa de la marca incluida en la encuesta. Así, en la
medida de lo posible, evitaremos activar previamente la marca y que esto pueda
contaminar los resultados. Gracias a esta parte de la encuesta, pudimos analizar si existían
diferencias significativas en la valoración inicial a cada marca entre el Grupo 1 y el Grupo
2.
29
4. RESULTADOS
Una vez concluidos 5 días desde la emisión de la encuesta, se recogieron los datos que se
habían producido. El número total de participantes fue 48, 23 respondieron al Grupo 1 y
25 respondieron al Grupo 2. Para realizar el análisis estadístico de los resultados, se ha
utilizado la aplicación SPSS versión 27 que permite extraer todos los datos estadísticos y
comparar las medias de los grupos.
Los primeros resultados que se han obtenido son los de la valoración inicial a cada marca
entre el Grupo 1 y el Grupo 2, esta valoración se ha usado para conocer la actitud
preexistente hacia cada marca y conocer si existe alguna diferencia significativa que
perturbe los siguientes análisis estadísticos. Para analizar los resultados de la actitud, se
han extraído la media y desviación estándar de las valoraciones de cada grupo y se ha
aplicado el test Brown-Forsythe con un valor de significación de α=0,05 para determinar
si existen diferencias significativas entre los dos grupos. Se han marcado en verde las
diferencias significativas. Los resultados de este análisis se pueden observar en la Tabla
3,
Tabla 3. Resultados de valoración inicial hacia las marcas usadas en la encuesta en cuanto a
los grupos 1 y 2.
30
La actitud previa hacia Samsung, Flex, Audi y Trivago ha sido similar en el Grupo 1 y en
el Grupo 2, las cuatro comparaciones muestran un p-valor por encima del estipulado 0,05.
Por este motivo, podemos determinar que las posibles diferencias que se encuentren en
los análisis posteriores deben deberse a la exposición a los diferentes anuncios y no a las
ideas preconcebidas de los participantes hacia la marca. Por otra parte, en el caso de
McDonalds, la diferencia entre las medias de los dos grupos es significativa, el p-valor es
menor que 0,05 (0,024). Así pues, podemos considerar, al haber diferencias significativas,
que ambos grupos tienen una predisposición diferente y están condicionados por su
actitud previa. Por este motivo, en los análisis posteriores no podremos determinar si las
diferencias encontradas entre el grupo storytelling y racional se deben a la exposición a
los spots o a las ideas preconcebidas de cada grupo. Por lo que, a partir de aquí, no se
tendrá en cuenta McDonalds en el análisis de los resultados.
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Tabla 4. Comparación de valoración de las 5 marcas respecto a la afirmación “Me ha gustado
el anuncio”.
Estadísticos (ANOVA)
Tipo
Marca Grupo N x̅ σ
publicidad Suma de Media
gl F Sig.
cuadrados cuadrática
Entre
1 Racional 23 3,3 1,063 3,97 1 3,97 3,688
grupos
Samsung Dentro de
2 Storytelling 25 3,88 1,013 49,51 46 1,076 0,061
grupos
Total 48 3,6 1,067 Total 53,479 47
Entre
1 Storytelling 23 4 0,798 9,277 1 9,277 10,5
grupos
Dentro de
Audi 2 Racional 25 3,12 1,054 40,64 46 0,883 0,002
grupos
Total 48 3,54 1,031 Total 49,917 47
Entre
1 Racional 23 3 1,243 4,907 1 4,907 3,06
grupos
Dentro de
Trivago 2 Storytelling 25 3,64 1,287 73,76 46 1,603
grupos 0,087
Como se puede observar, las diferencias significativas han ocurrido en Audi (con un p-
valor de 0,002) y en Flex (con un p-valor de 0.049). En el primer caso, Audi, la valoración
media de storytelling (x̅=4) es significativamente superior a la valoración del anuncio
racional (x̅=3,12). En el otro caso de significación, Flex, la valoración ocurre en la misma
dirección, la valoración del storytelling (x̅=3,96) es significativamente mayor a la
valoración de anuncio racional (x̅=3,3). En el resto de comparaciones no se han
encontrado diferencias significativas.
Una vez analizada la primera afirmación de todos los anuncios, pasamos a los resultados
de cada uno de los cuatro anuncios restantes. Como se ha dicho, se ha eliminado el análisis
de la marca McDonald 's. El análisis de las 4 marcas restantes se ha elaborado usando un
32
test Brown-Forsythe para la comparación de medias en cada grupo (storytelling o
racional). De nuevo, el p-valor se ha marcado en α=0.05 y se han señalado los valores
significativos en negrita. El primero de estos análisis es el de la marca Samsung, que se
puede ver en la Tabla 5.
33
En el anuncio de Samsung hay tres afirmaciones que presentan diferencias significativas:
“El anuncio me ha llamado la atención” con una diferencia significativa en favor de
storytelling, “Ahora puedo comparar esta marca con otras de la competencia en cuestiones
que son importantes para mi” con una diferencia significativa en favor del anuncio
racional y “El producto me ha parecido atractivo” con una diferencia significativa en
favor del anuncio racional.
34
Estoy más interesado en la Storytelling 23 2,26 1,322
marca como resultado de Racional 25 2,76 1,363 1,658 0,204
ver el anuncio Total 48 2,52 1,353
Storytelling 23 2,57 1,308
Le recomendaría la marca
Racional 25 3,08 1,441 1,683 0,201
a un amigo
Total 48 2,83 1,389
De igual forma a las Tablas 5 y 6, se ha realizado el análisis estadístico para los resultados
de Trivago. Los resultados se pueden consultar en la Tabla 7.
35
El anuncio hizo Racional 23 2,04 1,224
afirmaciones exageradas y
Storytelling 25 2,68 1,03 3,768 0,059
falsas sobre el producto
Samsung Total 48 2,38 1,16
Racional 23 3,17 1,114
El producto me ha
Storytelling 25 3 1,041 0,311 0,58
parecido atractivo
Total 48 3,08 1,069
Estoy más interesado en la Racional 23 3,35 1,265
marca como resultado de Storytelling 25 3,12 1,394 0,352 0,556
ver el anuncio Total 48 3,23 1,325
Racional 23 3,26 1,096
Le recomendaría la marca
Storytelling 25 2,92 1,077 1,178 0,283
a un amigo
Total 48 3,08 1,088
Observando los valores en color verde, podemos observar que ha habido diferencias
significativas en cuatro afirmaciones: “El anuncio es fácil de seguir” en favor de Racional,
“El anuncio me ha llamado la atención” en favor de storytelling, “El anuncio da respuesta
a mis necesidades” en favor del anuncio racional y “Ahora puedo comparar esta marca
con otras de la competencia en cuestiones que son importantes para mi” en favor del
anuncio racional.
36
Ahora puedo comparar esta marca Racional 23 3,04 1,186
con otras de la competencia en Storytelling 25 2,2 1 7,032 0,011
cuestiones que son importantes para
mi Total 48 2,6 1,162
Racional 23 2,7 0,974
El anuncio ha dado poca
Storytelling 25 3,04 1,338 1,051 0,311
información del producto
Total 48 2,88 1,178
Racional 23 2,43 1,121
El anuncio hizo afirmaciones
exageradas y falsas sobre el Storytelling 25 2,32 1,249 0,113 0,739
producto Samsung
Total 48 2,38 1,178
Racional 23 3,22 0,998
El producto me ha parecido
Storytelling 25 3,04 1,274 0,291 0,592
atractivo
Total 48 3,13 1,142
Racional 23 3,13 1,058
Estoy más interesado en la marca
Storytelling 25 3 1,225 0,157 0,694
como resultado de ver el anuncio
Total 48 3,06 1,137
1 23 2,87 1,058
Le recomendaría la marca a un 2 25 3,16 1,068 0,895 0,349
amigo
Total 48 3,02 1,062
En este caso se pueden observar tres diferencias significativas: “El anuncio me ha llamado
la atención” en favor de storytelling, “El anuncio ha conectado conmigo en algún aspecto”
en favor de storytelling y “Ahora puedo comparar esta marca con otras de la competencia
en cuestiones que son importantes para mi” en favor del anuncio racional.
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5. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Durante la discusión, y de manera similar que en los resultados, se hablará de que un tipo
de publicidad beneficia o perjudica a las afirmaciones que se han presentado;
entendiéndose por ello que un tipo de publicidad beneficia o perjudica los aspectos del
anuncio que subyacen a la afirmación. El motivo de incluirlo de esta manera es el de
mostrar los resultados fielmente a lo que opinaron los encuestados.
Tras estudiar los resultados obtenidos, podemos comprobar que las respuestas no van en
único sentido todo el tiempo. Se ha detectado que, aunque la actitud hacia el storytelling
ha beneficiado a varias de las afirmaciones, no se ha visto una respuesta consistente en
todas ellas, puntuando a veces más alto este y a veces el anuncio racional.
De manera global, la actitud ha sido mejor valorada en anuncios con storytelling, pero
cuando se está preguntando por otros aspectos de la actitud que se refieren más a los
componentes informativos, no siempre sale beneficiado.
38
Partiendo de las diferencias significativas que se han dado, vamos a establecer una
comparación entre las frecuencias con las que han ido ocurriendo estas diferencias en
función del tipo de anuncio. Es decir, vamos a analizar, de forma general, a qué
componentes de la publicidad ha influido significativamente el storytelling o el anuncio
racional. Para ello, hemos elaborado una tabla más para concentrar las diferencias
significativas que ocurren en cada tipo de publicidad (Tabla 9)
A nivel general, estos indican que la elección de anuncio racional o elección de anuncio
con storytelling afecta en el mismo grado, aunque a afirmaciones diferentes. Aunque solo
en base a las 11 afirmaciones que han compuesto el experimento, se han encontrado las
mismas diferencias en cada tipo de publicidad. Estos datos explican cómo cada tipo de
publicidad beneficia a un número similar de afirmaciones; utilizamos similares y no
idénticas porque debemos recordar que la afirmación “El anuncio ha dado poca
información del producto” del grupo storytelling indica un perjuicio en términos
39
tradicionales de la publicidad, que bien podría entenderse simplemente como una
característica inocua, que no produce efectos positivos ni negativos.
Debido a que los dos tipos de publicidad son similares en cuanto a porcentaje de
afirmaciones, lo verdaderamente interesante se presenta en qué afirmaciones se ven
afectadas por cada tipo de publicidad.
En el caso de storytelling, parece que este tipo de publicidad beneficia la afirmación “Me
ha gustado el anuncio”, “El anuncio me ha llamado la atención” y “El anuncio ha
conectado conmigo en algún aspecto”; sin embargo, parece que la afirmación “El anuncio
ha dado poca información del producto” es una característica en este tipo de anuncio.
Así, estos resultados muestran, de manera similar, lo que se predecía en el marco teórico
sobre el storytelling. Este incorpora vínculos afectivos y de asombro hacia la marca y
logra captar sin ningún problema la atención del público, así como generar una buena
actitud y percepción del mismo.
Sin embargo, no se mencionó que el storytelling contara con la característica de dar poca
información del producto. Aunque no se manifestó de forma explícita, sí que se podía
deducir esto por la naturaleza del propio storytelling. Es remarcable además como en el
caso de “El anuncio me ha llamado la atención” ha obtenido diferencias significativas en
favor del storytelling en todos los anuncios. Esto parece indicar que la característica más
prominente del storytelling es la de llamar la atención del consumidor, de marcar una
diferencia con otros tipos de publicidad.
Por otra parte, en el caso de los anuncios racionales, no se esperaba que beneficiaran con
tanta diferencia a ciertas afirmaciones como “El anuncio es fácil de seguir”. Si bien es
cierto que esta afirmación solo es significativa en uno de los casos, no deja de ser un
resultado sorprendente ya que la publicidad racional, como hemos visto, no capta tan bien
la atención del espectador.
40
El resto de diferencias significativas para la publicidad racional, al igual que las que se
han dado para el storytelling, responden a lo establecido en el marco teórico. Podemos
comprobar que este tipo de anuncios consigue transmitir de manera efectiva la
información que demanda el público para un fin más comercial.
El objetivo principal de este estudio era validar la información publicada hasta la fecha
que hemos ido recogiendo lo largo de las páginas de este trabajo acerca del storytelling y
comprobar que el tipo de publicidad influye en la actitud que se desarrolla hacia el
anuncio en sí. Como podemos comprobar en los resultados de las encuestas, hay notables
diferencias de actitud hacia los diferentes tipos de publicidad, por lo que podemos afirmar
que, en efecto, el storytelling funciona eficazmente.
Por otro lado, a pesar de que la teoría afirme que sí, a través de este experimento no se ha
podido comprobar que una actitud favorable hacia el anuncio implique también una
mejora de la actitud hacia la marca como habíamos establecido en el marco teórico. Como
vemos, las afirmaciones que pretendían medir la actitud hacia la marca no han obtenido
ninguna respuesta significativa, ni a favor ni en contra. Por lo que podemos decir que,
aunque la publicidad con storytelling mejore la actitud hacia el anuncio expuesto en sí,
esta no se extiende a la marca. Cabe la posibilidad de que esta situación sí que se dé tras
una exposición más prolongada y repetida al estímulo, pero definitivamente no tras un
solo visionado. También hay que tener en cuenta la situación en la que se han visto los
anuncios, ya este es un estudio que está muy limitado tanto a la muestra como a la
situación experimental en sí, por lo que los resultados, aunque no fiables al 100%, sí que
nos muestran la tendencia general.
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comprobamos que el anuncio con storytelling ha gustado. Esto es una afirmación muy
significativa tratándose de publicidad, ya que estamos hablando de un tipo de
comunicación que, por regla general, no despierta actitudes muy positivas. A la gente no
le gusta ver publicidad, por lo que concluimos que si dos de los cuatro anuncios les han
gustado significativamente es porque el storytelling funciona de manera muy efectiva.
Como conclusión final, cabe decir que los resultados en general eran bastante esperables
dado el marco teórico, pero no deja de ser interesante ver desgranados los componentes
de la actitud y cómo estos se ven afectados de una forma u otra dependiendo de las
características y contenido del anuncio al que se expone al público.
42
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