Macro I 11 Curva de Phillips y Mercado de Trabajo
Macro I 11 Curva de Phillips y Mercado de Trabajo
Macro I 11 Curva de Phillips y Mercado de Trabajo
Nf N
u= ff
ff
f
0f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ftf
f
f
@
[2]
N0
De acuerdo con lo antedicho, los salarios que se ofrecerán en el período “t” serán superiores a
los ofrecidos en el período “t - 1”, si es que se ha verificado un exceso de ocupación (demanda
excedente de trabajo) en el sector industrial en tal período. De modo contrario, si durante el
período “t + 1” existió oferta excedente de trabajo y muchos trabajadores no encontraron empleo
pleno, los salarios que se ofrecerán en “t” serán inferiores.
W
Wt+1
Wt
Wt-1
Nd
N0 N
Cuadro 11.1 – Oferta de trabajo dinámica
Estas dos simplificaciones pueden ser asumidas, puesto que utilizamos este modelo para
explicar el funcionamiento de una economía en el corto plazo. En el largo plazo, habrá que
considerar tanto variaciones de la productividad, como variaciones en el factor capital.
1
Dornbusch – Fischer, op. cit.
Macroeconomía I 2
Y = AN [4]
Y
Y = AN
N (empleo)
Cuadro 11.2 – Función de producción lineal
Supongamos una empresa que fabrica sillas, y donde el salario nominal pagado a cada
trabajador es de $ 1500.- mensuales. La productividad del trabajo es de 30 sillas al mes. O sea,
cada trabajador monta 30 sillas al mes.
W = $ 1500 / mes
A = 30 sillas / mes
El costo laboral unitario será W/A = 1500/30 = $ 50.- por unidad producida.
En un entorno de competencia perfecta, el precio fijado por las empresas sería el Costo Marginal
(CMg) de producción, es decir, W/A, y los beneficios serían nulos. Sin embargo, dado que
muchos mercados de bienes no son competitivos, las empresas buscarán obtener un beneficio,
por tanto el precio deberá ser tal que permita cubrir los costos y proporcionar dicho beneficio.
Es decir:
Dada la relación vista en [4], podemos escribir, para un período “t” cualquiera:
Yf
f
ff
f
tf
f
ff
Y t = AN t Q A = [8]
Nt
Análogamente será, atendiendo
` a la arelación de mark-up vista en [5]:
P t Y t =W t N t 1 + z [9]
Nf
f
ff
ff
f
f`
f a
P t =W t t 1 + z
Yt
[10]
1f
f
f+f
f
ff
ff
f
fzf
f
ff
P t =W t
A
De este modo, podemos reemplazar
h en la expresión
i [1] Wt por Pt y Nt por Yt, quedando así:
Nf N
W t =W t @ 1j1 @ ε ff
ff
f
0f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ftf
f
f
@ k
N0
Yf
Y = NA Q N = ff
ff
h
A i
[11]
Yf
f
ff
0f
f
ff Yf f
ff
tf
f
ff
l f
f
fff
f
@
f
ff
ff
f
f f
f
ff
fff
fm
f
f
l A A m
W t =W t @ 1l
j1 @ ε Yf
m
k
f
ff
f
f
0ff
A
A continuación utilizamos [7] para reemplazar
h W por i
su expresión en términos de precios:
Yf
f
ff
0f
f
ff Yf f
ff
tf
f
ff
f
f
fA
f
f
ff
f
ff
f
ff
f
f f
fA
f
f
ff
f
ff
f
ff
f
fl
f f
f
fff
f
@
f
ff
ff
ff
ff
ff
fff
fm
f
f
l A A m
Pt = Pt @ 1 l1 @ ε
j
m [12]
1+z 1+z Yf
f
ff
0f
f
ff k
A
Simplificando la expresión
h anterior, es: i
Yf
P t = P t @ 1j1 @ ε ff
f
0f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
tf
f
f
@Y k
Y0 [13]
b c
P t = P t @ 1 1 @ εµ
Lo antedicho representa una oferta agregada móvil, que genera oferta a un precio más alto si el
desempleo del período corriente fue mayor al anterior.
P
Pt+1
Pt
Pt-1
DA
Y0 Y
Cuadro 11.3 – Funcion de OA dinámica
2
Véase al respecto Dornbusch-Fischer, “Macroeconomía”, 5ta. Edición, McGraw Hill.
Macroeconomía I 4
período “t” serán superiores a los ofrecidos en el período “t - 1”, si es que se ha verificado un
exceso de demanda agregada en ese período. De modo contrario, si durante el período “t + 1”
existió oferta agregada excedente de trabajo y muchos productos no encontraron ubicación en el
mercado, los precios que se ofrecerán en “t” serán inferiores.
Pf b c
f
f
ff
ff
f
tf
f
ff
f
ff
= 1 @ εµ t
Pt@ 1
f
fPf
f f
f
ff
tf
f
ff
f
ff
@ 1 = @ εµ t
Pt@ 1 [14]
Pf
fff
tf
f
ff
@f
f
ff
f
fP
f
f
ff
f
ftf
f
ff
f
ff
1f
f
ff
@
= @ εµ t
Pt@ 1
π t = @ εµ t
La verdadera curva de Phillips lleva el apellido de su descubridor original, A.W. Phillips, quien
investiga el mercado laboral británico desde fines del siglo XIX hasta la posguerra, y descubre la
existencia de una relación de intercambio (trade-off) entre la tasa de crecimiento anual de los
salarios nominales y la tasa de desempleo efectiva.
dW/dt
Curva original de Phillips
0 uN = 5,5% u (Desempleo)
Phillips aprecia, entre otras cosas, el hecho de que disminuciones en la tasa de desempleo
ocasionaban tasas de crecimiento mayores en los salarios nominales al año siguiente, y a la
inversa, cuando se acentuaban las condiciones de desempleo, los salarios frenaban su
crecimiento con respecto al período anterior.
Descubre asimismo que para el mercado laboral británico, una tasa de desempleo del 5,5% era
compatible con un estancamiento completo de los salarios nominales; o sea, una tasa nula de
crecimiento de los mismos. Esta relación entre tasa de crecimiento de salarios nominales y
desempleo, sumado a desarrollos posteriores (tales como el “exceso de demanda de Lipsey” y la
“variación Samuelson-Solow”) migró hacia la relación entre inflación y desempleo tal como se la
conoce hoy.
La Curva de Phillips materializa el conflicto entre objetivos que implica la imposibilidad de poder
acceder simultáneamente a una situación de pleno empleo y estabilidad de precios. En todo
caso, podrá aceptarse estabilidad de precios coexistente con cierto desempleo, o en cambio,
reducir a mínimo el desempleo, pero aceptando la existencia de una tasa de inflación moderada.
Macroeconomía I 5
Cierto es que las condiciones de regulación laboral en los diferentes países pueden determinar
diferentes posiciones y pendientes de esta curva en diferentes países. Es posible pensar que
países con mayor poder de negociación sindical o mayores regulaciones laborales experimenten
una curva de Phillips más desplazada hacia la derecha que aquellos países con mercados más
desregulados o con menos poder sindical para establecer altos salarios nominales3.
En el largo plazo, si la inflación real coincide con la esperada, se genera el hecho de que la tasa
de desempleo converge con la natural:
π t = π te [ µ t = µ n [16]
Se mide como discrepancia entre la inflación real y la esperada, y como diferencia entre la tasa
de desempleo real y la Tasa Natural de Desempleo (NUR)4. Friedman define la NUR (Natural
Unemployment Rate) como aquella tasa de desempleo a la que los flujos desde y hacia el fondo
de desempleados (ver gráfico anterior) se compensan exactamente. Justo la tasa que Phillips
estimó en alrededor del 5.5%, con variaciones entre países5.
Una vez que la tasa de inflación aumentó, las expectativas de los agentes económicos se
adecúan a la nueva situación y el desempleo lentamente vuelve a su tasa natural. Esto está
representado por el pasaje de los puntos a’ a b; b’ a c, y así sucesivamente.
Inflación
(π)
Curva de Phillips
de Largo Plazo
π4
d'
π3 c’ d
π2 b’ c CP4
π1 a’ b CP3
a CP2
NUR Desempleo (µ)
CP1
Cuadro 11.5 – Hipótesis NUR o Curva de Phillips de largo plazo
La insistencia de los gobiernos en reducir el desempleo sólo logra estabilizar la tasa natural a
tasas de inflación crecientes. Por ello lleva el nombre de “hipótesis aceleracionista” de la
inflación. Esto implica que existen infinitas curvas de Phillips de corto plazo, cada una de ellas
3
Véase apéndice al final de este capítulo sobre la Curva de Phillips.
4
También conocida como NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment).
5
Esta tasa “natural” de desempleo será vuelta a analizar en el capítulo 47, con un método de obtención diferente, planteado por
Blanchard.
Macroeconomía I 6
compatible con una cierta tasa de inflación esperada. Y todas ellas se mueven a lo largo de una
imaginaria línea vertical, que constituye la curva de Phillips de largo plazo.
Romper este círculo vicioso implicaría, para los autores, en lugar de desarrollar políticas activas
de reducción de desempleo, disminuir aquellas regulaciones laborales o rigideces del mercado
de trabajo que impiden reducir la NUR, con lo cual la recta de largo plazo se desplazaría hacia
la izquierda.
Podemos pensar que la población realiza una predicción de la tasa de inflación en “t”
equivalente a la tasa de inflación del período anterior, y como reacción a las variaciones del
desempleo del período respecto al vigente en el período anterior. Esto genera una expresión
diferente a la vista en [15] de la curva de Phillips:
π te = π t @ 1
b c [17]
π t @ π t @ 1 = @ ε µ t @µ t @ 1
Existe una regla empírica denominada “Ley de Okun”, que nos indica que aproximadamente por
cada 2.5% de aumento en la tasa de crecimiento del PBN por encima de la tasa natural de
crecimiento de esa economía, se generará un punto porcentual de reducción del desempleo.
Esta relación se puede expresar de la siguientebmanera: c
` a
µ t @µ t @ 1 = 0.4 g t @ g n = 0.4 g t @ 0.03 [18]
De esta forma, puede verse que los excesos de crecimiento por sobre la tasa normal de
crecimiento de la economía (en este caso estadístico y para un país determinado, un 3%)
obtienen una reducción en el desempleo equivalente a 0,4 veces ese valor. Este valor
antiguamente estaba en torno a 3.0, hoy es 2.5 y tiende a decrecer. Esto implica, invirtiendo el
argumento, que para lograr una reducción de 1% en la tasa de desocupación deberemos gestar
un aumento de un 2,5% en la tasa de crecimiento de la economía respecto de su tasa de
crecimiento normal.
La evidencia empírica indica que en Estados Unidos este coeficiente es 0.47; en Alemania 0.42,
Gran Bretaña 0.49, Japón 0.43. Todo indica que este coeficiente va aumentando, lo que implica
que el valor establecido de 2.5 continúa descendiendo en los países.
dY
f
ffff
f
ff dM
f f dP
= f
ff
ff
f
fff
f
f
@ ff
f
ff
f
ff
f
[19]
dt dt dt
g t = mt @ π t
Nos dice que la tasa de crecimiento de la economía es igual al diferencial entre la tasa de
crecimiento de la creación de dinero y la tasa de inflación. O sea, el crecimiento de la economía
es la diferencia entre la expansión de la oferta monetaria y la expansión habida en los precios.
π t = mt @ g t [20]
Cualquier aumento en la tasa de crecimiento del dinero por encima de lo establecido ocasionará
una tasa de inflación
b no nula,
c obbien una
c tasa de crecimiento diferente a la normal:
π t = mt @ m
@
@ g t @ g@ [22]
Macroeconomía I 7
Esta tasa de crecimiento hará variar el desempleo respecto del natural (vía ley de Okun):
b c
µ t @µ n = @ β g t @ @g [23]
g t = mt @ π t [25]
El intento de los gobiernos de restablecer la tasa de crecimiento perdida los estimulará a volver
a incrementar la tasa de crecimiento de la cantidad de dinero: esto volverá a hacer variar el
desempleo, la diferencia entre tasa de inflación real y esperada y así se pondrá en marcha el
circuito de realimentación de la hipótesis aceleracionista.
Por el contrario, si la cantidad de dinero crece a igual tasa que la tasa de inflación, el
crecimiento de la economía será sólo el correspondiente a la tasa normal de crecimiento de la
economía:
mt = π t [ g t @ @g = 0 [ g t = @g [26]
g t = @g [ µ t = µ n [27]
Esto implica que hay una tasa de inflación compatible con la tasa de desempleo natural, con un
crecimiento neutral de la cantidad de dinero y con una tasa de crecimiento “normal” de la
economía.
@
π =m
@
@ @g [29]
Una visión microeconómica y clásica del mercado de trabajo lo considera sujeto a equilibrio
automático, tal como se muestra en el gráfico a continuación:
Macroeconomía I 8
wf
f
ff
f b c
s
Oferta N
p
f g
wf
f
ff
f
p
0 b c
d
Demanda N
N0 N
Cuadro 11.6 – Oferta y demanda de trabajo
La curvatura hacia atrás de la oferta de trabajo responde al probable efecto del ocio en los
salarios altos, consistente en que los trabajadores con mayores salarios valoran con mayor
intensidad disponer de tiempo libre, y esto ocasiona una retracción de la oferta laboral.
Una visión macroeconómica del mercado de trabajo permite una mirada más abarcativa a los
fenómenos de entrada y salida de oferentes al mercado laboral. Para comprender mejor estos
hechos corresponde definir los siguientes términos:
Activos Inactivos
Tasa de actividad = f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
Tasa de inactividad = ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
Civiles Civiles
• Tasa de empleo. Cociente entre la población empleada y la población activa.
Macroeconomía I 9
Empleados Desempleados
Tasa de empleo = f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
Tasa de desempleo = f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
Activos Activos
Subempleados
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
f
Tasa de subempleo =
Activos
• Tasa de desocupación. Cociente entre la diferencia entre población civil y población
empleada y la población civil. Equivalentemente, cociente entre desempleados más inactivos
sobre población civil Obviamente, esta tasa es mayor a la tasa de desempleo, dado que incluye
personas que no están buscando trabajo pero podrían hacerlo.
Inactivos
(fuera del
mercado
laboral)
Subempleados Empleados
A la inversa, se aprecia que cuando ingresan personas al mercado laboral, por búsqueda de
trabajo, si ésta es infructuosa durante un período relativamente prolongado, se verifica un
incremento en la tasa de actividad, pero una baja en la tasa de empleo. Esta aparente
contradicción se explica por el hecho de que los ingresantes al mercado laboral ensanchan la
base de población activa, pero no consiguen trabajo.
A la inversa, el abandono del mercado laboral por parte de personas que, desanimadas luego de
buscar, se retiran del mismo, genera una baja de la tasa de actividad, y paradójicamente, podría
generar un aumento en la tasa de empleo, dado que se reduce la población activa.
Empleo
Activos Abandono de
búsqueda
Despidos y
Renuncias Búsqueda
Desempleados
El sencillo cuadro precedente muestra en forma clara los movimientos de ingreso y egreso del
mercado laboral, simbolizado por el recuadro rectangular. La búsqueda de primer empleo y el
abandono del mercado laboral o jubilación suelen ser las principales causales de ingresos y
egresos al mercado laboral.
La demanda de trabajo está representada por las empresas, y nos permite explicar cómo se
determinan el nivel de producción y los precios de los bienes y servicios de toda la economía. El
nivel de precios se determina a partir de la interacción entre Oferta y Demanda Agregadas, pero
el mismo depende, a su vez, de:
• Costos salariales de las empresas;
• Costos de materias primas y otros gastos de producción;
• Nivel de beneficios esperados por el sector empresarial.
A su vez los costos de las empresas dependen de las características que tenga la función de
producción; es decir, de la relación entre los factores utilizados y la cantidad de producción.
Y = AN [30]
Los precios y cantidades equivalen a la nómina salarial más el mark-up, tal como viéramos en el
capítulo mencionado:
` a
PY = WN 1 + z
Nf ` a [31]
P =W f f
ff
f
f
1+z
Y
W ` a
P= f
ff
f
ff
f
1+z [32]
A
A
W= f
ff
ff
f
ff
fff
f
ff
f
P [33]
1+z
Esta relación implica que el salario nominal pagado por las empresas depende de la
productividad del trabajo (A), del margen de beneficio que desean obtener (z) y del nivel de
precios efectivo (P).
El salario real resulta ser una constante que depende del margen empresarial y el estado de la
tecnología y la productividad, los que se suponen constantes en el corto plazo:
W
f
ff
f
ff
f fA
= f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
[34]
P 1+z
Aumentos en la productividad o en el nivel de precios, o disminuciones del margen de beneficio
darán lugar a un incremento en el salario nominal pagado por las empresas. Del mismo modo,
disminuciones de A, de P o aumentos en z disminuirán el salario nominal pagado por las
empresas.
Macroeconomía I 11
∆A, ∆P ó ∇z
W0 W= P · A/(1+z)
∇A, ∇P ó ∆z
u0 u1 u2 u (desempleo)
Cuadro 11.9 – Ecuación de precios
El gráfico que se presenta en esta página muestra el salario nominal pagado por las empresas.
Como puede apreciarse, el mismo es independiente de la tasa de desempleo, ya que depende
más bien de la productividad del trabajo y la tasa de beneficios esperados por las empresas.
Por el momento sólo sabemos cómo fijan los precios las empresas y de qué factores depende la
fijación de dichos precios (W, A, z). Sin embargo, todavía no sabemos nada sobre cómo se
determinan los salarios.
La primera característica a conocer en relación con los salarios nominales es que éstos son
mayores que el salario de reserva (Wr), que puede ser definido como el salario por el cual a los
trabajadores les resulta indiferente trabajar o no trabajar. Por lo general, se cumple que W > Wr,
debido a que, en primer lugar, los trabajadores tienen cierto poder de negociación para
conseguir que W sea mayor que Wr. Este poder de negociación de los trabajadores está
relacionado con dos aspectos:
• La capacidad de la empresa para contratar a otro trabajador similar (relacionado con el
nivel de calificación). Cuanto más calificado sea el trabajador, más difícil le resultará a la
empresa reemplazarlo y por tanto aumenta la capacidad de negociación del trabajador para
imponer un salario más alto.
• La capacidad del trabajador para encontrar otro empleo (relacionado con la situación del
mercado de trabajo). Si la economía se encuentra en una fase recesiva con una elevada
tasa de desempleo, con independencia del nivel de calificación, será más difícil encontrar
otro puesto de trabajo de similares o mejores características.
Otra razón por la cual el salario W será mayor al salario de reserva Wr, es que a las empresas les
interesa retener a sus trabajadores; si sus trabajadores se encuentran a gusto en la empresa, no
Macroeconomía I 12
Tasa de desempleo (u). Como puede observarse, el denominador común de los dos factores
considerados (poder de negociación y salarios de eficiencia) es la tasa de desempleo. Cuando la
tasa de desempleo es reducida, los salarios nominales serán elevados (porque se incrementa el
poder de negociación de los trabajadores y también porque las empresas estarán dispuestas a
pagar salarios mayores para impedir que disminuya su eficiencia como consecuencia de la
mayor rotación); del mismo modo, cuando la tasa de desempleo es elevada, los salarios
nominales serán bajos.
Poder de negociación de los trabajadores (n). Además de la situación del mercado de trabajo
(medida por la tasa de desempleo), existen otros factores que influyen en la determinación de los
salarios por su incidencia sobre el poder de negociación de los trabajadores. A mayor poder
de negociación, mayor salario nominal. Entre estos factores incluimos por ejemplo:
• La duración y monto del seguro de desempleo. La existencia de un seguro de desempleo
aumenta el poder de negociación de los trabajadores, que no estarán dispuestos a
trabajar por un salario inferior al seguro.
• La existencia de sindicatos fuertes también aumenta el poder de negociación de los
trabajadores.
• Flexibilidad o rigideces estructurales que incidan sobre el mercado de trabajo. A mayor
flexibilidad laboral, se crearán y destruirán más empleos. Esto disminuye el poder de
negociación de los trabajadores, y por tanto disminuye el salario monetario.
• Establecimiento de salarios mínimos. Cuanto mayor sea éste, mayor es el poder de
negociación de los trabajadores, puesto que dado un nivel de desempleo, un incremento
del salario mínimo supondrá que los trabajadores exijan un mayor salario monetario.
• Cualquier otra variable diferente a la tasa de desempleo que modifique el poder de
negociación de los trabajadores.
Por definición, “n” recogerá el efecto de cualquier variable que modifique el poder de negociación
de los trabajadores. El signo de dicha variable será positivo indicando que un aumento en “n”
(por cualquiera de los motivos señalados anteriormente) incrementa el poder de negociación de
los trabajadores y por tanto el salario monetario que exigirán los trabajadores para cada nivel de
desempleo. Gráficamente, un incremento del poder de negociación de los trabajadores (∆n)
podrá representarse por un desplazamiento de la función de salarios hacia arriba.
Nivel de precios esperado (Pe). Los trabajadores negocian el salario nominal en función de los
bienes y servicios que van a poder comprar con dicho salario. Cuanto mayor sea el nivel de
precios esperado, mayor será el salario nominal necesario para poder comprar la misma canasta
de bienes y servicios.
Decimos precios esperados y no efectivos, porque los salarios se negocian generalmente en los
primeros meses del año6, y en esos momentos se desconoce cuál será el nivel de precios efectivo.
Por lo tanto, la negociación de salarios se realizará en función de las expectativas de precios de
los trabajadores.
Uniendo los tres factores antedichos, podemos explicitar la función de salarios como sigue:
e ` a
W = P F u,n [35]
Donde:
• Pe = Nivel de precios esperado. Su incidencia es positiva y actúa como factor de
escala.
• u = tasa de desempleo. Se supone que su incidencia será negativa.
• n = Poder de negociación de los trabajadores.
6
En Argentina, entre marzo y abril de cada año.
Macroeconomía I 13
W0
W1
W = Pe F(u,n)
0 u0 u1 u (Desempleo)
Cuadro 11.10 – Función de salarios
Dadas las ecuaciones de precios y salarios anteriores, podemos deducir el salario real que
desean obtener los trabajadores (W/Pe) y el salario real pagado por las empresas (W/P):
W
ff
f
fff `
f
f a
e = F u,n
P [37]
W
ff
f
fff
f ffA
f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
=
P 1+z
Ambos salarios reales sólo pueden coincidir cuando el nivel de precios efectivo y el nivel de
precios esperado sean iguales ( P = Pe ). En esta situación, el mercado de trabajo estará en
equilibrio y dicho equilibrio sólo puede estar asociado a una tasa de desempleo determinada.
Dicha tasa se denomina Tasa natural de desempleo (uN)7.
Gráficamente, se muestra que cuando los trabajadores perciben un salario real mayor del que
realmente están pagando los empresarios (W/Pe > W/P), habrá más trabajadores dispuestos a
trabajar al salario real de mercado (que está dado por las empresas) y por tanto la tasa de
desempleo se situará por debajo de la tasa natural (u1 < uN). Esto sólo puede ocurrir si las
expectativas de precios son incorrectas, y en concreto, si Pe < P.
Del mismo modo, cuando el salario real percibido por los trabajadores es menor que el salario
real que están dispuestos a pagar las empresas (W/Pe < W/P), habrá menos trabajadores
dispuestos a trabajar a ese salario, y por tanto la tasa de desempleo se situará por encima de la
tasa natural de desempleo (u2 > uN). Esto sólo ocurre cuando Pe > P.
7
Esta tasa natural es equivalente a la obtenida en el capítulo 44 por aplicación de la hipótesis Friedman-Phelps
Macroeconomía I 14
W/P
Salario real Tasa “natural” de desempleo
W/P1
0 u1 uN u2 u (Desempleo)
Cuadro 11.11 – Tasa Natural de Desempleo
Resumiendo, si los precios esperados están por debajo de los efectivos, la tasa de desempleo
estará por debajo de la natural. Por el contrario, si los precios esperados están por encima de
los efectivos la tasa de desempleo estará por encima de la natural.
El término “natural” hace referencia a que se trata de la tasa de desempleo en torno a la cual se
sitúa la tasa de desempleo efectiva. Es decir, dadas las características estructurales (legislación,
capacitación de la población, etc.) del mercado de trabajo de un país concreto, la tasa de
desempleo natural sería la tasa de desempleo en torno a la cual se mueve a corto plazo la tasa
de desempleo efectiva. De hecho, una sencilla forma de aproximar el valor de la tasa natural de
desempleo es calcular la media de las tasas de desempleo registradas durante un periodo de
tiempo lo suficientemente amplio, por ejemplo entre 5 y 10 años, según el caso.
Por lo tanto, la economía tenderá hacia una tasa de desempleo mayor o menor en función de las
características estructurales del mercado de trabajo. Por eso, aunque la terminología habitual
para definir la tasa de desempleo de equilibrio es “tasa natural de desempleo” algunos
economistas consideran más apropiado el término “tasa estructural de desempleo”.
No es posible que la tasa natural de desempleo de una economía sea cero, aún en una economía
con un mercado de trabajo muy dinámico y en el que resulte fácil encontrar un empleo, ya que
siempre existirá un cierto volumen de desempleo. Este volumen de desempleo se denomina
desempleo friccional, y está relacionado con los flujos del mercado de trabajo. Es decir,
cuando un estudiante termina sus estudios y comienza a buscar un empleo deja de ser
población inactiva para convertirse en población activa. Mientras busca su primer empleo dicha
persona es un desempleado. Del mismo modo, cuando una persona deja su trabajo para
trabajar en otra empresa necesariamente debe pasar por la situación de desempleado (tardará
un tiempo en encontrar el empleo que mejor se ajusta a su calificación y gustos).
Por tanto, el desempleo friccional es el desempleo transitorio o coyuntural que se deriva de los
flujos del mercado de trabajo. Por ello, siempre existirá una tasa de desempleo mínima, pero
mayor que cero, derivada de los cambios transitorios del mercado de trabajo (inactivo → activo y
ocupado en empresa A → desempleado → ocupado en empresa B). Con todo, la tasa natural de
desempleo no será constante, y variará en función de los cambios estructurales que se
produzcan en el mercado de de trabajo.
salarios en función de los precios. En estos casos, no sólo aumentaría la tasa natural de
desempleo sino que además disminuirá el salario real de equilibrio.
Este movimiento ascendente determinará que para estas tasas de desempleo los salarios
nominales resulten más altos. O a la inversa, para los mismos salarios nominales, la tasa
de desempleo resultará superior.
W/P
Efectos de un aumento en el
poder sindical
W/Pe = F(u,n1)
W/Pe = F(u,n0)
0 uN u’N u (Desempleo)
Cuadro 11.12 – Efectos de un aumento en el poder sindical
Un incremento en el margen empresarial (z) muestra que se produce el mismo efecto; esto es,
incrementar la tasa natural de desempleo. Este efecto se produce porque disminuye el valor del
salario real que los empresarios están dispuestos a abonar, a menos que sea contrarrestado por
un incremento de productividad laboral.
En los dos gráficos, el anterior y el que sigue, puede observarse cómo cambios en z, n ó A
modifican la tasa natural de desempleo. Sin embargo, existe una diferencia importante entre
ambos. Mientras que los cambios institucionales que afectan al poder de negociación de los
trabajadores sólo modifican la tasa natural de desempleo, los cambios relativos a la oferta (n, A),
en el gráfico de la página siguiente, afectan tanto a la tasa natural como al salario real de
equilibrio que, en este caso concreto, se ve afectado.
Esta diferencia se debe a que la tasa natural de desempleo depende tanto del salario real que
desean los trabajadores, como del salario real que pagan las empresas. El salario real pagado
Macroeconomía I 16
por las empresas depende únicamente de factores de oferta, es decir, de todas aquellas variables
que afecten a los precios fijados por las empresas.
W/P
Efectos de un aumento en el
margen empresarial
W/Pe = F(u,n0)
0 uN u’N u (Desempleo)
Cuadro 11.13 – Efectos de un aumento en el margen empresarial
W/P
Efectos de un aumento en la
relación producto/empleo (A=Y/N)
W1/P W/ P = A1/(1+z)
W0/P W/ P = A0/(1+z)
W/Pe = F(u,n0)
0 u’N uN u (Desempleo)
Cuadro 11.14 – Efectos de un aumento en la productividad laboral
8
De acuerdo a la clasificación de Di Tella y Zymelman,1967.
Macroeconomía I 17
Cualquiera sea la clasificación que se haga del fenómeno migratorio, resulta indudable que:
• entre 1870 y 1913 ésta explicó por sí sola el 53% del crecimiento de la población total;
• entre 1919 y 1938 explicó solamente un 23% del crecimiento de la población total.
Cabe destacar también que, debido a crisis de coyuntura, 1891-1892 y 1915-1916 fueron años
de emigración neta, lo que prueba también la volatilidad del fenómeno migratorio.
La inmigración fue “cosa de hombres”. Al inicio ingresaban más hombres que mujeres: había
2,5 extranjeros varones por cada extranjera mujer; esta proporción fue descendiendo a 1,7 en
1895 y a 1,4 en 1947. Además, en un inicio, era “cosa de adultos”, y transformó notablemente
la composición de la fuerza laboral argentina. Hacia 1895 los inmigrantes eran 25% de la
población, pero un 44% de la fuerza laboral; estas proporciones ascendieron en 1914 a 30% y
51% respectivamente. O sea que más de la mitad de los trabajadores argentinos eran
extranjeros.
Si bien no hay grandes estadísticas fiables, salvo durante las etapas recesivas de los ciclos
económicos, ha de suponerse que durante los períodos de fuerte inmigración hubo
prácticamente pleno empleo de mano de obra. Esto tiene una implicancia importante; si para los
inmigrantes el empleo estaba asegurado, la defensa de los intereses de los trabajadores debía
concentrarse en el poder adquisitivo del salario.
Esa puede ser la razón por la cual los socialistas y otros partidos pro-trabajadores estaban en
contra de las devaluaciones de la moneda y a favor del libre comercio, dado que se importaban
bienes que primordialmente compraban los asalariados (Díaz Alejandro, 1967). Una política
proteccionista difícilmente habría sido popular en esos días. Sólo se interesaban por ella
algunos productores, unos pocos escritores y los funcionarios interesados en el aumento de los
ingresos fiscales. Entre 1905 y 1909 los ingresos públicos eran, en un 53%, debidos a los
derechos de importación.
24% 48%
20% 40%
18%
16% 32%
12%
10%
8%
6%
4%
2%
0%
1964 1970 1976 1982 1988 1994 2000 2006
Cuadro 11.15 – Desocupación y actividad
9
Hacia esa época en Buenos Aires se editaban diarios en 14 idiomas, prueba de su cosmopolitismo.
Macroeconomía I 18
En cuanto a la tasa de actividad (proporción de la población total que desea trabajar, esté
ocupada o no), que se mide en el mismo gráfico a diferente escala en el eje de la derecha, la
misma arranca sus mediciones en 1975, con valores del 40%, desciende al 36% hacia 1984, y
luego una recuperación gradual hasta valores del 46% en el momento actual.
Esto, analizando el crecimiento sistemático nos induce a pensar que algo diferente sucedió en la
polémica época de los ’90. Entre 1983 y 1995, la tasa de desocupación aumentó 12,7% (de 4,7%
a 17,4% de la PEA), y la tasa de actividad aumentó 4,6%, al pasar de 37,4% al 42% de la
población total. Cualquier similitud con el ejemplo anterior es pura coincidencia.
¿Qué sucedió en el período? Una explicación posible para el fuerte aumento en la tasa de
actividad es la irrupción de la mujer en el mercado laboral argentino. Un fenómeno que se dio en
todos los países, pero en Argentina se produjo en forma explosiva o de burbuja.
Más curioso aún. Entre 1980 y 2000, la población creció a un 2% anual acumulativo, pero la
PEA creció al 2,1% entre 1980 y 1990, y al 2,8% entre 1990 y 2000. Por lo que si bien es cierto
que la desocupación aumentó en los ’90, el empleo creció a mayor ritmo que durante los ’80.
Hace ya cierto tiempo que el mercado laboral ha cambiado, empezando a caracterizarse por la
precariedad en los empleos, y la informalidad laboral.
10
Véase al respecto un análisis detallado en De Pablo, “200 Años de Economía Argentina”.
Macroeconomía I 19
Precariedad. Por precariedad entendemos que el empleo, si bien puede ser formal, está sujeto
a vicisitudes propias de las variaciones y oscilaciones en el mercado en que se desenvuelve, con
lo que puede aparecer y desaparecer súbitamente. Si la demanda de trabajo depende de la
demanda de bienes, y ésta es precaria, el empleo estable es una ficción inalcanzable, al menos
en el sector privado, no en el público, que en general tiene estabilidad laboral garantizada por
las normas.
Esta situación no reconoce otra causa que la magnitud de los impuestos al trabajo (llamados
eufemísticamente “contribuciones”) y la rigidez de la contratación laboral y lo poco amigable de
la jurisprudencia para con los empresarios. Este conjunto de factores no permiten trasladar al
mercado laboral la precariedad que existe en el mercado de bienes, y los empleadores
reaccionan con trabajo informal. Nótese que los porcentajes de informalidad guardan una
correlación casi exacta con la tasa de impuestos al trabajo vigentes en cada década.
Todo indica que, en las condiciones actuales y de no mediar una desregulación normativa, la
precariedad y la informalidad laborales han llegado para quedarse.
El empleo asalariado registrado creció a tasas elevadas desde 2003 hasta 2011, pero
insuficientes frente a los severos problemas laborales que sufre la Argentina. Esto demuestra
que no se ha aprovechado la bonanza económica para avanzar hacia una sociedad más
equilibrada. El próximo gobierno no sólo deberá corregir las distorsiones macroeconómicas, sino
también impulsar una modernización institucional de las regulaciones laborales.
El nivel de actividad económica ha crecido en los primeros 3 meses de 2011 un 9,9%. Desde el
primer trimestre del 2004 -cuando el PBI aumentó un 11,4%- que no se observaba en un primer
trimestre una tasa de crecimiento de la actividad económica tan alta. Entre los años 2005 y
2008 las tasas de crecimiento en los primeros trimestres de cada año rondaron el 8,3%, y en los
años 2009 y 2010 se observaron crecimientos relativamente bajos, fruto de la crisis de 2008.
Más allá de las incertidumbres del sistema estadístico oficial, la producción mostró en el período
un alto crecimiento. En materia laboral, según los registros del sistema de jubilaciones (SIPA), el
1° trimestre del 2011 arrojó un crecimiento del 4,4% anual en el empleo asalariado registrado.
Es una variación no tan alta como la observada entre los años 2004 y 2008 -cuando crecía al
9,3%- pero bastante más elevada que la registrada en los primeros trimestres de los años 2009
y 2010 cuando aumentaba al 1,8% anual.
¿Se puede considerar que éste es el inicio de un proceso de reversión de los agudos problemas
laborales que sufre gran parte de la población? Para echar luz sobre este interrogante, es
pertinente complementar la información con la provista por la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH) del INDEC, que si bien cubre sólo a los 31 grandes aglomerados urbanos, mide a todos
los trabajadores (formales e informales).
En esta línea, según la EPH para el 1° trimestre del 2011, se observa que:
• El empleo total creció un 1,3%.
• El empleo asalariado registrado, que abarca al 50% del empleo total, creció al 3,2% (este es el
dato asimilable al 4,4% que el SIPA informa para todo el país).
• El empleo informal, que representa al otro 50% del empleo total, se mantuvo prácticamente
estable con una pequeña variación del -0,5%.
Los datos muestran que la Argentina tiene un mercado laboral fuertemente segmentado.
Cuando hay bonanza económica, ésta tiene impactos positivos sobre el empleo registrado, pero
no alcanza para revertir la masiva presencia del empleo informal. Esta segmentación del
mercado laboral tiene profundas implicancias sociales.
El 74% de los asalariados registrados tiene secundaria completa o más y el 76% trabaja en
empresas con más de 10 trabajadores. En cambio, el empleo informal, representado
mayormente por el empleo no asalariado y el empleo asalariado no registrado (“en negro”), es
generado por microemprendimientos y son empleos para personas con bajos niveles de
educación y poca experiencia laboral. El 53% tiene educación inferior a secundaria completa y
el 74% trabaja en empresas con menos de 10 trabajadores.
No resulta fácil hacer comparaciones entre niveles de empleo y desempleo antes y después de
2003, dado que se cambió la metodología de cálculo. Se pasó de una estimación puntual, que
era una suerte de “fotografía” tomada dos veces por año (abril y octubre) a una estimación
continua, que se parece más a una “película” que se promedia trimestralmente. Por ese motivo,
los datos no son estrictamente comparables.
Desde 2002 existen los denominados “planes sociales”, que a lo sumo explican entre un 1% y
un 2% de la tasa de desocupación, de modo tal que no puede explicar el grueso de la caída de
esa tasa. La disminución de la tasa de desocupación (desocupados más inactivos) sin reducción
de los impuestos al trabajo no invalida el hecho de que hay una relación claramente inversa
entre costo laboral y nivel de empleo.
b bP
Sea una oferta de trabajo con reacción positiva al salario real:
cW
N = ff
f
ff
f
ff
f
ff
s
P
La igualación de ambas nos proporcionará el salario real de equilibrio y el empleo de equilibrio:
11
Véase la definición al respecto en el Apunte 14, “Crecimiento”.
Macroeconomía I 21
af
ff W
f f
f
ff
f
ff
ff cWf
f
ff
f
ff
f
ff
f
@ =
b bP P
W
f
ff
f
ff
f
ff af
ff cW
f f
f
ff
f
ff
f
ff
f
= @
bP b P
Wf
ff
f
ff
f W
f
ff
f
ff
f
= a @ cb
P P
Wf
ff
f
ff
f f f
ff
f
faf
ff
ff
f
ff
f
ff
f
f
=
P 1 + cb
Puede apreciarse que “cb” equivale al término “z” establecido en la teoría de mark-up. Y
demostrarse de esta forma que no es necesario el supuesto restrictivo de la linealidad de la
función de producción en un entorno local (lo que equivale a la constancia del coeficiente “a”, de
producto/empleo).
N 1 2 3 4 5 6
Y 9,5 18 25,5 32 37,5 42
P
W/P 1,5 2 2,5 3 3,5
Nd 7 6 5 4 3
P
La igualación de ambas nos proporcionará el salario real de equilibrio y el empleo de equilibrio:
W f W
10 @ 2 f ff
f
ff
=2 f ff
f
ff
f
P P
W
4 fff
f
ff
f
= 10
P
Wf
ff
f
ff
f
= 2,5
P
5f
2,5 = fff
f
ff
ff
f
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ff
1 + 2 A 0,5
Obteniendo el nivel de empleo N, reemplazando en la oferta de trabajo, es:
Macroeconomía I 22
ca 10 0,5 f 10
N= f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff f
= f
ff
f
ff
f
ff
f
fAf
f
ff
ff
f
ff
f
ff
ff
f
ff
= f
f
ff
f
ff
=5
1 + cb 1 + 2 A 0,5 2
Por lo que en el punto de equilibrio, será:
N Y W/P
5 37,5 2,5
Y = AN [1]
L=U +N [2]
f g
Yf A
F 1@ ff
ff
nf
f
ff
f
,n = f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
[10]
AL 1+z
e ` a
W = P F u,n [11]
Y una función de precios:
` aW
P= 1+z f
ff
f
ff
f
[12]
A
Reemplazando el salario nominal por su igual, obtenemos una expresión alternativa de oferta
agregada:
1f+f zffe ` a
P= ff
fff
ff
f
f f
f
P F u,n [13]
A
Esta relación12 nos dice que:
• los precios aumentan si aumenta el margen empresarial, z.
• los precios disminuyen si aumenta la productividad, A.
• los precios aumentan si aumenta la expectativa de precios de los trabajadores, Pe.
• los precios aumentan si disminuye el desempleo, u.
• los precios aumentan si aumenta el poder de negociación sindical, n.
• los precios aumentan si aumenta la producción, dado que a productividad constante,
más producto se obtiene con más trabajadores, y esto se obtiene disminuyendo u.
12
Blanchard – Pérez Enrri, “Macroeconomía”, Prentice Hall
Macroeconomía I 24
1f
f
ff
f M
dM @ f
f
ff
f
2
f
ff
dP = kdY @ hdi [7]
P P
Por último, diferenciamos las funciones del mercado de
` trabajo:
a
∂L
ff
f
ff
f
ff
f ∂L
f
ff
f
ff
f
ff
f
f ` a ∂f
ff
f
fff
f
fN
f
f
ff
f
ff
f
ff
f
f
dP + dN = f N dP + P dN [8]
∂P ∂N ∂N
De esta última expresion despejamos
` a dN:
∂L
f
ff
f
ff
f
ff
f
f ∂f
f
f
ff
ff
f
fN
f
f
ff
f
ff
f
ff
f
f ` a ∂L
ff
f
ff
f
ff
f
dN @ P dN = f N dP @ dP [9]
∂N ∂N ∂P
Obteniendo factor común dN y dP, es:
` a
F ∂L
f
ff
f
ff
f
ff
f
f ∂ff N G F ` a ∂L G
@P ff
ff
f
ff
f
ff
ff
f
ff
f
ff
f
dN = f N @ f
f
ff
f
ff
f
f
dP [10]
∂N ∂N ∂P
A continuación se obtiene la siguiente expresión:
` a ∂L ff
f fffffff
f
f
ff
ff
ff
f
N
f
ff
ff
f
ff
f
f
@
f
f
ff
f
ff
ff
ff fff fff fff ffff
∂P
dN = ` a dP = ψdP [11]
∂L
f
ff
ff
f
ff
f
ff
f ∂f N
@ P fffffffffffffffffffff
∂N ∂N
De ella puede extraerse la conclusión de que la relación entre los precios y el empleo dependerá
básicamente de la tensión comparativa entre demanda y oferta de trabajo. Reemplazando esta
expresión simplificada [11] en la función de producción obtenemos:
∂Y
dY = f
ff
f
ff
f
ff
f
f
ψdP [12]
∂N
Invirtiendo la expresión [12] hallamos la pendiente de la oferta agregada. De ahí puede extraerse
el dato de que esta será inversa a la pendiente de la función de la productividad marginal del
empleo:
dP
ff
f
ff
f
ff 1
f f
f
ff∂N
f
f f
f
ff
f
ff
f
ff
f ff
f
ff
f
ff
f
f1f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
= = [13]
dY ψ ∂Y ψPMg N
De la expresión [13] puede derivarse la dinámica de los precios, la que estableceremos en forma
simplificada como:
F 1ff∂N G
dP = f f
ffff
f
ff
f
ff
f
ff
dY = δdY [14]
ψ ∂Y
Introduciendo esta expresión en el mercado de dinero (función LM), es:
1f
f
ff
f M
dM @ f
f
ff
f
2
f
ff
δdY = kdY @ hdi [15]
P P
Despejando di en esta expresión:
1f M
hdi = kdY @ f f
ff
dM + ff
f
ff
2
f
ff
δdY [16]
P P
1f F M G
di = fff
ff
f
ff
kPdY @ dM + f f
ff
ff
f
f
δdY [17]
hP P
Insertamos la expresión obtenida en [17] en el modelo IS:
` a bf F M G
dY = c 1 @ t dY @ fff
ff
f
ff
kPdY @ dM + f
f
ff
ff
f
f
δdY [18]
hP P
De la expresión anterior, despejamos dY y tenemos:
` a bf F M fG f bf
dY @ c 1 @ t dY + fff
ff
f
ff
kPdY + f
f
ff
ff
f
δ = ff
ff
f
ff
dM [19]
hP P hP
Por último, agrupamos los términos en dY y dM:
F ` a bk f bffM fG F f
bf G
dY 1 @ c 1 @ t + f
f
ff
f
ff
+ f
f f
f
ff
f
2
f
f
δ = f f
ff
f
ff
dM [20]
h hP hP
Y ahora obtenemos la expresión que muestra la relación entre una expansión monetaria y el
aumento del producto:
f
f
bf
f
ff
f
ff
f
f f
fbf
f
ff
f
ff
f
f
dY
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
hPf
f
ff
ff
ff
ff
f
ff
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ff
f
ff
f
ff
ff
ff
f
ff f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
f
hPf
ff
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ffff
f
ff
ff
ff
f
ff
f
= = d e [21]
dM 1 @ c `1 @ t a + bkff
f
ff
f
ff
f bf
+ f
f
ffM
f
f
ff
f
ff
f
f ` a bf
δ 1 @ c 1 @ t + ffff k + M ff
f
ff
fff
f
h h P2 2
δ
h P
Macroeconomía I 25
Se prueba que el producto tiene relación positiva con los cambios en el dinero, aunque estos
efectos se diluyen a medida que aumentan los precios.
Si deseamos verificar el efecto de la política fiscal, debemos adaptar el modelo para lograr que
dM=0 y dG sea no nulo. Siguiendo lo antedicho, aquí mostramos la modificación de la función
IS: ` a
dY = c 1 @ t dY @ bdi + dG [22]
Y en consecuencia, LM será:
M
@ f
f
ff
f
2
f
ff
dP = kdY @ hdi [23]
P
Con esta modificación, la expresión [7] se reexpresa:
M
ff
f
fff
ff
@ 2
δdY = kdY @ hdi [24]
P
Despejamos en [24] el valor de di:
1f F M G
di = f f
ff
f
ff
f
kPdY + f
f
ff
ff
f
f
δdY [25]
hP P
A continuación procedemos a su reemplazo en la función IS modificada obtenida de [22]:
` a bf F M G
dY = c 1 @ t dY + dG @ f f
ff
f
ff
f
kPdY + f
f
ff
ff
f
f
δdY [26]
hP P
Despejamos dY:
` a bf F M G
dY @ c 1 @ t dY + fff
ff
f
ff
kPdY + f
f
ff
ff
f
f
δdY = dG [27]
hP P
Agrupamos términos:
F ` a bk f bffM fG
dY 1 @ c 1 @ t + f
f
ff
f
ff
+ f
f f
f
ff
f
2
f
f
δ = dG [28]
h hP
Por último, establecemos el multiplicador de la política fiscal:
dY
ff
f
ff
f
ff
f
f ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
f1f
f
ff
f
ff
f
ff
fff
f
ff
ff
f
ff
f
ff
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
ff
ff
f
ff f
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
f1f
f
f
ff
ff
f
ff
f
ff
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
f
ff
ffff
ff
f
ff
ff
f
ff
f
= = d e [29]
dG 1 @ c `1 @ t a + bk
ff
ff
f
ff
f
f bf
+ f
f
ffM
f
f
ff
f
ff
f
f ` a bf
δ 1 @ c 1 @ t + ffff k + fffff
M fff
f
h h 2 δ
P h P
2
Del análisis de los multiplicadores expuestos puede apreciarse que el efecto de la política fiscal
sobre la renta es inmediato, dado que el numerador de la expresión [29] es unitario. En cambio
la política monetaria, de acuerdo con lo expuesto en la expresión [21] debe atravesar tres filtros,
dado que el numerador de la expresión es igual a b/hP:
• La elasticidad de la inversión, b. Si la inversión fuera perfectamente inelástica, entonces
b sería igual a cero y el efecto sería nulo. Es el caso de una IS vertical.
• La elasticidad de la demanda especulativa de dinero, h. Si esta elasticidad fuera infinita,
en ese caso el efecto también sería nulo. Sería el caso de una LM horizontal.
• Los precios disminuyen la efectividad de la política monetaria. Cuanto más alto sea el
valor de P, más ineficaz será la política monetaria.
De todos modos, la política fiscal requiere igualmente, para ser más efectiva, de bajos valores de
b y/o altos valores de h, los que disminuirán el valor del denominador del multiplicador
expresado en [29].
Esta teoría fue utilizada en muchos países para mantener el desempleo en cifras bajas mientras
se toleraba una inflación alta; pero condujo con posterioridad a experiencias de inflación y
desempleo elevados y simultáneos, fenómeno conocido como estanflación13. Esto llevó a que la
mayoría de los economistas gradualmente abandonaran esta idea.
La curva de Phillips describió acertadamente la experiencia de los EE.UU. de los años 1960,
donde la política de control de la inflación originó una contracción en la economía,
incrementando el desempleo. Sin embargo, esta curva dejó de resultar aplicable al fenómeno
que experimentó dicho país en los años 1970, de estanflación, donde surgió una alta inflación
junto con un estancamiento económico.
Nuevas teorías, como la de expectativas racionales (Robert Lucas, Thomas Sargent y Robert
Barro) y el NAIRU (non-accelerating inflation rate of unemployment o tasa de desempleo no
aceleradora de la inflación) surgieron para explicar situaciones como la de la estanflación.
La última teoría, también conocida como la de tasa natural de desempleo distinguía entre una
Curva de Phillips (CP) a corto plazo y otra a largo plazo. La CP a corto plazo sería como una CP
normal pero desplazada según las expectativas cambian.
A largo plazo, sólo una tasa de desempleo (la NAIRU o tasa natural) es coherente con una tasa
de inflación estable. La CP a largo plazo, por lo tanto, sería vertical, así que no habría relación
entre la inflación y el desempleo.
Cabe mencionar que la disyuntiva o “trade-off” entre inflación y desempleo explicada por la
curva de Phillips sucede de forma natural en la economía. En el caso de que los gobiernos
intenten explotarla mediante su política económica tal relación desaparece. Dicha evidencia fue
contrastada involuntariamente por la economía estadounidense, al incrementarse su gasto
13
Véase Argandoña, Mochon y Gámez, “Macroeconomía Avanzada”, Tomo I, Modelos Dinámicos; o en Apuntes de
Macroeconomía II, “Modelo Dinámico de Economía Cerrada”.
Macroeconomía I 27
público con motivo de la guerra de Vietnam. La hasta entonces "curva" de Phillips pasó a ser un
conglomerado de datos aleatorios (periodo de 1969-1973) donde no se aprecia ninguna
tendencia o relación entre las variables de inflación y desempleo.
Bibliografía básica
Blanchard, Olivier y Perez Enrri, “Macroeconomía” – Prentice Hall
Dornbusch, R y Fischer, S. “Macroeconomía” – McGraw Hill (varias ediciones)
Bibliografía adicional
Friedman, Milton, “A Theoretical Framework for Monetary Analysis” – Journal of Political
Economics
Frisch, Helmut, “Theories of Inflation – A Second Generation Survey” – Longmans
De Pablo, Juan Carlos, “200 Años de Economía Argentina” – Ediciones B
Braun y Llach, “Macroeconomía Argentina” – Alfaomega