Inf Tracto Urinario: Clínica
Inf Tracto Urinario: Clínica
Inf Tracto Urinario: Clínica
ITU alta o pielonefritis aguda: infección del tracto urinario superior que compromete el parénquima renal y los
uréteres.
Bacteriuria significativa: el rcto de UFC por mililitro, se considerará significativo según el modo de obtención de la
muestra:
• Orina recién emitida recolectada al acecho: ≥100 000 UFC/ml.
• Cateterismo vesical: ≥10 000 UFC/ml.
• Punción suprapúbica: cualquier rcto de colonias se considera significativo.
*Si se detecta crecimiento de un solo tipo de bacteria, con un recuento por debajo del estandarizado, con análisis de
orina y cuadro clínico compatibles con ITU, se recomienda repetir la muestra y no descartar ITU.
Bacteriuria asintomática: rcto significativo de bacterias en orina, sin sintomatología clínica y con sedimento
urinario normal. Se presenta en 1-2 % de los niños sanos, suele resolver de manera espontánea y puede persistir
hasta un año. No hay evidencia de que estos episodios se asocien con daño renal permanente, por lo que no se
recomiendan los cultivos de control ni el tto antibiótico en estos pacientes.
ITU recurrente: Cualquiera de las tres siguientes situaciones que se desarrollan dentro de un período igual o < a 1
año:
• Dos o más episodios de ITU alta.
• Un episodio de ITU alta + otro de ITU baja.
• Tres o más episodios de ITU baja.
ITU atípica: ITU alta en un paciente que presenta al menos alguna de las siguientes situaciones:
• Compromiso del estado general.
• Sepsis.
• Falta de respuesta dentro de las 48 hs de utilizar atb adecuado.
• Urocultivo + para un m.o diferente de Escherichia coli.
• Caída del filtrado glomerular, no atribuible a causas (deshidratación o nefrotoxicidad)
Clínica
Es importante diferenciar entre alta o baja, ante la posibilidad de hacerlo se lo asume como alta
En los niños < 1 año es muy difícil detectar la ITU baja ya que, ante la falta de control de esfínteres, los síntomas
urinarios bajos no pueden ser precisados. Por este motivo, en este grupo etario las ITU se asumen como pielonefritis,
excepto en las pocas situaciones en que se pueden detectar sólo síntomas urinarios bajos.
-Fiebre +
se recomienda que a todo < 2
ITU altas años que presente t° igual o > 39
• Niños mayores: • Lactantes: °C durante más de 48 hs, sin otro
-Dolor abdominal difuso o lumbar -Mal progreso de peso foco, se le realice una OC + URO.
-Vómitos -Letargia Si el niño tiene antecedente de
-Decaimiento -Irritabilidad ITU, ante el comienzo del cuadro
-Astenia. -Vómitos/Diarrea febril descartar ITU
-Disuria/Polaquiuria (a veces) -Oliguria
-Rechazo parcial/total del alimento
ITU baja
-Disuria
-Polaquiuria
-Urgencia miccional
-Tenesmo
-Enuresis
-Incontinencia de orina
-Hematuria
-Orina turbia o fétida
-Febrícula
Laboratorio
OC: tira reactiva + sedimento urinario. (Idealmente con técnica de recolección de urocultivo)
Tira reactiva: Útil para evaluar la presencia de leucocitoesterasa y la prueba de nitrito.
-Leucocito-esterasa: se encuentra presente en los leucocitos, y su presencia en orina es señal indirecta de
leucocituria.
-Prueba de nitrito: se basa en la capacidad de algunas bacterias de reducir nitratos, provenientes de la dieta,
a nitritos. Para que esta reducción ocurra, se requieren al menos 3 horas de permanencia de la orina en la vejiga, por
lo cual esta prueba no tiene valor en lactantes con micciones frecuentes. Sensibilidad baja. Alta especificidad.
-pH alcalino (sugiere la presencia de Proteus)
-Proteinuria y/o hemoglobinuria.
Sedimento urinario: leucocituria (5 o + leucocitos/campo)
Ecografía: ante 1° episodio de ITU alta. Pre y post miccional. Se evalúa posición de los riñones, forma, número,
tamaño. Una diferencia de tamaño mayor a 1 cm entre uno u otro riñón se considera significativa.
Se compara la ecogenicidad con el hígado o el bazo. Hasta los 6m la corteza es similar a esta (hiperecogénica, con
marcada hipoecogenicidad de las pirámides medulares y el seno renal). Luego la corteza se va haciendo hipoecoica.
Espesor parénquima: 10mm aprox (hasta 15-16mm en adolesc).
Vejiga: grosor post con diámetro máx. de 3mm. La capacidad vesical: (30 + [edad en años x 30]). El residuo
posmiccional se considera normal cuando es 10% de la capacidad vesical.
El hallazgo de displasia renal se asocia a RVU de alto grado.
Lo ideal es realizar el estudio al menos 15 días post la resolución de ITU. Considerar hacerlo durante un episodio
agudo si este es grave o se sospecha complicación.
CUGM: El riesgo de ITU post al estudio es bajo, algunos autores recomiendan la cobertura con ATB por 72hs (-1-0-
1). Considerarla tb en <1a y ptes con alt ecográficas graves.
En los niños con un 1° episodio de ITU se aconseja solicitar CUGM si la eco muestra:
• Signos de daño renal congénito.
• Dilatación de pelvis y cálices con dilatación del uréter.
• Dilatación de uréter con o sin dilatación de pelvis.
• Anomalías vesicales que sugieran uropatías complejas asociadas, tales como válvula de uretra posterior.
Centellograma renal: método de elección para la detección de cicatrices pielonefríticas. Debe realizarse 4-6 meses
después de la última pielonefritis para evitar confundir una hipocaptación producida por el compromiso
parenquimatoso agudo con una cicatriz o escara permanente.
TODOS los niños con pielonefritis recurrente, con o sin RVU, deben ser evaluados con centellograma dado que
tienen riesgo de desarrollar daño renal.
TRATAMIENTO
Controlar la infección aguda, evitar las complicaciones y prevenir el daño renal.
En caso de ITU alta con retraso en inicio del tratamiento por más de 48 hs dsd el comienzo de los smas, el riesgo de
la formación de cicatrices aumenta un 50 %.
Se recomienda restringir el uso de atb de mayor espectro (p. ej., fluoroquinolonas o cefalosporinas de 3ª G por VO)
para el caso de aislamiento en el urocultivo de microorganismos resistentes a múltiples fármacos o en caso de ITU
complicadas.
En el caso de un niño que recibe profilaxis atb y desarrolla un nuevo episodio de ITU, deberá indicarse tto con un atb
diferente al que estaba recibiendo.
Terapia empírica inicial
Dirigido a E. Coli.
Vía EV: se reserva para < 2 meses, sepsis, ITU atípica, inmunocompromiso grave, intolerancia VO, uropatias
complejas (RVU de alto grado, uropatia obstructiva), mala rpta a VO, ITU febril en ptes con litiasis renal o cuerpo
extraño (ej doble J), transplantados renales, compromiso de la función renal.
El uso de profilaxis antibiótica previene las recurrencias de ITU, pero no el desarrollo de escaras.
PROFILAXIS ANTIBIÓTICA
Existen estudios que muestran una ↓ del riesgo de padecer ITU febril pero no hay evidencia de que ↓el riesgo de
formación de escaras pielonefríticas.
NO se recomienda de manera sistemática en lactantes y niños luego del primer episodio de ITU febril.
Antibióticos
-Trimetoprima- sulfametoxazol: 2 mg/ kg/día en una dosis diaria nocturna. Puede utilizarse a partir de los 2 meses.
Ef adv: complicaciones hematológicas, hepatotoxicidad y exantema cutáneo.
--Nitrofurantoína: 2 mg/kg/día una dosis nocturna.
Ef adv: smas gastrointestinales, aprobada a partir del mes de vida, ideal a partir de los 3m.
Cefalexina: 30 mg/kg/ día o cefadroxilo a 15 mg/kg/día. Ambas recomendadas en menores de dos meses en una
única dosis diaria. No deberían utilizarse en mayores de dos meses para evitar la emergencia de cepas resistentes,
excepto en regiones con alta resistencia a TMS o ante efectos indeseables de otros antibióticos (p. ej., intolerancia
digestiva a la nitrofurantoína).
Otras recomendaciones
• En niños c/control de esfínteres e ITU recurrente debe descartarse la disfunción vesicointestinal
• Asegurar la higiene perineal adecuada con jabones neutros. Desalentar el uso del bidé.
• Descartar hipercalciuria: cada vez hay > evidencia de correlación entre hipercalciuria idiopática y ITU recurrentes.
• Parasitosis: la migración del Enterobius vermicularis del área perianal al área periuretral podría acarrear bacterias
como E. coli; por este motivo, existen reportes que recomiendan descartar oxiuriasis en ITU recurrentes sin otra
causa que las justifique.
• Extracto de arándano: en ITU recurrente como tto complementario, dado que contiene moléculas
(proantocianidinas) que inhiben la adherencia de las bacterias al uroepitelio.
• Probióticos: al momento actual no hay suficiente evidencia
• Fimosis: > riesgo de ITU. Los uropatógenos colonizan sin dificultad la superficie mucosa no queratinizada del
glande. La queratinización suele ocurrir cerca del año de vida, lo que coincide con la disminución de incidencia de ITU
a esa edad. La resolución de la fimosis acelera el proceso de queratinización. El uso de crema esteroidea tópica
(valerato de betametasona al 0,1 %) o la circuncisión ↓ significativamente el riesgo de ITU en estos niños.
Considerar el tratamiento tópico de la fimosis con betametasona.
DERIVACION
Se sugiere que sean evaluados por el nefrólogo niños con ITU que cumplan alguno de los siguientes criterios:
• Edad: menor de 2 meses con ITU febril o afebril. • Litiasis y/o hipercalciuria.
• Ecografía, centellograma renal y/o CUGM • Escaras pielonefríticas.
patológicos. • ITU fúngica.
• ITU atípica. • Trasplante renal.
• ITU recurrente febril.
INFECCIÓ N URINARIA EN SITUACIONES
ESPECIALES
Disfunción vesicointestinal: Combinación de alteraciones funcionales de la vejiga y el intestino en
niños que no usan pañales o que están entrenados para ir solos al baño.
Se caracteriza por smas y signos urinarios bajos y otros atribuibles a constipación crónica: incontinencia de orina,
urgencia miccional, hábito y posturas retencionistas, disuria y/o vaciamiento miccional infrecuente, deposiciones
escasas, defecación dolorosa, encopresis, palpación de masa abdominal y/o fisura anal.
Es la causa más frecuente de ITU recurrente en niños con control de esfínteres sin alteración estructural de la vía
urinaria.
Aproximadamente el 50 % de los niños con RVU presenta disfunción vesicointestinal y esta asociación puede ser la
causa del fracaso del tratamiento quirúrgico o endoscópico.
La constipación parece tener un papel más importante en la disfunción del tracto urinario. El recto completamente
ocupado comprime la pared posterior de la vejiga, causa inestabilidad del detrusor y desencadena una obstrucción
mecánica. La retención fecal comienza lentamente y, como el recto-sigmoides se acomoda y empieza a dilatarse, su
eficiencia contráctil se compromete. El estacionamiento de materia fecal comprime extrínsecamente a la vejiga, por
lo que la capacidad de esta para distenderse al máximo comienza a restringirse. Como resultado, las porciones de la
pared vesical que están sujetas a una compresión extrínseca comienzan a estirarse en su lado epitelial o mucoso. Los
receptores de estiramiento responden con contracciones no inhibidas más urgencia y/o incontinencia de orina. El
residuo posmiccional facilita la colonización bacteriana y puede causar una ITU.
Anamnesis:
• Vaciamiento vesical: si es completo o si deben recurrir a maniobras de presión abdominal y si no logran apoyar los
pies en el piso cuando orinan (ya que esto impide la relajación del piso pélvico provocando vaciamiento vesical
incompleto).
• Características del chorro miccional en los varones: si es entrecortado, si deben realizar fuerza para iniciarlo y si
hay presencia de goteo de orina o escapes diurnos.
• Hábito de higiene perineal luego de orinar en las niñas.
• Tipo de dieta: si se incluyen abundantes fibras.
• Otros signos a tener en cuenta: incontinencia diurna, reverencia de Vincent (niña que repentinamente junta los
muslos, se agacha cruzando las piernas y con el talón de un pie aprieta contra su periné), sostener los genitales,
posición de cuclillas durante la micción.
Ex fco: examen abdominal, genital y de columna completos, en búsqueda de distensión vesical, irritación vulvar por
ropa interior persistentemente húmeda, disrafismos (ocultos o no), impactación fecal y fisura anal.
Ex compl: radiografía simple de abdomen para evaluar constipación y la ecografía renal y de vías urinarias
premiccional y posmiccional. En la ecografía, la presencia de residuo posmiccional patológico y/o el diámetro de la
ampolla rectal mayor de 3 cm (signo de constipación crónica) son muy sugestivos de disfunción vesicointestinal.
DX: confección de un diario miccional durante al menos 2 días, donde los cuidadores consignarán:
• Frecuencia de micciones (si son muy frecuentes o muy espaciadas).
• Volumen de orina de cada micción.
• Volumen de ingesta de líquido.
• Episodios de incontinencia de orina diurna y/o enuresis.
• Características de las deposiciones (según la escala de heces de Bristol) y presencia de encopresis.
TTO: objetivo primario es mejorar la función vesical a través de reeducación y modificación de hábitos. Recomendar:
• Micciones frecuentes, cada 3 a 4 horas.
• Asegurar vaciado vesical completo.
• Ingesta de líquidos abundante.
• Tratar la constipación.
• Asegurar la postura adecuada en el inodoro: al sentarse, el niño debe apoyar ambos pies en el piso. Si no lo logra,
se puede colocar un soporte sobre el cual pueda apoyar los pies y así lograr relajar la musculatura de la pelvis.
• Si persisten los episodios de ITU, sería recomendable mantener la profilaxis antibiótica hasta que se corrija la
disfunción. Si con estas medidas la disfunción no mejora, puede indicarse rehabilitación del piso pélvico
(biofeedback), terapia que permite corregir el mal hábito miccional adquirido.
Monitoreo de la actividad muscular perineal a través de electromiografía, se le enseña al niño a controlar
voluntariamente los músculos del piso pelviano y relajar el esfínter durante la micción, a través de un feedback visual
o auditivo. Se requiere de cierta capacidad de entendimiento, concentración y motivación.
Infección urinaria en el recién nacido: En el RN a término ocurre con más frecuencia dsps de
la 2-3 semana de vida. En los niños prematuros puede manifestarse desde la 1° semana.
Etiología La E. coli agente etiológico más frec, seguido por especies de Enterobacter y K. pneumoniae y, con menor
frecuencia, por P. aeruginosa, enterococos, estreptococos del grupo B, Staphylococcus aureus, Citrobacter freundii,
Serratia marcescens y K. oxytoca.
En RNPT los mo aislados con más frecuencia son los estafilococos coagulasa negativo y la Klebsiella; con menor
frecuencia se aísla E. coli.
ITU por hongos: >mente especies de Cándida, suele tener origen nosocomial. También es frecuente en RNPT, vía
principal es la hematógena.
Manifestaciones clínicas: dx dif c/ sepsis neonatal. Se puede observar rechazo o intolerancia alimentaria, letargia,
vómitos, diarrea, irritabilidad, fiebre, hipotermia, hipoglucemia, distensión abdominal, bradicardia, taquipnea,
ictericia prolongada (a predominio directo), cianosis y falta de aumento de peso. En RNPT son frecuentes las apneas
y la hipoxia. Se recomienda solicitar un ionograma sérico, ya que por el daño tubular secundario a la infección puede
presentarse, excepcionalmente, resistencia a la aldosterona (pseudohipoaldosteronismo), caracterizado por hiperK,
hipoNA y niveles elevados de aldosterona.
Tto: iniciar con atb de amplio espectro IV. (Hemo/uro). Esquemas iniciales: ampicilina y gentamicina o ampicilina y
cefotaxime. En casos de ITU no complicada, la duración suele ser de 10-14 días. Existen situaciones especiales en las
que se puede rotar a la VO luego de 2 a 3 días de atb IV, para completar el tratamiento en forma ambulatoria.
No se aconseja repetir urocultivo durante o dsps del tto, a menos que se presente sospecha clínica de falta de rpta o
recurrencia de la infección.
Infección urinaria y vejiga neurogénica: Morbilidad elevada, con > riesgo de desarrollo de
sepsis.
El vaciado vesical incompleto, la disfunción intestinal asociada y los cateterismos frecuentes, sumados a los estudios
invasivos que se realizan en estos niños, son factores predisponentes. También tiene relación la alteración en la
inmunidad local que conlleva mayor colonización bacteriana de la zona perineal y uretral.
Las recurrencias se asocian con lesión renal y progresión al fallo renal crónico.
La vía más frecuente de infección se asocia con el cateterismo intermitente, que predispone a la colonización
bacteriana de la vejiga. El 70 % de las muestras de orina de estos pacientes tiene colonización bacteriana con
recuentos de más de 10 000 UFC/ml y sólo el 5 % de ellos tendrán signos y síntomas compatibles con ITU.
Clínica: A menudo, los síntomas típicos como fiebre o disuria están ausentes. Los síntomas de sospecha son aumento
de la incontinencia, aumento de la espasticidad, disminución de la capacidad de la vejiga, malestar general o
desregulación autonómica.
La dificultad para diferenciar una ITU de una bacteriuria asintomática constituye un desafío y puede llevar al
sobretratamiento, con el consiguiente riesgo de favorecer el desarrollo de bacterias multirresistentes. La bacteriuria
asintomática no debe ser tratada.
Madden-Fuentes y cols., proponen, un acercamiento al diagnóstico de ITU en niños con vejiga neurogénica con base
en la presencia conjunta de los siguientes tres parámetros:
• >100 000 UFC/ml de un solo microorganismo en muestras tomadas por cateterismo vesical.
• > 10 leucocitos por campo de alta resolución en el sedimento urinario.
• Dos o más de los siguientes síntomas y signos: fiebre, dolor abdominal, dolor lumbar, dolor al realizar el
cateterismo o al orinar u orina turbia o maloliente.
Etiología: la >ría mo gramnegativos, principalmente E. coli y, con menos frecuencia, Proteus, Klebsiella o
Pseudomonas.
La causa más frecuente de las ITU reiteradas en estos pacientes es el vaciado inadecuado de la vejiga, por lo que se
deben revisar:
• Técnica y cumplimiento del cateterismo intermitente: evaluar la necesidad de un reentrenamiento.
• Calibre y tipo de sonda según la edad del paciente.
• Número de cateterismos por día.
• Cartilla miccional: en ella se constatarán el volumen, los horarios y la presencia o no de continencia.
• Tipo y dosis de medicación anticolinérgica en quienes la reciben.
• Tipo y cantidad de aporte hídrico diario.
• Adherencia al tratamiento atb en quienes reciben profilaxis.
• Eventual indicación de lavados vesicales diarios para disminuir el moco del parche de la ampliación en quienes
tienen cirugía de ampliación y/u ostoma continente (técnica de Mitrofanoff).
TTO: dependerá del microorganismo y su sensibilidad; la vía de administración se decide según el estado general del
paciente. Duración entre 7 a 14 días.