Requisitos de Procedibilidad
Requisitos de Procedibilidad
Requisitos de Procedibilidad
ADOPCION-Carácter irrevocable
Magistrado Ponente:
7
SENTENCIA
Aclaración previa
1
La decisión de excluir de cualquier publicación los nombres originales de
menores implicados en procesos de tutela, así como los de sus familiares, en
tanto medida de protección, ha sido adoptada -entre otras- en las siguientes
sentencias: T-523 de 1992 (M.P. Ciro Angarita Barón); T-442 de 1994 (M.P.
Antonio Barrera Carbonell); T-420 de 1996 (M.P. Vladimiro Naranjo Mesa);
T-1390 de 2000 (M.P. Alejandro Martínez Caballero); T-1025 de 2002 (M.P.
Rodrigo Escobar Gil); y T-510 de 2003 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
8
1. ANTECEDENTES
1.2. HECHOS
1.2.8. Alega que a los familiares que criaron a Sofía no se les brindó suficiente
información ni se les dio la oportunidad de comunicarse con ella
durante el trámite administrativo adelantado por el ICBF (cd.2, fl.3).
1.2.15. Sostiene que el ICBF hizo caso omiso a la solicitud realizada por
Susana, madre adoptante de Sofía, y por el contrario, inició el trámite
11
1.3. PRETENSIONES
1.3.1. Que se dejen sin efecto los trámites administrativos adelantados por el
ICBF, así como la sentencia de adopción No. 039 del 31 de enero de
2005, proferida por el Juzgado Noveno de Familia de Ciudad Verde por
configurar una vía de hecho “por defecto fáctico, error por
consecuencia y desconocimiento del precedente constitucional”.
1.4.1.1. Que recibió a Sofía cuando tenía 9 años de edad y desde ese momento
hasta la fecha en la que la reintegró al ICBF, “reclamó a su familia de
crianza” a quienes llamaba “mi familia propia” y a quienes
constantemente les escribía cartas y grababa mensajes (cd.6, fl.169).
Dichos elementos fueron entregados en el año 2006 a la Personería de
Ciudad Verde para que tramitara una acción de tutela que fue denegada
por improcedente tanto en primera como en segunda instancia 2 (cd.6,
fl.37-99).
1.4.1.2. Que en diversas ocasiones Sofía expresó sentir dolor por estar separada
de su familia, “por haber sido engañada y sacada de su hogar
fraudulentamente por la tía religiosa, Doris, quien le dijo a la niña y a
su familia, que la traería a pasear a Ciudad Verde y viajaron de
Macondo el 14 de enero el 2004. Sin embargo dos días después, el 16
del mismo mes, la religiosa la entregó al ICBF, sin haber consultado
con su familia” (cd.6, fl.169).
2
El 21 de junio de 2006, el señor Jairo Herrán Vargas, en su calidad de
Personero Municipal de Medellín, promovió en agencia oficiosa y en nombre
de la niña Sofía (Vélez Castañeda) acción de tutela contra el ICBF, Regional
Antioquia, ICBF Centro Zonal Aranjuez y la Defensoría Cuarta de Familia, al
considerar que con la declaratoria en abandono de la infante, se vulneraron los
derechos fundamentales de la misma. Para el Personero de Medellín, una vez
examinado el caso, se puede concluir que la infante no fue objeto de abandono
alguno, sino por el contrario, fue desarraigada de su núcleo familiar y
entregada caprichosamente al ICBF (cd.6, fl.37-54). En decisión del dieciséis
(16) de agosto de dos mil seis (2006), la Sala Segunda de Familia del Tribunal
Superior de Medellín denegó el amparo solicitado por improcedente. Señala
la decisión de primera instancia: “Obviamente que, eventualmente, una
sentencia que decrete una adopción de un menor puede ser injusta. Empero,
para superar tal contingencia, el Legislador previó el recurso extraordinario
de revisión, medio defensivo en cuyo desarrollo las partes cuentan con todas
las oportunidades de defensa y contradicción, para tratar de derribar el fallo
de adopción, al pedirse su invalidez (…) Y es precisamente esa actividad la
que actualmente se encuentra en curso frente al fallo que dispuso la adopción
de la niña Sofía, motivo que, a la par y conjuntamente con el anterior,
también impide el éxito de esta tutela, en virtud de su naturaleza subsidiaria
(C.P. artículo 86), lo cual determina su manifiesta improcedencia” (cd.6,
fl.66).
13
1.4.1.4. Alegó que la forma en la que la niña fue alejada de su hogar fue
puesta en conocimiento del grupo regional de adopciones del ICBF con
la finalidad de aclarar dudas y de poner a Sofía en contacto con su
familia. Sin embargo, tal solicitud no fue atendida y por el contrario,
recibió múltiples acusaciones por parte de los funcionarios del ICBF,
quienes la culparon de los trastornos que padecía, especialmente la
trabajadora social, quien “siempre mostró una actitud hostil y
acusatoria hacia mí, así como de reprimir a SOFÍA ante sus
expresiones espontáneas de afecto hacia su ‘familia propia’ y su deseo
de reencontrarse con ellos” (cd.6, fl.170).
1.4.1.6. Por otro lado, destacó que cuando reintegró a la niña solicitó al ICBF
que se realizara una visita a la familia de origen para clarificar la
información sobre su caso. Ante la negativa de dicho instituto, resolvió
“solicitar a dos profesionales (un psicólogo y un abogado) que visitaran
la familia de la niña, visita que se realizó los días 2 y 3 de diciembre de
2005, con el objeto de recoger información que permitiera clarificar la
información. Los datos que ellos aportaron corroboraron los relatos
que había hecho la niña acerca de la forma como fue sacada de su
familia” (cd.6, fl.171).
1.4.1.7. Anotó que en los talleres realizados por el ICBF para preparar a los
futuros padres adoptantes, se les informó que los niños son declarados
en abandono y dados en adopción sólo cuando se ha hecho una amplia
indagación con la familia y se comprueba que no hay ningún familiar
que pueda ocuparse de él. Igualmente, que se les informó que en caso de
encontrar un familiar que no cuente con recursos económicos
14
Mediante Auto del once (11) de septiembre de dos mil nueve (2009), la
Sala Segunda de Decisión de Familia del Tribunal Superior de Ciudad
Verde resolvió escuchar a Sofía, Susana, Miguel y Paulina.
1.5.3. Mediante Auto del diecisiete (17) de septiembre de dos mil nueve
(2009), la Sala Segunda de Decisión de Familia del Tribunal Superior
de Ciudad Verde se declaró sin competencia para tramitar la acción,
al considerar que, como consecuencia de la revisión de la sentencia de
adopción del treinta y uno (31) de enero de dos mil cinco (2005) por
parte de la Sala de Cuarta de Decisión, era necesario integrar el
contradictorio con la mencionada sala. En consecuencia, y con la
finalidad de evitar futuras nulidades, dispuso la remisión del expediente
a la Corte Suprema de Justicia (cd.6, fl.234 y 235).
1.7.2. Copia de la Sentencia del treinta y uno (31) de enero de dos mil cinco
(2005), proferida por el Juzgado Noveno de Familia de Ciudad Verde,
mediante la cual se decreta la adopción de la menor Sofía (cd.2, fl.31-
32).
1.7.3. Copia de la sentencia del diez (10) de diciembre de dos mil siete (2007),
proferida por la Sala Cuarta de Decisión de Familia del Tribunal
Superior de Ciudad Verde, mediante la cual se declara infundado el
recurso de revisión formulado contra la sentencia dictada por el Juzgado
Noveno de Familia de Ciudad Verde el 31 de enero de 2005 (cd.6, fl.23-
36).
1.7.6. Copias de las cartas escritas por Sofía a diversos miembros de su familia
extensa (cd.6, fl.101-115).
2. DECISIONES JUDICIALES
Mediante sentencia del trece (13) de octubre de dos mil nueve (2009),
la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia denegó la
solicitud de amparo de los derechos invocados por la accionante, al
considerar improcedente la acción de tutela debido al incumplimiento
de los requisitos de subsidiaridad e inmediatez de la acción (cd.7, fl.26).
Al respecto, el juez a quo constitucional señaló:
2.1.1. Que la calidad de agente oficiosa con que actúa la señora Paulina no
puede tener acogida en el presente caso, teniendo en cuenta que una vez
concretada la adopción, los nexos del adoptado con su familia de sangre
se extinguen y, por disposición legal, su nueva familia viene a ser la del
adoptante, mientras no sobrevengan nuevas circunstancias que coloquen
al niño o niña en un estado diferente. Por esta razón, al extinguirse los
lazos filiales con la familia biológica, “no puede, legal y válidamente,
persona alguna, consanguínea o no, estar agenciando derechos del
menor y menos en el propósito de restituirlo al seno de estos últimos,
pues, itérase, por disposición normativa, tal proceder no está permitido,
no hay derecho alguno que pueda vindicar la antigua familia para
reclamar al adoptado. Lo anterior, desde luego, sin perjuicio de
sobrevenir una situación que viabilice el estado propicio para que sea
nuevamente adoptado, asunto que en el caso sub judice no acontece”.
Por lo anterior la Sala negó las pretensiones de la familia consanguínea
de Sofía (cd.7, fl.23).
2.2. IMPUGNACIÓN
Motivo de ingreso:
26
Concepto social
(…)
(…) Por otro lado, Sofía pone en evidencia una situación que
se lee como acecho por parte de la señora Susana al informar
que una cuñada de ella llamada Cecilia vive por el sector, y
cada vez que la ve no pierde oportunidad para hablarle de la
madre adoptante y recriminarle el hecho de que el proceso se
haya frustrado, le informa la situación actual de la madre
adoptante y busca generar sentimientos de culpa. (…) Dentro
del proceso que se ha estado llevando con Sofía se observa que
la joven conserva esperanzas de poder reparar los
acontecimientos y restaurar la imagen inicial de la señora
Susana como la de una madre suficientemente buena. Se
31
CONCLUSIONES
(…)
(…)
(…)
7. PREGUNTADO.- CUANDO TE ADOPTÓ LA SEÑORA
SUSANA ¿CÓMO TE SENTISTE? (…) QUÉ ENTENDÍAS,
QUÉ ESPERABAS ENCONTRAR POR FAMILIA?
(…)
(…)
(…)
Yo fui al ICBF y les conté que ella decía que ella los quería
mucho pero me respondieron que ella no tenía quien se hiciera
cargo de ella. // Después insistentemente me empezó a
preguntar que cuando me iba a morir y cuánta herencia le iba
a dejar. Cuando le conté a la sicóloga me explicó que era por
el miedo de perder nuevamente una familia. (…)
3.5.1. Señaló que la entidad conoció del caso a través de un escrito radicado
por la señora Susana en el cual expuso la situación en la que se
encontraba Sofía (cd.10, fl.58).
3.5.2. Alegó que de las personas relacionadas, las tres primeras no convivían
con la niña y en su lugar se omitió escuchar la versión de quienes sí
vivían con ella y tenían un lazo de afecto fortalecido por la unión
familiar, dejando la sensación de que Sofía no contaba con familia que
pudiera ocuparse de ella cuando la realidad del hogar era diferente a la
que mencionaron los terceros escuchados en el proceso, quienes, no
obstante ser parte de la familia extensa, no se habían ocupado de la
crianza de la niña.
3.6.2. En cuanto al maltrato físico recibido por Sofía, luego de analizar las
declaraciones de los familiares, señaló que era evidente que la niña no
tenía muy buen comportamiento ni en la casa, ni en la escuela y que fue
castigada por su tía Nilet cuando vivió con ella en Belén y en Macondo
por comerse unas galletas. Al respecto, consideró que lo procedente era
prestarle orientación a la señora Nilet sobre la manera más conveniente
para corregirla, incluso recurrir a la amonestación, medida preventiva
que no fue utilizada. Además, que del expediente se puede constatar
que la familiar no vivía con la niña y que sólo la cuidó por casi 6 meses,
y el hecho de presentarse estos episodios no permitían concluir que
todos los familiares que convivieron con ella durante su estadía en
Macondo la maltrataban, aspecto que hacía evidente que no hubo
certeza de que el maltrato fuera permanente al punto de ser necesario de
separarla de su entorno familiar (cd.10, fl.207 y 208).
3.6.6. Por otra parte, en cuanto a la declaración rendida por Sofía, ordenada
por la Corte Constitucional en sede de revisión, señaló que llama la
atención que a pesar de todas las vicisitudes por la que atravesó la
joven, no se le haya realizado una intervención integral adecuada y
eficaz para superar la amargura y la infelicidad que demuestra al
referirse a su pasado. Igualmente, le preocupa que la niña exprese que
su madre adoptante le tiene odio, pero que le interesa quedarse con los
apellidos de Susana para asegurar su futuro, pasando por alto el deseo
de conseguir el amor de una familia (cd.10, fl. 249-251).
3.6.9.2. En segundo lugar, por tratarse de una joven que demanda mucha
atención y cuidado, recomendó que el hogar sustituto escogido para su
ubicación, debe estar integrado por personas que conozcan
verdaderamente su historia, sus debilidades y fortalezas, con el fin de
que el trato que allí se le de sea diferencial y comprensivo para su edad.
Lo anterior evitaría que se oculte información que sea determinante para
su bienestar y armonía en el mencionado lugar.
3.7. Esta Sala de Revisión, mediante auto del catorce (14) de octubre de dos
mil diez (2010) ordenó oficiar al ICBF, Zona Aranjuez, Aranjuez,
Regional Aranjuez, para que dentro del término indicado, informara
(cd.10, fl.271):
4. CONSIDERACIONES
4.2.2. Una vez falleció la señora Nancy, la niña quedó al cuidado de su abuelo
materno, Miguel, de sus bisabuelos, tíos y tías maternos.
4.2.4. Por medio de la Resolución No. 064 del 31 de julio de 2004 se declaró
en situación de abandono a Sofía y posteriormente con la sentencia
proferida por el Juzgado Noveno de Familia de Ciudad Verde, el treinta
y uno (31) de enero de dos mil cinco (2005), el ICBF la entregó en
adopción a la señora Susana, por lo que la joven actualmente tiene sus
apellidos.
4.2.13. El anterior recuento le permite a la Sala fijar los puntos sobre los
cuales debe centrar su análisis para resolver la tutela de la referencia, y
establecer si el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Centro
Zonal de Aranjuez, en el municipio de Aranjuez y el Juzgado Noveno
del Circuito de Ciudad Verde incurrieron en una causal específica de
procedibilidad de la acción de tutela contra actos administrativos y
providencias judiciales respectivamente, al haber declarado en estado de
53
Lo anterior implica que la Sala deberá estudiar como asunto previo (i) la
figura de la agencia oficiosa en la legitimación en la causa por activa en
el proceso de tutela, por cuanto los jueces de instancia no aceptaron la
agencia oficiosa en este caso. Posteriormente, ii) reiterará la doctrina
constitucional relacionada con la procedencia excepcional de la acción
de tutela, tanto contra providencias judiciales como contra actos
administrativos, haciendo precisión en el denominado defecto fáctico y
la doctrina del error inducido; para después reiterar la posición
constitucional frente iii) al derecho fundamental a preservar la unidad
familiar y el derecho de los niños, niñas y adolescentes a tener una
familia y permanecer en ella; por último y en aplicación de lo anterior se
desarrollará el caso concreto.
4
Corte Constitucional. Sentencia T-995 del 10 de octubre de 2008. MP.
Mauricio González Cuervo.
5
Ídem.
55
6
Corte Constitucional. Sentencia T-197 del 23 de marzo de 2011. MP.
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB.
56
7
Cfr. Sentencia C-590 del 08 de junio de 2005. MP. Miguel Córdoba Triviño.
8
Ver, entre otras, las Sentencias: T-191 del 25 de marzo de 1999. MP. Fabio
Morón Díaz, T-1223 del 22 de noviembre de 2001. MP. Álvaro Tafur Galvis,
T-907 del 03 de noviembre de 2006. MP. Rodrigo Escobar Gil y T-092 del 07
de febrero de 2008. MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.
9
Corte Constitucional. Sentencia T-024 del 26 de enero de 2010. MP. JORGE
IGNACIO PRETELT CHALJUB.
10
Ver, entre otras, las Sentencias: T-191 del 25 de marzo de 1999. MP. Fabio
Morón Díaz, T-1223 del 22 de noviembre de 2001. MP. Álvaro Tafur Galvis,
T-907 del 03 de noviembre de 2006. MP. Rodrigo Escobar Gil y T-092 del 07
de febrero de 2008. MP. Marco Gerardo Monroy Cabra.
57
4.4.7. En la misma sentencia esta Corporación manifestó que una vez que se
verifica el cumplimiento de los requisitos generales, el accionante debe
demostrar la ocurrencia de alguna de las causales específicas de
11
Corte Constitucional. Sentencia T-024 del 26 de enero de 2010. MP.
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB.
12
“Corte Constitucional. Sentencia T-504 del 08 de mayo de 2000. MP.
Antonio Barrera Carbonell.”
13
“Corte Constitucional. Sentencia T-315 del 01 de abril de 2005. MP. Miguel
Córdoba Triviño.”
14
“Corte Constitucional. Sentencia T-008 del 22 de enero de 1998. MP.
Eduardo Cifuentes Muñoz.”
15
“Corte Constitucional. Sentencia T-658 del 11 de noviembre de 1998. MP.
Carlos Gaviria Díaz.”
16
“Corte Constitucional. Sentencias: T-088 del 17 de febrero de 1999. MP.
José Gregorio Hernández y SU-1219 del 21 de noviembre de 2001. MP.
Manuel José Cepeda.”
17
Cfr. Ibídem. Sentencia C-590 del 08 de junio de 2005. MP. Miguel Córdoba
Triviño.
58
18
Corte Constitucional. Sentencia T-327 del 15 de julio de 1994. MP.
Vladimiro Naranjo Mesa.
19
Corte Constitucional. Sentencia SU-1185 del 13 de noviembre de 2001. MP.
Rodrigo Escobar Gil.
20
“Corte Constitucional. Sentencia T-522 del 18 de mayo de 2001. MP.
Manuel José Cepeda.”
59
21
“Sentencias T-1625 del 23 de noviembre de 2000. MP (E). Martha Victoria
Sáchica Méndez, T-1031 del 27 de septiembre de 2001. MP. Eduardo
Montealegre Lynett, SU-1184 del 13 de noviembre de 2001. MP. Eduardo
Montealegre Lynett, y T-462 del 05 de junio de 2003. MP. Eduardo
Montealegre Lynett.”
22
Ibídem. Sentencia C-590 del 08 de junio de 2005. MP. Miguel Córdoba
Triviño.
60
23
Por ejemplo, los principios de legalidad, favorabilidad, inocencia; los
derechos de defensa, publicidad, contradicción, presentar pruebas, controvertir
las pruebas que se alleguen, entre otros.
24
Corte Constitucional. Sentencia T-103 del 16 de febrero de 2006. MP.
Marco Gerardo Monroy Cabra.
25
Ibídem
26
Ibídem
61
27
Corte Constitucional. Sentencia T-590 del 01 de agosto de 2002. MP.
Miguel Araújo Rentería.
28
Ver, entre otras, las Sentencias: T-814 del 19 de octubre de 1999. MP.
Antonio Barrera Carbonell, T-450 del 04 de mayo de 2001. MP. Manuel José
Cepeda Espinosa, SU-159 del 05 de marzo de 2002. MP. Manuel José Cepeda
Espinosa, T-462 del 05 de junio de 2003. MP. Eduardo Montealegre Lynett,
T-1065 del 07 de diciembre de 2006. MP. Humberto Sierra Porto y T-458 del
07 de junio de 2007. MP. Álvaro Tafur Galvis.
62
4.6.2.1. Una dimensión negativa que tiene lugar cuando el juez o autoridad
administrativa niega o valora la prueba arbitraria, irracional y
caprichosamente30 u omite su valoración31 y sin fundamento alguno da
por no probado el hecho o la circunstancia que de la misma emerge
clara y objetivamente32.
29
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T- 1065 del 07 de diciembre de 2006.
MP. Humberto Sierra Porto.
30
Ibídem. Sentencia T-442 del 11 de octubre de 1994 MP. Antonio Barrera
Carbonell.
31
Sentencia T-239 del 30 de mayo de 1996. MP. José Gregorio Hernández
Galindo.
32
Sentencia T-576 del 10 de diciembre de 1993. MP. Carlos Arango Mejía.
33
Ibídem. Sentencia T-538 del 29 de noviembre 1994. MP. Eduardo Cifuentes
Muñoz.
34
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-590 del 27 de agosto de 2009. MP.
Luis Ernesto Vargas Silva.
63
4.7.3. Por último cabe precisar que la expresión error inducido es más clara
que la noción inicial de ‘vía de hecho’ por consecuencia, en la medida
en que la misma se tornaba en un oxímoron, es decir, una contradicción
dentro del mismo término, pues la vía de hecho implica una actuación
arbitraria por parte del funcionario judicial y este defecto descarta dicha
arbitrariedad, pues lo que realmente ocurre es que la autoridad judicial
es inducida a error por conductas, hechos o fallas atribuibles a otros
órganos del Estado37.
35
Ver, entre otras, las Sentencias: T-492 del 11 de junio de 2003. MP.
Eduardo Montealegre Lynett y T-702 del 05 de julio de 2005. MP. Clara Inés
Vargas Hernández.
36
Cfr. Ibídem. Sentencia T-702 del 05 de julio de 2005. MP. Clara Inés
Vargas Hernández y T-590 del 27 de agosto de 2009. MP. Luis Ernesto
Vargas Silva.
37
Ibídem. Sentencia T-590 del 27 de agosto de 2009. MP. Luis Ernesto
Vargas Silva.
38
Ver al respecto, entre otras, la Sentencia T-572 del 26 de agosto de 2009.
MP. Humberto Antonio Sierra Porto.
39
Corte Constitucional. Sentencia T- 447 del 13 de octubre de 1994. MP.
Vladimiro Naranjo Mesa.
64
40
Corte Constitucional. Sentencia T-408 del 12 de septiembre de 1995. MP.
Eduardo Cifuentes Muñoz.
41
Ibídem. Sentencia T-572 del 26 de agosto de 2009. MP. Humberto Antonio
Sierra Porto.
42
Ídem.
43
Ídem.
65
44
Reiterada jurisprudencia constitucional ha ratificado que la pobreza jamás
puede ser un motivo permitido -por irrazonable- para ordenar la separación de
los niños de su medio familiar. Ver, al respecto, entre otras, las Sentencias T-
510 del 19 de junio de 2003. MP. Manuel José Cepeda Espinosa y T-887 del
01 de diciembre de 2009. MP. Mauricio González Cuervo, en las que se
señaló: “ni la pobreza relativa ni otras condiciones meramente económicas o
educativas pueden ser invocadas para descalificar la aptitud de los padres”.
66
45
Ver página web:
https://www.icbf.gov.co/icbf/directorio/portel/libreria/php/frame_detalle.php?
h_id=527.
46
Corte Constitucional. Sentencia T-671 del 31 de agosto de 2010. MP.
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB.
67
4.9.3. Esta Corporación ha señalado que este derecho tiene una especial
importancia para los menores de dieciocho años, puesto que por medio
de su ejercicio se materializan otros derechos constitucionales que, por
lo tanto, dependen de él para su efectividad, es a través de la familia que
los niños pueden tener acceso al cuidado, el amor, la educación y las
condiciones materiales mínimas para desarrollarse en forma apta 47.
Igualmente, la jurisprudencia constitucional se ha referido en varias
ocasiones a la importancia del vínculo familiar y ha hecho énfasis en
que “desconocer la protección de la familia significa de modo
simultáneo amenazar seriamente los derechos constitucionales
fundamentales de la niñez”48.
47
Ídem.
48
Sentencia T-887 del 01 de diciembre de 2009. MP. Mauricio González Cuervo. En esta providencia la
Corte hizo referencia a la Sentencia T-587 de 1998, en la que le correspondió a la Corte Constitucional
establecer si el ICBF había desconocido los derechos fundamentales de una niña a tener una familia, al
negarle a una pareja de padres extranjeros la posibilidad de adoptarla, en razón a que la hija biológica que
ellos tenía una edad menor y ello podría generar traumatismos. En una sentencia reciente, la Corte
Constitucional abordó el estudio de un caso similar al que se encuentra bajo examen de la sala Quinta en la
presente oportunidad. Igualmente, citó la sentencia C-572 de 2009 en la que la Corporación efectúo una
juiciosa aproximación al concepto de familia. En uno de los apartes del fallo sostuvo sobre el particular: “El
punto de partida clásico de la noción de familia es aquel según el cual aquélla se origina en el matrimonio.
De igual manera, este término incluye el supuesto del matrimonio sin descendencia o sin otros parientes a
cargo, la relación de hombre y mujer sin descendencia. Igualmente, abarca los lazos familiares derivados de
la adopción. Este es el concepto que se toma en consideración en los distintos instrumentos internacionales
sobre derechos humanos, tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 16.1); el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 23), al igual que la Convención Americana sobre
Derechos Humanos”.
49
Corte Constitucional. Sentencia T-510 de 19 de junio de 2003. MP. Manuel
José Cepeda Espinosa.
50
“(…) los niños tienen derecho a conocer a sus padres y ser cuidados por
ellos en la medida de lo posible (…)”
51
“(…) los niños no serán separados de sus padres en contra de la voluntad de
éstos, salvo que medien circunstancias que justifiquen tal curso de acción
como medio para satisfacer el interés superior de los niños (…)”
68
de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, principio 6 52; (iii)
el Convenio de la Haya relativo a la Protección del Niño y a la
Cooperación en materia de Adopción Internacional de 199353,
preámbulo54; (iv) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos55,
artículo 2356.
52
“(…) cuando sea posible, los niños tienen derecho a crecer bajo el cuidado y
la responsabilidad de sus propios padres (…) los niños de temprana edad no
podrán ser separados de sus madres, salvo que medien circunstancias
excepcionales (…)”
53
Aprobado por Colombia mediante la Ley 265 de 1996 y declarado exequible mediante Sentencia C-383 del
22 de agosto de 1996. MP. Antonio Barrera Carbonell.
54
“(…) Cada Estado debería tomar, con carácter prioritario, medidas
adecuadas que permitan mantener al niño en la familia de origen (…)”
55
Adoptado por Colombia mediante Ley 74 de 1968.
56
“(…) La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado (…)”
57
Corte Constitucional. Sentencia SU-225 del 20 de mayo de 1998. MP.
Eduardo Cifuentes Muñoz.
69
58
Sentencia T-887 de 2009. MP. Mauricio González Cuervo.
59
Ídem.
60
Corte Constitucional. Sentencia T-587 del 20 de octubre de 1998. MP.
Eduardo Cifuentes Muñoz.
61
Corte Constitucional. Sentencia T-510 del 19 de junio de 2003. MP. Manuel
José Cepeda Espinosa.
70
4.9.7.3. Así las cosas, precisó la Corte en la Sentencia T-671 de 201062, que
en el análisis de los casos en los cuales los niños, niñas y adolescentes
han sido separados de su familia biológica, es imprescindible contar con
razones suficientes que justifiquen la intervención del Estado en las
relaciones familiares biológicas. Como se ha reiterado en apartes
anteriores, los menores de 18 años son titulares de un derecho
fundamental prevaleciente a tener una familia y no ser separados de ella;
a su vez, la familia en tanto institución social básica es objeto de una
clara protección constitucional, que impiden que las autoridades o los
particulares intervengan en su fuero interno o perturben las relaciones
que la conforman, sin que existan razones de peso previamente
establecidas por el ordenamiento jurídico que así lo justifiquen, y
únicamente de conformidad con el procedimiento establecido en la ley y
teniendo en cuenta las circunstancias particulares del caso concreto.
62
Corte Constitucional. Sentencia T-671 del 31 de agosto de 2010. MP.
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB.
71
63
Corte Constitucional. Sentencia C-853 del 25 de noviembre de 2009. MP.
Carlos Iván Palacio Palacio.
64
Corte Constitucional. Sentencia C-318 del 24 de abril de 2003. MP. Miguel
Araújo Rentería.
65
Corte Constitucional. Sentencia T-466 del 09 de junio de 2006. MP. Manuel
José Cepeda Espinosa.
72
4.10.6. Acerca de los criterios jurídicos que deben observarse para aplicar en
concreto el principio del interés superior de menores de dieciocho años,
en la jurisprudencia de esta Corporación se han establecido los
siguientes: (i) el principio del interés superior de los niños, las niñas y
adolescentes se realiza en el estudio de cada caso en particular y tiene
por fin asegurar su desarrollo integral; (ii) este principio, además,
persigue la realización efectiva de sus derechos fundamentales y
también resguardarlos de los riesgos prohibidos que amenacen su
desarrollo armónico. Estos riesgos no se agotan en los que enuncia la
ley sino que también deben analizarse en el estudio de cada caso
particular; (iii) debe propenderse por encontrar un equilibrio entre los
derechos de los padres o sus representantes legales y los de los niños,
las niñas y adolescentes. Sin embargo, cuando dicha armonización no
sea posible, deberán prevalecer las garantías superiores de los menores
de dieciocho años. En otras palabras, siempre que prevalezcan los
derechos de los padres, es porque se ha entendido que ésta es la mejor
manera de darle aplicación al principio del interés superior de los niños,
las niñas y adolescentes.67
66
Corte Constitucional. Sentencia C-318 del 24 de abril de 2003. MP. Miguel
Araújo Rentería.
67
Corte Constitucional. Sentencia T-502 del 30 de junio de 2011. MP. JORGE
IGNACIO PRETELT CHALJUB.
73
(ii) Este derecho debe ser tenido en cuenta para la interpretación del
resto de sus garantías;
68
En primer lugar (…) a raíz del día de debate general sobre la realización
de los derechos del niño en la primera infancia celebrado en 2004, el Comité
subrayó que (…) Hay estudios que demuestran que el niño es capaz de
formarse opiniones desde muy temprana edad, incluso cuando todavía no
puede expresarlas verbalmente. Por consiguiente, la plena aplicación del
artículo 12 exige el reconocimiento y respeto de las formas no verbales de
comunicación, como el juego, la expresión corporal y facial y el dibujo y la
pintura, mediante las cuales los niños muy pequeños demuestran capacidad
de comprender, elegir y tener preferencias. En segundo lugar, el niño no debe
tener necesariamente un conocimiento exhaustivo de todos los aspectos del
asunto que lo afecta, sino una comprensión suficiente para ser capaz de
formarse adecuadamente un juicio propio sobre el asunto. En tercer lugar, los
Estados Partes también tienen la obligación de garantizar la observancia de
este derecho para los niños que experimenten dificultades para hacer oír su
opinión. Por ejemplo, los niños con discapacidades (…) minorías (…)
indígenas (…) migrantes y otros (…) en la Observación General número 12 de
2009 del Comité de los derechos del niño.
74
formarse una opinión. Por ese motivo, las opiniones del niño tienen que
evaluarse mediante un examen caso por caso”. Y 5) Respecto a la
madurez, va ligada con el nivel de comprensión de un asunto y la
evaluación de sus consecuencias, podría definirse como “la capacidad
de un niño para expresar sus opiniones sobre las cuestiones de forma
razonable e independiente (…) cuanto mayores sean los efectos del
resultado en la vida del niño, más importante será la correcta
evaluación de la madurez de ese niño”.
5. CASO CONCRETO
5.1. Nos encontramos ante la situación de una joven que, a la edad de los 9
años fue declarada en situación de abandono bajo las normas del Código
del Menor que rigió hasta 2007. Ante ese hecho fue dada en adopción
pero su proceso de adaptación a su nueva familia estuvo signado por
una serie de obstáculos, en el que sobresale el hecho que la niña siempre
hacía referencia a su familia biológica y a su deseo de volver a su seno,
lo que condujo a su madre adoptiva a reintegrarla al ICBF para que
restableciera los lazos familiares que supuestamente no existían, según
la información que a ella le suministró el ICBF.
5.2. La acción de tutela interpuesta por quien fuera una tía materna de la
niña antes de su adopción, tiene por objeto que se deje sin efecto toda la
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5.4.1. Antes de la vigencia del Código del Menor –Decreto 2737 de 1989–
esto es, mientras rigió la Ley 98 de 1920 y hasta 1964, año en que se
expidió el Decreto 1818, por el cual se creó el Consejo Colombiano de
Protección Social del Menor y de la Familia y se reorganizó la División
de Menores del Ministerio de Justicia, las situaciones de abandono de
niños o en situación de peligro físico o moral eran competencia de los
jueces de menores69. Sin embargo, poco a poco se fueron desplazando
estas competencias a las autoridades administrativas. A partir de la
puesta en vigencia del Decreto 2737 de 1989 se le confieren expresas
atribuciones a éstas, concretamente al ICBF, para resolver situaciones
de abandono y de peligro en las que pudieran encontrarse los niños,
niñas y adolescentes. Los artículos 29, 36 y 38 del Decreto en mención
disponían:
69
Corte Constitucional. Sentencia T-030 del 25 de enero de 2000. MP. Fabio
Morón Díaz.
77
Si el menor tuviere bienes, la adopción se hará con las formalidades exigidas para los guardadores”. ()
80
están llamadas a satisfacer sus necesidades básicas, esto es, que el niño
o la niña ha sido, en efecto, abandonado. En cualquier caso, en el
trámite que conducía a la declaración de situación de abandono, los
funcionarios administrativos debían –y hoy también- observar
estrictamente la Constitución y, en especial, el derecho constitucional
fundamental al debido proceso y a la prevalencia de la unidad familiar.
Las autoridades públicas deben tener presente que sus decisiones han de
ser el resultado de un procedimiento respetuoso de las formas propias de
cada juicio, mucho más los Defensores de Familia para quienes es
imperativa la sujeción a la Constitución, por cuanto las decisiones que
adoptan afectan directamente a la familia. Por ello tienen el deber
constitucional y legal de garantizar el respeto al derecho de defensa y el
mantenimiento de la igualdad de las partes 73.
Fecha Actuación
16 de enero de 2004 Su tía-abuela, la señora Doris se
presentó al ICBF, Centro Zonal,
manifestando que entregaba a la
niña Sofía de 8 años y 11 meses de
edad porque no contaba con
familiares que pudieran cuidarla;
pues su madre la había abandonado
73
Corte Constitucional. Sentencia T-209 del 20 de marzo de 2002. MP.
Alfredo Beltrán Sierra.
74
Corte Constitucional. Sentencia T-510 del 19 de junio de 2003. MP. Manuel
José Cepeda Espinosa.
75
“Por medio de la cual se declara en situación de abandono a una menor y se
ordena una medida definitiva de protección con vías a su adopción”.
81
5.6.1. En primer lugar, para esta Corporación es claro que el día 16 de enero
de 2004, Doris, tía-abuela de Sofía, la condujo desde su lugar de
residencia en Macondo hacia la Ciudad Verde, manifestándole a sus
familiares y a la propia niña que la llevaría de paseo. Sin embargo, la
llevó al ICBF, Centro Zonal, señalando que la niña se encontraba en un
completo estado de abandono, ya que no contaba con ningún familiar
que se hiciera cargo de ella, pues su madre biológica la había entregado
52 días después de que nació a la señora Nancy, abuela materna de la
niña, quien se encargó de su crianza y manutención hasta que falleció, y
que su padre no la había reconocido y se desconocía su paradero. Por lo
anterior, agregó que quien cuidaba de ella era su abuelo materno, el
señor Miguel. También señaló que el señor Miguel la había entregado a
la señora Nilet, también tía-abuela de la niña, y que posteriormente
estuvo bajo el cuidado de sus bisabuelos quienes la maltrataban física y
psicológicamente, y que además estuvo expuesta a un posible abuso
sexual por parte de un tercero.
5.6.2. En segundo lugar, se encuentra acreditado que el mismo día, esto es, el
16 de enero de 2004, la niña quedó bajo protección del ICBF y que el 8
de marzo de la misma anualidad le notificaron el auto de apertura del
proceso administrativo de protección a los bisabuelos de la niña, esto es,
a Hernando y a Ofelia y a su madre biológica, Andrea. Llama la
atención de esta Sala, el hecho de que dicho auto no fue notificado al
señor Miguel, abuelo de Sofía, quien estaba a cargo de ella después de
que falleció su abuela materna. Sin embargo, el 15 de marzo de ese año,
rindió su declaración, en la cual expresó que “no sabe el porqué la niña
la protege el ICBF… la monjita se la llevó a pasear a Ciudad Verde…”
(cd.6, fl.6).
Ahora bien, aunque Sofía había convivido un tiempo con sus bisabuelos,
éstos se negaron a rendir su declaración dentro del proceso
administrativo, aduciendo algo que llama la atención de la Sala, esto es,
la prohibición del artículo 33 de declarar contra si o contra los parientes
hasta el cuarto grado de consanguinidad, hecho que es un indicio de la
85
Ahora bien, según el artículo 37 del Código del Menor, vigente para la
época en que los hechos tuvieron lugar, el Defensor de Familia tenía
la obligación de escuchar en declaración a todas aquéllas personas,
que de acuerdo con la ley debían asumir el cuidado y la crianza de
la menor de 18 años o de quien lo tuviere a su cargo. En el caso
específico, dicha obligación no se cumplió a cabalidad, pues, la
autoridad administrativa en ejercicio de su atribución legal y
constitucional debió decretar pruebas encaminadas a determinar
con precisión y claridad las circunstancias familiares que rodeaban
a la niña. En este caso, la señora Doris entregó a la niña al ICBF
aduciendo su abandono, argumento que obligaba al funcionario
competente a investigar rigurosamente la real situación de ésta, asunto
que no era difícil porque quien la entregó precisó el nombre de quienes
habían asumido su cuidado desde que nació, aduciendo, además, que
por su condición de monja, siempre estuvo ausente del entorno familiar
86
5.6.3. Otro defecto fáctico fue omitir la práctica de pruebas relevantes para
resolver el caso. La Defensora de Familia no escuchó en declaración
a la niña dentro del trámite del proceso administrativo, lo que
generó una grave vulneración de su derecho fundamental a ser
escuchada, derecho consagrado expresamente n la Convención sobre los
Derechos del Niño, y en el artículo 10 del Código del Menor que regía
cuando se surtió el procedimiento en revisión y que expresamente
88
Obsérvese que según cuenta la madre adoptante, desde que la niña llegó
a su hogar, refería que quería regresar a donde su “familia propia”, es
decir, cuando el Estado optó por crearle un nuevo entorno familiar, bajo
el entendido que era la mejor forma de restablecer sus derechos -
usando la terminología y el objeto de la nueva legislación de infancia y
adolescencia-. Sin embargo, por negligencia por impericia o cualquier
otra circunstancia que la Corte no puede calificar, dejó de considerar
que existía un vínculo afectivo con su familia extensa, a la que
recordaba, reconocía y añoraba. Hecho indicativo de que la niña tenía la
capacidad de entender su contexto familiar y podía emitir una opinión
frente a él. Sin embargo, los funcionarios del ICBF desconocieron este
derecho fundamental y tomaron una decisión que generó lesiones
mayores a los derechos de quien se buscaba proteger.
Era posible que una vez evaluada la opinión de aquella, el ICBF no solo
hubiese optado por vincular a esos familiares que reconocía la niña
como sus protectores o cuidadores -primer defecto en su actuación-,
sino la de adoptar una decisión acorde con sus derechos. En donde si lo
que correspondía, en definitiva, era declararla en situación de
adoptabilidad, la carga de motivación por parte del instituto era mayor
por cuanto estaba en la obligación de demostrar que su familia biológica
y extensa no estaba en condiciones de garantizar sus derechos.
5.7.2. En el asunto sub examine, la tía abuela que entregó la niña al ICBF
manifestó que aunque sí contaba con familia extensa, ninguno de sus
miembros estaba en capacidad de asumir su cuidado y manutención,
entre otras: i) por carecer de los medios económicos para el efecto; ii)
estar sometida a un riesgo de abuso sexual, sin especificar si esta
amenaza provenía de un miembro de la familia o de un tercero y iii) por
el maltrato físico al que era sometida por uno de sus familiares.
76
Articulo 88 del Código del Menor y 61 del nuevo Código de la Infancia y la
Adolescencia.
93
y como tal se le declara no apta para seguir con el cuidado del niño,
niña o adolescente. Ese rompimiento con la familia de origen implica
una modificación del estado civil porque por disposición legal se
impone el parentesco civil entre el adoptado con el adoptante y con la
familia de éste, hecho que ha llevado al legislador a consagrar su
irrevocabilidad.
En 1989 se expide el Código del Menor –Decreto 2737- que elimina las
adopciones simples, artículo 103 y consagra la irrevocabilidad de la
adopción, artículo 83, que se consagra como una de las medidas de
protección cuando un menor de 18 años fuera declarado en situación de
abandono o peligro.
5.9.1. Lo primero que se debe precisar es que el caso bajo estudio cumple con
los requisitos generales de procedibilidad de la acción de tutela contra
providencias judiciales, toda vez que:
puedan contar con una ayuda que les permita suplir sus necesidades
económicas que atenten contra su unidad familiar.
6. DECISIÓN
RESUELVE
reestablecimiento que actualmente cursa en esa institución debe velar por dar
aplicación del artículo 67 de la Ley 1098 de 2006.
6.2. PRESTAR toda la atención al niño o niña nacido o por nacer e hijo/a de
la adolescente sujeto de protección de la presente acción y garantizarle la
protección integral de sus derechos. En consecuencia, se hará una verificación
de derechos y se tomarán todas las medidas para su prevalencia,
especialmente, se tendrá cuidado de asegurar su permanencia al lado de la
madre biológica que impida que se repita la historia vivida por ella. En
consecuencia, el derecho de no repetición se debe garantizar de forma especial
en este caso.
Magistrado Ponente:
JORGE IGNACIO PRETELT CHALJUB
i. Contenido de la sentencia
Fecha ut supra,
82
Corte Suprema de Justicia, Sala Plena, Junio 13 de 1991.