Michel Foucault

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Michel Foucault

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Michel Foucault

Información personal

Nombre de
Paul-Michel Foucault
nacimiento

Nacimiento 15 de octubre de 1926


Poitiers (Vienne, Francia)

Fallecimien 25 de junio de 1984


to XIII Distrito de París (Francia)

Causa de
Sida
muerte

Sepultura cimetière de Vendeuvre-du-Poitou (fr)

Nacionalida
Francesa
d

Religión Ateísmo

Lengua
Francés
materna

Familia
Padre Paul Foucault

Pareja Daniel Defert

Educación

Educación Doctor en Filosofía

Educado en • Lycée Henri IV


• Escuela normal superior de París
• Universidad de París

Alumno de • Jean Hyppolite


• Daniel Lagache
• Maurice Merleau-Ponty
• Georges Canguilhem
• Louis Althusser

Información profesional

Ocupación Filósofo, antropólogo, psicólogo, historiador, escritor, sociólogo, catedrático, guioni


sta, crítico literario y etnólogo

Área Filosofía, historia y sociología

Empleador • Universidad de California en Berkeley


• Universidad de Lille 3
• Universidad de Búfalo
• Universidad de París 8
• Universidad de Varsovia
• Universidad de Túnez
• Universidad de Upsala (1954-1958)
• Collège de France (1970-1984)

Alumnos Jacques Derrida

Movimiento
Ateísmo, Posestructuralismo y filosofía continental
s

Obras • Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión


notables • Las palabras y las cosas
• La arqueología del saber
• Historia de la sexualidad
Firma

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Paul-Michel Foucault (pronunciación en francés: /miˈʃɛl fuˈko/; Poitiers, 15 de octubre


de 1926-París, 25 de junio de 1984), fue
un filósofo, historiador, sociólogo y psicólogo francés. Fue profesor en varias
universidades francesas y estadounidenses y catedrático de Historia de los
sistemas de pensamiento en el Collège de France (1970-1984), en reemplazo de
la cátedra de Historia del pensamiento filosófico, que ocupó hasta su muerte Jean
Hyppolite. El 12 de abril de 1970, la asamblea general de profesores del Collége
de France eligió a Michel Foucault, que por entonces tenía 43 años, como titular
de la nueva cátedra. Su trabajo ha influido en importantes personalidades de
las ciencias sociales y las humanidades.
Foucault es conocido principalmente por sus estudios críticos de las instituciones
sociales, en especial la psiquiatría, la medicina, las ciencias humanas, el sistema
de prisiones, así como por su trabajo sobre la historia de la sexualidad humana.
Sus análisis sobre el poder y las relaciones entre
poder, conocimiento y discurso han sido ampliamente debatidos. En los años
sesenta, Foucault estuvo asociado al estructuralismo, un movimiento del que se
distanció más adelante, aunque haya usado de un modo personal los métodos de
dicho enfoque: Las palabras y las cosas puede entenderse como una crítica a la
pretensión sígnica, dejando de lado su interés por las condiciones de modificación
histórica del sentido.1 En ulteriores trabajos y cursos desarrolló conceptos
como biopoder y biopolítica,2 de especial relevancia en la obra de pensadores
políticos contemporáneos como Antonio Negri,3 Michael Hardt,3 Giorgio
Agamben y Roberto Esposito.4
Foucault rechazó las etiquetas de posestructuralista y posmoderno, que
le eran aplicadas habitualmente, prefiriendo clasificar su propio pensamiento como
una crítica histórica de la modernidad con raíces en Immanuel Kant. En el texto
«¿Qué es la ilustración?» definió mejor su proyecto teórico como
una ontología crítica de la actualidad siguiendo la impronta kantiana.
Recibió múltiples influencias. Por ejemplo, a partir de la obra de Friedrich
Nietzsche desarrolla la idea de la «genealogía del poder» como una
reinterpretación original de la idea nietzscheana de «la genealogía de la moral». Si
bien afirmaría: «Soy un nietzscheano»5, cabe señalar que también señaló: «El
interés por Nietzsche no fue una manera de alejarnos del marxismo. Era la única
vía de acceso hacia lo que esperábamos del mismo»6. Por ello otra influencia
importante es la de Karl Marx, de donde retiene la idea de una crítica a la sociedad
burguesa7. De manera episódica indicó también una influencia parcial y verbal del
pensamiento de Martin Heidegger8, aunque criticaría varias veces sus ideas 9 y
aunque no se pueda apreciar una influencia de la jerga o la conceptualidad
heideggeriana en sus planteamientos teóricos e históricos (donde es, más
importante, la influencia de Paul Veyne, Pierre Hadot10 y Georges Dumézil11). Sin
embargo, la idea, propagada falazmente por los escritores conservadores Luc
Ferry y Alain Renault12, de que la filosofía francesa (Foucault, Derrida, Deleuze) es
una mera recepción de la filosofía alemana dista de ser verdadera: Foucault
mantuvo un diálogo permanente con su tradición, con autores como Georges
Canguilhem, Louis Althusser, Georges Bataille, Maurice Blanchot, Gilles Deleuze,
etc13.
En el año 2007 Foucault fue considerado por el The Times Higher Education
Guide como el autor más citado del mundo en el ámbito de humanidades en dicho
año.14 Foucault murió en París de complicaciones por VIH. Su pareja, Daniel
Defert, comenzó la fundación AIDES en su honor.

Índice

• 1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2La École Normale Supérieure
o 1.3Carrera inicial
o 1.4Post-1968: como activista
o 1.5Vida posterior
▪ 1.5.1Collège de France
▪ 1.5.2Revolución iraní
▪ 1.5.3Últimos años y muerte
▪ 1.5.4Ediciones póstumas
o 1.6Polémica
• 2Ideas
• 3Obras
o 3.1Historia de la locura en la época clásica
o 3.2El nacimiento de la clínica
o 3.3Las palabras y las cosas
o 3.4La arqueología del saber
o 3.5Vigilar y castigar
o 3.6Historia de la sexualidad
o 3.7La hermenéutica del sujeto
• 4Críticas
o 4.1Cripto-normatividad
o 4.2Genealogía como método histórico
o 4.3Crítica feminista
o 4.4Teoría Queer
o 4.5Construccionismo social y naturaleza humana
o 4.6Educación y autoridad
• 5Libros
• 6Fuentes
• 7Referencias y notas
• 8Enlaces externos

Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Paul-Michel Foucault nació el 15 de octubre de 1926 en Poitiers, Francia. Su
padre fue Paul Foucault, un eminente cirujano que esperaba que su hijo se le
uniera en la profesión.15 Su educación primaria fue una mezcla de éxitos y
mediocridades hasta que asistió al colegio jesuita Saint-Stanislaus donde se
destacó por su rendimiento.1617 Durante este periodo, Poitiers era parte de
la Francia de Vichy que posteriormente sería ocupada por Alemania. Foucault
aprendió filosofía con Louis Girard.18
Tras la Segunda Guerra Mundial, ingresó en la prestigiosa École Normale
Supérieure, la tradicional puerta de entrada a una carrera académica
en Humanidades en Francia.
La École Normale Supérieure[editar]
La vida personal de Foucault en la École Normale fue difícil —sufrió de depresión
aguda.19 Sus compañeros destacaron su amor por la violencia y lo macabro.
Decoró su dormitorio con imágenes de Los desastres de la guerras por el artista
español Francisco de Goya y era propenso a autolesionarse.20 Incluso
intentó suicidarse varias veces.21 Como resultado de ello, su padre lo envió a ver
al psiquiatra Jean Delay, pionero de la psicofarmacología, en el Hospital Sainte-
Anne,2223 con quien mantuvo amistad.24 El médico examinó el estado mental de
Foucault y sugirió que sus tendencias suicidas surgían de la angustia por ocultar
su homosexualidad como tabú social en Francia. En ese momento, Foucault se
involucró en actividades homosexuales con hombres a quienes encontró en la
escena gay parisina.25 Durante este tiempo quedó fascinado con la psicología y
obtuvo una licenciatura en esta disciplina, muy nueva en Francia en el momento,
además de una licenciatura en filosofía en 1952.26 Estuvo involucrado en la
psicología clínica, que le expuso a pensadores como Ludwig Binswanger.
Foucault fue miembro del Partido Comunista Francés de 1950 a 1953. Su
mentor, Louis Althusser, le indujo a ingresar en él, pero pronto se desilusionó con
la política y la filosofía del partido.27
Carrera inicial[editar]
A principios de la década de 1950, Foucault estuvo bajo la influencia del filósofo
alemán Nietzsche, quien siguió siendo una influencia fundamental en su trabajo durante toda
su vida.

Foucault no logró obtener su agrégation en 1950, pero lo intentó nuevamente y


tuvo éxito al año siguiente. Tras un breve período de docencia en la École
Normale, asumió un puesto en la Université Lille Nord de Francia, donde enseñó
psicología de 1953 a 1954, año en que publicó su primer libro, 'Maladie mentale et
personnalité (Enfermedad mental y personalidad), obra que más tarde
desaprobó.28 A este punto, no estaba interesado en una carrera como docente, y
emprendió un largo exilio de Francia. En agosto de 1953, Foucault y su
amante Jean Barraqué pasaron sus vacaciones en Italia, donde el filósofo leyó
las Consideraciones intempestivas, un conjunto de cuatro ensayos del
filósofo Friedrich Nietzsche. Más tarde, al describir la obra de Nietzsche como "una
revelación", sintió que la lectura del libro lo afectó profundamente, siendo un
momento decisivo en su vida.29 En 1954 sirvió como delegado cultural de
la Universidad de Upsala, en Suecia (posición que le consiguió Georges Dumézil,
quien se convertiría en su amigo y mentor). Presentó su tesis doctoral en Upsala,
pero fue rechazada. En 1958 salió de Upsala y ocupó cargos brevemente en
la Universidad de Varsovia y en la Universidad de Hamburgo.
Regresó a Francia en 1960 para terminar su doctorado; uno de sus docentes
fue Maurice de Gandillac. Posteriormente asumió un cargo en filosofía en la
Universidad de Clermont-Ferrand. Allí conoció al filósofo Daniel Defert, quien sería
su pareja durante veinte años.30 En 1961 obtuvo su doctorado mediante dos tesis
(como es habitual en Francia): una tesis «principal» titulada Folie et déraison:
Histoire de la folie à l'âge classique (Locura y demencia: Historia de la locura en la
época clásica) y una tesis «secundaria» que consistía en la traducción y
comentarios de Antropología desde un punto de vista pragmático, de Kant. Folie et
déraison (publicado en español como Historia de la locura en la época clásica) fue
muy bien recibida. Foucault siguió un vigoroso programa editorial y en 1963
publicó Naissance de la clinique (El nacimiento de la clínica), un ensayo
titulado Raymond Roussel y una reedición de su volumen de 1954 (ahora
titulado Maladie mentale et psychologie o, en español, Enfermedad mental y
psicología), que más tarde volvió a desacreditar nuevamente.
Cuando Defert fue enviado a Túnez para su servicio militar, Foucault consiguió un
puesto en la Universidad de Túnez, en 1965. En 1966 publicó Les mots et les
choses (Las palabras y las cosas) durante el auge de su interés por
el estructuralismo y fue vinculado rápidamente con intelectuales como Jacques
Lacan, Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes como el más nuevo de la última
oleada de pensadores con la intención de derrocar el existencialismo,
popularizado por Jean-Paul Sartre. Foucault hizo una serie de comentarios
escépticos sobre el marxismo, que indignaron a varios críticos de izquierda, pero
más tarde rechazó firmemente la etiqueta de «estructuralista».31 Todavía estaba
en Túnez cuando estallaron las revueltas de mayo del 68 en Francia, donde fue
profundamente afectado por una revuelta estudiantil local a principios de ese
mismo año. En el otoño de 1968 regresó a Francia, donde al año siguiente
publicó L'archéologie du savoir (La arqueología del saber) —un tratado
metodológico que incluyó una respuesta a sus críticos.
Post-1968: como activista[editar]

Fotografía del filósofo italiano Enzo Melandri, Umberto Eco y Michel Foucault en una
convención de 1968.

Tras los eventos de mayo, el Gobierno francés creó la universidad experimental


París VIII en Vincennes y nombró a Foucault como el primer jefe de su
departamento de filosofía en diciembre de ese año.32 Foucault reclutó en su
mayoría jóvenes universitarios izquierdistas (como Judith Miller), cuyo radicalismo
hizo que el Ministerio de Educación se opusiera al hecho de que en muchos de los
títulos de curso figuraba la frase «marxista-leninista», y que decretara que los
estudiantes de Vincennes no serían elegibles para convertirse en profesores de
enseñanza secundaria.33 Foucault también se unió de forma notoria a los
estudiantes en la ocupación de edificios de la administración y a los
enfrentamientos con la policía.
Su permanencia en Vincennes fue breve, ya que en 1970 fue elegido miembro del
cuerpo académico más prestigioso de Francia, el Colegio de Francia, para ocupar
la cátedra Historia de los sistemas de pensamiento. Su participación en la política
aumentó, y su compañero Defert se unió al grupo maoísta Gauche
prolétarienne (GP). Además ayudó a fundar el Groupe d'Information sur les
Prisons (GIP) para ayudar a los prisioneros a hacer públicas sus reclamaciones.
Esto coincidió con su giro hacia el estudio de las instituciones disciplinarias, con el
libro Surveiller et punir (Vigilar y castigar), que «narra» las micro-estructuras de
poder formadas en las sociedades occidentales a partir del siglo XVIII,
especialmente en las prisiones y las escuelas.
Vida posterior[editar]
En la década de 1970, el activismo político en Francia decayó con la desilusión de
muchos intelectuales de izquierda.34 Muchos jóvenes maoístas abandonaron sus
creencias para convertirse en los llamados Nuevos filósofos, y a menudo citaban a
Foucault como su mayor influencia, aunque este tenía sentimientos mezclados en
relación con ese estatus.35
En esta época emprendió un proyecto muy definido de seis volúmenes sobre La
historia de la sexualidad, que nunca completó. Su primer volumen se publicó en
francés como La volonté de savoir (1976), y luego en español como la Historia de
la sexualidad, 1. La voluntad de saber (1978). Sin obedecer al esquema propuesto
por él inicialmente, aparecieron ocho años después el segundo y el tercer
volumen, y sorprendieron a sus lectores por su estilo relativamente tradicional, su
tema de estudio (textos clásicos griegos y latinos) y, particularmente, su
concentración en el sujeto, un concepto que para algunos había tendido a
abandonar previamente.
Foucault empezó a pasar más tiempo en los Estados Unidos, en la Universidad de
Búfalo (donde había dado una conferencia durante su primera visita al país en
1970) y especialmente en la Universidad de California en Berkeley. En 1975
tomó LSD en Zabriskie Point en el parque nacional del Valle de la Muerte, algo
que más tarde llamó como la mejor experiencia de su vida.3637
Collège de France[editar]
La cátedra impartida por Foucault en esta institución, que llevó por título Historia
de los sistemas de pensamiento (Histoire des systèmes de pensée) fue
inaugurada el 30 de noviembre de 1969, en sustitución de la titulada Historia del
pensamiento filosófico (Histoire de la pensée philosophique) que impartió hasta su
muerte Jean Hyppolite. La asamblea de profesores del Colegio eligió a Foucault el
12 de abril de 1970, cuando este tenía 43 años. A excepción del año sabático que
el filósofo tomó en 1977, impartió clases desde diciembre de 1970 hasta su muerte
en junio de 1984.38
Su lección inaugural tuvo lugar el 2 de diciembre de 1970 y publicada
posteriormente por Gallimard en mayo de 1971 bajo el título El orden del
discurso (L'ordre du discours).
Las clases de Historia de los sistemas de pensamiento sucedían una vez por
semana, entre enero y marzo, y contaban con una participación numerosa de
estudiantes, profesores, investigadores y público en general, en donde se incluían
personas extranjeras; cabe recordar que en el Collège de France cualquier
persona puede asistir a clase, de forma gratuita, sin necesidad de inscripción
previa o trámite alguno.
Debido a la cantidad de asistentes regulares, las charlas tenían lugar en el
anfiteatro del Colegio, motivo de queja de Foucault, quien decía que esto impedía
que tuviera cercanía con su público y limitaba las posibilidades de intecambio
entre este y el intelectual. A lo largo de los años, intentó cambiar la dinámica para
favorecer un trabajo más colectivo. En sus últimos años, al final de cada sesión se
entablaba un momento de preguntas por parte de los asistentes.
El interés alrededor de las charlas del intelectual en este recinto llamaban
igualmente la atención de la prensa. En 1975, un periodista describía en su
crónica cada movimiento de Foucault desde su entrada al anfiteatro hasta el inicio
de la alocución, precisa, sin lugar a improvisación pero al mismo tiempo "límpida y
terriblemente eficaz"; de acuerdo con su relato, en aquella ocasión habrían
asistido cerca de 500 personas, a pesar de que el foro tenía asientos para 300
(Gérard Petitjean, Le Nouvel Observateur, "Le Grands Prêtres de l'université
française", 7 de abril de 1975).39
Como sucede en general a lo largo de toda su obra, las menciones a la tradición
filosófica estaban ausentes en la mayoría de sus intervenciones en el Collège de
France durante estos casi quince años; cuando recurría a ella, lo hacía de forma
irónica o eran motivo de polémica.40
Revolución iraní[editar]
En 1979, Foucault realizó dos giras por Irán, en las que llevó a cabo extensas
entrevistas con los protagonistas políticos en apoyo del nuevo gobierno
provisional establecido poco después de la revolución iraní. En la tradición
de Nietzsche y Georges Bataille, Foucault había abrazado al artista que empujó
los límites de la racionalidad y escribió con gran pasión en defensa de las
irracionalidades que rompían los límites. En 1978, encontró dichos poderes
transgresores en las figuras revolucionarias del ayatolá Jomeini, Ali Shariati y los
millones que arriesgaron sus vidas en el curso de la revolución. Tanto Foucault
como los revolucionarios fueron muy críticos de la modernidad y buscaron una
nueva forma de política, también miraron a aquellos que arriesgaron su vida por
los ideales; y ambos contemplaron al pasado como fuente de inspiración. 41 Más
tarde, cuando Foucault fue a Irán «para estar en el nacimiento de una nueva forma
de ideas»,42 escribió que el nuevo estilo de la política «musulmán» podría
significar el comienzo de una nueva forma de «espiritualidad política», no solo
para el Oriente Medio, sino también para Europa, que ha adoptado la práctica de
la política secular desde la Revolución Francesa.43
Durante sus dos viajes a Irán, fue comisionado como corresponsal especial de un
importante periódico italiano y sus artículos aparecieron en la portada de este. Sus
numerosos ensayos sobre Irán, publicados en el periódico Corriere della Sera,
solo aparecieron en francés en 1994. Estos ensayos causaron controversia, y
algunos analistas argumentaron que Foucault no era lo suficientemente crítico con
el nuevo régimen. Los intentos más comunes de poner entre paréntesis sus
escritos sobre Irán como «errores de cálculo» caen en el mismo error que
Foucault había criticado en su conocido ensayo de 1969 «¿Qué es un autor?», en
el que planteó que, cuando incluimos determinadas obras en la carrera de un
autor y excluimos otras escritas en un estilo «diferente» o «inferior» (Foucault
1969, 111), creamos una unidad estilística y una coherencia teórica. Esto se hace
para privilegiar ciertos escritos como auténticos y excluir otros que no encajan en
nuestra visión de lo que el autor debería ser: «El autor es, por lo tanto, la figura
ideológica gracias a la cual se conjura la proliferación del sentido» (Foucault,
1969, 110). Esta controversia se discute con frecuencia en su literatura. 44
Finalmente, Esther Díaz, en el prólogo al Tratado de Ateología del filósofo Michel
Onfray, aclara: «a los pocos meses de su encandilamiento con el movimiento
fundamentalista, Foucault realizó una dura autocrítica acerca de su injustificable
error de apreciación política».45 El propio Onfray, en ese mismo libro, concluye:
«Foucault no advirtió lo que estaba ocurriendo. No solo porque declaró en
el Corriere della Sera del 26 de noviembre de 1978, 'no habrá partido de Jomeini,
no habrá gobierno Jomeini' —cuatro meses después, los hechos le demostraron
de modo cruel que estaba equivocado—, sino porque identificó al 'gobierno
islámico con la primera gran insurrección contra los sistemas planetarios, la forma
más moderna de la rebelión', sin tomar en consideración, ni una sola vez, la
posibilidad de una gubernamentalidad inspirada por la Sharia...».46
Últimos años y muerte[editar]

Tumbas de Michel Foucault, su madre y su padre en Vendeuvre du Poitou

En los últimos años del filósofo, los intérpretes de su obra intentaron ocuparse de
los problemas presentados por el hecho de que el último Foucault parecía en
conflicto con su trabajo anterior. Cuando se le planteó esta cuestión durante una
entrevista en 1982, Foucault señaló: «Cuando la gente dice, 'Bueno, usted
pensaba esto hace unos años y ahora dice otra cosa,' mi respuesta es… [risas]
'Bueno, ¿crees que he trabajado duro todos estos años para decir lo mismo y no
haber cambiado?'».47 Se negó a identificarse a sí mismo como un filósofo,
historiador, estructuralista o marxista, afirmando que «el principal interés en la vida
y el trabajo es llegar a ser alguien más de lo que eras al principio». 47 En un sentido
similar, prefirió no declarar que estaba presentando un bloque coherente y
atemporal del conocimiento; más bien deseaba que sus libros «fueran una especie
de caja de herramientas donde otros pueden rebuscar para encontrar una
herramienta que puedan utilizar como quieran en su propia área … No escribo
para un auditorio, escribo para usuarios, no lectores».48
En 1980 Foucault encabezó un comité de solidaridad a favor de Roger
Knobelspiess, un reo que había sido condenado por robo en 1972. El filósofo logró
su liberación, pero en 1983 Knobelspiess reincidió, esta vez por el delito de robo a
mano armada. El descrédito de Foucault llevó a que sus críticos dijeran que
merecía el premio Knobel, por alusión al premio sueco. Este episodio se halla
documentado en Las vidas de Michel Foucault del historiador David Macey.
Foucault murió en París el 25 de junio de 1984 debido a complicaciones de salud
causadas por el SIDA. Fue la primera personalidad destacada de Francia a la que
se le diagnosticó esa enfermedad. En ese momento, aún se sabía poco sobre la
enfermedad y sus rivales filosóficos en ocasiones atacaron sus actividades
sexuales como una expresión de sus opiniones.49 En el artículo de portada de Le
Monde que anunciaba su muerte, no hubo ninguna mención del SIDA, aunque se
suponía que había muerto de una infección generalizada.
Antes de su muerte, Foucault destruyó parte de sus manuscritos, y en su
testamento prohibió la publicación de lo que pudo haber pasado por alto. 50 Su
muerte fue descrita por su amigo cercano Hervé Guibert, en el libro À l'ami qui ne
m'a pas sauvé la vie, bajo el nombre de «Muzil».51
Ediciones póstumas[editar]
A pesar de su prohibición explícita de publicar sus ideas tras su muerte, distintas
ediciones póstumas han salido a la luz.
En 1994 Dichos y escritos compilaba algunos de sus textos, principalmente
breves, que viera publicados el filósofo en vida, y en 1997 empezaron a publicarse
sus cátedras impartidas en el Collège de France. Sin embargo, ninguno de estos
casos era estrictamente un texto inédito.
En 2018, con la aparición de la cuarta parte de Historia de la sexualidad cuyo título
específico en español es Las confesiones de la carne, estaríamos antes el primer
libro inédito de Foucault en el sentido más estricto. Poco antes de su muerte, el
filósofo habría enviado el manuscrito a la editorial, la cual trabajó tres décadas
antes de integrar la edición final. En este cuarto volumen, Foucault diserta sobre
cómo se vivía el amor y el sexo durante los primeros años del cristianismo,
derribando el mito de la supuesta vida puritana de éstos, en oposición a la libertad
sexual pagana.5253
Polémica[editar]
El filósofo franco-estadounidense Guy Sorman afirma haber sido testigo de abusos
sexuales a menores por parte de Michel Foucault durante su estancia en Túnez en
la pascua de 1969, en su libro autobiográfico Mon dictionnaire du bullshit;
Compró niños pequeños en Túnez con el pretexto de que tenían derecho al
orgasmo. Los conoció a la luz de la luna en el cementerio de Sidi Bou Said y los
violó en las tumbas. 54
Más adelante al ser entrevistado por Die Zeit, el filósofo dice nunca haber
presenciado ningún abuso y que la escena de los cementerios surgió de chistes
hechos en el círculo del periodista y autor Jean Daniel, mas se negó a dar
nombres específicos.55 La revista Jeune Afrique realizó una encuesta a los
habitantes del pueblo que desmintieron los rumores generados por Sorman. 56
Sin embargo, Foucault en su momento se declaró públicamente a favor de sexo
con menores y de la pedofilia, considerándolos una forma de liberación para
ambos agentes;5758 argumentó que los niños pequeños podían dar
su consentimiento sexual.59 En 1977, junto con Jean-Paul Sartre, Simone de
Beauvoir, Jacques Derrida y otros intelectuales, Foucault firmó una petición al
parlamento francés pidiendo la despenalización de todas las relaciones
sexuales «consensuadas» entre adultos y menores de quince años, la edad de
consentimiento en Francia.6061

Ideas[editar]
El filósofo Roger Scruton ha escrito62 que en en las aportaciones de Foucault hay
que diferenciar dos componentes esenciales: sus ideas relativistas, especialmente
el relativismo sexual (cfr. también lo señalado por Roberto Dorantes63), y su
diagnóstico sobre las formas secretas de poder.62
Es importante acuñar una noción de poder que no haga exclusiva referencia al
gubernativo, sino que contenga la multiplicidad de poderes que se ejercen en la
esfera social, los cuales se pueden definir como poder social. En La verdad y las
formas jurídicas, Foucault es más claro que en otros textos en su definición del
poder; habla del subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar", que no
es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el
conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo. No
existe un poder; en la sociedad se dan múltiples relaciones de autoridad situadas
en distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil.
Uno de los grandes problemas que se debe afrontar ante la idea de revolución es
el modo en el que deberían modificarse las dinámicas entre las actuales
relaciones de poder. El llamado de atención de Foucault va en sentido de
analizarlas a niveles microscópicos.64
Para el autor de La microfísica del poder, el análisis de este fenómeno solo se ha
efectuado a partir de dos relaciones:

1. Contrato - opresión, de tipo jurídico, con fundamento en la


legitimidad o ilegitimidad del poder.
2. Dominación - represión, presentada en términos de lucha - sumisión.
El problema del poder no se puede reducir al de la soberanía, ya que entre
hombre y mujer, alumno y maestro y al interior de una familia existen relaciones de
autoridad que no son proyección directa del poder soberano, sino más bien
condicionantes que posibilitan el funcionamiento de ese poder, son el sustrato
sobre el cual se afianza. "El hombre no es el representante del Estado para la
mujer. Para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya del
hombre a la mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien específicas
que tienen su configuración propia y su relativa autonomía".65
El poder se construye y funciona a partir de otros poderes, de los efectos de éstos,
independientes del proceso económico. Las relaciones de poder se encuentran
estrechamente ligadas a las familiares, sexuales, productivas; íntimamente
enlazadas y desempeñando un papel de condicionante y condicionado. En el
análisis del fenómeno del poder no se debe partir del centro y descender, sino
más bien realizar un análisis ascendente, a partir de los "mecanismos
infinitesimales", que poseen su propia historia, técnica y táctica, y observar cómo
estos procedimientos han sido colonizados, utilizados, transformados, doblegados
por formas de dominación global y mecanismos más generales.65
En Los intelectuales y el poder, Foucault argumenta que después de mayo de
1968, los intelectuales han descubierto que las masas no tienen necesidad de
ellos para conocer —saben mucho más—, pero existe un sistema de dominación
que obstaculiza, prohíbe, invalida ese discurso y el conocimiento. Poder que no
solo se encuentra en las instancias superiores de censura sino en toda la
sociedad. La idea de que los intelectuales son los agentes de la "conciencia" y del
discurso forma parte de ese sistema de poder. El papel del intelectual no residiría
en situarse adelante de las masas, sino en luchar en contra de las formas de
poder allí, donde realiza su labor, en el terreno del "saber", de la "verdad", de la
"conciencia", del "discurso"; el papel del intelectual consistiría así en elaborar el
mapa y las acotaciones sobre el terreno donde se va a desarrollar la batalla, y no
en decir cómo se llevaría a cabo.
En La microfísica del poder, indica que "el poder no es un fenómeno de
dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo
sobre otros, de una clase sobre otras; el poder contemplado desde cerca no es
algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo soportan. El poder
tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca
localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona, se
ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes circulan los
individuos quienes están siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese poder, no
son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los elementos
de conexión. El poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos".
Aunque este párrafo pudiera hacer pensar que Foucault disuelve, desintegra el
principal tipo de poder, el estatal, o que no lo reconoce, en otro apartado habla del
concepto de subpoder, de los pequeños poderes integrados a uno global.
Reconoce al poder estatal como el más importante, pero su meta es tratar de
elaborar una noción global que contenga tanto al estatal como aquellos poderes
marginados y olvidados en el análisis.

Obras[editar]
Historia de la locura en la época clásica[editar]
Artículo principal: Historia de la locura en la época clásica
Historia de la locura en la época clásica de 1961 fue determinante en su
trayectoria, por la elección de su objeto (la sinrazón), por el lenguaje empleado
(Georges Bataille y Blanchot como fondo), por las referencias literarias
(de Diderot a Artaud), por su engranaje con el giro cartesiano (Descartes fue
siempre la frontera nueva del pensamiento, según señaló hasta su muerte), por
tratar el problema de la normalización desde el siglo XVII y XVIII, que es el prólogo
a lo que sucederá en la Edad Contemporánea según irá exponiendo el resto de su
obra hasta 1976.66 Como sucede con los autores clásicos, la bibliografía y los
casos sobre los que trabajó están siendo revisados hoy, sobre todo a la luz de la
publicación de sus Seminarios.
Después de haber estudiado filosofía, quería ver lo que era la locura: había estado lo
suficientemente loco como para estudiar la razón, y era lo suficientemente razonable como
para estudiar la locura.67

Retrato de Michel Foucault a tinta y acuarela en WikiArS.

El nacimiento de la clínica[editar]
El nacimiento de la clínica, de 1963, fue su segundo trabajo importante. Foucault
rastrea el desarrollo de la medicina, específicamente la institución de la clínica. El
tema central es el de la observación o mirada atenta, hasta la consigna de
abrir cadáveres, promovida en los años de las turbulencias revolucionarias.
Las palabras y las cosas[editar]
Artículo principal: Las palabras y las cosas
Un trabajo capital, avanzado ya al leer su tesis, fue Las palabras y las cosas, de
1966. Se inicia con una discusión de Las Meninas de Diego Velázquez, y su
complejo juego de miradas, ocultamientos y apariciones: quiere expresar la idea
de 'representación'. De ahí desarrolla su argumento central: que todos los
periodos de la historia poseen ciertas condiciones fundamentales de verdad que
constituyen lo que es aceptable o no, como, por ejemplo, en una terna de ciencias
humanas —lingüística, teoría de la moneda, historia natural—, y que tal vez podría
repercutir en el discurso científico de cada uno de los momentos analizados: crisis
hacia 1600 y crisis hacia 1800, que suponen una 'antropología' europea. 68
Argumenta que estas condiciones de discurso cambian a través del tiempo,
mediante cambios relativamente repentinos, de una episteme a otra, según el
término que él introduce. Es una profunda reflexión sobre el ser que habla en la
historia y la posibilidad humana de conocimiento. Es una obra capital, dentro de su
labor intelectual, y puso al autor en el primer plano de la historia del pensamiento.
La arqueología del saber[editar]
Artículo principal: La arqueología del saber
La arqueología del saber, de 1969, representa su principal aventura
en metodología. Lo escribió para lidiar con la percepción que se tenía de Las
palabras y las cosas. Hace referencia a la filosofía analítica angloamericana, en
particular a la teoría del acto discursivo. Dirige su análisis hacía el enunciado, la
unidad básica del discurso que considera ignorada hasta ese momento. Los
enunciados dependen de las condiciones en las que emergen y existen dentro del
campo del discurso. No son proposiciones, ni declaraciones ni actos discursivos.
En su análisis, considera los actos discursivos serios en cuanto a su análisis
literal, en lugar de buscar algún significado más profundo. Es importante notar que
de ninguna manera está tratando de desplazar o invalidar otras formas de analizar
el discurso.69
Vigilar y castigar[editar]
Artículo principal: Vigilar y castigar
Vigilar y castigar, de 1975, empieza con una descripción muy gráfica de la
ejecución pública del regicida Damiens en 1757. Contra esta, Foucault expone una
prisión gris, 80 años después y busca entender cómo pudo ocurrir tal cambio en la
forma de castigar a los convictos en un período tan corto. Estas dos formas de
castigo tan contrastantes son dos ejemplos de lo que llama "tecnologías de
castigo". La primera, la tecnología de castigo 'monárquica', consiste en la
represión de la población mediante ejecuciones públicas y tortura. La segunda, el
"castigo disciplinario", según dice, es la forma de castigo practicada hoy día; este
castigo le da a los "profesionales" (psicólogos, facilitadores, guardias, etc.) poder
sobre el prisionero: la duración de la estancia depende de la opinión de los
profesionales.70 Este surge a partir de la reforma y reorganización del sistema de
justicia y con ello el concepto de la penalidad, el autor desarrolla los principios
fundamentales de la ley penal a partir de la redacción del primer y segundo código
penal francés. El primer principio, es que el concepto de ley penal dejará de tener
relación con la religión y la moral, y será esta quien explícitamente indique qué
conductas son consideradas crimen o infracción y cuál será la pena aplicable al
hecho. El segundo principio es que la ley represente lo que es útil para la
sociedad, y no transcribir la ley natural o moral. El tercer principio, es que la ley
defina claramente qué es considerado crimen, y este será todo aquello que
damnifique, incomode, perturbe el orden o falte al pacto social. La ley penal tiene
como fin la reparación del daño y en caso de no ser posible evitar que otro
individuo cometa el mismo crimen.71
Foucault compara la sociedad moderna con el diseño de prisiones
llamadas panópticos de Bentham (nunca construidas pero tomadas en cuenta):
allí, un solo guardia puede vigilar a muchos prisioneros mientras el guardia no
puede ser visto. El oscuro calabozo de la pre-modernidad ha sido reemplazado
por la moderna prisión brillante, pero Foucault advierte que "la visibilidad es una
trampa". A través de esta óptica de vigilancia, dice, la sociedad moderna ejercita
sus sistemas de control de poder y conocimiento (términos que considera tan
íntimamente ligados que con frecuencia habla del concepto "poder-conocimiento").
Foucault sugiere que en todos los planos de la sociedad moderna existe un tipo de
'prisión continua', desde las cárceles de máxima seguridad, trabajadores sociales,
la policía, los maestros, hasta nuestro trabajo diario y vida cotidiana. Todo está
conectado mediante la vigilancia (deliberada o no) de unos seres humanos por
otros, en busca de una 'normalización' generalizada.70
Historia de la sexualidad[editar]
Artículo principal: Historia de la sexualidad
Hasta su muerte se publicaron tres volúmenes de la Historia de la sexualidad. El
primero, La voluntad de saber, de 1976, se sitúa en los dos siglos XVIII y XIX; trata
del funcionamiento de la sexualidad en relación con la emergencia del bio-poder,
el "control total sobre los cuerpos vivos", es decir, todas las políticas económicas,
geográficas y demográficas que establece el poder para el control social. El poder
se encuentra difuso, fragmentado, deslocalizado, es ubicuo, e impregna todas las
relaciones sociales. Ataca las "hipótesis represivas", la creencia común de que
hemos "reprimido" nuestros impulsos sexuales desde el siglo XVII. Y propone una
visión de la sexualidad como "promovida" a través de la construcción discursiva
del sexo. Sin embargo, ésta supuesta libertad sexual se enfrenta continuamente al
"control sobre los cuerpos vivos", y el derecho de espada, la muerte, típica de
sociedades disciplinarias, ha cedido el paso a la "interiorización de la norma",
mecanismos más acordes con las sociedades de control en las que vivimos. Por
tanto, el autor concibe el discurso sexual y la libertad sexual "lograda" en las
últimas décadas (o sencillamente deseada por aquellos que defienden la libertad)
como un dispositivo falso, que pretende distraer de lo que debe ser
verdaderamente objeto de lucha en nuestra sociedad: el control sobre nuestros
propios cuerpos, sobre nuestros deseos y pasiones.72
Su cambio de perspectiva se refleja en El uso de los placeres y La inquietud de
sí (1984); ambos abordaban el uso del cuerpo en un sentido muy amplio
(económico, dietético, sexual) en la Antigüedad griega y en la Roma imperial. Un
cuarto volumen, sobre el inicio de la era cristiana y su moral ascética, estaba casi
concluido a su muerte, pero como no se adecuaba del todo al lenguaje de los dos
anteriores, Foucault no permitió publicarlo. Pudo consultarse en los Archivos
Foucault. Desde febrero de 2018 está impreso ya por Gallimard: Histoire de la
sexualité, 4. Les aveux de la chair.
La hermenéutica del sujeto[editar]
La hermenéutica del sujeto es un libro creado con las cátedras del filósofo francés
que impartió en el Collège de France entre 1981 y 1982, con el nombre de
"Historia de los sistemas de pensamiento". Ahora bien, la investigación de
Foucault no es menor, ya que se propuso modificar uno de los paradigmas más
antiguos y conocidos de la filosofía griega, el gnothi seauton (“conócete a ti
mismo), es decir, quiere cambiar, ni más ni menos, el epítome, una de las
columnas que han sostenido la historia del pensamiento por más de dos mil años.
Su investigación descansa en la idea de que el “conócete a ti mismo” ha sido
estudiada y asimilada de forma incompleta. Para él, Sócrates no solo se esforzó y
luchó para que los jóvenes buscaran ese autoconocimiento, sino que también
procuro una noción diferente, la de epimeleia heautou, la “inquietud de sí mismo”,
o también traducido como el ocuparse de sí mismo, es más, piensa que la
inquietud de sí es el fundamento, el marco a partir del cual se justifica el
imperativo de “conócete a ti mismo” para los griegos, los epicúreos, estoicos y los
cínicos.
Para el filósofo francés la noción de epimeleia heautou define una manera de ser,
una actitud, formas de reflexión, una práctica extremadamente importante que
trasciende la historia misma de la subjetividad, que va de desde el siglo V antes de
Cristo hasta el siglo V después de Jesús. Una evolución milenaria que permeó
hasta el cristianismo. Sin embargo, Foucault cree que el precepto de la inquietud
fue olvidado, debido al “momento cartesiano”, que recalificó los conceptos y
descalificó el epimeleia heautou. En las Meditaciones, dice el filósofo francés, se
modifica la idea de autoconocimiento, ya que la prueba de la existencia propia del
sujeto para el acceso al ser daba una prueba de indubitabilidad de la existencia.
Ahora bien, para justificar la hipótesis de su investigación, es decir la relevancia de
la epimeleia heautou para los antiguos, Michel Foucault utiliza diversos diálogos
platónicos, pero principalmente el polémico Alcibíades. En él, Foucault encuentra
lo necesario para probar que Sócrates/Platón buscó a sus interrogados
procurarles la inquietud de sí. De esta forma, afirma que el precepto délfico gnothi
seauton y el de epimeleia heautou tienen un entrelazamiento dinámico, una
atracción recíproca.73

Críticas[editar]
Cripto-normatividad[editar]
Una crítica prominente del pensamiento de Foucault se refiere a su negativa a
proponer soluciones positivas a las cuestiones sociales y políticas que él critica.
Puesto que ninguna relación humana carece de poder, la libertad se vuelve
esquiva, incluso como un ideal. Esta postura que critica la normatividad como
socialmente construida y contingente, pero que se basa en una norma implícita
para montar la crítica, llevó al filósofo Jürgen Habermas a describir el pensamiento
de Foucault como "cripto-normativista", dependiendo encubrientemente de los
mismos principios de la Ilustración que intenta argumentar contra.74 Una crítica
similar ha sido presentada por Diana Taylor y por Nancy Fraser, quien sostiene
que "la crítica de Foucault abarca los sistemas morales tradicionales, se niega a
recurrir a conceptos tales como "libertad" y "justicia" y por lo tanto carece de la
capacidad de generar alternativas positivas.75 Del mismo modo, la estudiosa
Nancy Pearcey señala la postura paradójica de Foucault: "Cuando alguien afirma
que es imposible alcanzar la objetividad, ¿es una afirmación objetiva?" La teoría
socava sus propias afirmaciones.76
Genealogía como método histórico[editar]
El filósofo Richard Rorty ha argumentado que la "arqueología del conocimiento" de
Foucault es fundamentalmente negativa y, por lo tanto, no establece
adecuadamente ninguna "nueva" teoría del conocimiento per se. Por el contrario,
Foucault simplemente proporciona unas pocas valiosas máximas con respecto a la
lectura de la historia. Rorty escribe: Por lo que puedo ver, todo lo que tiene que
ofrecer son redescripciones brillantes del pasado, complementadas con consejos
útiles sobre cómo evitar ser atrapado por viejos supuestos historiográficos. Estos
consejos consisten en decir: "no busquen el progreso ni el significado en la
historia, no vean la historia de una actividad determinada, de ningún segmento de
la cultura, como desarrollo de la racionalidad o de la libertad, no usen vocabulario
filosófico para caracterizar la esencia de tal actividad o la meta a la que sirve, no
asumir que la forma en que esta actividad se lleva a cabo actualmente da alguna
pista de las metas que sirvió en el pasado.77Foucault ha sido frecuentemente
criticado por los historiadores por lo que consideran una falta de rigor en sus
análisis.78 Por ejemplo, Hans-Ulrich Wehler criticó duramente a Foucault en
1998.79 Wehler considera a Foucault como un mal filósofo que injustamente recibió
una buena respuesta por las humanidades y por las ciencias sociales. Según
Wehler, las obras de Foucault no solo son insuficientes en sus aspectos históricos
empíricos, sino también a menudo contradictorias y carentes de claridad. Por
ejemplo, el concepto de Foucault de poder es "desesperadamente indiferenciado",
y la tesis de Foucault de una "sociedad disciplinaria" es, según Wehler, solo
posible porque Foucault no diferencia adecuadamente entre autoridad, fuerza,
poder, violencia y legitimidad.80 Además, su tesis se basa en una elección
unilateral de fuentes (prisiones e instituciones psiquiátricas) y descuida otros tipos
de organizaciones. Además, Wehler critica el "francocentrismo" de Foucault
porque no tomó en consideración a los grandes teóricos germanófonos de las
ciencias sociales como Max Weber y Norbert Elias. En suma, Wehler concluye
que Foucault es "debido a la serie interminable de defectos en sus así llamados
estudios empíricos ... un seductor intelectualmente deshonesto, empíricamente
absolutamente no confiable, cripto-normativista del posmodernismo".80
Crítica feminista[editar]
Aunque las feministas americanas han construido sobre las críticas de Foucault a
la construcción histórica de los roles de género y la sexualidad, algunas feministas
lo han acusado de androcentrismo, adoptando exclusivamente las perspectivas
masculinas sobre la subjetividad y la ética.81 Son controvertidas las declaraciones
de Foucault contra la penalización de las agresiones sexuales equiparándolas con
meras agresiones.82
Para Silvia Federici, el análisis de Foucault «ignora el proceso de reproducción,
funde las historias femenina y masculina en un todo indiferenciado y se
desinteresa por el "disciplinamiento" de las mujeres». Según Federici, en este
olvido llega a dejar de lado «uno de los ataques más monstruosos contra el cuerpo
que haya sido perpetrado en la era moderna: la caza de brujas».83
Teoría Queer[editar]
La aproximación de Foucault a la sexualidad, en la que él entiende las
sexualidades como conceptos socialmente construidos que se atribuyen a los
cuerpos, ha llegado a ser ampliamente influyente por ejemplo a través del trabajo
de las teóricas queer Judith Butler y Eve Kosofsky Sedgwick. Sin embargo, la
resistencia de Foucault a la política de identidad y el rechazo de la elección de
objetos sexuales como fundamento fijo para el comportamiento sexual, se opone a
algunas formulaciones de identidad queer o gay.81
Históricamente el término queer ha encerrado un significado peyorativo y
anatemizador. Hace referencias a culpas secretas y perversidades. En inglés,
queer significa extraño, como se ha dicho, raro o curioso, invertido, tarado,
desviado. se usaba para referirse a “anormales” porque, en el sentido foucaultiano
del término, formaban parte de la anomalía social. En este sentido, la palabra
queer fue utilizada como una etiqueta para denotar una sexualidad entendida
como patológica, pecaminosa o criminal. La propuesta queer surge como un
proceso de cuestionamiento de la sexualidad dominante que se amparaba en
categorías binarias, mutuamente excluyentes, tales como, hombre/mujer,
heterosexual/homosexual, entre otros, que, a nivel conceptual, se configura
mediante la lectura de Foucault. Pues, el término queer, designa teorías
interpretativas de la sexualidad diversa y sus prácticas, una crítica de la cultura y
sus manifestaciones, pero, también, el término sirve para designar un tipo de
movimiento social. 84
Construccionismo social y naturaleza humana[editar]
Foucault es a veces criticado por su destacada formulación de los principios
del construccionismo social, que algunos ven como una afrenta al concepto
de verdad. En el debate televisado de Foucault en 1971 con Noam Chomsky,
Foucault argumentó contra la posibilidad de cualquier naturaleza humana fija,
como postulado por el concepto de Chomsky de las facultades humanas innatas.
Chomsky argumentó que los conceptos de justicia estaban arraigados en la razón
humana, mientras que Foucault rechazaba la base universal para un concepto de
justicia.85 Tras el debate, Chomsky se vio afectado por el rechazo total de Foucault
a la posibilidad de una moralidad universal, afirmando: "Me parecía
completamente amoral, nunca había conocido a alguien que fuera tan amoral [...]
Quiero decir, me agradó personalmente, es sólo que no podía entenderlo. Es
como si fuera de una especie diferente, o algo así ".86
Educación y autoridad[editar]
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, aunque reconoce que Foucault contribuyó
a dar un derecho de ciudadanía en la vida cultural a ciertas experiencias
marginales y excéntricas (de sexualidad, de represión cultural, de locura), afirma
que su crítica radical de la autoridad era perjudicial para la educación. El
desarrollo de Foucault de la noción de observación y su poder de cambiar el
comportamiento de los individuos como un tipo sutil de autoridad influye en
muchos campos de la educación.87
En el pensamiento de Foucault, hay una transposición de la idea de un sujeto
constituyente y universal por la de uno constituido en un espacio y tiempo
concretos. Lejos de portar una esencia, de resistir a los cambios del tiempo, el
sujeto es resultado de un conjunto de prácticas que intervienen en él, lo atraviesan
y en definitiva lo constituyen. El sujeto es, por ello, producto histórico. En los
escritos de Foucault se encuentran estudios del régimen tecnológico que tuvo sus
orígenes en los siglos XVII y XVIII y que perdura hasta el siglo XX. Tal régimen
tecnológico, resultado de una conjunción saber-poder determinada, es lo que este
pensador denomina disciplina. La disciplina es tecnología que genera individuos,
haciendo de ellos su objeto e instrumento de ejercicio del poder. 88
Al ser la disciplina tecnología, cuyo blanco de poder es el individuo, su horizonte
discursivo se encontrará en las ciencias humanas. En el campo de la educación, la
pedagogía será aquella productora de un saber-poder en lo referente al sujeto. Al
respecto, Jorge Larrosa señala “la ocultación de la pedagogía misma como una
operación constitutiva, en rigor, productora de personas”, denunciando la
pretensión de la pedagogía como “mera mediadora” para el desarrollo de los
sujetos.89
El pedágogo Tomaz Tadeu Da Silva señala “El sujeto moderno es, tal vez, la
mayor víctima de las contestaciones, y es aquí, probablemente, en donde el
proyecto educacional moderno sufre su mayor conmoción. Al final, la posibilidad
de la educación y de la pedagogía reposa precisamente en el presupuesto de la
existencia de un sujeto unitario, y está centrado en la finalidad de la educación,
entendida como la construcción de su “autonomía”, “independencia”, y
“emancipación”."90

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