Michel Foucault
Michel Foucault
Michel Foucault
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Michel Foucault
Información personal
Nombre de
Paul-Michel Foucault
nacimiento
Causa de
Sida
muerte
Nacionalida
Francesa
d
Religión Ateísmo
Lengua
Francés
materna
Familia
Padre Paul Foucault
Educación
Información profesional
Movimiento
Ateísmo, Posestructuralismo y filosofía continental
s
Índice
• 1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2La École Normale Supérieure
o 1.3Carrera inicial
o 1.4Post-1968: como activista
o 1.5Vida posterior
▪ 1.5.1Collège de France
▪ 1.5.2Revolución iraní
▪ 1.5.3Últimos años y muerte
▪ 1.5.4Ediciones póstumas
o 1.6Polémica
• 2Ideas
• 3Obras
o 3.1Historia de la locura en la época clásica
o 3.2El nacimiento de la clínica
o 3.3Las palabras y las cosas
o 3.4La arqueología del saber
o 3.5Vigilar y castigar
o 3.6Historia de la sexualidad
o 3.7La hermenéutica del sujeto
• 4Críticas
o 4.1Cripto-normatividad
o 4.2Genealogía como método histórico
o 4.3Crítica feminista
o 4.4Teoría Queer
o 4.5Construccionismo social y naturaleza humana
o 4.6Educación y autoridad
• 5Libros
• 6Fuentes
• 7Referencias y notas
• 8Enlaces externos
Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Paul-Michel Foucault nació el 15 de octubre de 1926 en Poitiers, Francia. Su
padre fue Paul Foucault, un eminente cirujano que esperaba que su hijo se le
uniera en la profesión.15 Su educación primaria fue una mezcla de éxitos y
mediocridades hasta que asistió al colegio jesuita Saint-Stanislaus donde se
destacó por su rendimiento.1617 Durante este periodo, Poitiers era parte de
la Francia de Vichy que posteriormente sería ocupada por Alemania. Foucault
aprendió filosofía con Louis Girard.18
Tras la Segunda Guerra Mundial, ingresó en la prestigiosa École Normale
Supérieure, la tradicional puerta de entrada a una carrera académica
en Humanidades en Francia.
La École Normale Supérieure[editar]
La vida personal de Foucault en la École Normale fue difícil —sufrió de depresión
aguda.19 Sus compañeros destacaron su amor por la violencia y lo macabro.
Decoró su dormitorio con imágenes de Los desastres de la guerras por el artista
español Francisco de Goya y era propenso a autolesionarse.20 Incluso
intentó suicidarse varias veces.21 Como resultado de ello, su padre lo envió a ver
al psiquiatra Jean Delay, pionero de la psicofarmacología, en el Hospital Sainte-
Anne,2223 con quien mantuvo amistad.24 El médico examinó el estado mental de
Foucault y sugirió que sus tendencias suicidas surgían de la angustia por ocultar
su homosexualidad como tabú social en Francia. En ese momento, Foucault se
involucró en actividades homosexuales con hombres a quienes encontró en la
escena gay parisina.25 Durante este tiempo quedó fascinado con la psicología y
obtuvo una licenciatura en esta disciplina, muy nueva en Francia en el momento,
además de una licenciatura en filosofía en 1952.26 Estuvo involucrado en la
psicología clínica, que le expuso a pensadores como Ludwig Binswanger.
Foucault fue miembro del Partido Comunista Francés de 1950 a 1953. Su
mentor, Louis Althusser, le indujo a ingresar en él, pero pronto se desilusionó con
la política y la filosofía del partido.27
Carrera inicial[editar]
A principios de la década de 1950, Foucault estuvo bajo la influencia del filósofo
alemán Nietzsche, quien siguió siendo una influencia fundamental en su trabajo durante toda
su vida.
Fotografía del filósofo italiano Enzo Melandri, Umberto Eco y Michel Foucault en una
convención de 1968.
En los últimos años del filósofo, los intérpretes de su obra intentaron ocuparse de
los problemas presentados por el hecho de que el último Foucault parecía en
conflicto con su trabajo anterior. Cuando se le planteó esta cuestión durante una
entrevista en 1982, Foucault señaló: «Cuando la gente dice, 'Bueno, usted
pensaba esto hace unos años y ahora dice otra cosa,' mi respuesta es… [risas]
'Bueno, ¿crees que he trabajado duro todos estos años para decir lo mismo y no
haber cambiado?'».47 Se negó a identificarse a sí mismo como un filósofo,
historiador, estructuralista o marxista, afirmando que «el principal interés en la vida
y el trabajo es llegar a ser alguien más de lo que eras al principio». 47 En un sentido
similar, prefirió no declarar que estaba presentando un bloque coherente y
atemporal del conocimiento; más bien deseaba que sus libros «fueran una especie
de caja de herramientas donde otros pueden rebuscar para encontrar una
herramienta que puedan utilizar como quieran en su propia área … No escribo
para un auditorio, escribo para usuarios, no lectores».48
En 1980 Foucault encabezó un comité de solidaridad a favor de Roger
Knobelspiess, un reo que había sido condenado por robo en 1972. El filósofo logró
su liberación, pero en 1983 Knobelspiess reincidió, esta vez por el delito de robo a
mano armada. El descrédito de Foucault llevó a que sus críticos dijeran que
merecía el premio Knobel, por alusión al premio sueco. Este episodio se halla
documentado en Las vidas de Michel Foucault del historiador David Macey.
Foucault murió en París el 25 de junio de 1984 debido a complicaciones de salud
causadas por el SIDA. Fue la primera personalidad destacada de Francia a la que
se le diagnosticó esa enfermedad. En ese momento, aún se sabía poco sobre la
enfermedad y sus rivales filosóficos en ocasiones atacaron sus actividades
sexuales como una expresión de sus opiniones.49 En el artículo de portada de Le
Monde que anunciaba su muerte, no hubo ninguna mención del SIDA, aunque se
suponía que había muerto de una infección generalizada.
Antes de su muerte, Foucault destruyó parte de sus manuscritos, y en su
testamento prohibió la publicación de lo que pudo haber pasado por alto. 50 Su
muerte fue descrita por su amigo cercano Hervé Guibert, en el libro À l'ami qui ne
m'a pas sauvé la vie, bajo el nombre de «Muzil».51
Ediciones póstumas[editar]
A pesar de su prohibición explícita de publicar sus ideas tras su muerte, distintas
ediciones póstumas han salido a la luz.
En 1994 Dichos y escritos compilaba algunos de sus textos, principalmente
breves, que viera publicados el filósofo en vida, y en 1997 empezaron a publicarse
sus cátedras impartidas en el Collège de France. Sin embargo, ninguno de estos
casos era estrictamente un texto inédito.
En 2018, con la aparición de la cuarta parte de Historia de la sexualidad cuyo título
específico en español es Las confesiones de la carne, estaríamos antes el primer
libro inédito de Foucault en el sentido más estricto. Poco antes de su muerte, el
filósofo habría enviado el manuscrito a la editorial, la cual trabajó tres décadas
antes de integrar la edición final. En este cuarto volumen, Foucault diserta sobre
cómo se vivía el amor y el sexo durante los primeros años del cristianismo,
derribando el mito de la supuesta vida puritana de éstos, en oposición a la libertad
sexual pagana.5253
Polémica[editar]
El filósofo franco-estadounidense Guy Sorman afirma haber sido testigo de abusos
sexuales a menores por parte de Michel Foucault durante su estancia en Túnez en
la pascua de 1969, en su libro autobiográfico Mon dictionnaire du bullshit;
Compró niños pequeños en Túnez con el pretexto de que tenían derecho al
orgasmo. Los conoció a la luz de la luna en el cementerio de Sidi Bou Said y los
violó en las tumbas. 54
Más adelante al ser entrevistado por Die Zeit, el filósofo dice nunca haber
presenciado ningún abuso y que la escena de los cementerios surgió de chistes
hechos en el círculo del periodista y autor Jean Daniel, mas se negó a dar
nombres específicos.55 La revista Jeune Afrique realizó una encuesta a los
habitantes del pueblo que desmintieron los rumores generados por Sorman. 56
Sin embargo, Foucault en su momento se declaró públicamente a favor de sexo
con menores y de la pedofilia, considerándolos una forma de liberación para
ambos agentes;5758 argumentó que los niños pequeños podían dar
su consentimiento sexual.59 En 1977, junto con Jean-Paul Sartre, Simone de
Beauvoir, Jacques Derrida y otros intelectuales, Foucault firmó una petición al
parlamento francés pidiendo la despenalización de todas las relaciones
sexuales «consensuadas» entre adultos y menores de quince años, la edad de
consentimiento en Francia.6061
Ideas[editar]
El filósofo Roger Scruton ha escrito62 que en en las aportaciones de Foucault hay
que diferenciar dos componentes esenciales: sus ideas relativistas, especialmente
el relativismo sexual (cfr. también lo señalado por Roberto Dorantes63), y su
diagnóstico sobre las formas secretas de poder.62
Es importante acuñar una noción de poder que no haga exclusiva referencia al
gubernativo, sino que contenga la multiplicidad de poderes que se ejercen en la
esfera social, los cuales se pueden definir como poder social. En La verdad y las
formas jurídicas, Foucault es más claro que en otros textos en su definición del
poder; habla del subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar", que no
es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el
conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo. No
existe un poder; en la sociedad se dan múltiples relaciones de autoridad situadas
en distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil.
Uno de los grandes problemas que se debe afrontar ante la idea de revolución es
el modo en el que deberían modificarse las dinámicas entre las actuales
relaciones de poder. El llamado de atención de Foucault va en sentido de
analizarlas a niveles microscópicos.64
Para el autor de La microfísica del poder, el análisis de este fenómeno solo se ha
efectuado a partir de dos relaciones:
Obras[editar]
Historia de la locura en la época clásica[editar]
Artículo principal: Historia de la locura en la época clásica
Historia de la locura en la época clásica de 1961 fue determinante en su
trayectoria, por la elección de su objeto (la sinrazón), por el lenguaje empleado
(Georges Bataille y Blanchot como fondo), por las referencias literarias
(de Diderot a Artaud), por su engranaje con el giro cartesiano (Descartes fue
siempre la frontera nueva del pensamiento, según señaló hasta su muerte), por
tratar el problema de la normalización desde el siglo XVII y XVIII, que es el prólogo
a lo que sucederá en la Edad Contemporánea según irá exponiendo el resto de su
obra hasta 1976.66 Como sucede con los autores clásicos, la bibliografía y los
casos sobre los que trabajó están siendo revisados hoy, sobre todo a la luz de la
publicación de sus Seminarios.
Después de haber estudiado filosofía, quería ver lo que era la locura: había estado lo
suficientemente loco como para estudiar la razón, y era lo suficientemente razonable como
para estudiar la locura.67
El nacimiento de la clínica[editar]
El nacimiento de la clínica, de 1963, fue su segundo trabajo importante. Foucault
rastrea el desarrollo de la medicina, específicamente la institución de la clínica. El
tema central es el de la observación o mirada atenta, hasta la consigna de
abrir cadáveres, promovida en los años de las turbulencias revolucionarias.
Las palabras y las cosas[editar]
Artículo principal: Las palabras y las cosas
Un trabajo capital, avanzado ya al leer su tesis, fue Las palabras y las cosas, de
1966. Se inicia con una discusión de Las Meninas de Diego Velázquez, y su
complejo juego de miradas, ocultamientos y apariciones: quiere expresar la idea
de 'representación'. De ahí desarrolla su argumento central: que todos los
periodos de la historia poseen ciertas condiciones fundamentales de verdad que
constituyen lo que es aceptable o no, como, por ejemplo, en una terna de ciencias
humanas —lingüística, teoría de la moneda, historia natural—, y que tal vez podría
repercutir en el discurso científico de cada uno de los momentos analizados: crisis
hacia 1600 y crisis hacia 1800, que suponen una 'antropología' europea. 68
Argumenta que estas condiciones de discurso cambian a través del tiempo,
mediante cambios relativamente repentinos, de una episteme a otra, según el
término que él introduce. Es una profunda reflexión sobre el ser que habla en la
historia y la posibilidad humana de conocimiento. Es una obra capital, dentro de su
labor intelectual, y puso al autor en el primer plano de la historia del pensamiento.
La arqueología del saber[editar]
Artículo principal: La arqueología del saber
La arqueología del saber, de 1969, representa su principal aventura
en metodología. Lo escribió para lidiar con la percepción que se tenía de Las
palabras y las cosas. Hace referencia a la filosofía analítica angloamericana, en
particular a la teoría del acto discursivo. Dirige su análisis hacía el enunciado, la
unidad básica del discurso que considera ignorada hasta ese momento. Los
enunciados dependen de las condiciones en las que emergen y existen dentro del
campo del discurso. No son proposiciones, ni declaraciones ni actos discursivos.
En su análisis, considera los actos discursivos serios en cuanto a su análisis
literal, en lugar de buscar algún significado más profundo. Es importante notar que
de ninguna manera está tratando de desplazar o invalidar otras formas de analizar
el discurso.69
Vigilar y castigar[editar]
Artículo principal: Vigilar y castigar
Vigilar y castigar, de 1975, empieza con una descripción muy gráfica de la
ejecución pública del regicida Damiens en 1757. Contra esta, Foucault expone una
prisión gris, 80 años después y busca entender cómo pudo ocurrir tal cambio en la
forma de castigar a los convictos en un período tan corto. Estas dos formas de
castigo tan contrastantes son dos ejemplos de lo que llama "tecnologías de
castigo". La primera, la tecnología de castigo 'monárquica', consiste en la
represión de la población mediante ejecuciones públicas y tortura. La segunda, el
"castigo disciplinario", según dice, es la forma de castigo practicada hoy día; este
castigo le da a los "profesionales" (psicólogos, facilitadores, guardias, etc.) poder
sobre el prisionero: la duración de la estancia depende de la opinión de los
profesionales.70 Este surge a partir de la reforma y reorganización del sistema de
justicia y con ello el concepto de la penalidad, el autor desarrolla los principios
fundamentales de la ley penal a partir de la redacción del primer y segundo código
penal francés. El primer principio, es que el concepto de ley penal dejará de tener
relación con la religión y la moral, y será esta quien explícitamente indique qué
conductas son consideradas crimen o infracción y cuál será la pena aplicable al
hecho. El segundo principio es que la ley represente lo que es útil para la
sociedad, y no transcribir la ley natural o moral. El tercer principio, es que la ley
defina claramente qué es considerado crimen, y este será todo aquello que
damnifique, incomode, perturbe el orden o falte al pacto social. La ley penal tiene
como fin la reparación del daño y en caso de no ser posible evitar que otro
individuo cometa el mismo crimen.71
Foucault compara la sociedad moderna con el diseño de prisiones
llamadas panópticos de Bentham (nunca construidas pero tomadas en cuenta):
allí, un solo guardia puede vigilar a muchos prisioneros mientras el guardia no
puede ser visto. El oscuro calabozo de la pre-modernidad ha sido reemplazado
por la moderna prisión brillante, pero Foucault advierte que "la visibilidad es una
trampa". A través de esta óptica de vigilancia, dice, la sociedad moderna ejercita
sus sistemas de control de poder y conocimiento (términos que considera tan
íntimamente ligados que con frecuencia habla del concepto "poder-conocimiento").
Foucault sugiere que en todos los planos de la sociedad moderna existe un tipo de
'prisión continua', desde las cárceles de máxima seguridad, trabajadores sociales,
la policía, los maestros, hasta nuestro trabajo diario y vida cotidiana. Todo está
conectado mediante la vigilancia (deliberada o no) de unos seres humanos por
otros, en busca de una 'normalización' generalizada.70
Historia de la sexualidad[editar]
Artículo principal: Historia de la sexualidad
Hasta su muerte se publicaron tres volúmenes de la Historia de la sexualidad. El
primero, La voluntad de saber, de 1976, se sitúa en los dos siglos XVIII y XIX; trata
del funcionamiento de la sexualidad en relación con la emergencia del bio-poder,
el "control total sobre los cuerpos vivos", es decir, todas las políticas económicas,
geográficas y demográficas que establece el poder para el control social. El poder
se encuentra difuso, fragmentado, deslocalizado, es ubicuo, e impregna todas las
relaciones sociales. Ataca las "hipótesis represivas", la creencia común de que
hemos "reprimido" nuestros impulsos sexuales desde el siglo XVII. Y propone una
visión de la sexualidad como "promovida" a través de la construcción discursiva
del sexo. Sin embargo, ésta supuesta libertad sexual se enfrenta continuamente al
"control sobre los cuerpos vivos", y el derecho de espada, la muerte, típica de
sociedades disciplinarias, ha cedido el paso a la "interiorización de la norma",
mecanismos más acordes con las sociedades de control en las que vivimos. Por
tanto, el autor concibe el discurso sexual y la libertad sexual "lograda" en las
últimas décadas (o sencillamente deseada por aquellos que defienden la libertad)
como un dispositivo falso, que pretende distraer de lo que debe ser
verdaderamente objeto de lucha en nuestra sociedad: el control sobre nuestros
propios cuerpos, sobre nuestros deseos y pasiones.72
Su cambio de perspectiva se refleja en El uso de los placeres y La inquietud de
sí (1984); ambos abordaban el uso del cuerpo en un sentido muy amplio
(económico, dietético, sexual) en la Antigüedad griega y en la Roma imperial. Un
cuarto volumen, sobre el inicio de la era cristiana y su moral ascética, estaba casi
concluido a su muerte, pero como no se adecuaba del todo al lenguaje de los dos
anteriores, Foucault no permitió publicarlo. Pudo consultarse en los Archivos
Foucault. Desde febrero de 2018 está impreso ya por Gallimard: Histoire de la
sexualité, 4. Les aveux de la chair.
La hermenéutica del sujeto[editar]
La hermenéutica del sujeto es un libro creado con las cátedras del filósofo francés
que impartió en el Collège de France entre 1981 y 1982, con el nombre de
"Historia de los sistemas de pensamiento". Ahora bien, la investigación de
Foucault no es menor, ya que se propuso modificar uno de los paradigmas más
antiguos y conocidos de la filosofía griega, el gnothi seauton (“conócete a ti
mismo), es decir, quiere cambiar, ni más ni menos, el epítome, una de las
columnas que han sostenido la historia del pensamiento por más de dos mil años.
Su investigación descansa en la idea de que el “conócete a ti mismo” ha sido
estudiada y asimilada de forma incompleta. Para él, Sócrates no solo se esforzó y
luchó para que los jóvenes buscaran ese autoconocimiento, sino que también
procuro una noción diferente, la de epimeleia heautou, la “inquietud de sí mismo”,
o también traducido como el ocuparse de sí mismo, es más, piensa que la
inquietud de sí es el fundamento, el marco a partir del cual se justifica el
imperativo de “conócete a ti mismo” para los griegos, los epicúreos, estoicos y los
cínicos.
Para el filósofo francés la noción de epimeleia heautou define una manera de ser,
una actitud, formas de reflexión, una práctica extremadamente importante que
trasciende la historia misma de la subjetividad, que va de desde el siglo V antes de
Cristo hasta el siglo V después de Jesús. Una evolución milenaria que permeó
hasta el cristianismo. Sin embargo, Foucault cree que el precepto de la inquietud
fue olvidado, debido al “momento cartesiano”, que recalificó los conceptos y
descalificó el epimeleia heautou. En las Meditaciones, dice el filósofo francés, se
modifica la idea de autoconocimiento, ya que la prueba de la existencia propia del
sujeto para el acceso al ser daba una prueba de indubitabilidad de la existencia.
Ahora bien, para justificar la hipótesis de su investigación, es decir la relevancia de
la epimeleia heautou para los antiguos, Michel Foucault utiliza diversos diálogos
platónicos, pero principalmente el polémico Alcibíades. En él, Foucault encuentra
lo necesario para probar que Sócrates/Platón buscó a sus interrogados
procurarles la inquietud de sí. De esta forma, afirma que el precepto délfico gnothi
seauton y el de epimeleia heautou tienen un entrelazamiento dinámico, una
atracción recíproca.73
Críticas[editar]
Cripto-normatividad[editar]
Una crítica prominente del pensamiento de Foucault se refiere a su negativa a
proponer soluciones positivas a las cuestiones sociales y políticas que él critica.
Puesto que ninguna relación humana carece de poder, la libertad se vuelve
esquiva, incluso como un ideal. Esta postura que critica la normatividad como
socialmente construida y contingente, pero que se basa en una norma implícita
para montar la crítica, llevó al filósofo Jürgen Habermas a describir el pensamiento
de Foucault como "cripto-normativista", dependiendo encubrientemente de los
mismos principios de la Ilustración que intenta argumentar contra.74 Una crítica
similar ha sido presentada por Diana Taylor y por Nancy Fraser, quien sostiene
que "la crítica de Foucault abarca los sistemas morales tradicionales, se niega a
recurrir a conceptos tales como "libertad" y "justicia" y por lo tanto carece de la
capacidad de generar alternativas positivas.75 Del mismo modo, la estudiosa
Nancy Pearcey señala la postura paradójica de Foucault: "Cuando alguien afirma
que es imposible alcanzar la objetividad, ¿es una afirmación objetiva?" La teoría
socava sus propias afirmaciones.76
Genealogía como método histórico[editar]
El filósofo Richard Rorty ha argumentado que la "arqueología del conocimiento" de
Foucault es fundamentalmente negativa y, por lo tanto, no establece
adecuadamente ninguna "nueva" teoría del conocimiento per se. Por el contrario,
Foucault simplemente proporciona unas pocas valiosas máximas con respecto a la
lectura de la historia. Rorty escribe: Por lo que puedo ver, todo lo que tiene que
ofrecer son redescripciones brillantes del pasado, complementadas con consejos
útiles sobre cómo evitar ser atrapado por viejos supuestos historiográficos. Estos
consejos consisten en decir: "no busquen el progreso ni el significado en la
historia, no vean la historia de una actividad determinada, de ningún segmento de
la cultura, como desarrollo de la racionalidad o de la libertad, no usen vocabulario
filosófico para caracterizar la esencia de tal actividad o la meta a la que sirve, no
asumir que la forma en que esta actividad se lleva a cabo actualmente da alguna
pista de las metas que sirvió en el pasado.77Foucault ha sido frecuentemente
criticado por los historiadores por lo que consideran una falta de rigor en sus
análisis.78 Por ejemplo, Hans-Ulrich Wehler criticó duramente a Foucault en
1998.79 Wehler considera a Foucault como un mal filósofo que injustamente recibió
una buena respuesta por las humanidades y por las ciencias sociales. Según
Wehler, las obras de Foucault no solo son insuficientes en sus aspectos históricos
empíricos, sino también a menudo contradictorias y carentes de claridad. Por
ejemplo, el concepto de Foucault de poder es "desesperadamente indiferenciado",
y la tesis de Foucault de una "sociedad disciplinaria" es, según Wehler, solo
posible porque Foucault no diferencia adecuadamente entre autoridad, fuerza,
poder, violencia y legitimidad.80 Además, su tesis se basa en una elección
unilateral de fuentes (prisiones e instituciones psiquiátricas) y descuida otros tipos
de organizaciones. Además, Wehler critica el "francocentrismo" de Foucault
porque no tomó en consideración a los grandes teóricos germanófonos de las
ciencias sociales como Max Weber y Norbert Elias. En suma, Wehler concluye
que Foucault es "debido a la serie interminable de defectos en sus así llamados
estudios empíricos ... un seductor intelectualmente deshonesto, empíricamente
absolutamente no confiable, cripto-normativista del posmodernismo".80
Crítica feminista[editar]
Aunque las feministas americanas han construido sobre las críticas de Foucault a
la construcción histórica de los roles de género y la sexualidad, algunas feministas
lo han acusado de androcentrismo, adoptando exclusivamente las perspectivas
masculinas sobre la subjetividad y la ética.81 Son controvertidas las declaraciones
de Foucault contra la penalización de las agresiones sexuales equiparándolas con
meras agresiones.82
Para Silvia Federici, el análisis de Foucault «ignora el proceso de reproducción,
funde las historias femenina y masculina en un todo indiferenciado y se
desinteresa por el "disciplinamiento" de las mujeres». Según Federici, en este
olvido llega a dejar de lado «uno de los ataques más monstruosos contra el cuerpo
que haya sido perpetrado en la era moderna: la caza de brujas».83
Teoría Queer[editar]
La aproximación de Foucault a la sexualidad, en la que él entiende las
sexualidades como conceptos socialmente construidos que se atribuyen a los
cuerpos, ha llegado a ser ampliamente influyente por ejemplo a través del trabajo
de las teóricas queer Judith Butler y Eve Kosofsky Sedgwick. Sin embargo, la
resistencia de Foucault a la política de identidad y el rechazo de la elección de
objetos sexuales como fundamento fijo para el comportamiento sexual, se opone a
algunas formulaciones de identidad queer o gay.81
Históricamente el término queer ha encerrado un significado peyorativo y
anatemizador. Hace referencias a culpas secretas y perversidades. En inglés,
queer significa extraño, como se ha dicho, raro o curioso, invertido, tarado,
desviado. se usaba para referirse a “anormales” porque, en el sentido foucaultiano
del término, formaban parte de la anomalía social. En este sentido, la palabra
queer fue utilizada como una etiqueta para denotar una sexualidad entendida
como patológica, pecaminosa o criminal. La propuesta queer surge como un
proceso de cuestionamiento de la sexualidad dominante que se amparaba en
categorías binarias, mutuamente excluyentes, tales como, hombre/mujer,
heterosexual/homosexual, entre otros, que, a nivel conceptual, se configura
mediante la lectura de Foucault. Pues, el término queer, designa teorías
interpretativas de la sexualidad diversa y sus prácticas, una crítica de la cultura y
sus manifestaciones, pero, también, el término sirve para designar un tipo de
movimiento social. 84
Construccionismo social y naturaleza humana[editar]
Foucault es a veces criticado por su destacada formulación de los principios
del construccionismo social, que algunos ven como una afrenta al concepto
de verdad. En el debate televisado de Foucault en 1971 con Noam Chomsky,
Foucault argumentó contra la posibilidad de cualquier naturaleza humana fija,
como postulado por el concepto de Chomsky de las facultades humanas innatas.
Chomsky argumentó que los conceptos de justicia estaban arraigados en la razón
humana, mientras que Foucault rechazaba la base universal para un concepto de
justicia.85 Tras el debate, Chomsky se vio afectado por el rechazo total de Foucault
a la posibilidad de una moralidad universal, afirmando: "Me parecía
completamente amoral, nunca había conocido a alguien que fuera tan amoral [...]
Quiero decir, me agradó personalmente, es sólo que no podía entenderlo. Es
como si fuera de una especie diferente, o algo así ".86
Educación y autoridad[editar]
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, aunque reconoce que Foucault contribuyó
a dar un derecho de ciudadanía en la vida cultural a ciertas experiencias
marginales y excéntricas (de sexualidad, de represión cultural, de locura), afirma
que su crítica radical de la autoridad era perjudicial para la educación. El
desarrollo de Foucault de la noción de observación y su poder de cambiar el
comportamiento de los individuos como un tipo sutil de autoridad influye en
muchos campos de la educación.87
En el pensamiento de Foucault, hay una transposición de la idea de un sujeto
constituyente y universal por la de uno constituido en un espacio y tiempo
concretos. Lejos de portar una esencia, de resistir a los cambios del tiempo, el
sujeto es resultado de un conjunto de prácticas que intervienen en él, lo atraviesan
y en definitiva lo constituyen. El sujeto es, por ello, producto histórico. En los
escritos de Foucault se encuentran estudios del régimen tecnológico que tuvo sus
orígenes en los siglos XVII y XVIII y que perdura hasta el siglo XX. Tal régimen
tecnológico, resultado de una conjunción saber-poder determinada, es lo que este
pensador denomina disciplina. La disciplina es tecnología que genera individuos,
haciendo de ellos su objeto e instrumento de ejercicio del poder. 88
Al ser la disciplina tecnología, cuyo blanco de poder es el individuo, su horizonte
discursivo se encontrará en las ciencias humanas. En el campo de la educación, la
pedagogía será aquella productora de un saber-poder en lo referente al sujeto. Al
respecto, Jorge Larrosa señala “la ocultación de la pedagogía misma como una
operación constitutiva, en rigor, productora de personas”, denunciando la
pretensión de la pedagogía como “mera mediadora” para el desarrollo de los
sujetos.89
El pedágogo Tomaz Tadeu Da Silva señala “El sujeto moderno es, tal vez, la
mayor víctima de las contestaciones, y es aquí, probablemente, en donde el
proyecto educacional moderno sufre su mayor conmoción. Al final, la posibilidad
de la educación y de la pedagogía reposa precisamente en el presupuesto de la
existencia de un sujeto unitario, y está centrado en la finalidad de la educación,
entendida como la construcción de su “autonomía”, “independencia”, y
“emancipación”."90