2.1.1. Organización de Emprendedores
2.1.1. Organización de Emprendedores
2.1.1. Organización de Emprendedores
Organizació n de
emprendedores.
Desde el inicio de este siglo nuestro pensamiento sobre la estructura organizacional ha
estado dominado por el enfoque de “una mejor forma”. Existe una forma correcta y otra
incorrecta de diseñar una organización. Sin embargo, el gran número de fracasos, hace
evidente que las organizaciones difieren en que, por ejemplo, los sistemas de planeación a
largo plazo o los programas de desarrollo organizacional son buenos para algunas
compañías pero no para otras. Por consiguiente, la teoría administrativa reciente ha variado
del enfoque de “una mejor forma” hacia el enfoque de “todo depende de”, formalmente
conocido como la “teoría de contingencia”. La estructura debe reflejar la situación de la
organización, esto es, su edad, tamaño, el tipo de sistema de producción, y el grado de
complejidad y dinamismo de su medio ambiente.
Esta lectura sostiene que el alcance del enfoque “todo depende de” es limitado, que las
estructuras son correctamente diseñadas con base en un tercer enfoque, el cual podría ser
llamado “obtener todo junto”, o “la configuración”. Los espacios de control, tipos de
formalización y descentralización, sistemas de planeación, así corno las estructuras matrices
no deben ser seleccionados de manera independiente, corno un comprador que escoge las
verduras en el mercado. Por el contrario, estos y otros elementos de diseño organizacional
deben configurarse de manera lógica en grupos consistentes internamente.
Cuando la enorme cantidad de investigaciones que se han realizado sobre la estructura
organizacional se analiza a la luz de esta conclusión, desaparece mucha de la confusión
original y la convergencia acerca de varias configuraciones se hace evidente, las cuales
difieren en cuanto a sus diseños estructurales, las situaciones en las que se encuentran y aún
en los períodos históricos en los que primero se desarrollaron.
Es necesario, para comprender estas configuraciones, entender primero cada uno de los
elementos que las conforman. Por tanto, las cuatro secciones iniciales de esta lectura
abarcan las partes básicas de las organizaciones, los mecanismos por los cuales las
organizaciones coordinan sus actividades, los parárnetros que utilizan para diseñar sus
estructuras y sus contingencias, o factores situacionales. La sección final introduce las
configuraciones estructurales, que serán abordadas en forma amplia e individual, en la
tercera sección de este texto.
Por otra parte, varias de las personas externas intentan también ejercer influencia en la
organización, buscando afectar las decisiones y las acciones llevadas a cabo al interior.
Estas influencias externas, que crean un campo de fuerzas alrededor de la organización,
pueden incluir a los dueños, los sindicatos y otras asociaciones de empleados,
proveedores, clientes, socios, competidores y toda clase de público, bajo la forma de
gobiernos, grupos de intereses específicos, y demás. Juntos, ellos constituyen lo que se
considera una coalición externa.
Todas las actividades humanas organizadas - desde la fabricación de artesanías hasta el
descenso del hombre en la luna - hacen necesarios dos requisitos fundamentales y
opuestos entre sí: la división del trabajo en varias labores para su realización y
desempeño, y la coordinación de esas tareas para llevar a cabo la actividad en cuestión. La
estructura de una organización puede ser definida sencillamente como la totalidad de
maneras distintas en las que el trabajo ha sido dividido en labores diferentes para después
lograr la coordinación entre tales tareas.
1.- La adaptación mutua logra la coordinación del trabajo mediante el sencillo proceso de
la comunicación informal. La gente que realiza el trabajo interactúa entre sí para
coordinarse, un tanto como los canoeros que rápidamente coordinan sus acciones unos con
otros. La figura (a) ilustra la adaptación mutua mediante una flecha entre dos operadores.
La adaptación mutua es utilizada en la más sencilla de las organizaciones – es la manera
más obvia de lograr la coordinación. Sin embargo, paradójicamente también se utiliza en las
organizaciones más complejas, porque es el único medio en el que se puede confiar cuando
se está bajo circunstancias en extremo difíciles, como cuando se trataba de decidir como
enviar a un hombre a la luna por primera vez.
2.- La supervisión directa en la que una persona coordina dando órdenes a otros, por lo
general surge cuando un cierto número de personas tienen que trabajar juntas. Es decir,
quince personas en una canoa de guerra no pueden coordinarse mediante la adaptación
mutua; necesitan un líder que, a través de instrucciones, coordine su trabajo, como un
equipo de futból que requiere un mariscal de campo para decidir las jugadas. La figura (b)
muestra al administrador como líder con las instrucciones como flechas hacia los
operadores.
7.- La estandarización de las normas significa que los trabajadores comparten una serie
de creencias comunes y por tanto logran coordinarse a partir de este hecho, como se
muestra en la figura (F). Por ejemplo, si todos los miembros de una orden religiosa
comparten la creencia de que es importante hacer proselitismo, entonces todos trabajarán
unidos para alcanzar ese objetivo.
Estos mecanismos de coordinación pueden considerarse como los elementos básicos de una
estructura, el adhesivo que mantiene la cohesión de las organizaciones. Y parece que
mantienen un cierto orden: a medida que el trabajo organizacional se vuelve difícil y
complejo, los medios de coordinación favorecidos parecen cambiar, de la mutua adaptación
(el mecanismo más sencillo) a la supervisión directa, luego a la estandarización,
preferentemente de los procesos de trabajo o de las normas, los resultados o de las
habilidades, para al final regresar a la adaptación mutua. Empero, ninguna organización
puede depender sólo de estos mecanismos, en toda organización medianamente desarrollada
se encontrarán todos los mecanismos descritos.
Cabe señalar que múltiples organizaciones prefieren un mecanismo que otros, al menos en
ciertas etapas de su vida. De hecho, las organizaciones que no prefieren ninguno parecen
más proclives a politizarse, simplemente por los conflictos que por lo general surgen
cuando las personas tienen que rivalizar para obtener cierta influencia en un vacío relativo
de poder.
LAS CONFIGURACIONES
Ahora procederemos bajo el supuesto de que un número limitado de configuraciones
pueden ayudar a explicar mucho de lo que se observa en las organizaciones. En nuestra
discusión introducimos las seis partes básicas de una organización y los seis mecanismos
básicos de coordinación, En efecto, parece existir una correspondencia fundamental entre
todos estos seises, lo cual puede explicarse mediante una serie de impulsos ejercidos en la
organización a causa de una de sus seis partes, como se muestra en la ilustración que
aparece más arriba. Cuando las condiciones favorecen alguno de estos impulsos, la parte
correspondiente de la organización se vuelve clave, el mecanismo de coordinación
apropiado es fundamental y la forma de descentralización que le delega poder emerge. La
organización es entonces inducida a diseñarse como una configuración específica.
Referencia:
http://andrader0.tripod.com/docs/paradigmas/estructuradelasorgs.pdf