Organizaion Maquina Burocratica
Organizaion Maquina Burocratica
Organizaion Maquina Burocratica
La burocracia maquinal
La burocracia maquinal, definida originariamente por Max Weber, se caracteriza por una
subdivisión en tareas rutinarias y altamente especializadas; procedimientos sumamente
formalizados en el núcleo de operaciones; una amplia red de normas, protocolos y canales de
comunicación formales en toda la organización; tarea agrupadas en base a la función, en unidades
que intentan priorizar las interdependencias de proceso y de escala, teniendo estas gran tamaño;
cierta centralización en la toma de decisiones; estructura administrativa muy desarrollada con una
clara distinción entre ápice, línea, núcleo y staffs.
Ejemplos típicos de este modelo estructural, los encontramos en las grandes empresas de correos, el
sistema de justicia, una prisión, una fábrica de automóviles tradicional... Veamos con más detalle
este modelo organizativo atendiendo a las distintas partes de la organización.
El núcleo de operaciones
Existe una marcada división del trabajo en el núcleo, con puestos muy estrechamente definidos y
con elevada especialización tanto vertical como horizontal. La normalización de procesos de trabajo
es, sin duda, el mecanismo de coordinación prioritario, quedando muy limitado tanto el uso de la
adaptación mutua como el de la supervisión directa (cada trabajador ya sabe lo que tiene que hacer,
el manual de procedimientos lo especifica). El ámbito de control crece por tanto mucho,
permitiéndose unidades de gran tamaño.
La línea media
Plenamente desarrollada, y dividida en unidades funcionales. Sus directivos tienen tres funciones
fundamentales:
a) Anomalías
b) Enlace
c) Canalizador
En una estructura tan jerarquizada, los directivos de línea media canalizan las ordenes hacia
abajo, y la información con el feedback del núcleo hacia arriba, para que las tomas de
decisiones en el ápice sean óptimas.
La tecnoestructura
Tal como hemos dicho, adquiere gran tamaño e importancia en este modelo organizativo.
Recordemos que aquí están los analistas encargados de la normalización, tan importante en la
burocracia. Aunque no tiene autoridad formal, los analistas de la tecnoestructura
(fundamentalmente ingenieros) adquieren un gran poder informal basado en sus conocimientos: sin
ellos el proceso productivo, formalizado en extremo, no podría funcionar. Este incremento de su
poder se hace a costa del de los trabajadores del núcleo, que se transforman en meros ejecutores de
tareas repetitivas y simples, y acaban siendo el paradigma de la alienación del trabajador en las
grandes empresas surgidas tras la revolución industrial.
Pero también los directivos de línea media, especialmente la que está directamente por encima del
núcleo, ven limitada su tradicional autoridad formal, que es sustituida, una vez más, por la autoridad
informal proveniente de la tecnoestructura y basada en los conocimientos técnicos de los ingenieros.
Estos no dan órdenes directas, pero todo el mundo sabe en la organización que cuentan con el apoyo
total del ápice estratégico. Un ejemplo claro de esta pérdida de poder de la línea media sería los
supervisores de una cadena de montaje, que en muchas ocasiones se transforman en un mero
eslabón en la cadena de transmisión entre tecnoestructura y núcleo: simplemente ejecutan
instrucciones marcadas por los ingenieros de producción.
Ápice estratégico
La función fundamental del ápice estratégico es la del supervisor de que todo funciones de acuerdo
con lo previsto. Los roles de observador del entorno, estratega, analista de oportunidades... pasan a
un segundo plano, siendo su tarea esencial el estar volcado hacia el interior de la organización para
conseguir la máxima eficiencia en la generación del output, pero no tanto la máxima eficacia.
El poder en estas organizaciones queda bastante centralizado en este ápice, y solo el poder informal
es cedido a la tecnoestructura, no teniendo ni la línea media ni el núcleo de operaciones una gran
capacidad de influencia en la toma de decisiones.
Los entornos en los que se desarrolla bien la burocracia maquinal suelen ser sencillos y estables.
Cuando el entorno es complejo, racionalizarlo a través de la división en tareas muy sencillas
deviene imposible, y cuando es dinámico, prever exactamente todas las alternativas que debe
considerar la tarea es una entelequia, por lo que la normalización de procesos acaba siendo inútil.
Las burocracias maquinales suelen observarse en organizaciones de cierta edad y tamaño, que han
acumulado experiencia y escala suficiente para saber simplificar, estandarizar y rutinizar, porque el
pasado y la gran repetitividad de su labor les ha enseñado que las cosas en su entorno cambian poco
y lentamente.
Sus sistemas técnicos suelen tener un carácter altamente regulador. Dado que la flexibilidad no es
importante en comparación con la estabilidad y eficiencia productiva, se opta por sistemas técnicos
que minimicen costes a costa de estandarizar tareas y no dar opciones de adaptación al trabajador.
No suele llegarse a la automatización total, dado que esto significaría prescindir de operarios y tener
núcleos de operaciones muy pequeños, lo cual no es propio de las burocracias maquinales.
Cuando el control de agentes externos es importante, la burocracia maquinal también es una forma
organizativa óptima. Así, por ejemplo, las agencias gubernamentales que controlan organismos
como correos, hacienda, etc. tienen mucho más simplificado su trabajo al enfrentarse a procesos
productivos muy estandarizados donde todo queda registrado, y, por tanto, es fácil de fiscalizar.
Además, los procedimientos altamente formalizados de la burocracia maquinal garantiza uno de los
máximos objetivos de las empresas públicas, la igualdad de trato al ciudadano.
La principal crítica que se le ha hecho a la burocracia maquinal proviene del trato, en muchas
ocasiones inhumano, que da al trabajador del núcleo. Su aproximación maquinal al factor humano
hace que no considere las necesidades de comunicación, realización personal a través del trabajo,
participación en la toma de decisiones, etc. que tienen la gran mayoría de trabajadores.
La burocracia profesional
Definición
La capacitación y el adoctrinamiento son, por tanto, parámetros de diseño esenciales de esta forma
organizativa. Se contrata a especialistas con elevada cualificación, y se les forma constantemente,
de forma que puedan desempeñar su trabajo con autonomía y tomar decisiones en el entorno
complejo al que se enfrenta el núcleo de operaciones. Los cirujanos, cuando se enfrentan a una
operación, saben que la cantidad de decisiones que tendrán que tomar sobre la marcha son enormes,
y confían en sus conocimientos y buen juicio (y no en el recurso a su jefe de departamento o en el
manual de procedimientos) para tomarlas. Ello hace que dos profesionales realicen su trabajo de
manera muy parecida, aunque no idéntica, como en el caso de los operarios del núcleo de la
burocracia maquinal.
Es, por ello, que también nos hallamos ante un intento de anticipar el trabajo, de ahí la naturaleza
normalizadora y burocrática de la coordinación, pero mucho más sutil y elaborado, como no podía
ser de otra manera, dada la complejidad: hay que conseguir que el profesional interiorice las normas
que le servirán para tomar decisiones complejas en su trabajo. Los conocimientos del profesional,
por tanto, están normalmente bien establecidos en su campo profesional, no son originales, pero sí
son muy amplios y complejos, y él debe poseerlos.
Es, por ello, que los trabajadores del núcleo de estas organizaciones, llamados profesionales,
disfrutan de mucha autoridad, que deviene de su condición de expertos.
El núcleo de operaciones deviene por tanto en la parte fundamental de la organización, con sus
puestos de trabajo ampliados en la dimensión vertical y sus profesionales ampliamente cualificados.
El staff de apoyo también adquiere cierta importancia, pero especialmente debido a la labor de
ayuda al profesional del núcleo (piénsese, por ejemplo, en las múltiples unidades de apoyo que tiene
el médico que trata a los pacientes: radiología, analistas, farmacéuticos...).
La línea media suele estar escasamente desarrollada, ya que hay un muy escaso recurso a la
supervisión directa. La descentralización es muy elevada, tanto a nivel horizontal como vertical. De
hecho los profesionales no solo ansían el control sobre su propio trabajo, sino que desean incluso
poder controlar las decisiones administrativas que les incumben. De hecho en las organizaciones
profesionales es donde podemos encontrar alguno de los escasos ejemplos de modelos democráticos
en la elección de supervisores. Dado que el respeto en este tipo de estructuras deviene del
conocimiento y del poder del experto, los profesionales en muchas ocasiones exigen elegir ellos
mismos quién va a supervisarlos y controlarlos, aunque dicha supervisión sea laxa.
Dado que el trabajo es complejo, la estructura debe prever y facilitar el surgimiento de la adaptación
mutua. Los profesionales deben encontrar facilidades para consultar con sus colegas de su misma
especialidad o adyacentes, cuestiones que afectan a un cliente en común. Piénsese por ejemplo en
cirujanos, anestesistas y radiólogos colaborando a la hora de preparar una operación compleja. Es
por ello que en estas organizaciones suelen encontrarse comités y grupos de trabajo con relativa
frecuencia, y suelen recurrir a espacios físicos que facilitan la interacción espontánea entre
especialistas.
Recuerde que...