Actividades Secuencia Revolucion de Mayo
Actividades Secuencia Revolucion de Mayo
Actividades Secuencia Revolucion de Mayo
Lunes 16:
Martes 17:
Martes 17:
Martes 17:
La última corrida que vio la ciudad de Buenos Aires se llevó a cabo el 20 de enero de
1819.Al día siguiente, fue mandado demoler por Juan Martín de Pueyrredón, entonces
Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Corridas de toros·1780.Aguafuerte
Los gauchos se dedicaban a las tareas del campo, muchas de ellas vinculadas con la
ganadería, requerían del uso del caballo, en el que los gauchos eran muy diestros.
Esta habilidad era demostrada en algunos juegos en los que se utilizaba el caballo:
las carreras, las carreras de sortijas, el pato.
El juego del pato.
Florencio Molina Campos
Se apostaba también a la perinola, que era un pequeño trompo de cuatro caras
marcadas con las letras S (saca), P (pone), D (deja) y T (todo), que indicaban la
actitud que debían seguir los apostadores con respecto a lo "envitado"; a la
mosqueta, con el concurso de las clásicas medias cáscaras de nuez;
a la corregüela, que según el Diccionario de la Academia es un "juego de muchachos
que se hace con una correa con las dos puntas cosidas. El que tiene la correa la
presenta doblada con varios pliegues, y otro mete dentro de ellos un palito; si al soltar
(o retirar) la correa resulta el palito dentro de ella, gana el que lo puso, y si cae fuera,
gana el otro, etcétera.
Los indígenas de nuestro país practicaban gran cantidad de juegos de carácter
deportivo. A diferencia de lo que ocurría en otros grupos sociales, las mujeres tenían
un rol protagónico en estas actividades.
Los adultos varones y, en algunas comunidades los niños, jugaban este juego. El
número de jugadores y las dimensiones del campo de juego variaban según los
distintos pueblos. Se alentaba a los equipos con cánticos y el vencedor ganaba
además un premio, muchas veces se apostaba un caballo, que era un bien muy
preciado.
Para vencer era necesario lograr una diferencia de 4 tantos, por lo que algunas veces
los partidos se extendían durante varios días.
Estos juegos servían para dirimir conflictos y para tomar decisiones, ya que se creía
que la suerte del equipo era determinada por los dioses. En ocasiones para zanjar
alguna diferencia entre tribus se jugaba un partido de "chueca", el vencedor obtenía el
derecho a decidir sobre la cuestión en disputa.
El candombe era la diversión más difundida del grupo de los esclavos, de raza negra.
En esta danza, acompañada por el tamboril, "los negros" realizaban una pantomima
de la coronación de reyes congos.
El candombe
Pedro Fígari
En los tiempos coloniales los niños, sobre todo si eran pobres, empezaban a trabajar
desde muy chicos. La infancia duraba muy poco tiempo. A los 8 o 9 años era común
que empezaran a ayudar a sus padres en los trabajos.
"El gallo o gallinita ciega, es un juego de dispersión universal.... por lo general los que
participan no menos de seis, uno de los cuales hace de gallinita ciega, se le vendan
los ojos, se le dan unas vueltas en redondo para desorientado, y el vendado debe
tratar de atrapar a uno de los jugadores, quien para a ocupar su lugar". (Coluccio
1988:222)
El juego en la calle era casi el único privilegio de los niños varones de clases bajas.
Entre los juegos preferidos estaban “las escondidas”, con muchos más escondites
que los de ahora; “los barriletes”, los que eran fabricados por ellos y remontados en
feroces competencias en las que había que hacer cualquier cosa por ganar. Entre las
trampas más usuales estaba la de atarle un cuchillo a la cola de la cometa para que,
al enredarse con los otros, cayera y se transformara en botín de guerra de quien la
atrapara. A este juego lo llamaban “el corsario o pirata”.
También hacían pozos en las calles que se llenaban de agua cuando llovía y cazaban
a las ranas que se juntaban en ellos.
Se divertían con juguetes comunes como canicas, realizadas por ellos mismos con
las piedras que recogían de la calle.
Los niños de baja clase, con ayuda de sus mamás, realizaban la famosa pelota de
trapo. Unían varios retazos de tela y las cocían rellenándolas con más tela o algodón.
Por otro lado los niños de alta clase las conseguían ya armadas con un material
mucho más resistente, el cuero (todavía no se conocía el fútbol)
Varios meses antes de la revolución de mayo aparecieron los soldaditos de plomo.
Las nenas no jugaban igual que los varones; además de muñecas que para esa
época eran confeccionadas con cuero o telas, con ojos hechos con botones, solían
jugar en los patios de las casas a los aros, cánticos o bailes, salto de sogas y
rondas... muchas de las cuales son actualmente conocidas: “Arroz con Leche”,
“Mambrú se fue a la guerra”; “Sobre el puente de Avignón” y otras. También estaban
presentes las adivinanzas y la rayuela.
Sólo las niñas de clases más pudientes jugaban con muñecas que eran exportadas
desde España y tenían sus cabezas, manos y piernas mayormente de porcelana y
sus cuerpos de tela rellenos de un delicado algodón.