Yacimientos Tipo Pórfido

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Yacimientos Tipo Pórfido Cuprífero

Mina Guanaco (Chile), mineralización epitermal aurífera

Los pórfidos cupríferos son yacimientos de gran tonelaje (10 6-109 TM) y bajas leyes
de cobre (0.2-c.2%Cu). Aparte del cobre estos yacimientos pueden presentar
cantidades variables de molibdeno y/o metales preciosos (Au+Ag), susceptibles de ser
recuperados económicamente. Se asocian a rocas intrusivas generalmente félsicas de
composición granodiorítica, aunque los pórfidos del Pacífico SW (desarrollados en
arcos de islas) suelen asociarse a facies intermedias (intrusivos dioríticos). Presentan
un modelo zonal de alteración hidrotermal con un núcleo de alteración potásica
(feldespato K, biotita, que grada hacia fuera hacia una alteración fílica (=cuarzo-
sericítica). Más periféricamente encontraremos facies argílicas (intermedia o avanzada)
y propilítica (con clorita, epidota, calcita). La secuencia de alteración es la siguiente: 1)
formación de las zonas de alteración potásica y propilítica; 2) desarrollo de la alteración
fílica (hacia fuera y arriba); y 3) formación de facies de alteración argílica en la parte
superior del sistema (Fig. 1).
Fig. 1: Modelo idealizado del desarrollo evolutivo de la alteración hidrotermal en
yacimientos tipo pórfido cuprífero, basado en el yacimiento El Salvador (Chile).
Las etapas 1 a 3 han sido resumidas en dos figuras: A y B.

Esta última puede ser avanzada implicando la presencia de minerales tales como
caolinita y alunita. Se reconoce un solape temporal y espacial en esta secuencia. De 1
a 3 la participación de aguas meteóricas en el sistema hidrotermal es cada vez más
importante (Fig. 1). De hecho, la parte superior del sistema hidrotermal entra de lleno
en el campo epitermal (alteración argílica avanzada), donde pueden formarse
mineralizaciones auríferas en un ambiente más superficial (desde unos 2 km de
profundidad hasta la superficie).

Existen grandes provincias metalogénicas de pórfidos cupríferos, entre las que resaltan
las de la cadena andina (Chile-Peru principalmente), la del SW de los Estados Unidos,
y del Pacífico SW (Fig. 2).

Fig. 2: Distribución mundial de las provincias metalogénicas de pórfidos


cupríferos y de las fajas de plegamiento del Mesozoico y Cenozoico.
Dado que los pórfidos son de emplazamiento somero (epizona), es raro encontrar
yacimientos más antiguos que mesozoicos, y de hecho, la mayoría de estos
yacimientos son de edad cenozoica (Fig. 2). La razón es simple y radica en la
efectividad de los procesos erosivos.

Como señalabamos anteriormente, en ocasiones el ambiente superior de un sistema


hidrotermal puede dar origen a mineralizacione epitermales de metales preciosos. Esto
último asumiendo que las facies plutónicas del sistema tipo pórfido cuprífero constituyen
las raíces magmáticas superficiales (epizona) de un sistema volcánico en superficie.
Los yacimientos epitermales de metales preciosos (Au-Ag) se forman, como su
nombre lo indica, en un rango bajo de temperaturas (50o-300ºC), en asociación con
manifestaciones volcánicas tipo aparato central, calderas, o campos geotérmicos. Son
yacimientos de baja ley (algunas decenas de g/t de Au; aunque esto puede ser
extremadamente variable) y se clasifican en dos tipos: 1) sulfato ácido; y 2) sercita-
adularia (Fig. 3).

Fig. 3: Tipos principales de yacimientos epitermales de metales preciosos y


distribución espacial de los fenómenos de alteración. A: sulfato ácido, B:
sericita-adularia.
El primer tipo se encuentra relacionado con clasicos fenómenos volcánicos tipo aparato
central o calderas, sistema ricos en azufre (generadores de grandes cantidades de
ácido sulfúrico) que dan origen a facies de alteración tipo argílica avanzada. Otras facies
que reconocemos en ellos incluyen la silicificación y la propilitización. El tipo sericita-
adularia se encuentra más bien relacionado con manifestaciones tipo campo
geotérmico, y las facies de alteración presentes son principalmente del tipo potásica
(adularia) y clorítica. Un tercer tipo, si así podemos denominarles, corresponde al de
los denominados yacimientos epitermales tipo "Carlin", que cogen este nombre de
la faja de mismo nombre en el Estado de Nevada en USA (Fig. 4).

Fig. 4: Modelo esquemático de un yacimiento epitermal del tipo Carlin.

Los yacimientos tipo Carlin asocian principalmente a facies carbonatadas, en sistemas


estructuralmente extensionales. Así como los yacimientos tipo sulfato ácido son
fácilmente detectables por las importantes anomalías de color que generan (rojos,
amarillos, verdes), los Carlin son prácticamente "invisibles". Solo los resaltes generados
por la silificación de las calizas (jasperoides) constituyen una muestra más o menos
visibles de éstos.

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