Amor Filial
Amor Filial
Amor Filial
Según el sujeto a quien va dirigido el amor, este se puede clasificar en amor filial, amor
fraterno, amor romántico, amor propio y amor místico o amor a Dios.
Amor romántico
El amor romántico es aquel que se funda en la atracción sensual y el afecto genuino
hacia una persona. Algunas expresiones populares describen las formas en que nace o
se desarrolla, o que refiere, incluso, a la calidad del vínculo. Veamos:
Amor a primera vista. Es el enamoramiento inmediato que ocurre entre dos personas
cuando proyectan en el otro a la pareja idealizada. Se conoce también como flechazo,
en alusión a Cupido.
Amor clandestino o prohibido. Es aquel en que dos personas tienen prohibido estar
juntas por diferentes circunstancias. Sin embargo, se empeñan en vivir su relación a
escondidas.
Amor a distancia. Es la relación romántica entre personas que viven en ciudades o
pueblos diferentes. Siempre han existido estas relaciones, pero han proliferado
recientemente gracias al internet.
Amor verdadero. Es el afecto probado que una persona manifiesta por otra, capaz de
superar la fase del enamoramiento inicial y cualquier adversidad.
Un ejemplo de amor romántico es el de los personajes Romeo y Julieta, de la obra de
William Shakespeare. Ambos se enamoran a primera vista y están condenados a vivir
un amor clandestino por la enemistad entre sus familias.
Amor filial
El amor filial es aquel que existe entre los miembros de una familia: padres, hijos,
abuelos, tíos, etc. Este tipo de afecto suele mezclarse con elementos jerárquicos de
autoridad, respeto y protección. Por ejemplo, los padres aman a sus hijos solo por el
hecho de serlo. En cambio, los hijos aman a su padre porque los cuidan y protegen.
Amor fraternal
El amor fraternal es aquel que profesamos hacia los hermanos y los amigos. A
diferencia del amor filial, priva la horizontalidad y el amor recíproco. Por
ejemplo, podemos señalar la amistad entre Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan, en la
novela Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas, con su lema: “Todos para uno y uno
para todos”.
Amor propio
El amor propio implica la aceptación, el respeto, la valoración, los pensamientos
positivos y las consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos. Por
ejemplo, cuidar de nuestra salud; negarnos a hacer algo dañino para nosotros; hacer
cosas edificantes para nuestra mente y poner límites al abuso de los demás.
Amor místico (amor a Dios)
El amor a Dios es una actitud en la cual la mente, el corazón y el alma están alineados
con la voluntad de Dios. También implica una postura de reflexión y compromiso
sincera a través de la oración, la comunión, la contrición y el amor fraterno. Por
ejemplo, cumplir con las prescripciones religiosas con libertad y deseo genuino, y
ofrecer a Dios el trabajo diario, hecho con esmero.
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