Cooke - BasesPolitica-cultural-revolucionaria - (RosaBlindada)
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Año I Nº 6
páginas 16-22 Bases para una
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gracias a la “teoría del reflejo”, pertenecía a una historia con final feliz
garantido por la mecánica autoimpulsada de las relaciones de produc-
ción. Ese determinismo, que osaba decir su nombre, enjauló a la dialé-
ctica, y la “alienación” quedó como elemento ornamental, apenas como
antecedente remoto del “fetichismo de la mercancía”. En una historia
que el stalinismo manejaba a su gusto como pasado (re-escribiendo la
historia del partido bolchevique) y descifraba como futuro, la aliena-
ción era una categoría que exigía introducir al hombre como centro de
un humanismo concreto, irreductible a esa metafísica hecha de simpli-
ficaciones en que figuraba disfrazado de “héros positif”.
Lukacs había tenido la genialidad de tocar el tema de la aliena-
ción mucho antes de conocerse los Manuscritos (aunque dentro del
esquema hegeliano), pero sin volver después sobre él. Posterior-
mente mereció sólo la mención intrascendente en la literatura teóri-
ca comunista;5 salvo el caso de Lefebvre, que en algunas de sus
evasiones hacia la heterodoxia fijó el significado de la alienación
en Hegel y en Marx y demostró su presencia como parte entraña-
ble del pensamiento de este último, a través de su continuidad
dialéctica.6 Luego se sabría que Gramsci, en el fondo de su celda
solitaria, le dedicaba meditaciones clarividentes.
Después de la guerra, la “alienación” va adquiriendo importancia
como elemento inseparable de la situación del hombre en la visión de
diversas intelectuales, aunque algunos le den el sentido que tenía en
el existencialismo kierkegaardiano, otros no deslinden sus contenidos
hegelianos y marxistas y, a menudo, sirva para extrapolaciones en que
se la utiliza como comodín al que cada uno le otorga el contenido que
desea. Incluso se produjo una interesante controversia cuando los je-
suitas estudiosos del marxismo presentaron la alienación como una
parte de su propia concepción del mundo, con airadas protestas desde
el campo marxista. Los trabajos de escritores marxistas fueron esclare-
ciendo el concepto de la alienación en la obra de Marx, tarea a la que
se suman intelectuales comunistas a medida que los efectos del XX y
del XXII Congreso van borrando las viejas Tablas de la Ley.7
EL TRABAJO ENAJENADO
La categoría de “enajenación”, que en Hegel era una relación abso-
luta de sujeto a sujeto, para Marx se da en las relaciones concretas del
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EL PENSAMIENTO REVOLUCIONARIO
Si nos hemos detenido en ese breve repaso de cómo Marx plan-
teó la enajenación del trabajo ha sido, en primer término, porque a
partir de eso se puede comprender el concepto de alienación en los
sentidos más amplios que le dieron Marx y Engels en su obra poste-
rior. Y también porque esa alienación básica denuncia el carácter
alienado y alienante de la sociedad burguesa, en la cual tratamos de
dirigir la actividad revolucionaria mediante la verificación de las for-
mas estructurales que asume la pérdida de la libertad humana.
En el mundo de la práctica real, la autoenajenación sólo puede mani-
festarse en la relación práctica real con otros hombres: la enajenación se
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zapatos con barro si tienen que caminar unas cuadras para firmar el
manifiesto con que periódicamente se autorreivindican como “revolu-
cionarios”. En cambio, los que verdaderamente se proponen la revolu-
ción, esos no son tan generosos con la sangre ajena y remota, porque
no están jugando con abstracciones sino con posibilidades. Sea lo que
fuere, aunque el stalinismo pudiera invocar el descargo de las circuns-
tancias históricas (lo que no está en consideración aquí), esos ate-
nuantes no pueden transportarse para anticipar indulgencias a nues-
tras revoluciones en proyecto. 14
1. El stalinismo, desde este punto de vista, se caracterizó por la ruptura de esa unidad
de teoría y praxis, negación del marxismo que ha merecido que la crítica lo caracte-
rizase como “idealismo voluntarista” (G. Lukacs), “neo-platonismo” (G. Della Volpe),
“pragmatismo conservador” (J. R. Vincent), etcétera.
2. Aclaración para puristas: salvo aviso en contrario, emplea los términos “filosofía” e
“ideología” en su acepción común, y no en el sentido de “falsa conciencia”, “falsa
representación de la realidad”, etc.
3. En 1927 se conoció la Crítica de la filosofía hegeliana del Derecho Público, escrita
entre 1841 y 1843; en 1932, la versión alemana de los Manuscritos económico-filosó-
ficos de 1844 y la Ideología alemana. También se conocieron con gran retraso la
Introducción de 1857 y los Elementos de la Crítica de la Economía Política.
4. Estoy resumiendo a grandes rasgos, como he dicho, el equívoco entre “parte de la
socialdemocracia y el marxismo ortodoxo”, que las llevó a coincidir en el dualismo
de Marx; no hacen a mi trabajo las diferentes interpretaciones de los Manuscritos por
parte de los diversos analistas, que no admitirán estas reducciones esquemáticas ni la
equiparación en un mínimo común denominador de todas las que han defendido la
tesis de un cambio radical en el pensamiento de Marx.
5. En la publicación francesa de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (Ed.
Costes) faltaba el capítulo que trata del trabajo enajenado. Me he enterado por notas
bibliográficas que la primera edición que se conoció en Alemania (Leipzig, 1932)
era incompleta y con errores, y que se tradujo al francés y al español; presumo
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que se trata de la misma edición francesa a que yo me refiero, que vendría a ser
hermana gemela de la espantosa edición mexicana que vio la luz con siete años
de retardo (Ed. América, 1939).
6. Punto de vista que es central en la denuncia de “Les Problemes actuels du marxisme”
(Presses Universitaires, 1958). Expulsado del P.C.F., en la Critique de la vie quotidienne,
París, 1960, el análisis de la “alienación” llega a aportes de los que ni siquiera sus
críticos pueden prescindir en adelante.
7. En este proceso, un hecho fundamental es el Congreso sobre Kafka realizado en
Udice (1963) con el patrocinio de los más altos institutos de cultura checoslovacos
donde la revalorización del proscripto se apoya en la importancia que ha adquirido la
alienación como tema del marxismo. Garaudy pronuncia allí un discurso en que
expone los puntos de vista que luego desarrollará en las obras que revén sus antiguas
posiciones dogmáticas.
8. Marx. Crítica de la diálectica y la filosofía hegeliana en general.
9. Todas las citas son de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, lo mismo
que algunas frase, expresiones que van sin comillas.
10. Desde que “la relación del hombre consigo mismo sólo cobra para él existencia
objetiva, real, mediante su relación con otro hombre”. (Marx).
11. Según Lefebvre, designa “todo lo que se opone... a la realización del proyecto filosó-
fico, entendido como investigación sobre las posibilidades del ser humano. Engloba todo
la que prohibe la realización de estas posibilidades: la virtual desalienación, el pleno
reconocimiento de la plenitud”. ¿Es el marxismo, una filosofía? (Ed. Fichas, Buenos Aires).
12. Las tesis sosteniendo* que en los Manuscritos se exponen los fundamentos de
una antropología, han sido refutadas. En primer término, por el propio texto del
Manuscrito .
13. Merece recordarse el famoso análisis de Sartre cuando el levantamiento de Buda-
pest; su explicación de las alienaciones que condujeron a la política monstruosa de
Geröe y Rakoksi era, en lo fundamental, exacto, como lo demostró posteriomente el
conocimiento de los hechos.
14. La Revolución Cubana tiene esa impregnación humanista que el “Che” Guevara
formuló explícitamente: “El socialismo económico sin la moral comunista no me
interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la enajenación.
Marx se preocupaba tanto de los hechos económicas como de su repercusión en el
espíritu. Llamaba a esto “hechos de conciencia”. (Reportaje de Jean Daniel en
L'Express.)
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