El Marxismo y La Formacion Del Hombre Nuevo
El Marxismo y La Formacion Del Hombre Nuevo
El Marxismo y La Formacion Del Hombre Nuevo
trabajo asalariado se convierte en un medio de obtencin de riquezas. Las relaciones entre los hombres pierde su carcter
esencialmente humano y se potencian las necesidades no satisfechas y la descomposicin de los valores espirituales.
En el devenir histrico, la propiedad privada limit el proceso
natural de desarrollo del individuo, quedando frustradas las posibilidades de revelar libremente sus capacidades creativas, y el
propio proceso del trabajo, dej de ser un elemento de reafirmacin del hombre en la sociedad. Es por ello que en la sociedad
burguesa el hombre se ve impedido de desarrollar plenamente
sus potencialidades humanas.
Un elemento importante de las reflexiones de Marx, lo constituye la idea acerca de la necesidad de superar la propiedad privada
como causante de la deshumanizacin. Feuerbach consideraba la
exteriorizacin de la esencia humana nicamente como alienacin, Marx ve en ella la forma en que se concretan las fuerzas
creadoras del hombre, fuerzas que se alienan slo en condiciones determinadas y por tanto de forma transitoria.
Mientras que Feuerbach no toma en cuenta la prctica transformadora del hombre, Marx define al hombre no slo en su aspecto genrico, sino esencialmente en su determinacin social, como resultado del medio y como fuerza esencial de su transformacin. Asume de Feuerbach, la idea de que la alienacin constitua la caracterstica de la sociedad deshumanizada, y que la
supresin de ella resultaba una condicin necesaria para devolver al hombre sus condiciones de ser humano, superndolo al
sustentar el criterio de que la transformacin de la sociedad exige la supresin del trabajo alienado y esto se logra con la revolucin del proletariado, con el cambio del carcter de las relaciones de propiedad. En Marx se presenta la definicin de la
actividad, como modo especficamente humano de relacin en-
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un extraordinario hecho histrico. Al influjo de este acontecimiento, toma auge la difusin del marxismo-leninismo an
cuando desde antes, esas ideas haban entrado en la regin, divulgndose a travs de diferentes vas, aunque muchas veces en
formas tergiversadas.
En el caso de Cuba, varios intelectuales revolucionarios no solo
colocaron al hombre en el centro de sus concepciones e ideales,
como fue el caso de Julio Antonio Mella, sino que intentaron
crear las condiciones objetivas y subjetivas para su logro. En el
resto de Latinoamrica encontramos tambin dignos ejemplos de
pensadores marxistas de una amplia y profunda concepcin humanista como fue el caso del peruano Jos Carlos Maritegui,
del argentino Anbal Ponce, el tambin argentino Carlos Astrada
y el mexicano Vicente Lombardo Toledano, por solo mencionar
algunos de los ms destacados.
Jos Carlos Maritegui analiza la realidad de Amrica Latina
desde un enfoque dialctico, considerando la correlacin sociedad-individuo a partir de las particularidades de la regin, por
ello seala:
"no queremos que el socialismo sea en Amrica calco y
copia. Debe ser creacin heroica. Tenemos que dar vida,
con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje,
al socialismo indoamericano. He aqu una visin digna
de una generacin nueva," 12
se trata de pensar con ideas propias, de buscar soluciones a los
problemas devenido de nuestra realidad, tarea que debe enfrentar un hombre que piense diferente, pero sin menospreciar los
valores morales creados por las sociedades que le antecedieron,
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Jos Carlos Maritegui: Aniversario y Balance, en Obras, T. II, Casa de las Amricas, La Habana, 1982, p.241
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Jos Carlos Maritegui: Siete ensayos de interpretacin de la realidad peruana, Casa de las Amricas, La Habana, 1969, p. 24
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Ibdem, p. 136
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Anibal Ponce, Humanismo proletario. En Obras, Casa de las Amricas 1975, p. 302
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Anibal Ponce, Educacin y lucha de clases. En Obras, Casa de las
Amricas, La Habana, 1975, p. 207
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R. Frondizi, Antologa El hombre y los valores en la filosofa latinoamericana del SXX. Editorial Fondo de Cultura econmica de Mxico, p.164
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