Osorio Lizarazo
Osorio Lizarazo
Osorio Lizarazo
VECINDAD José Antonio Osorio Lizarazo nació en Bogotá en 1900. Su vida fue un ir y ve-
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nir entre periódicos, puestos públicos, participación en campañas electorales cle
poco éxito y eLapas viüdas en medio de grandes dificuitacles económicas. Fue
gran amigo de Jorge Eliécer Gaitán, a quien acompañó en todo su proceso polÍ_
fico hasta 1946, en qLle se aparra de él e inicia un recorrido por Latinoamériczr.
Tiabaja con Juan Domingo Perón hasta su caÍda, luego va a Chi1e, clespués a
Repirblica Dominicana, en donde por tres años será uno de 1os hombres c1e con-
MINEPVA fianza d.e Ra[ae1 Leonidas Trujillo. Proclucro de esta experiencia es su infortunada
biografía del díctador, La islct iluntinada.
I
111
'La rrovr-,la de jnsé Antonit [isorio Lizaraio 111
los partidos polítícos predican una cosa y practi- equilibtio y de uno justicia sociql'
cai otra en el poder, porque leios de compulsar la
conformaciÓn de un antbiente, tienen que lctuar
RealiSmO litgfaf iO
dentro del que existe.
Cuando el escritor comienza apublicar sus primeras
Otro de los grupos po1Íticos que atrajo a Osorio fue novelas (1926), 1a literatura se concebÍa como una
el constituido por Jorge Eliécer Gaitán Estuvo de retórica que renÍa ia función de embellecer los obje-
acuerdo con algunos de sus planteamientos; como tos de que trataba y trabajar con base en un lengua;e
amigo personai de1 político, lo acompañÓ y respal- estrictamente académico. Dentro de esa concepción
do ñasta que vino la desilusión provocada por la cle la literatura no fue posible discutir los procesos
lalta de decisiones de Gaitán: de transformación radical que se venÍan operando
en Latinoamérica y mucho antes en Europa Osorio
El Dr. Gaitan, que como agitador y como dema- no cuenta, entonces, con una verdadera tradición
gogo no tíene par en muchos de nuestros países,
narrativa y, por consiguiente, Ios primeros esluer-
como jefe y como hombre de acciÓn es inepto e
zos por expresar literariamente la vida ciudadana'
incqpaz.
1o llevaron más a 1a descripción que a ia creaciÓn de
vercladeros personaj es urbanos.
En «La aventura de un gaitanista», artículo publica-
En el momento en que aparecen ias primeras no-
do en El Tiempo en 1946, el escritor analiza el sur-
velas de Osorio, predomina el realismo en 1a narra-
gimiento del movimiento gaitanista como respuesta
tiva colombiana. Pero 1a novela colombiana l-ra sido
ai continuo fracaso de Ia pc,litica liberal'
IT? fi tatt tnrir;IlptiJr;r i.lLt iItlrt'lr Ii,r
Portada de La casecha, dr: Jo§é Antonio 0sorio Llzarazo. l\4anizales, Arturo Zapata, 1935. B¡ir/tor,,r:¡ i,rris Angct,.lfcrso, B(x,)tui
la noveia Cri ir.rsé Antonir¡ Ü-ruril Li¡arazir 113
pación por la estructura y coherencia de 1a novela. Ernesto Volkening, el escritor no ve a los personajes
A este tipo de realismo pertenece la novela de José a partir de la descripción de la ciudad, sino 1a cir-rdad
Antonio Osorio Lizar azo. a través de las tensiones, 1a miseria, la ignorancia y
Pero, sea cual fuere la vertiente que haya seguido la ciesolación de sus personajes A1 tomar den¡ro de
esa perspectiva general de la ciudad e} punto de vista
el novelista, nos atrevemos a afrrmar que, en gene-
ra1, el verdadero enfoque realista en la novela signi- de los persona)es,ya Ia descripción o el análisis de la
fica nna r,rsión dialéctica coherente -no fragmenta- sociedad urbana queda parcializado porque este per-
sonaje es un empleado público, o una mediocre ama
da- de Ia sociedad, a través de unos personajes que,
además de ser conüncentes como lales, plasman en
de casa, una sinienta, un ladrÓn o un desempleado
sus rasgos individuales los rasgos de su sociedad en
por ejemplo. Estos personajes están condicionados,
1os unos por 1os prejuicios y 1a necesidad de guardar
esa época y en ese lugar.
El día del odio (fragmento)
El autor comienza por introducirnos en la novela a través El Alacrán no es más rjUe la continuación del hambre, los
de una familia de clase media sumida en la ruina y en la maltratos y la permanente huida de la justicia.
mediocridad. Pero luego separa de este ambiente familiar En el capítulo 9, Osorio interrumpe el desarrollo ar-
a Tránsito, la sirvienta, y la convierte en protagonista. 5u gumental para presentarnos la ciudad, El novelista crea
caracterización se da a través de una serie de lugares co- una unidad de lugar muy precisa que tiene como núcleo
munes reiterados en casi todas sus novelas: Ia mujer cam- e['centro de Bogotá. Por esto, dedica todo un capÍtulo a la
pesina ingenua, elemental, pura y abnegada que recibe a descripción de las características urbanas y sociales de las
cambio humillaciones, maltratos, desprecio, abuso de sus calles 10 y 11. Necesita describir esos lugares para clasi-
capacidades y un sueldo miserable. Acusada de robar una ficar y calificar a sus habitantes como un conjunto «anó-
cadena de su patrona, aparece la circunstancia que Ia em- nimo y miserable» y concluir que «en ese conjunto radica
puja de la casa de familia a la calle y de esta a las casas una fuerza bruta irresistible». Para confirmarlo recurre al
de prostitución, a las comisarías de policía o a cualquier recuerdo de las circunstancias que llevaron a la toma de la
cuartucho, en un permanente ir y venir Lo único que desea Bastilla en París y la remembranza de esos hechos lo llevan
es trabajar en cualquier oficio que le permita ahorrar el a la conclusión de que cada uno de esos individuos puede
dinero suficiente para regresar a su pueblo. ser cobarde y ruin porque la miseria los ha postrado y des-
En un prostÍbulo, en el que se ve obligada a trabajar, humanizado; pero unidos por el odio y el resentimiento se
conoce a ElAlacrán, personaje que le permite a Osorio enla- convierterlen una fuerza avasalladora.
zar la vida de Tránsito con el ambiente tenso que prefigura Abardonada por El Alacrán, Tránsito es empujada de
los acontecimientos del 9 de abril. A través de una rápida nuevo por las circunstancias al mundo de la prostitución.
retrospectiva, el narrador nos relata el pasado de El Alacrán, AllÍ conoce a un obrero que la lleva a vivir con él.,Fue su
señalado con características de miseria y de criminalidad; compañero durante una semana, al final de la cual es ase-
desde cuando el hambre lo obligó a robar dos plátanos des- sinado durante una discusión política, sin que Tránsito se
tinados a Ia basura en un puesto de la plaza de mercado, hubiera enterado siquiera de su nombre. Abandonada y en-
«definió su destino de ladrón». Unidos estos dos personajes, ferma, Tránsito regresa al centro de la ciudad en donde el
Tránsito y ElAlacrán, nos dan a través de su punto de vista y reencuentro con El Alacrán parece ser su tabla de salvación,
el del narrador una visión muy detallada de los lugares más Pero al día siguiente la sorprende la violencia del 9 de abril:
sórdidos de la ciudad, por un lado, y por el otro, de algunas se ven envueltos en el sentimiento de odio y de venganza
actitudes de otros representantes del pueblo, que reflejan que mueve a la multitud y en ese ambiente Tránsito recibe
el odio contra la sociedad. La vida de Tránsito al lado de un balazo en la espalda que acaba con su vida.
1as apariencias, y los otros, sencillamente por la ne- protagonista de La casa de yecindad, los persona¡es
cesidad de conseguir 1os medios para sobreviür. Pre- no poseen una dimensión propia, son aún prismas
figurada así su visión, Bogotá será siempre la misma; para ver una realidad social. Entonces, aunque uti-
como e1 personaje no cambia porque sus problemas iiza e1 punto de vista del personaje no logra cumplir
y sus puntos de referencia serán siempre los mismos, con el objetivo de acabar con:
su üsión de la ciudad tampoco cambia. Entre La" casa
de vecindad y El pantano transcurren más de veinre esa y excesiva preocupación por los
frittolidad
años, pero en esta úitima novela todo sigue igual; la hechos que estdn t'uera d,el indiyiduo, que son ca-
pobreza aún es el elemento central y, en el fondo, e1 racterlsticas de nuestra lnd.ole tropical y es lo que
único tema de su novelÍstica, mostrado a través de ha impedido la aparición definítitta de la novela
una «jerarquía que abarca una cantidad de capas su- colombiana.
perpllestas desde el pobre de solemnidad aferrándo-
se a los últimos atributos de su vida decente, hasta los La üsión fÍsica de Bogotá es limitada. Todas 1as no-
que se han dejado caer y están a punto de hundirse velas se desarrollan en barrios de La Perseverancia,
en el fango,. Las Cruces, e1 Parque de ios Mártires, en las calles
del centro.de 1a ciudad, en los nacientes barrios
Personajes y ciudad del sur o en los que se sitúan a pocos kilómetros al
Todos 1os personajes: sirvientes, oficinistas, desem, odente de Bogotá; presentados por medio de des-
pleados, amas de casa, son seres derrotados de an- cripciones naturalistas que realzan la miseria y [eal-
temano. Osorio coloca e1 problema de la ignorancia clad de 1os lugares: tiendas sofocantes, fétidas, en
y de ia miseria como obsráculos insalvabies. Hagan donde se consume chicha, hospitales fríos y mise-
1o que hagan, jamás podrán escapar a su destino rables, calles sucias y cenagosas, antros de prostiiu-
que será siempre el mismo: no conocer nunca el ción, desapacibles estaciones de policÍa, casas de ve-
progreso. Con pocas excepciones, por.ejemplo e1 cindad. De estos lugares Íatavez hay descripciones
l.a novel¡ Lle Jr:sii l\ntorrrr {}sorio I i¡arazrl 115
que indiquen que de todos modos también hay un Esas condiciones personales, unjdas a las desilur-
cielo azul, viento, ár'boles, flores, so1 y canto de pá- siones polÍticas, colocan a Osorio en Llna actitud de
Jaros, porque 1a sensibilidad de 1os personajes está autocompasión y de resenlimjento qlle proyecta a
arrofiada por eI peso de su miseri¡ y su ignorancia. través de sus personajes e impide una r¡Ísión ob¡e-
Este es ei mundo urbano de Osorio L\zarazo. un tiva de 1a problemática social. Esto se ve en e1 [ata-
mundo estancado, sin salida. El novelista es cons- Iismo que encavza a los personajes hacia un solo
ciente del desarrollo de la ciudad y del progresivo objetivo: la imposibilidad de superar 1a pobreza; y
carnbio de mentalidad, pero sabe que esto no }e se ve también en las intromisiones auloriales reite-
l1ega ai pueblo; no tiene nada que ver con sus pro- rativas sobre los mismos temas.
tagonistas para quienes sus ínfrmas condiciones de EI unilateralismo le impide también la visión de
vida persisten. otras áreas de la socredad. Nada sabemos, por eJem'
p1o, de los obreros y sus problemas de clase, ni de
la clase media alta y sus valores. Sólo le preocupa
Fallas de su nCIvelíst¡ca
el destino par:ticular de1 campesino, de1 pequeño
En la novelÍstica de Osorio hay falia tanto en su ac- empleado público, de la empleada del servicio, del
titud como en sus procedimientos narrativos, que raponero, de Ia prostituta, de1 desempleacio, pero
lo lleva de un personaje rico y conflictivo como el
sin que se plasme a través de su carácter la causa
c7eLa casa de vecindad, visto desde su interioridad, de su situación, como ur-t p.oül.*, gerieral de una
encarnando su miseria el problema de todo un gru- clase social, en Lln momenlo'delerminado.
po de la sociedad, a una novela como El Pantano en EI laralismo y 1a deñnición prerria de eslos per-
donde ei narrador se abre hacia la descnpción de sonajes les rmpide constituirse en verdaderos pro-
muchos personajes que quedan inconclusos porque tagonistas porladores de luerza dramática. Osorio
son apenas representantes de diferentes niveies so- Ios presenta de tal manera que parece darle más irn-
ciales morales y hr-imanos. A esto se unen las des- portancia ai sufrimiento que al hecho mismo que 1o Portada de El crininal.
cripciones selectivas de 1o más sucio y grotesco de1 provoca. Por eso af,rma que: Renacimiento, l935.
barrio en donde se desarrolla Ia novela, que además BiLlirrtcca Luis Angcl
nr¡ recole clat cle l:asltra, quecl;r situado a1 pie c1e iLn
llantan() rllalolierlte )'balo la nliracla acech¿rntc cle
los cr.lcn'os.
En ll
nra¡'or L¡arte cic sns novclas la técnica tra-
rr¡tiva cltllllcrcl¡ cs trlclicronalisle: las sitr-taciol'rcs.
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Lrricutos sirlplistrrs ;' irt leLttLicl clc clcl-lutrcta secri[i-
cll n.rLich,rs clcntetrlos litcrrrrios. Asi, 1os pcrsorr:rius
l'cslrllan cllclcl¡ies r ( !rrl|lnLL lltl's |()l (ltlc t'stflrl
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ilcilnltlos dc ¡rltetrtan.'r \'1a cstritctura picrclc cohc-
siLin l lircrzr clr-allriticlt ltor c1 f'atrlisn'rtr
crrr¡rlc,-r y'los rtialos salat it¡s, 1' sc sinLiÓ llriie clc csa
ciusc nrccli¿r par-rltcrizacla ciiic año trtls año, clcsclc la
cicc:rci¡r cicl trcinta, colrfi(r inúttlLrcrlle en qr,rc ei uo-
lticr-nt¡ cilr'Ílr sr.ti r-rc:itit't I 1os pt ttltientas ecotltitn ito>
clcl pr-rcirlo. Por eso,las ltrit'ili:rrls novclas csct-jtas eu
la clócacla clel tru:inta, nlLtestlan c1 escepticismo dc
Osorlo clcsplics clc los goilit:rtlos Ce Enriqlri: ()1a¡'a
l-lcrrcrr ¡ clc .\lf tri-rso l-tipe z f titllatclo, y l¡5 cscrii:ls
cn ll ciccaclr tlcl cu¿it-cnL:r ) prrstclit)rlrctltc, sr.t clcs-
lo terrible no es la misena sino la inconformidad Todo 1o anlerior nos lleva a la conclusión de que
con que se la padece, Osorio es heredero del naturaiismo francés y que
debido a esa conce[ción de la realidad, más cos-
La concepción de los personajes condiciona la con- tumbrista y naturalista que verdaderamente reaiista,
cepción de la sociedad porque su fatalismo 1e cierra su novela se convierte simpiemente en una novela
las puertas a una visión dialéctica que entienda el de denuncia social que, en última instancia, es 1o
mundo y 1a sociedad en proceso de transformación que el propio Osorio se propone:
y de cambio, en medio del cual unos estarán siem-
pre arriba y otros abajo. Y la falta de una visión dia- La única forma legltíma de la novela es la so-
léctica de 1a sociedad como totalidad, implica que 1o cial; y
entonces debe limitarse a denunciar, con
que Osorio nos da es un mundo cerrado, estancado el fn exclusito de hacer mds fdcil su penetración
y sin posibilidad de cambio. Aunque es verdad que hasta las facultades imaginativas de la masa, los
la pobreza -tema central de sus novelas- persiste en problemas y las angustias de esa misma masa,
e1 pueblo, tanto a nivel campesino como urbano, las
concentrdndolos en un personqe o en una serie
que son a la vez slntesis y símbolos.
condiciones que la provocan cambian en el curso de
esos veinte o treinta años de que nos habla Osorio,
por las mismas transformaciones económicas; pero
Sin embargo, aunque Osorio Lizarazo se vale de
procedimientos narrativos que le impiden piasmar
Osorio no 1o muestra: nos da únicamente una parte
una visidr completa de la sociedad colombiana, y a
de la realidad a partir de un solo punto de vista. En
pesar de que la actitud ante e1 mundo que crea es
este sentido está muy cerca del concepto de Emile
sentimental y melodramática, no podemos desco-
Zala sobre io que debe ser la realidad para e1 nove-
nocer 1a fuerza descriptiva de sus obras.
lista naturalista: «Un trozo de vida vrsto a través de
un temperamento».
Bibliografía
Elementos natural istas Av¿r-r Poveoa, F¡ml¿Noo, «José Antonio Osorio Lizarazo»,
et. Manual de literatura colombiana'. Bogotá, Educar Edi-
Osorio, como 1os naturalisias, ahonda en e1 detalle,
tores, 1984.
en 1o particular, en el caso. La selección de detalles
CeseLrrno C¿r-ornóN, Eournoo, «La novela de Osorio Liza-
descriptivos 1o confirma: usa el lenguaje cientlfico
razo: El día del odio, . en Suplemento Literano, El Tiem-
propio de Ios naturalistas para describir, por ejem-
po, abril 12,1953,p.2.
plo, e1 proceso de las enfermedades. En su novela El
cnminal, nos da un análisis minucioso de los sfnto- Murts, Snxrnco, Introducción a: JosÉ ANroNro Osonro Lr-
mas y caracterÍsticas de Ia sÍfi1is y de sus consecuen- zt*tzo, Novelas y crónícas: Bogotá, instituto Colombiano
cias genéticas. de Cultura, 1978.
En la mayor parte de sus novelas presenta los ele- Trurz, HrnNau»o, «El día del odio», en El Tiempo, octubre
mentos más miserables de la sociedad, en ambien- 25.1953.
tes sórdidos y mezquinos. Personajes y ambientes Vor«rNrNG, EnNrsro, «Literatura y gran ciudad», Eco, Ne'.
que no podemos tomar -en la mayoria de los ca- 143-144,1972.
sos- como 1o más representativo de las clases socia-
les colombianas, sino como casos particulares.