1 Hebreo ALEF
1 Hebreo ALEF
1 Hebreo ALEF
Escrituras
Profundizando en el estudio de las sagradas
Escrituras
Alef – אAlfabeto Hebreo
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Posted on septiembre 9, 2016
Valor: 1
Tipo: Gutural
Sonido Sefárdico: Silente o de vocal
Sonido Ashkenazi: Silente o de vocal
La alef está formada por dos iud, una en la parte superior derecha, y la otra en la inferior
izquierda, unidas por una vav en diagonal. Esto representa las aguas superiores e inferiores
con el firmamento entre ellos.
En el relato del primer día de la Creación: «Y el Espíritu de Dios merodeaba por sobre la
superficie de las aguas«. En el segundo día de la Creación, YHVH separó las dos aguas
«extendiendo» el firmamento entre ellas.
Primera. Símbolo de la Unidad y Poderío de יהוהYHVH, en su gematria, nombre y forma
representa la Unidad del Creador, su Soberanía y su infinitud. Alef = Aluf: Rey, Maestro,
Príncipe, su forma simboliza el infinito, consiste en tres partes: arriba es una י – Yod, abajo
es una י – Yod y estas dos letras están conectadas por una וVAV diagonal, cada י – Yod
tiene un valor numérico de 10 y la Vav de 6 lo que resulta 26 que también es la cantidad del
Tetragrama – (nombre de יהוהYHVH).
La Alef por lo tanto es tipo de la divinidad y nos habla de la divinidad. El Alef significa
nobleza y sabiduría. La Alef escrita pequeña significa humildad y pureza en el estudio,
teshuvá y nexo de unión entre el cielo y la tierra.
La Alef no es únicamente la primera letra del Alef-Bet sino también del Decálogo (los Diez
Mandamientos del Sinai) -Anoji- (Exodo 20:2). La Alef como símbolo de la unidad, de la
individualidad, comprende en su esencia el alefato completo y es así símbolo del “eterno
infinito” – (Ein-Sof).
Alef, la primera letra del alfabeto, se representaba en la escritura sinaítica mediante una
especie de cabeza de buey, simbolizando el poder, la fuerza.
Alef es además la letra con la que comienza la palabra “Elohim”, una forma plural hebrea
de referirse a Dios, usada en pasajes como la creación en Génesis:
“Entonces dijo Dios (Elohim): hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza” – (Gn 1:26a); o la Shema en Deuteronomio: “Oye Israel, el Señor nuestro Dios
(nuestro Elohím), el Señor uno es” – (Dt 6:4).
La letra Alef consta de 3 trazos. 3 trazos que conforman una sola letra que da inicio al
término plural para referirse a Dios.
del alfabeto.
Este sistema permite a su vez, que cada palabra tenga un valor numérico único también. En
el caso de la caligrafía de la letra Alef, cada uno de los 3 trazos que la componen
corresponde a otras 3 letras del alfabeto:
Una Iod, una vav, y otra Iod. Siendo el valor numérico de la Iod un 10 y 6 el de la vas,
obtenemos un valor numérico de 26 para la letra Alef en cuanto a su representación
pictográfica.
Por otro lado, en hebreo además se pueden descubrir significados en las palabras,
leyéndolas de atrás hacia adelante. Esto no se hace en otros idiomas, pero sí en el hebreo. Si
leemos Alef de atrás hacia adelante, el resultado es: Péle. Pelé significa: «maravilla«.
Este término también tiene una connotación de divinidad. En el Antiguo Testamento los
teólogos han identificado las intervenciones de un Ángel conocido como el Ángel del
Señor, con la persona de Jesús. Se trata de teofanías, o apariciones de Jesús antes de su
encarnación en el vientre de la virgen María.
Una de esas apariciones sucede en el libro de los jueces, hacia el años 1450 AC. En esa
instancia este misterioso Ángel se le aparece a Manoa, padre de Sansón. Antes de ascender
en la llama del animal sacrificado con el que Manoa y su esposa lo honraron, el Ángel se
hace llamar a sí mismo: Admirable – (Jue 13:18).
Cuando vamos al original hebreo, descubrimos que el término exacto que el Ángel usó para
referirse a sí mismo fue: “Péle”, “maravilla”. Es decir, Alef leída de atrás hacia adelante.
Este detalle nos ayuda a comprender que los eruditos están en lo cierto cuando interpretan
que este Ángel es divino, es Jesús, es Dios mismo haciéndose visible. No se trata de un
ángel común, un arcángel o un serafín.
El título Admirable o Maravilloso es prerrogativa de la divinidad, y esconde en sí la letra
Alef, letra asociada con la divinidad, con el nombre sagrado de Dios, “YHVH” en cuanto a
su valor numérico, y con el término hebreo plural para referirse a la plenitud de Dios:
“Elohim”.
Jesucristo mismo es la Alef, El es el primogenito, tiene la preeminencia en todo.
Colosenses 1:15-20 – «El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
(16) Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en
la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (17) Y él es antes de todas las cosas,
y todas las cosas en él subsisten; (18) y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que
es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia; (19) por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, (20) y
por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las
que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz»
Forma:
Una iud arriba y una abajo, con una vav separándolas y uniéndolas simultáneamente.
El secreto de la imagen con que fue creado el hombre.
Acción:
Formación:
Sentirse cercano como así también distante de YHVH, con el compromiso del
ministerio del Mesías balanceando estas emociones.
El llanto se aloja en un lado de mi corazón, en el otro se aloja la alegría».
Creación:
Luz Trascendente e Inmanente con la contracción del big bam y la impresión residual
del universo entre ellas.
El hombre en perfecta unidad con la Voluntad Infinita de YHVH.
Nombre:
Acción:
Formación:
Creación:
«Maestro del universo«.
El Divino «Uno«, revelándose a través de la pluralidad de la Creación.
Número:
Acción:
Formación:
Creación:
Es la primera letra del Alfabeto que es representada en el hebreo pictográfico como una
Para poder arar la tierra con bueyes, es necesario sujetar dos animales a un “Yugo”, uno de
los bueyes, el más viejo, es el líder (es el Alef) que ya está enseñado (por el amo) a hacer el
trabajo, el otro, el más joven es el que está en el proceso de formación (De liderazgo), para
ello debe estar sujeto al líder, de tal manera que no pueda salirse de los límites ni a
aumentar ni a desacelerar el paso. Esa es la importancia del yugo, que el pupilo aprenda a
hacer el trabajo igual al líder, sometiéndose a una disciplina y a un orden, disciplina y orden
que le enseña el buey líder.
Es como hacer una copia al carbón del original. Finalmente, el buey joven hará todo igual
que su viejo maestro, que su Alef.
El Eterno envió a Egipto a su Líder, Moisés. Aquel que estaría capacitado para liberar de la
esclavitud a Israel, a enseñar a un pueblo lleno de corrupción a ir por el camino correcto sin
desviarse “ni a la derecha ni a la izquierda”, a no acelerar ni disminuir el paso, a reconocer
los parámetros, las limitaciones y los obstáculos a vencer, a desechar lo malo y tomar lo
bueno, a ser formados en la Torah del Reino, en la ley del Reino, en la constitución del
Reino de Dios.
¿Tiene sentido ahora que Aaron les haya construido un becerro (buey) de oro cuando Israel
se quejó de Moises?
Entendiéndose que ellos creían que el Líder era Dios, que Moisés era Dios Y confundiendo
así el liderazgo de Moisés y el liderazgo del propio YHVH.
Exodo 32:1 – «Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron
entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, “haznos dioses” que vayan delante de nosotros;
“porque a este Moisés”, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le
haya acontecido»
Para mi tiene sentido, y puedo imaginar que la hechura del becerro de oro por Aaron, pudo
haber sido con sentido irónico y que ni aún así el pueblo captó la ironía. No entendieron por
causa del dios egipcio APIS, dios egipcio que era lo que conocían y de lo que estaban llenos
(Idolatría), idolatría que les cegó los ojos.
El pueblo no diferenció al gran Líder (YHVH) del líder (Moisés), ni diferenció el líder
(Moisés)
El pueblo no entendió el “yugo” de Moisés, no entendió la “Fuerza” del buey que estaba
por entregarles la verdadera enseñanza, La Torah, la guía para poder ir hacia la formación
de una nación. No querían salir de su zona de “confort”, hablando en relación a sus
creencias, a su idolatría.
Cuando estamos sujetos al Alef, tendremos la certeza de caminar correctamente. Al caminar
correctamente, el trabajo se hace y la bendición viene:
Mateo 11:29-30 – «Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; (30) porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga»
Es importante entender todo el significado que puede tener la letra Alef. Cuando captamos
su importancia y función, podremos llevar este conocimiento a todas las áreas de nuestra
vida, ya que en todas existe un liderazgo que tenemos que poner en acción basados en el
liderazgo de nuestro maravilloso Líder Jesucristo “Alef”, que nos fue enviado para que nos
sujetemos a su yugo y nos dejemos formar como Alef.
Efesios 4:12-15 – «a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Mesías, (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto (Un Alef perfecto), a la medida de la
estatura de la plenitud del Mesías; (14) para que ya no seamos niños fluctuantes
(Haciéndonos becerros de oro o no distinguiendo el líder del gran líder), llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, (15) sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza (Cabeza de buey, líder), esto es, el Mesías»
Importante que dejemos que el Líder nos “forme” hasta llegar a ser como él, a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios.
El alfabeto hebreo está compuesto de 22 letras, cada una tiene un valor numérico
y un gran significado. Inicialmente, el alfabeto hebreo (como todas las
civilizaciones) estaba representado por figuras, dibujos relacionados íntimamente
con la cultura agrícola del pueblo hebreo antiguo, y es por eso que si estudiamos
su cultura antigua podemos entender mejor los mensajes del texto bíblico:
Alfabeto hebreo Bíblico y su valor numérico:
¿Qué podemos aprender de la ALEF?
Es la primera letra del Alfabeto que es representada en el hebreo pictográfico
DEUTERONOMIO
6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
MARCOS
12:29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el
Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
ISAIAS
45:5 Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré,
aunque tú no me conociste,
45:6 para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no
hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,
45:7 que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.
Yo Jehová soy el que hago todo esto.
Por toda la escritura se habla de la importancia de ser UNO, uno con Dios,
estar unidos en un mismo sentir y en un mismo actuar… en oración. Somos Alef
cuando somos uno.
MATEO
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la
tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que
está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
Porque en ese momento somos UNO con el Maestro, UNO con quién nos enseñó
a cumplir la Ley, Ley que estaba formada y cumplida en Él.
Cuando el rey David quiso llevar el Arca a Jerusalen, él oró al Padre y cuando
consultó al pueblo, todos “Como un solo hombre” aceptaron. En ese momento el
pueblo fue Alef (UNO).
Oración de Jesús:
JUAN
17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos,
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el
mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a
mí me has amado.
Para poder arar la tierra con bueyes, es necesario sujetar dos animales a un
“Yugo”, uno de los bueyes, el más viejo, es el líder (es el Alef) que ya está
enseñado ( por el amo) a hacer el trabajo, el otro, el más joven es el que está en el
proceso de formación (De liderazgo), para ello debe estar sujeto al líder, de tal
manera que no pueda salirse de los límites ni a aumentar ni a desacelerar el paso.
Esa es la importancia del yugo, que el pupilo aprenda a hacer el trabajo igual al
líder, sometiéndose a una disciplina y a un orden, disciplina y orden que le
enseña el buey líder.
Es como hacer una copia al carbón del original. Finalmente, el buey joven hará
todo igual que su viejo maestro, que su Alef.
El Eterno envió a Egipto a su Líder, Moisés. Aquel que estaría capacitado para
liberar de la esclavitud a Israel, a enseñar a un pueblo lleno de corrupción a ir por
el camino correcto sin desviarse “ni a la derecha ni a la izquierda”, a no acelerar
ni disminuir el paso, a reconocer los parámetros, las limitaciones y los obstáculos
a vencer, a desechar lo malo y tomar lo bueno, a ser formados en la Torah del
Reino, en la ley del Reino, en la constitución del Reino de Dios.
¿Tiene sentido ahora que Aaron les haya construido un becerro (buey) de
oro cuando Israel se QUEJÓ DE MOISÉS?, entendiéndose que ellos creían
que el Líder era Dios, que Moisés era Dios Y confundiendo así el liderazgo de
Moisés y el liderazgo del propio YHVH.
EXODO
32:1 Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron
entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, “haznos dioses” que vayan delante de
nosotros; “porque a este Moisés”, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto,
no sabemos qué le haya acontecido.
Para mi tiene sentido, y puedo imaginar que la hechura del becerro de oro por
Aaron, pudo haber sido con sentido irónico y que ni aún así el pueblo captó la
ironía. No entendieron por causa del dios egipcio APIS, dios egipcio que era lo
que conocían y de lo que estaban llenos (Idolatría), idolatría que les cegó los
ojos. El pueblo no diferenció al gran Líder (YHVH) del líder (Moisés), ni
diferenció el líder (Moisés) de dios pagano (Apis) sino que creyeron que Moisés
era un dios sustituible por otro. Era un pueblo totalmente ciego.
El otro Alef (Líder), que fue enviado para enderezar lo que estaba torcido, a
enseñar la verdadera interpretación de la Ley de Dios, a hacernos ver dónde está
el error y como debe ser nuestra actitud, vino para formarnos en obediencia a la
Torah, porque el antiguo pacto había sido traspasado pactando El Eterno a través
de este Líder lo que Él ya había prometido: “Podré mi LEY en vuestros
corazones”.
Con la información que ya conocemos, sólo me resta confirmar que éste
personaje es también un Alef como Moisés, y lo confirma él mismo con sus
palabras:
MATEO
11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
EFESIOS
4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Mesías,
4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto (Un Alef perfecto), a la medida de la estatura de la
plenitud del Mesías;
4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes (Haciéndonos becerros de oro o
no distinguiendo el líder del gran líder), llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia
las artimañas del error,
4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la
cabeza (Cabeza de buey, líder), esto es, el Mesías.
Importante que dejemos que el Líder nos “forme” hasta llegar a ser como él, a
la unidad de la fe y del conocimiento del HIJO DE DIOS.