El Trayecto de Practica Profesional
El Trayecto de Practica Profesional
El Trayecto de Practica Profesional
LINEAMIENTOS PARA LA EVALUACIÓN DE LOS ESTUDIANTES EN LOS PLANES Y PROGRAMAS DE ESTUDIO 2012 1
El trayecto de Práctica profesional: orientaciones para su desarrollo fue elaborado por la
Subsecretaría de Educació n Superior, de la Secretaría de Educació n Pú blica.
ÍNDICE 5
BÁ SICA 24
DISTRIBUCIÓ N DE LAS JORNADAS DE PRÁ CTICA DE ACUERDO CON LOS PROPÓ SITOS Y
COMPETENCIAS DE CADA UNO DE LOS CURSOS DEL TRAYECTO DE PRÁ CTICA PROFESIONAL 26
Con base en lo anterior, la prá ctica profesional sintetiza y articula las diversas acciones que
el estudiante de la escuela normal realiza en á mbitos reales de desempeñ o, a partir de ellos
integra los conocimientos y los utiliza para resolver las tareas que la profesió n de la enseñ anza
le plantea. De esta manera podemos entender que la prá ctica es má s que un saber hacer o un
conocimiento a aplicar ya que ésta exige la articulació n y armonizació n de distintos tipos de
saber con la finalidad de que las decisiones que el estudiante tome se sustenten en las
competencias que integran su perfil profesional.
En este sentido, la prá ctica permite establecer una relació n de ida y vuelta entre la teoría y
la realidad, por tanto se constituye en un espacio privilegiado para la concreció n de los
aprendizajes que los estudiantes adquieren a través de los cursos de la malla curricular; de la
misma forma sirve para comprender, confrontar y argumentar acerca de la viabilidad,
pertinencia y relevancia de los referentes teó ricos, los enfoques, las estrategias, los diseñ os de
intervenció n y las propuestas de evaluació n una vez que se materializan en contextos
específicos. Por esa razó n, es importante tener presente la relació n entre el có mo, el qué y el
para qué de las acciones que realiza el docente. (ver FIGURA 1)
FIGURA 1
La inserció n paulatina de los estudiantes a las escuelas de prá ctica contribuirá a establecer
una relació n distinta con la realidad escolar, la teoría y los procedimientos para la enseñ anza. En
concordancia con el enfoque y principios que sustentan el plan de estudios, el futuro docente
estará en posibilidad de construir un equilibrio entre las disciplinas que sostienen su actuar, con
los diseñ os má s propicios para lograr los aprendizajes con sus alumnos y convertir el aula en un
lugar para la generació n y aplicació n innovadora de conocimientos en la docencia.
La secuencialidad es la articulación que existe entre cada uno de los cursos, particularmente por las
competencias a las que contribuye y los aprendizajes que promueve en cada uno de los estudiantes. Así,
cada semestre sienta bases y ofrece conocimientos específicos que habrán de convertirse en los
insumos que servirán para atender de manera particular a las exigencias de la docencia.
procesos de desarrollo.
confluyen en ella.
Estos dos cursos ofrecen herramientas teó rico metodoló gicas para analizar las dimensiones
de la prá ctica educativa y escolar. Particularmente a través del uso de las técnicas de
observació n y entrevista el estudiante reconoce la manera en que estas dimensiones regulan y
se hacen presentes en las interacciones sociales y humanas, aspecto que lo conducirá a
reconocer que la escuela no es la ú nica instancia que educa, esto permitirá visualizar la
importancia de la familia y la comunidad, de la cultura, de los saberes, las creencias, valores,
formas de regulació n social entre otras, con ello tendrá mayores posibilidades de observar la
manera en que todos estos aspectos se concretan en los vínculos escuela-comunidad,
organizació n-gestió n institucional y procesos de interacció n pedagó gica.
FIGURA 3
Es importante considerar que las dimensiones y niveles en los que se desarrolla la prá ctica
dejan al descubierto las tramas y relaciones que se tejen alrededor de la docencia. El supuesto
del que se parte es que si el estudiante logra comprenderlas tendrá má s elementos para analizar
la incidencia de estos aspectos en las escuelas, en las formas de organizació n, gestió n e
interacciones pedagó gicas en el aula.
Por otro lado, señ alamos que el énfasis de estos cursos está en la capacidad de apropiació n
y uso de las técnicas de acopio de informació n, su aná lisis y reflexió n, má s que en la asistencia a
las escuelas de educació n preescolar o primaria, segú n sea el caso de la licenciatura que se
curse, dado que se requiere de un entrenamiento má s específico y dirigido para saber observar
y entrevistar, para analizar haciendo uso de la teoría y reflexionar tomando en consideració n los
contextos, las prá cticas y los discursos de los sujetos. De ahí que la importancia no radica en la
cantidad de veces que se asiste a las escuelas -específicamente el segundo semestre, dado que el
primero no lo requiere-, sino en el tipo de informació n que se recaba y analiza para propiciar un
aprendizaje má s profundo de lo que es y acontece tanto en la educació n como en la docencia.
Actú a de manera ética ante la diversidad de situaciones que se presentan en la prá ctica
profesional
La inmersió n del estudiante en el tercer semestre y el trabajo docente que realiza durante el
cuarto dan apertura al proceso de gradualidad y profundidad descritos anteriormente, se trata
de un acercamiento en y a partir del cual el estudiante es acompañ ado en tres planos distintos:
El primero de ellos en la reflexió n y aná lisis de la prá ctica docente que realiza como
ayudante/adjunto, donde colabora en actividades sugeridas por el docente titular
en el aula, lo cual le permite profundizar en el conocimiento que tiene del grupo, en
las estrategias de enseñ anza que emplea el profesor, en las formas de interacció n,
en los saberes, las formas de aprender por parte de los alumnos, el uso de los
recursos, el dominio de los enfoques, entre otras cosas.
Ademá s del desarrollo de las competencias genéricas, en estos cursos las competencias
profesionales que se trabajan son:
Propicia y regula espacios de aprendizaje incluyentes para todos los alumnos, con el fin
de promover la convivencia, el respeto y la aceptació n.
Actú a de manera ética ante la diversidad de situaciones que se presentan en la prá ctica
profesional.
Las herramientas teó ricas–metodoló gicas y didá cticas propuestas en cada uno de los
semestres son fundamentales para mejorar, innovar y transformar la docencia, de ahí que los
ejercicios de reflexió n, aná lisis e interpretació n, derivados de las evidencias de aprendizaje de
los estudiantes contribuirá n a reorientar permanentemente las acciones y las decisiones que
éste toma en sus diferentes intervenciones.
En el caso del quinto semestre, el énfasis está en los procesos de innovació n y mejora de la
prá ctica -sin olvidar que sigue trabajando con los contenidos y enfoques del plan y programas
de estudio vigentes en educació n bá sica-, por lo que es importante considerar que en la medida
en que se sistematice, focalice y precise el aspecto a innovar se tendrá un resultado má s visible y
valorable. Así se podrá utilizar de manera creativa y crítica el tipo de recurso o medio para
sostener la innovació n, de ahí que se recurra a lo que aportan las tecnologías de la informació n y
la comunicació n, los programas específicos (software) y la investigació n como referentes en el
diseñ o de las propuestas que los estudiantes empleen.
En el caso del sexto semestre el énfasis está puesto en la elaboració n del proyecto de
intervenció n socioeducativa en y a partir del cual el estudiante fundamentará una parte de su
servicio social y podrá articularlo con problemá ticas que aun cuando estén presentes en el aula
de clase, se extienden hacia la institució n o la comunidad. La finalidad de estos proyectos es
replantear la mirada que se tiene de la docencia como una actividad que se restringe al aula de
clase y reconocer que lo que ahí sucede se entreteje en planos má s amplios que pueden ayudar
a mejorar la funció n social y educativa de la escuela.
Así, la participació n activa del estudiante normalista en las tareas de la docencia será n el
referente para la reflexió n, el aná lisis y la mejora de su prá ctica. Los procesos reflexivos y de
crítica, así como su capacidad de argumentació n, se convertirá n en el referente para diseñ ar y
aplicar propuestas cuyo fin sea transformar su docencia y generar explicaciones
fundamentadas.
De manera puntual, se pretende que a partir de estos dos ú ltimos semestres el estudiante
concrete tanto las competencias genéricas como profesionales propuestas en el plan y programa
de estudios, particularmente porque son éstas las que habrá n de determinar el perfil de egreso
que el estudiante alcanzará en esta etapa de formació n como profesional de la docencia.
En este sentido, estos semestres cierran el proceso de formació n inicial de los estudiantes
en la Escuela Normal, por tanto es preciso reconocer que el saber y el conocimiento que
adquieren de la docencia habrá de movilizarse y enriquecerse si se coloca en el plano del
diá logo, el debate y el aná lisis conjunto. Con ello se podrá n encontrar opciones diversas para dar
respuesta a las diferentes situaciones y/o problemá ticas que preocupan a los futuros docentes y
a los profesionales de la educació n.
De este modo, el énfasis en estos dos semestres está puesto en la capacidad de reflexionar,
analizar y mejorar la prá ctica profesional de cada uno de los estudiantes propiciando mayores
niveles de autonomía. Para ello se requiere de un acompañ amiento que permita dialogar cara a
cara las experiencias y los resultados que éstos adquieren durante sus intervenciones en las
escuelas, de la misma forma es preciso potenciar el aprendizaje autó nomo, ético y responsable a
partir de las decisiones que toman al momento de planificar, de elaborar o utilizar un tipo de
material, de evaluar, de organizar el tiempo para los contenidos o bien al momento de
interactuar con los alumnos, los profesores titulares, los padres de familia o los directivos. Para
que todo esto logre concretase es recomendable que los estudiantes sigan realizando sus
prá cticas en la misma escuela durante el ciclo escolar.
FIGURA 5
A partir del tercer semestre y hasta el sexto, el acompañ amiento es metodoló gico, teó rico y
didá ctico. En estos semestres el estudiante no observa al profesor titular y a los alumnos
solamente, sino que se convierte en partícipe del proceso educativo y en sujeto de su propia
observació n, por lo que requiere trabajar tanto con metodologías que le permitan recuperar su
experiencia, así como con referentes que contribuyan a mejorar de manera sustantiva sus
intervenciones.
De este modo, el trabajo del formador contribuirá a que el estudiante recupere sus
experiencias y construya diferentes estrategias que permitan mejorar su docencia de manera
permanente. De ahí que otra de las tareas para el formador será la de enseñ ar a reflexionar,
analizar la propia docencia, eso implica desarrollar en el estudiante metahabilidades en las que
la reflexió n en la acció n y la argumentació n teó rica se constituyen en una pieza fundamental
para transformació n de la docencia. (Ver FIGURA 6)
FIGURA 6
Finalmente reconocemos que la tarea del formador, se asemeja má s a la que realiza un tutor,
por tanto compartimos la idea de que, el acompañ amiento como tutoría:
Los criterios con los que se pueden elegir a las escuelas no só lo está n en funció n de
la cercanía, la apertura o de la disponibilidad, sino ademá s con el tipo de
licenciatura, el contexto, el á rea de influencia y la posible incorporació n profesional
de los estudiantes. En este sentido, desde la Escuela Normal, se habrá de considerar
el tipo de escuela, la modalidad, la forma de organizació n. Por ejemplo si el á rea de
influencia de una Escuela Normal y la incorporació n de sus estudiantes está en
zonas urbanas, se tendrá que pensar en escuelas urbanas, urbano marginales, de
organizació n completa, de tiempo completo u horario ampliado, etcétera. En un
caso distinto, si la zona de influencia de la escuela y la licenciatura es en contextos
de diversidad cultural y lingü ística, entonces se tendrá n que seleccionar escuelas
bilingü es, multigrado, unitarias, bidocentes, entre otras. En suma, se trata de poner
en juego otro tipo de criterios que permitan a estudiantes tener experiencias
similares a lo que en el futuro será su prá ctica profesional.
El aporte para la formació n que ofrecen los profesores titulares de las escuelas de
educació n bá sica está en la posibilidad de poder compartir el espacio, las
experiencias, los proyectos, una parte de la carga curricular, así como la propia
cultura institucional, de este modo, es importante considerar que su funció n no es
la de vigilar y evaluar a los estudiantes pues en muchas de las ocasiones lo que se
pretende valorar desde la escuela Normal no es comprendido por éstos; de ahí se
desprende la necesidad de establecer otro tipo de criterios para la selecció n de los
profesores titulares, algunos de ellos podrían ser semejantes a los del formador, es
decir, un docente que dialogue, que tenga apertura, que analice, que cuestione y se
comprometa con su prá ctica.
Los procesos de gestió n para el desarrollo de las prá cticas de los estudiantes
estará n a cargo de la subdirecció n y/o coordinació n académica, a través de los
responsables del á rea de docencia y de quien coordine el trayecto de Práctica
profesional. Dicha gestió n obliga a tomar acuerdos tanto al interior de la Escuela
Normal, con los responsables de los cursos de cada semestre, así como con las
autoridades e instituciones de educació n bá sica. Debido a la naturaleza de cada uno
de los cursos, el tipo de competencias a desarrollar y los aprendizajes que habrá n
de lograrse, es necesario considerar que se requiere de un proceso paulatino de
2º. 3 unidades de 1ª unidad se recomiendan de Las visitas a las escuelas se determinan por
Observació n y aprendizaje 2 a 3 días de observació n unidad de aprendizaje, en cada una de ellas recaba
análisis de la informació n precisa con relació n a: los vínculos
prá ctica 2ª unidad se recomiendan de escuela comunidad, formas de organizació n y
escolar 2 a 3 días de observació n. gestió n institucional y procesos de interacció n
pedagó gica en el aula de clase.
3ª unidad se recomiendan de
3 a 4 días de observació n.
3º. Iniciació n 3 unidades de 1ª unidad se recomiendan de Las dos primeras unidades se desarrollan a través de
al trabajo aprendizaje 2 a 3 días de ayudantía. ayudantía, el estudiante colabora con el docente en
docente diferentes actividades cotidianas de la docencia,
conoce al grupo, elabora un diagnóstico e identifica las
posibles estrategias de trabajo de acuerdo con el
2ª unidad se recomiendan de contexto y los alumnos.
2 a 3 días de ayudantía.
4º. Estrategias 2 Unidades de 1ª unidad 10 días Los días contemplados dan continuidad al trabajo
de trabajo aprendizaje realizado en el tercer semestre, el estudiante
docente 2ª unidad 10 días directamente “pone a prueba” los enfoques y modelos
de enseñ anza-aprendizaje de educación básica y los
fortalece y replantea de acuerdo con lo que aportan los
trayectos de preparación para la enseñ anza y el
aprendizaje y el psicopedagógico.
7º. Prá ctica 1 unidad de 8 semanas distribuidas de El estudiante concreta las competencias gené ricas
profesional aprendizaje manera diferenciada y profesionales establecidas en el perfil de egreso
de la licenciatura que cursa.
8º. Prá ctica 1 unidad de 16 semanas El estudiante concreta las competencias gené ricas
profesional aprendizaje y profesionales establecidas en el perfil de egreso
de la licenciatura que cursa.