Clostridium Botulinum
Clostridium Botulinum
Clostridium Botulinum
Todos los serotipos botulínicos tienen la misma estructura quí- mica y un peso molecular de unos
140 a 170 kDa. Son producidos en la fase de crecimiento y se liberan durante la lisis bacteriana, la
cual se produce espontáneamente, sobre todo bajo la influencia de autolisinas producidas por la
propia cepa. Los serotipos son antigénicos y son inmunológicamente diferentes.
Ilustración 2: Botulismo
Existen cuatro formas de botulismo:
3) botulismo infantil (por ingestión de esporas y producción de toxina en el intestino del lactante)
4) indeterminado, donde se incluyen casos de niños mayores y adultos en los que la enfermedad
se produce por un mecanismo similar al del infantil
El botulismo alimentario puede ocurrir a raíz de varias situaciones: 1) cuando un alimento que va
a conservarse se contamina con esporas; 2) cuando la conserva no inactiva las esporas, sino que
destruye otras bacterias de la putrefacción que pueden inhibir la proliferación de C. botulinum y,
además, proporciona las condiciones de pH (mayor de 4.5) y temperatura (menor de 120 °C) que
permiten la germinación y la elaboración de la toxina; y 3) cuando no se calienta el alimento ya
contaminado hasta una temperatura que destruya la toxina antes de ingerirla (a partir de 85-100
°C)
Hay muchos alimentos descritos como responsables del botulismo, como los embutidos de carne
en general (p. ej. chorizo, salami, jamón) o las conservas de dulces enlatadas y en vidrio; vegetales;
hortalizas (p. ej., palmitos, espárragos, champiñones, alcachofas, pimientos, berenjenas, ajos,
pepinillos); pescado; mariscos, y otros, especialmente envasados al vacío, sin oxígeno, sin
tratamiento adecuado, que favorecen el desarrollo de la bacteria, y por ende, la producción de la
toxina.
Bibliografía