Guia MIA Asma
Guia MIA Asma
Guia MIA Asma
Mexicano de
Inmunología Clínica
Revista
y Alergia, A. C. Alergia México
1
Fundación Clínica Médica Sur, Ciudad de México, México Este artículo debe citarse como:
2
Secretaría de Salud, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, Ciudad de Larenas-Linneman D, Salas-
México, México Hernández J, Del Río-Navarro
3
Hospital Infantil de México Federico Gómez, Servicio de Alergia e Inmunología Clínica, Ciudad de México, México BE, Luna-Pech JA, Navarrete-
4
Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Departamento de Disciplinas Rodríguez EM, Gochicoa L,
Filosófico, Metodológico e Instrumentales, Jalisco, México et al. MIA 2021, Manejo Integral
5
Instituto Mexicano del Seguro Social, Centro Médico Nacional del Bajío, Departamento de Alergia e Inmu- del Asma. Lineamientos para
nología Clínica, Guanajuato, México México. Rev Alerg Mex. 2021;68
6
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Facultad de Medicina, Departamento de Inmunología, Hidalgo, México Supl 1:s1-s122
Instituto Mexicano del Seguro Social, Centro Médico Nacional de Occidente, Hospital de Pediatría, Jalisco, México
7
8
Centro de Enfermedades Respiratorias, Estado de México, México
9
Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I. Menchaca, Servicio de Alergia e Inmunología Clínica, Jalisco, México
10
Secretaría de Salud, Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ciudad de México,
México
11
Secretaría de Salud, Instituto Nacional de Pediatría, Departamento de Neumología y Cirugía de Tórax,
Ciudad de México, México
12
Consulta privada, Ciudad de México, México
13
Instituto Mexicano del Seguro Social, Centro Médico Nacional La Raza, Ciudad de México, México
14
Hospital Materno Infantil de Irapuato, Servicio de Pediatría, Guanajuato, México
15
Aerosol Medical Systems, Ciudad de México, México
16
Universidad Autónoma de Nuevo León, Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González, Centro Regional
de Alergia e Inmunología Clínica, Nuevo León, México
Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General de Zona 1, Dr. Demetrio Mayoral Pardo, Servicio de
17
ORCID
Désirée Larenas-Linnemann, 0000-0002-5713-5331; Jorge Salas-Hernández, 0000-0002-2050-5626;
Blanca E. Del Río-Navarro, 0000-0001-6441-8869; Jorge A. Luna-Pech, 0000-0001-6278-964X;
Elsy Maureen Navarrete-Rodríguez, 0000-0002-6912-6117; Laura Gochicoa, 0000-0003-3009-5867;
María del Carmen Cano-Salas, 0000-0003-3954-1368; Ulises Noel García-Ramírez, 0000-0002-2622-1536;
Erika del Carmen López-Estrada, 0000-0003-4542-5224; José Antonio Ortega-Martell, 0000-0003-0828-950X;
Ambrosio Aguilar-Aranda, 0000-0003-1223-1167; Sergio Caretta-Barradas, 0000-0002-3634-1080;
Martín Bedolla-Barajas, 0000-0003-4915-1582; Robert Camargo, 0000-0003-1462-5872;
Francisco J. Cuevas-Schacht, 0000-0002-1674-4042; Margarita Fernández-Vega, 0000-0003-3761-6135;
Carlos García-Bolaños, 0000-0003-0932-4709; Claudia Garrido-Galindo, 0000-0002-0354-1713;
Alejandro Jiménez-Chobillón, 0000-0001-6995-9453; Carlos Juárez-Ortiz, 0000-0003-1646-7556;
María del Carmen Larios-García, 0000-0002-9201-8288; Héctor León-Molina, 0000-0002-6462-9671;
Alejandra Macías-Weinmann, 0000-0003-4007-2255; Eric Martínez-Infante, 0000-0002-4543-0755;
Norma E. Martínez-Jiménez, 0000-0003-0760-3982; Rocío Esmeralda Mateos-Martínez, 0000-0003-3218-4775;
Jaime Mellado-Ábrego, 0000-0002-9587-7942; Víctor Manuel Mendoza-Romero, 0000-0003-3680-1910;
Carol Vivian Moncayo-Coello, 0000-0001-7517-3991; Sergio Monraz-Pérez, 0000-0001-7372-9802;
Gabriel Montes, 0000-0002-8178-573X; Francisco Ignacio Ortiz-Aldana, 0000-0003-2714-9166;
Carlos Lenin Pliego-Reyes, 0000-0002-6009-6396; Adela Reyes, 0000-0001-5777-454X;
Irasema Rodríguez-Godínez, 0000-0001-6622-5008; Héctor Hernán Ruiz-Gutiérrez, 0000-0001-9083-3222;
Andrés Sánchez-González, 0000-0003-4255-8945; César F. Segovia-Montero, 0000-0002-0115-2757;
Saraí del Carmen Toral-Freyre, 0000-0003-1023-9405; Jorge Vázquez-García, 0000-0001-6732-9925
Conflicto de interés
Désirée Larenas Linnemann recibe apoyo para ponencias y asesoría por parte de Allakos, Amstrong, Astra-
Zeneca, DBV Technologies, Grunenthal, GSK, Mylan, Menarini, MSD, Novartis, Pfizer, Sanofi, Siegfried, UCB,
Alakos, Gossamer; o becas para Investigación de Sanofi, Astrazeneca, Novartis, Circassia, UCB, GSK, TEVA, Pu-
rina Institute. La anterior condición no influyó en este manuscrito. Alejandra Macías Weinmann recibe apoyo
para ponencias de Sanofi, Chiesi y Circassia. Ningún otro coautor declaró tener conflictos de interés.
Financiamiento
Para el desarrollo de MIA se recibió una beca sin restricciones de AstraZeneca, Glaxo-Smith-Kline, Novartis
y Sanofi, que no tuvo injerencia en el contenido de la guía.
Agradecimientos
Justo reconocimiento al gran grupo de trabajo que conforma MIA, por los más de 12 meses de trabajo en
medio de la mayor emergencia sanitaria de México y el mundo, que no limitó el compromiso de quienes
presentan esta guía a la comunidad médica. Así como a Mario Rodríguez, de Ibero American Agency for
Development and Assessment of Health Technologies, para su asesoría y apoyo en el aspecto metodológico.
Abstract
Background: Asthma continues to be one of the most frequent chronic respiratory diseases
in our country. New methods for diagnosis and treatment have been described; accordingly,
the international guidelines were renewed.
Objective: To create a national platform for the development of updated guidelines, solidly
based on evidence: Comprehensive Asthma Management (Spanish acronym: MIA).
Methods: MIA uses the ADAPTE method. The MIA development group consists of experts in
pulmonology-allergology-methodology and representatives of 13 institutions and societies of
specialties that manage asthma. The international reference guidelines (selected with AGREE-II):
GINA 2020, GEMA 5.0, BTS/SIGN 2019 and ATS/ERS consensus document 2014-2019 on severe
asthma. MIA covers suspected asthma, diagnosis, treatment, and special groups. Key clinical
questions were formulated on treatment steps 1-3, biomarkers and severe asthma.
Results: Based on evidence, safety, cost and local reality, the core group developed responses.
Through a Delphi process the broad MIA development group suggested adjustments until con-
sensus was reached.
Conclusion: A document was generated with multiple figures and algorithms, solidly based on
evidence about asthma management, adjusted for Mexico with a broad base among different
societies that participated in its development. It does not include guidelines for acute asthma.
Resumen
Antecedentes: El asma sigue siendo una patología respiratoria crónica frecuente en México.
Se han descrito nuevos métodos para el diagnóstico y tratamiento conforme se renuevan las
guías internacionales.
Objetivo: Crear la plataforma nacional Manejo Integral del Asma (MIA), para el desarrollo de
lineamientos actualizados con base en evidencia.
Métodos: Se utilizó el método ADAPTE. El grupo de desarrollo de MIA estuvo integrado por
expertos en neumología, alergología y metodología y representantes de 13 instituciones y so-
ciedades de especialidades que manejan asma. Las guías internacionales de referencia (se-
leccionadas con AGREE-II) fueron GINA 2020, GEMA 5.0, BTS/SIGN 2019 y consenso ATS/ERS
2014-2019. En MIA se aborda sospecha de asma, diagnóstico, tratamiento y grupos especiales.
Se formularon preguntas clínicas clave sobre tratamiento en los pasos 1 a 3, biomarcadores y
asma grave.
Resultados: Con base en evidencia, seguridad, costo y realidad local, el grupo nuclear desa-
rrolló respuestas. Mediante proceso Delphi, el grupo amplio de desarrollo sugirió ajustes hasta
que se logró el consenso.
Conclusión: El documento generado contiene múltiples figuras y algoritmos, está sólidamente
basado en evidencia acerca del manejo del asma y fue ajustado para México con participación de
diferentes sociedades para su desarrollo; no se incluyeron lineamientos para la crisis asmática.
Abreviaturas y siglas
ACQ, Cuestionario de Control de Asma ERS, European Respiratory Society
ACT, Asthma Control Test (prueba de control FDA, Food and Drug Administration
del asma) FeNO, fracción exhalada de óxido nítrico
AGREE-II, Instrumento para la Evaluación de GDL-nuclear, grupo nuclear del desarrollo de
Guías de Práctica Clínica los lineamientos
AINE, antiinflamatorio no esteroideo GEMA, Guía Española para el Manejo del Asma
Anti-IgE, anticuerpo monoclonal contra IgE GINA, Global Initiative for Asthma
Anti-IL-4/IL-13, anticuerpo monoclonal GUIMA, Guía Mexicana del Asma
contra IL-4 e IL-13 GUIMIT, Guía Mexicana de Inmunoterapia
Anti-IL-5, anticuerpo monoclonal contra IL5 Ig, inmunoglobulina
Anti-IL-5/IL-5Rα, anticuerpo monoclonal IgE, inmunoglobulina E
contra el receptor de IL5 IL, interleucina
API, Índice Predictivo del Asma ITA, inmunoterapia con alérgenos
AQLQ, Cuestionario de Calidad de Vida en ITSC, inmunoterapia subcutánea
Pacientes con Asma ITSL, inmunoterapia sublingual
ARIA, Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma LABA, β2-agonista de acción prolongada
ATS, American Thoracic Society LAMA, antagonista muscarínico de acción
BTS/SIGN, Guía Británica del Asma de la prolongada
British Thoracic Society/Scottish Intercolle- MART, tratamiento de rescate y mantenimiento
giate Guidelines Network MIA, Manejo Integral del Asma
CEIN, corticosteroides intranasales miniAQLQ, Cuestionario de Calidad de Vida
CENETEC, Centro Nacional de Excelencia en Pacientes con Asma versión reducida
Tecnológica en Salud PN, poliposis nasosinusal
CSI(A), corticosteroide inhalado en dosis alta ppb, partes por billón
CSI(B), corticosteroide inhalado en dosis baja RA, rinitis alérgica
CSI(M), corticosteroide inhalado en dosis media RGE, reflujo gastroesofágico
CSO, corticosteroide oral RS, rinosinusitis
CVF, capacidad vital forzada SABA, β2-agonista de acción corta
EA, efectos adversos T2, tipo 2/asma eosinofílica
EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica VEF1, volumen espiratorio forzado en el primer
EREA, enfermedad respiratoria exacerbada por segundo
aspirina
1. Introducción
guía mexicana con la meta de una aplicación fácil y difusión amplia. En las últimas tres
décadas, se han evaluado detalladamente guías realizadas en todo el orbe;3 sin duda, los
documentos que se han generado han sido útiles para el personal de salud, pacientes y
jóvenes universitarios en formación. Toda la información tiene una vigencia y obliga a
los expertos a mantener la guía al día. De esta forma nació MIA 2021, Manejo Integral
del Asma, con la incorporación de más expertos y la renovación de conceptos, así como
con la misma rigurosa metodología de análisis de la información, la intensa y cuidadosa
discusión de cada uno de los temas que se aborda y, finalmente, con un texto de gran
aplicación clínica.
2. Objetivo de MIA
3. Metodología de MIA
MIA 2021 se desarrolló con el método ADAPTE, que establece la metodología para la
adaptación local de guías internacionales de alta calidad, que sirven de guías de referen-
cia. Con el grupo nuclear del desarrollo de los lineamientos para MIA (GDL-nuclear)
se definieron las tres áreas de mayor controversia y renovación en el manejo del asma
actual. Solo en estas tres áreas se formularon preguntas clínicas clave que se discutieron
con el grupo amplio del desarrollo de la guía, mientras que el resto del documento se
basó en los textos de las guías de referencia.
Con esta misma metodología, a inicios de 2020 se desarrolló la Guía de Práctica
Clínica para el Tratamiento del Asma en Edad Pediátrica, del Centro Nacional de Exce-
lencia Tecnológica en Salud (CENETEC), de la Secretaría de Salud México.4 La guía
CENETEC también forma parte de la base de información en la que se sustenta MIA;
sin embargo, esta —como su nombre indica — se amplió para abarcar no solo el tra-
tamiento sino todo el manejo integral del asma, tanto en la edad pediátrica como en la
edad adulta para los tres niveles de salud pública. A continuación, se revisa cada uno de
los pasos en su desarrollo con mayor detalle. MIA se actualizará en un lapso no menor a
tres años y no mayor a cinco años.
Para el desarrollo de MIA 2021, en la primera etapa se formó el GDL-nuclear con mé-
dicos neumólogos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y alergólogos
del Colegio Mexicano de Inmunología Clínica y Alergia y del Colegio Mexicano de
Pediatras Especializados en Inmunología y Alergia, todos especialistas en el manejo
de asma y, además, con amplia experiencia en la metodología del desarrollo de guías.
Asimismo, el grupo nuclear contó con el apoyo de metodólogos de Ada2ht. Se invitó a
las sociedades médicas nacionales de atención primaria y de especialidades que atienden
pacientes con asma; mediante sus presidentes se asignaron dos o tres miembros de cada
sociedad para formar parte del grupo amplio de desarrollo de los lineamientos, iniciando
su labor en la segunda etapa del desarrollo de MIA. El grupo de desarrollo de MIA 2021,
Manejo Integral del Asma. Lineamientos para México, se formó con la cooperación de
13 sociedades nacionales, las cuales avalan el documento (cuadro 1).
MIA 2021 se desarrolló transculturizando para México las mejores guías a nivel interna-
cional, siguiendo el método ADAPTE. Con la herramienta AGREE-II se determinaron
cuáles fueron las mejores guías internacionales. Con base en la calidad de las guías y su
eventual adaptabilidad para México, se seleccionaron como referencia la Guía Británica
del Asma de la British Thoracic Society/Scottish Intercollegiate Guidelines Network
(BTS/SIGN) 2019,5 Global Initiative for Asthma (GINA) 20206 y la Guía Española para
el Manejo del Asma (GEMA) 5.0.7 Para el capítulo de asma grave se incluyó, además, la
guía de la European Respiratory Society/American Thoracic Society (ERS/ATS) 20198
(con eventual extensión al documento de 2014), que contiene metaanálisis de varios
medicamentos cruciales para el asma grave, incluyendo los agentes biológicos. Como
los apartados de mayor renovación y posible controversia se eligieron tratamiento pasos
1-3, biomarcadores en asma, asma grave.
Medicina general y medicina familiar • Asociación Nacional de Médicos Generales y Médicos Familiares (ANMG y MF)
Para que MIA tuviera la mayor cubertura y aceptación, a cada presidente de las sociedades colaboradoras se le pidió nombrar participantes de
diferentes entidades de México. Se buscó una distribución equitativa de médicos de instituciones públicas y médicos en consulta particular.
Los integrantes del GDL-nuclear formularon preguntas clínicas clave en cada apar-
tado y buscaron sus respuestas en las guías de referencia, con sus respectivos niveles de
evidencia y de recomendación. Cada guía de referencia utiliza su propia manera de califi-
car; el anexo 1 presenta la manera de calificar las evidencias y recomendaciones de cada
una. En el anexo 2 se presenta el nivel de evidencia y recomendación por pregunta, tal
como lo expresa cada una de las guías de referencia. En el anexo 3 se fusionó la evidencia
y recomendación de las guías de referencia y se emitió la recomendación para México.
Mediante el método Delphi, un proceso reiterante entre expertos en búsqueda del
mejor acuerdo en cuestiones médicas, se obtuvo un acuerdo entre los integrantes del
grupo amplio de desarrollo de los lineamientos en cuanto a las recomendaciones y su-
gerencias para México; además, se tomaron en cuenta otros factores como costo y se-
guridad (figura 1). En MIA se “recomienda” cuando existe una recomendación fuerte,
en tanto que se “sugiere” cuando la recomendación es débil o condicional. Al lado del
texto, en el margen derecho se indica si MIA sugiere o recomienda, seguido del nivel de
evidencia en cada una de las guías de referencia y —según el caso— su recomendación.
En los “puntos de buena práctica” se expresan sugerencias que no tienen fundamento
en las guías de referencias, pero que los integrantes de MIA consideran de importancia.
Con un ícono se referencian las preguntas clínicas clave, que al final de la guía se
desarrollan con su recomendación y el texto completo de la justificación.
Para el resto del texto, el GDL-nuclear se basó en las tres guías de referencia (y las
dos de ERS/ATS para el tema de asma grave) y la guía CENETEC 2020.4
En la última etapa se evaluó el texto completo con todo el grupo amplio de desarro-
llo de los lineamientos antes de su ajuste final y publicación.
Evidencia
Costo
Grupo amplio de desarrollo de la guía:
proceso Delphi para aprobar R y S Preferencia
del paciente
Ajustes de R y S y de borrador final
Al inicio del proyecto todos los integrantes del grupo de desarrollo de la guía MIA
declararon sus conflictos de interés. Estas se actualizaron antes de la reunión final. En
caso de existir algún conflicto de interés, se dio la oportunidad al médico en cuestión
de no emitir su voto sobre cierto asunto. Además, dado el grupo amplio de médicos de
diferentes áreas no se consideró que la votación sesgada de uno de ellos pudiera tener
mayor impacto sobre el contenido final del texto.
MIA recibió fondos de sus patrocinadores; sin embargo, los textos se desarrollaron con
completa independencia editorial, con base en la evidencia de las guías de referencia y
la opinión consensuada de todos los miembros del grupo amplio de desarrollo de los
lineamientos.
Adaptando la definición de las guías de referencia, el asma (J45 Asma, según la décima
edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades) puede definirse como una
enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervie-
nen diversas células y mediadores de inflamación, pero también existe en mayor o
menor grado disfunción del músculo liso de las vías aéreas. Actualmente, el concepto
ha evolucionado a una entidad más compleja con una red de procesos inflamatorios
parcialmente interrelacionados, que da como resultado inflamación de las vías aéreas,
causada por diferentes mecanismos (endotipos) con una expresión clínica variable (fe-
notipos). Algunos consideran al asma como un diagnóstico de “paraguas” que abarca
varias patologías que resultan en inflamación crónica de las vías aéreas, variable en el
tiempo e intensidad.9
Hay predisposición genética para padecer asma. Se caracteriza por una respuesta
exagerada a estímulos exógenos y endógenos (hiperrespuesta de la vía aérea), que puede
ocasionar uno o más de los síntomas respiratorios clave (tos, sibilancias, disnea, opre-
sión del pecho), principalmente de predominio nocturno. Así, la fisiopatogenia del asma
engloba tres características fundamentales:
Óxido nítrico
Alérgeno Daño al epitelio
CC IL-4 Neu
IL-5
IL-13 IL-13
IgE antialérgeno Miofibroblasto
Neu
subepitelial
Célula B Neu
Eos EGFR
Eos
CC Eos
Músculo liso
Quimiotaxis Hiperplasia
músculo liso
Broncoconstricción
Figura 2. Los cuatro diferentes endotipos del asma. Los endotipos de inflamación T2 se identifican con fondos verde y amarillo y corresponden
al asma alérgica y al asma eosinofílica no alérgica, respectivamente. Las variantes no-T2 se identifican con fondos azul y rosa y se refieren al
asma neutrofílica y al asma con poca inflamación. En la última, el mecanismo se encuentra relacionado con moléculas que estimulan el cre-
cimiento y la activación de miofibroblastos y células de músculo liso. iNOS = sintasa de óxido nítrico inducible, TSLP = linfopoyetina estromal
tímica, GM-CSF = factor estimulante de las colonias de granulocitos macrófagos, CD = célula dendrítica, CC = célula cebada, CXCL8 = C-X-C
motivo del ligando 8 de quimiocina, EGF = factor de crecimiento epidérmico, EGFR = receptor para EGF, Eos = eosinófilo, FeNO = fracción exha-
lada de óxido nítrico, IL = interleucina, Neu = neutrófilo, M∅ = macrófago, NKT = célula T asesina natural. Adaptación de referencia 10.
Así, el asma casi podría considerarse como un síndrome, dado que es una condición
clínica que incluye diversos cambios histopatológicos heterogéneos, observados a partir
de las interacciones gen-ambiente. Se pueden detectar a nivel celular diferentes meca-
nismos o endotipos.
Los diferentes endotipos se pueden expresar en el paciente como un conjunto de
manifestaciones clínicas (fenotipo). Desafortunadamente, los fenotipos pueden com-
partir manifestaciones clínicas similares, por lo que es necesario realizar estudios de
extensión como eosinófilos en sangre periférica o pruebas cutáneas con alérgenos para
determinar el endotipo con mayor precisión.
Por razones prácticas, los endotipos del asma se pueden dividir en dos:
Tipo 2 No-tipo 2
Mixta
Eosinofílica
Neutrofílica
no alérgica
ASMA
Alérgica
Paucigranulocítica
Eosinofílica
Músculo
Figura 3. Endotipos de inflamación en el asma. Los diferentes endotipos en el asma, desde la infla-
mación tipo 2 (alérgica y no alérgica) hasta la paucigranulocítica, con pocas células inflamatorias
activadas. Los biomarcadores para inflamación tipo 2 son eosinofilia en sangre o esputo, fracción
exhalada de óxido nítrico elevada e inmunoglobulina E total y específica.
A) Sospechar
• 4 síntomas/signos clave
• Variabilidad
B) Confirmar
C) Diagnóstico detallado
• Nivel de control
• Gravedad
• Fenotipificación
Signos/síntomas clave
Reduce probabilidad de tener asma
Alteraciones de la voz
Sibilancias Opresión del pecho VEF1 o flujo espiratorio máximo normales ante síntomas
respiratorios
Figura 4. Los cuatro síntomas/signos clave para sospechar el diagnóstico de asma. El médico debe sospechar asma con la presencia de
dos o más, sobre todo si existe variabilidad en tiempo e intensidad y si hay exacerbación con la exposición a ciertos factores ambientales.
Si es posible, deben aplicarse las pruebas confirmatorias. Existen otros factores que aumentan o reducen la probabilidad de asma.
VEF1 = volumen espiratorio forzado en el primer segundo.
5.2.1. Espirometría
La espirometría es una prueba que evalúa la mecánica respiratoria y que mide el volu-
men espirado forzado en el primer segundo (VEF1) después de una inhalación profunda,
la capacidad vital forzada (CVF), es decir, todo el aire que se puede espirar después de
una inhalación máxima hasta capacidad pulmonar total; y el cociente VEF1/CVF, que
Espirometría
Nombre: Apellido paterno, materno y nombres(s) Fecha del estudio: Año, mes, día
Identificador: 111 222 333 Diagnóstico de envío: XXXX
Sexo al nacer: Masculino, Femenino Talla (cm): 170 cm
Género: Hombre, mujer, otro Peso (kg): 65 kg
Fecha de nac: Año, mes, día IMC (%): 22.5%
Edad: Años Valores de referencia Martínez-Briseño et al.
Etnia: Hispano Médico de referencia Dr. N. General
Espirometría posterior
Espirometría basal a broncodilatador
8 Previo prueba 1 6
Previo prueba 2
Previo prueba 3
6 5
Posprueba 1
Flujo (L/seg)
Posprueba 2
Volumen (L)
4 Posprueba 3 4
2 3
0 2
-2 1
-1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
-4 Volumen (L) Tiempo (seg)
Figura 5. El reporte de una espirometría debe contener las tres curvas de flujo-volumen y volumen-tiempo, antes y después de haber
aplicado broncodilatador. El cociente VEF1/CVF se encuentra por debajo del límite inferior de normalidad (en la tabla señalado como
Pred), lo cual indica obstrucción del flujo aéreo. Si después del broncodilatador existe aumento de más de 200 mL y 12 % en CVF, se
considera que responde positivamente al broncodilatador, aunque es posible que un incremento de 8 % sobre el valor basal defina mejor
la respuesta broncodilatadora en niños, o de 9 % en relación con el valor teórico (GEMA). VEF1 = volumen espirado forzado en el primer
segundo, CVF = capacidad vital forzada, BEV = volumen extrapolado retrógrado, EOFE = fin de la espiración forzada,
FET = tiempo de espiración forzada, FEM = flujo espiratorio máximo. LIN = límite inferior de normalidad, Pred = predicho.
representa el porcentaje de aire que una persona pueda exhalar forzadamente en el primer
segundo de la exhalación durante una maniobra de capacidad vital.
Habitualmente, la espirometría es normal en una persona con asma que se encuentra
controlada y sin síntomas; sin embargo, incluso en estos sujetos, la espirometría puede
mostrar un patrón de tipo obstructivo, esto es, una disminución del cociente VEF1/CVF
por debajo del límite inferior de la normalidad o percentil 5. La gravedad de la obs-
trucción se gradúa con el porcentaje del valor predicho de VEF1: > 70 % se considera
leve, entre 60 y 69 %, moderado; entre 50 y 59 %, moderadamente grave; entre 35 y
49 %, grave; menos de 35 %, muy grave. Se recomienda utilizar valores predichos para
el grupo étnico que se evalúa; en México, recientemente se publicaron los valores de
referencia para individuos de cuatro a 80 años.12
Es importante administrar un broncodilatador de acción corta para evaluar si el
individuo responde o no a este medicamento. Para ello, se solicita que el sujeto no haya
inhalado ningún medicamento broncodilatador entre seis y 24 horas antes de la prueba
(según el medicamento). Una vez obtenida una espirometría aceptable y repetible, se
administran 400 μg de salbutamol en adultos (cuatro disparos) o 200 μg en niños (dos
disparos) de forma inhalada con aerocámara, preferentemente; después de aproxima-
damente 15 minutos se repite la espirometría (la cual debe ser aceptable y repetible)
y se comparan los resultados de VEF1 y CVF antes y después del broncodilatador
(figura 5). Se considera una prueba positiva para el diagnóstico de asma si existe un
aumento ≥ 200 mL y ≥ 12 % en VEF1 o CVF, aun cuando la espirometría inicial haya
sido normal (figuras 5 y 6).
La medición del flujo espiratorio máximo o flujo espiratorio pico (peak expiratory flow)
es una prueba de mecánica respiratoria que evalúa el máximo flujo que un individuo
puede generar rápida y “fuertemente” después de una inhalación máxima. Esta prueba
puede realizarse mediante espirometría o flujómetros mecánicos, lo cual hace que la
maniobra sea más accesible debido principalmente al costo de estos. Habitualmente, la
medición del flujo espiratorio máximo se utiliza para dar seguimiento a pacientes que
ya fueron diagnosticados con asma; la medición regular permite identificar precozmente
la presencia de una exacerbación. La desventaja es que se trata de una medición muy
dependiente del esfuerzo del paciente, por lo que puede tener mucha variabilidad.
Cuando se utiliza para fines diagnósticos se sugiere realizar flujometría en la mañana
y en la noche durante 15 días seguidos y calcular la variabilidad de la prueba mediante
la siguiente fórmula:
Las pruebas de reto bronquial pueden ser directas (metacolina) o indirectas (ejercicio)
y el objetivo es provocar un estrechamiento de la vía aérea (broncoconstricción). Esta
prueba está indicada en los sujetos con espirometría normal sin respuesta al broncodila-
tador, pero en quienes clínicamente la sospecha de asma es alta. También está indicada
en pacientes con diagnóstico de asma y síntomas al realizar ejercicio.
Espirometría
aceptable y repetible
Sí Sí
VEF1 /CVF Espirometría
CVF ≥ LIN
normal
≥ LIN
No No
Sugestivo de
Obstruido
restricción
BD
No hay respuesta a
broncodilatador
Figura 6. Criterios para aceptabilidad en la espirometría. Se considera una espirometría aceptable si en la curva flujo-volumen se
observa un inicio abrupto, vertical, con formación de flujo pico de forma triangular y que el volumen extrapolado sea ≤ 100 mL.; si en
la curva de volumen-tiempo existe una meseta al final de la espiración con un cambio de volumen al final de la espiración ≤ 25 mL y si
no existen artefactos. Una vez que existan estas tres condiciones, la repetibilidad se considera adecuada cuando la diferencia entre
los dos valores más altos de CVF es ≤ 150 mL y la diferencia entre los dos valores más altos de VEF1 es ≤ 150 mL. En menores de seis
años, la diferencia entre los dos valores más altos de CVF debe ser ≤ 100 mL o de 10 % y la diferencia entre los dos valores más altos
de VEF1 debe ser ≤ 100 mL o 10 %. VEF1 = volumen espirado forzado en el primer segundo, CVF = capacidad vital forzada, LIN = límite
inferior de normalidad. ATS = American Thoracic Society
En la mayoría de los centros en México se realiza prueba de reto bronquial con ejer-
cicio, la cual consiste en realizar una espirometría basal (que cumpla con los criterios de
calidad), posteriormente se solicita al individuo realizar un ejercicio estandarizado (ya
sea en banda o cicloergómetro), en un ambiente con temperatura de aproximadamente
20 °C y con menos de 50 % de humedad relativa. Al término del ejercicio se solicita
nuevamente realizar maniobras de espirometría cada cinco minutos por 30 minutos. La
prueba se considera positiva cuando el VEF1 disminuye ≥ 10 %, aunque debe continuar-
se la realización de las maniobras hasta los 30 minutos, ya que en algunos pacientes la
disminución del VEF1 puede ser mayor, lo cual indica un proceso más grave. Para una
descripción más detallada, consúltese Gochicoa-Rangel et al. 2019.13
La prueba de reto con metacolina está limitada a centros especializados, principal-
mente para proyectos de investigación.
De acuerdo con las guías de referencia, cuando estén disponibles se sugiere usar biomar-
cadores de inflamación tipo 2 en pacientes en quienes se sospecha asma leve-moderada.
? Pregunta clínica 1
Aunque el diagnóstico se basa principalmente en la clínica y la demostración de
obstrucción (parcialmente) reversible al flujo de aire (espirometría pre y posbroncodi-
latador), la mayoría de los pacientes tiene asma eosinofílica (alérgica o no), por lo que
encontrar los biomarcadores T2 elevados puede aumentar la probabilidad de asma.
Los de primera línea son los siguientes: Eosinófilos en sangre
Sugerimos
Evidencia: BTS 2++, GEMA C
• Eosinófilos en sangre ≥ 4 % o ≥ 300/μL. Recomendación: C
• Inmunoglobulina E (IgE) total elevada (los valores de corte dependen de la edad) o
IgE específica positiva a aeroalérgenos. IgE total y específica
Sugerimos
Evidencia: BTS 2++ a 4, GEMA C
Los de segunda línea son: Recomendación: D
FeNO
• Fracción exhalada de óxido nítrico (FeNO) ≥ 40 ppb (adulto) y ≥ 35 ppb (niños). Sugerimos
Evidencia: BTS 2+, GINA B
• Eosinófilos en esputo ≥ 2 % solo en adultos, en centros especializados siempre y Recomendación: B
cuando el asma se encuentra estable.
Eosinófilos en esputo
Sugerimos (no en niños)
Para la correcta interpretación de los resultados se tiene que tomar en cuenta que Evidencia: BTS 2+
existen otras condiciones que podrían causar un aumento en los eosinófilos en sangre Recomendación: C
periférica o en la IgE total, como ciertas parasitosis (por ejemplo, geohelmintos o fila-
riasis; rara vez amibiasis o giardiasis), inmunodeficiencias o neoplasias malignas. Por la
relativa frecuencia de parasitosis en México, algunos reportes de pacientes mexicanos
sugieren que el valor de corte podría ser mayor de 300 eosinófilos/μL,14 pero esta infor-
mación tendrá que confirmarse con base en estudios de mayor población.
En MIA se aconseja tomar en cuenta la edad, el nivel socioeconómico y las condi-
ciones de vida del paciente en la correcta interpretación del recuento de eosinófilos. Bajo
estas condiciones, tomar una nueva biometría hemática dos o tres semanas después de
desparasitar parece ser una intervención adecuada, sobre todo en los niños, en quienes
son frecuentes las parasitosis. En cuanto a la IgE total elevada, se considera una proba-
ble indicación de inflamación alérgica y amerita búsqueda de IgE específica en suero o
en pruebas cutáneas (figura 7).
Los biomarcadores de inflamación T2 pueden ser de particular utilidad en pacientes
con un resultado espirométrico no contundente.
Aún no existen biomarcadores para uso en la clínica cotidiana para la inflamación
en asma no-T2, como asma neutrofílica, entre otros. Además, en niños la definición y
descripción más precisa de este endotipo aún es una necesidad pendiente.
Los biomarcadores también son de utilidad en la endotipificación del paciente
(apartado 5.3.4).
Una vez confirmado el diagnóstico de asma se procede a definir los detalles. En primer
lugar, se clasificará el nivel de control del asma, después el riesgo futuro, el nivel de grave-
dad y, finalmente, el fenotipo y endotipo del asma, con la ayuda de ciertos biomarcadores.
? Preguntas clínicas 1 y 21
Diagnóstico
de asma alérgica
Sospecha clínica IgE específica Correlación con la
(atopia cuadro clínico) para el Ag exposición al Ag
In vitro In vivo
(sérica) (Prick)
Dermatitis Rinitis
atópica Siempre Historia Reto
alérgica
Extracto Componente confirmar Extracto
primero el
diagnóstico FeNO
IgE total
de asma Eosinófilos
Figura 7. Diagrama de los principales pilares de utilidad para el diagnóstico de asma alérgica. El diagnóstico de asma alérgica está
fundado sobre tres pilares: la sospecha clínica de asma y de alergia/atopia, la confirmación de sensibilización alérgica, ya sea con
pruebas in vitro (elevación de IgE total puede ser un indicador, pero no se descarta alergia si no está elevada) o con pruebas
cutáneas; y, finalmente, la relación entre la exposición al alérgeno positivo en la prueba y los síntomas de asma. IgE = inmunoglobulina E,
Ag = alérgeno, FeNO = fracción exhalada de óxido nítrico.
Para definir el nivel de control del asma existen herramientas en forma de cuestio-
narios. La herramienta que el grupo MIA consideró más práctica para México es el
Asthma Control Test (ACT), el cual está integrado por cinco sencillas preguntas acerca
de los síntomas y el uso de medicamento de rescate en las últimas cuatro semanas;
cada una se califica en una escala de uno a cinco. El paciente puede contestar por sí
mismo el cuestionario. Una puntuación < 20 indica falta de buen control. Existe una
versión para adultos y otra para niños (anexos 4 y 5). En MIA se sugiere aplicar el
cuestionario en cada consulta, porque según el nivel de control del asma se ajustará la
medicación. Además del ACT existen algunos otros parámetros de control, especial-
mente de interés para el asma grave, pero pueden servir para cualquier gravedad del
asma (apartado 7.5).
El riesgo futuro no solo abarca el riesgo para caer nuevamente en una crisis asmática,
sino también el riesgo a más largo plazo para sufrir deterioro de la función pulmonar.
Existe una relación directa entre estos dos, como mostraron varios grupos de investiga-
ción: la reducción en la función pulmonar a largo plazo se relaciona con el número de
crisis asmática, tanto en pacientes con asma persistente leve-moderada,15,16 como en asma
eosinofílica grave.17 Un estudio multinacional mostró que el deterioro pulmonar con cri-
sis fue menor en pacientes manejados con CSI de mantenimiento como controlador.16 Por
ello, evitar crisis asmática es uno de los objetivos primordiales en todas las directrices
acerca del manejo del asma. Es posible predecir qué paciente se encuentra con riesgo
elevado para presentar una crisis asmática, según ciertas características (BTS/SIGN
2++). Las tres guías base enlistan factores que aumentan la susceptibilidad de presentar
una crisis asmática, tanto en adultos como en niños. Se dividen en factores que se pueden
cambiar y factores que no. El factor de mayor impacto en el riesgo futuro es haber tenido
una crisis en los 12 meses previos, de ahí la recomendación fuerte de seguir con manejo
de control mínimo un año después de un evento de esta naturaleza. En el cuadro 3 se
mencionan varios otros factores de riesgo para sufrir crisis asmática.
Finalmente, “riesgo futuro” también se refiere a presentar EA por la medicación.
Esta última siempre se considera mayor, conforme la necesidad de manejo paso 5, con
dosis altas de cortocosteroides, CSI(A), y hasta corticosteroides sistémicos (apartado 8).
• Pobre control del asma (evaluar cada consulta • Uso subóptimo de medicación de control
con instrumento objetivo: ACT < 20, anexos 4 y 5) • Enfermedades alérgicas comórbidas*
Moderadamente
• Uso excesivo o inapropiado del SABA: ≥ 3 inhala- • Estrato socioeconómico bajo*
dores/año (≥ 2 inhalaciones/día) • Deficiencia de vitamina D
• Edad avanzada
• Mujer (GEMA: embarazo) • Menor edad*
• Función pulmonar reducida: VEF1 basal bajo • Exposición a humo de cigarro
Poco
• Obesidad • Obesidad*
• Hábito tabáquico o exposición a humo de tabaco • Padres con bajo nivel educativo
• Depresión u otro problema psicológico (GEMA)
• Historia de anafilaxia
• Enfermedad por reflujo gastroesofágico
• EPOC • Función pulmonar reducida
• FeNO elevada • FeNO elevada
Incierto • Eosinofilia en sangre periférica* • Prueba cutánea con alérgenos positiva*
• Pobre adherencia al manejo de control o pobre • Historia de exposición a alérgenos o
técnica de inhalar contaminación
• Rinosinusitis crónica (GEMA)
• Síndrome de apnea-hipopnea del sueño (GEMA)
*También son factores de riesgo para crisis asmática en niños preescolares, además del sexo masculino y el uso regular de tratamiento de
mantenimiento, que refleja la gravedad del asma (aunque con menor nivel de evidencia, BTS/SIGN 3).
Los fenotipos son las diferentes expresiones clínicas, basadas en diferencias en los meca-
nismos celulares, que determinan las variantes del asma. Esta clasificación ha permitido
establecer algunas opciones terapéuticas específicas, útiles en pacientes seleccionados,
como la reducción de peso en pacientes con asma por obesidad o la inmunoterapia con
alérgenos en los pacientes con asma alérgica (GINA 2020, CENETEC 2020).
Algunos fenotipos del asma que mencionan las guías de referencia son:
Médicos de cualquier
Nivel de atención Especialista Especialista/centro hospitalario
nivel de atención
≥ 3 síntomas al mes
Figura 8. Gravedad del asma según dosis de CSI de mantenimiento (paso de tratamiento) con el nivel de atención médica recomen-
dado. Propuesta de nueva graduación de gravedad para el asma crónica. El asma leve requiere dosis baja de CSI, ya sea intermitente-
mente (durante el rescate junto con salbutamol (paso 1), en forma continúa (paso 2) o en combinación con un LABA (paso 3). El asma
moderada es la que necesita dosis moderadas de CSI; el paciente debe ser tratado por el especialista. Los pacientes graves necesitan
dosis altas para su control; dada la complejidad de la patología, en MIA se sugiere que estos pacientes sean atendidos en los centros
especializados en asma grave. CSI = corticosteroide inhalado.
El asma también se clasifica según los mecanismos subyacentes. Por razones prác-
ticas, los mecanismos fisiopatológicos se dividen en tres: inflamación tipo 2 (T2), in-
flamación no tipo 2 (no-T2) y paucigranulocítica, con poca inflamación (figuras 2 y 3
y apartado 4). Esta división es de utilidad para seleccionar el tratamiento con el agente
biológico más adecuado en el asma grave (apartado 7).
Oscilometria
Alta probabilidad de ASMA Buena respuesta Prueba terapéutica:�CSI continuo + SABA PRN. Evaluación en 2 a 3 meses
Figura 9. Ruta diagnóstica para niños ≤ 5 años de edad con sospecha de asma. Si puede realizarse una espirometría, la ruta diag-
nóstica será igual que para niños mayores. Si no, serán necesarias pruebas diagnósticas alternativas, de preferencia una oscilometría,
eventualmente también FeNO, FEM y mAPI. Se apoya el diagnóstico de asma si la oscilometría muestra cambios de obstrucción que me-
joran tras la administración del broncodilatador, FeNO ≥ 35 ppb (20-35 ppb dudoso), FEM variabilidad ≥ 20 % (apartado 5.2.2) o mAPI que
cumple con los criterios mayores y menores (cuadro 3). FeNO = óxido nítrico exhalado, FEM = flujo espiratorio máximo, mAPI = Modified
Asthma Predictive Index, SABA = β2-agonista de acción corta, PRN = por razón necesaria, CSI = corticosteroide inhalado.
2 años 3 años
Edad (años) (1 punto) (1 punto)
Sexo (masculino) 4.6 puntos 1 punto
No estricto Estricto
Sibilancias frecuentes ≥ 1 primeros ≥ 3/5 1-3 años ≥ 4 años
3 años escala Likert ≥ 4 en un año > 3 último año (2 puntos)
(4.2 puntos) (9.1 puntos)
https://www.revistaalergia.mx
Madre (1 punto)
Antecedentes familiares (asma) Criterio mayor 1 punto Criterio mayor 2 puntos
Padre (1 punto)
Dermatitis atópica Criterio mayor 8.2 puntos Criterio mayor 1 punto < 3 años (2 puntos)
Rinitis alérgica Criterio menor 1 punto
Sibilancias no asociadas a IVR Criterio menor 7.1 puntos Criterio menor 1 punto 3 puntos
Eosinófilos Criterio menor Criterio menor
1 criterio mayor o 2
Máxima puntuación 55.1 Máxima puntuación 15 Máxima puntuación 14
criterios menores 1 criterio mayor o
Resultado 1 2 3 4 2 criterios menores
No estricto Estricto ≤ 10 ≤ 20 ≤ 30 ≤ 35 5 10 13 6 o más
RV+ 2.98 7.43 1.03 1.41 3.41 7.92 1.29 2.5 6.33 7 21 2.47 9.36 20.43 3.02
Figura 10. Principales índices utilizados para la predicción de riesgo futuro de asma, con criterios de evaluación y su rendimiento diagnóstico. Entre mayor la RV+, mayor la probabi-
lidad de que la prueba positiva prediga adecuadamente el desarrollo de asma; entre menor sea la RV−, mayor la probabilidad de que la prueba negativa prediga adecuadamente que no
se desarrolle asma. La prueba con mejor rendimiento de predicción positiva es mAPI y la prueba con mejor predicción negativa es PARS. La RV es una herramienta útil para la toma de
decisiones clínicas, ya que determina la capacidad de una prueba para cambiar una probabilidad base (prevalencia general o preprueba) a una nueva probabilidad
(posprueba). Su aplicación, simplificada con el nomograma de Fagan, se divide en tres partes: la posibilidad preprueba (equivalente a la prevalencia, primera columna), los valores de
la RV (en medio) y la probabilidad posprueba (tercera columna). Al trazar una línea partiendo desde la prevalencia de la enfermedad (posibilidad preprueba) y atravesando el valor de la
RV (ya sea positiva o negativa), se puede estimar el resultado posprueba. Por ejemplo: si la probabilidad preprueba (prevalencia) de un niño de seis años de tener asma en México es de
10.2 %,18 considerando una RV+ de 21 del mAPI, la probabilidad posprueba de dicho cuestionario para este grupo de edad es de poco más de 70 % (es decir, 70 % de probabilidad para
predecir la enfermedad). IVR = infección de vías respiratorias, PC = prueba cutánea, IgE = inmunoglobulina E, RV = razón de verosimilitud.
s21
Larenas-Linnemann D et al. MIA 2021, Manejo Integral del Asma
Otras herramientas ampliamente difundidas son los índices de asma (figura 10),18
los cuales tienen la finalidad de predecir la probabilidad de persistencia de sibilan-
cias hasta la edad escolar mediante la suma de distintos parámetros, que constituyen
factores de riesgo para desarrollar asma. Los más utilizados son el Índice Predictivo
del Asma (API, Asthma Predictive Index, y API-modificado). Instrumentos nuevos
como el Pediatric Asthma Risk Score19 se han reconocido con un excelente rendimien-
to diagnóstico negativo y cuentan con aplicaciones gratuitas para teléfonos móviles,
aunque por el momento solo se cuenta con versión en inglés (https://pars.research.
cchmc.org/).
En pacientes (niños y adultos) con síntomas respiratorios recurrentes y probabilidad
baja de asma, se sugiere remitir al especialista para establecer el diagnóstico confirmato-
rio o diferencial, así como considerar estudios o pruebas complementarias.
Cuadro 4. Posibilidades de diagnóstico diferencial de asma leve-moderada mencionadas en las guías de referencia BTS/SIGN,5
GINA 2020,6 y GEMA 5.020
• Enfermedades de las vías respiratorias superiores • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (BTS/SIGN, GEMA C,
- Rinitis alérgica y sinusitis (GEMA C, GINA) GINA)
• Obstrucción en las vías aéreas superiores • Bronquitis crónica o enfisema (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
- Cuerpo extraño inhalado (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
• Neumonitis por hipersensibilidad (GEMA D)
- Disfunción de las cuerdas vocales (BTS/SIGN, GEMA D,
GINA) • Insuficiencia cardiaca congestiva (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
- Anillos vasculares (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
- Laringotraqueomalacia, estenosis traqueal, bronco- • Cuerpo extraño inhalado (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
estenosis (BTS/SIGN, GEMA C, GINA)
- Linfadenopatía o tumor (GEMA C) • Tromboembolismo pulmonar (GEMA C, GINA)
BTS/SIGN = Guía Británica del Asma de la British Thoracic Society/Scottish Intercollegiate, GINA = Global Initiative for Asthma,
GEMA = Guía Española para el Manejo del Asma.
Los objetivos generales del tratamiento del asma son los siguientes:
• Alivio y control de los síntomas buscando anular las restricciones a las actividades
cotidianas y al ejercicio.
• Reducción del riesgo futuro de crisis, hospitalizaciones, visitas a urgencias y muerte.
• Disminución del riesgo de alteración de la función pulmonar a largo plazo, que va
de la mano con el objetivo anterior, dado que la frecuencia de crisis asmáticas se
relaciona claramente con el grado de reducción de la función pulmonar futura.17
Los principales objetivos del tratamiento no siempre concuerdan con las expecta-
tivas del paciente, por lo que se deberá hacer énfasis en los beneficios de alcanzar estas
metas durante la consulta.
El objetivo específico de MIA, en relación con el tratamiento, es proporcionar linea-
mientos para el manejo de control del asma y de las exacerbaciones leves intercurrentes,
cuando el paciente empieza a experimentar falta de control de la enfermedad (figura 11).
En un documento posterior, se abordará la crisis asmática (o exacerbación grave).
El primer paso en el manejo del paciente con asma es evitar la exposición a factores
desencadenantes, tanto específicos como inespecíficos.
En el cuadro 5 se describen algunos factores que pueden afectar el control del asma, con
las intervenciones pertinentes y sus respectivos niveles de evidencia.
Un factor inespecífico que exacerba el asma es la infección de vías respiratorias,
sobre todo la viral, aunque no es un factor modificable per se.
No síntomas
1
PFR normales
Pérdida de control
Bien controlado 2
Síntomas PFR
Como factores específicos se hace referencia a los alérgenos a los cuales el paciente
resultó sensibilizado, los cuales fueron determinados con una prueba cutánea o con IgE
específica sérica. En el cuadro 6 se muestran algunas sugerencias acerca de cómo reducir
la exposición a alérgenos intradomiciliarios, según Allergic Rhinitis and its Impact on
Asthma (ARIA) 2014.
Evidencia
Objetivo Intervención
(GINA)
Promover la actividad física regular en pacientes con asma para mejorar el estado
A
general
Evitar medicación que em- Al prescribir AINE, siempre preguntar acerca de su relación con síntomas de asma A
peora el asma Los AINE solo están contraindicados si hay historia clínica con reacción A
Dieta saludable Dieta rica en frutas y vegetales, para mejorar la salud en general A
Evitar contaminación Estimular el uso de calefacción y estufa con bajo nivel de contaminación dentro de
B
intradomiciliaria la casa. Si no es posible, recomendar mantener los dispositivos fuera de la casa
No hay evidencia para recomendar alguna técnica de relajación sobre otra, que en
Estrés emocional B
general pueden ser útiles junto con ejercicios respiratorios
Opinión de
Problemas socioeconómicos Procurar prescribir las opciones más económicas de la medicación
expertos
No
Bajo costo Mediano costo/molestia Elevado costo
recomendado
Ácaro del polvo casero (solo múltiples medidas juntas reducirán la exposición)
Peluches almacenados
Bañar las mascotas cada semana Retirar la mascota del domicilio del
paciente
Reproducido de Larenas-Linnemann D, et al. ARIA 2014. Rev Alerg Mex. 2014. Con autorización
A continuación, se repasan los medicamentos utilizados en el manejo del asma. Para una
información más completa, consultar en cada medicamento los detalles para prescribir.
6.2.1. Broncodilatadores
6.2.1.1. β2-agonistas
(LABA, long acting β2-agonist) se dividen en tres grupos: los de acción rápida y pro-
longada durante 12 horas (formoterol), los de acción lenta y prolongada (salmeterol)
y los de acción rápida y ultraprolongada durante más de 24 horas (vilanterol, indacate-
rol), ver cuadro 7.22,23 Los LABA y los β2-agonistas de acción ultraprolongada siempre
deben usarse junto con un CSI. SABA y formoterol (más un CSI) pueden usarse como
medicación de rescate, porque tienen un efecto rápido y son agonistas plenos, logrando
en dosis altas más de 95 % de broncodilatación. La dosis diaria máxima para budesonida-
formoterol es 72 μg de formoterol, mientras que para beclometasona-formoterol es 48 μg
de formoterol (GINA 2020). MIA recomienda no emplear el β2-agonista por vía oral.
Formoterol ✔ ✔ ✔ Sí
Salmeterol ✘ ✘ ✔ No
Vilanterol ✔ ✔ No
Indacaterol ✔ ✔ No
*Inicio de acción durante los 3 o 5 minutos posinhalación, con aumento de 200 mL o 12 % en VEF1.
**El máximo efecto broncodilatador es > 95 %.
Efectos colaterales
6.2.1.2. Anticolinérgicos
Efectos colaterales
Existe poca absorción sistémica. El efecto colateral más frecuente es boca seca.
6.2.1.3. Metilxantinas
Efectos colaterales
Náuseas, vómito, úlcera gástrica, taquicardia, ansiedad, agitación, insomnio, entre otros.
Las metilxantinas interactúan con la eliminación hepática de algunos medicamentos,
porque son metabolizadas por las isoenzimas del citocromo P450.
6.2.2.1. Corticosteroides
Los CSI son los antiinflamatorios principales para el manejo de control en todos los pasos
del asma. Después de fijarse a su receptor intracelular generan cambios en el citoplasma
(entre otros, mediante el factor nuclear kappa-B), pero también a nivel nuclear: después
de la translocación del complejo corticosteroide-receptor hacia el interior del núcleo,
se fija a los elementos de respuesta a los glucocorticoides situados encima del ADN,
estimulando la transcripción de algunos genes mientras que inhibe la de otros. Por ello,
el efecto del corticosteroide es amplio. En el paso 1 (y como manejo alternativo en el
paso 2) se controla la inflamación bronquial, utilizando los CSI solo cuando el paciente
inhale un broncodilatador de acción rápida. En los pasos 2 a 5, el manejo de los CSI como
controladores será de mantenimiento con administración diaria.
En el asma grave, el nivel de inflamación bronquial puede ser tal que incluso dosis
elevadas de CSI no logran controlar la enfermedad. Además, existe cierto grado de re-
Efectos colaterales
Entre los efectos colaterales se identifican disfonía, candidiasis oral y erupción acnei-
forme perioral; entre los sistémicos, osteoporosis, aumento de peso, disminución de la
velocidad de crecimiento, hiperglucemia, glaucoma, catarata e insuficiencia suprarrenal,
entre otros. La biodisponibilidad de los CSI varía considerablemente, pero también
depende del dispositivo.24 Por esa razón, en MIA se sugiere tener cautela al interpretar
las gráficas con datos de biodisponibilidad a corto plazo. Una mejor medida del efecto
colateral sistémico puede ser el crecimiento en niños con asma. Un metaanálisis Co-
chrane sugiere que con dosis equivalentes en cuanto a eficacia, los niños manejados
con propionato de fluticasona presentaron una velocidad de crecimiento mayor que los
manejados con beclometasona y que en otros estudios se ha observado una menor su-
presión del crecimiento que con budesonida.24 Mientras mayor la biodisponibilidad y la
dosis del CSI, mayor los efectos colaterales sistémicos. Por ello, la reducción de un CSI
administrado a dosis altas por tiempo prolongado tiene que hacerse con precaución, para
no provocar insuficiencia suprarrenal (apartado 8).
Efectos colaterales
Desde inicios del 2020, la FDA emitió una advertencia de caja negra por la evidencia
que indica que existe una relación entre la ingesta de montelukast y alteraciones neuro-
siquiátricas (ansiedad, alucinaciones, brotes psicóticos a veces con ideaciones homicidas
y suicidas en adolescentes y adultos; y en niños, terrores nocturnos, entre otros), en línea
con la experiencia desde hace más de una década de miembros del grupo de desarrollo
de MIA. Por ello, en MIA se sugiere no usar antileucotrienos y los deja como la última
alternativa en el manejo. En caso de que el médico considere que el paciente puede ser
candidato para el uso de montelukast, debe comentar estos posibles EA detalle con el
paciente y evaluarlo periódicamente.
Para detalles acerca de los agentes biológicos,25 ver apartado 7 de asma grave.
Además de la selección adecuada del medicamento, para obtener un tratamiento eficaz es ≥ 5 años
crucial la adecuada selección del dispositivo para administrarlo, acorde con la preferencia Inhalador de dosis medida +
y capacidad del paciente. Existen inhaladores de dosis medida (también conocidos como espaciador es tan efectivo como
inhaladores de polvo seco
aerosoles), inhaladores que emiten una nube de suave dispersión (Respimat®) e inha- Recomendamos
ladores de polvo seco; además, se pueden administrar algunos medicamentos mediante Evidencia: SIGN 1++
Recomendación: A
nebulización, aunque esta vía se usa más frecuentemente en una crisis asmática o en niños
preescolares que aún no logran cooperar adecuadamente en el uso de un inhalador de dosis
medida con espaciador (cuadro 8).26 Los inhaladores de dosis medida se utilizarán siempre Espaciador con inhalador de
con un espaciador para aumentar el depósito pulmonar. En preescolares será un espaciador dosis medida
Recomendamos
con mascarilla y en niños mayores y adultos, solo un espaciador con válvula y boquilla. Evidencia: GEMA B
Los inhaladores de polvo seco existen en dispositivos multi y monodosis; en los de mo- Menos errores en uso: SIGN 1++
nodosis se tiene que colocar una cápsula para inhalar en el dispositivo antes de cada uso.
Necesita entrena-
Fácil de usar
miento
Lactante (< 2 años)
Mascarilla, pero no
Necesita mascarilla
necesita estar bien
bien ajustada
ajustada
Necesita entrena-
Fácil de usar
miento
Mascarilla, pero no
Preescolar (2-5 años) Necesita mascarilla
necesita estar bien
bien ajustada
ajustada
Boquilla que se
Solo boquilla adapta al flujo de
respiración
Mascarilla, pero no
Necesita entrena-
Fácil de usar necesita estar bien
miento
Escolar (> 5 años) ajustada
Es importante revisar con el paciente la técnica de inhalación del dispositivo que usa,
porque los errores en este aspecto son causa frecuente de asma mal controlada, por ello,
dentro de lo posible, es preferible usar el mismo tipo de dispositivo para todo el manejo.
Revisar y corregir la técnica en cada consulta mejora el control del asma (GINA A), espe-
cialmente cuando hay exacerbaciones o cuando el asma no está bien controlada.
Aunque el concepto de asma como enfermedad inflamatoria data de hace más de tres
décadas, no fue sino hasta 2019 que GINA emitió recomendaciones en contra del uso
de SABA como monoterapia, ya sea de mantenimiento o rescate, en el asma leve con
síntomas esporádicos. En 2020, en GEMA 5.0 también se formulan lineamientos en esta
dirección, aunque con mayor flexibilidad. Esta recomendación se originó de evidencia
conocida durante años acerca del aumento de defunciones por asma con uso de salbuta-
mol como monoterapia (frecuentemente automanejo del paciente).
De tal forma, en asma intermitente se recomienda rescatar con alguna combinación
que incluya un CSI, ya sea en el mismo inhalador (budesonida-formoterol o beclometaso-
na-formoterol) o en dos inhaladores separados (dos inhalaciones de SABA, seguido por
inhalación de CSI). Para asma con síntomas esporádicos esta recomendación se basa en
evidencia extrapolada de pacientes ≥ 12 años con tratamiento de paso 2, en los cuales el
número de exacerbaciones graves fue menor con el uso de budesonida-formoterol de res-
cate en comparación con solo SABA de rescate, ambos sin tratamiento de mantenimiento.
Un estudio en 288 niños de cinco a 18 años mostró el mismo beneficio usando como
rescate dos inhalaciones adicionales de CSI a demanda cada vez que se inhalaba SABA.27
En relación con el tratamiento en paso 2, en el mismo grupo de estudios se mostró
que el número de exacerbaciones graves fue igual con el tratamiento clásico de CSI de
mantenimiento y SABA de rescate, que con solo budesonida-formoterol de rescate sin
tratamiento de mantenimiento. En este grupo de pacientes con asma leve y síntomas poco
frecuentes, se argumentó que la adherencia al manejo de mantenimiento es pobre en nu-
merosas ocasiones. Es importante mencionar que los días sin síntomas y la función pul-
monar fueron mejores en el grupo con tratamiento clásico de CSI de mantenimiento; por
ello, en MIA 2021 se consideran ambas estrategias como manejo preferido en el paso 2.
Para el paciente con asma leve-moderada persistente que necesita paso 3, el manejo
de primera elección de mantenimiento es CSI + LABA. Existen tres opciones de LABA,
sin embargo, el único que se puede usar como rescate (y mantenimiento) es el formo-
terol, por su rápido inicio de acción y porque es un agonista pleno, resultando en una
broncodilatación cercana a 100 %. Para el rescate no se puede usar salmeterol porque
tiene un inicio de acción lento e incompleto (es un agonista parcial), ni vilanterol por
su duración ultralarga. El único LABA que puede ocuparse para la estrategia MART
(tratamiento de rescate y mantenimiento, maintenance and reliever therapy, paso 3) es
formoterol. Con la estrategia MART, la dosis máxima autorizada en un día (de acuerdo
con la información internacional para prescribir) es 48 μg de formoterol en combinación
con beclometasona y 72 μg en combinación con budesonida (GINA 2020).
Para los pacientes con alguna contraindicación para el uso de β2-agonistas o para
los que no toleran su uso, el anticolinérgico de acción corta (bromuro de ipratropio en
inhalador de dosis medida) podría ser una alternativa para rescate. En México existe la
combinación bromuro de ipratropio + salbutamol en un inhalador (Respimat®), pero
no está indicado para estos casos porque contiene la misma dosis de salbutamol que el
salbutamol solo; también se cuenta con disponibilidad de bromuro de ipratropio solo.
De tal manera, existen tres diferentes opciones para el tratamiento de rescate y dos alter-
nativas en México. La decisión de cuál recomendar dependerá del paso de manejo y del
medicamento que se elija para mantenimiento.
Para el primer paso del tratamiento farmacológico del paciente con asma con síntomas de
no más de dos días al mes, también llamada asma con síntomas esporádicos, en MIA se Rescate con CSI + formoterol
Recomendamos
recomienda utilizar CSI(B) + formoterol a demanda en un solo dispositivo o la inhalación Evidencia: GINA B, GEMA B
de un CSI(B) cada vez que se utiliza un SABA de rescate. Dado que ambas opciones Recomendación: ✘
contienen CSI, se pueden considerar opciones de manejo de control (de la inflamación),
Rescate con CSI(B) + SABA
más no de mantenimiento porque su administración es solamente por razón necesaria. Sugerimos
En la justificación de las ? Preguntas clínicas 2 y 3 se explica la razón por la cual MIA Evidencia: GINA B, GEMA B
recomienda el manejo de control por razón necesaria de esta forma. En MIA se sugiere Recomendación: ✘
¿Descontrol? Antes de subir un paso, revisar adherencia, técnica de inhalación, exposición a irritantes/alérgenos, comorbilidades
Diario: ✘✘ Diario: ✘✘
diario
Síntomas
casi diarios o Diario: CSI(B) + LABA Diario: CSI(B)
despertar por asma, CSI(B) + FORM (SALM o vilanterol) Diario: CSI(M) + montelukast*
≥ 1 por semana 3 o
Rescate: Rescate: Rescate:
CSI + FORM SABA SABA + extra CSI(M) SABA + extra CSI(B)
Saliendo de crisis
alteración en la o
función pulmonar Rescate: Rescate: Rescate:
SABA
CSI + FORM SABA + extra CSI(A) SABA + extra CSI(M)
(solo si hay o
descontrol con paso Rescate: Rescate: Rescate: Rescate:
4 y asma grave SABA
CSI(A) + FORM igual SALB CSI(A)+ FORM (o SABA)
corroborada)
Figura 12. Pasos en el manejo farmacológico del asma en pacientes ≥ 12 años. Para un paciente sin tratamiento de mantenimiento,
la columna de la izquierda indica al médico en qué paso iniciar según la presentación clínica inicial (síntomas en las últimas cuatro
semanas). En medio se indica el manejo preferido y del lado derecho, los manejos alternativos. En un paciente descontrolado, antes
de subir de paso siempre es necesario revisar adherencia al tratamiento, técnica de inhalación, exposición a irritantes o alérgenos y
comorbilidades. La barra vertical a la derecha indica en qué pasos considerar agregar inmunoterapia en pacientes con asma alérgica.
En la parte inferior, las dosis de corticosteroides inhalados.
En pacientes de 12 años y mayores con asma en paso 2 de tratamiento existen dos Diario CSI(B)
Recomendamos
opciones de primera elección. Una es el uso diario de dosis bajas de CEI, sobre todo Evidencia: SIGN 1++, GINA,
para disminuir los síntomas, pero también el riesgo de exacerbaciones graves, de hospi- GEMA A
Recomendación: A
talizaciones, los síntomas inducidos por el ejercicio y para mejorar la función pulmonar.
? Pregunta clínica 4 Junto con este manejo de CSI (B) diario recomendamos como Rescate CSI-SABA
Sugerimos
tratamiento de rescate dos inhalaciones adicionales de CSI(B) cada vez que se ocupe Evidencia: GINA B
SABA. Como alternativa con mayor frecuencia de crisis asmáticas a largo plazo sugeri- Recomendación: ✘
¿Descontrol? Antes de subir un paso revisar adherencia, técnica de inhalación, exposición irritantes/alérgenos, comorbilidades
+ FORM
Síntomas �
casi diarios o
Diario: CSI(B) Diario: CSI(B)
despertar por CSI(M) Diario: CSI(M)
CSI(B) + FORM + SALM + montelukast*
asma ≥ 1 por
semana
3 o o Rescate:
Rescate: � SABA SABA + CSI(M) Rescate: SABA SABA + extra CSI(B)
CSI(B) + FORM
Saliendo
de crisis
4
CSI(M) CSI(M) Diario: CSI(M)
Igual, además (+ Tiotrop) (+ Tiotrop) Diario: CSI(A)
+ FORM + SALM + montelukast*
de alteración
Especialista
o
en la función
pulmonar Rescate: Rescate:
Rescate:
SABA SABA + extra CSI(A) SABA + extra CSI(M)
CSI(M) + FORM
hay descontrol o
Rescate: �
con paso 4 y Rescate: Rescate: Rescate:
SABA CSI(A) + FORM
asma grave CSI(A) + FORM igual SALB
(o SABA)
corroborada)
CSI = corticosteroide inhalado *Montelukast especialmente con rinitis alérgica y con la advertencia
CSI(A) = CSI dosis alta al paciente de los posibles efectos adversos neuropsiquiátricos
CSI(B) = CSI dosis baja
CSI(M) = CSI dosis media Inhalador extrafino: se administra la
CSO = corticosteroide oral Dosis equivalencia Dosis baja Dosis media Dosis alta mitad de la dosis
FORM = formoterol (dosis diaria)
LABA = β2-agonista BDP = dipropionato de beclometasona
BDP, BUD 50-200 μg/día > 200-400 μg > 400 μg
de acción prolongada BUD = budesonida
SABA = β2-agonista FLUT, MOM, CICLO FLUT = fluticasona
50-100 μg/día > 100-250 μg > 250 μg
de acción corta� MOM= mometasona
SALM = salmeterol CICLO = ciclesonida
Tiotrop = bromuro de tiotropio
Figura 13. Pasos en el manejo farmacológico del asma en pacientes de 4 a 11 años. Para un paciente sin tratamiento de manteni-
miento, la columna de la izquierda orienta al médico en qué paso iniciar según la presentación clínica inicial (síntomas en las últimas
cuatro semanas). En medio se indica el manejo preferido y del lado derecho, los manejos alternativos. En un paciente descontrolado,
antes de subir de paso siempre deberá revisarse adherencia al tratamiento, técnica de inhalación, exposición a irritantes/alérgenos y
comorbilidades. La barra vertical a la derecha indica en qué pasos considerar agregar inmunoterapia en pacientes con asma alérgica.
En la parte inferior, las dosis de corticosteroides inhalados.
nimiento. El uso de esta combinación como rescate es aún una indicación fuera del uso
aprobado en México (apartado 6.5.1); la combinación beclometasona + formoterol solo
está aprobada para adultos.
Diario CSI(B) + LABA
6.5.3. Tratamiento pasos 3 y 4 para niños de 4 a 11 años, control y rescate Recomendamos
Evidencia: SIGN 1++, GINA A,
GEMA A
En pacientes de cuatro a 11 años sin tratamiento previo con síntomas casi diariamente Recomendación: A
y que están saliendo de una crisis asmática o que no se controlan con tratamiento paso 2, Diario CSI(M)
recomendamos cualquiera de los dos tratamientos de primera opción para paso 3 en este Recomendamos
Evidencia: GINA A, GEMA A
grupo de edad: CSI(B) + LABA en un solo dispositivo o incrementar a CSI(M), dado
Recomendación: ✘
que ambas estrategias se consideran como opciones eficaces en este grupo etario. Si se
elige la terapia sinérgica, CSI(B) + LABA, con formoterol como LABA de manteni- Rescate CSI + formoterol
Sugerimos
miento, el rescate se podría dar con el mismo inhalador siguiendo la estrategia MART. Evidencia: SIGN 1++, GINA A,
? Preguntas clínicas 12 y 13 Actualmente, la terapia MART está solo aceptada para indivi- GEMA B
Recomendación: ✘
duos ≥ 12 años en las guías de referencia; sin embargo, se puede utilizar LABA a partir de
los cuatro años y existe un estudio controlado con asignación aleatoria que mostró que la Rescate SABA
terapia MART en niños de cuatro a 11 años se asoció a menor riesgo de crisis asmáticas. Sugerimos
Evidencia: SIGN 1+, GEMA A
Por ello, en MIA se sugiere rescatar con el mismo inhalador CSI + formoterol o rescatar Recomendación: B
con SABA. Si el LABA es salmeterol, el rescate siempre será con SABA.
Rescate CSI + SABA
Si el médico optó por CSI(M) como mantenimiento, se sugiere rescatar con SABA Sugerimos
y con una inhalación adicional del CSI(M) al mismo tiempo (rescate CSI + SABA en Evidencia: GINA B
inhaladores separados).
Diario CSI + montelukast
Aunque algunas guías de referencia todavía mencionan como opción CSI(B) + No sugerimos
montelukast de mantenimiento, en MIA se sugiere no utilizar esta alternativa, por las Evidencia: GINA A,
GINA advertencia caja negra,
razones expuestas sobre el uso de antileucotrienos. SIGN 1++ B a favor
En los niños de cuatro a 11 años con asma sin tratamiento, con síntomas diarios y
con alteración en la función pulmonar, se deberá prescribir el paso 4 del tratamiento, al
igual que en el niño que no se controla con el paso 3. El paso 4 es semejante al paso 3,
pero con mayor dosis de CSI: en la terapia sinérgica quedará con CSI(M) + LABA o en
la monoterapia con dosis alta de CSI. Para el tratamiento de rescate aplica lo menciona-
do para el paso 3.
En pacientes ≥ 6 años se puede optar por agregar un tercer controlador: un anticoli-
nérgico de acción prolongada, como el bromuro de tiotropio. En MIA se considera que
se debe reservar el uso de los agentes biológicos para los pacientes con asma grave que
necesitan el paso 5 para su control (apartado 7).
El manejo inicial será paso 1 en los preescolares con síntomas muy esporádicos que Control CSI(A) nebulizado
no tienen factores de riesgo para crisis (incluidos los que no han tenido ninguna crisis Sugerimos por razón necesaria
Evidencia: GINA D GEMA B
asmática los últimos 12 meses) y sin síntomas entre exacerbaciones. En estos niños,
aún con el Índice Predictivo para Asma Modificado positivo (apartado 5.1) no existe
evidencia de que algún tratamiento de mantenimiento del paso 1 favorezca la evolu-
ción. La mayoría presentará episodios secundarios a infecciones virales respiratorias.
Por ello, al igual que en las guías de referencia, en MIA se sugiere el manejo de CSI
en dosis altas (500 a 1000 μg de budesonida cada 12 horas por siete días), únicamen-
te durante los cuadros agudos como manejo de control en lactantes y preescolares
con sibilancias episódicas leves y moderadas y con Índice Predictivo para Asma
Modificado positivo, para disminuir la gravedad y duración de las exacerbaciones.
Rescate SABA
? Pregunta clínica 14 En caso de exacerbaciones más frecuentes o graves, se prefiere Sugerimos
iniciar paso 2 como prueba terapéutica. Evidencia: SIGN 4, GINA D
GEMA A
Para rescate, ? Pregunta clínica 15 en MIA se sugiere como primera opción SABA, Recomienda: BTS D
aunque la evidencia en este grupo etario es muy limitada. Por evidencia extrapolada, en
Rescate SABA + CSI
MIA se deja como alternativa rescatar con CSI cada vez que se use SABA —CSI(B) + (inhalador separado)
SABA— en dos dispositivos separados. El uso de dosis baja de budesonida + formote- Sugerimos
rol, como se recomendó en niños mayores y adultos, se considera como punto de buena Punto buena práctica
Se manejará el paso 2 en preescolares con síntomas sugestivos de asma y síntomas tres o Diario CSI(B)
más veces en tres meses o con factores de riesgo para crisis de asma futuras y con Índice Recomendamos
Evidencia: SIGN 1++, GINA A, GEMA A
Predictivo para Asma Modificado positivo, al igual que en los niños no controlados con Recomienda: A, R1, D
paso 1. Para el paso 2, en MIA se recomienda el uso diario de CSI(B) de mantenimiento.
Diario montelukast
? Pregunta clínica 16 Sugerimos no utilizar montelukast de mantenimiento (apartado No sugerimos
6.2.2) o nunca prescribirlo sin dar una clara explicación a los padres o tutores acerca de Evidencia: BTS 1+
Recomienda: ✘ ✘
los posibles efectos colaterales neuropsiquiátricos graves.
¿Descontrol? Antes de subir un paso revisar adherencia, técnica de inhalación, exposición irritantes/alérgenos, comorbilidades
Control:
Punto de buena práctica
en niños con mAPI (+) CSI(A)
Síntomas PRN en cuadro agudo (viral)
1 Rescate:
1-2 veces al mes CSI(B) + SABA
Rescate: SABA** (inhalador separado)
3 o más veces 2
Síntomas
casi diarios o
Diario:
despertar por Diario: CSI(M) Diario: CSI(M)
CSI(B) + montelukast*
asma una o más
veces/semana
3
Rescate:
Rescate: SABA** SABA + CSI(M) SABA** o SABA + CSI(B)
Saliendo de crisis
Especialista
4 Diario:
Diario: CSI(A) Diario: CSI(A)
Igual, además de CSI(M) + montelukast*
Especialista
alteración en la
función pulmonar Rescate: SABA** Rescate: SABA** /o/SABA
SABA + CSI(A) + CSI(M)
5
No se inicia aquí: No existe una definición clara de asma grave en este grupo etario. La mayoría de los niños
Especialista
asma grave
(solo si hay preescolares que no se controlan con el tratamiento paso 4 tienen comorbilidades no
descontrol atendidas o diagnóstico diferencial. Para manejo con evidencia D, vea texto.
con paso 4)
PRN = por razón necesaria *Especialmente con rinitis alérgica y advirtiendo al paciente de los posibles efectos adversos neuropsiquiátricos
CSI = corticosteroide inhalado
CSI(A) = CSI dosis alta **No existe evidencia para agregar CSI al rescate con SABA en este grupo etario, la evidencia es extrapolada;
CSI(B) = CSI dosis baja por ello, SABA persiste como manejo preferido.
CSI(M) = CSI dosis media Inhalador extrafino: se administra
Dosis equivalencia Dosis media la mitad de la dosis
CSO = corticosteroide oral Dosis baja Dosis alta
FORM = formoterol (dosis diaria)
BDP = dipropionato de beclometasona
LABA = ß2-agonista de BDP, BUD 50-200 μg/día > 200-400 μg > 400 μg BUD = budesonida
acción prolongada
FLUT = fluticasona
(salmeterol o vilanterol) FLUT, MOM, CICLO 50-100 μg/día > 100-250 μg > 250 μg MOM= mometasona
SABA = ß2-agonista
CICLO = ciclesonida
de acción corta
Tiotrop = bromuro de tiotropio
Figura 14. Pasos en el manejo farmacológico del asma en pacientes ≤ 3 años. Para el paso 5, la evidencia es muy limitada; se dará
manejo según la evidencia disponible y el juicio del experto (apartado 7.10). Para un paciente sin tratamiento de mantenimiento,
la columna de la izquierda orienta al médico en qué paso iniciar según la presentación clínica inicial (síntomas en las últimas cuatro
semanas). En medio se indica el manejo preferido y del lado derecho, los manejos alternativos. En un paciente descontrolado, antes de
subir de paso siempre deberá revisarse adherencia al tratamiento, técnica de inhalación, exposición a irritante o alérgenos y comorbili-
dades. La barra vertical a la derecha indica en qué pasos considerar agregar inmunoterapia en pacientes con asma alérgica. En la parte
inferior, las dosis del corticosteroide inhalado. mAPI = Modified Asthma Predictive Index.
Como rescate, en MIA se sugiere prescribir SABA, porque es el único medicamento Rescate SABA
de rescate con evidencia en este grupo de edad. Como punto de buena práctica se indica Sugerimos
Evidencia: SIGN 4, GINA D, GEMA A
el rescate con SABA + CSI, dos inhalaciones de CSI(B) cada vez que se administra Recomienda: BTS D
SABA, en dos inhaladores separados. ? Pregunta clínica 17 Rescate SABA + CSI
Punto buena práctica
6.6.3. Tratamiento pasos 3 y 4 en niños ≤ 3 años, control y rescate Rescate CSI + formoterol
Punto buena práctica
Se manejará el paso 3 en los preescolares con síntomas sugestivos de asma durante varios Diario CSI(M)
días por semana, al igual que en los niños no controlados con paso 2. Respecto a los Recomendamos
Evidencia: SIGN 1+, GINA C,
tratamientos pasos 3 a 5 en este grupo de edad, la evidencia es muy escasa, no existe o GEMA A
se extrapola de otros grupos etarios, especialmente en los medicamentos controladores Recomienda: ✘
De los biomarcadores mencionados como apoyo en el diagnóstico del asma, eosinófilos Monitoreo FeNO
en sangre periférica o en esputo, IgE total o específica y FeNO, en MIA solo se sugiere Sugerimos
Evidencia: BTS 1++, GINA A,
utilizar este último en los lugares donde se cuenta con el equipo y el personal capacitado GEMA C
para su realización, dado que se correlaciona con el nivel de inflamación eosinofílica Recomienda: BTS B, GEMA C
bronquial. ? Pregunta clínica 21
Después de haber logrado un buen control del asma durante por lo menos tres meses,
con una buena función pulmonar, se podría intentar el descenso gradual del tratamiento
farmacológico. El objetivo principal es encontrar el tratamiento mínimo efectivo para
mantener el control de los síntomas, sin exacerbaciones, minimizando los costos y EA
del tratamiento. Otro objetivo es lograr que los pacientes continúen con el tratamiento
de control, con una dosis suficiente del CSI.
La disminución gradual dependerá del tratamiento actual, factores de riesgo y pre-
ferencia del paciente. Entre los factores de riesgo para presentar exacerbaciones durante
el proceso se encuentran el antecedente de exacerbaciones o visitas a urgencias en el
año previo y una función pulmonar reducida (VEF1); otros factores son FeNO elevada,
hiperreactividad de la vía aérea y eosinofilia en esputo.
No se debe intentar la reducción de la medicación si el paciente cursa con una infec-
ción respiratoria, tiene algún viaje programado o en mujeres embarazadas. Se debe ga-
rantizar que el paciente se encuentre comprometido, tener un monitoreo de los síntomas,
función pulmonar y factores de riesgo; en lo posible, proporcionar un plan de acción por
escrito para el manejo de las exacerbaciones.
En general, se recomienda disminuir la dosis del CSI de 25 a 50 % en intervalos
de tres meses, lo que se ha demostrado que es seguro y factible para la mayoría de los
pacientes. Después de disminuir la dosis del CSI se deben suspender los segundos con-
troladores (LAMA, antileucotrienos, LABA).
• Paso 5: para los pacientes con CSI(A) + LABA + CSO, primero se disminuirá la
dosis del CSO (evidencia D), después se dará el CSO en días alternos (evidencia
D). De contar con FeNO o esputo inducido, se puede intentar disminuir el CSO de
acuerdo con la evidencia de inflamación (evidencia B).
• Paso 4: de tener CSI(M) + LABA, se debe disminuir la dosis del CSI a 50 % (evi-
dencia B), porque si se suspende el LABA existe mayor riesgo de exacerbaciones
(evidencia A). Si la combinación que se está utilizando es CSI + formoterol, se debe
disminuir 50 % la dosis de CSI y continuar con CSI + formoterol también como te-
rapia de rescate (evidencia D). También si el paciente está recibiendo CSI(A) + otro
controlador (antileucotrieno), se debe disminuir 50 % la dosis del CSI y continuar
con el segundo controlador (evidencia B).
• Paso 3: si el tratamiento actual es CSI(B) + LABA, se disminuye la frecuencia de
administración de CSI + LABA a una vez al día (evidencia D). Cuando la combina-
ción empleada sea CSI + formoterol, la administración se deberá disminuir a una vez
al día y continuar con la misma por razón necesaria. Si el paciente está empleando
CSI(M) o CSI(A), la dosis se disminuye 50 % (evidencia A).
• Paso 2: si el paciente recibe CSI(A), se puede continuar con la dosis una vez al
día (budesonida, ciclesonida o mometasona); en adolescentes y adultos, se puede
cambiar a la combinación de CSI(B) + formoterol únicamente por razón necesaria
(evidencia A) o bien por rescate, incluyendo control con CSI(B) siempre que se
utilice SABA.
7. Asma grave
Diversos estudios han reportado que de 5 a 10 % de los pacientes con asma tiene asma
grave.35,36 Aun no se dispone de estudios que reporten cifras de prevalencia de asma grave
en México. Lo anterior se debe en parte a la falta de una definición clara del asma grave,
por lo que se confunde a veces un asma descontrolada o un asma difícil de tratar con un
asma grave. Este capítulo se inicia con la definición del asma grave, seguida por el abor-
daje de un paciente con asma descontrolada hasta llegar al diagnóstico de asma grave.
Después se revisa cómo detallar este diagnóstico para que, finalmente, se pueda elegir el
manejo adecuado individualizado.
En 2019, la European Respiratory Society (ERS) y la American Thoracic Society
(ATS) publicaron un documento de consenso acerca del tratamiento en asma grave. Por
ello, aparte de tener las tres guías de referencia de MIA, también los documentos de la
ERS/ATS serán guías de referencia en este tema, tanto el documento ERS/ATS de 2019,
que revisa ciertos medicamentos para el asma grave (sobre todo agentes biológicos),
como el documento más completo de 2014. Igual que en apartados previos, se buscó
evidencia en las guías de referencia para la contestación de las preguntas clínicas clave
de este apartado. Sin embargo, para la parte relativa al camino hacia el diagnóstico, la
evidencia que existe es sumamente reducida. Así, igual que en las guías de referencia,
una buena parte del diagnóstico de asma grave se basará en la opinión de expertos en
México, obtenida mediante un proceso Delphi.
Una vez que se ha confirmado que se trata de asma y que se han manejado las comorbili- Definición
dades, se define como asma grave a aquella que necesita tratamiento con CSI(A) aunado Consenso
Evidencia: No
a un segundo controlador o corticosteroides sistémicos para evitar el descontrol o que Recomienda: No
persiste en descontrol incluso con ese tratamiento. ? Pregunta clínica 22 En conclusión,
el asma grave es aquella que necesita tratamiento paso 5 para mantener el control o que
se encuentra descontrolada incluso con este.
El abordaje del paciente con sospecha de asma grave (figura 15) se inicia con la
identificación de un paciente con asma descontrolada, en quien se tendrá que verifi-
car el apego terapéutico, la técnica de inhalación y el ajuste de la dosis del CSI, para
que el tratamiento sea adecuado para el nivel de la gravedad y se optimice el manejo
si se tratara de asma insuficientemente tratada. Neumólogos españoles desarrollaron
una herramienta práctica que permite evaluar los diferentes aspectos del apego tera-
péutico: el Test de Adhesión a los Inhaladores (https://www.taitest.com). Si persiste
descontrol, una causa no poco común es el diagnóstico erróneo: no se trata de asma,
sino de otra patología de diagnóstico diferencial (apartado 7.4, figura 16 y cuadro 9).
Finalmente, puede considerarse la posibilidad de asma difícil de tratar, la cual con
frecuencia se presenta en pacientes con asma y comorbilidades no manejadas adecua-
damente o con exposición persistente a factores agravantes (figura 16), lo que lleva al
descontrol de la enfermedad.
Por otro lado, también existen pacientes con uso exclusivo de CSO para manteni-
miento y salbutamol para rescate, sin manejo adecuado de CSI y segundos controlado-
res. En el apartado 7.7 se aborda el retiro de los CSO en estos pacientes y cómo ajustar
su tratamiento antes de diagnosticarlos con asma grave.
Por ello, es importante realizar un abordaje sistemático para establecer el diagnóstico
de asma grave, como se explicará con mayor detalle. Cabe mencionar que puede existir
un subgrupo de pacientes que llegan a controlar el asma con tratamiento paso 5 y al in-
tentar desescalarlo presentan exacerbaciones. Este subgrupo también deberá considerarse
como asma grave. En MIA se recomienda que los pacientes con asma grave sean referi-
dos a especialistas en esta patología y, de ser posible, sean tratados en centros de alta es-
pecialidad y por médicos con experiencia (y certificación) para el manejo de asma grave.
¿Asma descontrolada?
Hay descontrol si aplica alguno de los siguientes criterios:
1) Insuficientemente tratada
• ACT < 20 o ACQ > 1.5
- Checar técnica de inhalación y adherencia • El año previo: ≥ 1 hospitalización por exacerbación grave
Ver figura 16
Sí ¿Es asma? No
Figura 15. En el paciente con asma descontrolada, en primer instante se revisará si se encuentra en el paso adecuado del tratamiento y
si existe buena técnica de inhalación y apego terapéutico. Si sigue en descontrol a pesar del manejo paso 4, sería aconsejable confirmar
el diagnóstico de asma completando las pruebas iniciales, incluyendo imagenología (telerradiografía de tórax), función pulmonar
(espirometría) y prueba de inflamación T2 (eosinófilos, IgE total, FeNO). Confirmado el diagnóstico de asma descontrolada a pesar de es-
tar en el paso 4 del tratamiento, se establece asma difícil de tratar. De persistir el descontrol una vez corregidos el apego terapéutico y la
técnica inhalatoria y con la reducción de la exposición a irritantes (entre ellos el tabaquismo) o alérgenos y las comorbilidades, se puede
establecer el diagnóstico de asma grave y proceder a prescribir manejo paso 5. En pacientes ya manejados con paso 5, especialmente
con CSO, se intentará optimizar el manejo inhalado y reducir cautelosamente la dosis de los CSO (apartado 7.7). CSI(M) = corticosteroide
inhalado en dosis media, LABA = β2-agonista de acción prolongada, ACT =Asthma Control Test, ACQ = Cuestionario de Control de Asma,
VEF1 = volumen espiratorio forzado en el primer segundo, CVF = capacidad vital forzada, IgE = inmunoglobulina E, FeNO = fracción exha-
lada de óxido nítrico, AINE = antiinflamatorio no esteroideo, CSO = corticosteroide oral, CSI(A) = corticosteroide inhalado en dosis alta.
Patologías del diagnóstico diferencial (excluye asma) o comorbilidades (presentes conjuntamente con asma)
Cuestionario de Beck
Psicopatología Psiquiatría (ansiedad/depresión)
Figura 16. Patologías de diagnóstico diferencial (en ausencia de asma) o comorbilidades (presentes simultáneamente con asma) en
pacientes ≥ 4 años con sospecha de asma grave. Los rectángulos indican posibilidad alta de participar como diagnóstico diferen-
cial o comorbilidad (o ambas, si el rectángulo abarca las dos columnas). Los triángulos con base ancha a la izquierda indican que
es más probable que se trate de un diagnóstico diferencial; los triángulos con base ancha derecha orientan a que es más probable
la coexistencia con el asma (comorbilidad). Dd = diagnóstico diferencial, ERGE = enfermedad por reflujo gastroesofágico, SEGD = serie
esófago-gastro-duodenal, SNOT-22 = cuestionario Sino-Nasal Outcome Test 22, TAC = tomografía axial computarizada, TACAR = tomo-
grafía axial computarizada de alta resolución, Ig = inmunoglobulina, BD = broncodilatador, DLCO = difusión pulmonar de monóxido de
carbono, PNB = péptido natriurético tipo B, BHc = biometría hemática completa, VSE = velocidad de sedimentación eritrocitaria,
PCR = proteína C reactiva, ANCA = anticuerpos citoplásmicos contra neutrófilos, EGO = examen general de orina.
Al enfrentar a un paciente con asma descontrolada (figura 15) con síntomas recurrentes
y uso frecuente de manejo de rescate, incluso con buena adherencia a los medicamentos
y adecuada técnica inhalatoria, primero se revisa si se está tratando con el paso adecua-
do. Si persiste el descontrol aun cuando esté instaurado el manejo con paso 4, procede Diagnóstico con espirometría
Recomendamos
confirmar la sospecha clínica de asma con una espirometría que permita documentar
Se menciona, sin recomenda-
una curva completa de flujo-volumen. La espirometría debe realizarse antes y después ción explícita
de administrar un broncodilatador, para documentar reversibilidad, y se debe repetir en
Cuadro 9. Diagnóstico diferencial (o comorbilidad) para asma grave en niños ≤ 3 años
Obstrucción/compresión de la
Alteración en el mecanismo de vía aérea central Inmunodeficiencias congéni-
Fibrosis quística
deglución Malformaciones congénitas, tas o adquiridas
incluidos anillos vasculares
Tumor carcinoide u otros
Bronquiolitis, Enfermedades del tejido
Discinesia ciliar primaria Masa mediastinal
bronquiolitis obliterante conectivo
Nódulo linfático
caso de resultado normal en cuanto el paciente esté sintomático, si la gravedad lo per- Eosinófilos en sangre
mite (apartado 5.2.1). Otra opción para un paciente con fuerte sospecha de asma, pero Sugerimos
Evidencia: ERS D, GEMA D
con una espirometría no concluyente, es realizar una prueba de reto bronquial (apartado Recomienda: ERS D
5.2.3). En MIA se sugiere también solicitar biomarcadores de inflamación tipo 2 (T2),
como eosinófilos en sangre periférica y FeNO y, en centros especializados, eosinófilos FeNO
en esputo. Si alguno de estos exámenes resulta positivo, el diagnóstico de asma grave Sugerimos
Evidencia: ERS B
es más probable. ? Pregunta clínica 23 El cuadro 10 muestra algunas propiedades im- Recomienda: ERS B
portantes de los principales biomarcadores de inflamación T2 en el asma grave,5,6,7,37,38
algunos de los cuales sirven para apoyar el diagnóstico y otros para guiar el tratamiento Eosinófilos en esputo
o para establecer el pronóstico. Sugerimos
Evidencia: ERS D, SIGN 3
Recomienda: ERS D
7.4. Diagnóstico diferencial y algunos cuestionarios para aumentar su
sospecha
Las guías de referencia establecen que entre 12 y 50 % de los casos de asma grave po-
drían no ser asma, por lo cual en estos pacientes se tendrán que considerar, además de los
diagnósticos diferenciales para asma leve y moderada (cuadro 4), otras posibilidades que
se resumen en la figura 16 para pacientes ≥ 4 años y en el cuadro 9 para niños ≤ 3 años.
En la figura 16 se observa que algunas de las entidades patológicas pueden actuar como
diagnóstico diferencial (cuando existen en ausencia de asma) y comorbilidad (se presen-
tan simultáneamente con el asma y complican su control), ver apartado 7.5. Para varias
de estas patologías existen cuestionarios que pueden orientar al médico; los resultados
positivos aumentan la probabilidad del diagnóstico. Así, el GERDQ y el Cuestionario
de Carlsson-Dent se emplean para la enfermedad por reflujo gastroesofágico,39 SNOT22
para problemas sinonasales, el Cuestionario de Pittsburg para disfunción de cuerdas vo-
cales,40 Epworth Sleepiness Scale y STOP Questionnaire resultaron útiles para la apnea
obstructiva del sueño41 y Hospital Anxiety and Depression Scale o los Cuestionarios de
Beck, para depresión-ansiedad.
Utilidad
Biomarcador Utilidad en diagnóstico Utilidad en pronóstico Desventajas
para guiar tratamiento
• Complemento
de diagnóstico
de asma cuando
existe cuadro • Parámetro para
clínico sugestivo, guiar tratamiento
pero la espirome- con CSI (inclu-
tría es normal yendo descenso
• No invasivo, fácil Predictor de respuesta de dosis)
de usar, a partir a CSI (en asma leve o • Parámetro de Las concentraciones de óxido
de los 3 años moderada), exacer- adherencia al nítrico pueden alterarse por taba-
FeNO
• Equipo portátil baciones futuras y tratamiento con quismo, atopia, edad, peso, talla,
• Puntos de corte deterioro de función CSI y técnica de sexo o comorbilidades
para descartar pulmonar inhalación
(< 25 ppb) o con- • Predice respuesta
firmar (> 40 ppb, a tratamiento con
> 35 ppb en niños CSI y anti IL-4/
y 20 ppb en asma IL-13
grave) inflama-
ción eosinofílica
tipo 2
• Resultados inconsistentes, y
Niveles altos se han solo en adultos
Relación con VEF1 bajo asociado con buena • Técnica no estandarizada
Periostina Indicador potencial de
y deterioro gradual de respuesta a terapia • Uso solo con fines de inves-
sérica inflamación tipo 2
función pulmonar anti-IL-13 (evidencia tigación
limitada) • Puede alterarse por otras
patologías*
*Dermatitis atópica, rinitis alérgica, esclerodermia, cáncer, fracturas, osteoporosis, insuficiencia renal, cardiopatías.
IgE = inmunoglobulina E, VEF1 = volumen espiratorio forzado en el primer segundo, FeNO = fracción espirada de óxido nítrico, ppb = partes
por billón, IL = interleucina, CSI = corticoesteroides inhalados.
Para el diagnóstico clínico de asma grave se debe considerar que existe falta de control
del asma si se cumple por lo menos uno de los siguientes: ? Pregunta clínica 24 Parámetros de control
Sugerimos
Evidencia: GEMA D, otros
• ACT < 20 (anexos 4 y 5). mencionan
• Dos o más exacerbaciones graves con manejo de un ciclo corto de CSO (de tres o Recomienda: No emiten
más días cada uno) en el año previo.
• Una o más hospitalizaciones por exacerbación grave en el año previo.
• Limitación crónica del flujo aéreo (relación VEF1/CVF < 70 % o VEF1 < 80 %, pos-
retiro oportuno de broncodilatadores), pero que revierte tras un ciclo de CSO (30
mg/día durante dos semanas).
El grupo de trabajo de MIA sugiere, además, para pacientes con asma grave, aplicar
el Cuestionario Simplificado de Calidad de Vida Específico para Pacientes con Asma,
desarrollado por el grupo de trabajo de la doctora Elizabeth Juniper (miniAQLQ). Este
cuestionario, que ha sido validado para idioma español, consiste en 15 preguntas, que
aportan información sobre diversas esferas (dominios) del paciente con asma, como
síntomas, limitación en actividades, función emocional y estímulos ambientales. Cada
pregunta se contesta con base en una escala de 1 al 7, en donde 1 representa la máxima
limitación y 7 ausencia de limitación. La suma de las 15 preguntas se promedia y da
un resultado global, cuyo valor varía entre 1 y 7. Se ha definido que una modificación
de 0.5 en el promedio de la puntuación global o de cada dominio tras una intervención
terapéutica equivale a un cambio mínimo clínicamente importante.48 Existe una versión
pediátrica validada en español, denominada miniPAQLQ49 (anexo 6).
Existe una cantidad considerable de pacientes con asma aparentemente grave manejados
únicamente con CSO de mantenimiento y SABA de rescate. En varios está indicado hacer
un intento de reducir o suspender el CSO, especialmente en aquellos con EA sistémicos o
dosis tan grandes que el riesgo de desarrollarlos es elevado. En ellos se intentará reducir o
suspender el CSO, pero paulatinamente para disminuir el riesgo de caer en descontrol del
asma o el desarrollo de insuficiencia suprarrenal. El médico se puede guiar por pruebas
de laboratorio. Un panel de expertos consideró una dosis diaria de 5 mg o 500 mg anual
aceptable o eventualmente una dosis de 10 mg con máximo 1 g anual.50
No parece apropiado reducir o suspender el CSO en pacientes con granulomatosis
eosinofílica con poliangeítis o con aspergilosis broncopulmonar alérgica, que recaen al
reducirlo, en aquellos con intentos previos fallidos de destete de los CSO o en aquellos con
insuficiencia suprarrenal.50 El panel de expertos desarrolló un algoritmo de cómo se podría
proceder con la reducción del CSO, con la velocidad de reducción dependiendo de la dosis
de mantenimiento del CSO. Se puede encontrar en la publicación original y en el anexo 7.50
Damos una sugerencia de cómo llevar el abordaje, siempre individualizando:51
Una vez que se ha demostrado la necesidad de persistir con tratamiento en paso 5 para man-
tener el control, se puede confirmar que es asma grave. Enseguida se procede al diagnóstico
detallado, que incluye precisar la gravedad de la obstrucción, el endotipo del asma (figuras
2 y 3), descartar parasitosis y, según el caso, solicitar estudios de gabinete o laboratorio
para descartar otras patologías o comorbilidades (figuras 16 y 17, cuadro 9 para niños).
Parámetros de evaluación en los diferentes pasos del manejo del paciente con asma grave
• TACAR • Eosinófilos
• Otro
Resultados que apoyan el Existe descontrol si se Criterios para interpretación Buena respuesta si…
diagnóstico cumple al menos una
condición 1. Gravedad de obstrucción 1. Disminuye dosis de CSI o
1. Espirometría: reversibilidad expresada por el VEF1 posterior CSO (a menos de 50 %)
(parcial) y variabilidad en el 1. ACT < 20 (anexos 1 y 2) al broncodilatador:
tiempo. 2. Disminuye número de crisis
2. ≥ 2 crisis o haber recibido • < 70 %, leve (a menos de 50 %)
2. Eosinófilos en sangre ≥ 4 % ≥ 2 ciclos de CSO (≥ 3 días)
• 60-69 %, moderada
o 300/μL en 12 meses 3. Sin hospitalizaciones
• <60 % moderadamente
3. FeNO ≥ 20 ppb* 3. ≥ 1 hospitalización en 12 grave y grave 4. ACT ≥ 20 o mejora 3 puntos
meses
4. Eosinófilos en esputo ≥ 2 % 2. T2 si eosinófilos en sangre 5. Mejora función pulmonar:
4. Limitación crónica del ≥ 150/μL o FeNO ≥ 20 (en asma ↑ VEF1 ≥ 200mL
5. Estudios de extensión para flujo aéreo (relación grave con CSI alto)
diagnósticos diferenciales y VEF1/CVF < 70 % o 6. MiniAQLQ ≥ 0.5 puntos
comorbilidades (figura 16) VEF1 < 80 % antes del 3. Alergia (una forma de T2)
broncodilatador ante IgE elevada o alguna 7. No efectos adversos
[ERS 2014]) IgE específica positiva medicación (sobre todo a
corticosteroides)
4. Interpretación adecuada de
eosinofilia: descartar o tratar 8. FeNO ≥ 50 ppb: ↓ ≥ 20 %; �
parasitosis FeNO < 50 ppb: ↓ ≥ 10 ppb
9. Disminuyen eosinófilos �
(a menos de 50 %)
*Aumenta la probabilidad de tener asma
Figura 17. Parámetros de evaluación en los diferentes pasos del manejo del paciente con asma grave. Parámetros de evaluación
con sus puntos de corte para el paciente con asma grave, que pueden variar de los que se aplican para pacientes con asma leve-
moderada. Para el diagnóstico detallado, en MIA se recomienda incluir examen coproparasitoscópico y manejo con antiparasitario en
caso positivo, ante la posibilidad de alteración del recuento de eosinófilos en sangre periférica secundaria a esta causa ajena al asma.
Además, es aconsejable no iniciar el manejo con un agente biológico (que prácticamente anula los eosinófilos) en un paciente con
parasitosis activa. Dweik et al.52 recomiendan medición de óxido nítrico exhalado (FENO).
en esputo o elevación de IgE total o específica. Adicionalmente, si se documenta IgE IgE total sérica: Sí
Evidencia: GINA B
específica elevada, la cual se correlaciona clínicamente con los síntomas ante exposi- Recomienda: B
ción al alérgeno, se puede establecer asma eosinofílica alérgica (apartado 4.) Como se
Eosinófilos en esputo: Sí
ilustra en el cuadro 10 y la figura 17, los mismos biomarcadores también pueden apoyar Evidencia: SIGN No 4
en la elección de un agente biológico (los puntos de corte se incluyen en el cuadro 11 Recomienda: D
Como se mencionó desde el inicio de este capítulo, seguimos insistiendo que el primer
paso en el manejo de asma grave es atender adecuadamente todos los factores menciona-
dos en la figura 15 (adherencia a medicación, técnica inhalatoria, exposición a alérgenos
y factores irritantes y comorbilidades, entre otros), porque son la causa de descontrol
en muchos pacientes y en México posiblemente casi la mitad de los pacientes con asma
difícil de tratar se controlaría. Para el manejo de comorbilidades referimos al apartado 10
y para manejo no farmacológico, al apartado 5.1.
Cuando se observa una falla del tratamiento con CSI(M) + LABA en el paso 4 (es
decir, en pacientes con necesidad de manejo en paso 5), existen varias alternativas. La
primera será aumentar a CSI(A) + LABA, sobre todo en pacientes con asma T2; otras
opciones son agregar un tercer agente controlador o un biológico. Como tercer con-
trolador se incluyen antagonistas muscarínicos o macrólidos o, incluso montelukast.
En algunos documentos de referencia se sigue considerando teofilina, pero en MIA se
considera que su efecto benéfico no justifica el riesgo de EA potencialmente graves
debido a la estrecha ventana terapéutica. En algunos pacientes, la adición de un corti-
costeroide sistémico vía oral en dosis bajas (≤ 7.5 mg/día) o bien 40 mg de acetonida
de triamcinolona intramuscular cada 21 a 60 días, según respuesta a dosis única o por
pocos meses,53 podría ayudar al control, aunque existe el riesgo de efectos colaterales
Cuadro 11. Biomarcadores y sus valores de corte para selección de un biológico para el manejo del asma grave
Sugerimos
Evidencia B (GINA, GEMA)
Eosinófilos en sangre ≥ 150-300/μL para dupilumab y mepolizumab, ≥ 300/μL
Recomendación B
para benralizumab y ≥ 400/μL para reslizumab
por el uso prolongado de estos agentes. Asimismo, existe una parte de los pacientes
con relativa insensibilidad a los corticosteroides, relacionada usualmente con obesi-
dad, tabaquismo, deficiencia de vitamina D y aquellos con variante de inflamación
no-T2. Otra opción con efecto inmunosupresor es metotrexate, pero las guías de re-
ferencia emiten una advertencia en contra de su uso por el poco beneficio obtenido
(reduce CSO aproximadamente 3.7 mg/día), en contraste con los frecuentes EA a nivel
hepático y gástrico, entre otros. Para pacientes con crisis asmáticas relacionadas con
aspergilosis broncopulmonar alérgica, algunos antifúngicos pueden funcionar, pero su
utilidad es discutible en pacientes que tienen únicamente sensibilización a hongos por
prueba cutánea. La termoplastia bronquial es uno de los últimos recursos para algunos
pacientes con inflamación no-T2.
En los siguientes apartados y en las ? Preguntas clínicas 26 a 32 se revisan una por
una algunas de estas opciones, incluyendo los agentes biológicos; al final presentamos
algoritmos que pueden ayudar a elegir el biológico adecuado.
El tiotropio es un LAMA. Los metaanálisis del documento ERS/ATS 2019 de asma grave
mostraron que en pacientes adultos con asma grave descontrolados con CSI(A) + LABA, LAMA ≥ 6 años
Recomendamos
agregar 5 μg de tiotropio en dispositivo de niebla fina (igual a dos inhalaciones de Evidencia: ERS/ATS calidad
2.5 μg del Respimat®) puede mejorar la función pulmonar, reducir la pérdida de control moderada, GEMA adulto B,
niños D
del asma y prolongar el tiempo de presentación de crisis. En niños y adolescentes con Recomienda: ERS/ ATS,
asma descontrolada pese a CSI(M) + LABA también se mostró que una dosis de 5 μg se GEMA R2
relaciona con mejoría de la función pulmonar y reducción de la pérdida de control del
asma; sin embargo, en este grupo de edad los resultados no son todavía muy sólidos, aun-
que el perfil de seguridad fue favorable. Por lo anterior, de forma semejante a GINA 2020
y GEMA 5.0, en MIA se recomienda considerar agregar tiotropio al manejo en pacientes
con asma descontrolada con manejo en paso 4 a partir de los seis años.
Comentario 1: la FDA aprobó dosis de 2.5 o 5 μg una vez al día, puesto que mostró
eficacia similar en estudios paralelos en adultos y niños con asma leve-moderada. La
pauta autorizada en México son 5 μg en una dosis al día.
Omalizumab fue el primer anticuerpo monoclonal aprobado hace dos décadas para el
Anti-IgE
uso en asma alérgica grave. Es un anticuerpo humanizado anti-IgE. Reduce el número de Sugerimos
exacerbaciones, el tiempo hasta la primera exacerbación y mejora la función pulmonar Evidencia: ERS/ATS calidad
baja, GEMA A
en comparación con placebo. ? Pregunta clínica 28 La dosis usual es de 0.016 mg/kg/IgE Recomienda (≥ 6 años): ERS/
(IU/mL) por vía subcutánea en una o dos dosis cada cuatro semanas. Más recientemente ATS sugiere, GINA indica “con-
siderar”, GEMA R1
se demostró que existía mayor probabilidad de beneficio en pacientes con eosinofilia
≥ 260/μL o FeNO ≥ 19.5,54 y en otro estudio con eosinófilos en sangre periférica de
≥ 300/μL,55 aunque pacientes que tienen valores fuera de estos rangos también podrían
experimentar beneficio. En México, el omalizumab está aprobado para asma alérgica
moderada a grave a partir de los seis años. En MIA se sugiere su uso como medicación
agregada al manejo paso 5 en pacientes ≥ 6 años de edad con asma alérgica grave.
Con mayor conocimiento preciso de la fisiopatología del asma ya desde inicios de este
milenio, investigadores han mostrado que existen diferentes mecanismos de afectación
pulmonar, la mayoría de ellos con un componente inflamatorio (apartado 4). En un gran Anti-IL5 (mepolizumab)
grupo de pacientes, los eosinófilos desempeñan un papel mayor en el daño pulmonar por ≥ 12 años
Sugerimos
asma, parte de estos pacientes tiene alergia y podrían manejarse con omalizumab, pero Evidencia: ERS/ATS calidad
una parte tienen inflamación eosinofílica no alérgica. La IL-5 promueve la formación varía, GEMA A
Recomienda: ERS/ ATS sugiere,
de eosinófilos a nivel de la médula ósea y aumenta su supervivencia y actividad. Por GEMA R1
ello, los anticuerpos anti-IL-5 (mepolizumab, reslizumab) o dirigidos contra IL-5Rα, la (GEMA para > 6 años)
unidad alfa de su receptor (benralizumab), han mostrado eficacia en asma eosinofílica
Anti-IL5Rα (benralizumab)
grave. ? Pregunta clínica 29 El documento ERS/ATS 2019 de asma grave hizo una ex- ≥ 18 años
hausta revisión y metaanálisis de los hallazgos de los estudios clínicos pivotes con estos Sugerimos
Evidencia: ERS/ATS varía cali-
biológicos, los cuales se resumen en el cuadro 12. Algunos logros trascendentales de dad, GEMA A
estos agentes han sido la reducción en las crisis asmáticas y la reducción en la cantidad Recomienda: ERS/ATS sugiere,
GEMA R1
de CSO de mantenimiento, especialmente con mepolizumab y benralizumab. Aunque
también se observa una reducción en síntomas, mejoría en la calidad de vida y mejoría
de la función pulmonar relacionadas con el asma, estos parámetros no logran un cambio
que se considere clínicamente importante (igual o mayor que el cambio mínimo clínica-
Cuadro 12. Resultados de metaanálisis realizados por ATS/ERS 2019 con cuatro moléculas biológicas contra asma. Eficacia reportada
según parámetro
17.5 % 38 %
RR = 0.63 RR = 0.62
IC 95 % = 0.53, 0.76 IC 95 % = 0.36, 1.06
Reducción % de pacientes
Absoluto: 29.2 % ver- Absoluto: 35.9 versus
con una o más exacerba- No se menciona
sus 46.7 % 51.5 %
ciones
(un estudio asma (un estudio asma gra-
grave: 60 %: 7.5 versus ve: 55 %, 23.3 versus
18.9 %) 52 %)
55 %
RF = 0.45
64 % 33 %
IC 95 % = 0.14, 1.47 Eosinófilos ≥ 300: 67 %
RF = 0.36 RF = 0.67
Frecuencia de visitas a Absoluto: 0.043 versus Eosinófilos 150-300: 40 %
IC 95 % = 0.20, 0.66 IC 95 % = 0.39, 1.17
urgencia/hospitalización 0.180 Eosinófilos < 150: no
Absoluto: 0.05 versus Absoluto: 0.077 versus
(asma grave: 93 %, significativo
0.15* 0.12
Absoluto: 0.02 versus
0.32)
Cambios en VEF1 Menos que CMCI Menos que CMCI Menos que CMCI Menos que CMCI
*Eventos por paciente por año. RF = razón de frecuencia, RR = riesgo relativo, IC = intervalo de confianza intervalo de confianza de 95 %,
CMCI = cambio mínimo clínicamente importante. ACQ = Cuestionario de Control de asma, SGRQ = St George’s Respiratory Questionnaire,
AQLQ= Asthma Quality of Life Questionnaire, CSO = corticosteroide oral, VEF1 = volumen espiratorio forzado en el primer segundo.
mente importante), con excepción de mepolizumab, que mostró una mejoría considerable
en la calidad de vida. Igual que para omalizumab, los subgrupos con mayor recuento de
eosinófilos en sangre periférica mostraron mayor beneficio. En GINA 2020 se menciona
que existe información acerca del uso de mepolizumab en niños, obtenida de un estudio
abierto pequeño no controlado, pero por el momento la evidencia es insuficiente. En
7.9.5. Anticuerpo monoclonal contra la unidad alfa del receptor IL-4 e IL-13:
dupilumab
Otras dos interleucinas cruciales en la inflamación T2 son IL-4 e IL-13. La IL-13 es-
timula la hipertrofia del músculo liso y de las células caliciformes y la producción de
óxido nítrico y junto con IL-4 estimula el cambio de clase de inmunoglobulina de IgG
Anti-IL-4/13Rα
hacia IgE (apartado 4). Por ello, al ejercer un efecto inhibitorio específico de esta vía (dupilumab):
inmunológica, el dupilumab ha mostrado eficacia en patologías con inflamación T2, Sugerimos en ≥ 12 años
Evidencia: ERS/ATS calidad baja,
como el asma eosinofílica grave, pero también en otras patologías alérgicas como la GEMA A
dermatitis atópica. Además, ha mostrado eficacia en la rinosinusitis crónica con poli- Recomienda: ERS/ ATS sugiere
posis nasal. Específicamente para dupilumab, un valor de FeNO elevado podría ser un
marcador predictor de mayor probabilidad de éxito, independientemente del recuento
de eosinófilos, por la relación directa entre la IL-13 y la producción de óxido nítrico.
En congruencia con lo anterior, en los ensayos clínicos únicamente no se ha observado
eficacia con dupilumab en pacientes con FeNO < 25 ppb y eosinofilia < 150/μL.70 Sin
embargo, en pacientes manejados con CSO de mantenimiento, el dupilumab puede ser
eficaz, independientemente del recuento de eosinófilos en sangre. ? Pregunta clínica 30
Durante el curso del manejo con dupilumab se observa una reducción importante de la
IgE sérica y de la FeNO.71
Una vez que el médico haya determinado que se trata de un paciente con asma grave con
inflamación eosinofílica (T2), alérgica o no, llegará el momento de considerar iniciar el
manejo con un agente biológico. Aunque la guía GEMA 5.0 reserva el uso del biológico
únicamente para los pacientes con asma grave descontrolada, en MIA se considera que aun
en pacientes con asma grave controlada se podría agregar un agente biológico, dado que
a largo plazo el uso de CSO (o incluso dosis altas de CSI) pueden causar EA importantes.
El mayor beneficio que se ha documentado con los biológicos es la reducción de crisis
asmáticas y la reducción de la dosis de mantenimiento de los CSO, por lo que se puede
considerar el uso de biológicos como alternativa terapéutica potencialmente ahorradora
de corticosteroides. Dado que todos los biológicos tienen un mecanismo de acción ligera-
mente diferente, habrá mayor o menor posibilidad de éxito con cada uno de ellos según las
características del paciente, por lo que su prescripción deberá individualizarse. También po-
dría suceder que un biológico no funcione o no dé resultados óptimos en relación con otro.
En raras ocasiones se ha descrito la necesidad de usar dos biológicos para controlar el asma.
A fin de prescribir un agente biológico, en primer lugar se debe determinar si se
trata de asma eosinofílica alérgica, en cuyo caso los dos biológicos de primera línea
serán omalizumab o dupilumab y, como segunda línea, benralizumab o mepolizumab.
Para asma eosinofílica no alérgica, en MIA no se emite preferencia para alguno de los
cuatro biológicos.
Con la figura 18 se pretende guiar el médico en su primera elección de biológico, con
base en la endotipificación del paciente y los valores de corte descritos en el cuadro 11.
Empero, las opciones propuestas son sugerencias y otros factores pueden cambiar la
elección del biológico idóneo en cada paciente (cuadros 12 y 13). Además, los puntos
de corte no son rígidos y se tendrá que tomar en cuenta que también los pacientes con
Sí No
Evaluar si se agrega...
• Tiotropio (+ macrólido)
¿Alérgica?� IgE específica (+)
Sí • Biológicos (orden de preferencia)
y síntomas con exposición
-Omalizumab* o dupilumab
-Benralizumab o mepolizumab
No
¿Eosinofilia �≥ 260/μL
No = eosinofílica?
Sí Evaluar si se agrega...
• Tiotropio (+ macrólido)
• Biológicos (orden alfabético) Evaluar si se agrega...
¿FeNO �≥ 19.5 ppb? Sí -Benralizumab
• Tiotropio
-Dupilumab
-Mepolizumab
No -Omalizumab*
¿Tratamiento
paso 4?
¿Eosinofilia �≥ 150/μL Dependiente de corticosteroides
No No
= eosinofílica? sistémicos o con pólipos
¿Tratamiento
paso 5?
Sí Sí
• Termoplastia
*Solo si IgE sérica está entre 30-1300 UI/mL,
mayor probabilidad de respuesta favorable �
con eosinófilos ≥ 260/μL y FeNO ≥ 19.5 ppb
Figura 18. Algoritmo para guiar la selección del biológico inicial en adultos con asma grave, tomando en cuenta indicaciones en
México (recuadro en extremo superior derecho), edad autorizada en nuestro país y probabilidad de eficacia. Aunque los biomarca-
dores pueden guiar en la selección de un agente biológico, también se ha demostrado eficacia en pacientes que no cumplen con
los criterios de este algoritmo, el cual se debe tomar solo como una guía. Existen otros factores, como los económicos y administra-
tivos, que también se tomarán en cuenta para la selección. IgE = inmunoglobulina E, IL = interleucina, FeNO = fracción exhalada de
óxido nítrico.
Cuadro 13. Detalles y dosificación de los anticuerpos monoclonales en asma grave T2 según su indicación oficial en México
(con base en la información para prescribir)
• Asma inicia en
infancia
• Síntomas ac- • Mayor recuento de eosinófilos en sangre (fuertemente • Mayor recuento
tivan con exposi- predictivo) de eosinófi-
Mayor probabilidad de ción a alergeno • Número de crisis último año (fuertemente predictivo) los en sangre
eficacia (eosinófi- • Asma inicia en la edad adulta (fuertemente
los ≥ 260/μL, • Poliposis nasal predictivo)
FeNO ≥ 20 ppb, • CSO de mantenimiento • FeNO alto
pero también
cuando normal)
Asma moderada
Indicación para Asma alérgica per-
Asma severa eosi- a grave con un
México: adicional al sistente moderada Asma grave eosi- Aún no disponible
nofílica no contro- fenotipo o asma
tratamiento de man- o grave no contro- nofílica refractaria en México
lada en adultos dependiente de
tenimiento lada con CSI
CSO
Edad > 6 años ≥ 12 años (≥ 12 años) ≥ 18 años ≥ 12 años
4 semanas (1-3),
Intervalo de dosis 15-30 días 1 mes 4 semanas 15 días
8 semanas (4+)
Evidencia a largo
Sí 4.5 años168 2 años169 Aún no en asma
plazo
• Evaluar riesgo-
Sí en embarazo, beneficio
• Embarazo, no • Embarazo, debe
FDA categoría B, • Embarazo, no
Uso en embarazo y se use No autorizado en evitarse.
pero no iniciar por debe emplearse
lactancia en México • Lactancia, no México • Lactancia, debe
riesgo de anafi- • Lactancia, no
se use evitarse
laxia (GEMA C) debe adminis-
trarse
• Rinosinusitis
Puede mejorar crónica con
Rinosinusitis cró-
Eficaz en otras co- Urticaria crónica rinosinusitis con poliposis
nica con poliposis
morbilidades espontánea poliposis nasal; • Indicación
nasal**
GEPA oficial para der-
matitis atópica
*Para pacientes con asma grave. Para pacientes con asma grave y que toman CSO o para pacientes con asma grave y dermatitis atópica de
moderada a grave como comorbilidad o adultos con rinosinusitis crónica grave con poliposis nasal como comorbilidad, una dosis inicial de
600 mg (dos inyecciones de 300 mg), seguida de 300 mg cada dos semanas. Para adolescentes < 60 kg solo usar las jeringas de 200 mg.
**Ya hay estudios, pero aún no se menciona en las guías de referencia.
FeNO = fracción exhalada de óxido nítrico, CSI = corticosteroide inhalado, CSO = corticosteroide oral, GEPA = vasculitis granulomatosa eosi-
nofílica con poliangeítis, SC = subcutánea, FDA = Food and Drug Administration, GEMA = Guía Española para el Manejo del Asma.
Una proporción considerable de los pacientes con asma grave tiene asma no-T2. El Re-
gistro Internacional de Asma Grave mostró que en 2020 aproximadamente un tercio de
los pacientes con asma grave tiene un endotipo no-T2: 43 % tenía IgE < 150 UI/mL, la
mitad < 300 eosinófilos/μL y 43 %, FeNO < 25 ppb.72 Aunque se han descrito algunas
excepciones, en general este grupo no será candidato a biológicos. Además, son pacientes
que pueden tener una respuesta insuficiente con CSI, incluso con dosis altas.
Existen tres opciones que se pueden agregar al manejo del asma grave en este gru-
po. Ya se mencionaron el tiotropio y macrólidos como medicación adicional. Además,
en los pacientes que presentan frecuentemente broncoespasmo y están descontrolados
a pesar de manejo paso 5, la termoplastia bronquial podría proporcionar beneficios por
algunos años.
La termoplastía bronquial tiene por objetivo reducir la cantidad y capacidad contráctil del
músculo liso bronquial; es un procedimiento que consiste en la aplicación de calor, gene-
rado y controlado por una fuente de radiofrecuencia (65 ºC), mediante un catéter que se
introduce en el árbol bronquial a través del canal de trabajo de un broncoscopio flexible.73,74
Los resultados de los estudios mostraron, en pacientes con asma moderada y grave,
una mejoría significativa de la calidad de vida, del control y reducción de exacerbacio-
nes. La eficacia sobre la reducción de crisis se mantiene tras cinco años de realizar el
procedimiento.75 Sin embargo, con relación con las pruebas de función respiratoria no
se observa mejoría significativa ni tampoco se observa en la disminución del uso de
medicamentos de rescate.73,74
Se puede considerar en pacientes adultos con asma grave no controlada (evidencia B),
en los casos en los que la administración de fármacos biológicos haya fracasado (reco-
mendación B GEMA).
En el cuadro 14 de detallan algunas indicaciones y contraindicaciones para el pro-
cedimiento. En MIA se enfatiza que este procedimiento únicamente se debe realizar en
centros altamente especializados en esta técnica, la cual no está exenta de riesgos y debe
utilizarse solo en pacientes bien seleccionados.73,74
Indicaciones
• Perfil de inflamación asmática no-T2 o con T2 con falla a tratamiento de varios biológicos
• VEF1 > 50-60 %
• Hipersensibilidad conocida a alguno de los medicamentos que se usarán en el procedimiento (lidocaína, atropina y benzo-
diacepinas)
• Manejo de inmunosupresores
• Antecedente ≤ 2 años de crisis asmática con peligro de la vida (admisión a unidad de cuidados intensivos, intubación)
• Coagulopatías conocidas
• Uso crónico de anticoagulantes, medicamentos antiplaquetarios, aspirina u otros AINE que no se pueden interrumpir
CSI(A)= corticosteroide inhalado en dosis alta, LABA = broncodilatador β2-adrenérgico de larga duración, VEF1 = volumen espirado forzado en
el primer segundo; PC20 = dosis de metacolina requerida para provocar una caída del VEF1 de 20 %, AQLQ = Asthma Quality of Life Question-
naire, IPA = índice de paquetes/año, CSO = corticosteroide oral.
Los pacientes menores de cinco años con diagnóstico clínico de asma de difícil con-
trol deben contar en todos los casos con una oscilometría que permita identificar las resis-
tencias de la vía aérea y determinar si hay o no reversibilidad al uso de broncodilatadores,
con lo cual se sustentará el diagnóstico de asma. Por otra parte, la no disminución de la
resistencia indica que debe realizarse protocolo del diagnóstico diferencial. Para ello, di-
versas patologías a considerar se encuentran en el cuadro 9. Al evaluar, sin embargo, es
necesario tomar en cuenta que varias de estas patologías también pueden ser comorbilida-
des, es decir, el paciente además padece del asma. Para un manejo integral se debe evaluar
todas estas posibilidades. Por ello, en MIA se indica referir estos pacientes al especialista.
Para el manejo del paciente pediátrico con asma difícil de tratar aplican los mismos
lineamientos que para el paciente adulto (apartado 7.5): evaluación de la adherencia al
tratamiento y la técnica de inhalación, indicaciones precisas para evitar la exposición a
factores irritantes, incluyendo el humo de tabaco y alérgenos; así como atender cualquier
comorbilidad que puede complicar el control del asma. Asimismo, se investigará la exis-
tencia de factores psicosociales: atender al asma descontrolada del niño en ocasiones es
el único evento que mantiene la familia unida, haciendo que persista en su enfermedad.
Una vez atendido todo lo previo, si el niño sigue necesitando tratamiento del paso 5 o
se descontrola al bajarle al paso 4, se trata de una verdadera asma grave pediátrica. En
este momento estará indicada la endotipificación del asma: es decir, pedir eosinófilos
en sangre periférica, FeNO e IgE total y específica para determinar si hay alergia, si
existe inflamación eosinofílica (T2) o si es un asma no-T2. Para la interpretación de una
eventual eosinofilia en niños, debe recordarse que la parasitosis constituye una posible
causa; en caso de duda, desparasitar y repetir la biometría hemática semanas después.
La gran mayoría de asma grave en niños es asma alérgica, frecuentemente polialergia,
incluyendo alergia alimentaria. El asma eosinofílica no alérgica es menos frecuente y
son raros los niños con asma neutrofílica (GEMA C).
Las sugerencias de MIA para el manejo farmacológico en los niños y preescolares con
asma se encuentran respectivamente en las figuras 13 y 14. Después de aumentar la dosis
del CSI, sigue añadir un segundo o tercer controlador, como los LABA, tiotropio o mon-
telukast. Para el grupo etario de cuatro años en adelante se podría aplicar la estrategia
MART. El tiotropio está autorizado en México a partir de los seis años y existen datos
de seguridad a partir de un año.32 Los miembros de MIA sugieren dejar el uso de los
macrólidos limitado a los adultos. Sin embargo, para el manejo del asma grave en ≤ 3
años, la evidencia es muy limitada y por ello no se indicó manejo en la figura 14. Si no se
logra control con CSI(A), empíricamente se podrían ocupar tratamientos sinérgicos (CSI +
LABA), agregar tiotropio o montelukast. Dosis superiores a 500 μg/día fluticasona rara
vez aumentan el control (GEMA C). Un ciclo corto de siete días de CSO a dosis de 1
mg/kg/día podría ayudar a definir mejora con CSO y la eventual utilidad de un manejo
de mantenimiento a dosis bajas de varias semanas de CSO.
Para los niños con asma alérgica, en MIA se sugiere agregar ITA al manejo de man-
tenimiento de paso 2 a 4, como manejo casual; se podría ocupar una vez que la gravedad
del asma se baje a paso 4.
En preescolares no hay evidencia para eficacia ni seguridad con el uso de biológi-
cos. Para los pacientes de 6 años en adelante omalizumab está indicado en asma alérgica
grave (figura 19). Para mepolizumab existe evidencia en ≥ 6 años (GEMA B), pero aún
no cuenta con autorización para esta edad en México. En pacientes ≥ 12 años de edad
con asma T2 no alérgica, mepolizumab y dupilumab cuentan con aprobación en México;
benralizumab tiene aún pocos estudios en ≥ 12 años78 y por ello hasta el momento solo
tiene autorización de uso para ≥ 18 años.
Para el monitoreo del paciente con asma grave, en MIA se propone utilizar los pará-
metros descritos en el cuadro 15. Se debe considerar el perfil holístico del paciente
con asma grave, por ello recomendamos hacer uso de varios índices, tanto clínicos
como fisiológicos y biológicos (parte derecha de figura 17). Se mencionan en orden
de importancia, establecido mediante proceso Delphi entre los miembros de MIA, con
• ≥ 18 años: benralizumab
(antirreceptor IL-5)
Sí No
Opciones
• Tiotropio
¿Alérgica?� IgE específica (+)
Sí • Biológicos (orden de preferencia)
y síntomas�con exposición
-Omalizumab* o dupilumab
-Mepolizumab
No
¿Eosinofilia �≥ 260/μL
No = eosinofílica?
Sí Opciones
• Tiotropio
• Biológicos (orden alfabético) Opciones
¿FeNO �≥ 19.5 ppb? Sí -Dupilumab • Tiotropio
-Mepolizumab
-Omalizumab*
No
¿Tratamiento
paso 4?
¿Eosinofilia �≥ 150/μL Dependiente �de corticosteroides
No No
= eosinofílica? sistémicos o con pólipos
¿Tratamiento
paso 5?
Sí Sí
Figura 19. Algoritmo para ayudar en la selección del manejo adicional o biológico en niños y adolescentes (≥ 6-17 años) con asma
grave, tomando en cuenta indicaciones en México, edad autorizada en nuestro país (recuadro en extremo superior derecho) y proba-
bilidad de eficacia. Aunque los biomarcadores pueden guiar en la selección de un biológico, también se ha demostrado eficacia en
pacientes que no cumplen con los criterios de este algoritmo, el cual se debe tomar solo como una guía. Existen otros factores, como
los económicos y administrativos, que también se tomarán en cuenta para la selección. IgE = inmunoglobulina E, IL = interleucina,
FeNO = fracción exhalada de óxido nítrico.
Cuadro 15. Parámetros de respuesta para el monitoreo para el paciente con asma grave (incluido CMCI, cuando sea aplicable)79
Desenlace CMCI
3. Cuestionario ACT ≥ 3 puntos para > 18 años, ≥ 2 puntos para pacientes ≤ 18 años
5. Cuestionario miniAQLQ Cambio ≥ 0.5 en el promedio de puntuación global o por cada dominio
sus valores de cambio mínimo clínicamente importante. Para definir si un paciente con
asma grave está respondiendo adecuadamente al tratamiento, en especial a un agente
biológico, el médico se basará en los parámetros clínicos y la función pulmonar (cua-
dro 15, números 1 a 6). Se complementan con los parámetros biológicos, que son más
bien informativos.
El paciente con asma grave requiere un seguimiento riguroso, con consultas por
lo menos cada uno o dos meses. En MIA se sugiere el siguiente esquema para obtener
los parámetros de monitoreo de acuerdo con cada cierto intervalo de tiempo durante las
consultas de seguimiento (figura 20).
Los parámetros biológicos de seguimiento ? Pregunta clínica 31 pueden variar de-
pendiendo del agente biológico utilizado. Comentamos lo siguiente:
Mes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Crisis x
Mantenimiento CSO x x
ACT x x x x x x x x x x x x
Eosinófilos x x
Figura 20. Se resumen las sugerencias de los parámetros para evaluar eficacia de un biológico y la frecuencia de su monitoreo para
las consultas de seguimiento del paciente con asma grave. Los parámetros enmarcados en anaranjado son los más importantes para
tomar la decisión de continuar o no con un biológico; los restantes son informativos. Los tiempos y parámetros marcados no pueden
considerarse rígidos y deberán ajustarse según las condiciones y características de cada paciente y unidad de salud.
Figura 21. Criterios consensuados por un grupo internacional de expertos en asma grave para identificar pacientes súper responde-
dores al tratamiento biológico, 12 meses posteriores de iniciado el manejo.80 VEF1 = volumen espiratorio forzado en el primer segundo,
CSO = corticosteroide oral.
En relación con omalizumab, un estudio mostró que después de cinco años de uso se
logró en algunos pacientes espaciar la dosis de omalizumab y, finalmente, retirarlo, con-
tinuando únicamente con manejo de mantenimiento farmacológico.82 Otra serie de casos
reportó acerca de la descontinuación exitosa del manejo de omalizumab después de seis
años en pacientes con asma alérgica grave con alergia al gato, que simultáneamente reci-
bieron ITA específica.83,84 Aunque la experiencia con el uso de los biológicos anti-IL-5 y
anti-IL-4/13 es todavía limitada hasta este momento, ya existen datos clínicos reportados
de descontinuación de mepolizumab, después de su administración mensual durante tres
años, aunado al tratamiento de mantenimiento habitual para asma: en comparación con el
grupo con placebo de biológico continuar con mepolizumab redujo la tasa de pacientes
en quienes el asma empeoró clínica y funcionalmente (Bel et al., póster, 2020).
Además de las complicaciones generales de cualquier paciente con asma (apartado 8),
en pacientes con asma grave existen algunos aspectos adicionales que se tendrán que
vigilar respecto a otros EA por la medicación y afectaciones emocionales secundarias
que suelen presentar los pacientes con asma grave.
Para el seguimiento del paciente con asma grave también se vigilarán los posibles EA,
tanto de las dosis altas del CSI o CSO, como del agente biológico (o, en su caso el in-
munosupresor). En MIA se sugiere prestar atención especial (aunque no necesariamente
limitarse) a lo siguiente:
Las alteraciones emocionales son más frecuentes en pacientes con asma grave. Se co-
mentan detalles en el apartado 10.2.
7.12.3. Obesidad
Las complicaciones del asma se pueden dividir en tres grupos: efectos adversos de la
medicación, comorbilidades y problemas socioeconómicos. En cuanto a las comorbili-
dades, pueden ser patologías que coexisten con el asma, pero también pueden aparecer
como consecuencia del asma, como ansiedad y depresión, reflujo gastroesofágico (exa-
cerbado por tos), obesidad (por reducción en ejercicio físico), por mencionar algunos
(apartado 10).
El asma puede llevar a problemas socioeconómicos por el costo directo de la me-
dicación y la atención médica, pero también tiene costos indirectos por ausentismo la-
boral, del paciente o de su cuidador, o rendimiento reducido (en el trabajo o la escuela).
Los efectos adversos secundarios a algunos grupos de medicamentos manejados en los
pasos 1 a 4 se mencionan también en los apartados 6.2 y 7.12.
Después de la inhalación de los CSI, una gran proporción de la dosis inhalada (80 a
90 %) se deposita en la orofaringe y se ingiere; después se absorbe a nivel intestinal y
tras pasar por el hígado llega a la circulación sistémica. La fracción deglutida se reduce
notablemente si se administra el inhalador de dosis medida con un espaciador de gran
volumen. Enjuagar la boca después del uso de un inhalador de polvo seco (por ejemplo,
Turbuhaler®, Diskus®) logrará el mismo efecto. Así, finalmente entre 10 y 20 % del
fármaco inhalado se deposita en el aparato respiratorio.86
Existen diferencias importantes en el metabolismo de los CSI. La budesonida sufre
un metabolismo extenso de primer paso en el hígado, lo que implica que la cantidad que
llega a la circulación sistémica (biodisponibilidad) es menor; así el propionato de fluti-
casona, la ciclesonida y la budesonida tienen una baja biodisponibilidad oral (< 1 %).87
La supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal es una preocupación; un meta-
análisis mostró que los CSI exhiben una supresión suprarrenal dosis-dependiente; esta
se manifiesta claramente en beclometasona (8.4 % por 100 μg), menos en budesonida
y fluticasona (3.1 a 3.2 %) y es casi nula en ciclesonida.88 En la vida real, sobre todo se
observa con dosis altas y administración prolongada por meses; no así con dosis medias
o bajas.
Los CSI pueden tener efecto en la disminución de la cantidad de hueso de nueva
formación; esta disminución se atribuye a un efecto directo en la función de los os-
teoblastos. En general, las dosis bajas y medias tienen pocos o nulos efectos sobre la
densidad ósea;89 sin embargo, el riesgo de pérdida ósea es mayor con dosis altas: 12 %
8.1.2. Tiotropio
8.1.3. β2-agonistas
El asma ocupacional96 es el asma inducida por la exposición laboral a agentes que se en-
cuentran en el lugar de trabajo. Es la enfermedad ocupacional respiratoria más frecuente
y se estima que abarca 5 a 25 % del asma de nuevo diagnóstico en la edad adulta.97
Se conocen diversos agentes causales asociados con el desarrollo del asma ocupacional
y se clasifican de acuerdo con el peso molecular; se trata de sustancias capaces de indu-
cir una reacción inflamatoria, así como otras sustancias que tienen más bien un efecto
químico irritante (cuadro 16).
Además de estas asociaciones causales directas existen otros factores relevantes
asociados con el desarrollo del asma ocupacional.
Polvo de cereales, trigo, cebada, Industria panificadora, panadería, pastelería, industria cer-
Cereales y harinas
avena, maíz vecera
Ácido ftálico, ácido trimelítico, anhí- Lugares donde se manipulan resinas, plásticos, como las
Anhídridos ácidos
drido maleico, anhídrido trimelítico industrias químicas y de adhesivos
Sales de níquel, platino, cobalto, cro- Refinerías de platino o donde se lleva a cabo trabajo de puli-
Metales
mo, acero inoxidable mento, esmerilado y curtido
Irritantes
El tratamiento básico consiste en retirar al paciente del sitio de exposición a los agentes
sensibilizantes; mientras más pronto, mejor el resultado. Los síntomas de asma e hipe-
rreactividad bronquial persisten hasta en 70 % de los pacientes después de separarlos del
lugar de trabajo, por lo que requieren tratamiento según los pasos del manejo de manteni-
miento del asma y seguimiento específico continuo según la gravedad de la enfermedad.
9.2. B
roncoconstricción por ejercicio
El broncoespasmo inducido por ejercicio es una condición en la cual existe una broncocons-
tricción (estrechamiento de la vía aérea) durante o inmediatamente después de realizar
ejercicio. Esta definición se aplica a dos circunstancias:
9.2.3. Recomendaciones
La historia clínica de EREA comúnmente se inicia con obstrucción nasal grave que causa
anosmia y que progresa hacia rinosinusitis crónica con pólipos agresivos, que reaparecen
poco tiempo después de la resección quirúrgica. Subsecuentemente se desarrolla asma
eosinofílica moderada o grave (eosinófilos en sangre ≥ 0.5/μL) e hipersensibilidad a
aspirina o AINE con crisis desde minutos hasta tres horas después de la ingesta de este
medicamento. Es causada por un defecto metabólico que resulta en una liberación masiva
de leucotrienos posconsumo de AINE. Una crisis se caracteriza por rinorrea, obstrucción
nasal aguda, irritación de la conjuntiva y una coloración roja intensa en cuello. El bron-
coespasmo puede ser grave y llevar a paro respiratorio, a veces con choque. Es frecuente
que EREA se asocie a asma grave con función pulmonar reducida; su prevalencia en
los pacientes con asma es de 7 %, pero entre los pacientes con asma grave es de 15 %.98
Se diagnostica por historia clínica con exacerbación (grave) del asma después del
consumo de AINE. No se aconseja una prueba de reto con aspirina, solo en centros de alta
especialidad, por el alto riesgo de provocar reacciones graves con broncoespasmo severo.
Una prueba bronquial o nasal con acetilsalicilato de lisina es más segura y podría reali-
zarse en centros secundarios. Hay que considerar que algunos pacientes tienen alergia al
succinato de varios corticosteroides y únicamente toleran fosfato de dexametasona.
Al prescribir AINE se tendrá que preguntar siempre por la presencia de asma y avisar
al paciente que debe detener su administración si el control del asma empeora (GINA,
evidencia A). Sin embargo, generalmente no existe contraindicación para el uso de AINE
en pacientes con asma, a no ser que con anterioridad hayan presentado EA y activación
del asma por estos fármacos (GINA, evidencia A).
El asma es una enfermedad que puede cursar con varias comorbilidades y con frecuencia
la presencia de estas puede dificultar o complicar su diagnóstico preciso o la respuesta
al tratamiento antiasmático. Esto es particularmente relevante en el contexto del asma
grave o de difícil control, en las cuales ciertas comorbilidades son más frecuentes.103 El
tratamiento activo y adecuado de ciertas comorbilidades es importante porque estas no
solo pueden empeorar o precipitar síntomas respiratorios, sino también afectar la calidad
de vida. Algunas comorbilidades específicas, como la RA y el reflujo gastroesofágico, se
han asociado a menor grado de apego al tratamiento del asma, de acuerdo con resultados
de ensayos clínicos controlados, si bien el efecto benéfico real del manejo y control de
las comorbilidades no ha podido ser cuantificado de forma precisa en el asma, por la
gran heterogeneidad de los estudios. Un punto en común de todas las guías de referencia
de MIA es el reconocimiento de la identificación de comorbilidades como una parte del
manejo integral del asma, algunas de las cuales se mencionan a continuación.
10.1. Obesidad
10.1.1. Diagnóstico
Los pacientes con obesidad suelen presentar exacerbaciones frecuentes y una amplia
variedad de síntomas, mientras presentan una función pulmonar poco alterada. En este
contexto, la falta de acondicionamiento físico y la reducción del volumen pulmonar
debido a la grasa abdominal pueden contribuir a la presentación de algunos síntomas
respiratorios, por lo que los resultados de las pruebas confirmatorias para asma pueden
no ser concluyentes.
10.1.2. Tratamiento
10.2.1. Diagnóstico
Estas entidades se han relacionado con mal control del asma y pobre apego al tratamiento,
así como empeoramiento en la calidad de vida relacionada con el asma. La coexistencia
de asma con alteraciones psicopatológicas plantea un escenario complejo para el médico,
ya que los episodios psicopatológicos pueden provocar síntomas respiratorios súbitos o
afectar la percepción del paciente ante ellos (por ejemplo, cuadros de respiración disfun-
cional como síndrome de hiperventilación y disnea por suspiro, disfunción de cuerdas
vocales o tos psicógena). La presencia de algunas de estas comorbilidades, como depre-
sión y ansiedad, son comunes en pacientes con asma grave, ya sea como consecuencias
de esta o como factores asociados.111
10.2.2. Tratamiento
10.3.1. Rinitis
10.3.1.1. Diagnóstico
Debido a la alta coexistencia entre estas dos enfermedades, en la anamnesis del pa-
ciente con sospecha de asma se debe indagar también sobre la ocurrencia de prurito
nasal, estornudos, obstrucción nasal, respiración oral y el uso de medicamentos de
alivio para síntomas nasales. Es importante tomar en cuenta que la RA puede asociarse
con tos debido a descarga retronasal, en ausencia de asma. Algunas mediciones com-
plementarias de utilidad en el diagnóstico de asma, como FeNO, se pueden modificar
en RA. Otras pruebas diagnósticas complementarias para asma, como los retos de
provocación bronquial con metacolina, también podrían ver afectada su especificidad
por la ocurrencia de RA.
10.3.1.2. Tratamiento
El tratamiento con medicamentos con efecto en la vía aérea alta y baja que son usados
para la RA (como corticosteroides de uso tópico) pueden ayudar a optimizar el manejo
del asma;120 el tratamiento con ITA ha demostrado proveer un efecto benéfico adicional
cuando coexisten estas dos enfermedades.121 Probablemente el efecto más importante de
la ITA en relación con estas enfermedades es que constituye el único tratamiento capaz
de modificar la historia natural de la alergia y ha demostrado un sólido efecto preventivo
para inicio de asma como parte de la progresión de la RA en niños;122 adicionalmente,
estudios de seguimiento de cinco a 10 años reportan persistencia de este efecto preven-
tivo inmunomodulador hasta siete años después de su conclusión, cuando la ITA ha sido
utilizada por lo menos durante tres años.123,124
La rinitis no alérgica también es una comorbilidad relativamente común en asma;
un problema frecuente es que suele ser subdiagnosticada, sobre todo en el primer nivel
de salud.125,126
Los síntomas son estridor inspiratorio, tos crónica, voz ronca, sensación de opresión
faringolaríngea y, a veces, sibilancias, pero rara vez disnea. Numerosos pacientes inicial-
mente son diagnosticados con asma, pero presentan pobre respuesta a los broncodilatadores
y a los CSI, obstrucción laríngea inducible que no se acompaña de inflamación tipo 2.
Es más frecuente en mujeres de 20 a 40 años y en pacientes con ansiedad, depresión o
estrés postraumático o patología psiquiátrica de personalidad.
10.4.2. Diagnóstico
La obstrucción laríngea inducible puede ser un diagnóstico diferencial del asma, pero
también puede presentarse como comorbilidad, lo que provoca confusión respecto a la
gravedad del asma. La sospecha clínica del diagnóstico se basa en la presencia de estridor
inspiratorio y la ausencia de disnea, aun con la presencia de tos y, a veces, de sibilancias.
Los síntomas se exacerban, igual que en el asma, por exposición a cambios de tempe-
ratura, frío, infecciones (virales) de las vías respiratorias y ERGE. En la espirometría
se observa una clásica meseta durante la fase inspiratoria de la curva flujo-volumen. Se
confirma con la laringoscopia funcional, con visualización directa de las cuerdas vocales
cerrándose durante la inspiración.
10.4.3. Tratamiento
El reflujo gastroesofágico (RGE) es común en pacientes con asma. Algunas series de ca-
sos han demostrado que la mayoría de los pacientes con asma reportan síntomas de RGE
o tienen alteración en pruebas de pH esofágico de 24 horas.133,134 La naturaleza de esta
relación, sin embargo, es debatible, ya que la respuesta del asma ante los tratamientos
para RGE no han sido concluyentes.135
10.5.1. Diagnóstico
El asma puede inducir RGE por medio de cambios en la presión intratorácica o por efecto
secundario a nivel del esfínter esofágico inferior de algunos medicamentos para asma
(β2-agonistas o metilxantinas como teofilina).
Por otro lado, el RGE puede causar síntomas como ardor torácico o epigástrico o
regurgitaciones o agruras y también es una causa frecuente de tos seca, o puede pro-
vocar broncoconstricción por varios mecanismos como reflejos vagales, microaspi-
ración persistente de contenido gástrico o reacciones inflamatorias neurogénicas. Sin
embargo, no se ha atribuido valor diagnóstico al buscar intencionalmente elementos
de respuesta a los glucocorticoides en pacientes con asma no controlada (BTS/SIGN,
evidencia A).
10.5.2. Tratamiento
No hay evidencia suficiente para afirmar que el tratamiento de RGE mejore los sín-
tomas de asma en niños y adolescentes con RGE y asma. Una revisión de Cochrane
de 12 ensayos clínicos controlados mostró que el tratamiento del RGE no adicionaba
beneficio para la función pulmonar o los síntomas de asma en presencia de ambas
entidades, e incluso se ha sugerido que un tratamiento prolongado (seis meses) con
inhibidores de la bomba de protones puede empeorar el control de algunos casos de
asma y favorecer la presentación de infecciones respiratorias.136 En general, los bene-
ficios del tratamiento anti-RGE (como los inhibidores de bomba de protones) en asma
parecen estar limitados a pacientes tanto con reflujo sintomático, como con síntomas
respiratorios de predominio nocturno.
En pacientes con asma y síntomas sugestivos de RGE puede considerarse una prue-
ba empírica con medicamento antirreflujo, como inhibidores de la bomba de protones,
como se recomienda para la población general. En caso de persistencia de los síntomas,
otros procedimientos específicos como el monitoreo de pH de 24 horas o la endosco-
pia podrían estar indicadas, así como otras modalidades de tratamiento, como agentes
procinéticos, cambios en el estilo de vida e, incluso, funduplicatura cuando el caso lo
requiera.137 No hay evidencia respecto a que el tratamiento anti-RGE tenga potencial
preventivo para síntomas de asma.
Categoría
Medicamento Evidencia de seguridad en el embarazo
FDA
Estudios animales han demostrado potencial teratogénico; sin embargo, la relación directa
Salbutamol no ha sido establecida.148 Es el β2-agonista de acción corta con mayor información disponible C
acerca de seguridad. La meta del tratamiento de control debe ser reducir al mínimo su uso139
Formoterol No hay estudios controlados en mujeres embarazadas. Se han observado efectos terato- C
génicos a dosis elevadas en modelos animales.148 Más información disponible acerca de la
Salmeterol seguridad del salmeterol. Nunca debe usarse como monoterapia139 C
Entre los antagonistas del receptor de leucotrienos, montelukast tiene la mejor evidencia de
Montelukast B
seguridad138,139
Dipropionato y furoato Estudio comparativo con budesonida no mostró diferencias significativas, por lo que algunos
C*
de fluticasona autores ya los consideran categoría B3149*
Dipropionato de Se han observados efectos teratogénicos con la administración parenteral, pero no con la
beclometasona y inhalada, así como supresión suprarrenal con dosis muy altas (modelos animales). No hay C
extrafina estudios adecuados en embarazadas148
Estudios animales han demostrado toxicidad fetal con su administración parenteral pero no
Ciclesonida C
con la inhalada. No hay estudios adecuados en embarazadas.148
No hay estudios controlados en mujeres embarazadas. Modelos animales han mostrado tera-
Tiotropio C
togenicidad a dosis elevadas.148
Es seguro continuarlo durante el embarazo, pero no debe iniciarse durante él por el riesgo de
Omalizumab B
anafilaxia, especialmente después de las primeras tres administraciones150
Dupilumab N/A
Mepolizumab No existe evidencia suficiente que indique riesgo fetal (modelos animales). Los anticuerpos N/A
monoclonales cruzan la barrera placentaria durante el segundo y tercer trimestre, por lo que
Benralizumab actualmente no hay estudios adecuados que evalúen su uso en mujeres embarazadas139,140,147 N/A
Reslizumab N/A
Esteroides sistémicos
Los corticosteroides orales tienen potencial efecto teratogénico, por lo que su uso se debe
Prednisona
restringir al máximo posible y solo indicar en crisis asmática o asma grave.
Metilprednisolona
Respecto al uso de corticosteroides orales en entornos de asma grave y bajos recursos, se C
Dexametasona
necesitan nuevos datos de investigación para aclarar si los beneficios superan los riesgos
Betametasona
potenciales prenatales. Hasta el momento tal uso se debe valorar integralmente151
Hidrocortisona
No se asocia con un aumento de anomalías fetales; sin embargo, su uso deberá priorizarse y
Teofilina solo se aconsejará cuando otros medicamentos de primera línea no se encuentren disponi- B
bles, ya que su rango terapéutico es muy cercano al rango tóxico152
*El furoato de fluticasona, que tiene la menor biodisponibilidad, posiblemente en un futuro podría considerarse B.
Categorías FDA (Food and Drug Administration)
A = estudios controlados no muestran riesgo.
B = puede ser aceptable, sin riesgo en estudios animales.
C = usar con precaución si los beneficios superan los riesgos; no se descarta riesgo.
D = evidencia positiva del riesgo, uso en emergencias si no se dispone de un medicamento seguro.
X = contraindicado en el embarazo.
N/A = no asignada.
Conocemos a la adolescencia como el periodo entre los 10 y 19 años que actúa como
transición entre la pubertad y la edad adulta.153 Psicosocialmente, el adolescente debe
equilibrar en esta etapa, su deseo de autonomía, comunicación familiar y relaciones con
los compañeros, con las demandas académicas y vocacionales que se presentan; los
adolescentes con asma, además, deben lidiar con esto en el contexto del manejo de su
enfermedad.154 Por ello, no es de sorprender que esta población sea un grupo vulnerable
en el que se ha evidenciado un mayor riesgo de morbilidad y muerte.
Los adolescentes frecuentemente perciben que el asma los hace diferentes a sus compa-
ñeros, lo que provoca que nieguen su enfermedad y oculten o ignoren sus síntomas, lo
que conlleva a un diagnóstico, una evaluación y un tratamiento insuficientes; de hecho,
a menudo existe una discrepancia entre el nivel de síntomas reportados y los hallazgos
físicos o medidas objetivas del padecimiento.155
El asma en la adolescencia se asocia a mayor riesgo de depresión, ataques de pánico
y trastornos de ansiedad, lo que se hace más evidente entre menos control de los sín-
tomas se tenga. Aunado a esto, síntomas asociados a la ansiedad pueden confundirse o
superponerse con el asma (síndrome de hiperventilación, disnea por suspiro, disfunción
de cuerdas vocales, tos psicógena), lo que puede conducir a un uso excesivo de bronco-
dilatadores, lo que agrava aún más los síntomas (apartado 10.2).5
11.2.2. Diagnóstico
Una historia clínica completa, así como una exploración adecuada siguen siendo la base
para identificar los síntomas compatibles con el padecimiento y su descontrol, así como
para la identificación de diagnósticos diferenciales; aun así, es altamente recomendable
el uso de medidas objetivas siempre que se pueda, sobre todo porque la confiabilidad de
los cuestionarios a esta edad es difícil de establecer.
Idealmente, en un momento de la consulta los adolescentes deben ser vistos solos, por
separado, de modo que los temas delicados como el tabaquismo activo o pasivo, la ad-
herencia al tratamiento y el estado emocional se puedan discutir en privado, guardando
siempre la confidencialidad de la información.156 Se les debe alentar y empoderar siempre
para hacer una correcta transición hacia el autocontrol de su padecimiento,157 adaptando
siempre los regímenes de medicación al estilo de vida del adolescente y organizando
revisiones periódicas para ajustar el tratamiento.
Tanto las estrategias farmacológicas como las no farmacológicas son importantes
en el manejo del asma de los adolescentes, incluida la evitación de alérgenos, la educa-
ción del paciente, el control regular de la función pulmonar y el uso de cuestionarios y
diarios de síntomas.
Es importante promover el abandono del hábito de fumar y evitar el humo de tabaco
ambiental. Se debe fomentar la actividad física debido a sus beneficios generales para la
salud y porque puede reducir el riesgo de que la disnea no relacionada con la obstrucción
del flujo de aire se atribuya erróneamente al asma.5
11.3.1. Diagnóstico
En Estados Unidos, más de uno de cada 20 adultos mayores pueden sufrir de asma, la
cual a menudo se categoriza como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En estos pacientes es común que el asma sea subdiagnosticada, dado que la sensación
de falta de aire, cansancio y mala condición respiratoria pueden interpretarse como parte
del proceso de envejecimiento. Por otra parte, la disnea, la tos y la opresión del pecho
con ejercicio o de predominio nocturno también pueden ser síntomas de cardiopatía o
insuficiencia del ventrículo izquierdo, por lo que el abordaje del paciente adulto mayor
con sospecha de asma debe incluir la toma de un electrocardiograma y una radiografía
de tórax. En cuanto a la espirometría, a partir de los 20 años se pierde de 25 a 30 mL/año
de CVF,158 por lo que los valores normales para la relación VEF1/CVF deben ajustarse
según la edad.
11.3.2. Tratamiento
En principio, el tratamiento del asma en el adulto mayor será igual que en otros pacien-
tes adultos, realizando los ajustes según algunas comorbilidades, incluyendo EPOC,
cardiopatías, diabetes y depresión, entre otras. Se prefiere evitar los β-bloqueadores
para el manejo de la hipertensión en los pacientes con asma, por su efecto opuesto
al de los β2-agonistas. Viceversa, en relación con el uso de β2-agonistas inhalados
en pacientes que padecen algunas cardiopatías, sobre todo las que se acompañan de
arritmias, en MIA se sugiere utilizar dosis bajas de SABA y LABA, pero dada su
superioridad broncodilatadora en comparación con bromuro de ipratropio (anticoli-
nérgico de acción corta), aun en estos pacientes se debe preferir el uso de SABA como
broncodilatador para el manejo de rescate. Adicionalmente, una dosis alta de SAMA
podría causar retención urinaria.
Se debe individualizar el manejo del asma de acuerdo con las condiciones del adulto
mayor. El diagnóstico y manejo de asma se pueden complicar por los cambios propios
del envejecimiento, como la reducción en la fuerza muscular y en la retracción elástica,
o mayor rigidez de la caja torácica, aunados a los cambios inmunológicos inherentes a
esta etapa de la vida (inmunosenescencia).159 En relación con el tratamiento, es preciso
tomar en cuenta la fuerza inhalatoria reducida que pueden tener estos pacientes, por lo
que se prefiere el uso de inhaladores de dosis medida con cámara espaciadora y masca-
rilla sobre los inhaladores de polvo seco. Además, se debe pedir a la familia supervisión
para usar los fármacos.
Se debe vigilar las potenciales interacciones medicamentosas y considerar la po-
sible contraindicación de algunos medicamentos, especialmente de metilxantinas. En
el caso de algunas cardiopatías, podría permitirse el uso cuidadoso de SABA y LABA.
Asimismo, un paciente con diabetes y crisis asmática se podrá manejar con CSO de
acuerdo con la gravedad de la crisis, en cuyo caso el nivel de glucemia deberá ser mo-
nitorizado y, en su caso, ajustado de conformidad con el esquema de medicamentos
hipoglucemiantes.
El cuadro 18 resume los puntos clave de asma y COVID-19. Esta última es una infección
que afecta el aparato respiratorio, causada por el nuevo coronavirus emergente llamado
SARS-CoV-2, el cual se reconoció por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de
2019. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la infección
como pandemia, que ha causado una emergencia sanitaria y social a nivel mundial desde
entonces.160
La infección por SARS-CoV-2 puede afectar a cualquier persona, de forma leve en
la mayoría de los casos; sin embargo, a la fecha ha causado millones de contagios con el
desarrollo de enfermedad grave, manifestada por neumonía y síndrome de insuficiencia
respiratoria aguda grave como principal complicación, asociada a mortalidad que hasta
ahora ha cobrado millones de vidas en todo el mundo.160
El uso reciente de corticosteroides sistémicos se relacionó con aumento de mortalidad por COVID-19
Es importante tener una buena adherencia al tratamiento de mantenimiento con CSI; además, es posible que reduzcan el riesgo
de hospitalización por SARS-CoV-2
Los pacientes con ITA o con asma grave y manejo con agentes biológicos deben continuar con sus esquemas terapéuticos y solo
interrumpirlos temporalmente durante la evolución de la enfermedad por coronavirus
Vacunación:
• Tener asma o utilizar tratamiento biológico contra asma no es contraindicación para las actuales vacunas contra COVID-19
• Se seguirá estimulando la vacunación contra influenza en pacientes con asma
La telemedicina y el uso del flujómetro brindan oportunidades para dar un seguimiento cercano a distancia
Reforzar las precauciones en procedimientos que generan aerosoles (espirometría, flujometría, nebulización)
Los CSI son parte prioritaria del tratamiento de los pacientes con asma. El uso de ellos
con adherencia adecuada impacta contundentemente en el control de los síntomas,
disminuyendo los riesgos de exacerbación. Además, se ha documentado cierto factor
protector del uso crónico de CSI para contraer infección por SARS-CoV-2. En un estu-
dio se observó que los pacientes con asma que requieren hospitalización por COVID-19
tienen bajo uso de CSI comparados con quienes no fueron hospitalizados (48.3 % versus
61.5 %, RM = 0.58, IC 95 % = 0.44-0.77).164
Entre los posibles factores que participan en la protección de los CSI, Peters et al.
reportaron la asociación entre el uso de CSI y la reducción de expresión de los recepto-
res de la enzima convertidora de angiotensina 2 y de la proteasa transmembrana serin-
proteasa 2 (TMPRSS2), lo cual podría implicar que el uso de CSI reduce el riesgo de la
infección por SARS-CoV-2 y disminuye la morbilidad relacionada con COVID-19.165
Estos hallazgos han sido consistentes con los de otro estudio que muestran que una com-
binación de glicopirronio, formoterol y budesonida previene la replicación del coronavi-
rus humano 229E (vía inhibición de la expresión del receptor o fusión endosomal) y que
estos fármacos modulan la inflamación relacionada con la infección por SARS-CoV-2
en el tracto respiratorio.166
Se ha observado que los pacientes en tratamiento con agentes biológicos tienen una
estancia hospitalaria mayor que los que se encuentran en un paso 1 de tratamiento; sin
embargo, aun así la tasa de hospitalización es baja (0.23 %).164 Por esta razón, la terapia
biológica también debe continuar en los pacientes que la están llevando, dado que, por
un lado, suelen ser pacientes más graves, con riesgo de exacerbaciones y, por el otro, el
uso de biológicos no se ha asociado con incremento de riesgo de infección por SARS-
CoV-2. Asimismo, deberá continuarse la ITA. Ambas terapias se deben interrumpir tem-
poralmente durante una infección aguda de COVID-19, al igual que durante cualquier
otra infección intercurrente.
Se reporta menor riesgo de COVID-19 en los pacientes que además de asma tienen
comorbilidades tales como RA y dermatitis atópica;164 reportes previos indican que la
sensibilización alérgica se asocia a menor expresión de los receptores de la enzima con-
vertidora de angiotensina 2, tanto en vía aérea superior como vía aérea inferior, lo que
se traduce un potencial efecto protector.167
Sugerimos ampliar y desarrollar los métodos de seguimiento a los pacientes, fa-
voreciendo incluso el uso la telemedicina, que permita mantener contacto y vigilancia
de adherencia y control para disminuir el riesgo de exacerbaciones. El uso de la con-
sulta o asesoría médica a distancia, con integración de un diario de síntomas y plan
de acción, asociado con la expansión del uso de flujometría son herramientas útiles
que nos apoyan y que debemos difundir. Finalmente, se mantienen las advertencias
de extrema precaución para los procedimientos que generan aerosoles como las ne-
bulizaciones, espirometría/flujometría o endoscopia y posponerlos en pacientes con
sospecha de COVID-19.
Cuando la crisis de asma requiera manejo con CSO, estos se deberán utilizar sin mayores
restricciones y preferir el uso de inhaladores de dosis medida más espaciador/mascarilla
sobre la nebulización, si bien esta puede ser una medida imprescindible en los casos de
crisis grave.
• Diagnóstico incierto aun después de una prueba terapéutica con CSI o CSO, sobre
todo en niños (GINA y BTS).
• Cuando sean necesarias pruebas de reto, las cuales deben ser consideradas en pa-
cientes sin evidencia de obstrucción del flujo aéreo o en la evaluación inicial si otras
pruebas no son concluyentes para asma y cuando se mantenga como posibilidad
diagnóstica (GEMA y BTS).
• Pacientes con características de superposición de asma y EPOC, sobre todo si hay
dudas acerca de las prioridades de tratamiento (GINA).
• Paciente con síntomas de infección crónica o características que sugieran compro-
miso hemodinámico o cardiológico u otra patología pulmonar (GINA).
• Pacientes con síntomas que se mantienen sin control o pacientes que presentan exa-
cerbaciones relacionadas con baja función pulmonar a pesar del uso adecuado del
inhalador y buena adherencia con paso 3 de tratamiento: CSI(A) + LABA). Antes de
referir, dependiendo del contexto clínico, se deberán identificar y tratar factores de
riesgo modificables y comorbilidades (GINA).
• Pacientes que requieran uso frecuente de seguro de salud, por ejemplo, con múltiples
consultas en urgencias (GINA y GEMA).
• Pacientes con asma que requiere uso prolongado de CSO para lograr el control, es
decir, asma corticodependiente (GEMA).
• Personas con asma grave que requieren terapias en centros especializados, como CSO
de mantenimiento, tiotropio, agentes biológicos o termoplastia bronquial (BTS).
• Pacientes con asma difícil de tratar (GINA).
Posterior al alta hospitalaria, todos los pacientes deberían ser valorados por su médico
familiar antes de cinco días. Aquellos pacientes que hubiesen padecido una agudización
grave, deberán ser evaluados por el neumólogo o alergólogo antes de un mes (GEMA
y BTS).
• Sospecha de asma ocupacional, ante la cual será necesario referir al paciente para
pruebas confirmatorias y de identificación de agentes sensibilizantes o irritantes,
proporcionar recomendaciones específicas acerca de la reducción de la exposición y
ajustar tratamiento farmacológico (GINA).
• Síntomas sugerentes de complicaciones o subtipos de asma
• EREA, aspergilosis broncopulmonar alérgica, vasculitis asociada con asma, entre
otros (GINA y GEMA).
• Sospecha clínica de disfunción de cuerdas vocales, poliposis nasal, rinosinusitis,
ERGE, síndrome de apnea-hipopnea del sueño, obesidad (GEMA).
Embarazadas
Se recomienda el seguimiento por especialista de las mujeres con asma durante la ges-
tación (GEMA).
Una estrategia para crear la expectativa de conocer lo que MIA abarca es enviar un
cuestionario electrónico en el que se aborden los puntos principales del contenido a
los miembros de las sociedades participantes. La finalidad es doble: por un lado, evi-
denciar en qué aspectos podría mejorarse el conocimiento y en cuáles se debe enfocar
la educación médica continua y, por otro lado, despertar el interés hacia al contenido
de MIA.
Los integrantes del grupo de desarrollo de MIA impulsarán la creación de un curso
en línea, con módulos interactivos y prácticos. Además, para generar una mayor difu-
sión del documento de actualización referente al tema de asma, con el apoyo del Centro
Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) propo-
nemos darle viabilidad mediante las siguientes estrategias:
• Compartir la liga para descarga digital con los servicios estatales de salud, mediante
el Programa de Enfermedades Respiratorias, para difundir MIA entre el personal
de salud del primer y segundo nivel de atención, desde médicos en servicio social,
médicos generales, hasta médicos especialistas y personal de enfermería.
El asma es uno de los padecimientos más estudiados y, por ende, con mayor número de
publicaciones en el mundo, por lo que el médico en todos los niveles de atención tiene
acceso a múltiples guías, protocolos, algoritmos y lineamientos terapéuticos.
MIA representa un esfuerzo multidisciplinario de diversas asociaciones, colegios y
sociedades médicas de México para homologar criterios de diagnóstico y tratamiento,
tanto en el sistema de salud público como privado. En México, el Sistema Único Auto-
matizado para la Vigilancia Epidemiológica ya considera al asma como prioridad dada
su morbilidad.
En México, el sistema sanitario público está dividido en tres niveles de atención;
el mayor porcentaje de atención de las enfermedades por impacto y frecuencia radica
en el primer nivel, con aproximadamente 70 a 80 %. El papel del médico del pri-
mer contacto es priorizar la prevención y la detección oportuna de las enfermedades,
así como fortalecer la educación del paciente para lograr un adecuado control de las
mismas, particularmente de las denominadas enfermedades crónicas no transmisibles
como diabetes, riesgo cardiovascular y enfermedades respiratorias crónicas como
EPOC y asma.
El médico debe prestar particular atención a las enfermedades crónicas (es decir, un
padecimiento de duración prolongada y de progresión lenta) con el objetivo de procurar
su manejo adecuado acorde con la farmacopea, con la finalidad de lograr un mejor con-
trol del padecimiento, lo que tiene repercusión en los costos directos e indirectos para el
paciente y el sistema de salud, así como mejoría de la calidad de vida.
Por lo mencionado, nos permitimos efectuar consideraciones básicas e importantes
para el primer nivel de atención, considerando los medicamentos con los que se cuentan:
En forma reciente se publicó como sustitución del Cuadro Básico y Catálogo de Insumos
del Sector Salud, el Compendio Nacional de insumos con más de 14 mil claves, el cual
resume la farmacopea por considerar para la prescripción, de acuerdo con el nivel de
atención (anexo 8).
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Pregunta clínica
1
Para complementar el diagnóstico de asma leve o moderada, ¿es de utilidad, cuando estén disponibles, usar biomarca-
dores de inflamación tipo 2 (eosinófilos en sangre o esputo, FeNO, IgE)?
Recomendación
Sugerimos, cuando estén disponibles, usar biomarcadores de inflamación tipo 2 en pacientes en los que se sospecha asma leve-
moderada, junto con la clínica y la espirometría pre y posbroncodilatador. La mayoría de los pacientes tienen asma eosinofílica
(alérgica o no), por lo que encontrar estos biomarcadores elevados puede aumentar la probabilidad de asma. Son de particular uti-
lidad en pacientes con un resultado espirométrico no contundente. Los de primera línea son eosinófilos en sangre ≥ 4 % o ≥ 300/μL e
IgE total elevada o específica positiva a aeroalérgeno; de segunda línea, FeNO ≥ 40 ppb (adulto) y ≥ 35 ppb (niños); y solo en adultos
en centros especializados, eosinófilos en esputo ≥ 2 %.
Justificación
La clasificación por fenotipos (características clínicas observables del genotipo) y endotipos (mecanismos moleculares de daño
inflamatorio) desde pacientes con asma leve o moderada, puede ayudar a identificar a individuos con mayor riesgo de tener una
evolución clínica potencialmente más agresiva y también para guiar el tratamiento. Entre los fenotipos y endotipos descritos en el
asma, se incluye tanto la inflamación tipo 2, que abarca el asma eosinofílica alérgica y el asma eosinofílica no alérgica, así como
la inflamación no-tipo 2, que incluye al asma neutrofílica y al asma paucigranulocítica (figuras 2 y 3). El fenotipo caracterizado por
inflamación tipo 2 es el mejor estudiado actualmente. Además de una historia clínica sugestiva, los resultados de algunos biomar-
cadores específicos pueden ser de utilidad para complementar el diagnóstico y orientar el tratamiento en el contexto del asma
eosinofílica alérgica o no alérgica.
Para establecer el diagnóstico de asma eosinofílica alérgica, se debe confirmar primero el diagnóstico de asma y para definir el
asma como alérgica debe cumplirse con tres criterios fundamentales:
a) Sospecha clínica basada en los antecedentes atópicos (enfermedades alérgicas en la familia o en el paciente, particularmente
dermatitis atópica, rinitis o rinoconjuntivitis alérgica) y en un cuadro clínico sugestivo durante el interrogatorio y la exploración
física del paciente.
b) Demostrar la sensibilización con IgE específica hacia el alérgeno sospechoso, mediante pruebas serológicas in vitro (con ex-
tractos completos o con componentes) o pruebas cutáneas in vivo por el método de punción cutánea.
c) Corroborar que hay correlación retrospectiva (en la historia del paciente) o prospectiva (con un reto controlado y supervisado)
entre los síntomas del paciente y la exposición al alérgeno al cual está sensibilizado (figura 7).
El uso de otras pruebas como la cuantificación de IgE sérica total o la medición del número de eosinófilos en sangre periférica o en
esputo inducido, o la medición de FeNO, son marcadores de inflamación tipo 2 en general y sirve como un apoyo, pero no funda-
mental, para el diagnóstico de asma eosinofílica (alérgica o no alérgica), debido a la alta variabilidad de sus valores predictivos,
tanto positivo (probabilidad de padecer la enfermedad) como negativo (probabilidad de no padecer la enfermedad).
Punto de buena práctica: el grupo de trabajo de MIA sugiere realizar, cuando sea posible, una biometría hemática para medir
eosinófilos en sangre en los pacientes con sospecha de asma como primera línea para fenotipificar asma eosinofílica. Sin embargo,
este resultado debe tomarse con cautela dada la alta prevalencia de parasitosis en México, algunas de las cuales (particularmente
filariasis o por geohelmintos y en 10 % por protozoarios) pueden incrementar el conteo de eosinófilos séricos, lo que podría sesgar
su interpretación al extrapolar los valores predictivos y puntos de corte provenientes de poblaciones con otras circunstancias
sanitarias. En casos cuya historia clínica haga sospechar al médico la coexistencia de parasitosis, se sugiere realizar un examen
coproparasitoscópico de tres determinaciones y desparasitar en caso de ser positivo, con una segunda biometría hemática sema-
nas después.
Punto de buena práctica: aunque algunos biomarcadores T2 pueden utilizarse en niños < 6 años de edad con asma para fenotipificación,
este grupo de edad representa especial dificultad debido a que el asma en algunos de estos pacientes es poco órgano-inespecífica (por
ejemplo, sin encontrar eosinófilos altos en sangre), por lo que en MIA se sugiere interpretar con cautela los resultados de los biomarcado-
res T2 en niños < 6 años y evitar asumir conclusiones con los resultados de un solo biomarcador.
Punto de buena práctica: existen pocos biomarcadores para asma no eosinofílica, y aunque los neutrófilos séricos y el YKL-40 po-
drían elevarse en algunos de estos fenotipos, su utilidad es controvertida y su aplicación práctica es aún muy limitada.
Pregunta clínica
2 Paso 1, control-mantenimiento
En pacientes ≥ 12 años edad con asma en paso 1 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control de los
síntomas y el mantenimiento?
Recomendación
En pacientes con síntomas dos o menos veces al mes, sin factores de riesgo para exacerbaciones, recomendamos utilizar como
tratamiento de control CSI(B) + formoterol en un solo dispositivo, únicamente por razón necesaria para el alivio de los síntomas o
CSI(B) siempre que se utilice SABA de rescate.
Justificación
Se recomienda el uso de CSI(B) + formoterol para alivio de síntomas como tratamiento de control con rescate en pacientes con sín-
tomas dos o menos veces al mes, por la evidencia indirecta obtenida de un estudio doble ciego en el que se compara este régimen
con SABA como monoterapia y con el uso regular de CSI(B) en pacientes con paso 2 de tratamiento.
Los pacientes con síntomas menos de dos veces al mes tienen pobre adherencia al tratamiento de mantenimiento, por lo que
esquemas de tratamiento controlador como CSI(B) + formoterol por razón necesaria o CSI(B) siempre que se utilice SABA son útiles
para disminuir el riesgo de exacerbaciones graves.
Los pacientes que emplean SABA como monoterapia en el tratamiento de mantenimiento tienen mayor riesgo de mortalidad y aten-
ción en urgencias, en comparación con quienes reciben CSI como monoterapia.
Pregunta clínica
3 Paso 1, rescate
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el
medicamento indicado para alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias se recomienda el uso de
CSI(B) + formoterol en un solo dispositivo para el alivio de los síntomas agudos y como alternativa, en orden de preferencia CSI(B)
siempre que se utilice SABA o SABA solo como sugerencia condicional, con la finalidad de reducir frecuencia y gravedad de exacer-
baciones. Desde los 12 años, el CSI recomendado en esta combinación es budesonida (budesonida + formoterol); a partir de los 18 años
puede incluirse dipropionato de beclometasona (beclometasona + formoterol).
En los casos de intolerancia a SABA, se sugiere utilizar una anticolinérgico inhalado como medicación de rescate.
Justificación
La consideración principal para recomendar CSI(B) + formoterol en un mismo dispositivo es la reducción del riesgo de exacerbacio-
nes graves, con evidencia extrapolada de un estudio doble ciego en el que se comparó este tratamiento de rescate versus SABA en
adolescentes y adultos con asma leve elegibles para paso 2, en donde se evidenció reducción de 2/3 en la tasa de exacerbaciones
graves con dosis bajas de budesonida + formoterol por razón necesaria, en comparación con SABA por razón necesaria. No se de-
ben utilizar para este fin las combinaciones de CSI + salmeterol, dado que el efecto broncodilatador con salmeterol inicia lenta-
mente y, además, es un agonista parcial, con lo que se logra una broncodilatación parcial.
Como alternativa sugerimos en orden de preferencia el uso de CSI (dos inhalaciones de dosis baja) siempre que se utilice SABA
(dos inhalaciones de 100 μg), a la luz del conocimiento de las acciones terapéuticas de estos medicamentos y con evidencia indi-
recta de pacientes de 5 a 18 años en el paso 2 de tratamiento en quienes se observó una disminución en la tasa de exacerbaciones
al comparar esta estrategia de rescate con el uso de salbutamol solo.
Sugerimos el uso de SABA como medicación única para rescate solo en el paciente con síntomas, máximo dos veces al mes y sin
síntomas nocturnos. El paciente debe estar asintomático entre los episodios, mantener una función pulmonar normal, no haber
tenido exacerbaciones en el año previo ni presentar factores de riesgo para sufrirlas (evidencia B).
En cuanto a los β2-agonistas de corta acción inhalados, si bien son la primera línea de tratamiento para los síntomas agudos en
niños y adultos, hay que tomar en cuenta que el uso inadecuado o abuso de SABA como monoterapia puede aumentar el riesgo de
muerte por asma (evidencia A) y atención médica urgente relacionada con la enfermedad (evidencia A), incluso con un aparente
buen control de síntomas.
Los beneficios del esteroide inhalado administrado junto con el tratamiento broncodilatador han sido ampliamente estudiados y se
resalta la sugerencia del uso de ambos medicamentos en episodios de sibilancias; la forma y el dispositivo dependerán del abordaje
individualizado, de acuerdo con la región, al acceso a los medicamentos y su costo.
En el raro caso de pacientes con efectos adversos relacionados con SABA, se sugiere el uso de anticolinérgico como alternativa
para rescate. En México, se cuenta con una combinación salbutamol + bromuro de ipratropio, en la cual la dosis de salbutamol
es igual a la del dispositivo con solo SABA, por lo que este medicamento no sería apropiado para pacientes con alta sensibilidad a
salbutamol. No se menciona en ninguna guía de referencia el uso de esta combinación como rescate, sin embargo, hay evidencia
para su manejo en la crisis moderada-grave.
Pregunta clínica
4 Paso 2, mantenimiento
En pacientes ≥ 12 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control de
los síntomas y el mantenimiento?
Recomendación
En pacientes ≥ 12 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento, recomendamos uso diario de dosis baja de CSI para disminuir
síntomas, riesgo de exacerbaciones graves, hospitalizaciones y síntomas inducidos por el ejercicio. Como otra opción preferida se
recomienda manejo de control, únicamente con el rescate usando CSI + formoterol o sugerimos CSI siempre que se utilice SABA,
con la finalidad de reducir el riesgo de exacerbaciones graves en pacientes con pobre adherencia a los CSI.
Justificación
El uso regular de CSI(B) es eficaz para la mejoría de los parámetros clínicos, funcionales y de inflamación bronquial, con una mejor
calidad de vida, reducción de riesgo de exacerbaciones y hospitalizaciones, por lo que constituye la primera línea de tratamiento.
Sin embargo, en pacientes con asma leve se debe considerar la pobre adherencia al CSI de mantenimiento y, con ello, el riesgo de
exposición al uso excesivo de salbutamol como monoterapia de rescate. Por ello, se ha buscado cómo mejorar el manejo de control
en pacientes que solo usan tratamiento de rescate.
El uso de CSI(B) + formoterol, específicamente de budesonida + formoterol, manejando el control con el rescate, disminuye la tasa
de exacerbaciones graves hasta 64 %, en comparación con SABA como monoterapia y no es inferior al uso diario de CSI(B). El uso
regular de CSI(B) comparado con budesonida + formoterol únicamente por razón necesaria tiene efectos benéficos en el VEF1 (30-
50 mL), control de síntomas (ACQ-5 diferencia 0.15) y días libres de síntomas (diferencia promedio de 10.6 días por año).
Sugerimos el uso de rescate con CSI siempre que se utilice SABA, con base en evidencia de un estudio en pacientes elegibles para
tratamiento con paso 2, en los cuales se observó disminución de las exacerbaciones graves en comparación con tratamiento con
únicamente salbutamol de rescate. Esta opción podría ser particularmente útil debido al menor costo versus la otra alternativa de
manejar el control con el rescate con el dispositivo combinado de CSI + formoterol.
Punto de buena práctica: si bien los antagonistas de los receptores de leucotrienos son menos eficaces que los CSI, pueden ser
utilizados cuando los pacientes sean incapaces de utilizar CSI debido a que presentan eventos adversos o en pacientes con asma
muy leve y rinitis alérgica concomitante. Sin embargo, la FDA recientemente ha emitido una alerta acerca de la posibilidad de
eventos adversos neuropsiquiátricos graves (ansiedad, alucinaciones, brotes psicóticos a veces con ideaciones homicidas, suicidio
en adolescentes y adultos; y en niños, terrores nocturnos, entre otros). Por ello, en MIA se sugiere no usar antileucotrienos. En caso
de que el médico considere que el paciente puede ser candidato para estos, debe tomar en cuenta dichos hallazgos.
Los pacientes que emplean SABA en monoterapia por razón necesaria como tratamiento de mantenimiento, tienen mayor riesgo de
mortalidad y atención en urgencias, en comparación con aquellos que reciben CSI como monoterapia.
Pregunta clínica
5 Paso 2, rescate
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el
medicamento indicado para alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se admi-
nistre CSI para alivio de los síntomas agudos, siempre que se utilice SABA; únicamente en los casos en los que a pesar de todos los
esfuerzos no se tenga adherencia al tratamiento de mantenimiento, CSI + formoterol en un solo dispositivo por razón necesaria o
CSI + SABA sin manejo de mantenimiento.
Justificación
La consideración más importante para sugerir el uso de CSI + SABA en pacientes mayores de 12 años como rescate es que los
pacientes en paso 2 deben contar con un tratamiento controlador con CSI de mantenimiento diario, por lo que se podría utilizar
CSI siempre que se utilice SABA en síntomas agudos, con base en evidencia de un estudio en donde se observó disminución en las
exacerbaciones en comparación con rescate con solo salbutamol. Sugerimos el uso de SABA como dispositivo único para rescate,
considerando los efectos benéficos en niños y adultos, sin embargo, se hace hincapié en que el médico tratante resalte la necesi-
dad del seguimiento estricto del tratamiento de mantenimiento.
En pacientes que no cumplen con el tratamiento de mantenimiento, sugerimos practicar el control con el rescate utilizando
CSI + formoterol como monoterapia para rescate, con base en evidencia de dos ensayos clínicos que mostraron que la estrategia de
administración de la combinación budesonida + formoterol en un solo inhalador a demanda disminuyó 64 % la frecuencia de exa-
cerbaciones graves en comparación con SABA por razón necesaria. Además, al compararlos con pacientes con mantenimiento con
budesonida y SABA de rescate, no hubo mayor frecuencia de exacerbaciones, probablemente porque a largo plazo el cumplimiento
del tratamiento de mantenimiento con budesonida en este grupo con poca sintomatología suele ser bajo.
Pregunta clínica
6 Paso 3, mantenimiento
En pacientes ≥ 12 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control-
mantenimiento de los síntomas?
Recomendación
En pacientes ≥ 12 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, recomendamos uso diario de CSI(B) + LABA para disminuir
síntomas, riesgo de exacerbaciones graves y riesgo de hospitalizaciones.
Como manejo alternativo para el control en paso 3 puede considerarse duplicar la dosis del CSI(M) o usar un antileucotrieno en
combinación con CSI(B).
Justificación
Para esta recomendación se toma en cuenta la alta calidad de la evidencia con la combinación CSI + LABA (como reducción en las
crisis asmáticas, mejoría en la función pulmonar, reducción en uso de corticosteroides sistémicos) y la menor eficacia con CSI(M)
o CSI + antileucotrieno. Sin embargo, por la reciente advertencia acerca de efecto neuropsiquiátricos con montelukast, en MIA se
sugiere no usarlo (apartado 6.2.2). Por la alta frecuencia de efectos adversos con teofilina y baja eficacia en control de síntomas y
disminución en riesgo de exacerbaciones recomendamos no usarlo.
Pregunta clínica
7 Paso 3, rescate
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el
medicamento indicado para el alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≥ 12 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se recomienda que se
administre CSI + formoterol en un dispositivo y, como alternativa en orden de preferencia, CSI + SABA en dispositivos separados y
SABA solo.
Justificación
Recomendamos rescatar con CSI + formoterol en un dispositivo con base en las observaciones en pacientes adultos y adolescentes
con ≥ 1 exacerbación en el año anterior, en quienes se observó que el régimen de alivio y mantenimiento con CSI-formoterol (tera-
pia MART) reduce significativamente las exacerbaciones y proporciona niveles similares de control del asma en dosis relativamente
bajas de CSI, en comparación con una dosis fija de CSI-LABA como mantenimiento de tratamiento o una dosis más alta de CSI,
ambos con SABA por razón necesaria (evidencia A).
CSI(B)-formoterol es el tratamiento de rescate preferido para los pacientes a los que se les prescribe el régimen de mantenimiento
y rescate. No se debe utilizar en pacientes que toman medicamentos combinados con CSI-LABA con salmeterol o vilanterol.
Se podría inferir que otras combinaciones de CSI (beclometasona, fluticasona) con formoterol podrían ser eficaces empleadas en
terapia MART, si bien tienen poca evidencia y no aparecen indicadas en la ficha técnica del medicamento. La administración de
beclometasona + formoterol solo está autorizada en individuos de 18 años y mayores.
En pacientes en paso 3 manejados con CSI(M) o CSI + montelukast, se sugiere rescatar con dos inhalaciones extras de CSI junto
con SABA.
Sugerimos el uso de SABA como tercera opción. Aunque sus efectos benéficos como broncodilatador son bien conocidos, en la vida
real existe un riesgo importante cuando se usa como monoterapia en pacientes sin adherencia al mantenimiento (ver paso 1 en
pacientes > 12 años).
Pregunta clínica
8 Paso 1, control-mantenimiento
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control-manteni-
miento de los síntomas?
Recomendación
Recomendamos utilizar CSI(B) siempre que se utilice SABA, conforme evidencia de esta terapia en paso 2 con inhaladores sepa-
rados. En este paso, como alternativa sugerimos utilizar diario CSI(B) en caso de tener adecuada adherencia, a pesar de tener
síntomas esporádicos, reconociendo el beneficio del uso de CSI de mantenimiento de forma temprana (dentro del primer año del
inicio de los síntomas).
Justificación
En niños de 4 a 11 años con manejo paso 1, la primera opción de controlador incluye CSI(B), siempre que se utilice SABA; esta re-
comendación se basa en evidencia indirecta obtenida de un estudio con inhaladores separados que muestran disminución en exa-
cerbaciones, en comparación con rescate con monoterapia de SABA. El uso regular de CSI(B) se sugiere como opción; sin embargo,
debe considerarse la pobre adherencia al manejo de mantenimiento en niños con síntomas poco frecuentes.
Pregunta clínica
9 Paso 1, rescate
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es
el medicamento indicado para alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños de 4 a 11 años con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere el uso de CSI(B)
siempre que se administre SABA para el alivio de los síntomas agudos y como alternativa CSI(B) + formoterol, bajo responsabilidad
del médico, porque su uso está fuera de la indicación autorizada en México (evidencia extrapolada, recomendación D).
Justificación
Para el uso de CSI(B) + SABA como rescate en niños de 4 a 11 años, se cuenta con evidencia extrapolada en niños de 5 a 18 años con
asma leve persistente (paso 2), en quienes se ha observado disminución de las exacerbaciones en comparación con rescate solo
con SABA, por ello se sugiere el uso de CSI siempre que se administre SABA.
El uso de CSI(B) + formoterol está autorizado a partir de los 4 años, sin embargo, solo existe evidencia como rescate paso 2 para
niños ≥ 12 años. Específicamente como terapia MART (usar el mismo inhalador CSI + formoterol como mantenimiento y rescate) en
niños de 4 a 11 años se asoció con menor riesgo de exacerbaciones, en comparación con tratamiento regular (CSI + LABA) + SABA
como rescate. Sin embargo, en las guías de referencia la terapia MART solo se acepta en paso 3 y para mayores de 12 años. Para
México se podría considerar como punto de buena práctica el rescate con CSI + formoterol, bajo responsabilidad del médico, sin
evidencia sólida.
Si bien los b2-agonistas de corta acción inhalados son considerados como la primera línea de tratamiento para los síntomas agudos
en niños y adultos, deben tomarse en cuenta las precauciones sobre su uso inadecuado (ver uso de SABA en rescate en sujetos ≥ 12
años).
Pregunta clínica
10 Paso 2, mantenimiento
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control de
los síntomas y mantenimiento?
Recomendación
En niños de 4 a 11 años con asma en paso 2 de tratamiento se recomienda utilizar dosis baja de CSI para mejorar control de sín-
tomas, función pulmonar, disminución de riesgo de exacerbaciones y de hospitalizaciones. La alternativa es el manejo de control
únicamente utilizando rescate con dosis baja de CSI , siempre que se utilice SABA para disminuir el riesgo de exacerbaciones en
pacientes con poca adherencia al tratamiento.
Justificación
En un estudio en niños de 4 a 11 años con historia de una exacerbación en el año previo, la combinación de CSI + LABA no fue
inferior que CSI(M) para exacerbaciones graves y no hubo diferencia en el control de síntomas o uso de rescate, aun con una dosis
menor de CSI.
Pregunta clínica
11 Paso 2, rescate
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es
el medicamento indicado para alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se
administre lo siguiente en orden de preferencia para alivio de síntomas agudos:
Justificación
La consideración más importante para sugerir el uso de CSI siempre que se utilice SABA en pacientes de 4 a 11 años como rescate
es el hecho de que los pacientes en paso 2 deben contar con un tratamiento controlador con CSI, por lo que se podría utilizar CSI
siempre que se utilice SABA en síntomas agudos y con base en evidencia parcialmente extrapolada de un estudio en niños de 5 a 18
años en paso 2, en quienes se observó disminución en las exacerbaciones en comparación con rescate con solo salbutamol.
El uso de CSI + formoterol está autorizado para mayores de 4 años, sin embargo, solo existe evidencia como rescate paso 2 para
niños ≥ 12 años. Específicamente como terapia MART (mantenimiento y rescate), en niños de 4 a 11 años se asoció con menor riesgo
de exacerbaciones en comparación con tratamiento regular (CSI + LABA) + SABA de rescate. Sin embargo, las guías de referencia
solo aceptan la terapia MART en paso 3 y para mayores de 12 años. En México solo se podría considerar como punto de buena prác-
tica el rescate con CSI + formoterol, extrapolando evidencia desde paso 3.
Como alternativa de tratamiento sugerimos SABA como dispositivo único para rescate, considerando los efectos benéficos en niños
y adultos, sin embargo, hacemos hincapié en que el médico tratante resalte la necesidad del seguimiento estricto del tratamiento
de mantenimiento.
Pregunta clínica
12 Paso 3, mantenimiento
En pacientes de 4 a 11 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control/
mantenimiento de los síntomas?
Recomendación
En pacientes de 4 a 11 años recomendamos tratamiento con CSI(B) + LABA en un solo dispositivo o incrementar a CSI(M), dado que
ambas estrategias se consideran como opciones eficaces en este grupo de edad.
Justificación
Un estudio en niños de 4 a 11 años con historia de una exacerbación en el año previo, la combinación de CSI + LABA no fue inferior
que CSI (M) para exacerbaciones graves, y no hubo diferencia en el control de síntomas o uso de rescate, aun con una dosis menor
de CSI.
Pregunta clínica
13 Paso 3, rescate
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es
el medicamento indicado para el alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños de 4 a 11 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se
administre en orden de preferencia CSI(B) + formoterol en un solo dispositivo, y como alternativas CSI(B) siempre que se adminis-
tre SABA o SABA solo.
Justificación
La consideración más importante para recomendar el uso de CSI(B) + formoterol en un dispositivo para niños de 4 a 11 años se
basa en los resultados de un estudio con terapia MART (budesonida + formoterol administrados en un solo inhalador, tanto como
tratamiento de mantenimiento como de alivio) en niños de 4 a 11 años, en quienes se asoció con menor riesgo de crisis asmáticas
en comparación con tratamiento regular (CSI + LABA) + SABA rescate. Y como segundo punto es que muchos de estos pacientes
ya cuentan con terapia combinada y el uso tanto en mantenimiento como rescate podría mejorar el apego terapéutico y evitar la
necesidad de comprar otro dispositivo. Actualmente en las guías de referencia, la terapia MART está solo aceptada para pacientes
≥ 12 años, sin embargo, se puede utilizar LABA a partir de los 4 años.
En el caso de pacientes en paso 3 manejados con CSI(M) o CSI + montelukast, se sugiere rescatar con dos inhalaciones adicionales
de CSI junto con SABA.
Sugerimos el uso de solo SABA de rescate como tercera opción. Aunque sus efectos benéficos como broncodilatador son bien co-
nocidos, en la vida real existe un riesgo importante cuando se usa como monoterapia en pacientes no adherentes a mantenimiento
(ver paso 1, ≥ 12 años).
Pregunta clínica
14 Paso 1, control-mantenimiento
En paciente ≤ 3 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control-mantenimiento
de los síntomas?
Recomendación
En niños ≤ 3 años de edad con sibilancias intermitentes inducidas por virus, muy aisladas y asintomáticos entre los cuadros, con
Índice Predictivo de Asma modificado (mAPI) positivo se sugiere utilizar dosis altas de CSI (equivalentes a 500-1000 μg de budeso-
nida cada 12 horas por 7 días) únicamente durante los cuadros agudos.
No existe evidencia acerca del efecto en la función pulmonar.
Justificación
El tratamiento intermitente con dosis altas de CSI utilizado al inicio de los síntomas en lactantes y preescolares con sibilancias
episódicas moderadas-graves y con mAPI positivo ha demostrado disminuir la gravedad y duración de las exacerbaciones; se re-
quieren más estudios de seguridad.
Pregunta clínica
15 Paso 1, rescate
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el medica-
mento indicado para el alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 1 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se ad-
ministre salbutamol inhalado para el alivio de los síntomas agudos, con evidencia extrapolada de niños mayores en quienes se ha
observado disminución en la frecuencia de las exacerbaciones. Se indica como punto de buena práctica el uso de CSI(B) siempre
que se administre SABA.
Justificación
Los β2-agonistas de corta acción inhalados son la primera línea de tratamiento para los síntomas agudos en niños y adultos, por
lo que los niños con síntomas aislados (máximo dos al mes) pueden utilizar broncodilatadores a demanda sin tratamiento de
mantenimiento; sin embargo, deben tomarse en cuenta las precauciones sobre su uso inadecuado (ver uso de SABA en rescate de
pacientes ≥ 12 años).
Para el uso de CSI(B) + SABA como rescate en dispositivos separados en niños ≤ 3 años, se cuenta con evidencia extrapolada de
niños mayores y en paso 2 de tratamiento, por falta de evidencia directa se indica su uso como punto de buena práctica.
Pregunta clínica
16 Paso 2, control-mantenimiento
En pacientes ≤ 3 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para control-
mantenimiento de los síntomas?
Recomendación
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 2, se recomienda iniciar con tratamiento con dosis bajas de CSI para el control de los
síntomas durante por lo menos tres meses y evaluar el control en este periodo. En pacientes ≤ 3 años con un patrón de sínto-
mas que sugiere el diagnóstico de asma y con síntomas respiratorios no controlados (episodios de sibilancias), o con historia de
episodios de sibilancias frecuentes (tres o más episodios en tres meses), con factores de riesgo para desarrollar asma persistente
(Índice Predictor de Asma [+]) recomendamos el uso de CSI para disminuir los episodios de exacerbaciones (asma/sibilancias).
Justificación
Los lactantes y preescolares tratados con CSI presentan menos episodios de asma y sibilancias comparados con placebo (núme-
ro necesario para tratar = 7), obteniendo una mejor respuesta los niños con factores de riesgo para desarrollar asma persistente
(mAPI [+]).
Las exacerbaciones graves se pueden presentar incluso en pacientes con síntomas 0-1 a la semana.
En niños ≤ 3 años en quienes el patrón de síntomas sugiera el diagnóstico de asma y tengan síntomas respiratorios no controlados
con episodios de sibilancias frecuentes (tres o más episodios en tres meses), el uso de CSI(B) disminuye las exacerbaciones.
En niños ≤ 3 años se recomienda iniciar tratamiento de mantenimiento con dosis baja de CSI para el control del asma; este trata-
miento debe darse durante al menos tres meses para establecer la efectividad en el control de los síntomas (GINA).
En MIA se sugiere no utilizar antileucotrienos porque el beneficio no supera el riesgo para esta medicación. Ver punto de buena
práctica en pacientes ≥ 12 años.
Pregunta clínica
17 Paso 2, rescate
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 2 de tratamiento que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el
medicamento indicado para el alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≤ 3 años con asma en paso 2 de tratamiento, que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se administre
salbutamol inhalado para el alivio de los síntomas agudos. Con evidencia extrapolada de niños mayores se indica como punto de
buena práctica el uso de CSI siempre que se administre SABA.
Justificación
Si bien, los β2-agonistas de corta acción inhalados son la primera línea de tratamiento para los síntomas agudos en niños y adultos,
por su mayor efectividad y menores efectos secundarios, la consideración más importante para sugerir el uso de SABA es el hecho
de que los pacientes en paso 2 deben contar con tratamiento controlador y apegarse al mismo, por lo que se podría utilizar solo
SABA en síntomas agudos. En la vida real, es frecuente la falta de apego terapéutico del paciente, por lo que al elegir esta opción es
importante que el médico tratante resalte la necesidad del seguimiento estricto del tratamiento antiinflamatorio de mantenimiento.
Para el uso de CSI + SABA en dispositivos separados en niños ≤ 3 años, se cuenta con evidencia extrapolada de niños mayores en
quienes se ha observado disminución de exacerbaciones en comparación con rescate solo con SABA; por ello se indica como punto
de buena práctica el uso de CSI siempre que se administre SABA.
Pregunta clínica
18 Paso 3, control-mantenimiento
En pacientes ≤ 3 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, ¿cuál es el medicamento indicado para el control-
mantenimiento de los síntomas?
Recomendación
En pacientes ≤ 3 años con asma, recomendamos tratamiento con dosis media de CSI para control de síntomas, y disminución de
exacerbaciones. No hay evidencia consolidada sobre usar la combinación con LABA o antileucotrienos.
Justificación
En relación con el uso de antileucotrienos, la recomendación es tomada de los resultados obtenidos en niños de mayor edad;
respecto del uso de LABA, son insuficientes los datos de eficacia y seguridad. En un estudio de ocho semanas en pacientes con esta
combinación no se demostró ninguna diferencia significativa entre la combinación de salmeterol con propionato de fluticasona
(dosis baja) versus fluticasona (dosis media) sola.
Pregunta clínica
19 Paso 3, rescate
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, que experimenten episodios de sibilancias, ¿cuál es el
medicamento indicado para el alivio de los síntomas agudos?
Recomendación
En niños ≤ 3 años de edad con asma en paso 3 de tratamiento, que experimenten episodios de sibilancias, se sugiere que se admi-
nistre salbutamol inhalado para el alivio de los síntomas agudos. Con evidencia extrapolada de niños mayores se indica como punto
de buena práctica el uso de CSI siempre que se administre SABA.
Justificación
Si bien, los β2-agonistas de corta acción inhalados son la primera línea de tratamiento para los síntomas agudos en niños y adultos,
por su mayor efectividad y menores efectos secundarios, la consideración más importante para sugerir el uso de SABA es el hecho
de que los pacientes en paso 3 deben contar con un tratamiento controlador antiinflamatorio y apegarse al mismo, por lo que se
podría utilizar SABA solo en síntomas agudos. En la vida real, es frecuente la falta de apego del paciente, por lo que al elegir esta
opción es importante que el médico tratante resalte la necesidad del seguimiento estricto del tratamiento de mantenimiento.
Para el uso de CSI + SABA en dispositivos separados en niños ≤ 3 años se cuenta con evidencia extrapolada de niños mayores en
paso 2 de tratamiento, por ello se indica como punto de buena práctica el uso de CSI siempre que se administre SABA.
Pregunta clínica
20
En algunos pacientes con asma alérgica controlada leve a moderada (pasos 2 a 4 de tratamiento), ¿la ITA (ITSC o ITSL)
puede ofrecer beneficio terapéutico cuando se adiciona a los medicamentos de control?
Recomendación
Se sugiere considerar agregar al tratamiento de mantenimiento del asma la inmunoterapia específica con alérgenos (ITA) en
algunos pacientes con asma alérgica (confirmada por alergólogo) controlada leve a moderada (pasos 2 a 4 de tratamiento), ya sea
subcutánea (ITSC, a partir de los 5 años) o sublingual (ITSL, a partir de los 3 años).
Justificación
La evidencia de estudios comparativos de costo y eficacia de ITA contra farmacoterapia para asma es limitada.
Las guías de referencia abordan la ITA para asma con criterios heterogéneos, que usualmente reflejan las realidades sanitarias
de sus países originarios, y con mucha cautela en sus recomendaciones, en contraste con su uso más abierto en algunos países
de Europa y Latinoamérica. Por ejemplo, BTS/SIGN, pese a reconocer el efecto benéfico de la ITA en asma (con evidencia 1++), no
recomienda su uso, argumentando principalmente el riesgo de eventos adversos (con ITSC) y la alta heterogeneidad de los estudios
(relativos a ITSL). La regulación sanitaria actual del Reino Unido solo autoriza ITA para rinitis alérgica. Las actualizaciones de GINA
desde 2018 recomiendan respecto a la ITSC ponderar beneficio contra riesgo y costo. En el algoritmo de tratamiento para pacientes
≥ 12 años, GINA aprueba, con base en resultados de un metaanálisis, usar una tableta de ITSL con extractos de ácaros en adultos
con rinitis alérgica y asma alérgica en pasos 3 y 4 de tratamiento, no bien controlados con CSI y con función pulmonar suficiente
(evidencia B). Estas recomendaciones están en línea con la legislación de salud de algunos de los países que colaboran con GINA,
y que son tradicionalmente muy cautelosos para recomendar más abiertamente el uso de ITA en asma, en contraste con otras
regiones, como algunos países de Europa y Latinoamérica. Por otra parte, GEMA 5.0, está a favor de considerar la ITSC en adultos
con asma leve a moderada (pasos 1 a 4 de tratamiento, evidencia A) e ITSL desde la edad pediátrica (en pasos 2 a 4 de tratamiento,
evidencia B).
Punto de buena práctica: es deseable que los pacientes o tutores otorguen por escrito su consentimiento para el empleo de la ITA,
previo pleno conocimiento de las ventajas y posibles eventos adversos, particularmente para ITSC, por el riesgo de eventos adversos
(de aproximadamente 0.5 %).
Pregunta clínica
21
En pacientes de diferentes grupos de edad con asma leve a moderada y en caso de estar disponibles, ¿son adecuados
algunos biomarcadores de inflamación tipo 2 (eosinófilos en sangre o esputo, FeNO, IgE) para monitorear el tratamiento?
Recomendación
En MIA se sugiere utilizar la medición de la FeNO en niños y adultos para guiar el tratamiento del asma leve a moderada con CSI o
CSO. No se recomienda basar el seguimiento de estos pacientes en el conteo de eosinófilos en sangre o esputo ni con determina-
ción de IgE total o específica.
Justificación
Pese a que su uso aún no es rutinario en la mayoría de los centros que atienden pacientes con asma, consideramos que la FeNO
puede ser utilizada en cualquier nivel de atención para el monitoreo del tratamiento con esteroides de los pacientes con asma. El
tratamiento guiado por FeNO reduce significativamente las tasas de exacerbación, principalmente en niños (GINA 2020, GEMA 5.0).
Punto de buena práctica: El seguimiento debe realizarse de uno a tres meses después de iniciado el tratamiento; sin embargo, no
hay un consenso definitivo sobre la frecuencia óptima de monitorización del asma con FeNO.
Punto de buena práctica: Recomendamos que el monitoreo del tratamiento del asma no grave se lleve a cabo principalmente usan-
do parámetros clínicos y pruebas de función pulmonar. Además de la FeNO, el grupo MIA no recomienda en uso de otros biomarca-
dores de inflamación tipo 2 como monitoreo, ya que no se ha demostrado su utilidad para valorar la respuesta al tratamiento (como
IgE sérica total) y son susceptibles de ser modificados por factores externos que afecten sus resultados, y con ello su validez como
parámetro de monitoreo (por ejemplo, eosinófilos en sangre, en caso de parasitosis o uso de CSO), ver cuadro 10.
Pregunta clínica
22
¿Cuál es la definición del asma grave?
Recomendación
El asma grave se define, una vez que se haya confirmado que es asma y que se hayan manejado las comorbilidades, como el asma
que necesita tratamiento con dosis altas de corticosteroides inhalados (CSI) aunado a un segundo controlador o corticosteroides
sistémicos, para evitar que se descontrole o que incluso con este tratamiento persiste en descontrol. En conclusión: un asma que
necesita tratamiento paso 5 para mantener el control o que aun así esté descontrolada (evidencia D, opinión de expertos)
Justificación
Las guías de referencia hacen énfasis en que no todos los pacientes descontrolados son pacientes con asma grave. El asma en un
paciente que tiene indicado tratamiento paso 4 o 5 y todavía no se controla se denomina “asma difícil de tratar”. El asma grave es
un subgrupo de esta.
En pacientes con asma difícil de tratar primero se tiene que confirmar que es asma. Una vez confirmado que es asma, más de la
mitad de estos pacientes tienen descontrol por razones ajenas a la enfermedad como tal, ver figura 15.
Si no se controlan los síntomas una vez atendidos estos factores, se aumentará el tratamiento a paso 5 durante al menos seis me-
ses, y se intentará bajar a paso 4. El asma que necesita paso 5 de tratamiento para mantener el control o que aun así esté descon-
trolada se denomina asma grave.
Para la definición de control ver apartado 7.6.
Pregunta clínica
23
En pacientes de diferentes grupos de edad con asma grave ¿son adecuados algunos marcadores de inflamación tipo 2
(eosinófilos en sangre o en esputo, FeNO, IgE, periostina), en caso de estar disponibles, para complementar el diagnós-
tico y establecer el nivel de gravedad?
Recomendación
Sugerimos usar algunos biomarcadores de inflamación tipo 2 (eosinófilos en sangre, FeNO y, en centros especializados, eosinófilos
en esputo) como complemento diagnóstico del asma grave, particularmente para fines de endotipificación y como marcadores de
gravedad del asma, completando otros parámetros.
Sugerimos no usar IgE sérica total ni periostina como parámetros biológicos para establecer asma grave. La IgE total puede usarse
para guiar el tratamiento en caso de prescribir omalizumab (apartado 7.9.3, grado de recomendación: condicional). Algunas carac-
terísticas de los biomarcadores de inflamación tipo 2 se resumen en el cuadro 10.
Justificación
En pacientes con sospecha de asma grave, el recuento de eosinófilos en sangre periférica ≥ 300 células/mL puede apoyar la
sospecha de asma eosinofílica, con buena correlación con la gravedad de la enfermedad y el riesgo de exacerbaciones. Estudios
transversales en asma grave han indicado utilidad de la FeNO como medida simple y no invasiva para la predicción de deterioro
en la función pulmonar y riesgo de exacerbaciones. El umbral diagnóstico de la FeNO en asma grave es de 20 ppb (a diferencia del
criterio de > 40 ppb como complemento diagnóstico en asma leve-moderada), por la imposibilidad de retirar el efecto de los CSI
(A) o CSO en estos pacientes. En adultos con sospecha de asma grave se puede indicar recuento de eosinófilos en esputo (umbral
diagnóstico de 2 %), aunque el procedimiento tiene dificultad técnica y poca estandarización, por lo que en MIA se sugiere solo
cuando se disponga de personal altamente entrenado y asma relativamente estable.
Los niveles de IgE sérica total tienen poca correlación con la gravedad del asma y si bien un valor alto para la edad apoya la po-
sibilidad de que se trate de un patrón atópico y es un indicador de utilidad para dosificar omalizumab, por sí solo constituye un
biomarcador muy limitado para establecer asma grave.
La periostina sérica, una proteína de matriz celular inducida por IL-13, es un parámetro potencialmente indicador de inflamación
tipo 2, pero ha mostrado resultados inconsistentes. Actualmente se usa solo para fines de investigación en adultos y no se tiene
experiencia de su uso en México, por lo que en MIA se sugiere no considerarlo como biomarcador de asma grave en el momento
actual.
Pregunta clínica
24
Para la definición clínica de asma grave, ¿qué parámetros son de importancia?
Recomendación
Sugerimos que para la definición clínica de asma grave se tomen en cuenta los siguientes parámetros:
Como punto de buena práctica sugerimos, además, agregar una valoración de la calidad de vida: miniAQLQ.
Justificación
Como ya se comentó en el apartado 7.5, el parámetro clave para la definición del asma grave es la dependencia de corticosteroides:
el uso de CSI a dosis altas o hasta corticosteroides sistémicos debe ser necesario por lo menos durante seis meses para mantener
el control de la enfermedad para poder hablar de asma grave. Para la valoración clínica de control en pacientes con asma existen
diversos parámetros. El ACQ es un cuestionario completo de preguntas acerca de la sintomatología del paciente con asma y del
resultado de la espirometría. En caso de contar con espirómetro, deberá considerarse realizar el estudio. Sin embargo, para nues-
tro país por el aún limitado acceso a la espirometría en diversos lugares, es más práctico el uso del ACT y el ACT pediátrico, que
solo contienen preguntas de sintomatología (anexos 4 y 5). La frecuencia de las exacerbaciones graves y la reducción de la función
pulmonar también son parámetros de suma utilidad para el diagnóstico operacional del asma grave.
*En el contexto de la obstrucción se define por una relación VEF1/CVF menor al límite inferior a la normalidad (LIN).
Pregunta clínica
25
En pacientes de diferentes grupos de edad con asma grave, ¿son adecuados algunos marcadores de inflamación tipo 2
(eosinófilos en sangre o esputo, FeNO, IgE, periostina), en caso de estar disponibles, para orientar el inicio del trata-
miento con anticuerpos monoclonales (paso 5)?
Recomendación
Se recomienda el uso de algunos marcadores de inflamación tipo 2 (IgE sérica total, eosinófilos en sangre o esputo y FeNO) en el
asma grave para orientar el tratamiento con anticuerpos monoclonales (en paso 5). Sugerimos no usar periostina como biomarca-
dor de rutina para orientar el tratamiento en asma grave.
Justificación
Los biomarcadores de inflamación tipo 2 (cuadro 11) pueden ayudar a orientar el tratamiento en asma grave cuando se desee
iniciar manejo con biológicos (anticuerpos monoclonales). Los niveles séricos de IgE total (variación entre 30 a 1300 UI/mL, según
la edad) son de utilidad para dosificar el omalizumab, pero no son capaces de predecir adecuadamente el grado de respuesta del
paciente. Un conteo de eosinófilos séricos con rangos variables (150-300/mL, según la fuente) se ha considerado un parámetro
predictor de respuesta a terapia anti-IL-4/IL-13 y anti-IL5/5R. Sin embargo, la evidencia de la eosinofilia sérica como parámetro
de respuesta al tratamiento ha tenido resultados contradictorios en algunos estudios. Los eosinófilos en esputo de 2 % predicen
una respuesta adecuada al tratamiento con CSI, anti-IL-5, y anti-IL-4/IL-13, pero solo deben realizarse en centros especializa-
dos. A diferencia del asma leve-moderada, en asma grave la utilidad de FeNO para predecir la respuesta a CSI es limitada, pero se
ha relacionado como predictor de respuesta para omalizumab, anti-IL-5 y IL-5R con un punto de corte de 20 ppb (≥ 25 ppb para
dupilumab).
La determinación de periostina se ha sugerido como parámetro para predecir la respuesta con lebrikizumab, un anticuerpo mono-
clonal anti-IL-13 humano, aunque con resultados inconsistentes y sin experiencia de su uso en México.
Punto de buena práctica: la decisión de usar anticuerpos monoclonales en un paciente con asma no debe ser tomada solo con base
en los resultados de biomarcadores, ya que se requiere una valoración integral basada en criterios clínicos.
Punto de buena práctica: existen pocos biomarcadores para asma no eosinofílica y aunque los neutrófilos séricos y el YKL-40 po-
drían elevarse en algunos de estos fenotipos, su utilidad es controvertida y su aplicación práctica es aún muy limitada.
Punto de buena práctica: el uso e interpretación de biomarcadores de inflamación tipo 2 en asma grave siempre debe hacerse en
centros terciarios de referencia especializados en asma. La decisión de uso de estos biomarcadores debe hacerse de acuerdo con
el cuadro clínico, la sospecha diagnóstica y la disponibilidad del biomarcador.
Pregunta clínica
26
¿Se debe usar un antagonista muscarínico inhalado de acción prolongada (LAMA) en pacientes ≥ 6 años de edad con
asma en el paso 5?
Recomendación
Para pacientes ≥ 6 años de edad con asma descontrolada, a partir del paso 4 recomendamos agregar tiotropio para mejorar la
función pulmonar y reducir la pérdida de control. En adultos, además, puede aumentar el tiempo hasta la primera crisis asmática
(adulto: calidad de evidencia moderada, grado de recomendación fuerte; niño: calidad de evidencia baja, grado de recomendación
fuerte).
Justificación
Siguiendo los lineamientos de las guías de referencia y la evidencia expresada en ellas, recomendamos para México agregar tio-
tropio a partir del paso 4 (CSI dosis media más otro controlador) si existe descontrol, poniendo alta importancia en la reducción de
exacerbaciones y el mejor control de los síntomas. Conscientes de que al agregar un tercer controlador aumenta el costo mensual
del tratamiento del asma, consideramos que reducir la frecuencia de las crisis asmáticas a lo largo conlleva un balance positivo en
el costo-beneficio. Además, tiotropio tiene un perfil de seguridad favorable tanto en niños como en adultos, conforme evidencia
extrapolada de estudios realizados en pacientes con asma moderada.
Pregunta clínica
27
En pacientes con asma grave, ¿se debe usar algún macrólido (azitromicina o claritromicina) para reducir la frecuencia
de las exacerbaciones?
Recomendación
En adultos con asma grave, paso 5, descontrolados sugerimos una prueba terapéutica con dosis baja de azitromicina o claritromi-
cina por meses, para reducir la frecuencia de las exacerbaciones (calidad de evidencia baja, recomendación débil).
En niños y adolescentes (12-17 años) con asma grave sugerimos que no se usen azitromicina o claritromicina para reducir la fre-
cuencia de las exacerbaciones (calidad de evidencia baja, recomendación condicional).
Justificación
Por su efecto inmunomodulador y antibacteriano, un estudio mostró reducción de exacerbaciones en asma grave en adultos. El
metaanálisis de la ERS/ATS concluyó que es igual de eficaz en asma eosinofílica y no eosinofílica. Sin embargo, tanto GINA como
GEMA 4.4 solo aconsejan un macrólido para asma no-T2. Para niños y adolescentes se aconseja contra su uso, por falta de eficacia
en un estudio y por el posible riesgo de desarrollar resistencia antimicrobiana. Al prescribirlo el médico tiene que tomar en cuenta
que es un uso fuera de la indicación autorizada en México. Las dosis usadas fueron 250 a 500 mg de azitromicina tres veces por
semana, durante 26 a 48 semanas; y 600 mg de claritromicina cada 12 horas por 8 a 16 semanas.
Punto de buena práctica: antes de iniciar azitromicina o claritromicina por tiempo prolongado se tiene que tomar un electrocardio-
grama para descartar alargamiento de QT (porque estos pacientes tendrán riesgo de presentar taquicardia ventricular). Asimismo,
descartar infecciones por micobacterias (cultivo de expectoración) y clínicamente descartar la presencia de otitis media.
Punto de buena práctica: en mujeres en edad productiva se recomienda solo prescribir macrólidos en pacientes con métodos an-
ticonceptivos aceptables, dado que el consumo de macrólidos durante el primer trimestre del embarazo puede aumentar el riesgo
de malformaciones.
Pregunta clínica
28
¿Debería usarse un anticuerpo monoclonal anti-IgE en pacientes con asma alérgica grave?
Recomendación
En pacientes ≥ 6 años de edad con asma alérgica grave, paso 5, controlados o no controlados, sugerimos agregar omalizumab al trata-
miento de mantenimiento para reducir la frecuencia de las crisis asmáticas (nivel de evidencia A, recomendación condicional).
Justificación
En asma alérgica moderada y grave se ha demostrado que omalizumab reduce la frecuencia de crisis asmáticas (exacerbaciones
graves). Para esta indicación, la dosis se calcula según el peso y el nivel de IgE total en suero (mínimo 0.008 mg/kg/IgE [UI] cada
15 días o 0.016 mg cada 4 semanas). Un análisis retrospectivo sugiere que pacientes > 12 años de edad con asma alérgica grave y
con eosinófilos ≥ 260/μL o FeNO ≥ 19.5 ppb pueden tener mayor probabilidad de beneficio con el tratamiento anti-IgE (calidad de
evidencia baja, recomendación condicional), sin embargo estas recomendaciones se debe interpretar con cautela ya que no se
han evaluado prospectivamente, y algunos pacientes con asma alérgica y valores debajo de estos niveles de corte también pueden
presentar beneficio con el tratamiento anti-IgE.
Pregunta clínica
29
¿Debería usarse un anticuerpo monoclonal anti-IL5 en pacientes con asma grave?
Recomendación
En asma grave eosinofílica (eosinófilos en sangre periférica ≥ 150/μL) y asma dependiente de CSO, al manejo de mantenimiento
sugerimos agregar mepolizumab en pacientes ≥ 12 años y cualquier de los tratamientos anti-IL5 (anticuerpos contra IL-5 o contra
su receptor) en pacientes ≥ 18 años, para reducir la frecuencia de las crisis asmáticas y la necesidad de CSO de mantenimiento
(calidad de evidencia moderada, recomendación condicional).
Justificación
IL-5 estimula la producción de eosinófilos a nivel de la médula ósea y su supervivencia. En pacientes con asma eosinofílica grave des-
controlados se ha demostrado que los biológicos anti-IL-5 (en México, mepolizumab) y anticadena alfa del receptor de IL-5 (IL-5Rα;
en México, benralizumab) reducen la frecuencia de las crisis asmáticas y en pacientes con asma corticodependiente reducen la dosis
del CSO de mantenimiento. Algunas investigaciones mostraron mejoría en función pulmonar y síntomas de asma, aunque un estudio
grande con mepolizumab en adolescentes y adultos no logró mostrar mejoría en los síntomas ni en la calidad de vida.
Para la prescripción de mepolizumab en México, el punto de corte es ≥ 150 eosinófilos/μL y para benralizumab, 300/μL. Sin embar-
go, los expertos de la ERS/ATS señalan que se debe considerar que el número de eosinófilos en sangre periférica solo puede guiar
parcialmente en la selección del biológico, dado que también se ha demostrado eficacia de los biológicos en pacientes con niveles
de eosinófilos más bajos. Además, la cuenta de eosinófilos en sangre periférica es un parámetro muy variable, ya que se reduce fácil
y rápidamente con CSO o con dosis altas de CSI. Así, parece que la eficacia de los anti-IL-5 también depende de la frecuencia de las
exacerbaciones antes del inicio del biológico: mayor frecuencia de crisis, mayor eficacia. Para benralizumab hay datos para adoles-
centes con asma grave y para mepolizumab, para niños a partir de 6 años, pero en ambos casos aún son limitados. Ambos biológicos
han mostrado seguridad y eficacia a largo plazo, después de cuatro y medio años y dos años de administración, respectivamente.169,170
La administración de mepolizumab es subcutánea cada cuatro semanas. La de benralizumab son tres aplicaciones cada cuatro,
después cada ocho semanas.
Mepolizumab y benralizumab también han mostrado eficacia en pacientes con poliposis nasal.
Punto de buena práctica: al no obtener mejoría con uno de los dos después de cuatro meses, se puede considerar cambiar por el
otro, después de reconfirmar que se trata de asma grave (pregunta 32).
Pregunta clínica
30
¿Debería usarse un anti-IL-4Rα monoclonal en pacientes con asma grave eosinofílica?
Recomendación
En pacientes ≥ 12 años de edad con asma grave con inflamación de tipo 2, caracterizada por un elevado recuento de eosinófilos en
sangre periférica (≥ 150/μL) o FeNO elevada (≥ 25 ppb) y en pacientes con asma dependiente de corticosteroides orales —inde-
pendientemente de la cuenta eosinofílica o de la FeNO— sugerimos agregar anti-IL-4Rα (dupilumab) al manejo de mantenimiento
para reducir la frecuencia de las crisis asmáticas y la necesidad de corticosteroides orales de mantenimiento (calidad de evidencia
moderada, recomendación condicional; para adolescentes, calidad de evidencia baja).
Justificación
Dupilumab reduce la frecuencia de exacerbaciones graves de asma (crisis) en pacientes con asma grave con inflamación tipo 2.
Además, ha mostrado potencial para reducir la dosis de CSO de mantenimiento. También ha demostrado mejoría en los síntomas
de asma (ACT o ACQ), la función pulmonar y calidad de vida, aunque estos cambios fueron leves. Para la prescripción de dupilumab
en México el punto de corte es ≥ 150 eosinófilos/μL o FeNO ≥ 25 ppb. Su efectividad es mejor con mayor cuenta de eosinófilos y ma-
yor FeNO; sin embargo, también se ha demostrado eficacia del biológico en pacientes con niveles de eosinófilos más bajos. Por el
momento, la recomendación para adolescentes es débil, porque la evidencia aún es escasa. Dupilumab está autorizado en México
para pacientes ≥ 12 años; también está indicado para dermatitis atópica moderada-grave y puede ser que mejore la rinosinusitis
crónica con pólipos.
Punto de buena práctica: al no obtener ninguna mejoría después de cuatro meses, se puede considerar cambiar por otro biológico
(anti-IgE o algún anti-IL-5), después de reconfirmar que se trata de asma grave (pregunta clínica 32).
Pregunta clínica
31
En pacientes con asma grave, ¿son adecuados algunos marcadores de inflamación tipo 2 (eosinófilos en sangre o esputo, FeNO,
IgE, periostina), cuando estén disponibles, para monitorear el tratamiento con anticuerpos monoclonales (en paso 5)?
Recomendación
Se sugiere condicionalmente el uso de algunos marcadores de inflamación tipo 2 (eosinófilos en sangre o esputo, FeNo e IgE) en el
asma grave para monitorear el tratamiento con algunos anticuerpos mononucleares (en paso 5 de tratamiento).
Justificación
A diferencia de la decisión de iniciar terapia con anticuerpos monoclonales en el asma grave (particularmente las variantes
eosinofílicas, alérgicas o no), en la cual los biomarcadores de inflamación tipo 2 revisten importancia mayor, una vez que se ha es-
tablecido el agente biológico para fines de monitoreo del tratamiento, aunque la evidencia es escasa y usualmente no concluyente.
Por ejemplo, la IgE sérica total, útil para decidir usar omalizumab en niños y adultos, no tiene capacidad de predecir respuesta a
este, por lo que no se sugiere como herramienta rutinaria de monitoreo. Las guías ATS/ERS 2019 sugieren utilizar la medición de
eosinófilos en sangre o en esputo para el monitoreo de agentes biológicos en el caso de asma grave (no señalan nivel de evidencia).
En complemento con lo anterior, los resultados de un ensayo clínico controlado sugieren que en pacientes con 12 meses o más de
tratamiento con anti-IL-5 (mepolizumab, 100 mg/dosis), la persistencia de inflamación eosinofílica no controlada (eosinófilos en
sangre > 300 μL o en esputo > 3 %) puede servir de pauta para agregar al manejo un agente anti-IL-5Rα (reslizumab), ya que esta
estrategia se asoció con mejoría en los síntomas y redujo el conteo de eosinófilos (Manali Mukherjee, 2018).
Punto de buena práctica: En MIA se sugiere el uso de IgE y FeNO para el monitoreo de pacientes con asma grave tratados con
anti-IL-4/13 (dupilumab, 200 o 300 mg cada dos semanas). En un ensayo clínico con pacientes de estas características se observó
una reducción de la IgE sérica total a partir de las 12 semanas de inicio del tratamiento y de FeNO a niveles de alrededor de 16 ppb
a partir de la segunda a cuarta semana de manejo, que se sostuvieron durante la duración del tratamiento (un año). Sin embargo,
aún no se reporta cómo esta reducción en IgE o FeNO se correlaciona con la mejoría clínica.
Punto de buena práctica: aun cuando puede tener utilidad como parámetro para decidir iniciar anti-IL-13 (lebrikizumab), el grupo
MIA no recomienda el uso de periostina como parte del seguimiento, ya que la información al respecto en ensayos clínicos ha sido
no concluyente.
Pregunta clínica
32
¿Cuál es el tiempo mínimo de uso para definir falla de respuesta a un agente biológico?
Recomendación
Sugerimos como tiempo mínimo de uso para definir falla de respuesta a un biológico cuatro meses para todos los agentes bioló-
gicos actualmente disponibles en México. En caso de que se haya observado una respuesta regular se puede seguir con el agente
biológico hasta cumplir 12 meses para evaluar su eficacia plena (opinión de expertos).
Justificación
Aunque el efecto pleno de un agente biológico puede tardar 12 meses en manifestarse bien, la mayoría de los pacientes demues-
tran mejoría en función pulmonar, síntomas, calidad de vida y reducción de biomarcadores según el caso, aunado a ausencia o
reducción de crisis asmáticas y uso de CSO a los cuatro meses. Además, para omalizumab se necesita una reducción del IgE libre
de 99 %, lo que en general se logra a los cuatro a seis meses de tratamiento.168 Si la respuesta no es completa, pero existe duda
favorable de eficacia, se puede decidir extender el uso del biológico por máximo 12 meses antes de decidir cambiar.
Si no se observa mejoría, será aconsejable cambiar a otro tipo de agente biológico contra inflamación T2.
Metaanálisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos aleatorizados o ensayos clínicos aleatorizados
1++ con muy poco riesgo de sesgo
1+ Metaanálisis bien realizados, revisiones sistemáticas o ensayos clínicos aleatorizados con poco riesgo de sesgos
1- Metaanálisis, revisiones sistemáticas o ensayos clínicos aleatorizados con alto riesgo de sesgos
Estudios de cohortes o de casos y controles bien realizados con bajo riesgo de sesgo y con una moderada probabilidad
2+ de establecer una relación causal
Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo y riesgo significativo de que la relación no sea
2- causal
4 Opinión de expertos
Nota: El grado de recomendación se relaciona con la fuerza de la evidencia en la que está basada la recomendación. Esto no afecta
la importancia clínica de la recomendación
Al menos un metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico aleatorizado clasificado como 1++ y directamente apli-
cable a la población diana de la guía
o
A
Un cuerpo de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 1+, directamente aplicable a la población
diana de la guía y que en general demuestran consistencia en sus resultados
Un cuerpo de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 2++, directamente aplicable a la pobla-
ción diana de la guía y que, en general, demuestran consistencia en sus resultados
o
B
Un cuerpo de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 2+ directamente aplicables a la población
diana de la guía y que en general demuestran consistencia en sus resultados
o
C
o
D
ü Recomendaciones de buena práctica basadas en la experiencia clínica del grupo desarrollador de la guía
Nivel
Fuente de la evidencia Definición
evidencia
Estudios controlados con asignación al azar RS de ECA, con o sin MA; y ECA con bajo riesgo de sesgo. La
A (ECA) y metaanálisis. Una rica colección de evidencia proviene de un número sustancial de estudios bien
datos diseñados con resultados consistentes.
Anexo 2. Ligas a las tablas fuente 1 para Anexo 3. Ligas a las tablas fuente 2 para
MIA 2021. Evidencia y recomendaciones MIA 2021. Fusión de evidencia y recomen-
de las guías de referencia daciones de las guías de referencia
y recomendaciones para México
Asthma Control Test™ – ACT (La prueba de Control del Asma) es:
Una prueba rápida que produce un resultado numérico para evaluar el control del asma.
Reconocida por los Institutos Nacionales de la Salud (National Institutes of Health - NIH) en sus directrices sobre el asma de 2007.1
Convalidada clínicamente por espirometría y evaluaciones de especialistas.2
PACIENTES: 1. Contesten cada pregunta y escriban el número de la respuesta en el cuadro que aparece a la
derecha de la pregunta.
2. Sumen sus respuestas y escriban el puntaje total en el cuadro del TOTAL que se muestra abajo.
3. Hablen con su doctor sobre sus resultados.
1. En las últimas 4 semanas, ¿cuánto tiempo le ha impedido su asma hacer todo lo que quería en el trabajo, en la escuela o en la casa? PUNTAJE
La mayoría Un poco
Siempre 1 del tiempo 2 Algo del tiempo 3 del tiempo 4 Nunca 5
3. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia sus síntomas del asma (respiración sibilante o un silbido en el pecho,
tos, falta de aire, opresión en el pecho o dolor) lo/la despertaron durante la noche o más temprano de lo usual en la mañana?
4 o más noches De 2 a 3 noches Una vez
por semana 1 por semana 2 por semana 3 Una o dos veces 4 Nunca 5
4. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha usado su inhalador de rescate o medicamento en nebulizador
(como albuterol)?
3 o más 1 ó 2 veces 2 ó 3 veces Una vez por
veces al día 1 al día 2 por semana 3 semana o menos 4 Nunca 5
TOTAL
Si obtuvo 19 puntos o menos, es probable que su asma no esté bajo control.
Asegúrese de hablar con su doctor sobre sus resultados.
Derechos de autor 2002, por QualityMetric Incorporated.
La Prueba de Control del Asma es una marca comercial de QualityMetric Incorporated.
La Prueba de Control del Asma es para las personas asmáticas de 12 años de edad en adelante.
Referencias: 1. Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU, Institutos Nacionales de la Salud, Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Expert Panel
Report 3: Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma (EPR-3 2007). Ítem de NIH No. 08-4051. http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/asthma/asthgdln.htm. Consultado
el 10 de septiembre de 2007. 2. Nathan RA y otros. J Allergy Clin Immunol. 2004;113:59-65.
El cuestionario del control de asma en niños (c-ACT) se divide en dos partes, en las que se evalúa el control del asma durante las últi-
mas cuatro semanas. La primera parte, basada en cuatro preguntas, es contestada por el niño, quien indica su percepción acerca del
control del asma. La segunda parte debe ser llenada por el padre o tutor. La suma de los puntos de las dos partes puede ir de 0 (peor
control) a 27 (control óptimo). Las puntuaciones ≤ 19 podrían indicar control subóptimo del asma.
Puntuación
1. ¿Cómo te sientes
del asma hoy? 0 1 2 3
2. ¿Cuánto problema
te da el asma cuando 0 1 2 3
corres, haces ejercicios
o juegas algún deporte?
Me da mucho problema, Me da problema Me da un poco de problema, No me da
no puedo hacer lo que quiero y no me gusta pero no me importa problema
Sí, todo el tiempo Sí, la mayor parte Sí, a veces No, nunca
del tiempo
Sí, todo el tiempo Sí, la mayor parte Sí, a veces No, nunca
del tiempo
Preguntas contestadas por padres/cuidadores
5. Durante las últimas 4 semanas, en promedio, ¿cuántos días al mes tuvo el niño síntomas de asma durante el día?
5 4 3 2 1 0
Ninguno 1-3 días/mes 4-10 días/mes 11-18 días/mes 19-24 días/mes Todos los días
6. Durante las últimas 4 semanas, en promedio, ¿cuántos días al mes tuvo el niño sibilancias durante el día debido al asma?
5 4 3 2 1 0
Ninguno 1-3 días/mes 4-10 días/mes 11-18 días/mes 19-24 días/mes Todos los días
7. Durante las últimas 4 semanas, en promedio, ¿cuántos días al mes se despertó el niño de noche debido al asma?
5 4 3 2 1 0
Ninguno 1-3 días/mes 4-10 días/mes 11-18 días/mes 19-24 días/mes Todos los días
Resumen de recomendaciones para administración e interpretación del minicuestionario de calidad de vida en pacientes pediátricos
con asma (miniPAQLQ) y el minicuestionario de calidad de vida para pacientes con asma (miniAQLQ).
• Los cuestionarios miniAQLQ y miniAQLQ en español* se incluyen en MIA previa autorización por escrito de sus autores. Estos cues-
tionarios son propiedad intelectual registrada y no pueden alterarse, venderse, traducirse o adaptarse por ningún medio (por ejem-
plo, web, dispositivos electrónicos personales, teléfono, etcétera), sin la autorización de la profesoara Elizabeth Juniper. Más infor-
mación en https://www.qoltech.co.uk/index.htm
• Los cuestionarios miniAQLQ y miniPAQLQ se han desarrollado para evaluar de forma práctica la calidad de vida relacionada con
asma y han probado ser herramientas reproducibles (la re-aplicación en sujetos estables mide la calidad de vida en pacientes con
asma), válidas (en realidad mide calidad de vida en pacientes con asma) y que responden al cambio (capaz de detectar cambios
importantes en la calidad de vida).168,169
• El miniPAQLQ ha sido validado para evaluar calidad de vida específicamente en pacientes con asma de 7 a 17 años. El miniAQLQ de
recomienda para pacientes con asma de 17 a 70 años de edad, y las versiones que se incluyen en este documento deben ser respon-
didas por los pacientes (autoadministradas).
• Las preguntas deben ser leídas tal cual vienen en el cuestionario. Alterar la redacción puede afectar la validez del resultado. No se
debe “ayudar” al paciente a elegir una respuesta. No hay límite de tiempo para responderlo.
• Si el paciente tiene dudas o busca aprobación, se sugiere aclararle que no hay respuestas “buenas” ni “malas”, y que lo que elijan estará
bien. Nunca se debe intentar parafrasear la pregunta para explicársela al paciente. No se debe cuestionar las respuestas del paciente.
• Las 13 preguntas del miniPAQLQ están divididas en tres áreas o “dominios” (síntomas [6 preguntas], función emocional [4 preguntas] y
limitación de la actividad [3 preguntas]), y las 15 preguntas del miniAQLQ se dividen en cuatro dominios (síntomas [5 preguntas], limi-
tación para hacer las actividades [4 preguntas], funcionamiento emocional [3 preguntas] y estímulos ambientales [3 preguntas]). Para
cada pregunta se usa una escala de Likert de 1 a 7 puntos, en donde 1 representa el mayor deterioro posible y 7 representa el menor,
con 2, 3, 4, 5 y 6 constituyendo el rango de posibilidades en medio. El paciente solo debe elegir una opción por pregunta.
• El cuestionario se interpreta obteniendo el promedio del puntaje, esto es, al sumar los puntos de todas las respuestas y dividirlas
entre el número de preguntas (de tal manera que su resultado varíe entre 1 y 7). El mismo procedimiento puede aplicarse para cada
dominio del cuestionario con base en el siguiente guía:
◦◦ MiniPAQLQ: síntomas (preguntas 1, 2, 3, 4, 5, 6), función emocional (preguntas 7, 8, 9, 10) y limitación de la actividad (preguntas
11, 12, y 13)
◦◦ MiniAQLQ: síntomas (preguntas 1, 4, 6, 8, 10), limitación para hacer las actividades (preguntas 12, 13, 14, 15), funcionamiento
emocional (preguntas 3, 5, 9) y estímulos ambientales (preguntas 2, 7, 11).
• Una manera simple de interpretar el cuestionario para fines clínicos (tanto para el promedio del puntaje general como para cada
dominio) es que el mejor puntaje (7) representa que no hay afectación y 1 representa la mayor afectación; un puntaje de 4.0, siendo
el valor medio, indica un grado moderado de afectación.
• Para fines de seguimiento de la calidad de vida o como respuesta a una intervención, la mínima cantidad de cambio que es impor-
tante para el paciente (“diferencia mínima importante”) se ha establecido en 0.5 respecto al promedio de puntaje general y/o por
cada dominio, para ambos cuestionarios.
______________________________________________________________________________
*En MIA se han incluido las versiones de los cuestionarios para Estados Unidos (mini-AQLQ) y Guatemala (mini-AQLQ), por ser versiones validadas
en idioma español por el grupo de trabajo que los desarrolló.
Tomado de
Juniper EF, Cox FM, Ferrie PJ. Development and validation of the Mini Asthma Quality of Life Questionnaire (MiniAQLQ). Am J Respir Crit Care Med.
1998;157:A350.
Juniper EF, Guyatt GH, Feeny DH, Ferrie PJ, Griffith LE, Townsend M. Measuring quality of life in children with asthma. Qual Life Res. 1996;5(1):35-46.
Sírvase responder a todas las preguntas marcando con un círculo el número que mejor describa cómo se
ha sentido usted durante las últimas 2 semanas a causa del asma.
¿QUÉ TANTO LO/LA HA LIMITADO EL ASMA DURANTE LAS ÚLTIMAS 2 SEMANAS PARA REALIZAR
LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES?
Síntomas: 1, 4, 6, 8, 10
Limitación para hacer las actividades: 12, 13, 14, 15
Funcionamiento emocional: 3, 5, 9
Estímulos ambientales: 2, 7, 11
La insuficiencia suprarrenal debe evaluarse regularmente utilizando cortisol matutino en ayunas. En caso de resultados dudosos, rea-
lice un seguimiento con una prueba (corta) de tetracosactida/cosintropina. El tratamiento de la insuficiencia suprarrenal debe ser
multidisciplinario, con la participación de un endocrinólogo. El cribado de comorbilidad debe incluir al menos lo siguiente: control
glucémico, densidad ósea, presión arterial, cataratas y glaucoma, cambio de peso, puntuación de riesgo de fractura y estatura (niños).
CSO = corticosteroide oral, CS = corticosteroide, GEPA = vasculitis granulomatosa eosinofílica con poliangeítis, ABPA = aspergilosis
broncopulmonar alérgica. Traducido y adaptado del original de Suehs CM, Menzies-Gow A, Price D, Bleecker ER, Canonica GW, Gurnell
M, et al. Expert Consensus on the Tapering of Oral Corticosteroids for the Treatment of Asthma: a Delphi study. Am J Respir Crit Care Med.
2021;203(7):871-881. Con permiso de los autores.
Primer
Código Medicamento
nivel
Budesonida, aerosol para inhalación bucal. Cada gramo contiene budesonida 4.285 mg. Envase
010.000.6150.00
presurizado con 200 dosis de 200 µg cada una y dispositivo inhalador
010.000.4336.00 Budesonida, cápsula. Cada cápsula contiene budesonida 3 mg. Envase con 30 cápsulas
Budesonida, polvo. Cada dosis contiene budesonida (micronizada) 100 µg. Envase con 200 dosis y
010.000.4334.00
dispositivo inhalador
Budesonida, suspensión para nebulizar. Cada envase contiene budesonida (micronizada) 0.500 mg.
010.000.4333.01
Envase con 20 envases con 2 mL
Budesonida, suspensión para nebulizar. Cada envase contiene budesonida (micronizada) 0.500 mg.
010.000.4333.00
Envase con 5 envases con 2 mL
Budesonida, suspensión para inhalación. Cada mL contiene budesonida 1.280 mg. Envase con
010.000.4337.00
frasco pulverizador con 6 mL (120 dosis de 64 µg cada una)
Budesonida, suspensión para nebulizar. Cada envase contiene budesonida (micronizada) 0.250 mg.
010.000.4332.00
Envase con 5 envases con 2 mL
Budesonida, suspensión para nebulizar. Cada envase contiene budesonida (micronizada) 0.250 mg.
010.000.4332.01
Envase con 20 envases con 2 mL
Cromoglicato de sodio, suspensión aerosol. Cada inhalador contiene cromoglicato disódico 560 mg.
010.000.0464.00
Envase con espaciador para 112 dosis de 5 mg
Fluticasona, suspensión en aerosol nasal. Cada disparo proporciona furoato de fluticasona 27.5 µg.
010.000.5646.00
Envase con 120 disparos
Fluticasona, suspensión en aerosol. Cada dosis contiene propionato de fluticasona 50 µg. Envase
010.000.0440.00
con un frasco presurizado para 60 dosis
Fluticasona, suspensión en aerosol. Cada dosis contiene propionato de fluticasona 50 µg. Envase
010.000.0450.00
con un frasco presurizado para 120 dosis
Mometasona, suspensión para inhalación. Cada 100 mL contiene furoato de mometasona mono-
010.000.4141.00 hidratada equivalente a 0.050 g de furoato de mometasona anhidra. Envase nebulizador con 18 mL
y válvula dosificadora (140 nebulizaciones de 50 µg cada una)
Fluticasona-vilanterol, polvo para inhalación. Cada dosis contiene furoato de fluticasona 100 µg y
010.000.5980.00 vilanterol trifenatato equivalente a 25 µg de vilanterol. Envase con dispositivo inhalador con
30 dosis
Triple terapia
Tiotropio (bromuro de), cápsula. Cada cápsula contiene bromuro de tiotropio monohidratado equi-
010.000.2263.00
valente a 18 µg de tiotropio. Envase con 30 cápsulas (repuesto)
Ipratropio, suspensión en aerosol. Cada g contiene bromuro de ipratropio 0.286 mg (20 µg por
010.000.2162.00
nebulización). Envase con 15 mL (21.0 g) como aerosol
Ipratropio, suspensión en aerosol. Cada g contiene bromuro de ipratropio 0.374 mg (20 µg por
010.000.2162.01
nebulización). Envase con 10 mL (11.22 g) como aerosol
Salbutamol, solución para nebulizador. Cada 100 mL contienen sulfato de salbutamol 0.5 g.
010.000.0439.00
Envase con 10 mL
Terbutalina, polvo. Cada dosis contiene sulfato de terbutalina 0.5 mg. Envase con inhalador para
010.000.0438.00
200 dosis
Terbutalina, solución inyectable. Cada mL contiene sulfato de terbutalina 0.25 mg. Envase con
010.000.0432.00
3 ampolletas
010.000.5075.00 Teofilina, elíxir. Cada 100 mL contienen teofilina anhidra 533 mg. Envase con 450 mL y dosificador
010.000.0433.00 Terbutalina, tableta. Cada tableta contiene sulfato de terbutalina 5 mg. Envase con 20 tabletas
Corticosteroides sistémicos
Betametasona (acetato de) y betametasona (fosfato disódico de), suspensión inyectable. Cada
010.000.2153.00 ampolleta contiene acetato de betametasona equivalente a 2.71 mg de betametasona y fosfato
sódico de betametasona equivalente a 3 mg de betametasona. Envase con una ampolleta de 1 mL
Betametasona, solución inyectable. Cada ampolleta o frasco ámpula contiene fosfato sódico de
010.000.2141.00 betametasona 5.3 mg, equivalente a 4 mg de betametasona. Envase con un frasco ámpula o una
ampolleta con 1 mL
Deflazacort, suspensión. Cada mL de suspensión contiene deflazacort 22.75 mg. Envase con frasco
010.000.4509.00
de vidrio con 13 mL de suspensión y gotero
010.000.4507.00 Deflazacort, tableta. Cada tableta contiene deflazacort 30 mg. Envase con 10 tabletas
010.000.4505.00 Deflazacort, tableta. Cada tableta contiene deflazacort 6 mg. Envase con 20 tabletas
Dexametasona, solución inyectable. Cada frasco ámpula o ampolleta contiene fosfato sódico de
010.000.4241.00 dexametasona equivalente a 8 mg de fosfato de dexametasona. Envase con un frasco ámpula o
ampolleta con 2 mL
010.000.3432.00 Dexametasona, tableta. Cada tableta contiene dexametasona 0.5 mg. Envase con 30 tabletas
Metilprednisolona, solución inyectable. Cada frasco ámpula con liofilizado contiene succinato
010.000.0476.00 sódico de metilprednisolona equivalente a 500 mg de metilprednisolona. Envase con 50 frascos
ámpula y 50 ampolletas con 8 mL de diluyente
Metotrexato, tableta. Cada tableta contiene metotrexato sódico equivalente a 2.5 mg de meto-
010.000.1759.00
trexato. Envase con 50 tabletas
Prednisolona, solución oral. Cada 100 mL contienen fosfato sódico de prednisolona, equivalente a
010.000.2482.00
100 mg de prednisolona. Envase con frasco de 100 mL y vaso graduado de 20 mL
010.000.0472.00 Prednisona, tableta. Cada tableta contiene prednisona 5 mg. Envase con 20 tabletas
010.000.0473.00 Prednisona, tableta. Cada tableta contiene prednisona 50 mg. Envase con 20 tabletas
Agentes biológicos
Benralizumab, solución inyectable. Cada jeringa prellenada contiene benralizumab 30 mg. Caja de
010.000.6310.00
cartón con una jeringa prellenada de dosis única (30 mg/mL)
Mepolizumab, solución inyectable. Cada frasco ámpula con polvo liofilizado contiene mepolizumab
010.000.6311.00 100 mg. Envase con frasco ámpula con 144 mg de polvo liofilizado para reconstituir con 1.2 mL de
agua estéril, para permitir un volumen extraíble de 100 mg/mL
Omalizumab, solución Inyectable. Cada frasco ámpula contiene omalizumab 202.5 mg. Envase con
010.000.4340.00
un frasco ámpula y ampolleta con 2 mL de diluyente