Enfermedades Quísticas Renales: Resumen

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Enfermedades quísticas renales

Ainhoa Iceta Lizárraga, Josune Hualde Olascoaga


Nefrología Pediátrica. Hospital Universitario de Navarra. Pamplona

Iceta Lizarraga A, Hualde Olascoaga J. Enfermedades quísticas renales. Protoc diagn ter pediatr. 2022;1:219-32.

RESUMEN

• Numerosas enfermedades cursan con quistes renales, cuyas causas son tanto genéticas
como adquiridas, que pueden manifestarse desde la vida intrauterina hasta la edad adulta,
y de un modo muy heterogéneo.

• Las ciliopatías o enfermedades hereditarias de los cilios primarios son la causa de un amplio
abanico de entidades que presentan quistes y fibrosis que afectan a los riñones, al hígado
y a otros órganos.

• El diagnóstico se apoya en la historia familiar, el estudio ecográfico y el contexto clínico


(afectación de otros órganos, malformaciones…).

• Las alteraciones ecográficas varían desde la presencia de hiperecogenicidad a la constata-


ción de quistes en ambos riñones.

• Los avances en la genética, de la mano de la secuenciación de nueva generación (NGS, por


sus siglas en inglés), ofrecen resultados diagnósticos prometedores.

Kidney cystic diseases

ABSTRACT

• A large amount of diseases are associated with renal cysts, due to nonhereditary fetal
malformations or genetic disorders, or, rarely, they may be acquired. They can be diagnosed
during an antenatal screening or in the adulthood, in a variety of clinical expressions.

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• Ciliopathies occur by mutations in a large number of genes that encode proteins involved
in the function of primary cilia, resulting in renal disease and extrarenal manifestations,
including retinal degeneration, cerebellar ataxia, and liver fibrosis.

• The role of ultrasound is to contribute to establish a diagnosis in a less invasive way in


children. The clinical manifestations and the family background are of interest for the di-
agnostic procedure.

• The echographic findings vary from the appearance of the cysts and their location in the
kidneys to the echogenicity of the cortex.

• The technological advances in genetics, as the Next-generation sequencing (NGS), have


allowed an increase in the number and speed of new diagnosis, becoming promising tools
for the future.

1. INTRODUCCIÓN o pancreáticos. La clasificación de las enfer-


medades quísticas renales es compleja y ha
El riñón es uno de los órganos más propen- ido variando a lo largo de los años. Anterior-
sos a la formación de quistes. Estos pueden mente se clasificaban en base a los hallazgos
localizarse en varios lugares de la nefrona, anatomopatológicos y en la actualidad es el
ser difusos o localizados en algún segmento, diagnóstico genético el que tiene más peso.
únicos o múltiples, unilaterales o bilaterales, y Aquí utilizaremos la clasificación adaptada de
en algunas entidades pueden representar una Riccabona, que resume las causas genéticas y
forma de displasia. Pueden aparecer desde la las no genéticas (Tabla 1).
etapa prenatal hasta la adulta, en una gran
variedad de entidades, hereditarias o no, y ser Se puede hacer una aproximación diagnós-
parte de un síndrome malformativo. También tica según las características ecográficas
pueden constituir un hallazgo sin patología (Tabla 2).
asociada o tener una evolución a insuficiencia
renal. Así mismo, dependiendo de las características
ecográficas, la historia familiar y la existencia
En los pacientes pediátricos es importante o no de ciertas malformaciones, podremos
conocer los antecedentes familiares: si hay aproximarnos al diagnóstico de la enferme-
consanguinidad o si padecen insuficiencia dad renal.
renal crónica, e incluso realizar ecografía ab-
dominal a los padres. Se deben buscar dismor- También ayuda al diagnóstico diferencial el ha-
fias faciales y manifestaciones extrarrenales, llazgo de quistes renales bilaterales y el mo-
especialmente quistes hepáticos, esplénicos mento de detección de estos (Tabla 3).

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Tabla 1. Enfermedades quísticas renales

Enfermedades hereditarias Enfermedades no hereditarias


• Ciliopatías • Displasia renal multiquística
−Poliquistosis
renal autosómica recesiva (PQRAR) • Quiste renal simple
−Poliquistosis
renal autosómica dominante (PQRAD) −Congénito

−Nefronoptisis
−Adquirido

−Enfermedad
renal ligada a mutaciones HNF1β/TCF2 • Quiste renal complejo
−Otras
ciliopatías hereditarias • Tumor quístico renal
• Facomatosis • Displasia obstructiva crónica
−Enfermedad
de Von Hippel-Lindau • Riñón en esponja medular
−Complejo
de esclerosis tuberosa

1.1. La conexión ciliar Tabla 2. Características ecográficas de las enferme-


dades quísticas renales
Un avance en la caracterización y la compren- Presentación ecográfica Tamaño renal
sión de las enfermedades genéticamente
Predominante quística
transmitidas ha sido el reconocimiento de las
• Displasia renal multiquística Variable
ciliopatías. Los cilios primarios son organelas • Quiste simple Normal
microtubulares parecidas a una antena celular, • Enfermedad quística localizada Normal
situadas en la parte externa de la superficie de • PQRAD Aumentado o normal
muchas células del epitelio renal tubular; son • Quistes multiloculares Aumentado
ricas en receptores, canales iónicos y proteínas • Enfermedad quística renal adquirida Pequeño
de señalización, y son activadas por estímulos Predominante hiperecogénica
mecánicos y químicos. Cualquier defecto en la • Displasia quística Pequeño
estructura o en la función del cilio primario • PQRAR Aumentado
puede conducir a varios fenotipos quísticos. • Enfermedad glomeruloquística Aumentado (>90%)
Los cilios se localizan en varios sitios y órganos Mixta o variable
(p.ej., cerebro, hígado, pulmones), por lo que • Quistes multiloculares Aumentado
hay que considerar la asociación potencial de • Esclerosis tuberosa Variable
cambios quísticos y otras malformaciones en
varios síndromes. El concepto ciliar acerca la Tabla 3. Diagnóstico diferencial en la enfermedad
enfermedad renal fibroquística a la hepática quística renal bilateral
y a manifestaciones en el sistema nervioso Detectados en periodo perinatal Detectados en la infancia
central, retina o alteraciones esqueléticas.
• PQRAR • PQRAR
Debido a que algunos loci de las mutaciones • PQRAD • PQRAD
pueden estar muy cercanos, enfermedades • Síndromes (Bardet-Biedl, • Nefronoptisis
diferentes, como la esclerosis tuberosa y la Meckel- Gruber…) • Riñón glomeruloquístico
poliquistosis renal autosómica dominan- • Displasia renal multiquística • Síndromes
bilateral (solo en el feto)
te, pueden tener una apariencia ecográfica • Quistes adquiridos
• Displasia obstructiva bilateral
similar.

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2. NEFROPATÍAS QUÍSTICAS HEREDITARIAS años es >80%, si bien la insuficiencia renal termi-


nal (IRT) alcanza el 50% entre los 5 y los 15 años.
2.1. Poliquistosis renal autosómica recesiva
(PQRAR) La fibrosis congénita hepática se produce en to-
dos los casos, aunque pueda haber normalidad
Esta enfermedad autosómica recesiva es un ecográfica y analítica. Se produce dilatación de
trastorno debido a una mutación del gen los conductos biliares no obstructiva (enferme-
PKHD1 (locus 6p21.1-p12) que codifica la pro- dad de Caroli) y posterior fibrosis del espacio
teína fibroquistina o poliductina, localizada en periportal, que habitualmente no afecta a la
los cilios primarios de los túbulos colectores, función hepatocelular, aunque a veces puede
hígado y páncreas. Es genotípicamente homo- deteriorarse debido a cuadros de colangitis de
génea y fenotípicamente heterogénea. No hay repetición. La incidencia de hipertensión portal
diferencias por sexo y la incidencia es incons- es variable y aumenta con la edad.
tante (1:6000-1:40 000 recién nacidos vivos).
El número de túbulos afectados varía entre un El diagnóstico se apoya en los datos clínicos,
10% (forma juvenil) y un 90% (forma perina- además de en los hallazgos de imagen com-
tal), lo que determina la heterogeneidad clí- patibles. En la ecografía prenatal pueden cons-
nica. La forma de presentación más frecuente tatarse unos riñones hiperecogénicos y muy
es la neonatal, caracterizada por nefromegalia aumentados de tamaño. En el neonato, en la
grave, oligoamnios e hipoplasia pulmonar se- ecografía renal, se aprecia un aumento de ta-
cundaria, que se manifiesta por insuficiencia maño bilateral con hiperecogenicidad difusa y
respiratoria y secuencia Potter, con tasas de ausencia de diferenciación corticomedular, ge-
mortalidad de hasta el 30% en función de la neralmente sin quistes, que aparecen durante
gravedad de la afectación pulmonar. Es carac- la evolución. Se puede complementar con la
terística la aparición de hipertensión arterial RMN (o TAC), que permite evidenciar quistes
precoz y de difícil control, que en los casos más pequeños a la vez que valora el hígado y la
graves puede asociar complicaciones cardiacas. circulación portal. El estudio anatomopatoló-
Los individuos afectos pueden desarrollar un gico de riñón e hígado se realiza en contadas
trastorno de concentración urinaria, que se ocasiones.
manifiesta como poliuria, y de la capacidad de
acidificación, lo que contribuye a la nefrocal- El tratamiento depende de la afectación y la
cinosis que presentan algunos pacientes. Así edad. En función de la afectación pulmonar en
mismo, pueden presentar infecciones urinarias periodo neonatal, la mortalidad llega al 40%. El
recurrentes, astenia, anorexia y retraso del cre- soporte ventilatorio es básico y los que sobrevi-
cimiento desproporcionado para el grado de ven requieren frecuentemente técnicas de diá-
enfermedad renal crónica (ERC). lisis y trasplante. No hay evidencia sobre el be-
neficio de la nefrectomía en estas situaciones.
El filtrado glomerular suele incrementarse en los
primeros años de vida y permanecer estable un El manejo nutricional puede requerir de dis-
número variable de años. Una vez superada esta positivos como la sonda nasogástrica o la
fase, la supervivencia de los pacientes a los 10 gastrostomía en los primeros años de vida. El

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tratamiento de la hipertensión arterial (HTA) pérdida de diferenciación corticomedular y


es a base de inhibidores de la enzima de con- quistes en la corteza y la médula. Para hacer el
versión de la angiotensina (IECA) y los antago- diagnóstico diferencial con la PQRAR se busca
nistas de los receptores de la angiotensina II la presencia de quistes en los progenitores. Al
(ARA-II). Otros aspectos son el tratamiento de nacimiento la clínica es variable: desde un fe-
la enfermedad renal crónica progresiva y evitar notipo Potter hasta la normalidad. En cuanto al
el retraso del crecimiento con inicio precoz de pronóstico a largo plazo, son determinantes la
hormona de crecimiento. A largo plazo, la ma- insuficiencia renal crónica (en el 7,6% de niños)
yoría precisarán trasplante renal o hepático, o y la HTA en un 19%.
combinado de ambos.
Como manifestaciones o formas de PQRAD de ini-
2.2. Poliquistosis renal autosómica dominante cio en la infancia/pubertad podemos encontrar:
(PQRAD)
• Renales: destaca la HTA como complica-
Es la enfermedad renal crónica hereditaria más ción tratable más frecuente y la proteinu-
frecuente con una incidencia muy alta, 1 de ria como factor de progresión de la ERC,
cada 400-1000 recién nacidos vivos. Se cono- por aumento de concentración de renina
cen dos genes alterados: el PKD1 (cromosoma en el interior de los quistes, que activa el
16p13.3), responsable del 85% de los casos, sin- eje renina-angiotensina-aldosterona. Los
tetiza la proteína poliquistina 1, y PKD2 (cromo- niños con PKD1 tienen más quistes y en
soma 4q21-q23), responsable del 15%, produce mayor número que los PKD2, con una peor
la poliquistina 2. El 90% de los pacientes tienen evolución.
antecedentes familiares, pero el 10% presentan
una mutación de novo. • Extrarrenales: Se considera una enferme-
dad sistémica por la frecuencia en la que
Las poliquistinas intervienen la homeosta- hay manifestaciones a otros niveles: quis-
sis del túbulo renal, por lo que se desarrollan tes hepáticos, pancreáticos, aracnoideos
quistes que ocupan el parénquima renal, con (8%), esplénicos u ováricos, y alteraciones
inflamación y fibrosis más grave en los pacien- del tejido conectivo. Son poco sintomáticas
tes con mutación en PKD1, que llegan a la IRT en la infancia y no se recomienda hacer un
a una edad media inferior a los pacientes con despistaje de estas.
PKD2 (54 versus 74 años). Un factor predictivo
del declive de la función renal es el aumento El diagnóstico de la PQRAD se basa en los
del volumen renal y de los quistes. hallazgos ecográficos, que se recomienda
realizar también a los padres, y en casos se-
Aunque la mayor parte de los niños tiene pocos leccionados se indicará una RNM, que puede
o ningún síntoma en la infancia, en los casos de detectar los quistes de manera más precoz
aparición prenatal el pronóstico es peor. y descartar los aneurismas cerebrales en los
casos con antecedentes familiares. En la prác-
Los hallazgos prenatales incluyen nefrome- tica, se puede descartar la enfermedad con
galia, hiperecogenicidad simétrica y bilateral, una fiabilidad >90% para las mutaciones en

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PKD1 cuando a los 30-35 años la ecografía la secuenciación de nueva generación han des-
renal es normal. crito mutaciones nuevas, ofreciendo resultados
prometedores, por lo que en el futuro podrá
El tratamiento es de sostén, enfocado al control facilitar el screening de mutaciones de PQRAD
de la HTA (con IECA o ARA-II), de la insuficiencia a costes reducidos.
renal y de posibles complicaciones: infección
urinaria, dolor o hematuria por rotura de un Existen claras diferencias en cuanto a la he-
quiste y presencia de litiasis. rencia, peculiaridades de los quistes, edad de
comienzo de la enfermedad renal terminal y
Hay tratamientos específicos como el tolvaptán las manifestaciones extrarrenales.
(antagonista de receptores V2 de la vasopre-
sina), los inhibidores mTOR o los análogos de En la Tabla 4 se muestran las diferencias entre
la somatostatina, enfocados en frenar la pro- las PQRAD y la PQRAR.
gresión de la enfermedad en adultos y de los
que no hay evidencia suficiente para la edad 2.3. Nefronoptisis. Otras ciliopatías con
pediátrica. manifestaciones renales

En el amplio espectro de las ciliopatías se inclu-


2.2.1. ¿Cuándo realizar estudio genético en las
yen enfermedades que abarcan numerosas pa-
poliquistosis renales?
tologías como son la displasia renal, malforma-
ciones del sistema nervioso central, retinopatías,
El estudio genético molecular en PQRAR no
defectos óseos y sordera, entre otros. Se trata
es necesario para confirmar el diagnóstico de
de entidades altamente heterogéneas desde
pacientes que cumplen los criterios clínicos.
el punto de vista genético e incluyen la nefro-
Sin embargo, puede ser útil en las siguientes
noptitis (NPH), los síndromes de Joubert (JBS),
indicaciones: diagnóstico incierto, diagnóstico
Meckel-Gruber (MKS), Bardet-Biedl (BBS), orofa-
prenatal (con precaución por la difícil correla-
ciodigital (OFD) y diferentes condrodisplasias.
ción fenotipo-genotipo) y consejo genético en
portadores de mutaciones en el gen PKHD1.
Recientemente, utilizando la secuenciación
completa del exoma, se han descubierto nue-
Debido a la similitud de presentación entre varias
vos genes causales, como ha sucedido en dife-
entidades renales quísticas similares a PQRAR, el
rentes variantes del BBS y del OFD.
consenso es no recomendar el análisis de un úni-
co gen, sino realizar estudios como secuenciación
de exoma, ya que es rápida, precisa y costoefecti- 2.3.1. Complejo Nefronoptisis (NPHP)
va, o paneles genéticos de mutaciones específicas
dirigidos a determinadas poblaciones. Es la causa monogénica más frecuente de IRT
en las tres primeras décadas de la vida. Com-
Los estudios genéticos mediante amplifica- prende un grupo heterogéneo de alteraciones
ción de locus específicos del gen PKD1 han quísticas renales con herencia autosómica re-
sido capaces de detectar muchas mutaciones cesiva, causadas por alteraciones en varios ge-
en pacientes afectos de PQRAD. Los avances en nes que afectan a la función de los cilios tanto

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Tabla 4. Resumen de las características diferenciales entre la PQRAD y la PQRAR

Características PQRAD PQRAR


Herencia Autosómica dominante Autosómica recesiva
Gen PKD1 (cromosoma 16) 85% PKHD1 (cromosoma 6)
PKD2 (cromosoma 4) 15%
Edad comienzo ERT 53 años (PKD1) Infancia/juventud
69 años (PKD2)
Localización de los quistes Todos los segmentos de la nefrona Túbulos colectores
Desarrollo de los quistes Quistes macroscópicos bilaterales Quistes microscópicos fusiformes
Manifestaciones extrarrenales Quistes hepáticos o pancreáticos Disgenesia biliar
Disgenesia biliar, aneurismas cerebrales o aórticos, anomalías Fibrosis hepática congénita
valvulares, HTA, falta de motilidad espermática, hernias de Hipertensión portal
pared abdominal, etc. HTA

Distribución tisular Poliquistina 1 y 2: generalizada Riñón, páncreas, hígado

en las células del túbulo renal como en otros 62% de los casos. La alteración de la síntesis
órganos, encontrándose alteraciones extrarre- de nefroquistina (2q12-q13) condiciona la
nales hasta en el 10-20% de los casos, caracte- motilidad de los cilios respiratorios y re-
rizando diferentes síndromes. Su incidencia es nales. Tienen poliuria, polidipsia y pérdida
1/50 000 y representan un 5% de los casos de salina, con edad media de IRT a los 13 años.
IRT en la edad pediátrica.
• Tipo adolescente, clínica similar a la juvenil,
Además, la NPHP es la alteración renal más fre- IRT media a los 19 años (mutación NPHP3).
cuente en diversos síndromes como el Senior-
Locken, Joubert, Meckel-Gruber, Cogan y Jeune. En etapas tempranas los riñones tienen un tama-
ño normal, con hiperecogenicidad del parénqui-
Desde el punto de vista clínico se manifiesta ma y pérdida de la diferenciación corticomedular
por disminución de la capacidad de concentra- en las ecografías, apareciendo posteriormente
ción de la orina, nefritis tubulointersticial e IRT pequeños quistes en la unión corticomedular.
antes de los 30 años de edad.
Desde el punto de vista anatomopatológico: des-
Hay tres formas de presentación propiamente integración de la membrana basal tubular, atro-
nefrológicas, basadas en la edad de comienzo: fia tubular y formación más tardía de quistes,
finalizando en una esclerosis tubulointersticial.
• Infantil, con quistes intraútero, llevan a la
IRT antes de los 5 años. En la actualidad no hay tratamiento específico
para la NPHP, este es de soporte, dirigido a fre-
• Forma clásica juvenil, la más prevalente con nar la progresión de la ERC. La NPHP no recidiva
afectación en el gen NPHP1: supone un 27- en pacientes trasplantados.

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2.3.2. Síndrome de Senior-Loken (SLSN) relacionadas con el funcionamiento del cilio pri-
mario. Su prevalencia se estima en 1/160 000 en
SLSN (#266900). Se denominan así a los casos el norte de Europa y Estados Unidos, y es mucho
de nefronoptisis con afectación de la retina mayor en determinadas etnias o zonas geográfi-
(amaurosis congénita de Leber) que suponen cas, como en la población árabe (1/13 500).
aproximadamente el 10% de los casos de ne-
fronoptisis. Se hereda de manera autosómica
recesiva y con heterogeneidad genética. Manifestaciones clínicas

Las manifestaciones clínicas van apareciendo


2.3.3. Síndrome de Joubert (JBTS)
en la primera década de la vida, y la polidactilia
posaxial es, en ocasiones, la única alteración
Es un conjunto de entidades genética y clíni-
presente al nacimiento. El hallazgo más común
camente heterogéneas que tienen en común
es la distrofia de los conos y bastones, que pro-
la hipoplasia del vermis cerebeloso, retraso
duce una afectación macular temprana como
mental grave y alteraciones en el patrón respi-
en la retinitis pigmentosa. La afectación renal
ratorio. Pueden presentar anomalías renales y
(hasta 80%) de tipo tubulointersticial, presente
distrofia de retina.
en hasta un 10% de niños que padecen BBS,
pueden llegar al fallo renal terminal.
2.3.4. Síndrome de Meckel-Gruber (MKS)

2.3.6. Síndrome de Alström


El síndrome de Meckel-Gruber es una entidad
autosómica recesiva letal, que se caracteriza
por displasia quística renal, encefalocele occi- Se trata de una ciliopatía autosómica recesiva
pital, polidactilia posaxial, fibrosis hepática y que comparte con el BBS la obesidad impor-
disgenesia biliar. El diagnóstico suele ser an- tante, la retinitis pigmentaria, la sordera y la
tenatal y en el primer trimestre del embarazo diabetes mellitus tipo 2, pero no hay altera-
hasta en el 90% de los casos, debido al encefa- ciones genitales o digitales ni retraso mental.
locele y a la microcefalia. Se debe a una mutación en el gen ALMS1 del
cromosoma 2p13. Sus pacientes desarrollan
disfunciones renales, pulmonares y hepáticas
2.3.5. Síndrome de Bardet-Biedl (BBS) y hasta el 70% pueden tener miocardiopatía
dilatada a la edad de 35 años.
El síndrome de Bardet-Biedl (OMIM 209900) es
una enfermedad genética con afectación mul-
tiorgánica grave que asocia degeneración de 2.3.7. Síndrome de McKusick-Kaufman (MKKS)
los fotorreceptores, obesidad, hipogenitalismo,
alteraciones digitales y retraso mental. La he- MKKS (#236700) es un trastorno autosómico
rencia es autosómica recesiva (se han descrito recesivo en el que predominan las alteraciones
casos con herencia trialélica). Hasta el momen- genitourinarias (sobre todo el hidrometrocol-
to se han encontrado mutaciones en 21 genes pos), polidactilia axial y malformaciones gas-
(BBS 1 a 21), que codifican todos ellos proteínas trointestinales.

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2.3.8. Síndrome de Jeune (JS) o distrofia los quistes renales no siempre están presentes. Es
torácica asfixiante una entidad poco frecuente, de herencia autosó-
mica dominante, que produce una insuficiencia
Se trata de una ciliopatía autosómica recesiva renal crónica de instauración progresiva. Suele
que se caracteriza por tener anomalías esque- diagnosticarse en la segunda o tercera década
léticas con un tórax alargado, costillas y extre- de la vida, con evolución a IRT a una edad variable.
midades cortas, talla baja y polidactilia, sobre
todo en los pies. La afectación renal sucede en La clasificación de las EIRAD se realiza en fun-
un 30% de los pacientes. Es fácil que fallezcan ción de la alteración genética subyacente, y
en los primeros años de vida, debido a una in- existen al menos tres subtipos:
suficiencia respiratoria.

2.3.9. El síndrome orofaciodigital (OFD) 2.4.1. Mutaciones en el gen UMOD

Asocia alteraciones faciales orales y digitales, Las mutaciones en el gen UMOD (cromosoma
enfermedad quística renal y malformaciones 16p12), que codifica la uromodulina o proteína
del sistema nervioso central entre otras. de Tamm-Horsfall, son las más frecuentes y pro-
ducen las llamadas enfermedades renales aso-
En la Tabla 5 se recogen las características fe- ciadas a uromodulina, las más frecuentes, dentro
notípicas de estas ciliopatías. de las que se incluyen las previamente conocidas
2.4. Enfermedad medular quística renal / como enfermedad medular quística renal tipo 2
enfermedad intersticial renal autosómica (MCKD2), nefropatía hiperuricémica familiar ju-
dominante (EIRAD) venil, nefropatía asociada a hiperuricemia y gota
y enfermedad glomeruloquística renal.
Se sugiere utilizar la expresión enfermedad in-
tersticial renal autosómica dominante, por las La uromodulina alterada se deposita en las cé-
alteraciones halladas en la biopsia renal y porque lulas del túbulo produciendo necrosis y dando

Tabla 5. Otras ciliopatías. Características fenotípicas

Quistes Degeneración Hipoplasia Encefalocele Polidactilia Obesidad Alteraciones Enfermedad


renales retiniana vermis genitourinarias hepatobiliar
cerebelo
Bardet-Biedl X X X X X X
Alström X X X X
Joubert X X X X X X
Senior-Locker X X
McKusick-Kaufman X X X
Meckel-Gubler X X X X X
Jeune X X X X X
Orofaciodigital X X X X X X

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lugar a la enfermedad tubulointersticial que se medulares o medulares, bilaterales en el 60%


aprecia en la biopsia renal. La mayoría no tiene de los casos.
quistes medulares.
La EIRAD debe sospecharse en pacientes jóve-
La clínica es de gota e hiperuricemia, siendo nes con gota o insuficiencia renal, anteceden-
más llamativa en varones adolescentes. Se tes familiares sugestivos y analítica de orina
aprecia elevación leve de la creatinina sérica y sin hematuria ni proteinuria, lo que ayuda al
una orina sin apenas proteinuria con concen- diagnóstico diferencial con otras entidades.
tración urinaria disminuida y es raro que ten-
gan hipertensión en esta fase. La insuficiencia El tratamiento está orientado al manejo de la
renal terminal aparece a una edad media de hiperuricemia y la gota, con inhibición de la
50 años. xantina oxidasa (alopurinol) y el manejo sin-
tomático de la ERC.
2.4.2. Mutaciones en el gen REN
2.5. Síndrome de quistes renales y diabetes
Las mutaciones en el gen REN que codifica
Las mutaciones del gen TCF2 que codifica
la renina se produce en un depósito de pre-
para el factor hepatocito nuclear HNF-1β
prorrenina en células del túbulo renal, con-
(17q12) son las responsables de un síndrome
duciendo a la apoptosis y a daño estructural
que incluye quistes renales, así como diabe-
secundario. Clínicamente cursan con gota e
tes de tipo juvenil de inicio en la edad adulta
insuficiencia renal siendo las manifestaciones
(MODY tipo 5). Es una entidad autosómica do-
más tardías y de progresión más lenta que en
minante (OMIM#137920) en la que además de
las asociadas a uromodulina. Tienen niveles
la diabetes y los quistes renales puede haber un
bajos de renina y angiotensina, por lo que las
aumento de las enzimas hepáticas, hiperurice-
cifras de presión arterial son normales o bajas,
mia y malformaciones genitales, pancreáticas
la hipercaliemia leve y la anemia mejora en la
y del tubo neural. La mayoría de portadores de
adolescencia.
mutaciones HNF-1β presentan quistes renales
pero hay una penetrancia variable con fenoti-
2.4.3. Mutaciones en el gen MUC1 pos muy diversos. Las malformaciones renales
más frecuentes son la displasia quística renal
Las mutaciones en el gen MUC1, que codifica la con quistes a nivel cortical, aunque la presencia
mucina1 (1q21) se han descrito en unas pocas de riñón único o riñón en herradura son tam-
familias. Antes se conocía como enfermedad bién comunes. De las anomalías genitales, pre-
medular quística tipo 1. Se produce una pro- valece el útero bicorne en las mujeres. El grado
teína mucina aberrante que se localiza en las de afectación de la función renal varía desde
células del asa de Henle, túbulo distal y túbulo insuficiencia renal prenatal o en la infancia
colector. A diferencia de las entidades anterio- hasta adultos que conservan su función renal.
res, los pacientes no tienen gota ni hiperurice- El tratamiento depende de la afectación de la
mia y evolucionan lentamente a insuficiencia función renal y de la presencia de otras altera-
renal. Es frecuente que tengan quistes cortico- ciones, como diabetes.

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2.6. Enfermedad de Von Hippel-Lindau Los quistes renales siguen en frecuencia a los
angiomiolipomas y pueden ser de tres tipos:
Enfermedad autosómica dominante, donde
existe afectación del gen VHL (3p25.3) que fa- • Quistes renales simples o múltiples. Suelen
vorece la aparición de numerosos tumores, tan- ser de pequeño tamaño, más frecuentes en
to benignos como malignos: carcinoma renal varones y generalmente asintomáticos. El
de células claras, hemangioblastomas del SNC, 10% de los niños los tienen a los 6 años.
feocromocitomas, angiomas retinianos, sacos
endolinfáticos en oído medio, cistoadenomas • Las mutaciones del TSC2 se pueden aso-
del epidídimo, tumores pancreáticos, etc. Su ciar también a la enfermedad poliquística
incidencia es de 1/36 000 y la aparición de la autosómica dominante, ya que el PKD1 es
sintomatología es variable, pudiendo iniciarse contiguo al TSC2. Se sabe que deleciones
en la infancia. que inactivan ambos genes se asocian a en-
fermedad poliquística más grave, con apari-
Dos tercios de los pacientes con alteración en ción en el primer año de vida o en la infancia
el gen VHL presentan quistes renales múltiples, temprana, y se conoce como síndrome de
generalmente corticales, y carcinoma renal de genes contiguos TSC2/PKD1.
células claras, aunque es raro que este último
aparezca antes de los 20 años. Se recomienda • Enfermedad renal glomeruloquística, como
estudio en la adolescencia. Los tumores suelen entidad poco habitual que se diagnostica
ser bilaterales y pueden desarrollarse a partir en el periodo neonatal, normalmente uni-
de un quiste renal o en zona parenquimatosa lateral.
no quística. Dado que los quistes se consideran
premalignos, el manejo de estos pacientes obli- Aunque la afectación renal sea frecuente y au-
ga a un estrecho seguimiento de las lesiones mente con la edad, la mayoría de los pacientes
renales con eliminación de las que son suges- apenas refiere síntomas. Las manifestaciones
tivas de malignización, procurando preservar más comunes son hematuria, dolor abdominal
el máximo parénquima renal. o lumbar derivados de hemorragia de los an-
giomiolipomas (suelen ser grandes, >4 cm). En
2.7. Complejo esclerosis tuberosa algunos casos, cuando hay numerosos quistes
o angiomiolipomas, se puede llegar a la IRT por
Consiste en un trastorno neurocutáneo de destrucción de parénquima renal. Se aconseja
herencia autosómica dominante, con una pre- el seguimiento clínico con control ecográfico
valencia estimada de 1/20 000 individuos, cau- anual y de creatinina sérica en los pacientes
sado por mutaciones tanto en el gen TSC1 del que tienen afectación renal. Si los angiomioli-
cromosoma 9, que codifica la hamartina, como pomas son grandes o tienen características de
del gen TSC2 del cromosoma 16, cuyo producto malignización se debe ampliar estudio con to-
es la tuberina, siendo la expresión fenotípica mografía o con RNM y se valorará tratamiento
más grave en estos, puesto que presentan más con inhibidores mTOR, o embolización arterial,
angiomiolipomas y quistes renales y tienen procurando preservar el máximo de parénqui-
mayor riesgo de desarrollar carcinoma renal. ma renal en el caso de cirugía.

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3. NEFROPATÍAS QUÍSTICAS NO HEREDITARIAS canza hasta en el 60% de los casos en los prime-
ros 5 años, especialmente en los que el tamaño
3.1. Displasia renal multiquística renal es <3 cm. Debemos tener en cuenta que la
dotación de nefronas del riñón solitario puede
La displasia multiquística renal (DMR) es la comenzar un círculo vicioso de hiperfiltración,
forma más grave de la displasia renal quística, hipertensión, afectación glomerular con protei-
la enfermedad quística más frecuente en la nuria y desembocar en insuficiencia renal. Por
infancia y la segunda causa más frecuente de ello, el seguimiento debe ser prolongado y se
masa abdominal en el periodo neonatal, tras la recomiendan los siguientes controles:
hidronefrosis. La incidencia es de 1/4300 recién
nacidos vivos y predomina en varones. La DMR • Ecografías periódicas: al nacimiento, al mes,
puede afectar a los dos riñones, en cuyo caso es cada 6 meses hasta los 2 años, a los 5 años,
incompatible con la vida, pero la mayoría son a los 10 y en la pubertad.
unilaterales.
• Análisis de orina para valorar hematuria/
La ecografía muestra una masa de quistes de
proteinuria anualmente.
diverso tamaño (en racimo de uvas), no comu-
nicantes entre sí. Entre los quistes puede ob-
• Control de la presión arterial, anualmente
servarse un escaso estroma fibroso. Si el riñón
desde el nacimiento.
contralateral es normal, suele presentar una
hipertrofia compensadora que comienza en el
• Filtrado glomerular estimado (mediante
periodo fetal. Si la hipertrofia compensadora
creatinina sérica) a los 2, 5 y 10 años, salvo
no ocurre, sugiere alguna anomalía renal.
cuando el riñón no sea compensador, que se
Anomalías asociadas: individualizará el seguimiento.

• Renales: 3.2. Quistes renales simples

– Reflujo vesicoureteral (4-14%, la mayoría Son raros en la edad pediátrica y habitualmen-


de bajo grado). te son detectados de forma casual. Ocasional-
mente un quiste puede infectarse o presentar
– Obstrucción pieloureteral (3%). hemorragia. Si está cerca a la pelvis y es de gran
tamaño, puede producir obstrucción.
– Anomalías de posición o rotación.

– Ureterocele. En una serie retrospectiva de las ecografías ab-


dominales de 16 102 niños la incidencia fue del
• Anomalías extrarrenales: cardiacas, atresia 0,22%. En adultos, pueden encontrarse en el
esofágica o intestinal. 50% de la población a partir de la sexta década
de la vida.
La incidencia de complicaciones (hipertensión
arterial o nefroblastoma) es muy baja, similar El manejo debe ser conservador con controles
a la de la población general. La involución se al- ecográficos periódicos. Únicamente en los quis-

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tes muy grandes debe realizarse drenaje per- puede desarrollarse en el 50% de los pacientes,
cutáneo junto con escleroterapia, para evitar y en el 90% tras 10 años de tratamiento. Gene-
la reacumulación de líquido debido al posible ralmente son asintomáticos, aunque a veces
compromiso sobre el crecimiento renal. pueden presentar dolor, hematuria y fiebre, y
los quistes pueden malignizarse en el 0,2-0,9%
3.3. Quistes renales multiloculares de los casos. Los quistes pueden disminuir de
tamaño tras el trasplante renal.
Es una patología rara, generalmente benigna,
congénita, no hereditaria, de causa descono- Trasplante hepático. En diferentes series de
cida y de preferencia unilateral, con múltiples pacientes pediátricos que han recibido un
denominaciones: tumor quístico multilocular trasplante hepático se ha comprobado que
del riñón, nefroblastoma quístico parcialmente desarrollan quistes renales (11-30%). Los fac-
diferenciado, cistadenoma renal y riñón poli- tores de riesgo valorados en su patogenia no
quístico parcial. son concluyentes.

3.5. Quistes renales asociados a hipopotasemia


La ecografía muestra una masa quística ane-
coica de diverso tamaño, con múltiples septos
La hipopotasemia, cuando es crónica y no trata-
hiperecoicos de tejido conjuntivo. El nefroma
da, puede producir una lesión histológica tubu-
quístico multilocular es una lesión quística
lointersticial consistente en una vacuolización
compleja, no funcionante en la exploración
de los túbulos renales, aparición de quistes re-
con isótopos, que en los estudios de imagen
nales y finalmente fibrosis intersticial. Es la de-
se ajustaría al grado II (benigna) o IIF (requie-
nominada nefropatía hipopotasémica. Tanto la
re vigilancia) de la clasificación de Bosniak. En
vacuolización como los quistes son reversibles
ocasiones es preciso ampliar el estudio con
si se corrige la hipopotasemia; sin embargo, la
tomografía o RNM, para descartar lesiones
fibrosis intersticial es irreversible.
malignas que requieren cirugía.

3.4. Enfermedad quística renal adquirida (EQRA) BIBLIOGRAFÍA

Los quistes adquiridos son muy infrecuentes 1. Adalat S, Woolf AS, Johnstone KA, Wirsing A, Ha-
en edad pediátrica. Los podemos encontrar en rries LW, Long DA. HNF1B mutations associate with
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