Enfermedades Quísticas Renales: Resumen
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Iceta Lizarraga A, Hualde Olascoaga J. Enfermedades quísticas renales. Protoc diagn ter pediatr. 2022;1:219-32.
RESUMEN
• Numerosas enfermedades cursan con quistes renales, cuyas causas son tanto genéticas
como adquiridas, que pueden manifestarse desde la vida intrauterina hasta la edad adulta,
y de un modo muy heterogéneo.
• Las ciliopatías o enfermedades hereditarias de los cilios primarios son la causa de un amplio
abanico de entidades que presentan quistes y fibrosis que afectan a los riñones, al hígado
y a otros órganos.
ABSTRACT
• A large amount of diseases are associated with renal cysts, due to nonhereditary fetal
malformations or genetic disorders, or, rarely, they may be acquired. They can be diagnosed
during an antenatal screening or in the adulthood, in a variety of clinical expressions.
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• Ciliopathies occur by mutations in a large number of genes that encode proteins involved
in the function of primary cilia, resulting in renal disease and extrarenal manifestations,
including retinal degeneration, cerebellar ataxia, and liver fibrosis.
• The echographic findings vary from the appearance of the cysts and their location in the
kidneys to the echogenicity of the cortex.
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PKD1 cuando a los 30-35 años la ecografía la secuenciación de nueva generación han des-
renal es normal. crito mutaciones nuevas, ofreciendo resultados
prometedores, por lo que en el futuro podrá
El tratamiento es de sostén, enfocado al control facilitar el screening de mutaciones de PQRAD
de la HTA (con IECA o ARA-II), de la insuficiencia a costes reducidos.
renal y de posibles complicaciones: infección
urinaria, dolor o hematuria por rotura de un Existen claras diferencias en cuanto a la he-
quiste y presencia de litiasis. rencia, peculiaridades de los quistes, edad de
comienzo de la enfermedad renal terminal y
Hay tratamientos específicos como el tolvaptán las manifestaciones extrarrenales.
(antagonista de receptores V2 de la vasopre-
sina), los inhibidores mTOR o los análogos de En la Tabla 4 se muestran las diferencias entre
la somatostatina, enfocados en frenar la pro- las PQRAD y la PQRAR.
gresión de la enfermedad en adultos y de los
que no hay evidencia suficiente para la edad 2.3. Nefronoptisis. Otras ciliopatías con
pediátrica. manifestaciones renales
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en las células del túbulo renal como en otros 62% de los casos. La alteración de la síntesis
órganos, encontrándose alteraciones extrarre- de nefroquistina (2q12-q13) condiciona la
nales hasta en el 10-20% de los casos, caracte- motilidad de los cilios respiratorios y re-
rizando diferentes síndromes. Su incidencia es nales. Tienen poliuria, polidipsia y pérdida
1/50 000 y representan un 5% de los casos de salina, con edad media de IRT a los 13 años.
IRT en la edad pediátrica.
• Tipo adolescente, clínica similar a la juvenil,
Además, la NPHP es la alteración renal más fre- IRT media a los 19 años (mutación NPHP3).
cuente en diversos síndromes como el Senior-
Locken, Joubert, Meckel-Gruber, Cogan y Jeune. En etapas tempranas los riñones tienen un tama-
ño normal, con hiperecogenicidad del parénqui-
Desde el punto de vista clínico se manifiesta ma y pérdida de la diferenciación corticomedular
por disminución de la capacidad de concentra- en las ecografías, apareciendo posteriormente
ción de la orina, nefritis tubulointersticial e IRT pequeños quistes en la unión corticomedular.
antes de los 30 años de edad.
Desde el punto de vista anatomopatológico: des-
Hay tres formas de presentación propiamente integración de la membrana basal tubular, atro-
nefrológicas, basadas en la edad de comienzo: fia tubular y formación más tardía de quistes,
finalizando en una esclerosis tubulointersticial.
• Infantil, con quistes intraútero, llevan a la
IRT antes de los 5 años. En la actualidad no hay tratamiento específico
para la NPHP, este es de soporte, dirigido a fre-
• Forma clásica juvenil, la más prevalente con nar la progresión de la ERC. La NPHP no recidiva
afectación en el gen NPHP1: supone un 27- en pacientes trasplantados.
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2.3.2. Síndrome de Senior-Loken (SLSN) relacionadas con el funcionamiento del cilio pri-
mario. Su prevalencia se estima en 1/160 000 en
SLSN (#266900). Se denominan así a los casos el norte de Europa y Estados Unidos, y es mucho
de nefronoptisis con afectación de la retina mayor en determinadas etnias o zonas geográfi-
(amaurosis congénita de Leber) que suponen cas, como en la población árabe (1/13 500).
aproximadamente el 10% de los casos de ne-
fronoptisis. Se hereda de manera autosómica
recesiva y con heterogeneidad genética. Manifestaciones clínicas
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2.3.8. Síndrome de Jeune (JS) o distrofia los quistes renales no siempre están presentes. Es
torácica asfixiante una entidad poco frecuente, de herencia autosó-
mica dominante, que produce una insuficiencia
Se trata de una ciliopatía autosómica recesiva renal crónica de instauración progresiva. Suele
que se caracteriza por tener anomalías esque- diagnosticarse en la segunda o tercera década
léticas con un tórax alargado, costillas y extre- de la vida, con evolución a IRT a una edad variable.
midades cortas, talla baja y polidactilia, sobre
todo en los pies. La afectación renal sucede en La clasificación de las EIRAD se realiza en fun-
un 30% de los pacientes. Es fácil que fallezcan ción de la alteración genética subyacente, y
en los primeros años de vida, debido a una in- existen al menos tres subtipos:
suficiencia respiratoria.
Asocia alteraciones faciales orales y digitales, Las mutaciones en el gen UMOD (cromosoma
enfermedad quística renal y malformaciones 16p12), que codifica la uromodulina o proteína
del sistema nervioso central entre otras. de Tamm-Horsfall, son las más frecuentes y pro-
ducen las llamadas enfermedades renales aso-
En la Tabla 5 se recogen las características fe- ciadas a uromodulina, las más frecuentes, dentro
notípicas de estas ciliopatías. de las que se incluyen las previamente conocidas
2.4. Enfermedad medular quística renal / como enfermedad medular quística renal tipo 2
enfermedad intersticial renal autosómica (MCKD2), nefropatía hiperuricémica familiar ju-
dominante (EIRAD) venil, nefropatía asociada a hiperuricemia y gota
y enfermedad glomeruloquística renal.
Se sugiere utilizar la expresión enfermedad in-
tersticial renal autosómica dominante, por las La uromodulina alterada se deposita en las cé-
alteraciones halladas en la biopsia renal y porque lulas del túbulo produciendo necrosis y dando
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2.6. Enfermedad de Von Hippel-Lindau Los quistes renales siguen en frecuencia a los
angiomiolipomas y pueden ser de tres tipos:
Enfermedad autosómica dominante, donde
existe afectación del gen VHL (3p25.3) que fa- • Quistes renales simples o múltiples. Suelen
vorece la aparición de numerosos tumores, tan- ser de pequeño tamaño, más frecuentes en
to benignos como malignos: carcinoma renal varones y generalmente asintomáticos. El
de células claras, hemangioblastomas del SNC, 10% de los niños los tienen a los 6 años.
feocromocitomas, angiomas retinianos, sacos
endolinfáticos en oído medio, cistoadenomas • Las mutaciones del TSC2 se pueden aso-
del epidídimo, tumores pancreáticos, etc. Su ciar también a la enfermedad poliquística
incidencia es de 1/36 000 y la aparición de la autosómica dominante, ya que el PKD1 es
sintomatología es variable, pudiendo iniciarse contiguo al TSC2. Se sabe que deleciones
en la infancia. que inactivan ambos genes se asocian a en-
fermedad poliquística más grave, con apari-
Dos tercios de los pacientes con alteración en ción en el primer año de vida o en la infancia
el gen VHL presentan quistes renales múltiples, temprana, y se conoce como síndrome de
generalmente corticales, y carcinoma renal de genes contiguos TSC2/PKD1.
células claras, aunque es raro que este último
aparezca antes de los 20 años. Se recomienda • Enfermedad renal glomeruloquística, como
estudio en la adolescencia. Los tumores suelen entidad poco habitual que se diagnostica
ser bilaterales y pueden desarrollarse a partir en el periodo neonatal, normalmente uni-
de un quiste renal o en zona parenquimatosa lateral.
no quística. Dado que los quistes se consideran
premalignos, el manejo de estos pacientes obli- Aunque la afectación renal sea frecuente y au-
ga a un estrecho seguimiento de las lesiones mente con la edad, la mayoría de los pacientes
renales con eliminación de las que son suges- apenas refiere síntomas. Las manifestaciones
tivas de malignización, procurando preservar más comunes son hematuria, dolor abdominal
el máximo parénquima renal. o lumbar derivados de hemorragia de los an-
giomiolipomas (suelen ser grandes, >4 cm). En
2.7. Complejo esclerosis tuberosa algunos casos, cuando hay numerosos quistes
o angiomiolipomas, se puede llegar a la IRT por
Consiste en un trastorno neurocutáneo de destrucción de parénquima renal. Se aconseja
herencia autosómica dominante, con una pre- el seguimiento clínico con control ecográfico
valencia estimada de 1/20 000 individuos, cau- anual y de creatinina sérica en los pacientes
sado por mutaciones tanto en el gen TSC1 del que tienen afectación renal. Si los angiomioli-
cromosoma 9, que codifica la hamartina, como pomas son grandes o tienen características de
del gen TSC2 del cromosoma 16, cuyo producto malignización se debe ampliar estudio con to-
es la tuberina, siendo la expresión fenotípica mografía o con RNM y se valorará tratamiento
más grave en estos, puesto que presentan más con inhibidores mTOR, o embolización arterial,
angiomiolipomas y quistes renales y tienen procurando preservar el máximo de parénqui-
mayor riesgo de desarrollar carcinoma renal. ma renal en el caso de cirugía.
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3. NEFROPATÍAS QUÍSTICAS NO HEREDITARIAS canza hasta en el 60% de los casos en los prime-
ros 5 años, especialmente en los que el tamaño
3.1. Displasia renal multiquística renal es <3 cm. Debemos tener en cuenta que la
dotación de nefronas del riñón solitario puede
La displasia multiquística renal (DMR) es la comenzar un círculo vicioso de hiperfiltración,
forma más grave de la displasia renal quística, hipertensión, afectación glomerular con protei-
la enfermedad quística más frecuente en la nuria y desembocar en insuficiencia renal. Por
infancia y la segunda causa más frecuente de ello, el seguimiento debe ser prolongado y se
masa abdominal en el periodo neonatal, tras la recomiendan los siguientes controles:
hidronefrosis. La incidencia es de 1/4300 recién
nacidos vivos y predomina en varones. La DMR • Ecografías periódicas: al nacimiento, al mes,
puede afectar a los dos riñones, en cuyo caso es cada 6 meses hasta los 2 años, a los 5 años,
incompatible con la vida, pero la mayoría son a los 10 y en la pubertad.
unilaterales.
• Análisis de orina para valorar hematuria/
La ecografía muestra una masa de quistes de
proteinuria anualmente.
diverso tamaño (en racimo de uvas), no comu-
nicantes entre sí. Entre los quistes puede ob-
• Control de la presión arterial, anualmente
servarse un escaso estroma fibroso. Si el riñón
desde el nacimiento.
contralateral es normal, suele presentar una
hipertrofia compensadora que comienza en el
• Filtrado glomerular estimado (mediante
periodo fetal. Si la hipertrofia compensadora
creatinina sérica) a los 2, 5 y 10 años, salvo
no ocurre, sugiere alguna anomalía renal.
cuando el riñón no sea compensador, que se
Anomalías asociadas: individualizará el seguimiento.
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tes muy grandes debe realizarse drenaje per- puede desarrollarse en el 50% de los pacientes,
cutáneo junto con escleroterapia, para evitar y en el 90% tras 10 años de tratamiento. Gene-
la reacumulación de líquido debido al posible ralmente son asintomáticos, aunque a veces
compromiso sobre el crecimiento renal. pueden presentar dolor, hematuria y fiebre, y
los quistes pueden malignizarse en el 0,2-0,9%
3.3. Quistes renales multiloculares de los casos. Los quistes pueden disminuir de
tamaño tras el trasplante renal.
Es una patología rara, generalmente benigna,
congénita, no hereditaria, de causa descono- Trasplante hepático. En diferentes series de
cida y de preferencia unilateral, con múltiples pacientes pediátricos que han recibido un
denominaciones: tumor quístico multilocular trasplante hepático se ha comprobado que
del riñón, nefroblastoma quístico parcialmente desarrollan quistes renales (11-30%). Los fac-
diferenciado, cistadenoma renal y riñón poli- tores de riesgo valorados en su patogenia no
quístico parcial. son concluyentes.
Los quistes adquiridos son muy infrecuentes 1. Adalat S, Woolf AS, Johnstone KA, Wirsing A, Ha-
en edad pediátrica. Los podemos encontrar en rries LW, Long DA. HNF1B mutations associate with
las siguientes circunstancias: hypomagnesemia and renal magnesium wasting.
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Enfermedad renal terminal. Se caracteriza por
2. Arts HH, Knoers NV. Current insights into renal
el desarrollo de quistes bilaterales, general-
ciliopathies: what can genetics teach us? Pediatr
mente <0,5 cm, en los riñones nativos de pa-
Nephrol. 2013;28:863-874.
cientes con enfermedad renal crónica, sin an-
tecedentes de enfermedad quística hereditaria. 3. Avni FE, Garel C, Cassart M, D’Haene N, Hall M,
Se presenta generalmente en pacientes en he- Riccabona M. Imaging and classification of con-
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Después de 3 años en hemodiálisis, la EQRA nol. 2012; 198:1004-1013.
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