Educacion Fisica
Educacion Fisica
Educacion Fisica
Los efectos fisiológicos sobre la ingesta diaria de carbohidratos, lípidos y proteínas o prótidos,
es el resultado de una buena repartición balanceada de estos macro nutrientes, y la cantidad
de calorías o energías que nuestro cuerpo necesita, que son variables y dependen de las
actividades que realizamos diariamente, es decir, de la cantidad de calorías que nuestro
cuerpo metaboliza y que debemos reponer.
Por lo tanto, dependiendo de estos valores variables en cada persona, lo que debemos saber
es la proporción de las porciones en la ingesta diaria, además, de conocer datos específicos
tales como: un gramo de proteínas equivale a 4 kilocalorías, un gramo de carbohidratos
equivale a 4 kilocalorías, y un gramo de grasas o lípidos equivale a 9 kilocalorías.
De lo anterior, se puede deducir que el consumo mínimo diario de alimentos debe ser
balanceado y en la cantidad que aporte por lo menos en la misma proporción de lo que se ha
gastado o metabolizado en el día, sabiendo que el consumo de grasas es doblemente mas
cuantioso en su aporte energético que cualquiera de los demás macro nutrientes.
Los efectos fisiológicos sobre la ingesta diaria de lípidos: Las funciones de los lípidos son
fundamentales, no solo porque al igual que los carbohidratos y las proteínas aportan energía,
sino que también tienen una misión bien específica que es la construcción y protección de las
membranas celulares, los tejidos, la piel y el cabello y ayudan a transportar a todas partes del
cuerpo las vitaminas A, D y E.
Por lo tanto, las grasas o lípidos sino se consumen en la cantidad adecuada, su función
específica se afectará, es decir, piel reseca y vulnerable a los rayos solares, inmunodeficiencia,
entre otros, y si el consumo es excesivo, traerá consecuencias para nuestro sistema
cardiovascular porque aumentan los riesgos de obstrucción de la vías coronarias con la grasas
pegada en las paredes venosas, la obesidad, el cansancio, la diabetes y una cadena de efectos
dañinos para la salud en general.
Por lo tanto, las grasas o lípidos sino se consumen en la cantidad adecuada, su función
específica se verá afectada, es decir, aparecerán consecuencias tales como piel reseca y
vulnerable a los rayos solares, inmunodeficiencia, infecciones de oídos y ojos, entre otros, y si
el consumo es excesivo, traerá consecuencias para nuestro sistema cardiovascular porque
aumentan los riesgos de obstrucción en la vías coronarias con la grasas pegada en las paredes
venosas, la obesidad, el cansancio, la diabetes y una cadena de efectos dañinos para la salud
en general.
El tener una dieta balanceada no es tan difícil como parece, he aquí unos consejos que puedes
seguir:
• Las nuevas Guías Alimentarias recomiendan llenar la mitad de su plato con vegetales y frutas
en cada comida o merienda. Elija vegetales y frutas con mucho color, entre más color tienen
las frutas y vegetales más nutrientes contienen.
• Modifique las recetas de la abuelita y hágalas un poco más saludables. Elija ingredientes
saludables y base sus comidas alrededor de tortillas de trigo entero, frutas, vegetales, carnes
magras, pescado, granos enteros y frijoles o habichuelas.
• Mantenga los sabores latinos al ayudar a su familia a consumir menos grasas saturadas al
elegir carnes magras como el pescado, así como optar por hornear, asar o hervir en lugar de
freír.
• Aumente el valor nutritivo de sus bebidas al intercambiar refrescos u otras bebidas de sabor
naranja que pueden contener azúcares agregados y menos nutrientes por jugo de naranja 100
por ciento natural. Asegúrese de que el jugo de naranja que compre diga “100% jugo” (100%
juice).
• Sustituya las grasas sólidas, como la margarina o la manteca por aceites saludables como el
aceite de oliva.
• Limite las visitas a los restaurantes de comida rápida, y recuerde que muchos de estos
establecimientos ofrecen opciones un poco más saludables. Busque las palabras “a la parrilla”
(grilled) o “al vapor” (steamed).
Los suplementos nutricionales se ingieren por vía oral en forma de comprimidos, cápsulas,
pastillas, efervescente o líquido, y no están formulados para su uso como un alimento
convencional ni como elemento único constituyente de una comida o de la dieta.
- Corregir las deficiencias debido a la ingesta dietética inadecuada (por ejemplo, la anemia por
deficiencia de hierro).