SEMINARIO

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2.

Analfabetismo digital

2.1. Definición de analfabetismo


La alfabetización digital no solo consiste en saber utilizar un aparato digital, sino
también en comprender y aplicar cómo ese uso puede hacer que nuestra vida
mejore o que seamos más productivos y eficientes en ella.

Es un hecho que la aparición de las nuevas tecnologías ha marcado nuevas


diferencias en la sociedad, de forma económica, ya que no todos los países ni
todas las personas tienen las mismas oportunidades de acceder a la alfabetización
digital y en forma de compresión, ya que unos sí han adaptado sus
procedimientos empresariales a la transformación digital pero otros la han
entendido como una moda pasajera.

Nos encontramos ante una nueva fractura social, cultural, educativa y económica.

Hay dos grupos perfectamente identificados: los alfabetizados y los analfabetos


digitales y el rápido avance tecnológico ahonda cada día más en esta diferencia.

2.2. Causas del analfabetismo digital

- Los individuos no tienen como interactuar con este tipo de herramientas


y obtener mayores estudios de las mismas, lo cual se traduce al no
manejo de un ordenador, del software, internet, y demás herramientas
informáticas, factor que influye en el ámbito profesional, personal y
social de cada persona.

- El problema es que no todos los ciudadanos parten con el mismo nivel


de renta y educación para enfrentarse a lo nuevo que exige el avance
de las tecnologías.
- Hay ciudadanos que voluntariamente rechazan su incorporación al uso
de las tecnologías digitales, porque no están interesados o no lo
encuentran necesario.

- El impacto social de internet, su uso compartido de imágenes, videos,


música, documentos.

- La forma de producción de la información ya no es en papel si no digital

- La situación económica de algunos sitios si cuentan con recursos para


acceder a internet, pero otros no.

- El nivel de educación que ha cambiado al paso del tiempo

- Nuevas formas de comunicación, en donde se requieren habilidades y


destrezas al momento de utilizarlas

- La implementación de material multimedia en el contenido de la internet,


hacen que sea más compleja su actualización

2.2. Consecuencias del analfabetismo digital

– Dificultades para encontrar un trabajo


– Problemas para desenvolverse en la vida diaria
– Desigualdades entre quienes manejan la tecnología y quiénes no
– Desaprovechamiento de oportunidades
– Bajo rendimiento académico
– En los colegios porque hay diferencias de recursos tecnológicos entre los
lugares educativos privados y públicos
– Ámbito laboral porque los que ya tienen más conocimientos informáticos,
estarán más aceptados en los puestos de trabajos

2.4. Brecha digital


La desigualdad en el acceso a Internet y las TIC se conoce como brecha digital
y afecta al 52 % de las mujeres y al 42 % de los hombres del mundo. Esta grieta
se torna aún más profunda cuando hablamos de regiones: según datos extraídos
del portal Internet World Stats a mayo de 2020. En este punto conviene matizar
entre el acceso a Internet y la alfabetización digital, es decir, el proceso de
aprendizaje que permite a una persona adquirir competencias para entender y
aprovechar el potencial educativo, económico y social de las nuevas tecnologías.

La brecha digital se atribuyó en un primer momento al subdesarrollo y se percibió


como algo pasajero que desaparecería con la popularización de la tecnología. En
cambio, la fractura persiste hoy a pesar de la comercialización masiva de
dispositivos electrónicos con acceso a Internet. Las causas pueden ir desde el alto
precio de los dispositivos mencionados a la falta de conocimientos sobre su uso o
al déficit de infraestructuras para su acceso. Al hilo de esto, repasamos cuáles son
los tipos de brecha digital:

 Brecha de acceso. Se refiere a las posibilidades que tienen las personas


de acceder a este recurso. Aquí entran en juego, entre otras, las diferencias
socioeconómicas entre las personas y entre los países, ya que la
digitalización requiere de inversiones e infraestructuras muy costosas para
las regiones menos desarrolladas y para las zonas rurales.

 Brecha de uso. Hace referencia a la falta de competencias digitales que


impide el manejo de la tecnología. En este sentido, y por poner un ejemplo,
la UIT señala que hay 40 países en los que más de la mitad de sus
habitantes no saben adjuntar un archivo a un correo electrónico.

 Brecha de calidad de uso. En ocasiones, se poseen las competencias


digitales para manejarse en Internet, pero no los conocimientos para hacer
un buen uso de la red y sacarle el mayor partido posible. Por ejemplo, en lo
relativo al acceso a información de calidad.

2.5. ¿Quiénes son los más afectados por el analfabetismo digital?


Casi 3 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años –59 millones– que viven en
países afectados por conflictos o desastres son analfabetos, el triple de la tasa
mundial, dijo hoy UNICEF.

2.6. Analfabetismo digital como problema social

El analfabetismo digital es otra manifestación particularmente grave de la


exclusión social, dado que acentúa la brecha intergeneracional, evitando que los
más jóvenes se beneficien de la experiencia y la sabiduría de las generaciones
que les precedieron, pero además porque fomenta desencuentros entre los
miembros de las sociedades en un mundo que, en general, tiende a envejecer.
Considerando el dinamismo que caracteriza a las TICs, este es un problema de la
mayor importancia que demanda una reconfiguración de las políticas educativas y
digitales de parte de los países.
 
Considerando estos desafíos, es pertinente caracterizar al alfabetizado digital,
dado que, conociendo los rasgos que lo definen, se podrían acuñar políticas
públicas encaminadas a superar el analfabetismo digital, e incluso el tradicional
que aqueja a millones de seres humanos en todo el mundo.

3. Estudiantes y el analfabetismo digital durante el Covid-19

3.1 Definición de Covid-19

El Covid-19 es una enfermedad altamente infecciosa causada por el SARS-CoV-2.

Produce síntomas similares a los de la gripe o catarro, entre los que se


incluyen fiebre, tos, disnea (dificultad respiratoria), mialgia (dolor muscular)  y fatiga. En
casos graves se caracteriza por producir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria
aguda, sepsisy choque séptico. 

La transmisión del Covid-19 se produce mediante pequeñas gotas que se expulsan al


hablar, estornudar o toser, que al ser despedidas por un portador pasan directamente a
otra persona mediante la inhalación, o quedan sobre los objetos y superficies, luego, a
través de las manos, que lo recogen del ambiente contaminado, toman contacto con las
membranas mucosas orales, nasales y oculares, al tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Esta última es la principal vía de propagación, ya que el virus puede permanecer viable
hasta por días.

Dentro de las medidas de prevención está el uso obligatorio de mascarilla, lavarse las
manos con frecuencia, uso del gel antibacterial y mantener una sana distancia. Para
cumplir con todas estas medidas ha sido necesario adaptarnos a una nueva modalidad,
donde muchos trabajos y casi todas las escuelas han tenido que adaptarse a un sistema
virtual, perjudicando a muchas personas y haciendo más evidente el índice de
analfabetismo digital.

3.2 Relación del covid-19 con el analfabetismo digital.

Es un hecho que nosotros los jóvenes nacimos inmersos en un mundo donde el uso de
las TIC es necesario para demasiadas actividades de la vida diaria, pero no todos y todas
las niñas, niños y adolescentes tienen la misma accesibilidad a los dispositivos, a internet
y más aún, que tienen las capacidades necesarias para aprovechar al máximo dichas
herramientas.
Aun así, con la llegada de la pandemia el gobierno tuvo la necesidad de implementar
medidas para seguir con la educación a través de las tecnologías para hacer efectivo el
derecho humano a la educación.
Sí, la llegada de la pandemia aceleró “la digitalización” de algunos ámbitos y
actividades. La educación en línea no es un tema novedoso y por el contrario, se ha
afianzado su “futurible” crecimiento.

La delgada línea entre el saber y el poder


Pensemos en una fuente de información de uso común aunque con características
particulares, por ejemplo, un libro. Supongamos que éste tiene textos de todo tipo, de
todos los estilos, para todas las edades.  Tiene una serie de índices con diversos
intereses de los usuarios, diversos recursos como índices temáticos, de otros tipos,
marcas, secciones, tablas, etc.
¿Contamos, todos y todas, niños y niñas, adolescentes, personas adultas mayores,
jóvenes adultos, con las mismas competencias para entender su contenido cómo
“navegar” en el libro y así, sacarle el mayor provecho posible? Lo mismo ocurre con
internet.
El internet tiene demasiada información que no se revela a todos por igual ya que,
depende de las habilidades que se tengan para buscar información, identificar
cuáles son fuentes confiables y cuales no, de ir más allá de los primeros resultados
que ofrecen los buscadores, así como todas posibilidades de contenidos: videos,
podcast, artículos, blogs, redes sociales, etc.

Fuente: INEGI, 2020.


Como podemos observar en los datos del INEGI, la mayor población de los usuarios va
desde los 12-17 años, 18-24 años y 25-34 años; siendo el segundo lugar, quienes en
mayor proporción emplean el internet en un 91.2 %.

Fuente: INEGI, 2020.


Si comparamos estas cifras con estos datos que nos muestran para qué es más usada
dicha herramienta, podemos observar que, en gran medida, esta es utilizada con fines de
entretenimiento; para obtener información; para comunicarse; para apoyar la
educación/capacitación y para acceder a redes sociales. ¿Pero qué tipo de información?
¿Comunicación de qué calidad? Si a estas interrogantes le sumamos algunas otras
variables como la pobreza y la brecha digital, nos percataríamos de que después del
COVID-19 y hasta antes de él, se estaba haciendo muy evidente: la analfabetización
digital.
Sumando la situación de pobreza, que representa un obstáculo para el acceso a otros
derechos, tenemos el tipo de actividades que más realizan los y las mexicanas en la web,
de las cuales, según la agencia WeAreSocial destacan:

 8 horas y 21 minutos, lo utilizan para navegar en el Internet.


 3 horas y 25 minutos, lo utilizan en los medios sociales.
 3 horas y 27 minutos, lo utilizan para ver contenido de TV en línea.
 1 hora y 49 minutos, lo utilizan para escuchar música.
 1 hora y 13 minutos, lo utilizan en videojuegos.
De acuerdo con los datos, podríamos decir que se sabe el potencial de la web para
aprender y desarrollar competencias, pero la realidad señala algo muy distinto.

La otra cara de los datos citados al inicio de este artículo es que de los “62 millones de
mexicanos utilizan Internet, cifra que representa el 57% de la población, el 43% restante
no lo utiliza o no tiene acceso a tal tecnología”

El problema de la falta de acceso a las TIC, se combina con la utilización de esta


herramienta, pues en el marco del COVID-19, ha resultado conflictivo el proceso de
apropiación de sus aplicaciones y posibilidades como soporte de los procesos de
aprendizaje a distancia y en línea, no sólo para los millones de niñas, niños, adolescentes
y jóvenes adultos, adultos mayores, sino también para los y las docentes.

En este sentido, la brecha digital, junto con el analfabetismo digital, se suma al compendio
de variables que obstaculizan el traslado (aunque sea momentáneo) de la educación
presencial a una en línea que sea efectiva y permita que todas y todos los actores
involucrados se desempeñen con destreza en el marco de la pandemia.

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