Sistemas de Protección de La Niñez
Sistemas de Protección de La Niñez
Sistemas de Protección de La Niñez
Usted está iniciando el curso de orientación, prevención y actuación ante la violencia digital, bullying y ciberbullying
desde el enfoque de Sistemas de Protección de la Niñez, dirigido a servidores públicos del Sistema Plurinacional
Integral de la Niña, Niño y Adolescente (SIPPROINNA) y otras instancias del Estado Plurinacional.
• Caracterizar la violencia digital y su tipología como el ciberbullying relacionado al bullying, en los entornos
educativos principalmente.
• Reflexionar sobre las acciones de prevención y actuación desde el enfoque sistémico del Sistema Plurinacional
Integral de la Niña, Niño y Adolescente.
EL SISTEMA DE
PROTECCIÓN DE LA NIÑEZ
Y LOS NUEVOS DESAFÍOS
DE LA VIOLENCIA DIGITAL
Bienvenido/a al Módulo 1
Hay consenso en que la humanidad está viviendo una nueva era, un nuevo momento histórico, caracterizado por
los cambios vertiginosos en la manera de interactuar entre personas y sociedades, a través de la interconexión
y comunicación local o global y en tiempo real: la sociedad del conocimiento.
Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) como toda la gama de servicios de
telecomunicaciones, la inserción de computadoras en todos los ámbitos de la vida (hogar, trabajo, estudios, ocio,
etc.) y el boom de dispositivos móviles (celulares, tablets), permiten que cualquier usuario pueda conectarse a
internet y entrar en la nueva dimensión de la sociedad global con sus propias características.
A diferencia de otras épocas históricas, la sociedad de la información o sociedad del conocimiento, se hace muy
particular, por las siguientes características1:
• Es un periodo histórico distinto de las sociedades industriales, por la generación de nuevas áreas de producción
de valor y de trabajo.
Este nuevo contexto social, cultural y económico, también ha influenciado para la generación de nuevas
identidades sociales, en función al grado de relación e interacción con los entornos tecnológicos.
• El analfabeto digital
Analfabeto es quien no aprendió a leer ni escribir. Pero “analfabeto digital” se refiere a las personas que con la
1
Rojas, Miriam Cristina y Rojas Eduardo: “Por un Abordaje Transdiciplinario de las violencias con enfoque de género en la sociedad de la información Boliviana - estudios sobre violencia digital
en tres municipios de Cochabamba“, Fundación Redes, La Paz, 2013, p. 11.
aparición de las nuevas tecnologías, no han querido interactuar en
el mundo digital. El analfabeto digital desarrolla todas sus actividades
cotidianas, personales, educativas, profesionales, pero sin vinculación
con las TIC. Se desenvuelve cotidianamente utilizando formas
tradicionales de comunicación y gestión de información, tales como:
apuntes, notas, libros, enciclopedias, etc.
El desconocimiento y la falta de habilidades para acceder a estas
tecnologías, potencian más el rechazo a querer utilizarlas, por
lo que los analfabetos digitales cada vez se sienten más aislados,
desinformados y marginados por el mundo digital, dando surgimiento
a conceptos como el info-pobre y el info-rico, que se refiere a la
persona que comprende y maneja información de internet para
fines de desarrollo socio-económico o personal.
El analfabetismo digital está presente en las personas adultas
y de la tercera edad, que no ven la importancia ni las bondades
que ofrece el empleo de estas nuevas tecnologías o medios de
comunicación. Prefieren continuar escribiendo en sus máquinas de
escribir, sin plantearse que el uso de una computadora les da diversas
alternativas de creación e intercambio de información rápida y eficaz.
Prefieren informarse a través de libros, revistas o diarios impresos.
Entre otras cosas, prefieren para comunicarse el uso de teléfonos
fijos en vez de utilizar un móvil para ello. Si requieren del uso de las
TIC por necesidad, lo hacen a través de la ayuda de un inmigrante
o nativo digital.
• El inmigrante digital
Los migrantes o inmigrantes digitales nacieron en la década de los 60-70, por lo que sus edades circulan entre
los 35 y los 55 años de edad. Son aquellos que han tenido que adaptarse a una sociedad cada vez más técnica
o digital gracias al progresivo y constante desarrollo de las TIC. Esta adaptación es a su manera y a su propio
ritmo, obligados por la rutina diaria y/o profesional.
La educación y/o formación de estas personas también fue mediante el apoyo de grandes enciclopedias y
elementos gráficos principalmente de soporte a papel. Prefieren la presentación de sus trabajos en forma
escrita, claro, ayudados de una computadora. Pese a la preferencia de los métodos tradicionales, el inmigrante
digital también hace uso de las tablets, laptops, iPod, iPad, netbooks, móviles, entre otros.
En cuanto al aspecto comunicativo, son los que mayor uso del móvil realizan, entendiendo el móvil
como un instrumento para hacer y recibir llamadas de voz, desaprovechando mayoritariamente las distintas
actividades que podemos realizar en la actualidad gracias a la fuerte inclusión del smartphone.
La presencia del inmigrante digital en las redes sociales, se reduce a un número de aplicaciones, principalmente
Facebook o Twitter. Son usuarios de estas redes sociales, sólo por el hecho “de que hay que estar”, porque
“no eres nadie si no estás en las redes sociales”.
• El nativo digital
El concepto de nativos digitales (“digital natives”) fue mencionado por primera vez en el año 2001
por Marc Prensky en un trabajo titulado “Digital natives. Digital Immigrants”, para referirse a la generación
formada por las personas que nacieron en la era donde todo a su alrededor está influenciado por el
cambio tecnológico2.
Los nativos digitales son adolescentes nacidos a partir de 1995, que crecieron cerca de una computadora o
2
En Revista Iberoamericana: ¿Ocultamiento de factores generadores de fracaso escolar? Fabiola Cabra Torrez y Gloria Patricia Marciales, en www.rieoei.org/riesoaa6.htm
consulado el 14 - 01 - 2016.
consola, y que incluso han aprendido el lenguaje y gestos digitales antes que pronunciar sus primeras palabras.
Las computadoras, internet, móviles, consolas tablets o redes sociales son parte de su vida
cotidiana. No entienden cómo los inmigrantes digitales han vivido un tiempo sin una portátil, una tablet o
sin conexión a internet. Ya que para ellos, son tan cotidianos como la televisión o la radio lo fueron
para generaciones pasadas.
Las diferencias entre nativos digitales y los inmigrantes se manifiestan diariamente en el hogar, en la escuela,
el trabajo, etcétera. Ante la necesidad de obtener una información, los nativos prefieren obtenerla de
forma ágil e inmediata, por lo que basan su búsqueda de información en internet.
Los nativos digitales sienten atracción por todo lo novedoso en tecnología, logrando tener inmediatamente
una habilidad extraordinaria en su uso, sin necesidad de leer ningún manual de instrucciones previamente.
Navegan con fluidez, e incluso crean también sus propios contenidos, utilizando reproductores a diario
y comparten sus creaciones.
Hay una oferta de información y servicios a través de la red, así como una gran demanda de consumo de las
mismas, esto a nivel individual, de grupo social, institucional, empresarial e incluso a nivel de gobiernos.
El consumo de información y servicios sean de preferencias o requerimientos, genera todo un flujo de mercado
que incluye diversidad de transacciones económicas.
Ante esta situación, no existe un marco de regulación y protección de los usuarios y/o consumidores de
información, como la inexistencia de acciones e iniciativas de información, prevención y protección de los
derechos de los usuarios ante estos procesos comerciales y de mercado.
A esto se suma, además, que para el acceso a información y servicios, los usuarios deben otorgar información
y datos personales diversos e incluso preferencias de diverso tipo, siendo vulnerados en sus derechos a la
privacidad, intimidad y protección de información personal.
• Límites en el ejercicio de los Derechos Humanos en el entorno virtual
3. ¿La violencia digital: mito o realidad? Escenarios de riesgo para las niñas, niños y adolescentes
Hace un par de años que se ha manifestado y reconocido que el bullying es un tipo de violencia presente
en las unidades educativas en todo contexto y ámbito. Si bien este fenómeno es tan antiguo, quizá desde los
orígenes de la escuela como institución, fue reconocido como tal recientemente y por lo tanto se convirtió en
el blanco de las acciones institucionales de protección. Del mismo modo, está ocurriendo con el fenómeno de
la violencia digital y el ciberbullying por ejemplo.
Hablar de violencia digital podría parecer ciencia ficción, sin embargo, es una realidad aquí y
ahora. A continuación se presentan hallazgos de un estudio realizado por la fundación Redes 3 en
3
Rojas Miriam y Rojas Eduardo de Op. cit.- p. 99.
La Paz y replicado en Cochabamba:
• 4 de 10 estudiantes reconocen que perdieron sus cuentas por acceso a cibercafés (indagaciones posteriores
demuestran que administradores de cibercafés utilizan software para controlar la navegación de mujeres y
adolescentes en cibercafés).
• 10 de 10 estudiantes acceden a cibercafés públicos, pese a tener acceso en su hogar, hogar de familiares y
amigos. Los cibercafés son espacios de socialización.
• Ningún cibercafé cuenta con medidas de seguridad y protección de niñas y adolescentes.
• La Comunidad educativa no está preparada para el abordaje de la violencia digital en las escuelas.
• Madres, padres de familia, docentes y autoridades educativas, temen a la tecnología, amparados en el mito
que sus hijos adolescentes “dominan mejor la tecnología”.
• Las y los adolescentes “no dominan la tecnología” sólo conocen aplicaciones comerciales y están sobre
expuestos a riesgos y delitos informáticos.
• Se requiere capacitar a niñas, niños, adolescentes y adultos a interactuar en medios digitales, ejerciendo sus
derechos y eliminando la violencia digital.
• En internet se producen prácticas cotidianas que vulneran los derechos de niñas, niños y adolescentes:
misoginia en línea; violencia sexual digital; machismo en línea; patriarcado en línea; homofobia, racismo y
xenofobia.
• Padres de familia y la comunidad educativa DESCONOCEN los contenidos a los que se exponen sus hijos.
• Las redes Wi-Fi abiertas son señuelos para captación de víctimas de violencia digital.
Los compromisos asumidos por los Estados en la Convención de los Derechos del Niño (CDN), y otros
instrumentos internacionales de derechos humanos, establecen obligaciones de adopción de medidas legislativas
y de políticas que son necesarias para dar efectividad a los derechos reconocidos y garantizar la protección
integral de niños, niñas y adolescentes. Después de la ratificación de la CDN la mayoría de los países de América
Latina han hecho cambios en su legislación para proteger mejor los derechos de la niñez, incluso adoptando
códigos integrales de protección de la niñez y la adolescencia. En general, estas nuevas legislaciones y códigos
incluyen la creación de un Sistema Nacional de Protección Integral de la Infancia (SNPI).
Existen diversas definiciones respecto a qué es un sistema de protección de la infancia. UNICEF ha definido en
su estrategia de protección de la infancia, que “Los sistemas de protección comprenden un conjunto de leyes,
políticas y servicios necesarios en todos los ámbitos sociales —especialmente en el ámbito del bienestar social,
la educación, la salud y la justicia— para apoyar la prevención de los riesgos relacionados con la protección y
la respuesta en este sentido”4. Según el Instituto Interamericano del Niño, un sistema de protección integral es
básicamente un diseño organizacional y operativo concebido para la implementación de las políticas públicas
de infancia y adolescencia, que tiene como paradigma la CDN. Este sistema trata de estructurar y sistematizar
el relacionamiento entre todos los actores a los efectos de dar efectividad a los derechos reconocidos en la
CDN (INN, 2002).
Más allá de las diferentes definiciones, para el exclusivo propósito de este estudio se entiende como sistema
de protección integral de la infancia, el conjunto de órganos, entidades, mecanismos e instancias a nivel nacional,
4
Fondo de las Naciones Unidas para la infancia UNICEF: “Estrategia de protección de la infancia del UNICEF“ p. 5.
regional y local orientados a respetar, promover, proteger, restituir y restablecer los derechos de los niños y niñas
y reparar el daño ante la vulneración de los mismos establecidos por las legislaciones nacionales de infancia.
De haber situaciones de violación a los derechos humanos en la dimensión digital, no existen dependencias
donde puedan hacerse este tipo de denuncias. Excepto en La Paz, único lugar donde la Policía tiene una
División de Delitos Informáticos.
Si se avansara en temas de legislación en delitos informáticos, queda otro problema: internet no acata fronteras
físicas. Es otra dimensión, una dimensión virtual. Un caso de pornografía infantil por internet por ejemplo: Casi
el 100 por ciento de los casos son redes que trabajan en varios países. ¿Con cuál legislación de qué país se
juzgaría a los delincuentes?.
Hablar de derechos humanos en internet no funciona, internet no se rige por los derechos humanos, sino por
las lógicas de mercado.
¿Qué se puede hacer ante esta situación? Lo que está a nuestro alcance de manera inmediata es: más de esta
problemática, mejorar el manejo de las tecnologías, mejorar la comunicación con los hijos y que ellos sean más
conscientes de sus riesgos.
Unidad Temática 3:
El Capítulo Segundo de la Constitución Política del Estado, estipula los principios, los valores y los fines del
Estado, relacionados con la forma de vida que asumirán los bolivianos. Se mencionan el vivir bien, la vida
armoniosa, el camino noble como principios, y de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, solidaridad, reciprocidad,
respeto, complementariedad, armonía, transparencia, igualdad de oportunidades, equidad social y de género,
bienestar común, responsabilidad, justicia social, entre otros como valores.
Con base en lo anterior, se establece que desde la norma primera y principal del Estado Plurinacional de Bolivia,
se garantiza y explicita la no violencia, respeto y cultura de paz para el conjunto de personas y principalmente
para las niñas, niños y adolescentes por su condición de mayor vulnerabilidad.
b. Ley de Educación Nº 070 Avelino Siñani - Elizardo Pérez
Entre las bases, fines y objetivos (Capítulo II), de la ley educativa, se establece que la educación es intracultural,
intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo. Desde el potenciamiento de los saberes, conocimientos
e idiomas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, las comunidades interculturales y afro
bolivianas.
Por otro lado, la ley educativa, enfatiza en que la educación promueve la interrelación y convivencia en igualdad
de oportunidades para todas y todos, a través de la valoración y respeto recíproco entre culturas. También
promueve la convivencia pacífica, contribuye a erradicar toda forma de violencia en el ámbito educativo, para el
desarrollo de una sociedad sustentada en la cultura de paz, el buen trato y el respeto a los derechos humanos
individuales y colectivos de las personas y de los pueblos.
Entre sus disposiciones transitorias insta a la generación de planes y programas relacionados con temas
prioritarios como: educación sin violencia, educación en derechos humanos, educación en seguridad ciudadana,
educación en derechos de la Madre Tierra, educación contra el racismo, educación en valores y ética.
Esta es una Ley que organiza sanciones y consecuencias a los comportamientos contrarios a lo que promueve
la Constitución Política del Estado, como principios y valores y que menciona la Ley de Educación como
objetivos y fines. Inicia definiendo el fin para el que ha sido creada y por lo tanto sus bases. Aclara que se
comprende por: interculturalidad, igualdad, equidad y protección.
1. Interculturalidad entendida como la interacción entre las culturas, que se constituye en instrumento para
la cohesión y convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones para la construcción de
relaciones de igualdad y equidad de manera respetuosa.
2. Igualdad, que valoren la diversidad, con el objetivo de lograr equidad y justicia social, garantizando condiciones
equitativas específicas para el goce y ejercicio de los derechos, libertades y garantías.
3. Equidad, explica que se entiende como el reconocimiento a la diferencia y el valor social equitativo de las
personas para alcanzar la justicia social y el ejercicio pleno de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales
y culturales.
4. También desarrolla aspectos relacionados a la protección contra el racismo y toda forma de discriminación,
de manera efectiva y oportuna en ámbitos administrativos y/o jurisdiccionales, que impliquen una reparación o
satisfacción justa y adecuada por cualquier daño sufrido como consecuencia del acto racista y/o discriminatorio.
La discriminación se entiende como toda forma de distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en
razón de sexo, color, edad, orientación sexual e identidad de géneros, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía,
idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosofía, estado civil, condición económica, social o de salud,
profesión, ocupación u oficio, grado de instrucción, capacidades diferentes y/o discapacidad física, intelectual
o sensorial, estado de embarazo, procedencia, apariencia física, vestimenta, apellido u otras que tengan por
objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de
derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos por la Constitución Política del Estado y el derecho
internacional. No se considerará discriminación a las medidas de acción afirmativa.
En el Capítulo II, esta Ley hace referencia a las medidas de prevención, educación, destinadas a erradicar la
discriminación. En este, señala la definición y adopción de políticas y programas para eliminar la violencia y
discriminación en todo el país, y enfatiza en el nivel educativo:
• Diseñar y poner en marcha políticas educativas, culturales, comunicacionales y de diálogo intercultural, que
ataquen las causas estructurales del racismo y toda forma de discriminación; que reconozcan y respeten los
beneficios de la diversidad y la plurinacionalidad y que incluyan en sus contenidos la historia y los derechos de
las naciones y pueblos indígena originario campesinos y del pueblo afro boliviano.
• Promover la implementación de procesos de formación y educación en derechos humanos y en valores,
tanto en los programas de educación formal, como no formal, apropiados a todos los niveles del proceso
educativo, basados en los principios señalados en la presente Ley, para modificar actitudes y comportamientos
fundados en el racismo y la discriminación; promover el respeto a la diversidad; y contrarrestar el sexismo,
prejuicios, estereotipos y toda práctica de racismo y/o discriminación.
Esta ley fue modificada y promulgada en julio del año 2014, regula y protege los derechos de los niños, niñas
y adolescentes.
En el libro de Prevención, Artículo 119, se marcan las obligaciones de los responsables de la comunicación en el
que menciona que son los que comunicarán a los padres de familia o a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia
sobre casos de: inasistencias, deserción, reprobación y maltrato o violencia que se produzca dentro o fuera del
establecimiento. El Artículo 120 se establece la forma de denuncia de estos casos.
En los Artículos 158 y 159 remarcan la importancia y deber de prevenir situaciones a través de diferentes
medidas así como el deber de comunicar a los padres cualquier señal de violencia, maltrato, abuso, explotación
o consumo de bebidas alcohólicas o drogas prohibidas.
Por otro lado establece la Comisión Municipal de la Niñez y Adolescencia como ente regulador y sus funciones
y el de las Defensorías de la Niñez y Adolescencia, sus funciones y atribuciones.
Asimismo, el artículo 100 de la resolución 001/2014 del Ministerio de Educación prohíbe y regula toda forma
de violencia, maltrato y/o abuso en contra de cualquier integrante de la comunidad educativa que vaya en
desmedro del desarrollo integral de la persona.
El mismo orienta a los directores de las unidades educativas en relación a la identificación de las formas de
violencia, la forma de comunicar a los padres y de realizar las denuncias respectivas y la forma de coordinar
con la Direcciones Departamentales y las Defensorías de la Niñez y la Adolescencia dependientes de los
Gobiernos Municipales.
Esta Ley proviene y abarca el Municipio de la ciudad de La Paz. El propósito de la misma es garantizar una
conducta adecuada de los estudiantes en las unidades educativas que permita prevenir y erradicar de los
colegios el bullying. Comprendiendo que el acoso escolar también conocido como hostigamiento escolar, o
por su término en inglés bullying, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Desde esta perspectiva, esta Ley busca prevenir, controlar, eliminar y sancionar la violencia escolar en los
establecimientos educativos del municipio, pues comprende al acoso escolar como una especie de tortura,
metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la
complicidad de otros compañeros. Esta Ley contiene 45 artículos referidos a prevenir y evitar el acoso y la
violencia en la Escuela.
En cuanto a la responsabilidad de los padres, se busca que en la familia se pueda educar, informar y concientizar
sobre la problemática y consecuencias que implica la violencia escolar. Determina además que los progenitores
deben estar en contacto con el personal de la escuela y buscar información acerca de la forma en que se
comporta y se relaciona su hijo con los otros compañeros. También deben responder por los hechos de
violencia que generen sus hijos y acatar las sanciones y medidas impuestas.
Entre las obligaciones de las unidades educativas, se determina que deben incorporar una serie de medidas.
Entre ellas, plantear, aprobar y controlar una política educativa interna a efecto de prevenir, controlar, eliminar
y sancionar toda forma en que se dé este hecho en el ambiente educativo.
Esta política interna deberá expresarse en un plan escolar de prevención, un reglamento general contra la
violencia, un reglamento de sanciones, la conformación de un Consejo Educativo Contra la Violencia Escolar, la
programación curricular que incluya estos temas, brindar asistencia a las víctimas y asumir un compromiso de
no violencia.
Es el conjunto articulado de órganos, instancias, instituciones, organizaciones, entidades y servicios que tienen
como objetivo primordial garantizar el pleno goce de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Para el
cumplimiento de los fines del Sistema Plurinacional Integral, establece los lineamientos del Plan Plurinacional,
Planes Departamentales y Municipales de las niñas, niños y adolescentes, y sus respectivos Programas, en el
marco de la Política Pública, sin perjuicio de que se creen otros programas por las instancias competentes5.
5
Estado Plurinacional de Bolivia, Ministerio de Justicia: “Ley Nº 548 - Código Niña, Niño y Adolescente“, Art. 13.
¿Quiénes conforman el SIPPROINA?
• El Ministerio de Justicia
• Las organizaciones sociales y la sociedad civil, mediante los mecanismos que establece la Ley de Participación
y Control Social;
Las responsabilidades del Sistema Plurinacional de Protección Integral de la Niña, Niño y Adolescente
(SIPPROINNA) en sus diferentes niveles son los siguientes:
Responsabilidades Responsabilidades del Responsabilidades del Responsabilidades del nivel indígena originario
del nivel central nivel departamental nivel municipal campesino
Constituirse en la Ejercer la rectoría departa- Ejercer la rectoría municipal EL nivel indígena originario campesino, demarca las res-
Autoridad Central en mental en temáticas de la para la garantía de los ponsabilidades de los Gobiernos Indígena Originario
convenios y tratados niña, niño y adolescente; derechos de la niña, niño y Campesinos ( Art. 189).
internacionales adolescente;
relacionados con la
niñez y adolescencia;
Representar y dirigir las Establecer, implementar e Diseñar e implementar el Plan Corresponde a los Gobiernos de las autonomías Indígena
relaciones internacio- institucionalizar instancias Municipal de la Niña, Niño y Originario Campesinas, ejercer las responsabilidades esta-
nales en la materia, en departamentales de ges- Adolescente, en el marco de blecidas para los Gobiernos Autónomos Municipales, en
el marco de la política tión social, de protección las políticas nacionales. su respectiva jurisdicción.
exterior, y coordinando y atención para cada niña,
las acciones de coope- niño y adolescente.
ración internacional;
Alinear y armonizar el Diseñar e implementar el Asegurar la calidad, profesio- No aplica.
accionar de la coopera- Plan Departamental de la nalidad e idoneidad así como
ción internacional rela- Niña, Niño y Adolescente, la actualización técnica per-
cionada con la niña, niño en el marco de las políticas manente de las servidoras y
y adolescente. nacionales. los servidores públicos, que
presten servicios a la niña, niño
o adolescente.
La palabra violencia etimológicamente proviene de la raíz latina “vis” que significa fuerza. La violencia es entonces
la fuerza física o psicológica que se ejerce intencionalmente contra otra persona o personas para conseguir un
fin determinado, forzando la voluntad del sujeto agredido.
Según Paulo Pineiro, la violencia contra la niñez es:
“…el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra un niño, niña
o adolescente, por parte de una persona o un grupo, que cause o tenga muchas probabilidades de causar
perjuicio efectivo o potencial a la salud del niño, a su supervivencia, desarrollo o dignidad en cualquiera de sus
esferas.”(Paulo Sérgio Pinheiro. Seguimiento al Estudio de las Naciones Unidas sobre Violencia contra Niñas,
Niños y Adolescentes)
Por el desarrollo vertiginoso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), también se han desarrollado
varias formas de generar violencia en el entorno virtual.
Bluesnarfing
Ciberacoso-ciberbullying
Es un tipo de agresión psicológica que se da usando las nuevas tecnologías: teléfonos celulares e internet. Por
6
Rojas Miriam, Rojas Eduardo, Op. cit., p
medio de correos, mensajes o imágenes que se envían, se busca herir o intimidar a otra persona. Este tipo de
acoso no se hace de frente, a diferencia de bullying cara a cara.
Grooming
Cuando una persona adulta (posible abusador pedófilo) trata de iniciar una relacón en
línea con un niño, niña o adolescente, buscando involucrarlo en actos sexuales, intercambio
de imágenes y en conversaciones con contenido sexual.
Hackear
Sextorsión
Adicción
El uso excesivo de internet que provoca adicción y dependencia en el uso del celular, las páginas web, redes
sociales y otros. Puede generar distracción, en consecuencia descuidan sus actividades educativas, sociales,
deportivas y otros.
Phishing: Robo de datos mediante mensajes.
1. Identificando al ciberbullying
¿Qué es el bullying?
Bullying es una palabra en inglés que significa intimidar a alguien, o sea, acosar a otra persona, causándole miedo
y daño de manera constante.
Dado que en la escuela, se ha reconocido que existe este tipo de violencia entre compañeros de estudio, se
le ha aplicado la misma palabra para describirlo. Entonces, bullying es cuando un niño, niña o adolescente dice
o hace cosas para hacerle daño intencionalmente a un compañero o a una compañera que tiene dificultades
para defenderse, esto, de manera constante, reiterativa.
El bullying es un patrón de comportamiento agresivo que se da entre pares e implica acciones no deseadas,
negativas y repetidas en el tiempo. El bullying incluye un desequilibrio de poder o fuerza7.
Términos utilizados para el bullying son acoso escolar, maltrato entre iguales, violencia entre iguales. Estas
conductas ocurren frecuentemente y es difícil para el estudiante que está siendo intimidado defenderse por sí
mismo.
7
(Olweus Bullying program—http: olweus.org/public/bullying).
Perfil de involucrados y roles en el bullying
Los estudiantes pueden asumir diferentes roles o papeles cuando se genera violencia y acoso escolar entre
pares o bullying. Sin embargo, estas categorías pueden precisarse en tres roles genéricos:
El Agresor
Generalmente son niños, niñas o adolescentes que basan su valoración personal en relaciones de poder y
que ejercen control físico, social o psicológico. El agresor, sin motivo alguno comienza a excluir, descalificar,
insultar, agredir e incluso poner algún tipo de apodo a uno o varios de sus compañeros. Su principal fin es
demostrar que tiene un control sobre ellos.
Se pueden distinguir tres tipos de acosadores o agresores:
La víctima - acosado
• Puede que les resulte más fácil estar entre adultos (padres, maestros, profesores particulares), que con
compañeros de su misma edad.
• En ocasiones se avergüenzan de ser como son, de sus características y, sobre todo, de no ser capaces de
hacer frente a las agresiones de sus compañeros; llegando incluso a culpabilizarse por la situación.
• Con frecuencia menciona que ha perdido objetos o dinero, pero en realidad han sido extorsionados
por sus agresores.
El espectador o mirón
Es aquel que está presente (sin participar directamente) en actos de maltrato escolar entre sus compañeros,
siendo testigo presencial.
Al no denunciar los hechos de maltrato, fomenta de forma indirecta estas conductas, lo cual sirve de aliento a
los victimarios para seguir con estos actos. En muchos casos, los testigos pueden convertirse en victimarios, ya
que han aprendido de primera mano las formas en que se lleva a cabo el acoso escolar.
• Los CÓMPLICES que son amigos o aliados del estudiante con conducta de acoso.
• Los REFORZADORES que aunque no acosan directamente, observan las agresiones, las aprueban y
alientan.
• Están los AJENOS, que se muestran como neutrales y no quieren implicarse, pero al callar están tolerando
el acoso.
• Los DEFENSORES, que pueden llegar a apoyar a la víctima del acoso.
• Los ESPECTADORES que corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no
reaccionar a las situaciones de injusticia de su entorno. Asimismo, pueden resultar muy eficaces en la
solución del maltrato ya que éste puede continuar sólo si los espectadores lo toleran.
2. Identificando al Ciberbullying
• ¿Qué es el ciberbullying?
Entendemos por ciberbullying el acoso de una persona a otra por medio de tecnologías interactivas
o dicho de otro modo, el ciberbullying supone acosar en el contexto digital.
El cyberbullying se produce cuando la agresión e intimidación a un compañero o compañera ocurre a través
de la tecnología y la web (a través de las computadoras, celulares y otros dispositivos electrónicos).
¿Cómo se produce? Puede ser a través de mensajes de texto crueles, la divulgación de falsos rumores o
mentiras por correo electrónico o en las redes sociales, la publicación de fotos y videos avergonzantes para el
acosado, la creación de perfiles falsos en las redes sociales o de sitios web que burlan a alguien.
Ejemplo real:
Existen tres amigos, Marcos, Pedro y Álvaro que son parte de un grupo más grande.
Álvaro emigra a estudiar fuera del país, se comunican por correo electrónico y redes
sociales.
Un día, Pedro hackea la cuenta de Marcos y accede a comunicarse con Álvaro, como si
fuera Marcos. Le escribe y le comenta que cree que es gay y solicita consejos respecto a
cómo “salir del closet”.
Luego de un tiempo de mantener contacto con Álvaro, Pedro decide comentar la broma
al resto del grupo. Marcos no sabe nada. Comienzan a hacerse la burla e incluso a agregar
perfiles de personas homosexuales.
El cyberbullying se expande viralmente por la web y puede humillar de una manera muy difícil de detener. Por
este motivo es muy dañino. Los mensajes y las imágenes pueden ser enviados por el agresor durante cualquier
momento del día, desde cualquier lugar y compartidos con muchísima gente, incluso de forma anónima.
Además, las agresiones en internet permanecen en el ciberespacio afectando a largo plazo al niño, niña o
adolescente que las sufre.
En este sentido, existe ciberacoso cuando, de forma reiterada, un sujeto recibe de otros a través de
soportes móviles o virtuales, agresiones (amenazas, insultos, ridiculizaciones, extorsiones, robos de contraseñas,
suplantaciones de identidad, vacío social, etc.), con mensajes de texto o de voz, imágenes fijas o grabadas,
etc., con la finalidad de socavar su autoestima y dignidad personal y dañar su estatus social, provocándole
victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social.
¿Cómo se manifiesta ?
• Para que pueda ser considerado una situación de ciberbullying, la agresión debe ser repetida, es decir, debe
darse en reiteradas ocasiones y no ser algo puntual.
• Las víctimas y acosadores son de edades similares. Puede ser que haya cierta jerarquía de poder o influencia
del acosador, pero esto no en todos los casos.
• La intención de causar daño explícito no siempre está presente al inicio, pero los daños pueden ser profundos.
• La manera en que ocurren las agresiones, no son cara a cara, sino a través de la tecnología, a través de
diversos instrumentos, como mensajes de texto, redes sociales, juegos en línea, páginas, blogs o chats.
• Frecuentemente, las situaciones de ciberbullying pueden estar asociados a casos de bullying en el medio
real o estudiantil.
Los roles se refieren a las diferentes actuaciones de los involucrados en el proceso de ciberbullying. Estas
acciones presentan ciertas características en actitudes y conductas, involucrados directa o indirectamente:
• El agresor, que realiza las acciones de acoso cibernético. Como es una agresión indirecta, esto ayuda a la
aparición de perfiles también indirectos, que mantienen su seguridad; también están los que no agredirían
presencialmente y que se encubren en la red. En general son quienes sus valores están en crisis y que poseen
o han desarrollado el abuso, egoísmo, dominio, exclusión, insensibilidad, debido a entornos familiares sin pautas
morales, o con ejercicio de autoridad desequilibrados, autoritarios, permisivos o inexistentes. También está el
perfil de agresores con una doble conducta: que en situaciones muestran habilidades sociales adecuadas; pero
que tras el anonimato virtual, muestran su cinismo y doble moral.
• La víctima, que sufre el acoso. La mayoría de los casos de ciberbullying tienen un precedente de bullying ,
donde las víctimas ya fueron acosadas en el plano real. Del mismo modo que en el caso del acosador, la víctima
no tiene un solo perfil.
La mayoría de las víctimas presentan dificultades para defender sus propios derechos, con una mínima red
social y pocos amigos, unido a un bajo concepto de sí mismos y con dificultades de interacción social.
• El estudiante seguro y brillante con el que termina metiéndose un agresor/a o un grupo, virtualmente y/o
presencialmente.
• El estudiante irritante para el grupo que termina siendo objeto de sus agresiones o queda situado en el
grupo, y/o se acomoda él, en papeles de títere.
• El estudiante descolocado en el grupo que ocupa cualquier papel que se le deje con tal de ser aceptado,
aunque pague el costo del maltrato o la humillación.
• Tipos de ciberbullying
• Exclusión
- A través del uso de entornos públicos, se envían comentarios despectivos, rumores y/o calumnias con el
objetivo de lograr una respuesta de exclusión masiva.
- El acceso a foros, chats o plataformas sociales del grupo a la víctima le es negado, existiendo un rechazo
común.
• Manipulación
Que se produce por el uso de información encontrada en las plataformas, redes sociales, que son utilizadas
para difundirlas agresivamente entre los miembros de las mismas.
3. Semejanzas y diferencias
Desde el punto de vista educativo, el ciberbullying coincide con el bullying, en que comparte los componentes
básicos del acoso:
• Se debe dar cierta continuidad en las acciones, por lo que un hecho aislado no es ciberacoso, al
igual que una agresión o insulto ocasional no puede llamarse bullying.
No obstante, sí es cierto que una acción puntual en el entorno virtual del menor puede suponer un
sufrimiento del acosado prolongado durante el tiempo (por ejemplo, el hecho de que una determinada
imagen esté colgada en la red, conlleva pensar que cualquiera la ha visto, copiado o distribuido, además de la
sensación de indefensión al no conocer a ciencia cierta el alcance de su difusión).
• Los perfiles de quien acecha en el espacio y su objetivo son más complicados de trazar, ya que,
no hace falta ser fuerte o fanfarrón para acosar en el entorno virtual. Tampoco quien sea poco
sociable o tenga alguna característica que lo diferencia de su grupo de iguales se convierte en víctima
potencial de ciberacoso.
• Mientras que en el bullying puede haber un liderato manifiesto, en el ciberbullying este papel está
más diluido entre los acosadores.
• Un menor grado de exposición del agresor al no tener que arriesgar nada para realizar las agresiones,
al hacerlas desde el otro lado del teclado y con cierto grado de anonimato e imprevisibilidad.
• Un sufrimiento más marcado en las víctimas, debido al mayor tiempo de permanencia del objeto de la
burla o agresión en el medio virtual (una foto, un mensaje o una página web difamatoria).
• El tamaño de la audiencia que tiene acceso al daño que producen los ataques es marcadamente
más amplio que en el bullying presencial.
Unidad Temática 3:
En cuanto a normativa específica relacionada al bullying, podemos mencionar el nuevo Código Niña, Niño y
Adolecente, que aborda y norma la temática para su prevención y actuación:
Artículo 146. (DERECHO AL BUEN TRATO) “La niña, niño y adolecente tiene derecho al buen trato, que
comprende una crianza y educación no violento, basada en el respeto recíproco y la solidaridad”.
En relación al acoso entre pares o bullying, el Código Niña, Niño y Adolescente, hace mención a lo siguiente:
Artículo 151. (TIPOS DE VIOLENCIA EN EL SISTEMA EDUCATIVO). A efectos del presente Código, se
consideran formas de violencia en el Sistema Educativo:
• Violencia entre Pares. Cualquier tipo de maltrato bajo el ejercicio de poder entre dos estudiantes, o un
grupo de estudiantes, contra una/un estudiante o participante, que sea hostigado, castigado o acosado.
Asimismo, el artículo 152, norma varias acciones a realizar en el entorno educativo, entre las principales:
• Elaborar un plan de convivencia pacífica y armónica acorde a la realidad de cada unidad educativa y/o centro.
2. Ciberdelitos y Ciberbullying.
El ciberbullying o ciberacoso, resulta una conducta, determinada para acosar a una persona mediante ataques.
Según Edreira, resulta un acoso moral, que se conceptualiza como el “proceso por el cual un individuo o
grupo de individuos aplican violencia –psíquica o física– en pequeñas dosis a otro individuo con la intención de
desestabilizarlo y hacerlo dudar de sus propios pensamientos y afectos. De esta forma le arrebata al otro su
identidad, se niega y elimina la diferencia con el otro. El objetivo de esta conducta es paralizar a la víctima para
evitar que surja el conflicto, para que no pueda pensar ni comprender, mantenerla a disposición del agresor
mientras sea útil y adoctrinarla. El proceso pretende pervertir moralmente a la víctima y destruirla lentamente
para conseguir un crimen perfecto, se elimina a la víctima por inducción al suicidio o violencia física.” (En
Fenomenología del Acoso Moral).
Los Ciberdelitos, por su cuenta, abarcan un “…paraguas ambiguo de términos, usados para categorizar un
gran rango de delitos relacionados con el uso de una computadora o tecnología móvil”, que incluye o puede
incluir la diseminación de virus, pornografía infantil, música y otros archivos o software pirateados; incluyendo
o involucrando sistemas de información como vehículos o blancos del delito. Así, se incluiría la diseminación de
material ofensivo, robo de información o servicios, lavado de activos por vía electrónica, vandalismo electrónico
e incluso terrorismo o fraudes electrónicos.
Algunas de éstas conductas, son nuevas; pero la mayoría no y se utilizan nuevos medios para su comisión.
Lo más cercano a la violencia digital, son los delitos informáticos, al respecto, no existe aún en el país una Ley
de Delitos Informáticos y las faltas de este rubro aparecen en parte en la Ley de Telecomunicaciones y en parte
en el Código Penal, pero no hay sanciones, pues tampoco existe reglamento ni tipificación del delito.
La Ley de Telecomunicaciones prevé sanciones a quienes atenten a la seguridad individual de los usuarios,
aunque no especifica mayores términos. El Artículo 5, Párrafo 5 referente a la inviolabilidad establece que
las conversaciones privadas son secretas y no pueden ser interceptadas, interferidas, obstruidas o alteradas o
publicadas.
Las sanciones para estos delitos están mencionadas en un marco general, en el Artículo 92, sin especificar los
delitos cibernéticos.
En noviembre de 2012, el senado de Brasil aprobó un proyecto de ley que tipifica delitos informáticos en
invasión de ordenadores, robo de contraseñas y ataques a páginas web. Perú sanciona estos delitos en su
código penal. En México, las leyes de este país fueron modificadas en marzo del año pasado, para sancionar el
hackeo y robo de contraseñas, entre otros.
Podría ser que en el debate surja la pregunta ¿es necesario normar para aspectos tan específicos? Es parte del
debate, algunos piensan que sí es necesario, otros quizá no lo consideran. Una cosa está clara, este punto requiere
de análisis y accionar urgente dado que la problemática está, al parecer, en aumento y tiene implicaciones de
alto riesgo, como la trata o la violencia sexual comercial de niñas, niños y adolescentes
Al no haber legislación específica ni regulación, las características sobre qué es ciberacoso y cuándo éste
constituye un delito, no existen en Bolivia. Pueden aplicarse otras figuras del Código Penal, sin embargo no
están directamente relacionadas con la conducta, de manera que no existe regulación penal. Ésta, no es una
característica sólo de Bolivia; otros países, tropiezan con las mismas dificultades debido a que esta legislación
resulta una iniciativa global que desea “…la criminalización de conductas indeseables en el ciberespacio…”
(Nadelman, 2006: 57).
Hasta la fecha, el único referente legislativo internacional resulta la “Convención en Ciberdelincuencia”, del
Consejo de Europa de 2001 que resulta la primera iniciativa consensuada sobre conducta criminal en el
ciberespacio, que tiende al crecimiento de una homogeneización de las legislaciones nacionales. (Disponible en:
https://www.coe.int/t/dghl/cooperation/economiccrime/Source/Cybercrime/TCY/ETS_185_spanish.PDF)
MÓDULO III
ALTERNATIVAS DE PREVENCIÓN
Y PROTECCIÓN DESDE EL
SISTEMA PLURINACIONAL DE
PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA
NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE
(SIPPROINNA): TRABAJANDO EN
REDES, UNA REFLEXIÓN SOBRE
EL TRABAJO EN SISTEMAS DE
PROTECCIÓN
El concepto de protección integral implica el conjunto de acciones, políticas, planes y programas que se
pueden ejecutar desde el Estado o combinado entre las organizaciones del Estado y de la sociedad civil, para
garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes gocen de manera efectiva y sin discriminación de sus
derechos humanos, al tiempo que atienda en forma focalizada las situaciones especiales en que se encuentran
los niños, niñas y adolescentes individualmente considerados o determinado sector de la infancia que ha sido
vulnerada en sus derechos. El criterio de integralidad es esencial en el diseño de un sistema denominado de
protección “integral”, en el sentido que exige garantizar los derechos a todos los niños, niñas y adolescentes, sin
discriminación alguna y no sólo a los que se consideran en situación de riesgo social o peligro.
Justamente se debe observar la capacidad que tenga o no un sistema de protección de diseñar y/o articular
con otras instituciones y/o (sub) sistemas para el diseño de políticas públicas universales destinadas a generar
condiciones sociales y económicas para la satisfacción de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes,
y no solo las políticas especiales destinadas básicamente a atender determinadas circunstancias que provocan
situaciones de vulnerabilidad a ciertos grupos. Para que se trate de un sistema de protección integral, debe
estar concebido de manera de estar pensado para la integración de todos y cada uno de los derechos de la
infancia y adolescencia. Ello es posible en la concepción de la política pública de protección especial como
elemento integrante de la política general de protección integral. En todo caso, los programas de protección
especial dirigidos a la restitución de derechos, deberían estar integrados y en línea con la política pública general
de protección de la niñez y la política pública social y de desarrollo en general.
Un sistema que puede denominarse de protección integral debe promover y proteger los derechos de todo
el universo de niños, niñas y adolescentes. Para ello es necesario una clara relación y articulación con los
otros (sub)sistemas que tienen una potencial superposición de programas e intervenciones. Las fronteras y
la relación estructural entre un sistema de protección integral y los otros sistemas como de educación, salud,
protección social, etc. es una característica importante a considerar de un sistema de protección integral de la
infancia que tiene implicaciones sobre cómo se definen las funciones, las capacidades, la rectoría y los procesos
de rendición de cuentas.
En lugar de tratar cada problema en forma aislada, los diferentes componentes del sistema deben interactuar
con cada uno de los otros sistemas de manera de comprometer a todos los actores que en forma directa
o indirecta tienen que ver con la protección de los derechos de la infancia y de sus familiares. Claro, que la
interacción entre las partes del sistema requiere la coordinación y otras acciones que se organizan o se forma
en relación con los objetivos del sistema (Wulczyn, 2010). Cada uno de los (sub) sistemas se adaptan e influyen
en las otras partes. Esto es el trabajo de cada sistema, tiene que reforzarse mutuamente con respecto a la
finalidad y los objetivos comunes y los límites de competencia de los otros (sub) sistemas.
Este pareciera ser uno de los desafíos que se plantea en los modelos de sistemas de protección integral, que
es el balance entre la especificidad y autonomía de las instituciones de infancia y al mismo tiempo la capacidad
de rectoría, articulación y coordinación con las otras instancias estatales de manera que el sistema de infancia
no quede relegado a un papel exclusivamente dedicado a la infancia denominada en situación de vulnerabilidad
y relegando completamente el diseño, fiscalización y evaluación de la política universal de protección social,
educación y salud en otros estamentos del Estado.
En la legislación relevada para este estudio se puede observar que en algunos países no estamos en presencia
de un verdadero “sistema” de protección integral más allá de las denominaciones que pueda establecer la ley o
código respecto a la existencia de un sistema de protección y de igual manera de la institucionalidad que crea.
En este sentido para encontrarnos ante un verdadero sistema de protección deberían al menos existir una
institución rectora, una institución o ámbito que propicie un ámbito deliberativo y de participación paritaria de
los organismos públicos y de la sociedad civil, un ámbito institucional descentralizado y una coordinación bien
regulada y sólida y con clara distribución de competencias, entre todas las entidades públicas y privadas que se
ocupan de las cuestiones relacionadas con la infancia y la adolescencia tanto a nivel nacional como local y que
cuenten con los recursos técnicos y financieros necesarios para el funcionamiento de toda la institucionalidad.
Si bien ha habido una saludable tendencia por parte de la legislación de infancia de crear institucionalidad
especializada sobre niñez en muchos casos de carácter autónomo e independiente (Ej. consejos nacionales de
la niñez, comités locales, juntas de protección de derechos, defensorías de niños, niñas y adolescentes, entre
otros), estos deben también actuar y articular en conjunto con el resto de las instituciones del Estado. Una
de las dificultades por la que atraviesan algunos de los sistemas de protección ha consistido en el aislamiento,
que de ellos se ha hecho de la planificación general de las políticas sociales, como si fuesen absolutamente
independientes, y como si la atención individualizada de los conflictos de violación o amenaza de derechos de
los niños, estuviese conceptualmente abstraída de la política pública en general.
Por ello, es fundamental la previsión en la normativa de infancia de mecanismos que garanticen una adecuada
coordinación no sólo al interior del sistema de protección sino también entre el sistema de protección y otros
sistemas. A modo de ejemplo, si se observan los sistemas de protección social, en algunos de los países de la
región, el diseño de políticas y prestaciones a la infancia se realizan por distintos actores de manera autónoma
y desvinculada del resto (educación, y notoriamente los programas de transferencias condicionadas) sin que el
sistema de protección de infancia necesariamente tenga un rol en la formulación y evaluación de esas políticas.
Aquí se han puesto de relieve los elementos esenciales de un sistema para la protección de la infancia que
tienen que tener ciertas funciones básicas, capacidades y estructuras y que se refleja en la siguiente figura que
es sólo un modelo indicativo que se propone para la discusión por parte de los Estados de cuál es el modelo
de sistema más adecuado para la protección integral de los derechos de la infancia y adolescencia. Claramente
cada sociedad debe optar por definir las estructuras institucionales y sus competencias, capacidades, funciones
e interrelaciones interinstitucionales que son más convenientes en relación a su propio contexto social, cultural
y político en que opera, la institucionalidad existente y los recursos disponibles pero también teniendo en
cuenta los compromisos contraídos al ratificar la Convención de los Derechos del Niño (CDN) y el resto de
los instrumentos de derechos humanos.
En el modelo propuesto se destaca una rectoría que además de estar claramente determinada la ejerce un
órgano de carácter deliberativo con participación paritaria de organismos de gobierno y de la sociedad civil.
Asimismo esa rectoría se replica en forma descentralizada en los niveles locales manteniendo los ámbitos
deliberativos en pie de igualdad entre gobierno y sociedad civil. Esta rectoría representa la autoridad máxima
en términos de las definiciones y monitoreo de la política pública nacional y local.
El sistema propuesto también incorpora una institución autónoma y/o adscrita a un ministerio que es quien
cumple las funciones de ejecución de la política pública y la legislación de infancia, que lo hará también a través
de las entidades de atención y descentralizada gradualmente en los niveles regionales, departamentales y
municipales.
Por último, el sistema incluye el aspecto de las medidas de protección, defensa y restitución de derechos
en casos de violación de los mismos, los cuales se podrán hacer según la institucionalidad de cada Estado a
través de órganos administrativos de protección de derechos, el poder judicial especializado y defensorías
especializadas.