Psicología
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Las discusiones y peleas, en sí, son situaciones poco agradables. Sin embargo, pueden estar
presentes en casi todos los ámbitos en los que tenemos que relacionarnos con los demás personas.
Además, si aprendemos a gestionarlas adecuadamente, pueden convertirse en una gran ocasión
para crecer y mejorar nuestras relaciones. Por eso, es fundamental que aprendamos algunas
técnicas de resolución de conflictos eficaces.
En las últimas décadas, disciplinas como la psicología se han preocupado por desarrollar algunas de
estas técnicas. En el artículo de hoy descubrirás cuáles son algunas de las que más se emplean. De
esta manera, la próxima vez que te encuentres con una situación complicada, contarás con algunas
técnicas de resolución de conflictos eficaces. Sin embargo, antes vamos a ver por qué son realmente
necesarias estas técnicas. ¿Es realmente importante estudiarlas? ¿Podemos actuar según
nuestro parecer en situaciones complicadas?
• Evitación.
• Acomodación.
• Compromiso.
• Colaboración.
1- Evitación
La evitación es una de las primeras técnicas de resolución de conflictos que más tendemos a
utilizar, especialmente las personas introvertidas. Pero también es una de las menos eficaces en
general. Consiste simplemente en retirarse de una situación en la que hay amenaza de discusión
o ya se está dando. Sin embargo, hay veces en que los conflictos, al evitarlos, crecen en tamaño.
Por el contrario, podría ser útil cuando el conflicto puede resolverse por sí solo y las
consecuencias del mismo no son graves. También será útil cuando la situación sea muy tensa y
haya peligro de que exprese o de que el otro exprese ideas que en realidad no piensa.
La clave está en no dejar que se convierta en nuestra única estrategia, en utilizarla con inteligencia.
Si la empleamos solamente cuando es más útil, la evitación puede convertirse en una estrategia
útil.
2- Acomodación
La acomodación consiste en encontrar áreas de acuerdo entre las dos partes de un conflicto,
intentando no perder una visión objetiva del panorama general. El conflicto o el enfrentamiento
puede darse en un determinado campo, pero eso no significa que el desacuerdo sea completo. Sin
embargo, esto que es tan fácil de ver desde fuera, cuando empieza el «combate» y le damos
prioridad alta, conservar esta visión no es tan sencillo.
Además, reduciendo la intensidad y centrarnos en los puntos de unión, será más fácil encontrar
una salida pactada. De hecho, se puede recuperar la armonía en el grupo, aunque la discusión
subyacente no se resuelva del todo. De nuevo, la acomodación no debería ser tu única estrategia.
Finalmente, podemos decir que es útil cuando es más importante mantener la cordialidad y
buscar una base sobre la que se asiente un acuerdo.
3- Compromiso
La siguiente técnica de resolución de conflictos consiste en encontrar un punto medio entre las
necesidades de las dos partes. Esta herramienta es especialmente útil cuando todos los
involucrados en la discusión necesitan ganar.
Así, el conflicto pierde intensidad y se puede ganar tiempo para encontrar una solución más estable.
Sin embargo, aunque ambos bandos ganan en cierta medida, ninguno de los dos consigue del todo
lo que quiere. Por ello, es posible que sigan insatisfechos, incluso después de las negociaciones.
No obstante, al menos, se podrá producir un acercamiento en las posiciones. Además, este tipo de
pruebas nos permite ver cómo puede funcionar una solución en la realidad y no sólo sobre el papel.
4- Colaboración
La colaboración es la técnica de resolución de conflictos más difícil de llevar a cabo, pero también
es una de las más eficaces. Consiste en mediar en un desacuerdo hasta que las dos partes sean
capaces de encontrar una solución. Esto puede requerir de mucho tiempo y recursos, pero es la
única forma de llegar a una solución que dejará a las partes contentas con el resultado.
Por supuesto, existen muchas otras técnicas para resolver conflictos. Sin embargo, estas cuatro son
algunas de las más utilizadas. Practícalas y aplícalas a distintas situaciones. Verás cómo tus
discusiones disminuyen en frecuencia e intensidad.
Aprender a vivir
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Cuando los conflictos se produzcan entre personas es decir, sean interpersonales, tenemos también
técnicas de resolución pacífica que se puedan aplicar: negociación, conciliación, arbitraje y
mediación. A cada una de ellas le dedicaremos un espacio propio. Explicaremos cada una de estas
técnicas se explicarán individualmente.
Mediación Contratar un mediador que ayude a las partes a ver sus respectivos puntos de vista o
reclutar a alguna clase de experto sin prejuicios, tal como un valuador, nos puede dar una visión
nueva de los "hechos". (Foto: fizkes/Getty Images/iStockphoto)
Katie Shonk
(Harvard University) — Cuando surge un conflicto, ya sea en casa o en el trabajo, usualmente
caemos en la tendencia de intentar corregir las percepciones de la otra persona o del otro grupo, de
sermonearlos y explicarles por qué tenemos la razón y por qué están equivocados. Pero en el fondo,
sabemos que este enfoque para resolver conflictos usualmente falla y a menudo empeora las cosas.
Estas son cinco estrategias más efectivas para la resolución de conflictos, obtenidas de
investigaciones sobre negociación y conflictos. Pruébalas la próxima vez que te sientas tentado a
discutir para convencer a los demás de que tienes la razón.
1. Reconoce que todos tenemos percepciones viciadas sobre lo
justo
Ambas partes de un conflicto suelen pensar que tienen la razón y que la otra parte está equivocada
porque no pueden ver las cosas más desde una perspectiva que no sea la suya. Nuestra noción de lo
que sería una resolución justa para un conflicto está viciada por el egoísmo, esa tendencia a no
poder ver fácilmente la situación desde el punto de vista de la otra persona, según investigaciones
de los profesores Linda Babcock, George Lowenstein y sus colegas de la Universidad Carnegie-
Mellon.
Lee: Cuatro formas de manejar los conflictos en el trabajo
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Cuando estamos enzarzados en un conflicto, tenemos que intentar superar nuestras percepciones
egoístas de lo que es justo. Podríamos hacerlo contratando un mediador que ayude a las partes a ver
sus respectivos puntos de vista o reclutando a alguna clase de experto sin prejuicios, tal como un
valuador, para que nos dé una visión nueva de los "hechos".
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