La Diversidad y La Formación Docente
La Diversidad y La Formación Docente
La Diversidad y La Formación Docente
Capítulo 4
La diversidad y la formación docente
Si yo mismo no me hago cargo de mí,
¿quién lo hará en mi lugar?
Si no es así como hay que hacerlo, ¿qué hacer?
Si no es ahora, ¿cuándo, entonces?
Canción de Gédal, en Primo Levi, ¿Se non ora, quando?
[Este texto está inspirado en el del rabino Hillel (siglo II)].
La perspectiva ética
La Declaración de los Derechos Humanos y su postulación de la
igualdad de todos los seres humanos ante las leyes es la base de una
educación más humanitaria y humanizadora en la que puedan realizarse los
valores de igualdad, libertad, justicia y solidaridad. Supone un sujeto
reconocido en su identidad personal y en su cultura particular, participe del
mundo racional con libertad, responsabilidad y convicción. Por eso nos
preguntamos: ¿Puede hablarse de derechos universales para la
humanidad?, ¿es esta un todo homogéneo o puede ser que la misma idea
de derechos humanos se establezca de manera diferente según las
culturas?
La paradoja de que todos somos distintos y al mismo tiempo iguales
por ser humanos constituye el andamiaje de una educación en y para la
diversidad.
La educación tendiente a "formar al ciudadano" no puede reducirse a la
inculcación de determinados valores, representaciones, creencias, mitos,
etcétera. Formar al ciudadano es formar al sujeto, y ser sujeto es
totalmente opuesto a estar sujetado o ser un mero objeto factible de
"manipulación". Sujeto es aquel que sabe lo que quiere, que es capaz de
formular objetivos y de vehiculizarlos a través de estrategias individuales y
colectivas, que sabe cómo reflexionar y evaluar sus acciones y las de los
demás, que esta informado de los modos de funcionamiento de la sociedad
y que es capaz de adaptarse a ella y, al mismo tiempo, participar en su
transformación. Estas competencias, que hacen al sujeto arquitecto de su
propio destino, suponen el dominio del conocimiento racional y no sólo la
adhesión a ciertos valores político-ideológicos específicos. El que sabe más
tiene más posibilidades de lograr su propia autorrealización. De allí que la
socialización creciente del conocimiento tenga potencialidades
profundamente democratizadoras.
Por lo tanto, es conveniente plantear la complejidad de la identidad del
sujeto en el sentido de su construcción permanente.
La apuesta a la educación para lograr el respeto por los derechos
humanos aparece hasta en los artículos periodísticos:
"La comprensión, el respeto y la solidaridad mutuos son bases sólidas
para la construcción de una sociedad más justa y menos cruel. Con
este horizonte se esta profundizando la enseñanza de los derechos
humanos en nuestras escuelas, a partir de una iniciativa de las
Naciones Unidas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue proclamada
hace medio siglo y, por ello, Naciones Unidas despliega un proyecto
que, bajo el lema 'Todos los derechos para todos', trata de contribuir a
la vigencia de las normas aprobadas por la comunidad internacional
(...) La necesidad actual de cumplimiento de este objetivo esta a la
vista, tanto fuera como dentro de nuestro territorio. Discriminaciones,
abusos e imposiciones autoritarias son algunas de las manifestaciones
que lesionan los derechos humanos. También esta la pobreza, que con
los más de 13 millones de muertos que causa por año en el mundo es
el principal enemigo por derrotar.
Los derechos humanos son un reconocimiento social a la vida, a la
identidad y a la integridad de una persona, de cualquier sujeto (...) La
ley y los derechos humanos no obtienen su fuerza por una imposición
violenta, sino de la convicción y la responsabilidad de los ciudadanos
que los cumplen y respetan. La educación de los derechos humanos
parece una vía imprescindible para eliminar o, al menos, reducir la
crueldad de la realidad. Enseñarlos es un camino que contribuye a
gestar un orden más justo”.
La perspectiva técnica
Es necesario revisar la relación entre calidad y cantidad del servicio
educativo en el contexto de la escuela en y para la diversidad. Esta relación
tiene diferentes patrones según el momento histórico. Abierto el debate
respecto de qué se enseña y quiénes tienen acceso al aprendizaje de
determinados conocimientos; dicho acceso determina la distribución del
poder y de la riqueza.
Si sostenemos que todos los seres humanos son capaces de aprender y
que tienen derecho a la calidad educativa que cada uno necesita, hay ya
esta es una demanda social por demás legítima. Dicha exigencia de
democratización en el acceso al dominio de las competencias socialmente
más significativas tiene, además de un fundamento ético, un evidente
fundamento sociopolítico.
Pero nos preocupan las predicciones pesimistas que afirman que las
diferencias establecidas hay en la escolaridad y los consumos culturales,
tanto en lo relativo a la adquisición de la lectoescritura como en los saberes
informáticos, no disminuyen, sino que aumentan la desigualdad de
oportunidades. Declara Beatriz Sarlo: "... El futuro parece comprometido en
este escenario que corresponde a la Argentina de los últimos años...".
Y agrega Daniel Filmus:
"... ya no existe tampoco la posibilidad de tener el futuro asegurado
por haber obtenido un titulo. Se prevé que cualquier joven que egrese
de una escuela media a universidad en la próxima década, deberá
afrontar no menos de cinco cambios sustantivos de tipo de trabajo en
el transcurso de su vida útil. Aun cuando determinadas profesiones a
papeles ocupacionales sobrevivan, las transformaciones tecnológicas
cambiaran permanentemente sus formas de ejercicio laboral...".
La distancia entre las habilidades del sujeto y las que presupone cierto
tipo de escuela reduce notablemente las probabilidades de éxito de los
alumnos. Esta situación hace que, para ciertos niños, la experiencia escolar
sea frustrante, provoque desinterés y aburrimiento. La distancia cultural y
lingüística, que incluye diferencias entre los sistemas de creencias y de
acción de poblaciones diversas, pone "barreras" para la Comprensión entre
los integrantes de ambos grupos y más aun entre ciertos alumnos y los
docentes. El mundo de los alumnos pertenecientes a determinadas
poblaciones queda "entre paréntesis" en el contexto de la escuela.
Por ejemplo, esta comprobado que "la estructura participatoria", es
decir, las pautas de los maestros que inciden en la interacción social y en el
intercambio comunicativo, es diferente de la que practican los niños. Esta
demostrada la incidencia de esta distancia en el fracaso escolar.
Por eso si partimos del concepto de "cultura" como construcción
semiótica, como un sistema de signos codificadores de la realidad social, la
escuela debería comprender los significados de dicha construcción.
Muchos investigadores señalan la utilidad de incluir en la Formación
Docente conocimientos etnográficos detallados, de varias comunidades
culturalmente diversas. Aprender a autovalorarse y enseñar a apreciar a los
demás, incluidos los maestros de los niños pertenecientes a grupos
minoritarios: partir de y apoyarse en las habilidades cognitivas, sociales,
etcétera, generadas por la propia cultura, para potenciar el rendimiento
escolar. Los rasgos dominantes de las diferentes culturas son un andamiaje
facilitador para favorecer el éxito escolar.
Las indagaciones sobre los ritmos de aprendizaje escolar, que ignoran
las características socioculturales diversas de los alumnos, también son de
sumo interés en relación con lo dicho. Estas investigaciones muestran que
al no respetar los tiempos de los alumnos se producen resultados negativos
por la imposibilidad para resolver, con el "éxito" esperado por la escuela,
tareas y problemas que esta propone.
Todos estos aportes teórico-prácticos acerca del desarrollo intelectual
conducen a la valoración de los factores culturales, familiares y sociales en
el aprendizaje; y a la importancia de la noción de autoconstrucción del
conocimiento, así como a la introducción de conceptos como significatividad
de los aprendizajes.
El conocimiento y la comprensión de la diversidad tienen como objetivo
que la escuela pueda contener a todos los niños y los grupos, proponiendo
aprendizajes significativos que interesen a todos los alumnos y se adecuen,
además, a sus niveles y posibilidades. Para ello, será necesario:
conocer y comprender la diversidad de los contextos familiares y
escolares;
valorar y evaluar los aspectos del funcionamiento institucional de
la escuela, asi como los propiamente pedagógicos;
considerar los procesos de aprendizaje como procesos creativos
de construcción de conocimientos;
valorar los procesos de aprendizaje que se dan gracias a la
interacción con el medio y a la posibilidad de establecer
relaciones entre vivencias, sentimientos y experiencias.
Complejidad docente
Consideramos que la FD tiene el propósito de enseñar a enseñar; como
también lo tienen el perfeccionamiento, la actualización y la capacitación
para mejorar constantemente las estrategias de enseñanza. En el marco de
la diversidad, es enseñar a aprovechar las diferencias de los alumnos para
el enriquecimiento de los aprendizajes de docentes y alumnos.
La FD es compleja de por sí, pues tiene esta doble intención: por un
lado "enseñar a enseñar" y, al mismo tiempo, intentar que se aprenda lo
que se tiene que enseñar. Si bien es volver sobre lo ya aprendido en otros
momentos, fundamental mente es revisar ese contenido para enseñarlo.
Las condiciones cambian, por ejemplo, cuando los futuros maestros
realizan sus prácticas pedagógicas para acreditar el título y están
aprendiendo a enseñar, al mismo tiempo que enseñan a los alumnos. En
síntesis, tienen que enseñar a aprender a los niños y los adolescentes y, al
mismo tiempo, ellos tienen que aprender a enseñar. Esto, que parece un
juego de palabras y que en verdad no es novedoso, volvemos a ponerlo en
escena para plantear el alcance de la diversidad en la FD.
Ampliamos la mirada puesta hasta ahora en la diversidad de la
población escolar (niños, adolescentes) y en las problemáticas de
aprendizaje de estos, para abarcar también la población docente.
La diversidad no se refiere únicamente a la población de los alumnos
niños y adolescentes y sus problemas, sino que también es diversa la
población de futuros maestros, maestros, profesores y capacitadores, y son
diversas sus situaciones. Replanteamos la FD en la complejidad del
escenario descripto como: enseñar a aprender y aprender para enseñar.
Abordar la FD para la diversidad, requiere la consideración de múltiples
perspectivas:
la complejidad y la diversidad de teorías de la enseñanza y del
aprendizaje;
la complejidad y la diversidad de los contenidos disciplinares y
transversales;
la complejidad y la diversidad de las poblaciones de niños,
adolescentes, futuros docentes, docentes, formadores y
capacitadores;
la diversidad de bagajes culturales, lingüísticos, condiciones
socioeconómicas y experiencias de vida personal y profesional
de las que cada uno es portador.