El Lenguaje Como Tema en La Obra de J.M. Briceño Guerrero
El Lenguaje Como Tema en La Obra de J.M. Briceño Guerrero
El Lenguaje Como Tema en La Obra de J.M. Briceño Guerrero
Frente a esta realidad tan atípica no es posible vacilar al decir que para Briceño
el lenguaje albergó una relevancia capital, ya que su vinculación con el verbo,
desde sus primeros años, representó en él una de las experiencias más auténticas y
enigmáticas jamás vividas. Esta inclinación pueril en el escritor venezolano fue
madurando hasta convertirse en una inquietud intelectual, que le llevó a trasladar
todo su saber empírico a una imponente obra compuesta por más de veinte
publicaciones entre textos ensayísticos y ficcionales 3. Su desempeño en la
investigación y la docencia demuestran también el interés por estudiar
concienzudamente el sistema lingüístico, pues se doctoró en filología y filosofía 4,
1
Señala Rojas (2015) en un artículo titulado: Lengua y pensamiento en la obra de J.M. Briceño
Guerrero que todo el pensamiento del autor se traduce en lenguaje a partir del estudio y dominio
de la lengua materna y luego su conocimiento de las lenguas antiguas y modernas.
2
Ramírez (2015) en un artículo titulado: Cinco fragmentos sobre Amor y terror de las palabras
resalta el carácter autobiográfico de este libro, aunque también destaca otras dinámicas escriturales
que se desarrollan en el texto como el de la novela de formación y el ensayo literario
3
Entre los principales libros publicados por el autor podemos mencionar: ¿Qué es la filosofía?
(1962), Doulos Oukóon (1965), Triandáfila (1967), América Latina en el mundo (1966), El origen
del lenguaje (1970), La identificación americana con la Europa segunda (1977), Discurso salvaje
(1980), América y Europa en el pensar mantuano (1981), Holadios (1984), Amor y terror de las
palabras (1987), Anfisbena. Culebra ciega (1992), Diario de Saorge (1996), Esa llanura temblorosa
(1998), El tesaracto y la tetractis (2001), 3 x 1= 4. Retratos (2012) entre otros.
4
En 1956 Briceño Guerrero finaliza sus estudios en Lengua y Civilización francesa en la
Universidad de la Soborna, Francia. En 1961 culmina un doctorado en filosofía por la Universidad
de Viena, Austria y en 1979 termina sus estudios en Filosofía y Teología de la Liberación en la
Universidad de Granada, España.
fue profesor en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de los
Andes5, además fue políglota y traductor de las lenguas clásicas y modernas.
5
Briceño Guerrero fue profesor de idiomas en Barquisimeto y Valencia y fue profesor de filosofía
e idiomas en la Universidad de los Andes. Adicionalmente fue profesor invitado por varias
universidad de Latinoamérica como la Universidad Nacional Autónoma de México en donde
impartió sus conocimientos en lingüística y en filosofía griega.
6
Los años que son señalados en este apartado corresponden a la fecha original de publicación de
los libros de Briceño Guerrero.
La segunda categoría la he nombrado Lenguas bárbaras y en ella comento
acerca de la razón primera y la razón segunda descritas en un libro de Briceño
titulado La identificación americana con la Europa segunda. En este apartado
también establezco relaciones filiares entre la lengua bárbara, la razón primera y
el discurso artístico, específicamente el literario.
Sobre la base del juego polifónico que confunde la voz del autobiógrafo, el
narrador y el ensayista se construye el libro Amor y Terror de las palabras
publicado originalmente en 1987, en donde se dialoga acerca del maravilloso
encuentro entre el sujeto que narra y la palabra. Este particular texto, que al decir
de Ramírez (2015) no tiene paralelos en la literatura venezolana, nos habla de la
existencia de dos niveles del lenguaje que rigen al mundo. Uno de ellos está
representado por un lenguaje tácito de naturaleza imperceptible e inabarcable.
Señala Briceño que el mundo se encuentra gobernado por una fuerza anterior al
hombre que ofrece una estructura por medio de la cual se va desarrollando la
dinámica cultural. Este orden implícito proveniente del verbo tácito labora en
completa abstracción, con sigilo e independiente del verbo expreso, por lo cual
“su discurso ordena en silencio las nervaduras de las hojas, las vetas de las
piedras, el cuerpo de los insectos, la caída de la lluvia, el reventar de la centella,
los pasos de los astros”7
Tras esto ¿será entonces posible plantear un punto de encuentro entre esta
previa concepción de la vida y el verbo tácito? ¿Nos estaría hablando Briceño, en
ambos casos, de esa avasallante y omnipresente fuerza capaz de influir en el
mundo y en el accionar humano? La reflexión en torno al verbo implícito no
queda allí, pues en EL origen del lenguaje publicado por primera ocasión en 1970,
Briceño reflexiona acerca del carácter mítico del lenguaje, señalando que la
palabra antecede nuestra existencia por lo que apunta:
Lenguas bárbaras
Esta base teórica aplica a cualquier escenario cultural toda vez que las
comunidades, en su conjunto, han asistido a su tecnificación a través de la
influencia que ha ejercido en ellas la era industrial que hoy día se ha afianzado
gracias el boom de la digitalización y redes sociales.
Particular atención concede Briceño a esta Lengua bárbara por ser definitoria
de la razón primera, ya que además esta viene a reflejar la esencia original de los
pueblos, su peculiar manera de interpretar el mundo y sobre todo, su singular
organización. Pero esta razón primera, vale decir, acude a su avasallante carácter
bárbaro solo en situaciones de ataque; cuando se encuentra atacada por fuerzas
ajenas a su naturaleza (razón segunda) que amenazan con saquearle. Dice Briceño
en el contexto de esta razón primera que:
Hay una actividad humana que parece mantener tenaz vinculación con el mundo
mítico: la creación artística. Tanto, que pudiéramos ver algunas de sus raíces
hundirse en regiones inexplorables de lo humano. Nos seduce y enajena el
<misterio> de la belleza y sus confusos mensajes analógicos. La obra de arte, esa
realidad nueva y autónoma, ese microcosmos artificial cerrado sobre sí mismo y
ligado paradójicamente a otros universos de significación por nexos metafóricos
intuidos, sospechados, adivinados, proyectados en ella o impuestos por ella; la obra
de arte, ese objeto mágico completo en su inmanencia y sin embargo emparentado
por afinidades poderosas con totalidades de otros órdenes, parece disfrutar de una
condición sui generis, de un estatus especial que prohíbe e impide su traslado al
nivel teórico20
18
Op. Cit. p. 17
19
Op. Cit. p. 28
20
Op. Cit. p. 29
Así pues una de las manifestaciones humanas que ofrece muestras elocuentes
de esta Lengua bárbara tan característica de la razón primera es el arte, que ha
sido tildado de irónico, transgresor, extraterritorial y cuestionador entre otros
calificativos dentro de los cuales habría que destacar: humano, pues como bien
plantea Briceño, a través del arte se hurga en la complejidad del hombre, en su
accionar y su psiquis, es decir, regiones que son infranqueables frente a la razón
segunda21. Ante a esto me pregunto ¿Es el arte la representación de una lengua
bárbara? ¿Cómo se configura la razón primera dentro del discurso artístico? Las
respuestas a tales preguntas me parece encontrarlas en la lengua literaria; y para
dar cuento de esto citaré El Don Quijote de la Mancha de Miguel Cervantes;
veamos cómo.
Recordemos que cuando la primera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote
de la Mancha sale a la luz pública, esto fue en el año 1605, el gusto de aquella
época se encontraba representado por la tendencia Renacentista en donde
proliferaron diversas manifestaciones artísticas que aún se encontraban asediadas
por cierta influencia dogmática y restringida, que demandaban de ellas el
equilibrio, la armonía y la racionalidad.
Pues bien, El Quijote quien ha sido señalado como una parodia de las
tendencias estéticas que le preceden, siempre mantuvo una actitud escéptica ante
lo que se pregonaba en la medida que optó por construir una propuesta literaria al
margen de la estética imperante. Así pues en teoría se observa que la obra de
Cervantes alegoriza una Lengua bárbara que rivaliza con la razón segunda,
representada en esta ocasión por la hegemonía renacentista; pero ¿qué ejemplos
ofrece el texto?
21
El arte literario desde sus comienzos ha sentido la necesidad no solo de reflejar la esencia
humana, sino además de buscar posibles explicaciones al origen del hombre y el mundo; de ahí su
carácter mitológico emparentado con la razón primera. Como ejemplo podemos pensar en el
Popol Vuh, el libro sagrado, conocido también como la biblia de los mayas, en donde se explica el
origen del mundo y el hombre. En el texto se dice que la génesis humana proviene del maíz, de allí
que para estas civilizaciones precolombinas este grano posea cualidades míticas e inexplicables
frente a la razón
caballero andante22 e idealizar a su hermosa dama Dulcinea del Toboso23. Así
pues, este universo transfigurado construido gracias a la supuesta “locura” del
Hidalgo, viene a simbolizar, desde la ficción literaria, el espíritu indómito que
caracteriza al hombre a partir de nuestra frenética búsqueda de liberación
espiritual24
Esto demuestra la relación estrecha que establece la obra de arte con respecto a
la razón primera y esta paridad se consolida en nombre de las lenguas bárbaras
que lejos de asumir una actitud acomodaticia, cuestionan todo a cuanto aluden.
Aun así Briceño advierte que el nivel teórico propuesto por la razón segunda
busca desacralizar el arte25 a través de sus grandes discursos: ciencia, historia y
filosofía que apelan a la razón como su sello distintivo, de allí entonces que la
enunciación que asumen las Lenguas bárbaras siempre va a estar ensombrecida
por la nostalgia del pasado y la certeza de un paraíso perdido26.
22
Pensemos en el episodio que describe la batalla que sostuvo Don Quijote con unos molinos de
viento, a los cuales consideraba unos gigantes de paso que deseaban darle batalla. Y si revisamos
con detalle la obra encontraremos otros ejemplos que muestran los desvaríos del Hidalgo que le
permitían crear mundos ajenos a la realidad.
23
Según el esquema de la Novela Caballaresca parodiado en el Quijote, el valeroso protagonista
debía hacerse acompañar de una fémina que le igualase en estilo, espíritu y belleza física. Pues
bien, en la obra tal fémina no existía en la realidad, de tal manera que Dulcinea del Toboso,
nombrada por el Hidalgo como su dama, era una transfiguración creada a partir de la existencia de
una humilde, desaliñada y hasta grotesca aldeana llamada Aldonza Lorenzo
24
La locura del Quijote vista entre líneas ha sido estudiada por muchos críticos quienes le acuñan
hasta cierto talante filosófico, tras lo cual esta pérdida del juicio puede ser metáfora de la libertad
como bien lo apuntaba el humanista Erasmo De Rotterdam (1994) cuando afirmó: “Pero hay otra
locura muy distinta que procede de mí, y que por todos es apetecida con la mayor ansiedad.
Manifiéstase por cierto alegre extravío de la razón, que a un mismo tiempo libra al alma de
angustiosos cuidados y la sumerge en un mar de delicias” (p. 95)
25
Plantea Briceño (1994) que: “la constitución del nivel teórico opera también la desmitificación
creciente del arte. La incesante reflexión estética construye modelos teóricos sucesivos que, por
verificación, automodificación y renovado ensayo, van descubriendo la estructura de la obra de
arte, las leyes de su formación (…)” (p. 29-30)
26
Afirma Briceño que hay una nostalgia del pasado preoccidental, una nostalgia que se alía con la
infancia y la nostalgia del paraíso perdido
lo realizo desde la incertidumbre, por ello me pregunto ¿cuál es nuestra lengua?
Pues es sabido que América Latina “es más sencilla de reconocer que de definir
porque (…) nunca se ha definido como centro sino como periferia” (Báez, 2007,
p. 304)27
Somos occidentales sin duda alguna, pero debemos admitir la presencia de una
resistencia no occidental en América. El despliegue majestuoso del discurso
occidental en las instrucciones y en la historia de América se ve interferido aquí y
acullá, a veces entorpecido y hasta desfigurado, aunque nunca interrumpido, por lo
que pareciera ser otro discurso u otros discursos de naturaleza bárbara 29
27
Este planteamiento es realizado por Fernando Báez en un ensayo titulado El saqueo cultural de
América Latina. De la conquista a la globalización
28
Op. Cit. p. 12
29
Op. Cit. p. 275
constituían un vasto sistema signado por normas y modos de convivencia
particulares provenientes de la tradición ancestral como el lenguaje tribal, la
vestimenta y la creencia en varios dioses30. A todo este modus vivendi tan
singular, se le agregan las más variadas y pintorescas maneras empleadas para
honrar a los dioses, llevar a cabo un rito y enfrentar a la muerte.
30
Todo ello representaría una filosofía como dynamis, como expondría Briceño
31
Briceño (1994) confirma este planteamiento a través de un interesante juego de palabras que
enuncia: “Ellos, los otros son nosotros. Nosotros somos nos y otros. Somos occidentales. Pero
tenemos nuestra manera peculiar de ser occidentales” (p. 266)
imposición, hemos sabido adaptarlo a nuestra idiosincrasia mestiza mediante su
uso particular provisto de entonaciones singulares, melodías en las frases y
mímicas del cuerpo; o dicho de otra manera, a través de la participación afectiva y
subjetiva de las comunidades americanas; ya que:
En efecto, además de servir de instrumento de comunicación, los signos
lingüísticos se cargan de valores afectivos, éticos y estéticos, de manera que la
fuerza variable del tono emocional, del eco verbal, de los matices de significación
(…), sólo puede ser percibida por quienes, además de comunidad de lengua, tiene
comunidad de sensibilidad (…)” p. 100)
A esto le suma el cruce de culturas y palabras provenientes de los africanos, la
influencia que ha ejercido en nosotros algunas formas de vida y comunicación
foráneas como por ejemplo, la árabe32, y la valiosa existencia de un componente
indígena que aún vive entre nosotros a través de nombres de pueblos y ciudades
como Coro, Maracaibo, Barquisimeto, entre otros.
Para concluir es necesario rescatar algunas ideas ya reseñadas con anterioridad
que servirán de reflexión.
Como pudo comprobarse el debate en torno al tema del lenguaje fue recurrente
en toda la obra intelectual de Briceño Guerrero, al punto de poder afirmar que la
lengua representó en él una de las más grandes preocupaciones en sintonía con
otros aspectos como América latina, la filosofía, el mestizaje, etc.
32
El español hablado en América cuenta con más de cuatro mil palabras de origen árabe producto
de la influencia cultural que ejerció esta civilización en nosotros por muchísimo tiempo. Parte de
estas palabras son las siguientes: alcalde, alfombra, alquimia, álgebra, albañil, alhaja, arroz,
azafrán, azúcar, entre otras.
realiza en torno a una presencia salvaje primitiva en América Latina, ajena al
discurso oficial venido de Occidente, a la cual ha designado Discurso Salvaje.
REFERENCIAS CONSULTADAS
Báez, F (2008). El saqueo cultural de América Latina. De la conquista a la
globalización. Venezuela, Melvin, C.A.