Peña 5
Peña 5
Peña 5
Parte Especial
A lo n so R . P eña C a b r e r a F r e y r e
DERECHO PENAL
Parte Especial
TOMO V
Tercera edición
IPEMSA
Lima - Perú
Primera edición: Agosto 2014
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
TOMO V
© IDEMSA
Importadora y Distribuidora
Editorial Moreno S.A.
e-mail: [email protected]
[email protected]
ISBN: 978-612-4315-39-8
Ejemplares: 1000
IM P R E S O EN PERÚ
P R IN T E D IN PERU
A m i esposa Sylvita.
PRESENTACIÓN DE LA TERCERA EDICIÓN
R ueda M artín, M aA.; Reflexiones sobre la participación de Extraños en los delitos contra
la Administración Pública. En: Delitos contra la Administración Pública, primera edición,
IDEMSA, Lima, cit., p. 125.
Puede ser cometido inclusive por un funcionario público.
( 3)
Así, los artículos 397°, 397°-A y 398° del CP.
P resentación de la tercera edición 9
Art./Arts. - Artículo/artículos
AMC - Adjudicación de Menor Cuantía
BCR - Banco Central de Reserva
BID - Banco Interamericano de Desarrollo
BM - Banco Mundial
NCPPP - Nuevo Código Procesal Penal peruano
CADH - Convención Americana de Derechos Humanos
CAP - Contratos de la Administración Pública
CPP - Código Procesal Penal de 1991
C d eP P - Código de Procedimientos Penales
CP - Código Penal de 1991
CPE - Constitución Política del Estado de 1993
CEP - Código de Ejecución Penal
CICC - Convención Interamericana contra la Corrupción
CIDH - Corte Interamericana de Derechos Humanos
CPC - Código Procesal Civil de 1993
CPC - Código Procesal Constitucional
CC - Código Civil de 1984
CNA - Código de los Niños y los Adolescentes
'CNM - Consejo Nacional de la Magistratura
CNT - Código Nacional de Tránsito
12 D erecho penal - P arte especial: T omo V
- CM Consejo de Ministros
- CGR Ccntraloría General de la República
- CNA Constitución Nacional Argentina
- COMABID - Comisión de Administración de Bienes Incautados y Decomisados
TÍTULO XVIII
DELITOS CONTRA LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1. A MODO DE APROXIMACIÓN..................................................................................... 29
2. E l D erecho A dministrativo y el concepto d e A dministración P ública .... 32
3. L a A dministración P ública y el E stado de D erech o ........................................ 34
4. B ien jurídico protegido en el T ítulo XVIII del C P.................................... 36
a. Antecedentes................................................................................................ 37
b. Desarrollo teórico-conceptual.................................................................... 40
c. El concepto de Funcionario Público......................................................... 48
B reve excurso sobre el derecho administrativo, la administración
pública y los funcionarios públicos (Por Javier Jiménez Vivas)..................... 57
C oncepto d e funcionario público en el derecho penal, conforme la
REFORMA NORMATIVA AL ARTÍCULO 425° - VÍA LA LEY N° 30124......................... 65
C apítulo I
D euto s c o m etid o po r particulares
S ecc ió n I
U rsupación d e autorid ad , tít u lo s y h o n o res
b. Sujeto pasivo............................................................................................................. 76
4. M odalidades típicas del delito de U surpación de F unciones ............ 77
a. Ejercicio ilegítimo de la función pública........................................................... 77
b. Continuación ilegítima de la función pública................................................ 85
c. Invasión de fuerosfuncionales ajenos............................................................... 91
d. Agravante.................................................................................................................. 98
S ec c ió n II
V io len cia y resisten cia a la autoridad
S ecc ió n I I I
D esacato
C apítulo I I
D E L I T O S C O M E T ID O S P O R
F U N C IO N A R IO S P U B L IC O S
S ecció n I
A buso d e autoridad
S ec ció n I I
C oncusión
CONCUSIÓN.......................................................................................................................................... 333
1. T ipicidad objetiva .............................................................................................................. 333
a. Sujeto activo............................................................................................................. 333
b. Sujeto pasivo............................................................................................................. 334
c. Modalidad típica...................................................................................................... 335
2. F ormas d e imperfecta ejecución ................................................................................. 343
3. T ipo subjetivo del injusto ................................................................... 344
S ecció n I I I
P eculado
S ecc ió n IV
C orrupción d e funcionarios
G onzález M oreno, B.; El Estado Social, naturaleza jurídica y estructura de los Derechos
Sociales, cit., p. 38,
( 6)
G onzález M oreno, B.; El Estado Social...., cit., p. 45.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 31
G arcía de E nterría , É./ R amón F ernández, T.; Curso de Derecho Administrativo, I, cit., p.
30.
34 D erecho penal - P arte especial: T omo V
H uapaya T apia , R.; Tratado del Proceso Contencioso Administrativo, cit., p. 109.
G arcía de E nterría , E. y otro; Curso de Derecho Administrativo, I, cit., p. 32.
G arc Ia de E nterr Ia , E. y otro; Curso de Derecho Administrativo, I, cit., ps. 34-35.
36 D erecho penal - P arte especial : T omo V
a. Antecedentes
A partir de la concepción de un Derecho Penal liberal, era lógico que
los primeros bienes a tutelar, sean aquellos que sostienen la base existencial
del individuo; v.gr., la vida, el cuerpo y la salud, como intereses superiores
que se constituyen en la base material y en la conditio sine qua non, para que
el individuo pueda desarrollar plenamente su demás bienes en un ambiente
de plena libertad. Y, desde el Código Penal de Fuerbach de 1823, esa fue la
tendencia política criminal, en la medida que los primeros intereses jurídicos
objeto de tutela eran los bienes jurídicos personalísimo o pertenecientes al
denominado «Derecho Penal Nuclear».
En tal entendido, estos son los primeros valores fundamentales que
sin dignos de protección penal, pero, no puede considerarse a la persona
humana desde un individualismo extremo, tal como lo expresa Weber, el
hombre sólo es persona en sociedad, y como tal ingresa a participar en una
serie de interacciones sociales, de cuya participación pueden derivarse afec
taciones y la frustración de expectativas legítimas.
El nacimiento del Estado Republicano y de los Estados Nacionales,
fue obra de toda una gesta independista en América Latina luego de la rup
tura colonialista de los Estados europeos de occidente(24). Fue plasmándo
se así la conformación de Democracias Sociales partidpativas, ya no sólo
orientadas al plano de la legalidad estatal, de sujetar la actuación de los
órganos públicos al plano de la legalidad; sino también, que la intervención
estatal se dirige fundamentalmente a la prestación de servicios públicos,
en la medida que el Estado Social implica dirigir la actividad estatal sobre
todo un abanico de prestaciones sociales, teniendo como destinatarios a
los comunitarios.
Es bajo el marco del Estado Constitucional de Derecho que se dividen
los poderes del Estado, antes monopolizados por la persona de Rey en las
monarquías absolutas, donde la titularidad del ius puniendi se ha dividido
entre el Parlamento y la Justicia(25), donde el Poder ejecutivo se encarga de
Así S ilva S ánchez , J.M., en referencia, al apuntar que el Derecho Penal, es obviamente,
un producto político y en particular, un producto de los Estados nacionales del siglo
XIX, que adquiere plasmación última en las codificaciones respectivas; La expansión
del Derecho penal. Aspectos de la política criminal en las sociedades postindustriales.
Civitas Cuadernos. Primera edición, 1999, cit., p. 71.
Bacigalupo , Enrique; Los Límites Políticos del Derecho Penal. En: Justicia Penal y
38 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Desarrollo teórico-conceptual
En nuestra consideración, la calificación jurídico penal que se extrae
de la actividad pública así como la delimitación del objeto de tutela, debe ser
vista en cuatro planos debidamente identificados:
1. Las actuaciones del funcionario o servidor público, que toma lugar de
forma interna (intra-administrativas), y que tienen la idoneidad de afec
tar el normal desarrollo de la actividad pública, a partir de diversos gra
dos de lesividad, susceptibles de afectar derechos de los particulares,
v.gr., Abuso de Autoridad, Omisión de Actos Funcionales, etc.
2. La afectación del servicio a los intereses generales, pues, son los
ciudadanos los accesitarios finales de las prestaciones públicas, por
ende, aquéllos son los principales afectados cuando se cometen injus
tos materialmente perpetrados en prevalimiento de la función pública;
v.gr., aquellos que llevan insito un contenido patrimonial, ejemplo: Pe
culado, Malversación de Fondos, Concusión, Colusión ilegal, Exaccio
nes Ilegales, etc.
3. Las conductas que suponen una privatización del cargo, la superposi
ción de los intereses particulares del intraneus sobre aquellos estric
tamente generales, v.gr., delitos de Cohecho Pasivo, Enriquecimiento
Ilícito, etc.
4. Los comportamientos prohibidos perpetrados por los particulares (extra-
neus), que no suponen una infracción del deber, más constituyen un aten
tado contra la legitimidad de la Función Pública, contra su normal funcio
namiento así como contra la objetividad e imparcialidad de la actuación
funcionarial, v.gr., Usurpación de Funciones, Resistencia y Desobe
diencia contra la Autoridad, Cohecho Activo, Tráfico de Influencias, etc.
(31) M olina A rrubla , Carlos Mario; Delitos contra la Administración Pública. Tercera edición.
Grupo editorial Leyer, Santa Fe de Bogotá, 2000, cit., ps., 15-16.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 41
<38) Citado por M olina A rrubla ; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 17.
(39) Así la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley Orgánica del Código Penal de 1992
(español), base del actúaI Código penal, muy significativamente dice (en palabras de
Carlos M ir P uig): “La concepción de la función pública y el servicio a los ciudadanos
bajo el imperio de la legalidad no es, en modo alguno, la misma en el marco de la
Constitución de 1978 que en la mentalidad del legislador histórico y los que le han ido
enmendando. En el actual Código (1973), la fidelidad a la función y la jerarquía es el
núcleo fundamental de la antijurícidad; el acatamiento de la organización y régimen
administrativos aparecen como la mayor manifestación de la legalidad; el bien de la
cosa pública y el servicio al ciudadano son elementos que, aunque no desdeñados,
se manifiestan de modo claramente complementario. En el nuevo Código se invierte el
orden de valores, partiendo de que la función pública está al servicio de la ciudadanía
(los intereses generales) y sometida al principio de legalidad; aquello que no trasciende
a los intereses perseguidos (vida interna de la Administración) difícilmente podrá tener
cabida en el Código penal, de acuerdo con el principio de “última ratio”. En: Los Delitos
contra la Administración Pública en el nuevo Código Penal. José María Bosh Editor,
Barcelona, 2000, cit., p. 20.
(40) Citado por Z arazo O viedo ; El Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 23.
44 D erecho penal - P arte especial : T omo V
F eijóo S ánchez , B.; Delitos contra la Administración Pública en el Código Penal Español
de 1995: Consideraciones generales, nuevas figuras delictivas y modificación de otras
conocidas. En: Revista Peruana de Ciencias Penales, Número 7/8, Director: U rquizo
O laechea , cit., p. 708.
(50) Así, A banto V ásquez , al sostener que hasta hace unas décadas, en el Derecho penal
se veía a la «Administración Pública» como si fuera casi sacrosanto que debía ser
protegido por sí mismo, como si se tratara de un ente superior a los ciudadanos. Debido
a eso se pretendía proteger penalmente distintos aspectos de este “poder”, tales como
el “prestigio”, el “honor”, la “intangibilidad”, ciertas facultades monopólicas, etc.; El
tratamiento Penal de los delitos contra la Administración Pública, cit., p. 1.
(51) Así, F eijóo S ánchez , B.; Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 2.
(52) A banto V ásquez , M.; El tratamiento Penal de los delitos..., cit., p. 1.
(53) S uárez G onzález, C.; Los delitos consistentes en la infracción de un deber. Particular
referencia a los delitos cometidos por Funcionarios. En: La dogmática penal frente a la
criminalidad de la administración pública, cit., p. 161.
(54) C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 217; Así, D onna , E.A.; Derecho
Penal. Parte Especial, T. III, cit., ps. 16-17.
48 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(55> A lo dicho añade R ebollo V argas , que no todos los sujetos activos son funcionarios
públicos o autoridades con lo cual ese “deber”, que en principio, les era exigible ya
no puede requerirse a todos los sujetos activos, en tanto que algunos son simples
particulares; Notas y consecuencias de una lectura constitucional..., cit., p. 552.
(56) Así, O laizola N ogales, I.; El delito de Cohecho, cit., ps. 87-88.
(57) O ctavio de T oledo y U bieto ; La prevaricación, cit., ps. 2 3 8 y ss.
(58) Sobre las objeciones sobre esta concepción, es de verse en D onna , al señalar que la
crítica más fuerte estaría en la contraposición con un Estado de Derecho, debido a la
vaguedad de los deberes; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 19.
(59) D e La M ata Barranco , N.J.; La respuesta a la Corrupción Pública, cit., p. 62.
(60) S uárez G onzález, C.; Los delitos consistentes en la infracción de un deber..., cit., p. 162.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 49
Laura O rtiz, L.N.; Los Funcionarios o Servidores Públicos en el Código Penal, cit., p. 1.
C ervantes A naya, D.A.; Manual de Derecho Administrativo, cit., p. 145.
C ervantes A naya, D.A.; Manual de Derecho Administrativo, cit., p. 146.
Sobre, su distinción, ver, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 24.
50 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Así, A banto V asquez, M.; Tratamiento Penal de los delitos..., cit., ps. 4-5.
C ervantes A naya, D.A.; Manual de Derecho Administrativo, cit., p. 149.
A decir de P olaino Navarrete, como “funcionario de hecho” se denomina a quien
es elegido o designado funcionario público, por parte de quien tiene las legítimas
facultades para ello, pero sin reunir aquél las condiciones legalmente necesarias para
recibir y ostentar el mentado nombramiento jurídico; Delitos contra la Administración
Pública (I), cit., p. 276.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 51
<68) El artículo 77° del CP argentino, expresa que, para los términos funcionario y empleado
público, usados en este Código, se designa a todo el que participa accidental o
permanentemente del ejercicio de funciones públicas, sea por elección popular o por
nombramiento de autoridad competente.
52 D erecho penal - P arte especial: T omo V
que haya de realizar y/o ejecutar una función encomendada por un funcio
nario y/o servidor público; máxime, vemos que los caudales, efectos u otra
clase de objeto patrimonial pueden no pertenecer al erario público, sino a los
particulares, lo que demuestra un excesivo cobijamiento de conductas en
los delitos in examen, que si bien pueden resultar disvaliosos, no se identi
fican con el bien jurídico protegido en el Título XVIII del CP, sabedores que
comportamientos que son atribuidos a los depositarios judiciales pueden ser
perfectamente encuadrados normativamente en el artículo 190° {in fine) -
Apropiación llícita(70).
Los extraneus pueden también cometer defraudaciones contra el era
rio público y, si ello sucede, se aplican los delitos contra el Patrimonio, v.gr.,
Hurto, Estafa, Apropiación Ilícita, etc.
A lo dicho, debemos agregar que existe una superposición de inci
dencias regulativas entre este inciso, y lo reglado en el artículo 392° del CP
- Extensión de Punibilidad, que también recoge a los depositarios de dinero
o bienes embargados o depositados por orden de autoridad competente,
aunque pertenezcan a particulares; articulado que fuera modificado por la
7ma. Disposición Final de la Ley N° 28165 del 10 de enero del 2004.
En el numeral 5), se hace alusión a «los miembros de las Fuerzas
Armadas y Policía Nacional»; se trata de servidores públicos que realizan
particulares funciones públicas, en cuanto a la conservación y cautela del
Orden Público y la Seguridad Nacional, tal como se desprende de la Ley
Fundamental,
Si bien los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional
del Perú, se rigen por su propia normativa laboral, al fin y al cabo son también
funcionarios y/o servidores públicos, por tanto incluidos en el numeral 3). Tal
vez los efectos simbólicos y socio-comunicativos de la norma jurídico-penal,
haya inspirado al legislador hacer una mención expresa de estos servidores
públicos, que en base a un plano criminológico revela una justificación de
normación específica.
Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 292-295.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 57
quirir dicho status funcional. No obstante, si dicho carácter viene definido por
un precepto constitucional, habría de sancionarse una normativa que desa
rrolle legalmente dicha caracterización, con arreglo al principio de legalidad.
Explicando el tema con un lenguaje actual, podemos decir que: “Otra opción relevante
en nuestro orden normativo administrativo general es la de fijar los conceptos de
competencia y atribuciones. Competencia es la cuota total de función administrativa
asignada a un organismo, órgano o persona -órgano de la Administración Pública; (...).
En cambio, atribución es cada una de las facultades específicas que puede ejercer el
organismo, órgano o persona (...); debiendo resaltar que con cada atribución la entidad
puede realizar un único acto específico en cada cual está presente y manifestada la
cuota de función administrativa que se le ha otorgado (es decir, la competencia). De
allí que la regla general en nuestro orden jurídico administrativo general sea que la
competencia está compuesta por un conjunto de atribuciones. (...).” (S alazar C hávez,
Ricardo. “Proyecciones para la Función Administrativa y la Administración Pública en el
Perú”. En: Revista de Derecho Administrativo, Círculo de Derecho Administrativo, Lima,
N° 3, septiembre 2007, cit., p. 203).
Al respecto, G arcía de E nterrIa , Eduardo y F ernández, Tomás-Ramón, señalan que:
“Por lo pronto, hay que decir que el Derecho Administrativo es un derecho público, del
que constituye una de sus ramas más importantes. Siendo la Administración Pública
la única personificación interna del Estado, cuyos fines asume, y siendo también dicha
persona el instrumento de relación permanente y general con los ciudadanos (en tanto
que las funciones no administrativas del Estado son de actuación intermitente y, o bien
no se expresan en un sistema de relaciones jurídicas con los ciudadanos, o cuando
esto ocurre tales relaciones afectan sólo a contados y excepcionales sujetos), es
lícito decir que el Derecho Administrativo es el derecho público interno del Estado por
excelencia.” (Cfr. G arcía de E nterrIa , Eduardo y F ernández, Tomás-Ramón. Curso de
Derecho Administrativo. Civitas Ediciones, Madrid, 12 edición, T. I, cit., p. 40).
60 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Si bien la ley no indica cuáles son los trabajadores del Estado que
deben ser considerados servidores públicos, sí especifica supuestos de ex
clusión. Concordando la norma citada con los artículos 12 a 15 de la ley (que
regulan el ingreso a la carrera administrativa), tenemos que son funcionarios
de la Administración todas las personas que le prestan servicios en mérito a
un nombramiento, salvo los casos de los empleados de las entidades indica
das en el segundo párrafo de la norma antes citada.
Lo anterior, resulta casi corroborado por la Constitución Política de
1993 -de posterior data-, cuando en su artículo 40°, dispone que no están
comprendidos en dicha carrera los funcionarios que desempeñan cargos po
líticos o de confianza ni los trabajadores de las empresas del Estado o de
Sociedades de Economía Mixta.
Posteriormente, la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo
General, vigente desde octubre del año 2004, regulando la responsabilidad
de las autoridades y funcionarios al servicio de la Administración Pública,
establece en su artículo 239° que:
,
ccL a s a u to rid a d es y p ers o n a l a l servicio d e la s en tid a d es in d e p e n d ie n te
,
m e n te d e su ré g im e n la b o ra l o c o n tra ctu a l in c u r r e n e n fa lt a a d m in is
tra tiv a e n e l trá m ite d e los p ro ced im ien to s a d m in istra tiv o s a su ca rg o y ,
p o r e n d e , son susceptibles d e s e r sa n cio n a d o s a d m in is tra tiv a m e n te ( . . . ) v.
Recurso de agravio constitucional presentado por Dante Jesús Tafür Jiménez contra
Sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima, en el proceso seguido
contra el Tribunal de Honor del Ilustre Colegio de Abogados de Lima, sobre Proceso de
Amparo (http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/05691-2008-AA%20Resolucion.pdf).
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 63
2. ,
L o s q u e d esem p eñ a n ca rg o s po líticos o d e co n fia n z a in clu so si e m a n a n
d e elecció n p o p u la r.
3. Todo a q u e l q u e in d ep en d ie n tem e n te d e l ré g im e n la b o ra l e n q u e se
e n c u e n tre , m a n tie n e v ín cu lo la b o ra l o c o n tra ctu a l d e c u a lq u ie r n a
tu ra le z a con en tid a d es u o rga n ism o s d e l E sta d o y q u e e n v ir tu d d e ello
e jerc e ju n c io n e s e n d ich a s en tid a d es u o rga n ism o s” .
5. L o s m iem b ro s d e la s F u e rz a s A r m a d a s y P o licía N a c io n a l.
Creemos que la norma penal contenida en el artículo 425° del CP, tiene
efectos negativos, véase por donde se vea. Una consecuencia colateral, es
que su texto recoge y trastoca conceptos provenientes del Derecho Civil,
Derecho Administrativo y Derecho Laboral, pasando por alto sus diferencias
y despreciando su correcto uso. Pocas normas “apilan” en su interior institu
ciones jurídicas tan disímiles.
dos los que han sido seleccionados, designados o electos para des
empeñar actividades o funciones en nombre del Estado o al servicio
del Estado, en todos sus niveles jerárquicos.
S ección I
U rsupación de au to rida d , títulos y honores
1. A MODO DE APROXIMACIÓN
Según la calificación jurídico-penal esbozada por nosotros, identifica
mos ciertos injustos penales que no pueden ser explicados y justificados
político-criminalmente, desde un prevalimiento de la función pública, en tanto
pueden ser cometidos por cualquier persona, ora un intraneus ora un ex-
traneus; precisamente la presente capitulación trata sobre aquellos delitos
perpetrados por «particulares».S i
Si bien postulamos dogmáticamente que los delitos funcionariales ata
can los vértices constitucionales que guían la actuación de la Administración
72 D erecho penal - P arte especial : T omo V
( 79)
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 804.
( 80 )
C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 246.
(81) M anzini, V.; Tratado de Derecho Penal, Vol. V, cit., p. 502.
74 D erecho penal - P arte especial: T omo V
a. Sujeto activo
Vide, al respecto, A banto V ásquez , M.; Delitos contra la Administración Pública..., cit., p.
64.
b. Sujeto pasivo
Vide, al respecto, A banto V ásquez , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ...,
cit., p. 76.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 77
(93) Cfr., R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 464.
(94) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 806.
(95) Vicie, al respecto, Rojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 465.
(96) Así, C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 249.
T ítulo XVIII: D elitos contra la a d m in is t r a c ió n pública 79
una persona que no cuenta con los requisitos legales para asumir el cargo
público. No obstante, se produce un nombramiento, si bien ilegal, de efec
tos jurídicos válidos mientras no se declare administrativamente la Nulidad
de dicho nombramiento; a tal efecto, el nombrado ingresa formalmente a la
Administración Pública, sea como funcionario y/o servidor público, con plena
asunción de la actuación funcionarial(113), no se trata por tanto de un intruso,
es decir de un usurpador. Una vez que se declare formalmente la Nulidad
de su nombramiento, aquél es expulsado del ámbito laboral de la Adminis
tración, por lo tanto pasible de incurrir en el delito in examine, mientras que
ello no suceda, no puede presentarse un Concurso delictivo(114). Si bien la
Nulidad tiene efectos retroactivos, ello únicamente toma lugar es la esfera
del Derecho Administrativo, mas no en el campo del Derecho penal.
(113) Es así, que quien es nombrado de forma ilegal puede ser perfectamente autor del delito
de Peculado o de Malversación de Fondos, con ello se cubren lagunas de impunidad.
(1U) En contra A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 72.
(115> Así, C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 249; R ojas V argas, F.; Delitos
contra la administración pública, cit., p. 465.
(116) De posición contraria, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 805.
(117} Así, M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 651.
(118) De otra posición, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 71.
84 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 71.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 85
(120) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 466.
(121) El Código de Justicia Militar anterior, disponía en su artículo 193°, que cometen
usurpación de autoridad los militares que indebidamente, asumen, desempeñan o
mantienen o ejercen funciones correspondientes a otro cargo.
86 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(137) A banto V ásquez, M.; L o s delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 73; Así,
C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 251.
o») F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 807.
(139) G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 489.
(140> F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 807.
(141) Cfr., R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 467; C reus,
C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 251-252; G ómez, E.; Tratado de Derecho
Penal..., T. V, cit., p. 490.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 91
(142) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 251.
(143) Vide, al respecto, A banto V asquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 75.
92 D erecho penal - P arte especial : T omo V
rio y/o servidor público en ejercicio, invade un fuero competencial que la Ley
y la Constitución no le han conferido.
Si bien todos los funcionarios y servidores públicos se encuentran in
vestidos con poder funcionaría!, no es menos cierto que según los criterios
de especialidad y división de funciones, no todo funcionario puede realizar
cualquier actividad pública, sino que debe desarrollar y ejecutar su actuación
a la esfera competencial que le asigna la Ley, de no ser así, se afectaría no
sólo la legitimidad de la función pública, sino también su idoneidad y eficacia,
pues se supone que sólo ciertos servidores -p o r contar con cierto conoci
miento y experiencia-, pueden ejercer ciertas labores en la Administración.
Es en tal virtud, que en las Convocatorias Públicas (Concursos), se fijan en
detalle las plazas, según la materia.
En la doctrina administrativa especializada, se dice que el principio de
legalidad de la Administración, (...), se expresa en un mecanismo técnico
preciso: la legalidad atribuye potestades a la Administración, precisamente.
La legalidad otorga facultades de actuación, definiendo cuidadosamente sus
límites, apodera, habilita a la Administración para su acción confiriéndola al
efecto poderes jurídicos(144).
(147) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 808.
(148) Cfr., R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 468.
(149) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 655.
(150) G arcía de E nterrIa, E. y otros; Curso de Derecho Administrativo, I, cit., p. 451.
(151) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 252.
94 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(152) Fontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 808.
(153) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 468.
(154) Baca C abrera, D. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos Sumarios, cit., p. 528.
(155> A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 77.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 95
( 157 )
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 808.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 97
( 158 )
A banto V ásquez, M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 78.
( 159)
A efectos de punición no resulta indispensable ia verificación y/o acreditación de un
perjuicio a un tercero; Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública,
cit., p. 469; F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 809; C reus, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 252.
( 160)
Vide, al respecto, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 470.
( 161 )
C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 253.
( 162)
Cfr., A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 79.
(163) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 656.
98 D erecho penal - P arte especial: T omo V
d. Agravante
Vide, al respecto, A b a n t o VAsquez, M.; Los D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ...,
cit., p. 78.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 99
C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 253; Así, R ojas V argas, F.; Delitos
contra la administración pública, cit., p. 476.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración púbuca 10 1
2. MODALIDAD TÍPICA
a. Sujeto activo
Puede ser cualquier persona, la tipicidad objetiva en análisis no exige
una cualidad funcional especial, de modo que puede serlo tanto un particular
{extraneus) que ostenta insignias o distintivos de una función o cargo que no
ejerce o se arroga un grado académico, título profesional u honores que no
le corresponden así como un funcionario y/o servidor público que ostenta un
cargo que no ejerce o un título profesional que no le corresponde.
En el caso de que un servidor aparezca como sujeto activo de este
delito, habrán de cumplirse dos condiciones a saber: De una parte, que se
trate la simulación de una investidura o cargo público diferente al real y efec
tivamente se posee, en primer término: y en segunda instancia, debe limi
tarse a simular tal investidura o cargo (o, en su caso, a fingir que pertenece
a la Fuerza Pública, sin que eso sea cierto), sin entrar a ejercer funciones
públicas de ninguna clase, pues que en ese evento podríamos desviarnos,
en cuanto hace referencia al encuadramiento típico de la conducta (...)(169),
implicaría la tipificación por el artículo 361° del CP.
Dicho lo anterior, el sargento policial que ostenta el cargo funcionarial de
capitán o de comandante, estaría incurso en el tipo penal del artículo 362° del CP.
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(171) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 811.
(172) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 254.
(173) R ojas V argas, F.; Jurisprudencia Penal y Procesal Penal, cit., p. 654.
(174) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 811.
(175) G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 492.
104 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(176) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 478; D onna, E.A.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 152.
(177) R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 478.
(178) Vide, al respecto, G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 493.
(179) C reus, C.¡ Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 255.
(18°) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 667.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 105
(181) Así, C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 255; D onna, E.A.; Derecho
Penal. Parte Especial, cit., p. 154.
(182) R ojas V argas, F.¡ Delitos contra la administración pública, cit., p. 479.
(183) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 811.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 107
(184) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 256.
(185) F ontAn Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 811.
(186) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 157.
108 D erecho penal - P arte especial : T omo V
1. COMENTARIOS PRELIMINARES
La legitimidad Je una actuación típicamente profesional se sustenta en
que su portador, ha cumplido satisfactoriamente con las exigencias curricu-
lares y académicas así como de la tramitación legal, que se regula en las di
versas Universidades y Centros de Enseñanza de nivel Superior,-legalmente
cuentan con la facultad de expedir títulos profesionales-.
El Estado, por tanto, ha de procurar y en todo caso cautelar, que sólo
aquellos ciudadanos que hayan cumplido en rigor con las exigencias académi
cas y administrativas, ejerciten una determinada profesión, de no ser así per
sonas inexpertas, improvisadas y carentes de un bagaje cognitivo adecuado,
prestarían un servicio a la comunidad del cual no se encuentran calificados.
Máxime, al vulnerarse la observancia de los procedimientos reglados en la
ley, con ello, la legalidad se ve gravemente afectada así como los intereses
generales que pueden verse defraudados, cuando personas inescrupulosas
ejercen una profesión, de la cual no están habilitados legalmente.
En el campo de la medicina existen en nuestro país muchos empíricos,
prácticos, que ejercen actividades propias de los médicos sin contar con tí
tulo profesional, sea ejecutando operaciones de alto riesgo o prescribiendo
medicinas, poniendo en riesgo la vida y salud de los comunitarios; el campo
del Derecho no es ajeno a dicha realidad, al advertirse una cantidad signifi
cativa de tinterillos que actúan como Abogados, lo cual resulta una actividad
indecorosa y falta de toda ética.
Se evidencia un legítimo interés de todos los comunitarios, de quienes
ejercen la diversidad de profesiones -que se comprenden en la esfera del
conocimiento científico-, sean aquellos que cuenten un título profesional a
nombre de la Nación, de ahí se procura la garantía de que sólo aquellos
ciudadanos -realmente capacitados, contando con el bagaje cognitivo espe
cializado-, sean quienes lo ejerciten en beneficio del colectivo. Desde esta
perspectiva, se puede afirmar la potestad exclusiva del Estado de conceder
títulos habilitantes para el desempeño de algunos oficios, como bien jurídico
protegido, se dice en la doctrina española*11B7).
Cuestión importante a saber es que el Intrusismo profesional puede
darse en una actuación en el ámbito privado y/o público, si toma lugar en la
última esfera nombrada, constituye una Circunstancia de Agravación confor
me se desprende del último párrafo del articulado.
Conforme lo anotado, aparece una necesidad de política criminal de
reprimir esta clase de conductas, las cuales son recogidas normativamente
bajo los alcances normativos del artículo 363° del CP, bajo el matiz de dos
variantes típicas a saber: «Ejercicio Ilegal de la Profesión» y el «Ejercicio de
la profesión fraudulento».
El CP español, acoge una figura semejante en el marco de las denomi
nadas «Falsedades Personales» - artículo 403°, disponiendo el ejercicio de
actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académi
co expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente.
Si bien se presenta una especie de falsedad profesional, no es menos cierto
que la mayor afectación se dirige a la legitimidad del ejercicio de la actividad
profesional, correctamente ubicado, -según nuestra concepción-, en el Título
XVIII del CP peruano.
Por su parte, el CP argentino, incluye esta modalidad delictiva, produc
to de la ley 24.527/95 en el artículo 247°.
En términos generales el intrusismo significa el ejercicio de una activi
dad profesional por persona que no se halla autorizada para ello por no tener
capacitación ni titulación adecuada(188).
La intervención del Derecho penal en la protección de las profesiones
privadas es común en todas las legislaciones de nuestro entorno, apunta
Q uintero O livares(189).
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
de otro? En tal entendido, nos inclinamos por considerar a este tipo penal
como tácticamente cualificado, de forma que no resulta admisible esta clase
de autoría, pues el ejercicio profesional ha de tomar lugar de forma perso-
nalísima. Un agente que quiere ejercer ilegalmente la medicina, no lo puede
hacer a través de otro, si emplea a enfermeras y otros auxiliares, estos han
de responder a título de cómplices, siempre y cuando tenían conocimiento
del falso título.
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(191) O rts Berenguer, E.¡ Coméntanos al Código Penal, T. IV, cit., p. 1770.
(192) M orillas C ueva, L.; Falsedades (III). Falsedades Personales, cit., p. 261.
(193) Así, O rts Berenguer, E.; Comentarios al Código Penal, T. IV, cit., p. 771; Rojas V argas,
F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 486.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 111
E l títu lo p ro fesio n a l se o b te n d rá :
El CP español de 1973, contenía un tipo legal similar, de ejercer profesiones sin per
tenecer al correspondiente colegio o asociación oficial, lo cual, en opinión de Q uinte
ro O livares constituía una censurable contribución del Derecho penal a los intereses
corporativos de los colegios profesionales, amén de desviar la atención de la norma
punitiva en dirección hacia intereses que, siendo legítimos, no atañen directamente a
la confianza de terceros en la preparación profesional de quien ofrece sus servicios,
preparación que, en cuanto tal, es independiente de la colegiación; Comentarios a la
Parte Especial del Derecho Penal, cit., p. 1545.
Párrafo adicionado por la Primera Disposición Final de la Ley N° 25647.
112 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Q uintero O livares, G.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit., p.
1543; Así, O rts Berenguer, E.; Comentarios al Código Penal, T. IV, cit., p. 771; R ojas
V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 490.
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 810.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 113
<198) F ontAn Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 810.
(199) No obstante, en la actualidad se observan escuelas de chefs, más a hasta donde
nuestros conocimientos llegan no existe título profesional de cocinero.
(200) Q uintero O livares, G.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit., p.
1544.
(201) R ojas V argas, F.; Jurisprudencia Penal Comentada, cit., p. 369.
114 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(202) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 488.
(203) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 489.
116 D erecho penal - P arte especial : T omo V
O rts Berenguer, E.; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1774.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración pública 117
1. COMENTARIO GENERAL
Los tipos penales glosados en los diversos articulados de la PE del CP,
enuncian modelos de conducta disvaliosos {prescripciones: prohibiciones y
mandatos), dirigidos comunicativamente a todos los ciudadanos (destinatarios
de las normas), atendiendo, que la incriminación per se asume la conducción
participativa del autor, de quien ostenta el dominio funcional del hecho.
Conforme lo anotado, las variantes de participación delictiva (Instiga
ción y complicidad), han de ser estructuradas y elaboradas según las reglas
de la PG, lo que no quiere decir, que éstas no sean de relevancia, en orden
a identificar en el Proceso Penal las responsabilidades que hayan de tomar
lugar.
El legislador, haciendo gala de los efectos socio-pedagógicos de la
norma jurídico-penal, se sale del contexto anotado, formulando una regula
ción específica del título participativo de la delincuencia, en el enunciado nor
mativo del tipo penal, conforme es de verse del artículo 365° del CP. De esta
forma se incluye en el texto expreso de la Ley, al profesional, quien “ampara
con su firma el trabajo quien no tiene título para ejercerlo”; en otras palabras
dicho: quien coadyuva, permite, creando las condiciones necesarias para
que el Intruso pueda concretizar la conducta prohibida, se trata por tanto de
un Cómplice Primario(205).
En el campo del Derecho, advertimos que los Estudios de Abogados,
suscriben apersonamientos y otras articulaciones, donde se consignan los Le
trados que asumirán la defensa, quienes están facultados legalmente para
conocer de las incidencia procesales y ejercer toda actuación encaminada a
promover los intereses jurídicos de sus patrocinados. Es en este alud, donde
el profesional (Abogado), puede amparar con su firma, que el agente {autor)
ejercite actos propios de una profesión, no obstante carecer de los requisitos
legales para su realización; en tal entendido, la aplicación del artículo 364°
está condicionada a la aplicación del artículo 363°. Podemos decir, entonces,
que mientras la conducta tipificada en el artículo 363° reprime la autor del
hecho, el artículo 364° tiende a penalizar el comportamiento del Cómplice Pri
Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 495.
118 D erecho penal - P arte especial: T omo V
S ección II
V iolencia y resistencia a la autoridad
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
El correcto funcionamiento de la «Administración Pública», atiende a
la legitimidad funcionarial, de quienes se encuentran investidos de ejercer di
cha actuación pública, como se observo en la Sección precedente, en lo que
respecta a los delitos de Usurpación funcional. A dicha acepción del injusto,
se añaden otros, cuya configuración ha de ser perpetrada también por los
particulares (extraneus).
R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 496-497.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración púbhca 119
1. BIEN JURÍDICO
En la presente modalidad el injusto típico, estamos frente a un fenó
meno de conducta prohibida que atenta contra el correcto y normal funciona
miento de la Administración Pública, cuando el particular (extraneus) perpe
tra el comportamiento contenido en el artículo 365° del CP.
Constituyen actos que atentan contra el ejercicio de la actuación pú
blica, perturbándose su naturaleza ejecutiva, cuando el agente -mediante
violencia o amenaza-, impide a una autoridad el ejercicio de sus funciones,
le obliga a practicar un determinado acto de sus funciones o le estorba en el
ejercicio de estás. Comportan, por tanto, actos coactivos, que recaen sobre
la persona del funcionario y/o servidor público.
En puridad, entonces, no se protege aquí ni la función ni el cargo, sino
la persona del funcionario. Pero más que su integridad o su vida, lo que se
protege es su capacidad y/o facultad de autodeterminación, que podría verse
constreñida o limitada por el obrar (ilícito) del agente delictual(209).
La protección penal acordada por este tipo penal se asienta en la ne
cesidad de proteger el normal y buen desarrollo de las funciones que de
tentan las autoridades y sus agentes para asegurar su completa y eficaz
ejecución, acota D o n n a (210).
Para C r e u s , lo que inmediatamente menoscaba el delito es la libertad
de determinación del oficial público, su libertad de decisión en el ejercicio de
la función: la acción del agente se vuelca sobre el funcionario público para
anonadar la determinación de su voluntad y sustituirla por la de él; lo que
(2°8) B ernal P inzón , J.; Delitos contra la Administración Pública, c¡tM p. 249.
(209) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 673.
(21°) D onna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 38.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 12 1
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
Siguiendo el tenor literal del articulado, se infiere que puede ser cual
quier persona; máxime si la capitulación hace referencia a los delitos cometi
dos por particulares (extraneus), de lo que se infiere que no se requiere una
cualidad especial funcional. Inclusive puede ser un funcionario y/o servidor pú
blico, empero dicha circunstancia es recogida por el legislador como Circuns
tancia de Agravación, según lo dispuesto en el inc. 2) del artículo 367° del CP.
Al manejarse un delito común, resulta plenamente identificable la fi
gura de la Autoría Mediata, sea cuando el ejecutor material del injusto, obra
incurso en una causal de inculpabilidad o ante ceguera sobre los hechos
(Error de Tipo).
Así también, resulta admisible las otras figuras de participación delicti
va, ora la Instigación ora la Complicidad.
Si actúan dos o más y, estos comparten el co-dominio funcional deí
hecho, prestando una contribución y esencial para la realización típica, serán
considerados Co-autores.
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
Primer aspecto a saber, es que la “Violencia contra la Autoridad”, no
puede tomar lugar en el decurso de un alzamiento público; si aparece el ele
mento anotado, la conducta debe ser tipificada bajo los alcances normativos
del delito de Rebelión - artículo 346° del CP(213), en la medida que la violencia
(211) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., ps. 218-219.
(212) Cfr., Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 250.
(213) Vide, al respecto, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 517.
122 D erecho penal - P arte especial: T omo V
a la víctima(217). Así también, cuando se atenta con fuerza sobre las cosas
del ofendido, lanzar una piedra sobre el vehículo que lo traslada u otra de
semejante intensidad.
En la ejecutoria recaída en el Exp. N° 137-98, se expone que: “Al haber
el procesado realizado disparos con su arma de fuego, con la finalidad de
impedir que el Secretario del Juzgado lleve a cabo la diligencia de lanza
miento ordenada sobre su inmueble, ha incurrido en el delito de violencia y
resistencia a la autoridad”(218).
La amenaza (vis compulsiva), por su parte, deber ser grave, inmediata
e idónea para conseguir los fines perseguidos por el agente; la cual puede re
caer sobre el funcionario mismo o sobre tercero vinculado, siempre y cuando
existe posibilidad real de que éste último sea afectado por obra del autor<219).
Grave quiere decir que tienda a lesionar intereses vitales del sujeto
pasivo y que no admitan una reparación más o menos rápida(220).
Tanto la violencia (vis absoluta) como la intimidación (vis compulsi
va) deben mostrar la suficiente idoneidad y/o aptitud para lograr impedir al
funcionario el ejercicio de su actuación funcionarial(221). De modo que la in
timidación o la fuerza de por sí no alcanzan para que el verbo típico quede
configurado, sino que la acción final tiene que estar destinada a exigir una
determinada actividad u omisión de carácter funcional(222).
Tal idoneidad debe establecerse en el caso concreto, teniendo en
cuenta los diferentes factores que han rodeado el hecho delictuoso(223).
Aspecto importante a saber, es que la actuación del funcionario y/o
servidor público, debe tomar lugar en el marco estricto de su esfera de com
petencia y revestido de legalidad; ante la ejecución de órdenes manifiesta
mente antijurídicas, puede ejercerse una defensa necesaria; ante una proba
<217) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra ¡a Administración Pública, cit., p. 676: Bernal
P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 251.
(218) Baca C abrera, D. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos Sumados, cit., p. 496.
(219) Cfr., M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 677; F ontán
Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 788; R ojas V argas, F.; Delitos
contra la administración Pública, cit., p. 516.
(220) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 40.
(22i> v¡de, alrespecto P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 228-233.
(222) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 39.
(223) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 253; Así, R ojas
V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 516.
124 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(233) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 521.
(234) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 45.
128 D erecho penal - P arte especial : T omo V
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Los enunciados normativos -constitutivos de tipos penales-, importan
la definición de conductas prohibidas o de mandatos, cuyos destinatarios
han de acatar, so pena de ser sancionados punitivamente. En tal entendido,
la construcción de las figuras delictivas ha de ser lo más riguroso posible, en
orden a cautelar los efectos comunicativos del mensaje normativo; la clari
dad, precisión y simplicidad del lenguaje, se alzan en propiedades indispen
sables de los hechos delictuosos, de manera que el legislador no debe abu
sar de una excesiva tipificación, cuando puede mas bien regir una economía
legislativa en el proceso de penalización.
Vemos, sin embargo que el legislador en el marco del artículo 366° del
CP, ha propuesto la elaboración normativa de un tipo penal muy semejante
al contenido en el artículo anterior (“Violencia contra un Funcionario Públi
co”); resultando que los medios comisivos (violencia e intimidación) como
el destinatario de aquéllos (funcionarios públicos), son los mismos que los
contemplados en el tener literal del artículo 365°, bajo la distinción de que
Como escribe M olina A rrubla, es menester que tal comportamiento externo, objetivo,
esté acompañado de un elemento subjetivo, que el imprima contenido direccional a la
conducta: En este orden de ideas, se dice que esa violencia ejercida en desmedro dei
servidor público, debe haberlo sido con una expresa finalidad, que no puede ser otra
que la de obligarlo a ejecutar u omitir algún acto propio de su cargo o a realizar uno
contrario a sus deberes oficiales; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 685.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 129
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
(238> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 527.
(239) vide, al respecto M anzini, V.; Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 95.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 131
c. Modalidad típica
(240> Vide, al respecto, S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., ps. 100-101.
(241) Vide, de forma amplia, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 63-74
(242) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Pena!. Parte Especial, cit., p. 791.
132 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 530; M anzini, V.;
Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 102; F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte
Especial, cit., p. 792.
Contrariamente para M anzini, no se puede excluir a priori la posibilidad jurídica de la
tentativa; Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 102.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 135
CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
A r t . 3 6 7 .- ccE n los casos d e los a rtícu lo s 3 6 5 ° y 3 6 6 °, la p e n a p riv a tiv a d e
lib e rta d s erá n o m e n o r d e cu a tro n i m a y o r d e ocho a ñ o s cu a n d o :
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
Constituye una constante del legislador, la construcción de «Circuns
tancias de Agravación», sobre todo en el ámbito de la criminalidad más vio
lenta, en aquellos delitos que manifiestan un atentado contra los bienes jurí
dicos fundamentales del individuo, la sociedad y el Estado.
Comporta un plano a saber, a efectos de elaborar las hipótesis de
agravación, el mayor disvalor del injusto que puede tomar lugar, ora en el
136 D erecho penal - P arte especial : T omo V
disvalor de la acción ora en el disvalor del resultado. Son los medios que
emplea el agente así como la forma del ataque antijurídico lo que da forma a
esta intensidad de la valoración antinormativa; a lo cual debemos añadir, la
magnitud del resultado, en la esfera de afectación al interés jurídico -tutela
do-, así como la pluralidad ofensiva de la repercusión perjudicial en diversos
bienes jurídicos.
Así también, aparece en escena el grado de reproche culpable que
recae sobre el sujeto infractor de la norma; una imputación individual {Res
ponsabilidad) más intensa que se configura cuando la perpetración del injus
to obedece al prevalimiento del cargo funcionarial, a la infracción del deber
funcional, a la vinculación del autor con el objeto material del delito así como
a la especial vulnerabilidad que detenta la víctima, al existir vinculaciones
estrechas con el agente del delito.
Vemos, entonces, que en la nomenclatura delictiva -contenida en el
artículo 367° del CP-, se han glosado una serie de variantes de agravación,
que se han estructurado en base a la calidad del autor, la forma de su co
misión, los resultados antijurídicos acontecidos, los propósitos que motivan
el actuar antijurídico del agente así como la condición funcional del sujeto
pasivo inmediato.
El articulado -in comento-, fue modificado drásticamente en mérito a
la sanción del artículo 2o del Decreto Legislativo N° 982, mediando una infla
ción de las circunstancias agravantes, que no necesariamente reposan en un
marco de justificación material.
Vemos, por tanto, que se han fijados dos bloques de agravantes, me
reciendo el último de ellos una penalidad más drástica así como una circuns
tancia de más intensidad, en el caso de la figura preterintencional contenida
en el último párrafo del articulado.
(250) Así, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 186.
(?51) S oler, S.¡ Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 107.
(252) Así, C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 223; R ojas V argas, F.¡ Delitos
contra la administración pública, cit., p. 535.
(253) D onna, E.A.; D e re c h o P e n a l. P a r te E s p e cia l, T. III, cit., p. 55.
138 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(254) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 535-536; Cfr., S oler,
S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 107.
(255) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. VI, cit., p. 106.
(256> vide, más al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II,
cit., ps. 240-243.
(257) D onna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 52; C reus , C.; Derecho Penal.
Parte Especial, T. II, cit., p. 223; F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial,
cit., p. 789.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 139
(258) Así, C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 223.
(259) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. I, cit.,
ps. 240-244.
140 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(28°) Vide , más al respecto, lo anotado en el análisis del artículo 361° del CP (“Ejercicio ile
gítimo de la función pública”).
(261) Una pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de doce años.
142 D erecho penal - P arte especial: T omo V
,262) Vide, más al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. IV,
cit., ps. 95-98.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 143
Vide, al respecto, Rojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 536.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 145
(267) Vide, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, Tercera edición,
Lima, 2016, cit., ps. 635-636.
(268) Vide, P eña Cabrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, Tercera edición,
Lima, 2016, cit., ps. 470-471.
(269) Incorporado por la Ley N° 30068 de julio de 2013.
(270) Incluido por el Decreto Legislativo N° 1181 de julio de 2015.
(271) Dando lugar a un conflicto aparente de normas.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 147
(275) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 673.
(276) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 38.
(277) C reus , C.¡ Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., ps. 2 1 8 -2 1 9 .
(278) F ierro, G.J.; Delitos de atentado, resistencia y desobediencia contra la autoridad. José
Luis de Palma Editor, cit., ps. 115-116.
<279> Buompadre, J.E.; Tratado de Derecho penal, parte especial, primera edición, Buenos
Aires: Abeledo Perrot, 2014, cit., p. 5.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 151
(280> T erragni, M.A.; Tratado de Derecho Penal, primera edición, Buenos Aires: La Ley, 2012,
cit., p. 325.
(2B1) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 219.
(282) M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 676: Bernal Pin
zón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 251.
(283) R eátegui S ánchez, J.; Delitos contra la Administración Pública en el Código Penal, JU
RISTA EDITORES, 2015, cit., p. 129.
152 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(291) F ontán Balestra, C. y Guillermo A.C. Ledesma; Derecho Penal: parte especial, 16° edi
ción Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2002, cit., p. 790.
(292) C reus, C.; Derecho penal, T.2, quinta edición actualizada, 1995, cit., p. 224.
(293) Buompadre, J.E.; Tratado de Derecho penal..., cit., p. 61.
(294) T erragni, M.A.; Tratado de Derecho Penal, primera edición, Buenos Aires: La Ley, 2012,
cit., p. 328.
T ítulo XVIII: D euto s contra la administración púbuca 157
el artículo 122, inciso 3,literal a. Es decir, en ningún caso puede ser mayor de
tres años de pena privativa de libertad, si es que la violencia ejercida contra
la autoridad policial no ocasionó siquiera lesiones leves”. Se tendría que en
estas hipótesis, el desvalor de la acción se ciñe estrictamente a la afectación
al bien jurídico tutelado en el artículo 365° del CP. Líneas más adelante se
señala que: “(...) si el agente con las violencias ejercidas produjo dolosamen
te lesiones leves o lesiones graves a la autoridad policial, su conducta solo
debe asimilarse a los delitos tipificados en los artículos 121 y 122 del Código
Penal, respectivamente, aplicándose, además, en tales supuestos, la penali
dad prevista para la concurrencia del agravante específico que se funda en la
condición funcional del sujeto pasivo. Esto es, si se ocasionan lesiones gra
ves la pena será no menor de seis ni mayor de doce años de pena privativa
de libertad, y, si solo se produjeron lesiones leves, la sanción será no menor
de tres ni mayor de seis años de pena privativa de libertad”. Entonces, para
alcanzar la intensidad punitiva que se prevé en la agravante -e n cuestión-,
requiere mínimamente que la violencia que se ejerce sobre el efectivo poli
cial -e n el decurso de su actuación funcional- genere lesiones graves en el
sujeto pasivo de la acción, pues si dicho proceder antijurídico provoca una
lesión de menor entidad, la conducta será reprimida bajos el marco penal
definido en el artículo 122° del CP (Lesiones leves). Nótese que dicho estado
de desvalor es ocasionado por el agente a título de dolo (imputación subje
tiva) y no de culpa, según las fórmulas preterintencionales que se describen
en el artículo 357° del CP; de recibo, la energía criminal que supone el dolo
en comparación con la culpa, importa que la primera reciba una sanción más
grave, acorde al principio de culpabilidad. Bajo esta argumentación interpre
tativa, se cautela la legitimidad que debe significar la descarga punitiva (la
pena) en un orden democrático de derecho. Ante la opacidad de la política
penal del legislador, la luz puede ser encendida por criterios jurisprudencia
les, como los esbozados en el mencionado Acuerdo Plenario.
de generar una infracción de orden penal. Por tales motivos, debe decirse
que en una comunidad -política y jurídicamente organizada-, bajo el sistema
democrático trae a colación una serie de consecuencias en las relaciones
Estado-ciudadano, que se manifiestan en la diversidad de prescripciones
normativas que reglan una serie de situaciones jurídicas.
Por otra parte, aparece también el denominado principio de “Autori
dad”, en virtud del cual ciertos funcionarios públicos cuentan con ciertas po
testades decisorias, que en la práctica inciden en la creación, modificación
y/o anulaciones de ciertas situaciones jurídico-administrativas o en su caso,
típicamente jurisdiccionales; dichos funcionarios se encuentran investidos de
autoridad, es decir sus mandatos y/o decisiones han de ser cumplidas y aca
tadas por los administrados o los usuarios de la administración de justicia, so
pena de incurrir en la tipificación penal contenida en el artículo 368° del CP.
El carácter no vinculante o discrecional del acatamiento de la orden
del funcionario, significaría un desmoronamiento de las bases fundacionales
del Estado de Derecho, cuyo basilar se asienta en la legalidad y en las inci
dencias jurídicas del ius imperium de la Administración. A decir de Ossa Ar-
baláez, (...) la potestad pública resulta inherente a la administración pública,
pues no es concebible que ésta cumpla su cometido en bien de la comunidad
si carece de un poder represor que haga viable el ejercicio racional de la
función pública(298).
En la doctrina española, se apunta que la legalidad define y atribuye
con normalidad, potestades a la administración. La acción administrativa es
el ejercicio de tales potestades, el cual creará, modificará, extinguirá, prote
gerá, ejercitará, relaciones jurídicas concretas. La dinamicidad inacabable de
la vida administrativa tiene su causa en este mecanismo técnico(299).
La estructura funcional de una sociedad, toma lugar a partir de la san
ción de una serie de derechos y obligaciones, como la vía arbitrada que se
patentiza en la positivización de las normas legales, cuya finalidad es la de
crear un clima de coexistencia pacífica de los ciudadanos. En tal virtud, los
comunitarios han de guiar su quehacer conductivo conforme a determinados
roles, cuya esencia y dinámica, depende de las circunstancias concretas que
haya de asumir el individuo. Se expiden así determinadas órdenes (actos
administrativos, resoluciones administrativas, resoluciones jurisdiccionales,
etc., por parte de la autoridad-estatal competente, cuyo cumplimiento es
un imperativo categórico por los destinatarios (administrados), siempre que
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(306) Antes de la dación de la ley 21.338, la conducta estaba refundida en el artículo 239°
<307) Vlde, al respecto, C arbonell M ateu, J.C. y otro; Coméntanos al Código Penal, Vol. IV,
cit., p. 2076.
(308) C arboneo. M ateu, J.C. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 2071.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 165
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, c it, p. 62; C reus , C.; Derecho Penal. Parte
Especial, T. II, cit., p. 227.
Vide, al respecto, G arcía N avarro, E.; Cuestiones de imputación en atentados..., cit., p.
143.
166 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(320) Así, G arcía Navarro, E.¡ Cuestiones de imputación en atentados contra..., cit., p. 147.
(321) R ojas V argas, F.; Delitos contra ía administración pública, cit., p. 542.
(322) G ómez, E.¡ Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 469.
(323> F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 790.
(324) Baca C abrera, D. y otros; Jurisprudencia Penal. Procesos Súmanos, cit., p. 495.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 169
(32S> Así, G arcIa Navarro, E.; Cuestiones de imputación en atentados contra..., cit., p. 147.
(326) Vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 177.
(327) v¡de, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 177.
170 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(333) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 59; G ómez, E.; Tratado de
Derecho Penal, T. V, cit., p. 469.
*334* C arbonell M ateu, J.C. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 2074.
(335) G arcía Navarro, E.; Cuestiones de imputación en atentados contra..., cit., p. 149.
(336) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 541.
(337) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 94.
172 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(338) S alazar S ánchez, N.; Delitos contra la Administración Pública. Jurisprudencia Penal, cit.,
p. 74.
t339) \/ide al respecto, G arcía Navarro, E.; Cuestiones de imputación en atentados contra...,
cit., p. 145.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 173
Vide, al respecto A b a n t o V ásquez, M.; L o s D e lito s con tra la A d m in istració n P ú b lic a ...,
cit., p . 173.
174 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Del tenor literal del artículo 368°, se advierte la inclusión de una “cau
sal de atipicidad penal”, cuando se trata de la propia detención del destina
tario de la orden, es decir, se incide en una valoración que en realidad no
exterioriza una falta de lesividad social. La atipicidad penal sólo puede tomar
lugar, cuando el comportamiento se encuentra desprovisto de una total ofen-
sividad.
Con ello, quiere decirse, que sea cualquiera el interés jurídico, afectado
con la orden impartida por el funcionario público, su incumplimiento importa
un atentado a los principios de Legalidad y de Autoridad. Sea la resistencia a
un embargo preventivo o a una detención preliminar, de igual forma se habrá
puesto en tela de juicio, la vigencia fáctica del orden legal. Parece ser, que
los fundamentos de política criminal, trasuntan por coordenadas distintas.
Mediando una orden de prisión (preventiva), el juzgador competente,
ordena la privación cautelar del imputado, en mérito a la concurrencia de los
presupuestos legales contemplados en el artículo 135° del CPP de 1991,
concordante con el artículo 268° del nuevo CPP. Desde una visión lata del
estado de la cuestión, debe extenderse a la denominada detención prelimi
nar (judicial), que toma lugar en el decurso de los primeros actos de investi
gación, sea en la Investigación Preliminar (Ley N° 27379) y en las Diligencias
Preliminares (artículo 261° del nuevo CPP).
En la presente valoración, se presentaría un conflicto de intereses,
entre la ejecución de las órdenes que emanan de las autoridades de la Ad
ministración (Pública y de Justicia) y la libertad personal del sospechoso(341)
(imputado); a lo que debe añadirse la expectativa legítima de los comunita
rios, de que las órdenes sean cabalmente cumplidas. Ante tal premisa, se
diría que ante una sentencia de condena, donde también se ve afectada la
libertad personal de un individuo, existiría este conflicto, por lo que el conde
nado tendría el derecho de resistir la orden, lo cual supondría un quiebre a
las bases fundacionales del Estado de Derecho, conmoviendo sus cimientos
basilares.
Siguiendo el hilo conductor, se advierte un criterio de racionalidad, de
ponderación y de razonabilidad, de graduar la reacción punitiva, según el
principio de mínima intervención; en este caso de evitar una doble afecta
ción, sobre quien pende un mandato de detención, de ser privado de su
libertad personal -p o r la supuesta comisión de un hecho punible-, y a su vez
Vide, al respecto A b a n t o V ásq uez, M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ...,
cit., p. 179.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 175
5. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
Cuando se desobedezca la orden de realizarse un análisis de san
gre o de otros fluidos corporales que tenga por finalidad determinar el nivel,
porcentaje o ingesta de alcohol, drogas tóxicas estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o sintéticas, la pena privativa de la libertad será no menor de
seis meses ni mayor de cuatro años o prestación de servicios comunitarios
de setenta a ciento cuarenta jornadas.
El Derecho penal es en esencia una ciencia per se contemplativa, pues
su proyección de política criminal se define por la valoraciones que constan
temente ha de verse en el mundo real de las cosas; es decir, la esfera norma
tiva ha de nutrirse del mundo táctico, en otras palabras dicho: la orientación
de la respuesta punitiva viene informada por los datos que le proporciona la
ciencia criminológica, es partir de dicha relación que se vislumbran nuevos
ámbitos sociales necesitados de tutela penal.
La política criminal de lege ferenda propone nuevos rumbos al De
recho penal, de incidir en determinados planos de la vida social de los co
munitarios, penalizando aquellas conductas que develen un cierto grado dé
disvalor para con los bienes jurídicos amparados en la codificación punitiva.
Es así, que se produce una importante modificación en los alcances
normativos del artículo 368°, constituyendo circunstancia agravante, cuan
do la “desobediencia tenga que ver con una orden de análisis de sangre
o de otros fluidos corporales, que tengan por finalidad determinar el nivel,
porcentaje o ingesta de alcohol, drogas tóxicas estupefacientes, sustancias
psicotrópicas o sintéticas”.
Nadie duda, de que los accidentes de tránsitos, que día a día enlutan
a las familias peruanas, cuando estos hechos luctuosos provocan la muer
te de conciudadanos, por parte de aquellos conductores que conducen sus
vehículos bajo la influencia del alcohol y de sustancias psicotrópicas, merez
can una respuesta punitiva severa, tal como se desprende de las recientes
178 D erecho penal - P arte especial : T omo V
modificaciones acontecidas en los artículos 111°, 124° y 274° del CP, con
la dación de la Ley N° 29439 del 19 de noviembre del 2009(347). Empero,
una cuestión distinta, es de verse de la presente inclusión agravatoria, en
el sentido de agravar la penalidad de la Desobediencia y Resistencia a la
Autoridad, cuando el autor desobedezca la orden de someterse a la prueba
de alcoholemia.
(347> Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. I, cit.,
ps. 142-145.
(348) Vide, al respecto, M oreno y Bravo, E.; El artículo 380 CP 1995 y el principio de
proporcionalidad, cit., ps. 437-438.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración pública 179
versión de los hechos distinta a la Teoría del Caso construida por el Fiscal.
No tiene el deber de declarar, de presentar pruebas que admitan su respon
sabilidad, inclusive el derecho a mentir (nemo tenetursea ipso accusare), no
está sometido al principio de veracidad, de sus dichos no se puede deducir
o inferir hipótesis de culpabilidad alguna, a menos que opte por la Confesión
Sincera o por someterse a los procedimientos penales especiales de termi
nación temprana del proceso.
Así, J a u c h e n al señalar que el imputado, (...), no tiene que probar su
inocencia, pues ya de antemano es constitucionalmente considerado así.
Corresponde al Estado, mediante sus órganos predispuestos, demostrar lo
contrario para poder revertir ese estado y obtener una condena(349).
Es en este alud, que debemos determinar si es que en la realización
y/o ejecución de la prueba de alcoholemia, el imputado se convierte en un
objeto o sujeto de prueba; conforme a ello, se tomará partido, por lo dicha
restricción de derechos fundamentales afecta o no al derecho a no declarar
contra si mismo. En definitiva, alega Moreno y Bravo, el deber de someterse
a las pruebas de comprobación (...) podría tener el significado de imponer al
acusado la obligación de colaborar con la acusación para el descubrimiento
de los hechos(350).
Estamos frente a una Inspección Corporal, en tanto la prueba de al
coholemia, mediando la extracción de sangre del sospechoso, para medir
el nivel de alcohol en la sangre del intervenido. G im e n o S e n d r a , siguiendo la
jurisprudencia de su país, anota que por intervenciones corporales puede en
tenderse todo acto de coerción sobre el cuerpo del imputado por el que se le
extrae de él determinados elementos en orden a efectuar sobre los mismos
determinados análisis periciales tendentes a averiguar el hecho punible o la
participación en él del im p u ta d o (351)*.
(353) Vide, al respecto, R ifa S oler, J.M. y otros; Derecho Procesal Penal, cit., p. 296.
(354) M oreno C atena, V. y otro; Derecho Procesal Penal, cit., ps. 228-229.
(355) P eña C abrera F reyre, A.R.; Exégesis al nuevo Código Procesal Penal, T. I, cit., ps. 689-
690.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 181
(357) Vide, más al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Exégesis al nuevo Código Procesal
Penal, T. I, cit., ps. 684-691.
184 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(362) C arbonell M ateu, J.C; Derecho penal: concepto y principios constitucionales. Tirant lo
blanch, Valencia, 1999, cit., p. 211.
(363) G arrido M ontt., M:¡ Derecho Penal. Parte General. Tomo I. Editorial Jurídica de Chile,
Chile, 2005, cit., p. 46.
(364) Así, G arrido M ontt, M.; Derecho Penal. Parte General, T. I, cit., p. 50.
(365) G arrido M ontt., M.; Derecho Penal. Parte General, T. I., cit., p. 49.
(366) M oreno y Bravo, E.; El artículo 380 CP y el principio..., cit., p. 440.
186 D erecho penal - P arte especial: T omo V
S i el a g e n te se v a le d e u n m e n o r d e e d a d o d e s u co n d ició n d e a u to rid a d ,
a b o ga d o defensor, serv id o r o fu n c io n a rio p ú b lic o p a r a co m eter o p e r m it ir
q u e se c o m e ta el hech o p u n ib le descrito, la p e n a p riv a tiv a s erá n o m e n o r d e
tres n i m a y o r d e seis añ o s e in h a b ilita ció n , co n fo rm e a l a rtíc u lo 3 6 , incisos
l y 2 , d e l p re s e n te C ó d igo .
cim ien to s p en iten ciem o s, s erá rep rim id o co n p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d no
m e n o r d e cinco n i m a y o r d e ocho años.
S i e l a g e n te se v a le d e u n m e n o r d e e d a d o d e s u co n d ició n d e a u to rid a d ,
ab oga do defensor, serv id o r o fu n c io n a rio p ú b lic o p a r a co m eter o p e r m it ir
q u e se c o m e ta e l hech o p u n ib le descrito, la p e n a p riv a tiv a s erá n o m e n o r
d e ocho n i m a y o r d e d ie z a ñ o s e in h a b ilita ció n , co n fo rm e a l a rtíc u lo 3 6 ,
incisos l y 2 , d e l p re s e n te C ód igo.
S i e l a g e n te se v a le d e u n m e n o r d e e d a d o d e su co n d ició n d e a u to rid a d ,
a b oga do defensor, serv id o r o fu n c io n a rio p ú b lic o p a r a co m eter o p e r m it ir
q u e se c o m e ta el hecho p u n ib le descrito, la p e n a p riv a tiv a s erá n o m e n o r
d e d ie z n i m a y o r d e v e in te añ os e in h a b ilita ció n , co n fo rm e a l a rtíc u lo 3 6 ,
incisos l y 2 , d e l p re s e n te C ód igo .
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 189
cación, etc., cuyos verbos rectores son: «ingresa, intenta ingresar o permite
el ingreso a un centro de detención o reclusión...», esto es, acá el agente
lo que hace es viabilizar la entrada de todo tipo o sistema de comunica
ción; claro esta apto para que el interno pueda comunicarse con el exterior.
Según el correlato de los elementos constitutivos del tipo penal, el delito
tentado es equiparado al delito consumado, pese a consistir en un delito de
mera actividad, lo cual quiebra los principios de lesividad, proporcionalidad
y culpabilidad. Así también vemos, que la calidad de autor no sólo la tiene
la persona que ingresa o intenta ingresar el mecanismo de comunicación, al
tener que añadirse a la persona que lo permite, es decir, al agente peniten
ciario o efectivo policial, lo cual no debe suponer que se trata de un delito
de participación necesaria, en tanto su configuración típica la adquieren de
forma autónoma e independiente. Debiéndose destacar, que la condición de
servidor o funcionario público, es valorada (negativamente) por el legislador,
para la construcción de la circunstancia de agravación contenida en el se
gundo párrafo del articulado, por lo que la verificación de dicho revestimiento
funcionarial, determinará su sanción por el tipo circunstanciado, a menos que
no se haya valido (aprovechado) de dicha condición para la perpetración del
injusto penal. Similar situación resulta extensible a los abogados particula
res, defensores o de oficio, así como jueces y fiscales.
Aspecto de relevancia a saber, es que el equipo o sistema de comuni
cación que se ingresa al establecimiento penitenciario, debe ser idóneo y/o
apto para su uso, es decir, para entablar comunicaciones ora en el interior
ora en el exterior del presidio; puede ser un chip u otro dispositivo electróni
co con eficacia para los fines perseguidos por quien pretende emplearlo. Si
dicho dispositivo y/o equipo de comunicación no funciona, sea por fallas en
su estructura o por su uso inadecuado, se estará frente a un delito imposible,
que conforme al artículo 17° de la PG del CP, no es punible.
Punto importante a saber, que se repite en todas las composiciones típi
cas, es que el ingreso o permisión de ingreso de sistemas o equipos de comuni
cación, debe tomar lugar de forma «indebida»; elemento normativo del tipo, que
define la tipicidad u/o atipicidad de la conducta atribuida al agente. Se conoce
que algunos centros penitenciarios, tienen en su interior cabinas telefónicas y/o
similares, así también los custodios del penal cuentan en su poder con equipos
de comunicación, importante para la coordinación del trabajo cotidiano; puede
también que un familiar ingrese un celular, con autorización del director del presi
dio, para facilitar una comunicación urgente del penado con el exterior. Resultan
do que en la hipótesis de los sujetos públicos especiales, se apareja la sanción
de Inhabilitación, conforme lo dispuesto en el artículo 36° del CP.
Si el agente no logra ingresar al reclusorio el sistema de comunicación
o equipo fotográfico, al ser detectado por los custodios del orden, no califica
192 D erecho penal - P arte especial : T omo V
,
A r t . 3 6 9 .- ccE l q u e, m e d ia n te v io len cia o a m e n a z a im p id e a u n a a u to
rid a d e leg id a e n u n proceso electo ra l g e n e r a l, p a rla m e n ta rio , re g io n a l o
m u n icip a l ju ra m e n ta r, a s u m ir o e je rc e r sus fu n c io n e s s erá rep rim id o con
p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d n o m e n o r d e dos n i m a y o r d e cu a tro años. S i el
a g e n te es fu n c io n a rio o serv id o r p ú b lico s u frir á , a d em á s, in h a b ilita ció n d e
u n o a tres añ os co n fo rm e a l a rtícu lo 3 6 , incisos 1 , 2 y 8 ” .
1. COMENTARIOS GENERALES
Dando un vistazo a las diversas figuras delictivas, comprendidas en la
presente capitulación, vemos que el común denominador es la realización de
una conducta dirigida a impedir el ejercicio de las funciones públicas -p ro
pias del cargo funcionarial-, atentándose contra el normal y correcto funcio
namiento de la «Administración Pública», así también se lesiona la vigencia
táctica de los principios de autoridad y de legalidad.
Los artículos: 365° y 366°, conforman los tipos base de los comporta
mientos, que suponen «Violencia y Resistencia contra la Autoridad», cuya
base nuclear es impedir la actuación de los funcionarios públicos en el de
curso de su actuación funcionarial, sin interesar el grado, cargo o escalafón
jerárquico del funcionario; es el presente injusto penal (artículo 369° del CP),
que sí recoge -normativamente-, la cualidad funcional específica del sujeto
pasivo de la acción, al haber definido que la acción típica ha de recaer sobre
«Senadores o Diputados o a los miembros de las Asambleas Regionales o a
los Alcaldes o Regidores el ejercicio de las funciones propias de sus cargos».
Se trata de altos funcionarios del Estado, aquellos que han sido elegidos en
el cargo en mérito al voto popular, que acontece en un proceso eleccionario,
es en mérito a su alta investidura y a la importancia que dichos cargos tienen
en el funcionamiento de la actividad político-administrativa, que ha sido tipifi
cado de forma autonómica(370).
La Bicameralidad -como sistema parlamentario-, se encontraba ins
tituida en la Constitución Política de 1979, integrando a aquélla, la Cámara
de Diputados y el Senado. Con la reforma constitucional, traída a más con la
Ley Fundamental de 1993, se sustituyó la Bicameralidad, para dar paso a la
Unicameralidad; así, se enuncia en el artículo 90°, al fijarse normativamente
(371) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 548.
(372) El artículo 241° del GP argentino, reprime aquella conducta orientada a perturbar el
orden de las sesiones de los cuerpos legislativos nacionales o provinciales, en las
audiencias de los tribunales de justicia o dondequiera que una autoridad esté ejerciendo
sus funciones.
198 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(373) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 549.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 199
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Las diversas tareas a ejecutar por parte de la Administración Pública,
han de ir revestidas de cierta formalidad y oficialidad, en el sentido de que las
comunicaciones, misivas, notificaciones y otros afines, vayan impresos con
el sello, marca o envoltura, que lo distingue como tal.
La legitimidad de los actos que ejecutan y/o desarrollan los funciona
rios públicos en el ejercicio de su actividad funcionarial, no sólo se corres
ponde con un marco de legalidad y de legítimo ámbito competencial, pues
R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 549-550.
200 D erecho penal - P arte especial:. T omo V
(375) R ojas V argas, F.¡ Delitos contra la administración pública, cit., p. 552.
(376) S oler, S.; Derecho penal argentino, I . V, cit., p. 199.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 201
2. TIPO OBJETIVO
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(383) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 553.
(384) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 197.
(385) P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 494.
(386) M anzini, V.; Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 324.
(387) Así, S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., ps. 153-154.
(388) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 198.
(389) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 554.
204 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. FUNDAMENTO DE INCRIMINACIÓN
En este apartado importante de la criminalidad observamos aquellos
delitos cometidos por particulares, que suponen una ofensa contra los prin
cipios rectores de la Administración Pública, según la estructura basilar del
Estado de Derecho, en cuanto a la legalidad y legitimidad de la actuación
(396) Así, R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 555; Así, S oler,
S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 154.
(397) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
p. 495.
206 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(398) Así, R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 560.
(399) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 183.
(400) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 237.
208 D erecho penal - P arte especial : T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
P eña C abrera F reyre, A.R.; Exégesis al nuevo Código Procesal Penal, T. I, cit., p. 532.
P eña C abrera F reyre, A.R.; Exégesis al nuevo Código Procesal Penal, T. I, cit., p. 551.
210 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(4°3> F ontán Palestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 797.
(404) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 237.
<405) Así, G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, Vol. V, cit., p. 475.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 211
(4°6) As{, S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 117; R ojas V argas, F.; Delitos
contra la administración pública, cit., p. 561.
{407) F ontán Palestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 797.
(408) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 117.
(«9) cfr., R o ja s V a r g a s , F.; D e lito s c o n tra la ad m in is tra c ió n p ú b lic a , cit., ps. 562-563.
212 D erecho penal - P arte especial : T omo V
de la diligencia, del derecho que les asiste para rehusar a prestar tes
timonio en todo o en parte.
2. Deberán abstenerse de declarar, con las precisiones que se detallarán,
quienes según la Ley deban guardar secreto profesional o de Estado:
a) Los vinculados por el secreto profesional no podrán ser obliga
dos a declarar sobre lo conocido por razón del ejercicio de su
profesión, salvo los casos en los cuales tengan la obligación
de relatarlo a la autoridad judicial. Entre ellos se encuentran
los abogados, ministros de cultos religiosos, notarios, médicos
y personal sanitario, periodistas u otros profesionales dispen
sados por Ley expresa. Sin embargo, estas personas, con ex
cepción de ministros de cultos religiosos, no podrán negar su
testimonio cuando sean liberadas por el interesado del deber de
guardar secreto.
b) Los funcionarios y servidores públicos si conocen de un secreto
de Estado, esto es, de una información clasificada como secreta
o reservada, tienen la obligación de comunicárselo a la autori
dad que los cite. En estos casos se suspenderá la diligencia y
se solicitará información al Ministro del Sector a fin de que, en
el plazo de quince días, precise si, en efecto, la información re
querida se encuentra dentro de los alcances de las excepciones
establecidas en el texto único ordenado de la Ley de la materia.
Según la normativa invocada, dichos Testigos especiales, sólo podrán
estar incursos en la primera modalidad del injusto, es decir, cuando se nie
gan a comparecer ante la autoridad competente(410), el hecho de que cuenten
con dicha potestad no debilita el deber jurídico-procesal; al no estar obli
gados a prestar su declaración testimonial, no podrían cometer la segunda
modalidad, sin embargo, tratándose de los familiares del imputado sí podrían
estar incursos en dicha variante, si es que al haber comparecido, aceptan
declarar y luego se niegan a hacerlo.
Punto a saber importante, es que ambas modalidades del injusto típi
co, resultan siendo excluyentes, en tanto, quien no comparece a su vez no
puede prestar su declaración. Sería desproporcionado penalizar por ambas
modalidades típicas, pensamos que la segunda modalidad, de abstenerse a
declarar o a deponer su examen ha de estar reservado a aquellos Peritos o
Testigos, que sí comparecen ante la instancia administrativa o judicial.
En contra A banto V ásquez, M., para quien sólo debe merecer un reproche administrativo;
Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 185-186.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración pública 213
(411) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 562.
(412) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 118.
(413) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 237-238.
214 D erecho penal - P arte especial : T omo V
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
La Administración Pública, -como unidad de actuación del Estado-, en
cuanto estamentos dedicados a la ejecución y prestación de servicios públi
cos, puede verse afectada cuando los administrados {particulares) hacen caso
omiso (se resisten) a los requerimientos, que imparten las autoridades en el
marco legítimo de sus competencias funcionariales, así también, cuando se
provocan perturbaciones al normal desenvolvimiento de la actividad probatoria
que toma lugar en el decurso de un proceso judicial y/o administrativo.
Como tuvimos la oportunidad de destacar en el análisis a la figura
delictiva precedente, el artículo 372° del CP, viene a recoger una conducta
emparentada, pues también se produce una violación y/o afectación a la
integridad de aquellos objetos que han sido destinados por la autoridad com
petente, para servir como medios de prueba.
Es decir, en el artículo 371° se hace alusión al quebrantamiento a los
mecanismos de seguridad que sirven para proteger o identificar un objeto,
mientras que el presente injusto penal tiende a penalizar aquellas conductas
encaminadas a «sustraer, ocultar, cambiar, destruir o inutilizar objetos, registros
o documentos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente».
Vide, al respecto, A banto Vásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit,., p. 186.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbhca 215
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
El artículo 157.1 del nuevo CPP dispone que los hechos objeto de
prueba pueden ser acreditados por cualquier medio de prueba permitido por
la Ley.
El «medio de prueba» es aquel objeto, instrumento u documento, que
el sujeto procesal emplea para la acreditación de un determinado hecho (fac-
tum), para generar convicción y certeza en la mente del juzgador o de la ins
tancia administrativa competente; entre éstos tenemos la prueba documen
tal (manuscritos, impresos, fotocopias, fax, películas, fotografías, disquetes,
radiografías, representaciones gráficas, dibujos, soportes informáticos, la
telemática en general y cualquier objeto que pueda recoger, contener o re
presentar un hecho)(418). Los libros contables, actas así como otros registros
donde se hace constar un determinado hecho, también el cuerpo del delito
y los instrumentos de ilícito comercio (armas, droga, maquinaria en general)
que han sido incautados por las autoridades competentes, ingresan a dicha
calificación probatoria. Podemos incluir también a las vestimentas, en gene
ral a todo objeto que tiende a probar un hecho.
(415) P eña C abrera F reyre, A.R.; Manual de Derecho Procesal Penal, cit., p. 421.
(416) V ásquez R ossi, J.E.; Derecho Procesal Penal, T. II, cit., p. 312.
(417) Ley del Proceso Contencioso Administrativo.
(418) Artículo 185° del nuevo CPP; artículo 234° del CPC.
T ítulo XVIII: D elitos contra, la administración pública 217
(419) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración; Pública..., cit., p. 196.
(42°) vide , al respecto R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 570.
(421) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 277.
(422) M anzini, V.; Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 349.
218 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(423) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 277.
(424) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 155.
(425) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 570.
*426* S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 154.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 219
(427) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 278.
(428) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 826-827.
(429) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 826.
(430) A banto V ásquez, M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 195.
220 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(431> P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 487.
(432) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 161-163.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 221
1. COMENTARIOS GENERALES
Las tipificaciones penales que el legislador ha glosado, en estos últi
mos articulados, concretamente los artículos 370°, 372° y 373°, responden
a una unidad de criterio de sistematización, en cuanto a la integridad de los
documentos, objetos y otros, que recalan en la esfera de custodia de la Ad
ministración Pública por una serie de motivos y razones.
El artículo 373° del CP, viene a recoger aquellas conductas -cuyo des
valor-, se manifiesta en un atentado contra el principio de Autoridad y contra
la integridad de los objetos que son requisados por la Administración, pues
cuando aquéllos ingresan a la esfera de custodia del funcionario público no
pueden ser poseídos por los particulares (administrados).
En el devenir de una actuación típicamente funcionarial toman lugar
una serie de intervenciones (policiales, aduanas, SUNAT, INDECOPI, Mi
nisterio Público, etc.), a los diversos agentes económicos, que de formal o
informalmente, expenden una serie de productos y bienes en la vía pública,
o su defecto constituyen comerciantes apostados en tiendas y galerías, co
mercializando mercadería de contrabando o en su caso, bienes falsificados
y/o corrompidos.
Resulta una práctica general, los operativos policiales, de los servido
res municipales, importando la requisa de una serie de productos, bienes y
otros afines, por no cumplir con los requisitos para su expendio (vendedores
ambulantes); en otros supuestos aparece ya la Incautación de objetos de
procedencia delictiva, sea en calidad de receptadores o aquellos vendedores
dedicados al expendio de productos falsificados (piratas), de contrabando o
que implican una defraudación a la renta de Aduanas.
En dicho proceder, las autoridades públicas -competentes-, proceden
a requisar dichos bienes, que con propiedad supone su incautación, gene
rando una nueva esfera de custodia de los mismos, es decir, la Administra
ción se erige formalmente en custodio de dichos objetos, por el tiempo que
prescriba la Ley pertinente.
(434) A banto V á s q u e z , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 202; Así,
R o ja s V a r g a s , F.; D e lito s con tra la ad m in is tra c ió n p ú b lic a , cit., p. 579.
224 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(435) A banto VAs q u e z, M.; Los D elitos, con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a . . cit., p. 202.
(«e) R o ja s V a r g a s , F.; D e lito s con tra la a d m in is tra c ió n p ú b lic a , cit., p. 578.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración pública 225
S ección III
D esacato
(437) Artículo derogado por el Artículo Único de la Ley N° 27975, publicada el 29 mayo 2003.
226 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. COMENTARIOS GENERALES
En la Sección III del Capítulo I del Título XVIII del CP, se ubican aque
llos injustos -cometidos por particulares-, que importan un típico atentado
contra el principio de Autoridad, aquellos comportamientos que suponen una
ofensa contra el correcto funcionamiento de las Instituciones más importan
tes de la República; no manifiestan per se una lesión directa al funcionario
público, tal como se devela en los artículos 365°, 366° o 368° -de este apar
tado de la criminalidad-, sino contra el normal desenvolvimiento institucional,
que toma lugar a través de las sesiones que se desarrollan en las entidades
más importantes del Estado.
En esta Sección se comprendía en primer lugar el delito de «Desaca
to», concretamente en el artículo 374°, figura delictiva, derogada vía la san
ción de la Ley N° 27975 del 29 de mayo del 2003. Dicha variante del injusto
venía informada por aquella conducta exteriorizada, a través de una ame
naza, injuria o de cualquier otra manera que resultará ofendida la dignidad
o el decoro de un funcionario público a causa del ejercicio de sus funciones
o al tiempo de ejercerlas. Una tipificación penal así concebida mostraba un
imbricado concepto de Autoridad semejante al proclamado en los Estados
Monárquicos, donde el Rey, el príncipe, el monarca representaba en toda su
manifestación al Estado en su conjunto, el Estado soy yo anunciaba el Rey,
la afectación por tanto era sobre la lesa majestad de quien monopolizaba
todo el poder de la Nación. Estamos frente a una figura que viene a remon
tarse a siglos atrás, en otro modelo de Estado y de sociedad, donde la evo
lución sistémica y social, determina incidencias y repercusiones importantes
en el ámbito de intervención del Derecho penal, de forma específica en la
represión de los delitos que atentan contra la Administración Pública.
A decir de R o ja s V a r g a s , el desacato en el derecho romano era un deli
to de «lesa majestad», vale decir, que ofendía o injuriaba a la dignidad de los
magistrados y pontífices siendo por lo mismo un ilícito de suma gravedad(438).
Con todo, la razón de la agravante no derivaba estrictamente de la persona,
sino más bien de la función, de manera que la injuria era grave, cuando había
sido inferida durante el desempeño de la función(439).
(440) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Delitos contra el Honor. Conflicto con el
derecho a la información y la libertad de expresión, cit.. ps. 125-140.
(441) P eña C abrera F reyre, A.R.; Delitos contra el Honor. Conflicto con el derecho a la
información y la libertad de expresión, cit., ps. 213-214.
228 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(442) Gfr., A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 207.
(443) C reus, C.¡ Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 239.
(444) M anzini, V.; Tratado de Derecho Penal, T. IX, cit., p. 163.
(445> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 590.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 229
(448) A banto V ásquez, M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 219.
(449) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 113.
(450) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 220.
(451) P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. IV, cit., p. 398.
(452) C reus, C.¡ Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 232; Así, F ontán Balestra, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 793.
232 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(453) Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública. . ., cit., p. 221.
(454) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 612.
T ítulo X V III: D euto s contra la administración pública 233
(45S) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penat. Parte Especial, cit., p. 793; C reus, C.; Derecho
Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 232.
(4S6> Cfr., R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 613.
C a p ít u l o II
1. A MODO DE APROXIMACIÓN
El Título XVII del CP, contiene dos grandes apartados de la criminali
dad, unos referidos a aquellos delitos cometidos por los particulares contra
los Funcionarios y/o Servidores Públicos, conforme a lo analizado -d e forma
precedente-, y aquellos injustos que son típicamente funcionariales, en el
sentido de que sólo pueden ser perpetrados por aquellos que se encuentran
investidos de la función pública.
El sostén material de los ilícitos penales -comprendidos en la presente
capitulación-, reside precisamente en el abuso del cargo, en un aprovecha
miento indebido de la actuación funcionarial; es decir, estos injustos penales
suponen un desvalor que se origina desde un ámbito específico de organiza
ción del autor (intraneus): la “función pública”.
El hecho de que el agente tenga la condición de funcionario y/o servi
dor público y de que aquél se aproveche de dicho estatus legal, comportan la
plataforma que otorga sustantividad a estos injustos penales; dicho en otros
términos: los injustos típicamente funcionariales, tienen como protagonista
principal a quien la ley le concede ciertas atribuciones legales, en cuanto a la
condición de funcionario y/o servidor público, quien lejos de cautelarlos prin
cipios ius-constitucionales, rectores del funcionamiento de la Administración
Pública, perpetra un acto, cuyo disvalor provoca una legítima defraudación
de los comunitarios, al superponer sus intereses personales a los estricta
mente generales y, ello sólo puede acontecer en una actuación cometida en
el pleno ejercicio del cargo funcionarial.
236 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(457) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 76.
(458) Así, P olaino Navarrete, M., al señalar en cuanto delitos especiales sólo pueden ser
cometidos por los sujetos que son legalmente consignados como autores ¡dóneos de
los mismos; Delitos contra la Administración Pública (I), cit., p. 268.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 237
tal como se desprende de lo reglado en el artículo 392° del CP así como del
concepto de funcionario público, contenido en el artículo 425° (in fine).
Siguiendo el hilo conductor, el bien jurídico -objeto de tutela penal-,
adquiere cierta especificación, tal como se señalo en los apartados inicia
les del estudio de la titulación, en cuanto a los principios constitucionales
que guían la actuación de toda la Administración Pública en el marco de un
Estado Social y Democrático de Derecho; nos referimos a los principios de
“objetividad, legalidad, imparcialidad e independencia”, que sujetan la actua
ción de todos los funcionarios y/o servidores públicos. Es en tal mérito, que
se resguarda que todos los actos administrativos, legislativos y judiciales,
persigan la tutela del interés general de la comunidad.
En definitiva, el bien jurídico común (...), no es otro que el correcto des
empeño de las distintas actividades públicas desde la perspectiva de una Ad
ministración prestacional, plenamente sometida al Derecho y al resto de prin
cipios constitucionales que ordenan su funcionamiento(459). En efecto, la única
justificación y razón de ser de la Administración y de sus empleados es prestar
unos servicios al conjunto de los ciudadanos, que con sus impuestos mantienen;
servicios que no serían prestados o, al menos, no lo serían en la forma debida,
con sujeción a los principios de objetividad, imparcialidad y sumisión a la ley, si
el servidor público actuara de acuerdo con alguna de las tipicidades fijadas(460).
En la doctrina chilena se pregona que el bien jurídico protegido de ma
nera común por todas estas figuras puede postularse el recto funcionamiento
de la Administración Pública, cuyos funcionarios tienen un deber especial
frente a la consecución de sus finalidades en orden a la prosecución del bien
común, que justifica el diferente tratamiento penal que aquí se les dispensa,
mediante la construcción de “delitos especiales”, sin perjuicio de las particu
laridades de cada délito(461).
Es de verse también, que en la presente capitulación los intereses
que pueden verse afectados, como consecuencia de la conducta típica, no
solamente se imbrican en los bienes propios de la Administración, sino que
también los derechos subjetivos de los particulares pueden afectarse grave
mente. Ello puede desentrañarse en los delitos de Abuso de Autoridad, Omi
sión de Acto Funcional, Concusión, Cobro Indebido, etc.; sin que ello importe
una condición material de punición; así, existen otros injustos penales que sí
significan un atentado contra el patrimonio de la Administración, como es el
(459) M orales P rats, F./ Rodríguez Puerta, J.M.; Comentarios a la Parte Especial del Código
Penal, T. III, cit., p. 1551.
(4®°> O rts Berenguer, E.; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1776.
(461) Politoff L., S. y otros; Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, cit., p. 488.
238 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Polaino Navarrete, M.; Delitos contra la Administración Pública (i), cit., p. 270.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 239
El dominio social dice G racia M artIn , como accesibilidad al bien jurídico, los bienes
jurídicos protegidos en los delitos contra la Administración pública no se encuentran en
un espacio social accesible a todos, sino que desempeñan una concreta y específica
función social dentro de unas estructuras sociales o instituciones cerradas. A estas
estructuras no tienen acceso legítimo todo los individuos; El actuar en nombre de otrp
en Derecho penal, T. I, cit., ps. 363 y ss.
Vide, D elgado F lores, L.A./ C aballero A rroyo, C.O.; Apuntes sobre la determinación
del título de la imputación en los delitos contra la Administración Pública. En: Gaceta
Penal & Procesal Penal, N° 10, abril 2010, cit., p. 161.
Esto importa una vinculación especial entre el agente con el objeto material, el ligamen
sostenido sobre las competencias funcionales que asume el autor en el desarrollo de
una institución; relación funcional que le confiere la asunción de una serie de potes
tades, cuyo desbordamiento es lo que incide en principio, para poder afectar el bien
jurídico -objeto de tutela penal-.
240 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(472) A decir de la Corte Suprema en el Acuerdo Plenario N° 2-2011 (Fundamento 9), el autor
del delito -d e infracción de deber- no puede ser cualquier persona, sino sólo aquél fun
cionario o servidor público que ocupa un status especial y mantiene una vinculación ex
clusiva con el injusto sobre la plataforma del deber que ostenta. La infracción del mismo
lo convierte en autor, con independencia del dominio de la situación fáctica que no tiene
ninguna trascendencia jurídica, pues el fundamento está construido por la posición que
domina en relación al deber estatal que le corresponde: conducirse correctamente con
lealtad y probidad en el ejercicio de la Administración Pública y con los bienes que se
encuentran bajo su ámbito. En este espacio, por ejemplo, deberá disponer correcta
mente del patrimonio estatal que administra.
(473) Parma y G uevara V ásquez apuntan que (...) el dominio del hecho puede aplicarse a los
delitos de infracción de deber, en determinadas circunstancias, considerando que so
lamente puede dominarse un hecho que es a su vez dominable por el autor, lo cual no
quita que el mismo hecho deba reunir la calidad subjetiva exigida por el tipo penal res
pectivo, pues tal es la naturaleza de los delicta propia ; Autoría y Participación Criminal.
Nuevos Paradigmas, IDEAS, 2015, Lima, cit., ps. 71-72.
(474) Bajo esta hipótesis delictual, negar la participación punible, importa dejar totalmente de
lado su naturaleza plurisubjetiva, como injusto funcional que es resultado de la sumato-
ria de dos actos = “participación necesaria”.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 243
al extraño que favorece a su ejecución, pues de los contraria habría que de
clarar su impunidad, admitiendo una insoportable laguna de punibilidad(475).
Queda claro, por tanto, que los extraneus no pueden ser autores de
delitos como el Peculado y Malversación de Fondos, pero ello no implica
que su activa participación delictiva, -queda en un corsé de impunidad-, en
tanto su intervención puede ser calificada como «complicidad»(476), con arre
glo al principio de «Unidad en el Título de la Imputación», por lo que el par
ticular puede contribuir en un hecho, cuya pertenencia es reconocida a un
funcionario y/o servidor público -e n el ejercicio de sus funciones-, lo cual se
corresponde también con criterios de Justicia Material. De manera, que los
particulares no pueden responder por un delito distinto al del autor, ello que
braría el aforismo de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Como
bien se expone en la doctrina, si se soslaya esta verdad y se la rellena con
cuestiones de «política criminal» (noción de la cual se abusa en la corriente
funcionalista, empleándola como excusa para postular soluciones, en oca
siones, indefendibles), el ideal clásico habrá muerto con la mismísima acce-
soriedad de la complicidad(477).
Cuando la persona calificada como idónea para ser autor de uno de
estos hechos interviene en él con la participación de instigadores o cómpli
ces extraneus, éstos responderán por el delito cometido por el autor, porque
sus comportamientos son complementarios al de aquél(478). Así, Q u in t e r o O li
v a r e s al indicar que no hay ninguna regla que impida que es lógico que los
(475> P érez A lonso, E.J.; Derecho Penal. Parte General, cit., ps. 745-746.
(476) Vide, al respecto S uárez Sánchez, A.; Autoría, cit., p. 534.
(477) Parma, C ./ G uevara VAsquez, I.P.; Autoría y Participación Criminal. Nuevos Paradigmas,
IDEAS, 2015, Lima, cit., p. 76.
(478) G arrido M ontt, M.; Etapas de Ejecución del Delito Autoría y Participación, cit., ps.- 394-
395.
(479) Q uintero O livares, G.; Manual de Derecho Penal. Parte General, cit., p. 638.
244 D erecho penal - P arte especial: T omo V
das de la Participación (Comentario al artículo 26 del Código Penal Peruano. En: Ga
ceta Penal & Procesal Penal, T. 19, enero 2011, cit., p. 61.
(484) B o l d o v a P a s a m a r , M .A./ Q u i n t e r o s C a m a c h o , N.; Incomunicabilidad en las Circunstan
cias de la Participación (Comentario al artículo 26 del Código Penal Peruano. En: Ga
ceta Penal & Procesal Penal, T. 19, enero 2011, cit., p. 63.
(485) Como sostiene Robles Planas la presencia de un extraneus no es irrelevante, pues
pese a que su conducta es atípica en el sentido del delito especial de deber, es tácti
camente necesaria para transportar la infracción de la norma del intraneus. Este último
será siempre autor del delito. La secretaria que destruye los documentos por encargo
del funcionario queda al margen de la imputación del tipo de infidelidad en la custodia
de documentos, pues su conducta es tácticamente necesaria para el delito pero inocua
para la norma aisladamente considerada; La participación en el delito..., cit., p. 246.
(486) r UEDa M a r t ín , M.A.; RDPC, 2da. época, ps. 159 y ss.
246 D erecho penal - P arte especial: T omo V
el deber de acción penal que, sin embargo, debe distinguirse porque hacen
referencia a dos ámbitos diferentes(487).
Lo otro, en que el partícipe extraneus conocería que al funcionario
público o a la autoridad le resultaría más accesible el bien jurídico que se
pretende vulnerar en esa estructura social(488). Se estaría aplicando la misma
regla resolutiva de los delitos especiales impropios, cuando el extraneus no
tiene la especial condición de autoría que exige el tipo penal. Siendo la par
ticipación una actividad accesoria y dependiente de la autoría, la posibilidad
de que en algunos supuestos, se pueda generarse ese riesgo al bien jurídi
co solo puede ser explicados a partir de la suma de ambas intervenciones
típicas; en consecuencia, siendo dogmáticamente admisible la participación
del extraneus en un delito especial propio, ésta es punible por el mismo título
de imputación del intraneus. Sin duda la doctrina de la infracción del deber a
toda consecuencia, impide una visión material que se requiere para legitimar
la punición del extraneus en un delito especial propio, para ello es indispen
sable la referencia al bien jurídico tutelado(489).
A decir de MIR PUIG, entender el delito como infracción de una norma
es entenderlo como infracción dei deber, que fue la esencia que en la época
nacionalsocialista se reclamo para el delito en sustitución de la concepción
de éste como lesión de un bien jurídico. En esta contraposición, la infracción
de un deber (que es en lo que consiste la infracción de una norma) se presen
ta frente a la lesión de un bien jurídico como la opción autoritaria frente a la
opción liberal. Pero para que ello sea correcto, hay que vincular los bienes ju
rídicos a intereses de los ciudadanos, ya sea como bienes individuales o como
bienes colectivos cuyo sentido último sea también servir al ciudadano(490).
(487) R ueda M artin, Ma; Reflexiones sobre la participación de extraños en los delitos contra la
Administración Pública, cit., p. 125.
(«8) R ueda M artín, M.A.; RDPC, 2da. época, ps. 160 y ss.
(489) En explicación de Rueda Martín, la idea rectora para la tipicidad de los delitos espe
ciales contra la Administración pública no es la infracción de un deber, sino el dominio
social típico que ostenta el funcionario público y en el que se encuentran involucrados
determinados bienes jurídicos de una manera esencial y ocasional para el cumplimien
to de unas funciones sociales; La teoría de los delitos de infracción de deber: funda
mentos y consecuencias, cit., p. 148.
<490) M ir P uig, S.; Valoraciones, normas y antijuridicidad penal. En: La Ciencia del Derecho
penal ante el nuevo siglo - libro homenaje a Cerezo Mir, 2002, cit., p. 78.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 247
Sánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delitos de infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 216.
S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delitos de infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 216.
S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delito de infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 221.
248 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(494) S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delito de infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 221.
(495) S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delito de infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 222; Alcocer Póvis, que sigue esta tesis, indica que el fundamento de la partici
pación del extraneus se encuentra en la infracción del deber general de “no dañar”, al
crear riesgos típicos que influyen en la lesión del bien jurídico por parte de los funcio
narios públicos y sirven como medios idóneos para tergiversar el sistema; La Autoría y
Participación en... En: Actualidad Jurídica (GJ), N° 142, septiembre 2005, cit., ps. 97-
103; detrás de todo precepto normativo en Derecho penal, encubre la exigencia de no
lesionar un bien jurídico o de protegerlo, esto significa en otras palabras que detrás de
todo tipo penal existe un deber que recae sobre sus destinatarios ( ciudadanos) lo cual
no es el sustento de los delitos funcionales -como lo hemos venido señalando- sino el
acceso normativo y fáctico del autor a un ámbito específico de la Administración, con
firiéndole al intraneus el dominio funcional del hecho que se requiere para colocar en
riesgo el bien jurídico tutelado por la ley penal.
(496) En: Gaceta Penal & Procesal Penal. N° 50, agosto 2013, cit., p. 143.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 249
Cfr., P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. I, 3era edición,
IDEMSA, Lima, 2015.
Así Bramont-A rias T orres, L.M., al sostener que en los delitos especiales impropios,
cuando el agente directo presenta una característica especial y los partícipes no, todos
responden por el delito especial aunque no tengan esa cualificación; Manual de Dere
cho Penal. Parte General, cit., ps. 420 y ss.
Boldova P asamar, M .A./ Q uinteros C amacho, N.; Incomunicabilidad en las Circunstan
cias de la Participación (Comentario al artículo 26 del Código Penal Peruano. En: Ga
ceta Penal & Procesal Penal, T. 19, enero 2011, cit., p. 49.
En la doctrina nacional, A banto V ásquez sostiene que la base para definir la autoría y
participación en los delitos especiales sebe seguir siendo la de la “unidad en el título
de la imputación”. Autor del tipo solamente podrá ser el intraneus (funcionario público
con el deber funcional específico). Los extranei participantes serán siempre partícipes
del delito especial, hayan tenido o no el dominio o ,codomonio funcional del hecho; Los
delitos contra la Administración Pública en el Código Penal peruano, cit., p. 57.
250 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(501) Como lo expresa M ir P uig , las normas jurídicas no son un bien en sí mismas que sirva
para justificar la intervención penal, sino, al contrario, un mal necesitado de justifica
ción; Estado, Pena y Delito, cit., p. 341.
(s°2) Artículo 25 del Código Penal.- “ El que, dolosamente , preste auxilio para la realización
del hecho punible, sin el cual no se hubiere perpetrado, será reprimido con la pena
prevista para el autor”.
(5°3) Baldova Pasamar, M.A.; La comunicabilidad de las circunstancias, cit., p. 144.
(504) De las M ata Barranco, N.J.; La Respuesta a la Corrupción Pública, cit., p. 155.
(sos) De resolver de forma similar a los delitos especiales impropios (tesis de la individualiza
ción), Melendo Pardos anota que pese a que en alguna ocasión así lo hizo el Tribunal
Supremo y la existencia de algún planteamiento doctrinal en este sentido (R obles P la
nas), lo cierto es que en estos casos castiga al partícipe en un delito especial propio,
lo que, en principio, resultaría contradictorio con su proceder en los delitos especiales
impropios; Tutela Penal de las Administraciones Públicas. Lacruz López y Melemdpo
Pardos (Coordinadores). Dykinson, Madrid, 2015, cit., p. 135.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 251
(5°6) £ n; Gaceta Penal & Procesal Penal. N° 50, agosto 2013, cit., p. 143.
(507) En postura de Alcocer Povis, según esta teoría, en el caso de los delitos especiales
propios, teóricamente habrá siempre impunidad del extraneus, ya que no existe un de
lito común subyacente aplicable a este. El principal defecto de esta tesis lo constituye
el hecho de vulnerar el principio de accesoriedad de la participación, pues en los casos
en que quien tuvo el dominio del hecho fue el intraneus, la punibilidad del partícipe ex
traneus no dependerá del hecho principal (delito especial), sino de otro que ni siquiera
se ha cometido (delito común); La Autoría y Participación en el delito de peculado. Co
mentarios a partir del caso Montesinos - Bedoya. En: Actualidad Jurídica, N° 142, cit.,
p. 97-103
(5°8) La renuncia al principio de accesoriedad de la participación, anotan Parma y Guevara
Vásquez-, implica consagrar una excepción a una regla lógica elemental, es el equiva
lente jurídico a pretender ir en contra de la ley de gravedad, pues se entiende que si el
intraneus no domina el hecho, por la razón que fuere, no puede sancionarse al partícipe
por un hecho que el autor no pudo cometer, precisamente por carecer del dominio del
suceso; Autoría y Participación Criminal..., cit., ps. 75-76.
252 D erecho penal - P arte especial : T omo V
cias de la Participación (Comentario al artículo 26 del Código Penal Peruano. En: Ga
ceta Penal & Procesal Penal, T. 19, enero 2011, cit., p. 63.
B o l d o v a P a s a m a r , M.A./ Q u i n t e r o s C a m a c h o , N.; Incomunicabilidad en las Circunstan
cias de la Participación (Comentario al artículo 26 del Código Penal Peruano. En: Ga
ceta Penal & Procesal Penal, T. 19, enero 2011, cit., p. 64.
( 511)
En: Gaceta Penal & Procesal Penal, T. 54, diciembre 2013* cit., p. 155.
T ítulo XVIIT. D elitos contra la administración pública 253
(512) En: Gaceta Penal & Procesal Penal, T. 84, junio 2016, cit. p. 365.
(513) Así, M elendo P a rd o s , M.; Autoría, participación y función pública, cit., p. 136.
254 D erecho penal - P arte especial : T omo V
S ección I
A buso de autoridad
ABUSO DE AUTORIDAD
A rtíc u lo 3 7 6 .- E l fu n c io n a rio p ú b lico q u e , a b u sa n d o d e sus a trib u cio n es,
com ete u o rd en a u n acto a rb itra rio q u e ca u se p e rju ic io a a lg u ie n será
rep rim id o co n p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d n o m a y o r d e tres años.
1. ANOTACIONES PRELIMINARES
Las máximas que sostienen la estructura fundacional del Estado Cons
titucional de Derecho, repercuten sustantivamente en el marco de la actua
ción de los funcionarios y/o servidores públicos, en el sentido de que sus
respectivas actuaciones funcionariales han de comprometerse exclusiva
mente al servicio de los intereses generales, conforme a una consagración
ius-fundamental.
Desde los albores del nacimiento de las Repúblicas, se vio en la ne
cesidad de crear instituciones públicas orientadas a la prestación de los
servicios públicos esenciales, reforzando dicha teleología en el nacimiento
del Estado Social, toda la actuación de la Administración Pública habría de
centrarse en la procura de maximizar el bienestar de toda la comunidad; de
modo que aquellos que se encuentran revestidos con la función pública han
de garantizar que su actuación sólo tenga como finalidad la satisfacción de
los intereses comunitarios.
No sólo la legitimidad de la actuación funcionarial, resultan principios
constitucionales -merecedores de tutela penal-, en un Estado de Derecho,
sino también que su proceder funcionarial sea el manifiesto de un acto arre
glado a la legalidad y a los cometidos axiológicos que le atribuye la Ley Fun
damental. Es así, que resulta imprescindible que los funcionarios públicos
-e n su actuación-, no rebasen los parámetros que la normativa les impone,
esto quiere decir, que los funcionarios públicos no están autorizados legal
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 255
mente a proceder como les place, de forma libérrima, todo lo contrario, ello
están obligados a observar los mecanismos y procedimientos previstos en la
Ley y en la Constitución. Si bien están legitimados a dictar órdenes, manda
tos, resoluciones, dictámenes, de efectos jurídicos trascendentes para con
los derechos subjetivos de los particulares, no es menos cierto, que dicha
actuación funcionarial debe respetar en rigor los ámbitos de legalidad que
definen un acto arreglado a Derecho.
Lo que pretendemos decir, es que del revestimiento del cargo público,
no faculta y menos legitima, a que el funcionario haya de obrar en franca con
travención a la normativa que delimita su proceder funcionarial, incidiendo
en un plano de razonabilidad y de proporcionalidad, como mecanismos de
especial valor en la labor de interdicción a todo viso de arbitrariedad pública.
Las garantías de un Estado Constitucional de Derecho, hace intolera
ble, inadmisible e injustificable, el uso arbitrario del poder; ahí donde el fun
cionario público pretende sustituir la voluntad de la Ley por su propia volun
tad, cuando sustituye, reemplaza los fundamentos y motivos de la legalidad
por sus propias razones, haciendo de la aplicación de la Ley una fuente irre
mediable de arbitrariedades, mediando la imposición de criterios subjetivos,
antojadizos, a todas luces irrazonables.
Dicho lo anterior, la tipificación del injusto penal de “Abuso de Arbi
trariedad”, tipificado en el artículo 376° del CP, supone una orientación de
política criminal, conducente a cerrar espacios de impunidad, cuando la con
ducta atribuida al funcionario público, no se ajusta a los alcances normativos
del resto de tipificaciones penales, que de forma específica y singular reglan
los comportamientos prohibidos, que implican injustos típicamente funcio-
naríales (Peculado, Malversación de Fondos, Prevaricato, etc.). Por eso se
admite que este tipo de “abuso innominado” solamente tendría aplicación
supletoria: cuando los otros supuestos de abusos de autoridad específicos
no sean aplicables(514).
Por consiguiente, la presente figura delictiva, se constituye en un ilícito
penal subsidiario(515) y residual, pues sólo resulta de aplicación cuando los
injustos especiales funcionariales no pueden cobijar en rigor, el comporta
miento imputable al funcionario público.
Conforme a lo esbozado, un sector de la doctrina nacional, la razón de
ser de la inclusión de un tipo penal tan amplio (y por ello de dudosa consti-
A banto V ásquez, M.; De los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 225; R ojas
V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 87.
Así, S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 136; R ojas V argas, F.; Delitos
contra la administración pública, cit., p. 88.
256 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(516) A banto V ásquez, M.; De los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 224.
(517) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., ,p. 257.
(518) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 135.
<519> Cfr.; F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 815.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 257
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
La cualidad de autor adquiere en el presente supuesto del injusto, un
carácter especial-específico, en mérito a la construcción normativa que ha
determinado que sólo puede ser sujeto activo el funcionario público (intra-
neus), quien se encuentra revestido de la autoridad que las leyes y la Cons
titución le confieren.
Al constituir un «delito especial propio(523)», los particulares (extraneus)
se encuentran imposibilitados de ser considerados autores, pues no pueden
abusar de una función que no tienen; como dice R o ja s V a r g a s , rige el prin
(520) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 256.
(521) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 161.
(522) Oitado por F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 814.
(523) Así, Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 161-162; C reus,
C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 260; A banto VAsquez, M.; L o s Delitos
contra la Administración Pública..., cit., p. 227.
258 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
( 531 )
R ojas V argas, F.; Jurisprudencia Penal y Procesal Penal, cit., p. 730;
( 532 )
A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit-, p¿231.
( 533 )
Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit.,. pt 169.
( 534 )
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 816.
( 535 )
R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 93.
262 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(545) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 816.
(546) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 229.
<547) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 140.
266 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(548) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 168.
(549) Sobre dicha terminología empleada, M olina A rrubla alega que el vocablo cometer (...),
no pareciera ser ni la más técnica ni la más adecuada, en la medida que los actos no
se cometen sino que se realizan, se patentizan (...); Delitos contra la Administración
Pública, cit., p. 495.
(55°) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., ps.
490-495.
<551) Así, S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 140.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 267
(552) C reu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 258.
(553) A s¡ a ba nto V ásq uez , M .; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 230.
(554) C reu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 258.
268 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Debe distinguirse esta figura del injusto funcionaría! con el tipo penal
de Usurpación de Funciones, pues mientras el primero importa una actua
ción competencial legítima del intraneus, el segundo supone la invasión y/o
intrusión al fuero funcional, por ende, atenta contra la legitimidad de la Admi
nistración y, el Abuso de Autoridad la legalidad de la actuación funcionarial,
cuando se perpetra el acto abusivo(556)5 .
7
A banto V ásquez, escribe que el perjuicio no tiene por qué ser entendido
como un perjuicio patrimonial, sino como la posibilidad de cualquier menos
cabo en intereses y derechos de cualquier persona (“alguien”) distinta del
propio funcionario{557).
(555) Así, r ojas V argas, al señalar que en el caso de ordenar, a diferencia del caso de
cometer, no es necesario que el acto arbitrario llegue a concretarse, es suficiente que
existe la orden para ello; Delitos contra la administración pública, cit., p. 96.
i556) Así, Bernal P inzón, J., Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 167.
(557) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 233.
T ítulo XVTII: D elitos contra la administración pública 269
(56°) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 99.
(561) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 817.
272 D erecho penal - P arte especial : T omo V
5. AGRAVANTE
Cuando los hechos deriven de un procedimiento de cobranza coactiva,
la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro años.
Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit, p. 235.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 273
1. COMENTARIOS GENERALES
Los fines axiológicos del Estado Social se definen por las prestaciones
públicas que deben prestarse a los ciudadanos, en tanto su estructura basilar
se orienta en dos vértices: primero, el reconocimiento de la persona humana
como la piedra angular de todo el Sistema Jurídico-Estatal y, segundo, la
consagración de los derechos sociales, como teleología de toda la actuación
del Estado en bienestar de la comunidad.
El «Estado de Bienestar» implica la optimización de la actuación es
tatal, en procura de satisfacer las necesidades más elementales de los co
munitarios, sobre todo en los ámbitos de salud, educación, alimentación,
vivienda y empleo, permitiendo el desarrollo socio-económico de todos los
miembros de la población. Dicho cometido cobra mayor vigencia, en Esta
dos paupérrimos como el Perú, donde se identifican sectores sociales de
pobreza y de extrema pobreza, donde la falta de oportunidades laborales así
como de otros factores, anida en una situación poco auspiciosa para que el
gran grueso de ciudadanos, puedan lograr sus metas más preciadas y así
alcanzar satisfacer sus necesidades vitales.
En el marco de la política social, el Estado ejecuta, desarrolla, planifica
como política de Estado, los denominados “Programas Públicos de Apoyo y
Desarrollo Social”, que tienen como principales accesitarios (destinatarios) a
los sectores más pobres de la sociedad peruana, habiéndose focalizado en
proyectos, como el FONAVI, INADE, INFES, PRONAA, Vaso de Leche, Co
medores Populares, etc.; es decir se identifican programas que se dirigen a
puntos estratégicos, donde se evidencia una mayor demanda de la sociedad.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 275
ANÁLISIS:
Global que corresponde con la naturaleza del proyecto y que son exigibles
por disposiciones legales especiales.
Lo que interesa a nuestro presente estudio, es la declaración de «in
terés nacional», la protección de los derechos de vía y localización de área
otorgados para proyectos de inversión, por lo que estipula, que en caso de
que las personas naturales o jurídicas que mediante cualquier acto, uso o
disposición de las áreas impidan a los concesionarios el ejercicio del derecho
de vía otorgado por el sector correspondiente o invadan la localización de
área, será de aplicación lo dispuesto en el artículo 920 del Código Civil, esto
es, la Defensa posesoria judicial: “El poseedor puede repeler la fuerza que
se emplee contra él o el bien y recobrarlo, si fuere desposeído. La acción se
realiza dentro de los quince (15) días siguientes a que tome conocimiento de
la desposesión. En cualquier caso, debe abstenerse dé las vías de hecho no
justificadas portas circunstancias”.
Resultando de vital importancia, lo previsto en el artículo 28.3 de la
Ley (in fine), que: sobre los terrenos destinados a derechos de vía no puede
otorgarse ningún título de propiedad ni emitir autorizaciones de ocupación,
construcción, ni de reconocimiento de nuevos derechos, distintos al uso de
los derechos de vía para la instalación de la infraestructura necesaria para la
ejecución de proyectos de inversión. Toma lugar, por tanto, una prohibición
expresa de extender títulos de propiedad alguno o de expedir certificados
posesorios sobre esta clase de terrenos, que están reservados para la insta
lación de proyectos de inversión. Tanto es así, que la autoridad municipal, a
través del ejecutor coactivo, debe ordenar la demolición de obras inmobilia
rias que contravengan lo dispuesto en la presente norma.
La contravención a los dispositivos legales invocados por parte de los
funcionarios públicos encargados de aplicarlos, por tanto, de sujetar su ac
tuación funcional a los mismos, no sólo puede merecer un procedimiento
disciplinario por la comisión de una «falta grave» (infracción administrativa),
conforme lo estipula la Disposición Común de la Ley N° 30327, sino también
de ser procesado por el delito contenido en el artículo 376°-B del CP - “Otor
gamiento ilegítimo de derechos sobre inmuebles”(565).
Sale a la luz una nueva incriminación, que se diseña a partir de una
construcción normativa propia de los delitos que atacan la «Administración
Pública», de aquellos injustos funcionariales contraventores de la legalidad,
tal como se desprende de los artículos 376°, 376°-A y 377° del CP, teniendo
como protagonista a un funcionario público revestido de ciertas potestades
compétenciales (en calidad de autor). Estos tipos penales cumplen una fun
ción político criminal de primera línea, en cuanto a poner freno a todo viso de
arbitrariedad pública, clausurando espacios de intolerable impunidad.
De suerte que estamos ante una modalidad de Abuso de Autoridad,
marcada por la especificidad funcionaríal que la patrocina, al significar una
actuación injusta en el ámbito registral: sólo será autor aquel funcionario pú
blico con la potestad de otorgar derechos de posesión o emitir títulos de pro
piedad sobre bienes de dominio público o bienes de dominio privado estatal,
o bienes inmuebles de propiedad privada.
Todo trámite que un ciudadano efectúa ante un estamento de la Admi
nistración, a fin de ser aprobado y/o concedido el derecho, requiere cumplir
estrictamente con los requisitos contemplados en la Ley de la materia. No
en vano, los funcionarios y servidores públicos que asumen dicha función
han de ser muy rigurosos y meticulosos al momento de evaluar la solicitud
del interesado, máxime cuando de por medio esta la propiedad de un bien
inmueble, por lo que se debe verificar que el administrado (solicitante) cuente
con un título legítimo sobre el bien. El artículo 2011° del Código Civil, dispone
que los registradores califican la legalidad de los documentos en cuya virtud
se solicita la inscripción, la capacidad de los otorgantes y la validez del acto,
por lo que resulta de ellos, de sus antecedentes y de los asientos de los re
gistros públicos. No perdamos de vista que el perfeccionamiento del contrato
de compraventa es meramente declarativo, por lo que su validez no está
condicionada a su inscripción en el registro.
El sistema registral en el Perú en lo que a predios se refiere, tiene entre
sus características el que sus efectos son declarativos en un sistema donde
las transferencias de la propiedad son de carácter consensual, por lo que el
acceso permite acceder a un mayor nivel de seguridad por la oponibilidad
de derechos que permite y que es esencial en el sistema. Justamente re
sulta que esa situación determina que el acceso al Registro se convierta en
prioridad para quienes quieren asegurar de mejor modo la titularidad de un
derecho real, por ello tanto los titulares legítimos como los ilegítimos preten
den registrar pues de ese modo el inmueble puede asegurar su tráfico con
garantías que brinda el sistema jurídico(566).
Es sabido, que algunos funcionarios han extendido ilegítimamente cer
tificados posesionados a algunos pobladores, sobre bienes que tenían un
legítimo propietario, es decir la falta de inscripción de títulos dominicales en
las partidas regístrales de bienes inmuebles, fue aprovechada por inescru
pulosos agentes para hacerse con un título de posesión, lo que ha generado
toda una mafia inmobiliaria que tiene en el fraude el medio por el cual logran
acceder a una posesión y/o propiedad a todas luces ilegítima.
Se tiene de este modo, que la Ley N° 30327 pretende cautelar rece
losamente la propiedad de los áreas otorgadas para proyectos de inversión,
por lo que el concesionario sólo puede obtener el derecho de «servidumbre»,
de manera que sobre este derecho no se pueden reconocer otros «dere
chos» (de propiedad o de posesión). Ante tales estipulaciones legales, se
penaliza la conducta del funcionario público, que en violación de sus atribu
ciones u obligaciones, otorga ilegítimamente derechos de posesión o emite
títulos de propiedad sobre bienes de dominio público o bienes de dominio
privado estatal, o bienes inmuebles de propiedad privada, sin cumplir con los
requisitos establecidos por la normatividad vigente; ¿Cuál es el núcleo del
desvalor de la conducta? el otorgamiento «ilegítimo» de un derecho de pose
sión o emisión de un derecho de propiedad, esto es, en franca contravención
a la normatividad que rige dicho proceder funcional. Mejor el término ilegíti
mo que ilegal, al incidir en una valoración del total del ordenamiento jurídico
y así definir la concurrencia o no una Causa de Justificación.
Ahora bien, el asunto pasa por definir si la contravención a la legalidad
vigente, importa un contenido suficiente de materialidad, para justificar la
punición de esta conducta, máxime al tratarse de una Ley penal «en blanco».
A nuestro parecer no resulta suficiente la contrariedad al orden legal,
ello no puede per se, justificar válidamente la acriminación de una conducta.
El artículo 37¿°-A, dispone que el acto arbitrario (resolución y/o acto admi
nistrativo), debe causar un perjuicio a alguien, lo que vendría a sustentar
la lesividad del comportamiento. No perdamos de vista, que la misma Ley
acotada, en su artículo 39° prevé que el incumplimiento de alguna de sus
normas por parte de los funcionarios públicos competentes, constituye fal
ta grave aplicable al régimen laboral al que pertenece. En dicho supuesto,
se inicia el procedimiento sancionador correspondiente contra el funcionario
responsable, bajo responsabilidad del titular de la entidad. Por consiguien
te, la misma conducta seria a su vez un injusto administrativo y un injusto
penal, en probable lesión al principio del non bis in idem, de manera que
debemos buscar criterios diferenciados*567) y así cautelar los fines que cada
uno de estas ramas del ordenamiento jurídico debe ejercer en este sector
socio-económico. De no ser así, estaríamos convalidando una manifestación
más de la «Administrativización del Derecho Penal», al elevar al rango de
injusto penal meras desobediencias administrativas. Una técnica legislativa
El tipo subjetivo del injusto sólo viene informado por el dolo del au
tor, conciencia y voluntad de expedir una resolución que otorga un dere
cho posesorio o un título dominical de un bien inmueble, en inobservancia
de sus obligaciones u atribuciones legales. Por lo demás, no se requiere
la concurrencia de un elemento subjetivo de naturaleza trascendente aje
no al dolo.
normativa del artículo 376° del CP. Lo dicho por motivos de economía legis
lativa.
Si bien ambas figuras delictivas: Abuso de Autoridad y Omisión o Re
tardo de actos funcionales, constituyen injustos penales emparentados, de
una misma familia criminal, se identifica el empleo normativo de términos
diversos; en el caso del artículo 376° se apela al acto abusivo arbitrario,
mientras que en el artículo 377°, se hace alusión a la omisión, retardo y re-
husamiento ilegal.
Confrontando «arbitrariedad» con «ilegalidad», se llega una misma
connotación conceptual, en el sentido de que lo arbitrario resultando siendo
siempre algo ilegal.
Bien jurídico tutelado, seria la legalidad de las actuaciones funciona-
riales(569), que se ven afectada cuando el funcionario publico omite realizar
aquellas acciones que la ley y la Constitución, le exigen emprender, en el
marco de los intereses generales que deben cautelar. Resultado importante
acotar que podría presentarse un conflicto entre la no aplicación de la ley en
sentido formal, cuando el funcionario opta por salvaguardar los principios
constitucionales (sustanciales) que deben preservarse en rigor. Y tampoco
se destaca en el propio tipo penal que el incumplimiento sea atípico cuando
se trate de mandatos ilegales de otros funcionarios, ni que sea eximible por
“obediencia debida” el cumplimiento de órdenes que implicaren la realización
de tipos penales(570); ello es importante, en la medida que el incumplimiento
del inferior jerárquico, sería pasible de imputación por el delito de Desobe
diencia y Resistencia contra la Autoridad(571).
No puede existir una obediencia ciega, estimamos que no podría apli
carse este precepto penal, cuando el inferior se niega a cumplir mandatos
manifiestamente antijurídicos de su superior; no podemos admitir la protec
ción jurídico-penal de una autoridad que emite mandatos abiertamente in
compatibles con los valores consagrados constitucionalmente. El positivismo
a ultranza omnicomprensivo es rezagado por el neo-constitucionalismo, que
<569) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 194.
(570) A banto V ásquez, M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 194.
(571) El artículo 410o del CP español, establece que no Incurrirán en responsabilidad criminal
las autoridades o funcionarios por no dar cumplimiento a un mandato que constituya
una infracción manifiesta, clara y terminante de un precepto de Ley o de cualquier otra
disposición general; es en tal virtud, que S errano G ómez, señala que si la autoridad
o funcionario público conociendo la ilegalidad de la orden la ejecuta, incurrirá en
responsabilidad lo mismo que quien la emitió; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p.
736.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración pública 287
2. TIPO OBJETIVO
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
Conforme la tónica expuesta en estos injustos funcionariales, el ofen
dido es el Estado, como titular de todas las actuaciones que toman lugar en
la Administración Pública, sin defecto de poder advertir sujetos pasivo inme
diatos de la omisión típica, en tanto imbricación de la legalidad funcional con
los derechos subjetivos de los administrados.
c. Modalidad típica
Primer punto a saber es la “ilegalidad del acto funcionarial”, de manera
que la omisión atribuida al funcionario y/o servidor público, debe ser mani-
(572) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 261.
288 D erecho penal - P arte especial : T omo V
caso de los miembros del Ministerio Público, si bien los Fiscales no estarían
premunidos de dicha potestad funcionarial, no es menos cierto que como
defensores de la legalidad (sustancial), están facultados para hacer uso del
principio de jerarquía normativa, estipulado en el artículo 51° de la Constitu
ción Política.
Problemática aparte estriba en los organismos de la Administración
Pública, que en principio no estarían premunidos del control difuso de la
Constitucionalidad Normativa, empero el Tribunal Constitucional en la sen
tencia recaída en el Exp. N° 05691-2008-PA/TC, les ha conferido dicho po
testad, siempre que se presenten ciertos presupuestos, únicamente en el
caso de organismos colegiados (Tribunales Administrativos).
La ilegalidad del comportamiento omisivo comporta por lo tanto una
arbitrariedad asumida por el funcionario público y un abuso contra la admi
nistración pública, los agraviados directos(575).
La Ley, en sus diversas manifestaciones normativas, prescribe un mar
co de actuación funcionarial específico para cada ámbito de la Administra
ción Pública, de cuyo cuño emanan una serie de obligaciones, que deben
acatar los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones; v. gr., inter
venir en flagrante delito, a efectos de garantizar el orden público, fiscalizar
las medidas de seguridad de los locales comerciales, controlar que los contri
buyentes cuenten con los documentos contables pertinentes, etc. Se ponen
en evidencia, entonces, prescripciones normativas que exigen al funcionario
efectuar una determinada acción, necesaria para cumplir con los cometidos
constitucionales de la Administración, cuya omisión, es tomada en cuenta
por el legislador para construir la hipótesis de incriminación contenida en el
artículo 377° del CP.
No puede tratarse de cualquier tipo de omisión funcionarial, debe im
portar una actuación funcional de cierta relevancia, cuya repercusión signi
fique una afectación al servicio que debe brindar la Administración Pública,
lesionando los intereses comunitarios; quedando fuera de ámbito de protec
ción de la norma, aquellos defectos de organización funcionarial que sólo
se manifiesten en las tareas de optimización y eficacia de la Administración,
constitutivos de infracción administrativa. Cuestión distinta a saber, es que
dichos actos de omisión funcionarial, pueden involucrar gestiones propias de
una autoridad, como de un servidor público -sin autoridad-.
A decir de S oler, la tipicidad debe referirse a los actos de la función, a
los actos que son el contenido de la función, y no a los actos que el funcio
<581> A rmaza G aldos, J y Z avala T oya, F.; La Decisión Judicial, cit., p. 202.
(582) Así1,A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 240.
(583) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 818.
(584) Modificado por la Ley N° 27553.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración pública 293
una carga procesal de dos mil expedientes, que tiene un personal reducido
con aquella Sala que sólo resuelve diez expedientes mensuales; lo dicho
importa conocer los medios al alcance del órgano jurisdiccional para resolver
las causas con meridiana prontitud. A lo cual debe agregarse las prácticas
dilatorias y maliciosas por parte de los litigantes, lo mérito en su momento
que el TC, al momento de valorar las Acciones de Hábeas Corpus por exceso
de detención llame la atención a la defensa obstruccionista. Como bien dice
S o l e r , el vencimiento de un término legal no importa en sí mismo la comisión
de este delito(585)*.
Los principios de defensa y de contradicción que se condicen con la
idea del debido proceso y la tutela procesal efectiva, despliegan incidencias
importantes en el decurso de todo procedimiento (administrativo o judicial),
de que las partes en litigio sean debidamente notificadas de todos los actos
procesales, v. gr., la admisión de medios de prueba, la tacha de un testigo,
la interposición de una Nulidad o de cualquier recurso impugnativo. Si el fun
cionario competente no cumple con notificar debidamente aí sujeto procesal,
estará incurso en el presente delito, siempre que su omisión sea dolosa.
En la ejecutoría contenida en el Exp. N° 2357-98, se dice que: “Se
entiende por retardar el diferir la ejecución de un acto del cargo público, de
manera que cuando se realiza viene a resultar inoportuna; siendo un delito
doloso en el que no cabe la tentativa”^ .
«Rehusar» manifiesta ciertos ingredientes que lo distinguen de una
actividad puramente omisiva; para que se pueda presentar esta modalidad:
del injusto, el funcionario responsable, debe haber recibido un requerimiento
por parte del particular (administrado), en cuanto a una materia propia de
su competencia funcionarial. Dicho requerimiento (solicitud) debe invocar de
forma precisa lo peticionado, pues si la solicitud no es clara, simplemente el
funcionario no sabrá de qué forma debe cumplirla; así tampoco se cumple
con el injusto penal, si es que el intraneus, no cuenta con las condiciones
para cumplir el requerimiento; por ejemplo, si habiéndose despido arbitraria
mente a un trabajador, éste le insta a su reposición, sin existir una plaza para
que aquel pueda cubrirla.
En la ejecutoría recaída en el Exp. N° 3071-2001, se expone lo se
guiente: “No se dan los elementos típicos que acreditan la existencia del
incumplimiento de deberes funcionales toda vez que de autos se aprecia que
no existe documento alguno que nos indique que el procesado hubiere sido
requerido por autoridad competente de la entrega de los libros contables y
que se haya negado a realizar un acto propio de su cargo, pues si bien existe
carta notarial, ésta estaba dirigida al Alcalde y no al acusadó’{587).
La negativa puede ser tácita o expresa, siempre que exista el deber de
actuar, anota Donna. Será expresa cuando exista una petición, tanto de un
particular como de un superior jerárquico5(588); (...) quien se rehúsa a hacer,
7
8
hace algo más que limitase a no hacer, lo cual puede adquirir importancia en
orden a la consumación(589).
El acto de rehusar puede consistir en una negativa expresa o en la rea
lización de actos que signifiquen negativa (negarse a recibir el requerimiento
escrito, romper el requerimiento, mandar su archivamiento sin más, etc.)(590).
Si a pesar de un requerimiento por parte del interesado, preexiste un pla
zo perentorio en la Ley, para que el funcionario cumpla con lo dispuesto en la
normativa, se dará la modalidad de retardo funcional y no la de rehusamiento.
El tipo penal igual se configurará aunque la parte tenga algún recurso
administrativo o judicial pendiente(591).
A diferencia del delito de Abuso de Autoridad, el legislador no incluyó
en la descripción típica, que la omisión del acto funcionarial, haya de orien
tarse a perjudicara alguien, lo cual denotaría una falta de sistematización del
injusto típico, que podría ser llenado con criterios de interpretación normati
va, mas ello podría resultar atentatorio al principio de legalidad. Sin embargo,
debe decirse que por lo general esta virtualidad lesiva se encuentra insita
en la omisión del acto funcional, puesto que la relevancia jurídico-penal de
estos comportamientos está definida por la repercusión de la conducta en
situaciones jurídicas concretas.
La consumación de las modalidades del injusto, al no estar vinculadas
a la producción de un determinado estado de cosas (causación de un perjui
cio), comporta incidencias concretas en su particular valoración.
(592) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 818.
(593) F ontán B C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 818; Así,
alestra , R o ja s V arg as , R;
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
La Omisión o Retardo de actos funcionales importa un injusto que
atenta contra la legalidad, cuando el agente no realiza aquella conducta que
la normativa le exige efectuar, en procura de satisfacer los intereses estricta
mente generales, donde el autor ha de ser aquel que se encuentra investido
con una determinada potestad funcionarial.
Renglón seguido, el legislador ha contemplado una conducta -también
omisiva-, cuyo protagonista principal es el funcionario y/o servidor público
encargado de cautelar el orden público, nos referimos a los miembros de la
Policía Nacional del Perú, cuya misión fundamental es la de proteger a la
sociedad de todo peligro dirigido a perturbar su pacífica convivencia.
Los integrantes de la PNP, entonces, se erigen como una especie de
“Garantes” de los bienes jurídicos fundamentales, a tal efecto, se encuentran
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 297
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
Titular de las actuaciones que deben realizar los miembros de la PNP
es el Estado, adquiriendo aquel la posición de agraviado; sin defecto, de po
der observarse perjuicios a los particulares, quienes se ven desprovistos de
una actividad necesaria para alcanzar una pretensión legítima.
c. Modalidad típica
Siendo que la actividad típica sigue la misma naturaleza, de las omi
siones (retardo y rehusamiento), nos remitimos a los planteamientos dogmá
ticos esbozados en el artículo 377° del CP.
Primer punto a saber, es que la denegación del auxilio policial, deben
obedecer a un requerimiento impartido por la «autoridad civil»; es partir de
este elemento normativo, que se pretende distinguir actos típicos de desobe
diencia, que acontece en el seno de las instituciones castrenses y policiales,
donde los inferiores jerárquicos están obligados al acatamiento de las órde
nes emitidas por sus superiores jerárquicos, lo que no sucede en el marco de
la solicitud -legalmente cursada por la autoridad civil-, tal como se expone en
el enunciado normativo. La exigencia a actuar del agente policial no radica
en una relación de obediencia, sino en los alcances imperativos de la Ley,
que exige una cooperación y ayuda de los órganos policiales competentes.
Así, P o l a in o N a v a r r e t e , al apuntar que la relevancia de la conducta omisiva
de la prestación de auxilio que es reclamado al funcionario público proviene
de las exigencias jurídicas de actuación del funcionario público y de la propia
garantía del correcto servicio a la causa pública(602).
Siguiendo a F o n t á n B a l e s t r a , diremos que se necesitan dos requisi
tos: la legalidad del requerimiento y la competencia de la autoridad que lo
hace(603); el requerimiento debe observar las formas prescritas por la Ley,
señalando los motivos que determinan la solicitud del apoyo judicial, fijando
el día y hora de la intervención, pedido que debe ser notificado a la autoridad
policial por los canales respectivos; los fundamentos del requerimiento pue
den ser o no justificables, dicha condición no es un elemento condicionante
de tipicidad penal(604). El que recibe la petición no puede poner en duda la
legalidad o procedencia de lo solicitado, aunque deberá constatar que la
solicitud procede de quien tiene competencia para formularla(605).
(602) P o l a in a N avarrete , M.; Delitos contra la Administración Pública (lil), cit., p. 330.
<603) F ontán B alestra , C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 819.
(e°4) Así, M uñoz C o n d e , F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 994.
(605) Q u in t e r o O l iv a r e s , G.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit., p.
1588.
300 D erecho penal - P arte especial: T omo V
5. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
Si la prestación de auxilio es requerida por un particular en situación de
peligro, la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro años.
La circunstancia de agravación -in examine-, no se dirige a tutelar la
eficaz cooperación que debe existir entre los diversos estamentos de la Ad
ministración Pública, al denegarse el auxilio a un particular en una situación
concreta de peligro.
Se supone que los agentes policiales deben orientar su actuación a
la custodia del orden público, por ende, a la salvaguarda de los derechos
fundamentales de los ciudadanos; en tal mérito se construye una posición
de “Garantía”, donde el servidor policía tiene la obligación de realizar todas
aquellas acciones de salvamento que sean necesarias, para controlar focos
latentes de peligro para dichos intereses jurídicos; v.gr., la vida, el cuerpo, la
salud, la libertad, etc(611).; el patrimonio también puede incluirse, dependiendo
de las características concretas del caso.
En este caso el mayor disvalor radica en la entidad del peligro, suscep
tible -entendemos-, de poder generar la causación de daños graves para el
ciudadano que ve denegada su petición de auxilio.
1. FUNDAMENTO DE INCRIMINACIÓN
Vemos que la tipificación comprendida en los alcances normativos del
artículo 379° del CP, importa cerrar espacios de impunidad, recogiendo un
comportamiento que resulta incompatible con la cooperación y colaboración
que debe mantenerse entre los diversos estamentos que componen la Ad
ministración Pública; en ese sentido el desvalor antijurídico aparece cuando
el funcionario público hace mal uso de la asistencia que le presta la Fuerza
Pública.
No en pocas oportunidades, ciertos funcionarios públicos deben de
acatar las órdenes (resoluciones) que emiten otros funcionarios público, lo
cual implica que los primeros deben acatarla, donde su desobediencia es
precisamente penalizada, conforme el artículo 368° del CP, que incrimina el
delito de Desobediencia y Resistencia a la Autoridad.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
La redacción normativa hace alusión a una actividad opositora, de re
sistencia, es decir de trabar la naturaleza ejecutiva de las órdenes que se
imparten en la Administración Pública, de las decisiones que se emiten en la
Administración de Justicia así como del carácter prescriptivo de los disposi
tivos legales en rigor.
Primer punto a saber, entonces, es el «requerimiento de la asistencia
de la fuerza pública» por parte del intraneus, quien formalmente debe solici
(617) Así, A banto VAsq u ez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 256.
(618) R o ja s V arg as , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 135.
<619> F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 820.
(620) G ó m ez , E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 501.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 307
(621) F ontán B alestra , C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 820.
(622) \/ide , al respecto, R o j a s V a r g a s , F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps.
136-136; A b a n t o V á s q u e z , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps.
255-256.
(M3) c REUSi c.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 267.
(624) Así, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 257.
308 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. ALCANCES PRELIMINARES
La legitimidad de la actuación funcionarial tiene que ver con el ingreso
legal del individuo al aparato público del Estado, en correspondencia con el
nombramiento y/o elección popular, tal como se sostuvo en el análisis dog
mático a los delitos de Usurpación de Funciones.
(625) p e forma contraria R o ja s V arg as , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 137.
(628) C r eu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 267.
(627) Así, C r eu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 267.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 309
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(6 M ) M orales P rats , F./ R o d r íg u e z P uerta , M . J.; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho
Penal, T. III, cit., p. 1572.
(631) A b an to V ásq uez , M .; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 259.
(632) En esa línea se despenalizan en la codificación penal española, los artículos 373° a
376° del CP de 1973, a cuanto a las conductas de anticipación, prolongación y abando
no de funciones públicas.
(633) Cfr., B ernal P in z ó n , J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 220.
(634) R o ja s V arg as , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 139.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 311
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
Primer elemento a saber es el referido al “abandono del cargo”, cuya
acepción gramatical no puede ser entendida desde un punto de vista natural,
toda vez que debemos encuadrar su concepción en términos jurídicos; v. gr.,
la salida intempestiva del funcionario para asistir al alumbramiento de su me
nor hijo no es abandono, así como la imposibilidad de que el servidor llegue
a su centros de labores debido al bloqueo de una carretera por agrupaciones
sindicalistas. Debe revelarse una intención de abandonar definitivamente el
cargo, no de quien se ausenta por unos días, alegando una falsa enferme
A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., c it., p . 260.
312 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(636) Así, C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial. T. II, cit., p. 268.
(637) A banto VA sq u ez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 261.
(638) C reu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 268.
(«a) M o rales P rats , F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1573.
(640) Así, A banto VAsquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 262.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 313
a asumir el cargo quien debe reemplazarlo, hace dejación del cargo(641). Esta
situación fácilmente puede presentarse, no en pocos casos la Administración
nombra a un ciudadano que no cumple con los requisitos legales para acce
der al cargo; su posterior Nulidad si bien podría tener efectos retroactivos a
efectos administrativos, en la vía penal ello no tiene trascendencia, por lo que
podría darse un Concurso delictivo con el tipo penal de Nombramiento Ilegal;
como lo hemos dicho antes, quien accede por estas vías al cargo público,
no es un usurpador de facto, por lo que puede ser también autor del delito
de Peculado. Como señala el autor -antes citado-, al menos en un primer
instante, contó él con un título que era dable reputar (en ese primer instante),
como lícito y verdadero(642)*.
Para que formalmente el servidor público esté fuera del ámbito laboral
de la Administración, por ende, exento de responsabilidad penal, debe ha
ber acontecido: su fallecimiento, su renuncia, cese definitivo y destitución*643*,
siempre y cuando se haya agotado el procedimiento administrativo en su
totalidad. Si es que estando el servidor incurso en un procedimiento sancio-
nador, sin suspensión del cargo, y no habiéndose expedido aún la decisión
definitiva, abandona el cargo, estaremos frente a un caso de tipicidad penal.
Siendo causas justificadas para el cese definitivo del servidor: Límite de se
tenta años de edad; pérdida de la Nacionalidad; incapacidad permanente
física o mental; y, ineficiencia o ineptitud comprobada para el desempeño del
cargo*644*. Causales que deben estar plasmadas en la resolución que corres
ponda; en todos estos caso, debe darse la entrega del cargo por parte del
ex -servidor.
El abandono puede darse por ausencia física del funcionario del lugar
donde por ley debe permanecer, o también por no presentarse a desempeñar
el cargo sin causa que justifique su actitud*645*. Cuestión distinta ha de verse
cuando el servidor sí concurre a su centro de labores, pero se niega a ejecutar
las acciones propias del cargo, lo que sería causal de infracción administra
tiva. Cuando se trata de labores sujetas a contratos de modalidad temporal,
vencido el plazo, la relación laboral se extingue de forma automática.
Segundo aspecto a saber es lo concerniente a la “renuncia” del funcio
nario o servidor público; aquel procedimiento se inicia con la presentación de
la renuncia del trabajador ante la autoridad competente, luego de evaluada
(641) M o l in a A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 575-576.
<«2) M o l in a A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 576.
í643» Artículo 34° del Dec. Leg. N° 276.
í644» Artículo 35° del Dec. Leg. N° 276.
(645) B ernal P in z ó n , J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 220-221.
314 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Así,R o j a s V a r g a s , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 143; S o ler , S.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 269.
De esta postura, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 263.
S o ler, S.; D e re c h o p e n a l arg en tin o , T. V, cit., p. 147.
316 D erecho penal - P arte especial: T omo V
5. CIRCUNSTANCIA DE AGRAVACIÓN
Si el agente incita al abandono colectivo del trabajo a los funcionarios
o servidores públicos la pena será privativa de libertad no mayor de tres
años.
<6S3> Así, C r eu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 269.
(654) Así, S o ler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 146.
<655) Así, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 266.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbhca 317
E l q u e a cep ta el ca rg o sin c o n ta r con los req u isito s leg a les será rep rim id o
con la m ism a p e n a ” .
1. FUNDAMENTOS DE IMPUTACIÓN
El correcto funcionamiento de todas las instancias de la Administración
Pública, no sólo tiene que ver con el apego estricto al principio de legali
dad de los funcionarios y servidores públicos, sino también de que aquéllos
cuenten con las condiciones y calificaciones adecuadas, para que la gestión
pública pueda prestar a la ciudadanía un servicio de calidad.
La optimización de la actividad funcionarial, dependerá entonces de
que los funcionarios públicos cumplan en rigor, con el perfil (profesional,
técnico, etc.), idóneo, pues no cualquiera puede realizar cualquier función
pública; v. gr., el auditor de un órgano de control debe ser un Contador Pú
blico, el asesor legal de un Ministro debe ser un Abogado, quien elabora las
proyecciones presupuéstales de una institución debe ser un Economista,
quien dirige el área de Recursos Humanos debe ser un Psicológico, Soció
logo, etc.
<658) vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 268; R ojas V argas, los admite pese a señalar que se trata de un delito de mera
actividad; Delitos contra la administración pública, cit., p. 150.
(65g) S o ler, S.; D e re c h o p e n a l arg en tin o , T. V, cit., p. 149.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 319
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
Autor de la primera modalidad del injusto, sólo puede ser aquel funcio
nario revestido de competencia funcionarial, para poder nombrar a una per
sona en un cargo público, de forma que se trata de un delito especial propio;
todo aquel que carece de dicha potestad funcionarial, esta fuera del ámbito
de protección de la norma. Es decir, se requieren dos cualidades: primero,
un funcionario público, en el marco de un ejercicio funcionarial activo y, se
gundo, con competencia para nombrar a funcionarios públicos(664). Así, en la
doctrina española, al sostenerse que autor del nombramiento sólo será quien
a través de estos distintos mecanismos, que confluyen en la común exigen
cia del fundamento legal de la actuación concreta, instituye a un particular
como funcionario por un acto resolutorio a tales efectos(665).
Dicho lo anterior, si es que el funcionario que nombra al tercero, es un
sujeto no cualificado con dicha competencia funcional, aquel estará incurso
en la tercera modalidad del injusto de Usurpación de Funciones (art. 361° del
CP); en cambio para otro sector de la doctrina, no es necesario ello, sien
do suficiente una competencia “general” o “abstracta”(666), lo cual a nuestro
entender desnaturaliza la esencia de este injusto, debe ser un funcionario
legalmente competente para nombrar funcionarios y/o servidores públicos,
como sucede en el caso del delito de Abuso de Autoridad, importa pues una
modalidad específica de dicho delito.
Un delito -a sí concebido-, difícilmente admite complicidad, es que el
autor no requiere -p o r lo general-, ayuda alguna para perpetrar el injusto
típico; cuestión muy distinta ha de verse con una Inducción, puede que otro
funcionario público -interesado en el nombramiento-, lo convenza a ello,
máxime, cuando la persona que se va a nombrar es su recomendado. Podría
también presentarse una especie de inducción a error a funcionario público,
dando lugar a una Autoría Mediata, cuando el funcionario interesado en el
nombramiento, le alcanza un currículo con documentación falsificada, pro
vocando que el funcionario competente, procedá a un nombramiento ilegal;
resultando de dicha descripción táctica, que aquel que ejerce el cargo con
un título falso, estaría incurso en del delito de Ejercicio ilegal de la profesión
(art. 362° del CP).
En la segunda modalidad del injusto, autor puede ser un particular
como un funcionario público(667) que es nombrado a un cargo funcional de
mayor jerarquía; pudiéndose observar una Inducción, cuando aparece un
hombre desde atrás que genera psicológicamente al autor el dolo de aceptar
el cargo.
Desde el momento en que el sujeto es nombrado para efectuar un de
terminado cargo público, penetra en su estructura organizacional, pudiendo
asumir relaciones de garantía con bienes pertenecientes a la Administración,
lo que permite perfectamente estar incurso en los delitos de Peculado o Mal
versación de Fondos.
(665) P olaino Navarrete, M.; Delitos contra ¡a Administración Pública (i), cit., p. 286.
(666) Cfr., A banto V ásquez , M .; Los Delitos contra la Administración Pública. . cit., p. 271.
(667) Así, R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 159.
322 D erecho penal - P arte especial: T omo ¥
b. Sujeto pasivo
Sujeto ofendido es el Estado, como titular de todo el funcionamiento
que toma lugar en la Administración Pública.
c. Modalidad típica
Primer punto a saber, es el concerniente al “nombramiento”; aquel acto,
típicamente funcionarial, importa la designación del funcionario público, vía
la expedición de una resolución por la autoridad competente; el nombramien
to de Jueces y Fiscales por parte del CNM, de los magistrados provisionales
en mérito a una resolución del Fiscal de la Nación en ef caso del Ministerio
Público y de los Presidentes de las Cortes Superiores ero el caso del Poder
Judicial. Así también el nombramiento en Comisiones, en Juntas Directivas
de Organismos reguladores, en Tribunales Administrativos, Ministros, Vice-
Ministros, etc.; están fuera del ámbito de protección punitiva, aquellos nom
bramientos irregulares que adolecen de ciertos vicios en su configuración;
máxime, si el nombrado no tiene responsabilidad en elló;
El nombramiento, por tanto, debe efectuarlo el funcionario competente
para ello, observando las formalidades prescritas por lá> ley, nombrando a
aquel que no satisface los requisitos legales para acceder al cargo. Si es que
lo que se declara es la Nulidad de la Convocatoria Pública; por ende, el nom
bramiento queda sin efecto legal, en mérito a la concurrencia de causales de
Nulidad, por irregularidades en el procedimiento, ello no es constitutivo del
delito in examine.
Para poder saber si estamos o no frente a un nom bram iento ilegal,
debemos primero remitirnos a la normatividad extra-penal, a fin de comple
mentar la materia de prohibición, en tanto los requisitosíque se exigen para
acceder a un determinado cargo público están contenidos en dispositivos
legales -d e naturaleza administrativa-, incidiendo en la caracterización de
una “norma penal en blanco”.
La no concurrencia de los requisitos legales exigibles para el cargo
público tiene que analizarse según las jerarquías de cargos establecidos y
conforme a lo que las leyes determinan(668).
En la ejecutoria contenida en el Exp. N° 269-97, sesdice que: “La con
ducta de los procesados no se encuadra dentro d e los alcan ces de lo esta
blecido p o r e l artículo trescientos ochentiuno, y a q u e e l nom bram iento p ara
cargo público se realizó conform e a lo establecido p o r las norm as d el re
glam ento que regulan la convocatoria, en las cuales se estab lecía que de
no p resentarse e l g a n a d o r dentro del término de la fecha de adjudicación,
autom áticam ente se adjudicaría e l cargo a quien h aya quedado segundo en
e l cuadro de m érito”{669\
M orales P rats, F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1570.
Así, M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III,
cit., p. 1571.
( 676 )
C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 272.
326 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(677) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., ps. 276-277.
(678) Así S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 150.
(679> Así C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 271.
(eso) Así R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 155; A banto
VAsquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 274.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 327
S ección II
C oncusión
1. A MODO DE INTRODUCCIÓN
La Sección Segunda del Capítulo II del Título XVIII de la codificación
punitiva viene a glosar un entramado delictivo que también ataca a la Admi
nistración Pública en sus principios rectores, mediando el aprovechamiento,
el abuso, el prevalimiento de todos aquellos que se encuentran revestidos
de la función pública.
En las figuras delictivas precedentes, observamos que el núcleo del
injusto radica en un atentado contra el principio de legalidad, que es de verse
cuando el intraneus desborda la normativa aplicable, en evidente desmedro
de los intereses comunitarios, que ha de orientar toda la actuación pública,
Así R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 161; A banto
VAsquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 278.
328 D erecho penal - P arte especial: T omo V
( 684 )
M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 220.
( 685 )
A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 279.
(686 )
Cfr., F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 862.
( 687)
Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 863.
(688 )
Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 59.
( 689)
Vide, al respecto, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps.
175-176; Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 69.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 331
sión puede ser cometido por cualquier persona, inclusive por un funcionario
público -e n ejercicio funcionarial-.
Dicho lo anterior, en ambas modalidades delictivas toma lugar un acto
de coacción, dirigido a influenciar la esfera decisoria de la víctima, empero,
los medios por los cuales se vale el agente son de distinta naturaleza; una
cosa es el aprovechamiento del poder funcionarial, la posición de dominio
que ostenta el funcionario sobre el particular, que le otorga una especial ven
taja y, otra cosa, es el empleo de una violencia física susceptible de generar
una afectación a los bienes jurídicos personalísimos de la víctima, por eso se
dice que es un delito pluríofensivo. Es ahí, donde advertimos que la reacción
penal ha de ser más severa en el caso de la Extorsión, donde la sanción pue
de ser hasta pena de cadena perpetua, en comparación con el marco penal
de la Concusión, cuyo extremo más grave de sanción, es de ocho años de
pena privativa de libertad.
Podría acotarse, entonces, que en la perpetración de la Concusión,
el intraneus no requiere el uso de la violencia o de la amenaza, pues le
basta el poder que le otorga el cargo público, el cual se sirve para come
ter el injusto; sin embargo, nos preguntamos: ¿Si ese elemento de temor
psicológico en la persona del particular, no provoca los resultados que es
pera el agente, desencadenando un acto típico de violencia o de amenaza
inminente sobre la persona de la víctima? En dicha hipótesis la tipificación
habría de reconducirse al tipo penal de Extorsión, no podría privilegiarse
al autor por el hecho de ser funcionario público, desde una plataforma de
política criminal dicho dato a saber habría de incidir en una agravación de
la respuesta penal.
En síntesis, son delitos que cuentan con cierta semejanza, en cuanto
a la finalidad que persigue al autor y el efecto que produce en la víctima, mas
el fundamento material del injusto responde a distintas aristas; mientras en el
artículo 200° del CP, es la constricción de la voluntad a través del ejercicio de
la violencia, lo que genera la entrega de un beneficio económico, en el artícu
lo 382° es el poder funcionarial lo que caracteriza la materialidad sustantiva.
Lo que hace de la exacción un delito contra la administración pública
es el elemento abuso de autoridad que contiene(690); por ello, al constituir el
primero una figura especial en relación a la segunda, resulta de aplicación el
artículo 382° del CP.
Y si quien induce u obliga al particular, para que aquél le entregue una
ventaja indebida, haciendo pasar por funcionario público (engaño) sería de
2. BIEN JURÍDICO
El bien jurídico protegido sería la correcta actuación de los funcionarios
y servidores públicos en las relaciones que entablan con los particulares(691),
en tanto el ejercicio del cargo sólo sirva para prestar un servicio público con
forme a los cánones de un Estado Constitucional de Derecho.
Visto desde un panorama más amplio, el bien -objeto de tutela penal-,
puede ser bifurcado en dos planos a saber: primero, el interés del Estado de
cautelar que los funcionarios y servidores públicos sujeten su actuación a
servir a la comunidad y, segundo, la legítima expectativa de los comunitarios,
de que los funcionarios y servidores públicos sólo han de ejercer actos de
injerencia en sus derechos subjetivos, cuando así lo demanda la legalidad
aplicable y, no en abuso del poder.
Para Rojas V argas, la norma penal al conminar penalmente los comportamientos seña
lados busca proteger el regular funcionamiento, el prestigio y la buena reputación de la
administración pública conjuntamente a la corrección y probidad de los funcionarios y
servidores públicos; Delitos contra la administración pública, cit., p. 180.
A banto V asquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 284.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 333
C O N C U S IÓ N
1. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
Injusto de la naturaleza descrita en el artículo 382° del CP, importa un
delito típicamente funcionarial, donde la cualidad de autor sólo la puede tener
aquel que se encuentra revestido de las potestades funcionales que confiere
la Ley y la Constitución, sea como funcionario o servidor público.
El núcleo del injusto supone el abuso del poder funcionarial, por lo que
el agente ha de actuar en mérito al ejercicio de la actividad pública y así pro
vocar en el particular el metus publicae potestatis, el temor que debe infundir
al ciudadano para lograr doblegar su resistencia volitiva.
No necesariamente debe tratarse de un funcionario público con auto
ridad, al haberse incluido en el tenor literal ai servidor público, configurando
(693> Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit,, p. 59.
(«M) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 229.
334 D erecho penal - P arte especial: T omo V
entonces un delito «especial propio(695)6», por ende, todo aquel que carece de
9
dicha cualidad esta fuera del radio de acción del enunciado normativo; tanto
el particular como el funcionario destituido o cesado em sus funciones, distin
to es el caso de aquel servidor que está de vacaciones?3965 o suspendido, ya
que ello no incide en la pérdida del cargo, por ende, el; Usurpador no puede
ser sujeto activo de este delito.
La Co-autoría puede admitirse, siempre y cuando se observe dos fun
cionarios públicos -que de forma conjunta-, incidan <en. el* acto de constricción
decisoria de la voluntad del particular; si es que actúa cada uno en tiempos
distintos, cada uno responderá penalmente por su propio injusto.
Si es que participa un particular en el decurso de la realización típica,
aquel ha de responder como cómplice (primario y/o secundario), siguiendo
el principio de la Unidad en el Título de la Imputación; pero si aquél es quien
induce al particular a prometer indebidamente la entrega de un bien patrimo
nial, será un delito de Estafa si es que emplea artificios y/o ardid para hacer
se pasar por funcionario público y, si es que hace uso de la violencia o de la
amenaza estará incurso en el tipo penal de Extorsión.
La Autoría Mediata desde afuera ha de ser rechazada, pues sólo aquel
que ostenta el poder funcionarial puede quebrantara! soporte material con
tenido en el bien jurídico protegido.
Si es el particular que induce al funcionario, .paratque éste deje de ha
cer un acto propio de sus obligaciones funcionales, mediando la motivación
de una ventaja o dádiva, será un delito de Cohecho y no>de Concusión.
b. Sujeto pasivo
(695) Así, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 229; B ernal
P inzón , J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p . 60:
(696) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública,, cit., p. 183.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 335
c. Modalidad típica
(700) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 315.
(701) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 288.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 337
<702) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 289.
(703> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 184.
338 D erecho penal - P arte especial: T omo V
( 704 )
M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 249.
( 705 )
B ernal P inzón , J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 67.
( 706 )
R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 184.
( 707)
Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 292.
( 708 )
En el Capítulo del CP español, referido a las negociaciones y actividades prohibidas
de los funcionarios públicos, se encuentra tipifica en el artículo 443°, aquella conducta
en la cual incurre la autoridad o funcionario público, que solicitare sexualmente a una
persona que, para sí misma o para su cónyuge u otra persona con la que se halle ligado
de forma estable por análoga relación de afectividad, ascendiente, descendiente, ger
mano, por naturaleza, por adopción, a afín en los mismos grados, tenga pretensiones
pendientes de la resolución de aquél o acerca de los cuales deba evacuar informe o
elevar consulta a su superior.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 339
Cfr., A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 294-
295.
340 D erecho penal - P arte especial : T omo V
del agente; (...) la cual puede ser cometida también mediando omisión; por
ejemplo, los silencios o la inercia del funcionario ante la incertidumbre de la
persona que obran para dar o prometer dar<714), siempre que el silencio pueda
ser reputado como concluyente, para determinar una determinada situación
generadora de una obligación por parte del particular.
(714) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 185; Así, A banto
V ásquez , M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 291.
(715) B ernal P inzón , J:, Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 67.
(716) S alazar S ánchez , N.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 133.
342 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Arenas, citado por M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p.
230.
R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 186.
M olina A rrubla, C.; D e lito s con tra la A d m in istració n P ú b lic a , cit., ps. 260-261.
T ítulo XVIII: D euto s contra la administración púbuca 343
(72°) cfr., C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 316.
(721) Rojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 187.
(722) Así, la doctrina colombiana, al sostener que es claro que si la víctima no es constreñida
o inducida a dar o prometer puede estarse en presencia de una tentativa, su la conducta
era idónea para constreñir o inducir, o en presencia del llamado delito imposible en caso
de inidoneidad el cual no es punible; M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración
Pública, cit., p. 262; Siguiendo esta orientación, Bernal P inzón, J.; Delitos contra la
Administración Pública, cit., ps. 75-81.
344 D erecho penal - P arte especial: T omo V
COBRO INDEBIDO
A r t . 3 8 3 .- ccE l fu n c io n a rio o serv id o r p ú b lico q u e , a b u sa n d o d e s u ca rg o ,
e x ig e o h a ce p a g a r o e n t r e g a r co n trib u cio n es o em o lu m en to s n o debidos o
e n c a n tid a d q u e ex ced e a la ta rifa leg a l, s erá rep rim id o co n p e n a p riv a tiv a
d e lib e rta d n o m e n o r d e u n o n i m a y o r d e c u a tro añ os33.
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Según los principios de un Estado Constitucional de Derecho, la fun
ción y objetivos de la Administración Pública se traduce en la obligación de
prestar ciertos servicios públicos en aras de satisfacer la procura de las ne
cesidades más elementales de la población.
Es así, que los funcionarios y servidores públicos, ejecutan y desa
rrollan actividades prestacionales, fundamentales para que los adminis
trados puedan concretizar una serie de pretensiones; en tal medida, se
efectúan una variedad de gestiones que implican un costo para la Admi
nistración.
(723) Así, A banto VAsquez , M.; L os D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 295.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración pública 345
Así, como los administrados cuentan con una serie de derechos (sub
jetivos), cuya plasmación ha de tomar lugar en el seno de los estamentos
públicos, donde se reparten esferas específicas de actuación funcionarial.
La solicitud de una licencia de funcionamiento, el pago de impuestos,
contribuciones y tasas, importan un gravamen, definido por una contrapres
tación que todo particular se encuentra obligado a sufragar, a fin de que el
Estado pueda cubrir los gastos presupuéstales de planillas de sus trabajado
res así como la construcción de obras públicas.
El Estado Social al imponer un sinnúmero de exigencias, requiere de un
financiamiento, que en consuno permita cumplir con los objetivos y metas que
se trazan año a año; de ahí que se hayan previsto -constitucional y legalmen
te-, la potestad de los poderes e instituciones del Estado, para crear tributos,
tal como se desprende del artículo 74° de la Ley Fundamental. Habiéndose
fijado en el segundo párrafo del precepto constitucional que: “Los gobiernos
focales p ueden crear, m odificar y suprimir contribuciones y tasas, o exonerar
de éstas, dentro d e su jurisdicción y con los lím ites que señala la le y”.
(724) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 298.
(725) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 92.
<726> C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 314.
(727) M artínez A rrieta, A.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3180.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 347
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
<728> Citado por D onna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III.
(72®) p ara D onna , el sujeto activo del delito en el caso de la exacción ¡legal es la autoridad
o funcionario público facultado legalmente para percibir la contribución o los derechos;
Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 355.
(730) Vide, al respecto, A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 298; R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 195.
l731) A decir de S oler, no parece lógica dicha distinción, ya que el delito se construye
precisamente sobre un abuso de autoridad; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 197.
(732) M artínez A rrieta , A.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3180.
348 D erecho penal - P arte especial : T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(734) D onna, E.A.; Derecho Pena!. Parte Especial, T. III, cit., p. 341.
<735) a Sí , Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 95.
(736) Vide, al respecto, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 345-348.
350 D erecho penal - P arte especial: T omo V
nario), no quiere decir que ello no pueda suceder. Observamos que el pago
de la tasa (por encima de la tarifa legal), importaría el ingreso del exceso a
las arcas del Estado, y cuando en dicha instancia el funcionario se apropia
de dicho dinero, estaría incurso en el delito de Peculado; sin embargo, los
emolumentos -que son en realidad honorarios, sueldos, salarios, etc.-, sí
pueden ingresar directamente al patrimonio del autor; v.gr., aquel Defensor
de oficio que solicita el pago de emolumentos a su patrocinado - a nombre
de la Administración-, sabiendo que es el Estado es el único encargado de
pagar su sueldo(737). Y, si la obligación de dicho pago toma lugar a través de
un acto típico de constreñimiento a nombre propio, se configura el delito de
Concusión.
Una condición elemental de la tipicidad objetiva, es que la conducta
típica sea la lectura del abuso del poder funcionarial, de ahí que haya de
concurrir el metus publicae potestatis; vinculación funcional que provoca la
confianza del particular para acceder a lo solicitado por el intraneus. Dicho
temor no puede alcanzarse cuando el funcionario es incompetente, nadie en
su sano juicio le pagaría a un Regidor la tasa por concepto de una solicitud
administrativa y, si dicho funcionario se compromete a gestionar la aproba
ción de la solicitud -ante el órgano competente-, mediando el ofrecimiento
de una dádiva, desencadena la tipificación por el tipo penal de Tráfico de
Influencias. Los vacíos que puedan advertirse en este proceder típico, han
de ser colmados con las pinceladas formuladas en el artículo 382° del CR
Segundo punto a saber es lo concerniente a las “contribuciones o
emolumentos no debidos”; el tributo es el vínculo jurídico-obligacional, en
mérito del cual el Estado, como ente recaudador (sujeto activo), exige a un
particular (sujeto pasivo) el cumplimiento de un pago pecuniario por dicho
concepto. Importa el derecho por parte del Estado y la obligación, por parte
del particular, el pago de una imposición tributaria, expresada en términos
dinerarios. Definición que si bien se enmarca en una acepción privativa del
Derecho tributario, su aplicación en el juicio de tipicidad ha de implicar un
contenido más lato, en cuanto a todo tributo (tasa, contribución), que genera
un derecho al fisco y una obligación de pago al particular.
Por su parte, el emolumento es el salario o remuneración, que de forma
periódica recibe un trabajador, por parte del empleador, en contraprestación
por el trabajo prestado, por el tiempo que dure el contrato laboral. Constituye
el beneficio o utilidad que reporta la realización de un determinado trabajo.
En la ejecutoría recaída en el Exp. N° 1644-97-Amazonas, se expone
que: “El hecho imputado al Subprefecto y Gobernadora de exigir dinero a
Cfr., A banto V ásquez, M.; Los D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 304.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 351
(742) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 95-96.
<743) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 349.
(744) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 196.
(745) A guirre O barrio, citado por D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p.
550.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 353
A banto V á s q u e z , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p 300.
354 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(747) Así, C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 316.
(748) Así, A banto V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 306;
R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 200.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 355
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
El texto ius-fundamental ha encomendado una serie de funciones al
aparato estatal, lo cual se define a partir de las exigencias propias del Esta
do de Derecho y del Estado Social, en la procura prestacional a la población
de una vastedad de servicios públicos, cuya concreción resulta fundamental
para garantizar un desarrollo socio-económico sostenible de la Nación.
Las prestaciones públicas de salud, educación, alimentación, vivienda,
etc., requieren de toda una organización y gestión estatal, que con eficiencia
y calidad pueda colmar las necesidades más elementales de la población.
La construcción de carreteras, el asfaltado de pistas, las instalaciones
de redes de electricidad, la edificación de colegios y de postas médicas,
constituyen un soporte fundamental en la consagración de un verdadero Es
tado de bienestar; por tales motivos, es la misma estructura jurídico-estatal,
que reparte dichas tareas a los diversos estamentos de la Administración
Pública.
Es de verse también, que el Estado peruano debe agenciarse de los
particulares para poder materializar dichas obras públicas así como la efec
tiva prestación de los servicios que debe prestar al colectivo, en la medida
M orales P rats, F./ M orales G arcía , O.; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho
Penal, T. III, cit., p. 1705.
M artínez A rrieta , A.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3174.
M olina A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 326.
Citado por B ernal P inzón , J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 137.
(764) A banto V ásquez , M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 309.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 363
(765) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 208.
<766) C astillo A lva, J.L. y otro; El delito de colusión, cit., p. 79.
(767) C astillo A lva, J.L. y otro; Colusión ilegal, cit., ps. 67-68.
364 D erecho penal - P arte especial : T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
<77°) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 12, junio 2010, cit, p. 191.
(771) C a s t il l o A lva, J.L. y otro; El delito de colusión, cit., p. 91.
<772> Vide, al respecto, A b a n t o V á s q u e z , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P u b lic a ...,
cit., p. 316.
(773> B e r n a l P in z ó n , J.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p. 138.
366 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
<774) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 01, julio 2009, cit., p. 193.
T ítulo XVIII: D euto s contra la administración pública 367
Así C a s t i l l o A l v a , al sostener que ello supone, en primer lugar, que por expresa
referencia legal los contratos, suministros, licitaciones, concurso de precios subastas
no agotan la incriminación. Si bien dichos actos constituyen su centro de significación
la norma intencionalmente extiende su centro de referencia a otros casos; El delito de
colusión, cit., p. 167.
370 D erecho penal - P arte especial : T omo V
procurar que los términos en que procede dicha operación con los contratos,
responda a los mejores valores del mercado, de no ser así, se produce una
legítima defraudación de los comunitarios, al ver como estos funcionarios
ejecutan sus labores, en franca lesión a los intereses públicos y estatales.
Llevados dichos argumentos a las posturas doctrinales, tenemos que
apunta que la referencia a cualquier otra operación semejante
C a s t il l o A lva ,
debe interpretarse sobre la base de los diversos negocios jurídicos en los
que el estado interviene como agente económico para la compraventa de
bienes o la intermediación de servicios(780). Entonces, para este autor debe
tratarse de una operación, en que la Administración actúa como un agente
económico, es decir, sobre la base de negocios jurídicos, en los cuales reali
za actos de traslación de dominio con los administrados. Sin embargo, dicha
acotación requiere una ulterior aclaración, que el Estado no siempre efectúa
negocios jurídicos, bajo la reglas propias de una contratación convencional,
sino que se advierte ciertas particularidades, que la hacen singular, al re
glarse procedimientos en los cuales los administrados logran hacerse del
dominio de un bien, sin que ello suponga propiamente un contrato de com
praventa.
etc.) que el tipo penal quiere cubrir con la frase «cualquier otra operación
semejante»(782).
Conciliando la argumentación descrita, se infiere que la interpretación
de esta fórmula normativa, no puede tomar lugar en base a los formalismos
conceptuales del Derecho privado o en mérito estricto a las tipologías con
tractuales que se glosan en la Ley de Contrataciones y adquisiciones del
Estado, sino en topa operación, actividad donde se advierta una conducta
funcionarial que disponga sobre el destino de ciertos bienes, que importe
traslación de dominio o a su inversa su incautación, siempre que este pre
sente la concertación colusorio y, que no sean actos típicos de apropiación,
conforme la redacción normativa del tipo penal de Peculado.
Si se advierte, que el contratista le otorgó una ventaja económica al
funcionario encargado de llevar a adelante la Licitación pública, para que se
acelere el procedimiento, mas no se acredita un perjuicio al patrimonio esta
tal, no podrá ser constitutivo de Colusión ilegal, pero sí podrá encuadrarse
en la figura delictiva de Enriquecimiento Ilícito. Y, si se verifica que el postor
(particular) le otorgó una ventaja económica al funcionario encargado de la
Licitación, a efectos de que demore el proceso de Convocatoria Pública, es
taremos ante un típico caso de Cohecho Propio, él cual podrá entrar en Con
curso delictivo con el tipo penal de Colusión ilegal, si es que se acredita a su
vez, que el intraneus al momento de hacer la liquidación de la obra, consigna
una suma adeuda a favor del lidiador que no se corresponde a la realidad del
contrato administrativo, siempre y cuando tome lugar dicho acto antijurídico
en concertación con la parte interesada.
El hecho de que la Administración (licitante) contrate con un postor y/o
contratista que no se encuentra inscrito en el Registro Nacional de Provee
dores (RNP), o está impedido, sancionado u inhabilitado para contratar con
el Estado, conforme se desprende del artículo 9o de la Ley de Contrataciones
del Estado, configura una infracción administrativa, a menos que también se
advierta la concertación con los interesados así como el perjuicio al patrimo
nio estatal.
(796) P érez A rroyo, M.; La Evolución de la Jurisprudencia Penal en el Perú, T. I, cit., p. 616.
<797) Así, M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III,
cit., p. 1707.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 381
del ramo, lo que importa mayor gasto de dinero y de tiempo, propiciando una
evidente lesión a los intereses jurídicos que debe cautelar el Estado.
En la doctrina nacional se apunta que el entendimiento del delito de co
lusión ilegal por una parte de la doctrina nacional y por un importante sector
de la jurisprudencia como un delito de peligro abstracto se resiente y se opo
ne a la práctica uniforme jurisprudencial peruana que viene exigiendo como
prueba fundamental del delito la elaboración de una pericia -generalmente
contable- para determinar el perjuicio y su magnitud(802).
P o l a in o N a v a r r e t e , comentando el artículo 436° del CP español, sostie
ne que la «defraudación» implica causación de perjuicio económico al sujeto
pasivo y enriquecimiento ilícito del autor por el medio fraudulento a través
del cual consigue el desplazamiento patrimonial. Pero la defraudación no es
elemento del fraude tipificado, que se limita a exigir la realización de determi
nadas conductas con la intención de defraudar<*803).
Como hemos aseverado, el delito de Colusión ilegal importa -defini
tivamente-, un delito de resultado y, no un tipo penal de peligro, empero la
defraudación no tiene que medirse necesariamente en términos patrimonia-
listas, que si bien estarán porto general presente, la dimensión temporal del
delito, puede develar otro escenario, que manifieste una grave perturbación
a los fines jurídico-constitucionales que ha de alcanzar la Administración Pú
blica (en términos de eficacia y de eficiencia), según los dictados del Estado
Constitucional de Derecho. No puede considerarse -en serio-, emparentar el
delito de Colusión ilegal como en el delito de Estafa, en cuanto al perjuicio
económico, como condición indispensable de punición.
El hecho de que los tribunales de justicia en nuestro país, estén exi
giendo la realización de una pericia contable, no quiere decir necesariamen
te, que ello se corresponda con el desvalor del resultado, propuesto en el
artículo 384° del CP, que ahora se define en términos estrictamente patrimo-
nialistas, conforme la dación de la Ley N° 29703.
En la Ejecutoria Suprema recaída en el RN N° 2974-2002-Arequipa,
se dice al respecto lo siguiente: “El delito de colusión fraudulenta, exige que
el funcionario público defraude al Estado concertándose fuera de la ley con
los interesados en los contratos que lleva a cabo por razones funcionales;
que, propiamente la concertación fraudulenta requiere la realización manio
bras de engaño, que se manifiestan en un perjuicio patrimonial-potencial
o real- para la administración; Que esta concertación con la posibilidad de
(804) P érez A rro yo , M.; La evolución de la jurisprudencia en el Perú (2001-2005), T. II, clt., p.
1354.
(8°s) C a s t il l o A lva, J.L.; Colusión Ilegal, clt,, p. 141.
(806) S a l in a s S ic c h a , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 244.
(807) S a l in a s S ic c h a , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 244.
386 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Por otro lado, la interpretación exegética (de lege lata), debe partir de
los fundamentos materiales que sostienen el desvalor del injusto funciona
ría!, donde el condicionamiento de la punición a la defraudación de los inte
reses del Estado, ha significado dotar de una excesiva patrimonialización al
bien jurídico que se protege en el artículo 384° del CP, lo cual desnaturaliza
la esencia de estas ilicitudes penales, donde el acento de desvalor reposa
en la afectación de los principios jurídico-constitucionales que guían la ac
tuación de la Administración Pública en un estado democrático de derecho
así como los cometidos sociales que debe garantizar su actuación frente a
la ciudadanía.
(sos) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 34, abril 2012, cit., p.187
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 387
Es en tal razón, que el TC, declara en su decisión que no se ha producido una sustrac
ción de la materia.
396 D erecho penal - P arte especial: T omo V
o que haya obtenido una ventaja patrimonial indebida; puede darse el caso,
que la práctica colusoria sólo sirva para beneficiar patrimonialmente al con
tratista, en mérito a la sobre-valoración de los precios de la obra. Lo que in
teresa es que el funcionario pacte condiciones lesivas al patrimonio estatal,
para dar por verificada la perfección delictiva; lesividad que ha de ser acre
ditada en el Proceso Penal a través de las pericias contables, financieras
y técnicas pertinentes; entonces, cuando el contrato público-administrativo
adquiere ejecución, es decir, lo pactado en el convenio adquiere materia
lidad, el delito -in examine-, se habrá consumado indefectiblemente; en
tonces, sólo y en tanto, por motivos ajenos a la voluntad de los agentes
concertantes (funcionario público y licitante), se declare la Nulidad de la
licitación pública y así no se ejecuta el pacto, es que se podrá advertir un
delito tentado.
En la ejecutoria recaída en el RN N° 2664-2003-Arequipa, se dice que:
“El delito de colusión fraudulenta exige necesariamente la producción de un
fraude a la hacienda pública, no siendo suficiente la realidad de una vincula
ción indebida con funcionarios públicos y el hecho de haber vendido produc
tos y efectuado servicios, en tanto que no aparezca acreditada, entre otros,
medios fraudulentos, sobrevaluaciones o ventas de servicios inexistentes o
innecesarios, por lo que este cargo carece de contenido p e n a ra .
Conforme la naturaleza material de estos injustos funcionariales, de
bería ser un tipo penal de peligro(819) (820), sin requerir el perjuicio patrimonial
del Estado, sin embargo la lege lata señala expresamente defrauda; donde
la acepción semántica indica una acción ya cometida, que sería distinta a
poder defraudar, así el artículo 436° del CP español donde textualmente se
dice para defraudar. Donde si bien los cometidos político criminales pueden
no ser satisfechos con dicha interpretación, una postura en contrario significa
atentar contra el principio de legalidad.
Al develarse una serie de actos anteriores al estado consumativo, las
tratativas en las condiciones del Convenio, la liquidación presentada por el
contratista con la aprobación del funcionario encargado y otras conductas
afines, serán consideradas como de imperfecta ejecución (tentativa).
(S22) Términos suprimidos merced a la dación de la Ley N° 29703 de junio del 2011.
404 D erecho penal - P arte especial: T omo V
PATROCINIO ILEGAL
A r t . 3 8 5 .- “E l q u e , v a lién d o se d e su ca lid a d d e fu n c io n a rio o serv id o r p ú
blico, p a tro c in a in tereses d e p a rtic u la re s a n te la a d m in istra ció n p ú b lic a ,
s erá rep rim id o co n p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d n o m a y o r d e dos a ñ o s o con
p resta ció n d e servicio co m u n ita rio d e v e in te a c u a r e n ta jo m a d a s ” .
1. COMENTARIOS GENERALES
Conforme los valores esenciales del Estado Constitucional de Dere
cho, la misión fundamental de la Administración Pública es de servir los in
tereses estrictamente comunitarios, en cuanto a una prestación de servicios
públicos que tengan como único cometido el bienestar común.
Los funcionarios y servidores públicos que forman parte de los diver
sos estamentos de la Administración, han de guiar su actuación pública se
gún la esfera axiológica; al asumir dicha investidura pública tienen el deber
de servir a la comunidad, permitiendo que los objetivos ius-fundamentales
sean cumplidos a cabalidad.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 405
(827) Rojas Vargas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 221.
(828) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 323.
(829) Salazar Sánchez, N.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 195.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 409
1. COMENTARIOS GENERALES
La pluma incansable del legislador muestra una proyección definida,
en el ámbito de los alcances normativos del artículo 386° del CP, al haber
(83°) Así, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 326
<831) De postura contraria, R o ja s V argas , E; Delitos contra la administración pública, cit., p. 222.
410 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(832) A banto VAsquez , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 328.
412 D erecho penal - P arte especial: T omo V
S ección III
P eculado
R ojas V argas , F.; D e lito s con tra la a d m in is tra c ió n p ú b lica, cit., p. 228.
414 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(836) Vide, al respecto P eña C abrera F r eyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 280-295. /
(837) Cfr., R o ja s V arg as , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 245.
416 D erecho penal - P arte especial : T omo V
los animales destinados al sacrificio, y por eso el hurto de los mismos era el
que ocupaba el primer lugar entre los de su clase(839).
La palabra “peculado” sirvió en la antigüedad para designar el hurto
de las cosas pertenecientes al Estado(840)*. Al develarse que la apropiación de
la cosa provenía del cargo, habría que formular una acepción explicativa de
naturaleza distinta.
La razón para especificar la figura no residirá entonces en la naturaleza
de la cosa, sino en el vínculo de confianza. La naturaleza de la cosa podría
dar nacimiento a un peculado impropio que es una forma de hurto según la
escuela toscana, escribe S o l e r , mientras que el vínculo de confianza cons
tituye la base del peculado propio, que es una ofensa contra la fe pública,
identificada con la trufa en el sentido toscano de retención indebida(841)(842).
Siguiendo a F o n t á n B a l e s t r a , diremos que la noción del peculado se logra
con un ingrediente más, que es el que pone el aspecto funcional, por el cual
se requiere que los bienes que son objetos del delito hayan sido confiados al
funcionario, de modo que la malversación viola también la fe o la confianza
pública(843).
En sentido más jurídico, y ya por referencia a la época actual, por
Peculado se entiende, genéricamente, la incorrecta aplicación de las co
sas o efectos confiados a un funcionario, que tenía el encargo de darles
un fin previamente convenido o establecido(844). Dicho en nuestras propias
palabras: el delito de Peculado importa aquella conducta delictiva atribuida
a un funcionario público -e n pleno ejercicio de su actuación funcionarial-,
quien aprovechando indebidamente su posición de custodio de caudales o
efectos -d e propiedad del Estado-, se apropia de los mismos, para luego
sacarlos de la esfera de la Administración y así ejercer un nuevo dominio
sobre los mismos.
Para S a lin a s S ic c h a , el peculado doloso es aquel hecho punible que se
configura cuando el funcionario o servidor público en su beneficio personal
o para beneficio de otro, se apropia o utiliza, en cualquier forma, caudales
o efectos públicos, cuya percepción, administración o custodia le estén con-
( 839 )
Citado por M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 55.
( 840 )
Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 9.
( 841)
S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 169.
( 842 )
Vide, al respecto, R eátegui S ánchez, J.¡ El Delito de Peculado. En: Derecho Penal. Parte
Especial, cit., ps. 411-412; R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública,
cit., ps. 241-242; G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., ps. 523-524.
( 843 )
F ontán B alestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 844.
( 844 )
M olina A rrubla , C.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p. 56.
418 D erecho penal - P arte especial: T omo V
S alinas S iccha , R.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lica, cit., p. 292.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración pública 419
(846) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 52.
(847) Así, M artínez A rrieta, A.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3144.
(848) Vide, al respecto, P eña Cabrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 285-288.
420 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(849) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 16.
(85°) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 56.
(851) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 296.
<882> D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 259.
T ítulo XVIII: D euto s contra la administración pública 421
(853) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 333.
(854) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 244.
(sss) R eátegui Sánchez, J.; El Delito de Peculado, cit., p. 413.
(856) A lvarez, El delito de Peculado, cit., p. 33.
(857) M orales P rats, R/ M orales G arcIa , O.; Comentarios a la Parte Especial del Derecho
Penal, T. III, cit., p. 1685.
(858) qrts Berenguer, E.; Comentarios a! Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1852.
422 D erecho penal - P arte especial: T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(864) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 33, marzo 2012, cit. p. 176,
(88S) Así, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 278.
426 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(871) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 345-346.
(872) M ontes F lores, E.; Análisis del delito de Peculado por Apropiación. En: Gaceta Penal
&Procesal Penal, T. 3, cit., p. 147.
(873) R ojas V argas, F.; Código Penal, T. II, cit., p. 574.
(874) Así, M artínez A rrieta, C.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3144.
428 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(875) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1687.
(876) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 20.
(877) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 297.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 429
tenencia de los bienes, lo que no exigirá una relación permanente, pero que
al menos debe determinar en un momento ios bienes que sean confiados en
custodia en razón del cargo(878). La «custodia» importa por tanto, la detenta
ción fáctica del bien (efectos o caudales), que ingresan a la esfera de custo
dia del funcionario, quien se convierte en Garante, siempre y cuando haya
ingresado el bien en razón del cargo, si es que el caudal fue de detentado de
forma momentánea, por que el funcionario encargado le pidió que lo cuidará
por un momento y así se produce su apropiación, será un delito de Hurto y
no de Peculado.
La «custodia», importa, por ende, una tenencia material de la cosa, del
bien -objeto de apropiación o sustracción, una detentación fáctica que per
mite al agente emprender las modalidades típicas en cuestión, infringiendo
los deberes de custodia, protección y conservación del bien.
Mediante tales formas de posesión, que la ley penal ha establecido,
el funcionario o servidor tiene que desarrollar funciones de control, cuidado,
conducción y vigilancia (deber de garante) en despliegue de las obligaciones
inherentes a su cargo(879).
«Percibir» implica recibir caudales o efectos en razón del cargo fun
cional, la administración reparte bienes a determinados funcionarios para
cumplir los cometidos propios de la Administración. Aquí el sujeto activo se
desempeña en nombre y por cuenta de la Administración Pública, esto es,
recibe caudales o efectos siempre y para la Administración Pública(880). El
autor se erige en Garante de los bienes que recibe, que en vez de darles una
aplicación pública, los sustrae de la esfera de la Administración, sea apro
piándose de ellos o utilizándolos de forma indebida.
La percepción es la facultad por la cual se reciben bienes para la admi
nistración pública, lo que tiene indudable referencia a la cobranza de tributos
o derechos(881).
Los cajeros, tesoreros y otros que realizan actividades afines, reciben
diaria y cotidianamente dinero del público, sea en los depósitos regulares en
el cobro de impuestos, tasas o arbitrios; si el dinero ingresa de forma ilícita,
merced a un cobro ilegal por parte del funcionario y así se lo apropia,1no
habrá delito de Peculado sino de Exacciones Ilegales; llevarse el dinero es
(882) a Sí , A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 353.
(883) S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 182.
(884) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 252.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 431
c.3. L a p e rc e p c ió n , c u s to d ia y a d m in is tra c ió n d e io s b ie n e s ,
d e b e e s ta r c o n fia d o s e n “ra z ó n d e l c a r g o ”
(sss) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 280.
(ase) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 297.
(887) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 72-73.
432 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(888) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 852.
(889) Vide, al respecto, R eAtegui S ánchez, J.; El delito de Peculado, cít., ps. 426-429.
(890) Cfr., R ojas V argas, F.¡ Delitos contra la administración pública, cit., p. 251.
<891> En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 22, abril 2011, cit., p. 175
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 433
(892> En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 33, marzo 2012, cit., p.170
(893) Así, Politoff L , S. y otros; Lecciones de Derecho Penal Chileno. Parte Especial, cit., p.
493.
<894) Citado por M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal,
T. III, cit., p. 1690.
( 895 )
M artínez A rrieta, A.; Comentarios al Código Penal, 4, cit., p. 3146.
434 D erecho penal - P arte especial : T omo V
c.4. P e c u la d o p o r A p ro p ia c ió n
(896) P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 166.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 435
(897) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 296.
(898) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 247.
<8" ) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., 86-87.
436 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(9o°) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 294.
(9°1> Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 25.
(902) R eátegui Sánchez, J.; El delito de Peculado, cit., p. 423.
(903) Ofr., P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., ps. 286-287.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 437
desviándolos de su lícito objetiva, para darle una aplicación privada. Como bien
se dice en la doctrina nacional, él no sustrae los bienes, ellos ya estaban en su
poder de disposición en función de su cargo: el sujeto simplemente no adminis
tra los bienes destinándolos a la función pública para la que estaban destina
dos, sino dispone de ellos como si formaran parte de su propio patrimonio(904).
En el Dictamen Fiscal N° 987-2000-1° FSP-MP, se sostiene que: “(...)
que el encausado en su condición de Contador Cajero (...) ha cometido delito
de Peculado, por cuanto las pruebas demuestran que este simuló el arrebato
de quince mil nuevos soles con el único fin de apropiarse de dicho dinero en
forma ilegal (...)”(905).
En el Acuerdo Plenario N° 4-2005-CJ-116, Fundamento 12 c), se dice
que: “Apropiación o Utilización. En el primer caso estriba en hacer suyo cau
dales o efectos que pertenecen al Estado, apartándolo de la esferas de la
función de la Administración Pública y colocándose en situación de disponer
los mismos. En el segundo caso: utilizar, se refiere al aprovecharse de las
bondades que permite el bien (caudal o efecto), sin tener el propósito final de
apoderase para sí o para un tercero”.
La apropiación si bien ha de generar la posibilidad de que el agente
puede disponer del bien, ello no tiene porque ser verificado - a efectos de
realización típica-, únicamente que el bien ha sido sustraído de la esfera de
custodia de la Administración, de forma definitiva, pues su posterior destruc
ción podría ser reputado como una causal de atipicidad penal y, así conducir
la conducta al delito de Daños, lo que es dogmáticamente incorrecto.
Por último debe indicarse, que una modalidad de «Peculado por apro
piación», muy conocida en el ámbito de la Administración Pública, de simular
el pago a ciertos profesionales y/o técnicos, en cuanto a la realización de
ciertos servicios a los estamentos públicos, cuyas autoridades más repre
sentativas, la emplean para justificar el egreso de partidas económicas, cuya
real propósito es de apropiarse de dichos caudales en contubernio con di
chos individuos, por lo que acá no estamos ante un típico caso de Colusión
ilegal sino de Peculado por apropiación, pues en el primero de ellos, debe to
mar lugar un verdadero proceso de selección pública-administrativa, si bien
en evidente favorecimiento a uno de los postores, no por ello se simula un
acto, como el que se indica, para justificar el manejo indebido de los fondos
públicos. Es a tal efecto, que la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema,
en el RN Na 4936-2008-Puno, hace alusión a los “trabajadores fantasmas”,
señalando que: “El encausado en su condición de ex administrador y conta
(904) A banto V ásquez; M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 342.
<905> S alazar S ánchez, N.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 640.
438 D erecho penal - P arte especial: T omo V
dor, permitió que se registre falsamente como trabajador de una obra a una
persona que no laboraba en ella y se le pague indebidamente sus remunera
ciones, pese a que no realizo labor efectiva a favor de la entidad agraviada,
causándole un perjuicio económico. Dicho incumplimiento de su obligación
de cautelarlos caudales, cuya administrador le fue confiada por razón de su
cargo, fundamenta el delito de peculado(906)”.
c.5. P e c u la d o p o r U tiliz a c ió n
(906) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 26, agosto 2011, cit., p. 165.
(9°7) Bernal P inzón, J.¡ Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 27.
(908) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 254.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 439
(912) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 345.
(913) Así, H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 294.
(914) S alazar S ánchez, N. y otros; Jurisprudencia Penal, cit., p. 624.
(915) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 28.
T ítulo X V III: D euto s contra la administración pública 441
c.6. L a a p ro p ia c ió n o u tiliz a c ió n d e l b ie n h a d e s e r “p a ra s i o
p a ra o tr o ”
<916> Vide, al respecto P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 172-173
(917) HuGo ÁLVAREz, J.B.; E/ de//fo de Peculado, cit., p. 241; Cfr., R eátegui S ánchez, J.¡ El delito
de Peculado, cit., ps 422-423.
442 D erecho penal - P arte especial: T omo V
c.7. C irc u n s ta n c ia d e a g ra v a c ió n e n c u a n to a l v a lo r d e lo a p ro
p ia d o (L e y N ° 2 9 7 0 3 )
(919) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 34, abril 2012, cit., p. 178.
(920> Diez UIT equivale a S.l 36,000 nuevos soles.
(9¡2i) Cfr., P olaino Navarrete, M.¡ Delitos contra la Administración Pública (Vil), cit., p. 408.
(922) A banto V ásquez, M.; Los delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 363.
446 D erecho penal - P arte especial: T omo V
M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1692.
M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1693.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 447
les o efectos», tanto del Peculado doloso como del Peculado culposo, cuya
configuración típica, no está condicionada al valor patrimonial del objeto ma
terial del delito («independientemente de su valor»). Especificación normativa
en realidad innecesaria, en la medida, que se entiende que el fundamento de
la agravación reside en el destino de los caudales y/o efectos, en este caso a
«fines asistenciales o a programas de apoyo social», donde la magnitud que
adquiere el desvalor del injusto, ha de verse en la legítima defraudación de
los intereses comunitarios, generando una mayor alarma social, lo que en el
presente caso, justifica una penalidad más intensa.
En resumidas cuentas, suprimir el término «independientemente de su
valor», encuentra pleno asidero, desde un plano de correcta interpretación
normativa.
( 925 )
R eátegui Sánchez, J.; El delito de Peculado, cit., p. 433.
( 926 )
A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 359.
( 927 )
Así, H ugo Á lvarez, no obstante, argumenta es un hecho punible de resultado; El delito
de Peculado, cit., p. 220.
( 928 )
R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 257.
( 929 )
Vide, al respecto, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 92.
( 930 )
Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 359;
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 449
5. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
Constituye circunstancia agravante si los caudales o efectos estuvie
ran destinados a fines asistenciales o a programas de apoyo social. En estos
casos, la pena privativa de la libertad será no menor de cuatro ni mayor de
diez años.
A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 358.
R eátegui S ánchez , J.; El delito de Peculado, cit., p. 432.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 451
6. PECULADO CULPOSO
El debido cuidado, conservación y protección de los bienes estatales
(caudales o efectos), exigen al funcionario encargado, la procura de todas
aquellas medidas de previsión tendientes a evitar su sustracción por parte de
terceros (funcionarios o particulares).
Una política criminal orientada al fin preventivo del Derecho penal, ha
de perfilar la legislación penal conforme a dichas necesidades, lo que en
algunas veces incide en la viabilidad de tipificación de la modalidad delictiva
imprudente, según la cláusula de taxatividad prevista en los artículos 11° y
12° de la PG del CP.
Si bien rige en toda su esencia del principio de “mínima intervención”,
no es menos cierto que dicho criterio rector ha de ser ponderado con arre
glo a variables criminológicas y a su vez sustantivas; sabedores, que no en
pocos casos, los funcionarios y servidores públicos son nada diligentes en
el cuidado de los bienes estatales, permitiendo que otros se apoderen ilícita
mente de aquéllos, donde la negación del dolo, importa su desplazamiento
a la lesión de una norma de cuidado, generador de un riesgo jurídicamente
desaprobado, constitutivo del injusto imprudente de Peculado.
Por consiguiente, la tipificación del delito de Peculado Culposo viene
a complementar las tareas preventivas del Peculado Doloso, castigando con
pena aquellas vulneraciones de los deberes inherentes del cargo, que no
han sido perpetrados de forma consiente por los sujetos obligados (funcio
narios y servidores públicos).
El sentido teleológico de la norma, se apunta en la doctrina, apunta a
que los servidores públicos no solamente no lesionen de manera directa la
corporeidad, existencia y funcionalidad de los bienes de la Administración
(...), sino que ello se haga de manera indirecta, en razón de su descuido,
desmaño o, en general, falta de diligencia(938).
Resulta importa la acotación de F o n t á n B a l e s t r a , cuando señala que
la estructura de este tipo se aparta de la que caracteriza a las acciones
culposas en la ley argentina, porque no se trata de causar un resultado
por imprudencia o negligencia, sino de que al actitud dé ocasión a la ac
ción de otro(939). Símil anotación debe hacerse según la ley nacional, en el
entendido que los delitos culposos sólo son acriminados cuando produce
(938) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 162.
(939) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 854; Cfr., C reus, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 302; M olina A rrubla, C.; Delitos contra la
Administración Pública, cit., ps. 161-162.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 453
(94°) Así, A banto V ásquez , M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 367.
(941) Delitos contra la administración pública, cit., p. 271; B ernal P inzón , J.;
R ojas V argas , F.;
Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 42.
<942) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., ps.
689-693.
( 943 )
C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 302.
454 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(949) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 01, julio 2009, cit., p. 191.
(950) F ontAn Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 855.
(951) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 270.
456 D erecho penal - P arte especial: T omo V
M olinaA rrubla, hace mención a un “nexo causal entre culpa y resultado”; Delitos contra
la Administración Pública, cit., ps. 173-174.
Al respecto, Bernal P inzón sostiene que el “peculado culposo” no es más que una forma
de participación delictiva, y que, por lo mismo, es necesaria la actividad dolosa de un
tercero, que realiza la apropiación de los caudales o efectos que están bajo la custodia
del servidor público, apropiación que es elemento esencial del peculado; Delitos contra
la Administración Pública, cit., p. 40.
Así, H ugo Á lvarez, al sostener que si la sustracción no se consuma por parte de este
tercero, tampoco se consuma el delito de peculado por culpa; El delito de Peculado, cit.,
p. 279.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 457
1. DEFINICIONES ELEMENTALES
Proponer definiciones conceptuales de los términos empleados en el
presente análisis, resulta fundamental para el examen jurídico-penal, orien
tado a determinar si es que la «no devolución de los viáticos» por «Comisión
de Servicios», puede ser reputada como una conducta constitutiva del delito
de Peculado.
quienes la Ley la Constitución les confiere tales deberes, esto es, los llama
dos «funcionarios y/o servidores públicos». Por consiguiente, sólo aquéllos
están en posibilidad de quebrantar los deberes públicos-institucionales, que
encauzan el correcto funcionamiento de la Administración, los que pueden
desembocar en la comisión de los denominados «delitos funcionariales(962)*».
( 962 )
Conforme dicho reconocimiento social e institucional, es que elaboran los llamados «de
litos especiales propios», de cuyo cuño el legislador define una cualidad especial que
debe ostentar el autor, cuyo fundamento es su posición en determinadas instituciones,
consagradas en la Ley y en la Constitución; se cierra el círculo de autores, a quienes
detentan una especial vinculación con la estructura normativa de dichas instituciones;
así en la Berdugo Gómez de la Torre y otros, al escribir que los delitos especiales son
aquellos en los que el tipo limita el círculo de posibles autores a determinados sujetos,
al incorporar entre sus requisitos ciertas características en el autor, que concurren en
un número limitado de personas; Lecciones de Derecho Penal. Parte General, cit., p.
298; en opinión de G ómez M artín, (...) aquellos delitos de los que solo puede ser autor
aquel sujeto en quien concurren los elementos, cualidades, relaciones o propiedades
exigidos por el tipo; ¿Es autor de un delito especial quien domina el hecho? En: Dog
mática actual de la Autoría y Participación Criminal. Coordinador: Salazar Sánchez, cit.,
p. 324.
( 963 )
R oxin, C.; Autoría y dominio del hecho en Derecho penal, cit., p. 385.
( 964 )
El mismo R oxin postula que en los delitos consistentes en la infracción de un deber
se trata de sectores de la vida conformados ya jurídicamente (...), cuya capacidad de
funcionamiento debe ser protegida (...); Política Criminal y sistema de Derecho Penal,
cit., p. 63.
( 965 )
En la Introducción al libro de R oxin; Política Criminal y sistema de Derecho Penal, cit.,
p. 19.
(966) Sánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delito de Infracción de deber y participación delictiva,
cit., p. 29.
T ítulo X V III: D euto s contra la administración pública 465
En estos delitos el obligado sobresale entre los demás intervinientes por una
especial relación con el contenido del injusto del hecho, quien es autoh967).
Será por tanto, la normativa administrativa y/o laboral, la que defina
la relevancia jurídico-penal de la conducta imputada al funcionario públi
co, como núcleo del desvalor del comportamiento prohibido, sin tomar en
consideración los elementos constitutivos del tipo penal que componen la
descripción típica del injusto funcionarial. Aspecto que ha llevado a un sec
tor importante de la doctrina, ha rechazar esta construcción conceptual, al
afectar el principio de legalidad, bajo el axioma del nullum crimen sine lege
praevia. Así, cuando un sector importante de la doctrina colombiana, apunta
que aceptar sin reservas la categoría de los delitos de infracción de deber
podría significar echar por la borda los principios de legalidad, tipicidad y lesi-
vidad, establecidos, el primero como derecho fundamental, y los otros como
normas rectoras9 (968)9
7
6 .
6
Consecuencia importante de esta postura doctrinal, es como afirma
M uñozC o n d e , mientras que en los delitos de acción sólo puede ser autor
quien tenga el dominio del hecho, en los delitos consistentes en la infracción
de un deber sólo puede ser autor quien lesiona el deber extrapenal, sin que
interese en lo más mínimo el dominio del hecho (...)(969)(970); se advierte una
desvinculación de la realidad táctica con la descripción típica de la conducta,
en tanto sólo interesa acreditar la vulneración de un deber extra-penal. Existe
un consiguiente riesgo, de que las conductas típicamente «activas» se con
viertan en comportamientos «omisivos», sin de dejar de lado que en ciertos
casos el tipo penal -y a de forma enunciativa-, exige ciertos deberes de pro
tección, de salvaguarda y/o fomento del intraneus, sobre el objeto material
del delito, cuya infracción al generar un riesgo no permitido, puede generar
responsabilidad penal, cuando otro se aproveche de ello, para proceder a la
sustracción de un bien confiado a la esfera de custodia del servidor, dando
lugar al Peculado culposo. Es por ello que resulta indispensable fijar con toda
precisión los ámbitos y/o esferas de organización institucional que recae so
bre cada funcionario en particular.
G a r c ía C a v e r o en la doctrina nacional, sostiene que la categoría de los
delitos de infracción de un deber ha sido calificada (...), de una artificiosa,, in
necesaria y, en cierto modo, peligrosa construcción conceptual y sus criterios
(97°) vide, al respecto G im b e r n a t O r d e ig , E.; Autor y Cómplice en Derecho Penal, cit., ps.
297-298.
466 D erecho penal - P arte especial: T omo V
( 971 )
G arcIa Cavero, P.; La discusión doctrinal en tomo al fundamento dogmático del actuar
en lugar de otro, cit., pp. 368-369.
( 972 )
Sánchez-V era G ómez-T relles, señala que la distinción entre delito de dominio y de in
fracción de deber no es según R oxin, una delimitación lógico-conceptual, sino una clara
cuestión teleológica: a saber, una cuestión de interpretación de los tipos penales con
cretos; Delito de Infracción de deber..., cit., p. 34.
( 973 )
R obles P lanas, R.; La Participación en el delito: fundamento y límites, cit., p. 226.
( 974 )
Lo cual no supone -de ninguna forma-, la configuración típica de Colusión ilegal, como
no haber especificado de forma adecuada los criterios técnicos propuestos en la licita
ción pública.
( 975 )
R obles P lanas, R.; La Participación en el delito: fundamento y límites, cit., p. 233.
( 976 )
R obles P lanas, R.; La Participación en el delito:..., cit., p. 237.
( 977 )
Críticamente S chüneniann, acota que un concepto de esta clase es el de la competencia,
que no aporta nada para explicar los presupuestos de la autoría. En efecto, si se decla
ra autor a quien es competente por el hecho, se ha formulado una pura tautología; El
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 467
Dominio sobre el fundamento del resultado. En: Cuestiones básicas del Derecho Penal
en los umbrales del tercer milenio, cit., p. 284.
<978> A decir de G arcía C avero, los delitos de dominio son aquellas que castigan la infracción
del rol de ciudadano, es decir, la organización defectuosa de la propia esfera de orga
nización o de ámbitos ajenos pero libremente asumidos; La discusión doctrinal en forno
al fundamento..., cit., p. 381.
(®79) Debiéndose añadir que en algunos casos, una persona ha de asumir también los de
fectos de organización de otros, cuando se advierta una relación de garantía, cuando
el último de los mencionados no está en capacidad de asumir sus propios defectos de
organización personal.
(98°) S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delitos de Infracción de deber..., cit., p. 38.
(981) G arcía C avero, P.; La discusión doctrinal en torno al fundamento dogmático..., cit., ps.
383-384.
468 D erecho penal - P arte especial: T omo V
( 982 )
S ánchez-V era G ómez-T relles, J.; Delitos de Infracción de deber..., cit., p. 44.
( 983 )
R obles P lanas, R.; La Participación en el delito:..., cit., p. 228.
( 984 )
También se ha sostenido en contra de la teoría de los delitos de infracción de deber,
que en la medida en la que todas las norma imponen deberes y todos los delitos con
sisten en la infracción de una norma, se debería deducir que todos los delitos tendrían
el carácter de delitos de infracción de deber, como apunta Bacigalupo; Derecho Penal.
Parte General, cit., p. 469.
( 985 )
Al respecto, precisa S chünemann, que son los tipos penales de la Parte Especial que
describen el hecho y que, desde ese modo caracterizan como autor a quien pertenece
a esa descripción. Esto resulta tanto de la lógica forzosa de la finalidad preventiva del
Derecho penal, como también del origen de las leyes penales, cuya procedencia se
halla en la Parte especial, mientras que el concepto de autor ha sido desarrollado sólo
paulatinamente sobre esta base mediante abstracción; El Dominio sobre el fundamento
del resultado, cit., p. 285.
(986) Así, S uárez S ánchez, al indicar que si el sujeto no cualificado tiene el dominio del hecho
es autor del delito común, a pesar que sea determinado o ayudado por quien ostente la
posición jurídica especial, quien no será autor de delito de infracción de deber sino par-
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 469
tícipe del delito común, porque en este caso quien domina el hecho no infringe deber
especial y quien lo vulnera no tiene el dominio (...); Autoría, cit., p. 495.
(987) Su A r e z G o n z á l e z , C.; L os delitos consistentes en la infracción de un deber. En: La dog
se y naturaleza de los deberes asumidos por el agente; para Robles Planas, se trata de
la distinción entre aquellos delitos que son especiales por limitar el círculo de posiciones
desde las que se otorga relevancia típica a la lesión (delimitación de la posición especial)
de aquellos otros delitos que establecen limitaciones ya en el nivel de reconocimiento de
las normas de conducta que dan lugar a la aplicación de la norma de sanción típica; La
participación en el delito;..., cit., p. 238.
("°) Así, G ómez M artin, al apuntalar que debe serlo el sujeto que, además de ser formalmen
te el intraneus, tiene bajo su control material el ámbito funcional de dominio en el que
se encuentre implicado el bien jurídico lesionado o puesto en peligro; ¿Es autor de un
delito especial quine domina el hecho?, cit., p. 336.
(991) S uarez S ánchez, A.; Autoría, cit., p. 494.
<992) S chünemann, B.; El dominio sobre el fundamento del resultado, cit., p. 295.
(393) G ómez M artín, V.; ¿Es autor de un delito especial quien domina el hecho?, cit., p. 366.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 471
G ómez M artin, V.; ¿Es autor de un detito especial quien domina el hecho?, cit., p. 331.
G ómez M artin, V.; ¿Es autor de un delito especial quien domina el hecho?, cit., p. 332.
472 D erecho penal - P arte especial: T omo V
El artículo 387° del CP, tiene como objeto material del delito, a «cau
dales y/o efectos», los cuales deben haber ingresado necesariamente a la
esfera de competencia funcionarial del intraneus; para lo cual nos remitimos
a todo lo dicho en el desarrollo dogmático de la presente figura del injusto
funcionarial.
del CP; entre estas figuras delictivas, posición importante ocupa el delito de
Apropiación Ilícita, dada su alta tasa de incidencia criminal.
Convenimos, por tanto, que el desvalor del injusto material del delito
contenido en el artículo 190° del CP, no aparece cuando el agente recibe el
bien (dinero, caudales), sino de forma ulterior, cuando el autor se muestre
renuente a devolver el objeto material del delito, lo cual lo distingue clara
mente del delito de Hurto o de Estafa. La nuclearidad apunta Peña Cabrera
descansa, en el incumplimiento por parte del autor de disponer del bien con
las exigencias que en el título se expresan. La esencia de esos delitos se
limitan a aquellos casos en los que se transmiten la posesión a través y ex
clusivamente mediante un título que señala la forma y modo de devolver el
bien recibido(996).
El título debe causar la obligación de entregar o de devolver, entre las
cuales la regla menciona al depósito, la comisión y la administración y en una
fórmula amplia, «otro título semejante que produzca la obligación de entregar
o devolver», comprende a todos los actos que transfieren materialmente la
custodia o vigilancia del bien mueble(997).
¿Cuál sería el título por el cual el funcionario y/o servidor público, recibe
el dinero por concepto de “viáticos”? No es propiamente la “comisión”, puesto
que el funcionario no va a recibir una comisión por la labor ejecutada, al cons
tituir un fondo patrimonial encaminado a cubrir sus necesidades más elemen
tales en el viaje de servicios. Nos inclinamos por encajar el supuesto fáctico,
dentro de la cláusula abierta, que el legislador ha definido en la composición
normativa del artículo 190° del CP; donde la exigencia de la devolución, se
prevé en las disposiciones legales referidas al presupuesto y al tesoro público.
Es decir, debemos remitirnos a una norma extra-penal, para complementar -
de forma específica-, el desvalor típico del comportamiento en examen.
Cuestión importante a saber, es que la perfección delictiva no se alcan
za con el mero hecho de no devolver el dinero por concepto de viáticos -no
gastado-, sino que se requiere algo más: que la Administración le requiera por
escrito al servidor público, la devolución del dinero, otorgándole un término pe
rentorio; luego de vencido el plazo, recién estaremos ante una conducta sus
ceptible de ser calificada como Apropiación Ilícita. Si es que la Administración
procede directamente descontarle el dinero de los haberes del funcionario,
sin haber hecho uso del requerimiento formal, no se podrá reputar la omisión
como delictiva, sino como una infracción administrativa, pues no se podría ad
vertir aún, que el agente tiene la intención de apropiarse del caudal dinerario.*0
9
(996) p EÑA C abrera, R.; Tratado de Derecho Penal..., Il-A, cit., p. 210.
097) p EÑA C abrera, R.; Tratado de Derecho Penal..., Il-A, cit., ps. 212-213.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 475
A MODO DE CONCLUSIÓN
La línea argumental expuesta, nos define un ámbito muy peculiar de
la criminalidad, que por su escaso desarrollo dogmático, puede llevar a reso
luciones teóricas equívocas, sea por considerar a la no devolución de “viáti
cos”, como infracción administrativa o como presunto delito de Peculado; ni
uno ni el otro; lo primero, en la medida que se observa un suficiente desvalor
material en dicha conducción, necesitado y merecedor de pena y, lo segun
do, al no concurrir los presupuestos de configuración típica, propuestos nor
mativamente en el artículo 387° del CP, donde el argumento de la «infracción
del deber», resulta un argumento insuficiente, para dotar de sustantividad a
los injustos funcionariales.
La búsqueda por un «criterio material», en los delitos especiales pro
pios, nos conducen a rechazar criterios meramente formales, incapaces de
respetar en rigor el principio de legalidad, pues bastaría que al intraneus, se
le reconozca una competencia -d e orden institucional-, para que se atribuya
responsabilidad penal, sin tomar en cuenta si con su obrar se configuró o no
<998) En; G aceta Penal y Procesal Penal N° 39, septiembre 2012, cit., p.259
476 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
El legislador nacional observa siempre la tendencia de criminalizar la
mayor gama de conductas posibles, que si bien puede resultar atinado des
de una proyección de política criminal, no puede decirse lo mismo desde un
plano dogmático, sabedores que la coherencia y correspondencia entre los
tipos penales, son criterios rectores de toda sistematización codificadora.
El artículo 388° del CP, denominado como: «Peculado por Uso», viene
a entrecruzarse normativamente, con el «Peculado por Utilización», contem
plado en el artículo 387° del CP, al detentar ambas figuras el mismo verbo
rector, esto es, de emplear objetos pertenecientes a la Administración Públi
ca o que se hallen bajo su guarda, con la particularidad que en el primero
de los nombrados recoge un objeto material distinto: “vehículos, máquinas o
cualquier otro instrumento de trabajo”; por ello nos preguntamos si es que la
extensión del objeto material pudo haberse previsto en los alcances norma
tivos del artículo 387° del CP o, en su defecto, dejar todas las modalidades
de Peculado de Uso, en los renglones legales del artículo 388° del CP. En
todo caso, señala H u g o Á lv a r e z , también debió tipificar el peculado por utili
zación de trabajo o servicios en provecho propio o de terceros y no dejar un
vacío de impunidad de un hecho muy generalizado en nuestro medio(999). La
legislación penal argentina, concretamente en su artículo 261°, recoge dicha
figura, al disponer que normativamente: la represión se dirige al funcionario
que empleare en provecho propio o de un tercero, trabajos o servicios paga
dos por una administración pública.
El artículo 134° del CP colombiano, tipificado el Peculado por Uso,
cuando el servidor público, indebidamente usa o permite que otro use bienes
del Estado o de empresas o instituciones en que este tenga parte, o bienes
de particulares cuya administración o custodia se le haya confiado por razón
de sus funciones.
Siguiendo con las distinciones de ambos Peculados, A b a n to V á s q u e z ,
escribe que no se entiende esta diferencia, pues en ambos casos el injus
to penal es igual, no obstante lo cual la sanción penal es diferente(1000); es
cierto, no se comprende porque se privilegia con una atenuación punitiva a
quien usa un vehículo estatal con fines privados, que aquel que emplea la
laptop asignada a su cargo, en trabajos privados en su hogar. En todo caso,
el Peculado por apropiación debe recibir una pena mayor que el Peculado
por uso.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(i°°1) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 278.
(1002> A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 373.
(i°°3) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 296.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 479
(ioo4) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 377.
(i°°s) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 281
480 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(1006) vide, al respecto, Bernal P inzón, J.¡ Delitos contra la Administración Pública, cit., ps.
35-38.
<1007) Salazar S ánchez, N.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 401.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 481
(1008) p EÑA C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 214.
(1009) P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 215.
482 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1010) p EÑA q abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 215.
<1011> Vide, al respecto, H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., ps. 298-299.
(1°12) A banto VAsquez, M. Op. cit. 374.
(1013) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 280.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 483
<1018> A banto V ásquez, M.; Los delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 376.
486 D erecho penal - P arte especial: T omo V
<1019> Se ha dejado en claro, que la única diferencia entre el Peculado de Uso, contenido en
el artículo 387° del CP, con el Peculado de Uso, contemplado en el artículo 388° del CP,
estriba en la naturaleza del objeto material del delito.
488 D erecho penal - P arte especial: T omo V
MALVERSACIÓN DE FONDOS
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Los funcionarios y servidores públicos, que administran y perciben fon
dos estatales, tienen el deber de resguardar su intangibilidad así como de
procurar la adopción de medidas tendientes a evitar que terceros los sustrai
gan de la esfera de la Administración.
Se penalizan aquellos actos, en virtud de los cuales, los funciona
rios «Garantes» del patrimonio (bienes) estatal, en vez de protegerlo y
conservarlos adecuadamente, procede a su apropiación u indebida utili
zación, dando lugar a una aplicación privada del erario público. Compor
tamientos constitutivos del delito de Peculado, según los términos norma
tivos expuestos en los artículos 387° y 388° del CP; donde la severidad
en la reacción penal obedece a la naturaleza de los deberes infringidos
así como a los efectos perjudiciales para el servicio público en relación
con la colectividad.
Vimos, entonces, que el patrimonio estatal se ve comprometido, cuan
do el intraneus se encuentra incurso en la modalidad típica de Peculado y
sus derivados; no obstante dichos bienes estatales pueden verse también
afectados, cuando el funcionario o servidor público desvía el cauce legal de
los bienes que administra, dando una aplicación distinta a los parámetros
legales establecidos, pudiendo afectar el servicio público y la función enco
mendada.
Aparece así, la figura delictiva de «Malversación de Fondos», conteni
da normativamente en el artículo 398° del CP, donde el disvalor reposa en el
desvió de los fondos por parte del funcionario público, a un destino diverso al
establecido en la Ley, pero aplicándolo en el ámbito mismo de la Administra
ción. Surge, por tanto, un elemento que le otorga particularidad a este injusto
funcionarial, con respecto a la figura delictiva del Peculado. Así, R e á t e g u i
S á n c h e z , al señalar que en el delito de malversación de fondos se sanciona
la conducta del funcionario público que da una aplicación definitiva distinta a
los fondos públicos al previamente establecido por la propia administración
pública, por lo que los fondos públicos permanecen dentro del ámbito de
dominio de la administración pública, no los pierde como en el caso del delito
de peculado(1021).
“Malversar” significa hacer un mal uso de los fondos públicos, de eje
cutar incorrectamente el presupuesto público; disponer de forma deficitaria
del erario público, contrariando las normas presupuéstales en rigor.
(1022) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 292.
(1023) G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V., cit., p. 523.
(i°24) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 170.
T ítulo XVTII: D elitos contra la administración pública 491
<1025> A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 380-381.
(1026) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 286-287.
(i°27) |_|UG0 Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 311.
492 D erecho penal - P arte especial: T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
Dice el enunciado normativo, que el sujeto activo debe ser un fun
cionario o servidor público, por lo que al cerrarse el círculo de autores, a la
cualidad funcional, se excluye que los particulares pueden ostentar dicha
condición, configurando un delito «especial propio». Si es que interviene un
particular (extraneus) en el iter criminis, éste tendrá que responder como
partícipe (complicidad), siguiendo el criterio de la Unidad en el Título de la
Imputación.
Vemos que no basta con que el sujeto tenga la cualidad de funcionario,
sino que aquél debe mantener una relación funcionarial, con el dinero o bie
nes, de forma particular debe de administrarlos, tal como sucede en el delito
de Peculado; aparece así el fundamento material del injusto sostenido sobre
el prevalimiento del cargo público.
Aquel servidor público que sólo detenta el bien de forma táctica y, así
lo distrae de su destino legal, no podrá estar incurso en el delito de Malver
sación de Fondos, al carecer de la relación funcional con el objeto; hipótesis
que muy difícilmente se dará en la práctica, pues aquel que se apodera del
bien, lo hará generalmente para sustraerlo de la esfera de la Administración,
cometiendo el delito de Peculado; máxime, si son precisamente las facul
tades de administración que le dan la posibilidad al intraneus de dar a los
bienes una aplicación pública distinta a la prevista en la legalidad. Podría ser
un delito de Abuso de Autoridad, siempre y cuando la distracción del dinero
pueda provocar un perjuicio a un tercero, según los términos normativos del
artículo 376° del CP, siempre que el intraneus tuviese la potestad funcio
nal de tomar decisiones sobre la aplicación del dinero, pero dicha potestad
nunca la tiene el mero detentador o custodio de los bienes. Así, el simple
guardián contratado por la Administración Pública para custodiar bienes o los
meros empleados del funcionario administrador de los bienes no pueden ser
sujetos activos del delito de “malversación”, anota A b a n to V á s q u e z (1032) ( . . . ) .
Siendo dos los funcionarios públicos, encargados de administrar el
dinero o bienes estatales, podrán ser considerados Co-autores, siempre y
cuando compartan el co-dominio funcional del hecho y, que el injusto pueda
ser considerado como una obra de ambos.
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(i°32) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 3 8 1-382.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 495
(1033) pEÑAq abrera F reyre, A.R.; D e re c h o P e n a l. P a rte E s p e cia l, T. II, cit., p. 161.
496 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Poco importa la naturaleza del acto que fija el destino de los fondos
(ley, decreto, orden); basta que exista una determinación legítima de ese
destino y que el funcionario los aplique a otro(1046); asimismo, no interesa
que la aplicación del dinero, de manera ilegal, reporte al autor una ventaja
económica o algún tipo de beneficio indebido, puede o no actuar con ánimo
de lucro.
(1048) Así, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 159.
(1049) Así, H ugo Á lvarez, al referirse a la circunstancia agravante, contenida en el segundo
párrafo del articulado antes de la modificatoria; El delito de Peculado, cit., p. 329.
(1050) C reus, C.; D e re c h o P e n a l. P a rte E s p e cia l, T. II, cit., p. 295.
500 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1051) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 270.
(1052) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 269; Cfr., A banto V ásquez, M.;
Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 188-189.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 501
(1056) Así, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, clt., p. 270.
(ios7) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, clt., p. 376.
(losa) Vide, al respecto, Salinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps.
375-376.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 503
5. CIRCUNSTANCIA AGRAVANTE
Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de
apoyo social, de desarrollo o asistenciales y son destinados a una aplicación
definitiva diferente, afectando el servicio o la función encomendada, la pena
privativa de libertad será no menor de tres años ni mayor de ocho años.
El legislador ha seguido la pauta establecida en el delito de Peculado,
al construir una Circunstancia de Agravación, en mérito al destino del dinero
o de los bienes que administra el funcionario o servidor público.
Es sabido, que el presupuesto público, siempre contempla determi
nadas partidas económicas a satisfacer las demandas de los programas de
apoyo social, de desarrollo o asistenciales; no sólo se ejecutan a partir de los
sectores del Poder Ejecutivo, sino que un grueso de aquéllos le corresponde
aplicar a las entidades Municipales y a los Gobiernos Regionales. Todo ello,
en la procura de cumplir las labores privativas del Estado de bienestar.
Los bienes que se destinan en estos programas de apoyo social, to
man lugar generalmente en beneficio de los estratos sociales más empo
brecidos, en el decurso de la ejecución de programas de desarrollos social
o ante estados de calamidad pública; siguiendo los objetivos comprendidos
en los fines axiológicos del Estado, conforme a los a las necesidades de sa
lud, de educación, de alimentación, procurando proveer a dichos sectores de
los elementos esenciales para su subsistencia. A tal efecto, el Presupuesto
Público contiene una asignación económica especial para atender dichas
demandas sociales, confiriendo a los estamentos públicos su ejecución, es
decir de hacer llegar dicho dinero o bienes a sus legítimos destinatarios.
En tal mérito, cuando dichos bienes o fondos públicos, no llega a sus
accesitarios, -quienes deben verse favorecidos con duchas prestaciones
públicas-, se manifiesta una grave alarma social, una defraudación de los
comunitarios, a su vez una perturbación latente a la función encomendada.
Dicha situación de disvalor es recogida por el legislador, elaborando norma
504 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. COMENTARIOS GENERALES
El legislador ha tipificado el delito de «Retardo Injustificado de Pago»,
bajo los alcances normativos del artículo 390° del CP, mediando una vincu
lación delictiva con los tipos penales de Peculado, en el sentido de que el
agente (intraneus) administra fondos públicos, es decir, media una vincu
lación funcional entre el autor y el objeto material, característico de estos
injustos funcionariales.
No puede tratarse de cualquier funcionario o servidor público, pues sólo
aquellos que se encuentran revestidos con cierto poder funcional, tienen la
potestad legal de decidir el pago de una deuda u otros, con fondos públicos.
No obstante, vemos que la conducta no importa ni apropiación de cau
dales públicos, tampoco desviar el curso legal del presupuesto público, sino
que omite ejecutar una prestación dinerada, estando obligando a hacerlo,
configurando un delito de “omisión propia”, emparentado con los injustos pe
nales de desobediencia, en tanto el pago debe estar ordenada por la norma
tiva o por autoridad competente.
Se advierte, por tanto, un comportamiento prohibido, cuyo disvalor no
reside propiamente en la apropiación o en ilegal uso de los fondos o bienes
públicos, sino en la demora injustificada del pago, lo que quiere decir, <es
que el funcionario llega a decretar la efectividad del pago, pero de forma
extemporánea; de ahí, que cuenta con una familiaridad con el tipo penal de
“Demora de Actos Funcionales”, previsto en el artículo 377° del CP, cuya dis
tinción reposa en la singularidad de que la demora en el artículo 390° del CP,
se refiere al deber de pagar que tiene la institución con fondos expeditos para
(1061> Así, R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 2 93.
(1062) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 350.
(1063) S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 187.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 507
(1064) Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 391.
(1065) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 305.
(i°66) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 391.
508 D erecho penal - P arte especial: T omo V
estaríamos ante una Instigación; siendo que el primero al estar revestido con
el poder decisorio de disponibilidad material y el otro un mero ejecutor, este
último estaría exento de pena, al obrar amparado en la Obediencia Debida,
pero no por este delito sino por el delito de Abuso de Autoridad.
Sujeto pasivo lo es únicamente el Estado, como titular de la actuación
que se imparte en todo el seno de la Administración Pública, mas agraviado
directo, quien no recibe el pago que por ley tiene el derecho a recibir.
2. MODALIDAD TÍPICA
Primer punto a saber es que la conducción típica hace alusión a una
“omisión”, al señalarse que el autor debe incurrir en una demora injustificada
de un pago ordinario o decretado por la autoridad competente; el agente, por
tanto, no cumple con el mandato de legalidad, no hace lo que la Ley o la autori
dad le exige realizar, tomando lugar el pago de forma extemporánea {demora)]
valoración que ha de tomar lugar desde un plano normativo y no natural
Se habla en el tenor literal del enunciado, que la actuación del funcio
nario implica una «demora», de que el autor llega a efectuar el pago, (retar
do, dilación indebida), incumplimiento los plazos previstos en la Ley, es decir,
acá no se trata de una omisión pura, conforme lo previsto en la primera mo
dalidad típica contenida en el artículo 377° del CP. Se necesita, por tanto de
un cumplimiento, que esté sometido a un determinado plazo o al tiempo fija
do por la autoridad competente, cuya inobservancia por parte del funcionario
daría lugar al injusto penal -in examine-; sin existir un requerimiento previo.
La demora puede consistir en no efectuar el pago cuando es el mismo
funcionario el que debe realizarlo, o en no dar la orden de pagar cuando lo
efectuar otro, mediando ese requisito(1067)1
.
8
6
0
Si la demora respondiera al cambio de destino público de los fondos o
a sus sustracciones por el funcionario que los administra, custodia o percibe
por razón de su cargo, serán aplicables las previsiones de malversación o
el peculado, de los cuales la demora en el pago sólo será una consecuen
cia^068).
(1067) C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 306.
(1068) F ontán Balestra , C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 855.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 509
(1069) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 306.
(i°7°) a sí , R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 295.
(i°7i) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 306.
510 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1072) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 855.
(1073) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 295.
(1074) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 856.
(i°75) Así, H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 355; C reus, C.; Derecho Penal.
Parte Especial, T. II, cit., p. 306.
(1°76) A banto V ásquez, C.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 393.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 511
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
La Sección III del Título XVIII del CP, agrupa una serie de injustos
funcionariales, que tiene como común denominador, aquella conducta des
tinada a hacer un mal uso de los bienes y caudales del Estado; sea cuando
el intraneus se apropia de ellos, cuando ejecuta un uso indebido (privada),
así también cuando les da un destino contrario a la legalidad aplicable; es
de esta forma que el erario público se ve comprometido, cuando el agente
perpetra los delitos de Peculado y de Malversación de Fondos. No obstan
te, el núcleo del disvalor antijurídico no radica precisamente en una posible
afectación al acervo patrimonial del Estado, sino en los principios rectores
que guían la actuación de la Administración Pública en el marco de un orden
democrático de derecho: la legalidad, la objetividad y la correcta aplicación
(1077) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 296.
512 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1078) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 299.
(1079> S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 188.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 513
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(1081) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 300.
(1082) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 387.
(1083) vide, al respecto, A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 395.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 515
<io84) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 297.
(i°85) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 277.
(ios6» S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 182.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 517
(1°87) a Sí , A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 396.
<1088) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 362.
(iom) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 173.
(loro) Q reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 261.
518 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1091) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 240.
<1°92) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 307.
(1093) F ontAn Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 856.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 519
EXTENSIÓN DE PUNIBILIDAD
A r t . 3 9 2 .- “E s tá n sujetos a lo p rescrito e n los a rtícu lo s 3 8 7 a 3 8 9 , los q u e
a d m in is tra n o cu sto d ia n d in ero p e rte n e c ie n te a las en tid a d es d e b en eji-
(1094) Así, H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 365; A banto V ásquez, M.; Los
Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 397.
(1095) Así, A banto V ásquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 244;
S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 144.
(1096) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 302.
520 D erecho penal - P arte especial: T omo V
c en cía o sim ila res, los ejecu to res coactivos, a d m in istra d o res o depositarios
d e d in ero o b ien es em b a rg a d o s o depositados p o r o rd e n d e a u to rid a d com
p e te n te , a u n q u e p e rte n e z c a n a p a rtic u la re s , a s í com o todas las p erso n a s o
rep resen ta n tes leg a les d e p erso n a s ju r íd ic a s q u e a d m in is tre n o cu sto d ien
d in ero o b ien es destin a d o s a fin e s a sisten cia les o a p ro g ra m a s d e apoyo
social}\
1. FUNDAMENTO DE PUNICIÓN
La política criminal en nuestro país, es en realidad azarosa y altamente
productiva, por la forma permanente e incansable en que toman lugar las
reformas penales, propiciando modificaciones e inclusiones normativas en
todos los apartados de la criminalidad.
Un universo delictivo, como los delitos que afectan a la «Administra
ción Pública», propician un estado de debate acalorado, en mérito a los he
chos noticiosos (delictuosidad pública), que día a día se conocen por los
medios de comunicación social; a tal efecto los políticos ensayan una serie
de fórmulas normativas, que en consuno se orientan esencialmente a poner
coto a la criminalidad que se gesta en el seno de los estamentos públicos.
Determinando y sancionando leyes penales, cuyo derrotero político criminal
es de cerrar todo espacio de impunidad, extendiendo los alcances de la nor
ma a un mayor número de supuestos (tácticos) así como a un mayor número
de autores.
(1097) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 398-399.
<1098> H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 372.
(i°99) rojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 304.
522 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1100) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 182-183.
(11°D Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 47.
(n°2) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 304.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 523
tituir dicho estados posesorios. Pero tal protección puede resultar excesiva,
al imponer penas demasiado severas a personas que sólo metafóricamente
pueden considerarse funcionarios públicos(1107).
Valgan verdades, la Extensión de Punición que se recoge en este pre
cepto penal, genera una serie de cuestionamientos -en puridad valederos-,
pues como hemos postulado a lo largo de esta capitulación, lo que dota de
contenido material a estos injustos funcionariales, constituye la especial y
particular vinculación entre el autor y el objeto material del delito, erigiéndose
en la posición de «Garante» que tiene por basamento los deberes inherentes
al cargo público; dichos deberes nunca podrán ser quebrantados por el parti
cular, de manera que la apropiación de caudales depositados a un extraneus
debe constituir delito de Apropiación Ilícita y no de Peculado.
La razón de la acriminación podría residir en el hecho de que las fa
cultades de administración, de depositario, etc., emergen de una decisión
emanada por una autoridad pública en el ejercicio regular de sus funciones;
empero, ello no es motivo suficiente para la extensión punitiva. Así, también
en el decurso de procesos judiciales, se nombran Peritos de las diversa ra
mas del saber y, ello no tos convierte per se en funcionarios públicos.
En mérito a la línea argumental esbozada, resulta complicada la labor
de hermenéutica, al momento de fijar el bien jurídico, pues en el caso del Pe
culado y la Malversación de Fondos, acotamos que era el correcto funciona
miento de la Administración, en cuanto a una sujeción estricta a la legalidad,
en la custodia, administración y percepción de los bienes así como una ges
tión apegada a la ley presupuestal. Los particulares, al no estar insertos en el
aparato público, no están en posibilidad de quebrantar dichos principios, por
lo que el objeto jurídico de tutela sería la fidelidad en la custodia de los bienes
que el encarga la Administración, en cuanto a ejercer actos de conservación,
protección y devolución cuando así lo disponga la autoridad competente. A
ello se añade la intangibilidad del patrimonio de particulares confiado a la
Administración, conforme a los cometidos de ésta última.
Los objetos de protección, de manera paralela al peculado y la malver
sación, consisten en el patrimonio privado en cuanto a su existencia y des
tino con finalidad social(1108). Es el normal y correcto ejercicio de la actividad
patrimonial de la administración privada de las instituciones de beneficencia
o similares, la diligencia en el desempeño y cuidado del dinero o bienes y el
uso correcto de las mismas(1109); o de cautelar bienes de utilidad o uso común
(1107) M uñoz C onde, F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 1021.
<1108> A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 400.
(1109) H ugo Á lvarez, J.B.; El delito de Peculado, cit., p. 384.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 525
(1110) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 307.
(1111) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 183.
526 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(H13) A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 401.
528 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Con excepción, claro está del ejecutor coactivo, tanto los administra
dores como los depositarios pueden ser los particulares; es decir, una perso
na natural o persona jurídica dependiendo de lo ordenados por la autoridad
competente(1114).
En el decurso de un proceso judicial o administrativa, no en pocas
oportunidades, resulta necesario adoptar ciertas medidas precautorias, en
caminadas a garantizar las pretensiones de las partes; esto quiere decir,
que los derechos subjetivos (bienes) de los sujetos procesales pueden verse
afectados provisoriamente, amén de cautelar los fines esenciales del proce
so cognoscitivo.
Un bien estará «embargado», cuando sobre aquél ha recaído una
afectación determinada por una suma de dinero, a fin de garantizar la efec
tiva ejecución de la obligación principal(1115); así, conforme se prescribe en el
artículo 642° del CPC y en el artículo 302° y ss., del nuevo CPP, pudiendo to
mar lugar también, en un proceso administrativo (artículo 146° de la LGPA).
El artículo 649° del CPC, dispone que: “Cuando el embargo en forma
de depósito recae en bienes muebles del obligado, éste será constituido en
depositario, salvo que se negare a aceptar la designación, en cuyo caso se
procederá al secuestro de los mismos, procediéndose de la manera como se
indica en el párrafo siguiente.
Cuando el secuestro recae en bienes muebles del obligado, éstos
serán depositados a orden del Juzgado. En este caso, el custodio será de
preferencia un almacén legalmente constituido, ei que asume la calidad de
depositario, con las responsabilidades civiles y penales previstas en la ley.
Asimismo, está obligado a presentarlos bienes dentro del día siguiente al de
la intimación del Juez, sin poder invocar derecho de retención"-, mientras que
el artículo 655° (in fine), establece que: “Los órganos de auxilio judicial están
en el deber de conservarlos bienes en depósito o custodia en el mismo esta
do en que los reciben, en el local destinado para ello, a la orden del Juzgado
y con acceso permanente para la observación por las partes y veedor, si lo
hay. Asimismo, darán cuenta inmediata al Juez de todo hecho que pueda
significar alteración de los objetos en depósito o secuestro y los que regulen
otras disposiciones, bajo responsabilidad civil y penar.
Por su parte el artículo 669° -del mismo cuerpo legal-, señala que:
“Cuando la medida recae sobre bienes fructíferos, pueden afectarse en ad
ministración con la finalidad de recaudarlos frutos que produzcan".
La Ley N° 26979 - Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva, prevé
en el artículo 13.1, que: “ La Entidad, previa notificación del acto administrativo
que sirve de título para el cumplimiento de la Obligación y aunque se encuentre
en trámite recurso impugnatorio interpuesto por el obligado, en forma excepcio
nal y cuando existan razones que permitan objetivamente presumir que la co
branza coactiva puede devenir en infructuosa, podrá disponer que el Ejecutor
trabe como medida cautelar previa cualquiera de las establecidas en el artículo
33 de la presente Ley, por la suma que satisfaga la deuda en cobranza”.
Por otro lado, el “depositario” o “administrador”, puede ser una persona
natural o una persona jurídica; en el segundo supuesto, resulta lógico que la
imputación jurídico-penal no puede atribuirse a dicho ente ficticio, sino que
debe identificarse a quienes ostentan el dominio social típico de la empresa,
mediando la disposición normativa del “Actuar en lugar de otro”, prevista en
el artículo 27° de la PG del CP.
Ahora bien, las instancias del Poder Judicial, en el marco de su ac
tuación jurisdiccional, pueden tener a bien, la designación de “custodios” o
“administradores”, mediando un nombramiento con todas las observancias
de la Ley de la materia, cuya concreción no está sujeto a negociación por
parte del nombrado, supone un acto unilateral, cuya fuerza imperativa le vie
ne revestida por la legalidad pertinente. Cualquier otro administrador o de
positario queda sometido a las disposiciones del título de los delitos contra
la propiedad(1116).
Aquel nombramiento que emite una autoridad incompetente, por fun
cionario público que no se encuentra revestido de dichas facultades, inci
diría en una valoración negativa de tipicidad penal, al haberse producido
una orden de custodia en franca contravención a la Ley; incidiendo en un
desplazamiento de la adecuación típica del custodio o depositario a un nivel
de delincuencia patrimonial convencional y, el usurpador al tipo penal com
prendido en el artículo 361° del CP.
Estos sujetos activos del delito pueden ser personas naturales o jurí
dicas, no se requiere necesariamente que sean o personas o instituciones
(1117) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 305.
(1118) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 175.
(1119) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 304.
(1120) S alazar S ánchez, N.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 490.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 531
indebida por parte del depositario, siempre y cuando se haya efectuado do
losamente. Lo segundo, es su extravío o dígase su pérdida, sin estar de por
medio una conducta de apropiación, es decir, el depositario actúa de forma
imprudente y guarda el bien en un lugar visible por terceros y, así se produ
ce la sustracción; según dicha descripción fáctica, el depositario al haber
lesionado el deber de cuidado habría generado un riesgo jurídicamente des
aprobado constitutivo de Peculado culposo. No se presenta esta fórmula de
imputación jurídico-penal, si es que no se advierte dicha relación de riesgo,
cuando la sustracción del bien obedece a factores no imputables a la esfera
de organización del agente; sin embargo, podría advertirse responsabilidad
civil, tanto del custodio como del Juez quien lo designó, según lo previsto en
el artículo 626° del CPC.
(1122) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., c i t ., p s . 405-406.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 535
(«23) p e forma expresa en la cobertura normativa del artículo 190° del CP.
<1124) Conforme lo sostenido en la Ejecutoria suprema N° 2212-04, “(...) al sujeto activo, ade
más de exigirle que cuente con la condición de funcionario o servidor público, se exige
que cuente también con una relación funcional ineludible con los efectos y caudales del
Estado objeto del delito”.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 537
S ección IV
C orrupción de funcionarios
1. c o n c e p t o s p r e l im in a r e s , a n t e c e d e n t e s h is t ó r ic o s y
DEFINICIÓN CONCEPTUAL
De los fenómenos sociales más preocupantes de los últimos años, es
sin duda la «Corrupción»; lacra sociológica que corroe las visceras funda
mentales del sistema jurídico-estatal, propiciando una serie de consecuen
cias negativas, de las más diversas índoles; desde factores de naturaleza
moral, ética, social y cultural, pasando por una reprobación de carácter jurí-
dico-penal.
Si algo atrasa el desarrollo socio-económico de los pueblos es la Co
rrupción, fenomenología que se incuba en todo el aparato público, arrastran
do a un gran número de funcionarios y servidores públicos en estas prácticas
ilícitas, que tanto daño producen a la estructura democrática de nuestro país.
Valgan verdades, la Corrupción no es una situación en puridad nue
va en el Perú, aquella ha tomado lugar desde los inicios fundacionales de
la República (siglo XIX), cuando los gobernantes de turno, negociación su
actuación funcionarial a cambio de un precio, dádiva o todo tipo de ventaja
indebida, tal como sucedió con las llamados “empréstitos” y con la venta (ex
portación) del salitre y del guano. Lo que sucede es que la Corrupción actual
es más vista por los ojos de la población, a lo cual debemos sumar la exten
sión burocrática del aparato público, pues mediando los medios tecnológicos
que emplean los medios de comunicación social, puede observarse de for
ma clara, como algunos funcionarios reciben coimas, dádivas y otro tipo de
(«25) p e igual forma ha de procederse, ante el conflicto normativo entre los delitos de Se
cuestro y Extorsión, de Lesiones graves con la tentativa de Homicidio así como en las
Lesiones graves seguidas de muerte con un Asesinato consumado.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 539
(1127) vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. IV, cit.,
ps. 418-426.
(1128) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Manual de Derecho Procesal Penal, cit.,
ps. 297-300; R eátegui Sánchez, J.; El delito de Cohecho, cit., p. 472.
(1129) S errano G ómez, A .; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 747-748; Así, A banto V ásquez,
M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 411.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 541
(1130) M ommsen, T.; citado por S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 157; Cfr.,
C uello C alón, E.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 439; F ontán Balestra, C.;
Derecho Penal. Pare Especial, cit., p. 828.
542 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1131) A banto V ásquez , M.; Los D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 413.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 543
(1132) R odríguez G ómez , C.; C o rrup ció n e n la a d m in istració n p ú b lic a :..., cit., p. 241.
544 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1133) R eátegui Sánchez, J.; El delito de Cohecho. En: Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps.
468-469.
(1134) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 323.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 545
(1135) Así, R odríguez G ómez, C.; Corrupción en ¡a administración pública:..., cit., p. 237.
(H36) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. III, cit., p. 362.
(1137> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 324.
546 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1138) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 272.
(1139) M orales P rats, F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1626.
( 1140)
S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 158.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración pública 547
(1141) M uñoz C onde, F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 1004; Bustos Ramírez, J.;
Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 447.
(1142) Una orientación de política criminal en ese sentido, se advierte en la legislación penal
española, como nos relatan O rts Berenguer y V aleigeÁ lvarez, (...) al elevar a conductas
típicas como la solicitud del funcionario, como la oferta del particular, desaparece la
exigencia de acuerdo o convenio entre ambos sujetos para que el delito se perfeccione.
Consecuentemente, con el cambio operado, cada una de las modalidades de cohecho
se consuma con plena independencia de la otra. El cohecho que, tradicionalmente
exigía la preceptiva intervención de dos personas, a partir de la citada reforma puede
ser perfectamente realizada con la sola intervención de uno de ellos; Comentarios al
Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1809.
548 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1144) Bernal P inzón. J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 103.
(1145) ü b e r h o fen , M.; La Corrupción en el Derecho Comparado, cit., p. 39.
(1146) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial dei Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1627; R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 328.
(1147) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit,
p. 1627.
550 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1148) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 327.
(1149) Cfr., Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 103.
(115°) Ü berhofen, M.; La Corrupción en el Derecho Comparado, cit., p. 40.
T ítulo XVTII: D elitos contra la administración pública 551
(1151) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1627.
(i« 2) Así, Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 103-104.
(1153) Vide, al respecto, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps.
275-276.
552 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1157> Esta Convención adoptada en Caracas en marzo de 1996, fue aprobada por Resolución
Legislativa N° 26756 del 05/03/1997, ratificada por Decreto Supremo NQ012-97-RE, de
21/03/1997 y entró en vigor el 04/07/1997.
554 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Lo que se quiere decir en otras palabras, que son los propios déficits
democráticos e institucionales, que caracterizan a unas Naciones, lo que
dificulta un avance importante en la lucha contra la corrupción en todos sus
niveles; mientras no se consoliden instituciones fuertes, según las bases de
un Estado de Derecho, que impidan la penetración de la influencia política, la
Corrupción seguirá campeando en todas sus manifestaciones, de nada bas
tará el esfuerzo de una integración regional de normativas idóneas, cuando
los propios Estados miembros no adopten medidas drásticas que enfrenten a
este flagelo, no sólo desde la esfera del aparato público, sino también desde
la esfera privada.
(11S8> Si bien el artículo 425° del CP, no comprende a estos funcionarlos, una interpretación
sistemática del inciso 6 con la Convención Interamericana contra la Corrupción, permite
incluir a estos funcionarios en razón de una interpretación latu sensu.
556 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1161) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit.., p. 415.
(1162) Así, Ü berhofen, al señalar que en los Estados Unidos de Norteamérica se encuentra
un punto de partida autónomo para la regulación. En el nivel federal, aparentemente,
se encuentran en el primer plano tipos que se refieren a los llamados “kickbacks".
Ellos deberían evitar que se disponga medio alguno con el cual las empresas puedan
obtener ventajas desleales en la concesión de encargos (públicos); La Corrupción en el
Derecho Comparado, cit., p. 79.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 559
(1168) Quiere decir ello, que la legitimación del Derecho penal en dicho ámbito de la
criminalidad, se sujeta a las actuaciones funcionales que trascienden en marco interno
de la administración, al incidir en plano concretos de tutela hacia los administrados, por
eso se afirma que los ataques al bien jurídico deben guiarse conforme una actividad
finalista de la actuación pública, esto es, la tutela de los intereses generales de la
sociedad.
(1169) F eijóo S ánchez, B.; Delitos contra la Administración Pública en el Código Penal Español
de 1995: Consideraciones generales, nuevas figuras delictivas y modificación de otras
conocidas. En: Revista Peruana de Ciencias Penales, Número 7/8, Director: U rquizo
O laechea, cit., p. 708.
(1170) D e La M ata Barranco, N.J.; La respuesta a la Corrupción Política, cit., p. 44.
(1171) V izueta F ernández, J.; Delitos contra la Administración Pública: estudio crítico del delito
de Cohecho, cit., p. 239; Así, O laizola N ogales, I.; El delito de Cohecho, cit., p. 85.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 563
del Peculado culposo (Art. 387° del CP). En tal entendido, quedan fuera del
marco de punición, las conductas dentro del aparato público, que no afectan
de forma significativa la actuación pública, sólo a partir de estándares de op
timización y de rendimientos altamente calificados, como sucede en el caso
de las contravenciones administrativas.
Dicho esto, cabe reputar como “intrascendente”, pretender llenar de un
contenido puramente “axiológico”, el bien jurídico tutelado, en cuanto al “pres
tigio”, “decoro” o “dignidad” del cargo(1172), por carecer de fundamento político
criminal desde los cánones de un orden democrático de derecho, donde la re
acción punitiva sólo puede responder a criterios suficientes de lesividad social,
que determinen a su vez, el merecimiento y necesidad de pena. De no ser así,
habría que revestir de relevancia jurídico-penal, meras desobediencias admi
nistrativas, como comúnmente lo hacen las instancias administrativas, pues no
saben delimitar con corrección las infracciones administrativas de los injustos
penales, lo que a la postre desencadena persecuciones penales que no cuen
tan con el presupuesto material para su legitimación (sospecha vehemente de
criminalidad=principio de intervención indiciaría); con el añadido de una pre
sunta vulneración al principio del non bis in ídem.
La infracción del “deber”, puede resultar válida como premisa, para
fundamentar la relevancia jurídico-penal de un comportamiento que pueda
realmente poner en peligro al bien jurídico, pero si no se le complementa con
otros añadidos, que hayan de incidir en su contenido material de injusto pe
nal “cualificado”, éste dato será insuficiente, permitiendo la punición de con
ductas carentes de dicha concreción material(1173), constitutivos únicamente
de una contravención administrativa(1174). Como expone O c ta vio d e T o l e d o y
U b ie t o , esta postura supone una visión del funcionario solamente en interés
del Estado, de la Administración, olvidando que la Administración justifica su
existencia por la actividad que despliega en beneficio de los ciudadanos, de
la sociedad, a la que no representa, sino que sirve(1175). Expresado en otros
términos, el contenido material de antijuridicidad que se exige para la inter
vención del Derecho penal no se satisface en la mera infracción de un deber
del cargo, sino que es necesario que esa infracción comporte una cierta en
tidad para afectar a un correcto funcionamiento de la Administración, que in
(«72) Así, Rebollo V argas, R.; Notas y consecuencias de una lectura constitucional..., cit., p. 554.
(«73) a |0 d¡cho añade R ebollo V argas, que no todos los sujetos activos son funcionarios
públicos o autoridades con lo cual ese “deber”, que en principio, les era exigible ya
no puede requerirse a todos los sujetos activos, en tanto que algunos son simples
particulares; Notas y consecuencias de una lectura constitucional..., cit., p. 552.
(«74> Así, O laizola N ogales, I.; El delito de Cohecho, cit., ps. 87-88.
(«7S) O ctavio de T oledo y U bieto ; La prevaricación, cit., ps. 2 3 8 y ss.
564 D erecho penal - P arte especial : T omo V
precio, una injusticia; al paso que en el cohecho impropio el servidor público recibe dinero
o acepta la promesa remuneratoria por acto que debe ejecutar en el desempeño de sus
funciones, de tal manera que en esta hipótesis vende la justicia; citado por M olina A rrubia,
C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 296.
(im> pE M ata Barranco, N.J.; La respuesta a la Corrupción Pública, cit., p. 38.
(«so) ver al respecto, M ezger, E.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps. 407-408.
<1181> C orcoy Bidasolo, M.; Delitos de peligro, cit., p. 118.
(H82) a decir de A lcacer G uirao, que el grado de peligro para el bien jurídico -q u e tampoco
es un concepto “naturalístico”, por cuanto presupone una valoración -vien e así, a
establecer el significado lesivo de la conducta para la autonomía del ciudadano;
¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?, cit., ps. 161-162.
566 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1183) Así, B l a n c o L o z a n o , C.¡ Tratado de Derecho Penal Español, T. II, cit., p. 506; Por
participación necesaria, se entiende, dice M e z g e r , la circunstancia de que ciertos
hechos punibles requieren, con arreglo a su tipo, la participación de varias personas;
Derecho Penal Parte General, cit., p. 323.
(im) A s fi M o l in a A rrubla , C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 272.
(1185) En este caso para configurarse el injusto con respecto al intraneus, éste debe “aceptar”
el soborno, en cuanto a dicho verbo típico, se ha señalado en la ejecutoria recaída
en el RN N° 1091-2004-Lima (Segunda Sala Penal Transitoria), publicado el 26 de
noviembre del 2005, que “(...) el término “aceptar”, el que se entiende como la acción
de admitir voluntariamente lo que se le ofrece, por parte del funcionario o servidor
público a iniciativa del particular que ofrece o entrega un donativo, promesa o cualquier
ventaja y, el funcionario o servidor público que acepta lo ofrecido para realizar u omitir
un acto en violación de sus obligaciones; de tal manera que la aceptación constituye la
conducta típica de la corrupción pasiva o cohecho pasivo que es propio del funcionario
o servidor público, por el comportamiento de quien se deja corromper, en tanto que la
activa, corresponde al extraneus que corrompe a aquel funcionario (...)”. En todo caso
lo que se pone de manifiesto es que la configuración típica se da de forma autónoma
con respecto al injusto que comete el intraneus y, el que de forma simultánea comete el
extraneus, pues para la realización típica del primero sólo se requiere que el funcionario
público acepte la dádiva, sin necesidad de que éste falte realmente a sus obligaciones
funcionales, basta que la motivación del soborno sea aquélla y, en el caso del particular,
que le ofrezca la coima o que acepte la tratativa ilícita, sin necesitar que el servidor
público infrinja realmente sus deberes funcionales; En palabras D e L a M a t a B a r r a n c o ,
estamos ante un delito de consumación anticipada; La respuesta a la Corrupción
Pública, cit., p. 106; Asi se expresa en la siguiente ejecutoria AV N° 14-2001-Lima (Sala
Penal Transitoria), en cuanto a la conducta típica prevista en el artículo 393° del CP:
“(...) entendiéndosela como la aceptación hecha por un funcionario público, o por la
persona encargada de un servicio público, parea si o para un tercero de una retribución
no debida, dada o prometida para cumplir, omitir o retardar un acto de su cargo,
debiendo existir una relación de finalidad entre la aceptación del dinero y el acto que
se ejecuta, omita o retarde el funcionario público, debiendo tenerse en cuenta además
que el sujeto activo en dicho delito, un funcionario público, debe omitir o retardar un
acto ilegítimo a su cargo el cual debe entrar en su competencia funcional; siendo una
de las características del tipo penal, sólo el acuerdo de voluntades, no siendo necesario
el cumplimiento del pago, la promesa, no el acto indebido (...)”.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 567
(1186) Tal como se desprende de los tipos legales previstos en los artículos 397° y 398° del
CP, no se exige una cualidad específica para ser autor, por lo que es un delito común
específico, pese a estar comprendido en la Sección IV - Corrupción de funcionarios.
(1187) Así, P e ñ a C a b r e r a F r e y r e , A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 370; en el caso
de este injusto, la doctrina no es pacífica al momento de determinar la comunidad que
debe expresar el contenido del bien jurídico, si se parte de la doctrina de la infracción
de un deber, habrá de rechazarse de plano cualquier intención sistematizadora del
interés jurídico tutelado, pues queda claro que el particular (intraneus), nunca podrá
quebrantar dicho deber, pero si se toma en cuenta que los ataques a la imparcialidad
de la función pública pueden ser provocados también por aquellos que no ejercen dicha
función, puede incidirse en una convergencia en el bien jurídico a proteger, en tanto
el ofrecimiento de una ventaja o beneficio por parte del particular también pone en
peligro dicha imparcialidad, mas aún la intervención de aquél es imprescindible para
la realización típica, al tratarse de un delito de participación necesaria -e n algunos
supuestos delictivos-, por lo que ambos injustos (cohecho pasivo y cohecho activo),
se encuentran indisolublemente ligados; A decir de O l a i z o l a N o g a l e s , se trata de un
bien jurídico común en el delito de cohecho pasivo y al delito de cohecho activo. El
bien jurídico protegido en el delito de cohecho será el correcto funcionamiento de la
Administración pública; El delito de Cohecho, cit., p. 111.
(1188) Así, B lanco Lo zano , C.; Tratado de Derecho Penal Español, T. II, cít., p. 506.
568 D erecho penal - P arte especial : T omo V
<1189> De los elementos constitutivos de la tipicidad penal, que se desprende de los artículos
393°, 394° y 395° del CP respectivamente, se observa dos modalidades de conducta:
primero, cuando el funcionario o servidor público acepta o recibe el donativo y, segundo,
cuando es el mismo funcionario quien solicita, directa o indirectamente el donativo. Esta
última, ha merecido por parte del legislador una reacción punitiva de mayor intensidad,
tal como se ha traducido en la reforma penal que se concretizó en la Ley N° 28355 del
06 de octubre del 2004.
(nao) jzn |a jurisprudencia nacional, en la resolución recaída en el RN N° 3765-2001-Cusco
(Sala Penal Transitoria), se ha estima que el bien jurídico protegido en esta clase de
delitos, es preservar la regularidad e imparcialidad en la correcta administración de
justicia en los ámbitos jurisdiccional y administrativo; Con ello, se ingresa el Derecho
penal a ámbitos de intervención que legítimamente no les corresponde, en cuanto
a la “regularidad” en el ejercicio de la función pública, en la medida, que meras
desobediencias administrativas pueden también afectar dicha caracterización de la
actuación pública. Sólo la imparcialidad es un contenido legítimo de concreción del
interés jurídico -objeto de tutela penal-.
(1191) F e ij ó o S á nc hez , B .¡ Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 704.
(1192) O r ts B erenguer , E.¡ Delitos contra la administración pública (y II): Cohecho..., cit., p. 921.
T ítulo XVIII: D euto s contra la administración pública 569
(1198) A banto VAsq u ez , M .; L o s Delitos contra la Administración Pública... cit., ps. 422-423.
<1199> M orales P rats , F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1622.
(12°°) ai respecto, cabe anotar que la actuación del particular, cuando entrega una dádiva,
beneficio o cualquier tipo de ventaja, no lo hace muchas veces para obtener una
decisión ilegal, sino para asegurar que su caso (administrativo y/o jurisdiccional), sea
resuelto de forma impronta y de acuerdo a derecho, que en nuestra realidad nacional
es una visión concreta, que en la generalidad de los casos, el particular cuando entrega
dígase una pequeña dádiva, no lo hace motivado para que se infrinja la Ley, sino que
para que se resuelva rápidamente el asunto, a veces ante el temor de que la otra parte,
le dé también una ventaja, y así quebrante la normatividad. Son puntos de referencia
sociológicos muy importantes a efectos de determinar la relevancia jurídico-penal de
la conducta del particular, no olvidemos que su actuación se reconduce a la tipificación
de Cohecho activo, donde la urgencia de que se resuelva la controversia, hace que el
ciudadano caiga en este tipo de comportamientos ilícitos.
(1201) Así, D e La M a t a B a r r a n c o , N.J.; La respuesta a la Corrupción Política, cit., p. 51; V i z u e t a
(1202) P olaino Navarrete, M.¡ Delitos contra la Administración Pública. Cohecho, cit., p. 364.
(1203) Si bien hace alusión al CP español, la crítica se hace extensible plenamente al CP
peruano, al tipificarse ambas conductas, en los artículos 393° y 394°.
(«04) F eijóo Sánchez, B.; Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 704.
(1205) O rts Berenguer, E. y otro; Comentados al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1809.
(1206) Así, M olina A rrubla, C.M.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 297.
572 D erecho penal - P arte especial : T omo V
<1207> Así, O r t s B ereng uer , E.; Delitos contra la administración pública (y II): Cohecho..., cit.,
p. 919.
(1208) Así, S a l in a s S ic c h a , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 439.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 573
(1211) A b an to V ásq uez , M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 433.
(1212) R eátegui S ánc hez , J.; El delito de Cohecho, cit., p. 497.
<1213> S o ler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 163.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 575
<1214> D o nna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 216.
(1215) Así, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 831.
(1216) R o ja s V arg as , F .; Delitos contra la administración pública, cit., p. 331.
576 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Esta promesa debe ser valorada ex -ante, esto es, debe de haber
promovido, convencido o impulsado al funcionario a realizar un acto en
contra de sus obligaciones funcionales; si no fue eso lo que lo decidió
actuar de forma antijurídica, sino intereses deleznables, de perjudicar
a la Administración, será constitutivo de un delito de Abuso de Autori
dad.
La promesa como la aceptación del donativo implica un pacto táci
to de complacencia recíproca de naturaleza delictiva. Si se presenta
por parte del sujeto público, coacción, intimidación o violencia para
obtener la promesa, el supuesto de hecho concursara con el delito
de concusión(1217); a nuestro modo de ver las cosas, cualquier atisbo
de violencia, amenaza o intimidación, anula la posibilidad de un pacto
corrupto, sólo entonces se aplica el tipo penal de Concusión.
Puede prometerse la obtención de una plaza laboral, la promoción de
un cargo público, el acceso de un crédito hipotecaria, la venta de un
bien inmueble a un precio irrisorio, la militancia a un partido político;
esta promesa debe ser susceptible de concretizarse de forma inmedia
ta o en un futuro no muy lejano.
Parece importante añadir, que esta promesa puede o no cumplirse, o
que importa en términos de tipicidad penal, es aquélla haya motivado
al funcionario la realización del a conducta antijurídica; (...) el tipo pe
nal solamente exige la “aceptación” de la promesa; ella puede aplazar
se o incumplirse (...)(1218).
Como bien se dice en la doctrina nacional, el cumplimiento de la pro
mesa resulta irrelevante para la configuración del cohecho(1219).
Tercero, las “ventajas o cualquier todo tipo de beneficios”; conside
ramos que en este aparatado se pretende cobijar todas aquellas cir
cunstancias varias, que por diversos motivos no encajan en los do
nativos y en las promesas, como una vía legal de cubrir espacios de
impunidad.
Las ventajas pueden tomar lugar en una serie de ámbitos de la vida
social; sea en la esfera laboral, de permitir que un determinado fun
cionario pueda llegar todos los días tarde a su centro de labores, de
permitírsele conocer de antemano las preguntas del examen de as-
(1222) Así, A banto V ásquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 437;
R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 334-335.
(1223) Vide, al respecto, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., ps. 216-218;
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 831.
(1224) p e 0tra p0S¡c¡6n S oler , para quien la dádiva o la promesa debe consistir en algo
dotado de valor económico, sea directamente dinero o cosas de valor, sea porque
constituya una liberación de una carga o una mejora patrimonial del sujeto; Derecho
penal argentino, T. V, cit., ps. 162-163; Cfr., C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial,
T. II, cit., p. 281.
(1225) Vide., al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. I, cit.,
ps. 676-685.
(1226) R ojas V argas, F.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 700.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 579
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Iniciando la capitulación de los delitos de «Cohecho», aparece enca
bezando el listado delictivo el injusto penal de «Cohecho Pasivo Propio»,
figura delictiva que tiene como protagonista principal al funcionario o servidor
público (intraneus), quien merced al donativo, promesa o cualquier tipo de
ventaja o beneficio, hipoteca su actuación pública, la subasta al mejor postor,
contraviniendo los criterios rectores de la Administración Pública, según (os
postulados del Estado Constitucional de Derecho.
El desvalor de este comportamiento adquiere una intensidad antijurí
dica de gravedad, en la medida que el funcionario contraviene sus deberes
estrictamente funcionariales, como consecuencia del pacto corruptor que en
(1227) Morales P rats , F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial de Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1632.
580 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1228) Cfr., de forma amplia, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit.,
p. 441.
(1229) R ojas V argas , F.; Jurisprudencia Penal, cit., p. 697 .
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 581
<1230> R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 339.
d23i) B ernal P inzón, J.¡ Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 279.
582 D erecho penal - P arte especial: T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1232) Así, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 224; B ernal P inzón, J.;
Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 101.
(1233) Así, S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 159.
( 1234)
Molina A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 278.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 583
b. Sujeto pasivo
(1239) Así, R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit, p 353.
(1240) cfr., C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 282.
<1241> Así, S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 442.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 585
c. Modalidad típica
(1242) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 222.
586 D erecho penal - P arte especial : T omo V
la inducción del segundo al primero, para que éste último realice u omite un
acto en violación de sus obligaciones funcionales.
De lo anotado, surge la siguiente particularidad: puede haber ofreci
miento de parte del particular (extraneus), sin que exista aceptación del fun
cionario (intraneus), lo que implicaría negar la tipicidad objetiva del delito
de Cohecho Pasivo Propio y, a su vez, la afirmación de la tipicidad objetiva
del delito de Cohecho Activo, es decir, la acriminación del particular no está
condicionada a la aceptación de la coima por parte del funcionario público.
En el Acuerdo Plenario N° 1-2005/ESV-22, (RN N° 1091-2004), se
determinó, con respecto a esta modalidad típica, lo siguiente: “El delito de
corrupción de funcionarios previsto en el artículo 393 del Código Penal,
tiene como verbo rector entre otros el término “aceptar”, el mismo que se
entiende como la acción de admitir voluntariamente lo que se le ofrece,
por parte del funcionario o servidor público a iniciativa del particular que
ofrece o entrega un donativo, promesa o cualquier ventaja y, el funcionario
o servidor público que acepta lo ofrecido para realizar u omitir un acto en
violación de sus obligaciones; de tal manera que la aceptación constituye
la conducta típica de la corrupción pasiva o cohecho pasivo que es propio
del funcionario o servidor público, por el comportamiento del quien se deja
corromper, en tanto que la activa, corresponde al extraneus que corrompe
a aquel funcionario”.
La actividad típica hace mención a una conducta que requiere de una
materialidad determinada, en este caso recibe el que entra en la tenencia
material del objeto que se entrega(1243). Recibir implica una efectiva dación,
traspaso, o entrega de: donación, promesa cualquier otro tipo de ventaja o
beneficio(1244); supone una traslación física, el desplazamiento del bien de la
esfera de custodia del particular a la esfera de custodia del funcionario pú
blico, como el dinero o un artefacto eléctrico; mas en algunos casos, como
acciones, utilidades o depósitos en cuentas corrientes, sería un traspaso in
material así como la suscripción de un contrato de compraventa (ficticio), no
es la traditio física lo que da envergadura al acto, sino la traditio jurídica.
Para que exista apoderamiento previamente ha de existir el desplaza
miento físico de la cosa mueble -e n este caso de la dádiva o el presente- del
patrimonio del particular al del funcionario o la autoridad(1245).
(1243) C reus, C.¡ Derecho Penal. Parte Especial, T. II, clt., p. 281.
(1244) R eategui Sánchez, J.; El delito de Cohecho, clt., p. 486.
(1245) qrts Berenguer, E. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1813.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 587
(1246) v¡de , al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 377.
(1247) M orales P rats, F. y otro; Comentarlos a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1630.
588 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1248) ASí, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 442.
(1249) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 431.
(1250) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 282.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 589
c.1 .1 . E l C o h e c h o s u b s ig u ie n te
Por lo general los pactos corruptos, los acuerdos que se suscitan entre
el funcionario público y el particular, en cuanto a la entrega de una dádiva,
promesa o cualquier tipo de ventaja, toman lugar antes de que el intraneus
realice u omite un acto en violación de sus deberes funcionales0253).
Lo anotado describe el llamado «Cohecho antecedente», sin embar
go, puede acontecer también, que el intraneus acepte recién la dádiva o la
ventaja indebida, luego de haber incurrido en el acto lesivo a la legalidad
funcional; a este último se le denomina «Cohecho Subsecuente».
En el mundo de los negocios, incluidos los pactos ilícitos, las partes se
aseguran de que la contraparte vaya a cumplir con su prestación y, así se
conviene en las cláusulas contractuales pertinentes; empero, en una nego
ciación ilícita, ello no se puede pactar; portales motivos, el funcionario recibe
primero el dinero (coima) y, luego ejecuta el acto lesivo a sus obligaciones
funcionales. De cierta forma, el funcionario público se encuentra en una po
sición ventajosa frente al particular, es quien tiene la sartén sobre la manga,
por lo que algunos casos, unos funcionarios -bien sinvergüenzas-, reciben
dádivas de ambas partes.
En este punto debe decirse lo siguiente: el influjo psíquico que motiva
al autor (intraneus) actuar (sea por acción u omisión) en violación de sus
obligaciones funcionales, es la dádiva, la promesa o la ventaja recibida o que
va a recibir; quien de plano incide en una actuación funcionarial reñida con la
legalidad aplicable, lo que está lesionando fundamentalmente es el principio
de legalidad y no el principio de imparcialidad, que es objeto de tutela jurídica
por parte del artículo 393° del CP. Así, en la doctrina española, al señalarse
que parece problemático sostener que el funcionario receptor de una dádiva
a cambio de un acto contrario al cargo ya cumplido lesione o ponga en peli
gro el principio de imparcialidad en la actuación administrativa0254).
Entiéndase, que otra circunstancia se da, cuando el funcionario recibe
el donativo o la ventaja indebida, luego de haber incurrido en una actua
ción funcional ilegal; en dicha hipótesis, se aplica la modalidad típica de la
“promesa”] en el Cohecho Pasivo Subsecuente, el pacto corruptor aparece
cuando el funcionario ya infringió sus deberes legales.
Para un sector de la doctrina nacional en el cohecho propio “subsi
guiente” no se necesita un concierto previo expreso; la conducta del funcio-2
*1
3
5
(1253) vide, al respecto, S oler, S.¡ Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 161; C reus, C.;
Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 282.
(1254) O rts Berenguer, E. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1810.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 591
(1255> A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 438.
(1256) Qfr , r ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 350-351.
(1257) Así, O rts B erenguer , E. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1811.
<1258) El artículo 425.2 del CP español, hace alusión al “caso de recompensa por el acto ya
realizado”.
(«59) Así, S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 432; R ojas
V argas , R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 353.
592 D erecho penal - P arte especial : T omo V
( 1264)
S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 4 3 3 .
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 593
(127°) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 436.
(1271) R eátegui Sánchez, J.¡ El delito de Cohecho, cit., p. 492.
596 D erecho penal - P arte especial : T omo V
será pasible de ser responsable de Cohecho Activo, con las objeciones que
aquello puede resultar, de la forma particular en que se produce el convenio
corrupto.
Aspecto a destacar, es que esta modalidad del “Cohecho Pasivo Pro
pio”, constituye la variante de mayor agravación, lo que se expresa en la
penalidad propuesta para sancionar este comportamiento; donde el desvalor
se centra en los medios que emplea el agente para hacerse de la ventaja
indebida, de aquellos funcionario o servidores públicos que se aprovechan
de la posición de ventaja o de dominio que ostentan frente a los particulares,
ante situaciones de afectación de derechos fundamentales, para hacerse de
un provecho indebido.
(1277) O liver C., G.; Aproximación al Delito de Cohecho. REJ - Revista de Estudios de la
Justicia, N° 5 - Año 2004, cit., p. 83.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 599
(1281) M ir P uig, C.; El delito de cohecho en la reforma del Código Penal, cit., ps. 1-2.
(1282) M anfroni, C.¡ El delito de Soborno Transnacional. Revista Aportes para el Estado y la
Administración Gubernamental, cit., p. 2.
604 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1283) M ir P uig, C.; El delito de cohecho en la reforma del Código Penal, cit., p. 1.
(«84) O liver C., G.; Aproximación al delito de cohecho, cit., p. 95.
<1¿a5) Según nuestra legislación positiva, estas conductas son reputadas como “Exacciones
ilegales” y no como variantes típicas de Cohecho.
(1286) Cfr., al respecto, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 441.
<12®7> M anfroni, C.; El delito de Soborno Trasnacional, cit., p. 2.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 605
(1288) \/ide , más al respecto, P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte General, T. I,
cit., ps. 112-114.
(1289) M anfroni, C.; El delito de Soborno Trasnacional, cit., p. 2.
606 D erecho penal - P arte especial: T omo V
dor de una dádiva, donativo, promesa o ventaja. Es decir, acá toma lugar,
el perfeccionamiento de un acuerdo de voluntades, un pacto ilícito, donde
el agente acepta un donativo o ventaja económica, que le ofrece el agente
corruptor, para que el primero de los mencionados, realice una actuación
funcionarial en contravención a sus obligaciones legales (v.gr., a la califica
ción positiva de una propuesta económica, sin tomar en cuenta indicadores
cualitativos y cuantitativos a la vez); cada uno de los participantes se obliga
a efectuar su respectiva prestación, lógicamente expresada en términos de
ilicitud. Donde la conducta atribuida a la otra parte del convenio corrupto, se
desplaza a la tipicidad penal propuesta en el artículo 397° del CP (“Soborno
trasnacional activo”).
La «aceptación» puede ser expresa o tácita (implícita o explícita), en
tanto, el agente de su conformidad de forma verbal, manifestando su com
promiso de faltar a sus obligaciones funcionales (legales) o de formar uní
vocamente demostrativa, mediante gestos y/o actitudes que manifiesten su
asentimiento a forma parte del pacto corrupto.
Luego, se dice que la aceptación puede ser «directa o indirecta», la pri
mera toma lugar, cuando el funcionario público extranjero directamente enta
bla la negociación corrupta con el particular y/o funcionario público nacional
y, así, se compromete a realizar una actuación funcionarial en contravención
a sus obligaciones legales (competenciales), teniendo como contrapresta
ción la obtención de una dádiva o beneficio. Mediante, la segunda variante
del injusto, la aceptación del donativo toma lugar, a través de interpósita per
sona, es entonces, un tercero que a nombre del sujeto público internacional,
acuerda el pacto corrupto con la otra parte de la negociación. A tal efecto,
debe comprobarse, que efectivamente, este intermediario estaba actuando
en representación del sujeto público internacional, pues si aquél tomo su
nombre sin su consentimiento, habrá de negarse la tipicidad penal en cues
tión, debiéndose descartar también, un presunto delito contra el Patrimonio
(Estafa), en agravio de la otra parte, pues el bien jurídico protegido por el
artículo 393°-A, no tiene nada que ver con el patrimonio, desde una perspec
tiva individual.
(1290) Mas sí para definir la tipicidad penal del comportamiento del comprador de favores, en
el sentido, de cobijar su conducta bajo los alcances normativos del artículo 397°-A del
CP.
( 1291 )
Cfr., al respecto, sobre los conceptos generales de los delitos de «Cohecho».
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 611
(1292) No pUecje admitirse la tipicidad legal por delito de Concusión, pues únicamente
aquel que desarrolla actividades públicas nacionales, puede ser autor de este injusto
funcionarial.
612 D erecho penal - P arte especial : T omo V
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
El «Cohecho» -en sus diversas manifestaciones típicas-, constituye
un acto prohibido, una conducta reprobable social y jurídicamente, dando
lugar a su penalización como delito en la codificación punitiva. Dicho des
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 613
(1293) Así] r ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 359.
614 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1294) M orales P rats, F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho Penal, Vol. II, clt.
1222.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 615
(1295) N evado Batalla M oreno, P.T.; El principio de legalidad como obligado factor de la gestión
pública. En: Corrupción y delincuencia económica, cit., ps. 156-157.
(1296) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 114.
(1297) M uñoz C onde, F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 1009.
(1298) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 297.
616 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1299) p e| Qp español.
<1300> M uñoz C onde, F.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 1009.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 617
(1301) N evado Batalla M oreno, P.T.; E l principio d e le g a lid a d co m o obligado fa c to r.. cit., p. 163.
618 D erecho penal - P arte especial : T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1302) R eategui S ánchez , J.; El delito de Cohecho, cit., p. 492; Así, M olina A rrubla, C.; Delitos
contra la Administración Pública, cit., p. 296; R ojas V argas , F.; Delitos contra la
administración pública, cit., p. 356.
(1303) A banto V ásquez, M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 457.
(1304) Martínez A rrieta, A.; Comentados al Código Penal, 4, cit., p. 3128.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración pública 619
b. Sujeto pasivo
El particular (intraneus) que toma parte del pacto corrupto con el intra
neus, como se dijo no es ninguna víctima, todo lo contrario es una protago
nista principal en la conducta cohechadora, sobre todo en la descrita en el
primer párrafo del articulado; intervención que merece una tipificación penal
autónoma, según los términos normativos del artículo 397° del CP (Cohecho
Activo).
c. Modalidad típica
(« 06) Así, M orales P rats, F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho Penal, Vol.
II, cit., p. 1223.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 621
de cómo es que el delito puede cometerse, para que la realidad táctica tenga
a su vez propiedad de escenario normativo.
Parecer que ya expusimos en el artículo anterior, debemos replicar
en esta oportunidad, de que el funcionario o servidor público (¡ntraneus), no
puede “aceptar” o “recibir”, si es que previamente no toma lugar el ofreci
miento de entregar un donativo u cualquier otra ventaja, por parte del sujeto
interesado, que puede ser un particular u otro funcionario público. Aparece,
así, la bilateralidad, la actuación recíproca de dos personas, que se erigen en
protagonistas del pacto corruptor, donde cada uno de ellos ha de responder
por su propio injusto; el funcionario por el delito de Cohecho Pasivo Impropio
y, el particular por el tipo penal de Cohecho Activo.
Aspecto a destacar, es que si el funcionario o servidor público no acep
ta o recibe el donativo (ventaja), para realizar un acto propio del cargo, de
igual forma el extraneus estará incurso en el injusto penal contenido en el
artículo 397° del CP.
Con la expresión recibir está indicando la ley un aspecto esencial del
cohecho; o sea, que el funcionario, empleado público, etc., se limita a tomar
lo que la sido dado por el particular; se puede decir que el funcionario asu
me una actitud pasiva, muy diferente a aquella de la concusión, en que el
funcionario no espera a que le den, sino que él mismo constriñe o induce al
particular para que este realice el acto de disposición patrimonial(1307).
Los actos que ejecuta el funcionario implican una manifestación mate
rial, receptora del bien u otra ventaja, la cual no necesariamente debe ir apa
rejada con una expresión de conformidad, sino con conductas unívocamente
demostrativas, de que el funcionario hace ingresar a su esfera de custodia
el bien recibido.
No recibe, aquel servidor público que toma el donativo, lo despoja de
la posesión del particular, para ser entregado a las autoridades competentes
y así proceder a la captura y aprehensión del administrado.
El otro verbo típico es «aceptar», lo que importa dar conformidad a
algo, estar de acuerdo con la propuesta y/o sugerencia de la otra parte, la
materialidad del pacto corruptor, que en principio implica que el funcionario
acepte el donativo, promesa o cualquier tipo de ventaja; (...) lo que se entien
de como admitir, tolerar, querer, consentir o adoptar algo(1308).
(1307) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 111-112.
(1308) Salinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 457.
622 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1309> Así, A banto V ásquez, M.; Los D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 457.
(131°) A banto V ásquez , M.; L os D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 433.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 623
c.2. C o h e c h o s u b s e c u e n te Im p ro p io
(1311) S alinas S iccha, R.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lica, cit., p. 456.
,1312) S alinas S iccha, R.; D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lica, cit., p. 457.
624 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1313) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Vol. II, cit.,
p. 1224.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 625
(1314) S alinas S iccha, R.; D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p. 460.
626 D erecho penal - P arte especial: T omo V
pero cada uno responderá por su propio injusto. El empleado público asu
me responsabilidad según los términos normativos del artículo 394° del CP;
mientras que el particular por el tipo penal contenido en el segundo párrafo
del artículo 397° del CP (Cohecho Activo).
Apreciamos, que esta hipótesis es agravada en relación al supues
to delictivo anterior, comparando los marcos penales, este segundo párrafo
conlleva consigo una pena más drástica en comparación de la del primer
párrafo.
(1317) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 358.
(1318) Así, A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 463.
628 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1319) Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 114.
(1320) v¡de, al respecto, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 358.
(1321) Molina A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 297.
(1322) Q rts Berenguer, E. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1835.
(1323) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 460.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 629
(1324) A banto V A s q u e z , M.; Los D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., c it., p . 4 5 9 .
630 D erecho penal - P arte especial: T omo V
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Recapitulado lo dicho, en los delitos de Cohecho el bien jurídico tu
telado es la “Imparcialidad” y la “Legalidad” , en el ejercicio de la función
pública, que pueden verse afectados y/o con aptitud de afectación, tanto
(1325> Vide, al respecto, R ojas V argas, F.¡ Delitos contra la administración pública, cit., p. 357.
(«a.) Diálogo con la Jurisprudencia, Gaceta Jurídica, Año 9, N° 64, cit., p. 150.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbuca 631
(1327) C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 285.
(1328) S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 164.
(1329) R ojas V argas, F.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 714.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración pública 633
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1330) A b an to V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 490.
(1331) En sentido estricto, señala R o j a s V a r g a s , magistrado es el funcionario público
encargado por ley de administrar justicia; Delitos contra la Administración Pública,
cit., p. 715.
(1332) En el caso de los peritos, al ser profesionales en ciertas materias de la ciencia, su deber
es de emitir un dictamen imparcial, versado estrictamente en el estado de la técnica,
evitando inclinarse indebidamente por una de las partes. Si bien su dictamen no es per
se vinculante para el juzgador, lo ilustra de forma decida en la orientación que ha de
seguir para decidir en cierto sentido; su imparcialidad es sometida a responsabilidad
funcional desde el momento en que prestan juramento al momento de entregar el
dictamen pericial; P e ñ a C a b r e r a F r e y r e , A.R.; Teoría General del Proceso y la Práctica
Forense Penal, cit., p. 331; en todo caso, consideramos que la inclusión del perito, debe
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 635
incidir en una pena mitigada con respecto a los otros, en vista de no poseer facultades
decisorias.
(1333) e| artículo 43° de la LOMP, que establece taxativamente que los Fiscales pueden
a síi
contar con el auxilio de Fiscales Adjuntos en el ejercicio de sus atribuciones cuando las
necesidades del cargo lo requieran y según las posibilidades del Pliego Presupuesta!
correspondiente.
(1334) S alazar S ánchez , N.; Jurisprudencia Penal, c it., p . 5 0 5 .
636 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1335) Así, A b an to V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 489.
(1336> A nuestro entender, dicha inclusión terminológica de sentido amplio, no cumple con
el principio de lex stricta, con el mandato de determinación, pues a la postre puede
desencadenar una aplicación extensiva de la Ley, que no se condicen con los
fundamentos materiales del injusto típico y con la ratio de la norma
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración púbhca 637
ser revisadas por los órganos del Poder Judicial y por el TC. El CNM, es la
institución encargada de nombrar, ratificar y destituir a los Magistrados del
PJ y del MP, estando provistos, legal y constitucionalmente, de poderes dis
ciplinarios sancionadores. Según dicho estado de las cosas, las decisiones
son perfectamente susceptibles de ser impugnados en la vía contencioso-
administrativa y, en algunos casos particulares, vías las Acciones de Garan
tías Constitucionales, ante el PJ y el TC. Al estar avocados a casos de tal re
levancia, también pueden ser objeto de influencia por los interesados, amén
de que resuelvan a su favor o en contra de otros, a través de las promesas,
beneficios o cualquier tipo de ventaja. Semejante situación se encuentran in
mersos los miembros del JNE, quienes son inclusive Magistrados Supremos
del PJ y del MP (titulares y provisionales). Actuando en el pleno del JNE, han
de ser calificados como Miembros de un Tribunal Administrativo (avocado
a temas electorales), incorporándose en el complexo de sujetos activos del
injusto funcionarial contenido en el artículo 395° del CP.
Las instancias previas, dictaminadoras o resolutivas, en primera ins
tancia administrativa, como las Oficinas de INDECOPI u otros semejantes,
están excluidos de la esfera de sujetos activos*1337).
«Cualquier otro análogo», será todo aquel organismo (administrativo o
judicial), de composición corporativa, con facultades y/o potestades deciso
rias, de efectos vinculantes para las partes involucradas**1338). No resulta muy
adecuado, la elaboración normativa de tipos penales, que se abran de ese
modo, pues pueden resultar un cajón de sastre, para que ciertos operadores
jurídicos, elucubren interpretaciones antojadizas, que vayan en contra de la
ratio legis, en evidente vulneración del mandato de determinación (/ex stricta)
así como del principio de analogía in malan partem.
Luego, se incluye al “árbitro”, aquél que dirime las controversias que
se suscitan entre privados, encauzado en el denominado “Laudo Arbitral”,
cuya decisión es eficaz y vinculante para las partes; por tales motivos, resulta
lógico que las personas que desempeñan estas funciones pueden verse in
fluenciadas por alguna de las partes en conflicto, a fin de incidir en el sentido
de su decisión final.
Por último, tenemos también al “Perito”, persona versada en un deter
minada esfera del conocimiento humano (puede o no laborar en el sector pú
blico), que es llamado por la instancia (administrativa o jurisdiccional), para
(1337) cfr., al respecto, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 491.
(1338) Vide, al respecto, S a l in a s S ic c h a , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p.
487.
638 D erecho penal - P arte especial: T omo V
formular y/o proponer una ilustración sobre un caso concreto; como bien se
dice en la doctrina procesal, los Peritos coadyuvan a la actuación jurisdiccio
nal, en el cometido de esclarecer los hechos -objeto de discusión-; debién
dose acotar que aquéllos carecen de potestades decisorias, por lo somos
contestes a que puedan responder por esta modalidad de “Cohecho Pasivo
Agravado”. Así, A banto V ásquez, al escribir que al corrupción del perito, al
lado del testigo y otros auxiliares de la justicia (...)(1339), su conducta corrupta
debe ser reconducida a los tipos penales de los artículos 393° y 394° del CP,
siempre que laboren en el aparato público.
Concluyendo con este apartado del análisis, nos parece muy conve
niente y acertada, la reflexión propuesta por R eátegui S ánchez-e n la doctrina
nacional-, al señalar que se han soslayado, a otros tipos de funcionarios
públicos que ocupan cargos de alta dirección en las entidades u organismos
de la administración pública. En este contexto, se pregunta ¿Será más grave
el cohecho del Juez que del Presidente de la República, Ministro o Congre-
sista(1340)? Por supuesto que no, en definitiva, mientras el funcionario público
ocupe las más altas esferas de la cúspide organizacional de la Administra
ción Pública, cuando está incurso en este tipo de delitos, merece una mayor
reprobación jurídico-penal, develando un juicio más intenso de Imputación
Individual (Culpabilidad), que a la postre debe manifestar una penalidad más
severa. En tal merced, la lege lata, propone un privilegio injustificable, a es
tos funcionarios, que no en raras oportunidades, se encuentran involucrados
en negociaciones ilícitas con los privados, mercantilizando las potestades
que la Constitución les confiere, sólo para servir al pueblo y a toda esa gran
masa de electores que votaron por ellos, quienes se ven altamente defrau
dados, cuando estos personajes políticos se ven incursos en este tipo de
comportamientos delictivos. Resultando una incoherencia punitiva, que es
tos señores funcionarios, sean sancionados según las escalas penales de
los artículos 393° y 394° del CP y, no según los términos punitivos del artículo
395° del CP; supone una impostergable modificación de lege ferenda, que
esperamos tome lugar prontamente, en aras de afianzar las máximas de un
Estado Constitucional de Derecho.
b. Sujeto pasivo
(1339) A banto V ásquez , M.; L os Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 489.
(134°) R eátegui S ánchez , J.; El delito de Cohecho, cit., p. 494.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 639
c. Modalidad típica
(1341> a s í C reu s , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 283.
640 D erecho penal - P arte especial : T omo V
c.1. L o s té rm in o s “c o n o c im ie n to ” y “c o m p e te n c ia ”
(1342) A banto V ásquez ., M.¡ L os Delitos contra la Administración Pública .. , cit., p. 494.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 641
(1346) R ojas V argas, F.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 718-719.
(1347) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 479.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 643
<1348> Así, S alinas S iccha, R.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., ps. 478-479.
644 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1349) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 478.
(1350) Así, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 494.
T ítulo X V III: D eutos contra la administración púbuca 645
(1351) cfr., al respecto, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 481 .
(1352) Así, A banto V ásquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 492-493.
(1353) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 379.
646 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1354) Así, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 481.
(1355) vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 492.
(13s®) R eátegui S ánchez, J.; El delito de Cohecho, cit., p. 494.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 647
(1357) Como apunta, O laizola N ogales, es mayoritaria la doctrina que afirma que con los
delitos tradicionales contra la Administración pública, especialmente con el delito de
prevaricación y el delito de cohecho podrían quedar recogidas la mayor parte de las
conductas tipificadas en el delito de tráfico de influencias; El delito de Cohecho, cit., ps.
465-466.
648 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1358) Polaino Navarrete, M.; Delitos contra la Administración Pública (VI). Tráfico de
Influencias, cit., p. 391.
(1359) O rts Berenguer, E.; Delitos contra la administración pública (y II): Cohecho..., cit., p. 928;
Así, en cuanto a la imparcialidad; F eijóo Sánchez, B.; Delitos contra la Administración
Pública..., cit., p. 705.
(1360) R eaño P eschiera, J.L.; Formas de intervención en los delitos de peculado y tráfico de
influencias, cit., p. 79.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 649
jurisdiccional, v.gr., que posponga una diligencia, que omita notificar cierta di
ligencia a la otra parte, etc. Una diferencia importante, como apunta O la izo la
N o g a l e s , es que en principio, no sería relevante a efectos del delito de tráfico
de influencias si la resolución es conforme o contraria a Derecho(1361); pero sí,
a efectos de valorar la conducta del funcionario que está conociendo el caso,
pues, si se hace para omitir un acto propio de sus funciones, será constitutivo
de un delito de Cohecho pasivo propio y, si recibe la dádiva para realizar un
acto propio de sus funciones incurrirá en un delito de Cohecho pasivo impro
pio. De todos modos, será de recibo, que la búsqueda de influencias para
que se decida en un caso concreto, por lo general se hará con el propósito
de que se realice un acto en omisión de los deberes funcionales. De ahí, vale
decir, que si se trata de una intercesión que ha de calar en un funcionario con
potestades decisorias, ingresaríamos a un Concurso real con el injusto de
Prevaricación; situación que no cabría admitir cuando la influencia se dirige
hacia un acto sin faltar a los deberes funcionales (Cohecho pasivo impropio).
La delimitación normativa entre los delitos de Cohecho y de tráfico de
influencias, ha de verse conforme la adecuación del comportamiento típico a
los verbos rectores descritos en las diversas tipificaciones penales, concre
tamente en lo que respecta al ámbito decisorio y/o resolutor del sujeto que
recibe y/o solicita la dádiva u otra ventaja. Pudiendo las diversas manifesta
ciones típicas de Cohecho realizarse, por intermedio de otra persona, sin que
de lugar a la configuración del tipo penal de tráfico de influencias, esto es,
mediante un intermediario, el funcionario (intraneus), solicita a una particular
la entrega de un dinero, a fin de realizar un acto en violación de sus obliga
ciones funcionales, donde la intervención del intermediario será punible a
título de cómplice primario, sea un servidor público o un particular, cuestión
contraria se dará cuando el que ofrece una actuación irregular de un funcio
nario a cambio de una dádiva, lo hace directamente, ofreciendo la venta de
“influencias”. Así, se dice en la ejecutoria recaída en el Exp. N° 2527-98: “Las
acciones de recibir o aceptar puede realizarlas el funcionario de por si o por
persona interpuesta, es decir, personalmente o por intermedio de un tercero.
La referencia en orden a la participación, siendo aquella persona que a los
ojos de terceros se haga aparecer como destinatario del beneficio”.
Siendo así, el tipo penal de tráfico de influencias no es un delitó es
pecial propio, en tanto puede ser cometido por cualquier persona, inclusive
por un funcionario y/o servidor público, que en el caso de nuestra legislación
positiva, ha incidido a la construcción de una circunstancia agravante, como
consecuencia de la sanción de la Ley N° 28355 del 06 de octubre del 2004;
por tanto, para la realización típica de este injusto, la entrega del beneficio
(1364) Así, R ojas V argas , F.; D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p. 719.
652 D erecho penal - P arte especial : T omo V
1. COMENTARIOS GENERALES
Es conocido por todos, que la «Corrupción» que cunde en el aparato
de justicia, no sólo tiene que ver con Magistrados (Jueces y Vocales), sino
también con otros servidores públicos, que realizan una labor también impor
tante, en la procura de una correcta Administración de Justicia, nos referimos
a los «Auxiliares Jurisdiccionales», quienes coadyuvan y complementan la
actuación jurisdiccional, en sus diversas manifestaciones. No sólo en el Po
der Judicial, sino también en el Ministerio Público, donde se identifican a los
llamados «Asistentes de la Función Fiscal» u otros con la condición de «Abo
gados», quienes proyectan diariamente los dictámenes u otras providencias,
que son suscritas por el Fiscal encargado del Despacho.
Vemos, que son dos opciones que tenía el legislador, para penalizar el
“Cohecho Específico de los Auxiliares Jurisdiccionales”; primero de extender
en un párrafo aparte, su conducción típica, bajo los alcances normativos del
tipo penal contenido en el artículo 395° del CP, que tal vez hubiese sido mejor
por un criterio de economía legislativa o, proceder, como se hizo, tipificando
una construcción del injusto autónoma, cuya plataforma de legitimación es
clara: reforzar punitivamente la “Imparcialidad” de los órganos que adminis
tran justicia en nuestro país.
La acriminación de un Cohecho Específico, para el caso de los Secre
tarios y Auxiliares Jurisdiccionales, no tiene por cometido, cerrar los espacios
de impunidad, cuando aquellos fungen de intermediarios entre los Magistra
dos y los litigantes; de ningún modo, la punición se sostiene en un actuar
individual de estos servidores públicos, quienes según la normativa, cumplen
y desarrollan labores de especial relevancia en la Administración de Justicia.
Es sobre, sus privativas esferas de organización funcionaría!, que se funda
menta el disvalor del injusto y, no por servirle al Magistrado de la prebenda
económica que le proporciona el litigante; de ser así, aquel será pasible de
responder como cómplice primario del delito de Cohecho Pasivo Específico;
tampoco, cuando redacta la resolución jurisdiccional prevaricadora, pudien-
do ser pasible de imputación jurídico-penal, a título de participación delictiva
por el delito de Prevaricato o, en la hipótesis de ejercer influencia sobre el
juez, para favorecer a un litigante, pues en dicho caso, ha de responder
como autor del delito de Tráfico de Influencias.
Podría predicarse -desde un plano de puro dogmatismo-, que al tra
tarse de servidores de niveles bajos de la Administración de Justicia, su
conducta cohechadora habría de ser cobijada perfectamente por las figuras
delictivas de Cohecho Pasivo, sea Propio o Impropio; lamentablemente, esa
técnica legislativa no sería adecuada, por motivos de orden criminológico, en
tanto la práctica revela como muchos de estos servidores públicos, recibe
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 653
(1368) Así, S a l in a s S ic c h a , R.; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p . 499.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 655
(1369) A banto V ásquez, M.; L o s D e lito s c o n tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a ..., cit., p. 496.
656 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1370) S alinas S iccha , R.; D e lito s contra la A d m in istració n P ú b lica, cit., p. 496.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración pública 657
(1373) \/ide, al respecto, M uñoz C onde, F.; D e re c h o P e n a l. P a rte E s p e cia l, cit., p. 1011.
660 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1374) Cfr, al respecto, Bernal P inzón, J.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps.
106.111.
C1375) Así, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 304.
(1376) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Vol. II, cit.,
p. 1216.
(1377) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 839; C reus, C.; Derecho
Penal. Parte Especial, T. II, cit., ps. 287-288; S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V,
cit., p. 165.
662 D erecho penal - P arte especial: T omo V
actos propios del cargo o empleo. Por consiguiente, advertimos, que el Co
hecho Activo, puede ser a su vez “Propio” e “Impropio”.
La particularidad reside, en que este encuentro de dos, no siempre tie
ne que suponer la intervención de ambos en la proposición corrupta, que uno
de ellos desliza al otro; al haberse adoptado la postula del Cohecho como
“unidad”, la aceptación del funcionario o servidor público, del ofrecimiento
ilegal del particular, no condiciona la punición de la conducta del extraneus,
que ha de responder penalmente por el tipo penal del artículo 397° del CP.
Y, si el funcionario acepta, se manifiesta una punición independiente (“Cohe
cho Pasivo”), esto es, cada sujeto interviniente a de responder por su propio
injusto penal.
Los delitos de encuentro presuponen la pluralidad de personas ac
tivamente intervinientes, cuyas acciones, sea con una dirección de volun
tad coincidente o no, se acercan mutuamente; es decir, el encuentro de las
diversas actuaciones de voluntad tiene efecto constitutivo para el tipo(1378).
Resultando común, que en esta clase de injustos, la ley penal sólo haga
alusión al autor en el tipo penal concreto, donde la punición del otro, surge a
partir de una inferencia de integración entre la cláusula especial y las reglas
de la PG, como en el caso de la Colusión Ilegal, a diferencia de los delitos
de Cohecho, que se distinguen en la no necesaria convergencia delictiva de
los intervinientes.
Definir el bien jurídico tutelado, es una tarea de hermenéutica jurídica
indispensable, para fijar los cometidos de política criminal así, como delimitar
con precisión el ámbito de protección de la norma, en el presente caso de los
tipos penales comprendidos en los artículo 397° y 398° del CP.
Cuando elaboramos el análisis de los delitos de «Cohecho Pasivo»,
fuimos claros al sostener que el disvalor del injusto viene desde adentro,
por quienes la Ley y la Constitución, le han conferidos específicas potes
tades y/o facultades funcionariales, en el marco de la tarea pública que la
misma legalidad impone a estos sujetos públicos; de forma, que cuando
aquéllos se encuentran incursos en pactos corruptos con los particulares,
cuando entablan negociaciones ilícitas, a fin de quebrantar sus obligacio
nes funcionales, lo que hacen es quebrantar la “Imparcialidad” y “Objetivi
dad”, como criterios rectores de la Administración Pública, según los valo
res de un Estado Constitucional de Derecho. A lo cual debemos añadir, la
“legalidad”, cuando el intraneus, a su vez violenta el espectro de legalidad,
que guía su actuación pública.
<1379> R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 534.
(1380> S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 515; Cfr., D onna ,
E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 242.
(1381> R eátegui S ánchez , J.; El delito de Cohecho, cit., p. 495.
664 D erecho penal - P arte especial: T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1382) Así, M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, Vol. II,
cit., p. 1217; M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 306.
(1383) Así, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 516; R ojas
Delitos contra la administración pública, cit., p. 519.
V argas , F.;
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 665
b. Sujeto pasivo
con el análisis propuesto en los artículos 393°, 394° y 395° del CP. Sin que
ello sea un obstáculo en identificar variables específicas en la valoración
dogmática de las diversas especies delictivas del Cohecho Activo.
Con propiedad, pasaremos a pasar a revista, a cada uno de los su
puestos delictivos, que se integran normativamente en los artículos 397° y
398° del CP, respectivamente. Debiéndose adelantar, que la tipificación pe
nal contenida en el llamado “Cohecho Activo Genérico”, agrupa tanto a la
“Corrupción Propia” como a la “Corrupción Impropia”. Esta última modalidad
de “Cohecho Activo”, puede generar ciertos cuestionamientos, reparos de
legitimación punitiva, en tanto el particular le entrega un donativo, promesa o
ventaja, para que el funcionario o servidor público, ejecute un acto u omisión,
propio del cargo, sin faltar a sus obligaciones funcionales; acá no se puede
decir, que pueda vulnerarse los principios de Imparcialidad y de Objetividad.
Como anotamos en su oportunidad, la acriminación del tipo penal de
“Cohecho Impropio”, se sostiene principalmente por motivos en puridad, de
orden político criminal, al carecer de elementos de sustantividad material,
que construyen el principio de “Ofensividad”. Apareciendo en escena crite
rios morales y éticos, que pueden tener una válida correspondencia en el
caso de los funcionarios u servidores públicos, pero en el caso de los parti
culares, la razón pierde validez, por ende, racionalidad punitiva.
Lo dicho, ha de repercutir también en el marco de interpretación del
ámbito de protección normativa del tipo penal de “Cohecho Activo Específi
co” - artículo 398° del CP.
c .1 .1 . C o h e c h o A c tiv o P ro p io
(1385) Así, S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 504-505.
668 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1387) S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 510.
670 D erecho penal - P arte especial: T omo V
c .1 .2 . C o h e c h o A c tiv o Im p ro p io
(1388) C reus , C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 282.
(1389) S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 161.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 671
<1390> S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 511.
(1391) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 511.
672 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1392) Así, S alinas S iccha , R.¡ Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 504-505.
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 673
(1393) M orales P rats, F. y otro; Coméntanos a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1627.
676 D erecho penal - P arte especial : T omo V
decisoria del sujeto público, para que éste último favorezca sus intereses
jurídicos en la decisión a adoptar.
La primera variante de «ofrecer», supone una actitud emprendedora
del agente, quien se convierte en incitador, al proponer al Magistrado o Árbi
tro, una negociación ilícita, de entablar un pacto corrupto, teniendo como pla
taforma, la concesión de prestaciones recíprocas: -por un lado, el particular
(litigante), quien le ofrece un donativo, ventaja o beneficio y, el Magistrado,
de adoptar una decisión en el caso concreto, conducente al amparo de los
intereses jurídicos del agente.
Resultando, que en este caso, se quiebra nuevamente la tesis del deli
to “plurisubjetivo”, para dar paso a una visión “unilaterar del Cohecho Activo,
donde el desvalor se basa esencialmente en la actitud que toma el agente,
de ofrecer una prebenda económica u otro beneficio al Juzgador, quebran
tando la Imparcialidad, que debe revestir toda decisión jurisdiccional. Siendo
así, la perfección delictiva, se verá confirmada con el solo proceder del agen
te, sin que el destinatario del donativo, la acepta o reciba, configurando un
delito de mera actividad; menos aún, que el Magistrado resuelva conforme a
sus intereses; ambas descripciones tácticas, toman lugar luego de la etapa
del agotamiento del delito. Y, si es que el destinatario del ofrecimiento admite
el ofrecimiento, su conducta ha de ser cobijada en los alcances normativos
del artículo 395° del CP y, si es Auxiliar Jurisdiccional, Secretario Judicial,
etc., bajo las esquelas de regulación del artículo 396° del CP.
“Ofrece”, aquel que propone algo, quien invita a una situación, pro
posición que debe ser clara y precisa, sin necesidad de que aquélla sea
dirigida directamente al sujeto público, pudiendo recalar en la persona del
intermediario.
La redacción anterior del articulado, hacía alusión a que el agente ha
bía de: “hacer donativo, promesa o cualquier otra ventaja a un Magistrado,
Arbitro, Fiscal, Miembro de Tribunal Administrativo o de cualquier otro análo
go...”', conforme dicha descripción típica, era lógica la inferencia de una ac
tividad bilateral de ambos componentes del pacto. Es así, que en la doctrina
nacional, se postulaba que el tipo penal presupone la convergencia o concu
rrencia necesaria; es decir, aquí se parte de que el sujeto activo ha acordado
con el funcionario la “compra-venta” de la función pública y precisamente por
ello “hace” la entrega o la promesa; ello daba entender, del pacto previo, in
cidiendo en la conducta activa del particular(1396). Empero, la nueva redacción
normativa, implica un adelantamiento significativo de las barreras de inter
(1396) A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración P ú b lic a .. cit., p. 499.
678 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1397) Así, Reátegui S ánchez, J.; El delito de Cohecho, cit., ps. 499-500.
T ítulo X V I I I : D eutos contra la administración pública 679
(1398) A banto VAsquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 502; Cfr.,
R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 384.
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 683
1. COMENTARIOS GENERALES
Pobreza, hambre, desempleo y subdesarrollo son propiedades inhe
rentes al fenómeno de la «corrupción». Flagelo social que se encuentra en
quistado en la institucionalidad de muchos países del orbe. En tal mérito, los
Estados Nacionales se afanan en articular medidas eficaces, tanto de orden
preventivo como represivo, amén de erradicar este cáncer que tanto daño
produce al desarrollo de los países, cuyas repercusiones se plasman en el
ámbito económico, social, cultural, mellando el sistema democrático en su
conjunto. Situación a la cual no es ajeno el Perú.
La lucha frontal contra la corrupción es una obligación de todo Estado,
la cual se exterioriza a partir de una serie de medidas, que en el marco de
la normatividad, destaca en primera línea la codificación punitiva, a partir
de los tipos penales que el legislador ha glosado en el Título XVIII del CP -
Sección IV. Política criminal que no sólo se traduce en la sanción de normas
jurídico-penales, sino que se extiende también en políticas administrativas,
en cuanto a una intensa fiscalización y control de la actuación pública; a lo
cual se suma los Códigos de Ética de la función pública, que se han emitido
en varias esferas de la Administración Pública. Deontología, como basilar
de una función que ha de estar comprometida únicamente al servicio de los
intereses generales, tal como se desprende del artículo 39° de nuestra Ley
Fundamental.
Dicho lo anterior, habremos de señalar, que el combate a esta feno
menología, se subordina a los alcances del «principio de territorialidad», es
decir, el Estado peruano sólo ha de prevenir y sancionar penalmente, aque
llas conductas disvaliosas que se cometan dentro del territorio patrio y, que
tengan como protagonistas («autores»), a servidores y funcionarios públicos
comprendidos en los diversos estamentos de la Administración Pública de
nuestro país. Es de verse, empero, que los Instrumentos de Derecho In
ternacional Público: los Tratados y Convenios Internacionales, suscritos y
ratificados por el Perú, al amparo del artículo 55° de la Constitución Política,
han supuesto una nueva visión de enfrentar los crímenes que atentan contra
bienes jurídicos de corte «internacional».
686 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1401) M anfroni, C.; El delito de Soborno Trasnacional. En: Revista APORTES para el Estados
y la Administración Gubernamental.
688 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1402) D onna , E.A.; D e re c h o P e n a l. P a rte E s p e cia l, T. III, clt., p. 248; Cfr., F ontán Balestra , C.;
D e re c h o P e n a l. P a rte E s p e cia l, cit., p. 842.
<1403> Ibídem.
T ítulo X V III: D eu to s contra la administración púbuca 689
(1404) F ontán Balestra , C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 842.
(1405) a Sí , D onna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 249.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 691
q u e se d e riv a n d e ella , será rep rim id o con p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d no
m e n o r d e tres n i m a y o r d e seis a ñ o s(1408)1409.30
PREAMBULO
(1408) Artículos incorporados por el articulo 3o del Decreto Legislativo N° 1351 del 07 de enero
de 2017.
(1409) G onzAles L laca, E.; La Corrupción. Patología colectiva, clt., p. 50.
696 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(141°) p roética. Capítulo peruano de Transparency International; citado por Torres Quispe,
D.; Delitos de cohecho y microcorrupción en la Policía Nacional del Perú. BOLETÍN
ANTICORRUPCIÓN Y JUSTICIA PENAL, cit., p. 13.
(1411) Delitos de cohecho y microcorrupción en la Policía Nacional del
T orres Q uispe , D.;
Perú, BOLETÍN ANTICORRUPCIÓN Y JUSTICIA PENAL, cit., p. 13.
(1412) International Council on Human Rights. “La Corrupción y los Derechos Humanos. Esta
bleciendo el Vínculo”. Consejo Internacional de Políticas de Derechos Humanos, Méxi
co, 2009, cit., p. 19.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbhca 697
(1413) Artículo 274° del CP; Vide, Peña Cabrera Freyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial,
T. III, 4ta. edición, Lima, 2018.
(1414> M ontoya V ivanco, I.; La Corrupción policial: ¿qué hacer frente a tanta Corrupción? (Pre
sentación). Comentario Jurisprudencial, cit., p. 3.
(1415) Delitos de cohecho y microcorrupción en la Policía Nacional del
T orres Q uispe , D.;
Perú, BOLETÍN ANTICORRUPCIÓN Y JUSTICIA PENAL, cit., p.15.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 699
1. FUNDAMENTO DE INCRIMINACIÓN
La coherencia y plenitud constituyen dos pilares básicos de todo orde
namiento jurídico, que aspira a proporcionar un listado de conductas, cuya
sistematicidad es importante a efectos de garantizar un marco coherente de
interpretación normativa.
La Sección IV del Título XVIII del CP, agrupa aquellos injustos que su
ponen una privatización del cargo público, cuando el funcionario o servidor
público (intraneus), acepta, recibe o solicita, donativo, ventaja y beneficio,
para realizar un acto, en contravención a sus deberes funcionariales. Des-
valor que construye normativamente los tipos penales de «Cohecho», cuya
configuración importa una vulneración al principio de Imparcialidad.
No obstante lo anotado, el legislador ha incluido en esta familia delic
tiva, un tipo penal que se aleja de la sustantividad anotada, al incorporar al
artículo 399° del CP, vía la dación de la Ley N° 28355(1417), la figura de la «Ne
<1417> Cuya previsión legal estaba recogida en el artículo 397° del CP.
702 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1418) Así, S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 190; Politoff L., S. y otros; Lecciones
de Derecho Penal Chileno, cit., p. 499.
(1419) Así, A banto VAsquez , al sostener que esta figura supone, en parte, una conducta previa
al “fraude a la Administración Pública”; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 506. ,
<1420> Al respecto, R ojas V argas , señala que a efectos de una mejor sistematización, esta
figura penal -d e “iege ferenda"- deberá ser reubicada a continuación de la colusión
defraudatoria, ya que se trata de una modalidad atenuada de la misma; Delitos contra
la administración pública, cit., p. 410.
(1421) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., ps. 308-309.
(1422) S oler , S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 189.
(1423) F ontán Balestra , C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 857. -
(1424) G ómez , E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., ps. 554-555.
704 D erecho penal - P arte especial : T omo V
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1425) D onna , E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 313.
(1426) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 410.
(1427) S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 541.
(1428) A banto V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 506.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 705
(1429) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 411; S alinas S iccha,
R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 543; C reus, C.; Derecho Penal. Parte
Especial, T. II, cit., p. 312; D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 325.
(1430) A banto V ásquez, M.; L o s delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 508; Así,
F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 860; C reus, C.; Derecho
Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 311.
706 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(1431) Salinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 533.
(1432) Así, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 411; (...) hasta su
conclusión definitiva, es el parecer de D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, cit.,
p. 319.
(1433) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 309.
(1434) Fontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 859; S oler, S.; Derecho
penal argentino, T. V, cit., p. 189.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 707
gestor directo de los intereses privados o del suyo propio, efectuando los trá
mites que corresponde a los representantes de la empresa, etc. Así también,
cuando allana el camino para favorecer al proveedor del servicio, firmando
un acto administrativo que saca de carrera a los competidores.
Es posible que un sujeto haga suministros, como proveedor más bara
tos que los ofrecidos por otros. Ello no obstante, si ese proveedor es al mis
mo tiempo el funcionario encargado de la proveeduría el hecho constituye
negociación incompatible(1435).
Cuando el funcionario público, advierte que en el contrato u operación
que interviene, aparece un conflicto de intereses, entre los públicos y de los
particulares, ha de dar un paso al costado, paras evitar cualquier tipo de sos
pecha de una posible parcialidad.
Presupuesto fundamental, es que el agente, ha de contar legalmente
con funciones específicas en el ámbito de los contratos u operaciones ad
ministrativas, sino es así, no se cumple con un requisito esencial de autoría.
Ello no ha de suponer que el agente sea quien detente la potestad decisoria,
de que se efectúe o no la operación administrativa; como bien dice S o l e r ,
basta que concurra a formar la determinación sustancial o a fijar la legalidad
de la operación(1436)1
.
7
3
4
En la Ejecutoria Suprema contenida en el RN N° 4832-2001-Arequi
pa, se expone lo siguiente: “Si bien el encausado, médico especialista de
hospital, era propietario del “Centro Quirúrgico Oftalmológico” y en calidad
de servidor público se intereso por la celebración de los convenios suscritos
por el hospital nacional y su centro oftalmológico, también lo es que en la
celebración de ambos convenios el procesado no intervino por razón de su
cargo, tal como lo exige el tipo penal, debido a que la decisión de aceptar
la propuesta presentada no dependía de él, evidenciándose de esta ma
nera que los hechos imputados no reúnen los presupuestos del tipo penal
referido”{UZ7).
El interés que muestra el agente, puede ser para provecho propio o
para un tercero, en el último caso debe verificarse la relación que ha de sub
yacer entre ambos, para dar por configurado el tipo penal. Elemento en cues
tión que no condiciona la realización típica, a un efectivo aprovechamiento
del sujeto activo, en cuanto a la obtención de una ventaja económica o de
otra índole, debemos recordar que el tipo penal de Negociación Incompatible
(1438) C ancino, A.J.; Delitos contra la administración pública. En: Lecciones de Derecho Penal.
Parte Especial, cit., p. 132.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 709
<1439> D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 317.
(1440) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 310; Cfr., S oler, S.; Derecho
penal argentino, I . V, cit., p. 190.
( 1441)
Cfr., G ómez, E.; Tratado de Derecho Penal, T. V, cit., p. 557.
710 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1442) F ontAn Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 858.
(1443) A banto V ásquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 513; S alinas
S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 536.
(1444) vide, al respecto, R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 413.
(1445) Así, R ojas V argas, R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 413.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 711
(1446) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 310. ,
(1447) Lo en cursivas es mío.
(1448) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 311; Cfr., S oler, S.; Derecho
penal argentino, T. V, cit., p. 191.
(1449) a s{, R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 591.
(1450) Así, A banto VAsquez, M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p.
518;F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 860.
(1451> Vide, al respecto, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 326.
(1452) S a l in a s S ic c h a , R .; D e lito s con tra la A d m in is tra c ió n P ú b lic a , cit., p. 545.
712 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(i« 3) a decir de A banto V ásquez, no tiene relevancia, el que, a posteriori sean anulados
el contrato o la operación en la que el funcionario intervenga interesadamente
(...); Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 518; como cualquier
acto administrativo es susceptible de ser anulado el contrato que suscribe la
Administración con los privado, cuyos efectos -s i bien retroactivos en el campo del
Derecho administrativo-, no enervan la antijuridicidad de la conducta, quedando
intacto su contenido de disvalor.
(1454) posición contraria, R ojas V argas, F.; D elito s contra la adm inistración púb lica, cit., p. 591.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 713
TRÁFICO DE INFLUENCIAS
A r t . 4 0 0 .- ccE l q u e , in v o ca n d o o ten ien d o in flu e n c ia s rea les o sim u la d a s,
recib e, h a ce d a r o p ro m e te r p a r a s í o p a r a u n tercero , do n a tiv o o p ro m esa
o c u a lq u ie r o tra v e n ta ja o b en eficio con e l o frecim ien to d e in t e r c e d e r a n te
u n fu n c io n a rio o serv id o r p ú b lico q u e h a d e conocer, esté cono ciend o o h a y a
conocido u n caso ju d ic ia l o a d m in istra tiv o , s erá rep rim id o con p e n a p riv a
tiv a d e lib e rta d n o m e n o r d e cu a tro n i m a y o r d e seis años.
1. FUNDAMENTO DE INCRIMINACIÓN
Frenar la Corrupción, en cualesquiera de sus manifestaciones, es un
cometido esencial de toda política criminal, cuya orientación sea esencial
mente preventiva; a tal efecto, ha de valorarse todas aquellas circunstancias
que incidan en la comisión de estos hechos delictivos, identificando toda
aquella conducta conexa o periférica, que tienda a facilitar la comisión de
dicha ilicitud.
En este proceder normativo, el legislador ensaya una serie de fórmu
las, cuyo denominador común es el adelantamiento significativo de las barre
ras de intervención del Derecho penal, apartándose de la efectiva producción
de lesión, que clásicamente ha venido aparejando la construcción de los
tipos penales en nuestra codificación punitiva.
Es sabido, que la «Corrupción», se encuentra imbricada en ciertos es
tamentos públicos, merced a una serie de circunstancias, que desbordan el
proceder antijurídico del funcionario o servidor público, que mercantiliza el
cargo público; comporta una serie de actos concatenados, que anteceden
tes y concomitantes, permiten la comisión de los delitos de Cohecho. Con
ello queremos decir, que la Corrupción no sólo tiene que ver con corruptos y
corruptores, sino que detrás de ellos, se ubican otros personajes, que contri
buyen en la incidencia criminal de estos delitos.
La política criminal es en esencia contemplativa y valorativa a la vez,
lo que indica la necesidad de observar detenidamente todos aquellos com
portamientos susceptibles de lesionar y/o poner en peligro bienes jurídicos
-penalmente tutelados- y así, proceder, al proceso de penalización mediando
la sanción de la Ley jurídico-penal.
En el marco de los delitos de «Corrupción», el legislador ha de identi
ficar aquellas conducciones sociales que inciden en la comisión de estos ac
714 D erecho penal - P arte especial: T omo V
<i45s) Citado por M olina A rrubla; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 340.
(i«6) Vide , al respecto, F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 836.
716 D erecho penal - P arte especial: T omo V
Existen no pocas personas, que cuentan con toda una red de influen
cias en el aparato público del Estado, sea desde afuera como particulares
o, desde adentro como funcionarios públicos, traficando con aquéllas, para
hacerse indebidamente de un beneficio o ventaja de toda índole.
está teniendo una cierta aplicación práctica en nuestro medio “gracias” a los
escándalos del gobierno que estuvo en el poder hasta finales del año 2000.
(1457) R ojas V argas , F.; D e lito s con tra la a d m in istració n p ú b lica, cit., p. 400.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 717
perspectiva, donde la conducta típica importa, por parte del agente (funcio
nario público, autoridad y particular): influir en un funcionario público o auto
ridad, prevaliéndose del ejercicio de las facultades del cargo o de cualquier
otra situación derivada de su relación personal o jerárquica, para conseguir
una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio
económico para si o para un tercero.
En la doctrina española, se estima que en el artículo 428, al contrario
de lo que la rúbrica sugiere, no se tipifica un verdadero delito de tráfico de in
fluencias, puesto que en dicho precepto no hay ninguna referencia a un “mer
cado indebido de influencias por parte de un funcionario público". Luego, se
dice, que el genuino tráfico de influencias, como su propio nombre lo indica,
es una venta de influencias y, aunque es una figura delictiva que carece de
unos contornos claros y precisos es la mayoría de los ordenamientos que se
recoge (el francés o el italiano), apunta a la conducta de quien aparentando
crédito, influencias o relaciones acerca de otros funcionarios con competen
cia decisoria en la Administración recibe o se hace prometer dinero o alguna
ventaja patrimonial como recompensa de su mediación en la resolución fa
vorable de su asunto de aquellos dependa(1460).
El bien jurídico protegido, constituye el normal desenvolvimiento de
la Administración Pública, de conformidad a los parámetros de objetivi
dad, imparcialidad e independencia de la actividad pública, de acuerdo
con un criterio teleológico y hermenéutico a la vez(1461); de identificación
únicamente en el caso de la modalidad de la influencia “rea/” , pues en la
“simulada(1462)” no hay idoneidad alguna de poner en peligro la Imparciali
dad de la actuación funcionarial, tampoco se advierte la existencia de un
objeto jurídico patrimonial, en tanto, la otra parte de la negociación, está for
mando parte de un negocio jurídico desprovisto de legalidad, incidiendo en
un juicio de tipicidad negativo por el delito de Estafa(1463). Así, A b a n t o V á s q u e z ,
al escribir que aquí (...), también existe un atentado, aunque lejano, contra
la imparcialidad del funcionario, el carácter público de la función (...)(1464).
(146°) O rts Berenguer, E. y otro; Comentarios al Código Penal, Vol. IV, cit., p. 1843; Cfr., M orales
P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit., p. 1670.
(1461) Así M ir P uig , C.; Los Delitos contra la Administración Pública en el nuevo Código Penal,
cit., p. 251.
(1462) p ara abanto V ásquez, en cambio, se tutela en este supuesto el “patrimonio individual”;
Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 525.
(1463) Vide, al respecto, R eaño P eschiera, L. y otros; Delitos de Tráfico de Influencias,
Enriquecimiento..., cit., ps. 33-34; P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte
Especial, T. II, cit., p. 352-353.
(1464) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 525.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 719
2. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1465) R eaño P eschiera, L. y otros; Delitos de Tráfico de Influencias, Enriquecimiento.... cit., p. 38.
(1466) D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., ps. 229-230; Al respecto, F ontán
Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 836.
(1467) M orales P rats, F. y otro; Comentarios a la Parte Especial del Derecho Penal, T. III, cit.,
p. 1671.
(1468) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 401.
(1469) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 567.
(1470) £ n |a doctrina colombiana, M olina A rrubla, es del parecer que lo que se protege con
esta disposición es, definitivamente, la buena imagen de la Administración (que no
su imparcialidad), y su buena marcha (que no su autonomía o independencia), las
mismas que se ven afectadas y entrabadas si no se sancionara la conducta de aquellos
que, ante terceros, crean la idea de la venalidad, deshonestidad y corrupción en la
Administración Pública; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 347.
720 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1471) a Sí , S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 572.
(1472) Así, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 344.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 721
(1473) / \ sí i S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 572-573.
(1474) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 345-346.
722 D erecho penal - P arte especial: T omo V
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
Conforme lo visto a lo largo de toda la capitulación, no sólo se tipifica
expresamente la punibilidad del autor (intraneu), sino también, la conducta
del particular (extraneu) que en definitiva participa también de forma intensa
en la afectación material del bien objeto de tutela; y, como identificamos en
el tipo penal del artículo 400°, se penalizan actos de intercesión a un nivel
de anticipación delictiva (actos preparatorios), previa a los delitos de cohe-
cho<1478), actos que pueden ser cometidos por cualquier persona, puesto, que
el legislador no ha especificado normativamente un especial status del autor,
por lo que el contenido material del injusto no se fundamenta en una “infrac
ción del deber funcionariar, sino en una especial configuración conductual
de dominio, que afecta la funcionalidad del bien jurídico tutelado.
El delito de tráfico de influencias implica un adelantamiento de la ba
rrera punitiva, respecto a un delito de cohecho; es por lo tanto, un delito
de peligro, en cuanto que para su realización típica no se exige la entrega
efectiva del donativo, promesa o cualquier tipo de ventaja para si (vendedor
de humo) o para un tercero y de que se realice efectivamente la intercesión
ante el funcionario público.
La Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema en el RN Na
4097-2008-Santa, ha dejado en claro lo sostenido por nosotros, al indicar
que: “La absolución del encausado por delito de tráfico de influencias no
se encuentra arreglada a ley. La no verificación de lo afirmado, ostentado
y prometido por el encausado no convierte los hechos en atípicos, pues
el referido delito es de peligro abstracto, que no exige lesionar efectiva
mente el bien jurídico, basta tan solo que se lo coloque en una posición
de riesgo o peligro. Es un delito de mera actividad en el que se sanciona
el simple comportamiento del agente, sin que sea relevante para su con
figuración que se produzca un resultado o si las influencias son reales o
simuladas{U79)”.
Este tipo legal se constituye en una conducta mutilada en dos actos
normativamente delimitados: primero, se exige la invocación de una influen
cia mediante la motivación al vendedor de humo, de recibir una ventaja o
promesa de cualquier índole, y segundo, la intercesión ante un funcionário o
servidor público que este conociendo o haya conocido, un caso judicial o ad
ministrativo; para efectos de consumación basta con que se haya celebrado*
(U78) Agf M uñoz C onde, Francisco; Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo blach, Valencia,
1997, c it...,p . 885.
(i479) En; G aceta Penal y Procesal Penal N° 15, septiembre de 2010, cit., p. 220.
724 D erecho penal - P arte especial: T omo V
c.1. P o rm e n o re s d e lo s e fe c to s g e n e ra d o s p o r la d a c ió n d e la
L e y N ° 2 9 7 0 3 e n la re d a c c ió n n o rm a tiv a d e l a rtíc u lo 4 0 0 ° d e l
CP
Es de verse, que la redacción primigenia del artículo 400° del CP, dis
ponía a la letra lo siguiente: “El que, invocando o teniendo influencias reales
o simuladas recibe, hace dar o prometer para sí o para un tercero, donativo
o promesa o cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interce
der ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, esté conocien
do o haya conocido un caso judicial o administrativo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años”.
Conforme a la normativa invocada, se colige que la actuación del autor
(vendedor de humos), del traficante, requiere dos aspectos a saber: -primero,
la invocación de las influencias (reales o aparentes) ante el comprador, con
suficiente idoneidad y/o aptitud para convencerlo y, segundo, recibir, hace
dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o cualquier otra
ventaja o beneficio.
Este tipo legal se constituye en una conducta mutilada en dos actos
normativamente delimitados, primero, se exige la invocación de una influen
cia mediante la motivación al vendedor de humo, de recibir una ventaja o
promesa de cualquier índole, y segundo, la intercesión ante un funcionario o
servidor público que este conociendo o haya conocido, un caso judicial o ad
ministrativo, para efectos de consumación basta con que se haya celebrado
el pacto sceleris, sin necesidad de una efectiva intercesión(1482).
(1480) Cuando es el mismo funcionario o servidor público quien ofrece las influencias al tercero
interesado, estaremos ante un típico caso de Cohecho (propio o impropio).
(1481) Sa n M a r t i n C a s t r o / C a r o C o r i a / R e a ñ o P e s c h i e r a ; Delitos de Tráfico de Influencias,
Enriquecimiento Ilícito y Asociación para Delinquir. Edición abril 2002, Jurista Editores,
cit., p. 26.
(1482) Cuando es el mismo funcionario o servidor público quien ofrece las influencias al tercero
interesado, estaremos ante un típico caso de Cohecho pasivo (propio o impropio).
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 725
Siendo así, podría decirse, que la realización típica del delito de Tráfico
de Influencias, está supeditada al acuerdo entre ambos actores (vendedor y
comprador de humos), dando lugar a un delito de participación necesaria, lo
que no es tanto así, en la medida que al haberse incluido el verbo típico “soli
(1485) Así, P e ñ a C a b r e r a , Raúl; Tratado de Derecho Penal. Parte Especial. Delitos contra el
c.4 . In v o c a r o te n e r in flu e n c ia s “r e a le s o s im u la d a s ”
Para ello el sujeto activo del delito urdirá estrategias, creará figuras de
falsas vinculaciones, exagerará mínimos gestos de acercamiento, etc., en
otras palabras engañara*1494*; la invocación de la influencias, debe ira apare
jada, con ciertos actos tendientes a enrostrar al tercero, que el agente cuenta
con una proximidad con el funcionario público, de ser parte de su entorno,
por ejemplo, el esposo de la secretaria, el compadrazgo con el sujeto públi
co, compañero de promoción de la universidad, etc., elementos susceptibles
de generar en la mente del tercero, la idea de que el sujeto activo puede
ejercer influencia en la esfera funcional del funcionario.
(1492) A banto V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 528.
(1493) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 352.
(1494) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 402.
(1495) S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 557.
T ítulo X V I I I : D eutos contra la administración pública 735
Que las influencias sean reales quiere decir que efectivamente exis
tan, vale decir, que verdaderamente el agente delictual tenga el poder de
valimiento sobre la voluntad del servidor público que, supuestamente, ha de
conceder el favor (...)(1496).
c.5. R e c ib e , h a c e d a r o p r o m e te r p a ra s í o p a ra u n te rc e ro , d o
n a tiv o o p ro m e s a o c u a lq u ie r o tra v e n ta ja o b e n e fic io c o n
e l o fre c im ie n to d e in te rc e d e r a n te u n fu n c io n a rio o s e rv id o r
p ú b lic o q u e h a d e c o n o c e r, e s té c o n o c ie n d o o h a y a c o n o c i
d o u n c a s o ju d ic ia l o a d m in is tra tiv o
(1504) A banto V ásquez, escribe que si no existiera este funcionario (y también si no existiera
la influencia), habría una simple estafa; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 529.
usos) otra posición, S alinas S iccha, R.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p.
558.
(15°6) 0 AN m ART[N C astro/ C aro C oria/ R eaño P eschiera; Ei delito de tráfico de influencias....,
cit., p. 34; Así, Salinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 558.
738 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(15°7) R ojas V argas, F.; Jurisprudencia Penal y Procesal Penal, cit., p. 765.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 739
lisos) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 836.
(1509) p ara m OL|NA A rrubla, hacer dar es compeler, vincular a otra persona para que le
entregue algo a alguien (que puede ser el mismo sujeto que crea el vínculo obligacional
de la entrega, o un tercero); Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 357.
(1510) Salinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 560.
740 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(-1511) A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 533.
(1512) v¡de , al respecto, M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 359.
(1513) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit, p. 4 03.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 741
c .6 . E l o fre c im ie n to d e in te rc e d e r a n te u n fu n c io n a rio o s e rv id o r
p ú b lic o q u e h a d e c o n o c e r, e s té c o n o c ie n d o o h a y a c o n o c i
d o u n c a s o ju d ic ia l o a d m in is tra tiv o
(1515) Así, A banto VAsquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cít., p. 425.
<1516> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 565.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 743
(«17) p ara r ojas V argas, en esta última hipótesis legal el legislador ha querido cubrir el
espectro de posibilidades que suponen información privilegiada para el sujeto activo
del delito quien teniendo conocimiento de que ya el caso fue decidido o resuelto -
información de la que carece el interesado- ofrece interceder a cambio de donativo,
promesa o ventaja; Delitos contra la administración pública, cit., p. 403.
744 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1518) R eyes A lvarado, Y. El concepto de imputación objetiva. En: “Derecho Penal Contemporáneo”
- Revista Internacional. 1 Octubre- Diciembre 2002. Bogotá -Colombia, cit., ps. 8-9.
(1519) zip f , h .; introducción a la Política Criminal, cit., p. 105.
<152°) R oldán Barbero, H.; Adecuación Social y Teoría Jurídica del Delito. Universidad de
Córdoba, 1992, cit., ps. 114-115.
(1521) £ n consideración de Roxin, el lugar sistemático del “Riesgo Permitido”, es concebirlo
como un regulador de la tipicidad o, por mejor decir, de la imputación penal; Reflexiones
sobre la problemática de la Imputación en el Derecho penal. En: Problemas básicos del
Derecho penal. Traducción española de Diego-Manuel Luzón Peña, Madrid, 1976, ps.
131 y ss.; de ahí, que a la moderna teoría de la Imputación Objetiva, se esté convirtiendo
en una teoría general de la tipicidad o de la conducta típica; es en realidad, un criterio
de interpretación exegético-teleológico de carácter normativo, que apunta a extraer del
746 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1523) Tal como lo señalamos en apartados anteriores, cuando el agente Invoca influencias
simuladas, no está en aptitud idónea para poder afectar al bien jurídico tutelado, por
ende, su conducta aparece como una tentativa inidónea.
(1524) M ezger, E.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 323.
748 D erecho penal - P arte especial: T omo V
d 529) P eña C abrera F reyre, Alonso R.; Derecho Penal Peruano. Teoría General de la
Imputación del Delito. Editorial Rhodas, Lima-Perú, 2004, cit., p. 223.
(1530) P eña C abrera F reyre, Alonso R.l Frisancho Aparicio, Manuel; Terminación Anticipada
a sí
del Proceso. Principio de Oportunidad, Colaboración Eficaz y Arrepentimiento. Jurista
Editores, Lima, 2003, cit., ps. 417-420.
750 D erecho penal - P arte especial: T omo V
<1531) R eaño P eschiera , J.L.; Formas de intervención en los delitos de peculado y tráfico de
influencias, cit., p. 79.
(1532) a s¡Molina A rrubla , C.M., a pesar de negar su naturaleza plurisubjetiva, pero sostenido
sobre la “culpabilidad” del interesado; Delitos contra la Administración Pública, cit., p.
346; tal como se ha argumentado -líneas atrás-, la teoría de la participación parte del
principio de accesoriedad, considerado al injusto como único, en el cual intervienen
tanto el autor como los partícipes, la capacidad de culpabilidad (de motivación
normativa), nada tiene que ver a efectos de establecer la punibilidad del interesado, en
tanto, basta que sea un comportamiento materialmente injusto, conforme a un proceso
de imputación.
<1533> R eaño P eschiera, J.L.; op.cit., p. 75.
T ítulo XVIII: D elitos contra, la administración pública 751
(1534) G imbernat O rdeig , E.; Autor y Cómplice en Derecho Penal, cit., p. 295.
(1535) A s j g imbernat O rdeig , E.; ibidem.
(1536) ^ s¡ P echiera , J.L., ob.cit., p. 78.
(1537) Mezg er , E.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 324.
752 D erecho penal - P arte especial: T omo V
ficante, como cuando una persona que sabe de las relaciones que existen
entre un determinado servidor público y un tercero, acude ante éste para
que interponga sus buenos oficios ante aquel, a fin de obtener de parte del
funcionario la decisión que le interesa de esa persona que sea adoptada por
parte del referido funcionario(1538).
En tal caso, no estaríamos ante un caso de complicidad primaria, pues,
la intervención del interesado se traduce en un acto de proposición a delin
quir, que se manifiesta en un flujo psíquico intenso, que determina al instiga
do a realizar un acto delictivo, es entonces, un acto puro de instigación(1539).
Según el artículo 24° de la PG del CP, la Instigación se define como “el
que dolosamente, determina a otro a cometer el hecho punible”. “Determinar”
significa haber dado lugar en el autor a la decisión de cometer el hecho(1540),
es provocar una determinada actitud conductual en el instigado, conforme un
obrar antijurídico. En tanto, que para M e z g e r , instigador de un hecho punible
es el que hace surgir en otro, con voluntad de instigador, la resolución de
cometer un hecho, y da lugar, de tal manera, a que cometa el hecho como
autor(1541), esto quiere decir, quien es determinado a cometer el hecho punible
cuenta con el dominio funcional del hecho, por lo tanto, en sus manos está la
posibilidad de consumar o frustrar la realización típica, a diferencia de lo que
sucede en el autor instrumento.
La intervención psíquica del interesado, debe ser eficaz, idónea y lo
suficientemente intensa, para poder provocar una actitud delictiva en la per
sona del comprador de humos, en la medida que este aporte subjetivo haya
sido el determinante para la comisión de este delito, pero no importa si tuvo
que emplear muchas energías en persuadir al traficante, o si fue algo sencillo
debido a la propensión del instigado a los actos de corrupción*1542*; sin em
bargo, no estamos ante una instigación cuando la persona ya se encuentra
determinada a ejecutar el hecho(1543)*, en éste la resolución de cometer el
hecho, no puede ser instigado el que ya ha resuelto la comisión del mismo
(omnímodo facturusY1544).
En consecuencia, la concurrencia de la instigación no puede descartar
se por la predisposición que tiene el instigado de cometer esta clase de deli-
tos(1545), es decir, quien ha hecho del delito su modus vivendi; debe entonces,
el instigador, haber contribuido subjetivamente de forma significativa en la
psique del instigado, a efectos, de provocarle la resolución criminal. Por con
siguiente, cuando el interesado provoca en el vendedor de humos, la reso
lución determinativa de interceder ante un tercero, estamos ante la figura de
la Instigación, que a afectos de penalidad, el juzgador debe graduar la pena
conforme al grado de reproche culpable; en este sentido, si bien el artículo
24°, establece que al instigador se le impone la pena del autor, es lógico que
en esta hipótesis, el autor-instigado merezca una mayor pena, de conformi
dad con el principio de proporcionalidad y el fin preventivo general de la pena.
Quienes se oponen a la responsabilidad penal del interesado a títu
lo de Instigador, parten de la falsa premisa que un agente no puede ser a
su vez: víctima de la venta de humo y gestor de la resolución criminal que
determina la comisión típica(1546)*. Argumentación inconsistente, tal como se
expuso en acápites precedentes, el tipo penal -in examine-, no tutela el pa
trimonio del interesado-comprador de humo; si el legislador hubiese querido
tutelar dicho interés jurídico, hubiera ubicado este figura delictiva bajo el ru
bro de los “delitos patrimoniales”.
Asimismo, habrá de relevar, que el instigador interesado, puede que
también realice una intervención en el acto de intercesión mediante, es decir,
en los actos ejecutivos aportando una intervención necesaria a efectos de su
realización típica. Por lo tanto, su intervención se produce, tanto ex -delicto
como en el iter-criminis-, en el primero a título de instigador y en el segundo
como un cómplice primario. Dado que ambas participaciones no pueden ser
simultáneamente desvaloradas por el Derecho penal, puesto, que se vulne
raría el ne bis in Ídem, en razón de que no puede haber una doble incrimina
ción por un solo hecho punible cometido.
En el caso, de concurso de formas de participación, si una persona
colabora de varias formas en la comisión de un hecho, el rol menos intenso
retrocederá frente al más intenso: el que primero instiga a sus cómplices y
luego obra como coautor, responde únicamente como coautor; el que instiga
y además presta ayuda responde como instigador^1547).
<154S> Así, Stratenwerth, G.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 266; R eaño P eschiera, cit.,
p. 82.
(1546) £ n este sentido, se pronuncia M olinaA rrubla, cuando el interesado obró inculpablemente,
cit., p. 347.
( 1547)
S tratenwerth, G.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 288.
754 D erecho penal - P arte especial: T omo V
5. AGRAVANTE
La dación de la Ley N° 28355, supuso la inclusión de un segundo pá
rrafo, donde se fija como «Circunstancia de Agravación», cuando el agente
tiene la calidad de funcionario o servidor público.
(1548) De otra postura, A banto V ásq uez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., p. 534
(1549) Así, S a l in a s S ic c h a , R .; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 579; R o ja s
toda corrección los supuestos de hecho que pueden ser encuadrados bajo la
cobertura de la premisa normativa.
La tarea mencionada se vuelve más delicada en la esfera del Derecho
penal (concretamente en el Proceso Penal), al entrar en juego intereses jurí
dicos de primer orden: - las libertades fundamentales de quien se le atribuye
la comisión de un hecho punible (sea como autor y/o partícipe), por otro lado,
el interés general de la colectividad en la persecución y sanción del delito,
en específico del agente delictivo. Esto último adquiere mayor intensidad, en
el contexto actual de las cosas, donde la descripción criminológica del país,
genera percepciones ciudadanas de gran calado.
(1553) S eg u ró , M. (comp.); Presentación del libro “Hartos de Corrupción”, Herder, cit., p. 15.
(1554) Ibidem, cit., p. 22.
(1555) Entendiendo la materialidad de los delitos de Cohecho, como un injusto de naturaleza
pluri-subjetiva, protagonizada por el agente estatal y el particular, relativizada por la
regulación de un Cohecho de carácter monosubjetivo, conforme la modificación efec
tuada por la Ley N° 28355.
758 D erecho penal - P arte especial: T omo V
las Administraciones Públicas. Juan Manuel Lacruz López y Mariano Melendo Pardos
(Coordinadores), cit., p. 260-261.
T ítulo X V I I I : D eutos contra la administración púbuca 759
(1558) En; Gaceta Penal y Procesal Penal, tomo 79, 2016, cit. p. 201.
(1559) £ n; Gaceta Penal y Proceso Penal, Tomo 2, agosto 2009, cit., p. 229.
oseo) En; Gaceta Penal & Procesal Penal, N° 72 - junio 2015, cit., p. 164.
760 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1561> M ir P u i g , C.; Los delitos contra la administración pública en el nuevo Código penal, cit.,
p. 261.
(1562) Qomo apunta T o r r e s V á s q u e z el acto jurídico es lícito si es conforme con el ordena
miento jurídico e ilícito cuando es contrario a normas imperativas, al orden público y a
las buenas costumbres; Código Civil, sexta edición, IDEMSA, cit., p. 126.
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 761
,1567) S tratenw erth , G.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 281.
(1568) M ezg er , E.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 323.
(1569) Cuando se trata de un interés jurídico corporeo, de entidad material como la vida, el
cuerpo y la salud, distinto de uno de naturaleza inmaterial o dígase espiritual, como lo
es la Administración Pública, considerando que su afectación puede tomar lugar desde
adentro y desde afuera, el primero por quienes se encuentran investidos de la función
pública, el segundo, por los particulares conforme el estatus que adquieren en determi
nados planos de la vida social.
T ítulo X V III: D euto s contra la administración púbuca 763
un aporte al sujeto público para que éste pueda emprender la conducta típica
(de diseñar las bases de contratación conforme la línea empresarial de la
proveedora), sino que al tratarse de un delito de «participación necesaria»,
su confluencia criminal con el intraneus cualificado resulta indispensable
para torcer los principios jurídico-constitucionales que sostienen la contra
tación pública administrativa0570*, es decir, la relevancia jurídico-penal de la
conducta solo puede alcanzarse bajo la sumatoria de ambas intervenciones
(así superar la barrera del riesgo permitido). Cuestión similar se da en el
delito de Tráfico de influencias, al constituir un delito de participación necesa
ria0571*; el injusto es producto de la suma de dos intervenciones: del vendedor
de humos con el comprador de humos. En opinión de la Sala de Apelaciones
de la Corte Superior de Lima (Exp. N° 00193-2012-9-1626-JR-PE-03): “El
tráfico de influencias es un delito de intervención necesaria y de encuentro,
pues requiere la concurrencia de dos sujetos: el traficante y el interesado
(aunque pueden concurrir otros intervinientes). La complicidad es posible. El
sujeto interesado puede ser cómplice en este delito, pero para ello no solo
debe aceptarla invocación de la influencia y el ofrecimiento de interceder por
parte del traficante, sino que también debe comprar estos mediante un pago
o promesa de donativo’V572).
Fundamento 8 del AP - El cómplice es quien realiza un aporte material
(o psicológico) orientado siempre a auxiliar al autor en la realización del tipo
penal. A partir de esta premisa se tiene que el delito de tráfico de influencias
admite casos de complicidad [por ejemplo, “A” tiene un proceso civil en el
Despacho del juez “B”; “C” le dice a “A” que tiene gran amistad con “B” y, por
tanto, puede influir en este pero a cambio de solucionar su problema deberá
entregarle mil nuevos soles; en la conversación interviene “D” que reafirma
la amistad entre “B” y “C” y la influencia de este sobre aquel. En el ejemplo
citado, se advierte pues, que “C” es autor y “D” cómplice del delito de tráfico
de influencias, pues ayudó en la invocación de las mismas realizadas por
“C”, sin embargo, el “comprador o solicitante de influencias” [en este caso
"A”] nunca podrá ser considerado cómplice según los alcances del artículo
(157°) Máxime si los deberes jurídico-públicos inherentes al cargo solo pueden ser contra
venidos por el intraneus, y no por el extraneus, sin que ello de entender que sé trate
de un injusto funcional cuya materialidad solo puede ser explicada bajo la teoría de la
infracción del deber.
<1571> Como anota Rueda Martín, ante los “tipos de participación necesaria” (...) además de
requerirse una conducta activa por parte del autor del delito es necesario que otro su
jeto lleve a cabo una “acción positiva” para su apreciación, como sucede en el delito de
tráfico de influencias (...) Reflexiones sobre la participación de Extraños en los delitos
contra la Administración Pública. En: Delitos contra la Administración Pública; cit., p.
142.
(1572) £ n; Gaceta Penal y Procesal Penal, tomo 79, 2016, cit. p. 201.
764 D erecho penal - P arte especial : T omo V
25° CP, como la persona que auxilia colabora dolosamente con la realización
del tipo penal, pues para ello tendría que ayudar al “vendedor de influencias”
en la realización del verbo rector, esto es, en la invocación de influencias,
cosa que es materialmente imposible bajo cualquier circunstancia.
No somos partidarios de este criterio interpretativo, tanto por motivos
dogmáticos como de político criminal; conforme lo primero, se está dejando
de lado que el delito de Tráfico de influencias es en esencia uno de «parti
cipación necesaria*1573)», donde la intervención del comprador de humos es
imprescindible para que se pueda configurar el tipo penal en cuestión, si es
que aquél no está dispuesto a pagar el precio que le solicita el vendedor de
humos, simplemente no hay delito alguno. ¿El vendedor de “humos” requiere
necesariamente de un tercero para poder llegar al acuerdo con el comprador
de humos? definitivamente no, basta que haga uso de ciertos medios (de
toda índole), para poder convencer al tercero interesado en pactar el acto
ilícito. Por lo demás no se entiende como una conducta marginal, como es la
del tercero que refuerza la pretensión del vendedor de influencias, sea más
relevante que la del comprador de humos; en todo caso, su participación se
ría la de un cómplice «secundario». Como hemos sostenido, en esta clase de
injustos, donde la tutela se orienta a un bien jurídico inmaterial (imparcialidad,
objetividad y legalidad de la actuación pública), la punibilidad del participe no
se mide conforme a la facticidad prevista en la literalidad normativa, sino
de acuerdo a su grado de colaboración para colocar en riesgo la integridad
del bien jurídico tutelado*1574)1
, en este caso, de un alto grado de abstracción.
7
5
Así, cuando en la ejecutoria suprema contenida en el RN N° 4097-2008-
Santa: “La absolución del encausado por delito de tráfico de influencias no
se encuentro arreglado a la ley. La no verificación de lo afirmado, ostentado
y prometido por el encausado no convierte los hechos en atípicos, pues el
referido delito es de peligro abstracto, que no exige lesionar efectivamente
el bien jurídico, basa tan solo que se lo coloque en una posición de riesgo
o peligro. Es un delito de mera actividad en el que se sanciona el simple
comportamiento del agente, sin que sea relevante para su configuración que
se produzca un resultado o si las influencias son reales o simuladas(/i575)n.
(1573) Con e||0 no queremos decir que este sea el planteamiento fundamental, para sustentar
la acriminación participativa del comprador de humos.
(1574) A decir de J i m é n e z N., (...) lo relevante no es determinar si el aporte del cómplice ayuda
o no, auxilia o no, a la materialización del injusto del autor, sino si crea un riesgo penal
mente relevante a la materialización de la infracción a la vigencia de la norma; Al otro
lado del camino:..., cit., p. 217.
(1575) |=n: Gaceta Penal & Procesal Penal, N° 15, septiembre 2010, cit., p. 220.
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 765
(1576) En posición de J e s c h e c k , (...) de la sola falta de mención legal del partícipe necesario
lo único que cabe deducir inequívocamente, es que el mismo no puede ser autor del
delito, y no necesariamente que no pueda ser castigado como partícipe (...); Tratado de
Derecho Penal. Parte General. Traducción de Muñoz Conde y Mir Puig, cit., p. 979.
(1577) R o d r í g u e z P u e r t a , Ma J.; El delito de Cohecho: Problemática Jurídico-Penal del Sobor
siguiente argumento: “De autos se aprecia que el interesado, ante los pro
blemas legales que tenía aceptó la propuesta de ira entrevistarse con el en
causado, el cual supuestamente tenía influencias sobre los magistrados de
la Corte Superior de Justicia del Santa y podría solucionarle sus problemas;
que, siendo así tanto el interesado como el intermediario habrían actuado
como instigadores del delito de tráfico de influencias; declararon haber nuli
dad en la propia sentencia en cuanto se tiene como agraviado al interesado.
En el delito de tráfico de influencias la víctima no es el funcionario público
al que se buscar influenciar sino el Estado, pues se afecta la administración
pública y su responsabilidad1586)1*” .
9
7
8
5
En los delitos de Cohecho, donde se exige la biiateralidad, sucede una
cuestión análoga, no solo al ser también un delito de participación necesaria,
puesto que el extraneu, es en realidad un cómplice primario del delito de
Cohecho pasivo -atribuible al intraneus-, que por motivos de política criminal
ha sido elevado al rango de «autoría»(1587)(1588)(1589). Esto lo decimos, en tanto
la imparcialidad, objetividad y legalidad puede ser quebrantada únicamente
por el funcionario y/o servidor público, de acuerdo al grado de desvalor que
se exige en estos injustos; (...) la tipificación de este delito en preceptos
distintos parece más bien responder a la necesidad de individualizar con
claridad los comportamientos que debe llevar a cabo uno de los autores del
delito(1590)(1591); desde el plano del marco imponible, la posibilidad de graduar
(1592) E n p a la b r a s d e D Ia z y G a r c ía C onlledo , e l m e n o r d e s v a lo r d e la c o n d u c ta d e l e x tr a n e u s
c a s o d e la p a r t ic ip a c ió n estricto sensu) m á s q u e e n lo s c a s o s n o r m a le s d e l á m b it o d e
lo t íp i c o e n lo s d e lit o s e s p e c ia le s , e s d e c ir , s u c o n e x ió n con lo t íp i c o e x is te , p e r o es
m e n o r q u e e n lo s c a s o s n o r m a l e s , lo c u a l j u s t if ic a r í a la n o e x c lu s ió n d e l extranei d e la
p u n ic ió n ; La autoría, c it., p s . 1 6 1 - 1 6 2 .
(16°2) Cuya comprobación en los hechos no es necesario para dar por consumado el tipo
penal en cuestión.
(1603) En: P érez A rroyo , M.; La evolución de la jurisprudencia penal en el Perú (2001-2005),
772 D erecho penal - P arte especial: T omo V
ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO
A r t . 4 0 1 .- ccE l fu n c io n a rio o serv id o r p ú b lico q u e , a b u sa n d o d e su ca rgo ,
in c re m e n ta ilícita m e n te su p a trim o n io respecto d e sus in greso s legítim o s
será rep rim id o co n p e n a p riv a tiv a d e lib e rta d no m e n o r d e cin co n i m a y o r
d e d ie z años.
1. CONCEPTOS PRELIMINARES
Son variadas las formas por las cuales un funcionario o servidor pú
blico, puede incurrir en un ilícito penal, tendiente a vulnerar el bien jurídico
T. III. Instituto Peruano de Criminología y Ciencias Penales, Editorial San Marcos, Lima,
2006, cit., p. 1522.
(1604) G ómez L ópez , quien cita a Maurach; El Homicidio..., cit., ps. 138-139.
T ítulo X V III: D elitos contra la administración pública 773
(ie°6) \/¡de , al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 295-296
(1607) Vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., ps. 554-555.
( 1608)
Gálvez Villegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis crítico, cit., p. 95.
n e D erecho penal - P arte especial: T omo V
<1618> C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 323.
782 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1621) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 425; A banto V ásquez ,
M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 540.
(1622) Inchausti, M.A.; Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios, cit., p. 35.
<1623> Vide, al respecto, D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 364.
(1624) S alinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 583.
784 D erecho penal - P arte especial : T omo V
Por mor, no puede decirse hoy en día, que sea la “ética pública”, el
objeto jurídico de tutela, pues el interés jurídico debe ser elaborado desde
una plataforma democrática, según la visión de la actuación de la Adminis
tración Pública, según el Estado Constitucional de Derecho; tema que será
profundizado más adelante.
El delito de Enriquecimiento Ilícito, por tanto, no puede fundarse en
una mera presunción, sino en datos, en evidencias, indicios que en su con
junto, puedan construir una Teoría del Caso incriminatoria, capaz de enervar
el principio de presunción de inocencia que favorece al imputado. No se pue
de convertir a las presunciones legales y a una base indiciaría, en hechos
probados, sin que se haya cotejado su veracidad con distintos medios de
prueba, bajo las reglas constitucionales del Juzgamiento.
Así, en la doctrina nacional, cuando se dice que no se trata, (...), de
hacer presunciones de enriquecimiento, hay que acreditarlo con los diversos
medios probatorios que existan (pericias contables, estimados financieros,
análisis ex-ante y ex-post, concurrencia de indicios, etc.). La negativa del
sujeto activo a justificar en modo alguno debe ser considerada una presun
ción de culpabilidad o una acreditación del hecho imputado, más allá de las
implicancias administrativas o de relevancia penal (diferentes a la figura 401)
que el caso pueda ameritar*1625).
(1625) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., ps. 434-435.
(1626) A banto V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 549-550.
T ítulo X V I I I : D eu to s contra la administración púbuca 785
tiene que probar la ilicitud del enriquecimiento así como su relación normati
va con el ejercicio del cargo funcionarial es el Fiscal.
Hemos de subrayar, que una cosa es la base presuntiva o de indicios,
que se requiere para formalizar la denuncia penal y para efectuar las prime
ras indagaciones y, otra muy distinta, la base probatoria que necesita la Fis
calía, para poder lograr enervar el principio de presunción de inocencia, a tal
efecto necesita de un conjunto de indicios, que con suficiente pueda acreditar
las descripciones tácticas que dan lugar al tipo penal de Enriquecimiento Ilíci
to; así también, resulta pertinente distinguir los elementos de materialidad del
tipo penal, con su probanza en el Proceso Penal. Una posición en contrario,
terminaría por vaciar de contenido material a los principios antes anotados,
por lo que la interpretación del tipo penal del artículo 401° del CP, no puede
sino, ajustarse, a dichas garantías procesales, de raigambre constitucional.
A s e n c io M e l l a d o , formula una interesante propuesta, cuando nos dice
lo siguiente: “El delito de enriquecimiento ilícito, consiste en sancionar a
quien se enriquece durante su mandato político, a quien se le descubre un
patrimonio superior a sus ingresos ordinarios. Ese solo hecho, es decir, el
incremento patrimonial injustificado, constituiría el tipo penal, siendo el im
putado, en ejercicio de su derecho de defensa y la carga de la prueba de
los hechos que aduzca, quien habrá de probar, si lo estima conveniente, el
origen ilícito de sus bienes”(1627).
Según los términos del artículo 401° del CP peruano, se puede dar
por configurado el tipo penal, cuando el estado patrimonial del agente ad
vierta un incremento patrimonial, respecto de sus ingresos legítimos durante
el ejercicio de sus funciones y que no pueda justificar razonablemente; el
hecho de que en el tipo penal se diga, que el sujeto público “no pueda jus
tificar razonablemente”, no puede dar a entender, que bastará al acusador
para lograr la condena del acusado, con presentar como medio probatorio en
el juicio, la Declaración Jurada, donde se advierte el incremento patrimonial
que no se corresponde con los ingresos reales del funcionario público, ello
constituye una base indiciaria o presuntiva importante, pero para que el juez
pueda condenar al imputado, necesita de que otros medios probatorios lo
lleven a la certeza, de que estos ingresos son ilícitos y, que fueron obtenidos
en prevalimiento del cargo. Si nó fuese así, se convalidaría condenas por
Enriquecimiento Ilícito, por hechos constitutivos dé Hurtos, Robos y Secues
tros, que el agente participó, en su vida personal y no funcional, so pena de
lesionar el principio de legalidad.
(I627) A sencio Mellado, J.M.; Lucha contra la Corrupción. El delito de enriquecimiento ilícito. La
lucha contra la Corrupción. En: Revista on line del Colegio Notarial de Madrid, cit., p. 2.
786 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1628) B raco C ucci, nos dice, que el efecto de una presunción legal consiste en que las
consecuencias jurídicas que se imputan al hecho desconocido, le son aplicables
aún cuando su existencia no ha sido probada, pero resulta probable al existir hechos
conocidos que sirven de indicios para dem ostrar su existencia; Incremento Patrimonial
no Justificado y los Fondos de origen ilícito: ¿Presunción o Ficción?, cit., p. 1.
(1629) ibídem
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 787
(1633) A banto V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 540-541.
(« 34) C aro C oria , D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 143.
(163S) R ojas V argas , R; Delitos contra la administración pública, cit., p. 144.
T ítulo X V I I I : D elitos contra la administración pública 789
6. BIEN JURÍDICO
Delimitar el contenido del objeto jurídico -tutelado por la ley penal-,
constituye una misión irrenunciable, tanto por motivos de política criminal,
como por razones dogmática, permitiendo definir el ámbito de protección
de la norma, a su vez incidiendo en un plano de valoración de la conducta
merecedora de relevancia jurídico-penal. Para tal efecto, el comportamiento,
cuyo desvalor se recoge por la norma penal, debe expresar un estado de
lesión al bien jurídico o su puesta en peligro, con arreglo al artículo IV del
Título Preliminar del CP.
Desentrañar el bien jurídico, en el delito de Enriquecimiento Ilícito, no
es empresa fácil, en mérito a las consideraciones éticas y moralistas, que
motivaron al legislador su inclusión en el catálogo punitivo, por lo que de
bemos hacer un esfuerzo, en pos de ofrecer una postura, la más cercana
posible a los principios de un Estado Constitucional de Derecho.
De plano, debe descartarse que el objeto de tutela sea el patrimonio
estatal(1637) (1638), máxime cuando el enriquecimiento del funcionario público
puede provenir -también-, de dinero de los particulares.
En el caso de los injustos de Cohecho, fuimos de parecer, que el bien
jurídico tutelado ha de verse en los principios de Imparcialidad y de Objeti
vidad, como criterios rectores de una Administración apegada a los valores
democráticos de derecho; en el caso del Enriquecimiento Ilícito no se podría
abogar por esos mismos criterios, por la sencilla razón, que cuando un fun
(1639) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 430.
(1640) P eña C abrera, R ./ F rancias A rias, L.; Delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 22.
(1641) gálvez V illegas, T.¡ El delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 116.
(1642) A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 541.
(1643) Citados por F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 876.
(1644) Inchausti, M.A.; Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios, cit., p. 41.
T ítulo X V I I I : D eutos contra la administración púbuca 791
7. TIPICIDAD OBJETIVA
a. Sujeto activo
(1647> Así, C aro C oria , D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 156; M olina A rrubla,
C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 367; I nchausti, M.A.; Enriquecimiento
Ilícito de Funcionarios, cit., p. 50; P eña C abrera, R. y otro; Delito de Enriquecimiento
Ilícito, cit., p. 23.
( 1648)
Vide, al respecto, C aro C oria, D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., ps. 230-231.
T ítulo X V I I I : D eutos contra la administración pública 793
b. Sujeto pasivo
c. Modalidad típica
(1653) Así, A banto V ásquez , M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 558.
(1654) q aro 0OR)A) d .C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., ps. 247-248.
(1655) M olina A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 376.
T ítulo X V I I I : D euto s contra la administración púbuca 795
<1656> M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 369.
(1657) Así, G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., ps. 135-136.
796 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1658) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 426.
(1859) D onna , siguiendo ejecutorías de su país; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., ps.
398-399.
(1660) Vide, al respecto, S ancinetti, M.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito de Funcionario
Público, cit., p. 108.
(1661) .C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 208; Así, A banto V ásquez ,
q aro q 0R|Ai d
M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., ps. 545.546.
(1662) GAlvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 131.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 797
(1663) En: Gaceta Penal y Procesal Penal N° 26, agosto 2011, cit., p.161
798 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(16M) gálvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis crítico. En: Actualidad
Jurídica, T. 148, marzo del 2006, cit. p. 95.
(1665) Resulta interesante, lo que al respecto se esgrime en el Derecho tributario, cuando
B ravo C ucci, opina que sostener que a través de un acto ilícito un sujeto puede
incrementar su patrimonio, significa reconocer que el delito es un acto lícito y permitido
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 799
por el ordenamiento jurídico, y que las normas tributarias prevén que el producto de un
ilícito es una riqueza que fluye del patrimonio del delincuente, lo que es un evidente
contrasentido; Incremento Patrimonial no Justificado y los Fondos..., cit., p. 2.
(1666) vide, al respecto, P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., ps.
151-153.
(1667) B ustos R amírez , J.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 290.
(1668) a s¡ M olina A rrubla , C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 369.
800 D erecho penal - P arte especial: T omo V
c.2. L a n a tu ra le z a ju r íd ic a d e la c o n d u c ta d e e n riq u e c e rs e
(1672) Cfr., D onna, E.A.; Derecho Penal. Parte Especial, T. III, cit., p. 396.
(1673) S oler, S.; Derecho penal argentino, T. V, cit., p. 206.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 803
(1674) F ontán Balestra, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 878.
(1675) Inchausti, M.A.; Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios, cit., p. 57.
(1676) C reus, C.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit., p. 323.
(1677) S ancinetti, M.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito de Funcionario Público, cit., p. 105.
(1678) Lo en cursivas es nuestro.
(1679) Sancinetti, M.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito..., cit., p. 107.
(1680) Así, Sancinetti, M.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito..., cit., p. 109.
(1681) vide, al respecto, P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
ps. 295-296
804 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1682) vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública...,
cit., ps. 554-555.
(1683) G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis crítico, cit., p. 95.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 805
c.3. N e x o fu n c io n a l d e l e n riq u e c im ie n to
(1688> R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 429.
(1889> GAlvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 153.
(1690) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 587.
(1691) Según el texto legal de la ley penal colombiana, el incremento patrimonial debe ser
“injustificado”.
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración pública 807
(1692) M olina A rrubla, C.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 368; Así, S alinas
S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., ps. 587-588.
(1693) p EÑA q ABRERAj r yotro; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 47.
(1694) Vide, al respecto, A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública.....
cit., ps. 544-545.
(1695) 0fr a| respeoto, C aro C oria, D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 201; G álvez
V illegas, T.A.; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 152.
808 D erecho penal - P arte especial: T omo V
origen ilícito es algo que debe deliberarse tomando en cuenta lo antes ex-
puesto(1696).
<1699) Vide, al respecto, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 591.
<1700) C aro C oria, D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., p. 213.
(17°1) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 542.
810 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1702) R ojas V argas, F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 436.
<1703> S ilva Sánchez, J.M.; La dimensión temporal del delito y los cambios de “status” jurídico-
penal del objeto de la acción. En: Estudios de Derecho Penal, ps. 170 y ss.
<1704) Vide, ai respecto, C aro C oria, C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., ps. 216-220.
(1705) F erré O live, J.C./ N uñez Paz , M.A./ Ramírez Barbosa; Derecho Penal Colombiano. Parte
General. Principios Fundamentales y Sistema, cit., p. 254.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 811
misma regla es empleada por el sujeto que imputa (el cual, tras imputar algo
como hecho, proceda a valorarlo o medirlo conforme a aquella regla)(1706). De
tal manera, que no es resulta un dato indispensable, que el objeto esté no
siempre presente, a nuestro entender, lo importante es que se muestre como
existente el objeto material del delito así como la esfera organizativa que
sustenta el proceder de la acción típica; en el caso que nos ocupa, queda
claro, que dichos elementos están presentes, cuando el agente ejecuta las
acciones necesarias para lograr el incremento patrimonial, susceptibles de
provocar el “enriquecimiento ilícito”.
Para G á l v e z V illeg a s (...), al referirse a “durante el ejercicio de sus fun
ciones”, se deja de lado los supuestos que se pueden producir, y de hecho
se han producido, antes del ejercicio del cargo (Caso Kouri), y los enriqueci
mientos que pudieran producirse luego de cesar las funciones, pero que tie
ne relación directa con el ejercicio de la función ya fenecido. Esta limitación,
dice, no tiene ningún fundamento, por el contrario, refleja el alto grado de
improvisación del legislador**1707).
En la doctrina nacional, con la redacción primigenia, optaba un sector,
por negar la admisión del enriquecimiento (ilícito), cuando el agente había
cesado en el cargo público, señalándose que no debe olvidarse que cuando
el sujeto deja de ser funcionario, no existe ninguna obligación (salvo que la
ley cree límites y controles temporales al patrimonio del ex-funcionario, como
en otros países) ni de declarar ni de evitar que su patrimonio se incremente,
ni de justificar estos incrementos, lo cual haría muy difícil su persecución en
la práctica*1708).
(1706) Sánchez-O stiz, P.; Imputación y Teoría del Delito, cit., p. 470.
*1707) G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis crítico, cit., p. 95.
<1708) A banto V ásquez, M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 543.
812 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1709) Cfr., P eña C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 642.
(171°) p EÑA C abrera F reyre, A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 642.
(1711) W elzel, H.; Derecho Penal Alemán, cit., p. 312.
<1712) Vide, al respecto, S tratenwerth, G.¡ Derecho Penal. Parte General, I, cit., p. 538.
(1713) Z affaroni, E.R.; Derecho Penal. Parte General, Vol. il, cit., p. 826.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 813
(1714) G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis..., cit., p. 100.
(1715) G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis..., cit., p. 103.
(1716) Vide, al respecto, P eña Cabrera, R. y otro; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., ps. 64-
65.
814 D erecho penal - P arte especial: T omo V
lesión a la norma, no sucederá ello, cuando los momentos que logra obtener
el agente no son significativos, por lo que su valoración en conjunto, es lo
que permite que ingresen al ámbito de protección de la norma.
Se acota, en la resolución, que: “(...) en el delito Sub examine es po
sible que el agente infrinja permanentemente su deber en tanto y en cuanto
se prolongue en el tiempo de su ejercicio funcionariaf’. No dudamos, que un
funcionario público, pueda vulnerar sistemáticamente, la norma contenida
en el artículo 401° del CP, mas cuestión distinta es afirmar que dicha lesión
normativa pueda configurar un delito permanente, por la sencilla razón, de
que obtenido por él, “el incremento patrimonial”, el delito ya se consumó y, si
el intraneus, vuelve a incrementar su patrimonio, mediando la ejecución de
otros actos, es un delito Continuado, pues los efectos antijurídicos del primer
hecho, cesaron con su efectiva realización típica, siendo los subsecuentes
actos, propios de una nueva lesión a la norma.
En opinión de S a lin a s S ic c h a , lo importante es dejar establecido que
el delito se consuma en el tiempo que el sujeto público realiza la actividad
ilícita que origina el incremento desmedido del patrimonio. En consecuencia,
no es un delito permanente que se produzca durante todo el periodo en que
el sujeto público se encuentre trabajando para la administración pública(1720).
No resulta adecuado, forzar las figuras penales, a fin de asegurar la
punición, de personajes involucrados en actos de corrupción, so pena de
vulnerar el principio de legalidad, para ello la Teoría del Caso, que va cons
truyendo la Fiscalía, desde los primeros actos de investigación, debe tomar
en cuenta la forma de comisión del delito, según su naturaleza y así deter
minando materialmente su consumación, es que se puede inferir formas de
participación accesorias a la autoría. Con ello se resguardan dos cosas, el
principio de correlación entre la acusación y la sentencia y, el principio de
legalidad.
<172°) Salinas Siccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 602.
T ítulo XVIII: D eu to s contra la administración pública 817
(1721) A decir, de R ojas V argas , la delito se consuma en la medida que haya existido un
incremento significativo y contrastante, el mismo que es el resultado de actividades no
conformes a derecho en el contexto del desarrollo temporal o ultra temporal del cargo
o empleo público; Delitos contra la administración pública, cit., p. 436.
(1722) Asíj salinas S iccha , R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 603; A banto
V ásquez , M.; L o s Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 556; Para G álvez
V illegas, quien en principio niega la admisión de la tentativa, dice también que cuando
se requieren de varios actos para su consumación, sí es posible la tentativa; El Delito
de Enriquecimiento ilícito, cit., ps. 162-163; P eña C abrera y F rancia A rias , apuntan que
se presenta la tentativa en el sujeto que el sujeto realiza una actividades tendentes a
formalizar un contrato que le permita el aumento de su patrimonio, sin ser el encargado
de la celebración contractual; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 64.
(1723) En contra R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 436.
(1724) S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 602.
(1725) Así, A banto V ásquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 556.
818 D erecho penal - P arte especial: T omo V
componente del tipo legal, sino que es obra de la improvisación del legisla
dor, al incluir un factor de naturaleza netamente procesal.
(1726) Así, R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 436; G álvez
V illegas, T.A,; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., ps. 155-156; P eña C abrera , R. y
otro; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 51.
(1727) Así, A banto VAsquez , M.; Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 553.
(1728) Cfr.; C aro C oria , D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., ps. 221-223.
(1729) PEña C abrera y F rancia A rias, señalan que su inclusión en cualquiera de los niveles del
delito repercuten en el ámbito del error; Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 53.
T ítulo X V III: D euto s contra la administración pública 819
11. AGRAVANTE
Si el agente es un funcionario público que hayan ocupado cargos de
alta dirección en las entidades u organismos de la administración pública o
<1730) S alinas S iccha, afirma al respecto, que al simple querer enriquecerse por actos ilícitos
le es connatural el ánimo de lucro; Delitos contra la Administración Pública, clt., p.
600; en opinión de A banto V ásquez , (...), aunque no se mencione expresamente, es
consustancial al tipo el ánimo de lucro como intención de obtener beneficio patrimonial;
Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 553; a decir de G álvez V illegas, el
mismo se evidencia con la sola voluntad de asumir la titularidad de los bienes y derechos
que corresponden al incremento patrimonial, o lo que es lo mismo, al incorporarlos a
su patrimonio personal, familiar o de tercero interpuesto; El Delito de Enriquecimiento
Ilícito, p. 155.
(1731) Vide, al respecto, P eña C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte Especial, T. II, cit.,
p. 172.
(1732) Así, C aro C oria , D.C.; El delito de enriquecimiento ilícito, cit., ps. 223-224.
820 D erecho penal - P arte especial: T omo V
(1733) a Sí , G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito. Análisis, cit., p. 94.
(1734) Así, S alinas S iccha, R.; Delitos contra la Administración Pública, cit., p. 596.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 821
(1735) p E |_a MA R ubio ; Penas y Medidas de Segundad en el Nuevo Código, cit., p. 118.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 823
Siendo que algunos delitos, como las diversas variantes típicas de Co
hecho, Negociación Incompatible con el Cargo, Tráfico de Influencias, etc.,
ya cuentan en su redacción normativa, con la Inhabilitación -como pena ac
cesoria-, por lo que bastará a los operadores jurídicos, con remitirse a los
tipos legales en específico, para que se pueda imponer dicha pena a los
inculpados por dichos injustos funcionariales.
1. COMENTARIOS GENERALES
El sistema sancionador del Estado, no se agota con la imposición de
las penas y de medidas de seguridad, en la medida que la reacción punitiva
viene aparejada con otro tipo de sanciones, con arreglo a una visión totaliza
dora de la política criminal. Se parte de una orientación preventiva, incidien
do a tal efecto, en un marco de actuación, que desborda la imputación jurídi-
co-penal que recae sobre el autor o el partícipe, imponiendo consecuencias
accesorias sobre los bienes de todos los involucrados en el hecho punible.
Enfrentar a una delictuosidad, -tan compleja como la “Corrupción Fun
cional”-, aconseja acudir a ciertos mecanismos y herramientas de política
criminal, cuyo norte se dirige a reforzar los fines preventivos de la pena, a
través de la aplicación de las sanciones de naturaleza real, cuya distinción
con la sanción tradicional, esto es, la pena, es que no recae sobre los bie
nes jurídicos vitales del ser humano, sino sobre el goce, uso y disfrute de
los derecho subjetivos que ostenta el agente sobre los bienes (muebles o
inmuebles).
No estamos hablando de la «Reparación Civil», que impone el juzga
dor, conjuntamente con la pena, en el caso de una sentencia condenatoria,
cuya naturaleza es evidentemente “indemnizatoria” y “resarcitoria”; sino de
una sanción de naturaleza coactiva, asegurativa y criminológica. Aparece
así, la figura del “Decomiso”, contenido en el artículo 102° del CP, recogida
de forma específica en el artículo 401°-Adel CP.
En palabras de G r a c ia M a r t ín , el comiso (decomiso), se fundamenta en
la peligrosidad objetiva de la cosa y se orienta (...), a impedir que aquélla sea
utilizada en el futuro, no sólo por el autor sino también por otros sujetos(1736).
Con ello el legislador pretende cerrar el círculo sobre las posibles maniobras
financieras, económicas, industriales y contables que el culpable del delito
hubiere podido emprender a fin de evitar el rastro de efectos, instrumentos o
ganancias(1737), por lo que se identifica también, una finalidad probatoria, para
asegurar las fuentes de prueba(1738).
El comiso o decomiso, consiste en la incautación definitiva y conse
cuentemente en la pérdida del derecho de propiedad de aquellos elementos,
cosas o instrumentos que se pusieron al servicio del injusto penal, de los
efectos que se derivan directa o indirectamente de él, o de los beneficios de
(1736) G racia M artin , L ; Las Consecuencias Accesorias del Delito en el Nuevo Código Penal,
cit., p. 446.
(1737) L uzón C uesta; citado por Salas Carceller; Consecuencias Accesorias, cit., p. 382.
(1738) p EÑA q abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 1198.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 827
(1739) V elásquez V elásquez, F.; Derecho Penal. Parte General, cit., p. 786.
(1740) p EÑA C abrera F reyre , A.R.; Derecho Penal. Parte General, cit. ps. 1199-1200.
(1741) P eña C abrera F reyre , A.R.; Exégesis al nuevo Código Procesal Penal, T. II, cit., p. 207.
(1742) A banto V ásquez , M.¡ Los Delitos contra la Administración Pública..., cit., p. 560.
828 D erecho penal - P arte especial : T omo V
(1745) R ojas V argas , F.; Delitos contra la administración pública, cit., p. 467.
(1746) G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 234.
830 D erecho penal - P arte especial: T omo V
“Conforme con lo prescrito por el Artículo 401 -B del Código Penal, los bienes
incautados durante la investigación preliminar o proceso penal, serán pues
tos, por el Ministerio Público, o el Poder Judicial, en su caso, inmediatamente
y bajo responsabilidad a disposición del Ministerio de Justicia, quien los reci
birá previa suscripción del acta correspondiente con la descripción de su es
tado y demás características que sirvan para su identificación. Corresponde
a la Oficina General de Administración del Ministerio de Justicia, a través de
los funcionarios que se designen, la suscripción del acta de entrega - recep
ción, previa verificación de su contenido”.
Concillamos con un sector de la doctrina nacional, que postula la de
rogación de lege ferenda del artículo 401 °-A del CP(1747), resultando más que
suficiente, la regulación del “Decomiso”, contemplada en el artículo 102° (in
fine) y, así evitamos un clima de inseguridad jurídica.
Se dice en el artículo 401 °-B, que: “Los bienes decomisados e incau
tados durante la investigación policial y proceso judicial, serán puestos a
disposición del Ministerio de Justicia; el que los asignará para su uso en
servicio oficial o del Poder Judicial y el Ministerio Público, en su caso, bajo
responsabilidad”
La fórmula normativa hace alusión al procedimiento, que debe seguir
se, para proceder al decomiso e incautación, de los bienes (ganancias y
efectos), de vinculación delictiva; donde su efectiva imposición, puede tomar
lugar en el decurso de la Investigación Preliminar (IP) o durante el trámite del
proceso judicial. Estimamos, entonces, que la aplicación de estas medidas
de coerción real, deben estar sujetas de todas las garantías, para con los
afectados; primero, cautelando los derechos de defensa y contradicción, por
lo que la decisión judicial de afectación de bienes, debe estar debidamente
justificada, motivada en sus aspectos formales y sustanciales.
Así también, medidas de esta naturaleza, deben ser solicitadas al ór
gano judicial competente (principio de «rogación»), por el sujeto público legi
timado, en este caso el Fiscal o el Actor Civil(1748), sin embargo, el artículo 94°
del C de PP, concede al juzgador, la potestad de la incautación de los objetos
de la infracción penal de oficio; siempre que aquel advierta dos aspectos
puntuales: -sospecha vehemente de criminalidad (principio de “intervención
indiciaria”) y peligro de reincidencia delictiva, tal como se desprende del ar
tículo 317° del nuevo CPP. A este nivel, estamos hablando del decomiso
(incautación), como medida de “coerción procesal”, adquiriendo la calidad de
(1747) Así, G álvez V illegas, T.A.; El Delito de Enriquecimiento Ilícito, cit., p. 235.
(1748) Artículo 317.1 del nuevo CPP.
T ítulo XVIII: D elitos contra la administración pública 831
(1749) Esta Convención adoptada en Caracas en marzo de 1996, fue aprobada por Resolu-
T ítulo XVIII: D eutos contra la administración púbuca 833
ción Legislativa N° 26756 del 05/03/1997, ratificada por Decreto Supremo N° 012-97-
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