Diccionario Caro
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Presentación 15
DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
l. Principio de legalidad 18
1. Concepto.
2. El principio de legalidad tiene un contenido garantista.
3. El principio de Legalidad tiene un fundamento jurídico
político.
4. El principio de Legalidad deriva del principio de
culpabilidad.
S. El principio de Legalidad constituye una garantía de
objetividad del juicio de los tribunales.
6. El principio de Legalidad tiene una doble dimensión.
7. El principio de Legalidad implica garantías.
8. El principio de prohibición de analogía deriva del principio
de legalidad.
9. Legitimidad en la aplicación de la analogía.
10. Legitimidad en la aplicación de la retroactividad.
11. Principio de confianza 22
1. Concepto.
2. El principio de confianza es un criterio de exclusión de la
imputación al tipo objetivo.
3. El principio de confianza opera en contextos de división del
trabajo.
4. El principio de confianza varía de acuerdo a las
características de cada ámbito o sector.
S. El principio de confianza en delitos dolosos y culposos.
6. Límites del principio de confianza.
2
7. El principio de confianza rige aún cuando la experiencia
demuestra que existen quienes infringen la normatividad.
111. Prohibición de regreso 30
1. Concepto.
2. La prohibición de regreso excluye la imputación al tipo
objetivo.
3. Ámbitos de aplicación de la prohibición de regreso.
4. Límites de la prohibición de regreso.
IV. Complementariedad penal- administrativa 32
1. El principio de fragmentariedad como fundamento de la
complementariedad penal.
2. La potestad sancionadora de la administración es
expresión del ius puniendi del Estado.
3. Tesis de la diferencia formal entre el ilícito penal y el ilícito
administrativo.
4. La tesis de la diferencia formal deriva de la tesis de la
identidad sustancial entre ilícito penal e ilícito
administrativo.
S. Tesis de la diferencia cuantitativa entre el ilícito penal y el
ilícito administrativo.
6. Consecuencias procesales de la complementariedad penal.
V. La Ley Penal en Blanco 35
1. Definición.
2. Ley penal en blanco propia.
3. Ley penal en blanco impropia.
4. La ley penal en blanco impropia no vulnera el principio de
división de poderes.
S. El mandato de determinación de la ley no es vulnerado por
la ley penal en blanco.
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
3
1. Concepto.
2. El patrimonio como bien jurídico protegido.
3. El delito de estafa es un delito de participación necesaria
de la victima.
4. El delito de estafa es un delito de resultado.
S. El delito de estafa es un delito de mera actividad.
6. El perjuicio patrimonial no supone necesariamente el
enriquecimiento del autor.
7. Tipicidad subjetiva en el delito de estafa.
8. El concepto de engaño.
9. El engaño es la forma usual de inicio de una estafa.
10. La relación entre el engaño y el error en términos de
imputación objetiva.
VII. Delito de estelionato (Art. 197 del Código Penal, inciso
4) 45
1. El bien jurídico en el delito de estelionato.
2. El sujeto activo en las dos modalidades de estelionato.
3. El sujeto pasivo en el delito de estelionato.
4. La acción típica del delito de estelionato.
S. El delito de estelionato es un delito de resultado.
6. Tipicidad subjetiva en el delito de estelionato.
VIII. Usurpación (Art. 202 del Código
Penal) 47
1. El bien jurídico en el delito de usurpación.
2. Límite a la tipicidad del delito de usurpación.
3. El concepto de alterar.
4. El concepto de turbar.
S. El delito de usurpación es un delito de resultado en su
primera modalidad (Art. 202, inciso 1 del C. Penal).
6. El delito de usurpación es un delito instantáneo en su
segunda modalidad (Art. 202, inciso 2 del C. Penal).
7. El delito de usurpación es un delito instantáneo en su
tercera modalidad (Art. 202, inciso 3 del C. Penal).
8. Tipicidad subjetiva en el delito de usurpación.
4
IX. Fraude en la administración de personas jurídicas (Art. 198 del
Código Penal) 50
1. Tesis del patrimonio social como bien jurídico protegido en
el delito de fraude societario.
2. Tesis de la expectativa sobre la conducta de los directivos
como bien jurídico en el delito de fraude de administración
de las personas jurídicas.
3. La tutela penal proporcionada por el artículo 198º CP solo
comprende a las personas jurídicas de Derecho privado.
4. La condición especial de autoría en la administración
desleal. La administración desleal como delito de infracción
del deber.
S. La condición especial de autoría en la administración
desleal. El delito de administración desleal como delito de
dominio.
6. El autor de la administración desleal es quien ejerce
funciones de administración en las diversas fases de
desarrollo de la persona jurídica.
7. El concepto "administrador de hecho" debe ser
interpretado en sentido lato.
8. La administración desleal como delito de peligro concreto.
X. Delito de Contaminación Ambiental (Art. 304 del Código
Penal) 55
1. El medio ambiente como bien jurídico protegido.
2. El carácter autónomo del bien jurídico "medio ambiente".
3. La delimitación del riesgo permitido corresponde al
Derecho administrativo.
4. El delito de contaminación ambiental es un delito de
peligro concreto y de resultado.
S. El delito de contaminación ambiental puede cometerse
dolosa o culposamente.
XI. Difamación (Art. 132 del Código
Penal) 58
1. La difamación es un delito de peligro abstracto.
2. Irrelevancia de la falsedad o verdad de la imputación.
5
3. El dolo como elemento subjetivo suficiente en la tipicidad
subjetiva en el delito de difamación.
4. El animus difamandi como elemento sujetivo necesario
para la tipicidad subjetiva en el delito de difamación.
S. La conducta del agente debe ser apta e idónea para
perjudicar el honor o la reputación.
XII. Desobediencia y resistencia a la autoridad (Art. 365 del Código
Penal) 61
l. El normal funcionamiento de la administración pública
como bien jurídico protegido.
2. El delito de violencia o amenaza contra autoridad es un
delito de resultado (violencia y amenaza) y de mera
actividad (estorbar).
3. Tipicidad subjetiva en el delito de violencia y resistencia a
la autoridad.
4. lnaplicabilidad del delito de violencia y resistencia a la
autoridad en casos de actuación arbitraria del funcionario
público.
XIII. Denuncia calumniosa (Art. 402 del Código
Penal) 64
l. El normal funcionamiento de la administración de justicia
como bien jurídico protegido.
2. La objetividad material de la "falsedad" determina la
configuración del delito de denuncia calumniosa.
3. La tesis de la pluriofensividad.
4. La denuncia calumniosa es un delito de mera actividad y de
peligro abstracto.
S. La imputación falsa también se hace de manera indirecta.
6. La idoneidad de la conducta para activar la persecución
penal como exigencia de tipicidad.
7. Tipicidad subjetiva en el delito de Denuncia Calumniosa.
8. Diferencia en la tipicidad subjetiva entre el delito de
calumnia y el delito de denuncia calumniosa o falsa
denuncia.
6
XIV. Lavado de activos (Ley N2
27765) 68
1. Concepto.
2. El bien jurídico protegido en el delito de lavado de activos.
3. Tesis de la pluriofensividad del delito de lavado de activos.
4. La administración de justicia en el delito de lavado de
activos.
S. En cuanto a la naturaleza temporal, el delito de lavado de
activos es un delito de consumación instantánea en sus
modalidades de "transferir" y "convertir.
6. En cuanto a la naturaleza temporal, el delito de lavado de
activos es un delito de consumación permanente en sus
modalidades de "ocultar" y "tener".
7. El delito de lavado de activos es un delito de resultado que
admite tentativa.
8. El delito de lavado de activos es un delito de mera
actividad.
9. La tipicidad subjetiva en el delito de lavado de activos.
XV. Los delitos de cohecho activo y
pasivo 74
1. Elementos cualitativos del sujeto activo en el delito de
cohecho pasivo.
2. La administración pública como bien jurídico genérico
protegido.
3. Existe una diferencia en la consumación entre el delito de
cohecho pasivo (modalidad de "aceptar") y cohecho activo
(modalidad de "ofrecer").
4. Existe una diferencia en la consumación en el delito de
cohecho pasivo entre sus modalidades de "aceptar" o
"recibir" y de "solicitar".
S. Tipicidad subjetiva en el delito de cohecho pasivo.
6. Diferencia en el carácter indebido del acto entre el
cohecho pasivo propio y el cohecho pasivo impropio.
7. Fundamento del carácter indebido del acto en el delito de
cohecho pasivo impropio.
7
8. Límites a la tipicidad del delito de cohecho pasivo.
9. La consumación en los delitos de cohecho pasivo propio e
impropio
10. La titularidad del sujeto activo entre el delito de cohecho
pasivo y delito de cohecho activo.
11. El sentido normativo del verbo "obligación".
XVI. Abuso de autoridad (Art. 376 del Código
Penal) 80
1. El bien jurídico en el delito de abuso de autoridad.
2. Delimitación de la autoría en el delito de abuso de
autoridad en base a elementos cualitativos del sujeto
activo.
3. La autoría colegiada como coautoria en el delito de abuso
de autoridad.
4. Tipicidad subjetiva en el delito de abuso de autoridad.
5. La consumación instantánea en el delito de abuso de
autoridad.
6. El delito de abuso de autoridad como delito de resultado.
XVII. Delito de colusión (Art. 384 del Código
Penal) 86
1. Concepto.
2. El doble contenido del bien jurídico protegido en el delito
de colusión.
3. Delimitación de la autoría del funcionario público en base a
un elemento cualitativo decisional.
4. Ámbito de aplicación del tipo penal de colusión.
S. Tipicidad subjetiva en el delito de colusión.
6. El delito de colusión agravada es un delito de resultado
(2do párrafo del Art. 384 del Código Penal).
7. El delito de colusión simple es un delito de peligro concreto
(ler párrafo del Art. 384 del Código Penal).
8. La "concertación" como punto central de imputación.
XVIII. Delito de fraude procesal (Art. 416 del Código
Penal) 92
8
1. El normal ejercicio de la administración de justicia como
bien jurídico protegido.
2. También se incurre en fraude procesal si el
comportamiento se dirige a los funcionarios o servidores
públicos que colaboran con la administración de justicia.
3. Límites a la configuración del fraude procesal.
4. El fraude procesal es un delito de peligro.
S. El fraude procesal sólo admite comisión dolosa.
XIX. Delito de falsificación de documentos (Art. 427 del Código
Penal) 94
1. La funcionalidad del documento como bien jurídico
protegido. Funciones del documento.
2. Marco del riesgo permitido en la falsedad.
3. Momento de consumación del delito de falsedad
documental propia.
4. Tipicidad subjetiva en la falsedad propia.
S. El perjuicio como elemento típico (como verificación del
resultado lesivo o como condición objetiva de punibilidad).
6. Momento de consumación del delito de falsedad
documental impropia.
7. Tipicidad subjetiva en la falsedad impropia.
XX. Falsedad ideológica (Art. 428 del Código
Penal) 98
1. Tipicidad objetiva en la falsedad propia.
2. Tipicidad subjetiva en la falsedad propia.
3. Tipicidad objetiva en la falsedad impropia.
4. Tipicidad subjetiva en la falsedad impropia.
S. Consumación en el delito de falsedad ideológica propia.
6. Consumación en el delito de falsedad ideológica impropia.
XXI. Falsedad Genérica (Art. 438 del Código
Penal) 100
1. Concepto.
2. Ámbito de aplicación residual.
3. La fe pública como bien jurídico protegido.
9
DERECHO PROCESAL PENAL
10
4. El derecho al plazo razonable es un concepto abierto y su
vulneración estará condicionada a la evaluación del caso
concreto.
s. Finalidad del derecho al plazo razonable.
6. Factores que intervienen en la determinación de plazo
razonable.
XXVI. M.edidas coercitivas 116
l. Concepto.
2. Presupuesto formal para la adopción de la medida
coercitiva.
3. Variabilidad de las medidas de coerción procesal.
4. Modelo Garantista de la medida de coerción.
s. Modelo Preventivista Radical de la medida de coerción.
6. La detención preventiva como medida de coerción debe
ser motivada.
XXVII. Excepción de Prescripción 118
l. Concepto.
2. La seguridad jurídica como fundamento principal de la
excepción de prescripción.
3. Oportunidad para plantear la excepción de prescripción.
4. Presupuestos para resolver la excepción de prescripción.
s. El transcurso del tiempo como factor predominante para
que opere la excepción de prescripción.
6. Finalidad de la prescripción.
7. Alcance del beneficio de la excepción de prescripción.
XXVIII. Delito de Defraudación Tributaria- Valor Probatorio del
Informe de la Sunat y de la Pericia
Judicial 121
l. El juicio de fiabilidad probatoria como condición de validez
de la prueba.
2. Excepción al examen de fiabilidad para la validez del
informe o dictamen pericial.
3. Alcance del juicio de fiabilidad de la prueba.
4. Límites al contenido del informe pericial.
11
XXIX. Cuestión Previa en los delitos ambientales (Ley Nº
26631) 1.24
1. Pronunciamiento de la autoridad sobre el objeto del
proceso.
2. Diferencia entre la cuestión previa (condición de
procedibilidad) y la condición objetiva de punibilidad.
Bibliografía 127
12
2. El elemento de tendencia interna "finalidad de diseñar,
ejecutar o alterar un esquema u otro similar", de "alterar
un esquema" o de "interferir, interceptar, acceder o copiar
información".
3. Atipicidad de las restricciones al uso de correo electrónico
corporativo.
4. La participación material del imputado en el acceso ilegal
como condición de responsabilidad penal.
V. Delito de usurpación de funciones 151
1. La delimitación de los deberes de función como
presupuestos para la comprobación de la tipicidad objetiva
del delito de usurpación de funciones por funcionario
público.
2. La delimitación de los deberes funcionales únicamente se
establece normativamente, nunca contractualmente.
VI. Principio del ne bis in
ídem 154
1. Fundamento de la garantía del ne bis in idem.
2. Doble configuración del principio de ne bis in ídem.
3. Vertiente material del principio de ne bis in ídem.
4. Vertiente procesal del principio de ne bis in ídem.
S. Ne bis in idem mixto (penal administrativo) y principio de
primacía de la judicialidad.
6. Ne bis in ídem y cosa decidida.
7. Cosa decidida en el nuevo CPP.
VII. Prohibición de avocamiento
indebido 165
l. Doctrina constitucional sobre el avocamiento indebido.
VIII. El tercero civil en el CPP 168
1. Concepto de tercero civil.
2. Delimitación del tercero civil conforme a las reglas de la
responsabilidad civil.
3. Determinación del vínculo jurídico determinante de la
condición de tercero civil.
13
IX. Diligencias preliminares en el
CPP 172
1. Regulación y finalidad de las diligencias preliminares en el
CPP 2004.
2. El plazo razonable en las diligencias preliminares.
X. Casación 176
1. Fundamentación de interés casacional. Esquema aplicado
al delito de violación de domicilio.
XI. La prueba por indicios 181
1. La prueba indiciaria conforme al CPP.
14
PRESENTACIÓN
15
PRIMERA PARTE: DESARROLLO DOCTRINAL
16
DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
17
l. PRINCIPIO DE LEGALIDAD
1) Concepto.
§ i. "El contenido esencial del principio de legalidad en materia
penal radica en que no puede sancionarse ninguna
conducta o imponerse pena alguna que no se encuentre
establecida en la ley, lo que coincide propiamente con el
denominado principio de legalidad de los delitos y las
penas , frecuentemente expresado mediante el aforismo
nullum crimen, nulla poena, sine lege.''1.
§ ii. "Este es el principal límite de la violencia punitiva que el
sistema penal del Estado ejercita, se trata de un límite
típico de un Estado de Derecho?".
1
MUÑOZ CONDE, Francisco/GARCÍA ARÁN, Mercedes. Derecho Penal. Parte General.
Tirant lo Blanch. 2da edición, Valencia, 1996, p. 100.
2 VILLAVICENCIO TERREROS,
Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 89.
3
VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El principio de legalidad. Fundamentos, alcances
y jurisprudencia del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
(Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 197.
18
convivencia pacifica entre los ciudadanos en estricto
respeto a los derechos y libertades"4•
4
VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El principio de legalidad. Fundamentos, alcances
y jurisprudencia del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
(Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 197.
5 VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El
principio de legalidad. Fundamentos, alcances
y jurisprudencia del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
(Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 203.
6
BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, p. 102.
19
como también la exclusión de la extensión análoga y la
aplicación retroactiva de la ley penal"7•
§ ii. "Desde la perspectiva del principio de legalidad aparece
básicamente que garantiza la objetividad del juicio de los
tribunales, pues sólo con la distancia que da una ley previa
es posible un enjuiciamiento objetivo de los hechos( .. ) los
jueces no pueden decidir sin un fundamento legal sobre la
punibilidad o no de la conducta"8•
7
VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El principio de legalidad. Fundamentos, alcances
y jurisprudencia del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
(Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 203.
8 BACIGALUPO,
Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, pp. 103 y
104.
9
VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El principio de legalidad. Fundamentos, alcances
y jurisprudenda del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
(Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 207.
20
7) El principio de Legalidad implica garantías.
§ i. "El principio de legalidad penal garantiza: a) la prohibición
de la aplicación retroactiva de la ley penal (lex praevia); b)
la prohibición de la analogía (Lex stricta); c) la prohibición
de cláusulas legales indeterminadas (lex certa); y d) La
prohibición de aplicación de otro derecho que no sea el
escrito (lex scripta)"1º.
§ ii. "El principio de legalidad se expresa en exigencias dirigidas
al legislador y a los tribunales. Una sanción penal se habrá
aplicado con arreglo al principio de legalidad si está
establecida en una lex praevia (exclusión de la aplicación
retroactiva de las leyes penales) y en una lex scripta
(exclusión del derecho consuetudinario), que reúna las
condiciones de una lex certa (exclusión de las cláusulas
generales), interpretada como una lex stricta (exclusión de
la extensión análoga de la ley penal)"11.
§ iii. "El principio de legalidad exige que la normas reúnan
determinadas garantías de suerte que se conviertan en
verdaderos instrumentos al servicio de la libertad de los
ciudadanos. Se trata, expresándolo en los términos que
emplea el Tribunal Constitucional al referirse a este tipo de
garantías, de que la norma penal exista por medio de una
ley (lex scripta), que sea anterior a la comisión del hecho
(lex previa) y que describa un supuesto de hecho
determinado (lex certa)"12.
8) El principio de prohibición de analogía deriva de el
principio de legalidad.
§ i. "A partir del principio de legalidad, se constituye como una
garantía de la administración de justicia la prohibición de
10
VILLARROEL QUINDE, Carlos Abel. "El principio de legalidad. Fundamentos,
alcances y jurisprudencia del Tribunal Constitucional", en: Sosa Sacio Juan Manuel
{Coordinador). El Debido Proceso. Gaceta Constitucional, Lima, 2010, p. 208.
11
BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, p. 101.
12 SERRANOPIEDECASAS FERNÁNDEZ, José Ramón. Conocimiento científico y
fundamentos del Derecho Penal. Gráfica Horizonte. Lima, 1999, pp. 93 y 94.
21
analogía (artículo 139, numeral 9, Constitución; articulo 111,
Título Preliminar, Código Penal). De esta manera, esta
prohibición supone que "no es permitida la analogía para
calificar el hecho como delito o falta, definir un estado de
peligrosidad o determinar la pena o medida de seguridad
que les corresponde" (artículo 111, Título Preliminar; Código
Penal) (artículo 139, numeral 9, Constitución}'?".
13
VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 90.
14
VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 91.
15 VILLAVICENCIO TERREROS,
Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 91.
22
comportamiento de conformidad con las obligaciones de
cuidado que corresponden'!".
§ ii. "El principio de confianza significa que, a pesar de la
experiencia de que otras personas cometen errores, se
autoriza a confiar en su comportamiento correcto?".
§ iii. "El principio de confianza autoriza a organizar el propio
comportamiento sobre el supuesto de que los demás
actuarán reglamentariamente18".
§ iv. "De acuerdo con este principio, el sujeto que realiza una
actividad arriesgada, en principio lícita, puede confiar en
que quienes participan junto a él en la misma se van a
comportar correctamente de acuerdo con las reglas
existentes mientras no existan indicios de que ello no va a
se así19".
§ v. "Cabe confiar con carácter general en la conducta correcta de
los demás ( .. ) no necesitando uno organizarse previniendo
que los demás se comportarán antirreglamentariamente e
irrazonablemente2º".
16
HURTADO POZO, José. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Tercera Edición,
Lima, 2005, p. 722.
17 JAKOBS, Günther. Derecho Penal. Parte General. Fundamentos y teoría de la
23
permanece dentro de los límites del riesgo permitido, no
se imputaría al agente del resultado objetivo21".
§ ii. "De acuerdo con el principio de confianza no se imputarán
objetivamente los resultados producidos por quien ha
obrado confiando en que otros se mantendrán dentro de
los límites del peligro permitido22".
§ iii. "No cabe imputación a la conducta cuando el sujeto obra
confiado en que los demás actuarán dentro de los límites
de los riesgo permitido ( ... ). Quien realiza un
comportamiento riesgoso, en general lícito, actúa confiado
en que, quienes participan con él, van a actuar
correctamente conforme a las reglas preexistentes23".
§ iv. "Supone que cuando el sujeto ha obrado confiado en que
los demás actuarán dentro de los límites del riesgo
permitido no cabe imputarle penalmente la conducta24".
21 HURTADO POZO, José. Derecho Penal. Parte General. Grijlev, Tercera Edición,
Lima, 2005, p. 722.
22
BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, pp. 268 y
269.
23
VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 327.
24 VILLAVICENCIO TERREROS,
Felipe. "Imputación Objetiva en la Jurisprudencia
Peruana". En: Revista de Ciencias Penales, Instituto de Derecho penal Europeo e
Internacional. [Documento en línea:
http:// persa. un ifr. ch/ derecho pe na 1/assets/fi les/ obras porta les/op_ 20100205 _02. pdf
, revisado el 08 de febrero a las 11:00 horas) p. 6.
25
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, p. 422.
24
esperar que cada quien cumpla a cabalidad con su
respectivo rol ( ... ). Se trata de un reparto de competencias
o incumbencias, por tanto, para establecer la
responsabilidad de un concreto miembro del equipo habrá
que determinar si el fallo se puede determinar como
propio26".
§ iii. "Cuando el comportamiento de los seres humanos se
entrelazan, no forma parte del rol del ciudadano controlar
de manera permanente a todos los demás; de otro modo,
no sería posible la división del trabajo. Existe un principio
de confianza.
En determinados ámbitos pero sólo en determinados
ámbitos también se puede vincular el principio de
confianza a la idea de protección de bienes jurídicos. Quien
permanentemente está controlando a otros no puede
concentrarse plenamente en su propia tarea y de ahí que
en la mayoría de las ocasiones pierda más respecto de la
realización de la propia tarea de lo que obtiene a través del
control de los demás. Pero esta no es ni la única razón, ni
siquiera la razón fundamental.
Por el contrario, la razón fundamental estriba en que los
demás son, a su vez, sujetos responsables. La idea de
responsabilidad quedaría destruida si los demás fuesen
concebidos de modo exclusivamente cognitivo y no,
también, como sujetos responsables27".
§ iv. "En los puntos en los que los cursos causales pueden
influirse mutuamente, se necesita una división del trabajo
para que cada participe no tenga que controlar todas las
26 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. Derecho Penal. Parte General. Gaceta Jurídica. Lima,
2009, p. 315.
27 JAKOBS, Günther. Lo Imputación Objetiva en el Derecho Penal. Ángel Editor.
México, 2002, p. 25.
25
posibilidades de influencia, sino sólo determinadas, y estas
sólo con atención no dividida28".
4) El principio de confianza varía de acuerdo a las
características de cada ámbito o sector.
§ i. "Su configuración varía según las características en cada
ámbito o sector. Así por ejemplo, la confianza que rige en
el tráfico rodado no se corresponde plenamente con la que
tiene lugar en el uso de prestaciones ajenas en la división
de trabajo29".
§ ii. "Si bien el principio de confianza ha sido aplicado y
elaborado en el ámbito del tráfico rodado es pertinente
invocarlo a otras actividades, en especial cuando estas son
ejecutadas por un grupo de personas que actúan en
equipo y de acuerdo a una división de tareas considerando
que la aplicación del principio de confianza no puede ser
automática en estos casos, pues hay que considerar el
supuesto de los partícipes que, por su formación o
experiencia, pueden señalar o corregir errores de los
demás, así como el tipo de relación entre ellos. En una
relación horizontal o de igualdad, el principio de confianza
será aplicado, en principio teniendo en cuenta la
responsabilidad propia e individual (principio de
autorresponsabilidad) de cada participante teniendo cada
uno el deber de preservar el desarrollo de las actividades y
evitar daños a terceros con estas, mientras que si se trata
de una relación jerárquica, se tomará en consideración,
además, los deberes de vigilancia o de control que puedan
tener los superiores respecto a los inferiores,
atribuyéndose a estos la posición de garante'?".
26
5) El principio de confianza en delitos dolosos y culposos.
§ i. "El principio de confianza no estaría sólo limitado al deber
de cuidado propio de los delitos imprudentes, pues
también es posible en los delitos dolosos31".
§ ii. "También en los delitos dolosos se dan los elementos del
delito culposo, en tanto se requiere una acción que realice
un peligro jurídicamente desaprobado, esto es, no hay
dolo sin culpa, esto es sin infracción del deber de cuidado
o, lo que es lo mismo, no hay dolo sin la producción de un
riesgo desaprobado32".
§ iii. "El principio de confianza es una manifestación del riesgo
permitido, lo cual conduce necesariamente a admitir su
aplicación respecto de toda clase de delitos ( .. ) el riesgo
permitido es un figura que siendo elemento de la
imputación objetiva es a su vez presupuesto común de
delitos dolosos, culposos, tentados y consumados33".
27
a) La confianza queda excluida si la otra persona no
tiene capacidad para ser responsable o está
dispensada de su responsabilidad.
b) No hay lugar para la confianza si la misión de uno
de los intervinientes consiste precisamente en
compensar los fallos que eventualmente otro
cometa.
c) La confianza cesa cuando resulta evidente una
conducta que defrauda las expectativas por parte
de uno de los intervinientes35".
§ iii. "El principio no es aplicable donde allí no esta justificada,
de manera reconocible, la confianza en que el otro actúe
conforme al ordenamiento, esto es válido en las conductas
de niños pequeños y también en las acciones notorias de
niños mayores, en peatones adultos débiles o claramente
desorientados, pero también cuando otro participante en
el tráfico de vehículos da claras muestras de no querer
respetar las reglas36".
§ iv. "El principio de confianza se rompe por situaciones que
objetivamente permitan poner en tela de juicio la
confianza sobre la conformidad a derecho del
comportamiento de otro37".
§ v. "El principio de confianza no puede ser invocado cuando
existen inequívocos elementos de juicio de los cuales se
infiera una conducta no reglamentaria por parte de un
tercero ( .. ) una circunstancia como tal no podría invocarse
15 GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, pp. 424 y
425.
36 ROXIN, Claus. La
Imputación Objetiva en el Derecho Penal, traducción de Manuel
Abanto Vásquez. ldemsa. Lima, 1997, p. 172.
37
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, pp. 424 y
425.
28
el principio de confianza sino que se debe adoptar una
conducta diferente para evitar el resultado dañoso38".
§ vi. "Sólo abría excepciones cuando pierde su base la confianza
de la conducta correcta de los demás, como con respecto a
niños, o a personas ancianas o achacosas ( ... ) igualmente
con respecto a personas de cuya pericia cabe dudar o de
las que, debido a indicios concretos, cabe esperar más
comportamientos incorrectos39".
38
REYES ALVARADO, Yesid. Imputación Objetiva. Themis. Segunda Edición, Bogotá,
1996,p.147
39
FRISCH, Wolfgang. Comportamiento Típico e Imputación del Resultado. Marcial
Pons. Barcelona, 2004, p. 207.
4
° FERRANTE, Marcelo. "Una Introducción a la Teoría de la Imputación Objetiva", en:
Teoría de la Imputación Objetiva. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 1998,
pp. 89 y90.
29
consonancia con los patrones de conducta vigentes, pese a
lo cual todos podemos organizar nuestras actividades
sobre el supuesto de que los demás actuarán
correctamente, lo cual significa que desde el punto de vista
jurídico se permite como regla general ignorar que de
acuerdo con nuestra experiencia general de la vida existen
actuaciones contrarias a las expectativas de
comportamiento social 41"
41
REYES ALVARADO, Yesid. Imputación Objetiva. Themis. Segunda Edición, Bogotá,
1996, p. 143.
42
BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, p. 269.
43
VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. lima,
2006, p. 328.
44 GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. lima, 2003, pp. 424 y
425.
4� JAKOBS, Günther. La
Imputación Objetiva en el Derecho Penal, traducción de
Manuel Cancio Meliá. Ángel Editor. México, 2002, p. 26.
30
2) La prohibición de regreso excluye la imputación al tipo
objetivo.
§ i. "La prohibición de regreso consiste en comportamientos
socialmente adecuados y, por ello, no puede dar lugar a
una imputación objetiva46".
§ ii. "Un comportamiento estereotipadamente inocuo no
constituye participación en una organización no permitida.
Se está ante un regreso cuando el comportamiento
inocente de un tercero es reorientado delictivamente, lo
que no deberá comprometerlo47".
46
· GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, p. 426.
47
REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. Derecho Penal. Parte General. Gaceta Jurídica. Lima,
2009, p. 316.
48
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, p. 428.
49
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2003, p. 429.
50
JAKOBS, Günther. La Imputación Objetiva en el Derecho Penal, traducción de
Manuel Cancío Meliá. Ángel Editor. México, 2002, p. 27.
31
§ i. "Sólo de un modo subsidiario puede surgir la
responsabilidad penal para quien actúa neutralmente en
los supuestos que el aporte neutral favorezca una
situación de peligro a un tercero o la colectividad, que
puede entenderse como una infracción de un deber de
solidaridad mínima que se expresaría como un delito de
omisión de auxilio (Art. 127 del Código Penal) u omisión de
denuncia (Art. 407 del Código Penal)51".
§ ii. "El carácter socialmente adecuado de una aportación no
anula otros deberes existentes que puedan generar una
responsabilidad pena. En este sentido, si al sujeto que
presta una actuación socialmente aceptada le asiste una
posición de garantía o, mejor dicho, otra competencia por
organización (introducción por un riesgo especial, por
ejemplo) o institucional (confianza especial, por ejemplo) o
deberes de solidaridad mínima (omisión de deber de
socorro), entonces una responsabilidad penal podrá tener
lugar en caso que esas competencias o deberes se
infrinjan52".
§ iii. "Si al sujeto que presta una actuación socialmente
aceptada le asiste una alguna posición de garantía o, mejor
dicho, otra competencia por organización o institucional o
deberes de solidaridad mínima, entonces una
responsabilidad penal podrá tener lugar en caso que esas
competencias o deberes se infrinjan53".
32
antes de utilizarle. Entre estos, se encuentran los previstos
en las diferentes ramas del ordenamiento jurídico. De
modo que los bienes jurídicos son también protegidos, por
ejemplo, por las disposiciones del derecho civil,
administrativo, sanitario, etc. Sólo si estos medios resultan
insuficientes o ineficaces, aparecerá como necesario
emplear la amenaza penal54".
54 HURTADO POZO, José. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Tercera Edición,
Lima, 2005, p. 48.
55 BAJO FERNÁNDEZ, Miguel/BACIGALUPO SAGGESE, Silvina. Derecho Penal
Económico. Ramón Areces. Madrid, 2001, p. 73.
56
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel/BACIGALUPO SAGGESE, Silvina. Derecho Penal
Económico. Ramón Areces. Madrid, 2001, p. 80.
33
de las previstas en el código penal y aplicado por los
tribunales de justicia en virtud del ius puniendi57".
57
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel/BACIGALUPO SAGGESE, Silvina. Derecho Penal
Económico. Ramón Areces. Madrid, 2001, p. 79.
58
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel/BACIGALUPO SAGGESE, Silvina. Derecho Penal
Económico. Ramón Areces. Madrid, 2001, p. 80.
59
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel/BACIGALUPO SAGGESE, Silvina. Derecho Penal
Económico. Ramón Areces. Madrid, 2001, p. 80.
60
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal. Parte general. Ara. Lima, 2003, p. 68.
61
HURTADO POZO, José. Derecho Penal. Parte general. Grijley. Tercera Edición, Lima,
2005, p. 52.
34
6) Consecuencias procesales de la complementariedad
penal.
§ i. "Afirmar el carácter penal de una sanción administrativa
significa brindar al procesado ciertas garantías tanto en el
nivel del procedimiento (por ejemplo: recursos al juez
penal) como en el del derecho material (por ejemplo,
respecto del principio de la legalidad o de la necesidad de
comprobar la culpabilidad)62".
62
HURTADO POZO, José. Derecho Penal. Parte general. Grijley. Tercera Edición, Lima,
2005, p. 51.
63 VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 136.
LUZÓN PEÑA, DiegoManuel. Curso de Derecho Penal. Parte General l. Universitas.
64
35
encuentra en disposición distintas de la ley que contiene la
amenaza penal65".
65
BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General. Ara. Lima, 2004, p. 149.
66
REYNA ALFARO, Luís M. Manual de Derecho Penal Económico. Parte General y
Parte Especial. Gaceta Jurídica, 2002, p. 89.
67 REYNA ALFARO, Luís M. Manual de Derecho Penal Económico. Parte General y
36
complementaria están expedidas por el legislador (o por
una delegación de facultades legislativas)69".
69 GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penol Económico. Parte General. Grijley. Segunda
Edición, Tomo 1, Lima, 2007, p. 146.
70
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte General. Grijley. Segunda
Edición, Tomo 1, Lima, 2007, pp. 140 y 142.
37
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
38
VI. ESTAFA (Art. 196 del Código Penal)
1) Concepto.
§ i. "Se define como el perjuicio patrimonial ajeno, causado
mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta,
induciendo o manteniendo en error al agraviado,
procurándose el estafador un provecho económico para sí
o para un tercer71".
§ ii. "La conducta engañosa, con ánimo de lucro, propio y
ajeno, que, determinando un error en una o varias
personas, les induce a realizar un acto de disposición
consecuencia del cual es un perjuicio en su patrimonio o
en el de un tercero"72•
71
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
346.
72
Citando a Antón Oneca: MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial.
Tirant lo Blanch. Décima Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 405.
73
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. 4ta Edición, Lima, 1998, p.
346.
39
valor del mismo antes y después del acto de disposición
patri man ia 174".
§ iii. "La doctrina entiende que la estafa es un delito contra el
patrimonio que presenta la peculiaridad de que el autor
lesiona el bien jurídico engañando a la misma víctima, la
cual, en error, realiza un acto de disposición patrimonial de
carácter perjudicial"75.
74
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penol. Parte Especial. Ramón
Areces. Volumen 11, Madrid, 2003, pp. 440 y 441.
75
PASTOR MUÑOZ, Nuria. Delitos Contra el Patrimonio//. En: Lecciones de Derecho
Penal. Parte Especial. Atelier. Barcelona, 2006, p. 210.
76 GARCÍA CAVERO,
Percy. Nuevas Formas de Aparición de la criminalidad
patrimonial. Jurista. Lima, 2010, p. 98.
77
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
347.
40
sino, en todo caso, sólo como una tentativa de estafa. El
delito de estafa es, pues, un delito de lesión que exige
como resultado de la conducta del autor la producción de
un perjuicio efectivo sobre el patrimonio de la víctima 78".
§ ii. "La estafa se consuma con la producción del perjuicio
patrimonial; no es preciso que se haya producido el
correspondiente provecho. Existe tentativa con la
realización de la conducta engañosa"79•
78
GARCÍA CAVERO, Percy. Nuevas Formas de Aparición de la criminalidad
patrimonial. Jurista. Lima, 2010, p. 99.
79
MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch. Décima
Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 413.
80
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
355.
81
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Ramón
Areces. Volumen 11, Madrid, 2003, p. 453.
41
delitos, con el objeto de delimitar aún más el tipo legal;
este elemento (p 355) consiste en el ánimo de lucro, es
decir, la intención de obtener un beneficio o una ventaja
económica82".
§ ii. "La estafa es un genuino delito doloso. El dolo requiere el
conocimiento y la intención de engañar, lo que implica la
consciencia de la falsedad de lo afirmado o escenificado. El
dolo debe concurrir en el momento de realizar la conducta
engañosa83".
§ iii. "El tipo subjetivo de estafa requiere, por una parte, dolo
( ... ). Por otra parte, es necesaria además la concurrencia
de ánimo de lucro. La doctrina define este ánimo como la
persecución de un beneficio patrimonial para el autor o
para un tercero. Sin embargo, la jurisprudencia lo
interpreta de modo más amplio, como finalidad de
obtener cualquier utilidad o provecho, es decir, sin exigir
que exista un ánimo de beneficiarse económicamente"84.
§ iv. "Correlativamente al perjuicio suele producirse un
provecho para el autor del engaño o para un tercero ( ... )
Este provecho debe ser la finalidad del autor al cometer el
delito, por lo que es de extraordinaria importancia para la
caracterización de la tipicidad, pues ésta, como en otros
delitos patrimoniales, requiere un elemento subjetivo
específico, el ánimo de lucro. Dentro del tipo subjetivo se
requiere, además, el dolo ( ... ). Este dolo debe abarcar o
referirse a los elementos objetivos, es decir, al engaño, al
82
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998,
pp. 354 y 355.
83 BAJO FERNÁNDEZ,
Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Ramón
Areces. Volumen 11, Madrid, 2003, p. 457.
84
PASTOR MUÑOZ, Nuria. Delitos Contra el Patrimonio JI. En: Lecciones de Derecho
Penal. Parte Especial. Atelier. Barcelona, 2006, p. 219.
42
error, a la disposición patrimonial y a la causación de un
perj u icio"85•
7) El concepto de engaño.
§ i. "El engaño consiste en una simulación o disimulación
entendida como desfiguración de lo verdadero capaz de
inducir a error a una o varias personas86".
§ ii. "Por engaño debe entenderse toda comunicación que
altera la verdad, deformando los hechos verdaderos o
simulando un hecho falso87".
§ iii. "Es la falsa verdad en lo que se dice o hace, y es tanto la
acción engañar como el efecto que el sujeto pasivo crea
algo que no es verdad88".
85
MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch. Décima
Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 413.
86
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
348.
87 GARCÍA CAVERO,
Percy. Nuevas Formas de Aparición de la criminalidad
patrimonial. Jurista. Lima, 2010, pp. 90 y 91.
88 BAJO FERNÁNDEZ,
Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, p. 443.
89
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
349.
43
posible afirmar la existencia de un delito de estafa. En este
punto, resulta pertinente destacar que el engaño debe ser
suficiente o idóneo para superar las incumbencias de
autoprotección de la víctima, por lo que si el engaño es
fácilmente superable con una conducta diligente de la
víctima, el error no será imputable penalmente al autor del
engaño, sino a la propia conducta negligente de la
víctlma"?".
§ ii. "La determinación de la tipicidad del engaño exige una
valoración de la idoneidad objetiva para producir el error e
inducir el acto de disposición patrimonial. Por otro lado,
habrá que realizar un juicio de pronóstico posterior
objetivo, también denominado juicio de adecuación( .. ). la
ausencia de idoneidad objetiva falta de adecuación o
peligrosidad objetiva del engaño para producir el error es
lo que permite excluir como conductas típicas de estafa"91•
§ iii. "El engaño ha de ser bastante para «producir error en
otro». La doctrina dominante exige, como segundo
elemento del tipo objetivo del delito de estafa, el error.
Éste debe ser consecuencia (en términos de causalidad y
de imputación objetiva) del engaño y debe dar lugar al
acto de disposición perjudicial."92
§ iv. "Esta conducta engañosa debe ser « bastante» para
producir un error en otra persona. Se produce un error
cuando a consecuencia de la acción engañosa se ha
causado una suposición falsa. Es decir, la acción engañosa
44
debe ser causa de este error; debe existir pues una
relación de causalidad entre ambos"93•
93
MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch. Décima
Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 408.
94 TELLO VILLANUEVA, Juan Carlos. "Delimitación de conductas lícitas,
permitidas y
delictivas en el delito de Estelionato", en: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 30,
Gaceta Jurídica, lima, 2011, p.101.
95
BRAMONTARIAS TORRES, luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, lima, 1998, p.
360.
45
persona que producto de una acción defraudatoria del
sujeto activo, se desprende de su patrimonio causándole
perjuicio"96•
95
TELLO VILLANUEVA, Juan Carlos. "Delimitación de conductas lícitas, permitidas y
delictivas en el delito de Estelionato", en: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 30,
Gaceta Jurídica, lima, 2011, p. 99.
97 TELLO VILLANUEVA, Juan Carlos. "Delimitación de conductas lícitas, permitidas y
delictivas en el delito de Estelionato", en: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 30,
Gaceta Jurídica, lima, 2011, p. 99.
98 TELLO VILLANUEVA, Juan Carlos. "Delimitación de conductas lícitas,
permitidas y
delictivas en el delito de Estelionato", en: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 30,
Gaceta Jurídica, lima, 2011, p. 100.
99
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, lima, 1998, p.
360.
46
como libre un bien sujeto a gravamen o que sea objeto de
un proceso judicial "100.
§ ii. "En el primer comportamiento abarca la conciencia y
voluntad de vender o gravar como bienes libres, los que
estuvieron en litigio, embargados o gravados, en el
segundo comportamiento comprende conciencia y
voluntad de vender, gravar o arrendar como propios
bienes ajenos. Asimismo, no se exige la concurrencia de un
elemento subjetivo distinto al dolo"1º1.
100
Exp. Nº 282197Lima, en: Diccionario Penal Jurisprudencia/ presentado por Felipe
Villavicencio Terreros. Gaceta Penal & Procesal Penal, Lima, 2009, p. 244.
101 TELLO
VILLANUEVA, Juan Carlos. "Delimitación de conductas lícitas, permitidas y
delictivas en el delito de Estelionato", en: Gaceta Penal & Procesal Penal, Tomo 30,
Gaceta Jurídica, Lima, 2011, p. 99.
º
1 2 BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
374.
103 BAJO FERNÁNDEZ,
Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, pp. 431 y 432.
47
propietario sino la otorgada en decisión judicial o
administrativa" 104•
3) El concepto de alterar.
§ i. "Por alterar hay que entender la modificación o supresión
de toda señal destinada a fijar los límites entre
propiedades contiguas, realizada de cualquier manera, ya
sea por destrucción, remoción u ocultación"1 5• º
4) El concepto de turbar.
§ i. "La turbación consiste en la realización de actos materiales
que, sin despojar al poseedor, suponen una limitación de
la pacífica posesión de un inmueble. No se comprende la
turbación de la mera tenencia, por lo que este caso será un
hecho atípico 106".
104
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, p. 434.
105
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid; 2003, p. 434.
106
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, lima, 1998,
pp. 377.
107
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
375.
48
§ ii. "El delito se consuma con la mera alteración sin que sea
necesario que se produzca la utilidad"1 8• º
6) El delito de usurpación es un delito instantáneo en su
segunda modalidad (Art. 202, inciso 2 del C. Penal).
§ i. "El delito se consuma con el despojo de la posesión o de la
tenencia del bien inmueble, o del ejercicio de un derecho
real. Se considera, por lo tanto, como un delito
instantáneo, en la medida que la acción de despojo
representa ya por sí misma la lesión del bien jurídico,
mientras que la posible posesión posterior del bien que
mantenga el sujeto activo constituirá un simple acto de
agotamiento del delito1º9".
§ ii. "El momento consumativo se perfecciona en el acto de
despojo y la ulterior posesión ilícita constituye efecto del
mismo"11º.
108
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, p. 434.
109
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
377.
110
Exp. Nº 14351991BLima, en: Diccionario Penal Jurisprudencia/ presentado por
Felipe Villavicencio Terreros. Gaceta Penal & Procesal Penal, Lima, 2009, p. 592.
111
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998,
pp. 378.
49
consiste en la intención de apropiarse en todo o en parte
de un bien Inmueble"?".
§ ii. "Es necesario el dolo. El sujeto debe querer, además de
realizar la usurpación, procurarse la utilidad o provecho
económico"!".
50
incumplirán sus facultades de administración,
perjudicando patrimonialmente a ésta o a terceros!':".
115
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11.
Grijley, Lima, 2007, p. 363.
116 GARCÍA CAVERO,
Percy. Fraude en la Administración de Personas Jurídicas y
Delitos contra la confianza y la Buena fe en los Negocios. Palestra. Lima, 2005, p. 35.
117
GARCÍA CAVERO, Percy. Fraude en la Administración de Personas Jurídicas y
Delitos contra la confianza y la Buena fe en los Negocios. Palestra. Lima, 2005, pp. 37
y 38.
51
§ ii. "Las normas penales que regulan los denominados delitos
de infracción de un deber establecen deberes específicos a
los que ostentan determinados roles especiales. La
infracción de estos deberes específicos conlleva una
responsabilidad penal. Para el caso del administrador de la
empresa, los delitos de infracción de un deber exigen
expresamente, como requisito para poder ser autor del
hecho punible, el estatus de adrnlnístrador'P".
118
URTECHO BENITES, Santos Eugenio. Criminalidad de la Empresa: Responsabilidad
penal de los administradores fácticos y apoderados. Forum. Lima, 2006, p.118.
52
de proximidad del administrador con respecto del bien
jurídico protegido"!".
119
MARTÍNEZ BUJÁN PÉREZ, Carlos. Derecho penal económico. Parte Especial,
segunda edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 469 (entrelineado nuestro).
120
GARCÍA CAVERO, Percy. Fraude en la Administración de Personas Jurídicas y
Delitos contra la confianza y la Buena fe en los Negocios. Palestra. Lima, 2005, pp. 35
y 36.
53
normativo jurídico ya valorado, en virtud de lo cual el
significado de la expresión 'administrador de hecho' no
tiene por qué ser identificado con el concepto técnico
jurídico mercantil. Se trata de un término típico pendiente
de valoración, cuyo sentido habrá de ser desentrañado a
la luz de las reglas de interpretación reservadas para las
normas penales. Pues bien, con arreglo a éstas, es
evidente que hay que otorgar a la devandicha expresión un
significado amplio que, rebasando los límites de la
relación formal interna jurídico mercantil entre el
administrador y la sociedad, atienda a la relación material
y fáctica entre dicho sujeto y el bien jurídico protegido. ( ... )
En otras palabras, el concepto jurídico penal de
administrador de hecho será de aplicación a todos aquellos
sujetos que de hecho ejerzan las funciones propias del
cargo de administrador, en cuanto que órgano de gestión y
representación de la sociedad"121•
54
en peligro del patrimonio de la persona jurídica o de
terceros122".
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
585.
124 CARO CORIA, Dino Carlos. Derecho Penal Ambiental. Delitos y técnicas de
SS
3) La delimitación del riesgo permitido corresponde al
Derecho administrativo.
§ i. "Se describe la acción que puede perjudicar el medio
ambiente y, por otro lado, hace depender la relevancia
típica de la acción de que constituya una infracción de la
norma administrativa reguladora del respectivo ámbito en
el que se realiza. A partir de ahí se exige, además, la
producción de un riesgo grave para el equilibrio de los
sistemas naturales"?".
§ ii. "Para la determinación de la forma en las conductas
descritas alcanzan relevancia penal es decisiva la
referencia a las leyes u otras disposiciones de carácter
general protectoras del medio ambiente ( ... ). La acción ha
de constituir, por tanto, también una infracción de las
leyes o disposiciones de carácter general protectoras del
medio ambiente127".
§ iii. "No basta con realizar o provocar directa o indirectamente
alguna de estas conductas sino que, además, debe hacerse
contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter
general protectoras del medio ambiente128".
126 MUÑOZ CONDE, Francis.co. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch.
Décimo Tercera Edición, Valencia, 2001, pp. 553 y 554.
127 MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte
Especial. Tirant lo Blanch.
Décimo Tercera Edición, Valencia, 2001, pp. 554 y 555.
128 VIVES ANTÓN, Tomás. Derecho Penal. Parte
Especial. Segunda Edición, Valencia,
1996, p. 585.
56
perjurcro o alteraciones en la flora, fauna y recursos
hidrobiológicos129".
§ ii. "La producción del peligro lo es como consecuencia de la
conducta concretada realizada o provocada. Dicho peligro
no está concebido en el tipo legal como un hecho
independiente del actuar del sujeto activo, sino que
depende de él, y su producción deberá estar causalmente
relacionada con la conducta. Además el peligro que tiene
lugar como resultado del delito es concreto ( ... ). El peligro
debe ser grave, no bastando cualquiera, sino el de tal
entidad que merezca dicho calificativo"?".
§ iii. "Un tercer elemento del tipo es la provocación de un
riesgo grave, requiere que las conductas en él descritas
puedan perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas
naturales"?".
§ iv. "El resultado típico descrito en la norma consiste en que la
conducta contaminante cause o pueda causar perjuicio o
alteraciones en la flora, fauna y recursos
hidrobiológicos 132".
129
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
587 (negrilla nuestra).
130
VIVES ANTÓN, Tomás. Derecho Penal. Parte Especial. Segunda Edición, Valencia,
1996, p. 586.
131 MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte
Especial. Tirant lo Blanch.
Décimo Tercera Edición, Valencia, 2001, p. 555.
132
CARO CORIA, Carlos. La Protección Penal del Ambiente. Von Karen. Lima, 1995, p.
295.
57
normas sobre protección del medio ambiente y queriendo
causar, de esta manera, una lesión al sistema
arnbtental"?".
§ ii. "El tipo penal prevé expresamente en el párrafo 2º del
artículo 304º una sanción para el autor culposo o
negligente ( ... ). Existe delito culposo de contaminación
culposo siempre que el autor infringiendo el deber de
cuidado cause el resultado nocivo para el ambiente
descrito en el tipo objetivo134".
133
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
589 y s.
134 CARO CORIA, Carlos. La Protección Penal del Ambiente. Benites, Mercado y
Ugaz
Abogados. Lima, 1995, p. 298.
135
VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte Especial 1 B. San Marcos. Lima, 1998,
pp. 46 y47.
58
susceptible o capaz de perjudicar el honor o la
reputación"136.
§ iii. "La difamación se configura cuando la noticia difundida
(expresión de menosprecio o la atribución de imputación
delictiva), se difunde ante un pluralidad de personas, a fin
de que pueda extender la información al colectivo. La
comunicación a varias personas, necesariamente no debe
verificarse en el mismo momento, puede producirse
sucesivamente"137.
59
efectuar la divulgación de hecho, cualidad o conducta que
puede perjudicar el honor o la reputación"140.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
142.
142PORTOCARRERO HIDALGO, Juan. Delitos Contra el Honor. Edit. Portocarrero.
Lima, 1999, p. 51.
60
información que pueda afectar la participación
comunitaria del sujeto en concretas actividades socio
económicasculturales"143•
143 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R. Los Delitos Contra el Honor. Jurista. Lima, 2009,
p.166.
144ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 549.
145 HUGO ÁLVAREZ,
Jorge B. Delitos Cometidos por Particulares contra la
Administración Pública. Gaceta Jurídica. Lima, 2000, p. 142.
61
funcionario público en el ejercicio de sus funciones
normales146".
146
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición, Lima, 2011, p. 73.
147
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición, Lima, 2011, p. 75.
148
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 555.
149
HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. Delitos Cometidos por Particulares contra la
Administración Pública. Gaceta Jurídica. Lima, 2000, p. 139.
62
§ ii. "Se trata de una conducta punible a título de dolo directo ...
(sin embargo, el hecho que el sujeto activo persigue
siempre una finalidad específica al ejercer la violencia o
amenaza) ... nos lleva a verificar también que aparte del
dolo debe concurrir un elemento subjetivo adicional al
dolo, que se constituye en la (p 75) intención del agente de
querer imponer su voluntad en lugar de la voluntad del
funcionario, servidor público o autoridad, para que ejecute
algo contrario a sus funciones u omita hacerlo15º".
§ iii. "El dolo requerido es el dolo directo... supone el
conocimiento por parte del agente de la calidad especial
del sujeto pasivo, y que impide, obliga a practicar o
estorba el ejercicio funcional, así como presupone
voluntad de acción libremente decidida151".
150
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición, Lima, 2011, pp. 74 y 75.
151 ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos Contra la Administración Pública.
Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 554.
63
violencia contra la autoridad por actos arbitrarios
realizados por éste" .152
64
3) La tesis de la pluriofensividad.
§ i. "Si bien la sustantividad penal del injusto de denuncia
calumniosa, importa una perturbación al normal
funcionamiento de la administración de justicia, de forma
particular a la vía penal, cuando se activa
innecesariamente la maquinaria persecutoria del Estado
así como la sancionadora, ello no es óbice a reconocer que
ni bien se formula la denuncia y es acogida por los entes de
investigación, se colocan en un estado de riesgo y amenaza
bienes jurídicos individuales del sujeto denunciado, como
el honor, la intimidad, la libertad y otros155".
§ ii. "La acusación y la denuncia suponen un ataque a la
administración de justicia, por cuanto implican la
utilización indebida de la actividad jurisdiccional. Pero al
mismo tiempo, representan un ataque contra el honor del
acusado o denunciado falsamente, sobre todo si la
acusación o denuncia falsas trascienden a personas ajenas
a la actividad jurisdicciona1156".
155 PEÑA CABREBRA FREYRE, Alonso R. "El delito de Denuncia Calumniosa". En:
Gaceta Penal y Procesal penal. Tomo 21, Gaceta Jurídica, Lima, p. 143.
156 MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte
Especial. Tirant lo Blanch.
Décima Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 880.
157 HUGO ÁLVAREZ,
Jorge B. "El delito de Falsa Denuncia", en: Gaceta Penal y
Procesal penal. Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, p. 148.
65
§ ii. "La lesión del bien jurídico tutelado se produce con la sola
denuncia falsa ante la autoridad competente, para motivar
o poner en funcionamiento el mecanismo procesal158".
§ iii. "La acción del delito de acusación o denuncia falsa se
configura como un puro acto de comunicación entre el
particular y un funcionario público que debe preceder a la
averiguación y castigo del delito imputado159".
§ iv. "La denuncia falsa (en estricto sentido) consigue poner en
peligro el correcto funcionamiento de la Administración de
Justicia, esto es, que puede servir de motivo para iniciar
inútilmente un proceso penal, ocasionando que aquella se
emplee indebida y fraudulentamente16º".
5) La imputación falsa también se hace de manera indirecta.
§ i. "La actividad de administrar justicia también es puesta en
peligro mediante la simulación de pruebas o indicios sobre
la comisión de un hecho punible. De ahí que sea posible
expresar, que la imputación falsa de una infracción penal
puede realizarse no sólo de forma directa (denuncia falsa
ante autoridad), sino también de manera indirecta, es
decir, simulando huellas o rastros de un delito, a partir de
los cuales se dedujera su perpetractón"?".
158
HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. "El delito de Falsa Denuncia", en: Gaceta Penal y
Procesal penal. Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, p. 149.
159
HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. "El delito de Falsa Denuncia", en: Gaceta Penal y
Procesal penal. Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, p. 151.
160 ROSALES ARTICA, David. El Delito de "Denuncia Falsa" en el
Código Penal Peruano.
En: Delitos Contra la Administración de Justicia. Coord. Nelson Salazar Sánchez.
ldemsa. Lima, 2010, p. 363.
161
ROSALES ARTICA, David. El Delito de "Denuncia Falsa" en el Código Penal Peruano.
En: Salazar Sánchez, Nelson (coordinador). Delitos Contra la Administración de
Justicia. ldemsa. Lima, 2010, p. 363
66
de imputación delictiva, en esta modalidad del injusto el
autor no formula una denuncia sino que proporciona
evidencias falsas, que puedan dar lugar a una imputación
jurídicopenal162".
162 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R. "El delito de Denuncia Calumniosa". En: Gaceta
Penal y Procesal Penal. Tomo 21. Gaceta Jurídica. Lima, p. 153.
163 HUGO ÁLVAREZ,
Jorge B. "El delito de Falsa Denuncia", en: Gaceta Penal y
Procesal penal. Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, p. 151.
164
ROSALES ARTICA, David. El Delito de "Denuncia Falsa" en el Código Penal Peruano.
En: Salazar Sánchez, Nelson (coordinador). Delitos Contra la Administración de
Justicia. Jdemsa. Lima, 2010, p. 361.
67
constitutivo de delito a una persona ante la autoridad
competente activando la función jurisdiccional para que se
configure el tipo 165".
165
HUGO ÁLVAREZ, Jorge B. "El delito de Falsa Denuncia", en: Gaceta Penal y
Procesal penal. Tomo 9, Gaceta Jurídica, Lima, p. 152.
166 CÁRDENAS SÁNCHEZ, Kelin Gloria. "El Delito de Lavado de Activos", en: Gaceta
68
que los bienes no tienen una procedencia delictiva, sino
que se ajustan a las reglas del tráfico jurídico
patrimonial.169".
§ ii. "Según un criterio bastante extendido en la doctrina penal
comparada, el bien jurídico protegido en el delito de
lavado de activos sería el orden socio-económico que se
entiende como el interés del Estado en la conservación del
orden legal de la economía, tanto en su conjunto como en
sus ordenaciones parciales y comprende también el interés
del individuo en participar en los bienes de consumo y en
el desarrollo de una actividad cuya finalidad es el lucro17º".
§ iii. Siguiendo a GOMEZ INIESTA precisa que: "Debe ser
castigado ( ... ) porque afecta directamente la
funcionamiento de la economía demarcado y al control del
mismo ya desde el origen o fuente del ingreso (p 522) por
parte del Estado a través de su actividad tributaria"171•
169
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 490.
170 GÁLVEZ VI LLEGAS, Tomás Aladino. El delito de Lavado de Activos. Jurista.
Segunda
Edición. Lima, 2009, p. 43.
171
MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch.
Décima Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 521 y 522.
69
bienes que circulan en el mercado, en incluso la seguridad
pública172".
§ ii. "El delito de lavado de activos es un delito pluriofensivo, ya
que el desvalor penal de esta clase de conducta no se
queda en la lesión de un solo bien jurídico, sino que abarca
otras más{ .. ) el delito de lavado de activos lesiona tanto la
administración de justicia como el orden socio
económíco"?".
172
GÁLVEZ VI LLEGAS, Tomás Aladino. El delito de lavado de Activos. Jurista. Segunda
Edición. Lima, 2009, p. 48.
173 GARCÍA CAVERO,
Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 487. Realiza un resumen de esta postura.
174
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 484. Realiza un resumen de esta postura.
70
una forma especialísima y sui generis de favorecimiento
real. modalidad de encubrimiento que se caracteriza por la
intervención criminal después de la comisión de un
delito.F'",
175 GÁLVEZ VI LLEGAS, Tomás Aladino. El delito de lavado de Activos. Jurista. Segunda
Edición. Lima, 2009, pp. 40 y 41.
176 GARCÍA CAVERO,
Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 512.
177GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
lima, 2007, p. 512.
71
y tenencia que no consigan dificultar la identificación del
origen de los activos, o su incautación o decomiso178".
178
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penol Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 511 y s.
179 CEVASCO, Luis
Jorge. Encubrimiento y Lavado de Activos. Fabián J. Di Placido.
Buenos Aires, 2002, p. 54.
180 DURRIEU, Roberto. El Lavado de Dinero en la
Argentina. Histórica. Buenos Aires,
2006, p. 153.
181 DURRIEU, Roberto. El Lavado de Dinero en la
Argentina. Histórica. Buenos Aires,
2006, p. 154.
72
El dolo del autor exige que medie un conocimiento
respecto de todos los elementos objetivos de tipo,
especialmente que los bienes sobre los que recaen las
acciones de conversión y transferencia provienen de uno
de los delitos previos descritos en la ley; no resultando
suficiente que el agente del lavado considere que los
activos provienen de un ilícito penal cualquiera, ya que
puede darse el caso que se trate de un delito exceptuado
de los comprendidos en el artículo 194º (segunda parte del
artículo 6º de la nueva Ley) 182".
§ ii. "El delito de lavado de activos es un delito sancionado a
título de dolo, por lo que se requiere que el autor conozca
la realización de los elementos del tipo penal de lavado de
activos. Dentro del objeto del conocimiento destaca
especialmente el hecho de que los activos provienen de un
delito grave183".
§ iii. "El origen de los fondos, técnicamente delito determinante
o subyacente, integra el conocimiento de los elementos
del tipo objetivo que demanda el tipo subjetivo doloso ( ... )
El dolo debe existir al momento de la realización del
comportamiento, esto es, durante su ejecución. El dolus
antecedents y el dolus subsequens no configuran dolo en
términos dogmáticos. De la exigencia de que el
conocimiento correspondiente al dolo sea actual, se deriva
que no tenga consecuencia alguna desde la perspectiva
jurídico penal el conocimiento posterior a la conducta
18411
182 GÁLVEZ VI LLEGAS, Tomás Aladino. El delito de lavado de Activos. Jurista. Segunda
Edición. Lima, 2009, p. 98.
183
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial. Tomo 11. Grijley,
Lima, 2007, p. 506.
184
D'ALBORA, Francisco J. lavado de Dinero. Adhoc. Buenos Aires, 2006, pp. 23.
73
sólo el dolo directo satisface el conocimiento de la
procedencia delictiva de los bienes. Es que existiendo sólo
conocimiento potencial de algunos de los elementos del
tipo, lo que habrá realmente será (p 24) desconocimiento
de ese elemento, de manera que faltará el elemento
intelectivo del dolo 185".
§ iv. "El dolo en el delito de blanqueo deberá estar presente en
tres aspectos distintos y fundamentales: a) en primer
lugar, se exige el conocimiento de la proveniencia ilícita de
los bienes, es decir, conocer que los mismo provienen de
un ilícito penal; b) además, la comisión dolosa exige que se
conozca la consecuencia posible de que esos bienes
aplicados adquieran la apariencia de ilícito; e) finalmente,
el dolo debe estar presente al momento en que se realiza
la acción de blanqueo, el dolus subsecuens resulta
impune.186".
185 D'ALBORA, Francisco J. Lavado de Dinero. Adhoc. Buenos Aires, 2006, pp. 23 y 24.
186 DURRIEU, Roberto. El Lavado de Dinero en la
Argentina. Histórica. Buenos Aires,
2006, p. 175.
187
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 380.
74
un tipo especial propio e imputable sólo al funcionario o
servidor"188•
§ iii. "El delito de cohecho pasivo propio es un delito especial.
Solo puede ser perfeccionado por una persona que tiene la
condición o cualidad de funcionario o servidor público. Lo
particulares están excluidos de ser autores de este
delito( .. ) La exigencia es que aquel funcionario o servidor
público tiene que tener competencia para realizar u omitir
el acto funcional al que se compromete"189•
188
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 380.
189
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición, Lima, 2011, p. 449.
190
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda edición, Lima, 2011, pp. 448 y 449.
75
§ i. "En el supuesto principal ("aceptar") existe una
"codelincuencia" necesaria entre el funcionario y el otro
que ha practicado un "cohecho activo", cuya punibilidad
está prevista en un tipo independiente. Sin embargo,
mientras que el cohecho pasivo normalmente precisa del
activo, éste no precisa del primero, pues se consuma con
el simple o "ofrecer"; en la modalidad de cohecho pasivo
de "solicitar", en cambio, es éste el que no precisa del
"cohecho activo", pues se consuma sin que el particular
acepte la oferta de "venta" de la función pública"191.
§ ii. "En el Código se equiparan el solicitar, el recibir o el
aceptar. Basta, por tanto, que el funcionario se dirija a
alguien en solicitud de la dádiva para que el delito se
consume, independientemente de que se acepte o no. No
caben, por tanto, las formas imperfectas de ejecución. En
el caso en que el funcionario sea sujeto pasivo del
ofrecimiento, el delito se consuma con la aceptación o
recepción de la dádiva, pero no caben las formas
imperfectas de ejecución: o la acepta, y entonces el delito
se consuma, o no, y entonces sólo hay un cohecho activo
consumado, el del particular ... creo que en la medida en
que la solicitud haya sido hecha formalmente existe ya
consumación y que ésta es la fase que hay que estimar
cuando, por ejemplo, en el caso expuesto por dichas
autoras, la solicitud es interceptada por la policía ... "192•
76
naturaleza del comportamiento imputable al sujeto activo
es de simple actividad, importando por lo mismo un
peligro para el bien jurídico, el delito se consuma con la
ejecución del acto de solicitar no importando la
complacencia (concurso de voluntades) o negativa del
destinatario de la solicitud, bastando que ésta llegue a su
destino ( ... ). Pero en su variedad de aceptar para realizar u
omitir, el delito se consuma con la recepción física del
donativo o el aprovechamiento que permite la ventaja.
Estamos aquí frente aun delito de resultado o de lesión
efectiva al bien jurídico"193.
193
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2001, p. 386.
194 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
77
actuar a pesar de ello. Es indiferente el móvil que le
impulse."196•
§ iv. "El dolo supone que el funcionario o servidor público
interviene conociendo perfectamente que actúa, hace,
omite o prescinde de un acto oficial al que esta obligado
en violación de las obligaciones del cargo o función, bajo
los efectos corruptores del donativo, promesa, ventaja o
beneficio. Conoce su proceder indebido, sin embargo,
voluntariamente procede"197•
196
MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch.
Décima Segunda Edición. Valencia, 1999, p. 960.
197
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición, Lima, 2011, p. 451.
198 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
78
8) Límites a la tipicidad del delito de cohecho pasivo.
§ i. "No puede haber tipicidad cuando el funcionario realizara
actividades exclusivamente privadas (motivado por una
dádiva de particulares) aunque lo haga durante el horario
de trabajo como funcionario público( .. ). No es típica la
mera aceptación de bienes, sin que exista una relación
directa con alguna actividad funcionarial (legítima y legal)
del funcionarto'"?".
200
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Segunda Edición, Lima, 2003, p. 460 y 461.
201 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
79
imperativos reglados que nacen del cargo desempeñado
más no así a consideraciones morales o exclusivamente
sociales, menos a expectativas de deberes ... El ámbito de
competencia del cargo, es decir, las funciones, roles y
cometido inherentes, delimita así el contenido de la ilicitud
por cohecho del acto imputable al funcionario o servidor
pú blico"203.
§ ii. "No es objeto del cohecho pasivo reprimir "deberes",
desligados de su contexto normativofuncional, referidos al
ámbito de referencia administrativa (leyes orgánicas, ley
de bases) ... El deber es un vocablo genérico y de textura
moral social, a diferencia de las "obligaciones" que
presupone un marco pautado de roles a cumplir'"?'.
203
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, pp. 381 y s.
204
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, p. 385.
205 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
80
funcionales de los oficiales públicos, que no estén
incriminados específicamente por la ley y se dirijan a
irrogar injusto daño o producir ventajas a otros"2º7.
§ iv. "(p 112) Al proteger así de forma genérica el art. 376 al
normal desarrollo de la administración pública (p 113) y de
forma específica la legalidad del acto funcional del
funcionario en ejercicio, se está brindando, por efecto
concomitante, protección a las personas perjudicadas. Se
trata entonces, como nos o recuerda MANZINI, de una
doble garantía: del Estado y de los particulares frente a los
funcionarios públicos2º8•
§ v. "El bien jurídico tutelado por la norma penal representa
una finalidad político criminal, enmarcada en los principios
constitucionales rectores que rigen el funcionamiento de la
Administración Pública en un Estado Constitucional de
Derecho( .. ). Por ello, la legalidad de la actuación
funcionarial se identifica como el objeto de tutela
penal"209•
§ vi. "El delito de abuso de autoridad tiene como objeto jurídico
de tutela penal el interés público, en el sentido de que las
funciones de las que están investidos los funcionarios
públicos no sean utilizadas por estos para la comisión de
hechos ilegítimos en perjuicio de los derechos reconocidos
por las leyes a los particulares"21 º.
§ vii. "El bien jurídico genérico siempre es el correcto
funcionamiento de la administración pública. En tanto que
el objeto de tutela específico es el asegurar la conducta
207
Mazzini, citado por: ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra lo Administración
Pública. Grijley. Segunda Edición. Lima, 2001, p. 112.
208
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, p. 112 y s.
209
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R. Análisis del Delito de Abuso de Autoridad en:
Gaceta Penal & Procesal Penal. T. 13. Lima, 2010, p. 187.
210
Exp. N2 73621997Lima, Data 40 000, G.J. en: Diccionario Penal Jurisprudencia/
presentado por Felipe Villavicencio Terreros. Gaceta Penal & Procesal Penal. Lima,
2009, p. 38.
81
funcional de los sujetos públicos, orientándolos con
exclusividad a la obediencia de la Ley y el Derecho"?".
211
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 163.
zrz ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, p. 113.
213
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 183.
82
marco de las propias funciones), el funcionario no comete
abuso de autoridad penal"214.
§ iv. "La autoría adquiere en el presente injusto un carácter
especial, en mérito a la construcción normativa que ha
determinado que solo pueda ser sujeto activo el
funcionario público (intraneus), esto es, quien se
encuentra investido de la autoridad que las leyes y la
Constitución le confieren. Al constituir un delito especial
propio, los particulares (extraneus) se encuentran
imposibilitados de ser autores, pues no pueden abusar de
una función que no poseen; solo se puede hacer uso
indebido de lo que se tiene"215•
§ v. "Se trata, en realidad, de un delito especial propio (no
existe un "abuso innominado de funciones privadas" o algo
semejante), la falta de cualidad en el sujeto activo
implicará la impunidad. La autoría solamente es posible en
el funcionario público( .. ). Por lo demás, es plenamente
posible la participación punible de terceros, sean
funcionarios públicos o no. Esto se fundamenta sea con la
teoría de la unidad del título de imputación o con la de la
infracción del deber"216•
§ vi. "Por tratarse de un delito especial en atención a la calidad
del agente y la violación de deberes funcionales, ... , sólo y
exclusivamente el funcionario público resulta imputable a
título de autor"217•
§ vii. "El sujeto activo o autor de los supuestos delictivos
sancionados en el artículo 376Q del Código Penal lo
214
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 183.
215
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R. Análisis del Delito de Abuso de Autoridad en:
Gaceta Penal & Procesal Penal. T. 13, Lima, 2010, p. 188.
216 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
83
constituye sólo aquella persona que tiene la calidad o
cualidad social de funcionario público, nadie más que tales
personas pueden ser agentes del delito en hermenéutica
jurídica"218•
3) La autoría colegiada como coautoria en el delito de abuso
de autoridad.
§ i. "la coautoría debe involucrar solamente a otros
funcionarios que abucen de las mismas atribuciones que
tienen conjuntamente (autoría colegiada)"219•
§ ii. "En esta modalidad son varios los funcionarios que
cometen u ordenan el hecho ilícito (autoría colegiada
también denominada coautoría). Estos coautores pueden
actuar concertadamente o en momentos separados y
desvinculados, de acuerdo a las exigencias materiales o
formales del acto o de las funciones desempeñadas"22º.
218
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, pp. 164 y 165.
219 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
84
ley. También se opone si adrede interpreta y aplica mal las
leyes, pues allí existe un oposición al telas de la ley,
aunque bajo la apariencia de una obediencia forrnal"?".
§ iii. "El delito de abuso de autoridad, en cualquiera de sus
modalidades, únicamente resulta punible a titulo de dolo
(conciencia y voluntad de la realización típica). El autor,
por ende, debe ordenar o cometer el acto siendo
conciente de su ilegalidad y de que puede perjudicar a
alguien"223•
§ iv. "Es un delito de comisión dolosa, es imposible la comisión
culposa o negligente. Se requiere que el agente con
conocimiento que el acto que realiza u ordena en el
ejercicio de sus atribuciones causará perjuicio a un tercero,
voluntariamente conduce a su comportamiento en abierta
infracción a la ley o reglamento de que se trate"224.
222
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos controla Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, pp. 189 y 190.
223
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso R. "Análisis del Delito de Abuso de Autoridad", en:
Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 13. Gaceta Jurídica. Lima, 2010, p. 197.
224
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 167.
225 ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
85
XVII. DELITO DE COLUSIÓN (Art. 384 del Código Penal)
1) Concepto.
§ i. "Se trata a aquí de un sinónimo del término concertación y
consiste en ponerse de acuerdo subrepticiamente con los
interesados en lo que la ley no permita. Esta concertación
es en principio lícita, pues ésa es precisamente la función
del funcionario: debe iniciar tratativas y llegar a acuerdos
con los privados contratantes. Pero al hacerlo debe
defender los intereses de la administración pública"227•
86
enfoque funcional se podrá cumplir con la finalidad
protectora prevista por la norma penal."229•
§ iii. "El bien jurídico genérico es normal y recto
funcionamiento de la administración pública que resulta
manifestación material del Estado. En tanto que el bien
jurídico protegido específico o particular es la regularidad,
el prestigio y los intereses patrimoniales de la
administración pública, expresados en la idoneidad y celo
profesional en el cumplimiento de las obligaciones
funcionales por parte de los funcionarios o servidores
públicos"230.
229
CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
Lima, 2011, pp. 28 y 29.
230 SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contro la Administración Pública.
Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 265.
231
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 262.
87
aportes serán en todo caso de (p 241) complicidad o
asumirán irrelevancia"232•
§ iii. "El delito de colusión como delito de infracción de deber,
requiere como autor un funcionario o servidor público,
competente, obligado a proteger o administrar, por razón
de su cargo, el patrimonio del Estado dentro de los
márgenes permitidos por la ley"233•
§ iv. "la responsabilidad penal no puede recaer en cualquier
funcionario o servidor público, por el solo hecho de tener
tal calidad, sino solo y únicamente en aquel o aquellos que
ostentan el poder de decisión sobre las contrataciones
públicas, actuando en representación del Estado"234•
§ v. "El sujeto activo o agente, aparte de tener la condición
especial debidamente señala en el tipo penal 3842, esto es,
funcionario o servidor público, debe también tener dentro
de sus atribuciones funcionales o competencia funcional el
deber de participar en cualquier etapa de las modalidades
de adquisición o contratación pública de bienes obras o
servicios, conexiones o cualquier operación a cargo del
Estado"235•
232
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, pp. 240 y 241.
233
CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
Lima, 2011, p. SO.
234
CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
Lima, 2011, p. 35.
235
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra lo Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 268.
88
administración pública, y donde esté involucrado el
patrimonio del estado"236•
236
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 264.
237
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 268.
238 ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública.
Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, p. 246.
239
CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
lima, 2011, p. 48.
89
finalidad de defraudar la confianza que el Estado ha
depositado en él"240•
240
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 274.
241 SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública.
Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, pp. 278 y 279.
242 ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública.
Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, p. 247.
243 CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
90
7) El delito de colusión simple es un delito de peligro
concreto (1er párrafo del Art. 384 del Código Penal).
§ i. "La colusión simple se consuma o verifica cuando el agente
concierta, participa en acuerdos clandestinos o acuerdos
colusorios con terceros interesados con el propósito o
finalidad de defraudar el patrimonio del Estado. Para
efectos de la consumación no es necesario que la
defraudación efectiva al patrimonio estatal se verifique,
solo basta que se verifique el acuerdo o pacto colusorio.
Por ello, es coherente sostener que la colusión simple es
un delito de peligro concreto"244.
§ ii. "Por lo general, es un delito de "peligro" (en relación con
el perjuicio patrimonial efectivo) y de mera actividad
donde no sería posible la tentativa, pues antes de la
"concertación" no habría aparentemente nada. El delito se
consumaría con la simple "colusión" o sea con el acto de
concertación, sin necesidad de que la administración
pública sufra un perjuicio patrimonial, ni que se verifique la
obtención de ventaja del funcionario. Solamente se
necesitaría la "idoneidad" del acto de colusión"245.
§ iii. "En el fraude se manifiesta el "perjuicio patrimonial"
potencial o real para la administración. No puede haber
"fraude" si este perjuicio no formara parte de la
concertación, por más que ésta sea indebida. Pero esto no
quiere decir que se necesite la producción efectiva del
perjuicio para que el delito se consuma. El tipo penal
mismo dice que ese "fraude" debe consistir en la
concertación ilegal misma; es decir en la concertación con
244
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 278.
245
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, p. 270.
91
la posibilidad de perjudicar económicamente a la
administración pública"246•
246
ABANTO VASQUEZ, Manuel A. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código Penal peruano. Palestra. Lima, 2001, pp. 265 y 266.
247
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública. Grijley. Segunda
Edición. Lima, 2001, pp. 247248.
248
CÁCERES JULCA, Roberto E./ CARRIÓN DÍAZ, Juan E. El delito de Colusión. ldemsa.
Lima, 2011, p. 30.
249
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra la Administración Pública. Grijley.
Segunda Edición. Lima, 2011, p. 256.
92
§ i. "Se tutela el normal ejercicio de la administración de
justicia, específicamente, el interés que existe en que las
fuentes de convicción del juzgador sean genuinas25º".
º
25 FRISANCHO APARICIO, Manuel. Delitos Contra la Administración de Justicia.
Jurista. Lima, 2000, p. 149.
251 FRISANCHO APARICIO, Manuel. Delitos Contra la Administración de Justicia.
93
procedimiento ( ... ). El tipo queda consumado desde el
momento en que el agente, utilizando cualquier medio
fraudulento, logra inducir a error a un funcionario o
servidor público253".
§ ii. "La consumación se produce cuando se usa cualquier
artificio, persiguiendo defraudar a un ente público, no
precisándose, por tanto, de la efectiva defraudación o de
la causación del perjuicio al ente254".
1996, p. 715.
255 FRISANCHO APARICIO, Manuel. Delitos Contra la Administración de Justicia.
94
el documento desempeña; ella constituye la mejor señal
de su importancia como bien jurídico autónomo y, a su
vez, es la causa que provoca que el público confíe en su
uso como en el instrumento más eficaz donde adquiera
constancia cualquier relación257".
§ iii. "Se requiere para que la conducta pueda considerarse
típica, que afecte a las funciones del documento,
especialmente a la función probatoria ( ... ). En el valor
instrumental que a causa de sus especificas funciones en
cuanto medios de prueba tienen los documentos para la
ordenada efectuación de la relaciones jurídicas, ha de
entenderse que las agresiones a la autenticidad y a la
veracidad del documento en que se resumen las
modalidades de conducta falsaria, han de afectar estas
fu nciones258".
95
falsedades consideradas inocuas sea considerablemente
restringido259".
25 9
· SILVA SÁNCHEZ, Jesús María. Las Falsedades Documentales. En: El mismo.
Lecciones de Derecho Penal. Parte Especial. Atelier. Barcelona, 2006, p. 299 y 300.
260
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
627.
261 BAJO FERNÁNDEZ,
Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, p. 797.
262
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
627.
96
(5) El perjuicio como elemento típico (como verificación del
resultado lesivo o como condición objetiva de
punibilidad}.
§ i. "Dada la redacción de la conducta del Art. 427 CP
pareciera que no se incluye dentro del elemento subjetivo
del tipo la finalidad de causar un perjuicio mediante el
empleo del documento, sino que sería una condición
objetiva de punibilidad ( ... ). Por razones de política
criminal, se exige para la punibilidad que del uso del
documento pueda resultar un perjuicio, en caso contrario,
el hecho no se castigará263".
§ ii. "El peligro de perjuicio o el perjuicio tienen que provenir
del modo como se utilice el documento o certificado, ya
que si se los usa de un modo que no es el que puede
originarlos, tales resultados no serán atribuibles a la
conducta del autor, con lo cual se quebraría la ilación
conductaresultado que configura la acción típica264".
263
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998,
pp. 627 y 628.
264
CREUS, Carlos. Derecho Penal. Parte Especial //. Astrea. Séptima Edición, Buenos
Aires, 2007, p. 513.
265
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
628.
97
§ ii. "El delito se consuma con la utilización propia del
documento falso de modo que pueda causar perjuicio266".
266
CREUS, Carlos. Derecho Penal. Parte Especial //. Astrea. Séptima Edición, Buenos
Aires, 2007, p. 514.
267
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
628.
268
CREUS, Carlos. Derecho Penal. Parte Especial //. Astrea. Séptima Edición, Buenos
Aires, 2007, p. 515.
269
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especiol. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
631.
98
el documento como si la declaración que forma parte de
su contenido fuera verdadera27º".
270
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edíción, Lima, 1998, p.
632.
271
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edícíón, Lima, 1998, p.
632.
272
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edíción, Lima, 1998, p.
632.
273
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
632.
99
siempre y cuando concurran los más elementos del
tipo274,,.
214
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
633.
275 VIVES ANTÓN, Tomás. Derecho Penal. Parte
Especial. Segunda Edición, Valencia,
1996, p. 653.
276
BRAMONTARIAS TORRES, Luis Alberto/ GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. San Marcos. Cuarta Edición, Lima, 1998, p.
642.
100
3) La fe pública como bien jurídico protegido.
§ i. "Todos y casi todos los objetos materiales sobre los que
recae la acción en los delitos de falsedades: sellos o
efectos timbrados, monedas, documentos públicos,
documentos mercantiles, títulos profesionales,
certificados, etc., son signos que engendran esa apariencia
de realidad. La creación y la manipulación ilegítima de esos
objetos son ataques al tráfico fiduciario, a la fe pública, en
la medida en que dichos objetos gozan de créditos en las
relaciones sociales y su uso es indispensable para el normal
desarrollo de una convivencia con un mínimo de
organización. Sin la fe pública no podía desarrollarse el
tráfico jurídico"?".
§ ii. "El bien jurídico fe pública es atacado o puesto en peligro
cuando la objetividad introducida por la conducta del
agente en el objeto es para suscitar en cualquiera la
confianza que él merece, por reunir las formas prescritas
por la ley, para que se lo acepte como representativo del
acto que expresa y, por tanto, como acreditación (prueba)
de él278".
§ iii. "La fe pública, entendida como la confianza que el público
deposita en que responde a la verdad la apariencia de
determinados objetos, signos o formas entre los que se
cuentan moneda, documentos y también la cualidad o
condición de que se invisten personas, que en sentido
amplio, no estrictamente procesal, pueden calificarse de
medios de prueba o acreditación279".
277 MUÑOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch. 13º
Edición, Valencia, 2001, p. 670.
278 CREUS, Carlos. Derecho Penal. Parte
Especial //. Astrea. Séptima Edición, Buenos
Aires, 2007, p. 414.
279
BAJO FERNÁNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte Especial. Volumen
11. Ramón Areces, Madrid, 2003, p 749.
101
DERECHO PROCESAL PENAL
102
XXII. DERECHO A LA PRUEBA Y AL CONTRADICTORIO.
1) Vinculación del derecho a la prueba con el derecho de
defensa.
§ i. "Este llamado derecho a la prueba se encuentra ligado al
derecho de defensa, ya que sólo es posible defenderse
activamente introduciendo o exigiendo la realización de
medios de prueba ( ... ). Garantiza a las partes la facultad de
poder desplegar y usar los medios de prueba pertinentes a
fin de sustentar y defender sus posiciones28º".
§ ii. "El derecho a la prueba está muy vinculado al derecho de
defensa( .. ). En cuanto se trata de un derecho fundamental,
destinado a la protección de todos aquellos que acuden al
órgano jurisdiccional en defensa de sus derechos e
intereses legítimos, la ley ordinaria no puede impedir la
actuación de medios de prueba sustanciales para la
defensa, ni priorizar otros intereses o bienes jurídicos, que
no tengan expresa relevancia constitucional o igual
nivel"281•
§ iii. "El derecho a la defensa incorpora dentro de sí el principio
de contradicción( .. ). El principio de contradicción se
construye sobre la base de aceptar a las partes del proceso
penal, acusadora y acusada, la posibilidad efectiva de
comparecer o acceder a la jurisdicción a fin de poder
hacer valer sus propias pretensiones, mediante la
introducción de los hechos que las fundamentan y su
correspondiente práctica de pruebas, así como cuando se
le reconoce al acusado su derecho a ser oído con carácter
previo a la condena 28211
°
28 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 99.
281 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal.
Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2006, pp. 101 y 102.
282 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal.
Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2006, p. 122.
103
§ iv. "El proceso penal se articula en forma contradictoria, en
un juego dialéctico entre acusación y defensa. Ambas
posturas procesales tienen sus legítimas aspiraciones
probatorias. Es tan constitucional el derecho a probar la
acusación como el derecho a defenderse. La recta
intelección de la garantía no puede ser otra que como
derecho a la prueba y, en consecuencia, a utilizar los
medios de prueba conducentes283".
§ v. "Los actos de prueba es la actividad que está intervenida
por el órgano jurisdiccional bajo la vigencia de los
principios de contradicción e igualdad de armas y de las
garantías procesales tendentes a asegurar su
espontaneidad e introducción en el juicio oral a través de
medios ilícitos de prueba284".
28
ª RAMOS MÉNDEZ, Francisco. El Proceso Penal. Bosch. Barcelona, 2000, p. 223.
284
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruana. Palestra. Lima,
2009, p.267.
285
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Gaceta Jurídica. Lima,
2006, p. 440.
286 ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Traducido
por Gabriela E. Córdoba y Daniel
R. Pastor. Editores del Puerto. Buenos Aires, 2000, p. 185.
287 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 267.
104
3) Limites del derecho a probar
§ i. "El más importante límite que tiene la actividad probatoria
viene conformado por la exigencia de licitud de medios de
prueba. Si la actividad probatoria vulnera la ley o derechos
fundamentales, su eficacia desaparece288".
§ ii. "Otra de las limitaciones de la actividad probatoria viene
conformada por la exigencia de pertinencia del medio de
prueba. Es pertinente el medio de prueba que tiene
vinculación directa o indirecta con el thema probandum;
sin esa vinculación medio de pruebathema probandum, la
actividad probatoria resulta inútil289".
§ iii. "Una prueba es pertinente, cuando guarda relación con lo
que es objeto del proceso penal. La formación de la
convicción judicial se ve limitada si no puede contar con un
elemento de prueba relacionado con el debate judiciaf"?"
§ iv. "Debemos señalar que se rata de un derecho de
configuración o composición eminentemente legal; es
decir, es el legislador quien interviene de manera activa en
la delimitación de su contenido constitucionalmente
protegido por este derecho; por lo que necesariamente la
acotación de su alcance debe encuadrarse dentro de la
legalidad( .. ). Puesto que se trata de un derecho de
configuración legal, es preciso que la prueba se haya
solicitado en la forma y momento legalmente
establecidos291".
288
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicada. Gaceta Jurídica. Lima,
2006, p. 433.
289
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicada. Gaceta Jurídica. Lima,
2006. p. 435.
290
SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecha Procesal Penal. Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2006, p. 101.
291
ALFARO VALVERDE, Luis Genaro. El Derecho Fundamental a la Prueba en: El
Debido Proceso coordinado por Juan Manuel Sosa Sacio. Gaceta Jurídica. Lima, 2010,
pp. 165 y 166.
105
XXIII. MOTIVACIÓN DE RESOLUCIONES JUDICIALES.
1) Contenido esencial del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales
§ i. "Las resoluciones judiciales para ajustarse a los mínimos
correspondientes al principio del debido proceso legal
deben contener una razonada fundamentación tanto de lo
fáctico como de lo jurídico, de allí que aun cuando se
conceda al operador de justicia penal libertad de
apreciación de los elementos probatorios, tienen
obligación de consignar los argumentos que han servido
para tal convicción292".
§ ii. "Nuestro Tribunal Constitucional ha señalado que uno de
los contenidos del derecho al debido proceso (se cita el
EXP. Nº 12302002HC/TC Caso Tineo Cabrera) "es el
derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase
de procesos (.. ) garantiza que los jueces, cualquiera sea la
instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental
que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando
que el ejercicio de la potestad de administrar justicia se
haga con sujeción a la constitución y a la ley; pero también
con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del
derecho de defensa de los justiciables293" "
§ iii. "Es una manifestación del derecho de tutela efectiva y
tiene por finalidad permitir el control de la actividad
jurisdiccional por la opinión pública y por los tribunales
superiores. Es hacer visible el sometimiento del juez a la
292
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Gaceta Jurídica. Lima,
2006, p. 246.
293
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 99.
106
ley y lograr el convencimiento de las partes sobre a justicia
y corrección de la decíslón"?".
107
argumentos de las partes y que han sido objeto
del debate producido durante el proceso 295".
d.
3) Fines del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales.
§ i. "La motivación de resoluciones judiciales tienen tres fines:
a) "Permitir el control de la actividad jurisdiccional
por la opinión pública y por los Tribunales
Superiores
b) Hacer visible el sometimiento del juez a la ley
c) Lograr el convencimiento de las partes sobre la
justicia y corrección de la decisión judicial" 296•
295
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Gaceta Jurídica. Lima,
2006, pp. 246, 248 y 249.
296
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 98.
297
SERRANOPIEDECASAS FERNÁNDEZ, José Ramón. Conocimiento Científico y
Fundamentos del Derecho Penal. Gráfica Horizonte. 1999, p.98.
298
PÉREZ ALONSO, Esteban Juan/ DE ESPINOSA CEBALLOS, Elena Marin/ RAMOS
TAPIA, M. Inmaculada. Fundamentos de Derecho Penal. Parte General. Tirant lo
Blanch. Cuarta Edición, Valencia, 2010, p. 145.
108
2) El principio de ne bis in ídem está vinculado al principio de
proporcionalidad.
§ i. "la doctrina, el Tribunal Supremo [especialmente la STS de
22 de diciembre de 2003 (To/ 341458)] y el propio Tribunal
Constitucional (STC 2/2003, de 16 de enero) vinculan
también el ne bis in ídem con el principio de
proporcionalidad ya que en palabras del Tribunal
Constitucional, "cuando la correspondiente condena ha de
considerarse suficiente desde una perspectiva punitiva,
aplicar otra sanción representaría una reacción excesiva
del ordenamiento jurídico al infringirle al condenado una
sanción desproporcionada respecto a la infracción que ha
cometido". 299"
299
PÉREZ ALONSO, Esteban Juan/ DE ESPINOSA CEBALLOS, Elena Marin/ RAMOS
TAPIA, M. Inmaculada. Fundamentos de Derecho Penal. Parte General. Tirant lo
Blanch. Cuarta Edición. Valencia. 2010, p. 145.
300
PÉREZ ALONSO, Esteban Juan/ DE ESPINOSA CEBALLOS, Elena Marin/ RAMOS
TAPIA, M. Inmaculada. Fundamentos de Derecho Penal. Parte General. Tirant lo
Blanch. Cuarta Edición. Valencia. 2010, p. 152.
109
4) El principio de ne bis in ídem material.
§ i. "El principio ne bis in ídem impide que un mismo hecho
pueda ser valorado dos veces a efectos agravatorios de la
responsabilidad penal (aplicación de circunstancias
agravantes que ya han sido tenidas en cuenta en la
aplicación del tipo penal) o que un mismo hecho pueda ser
tomado en consideración con plurales efectos
fundamentadotes de la responsabilidad penal (concurso de
normas )301".
§ ii. "No se podrá imponer sucesiva o simultáneamente una
pena y una sanción administrativa por el mismo hecho en
los casos en que se aprecie la identidad de sujeto, hecho y
fundamento3º2".
§ iii. "El principio non bis in ídem consiste en la prohibición de
que un mismo hecho resulte sancionado más de una
vez3º3".
§ iv. "Desde el punto de vista material, el principio del non bis
in ídem busca evitar una sobrerreacción del ordenamiento
jurídico, es decir, que en el mismo orden punitivo, o en
distintos, se establezcan dos sanciones que sumadas sean
desproporcionadas a la infracción cometida"?".
301
PÉREZ ALONSO, Esteban Juan/ DE ESPINOSA CEBALLOS, Elena Marin/ RAMOS
TAPIA, M. Inmaculada. Fundamentos de Derecha Penal. Parte General. Tirant lo
Blanch. Cuarta Edición. Valencia. 2010, p. 146.
302 CARO CORIA, Dino Carlos. El
Principio de Ne Bis In ldem en la Jurisprudencia del
Tribunal Constitucional en: Derecho y Criminología como fundamento de la Política
Criminal. Dykinson, Madrid, p. 663.
303
MUÑOZ CONDE, Francisco/ GARCÍA ARÁN, Mercedes. Derecho Penal. Parte
General. Tirant lo Blanch. Segunda Edición, Valencia, 1996, p. 109.
304
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte General. Tomo 1,
Segunda Edición. Grijley., 2007, p. 881.
110
recoge expresamente en el Art. 4 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, según el cual nadie podrá
ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya
sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de
acuerdo con la ley y el procedimiento de cada país3º5".
§ ii. "En su vertiente procesal, el principio non bis in ídem
garantiza que no se vuelva a juzgar a una persona que ya lo
haya sido( .. ). Este principio contempla la prohibición de la
aplicación de múltiples normas sancionadoras, la
proscripción de ulterior juzgamiento cuando por el mismo
hecho ya se ha enjuiciado en un primer proceso en el que
ya se ha dictado una resolución con efecto de cosa
juzgada306".
§ iii. "el principio del non bis in ídem tiene una vertiente
procesal de carácter procesal, en virtud de la cual se
prohíbe dos procesos o dos resoluciones iguales o
diferentes sobre el mismo objeto3º7".
305
PÉREZ ALONSO, Esteban Juan/ DE ESPINOSA CEBALLOS, Elena Marin/ RAMOS
TAPIA, M. Inmaculada. Fundamentos de Derecho Penal. Parte General. Tirant lo
Blanch. Cuarta Edición, Valencia, 2010, p. 145.
306
CARO CORIA, Dino Carlos. El Principio de Ne Bis In /dem en la Jurisprudencia del
Tribunal Constitucional en: Derecho y Criminología como fundamento de la Política
Criminal. Dykinson, Madrid, p. 663.
307
GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte General. Grijley. Tomo 1,
Segunda Edición, 2007, p. 884.
111
darse a nivel de los hechos( .. ). La tercera identidad (eadem
causa petendi) supone la existencia de una misma causa
jurídica y política de la prosecución penal3 8". º
XXV. DERECHO AL PLAZO RAZONABLE
1) El derecho al plazo razonable es la apreciación del
principio de celeridad desde la perspectiva del justiciable.
§ i. "El principio de celeridad procesal es casi siempre
apreciado desde la perspectiva funcional del juez o el fiscal
en relación a la norma procesal. Desde otra óptica, desde
la perspectiva del justiciable principalmente, podemos
exigir a título de garantía, el derecho que tienen todas las
personas a que su proceso se realice sin dilaciones
indebidas (p 313) ... El derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas ha sido concebido como un derecho subjetivo
constitucional, de carácter autónomo que asiste a los
sujetos que hayan sido parte en un procedimiento judicial
y que se dirige frente a los órganos del Poder Judicial,
creando en él la obligación de satisfacer dentro de un
plazo razonable, las pretensiones y resistencias de las
partes o de realizar sin demora la ejecución de las
sentencias'?".
308
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Grijley, Segunda edición,
Lima, 2011, p. 266.
309
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, pp. 312 y 313.
112
destaca por los bienes jurídicos fundamentales en
conflicto"310•
310
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 315.
311
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 315.
113
adecuado control de la duración del proceso y que se
invoque la violación de este derecho"312.
§ ii. "Este derecho no se identifica con el mero incumplimiento
de los plazos procesales y comporta la utilización de un
concepto jurídico indeterminado que necesita ser dotado
de contenido concreto en cada caso, atendiendo a criterios
objetivos congruentes con su enunciado genértco"!".
§ iii. "El plazo razonable no puede ser calculado
anticipadamente en días, meses o años predeterminados,
tratándose mas bien de un concepto jurídico
indeterminado"314.
312
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 92.
313 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal.
Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2006, p. 97.
314
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2011, p. 241.
315
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, pp. 314 y 315.
114
juzgamiento que derive en la vulneración de los derechos
fundamentales del ciudadano"316•
316
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Gaceta Jurídica. Lima,
2011, p. 242.
317
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, pp. 316 y 317.
115
actividad procesal del interesado y la conducta de las
autoridades jurisdiccionales"318.
318
REYNA ALFARO, Luis Miguel. El proceso Penal Aplicado. Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2011, p. 242.
319 CHIARA DÍAZ, Carlos A. "Las Medidas de Coerción y las Garantías del debido
116
3) Variabilidad de las medidas de coerción procesal.
§ i. "Se establece que las medidas coercitivas dictadas por el
juez son reformables, sea a petición del interesado, el
Fiscal o de oficio, cuando varíen los supuestos que
motivaron su imposición o rechazo (art. 138º). Lo que de
hecho resulta lógico, si desaparecen los presupuestos que
la originaron, el mismo juez debe de cambiar la medida
coercitiva; sin embargo, esta facultad requiere de ser
normada para que la autoridad judicial pueda aplicarla"321.
321 SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 231.
322 ORÉ GUARDIA, Arsenio. "Problemas de
Aplicación de las Medidas de Coerción
Personal en el Proceso Penal Peruano". En: Gaceta del Tribunal Constitucional, N!!2
Abril-Junio 2006. [Documento en línea:
http://gaceta.tc.gob.pe/img upload/18abfa4cb269c78ca321c53e573f1346/arsenio
ore.pdf revisado el 22 de marzo a las 09:00 horas) pp. 1 y 2.
117
Estado y del sistema de justicia penal debe estar dirigido,
antes que nada, a evitar, cuanto más temprano mejor, la
posibilidad siquiera de preparación de un delito. El modelo
constituye una respuesta inmediata a un determinado
problema social que se presenta también de manera
imprevista y que genera una gran afectación al interés
público( .. ).En lo que al proceso penal se refiere el modelo
privilegia, como no podía ser de otro modo, los valores de
orden público y seguridad ciudadana en desmedro del
valor libertad"323•
6) La detención preventiva como medida de coerción debe
ser motivada.
§ i. "La motivación deriva del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución y está regulada, respecto a la detención
preventiva, en la Resolución Administrativa 11120023 CE
PJ del 25 de septiembre de 2003, la misma que establece
que los mandatos de detención deben ser motivados
respecto a cada uno de los requisitos concurrentes, como
son el de prueba suficiente, pena probable y peligro
procesal"324•
323
ORÉ GUARDIA, Arsenio. "Problemas de Aplicación de las Medidas de Coerción
Personal en el Proceso Penal Peruano". En: Gaceta del Tribunal Constitucional, Nº2
Abril-Junio 2006. [Documento en línea:
http://gaceta.tc.gob.pe/img upload/18abfa4cb269c78ca321c53e573f1346/arsenio
ore.pdf revisado el 22 de marzo a las 09:00 horas] pp. 2 y 3.
324 ORÉ GUARDIA, Arsenio. "Problemas de
Aplicación de las Medidas de Coerción
Personal en el Proceso Penal Peruano". En: Gaceta del Tribunal Constitucional, Nº2
Abril-Junio 2006. [Documento en línea:
http://gaceta.tc.gob.pe/img upload/18abfa4cb269c78ca321c53e573f1346/arsenio
ore.pdf revisado el 22 de marzo a las 09:00 horas) p. 4.
118
la persecución penal, precisamente por no haberse
ejercido oportuna mente11325•
325
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 357.
326
CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 129.
327 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 129.
328
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 358.
119
excepción( .. ) cuando la ley penal castigue un delito con
penas alternativas, el plazo para la prescripción de la
acción sólo se computará en el acto de juzgamiento al
apreciarse las circunstancias del mismo"329.
6) Finalidad de la prescripción.
§ i. "El profesor ROY FREYRE señala que la prescripción de la
acción penal tiene por objeto poner fin a la potestad
represiva antes que la misma se haya manifestado
concretamente en una sentencia condenatoria firme, lo
que ocurre ya se porque el poder penal del Estado nunca
dio lugar a la formación de causa o porque iniciada la
persecución se omitió proseguirla con la continuidad
debida y dentro de un plazo legal que vence sin que se
haya expedido sentencia irrecurrible"331.
7) Alcance del beneficio de la excepción de prescripción.
§ i. "El beneficio de la prescripción también alcanza a los reos
ausentes contra quienes se ha reservado el juzgamiento,
por encontrarse en igual situación jurídica que sus
329
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 358.
330
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, p. 358.
331 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 130.
120
coencausados. Cabe declarar de oficio la excepción de
prescripción"332•
§ ii. "La prescripción tanto de la acción como de la pena, corre,
se suspende o se interrumpe para cada uno de los
partícipes del hecho punible. A Estos efectos, no se toma
en cuenta el estatus procesal del imputado, quien puede
alcanzar sus efectos liberatorios así se encuentre en la
condición de ausente"333•
332
Exp. Nº 2193Blima en: Diccionario Penal Jurisprudencia/ presentado por Felipe
Villavicencio Terreros. Gaceta Penal & Procesal Penal, lima, 2009, p.258.
333 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Volumen l.
Grijley. Segunda
Edición, Lima, 2003, p. 393
334 ACUERDO PLENARIO Nº 22007 /CJ116,
publicado el 16 de Noviembre del año
2007, de asunto: Valor probatorio de la pericia no ratificada. p. 2.
121
bien esa es la regla general en materia pericial, que
concreta el principio de contradicción y cuando se hace en
el acto oral, que es su sede natural, adicionalmente
cumple los principios de inmediación y publicidad, es
razonable excepcionarlo sin mengua del contenido
esencial de dichos principios cuando el dictamen o informe
pericial que siempre debe leerse y debatirse en el acto
oral no requiere de verificaciones de fiabilidad adicionales
o cuando su contenido está integrado por aportes técnicos
consolidados que no se basan en hechos apoyados
exclusivamente por la percepción de una persona
primacía del aspecto técnico sobre el fáctico perceptivo,
con lo que el derecho de defensa no se desnaturaliza ni se
lesionan los principios de inmediación, contradicción y
oralidad ( ... ). Sencillamente el examen pericial
relativamente documental, no es condición ineludible de la
pericia como medio de prueba válido335".
§ ii. "La prueba pericial, que propiamente es la ratificación o
examen pericial, se produce en el acto oral, en
acatamiento de los principios de oralidad, publicidad,
inmediación y posibilidad de contradicción, que
precisamente es a este momento el que se refiere el Art.
259 CPP 1940 y no al puntualizado en el Art. 167 del
mismo código. Como se sabe la regla es que los peritos
concurran al tribunal y se sometan a las preguntas y
repreguntas sobre la pericia que han elaborado; empero,
gradualmente, en el especifico caso de los peritos que
integran instituciones públicas (Instituto de medicina legal
y dirección de criminalística) tal exigencia ha venido
flexibilizándose, al punto que cierta doctrina señalo que no
es necesario el examen cuando el informe pericial está
centrado en los aspectos puramente técnicos y el
335
PABLO TALAVERA, Elguera. La Prueba. En el Nuevo Proceso Penal. Academia de la
Magistratura. Segunda Reimpresión. Lima, 2009, p. 116.
122
cuestionamiento de las partes se centra en ellos, no siendo
así cuando el cuestionamiento está radicado en los
aspectos fácticos o perceptivos que sirven de soporte al
informe pericial, esto es, cuando se alegue su falsedad,
caso en el que es imprescindible la presencia y el
testimonio contradictorio de quienes los han percibido
persona I mente336".
3) Alcance del juicio de fiabilidad de la prueba.
§ i. "Este examen de fiabilidad de un medio de prueba no sólo
se limita a realizar la indicada verificación, sino que
también requiere la aplicación de la correspondiente
máxima de experiencia al concreto medio probatorio, para
que de este modo el juez pueda alcanzar una opinión
sobre la capacidad de dicho medio para dar a conocer un
hecho concreto. En este sentido, no se debe olvidar que el
hecho de que un medio de prueba pueda eventualmente
pasar con éxito el juicio de fiabilidad del que estamos
hablando, en modo alguno significa la veracidad del hecho
que se dirija a probar. Y es que este examen de la fiabilidad
no es un juicio sobre la veracidad del hecho que constituya
el objeto de un medio de prueba, sino que se limita a ser
un juicio sobre la posibilidad de usar un concreto medio de
prueba como instrumento para acreditar un hecho
determinado ( ... ). El análisis de la fiabilidad debe
comprender la verificación de la concurrencia de los
requisitos, tanto para la práctica de cada prueba en
concreto como de las condiciones para su valoración337".
336 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Grijley. Segunda edición,
Lima, 2006, pp. 696 y 697.
337
TALAVERA ELGUERA, Pablo. La Prueba - En el Nuevo Proceso Penal. Academia de
la Magistratura Segunda Edición, Lima, 2009, pp. 116 y 117.
123
en relación con el hecho delictuoso materia de
proceso338".
338 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Nuevo Proceso Penal Peruano. Palestra. Lima,
2009, p. 292.
339
SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal//. Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2003, pp. 368 y 369.
124
C.P., si se hubiere infringido la legislación ambiental por no
ejecución de las pautas contenidas en dichos programas o
estudios según corresponda (arts. 1º y 2º)"340.
340
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. ldemsa. Lima,
2004, pp. 340 y 341.
341 SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal //.
Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2003, pp. 368 y 369.
342
SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal//. Grijley. Segunda Edición,
Lima, 2003, p. 373.
125
dogmáticas para valorar un hecho punible es
exclusivamente del Derecho sustantivo"343•
343
REATEGUI SÁNCHEZ, James. La Contaminación Ambiental como Delito. Jurista.
Lima, 2006, p. 217.
126
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132
SEGUNDA PARTE: DESARROLLOS Y ESQUEMAS
ESPECÍFICOS PARA LA DEFENSA
133
l. PRINCIPIO DE CONFIANZA
1) Sobre el reconocimiento dogmático y jurisprudencia/
del principio de confianza
§ i. En derecho penal, para que la acción y el resultado
puedan llegar a ser consideradas como conducta
punible, debe existir entre las dos una conexión que
demuestre que el resultado típico ha sido causado
justamente por la actuación de la voluntad. La creación
de esta conexión entre acción y resultado típico,
corresponde a la relación de causalidad.
Con la constatación que una determinada conducta se
encuentra en relación de causalidad respecto del
resultado del injusto que aparece tipificado, se necesita
que lo ocurrido concretamente cause el resultado y
satisfaga las exigencias del correspondiente tipo penal;
es decir, que comprenda una violación, ya sea contra la
norma prohibitiva o contra la preceptiva, en la que se
fundamenta el tipo penal. Sin embargo, tal constatación
no se puede considerar como definitiva, se requiere que
dicha conducta sobrepase el marco o la medida del
riesgo jurídicamente prohibido.
§ ii. El Principio de Confianza supone restringir la imputación
del riesgo al ámbito de competencia del agente,
impidiendo que éste responda penalmente por un
riesgo, cuya gestión no le pertenece por estar fuera de
dicho ámbito. Esto se deriva del hecho de que, "quien
realiza un comportamiento riesgoso, en general lícito,
actúa confiado en que, quienes participan con él, van a
actuar correctamente (... }"344• En ese sentido, al interior
de cualquier organización resulta necesario una división
de trabajo para que cada participante no tenga que
344 VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General. Grijley. Lima,
2006, p. 327. De acuerdo con este principio "( ... ) no se imputarán objetivamente los
resultados producidos por quien ha obrado confiando en que otros se mantendrán
dentro de los límites del peligro permltldo"?".
134
controlar todas las posibilidades de influencia, sino solo
unas determinadas por su ámbito de competencia. Así,
en el marco de una división de roles, no cabe imputación
a la conducta cuando el sujeto obra confiado en que los
demás actuaran dentro de los límites del riesgo
permitido.
135
3) Sobre el reconocimiento jurisprudencia/ de la teoría de
la imputación objetiva.
§ i. En sentido similar se ha pronunciado nuestra
jurisprudencia: "El recurrente niega erróneamente la
afirmación de un nexo causal entre su conducta y el
resultado dañoso producido, cuando señala que la
muerte de las víctimas no se produjo por quemaduras,
sino por asfixia de gases tóxicos. Se queda con ello en el
plano de la causalidad natural. Lo relevante no es la
comprobación de la conexión directa de la conducta del
agente con el resultado lesivo, sino si a esta puede
obietivamente imputársele la producción del
resultado"347• (el resaltado y subrayado es propio).
4) Contornos de aplicación del principio de confianza
§ i. Uno de los criterios de imputación objetiva viene a ser el
Principio de Confianza, el cual resulta de especial
importancia en las relaciones sociales y jurídico
económicas que se realicen a partir de una estructura
empresarial organizada.
En efecto, en la sociedad actual en que vivimos, donde
impera la división del trabajo y el contacto anónimo
entre los agentes sociales, este principio constituye el
principal filtro de imputación penal en relación con las
conductas antijurídicas que puedan tener los demás
sujetos con los que se tiene una relación jurídica, social o
económica, pues se parte de la premisa que el sujeto
que desarrolla un comportamiento conforme a derecho
ha de contar con que el resto de la colectividad,
especialmente aquellos con los que tiene algún tipo de
contacto, actuarán también conforme a derecho, "pues
supone que cuando el sujeto obra confiado en que los
136
demás actuarán dentro de los límites del riesgo
permitido no cabe imputarle penalmente la conducto'é",
348
VILLAVICENCIO Terreros, Felipe. "La imputación objetiva en la jurisprudencia
peruana". Instituto de Derecho Europeo y Continental. Universidad de Castilla la
Mancha, pp. 67.
137
a la inaplicación del filtro referido"?". (Subrayado y
resaltado propio)
349 Sentencia de la Tercera Sala Penal para procesos con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima, recaída en el EXP. N!l 1422006.
350 Sentencia de la Primera Sala Penal Liquidadora de la Corte
Superior de Justicia de
Lambayeque, recaída en el EXP. N!l 45632007, de fecha 23 de julio de 2009.
138
6) El principio de confianza en la Excepción de
improcedencia de acción.
§ i. Es importante precisar que la aplicación del principio de
confianza para determinar la atipicidad de una conducta
ha sido plenamente acogida por nuestra judicatura, tal
como a continuación lo demostramos: (a) Ejecutoría
Suprema emitida por la Sala Penal Permanente de fecha
16 de septiembre del 2004, recaída en el Expediente
R.N. Nº 22702004/La Libertad. En este fallo, la Corte
Suprema DECLARA FUNDADA UNA EXCEPCIÓN DE
NATURALEZA DE ACCIÓN por los siguientes fundamentos
: "... nadie responde por las consecuencias del
cumplimiento puntual de una obligación" "... que
precisamente el artículo cinco del Código de
Procedimientos penales, al incluirla excepción de
naturaleza de acción, hace viable su amparo, en uno de
sus supuestos, cuando el hecho denunciado no
constituye delito, esto es, no es típicamente antijurídico,
el cual precisamente es aplicable cuando, como en el
presente caso, la conducta que se describe importa la
realización de obligaciones funcionales,. Ajenas a
conciertos previos con el autor para materializar el delito
cometido"; (b) Recurso de Nulidad Nº 41661999,
emitida por la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema el 07 de marzo de 2000, en la que declara No
haber nulidad en la sentencia recurrida que absuelve a
Luis Alberto Villalobos Chumpitaz: "(... ) El punto inicial
del análisis de las conductas a fin de establecer si
devienen en penalmente relevantes, es la determinación
del rol desempeñado por el agente en el contexto de la
acción; así el concepto de rol está referido a "un sistema
de posiciones definidas de modo normativo, ocupado por
individuos intercambiables" de modo que el
quebrantamiento de los limites que nos impone dicho rol
es aquello que objetivamente se imputa a su portador;
139
que, una vez establecido esto, cabe afirmar que
tratándose de actividades realizadas por una pluralidad
de agentes, la comunidad que surge entre ellos no es de
manera alguna ilimitada ya que quien conduce su
comportamiento de modo adecuado socialmente, no
puede responder por el comportamiento lesivo de la
norma que adopte otro (... )"; (c) Sentencia Nº 0392009,
de fecha 12 de marzo de 2009, recaída en el Expediente
Nº 45632007, emitida por el Juez del Sexto Juzgado
Penal de Chiclayo: "Cuarto. ( ... ) En ese orden de ideas,
no es posible imputar responsabilidad penal a los
acusados, pues, la obtención de permisos, licencias, o
autorizaciones administrativas no estaban dentro del
ámbito de competencia de su representada; la sola
condición de Gerente Legal de la acusada no puede dar
lugar a concluir en su responsabilidad penal, y esto es
axial porque dada la existencia de una relación
contractual en la que existe división de funciones opera
el principio de confianza, que se erige como uno de los
pilar es de la imputación objetiva, máxime si la función
de la acusada solo consistió en una evaluación dominial
de los títulos de propiedad de los terceros con quieres
iba a contratar ( ... )"; (d) Auto de Vista de fecha 19 de
septiembre del 2011, emitido por la Sala penal de
Huancavelica, en donde de manera enfática se señala lo
siguiente: "No se puede incriminar a las personas que
ostentan cargos al interior de una empresa según
corresponda por el sólo hecho de serlo, sino que es
necesario determinar que la actividad que despliega se
enmarque en el campo penal a título de autor, o por
medio de otro el hecho punible y los que lo cometan
conjuntamente ( ... ) Que, en ese sentido el denunciado
( ... ) ostenta la condición de Gerente General de
caudalosa, por consiguiente, tiene funciones específicas,
que por Ley, reglamento y Directivas le compete asuntos
140
de carácter administrativo, contable, financiero, etc.,
principalmente la Dirección General de la Empresa
minera ( ... )".
141
procedimiento necesario para su persecución eficaz. Con
independencia de su ubicación formal, la naturaleza
jurídica de la reparación civil es incuestionablemente civil,
y que aún cuando exista la posibilidad leqislativamente
admitida de que un Juez Penal pueda pronunciarse sobre
el daño y su atribución. y en su caso determinar el
quantum indemnizatorio -acumulación heterogénea de
acciones-, ello responde de manera exclusiva a la
aplicación del principio de economía procesal. G/MENO
SENDRA sostiene, al respecto, que cuando sostiene que el
fundamento de la acumulación de la acción civil a la penal
derivada del delito es la economía procesal, toda vez que
dicho sistema permite discutir y decidir en un solo proceso,
tanto la pretensión penal, como la pretensión civil
resarcitoria que pudiera surgir como consecuencia de los
daños cometidos por la acción delictuosa y que, de ser
decidida con absoluta separación en un proceso civil
produciría mayores gastos y dilaciones al perjudicado por
el delito, debido a la onerosidad, lentitud e ineficacia de
nuestro ordenamiento procesal civil [Derecho Procesal
Penal, 2da Edición, Editorial Colex, Madrid, 2007, p. 257].
{... ) 10!!. Como se advierte. nuestro sistema procesal penal
se ha adherido a la opción de posibilitar la acumulación
de la pretensión resarcitoria, de naturaleza civil, en el
proceso penal. En tal sentido GÓMEZ COLOMER expresa
que una vez aceptada la existencia de la permisibilidad de
la acumulación al proceso penal de uno civil, toca
determinar el objeto del proceso civil acumulado, que no
es otro que la pretensión y la resistencia, siendo el
contenido de la referida pretensión, casi siempre, de
naturaleza patrimonial [Derecho Jurisdiccional /11. Proceso
Penal. El objeto del proceso. 12!! Edición, Editorial Tirant lo
Blanch, Valencia, 2003, p. 110). En otras palabras, la
acumulación de la acción civil al proceso penal, responde
sencillamente a un supuesto de acumulación heterogénea
142
de pretensiones, con fines procesales estrictos. Esta
tendencia encuentra un beneficio en el hecho de que, con
el menor desgaste posible de iurisdicción, se pueda
reprimir el daño público causado por el delito y reparar el
daño privado ocasionado por el mismo hecho.
3) La pretensión resarcitoria en la doctrina.
§ 1. Pero no sólo el máximo órgano Jurisdiccional de nuestro
país ha determinado la autonomía de la pretensión
resarcitoria; la naturaleza civil de la misma y que su
fundamento es el DAÑO y no el delito, sino que esta
posición recoge la posición dominante de la doctrina
procesal penal:
a. IGNACIO BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE precisa
que "Hay hechos, ilícitos penales, que pueden
causar un daño a alguien. Como tales merecen la
aplicación de una consecuencia jurídica, pero
además decimos que son fuente de
responsabilidad civil derivada del delito o falta ( ... )
sea cual fuese la función político criminal que se
adjudique a el acto de reparación, lo que aquí
interesa destacar es el acuerdo mayoritario de la
doctrina sobre la naturaleza jurídico civil y no
penal de la responsabilidad civil ex delito. El
hecho de que un juez de lo penal pueda resolver
sobre la misma es ( ... ) una opción de economía
procesal"351•
b. El procesalista español JUAN MONTERO AROCA al
referirse a la responsabilidad civil que se deriva de
la comisión de un delito, señala que la llamada
responsabilidad civil ex delicto no es diferente de
la responsabilidad civil extracontractual
143
ordinaria352• Y con esta afirmación qué duda cabe
que las reglas aplicables a la misma son las
propias del derecho de daños de naturaleza civil y
no las reglas del derecho penal, que está referida
a la pretensión punitiva del Estado, que es otra
cosa.
c. ORE GUARDIA, nos da una muy lograda
diferenciación entre el fundamento de la
responsabilidad penal y el fundamento de la
responsabilidad civil: "La acción penal se ejercita
ante la existencia de indicios razonables de
criminalidad, esto es, cuando se considera que
una conducta configura un ilícito penal (delito o
falta) y además se ha identificado al posible
autor; la acción civil se ejercita, en cambio,
cuando existen indicios suficientes para
considerar que una conducta ha generado
daños"353.
En consecuencia queda demostrado que la
pretensión resarcitoria es de naturaleza civil, y por
tanto su determinación, factores atributivos de
responsabilidad y sujetos procesales, se regulan
por la legislación civil y no penal; y tiene como
sustento EL DAÑO, y no el delito.
152
MONTERO AROCA. Juan. Proceso penal y Libertad. Ensayo polémica sobre el
nuevo proceso penal. Thomson Civitas, Pamplona, 2008, p. 353
353
ORE GUARDIA, Arsenio. Manual de Derecho Procesal Penal. Tomo 1, Editorial
Reforma, Lima, 2011. p. 423.
144
• El penetrar sin derecho en morada o casa de
negocio ajena, en su dependencia o en el recinto
habitado por otro; y,
• Permanecer al interior de una morada o casa de
negocio ajena, en su dependencia o en el recinto
habitado por otro, rehusando la intimación
efectuada por quien tenga derecho a hacerlo.
En el primer supuesto resulta claro que el acceso a la
morada o casa de negocios se efectúa, por parte del
sujeto activo, sin autorización para tal fin. En este caso
se puede tratar de una irrupción, sin derecho a un lugar
en el que no se encontraba la persona que tuviera la
capacidad de autorizar o no el ingreso al mismo, o pude
tratarse de una irrupción contrariando la voluntad
expresa de dicha persona. Lo que importa, en todo caso,
es que se trata de una irrupción sin autorización.
En el segundo supuesto, el sujeto activo ya se encuentra
al interior de la morada o casa de negocios y se niega a
salir de los mismos, contraviniendo la voluntad expresa
de la persona que lo ha requerido en tal sentido.
145
con autorización. Y tan es cierta esta interpretación, que si
se asumiera que para que se configure este segundo
supuesto es menester que el acceso a la morada o casa de
negocios hay sido sin autorización, nos encontraríamos en
el primer supuesto y por ende, resultaría innecesaria haber
incorporado el segundo supuesto analizado.
146
IV. DEUTOS INFORMÁTICOS
1) El bien jurídico protegido en el art. 207-A CP.
§ i. El tipo penal señalado tiene como objeto de protección
(bien jurídico) la información contenida en el sistema
informático, así el Dr. Alonso Raúl Peña Cabrera Freyre, al
referirse a este tópico sostiene que se avizora como bien
jurídico: 11 ••• La Seguridad de la información contenida en las
bases de datos, sistema o red de computadoras o la
seguridad en el tráfico jurídico de la información que
transita en su interior ... "354• En igual sentido el Dr. Luis
Miguel Reyna Alfara, siguiendo a Mariluz Gutiérrez
Frances, precisa: "Así podemos decir que el interés social
digno de tutela penal sería: "la información (almacenada,
tratada y transmitida a través de sistemas informáticos),
como valor económico de la actividad de la empresa"355•
De esta apreciación doctrinaria, queda claro que el bien
jurídico que se tutela a través del delito materia de
imputación, no es otro que la información contenida o
trasmitida a través de medios informáticos.
La conclusión mencionada en el acápite precedente tiene
respaldo constitucional, en función a la protección del
derecho fundamental de todo ciudadano al "secreto e
inviolabilidad de sus comunicaciones y documentos
privados", así el Tribunal Constitucional en la STC Nº 1058
2004AA/TC, FFJJ. 1821, ha señalado lo siguiente: "18} En
efecto, conforme lo establece el artículo 2º, inciso 10}, de
nuestra norma fundamental, toda persona tiene derecho a
que sus comunicaciones y documentos privados sean
adecuadamente protegidos, así como a que las mismas y
los instrumentos que las contienen, no puedan ser
abiertas, incautadas, interceptadas o intervenidas sino
354
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penol. Parte Especial. Tomo 11,
ldemsa, Lima, 2009, p. 501.
355
REYNA ALFARO, Luis Miguel. Los delitos Informáticos, Jurista, Lima, 2002, p.238.
147
mediante mandamiento motivado del juez y con las
garantías previstas en la ley. Aunque, ciertamente, puede
alegarse que la fuente o el soporte de determinadas
comunicaciones y documentos le pertenecen a la empresa
o entidad en la que un trabajador labora, ello no significa
que la misma pueda arrogarse en forma exclusiva y
excluyente la titularidad de tales comunicaciones y
documentos, pues con ello evidentemente se estaría
distorsionando el esquema de los atributos de la persona,
como si estos pudiesen de alguna forma verse enervados
por mantenerse una relación de trabajo. (... ) 21) (... ) Sobre
este particular, es claro que si se trataba de determinar
que el trabajador utilizó su correo electrónico para fines
opuestos a los que Je imponían sus obligaciones laborales,
la única forma de acreditarlo era iniciar una investigación
de tipo judicial, habida cuenta de que tal configuración
procedimental la imponía, para estos casos, la propia
Constitución. La demandada, lejos de iniciar una
investigación como la señalada, ha pretendido sustentarse
en su sola facultad fiscalizadora para acceder a los correos
personales de los trabajadores, lo que evidentemente no
está permitido por la Constitución, por tratarse en el caso
de autos de la reserva elemental a la que se encuentran
sujetas las comunicaciones y documentos privados y la
garantía de que tal reserva solo puede verse limitada por
mandato judicial y dentro de las garantías
predeterminadas por la ley".
148
información contenida en una base de datos, sistema o red
informática. Sin embargo "No basta, para la configuración
del tipo del injusto, que se utilice o ingrese a una base de
datos, sistema o red de computadoras, es necesario que
ello se haga para diseñar, ejecutar o alterar un esquema u
otro similar, o para interferir, interceptar, acceder o copiar
información en tránsito o contenida en una base de
datos"356 Finalidad o motivación ulterior, cuyo análisis se
halla reservada a nivel del tipo subjetivo357.
356
REYNA ALFARO, Luis Miguel. Los delitos Informáticos, Jurista, Lima, 2002, p. 258
259.
357
En ese mismo sentido PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte
Especial. Tomo//, ldemsa, Lima, 2009, p. 506.
149
interferir, interceptar, acceder o copiar información en
tránsito o contenida en una base de datos.
Así se indica: Cuarto: Que, efectuando un análisis fáctico y
jurídico de todo lo actuado en la etapa prejurisdiccional y
durante los tramites de orden jurisdiccional que se han
realizado, no se ha llegado a determinar la responsabilidad
del encausado por el delito informático que se incrimina a
Quiñónez Sattler; pues, conforme se aprecia de la
declaración preventiva del representante legal de la
empresa agraviada que corre a fojas trescientos cincuenta
y uno, se le atribuye al encausado el hecho de haber
ingresado a la base de datos que contiene las direcciones
de los correos electrónicos de distintos empleados de su
representada, sin embargo durante la diligencia de
confrontación admitió que todos los empleados de la
empresa Bellsouth tienen acceso a dicha base de datos
conforme es de verse de fojas ciento cuarenta y tres; que
de esta manera se concluye que de la conducta atribuida al
encausado, no se evidencia que sea pasible de alguna
sanción de orden penal, ya que no deja de estar permitida;
que aunado a ello, es preciso señalar que siendo lo
investigado un delito contra el patrimonio, en autos no se
aprecia prueba idónea que acredite que el encausado sea
el responsable de la remisión de los citados correos para
poder obtener un provecho económico, máxime que el
representante de la agraviada afirma no haber tenido
evidencia que el procesado se hubiese beneficiado
económicamente a raíz de los hechos instruidos conforme
es de verse a fojas trescientos cincuenta y uno. Quinto: Que
en ese contexto, de lo precedentemente expuesto se
concluye que no está demostrado con la suficiencia que el
caso amerita que el encausado sea el responsable del
aludido delito que se le incrimina y que en ese sentido
Quiñones Sattler haya utilizado o ingresado indebidamente
a una base de datos, sistema o red de computadoras o
150
cualquier parte de la misma para diseñar, ejecutar o
alterar un esquema u otro similar, o para interferir,
interceptar, acceder o copiar información en tránsito o
contenida en una base de datos; debiendo sobre el
particular considerase además que en autos corre la
manifestación testimonial de Erick Salas A/faro, trabajador
del establecimiento de Internet Dragonfans System, quien
refiere que no hay ningún tipo de identificación o registro
de clientes conforme es de verse a fojas trescientos
cincuenta y tres; refiriendo en el mismo sentido el testigo
Heine Rodrigo Herrera tbarra, trabajador del
establecimiento de Internet Cabinet, conforme es de verse
a fojas trescientos cincuenta y cinco; de donde se colige
que no está demostrado que el encausado acudió a dichas
cabinas públicas y fue quien envío los correos ya
mencionados".
358 ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la Administración Pública, cuarta edición,
Grijley, Lima, 2007, p. 914.
359
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel. Los delitos contra la Administración Pública en el
Código penal peruano, Palestra, Lima, 2001, p. 77.
151
tipicidad objetiva pasa por comprobar que el agente, en
efecto, se extralimitó en el ejercicio de sus funciones.
Como se aprecia, constituye presupuesto para sostener la
tipicidad de la conducta la existencia de una regulación
precisa de las esferas de competencia funcionarial, de lo
contrario no será posible afirmar la tipicidad del hecho
pues como indica ROJAS VARGAS: "si las actividades que
se reputan invadidas no tienen un destino público
cautivo, no están regladas o se hallan en el ámbito
discrecional del sujeto activo, no podremos hablar de
conducta típica, configurando ello un delito imposible. Es
frecuente en el ejercicio múltiple de funciones de los
sujetos públicos que se entrecrucen actividades que se
reclaman de competencia de más de un funcionario, sin
que ello suponga actividad delictiva sino más bien una
deficiencia o falta de la debida previsión normativa de las
leyes o reglamentos, que debe ser solucionada con
exclusión de la injerencia penal"36º.
Es precisamente por esa razón que señala que Fidel ROJAS
VARGAS "De darse el caso de practicar eJ sujeto público
funciones públicas no asignadas específicamente a otro
cargo, no habrá delito, constituirá simplemente una
extralimitación administrativa"361•
152
El artículo IV.1. de la Ley del Procedimiento Administrativo
General señala expresamente que "Las autoridades
administrativas deben actuar con respeto a ta
Constitución, la ley y al derecho, dentro de tas facultades
que Je están atribuidas y de acuerdo con los fines para los
que les fueron conferidas".
Esta disposición señala con claridad que todo funcionario
público debe actuar y ejercer sus funciones conforme a la
ley, de lo que se desprende que la delimitación de
competencias funcionales solamente puede provenir de la
ley.
Este postulado se encuentra graficado en la universalidad
de normas de la Administración. En esa línea, por ejemplo,
cabe el apartado 10 del artículo 10º del Reglamento de
Organización y Funciones de la OCMA que señala que
"todas las actuaciones del órgano de control central o
desconcentrado deberán estar amparadas en la Ley y su
Reglamento".
El autor nacional Jorge HUGO ÁLVAREZ señala al respecto,
comentando el artículo 361º del Código Penal: "De
acuerdo con nuestra normativa positiva, no existe cargo
alguno que no tenga funciones vio atribuciones
determinadas previamente por ley material, de allí la
afirmación universa/mente aceptada de que toda función
pública es normativa. No es posible establecer
competencias funcionales en Derecho Público fuera de la
normatividad en sentido formal como sustancia/"362.
362
HUGO ÁLVAREZ, Jorge. Delitos cometidos por particulares contra la
Administración Pública, Gaceta Jurídica, Lima, 2000, p. 76.
153
VI. PRINCIPIO DEL NE BIS IN IDEM
1) Fundamento de la garantía del ne bis in ídem.
§ i. La función punitiva del estado, consiste en la atribución
que éste tiene para poder, por un lado, seleccionar y
etiquetar las conductas que va a calificar como delitos o
infracciones administrativas, y por otro lado, la de
perseguir, juzgar y sancionar a aquellas personas que
incurrieron en la comisión de dichos ilícitos, previamente
calificados como tales.
Sin embargo, esta capacidad punitiva o sancionatoria con
la que cuenta el Estado, tiene diferentes limitaciones,
siendo una de ellas, el hecho de que tiene una sola
oportunidad para poder perseguir, juzgar o sancionar a una
persona por un hecho determinado, pudiendo utilizar para
ello los diferentes mecanismos propios de la función
punitiva o sancionatoria estatal, como es el Derecho Penal,
el Derecho Administrativo Sancionador y la Función
disciplinaria.
Justamente, con la finalidad de que el Estado no abuse de
su atribución sancionatoria, y por ende pretenda perseguir,
juzgar o sancionar mas de una vez a la misma persona por
el mismo hecho (desde la perspectiva fáctica y jurídica) se
ha establecido como principio !imitador de dicha función al
ne bis in idem, que busca la interdicción de la persecución
y sanción múltiple (desde la perspectiva fáctica y jurídica),
y que puede definirse como la prohibición que tiene el
Estado de perseguir o sancionar a una misma persona por
los mismos hechos y con igualdad de objeto de protección
jurídica.
§ 2. Como ya hemos indicado el principio del ne bis in idem
busca evitar, por un lado la persecución múltiple y por otro
la multiplicidad de sanciones. Este principio no tiene un
154
reconocimiento expreso en nuestro texto constitucional363,
sin embargo el Tribunal Constitucional en la sentencia
recaída en el expediente Nº 20502002AA/TC de fecha 16
de abril de 2003, señala que el ne bis in idem, en su
vertiente procesal se halla implícito en el derecho al
debido proceso reconocido por el artículo 139, inciso 3) de
la Constitución, y en su vertiente material tiene conexión
con los principios de legalidad y proporcionalidad, principio
este último relacionado con la llamada "prohibición de
exceso" que denota que imponer a una persona mas de
una sanción por el mismo contenido del injusto, que duda
cabe, implica imponer una doble punición364.
2) Doble configuración del principio de ne bis in ídem.
§ i. El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el
expediente Nº 20502002AA/TC, ha señalado que el
principio del ne bis in ídem tiene una doble
configuración: por un lado, una versión sustantiva y, por
otro, una connotación procesal (este criterio ha sido
reiterado en la sentencia del Tribunal Constitucional
recaída en el expediente Nº 28682004AA/TC de fecha
24 de noviembre de 2004).
363
Al respecto puede revisarse la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
expediente Nº 45872004HC/TC Caso Santiago Martín Rivas.
364
Sobre la vinculación del ne bis in idem en su vertiente material y los principios de
legalidad y proporcionalidad puede revisarse CARO CORIA, Dino Carlos. "El Principio
de Ne Bis In ldem en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional", Materiales de
Enseñanza del curso de Derecho Penal Económico de la Maestría de Derecho de la
Empresa de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Por su parte la Sala Penal de
la Corte Suprema en la sentencia vinculante recaída en el expediente RN. Nº 2090
2005/Lambayeque de fecha 7 de junio de 2006; señala que el principio ne bis in ídem
material tiene conexión con los principios de proporcionalidad y legalidad, el primero
se encuentra vinculado a la llamada "prohibición de exceso", esto es, sancionar mas
de una vez por el mismo contenido injusto implica imponer una sanción no prevista
en la ley, puesto que el artículo VIII del título Preliminar del Código Penal establece
que la pena no puede sobrepasar la responsabilidad por el hecho; y, el principio de
legalidad garantiza la seguridad jurídica debido que sólo se puede sancionar
conductas que se encuentran tipificadas previamente.
155
3) Vertiente material del principio de ne bis in ídem.
§ i. En su vertiente material el principio del ne bis idem
implica que nadie puede ser castigado dos veces por el
mismo hecho, lo que implica la imposibilidad de que
recaigan dos sanciones sobre el mismo sujeto, por una
misma infracción, puesto que tal proceder constituiría
un exceso del poder sancionador, contrario a las
garantías propias del estado de derecho. Su aplicación,
pues, impide que una persona sea sancionada o
castigada dos (o más veces) por una misma infracción
cuando exista identidad de sujeto, hecho y
fundamento365.
En cuanto a la identidad de sujeto o identidad
subjetiva, Caro Coria señala que existe acuerdo en el
sentido que esta identidad está referida al imputado o
sancionado, no siendo necesaria la verificación de
identidad de sujeto pasivo. Ello se debe a que el lus
Puniendi del Estado se dirige, precisamente, sobre el
sujeto que viene siendo investigado y contra la persona
que ha estado previamente investigada, o sancionada; y
no sobre el sujeto titular del bien jurídico que ha sido
amenazado o lesionado por el actuar del agente
infractor. Al respecto señala el mismo autor, que una de
los temas discutibles radica en sustentar dicha identidad
cuando el sancionado en sede penal es un funcionario
que guarda relación de gestión o representación con la
persona jurídica que es sancionada en sede
administrativa por los mismos hechos y fundamentos366.
156
Sobre este punto no existe un pronunciamiento expreso
de nuestra jurisprudencia constitucional u ordinaria, sin
embargo se podría sustentar que la razón de la sanción
penal al referido funcionario se debe a los hechos
cometidos en ejercicio de sus atribuciones como
dependiente de la persona jurídica que también es
objeto de sanción, y que por ende sí existiría una
identidad material de sujeto. De ser así, y de constatarse
la presencia de las otras dos identidades, de hecho y
fundamento, resultaría aplicable el principio del ne bis in
ídem. Sin embargo es menester tener siempre presente
que es muy probable que los órganos administrativos o
judiciales se inclinen por una interpretación formal de la
identidad sujeto.
La identidad de hecho o identidad fáctica, está referida
a la situación fáctica ocurrida en la realidad,
independiente a la calificación jurídica que se haga de la
misma. Sin embargo debe tenerse en cuenta, que en
materia penal, sí es posible que un mismo hecho
constituya dos o más infracciones, como ocurre en el
caso del concurso ideal de delitos, situación en la que sí
será posible ante un mismo hecho, aplicar más de una
sanción a una misma persona, por ello, como bien ha
señalado el Tribunal Constitucional lo que no se puede
hacer es sancionar más de una vez a la misma persona
por los mismos hechos siempre y cuando se trate del
mismo fundamento, así en la sentencia recaída en el
expediente Nº 28682004AA/TC, el interprete
constitucional ha precisado con relación a la trasgresión
al principio del ne bis in ídem, que lo importante para
calificar si dos sanciones impuestas violan dicho derecho
fundamental no es tanto que por un mismo acto una
persona sea sancionada administrativamente o
disciplinariamente y, correlativamente, en un proceso
penal (púes a priori, efectivamente ello puede acontecer
157
desde el momento en que aquel acto puede suponer la
infracción de un bien jurídico administrativo y,
simultáneamente, de un bien jurídico penal), sino que la
conducta antijurídica, pese a afectar a un solo bien
jurídico, haya merecido el reproche dos o mas veces.
La identidad de fundamento o de objeto de protección
ha sido equiparada por el Tribunal Constitucional a una
identidad de bien jurídico, lo que como bien señala Caro
Coria367, genera un problema cuando la dualidad de
sanciones o procesos esta compuesta por uno de
naturaleza penal y otra de naturaleza administrativo
sancionador, porque en materia administrativa no
resulta de aplicación del principio de lesividad, ya que en
general las infracciones administrativas son simples
desobediencias a la norma sin necesidad de verificación
de un daño o resultado, por lo que resulta difícil poder
establecer cuál es en estricto el bien jurídico que se
pretende proteger, razón por la que resultaría mas
conveniente entender a la identidad de fundamento
como una identidad de contenido del injusto, es decir,
que finalmente se verifique la identidad de conductas
antijurídicas.
367
CARO CORIA, D. Op. Cit.
158
administrativo y otro de orden penal), y, por otro, el
inicio de un nuevo proceso en cada uno de estos
órdenes jurídicos (dos procesos administrativos o dos
procesos penales con el mismo objeto, por ejemplo)
En su sentencia recaída en el expediente Nº 81232005
PHC/TCLima, de fecha 14 de noviembre de 2005, el
Tribunal Constitucional, ha precisado que el ne bis in
idem procesal supone básicamente dos persecuciones, y
tiene que ver con los límites que es preciso imponer en
un terreno en el cual una de sus partes el Estado va
ha tener atribuciones asimétricas frente al procesado ( ... )
Verificar la existencia o no de una persecución penal
múltiple requiere la conjunción de tres identidades
distintas: identidad de la persona perseguida (eadem
persona), identidad del objeto de persecución (eadem
res) e identidad de la causa de persecución (eadem
causa pretendí) de donde queda claro que la
mencionada triple identidad, que ha sido tratada en
párrafos precedentes, de acuerdo a lo establecido por el
Tribunal Constitucional resulta de aplicación también al
ne bis in ídem procesal.
159
dualidad de procedimientos, el órgano administrativo
queda inexorablemente vinculado a lo que en el proceso
penal se haya declarado como probado o improbado. El
Tribunal Constitucional español ha señalado en su
sentencia Nº 152/2001 que la pendencia del proceso
penal constituye un óbice para la simultánea tramitación
de un procedimiento administrativo sancionador por los
mismos hechos, ya que se quiere evitar
pronunciamientos contradictorios, por el principio de
subordinación judicial, la administración no puede
actuar mientras no haya pronunciamiento jurisdiccional.
A nuestro criterio una de las manifestaciones tangibles
del principio de primacía de la judicialidad o de
subordinación de la regulación administrativa a la penal,
lo constituye el inciso 2º del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado. La referida norma
establece que ninguna autoridad puede avocarse a
causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ru
interferir en el ejercicio de sus funciones.
Dicha norma, si bien en principio busca proteger la
independencia de los órganos jurisdiccionales y con ello
asegurar la garantía procesal de Juez independiente,
también resulta cierto que a través de la misma se
puede evitar la dualidad de un proceso administrativo
sancionador y un proceso penal por el mismo contenido
de injusto.
Es importante recordar que el principio de primacía de la
judicialidad no sólo busca evitar la multiplicidad de
procesos sino también evitar resoluciones
contradictorias de órganos punitivos368.
368
Debe tenerse en cuenta que el artículo 64 de la LPAG regula el conflicto que
puede existir entre la jurisdicción administrativa con la función jurisdiccional, y
señala que cuando durante la tramitación de un procedimiento, la autoridad
administrativa adquiere conocimiento que se está tramitando en sede jurisdiccional
una cuestión litigiosa entre dos administrados sobre determinadas relaciones de
160
6) Ne bis in ídem y cosa decidida.
§ i. El Tribunal Constitucional en la sentencia Nº 27252008
PHC/TC del 22 de septiembre del 2008, al referirse a la
configuración de los contornos de la garantía o principio
del Ne Bis In ldem, señala que el mismo "( ... ) opera
respecto a resoluciones que han adquirido la calidad de
cosa juzgada. Se yergue como garantía de todo
justiciable, a que las resoluciones que hayan puesto fin
al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante
medios impugnatorios, ya sea porque estos han sido
agotados o porque ha trascurrido el plazo para
impugnarlas; y, a que el contenido de las resoluciones
que han adquirido tal condición no pueda ser dejado sin
efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes
públicos, de terceros o, incluso de los mismos órganos
jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó
( ... )".
De lo señalado por el Tribunal Constitucional queda claro
que, el respeto a la cosa juzgada, como manifestación
del principio del ne bis in ídem, es de aplicación en sede
judicial, siendo, por ende un problema adicional
determinar si tal protección es aplicable a las
resoluciones emitidas por el Ministerio Público en sede
de investigación preliminar, o lo que es lo mismo, si es
que las resoluciones emitidas por los fiscales que
disponen el archivo definitivo de una denuncia, tienen o
161
no la calidad de cosa juzgada, o si es que simplemente
tienen el status de cosa decidida y por ende resulta
factible volver a abrir una investigación preliminar por
los mismos hechos.
Según el informe Nº 1/95 Caso 11.006 PERÚ de fecha 7
de febrero de 1995, la Comisión lnteramericana de
Derechos Humanos de la OEA, la resolución emitida por
el Ministerio Público decidiendo no formular denuncia
fiscal, esto es decidiendo no ejecutar su función
persecutoria, constituye en esencia un acto jurisdiccional
y por ende lo cataloga como un caso especial de cosa
juzgada.
En general en la doctrina procesal penal no se acepta
que las decisiones de archivo definitivo emitidas por el
Ministerio Público tengan la calidad de cosa juzgada,
atribuyéndoles únicamente los efectos de cosa decidida,
status jurídico que permite, en determinadas
situaciones, que una investigación ya archivada pueda
ser nuevamente revivida, al respecto, San Martín Castro
precisa que esas situaciones pueden estar dadas por el
descubrimiento de nuevos medios de prueba o por la
constatación de que la denuncia archivada no fue
debidamente investigada369•
369
SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. Derecho procesal penal. Tomo /, 2ª edición, Grijley.
Lima, 2003, p. 495.
162
los actuados el Fiscal que previno. En el supuesto que se
demuestre que la denuncia anterior no fue debidamente
investigada, el Fiscal Superior que previno designará a otro
Fiscal Provincial.
Finalmente el Tribunal Constitucional en la sentencia
recaída en el expediente Nº 27252008PHC / LIMA, de
fecha 22 de septiembre de 2008, al pronunciarse con
relaciona a los efectos de la decisión fiscal de no promover
persecución penal (no ha lugar a formular denuncia penal)
señala lo siguiente: "( ... ) Una cuestión que merece
consideración en el presente caso, es si las investigaciones
preliminares fiscales que arriban a una resolución
conclusiva de archivo, puede generar la aplicación de la
garantía" (del ne bis in idem). "Al respecto, si bien el
Tribunal Constitucional ha señalado en precedente
sentencia ( ... ) que una resolución emitida por el Ministerio
Público en la que se establece no hay mérito para
formalizar denuncia no constituye cosa juzgada ( ... ) No
obstante, dicho criterio merece una excepcional
inaplicación cuando los motivos de la declaración de no ha
lugar a formular denuncia penal por parte del fiscal, se
refieren a que el hecho no constituye delito, es decir,
carecen de ilicitud penal. ( ... ) "Este Tribunal afirma que la
decisión fiscal de "No ha lugar a formalizar denuncia penal"
en los términos precisados anteriormente, genera un
status inamovible. Esta afirmación tiene sustento en dos
postulados constitucionales: a) la posición constitucional
del ministerio Público, lo encumbra como el único órgano
persecutor autorizado a promover el ejercicio público de la
acción penal, es decir, ostenta el monopolio acusatorio que
le asigna el artículo 159º de la Constitución Política, en
otras palabras, es el Fiscal quien decide que persona debe
ser llevada ante los tribunales por la presunta comisión de
un delito; b) Si bien las resoluciones de archivo del
Ministerio Público no están revestidas de la calidad de cosa
163
juzgada, sin embargo, tienen la naturaleza de cosa decidida
que las hace plausibles de seguridad jurídica. Este Tribunal
ha señalado en precedente sentencia (Exp. Nº 04132000
AA/TC. FJ. 3, caso: lngrid del Rosario Peña Alvarado), que el
principio de cosa decidida forma parte del derecho
fundamental al debido proceso en sede administrativa, por
lo que, frente a su trasgresión o amenaza, necesariamente
impone el otorgamiento de la tutela constitucional
correspondiente. Es necesario acotar que, el Fiscal no es
una simple autoridad administrativa, pues su actividad se
orienta a la legalidad y no a los intereses administrativos o
de los administrados( ... ) Distinto sería el caso, si el motivo
de archivamiento fiscal de una denuncia, se decidiese por
déficit o falta de elementos de prueba, por cuanto la
existencia de nuevos elementos probatorios, no conocidos
con anterioridad por el Ministerio Público, permitiría al
titular de la acción penal reabrir investigación preliminar,
siempre que los mismos revelen la necesidad de una
investigación del hecho punible y el delito no haya
prescrito".
Teniendo en cuenta lo mencionado en los parágrafos
anteriores, podríamos señalar, que las decisiones emitidas
por el Ministerio Público, a través de las cuales archivan de
manera definitiva una denuncia y por ende desestiman el
ejercicio de su función persecutoria, si bien no tienen la
calidad de cosa juzgada, si tienen el status de cosa
decidida (no de naturaleza administrativa propiamente
dicha), y las cuales pueden tener efectos inamovibles (que
la asemejan a la cosa juzgada) o removibles, el primer caso
se presentará cuando el archivo se debe a que los hechos
denunciados no constituyan delito, y el segundo caso se
presenta cuando el archivo se debe a insuficiencia
probatoria o a una investigación insuficiente. Es decir si el
archivo dictaminado por el Ministerio Público, se sustenta
en la inexistencia del delito, el efecto inmediato, es que ya
164
no es posible iniciar ninguna otra investigación, de la
naturaleza que sea, por tales hechos; por el contrario si el
archivo se sustenta en defectos de actividad de búsqueda
probatoria, y apareciese nuevos medios de prueba, si
resultará factible iniciar una nueva investigación
preliminar.
165
en este caso Comercial del objeto del proceso judicial
respectivo.
En esa línea, el Tribunal Constitucional se ha manifestado
en la STC del 06 de febrero de 2006 (Exp. N2 92642005
PHC/TC, caso Lucar Fernández) en donde califico la
inexistencia de avocamiento indebido en un caso en que el
Ministerio Público realizaba una investigación preliminar
por delito de enriquecimiento ilícito cuando existían en
giro dos procesos judiciales, uno sobre obligación de dar
suma de dinero y otro contencioso administrativo, debido a
que el objeto de la investigación por delito de
enriquecimiento ilícito es distinto, afirmando así que "la
instauración de los mismos -los procesos judiciales- no
impide que se investigue la delictuosidad del hecho"
(fundamento jurídico 4).
De esta forma, el Tribunal Constitucional rechaza
considerar que exista avocamiento indebido por el sólo
hecho que existan en paralelo una investigación preliminar
fiscal y un proceso judicial. Ni siquiera la conexión entre
uno y otro pueden servir para sostener un avocamiento
indebido, lo trascendente es la identidad de objeto con la
causa en trámite.
En efecto, en la STC del 10 de enero de 2008 (Exp. N2
063342007PHC/TC, caso Álvarez Mamani y otros), el
Supremo interprete de la Constitución ha referido que
aunque dos procesos uno penal y civil estén relacionados
por nexos de prejudicialidad, dado que el objeto de ambos
es distinto no hay avocamiento indebido. Así, se sostiene
expresamente: "siendo distinto el objeto del proceso
penal contra los recurrentes (la presunta defraudación al
fisco producto de la venta simulada de los inmuebles de
la empresa Victoria S.A., así como la supuesta falsificación
de documentos que habrían realizado para finiquitar
dicha operación), no impide un proceso civil paralelo
sobre la nulidad de las compraventas de inmuebles
166
realizadas por la causal de simulación relativa de acto
jurídico, por lo que no existe un avocamiento indebido
por parte del juez penal, como lo han alegado los
demandantes" (fundamento jurídico sétimo).
En esa línea, corresponde ahora determinar, en primer
lugar, qué se entiende por objeto del proceso y,
posteriormente, delimitar si el objeto de los procesos
civiles aludidos colisionan o se superponen con los de la
presente investigación preliminar fiscal.
Respecto a la primera cuestión, esto es, el objeto del
proceso, se entiende como tal a la relación jurídica a la
cual o a las cuales debe aplicarse en el caso concreto las
normas que los regulan, para decidir sobre su existencia y
sus efectos iurldtcos'", El objeto del proceso entonces es el
asunto de la vida utilizando expresiones de BELING373- del
proceso.
Este objeto puede, a su vez, ser principal o accesorio. El
objeto principal del proceso penal comprende la relación
jurídica que nace del delito en su integridad, mientras que
el objeto accesorio del proceso penal comprende las
relaciones jurídicas derivadas (esto es, las de
resarcimiento del daño derivado del delito)374•
Lo que interesa, para los fines de determinación del
avocamiento indebido es la coincidencia del objeto
concreto del proceso375, para cuyo efecto resulta decisivo
la verificación de la triple identidad entre identidad de
372
DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso aplicable a toda clase de
procesos, tomo 1, Universidad, Buenos Aires, 1984, p. 154-155.
373
BELING, Ernst. Derecho procesal penal, traducción de Miguel Fenech, Labor,
Barcelona, 1943, p. 79.
374
FLORIAN,. Eugene. Elementos de Derecho procesal penal, traducción de Luis
Prieto, Editorial Jurídica Universitaria, México, 2001, pp. 22-26.
375
Destacando la relevancia de dicha identificación para los efectos de la
determinación de litispendencia o cosa juzgada: BELING, Ernst. Op. Cit., p. 84.
167
hecho, identidad de sujeto e identidad de fundamento
jurídico376•
Desde esa perspectiva, solo podría producirse el
desplazamiento del Juez propio del avocamiento indebido
cuando la intervención del Ministerio Público se
corresponde en términos de triple identidad (de hecho,
de sujetos, de fundamento jurídico) con la del Juez que se
ha avocado previamente.
Esta interpretación resulta plenamente compatible con la
sistemática propuesta por la Constitución Política del
Estado que precisamente ubica la prohibición de
avocamiento indebido en el inciso segundo del artículo
1392 del Texto Fundamental, en donde se regula la
garantía de la cosa juzgada.
376
En esa línea, BELING, Ernst. Op. Cit., p. 84.
168
2) Delimitación del tercero civil conforme a las reglas de la
responsabilidad civil.
§ i. En ese orden de ideas la incorporación procesal del tercero
civil está relacionada con la pretensión resarcitoria, es por
ello que se trata de un sujeto del proceso de naturaleza
pasiva, dentro del contexto procesal del resarcimiento
perseguido por el actor civil. Es por ello que con absoluta
claridad la norma adjetiva acotada restringe el contexto de
responsabilidad de dicho sujeto del proceso al señalar
"tiene responsabilidad civil", tal afirmación lleva a la
conclusión de que el sustento de la incorporación de este
sujeto procesal es la existencia de un daño; pero no sólo
ello, sino que se requiere determinar la existencia de un
vínculo jurídico, o conocido en materia de derechos de
daños, de un FACTOR ATRIBUTIVO DE RESPONSABILIDAD
CIVIL, que relacione al tercero civil con el sujeto activo del
delito, relación de tal entidad que determine que aquel
responda solidariamente por el DAÑO causado por éste.
San Martín Castro citando a Font Sierra, señala que la
responsabilidad civil del tercero civil requiere del
cumplimiento de dos requisitos; a) El responsable directo o
principal (sujeto activo del delito) está en una relación de
dependencia (el responsable principal no debe actuar
según su propio arbitrio, sino sometido aunque sea
potencialmente a la dirección y posible intervención del
tercero); y b) el acto generador de la responsabilidad:
Continúa dicho autor, esta vez citando a Moreno Catena,
con referencia a la relación de dependencia, que el hecho
realizado se halle inscrito dentro de un ejercicio normal o
anormal de las funciones encomendadas y en el seno de la
actividad, cometido o tarea confiadas al infractor,
perteneciendo a su esfera o ámbito de actuación377
377
SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. Derecho procesal penal, Volumen 1, Grijley, Lima,
1999, p. 209.
169
Guillermo Bringas, en igual sentido refiere que la
responsabilidad civil del tercero civil se activa cuando a) el
responsable del hecho considerado delito se encuentre en
una relación de dependencia con el tercero civil, sin
importar el título formal que los vincule; y b) que el hecho
dañoso constitutivo de delito haya sido realizado en
desempeño de las obligaciones y servicios del
dependiente378.
En el mismo sentido, pero haciendo expresa mención a la
legitimación sustantiva del tercero civil, Loutayf Ranea,
precisa que el tercero cuya citación se persigue debe ser
una persona a quien, sobre la base de las leyes civiles, s ele
atribuye responsabilidad por el hecho del imputado y no
por un daño causado por otro hecho, circunstancia y
vinculación jurídica distinta ( ... ) La responsabilidad del
tercero civilmente demandado por un hecho delictivo
insistimos no causado por él, debe ser instituida por la
ley379.
Teniendo en consideración, tal como hemos mencionado,
que la pretensión resarcitoria, es de naturaleza civil,
resulta evidente que las reglas jurídicas aplicables no son
las penales, sino las civiles, y ello es corroborado por los
autores citados, quienes de manera explícita, al referirse al
sustento de la responsabilidad del tercero civil hacen
alusión a criterios de imputación o factores atributivos de
índole civil y no penal. Es por ende, la ley civil quien va a
determinar si existe o no el nexo jurídico que debe
determinarse entre el sujeto activo del delito y a quien
pretende incorporarse como tercero civil. Este criterio es
justamente el asumido por nuestra ley procesal, que en su
artículo 111.2. exige que la petición de inclusión del
378 BRINGAS, Luis Guillermo. La reparación civil en el proceso penal, Pacífico Editores,
Lima, 2011, p. 106.
379
LOUTAYF RANEA, Roberto y FELIX COSTAS, Luis. La acción civil en sede penal,
Editorial Astrea, Buenos Aires, 2002, p. 223.
170
tercero civil, debe precisar el VÍNCULO JURÍDICO de éste
con el Imputado.
380
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de la Responsabilidad Civil, Tercera edición,
Gaceta Jurídica, Lima, 2005, pp. 296297.
171
cuando un de sus empleados, por ejemplo del área de
servicio de limpieza, en un momento de furia disparó
contra su compañero y lo mató. En este ejemplo no hay
posibilidad de que la responsabilidad civil sea transferida al
empleador, por la simple razón de que el disparar contra
un compañero no se encuentra dentro del ejercicio
funcional de su empleado.
En ese contexto, para pretender la inclusión de una
persona al interior de un proceso penal en calidad de
tercero civil, es menester cumplir con los siguientes
requisitos: (a) Determinación del VINCULO JURÍDICO, que
implica su vez: Determinación de la relación de
subordinación entre el sujeto activo del delito respecto de
la persona cuya inclusión se pretende; y, Determinación de
las funciones propias del subordinado y de que el daño fue
causado en el ejercicio de las mismas; (b) Precisión de la
norma legal de naturaleza civil que incorpora dentro de
nuestro sistema jurídico el tipo de responsabilidad civil
aludida.
172
realice la policía. "De tal forma, que ni bien el agente fiscal
tome conocimiento de la noticia criminal, podrá realizar las
pesquisas que juzgue pertinentes, a fin de establecer si
existe o no una apariencia delictiva suficiente que
justifique la iniciación de una investigación formal
(apertura de la investigación preparatoria) ( ... ) La finalidad
de estas pesquisas preliminares no sólo se refieren a la
determinación valorativa del hecho objeto de imputación,
sino también a asegurar los fines de persecución penal,
esto es, mediante el aseguramiento de fuentes de prueba
que sean necesarias para dilucidar el objeto de prueba"381•
Teniendo en consideración lo señalado en los acápites
precedentes, queda claro que el cumplimiento de las tres
finalidades acotadas le permitirá al fiscal determinar si
debe formalizar la investigación preparatoria, y es
justamente, la especificidad de las finalidades perseguidas
por esta etapa procesal, que el plazo para su realización es
de 20 días382, aunque no existiendo detenido, el fiscal
puede fijar un plazo distinto atendiendo a las
características, complejidad y circunstancias del objeto de
investigación.
381 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Exégesis del Nuevo Código Procesal Penal,
Editorial Rodhas, Lima, 2007, pp. 327328.
382
Puede revisarse CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El nuevo proceso penal peruano.
Teoría y práctica de su implementación, Palestra Editores, Lima, 2009, pp. 425 426.
173
Efectivamente, con relación a los primeros principios
enunciados, debemos precisar que una de las condiciones
que debe cumplir el proceso para no resultar injusto o
arbitrario, esta vinculada a la rapidez del proceso, como lo
menciona FAUNDEZ LEDESMA: "! .. .) es de la esencia de la
administración de justicia el que para ser justa ésta tiene que
ser rápida. Una justicia lenta, o que se retarde
indebidamente, es por si sola injusta. De nada le sirve al
actor (o al demandado) en un proceso civil, o al acusador (o
al acusado) en un juicio criminal, que después de largo
tiempo se acepten sus alegatos y se reconozcan sus
derechos, si el mero transcurso del tiempo le ha ocasionado
un daño irreparable, o si el haberse visto involucrado en un
largo proceso ha perjudicado sus intereses, o incluso ha
lesionado su reputación y la percepción que de él se tenga en
el grupo social"383•
El derecho a que un proceso se enmarque dentro del
contexto de un plazo razonable, forma parte integrante del
plexo garantista del debido proceso384, el cual no sólo tiene
su campo de aplicación en sede judicial, sino que su espectro
proteccionista se expande a todo tipo de procesos, inclusive
los de naturaleza particular, incluyendo, obviamente a la
investigación preliminar a cargo del Ministerio Público, tal
como expresamente lo ha señalado el propio Tribunal
Constitucional en la STC 25212005PHC/TC de fecha 24 de
octubre del 2005, donde señala: "En lo que respecta al
derecho al debido proceso, reconocido en el inciso 3} del
artículo 139º de la Constitución, cabe señalar que dicho
atributo fundamental forma parte del "modelo constitucional
del proceso", cuyas garantías mínimas deben ser respetadas
para que el proceso pueda considerarse debido. En ese
383 FAUNDEZ LEDESMA. "El derecho a un juicio justo", en: Revista de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas, Nº 80, Caracas, Junio, 1991, pp. 139-179.
384
Al respecto puede revisarse SAN MARTIN CASTRO, Cesar. Derecho Procesal Penal,
Volumen 1, Editora Jurídica Grijley, Lima, 1999, p. 56.
174
sentido, la exigencia de su efectivo respeto no solo tiene que
ver con la necesidad de garantizar a todo justiciable
determinadas garantías mínimas cuando este participa en un
proceso judicial, sino también con la propia validez de la 13".
Es importante precisar que la formulación del derecho al
plazo razonable, no sólo está pensado en el imputado o
investigado, sino en todos los sujetos del proceso que tienen
alguna pretensión al interior del proceso. Por eso es que
según la cita de FAUNDEZ LEDESMA: "De nada Je sirve al
actor (o al demandado) en un proceso civil, o al acusador (o
al acusado) en un juicio criminal, que después de largo
tiempo se acepten sus alegatos y se reconozcan sus
derechos, si el mero transcurso del tiempo Je ha ocasionado
un daño irreparable". Tan es así que el propio CPP en su
artículo 334.2 establece que QUIEN SE CONSIDERE
AFECTADO POR UN EXCESIVA DURACIÓN DE LAS
DILIGENCIAS PRELIMINARES, podrá solicitar al propio Fiscal
ponga fin a las mismas, o ante su negativa recurrir al juez de
garantía. Como se aprecia, la utilización de la frase "Quien se
considere afectado" alude a que la titularidad del derecho al
plazo razonable no es privativa del investigado o procesado,
sino de cualquier sujeto procesal.
Así mismo, resulta claro que la potestad del fiscal para poder
fijar un plazo distinto al de los 20 días de duración de las
diligencias Preliminares, debe encuadrarse dentro de los
márgenes de protección del principio de razonabilidad.
Efectivamente el Tribunal Constitucional en la Sentencia
recaída en el expediente Nº 00062003AI/TC ha señalado:
"( ... ) En este sentido, la razonabilidad es un criterio
íntimamente vinculado a la justicia y está en la esencia
misma del Estado Constitucional de Derecho. Se expresa
como un mecanismo de control o interdicción de la
arbitrariedad en el uso de las facultades discrecionales,
exigiendo que las decisiones que se tomen en ese contexto
respondan a criterios de racionalidad y que no sean
175
arbitrarias. Como lo ha sostenido este Colegiado, esto
"implica encontrar justificación lógica en los hechos,
conductas y circunstancias que motivan todo acto
discrecional de los poderes públicos( ... )".
En este contexto es interesante citar lo afirmado por la Sala
Penal de Apelaciones de Tacna, en el expediente 16702008,
con fecha 27 de octubre de 2008, donde precisa: "( ... ) En
este sentido precisamos que la actuación sobre la cual recae
el control judicial es precisamente sobre el plazo dentro del
cual el representante del Ministerio Público debe realizar los
actos reinvestigación, siendo que éste no puede exceder de
lo razonable; por tanto, se trata de un plazo que
corresponde en esencia a la actuación del fiscal como
conductor de la investigación preparatoria y encargado de
practicar u ordenar los actos de investigación que
correspondan. Siendo ello así, el plazo que fije el
representante del Ministerio Público para la realización de
sus diligencias de investigación solo puede ser materia de
control judicial si se presenta exceso en su continuación"385•
X. CASACIÓN
1) Fundamentación de interés casacional. Esquema aplicado
al delito de violación de domicilio.
En cumplimiento de lo establecido en el artículo 430.3 del
CPP del 2004, sin perjuicio de desarrollar mas adelante cada
una de las causales en las que sustentamos el presente
medio impugnatorio, expresamos nuestro convencimiento
de que la Sala Casatoria de la Corte Suprema debe conocer
el presente recurso, a fin de pronunciarse respecto a
agravios cuyo desarrollo tiene sin duda alguno interés
casacional.
385
Tomado de ESPINOSA GOYENA, Julio Cesar. Nueva jur:isprudencia 2006-2008.
Nuevo código Procesal penal, Editorial Reforma, Lima, 2009, p. 45
176
Ya la Corte Suprema en la QUEJA Nº 662009, estableció que
existía interés casacional, cuando era menester unificar las
interpretaciones contradictorias de las instancias de mérito o
unificar criterios respecto a normas recientes o poco
invocadas pero de trascendencia jurídica; o cuando existía
una exigencia ineludible de obtener una interpretación
correcta de determinadas normas
En esa línea de ideas, resulta evidente la necesidad que
existe que la Sala Casatoria de la Corte Suprema se
pronuncie con carácter vinculante sobre temas como los
siguientes:
a) Debe quedar claramente establecido que los Jueces de
Instancia de Mérito deben construir sus resoluciones de
manera lógica. congruente y debidamente
argumentada. evitando contradicciones y vacíos. En el
presente caso la Sala de Mérito ha incurrido en
evidentes incongruencias y contradicciones. Así:
En el punto IV.E la Sala define, citando a un autor, el bien
jurídico tutelado en el delito de violación de domicilio, y
señala: "una de las manifestaciones de la libertad individual
es, como vimos, el mantenimiento de una esfera de reserva
dentro de la cual el individuo puede desenvolverse sin la
injerencia de terceros. Esa esfera de reserva se traduce,
entre otras manifestaciones, en el ámbito de la intimidad del
individuo constituido por su domicilio. Los delitos de este
capítulo protegen, precisamente ese ámbito de intromisión
de terceros contra la voluntad de su titular. En tal sentido el
bien jurídico protegido lo constituye la inviolabilidad de
domicilio, como protección de la intimidad personal. Sin
embargo, sin dar ninguna explicación o fundamentación (no
lógica, ni doctrinaria ni mucho menos jurisprudencia!) señala
en el punto IV.F de su sentencia que "las personas jurídicas
pueden ser consideradas como sujeto pasivo del delito de
violación de domicilio( ... )".
177
Al respecto es importante precisar que estamos de acuerdo
en que las personas jurídicas tiene domicilio, y como tal
pueden ser sujetos pasivo del delito bajo comentario, pero lo
que denunciamos vía casación, es la absoluta incongruencia
argumentativa por parte de la Sala, ya que esta conclusión:
"las personas jurídicas pueden ser sujetos pasivo del delito
de violación de domicilio" no tiene ningún correlato lógico
con la definición que dieron respecto al bien jurídico
protegido en este delito, donde el colegiado concluye: "El
bien jurídico protegido lo constituye la inviolabilidad de
domicilio, como protección de la intimidad personal"
b) Debe establecerse con la finalidad de unificar la
interpretación correcta del artículo 159 del Código
Penal. que cuando dicha norma se refiere a que comete
delito de violación de domicilio el que permanece en
una morada o casa de negocio rehusando la intimación
que le haga quien tenga derecho a formularla. se está
refiriendo a una modalidad en la que el ingreso por
parte del sujeto activo ha sido con autorización, caso
contrario {que el ingreso haya sido sin autorización) nos
ubicaría en una modalidad distinta de violación de
domicilio (penetrar sin derecho)
Efectivamente, mal puede interpretarse dicha modalidad en
el sentido que, en esta modalidad, el ingreso debe haberse
efectuado sin autorización, ya que si este fuese el caso, ya no
estaríamos en la modalidad de rehusarse a salir (segunda
modalidad) sino en la primera: es decir ingresar sin derecho.
Lamentablemente la Sala incurre en este error in iure, al
señalar en el punto IV.D de su fallo: "( ... ) sin embargo por no
estar previsto en la norma no comete delito quien
contrariando la voluntad del que tenga derecho a
oponerse, permanece en un domicilio al que entró
lícitamente."
178
c) Que debe establecerse, con la finalidad de unificación
jurisprudencia!, el contenido del elemento típico
objetivo: "CASA DE NEGOCIO" En el sentido que se trata
de domicilio físico, distinto a morada, ocupado y
utilizado por una persona natural y/o jurídica en donde
realiza de manera privada cualquier tipo de actividades
lícitas, incluidas obras de construcción. Y por ende es un
error restringir tales actividades a supuestos de secreto
profesional, libertad de cátedra, libertad de información
y de expresión, libertad de sindicación o de asociación,
Efectivamente consideramos un error in iure restringir este
concepto de "casa de negocios", tal como lo ha hecho la Sala
de Mérito, al señalar en el punto IV.F de su resolución lo
siguiente "Las personas jurídicas pueden ser consideradas
como sujeto pasivo del delito de violación de domicilio, sin
embrago es necesario que dentro de sus actividades propias
se requiera un ámbito de libertad representado por el
secreto profesional, libertad de cátedra, libertad de
información y de expresión, libertad de sindicación o de
asociación, que no se lleva adelante en una obra de
construcción"
Esta interpretación del colegido no sólo es incorrecta sino
además absolutamente discriminatoria, con toda la gama de
actividades lucrativas o no, que pueda realizar una persona
natural o jurídica.
d) Debe quedar claramente establecido para las instancias
de mérito el deber de motivar adecuadamente sus
decisiones jurisdiccionales, con énfasis en la explicación
y argumentación que den respecto a la valoración
probatoria en la que pretendan sustentar sus fallos, no
pudiendo aplicar distinto parámetro o estándar
probatorio para medios de prueba similares, o en todo
caso si lo hacen, debe explicar claramente cuál es el
sustento de dicha conducta diferenciadora.
179
En el presente caso, el Colegiado en el punto IV.H.3 y IV.H.4
de su sentencia, precisa que resulta importante precisar la
real hora de los hechos. Luego señala que según la versión
del procesado su "visita" al local de La Rioja se produjo a las
14:15 horas, y que tal versión se corroboraría con 4
testimoniales. Sin embargo en el punto H.7 de su sentencia,
los Magistrados Superiores señalan ( ... ) las testimoniales
mandadas actuar por la parte agraviada no tiene la solidez
requerida para desvirtuar la contundencia de los medios de
prueba que sustentan el requerimiento de sobreseimiento.
Como se aprecia el colegido no explica porque los testigos y
la versión del propio procesado le generan mayor
certidumbre que la versión de los testigos ofrecidos por la
parte denunciante, nadie discute que unos medios de
prueba puedan tener mayor capacidad de persuasión que
otros en la conciencia del Magistrado, pero el Magistrado
está en la obligación de explicar la razón de ello, no puede
solamente restringirse a señalar "a este le creo mas que al
otro", debe señalar las razones de tal afirmación, y en el
presente caso no las hay.
Adicionalmente a ello, y tal como lo explica el voto singular,
el A quo llegó a la misma conclusión que el Colegiado en
mayoría, pero basado en otro error consistente en
considera que como existía un vínculo contractual entre
testigos y la parte denunciante entonces, la versión de
aquellos no era creíble, error garrafal propio del sistema del
Código de Procedimientos Penales (tacha), ya que la versión
de un testigo genera o no convicción en cuanto al contenido
de lo declarado, a su relación con lo acontecido, a su
logicidad, entre otros atributos, pro no en función a su
relación con una de las partes.
Como puede apreciarse se tratan de temas que trascienden
el interés del ius litigatoris (en este caso de mi patrocinada) y
que son propios del ius constitucionae, y que requieren por
parte de la Sala Casatoria de un pronunciamiento unificador
180
que genere el respeto a la seguridad jurídica y a la igualdad
procesal, y por consiguiente se enmarque en la línea de una
justicia predictible. De no existir un pronunciamiento
unificador de la Corte Suprema, se va a continuar con el
peligro de que las instancias de mérito, sigan interpretando
la norma penal de manera incorrecta, de que continúen
construyendo sus decisiones de manera contradictora e
ilógica, y lo que es peor sin fundamentarlas de manera
adecuada.
181
presumido387. La prueba indiciaria, entonces, es aquella que
prueba directamente hechos mediatos para poder, a través
de aquellos, deducir los hechos que tengan significación
trascendente para el proceso388•
El indicio o hecho base, como exige el mencionado artículo
158.3º, debe encontrarse probado de modo indubitable389,
lo que permite sostener que si durante el plenario el hecho
base no ha podido ser acreditado al nivel de certeza, no
puede ser utilizado para deducir el hecho presumido, pues,
como señala SAN MARTÍN CASTRO, "La presunción judicial
no puede partir de un hecho dudoso"390• Desde un punto de
partida similar, SÁNCHEZ VELARDE y CUBAS VILLANUEVA
refiere que el indicio: "debe ser un dato cierto, inequívoco e
indivisible, contrario sensu, si el dato es de carácter
dubitativo, incierto o el medio probatorio es incompleto o
disminuido, no se le podrá considerar como dato indiciario y,
por lo tanto, la inferencia que se haga de la misma
desnaturaliza la prueba indiciaria"391.
La importancia de este requisito de necesaria acreditación
del indicio ha sido resaltada por el Acuerdo Plenario Nº 1
2006/ESV22 en donde se señala que la no probanza del
hecho base haría de aquél una simple sospecha sin sustento
real alguno.
387
TALAVERA ELGUERA, Pablo. La prueba en el nuevo proceso penal, Academía de la
Magístratura, segunda edición, Lima, 2009, p. 137, CUBAS VILLANUEVA, Víctor, El
nuevo proceso penal peruano, Palestra, Lima, 2009, pp. 353354.
388
SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho procesal penal, tomo 11, Gríjley, Lima, 1999,
p. 631; similar: MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 35M CAFFERATA NORES,
José et. al. Monuol de Derecho Procesal Penal, Editoríal Cíencía, Derecho y Socíedad,
CÓRDOBA, 2004, p. 338.
389
TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op. Cit., p. 138.
390
SAN MARTÍN CASTRO, César. Op. Cit., p. 635.
391
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal, ldemsa, Lima,
2004, p. 695; CUBAS VILLANUEVA, Víctor. Op. Cit., p. 353. Ambos autores tienen la
mísma conceptualízación.
182
El indicio o hecho base, como bien refiere MIRANDA
ESTRAMPES, no es aún un medio de prueba sino un
elemento (dato fáctico) de prueba, esto es, es simplemente
"el punto de apoyo o de arranque a partir del cual se llega a
la afirmación consecuencia"392•
El hecho presumido, hecho consecuencia o conclusión no es
sino el hecho desconocido y que se deduce o presume a
partir del hecho base. Ahora, como tal, aquél debe
desprender del hecho base, siguiendo ciertas reglas de
razonamiento.
El nexo o relación causal es precisamente el factor
fundamental en el convencimiento del Juez. La fortaleza del
nexo entre el indicio y el hecho presumido constituye el
factor determinante del convencimiento judicial, de allí que
TARUFFO, el conocido procesalista italiano, refiera que la
capacidad probatoria de la prueba indiciaria dependa de la
fuerza de la inferencia393•
Esa fortaleza dependerá de la racionalidad y coherencia de la
inferencia, razonamiento o deducción realizada por el Juez.
Pues bien, esa racionalidad depende, conforme al artículo
158.3º del Código Procesal Penal, que la inferencia este
basada en las reglas de la lógica, la ciencia o la
experiencia394.
La valoración del indicio debe distinguir, asimismo, entre
indicios necesarios o unívocos e indicios contingentes o
equívocos. Los primeros son aquellos que solamente
conducen a una determinada consecuencia, mientras que los
últimos son aquellos que permiten deducir una serie variada
392
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 42.
393
Citado por: MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 53.
394 SAN MARTÍN CASTRO, César.
Op. Cit., p. 638; MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op.
Cit., p. 35; MIXÁN MASS, Florencia. Indicio, elementos de convicción de carácter
indiciario, prueba indiciaria, Ediciones BLG, Trujillo, 2008, p. 25; SÁNCHEZ VELARDE,
Pablo. Op. Cit., p. 695; CUBAS VILLANUEVA, Víctor. Op. Cit., p. 353.
183
de hechos395 que constituyan causa o efecto del indicio396•
De allí que se afirme que los indicios contingentes solo
tienen fuerza probatoria en grado de probabilidad397•
Pues bien, el mencionado artículo 158.32 del Código Procesal
Penal establece reglas de valoración de los indicios
contingentes al referir que aquellos deben ser (i) plurales; (ii)
concordantes; (iii) convergentes; y, (iv) que no deben existir
contra indicios.
los indicios son plurales cuando existen al menos dos
indicios. Es de referir a este respecto que aunque el artículo
158.32 del Código Procesal Penal exige un mínimo de dos
indicios, la capacidad probatoria de los indicios no responde
al factor cuantitativo, sino al factor cualitativo.
los indicios son concordantes cuando aquellos se corroboran
recíprocamente, esto es, cuando no se excluyen
mutuamente y, por lo tanto, siendo compatibles entre si398
sirven concluir en el hecho deducido399•
los indicios son convergentes cuando ellos conducen a la
misma conclusión, esto es, cuando aquellos tienen un mismo
resultado respecto al hecho desconocido. A este nivel se
analizan las relaciones existentes entre los diversos indicios,
de modo que pueda determinarse su conformidad o
disconformidad con el hecho presumído=".
Finalmente, la posibilidad de tener por acreditado un hecho
mediante indicios requiere la ausencia de contraindicios,
esto es, aquellos elementos que contradigan el resultado de
la inferencia.
395
TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op. Cit., p. 141.
396
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 39.
397 CUBAS VILLANUEVA, Víctor.
Op. Cit., p. 355.
398
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 55; TALAVERA ELGUERA, Pablo. Op.
Cit., p. 142.
399
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Op. Cit., p. 697.
400
GORPHE, Francois, De la apreciación de las pruebas, traducción de Santiago Sentis
Melendo, EJEA, Buenos Aires, 1955, p. 257.
184
Como se aprecia de todo lo indicado, no puede sino
,
coincidirse con SAN MARTIN en el sentido que la prueba
indiciaria es una prueba de tipo crítico y probabilfstica''?'.
En efecto, el examen judicial de la inferencia que permite
conectar el indicio con la conclusión debe sostenerse en la
inteligencia y la lógica, las que, precisamente, apartar
aquellos indicios impertinentes. Producida esa labor de
descarte, será el juicio de probabilidad el que permitirá
alcanzar certeza respecto al hecho deducldo?".
Los indicios, deben ser diferenciados de la mera sospecha,
que es, desafortunadamente la única base de la acusación
fiscal, su corazonada de que hubo un acuerdo colusorio. En
este punto me permito citar las palabras del Profesor
español Manuel MIRANDA ESTRAMPES, uno de los más
importantes especialistas en materia de derecho probatorio,
que sostiene: "Hay que empezar descartando rotundamente
que en la actual concepción técnico jurídica de las
presunciones judiciales y, por lo tanto, de la prueba indicia,
el indicio sea equivalente a una mera sospecha y/o a una
intuición, corazonada, o mera conjetura (acepción vulgar).
Este era el significado que se le atribuía en la Edad
Med ia"403•
El Tribunal Constitucional en la STC del 13 de octubre de
2008 (Exp. 007282008PHC/TC, caso "Giuliana Llamoja") ha
establecido que la sustentación de una condena en base a
prueba indiciaria sólo es legítima si se explicita el
procedimiento del razonamiento lógico que le permitió
llegar a la conclusión de que la persona imputada es
responsable del hecho punible atribuido.
º
4 1 SAN MARTÍN CASTRO, César. Op. Cit., p. 634.
402 En las
expresiones de SAN MARTÍN CASTRO, César. Op. Cit., p. 634: "La suma de
probabilidades determinará la certeza".
403 MIRANDA ESTRAMPES, Manuel.
Op. Cit., p. 41; similar MIXÁN MASS, Florencio.
Op. Cit., p. 20; SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Op. Cit., p. 696.
185
Esta regla resulta plenamente aplicable a la actividad del
órgano persecutorio y supone la obligación del Fiscal de
expresar "el razonamiento inferencia! empleado ( ... ) o
engarce lógico entre los hechos base y los hechos
consecuencia'"?'.
404
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. Op. Cit., p. 57.
186