Diversificacion
Diversificacion
Diversificacion
El estilo francés. Con la corte de Luis XIV en Versalles como centro de irradiación
y Jean-Baptiste Lully como referente, es un estilo fuertemente conservador basado
en formas de danza: piezas breves (unidas en la suite) de forma fija bipartita,
estructuradas en frases cerradas y simétricas, con armonías muy restringidas
(aunque usadas con sutil imaginación) y una compleja ornamentación, estandarizada
en figuras escritas.
El estilo italiano. Gracias a la constante innovación estilística generada en las
ciudades italianas (Venecia, Nápoles, Roma y, sobre todo, Bolonia), las invenciones
de la música italiana fueron imitadas en todos los centros musicales europeos,
incluidos los franceses, hasta el punto de que el estilo italiano se impuso en el
siglo XVIII en todo el continente: desembarco masivo de discípulos de Corelli en
Londres, querella de los bufones en Francia, italianización de la corte de Madrid
tras la llegada de los borbones, etc. El estilo italiano, ejemplificado en Vivaldi,
se caracterizaba por una tonalidad fuertemente marcada mediante escalas, cadencias
y progresiones, la melodía al servicio de la armonía, las frecuentes modulaciones,
el rápido ritmo armónico, sus formas abiertas (de frases asimétricas) y el uso
libre de la improvisación.
El resto de naciones imitaba uno u otro de estos estilos: así, en Alemania los
compositores se adaptaban alternativamente a uno u otro, aplicando al tiempo la
fuerte tradición polifónica local: por ejemplo Telemann escribió cientos de
oberturas y conciertos, mientras Bach ejemplificó sus versiones de uno y otro
estilo en su primera publicación, que incluía el Concierto italiano, BWV 971 y la
Obertura francesa, BWV 831.