Actividad 12 Epistemologia
Actividad 12 Epistemologia
Actividad 12 Epistemologia
en cuenta:
La teoría psicoanalítica o psicoanálisis es una pseudociencia que fue fundada a
finales del siglo XIX (por el año 1896) por el neurólogo austríaco Sigmund Freud,
uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX. Esta teoría trata de explicar
las fuerzas inconscientes que motivan al comportamiento humano, es decir,
aquellos conflictos internos que aparecen durante la niñez y que afectan, a
posteriori, a los comportamientos y emociones del individuo. En el Psicoanálisis la
sexualidad es la base del desarrollo de las personas.
El padre del psicoanálisis Freud demostró después de varias investigaciones de que
la sexualidad no solo se presentaba cuando la persona entraba en la etapa de la
adolescencia, pues él afirmaba que ésta es una constante en la vida del sujeto desde
el nacimiento, esto no significa que el bebe nace con ganas de tener algo con lo
primero que ve, sino que en el trascurso del tiempo va pasando este por diversas
etapas.
Esta organización depende de cómo se encaje con los diferentes procesos que se
dan en un individuo que son tres:
los biológicos
los psicológicos
los socioculturales.
Bueno ahora que emos mencionados un poco de que es el psicoanálisis, nos
centraremos en el campo científico se puede notar los primeros cambios de actitud
epistemológica que sin duda parece ir unido a la crisis actual de la superestructura
dominante.
Pero no importa el cambio que se dé, este en la superestructura no son nunca totales
y lineales, sino contradictorios y dialecticos y con esta contradicción interna de la
nueva postura epistemológica se observa en la actitud de varios teóricos de la
ciencia actuales acerca del psicoanálisis.
Esta organización depende de cómo se acoplen los diferentes procesos que se dan
en un individuo que son tres: los biológicos, los psicológicos y los socioculturales.
La disposición de estos tres elementos será fundamental para el desarrollo del ser
humano. Se sabe que estas dos que los nexos entre ambas pueden resultar por
demás tenues, a veces casi inexistentes.
Bueno uno de los primeros problemas que pude ver seria de que el psicoanálisis se
podría ver como una ciencia en verdad, entonces ¿podemos estar pensando en
términos de "ciencia" y "cientificidad", en relación al Psicoanálisis, si no existe
siquiera una mínima homologación en el campo en relación a qué se debe entender
por tal disciplina?
En este sentido, todos conocemos las grandes críticas que le han hecho al
Psicoanálisis prestigiados filósofos de la ciencia positivistas o neopositivistas como
Popper, Nagel o Bunge, acusándolo de no ser científico: tan sólo una
"pseudociencia"
Efectivamente, existen desde sus conceptualizaciones definiciones a priori de qué
es o debe ser la ciencia, de acuerdo a los modelos de las ciencias "duras"; en
especial, la física, y dentro de ella, el clásico paradigma de la mecánica newtoniana.
En el tema de lo inconsciente Freud había establecido lo “inconsciente” como un
sistema, se convirtió así en “el inconsciente”, una entidad con su propia organización
psíquica. De este modo lo “inconsciente” es ahora el “Sistema Inconsciente.”, una
organización de procesamiento psíquico supuestamente estructurada en torno a sus
estados inconscientes compartidos.
El discurso psicoanalítico hace referencia a “el inconsciente” como un actor
independiente dentro de la obra teatral psíquica del paciente. “El inconsciente” “hace”
cosas extrañas, nos “juega malas pasadas”, o “funciona” bajo sus propias normas, e
incluso “sabe”. Según el discurso psicoanalítico estándar, los estados psíquicos como el
deseo, el amor, el odio o la confianza, se le atribuyen al paciente, en cambio “el
inconsciente” puede tener sus propios intereses en conflicto, de modo que este segundo
grupo no perteneciera al sujeto que experiencia. El “lenguaje de la acción” de Schafer
fue también un intento de eliminar toda de subjetivación de la teoría analítica.
Si el analista ve lo “inconsciente” como una cualidad de categorías de significado,
rellenar los vacíos de las conexiones asociativas del paciente no pretende ser la
afirmación definitiva de haber descubierto la verdad, sino un “señalamiento”, el
reconocimiento de algo que faltaba y que requiere ser atendido. Y así es como se puede
llegar a un sentido clínico de ver lo inconsciente como un significado único.
Así comienza Lacan su aparición en la televisión. Es la única ocasión que tiene para
dirigirse a una cantidad enorme de telespectadores y no hace ninguna concesión al
público. Lacan grita espasmódicamente y tranquilo a la vez toda suerte de frases
yuxtapuestas donde cada una apunta a un sentido, alimenta sin miedo el rechazo de los
enemigos del psicoanálisis y lejos de todo intento de explicitación, de facilitación,
Lacan utiliza el estilo de la cosa misma, el discurso caótico del inconsciente.
Una de las cosas que lo hacia mas interesante y difícil de entender de lacan y hasta
ahora hay rastros de este, era los “juegos” de palabras que este hacia al momento de
explicar uno de sus pensamientos y por su particular estilo para hablar y escribir del
psicoanálisis.
Este da una sensación única al momento de leer sus libros como por ejemplo “El libro
negro” (no lo termine de leer), de que Lacan intenta explicarnos las leyes de
funcionamiento del inconsciente utilizando éstas mismas para su explicación, así
cuando el lector consigue comprender a Lacan, sin darse ni cuenta, ya está listo para
leer el inconsciente. Digamos que el efecto es el mismo que al final del propio análisis,
cuando el bien-decir consiste en un adecuado decirse, un decir sobre la naturaleza del
goce propio y las fórmulas del mismo.
La conceptualización de la estructura, por parte de Lacan, no puede mantenerse en
forma unívoca a lo largo de su obra. Asegurar que Lacan permanece adherido al
estructuralismo sin más, tal como este encontró su expresión en la letra levi-
straussiana, tributando fidelidad epistémica hacia la lingüística, resulta un error
grosero por múltiples motivos. La importación de la estructura al campo lacaniano
conlleva, en primer lugar, un punto fundamental: la inclusión del sujeto y no la
prescindencia del mismo, como lo suponía Lévi-Strauss, quien aceptaba
gustosamente la calificación que le hiciera Paul Ricoeur.
Lévi-Strauss afirma que el inconsciente deja de ser el refugio inefable de
particularidades individuales, el depositario de una historia singular que hace de
cada uno de nosotros un ser irreemplazable, la función simbólica, específicamente
humana, sin duda, pero que en todos los hombres se ejercen según las mismas
leyes; que se reduce, de hecho, al conjunto de estas leyes.