Filosofía de La Educación Resumen
Filosofía de La Educación Resumen
Filosofía de La Educación Resumen
La filosofía de la educación está vinculada con la filosofía general por sus métodos, más que por sus
propósitos. La naturaleza de la filosofía como una empresa. En el pasado la tarea del filósofo consistía
en dar una explicación comprensiva y racional de la naturaleza de la realidad, del lugar del hombre en
el esquema de las cosas y tratar asuntos como la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y el
propósito del universo. Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza y Hegel se dedicaron a proporcionar una
visión general de la realidad apoyada en argumentos racionales, el problema con esta clase de filosofía
fue que cada quien dio una explicación diferente, ninguna de ellas totalmente satisfactoria.
Mientras los científicos tienden a resolver sus problemas, los filósofos rara vez hacen lo mismo con los
suyos. Eran seudo - problemas generados comúnmente por el uso inadecuado del lenguaje.
La “Revolución en la filosofía” que iniciaron filósofos como Moore y Wittgenstein. Los metafísicos
como Descartes habían supuesto que la palabra “cuerpo”era el nombre de una entidad material
sustancial. La palabra asociada “mente” debería ser también el nombre de una entidad, una sustancia,
pero de clase inmaterial. ¿Cómo una sustancia inmaterial interactúa y afecta a una sustancia materia y
viceversa? La nueva aproximación a la filosofía consideró los problemas filosóficos como resultado de
un uso inadecuado del lenguaje e hizo que pareciera posible la explicación y solución de problemas
como la relación entre “mente” y “cuerpo”. Una vez que se entiende, el problema deja de serlo.
El cambio que consiste en dejar los intentos por tratar asuntos sustanciales acerca de lo que existe o de
sus propósitos, para realizar un examen del lenguaje con el que se plantean los supuestos problemas.
La filosofía es una actividad de “alto rango” que trata asuntos lingüísticos y conceptuales; trata con el
concepto “mente” y más que con la mente como tal, y con el problema que surge de las confusiones
lingüísticas o conceptuales.
Los filósofos de la educación analizan lo que han dicho quienes practican y teorizan acerca de la
educación. El nivel más bajo de la práctica educativa es aquel en donde se desarrollan actividades
como la enseñanza, la instrucción, la motivación de los alumnos, el asesoramiento y la corrección de
sus trabajos. De estas actividades básicas surge la teorización educativa, es el primero de los niveles de
alto rango.
La otra clase de teoría educativa no busca describir el papel o la función de la educación, sino que trata
de dar consejos acerca de lo que deberían hacer los sujetos que trabajan en la práctica educativa. Las
teorías de esta clase difieren en variedad, alcance, contenido y complejidad.
No se debe hablar a un niño de un hecho antes que tenga la oportunidad de experimentarlo por sí
mismo. La educación debe promover el desarrollo de las potencialidades innatas del alumno, o la que
afirma que se debe preparar al estudiante para el trabajo para ser un buen ciudadano o para ser
democrático. A éstas se les conoce como teorías generales de la educación porque generan
prescripciones comprensivas, al recomendar la producción de un determinado tipo de persona, con
frecuencia, un tipo específico de sociedad.
Platón, tiene una teoría general de la educación en su libro La República, en donde recomienda como
valiosa la educación de un tipo de hombre para conducir a cierta sociedad. En cada caso la teoría
involucra un conjunto de recomendaciones dirigidas a quienes se dedican a la práctica de la educación
y en la mayoría de los casos, si no es que en todos, persigue un fin externo, al prescribir una forma de
vida política, religiosa y social.
Primero: El compromiso con ese valor implica que las teorías de esta clase no pueden verificarse o
validarse como las teorías descriptivas, científicas. El teórico de la educación se compromete con la
convicción de que un cierto estado de cosas es deseable, que debe existir cierto tipo de individuo.
Segundo: a veces las teorías generales de la educación se conocen como filosofías de la educación,
sostenemos que recurrir a ellas es desorientador.
TEORÍA EDUCATIVA Y PRÁCTICA EDUCATIVA
Toda práctica implica una teoría y la teoría educativa es anterior a la práctica educativa. Si el maestro
permite deliberadamente que los niños tengan el máximo de libertad, lo hace de acuerdo con alguna
teoría libertaria. Lo que puede ponerse en práctica puede transformarse en palabras y comentarse. Este
es el discurso educativo, en la medida que sea serio incluirá descripciones de lo que es y hace, lo que se
enseña y cómo se enseña, los resultados obtenidos, y parcialmente recomendaciones fundamentadas
sobre lo que debe hacerse.
En la medida en que haya una teorización explícita acerca de la educación, habrá argumentos e intentos
de justificación de la misma ya que la teoría educativa prescriptiva nunca será un dogma. La teoría
incluirá recomendaciones apoyadas en razonamientos que pueden ser apropiados o no.
FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
Las preguntas de este tipo y sus respuestas involucran al filósofo en un análisis filosófico por medio del
cual intenta establecer criterios para el uso adecuado de esos términos. El filósofo se preocupa por la
aceptabilidad de las teorías educativas. Así el análisis conceptual es el primer paso en este escrutinio.
¿Qué recomienda? Y ¿podría lograrlo?
Las preguntas son importantes, tanto como las respuestas, ya que la manera de contestarlas determina
en gran medida lo que se hace en la práct5ica, de lo cual se derivan consecuencias sociales o de otro
tipo con implicaciones importantes. Los filósofos de la educación pueden practicarse mejor si somete
las interrogantes anteriores y los distintos puntos de vista al respecto a un escrutinio crítico.
Toda práctica implica necesariamente una teoría. La necesidad del escrutinio mencionado es obvia.
La teoría inadecuada conducirá a la práctica inadecuada y ésta a una población educada
inadecuadamente. La filosofía de la educación tiene una función social importante, totalmente
independiente del interés intrínseco que puede tener.
La filosofía donde se la concibe como una actividad de alto rango que intenta liberar a la mente de
problemas que son resultado de confusiones conceptuales o lingüísticas. La tarea del filósofo no es
elaborar teorías generales sino analizarlas y criticarlas. El examen paciente del aparato conceptual del
discurso educativos y el minucioso escrutinio de los principios de la teorización educativa, pasada y
actual, tienen de utilidad lo que les falta de excitación intelectual.