Legado de Accion Cultural Popular Acpo R PDF
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Departamento de Sociología
2017
LEGADO DE ACCIÓN CULTURAL POPULAR (ACPO): REFLEXIONES EN TORNO
AL RECONOCIMIENTO PATRIMONIAL DE LA EDUCACIÓN CAMPESINA EN
COLOMBIA
Trabajo de grado presentado como requisito parcial para optar el título de:
Socióloga
Director:
Departamento de Sociología
2017
TABLA DE CONTENIDO
Resumen ........................................................................................................................................ IV
Abstract ......................................................................................................................................... IV
Resumen Ejecutivo .......................................................................................................................... V
Agradecimientos............................................................................................................................ IX
LEGADO DE ACCIÓN CULTURAL POPULAR (ACPO): REFLEXIONES EN TORNO AL
RECONOCIMIENTO PATRIMONIAL DE LA EDUCACIÓN CAMPESINA EN COLOMBIA2
1. Introducción .............................................................................................................................. 2
2. De la idea a la acción, las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza ............................................... 8
3. Radios encendidas, sintonizando para aprender ..................................................................... 15
4. Acción Cultural Popular: Industria cultural y educativa ......................................................... 20
5. Reconocimiento patrimonial al archivo documental de Acción Cultural Popular.................. 31
6. Reviviendo el legado de ACPO .............................................................................................. 39
6.1 Museo Nacional de Colombia .................................................................................................. 39
6.2 Universidad Nacional de Colombia ......................................................................................... 42
6.3 Banco de la República- Biblioteca Luis Ángel Arango ........................................................... 44
6.4 Acción Cultural Popular ........................................................................................................... 46
6.5 Municipio de Sutatenza ............................................................................................................ 53
7. Conclusiones y reflexiones finales.......................................................................................... 55
8. Referencias .............................................................................................................................. 59
Anexo 1: Certificado otorgado por el Comité Regional para América Latina y el Caribe a la
Biblioteca Luis Ángel Arango ........................................................................................................ 65
Anexo 2: Línea del tiempo- Acción Cultural Popular.................................................................... 66
Resumen
Acción Cultural Popular (ACPO) y Radio Sutatenza nacieron en el año 1947 como un proyecto
de Escuelas Radiofónicas, lideradas por Monseñor José Joaquín Salcedo Guarín, en el municipio
de Sutatenza, Boyacá. Estas escuelas funcionaron como una compleja industria cultural y
educativa que se valió de la radio, cartillas y libros para llevar a los hogares colombianos: la
Educación Fundamental Integral (EFI), liderada por la Iglesia Católica.
En el 2008, la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA) del Banco de la República de Colombia
heredó de la fundación Acción Cultural Popular todo el archivo documental de la Escuela
Radiofónica Sutatenza. Cinco años después, la colección documental fue reconocida por la
UNESCO gracias a la postulación que se hizo en el Comité Regional para que el archivo fuera
incluido en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, en reconocimiento a
su significación para la memoria colectiva y del patrimonio documental que allí se alberga.
El reconocimiento hecho por la UNESCO plantea nuevos retos frente a lo que las entidades
territoriales deben hacer para que el archivo documental pueda ser reconocido como patrimonio
documental de la humanidad y crea nuevos significados tanto locales (Sutatenza) como globales
(Nación, Mundo) en torno a lo que fue y nos dejó la industria cultural de Acción Cultural
Popular.
Abstract
Popular Cultural Action and Radio Sutatenza were born in 1947 as a project of radiophonic
schools, led by priest Jose Joaquin Guarin Salcedo, in the municipality of Sutatenza, Boyaca.
These schools operated as a complex cultural industry which utilized radio, primers and books as
means to deliver to Colombian households: the Fundamental Integral Education (EFI) that was
led by the Catholic Church.
In 2008, the Luis Angel Arango Library (BLAA) inherited from Foundation ACPO Popular all
the file documentary of the radio school Sutatenza. Five years later, the documentary collection
was recognized by the UNESCO and it was included in the World Memory Registry of Latin
IV
America and the Caribbean in recognition of its significance to the collective memory and
documentary heritage that it holds.
The UNESCO recognition sets new challenges, the local government entities should work on
improving the file documentary so that it may be recognized as humanity documentary heritage
which would create new meanings, both local (Sutatenza) and global (nation, world) around the
cultural impact left us the Popular Cultural Action Industry.
Key words: Popular Cultural Action, broadcasting production, UNESCO, documentary heritage,
cultural industry.
Resumen Ejecutivo
Existen revoluciones silenciosas, otras que no lo son. Esta revolución en particular se gestó sin
gritos ni arengas hace 70 años, en un municipio del Departamento de Boyacá llamado Sutatenza.
Las armas que se usaron en esta revolución fueron un sin número de materiales pedagógicos que
se complementaron con las nociones que se impartían a través de la radio, y que fueron el
sustento de las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza. Esta revolución cultural y educativa marcó
la historia del país y la de más de ocho millones de campesinos que aprendieron a leer y escribir
con sus lecciones.
Acción Cultural Popular (ACPO) y Radio Sutatenza nacieron en el año 1947 como un proyecto
de Escuelas Radiofónicas, lideradas por Monseñor José Joaquín Salcedo Guarín, quien llegó ese
año a Sutatenza, Boyacá. Estas escuelas funcionaron como una compleja industria cultural y
educativa que se valió de la radio, las cartillas pedagógicas, el periódico El Campesino, libros de
la Biblioteca El Campesino, discos y el intercambio epistolar con el objetivo de llevar a los
hogares colombianos la Educación Fundamental Integral (EFI).
La EFI liderada por la Iglesia Católica “impartía un mínimo de conocimientos generales que tenía
por objeto ayudar principalmente a los adultos campesinos que no disfrutaban de las ventajas de
una instrucción escolar, y que les servía para comprender los problemas peculiares del medio en
que vivían, a formarse una idea exacta de sus derechos y deberes tanto cívicos como individuales,
y a participar más eficazmente en el progreso social y económico de la comunidad a la que
pertenecían” (Houtart & Pérez en Bernal; 2005: 93). La ideología de ACPO buscaba entonces
V
provocar un cambio cultural con consecuencias globales, especialmente un cambio de valores en
las personas por medio de la Educación Fundamental Integral.
Muchos años después, todos los documentos que hicieron parte de lo que fue este proyecto
radiofónico fueron donados por la fundación ACPO en el 2008 a la Biblioteca Luis Ángel
Arango (BLAA) del Banco de la República de Colombia, para que se encargara de la
preservación, catalogación y clasificación de todo el archivo, no solamente para conservarlo sino
para que cualquier persona interesada en el tema pudiera tener acceso a los contenidos y a la
memoria e identidad allí consignada. El archivo documental de Acción Cultural Popular es una
fuente histórica para la comprensión de la sociedad, ya que en estos documentos se alojan
registros de experiencias sociales y culturales; situación que le otorgó al archivo un valor
incalculable como acervo de patrimonio intangible y como fuente para la producción de
conocimiento sobre los procesos sociales y culturales que se dieron en gran parte del país entre
los años 50 y 90 del siglo XX.
Como resultado al trabajo realizado por la BLAA, la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señaló para el 2013 que los documentos y
materiales relacionados con la Acción Cultural Popular constituyen un patrimonio que debe ser
preservado y difundido. Por esta razón, el Comité Regional para América Latina y el Caribe del
Programa Memoria del Mundo de la UNESCO incluyó como Registro Regional de Memoria del
VI
Mundo los documentos y archivos de la fundación ACPO, por el valor patrimonial de la
colección y su importancia para la concreción de una memoria mundial común, pues en este
archivo se albergan documentos que dan cuenta de las costumbres, creencias, actividades
económicas, religiosas y de ocio de un gran número de comunidades, especialmente campesinas.
Adicionalmente, la UNESCO recomendó que el archivo pudiera ser postulado para hacer parte
del Registro Internacional de Memoria, un paso crucial para que en el futuro sea reconocida
como Patrimonio Documental de la Humanidad. De esta manera no sólo se resaltaría su valor
documental, integridad y estado de conservación, sino el impacto que este proyecto educativo
tuvo en varias generaciones de colombianos y latinoamericanos. No obstante, aunque se haya
hecho este reconocimiento y la memoria nacional este contenida en los documentos del archivo,
la visión de muchos sobre la obra de ACPO, es que “fue sólo una acción catequética y
evangelizadora sujeta al beneficio inmediato de las necesidades parroquiales” (Bernal; 2005: 98).
Sin lugar a dudas, el reconocimiento al valor documental que representa la colección de ACPO
despertó en mí un interés grande por visibilizar la experiencia educativa de las Escuelas
Radiofónicas de Sutatenza, en tanto estas proporcionaron espacios para la democratización a la
información y a la cultura; por el contenido patrimonial que alberga el archivo (por sus elementos
significativos y por todo lo que refleja la historia del país) y también el papel de divulgación que
ha desarrollado la BLAA y otras instituciones como la Universidad Nacional de Colombia, el
Museo Nacional y la misma organización ACPO que han creado espacios para recordar y
reflexionar sobre los alcances de esta revolución cultural que tuvo lugar en el país y que sirvió de
inspiración para otros países, y que aún pervive con los programas que la ACPO actual lidera.
De esta manera, estudiar el impacto que tuvo esta industria cultural que se valió de la
radiodifusión y la convergencia de medios refleja el impacto masivo que tuvo la obra de ACPO y
el legado que nos dejó a nosotros como generación y como país. Es por esto, que de allí surge la
que fue la pregunta de investigación que guio el estudio: ¿Qué significado cultural y social tiene
para el municipio de Sutatenza, Boyacá y para la Nación el que el archivo documental de la
fundación Acción Cultural Popular haya sido incluido por la UNESCO en el Registro Regional
de Memoria del Mundo y qué acciones pueden ejecutarse a fin de qué este llegue a ser
reconocido como Patrimonio Documental de la Humanidad?
VII
Monseñor José Joaquín Salcedo fue el primero que hizo realidad lo que actualmente es un
eslogan de la UNESCO: La educación para todos. Monseñor pensó que no bastaba con educar a
una élite o a un grupo específico de la población y darle esa oportunidad, sino que era necesario
trabajar los programas de educación para que llegaran a todo el mundo, en todas partes y
durante toda la vida. Él no solamente hablo de la educación para todos, sino lo que se llama
ahora la educación permanente, la educación continuada.
VIII
Agradecimientos
Escribir y reflexionar sobre la obra de Acción Cultural Popular me permitió pensar y sobre todo
preguntarme por la importancia y el significado que tuvo esta organización en la vida de los
colombianos, especialmente de los habitantes rurales del país, y sobre todo en la importancia de
reflexionar sobre las industrias culturales y creativas que crean y producen con la gente y para la
gente. Por eso reflexionar sobre el proyecto radiofónico de Sutatenza, y todos los programas que
ha venido desarrollando ACPO en sus 70 años, revive la ilusión de que el cambio social es
posible por medio de la educación y la cultura que empodera, y otorga oportunidades y libertades.
Es por eso que este trabajo está dedicado a la obra que Monseñor José Joaquín Salcedo defendió
hasta su último aliento y a todas las personas que con su dedicación y entrega han sido parte de la
industria cultural y educativa de ACPO, a todas aquellas personas que se han encargado de
mantener vivo el legado y la memoria de este masivo proyecto de educación radiofónica que
llegó a los rincones más inhóspitos del país, llevando la escuela a los hogares. Y también a
quienes trabajan para que ACPO, en la actualidad, siga llevando la Educación Fundamental
Integral por medio de las TIC a los habitantes rurales de distintas zonas del país.
Este estudio también es un homenaje a todas aquellas personas que trabajan en la Biblioteca Luis
Ángel Arango y cuya labor en pro de la preservación, conservación y divulgación del archivo
documental ACPO ha sido significativa para la concreción de la memoria y la identidad colectiva
que allí se alberga, y por los esfuerzos que ha realizado la institución en pro del reconocimiento
patrimonial que le llevó a ser merecedora del reconocimiento que incluyó al archivo documental
en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, en el año 2013.
La reflexión que acompaña este trabajo es transversal a un pensamiento que a lo largo de estos
años de formación profesional, me hecho sobre el por qué la educación en este país llega a ser
más que solo un derecho y se convierte en un privilegio y hasta un negocio que perjudica la
igualdad y la justicia social. Cuando elegí como tema de trabajo de grado a Acción Cultural
Popular, pensé muchas veces en la importancia de que en el país haya muchas más oportunidades
para que la gente salga adelante, pues por medio de la educación las personas se empoderan y
tienen herramientas para decidir por sí mismos, para vivir mejor, para educar a otros y ser buenas
personas consigo mismas y con los demás. Es por esto que instituciones sociales como ACPO
para los habitantes rurales del país o instituciones educativas como la Universidad Nacional de
IX
Colombia se convierten en lugares de oportunidades, de creación, de pensamiento crítico y
acción.
Sin duda alguna, haber elegido estudiar en la Universidad Nacional de Colombia fue la mejor
decisión que haya tomado, pues durante estos casi cinco años de academia y formación personal
tuve muchas oportunidades para aprender no solo de la academia, si no a desenvolverme y
adquirir competencias que me han hecho lo que soy ahora. La Universidad fue el lugar donde
sembré mis triunfos y desaciertos, el lugar donde conocí personas que enriquecieron mi camino
con sus experiencias de vida: A mis profesores de quienes aprendí más que solo teoría y
conceptos, y me enseñaron el deber ser y hacer como profesional y persona. A mis amigos
incondicionales de la carrera, con quienes compartí trabajos, salidas de campo. Y a mis
compañeros de estudio de los que aprendí tanto en la carrera con sus historias y aportes en clases.
Por último, y más importante, agradezco infinitamente a mi mamá y mi papá quienes con su
apoyo y afecto desmedido sembraron desde muy pequeña mi amor por la sociología, por pensar
críticamente, por ver el mundo en tonos grises y no sólo a blanco y negro como verdades únicas.
A María Gabriela y Gustavo, gracias por ser los mejores padres y colegas del mundo. A ellos
debo que desde muy pequeña frecuentáramos espacios como la Biblioteca Luis Ángel Arango,
que ha sido para nosotros un espacio de aprendizaje constante y de enriquecimiento cultural.
También les agradezco por toda la paciencia que han tenido conmigo y por todos los aprendizajes
y experiencias que me han heredado a lo largo de toda mi vida, gracias a ellos por darme tanto.
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LEGADO DE ACCIÓN CULTURAL POPULAR (ACPO): REFLEXIONES EN TORNO
AL RECONOCIMIENTO PATRIMONIAL DE LA EDUCACIÓN CAMPESINA EN
COLOMBIA
1. Introducción
Acción Cultural Popular, o ACPO como abreviación, expresa en su nombre el sentir misional de
la fundación: La acción como una actividad, algo que funciona y progresa; en ACPO unos
producen servicios, son gestores de una acción y otros aprovechan y son beneficiados por estas
acciones. El tipo de acción es cultural pues ACPO se propone hacer cultura y por lo tanto,
generar riqueza espiritual y material en la sociedad. Esta acción cultural es hecha por el pueblo y
para el pueblo, los agentes de la producción cultural son las personas que constituyen la sociedad
y por eso es popular.
Es importante mencionar que ACPO es una institución social ubicada en el sector educativo, que
pertenece al grupo de las fundaciones (constituidas por un patrimonio o conjunto de bienes
materiales que son aplicados para un fin particular1). “Todos los funcionarios de ACPO son
órganos de administración de los bienes, bienes que son propiedad de la Educación Fundamental
Integral de los campesinos colombianos” (ACPO; 1978:15), y estas personas o funcionaros rigen
su actividad por estatutos, leyes que delimitan su rol en la organización.
ACPO funciona como un sistema, pues sus partes están y funcionan de forma integrada, al
disponer de metodologías propias como el uso combinado de medios masivos de comunicación
(radio, periódico, cartillas, biblioteca, institutos, cursos de extensión, Disco Estudio…) que están
intrínsecamente ligados, pues el trabajo de uno depende o refuerza el otro. “La radio no solo
transmite clases, si no que enseña a usar las cartillas, el periódico, los libros; da información
sobre los cursos de extensión, promueve la utilización del Disco Estudio y el uso de las becas en
los Institutos” (ACPO; 1978: 66).
Según Bernal: “ACPO como industria cultural educativa, llegó a tener más de 1.200 funcionarios
en sus diferentes empresas, en el ámbito central y regional, a saber: la Dirección General
integrada por las Oficinas de Planeación y la de Relaciones internacionales; la División Cultural,
1
Según el documento los Estatutos de ACPO, el artículo 3 señala que: “ACPO tiene por fin la Educación
Fundamental Integral cristiana del pueblo, especialmente de los campesinos adultos, mediante cualquier
sistema de comunicación, con sus elementos de acción” (ACPO; 2012: 1).
2
a cargo de la gestión educativa con sus secciones de profesorado, promoción, correspondencia,
estadística; los institutos de formación campesina en Sutatenza (Boyacá) y Caldas (Antioquia) y
las oficinas regionales; la red de emisoras de Radio Sutatenza con cinco centros en diferentes
capitales del país; el periódico El Campesino con la Editorial Andes para la producción de los
libros de la Biblioteca del Campesino; el Disco Estudio y el ACPO Móvil. Contó con
voluntariado de la cultura en más del 90% de los municipios del país, pues los representantes
locales de las Escuelas Radiofónicas y los auxiliares inmediatos actuaban sin retribución
pecuniaria” (Bernal en Banrep Cultural; 2012B: 14).
Este sistema se convirtió en una industria creativa en tanto, como lo señala la UNESCO, “tuvo
como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la
comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial.
Este enfoque resalta no sólo los productos propios elaborados a partir de la creatividad
reproducidos industrialmente, sino que da relevancia a la cadena productiva y a las funciones
particulares que realiza cada sector para hacer llegar sus creaciones al público” (UNESCO,
2013).
De acuerdo con el Ministerio de Cultura, las industrias culturales adquieren una doble función:
“contribuyen al crecimiento económico de una nación y permiten mejorar la calidad de vida de
sus ciudadanos por medio de la oferta y la demanda de bienes y servicios de cultura propia”
(Ministerio de cultura; 2010: 9); se habla de la creación de un bien social haciendo de los
contenidos simbólicos también valores económicos mediante un modelo de financiación y de
organización que permita su sostenibilidad, expansión y masificación.
Hay que destacar que la industria cultural de Acción Popular ha logrado desde 1947 llegar a
miles de hogares colombianos llevando la Educación Fundamental integral (EFI) en los múltiples
formatos que han desarrollado con numerosos trabajadores y voluntarios que han aportado al
trabajo y al modelo de convergencia de medios que ACPO introdujo como creación e innovación
educativa. ACPO entonces se convierte en modelo para la integración y producción de sentidos e
imaginarios sociales, así como de conformación de identidades y promoción de ciudadanía, pues
a través de las actividades que lo han constituido se han producido procesos de pensamiento,
aprendizaje y percepción en distintos sectores de la población colombiana.
3
El presente trabajo está tejido con los aportes conceptuales de Bourdieu (2012; 1998) García
(1990; 1999; 2001) y Williams (1994; 2008; en González (2016)) principalmente, en tanto los
autores exploran el acervo de categorías que circunscriben la cultura y ponen en diálogo
subcategorías como capital cultural, cultura de masas, cultura popular y otros conceptos que son
pertinentes en la comprensión de la acción difusora e integradora de la industria cultural y
educativa de Acción Cultural Popular, y en el caso concreto a la labor desempeñada por las
Escuelas Radiofónicas de Radio Sutatenza que tuvieron una participación masiva al popularizar
temas de interés general en los medios de comunicación, y que en la actualidad se puede ver su
continuidad con programas educativas que integran el uso de las TIC como las Escuelas Digitales
Campesina (EDC), Tablets para educar y Café Valle de Tenza.
Para el estudio se tomaran categorías del análisis cultural entendido este como proceso
(producción y reproducción del sentido) y resultado (un sistema significante producido)
(González; 2016: 32). Como objetivo central se plantea analizar el significado cultural y social
que tiene para el municipio de Sutatenza, Boyacá y para la Nación el que el archivo documental
ACPO haya sido incluido por la UNESCO en el Registro Regional de Memoria del Mundo. Para
la consecución del mencionado objetivo, se trazaron tres momentos complementarios de acuerdo
a la operatividad y alcance de la investigación.
El primero encaminado en conocer qué acciones está llevando a cabo la Biblioteca Luis Ángel
Arango del Banco de la República de Colombia para que el archivo documental de ACPO sea
postulado como Patrimonio Documental de la Humanidad. El segundo momento tuvo como fin
comprender la experiencia histórica que tuvieron las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza y que ha
tenido Acción Cultural Popular para Colombia durante estos 70 años. Y por último, indagar por
el significado social y cultural que tiene la patrimonialización del archivo documental.
Para abordar la relación entre el proyecto de Escuela Radiofónicas de Sutatenza, desarrollado por
la Fundación ACPO, y el patrimonio cultural que se reconoció en el archivo documental, se
planteó el uso de la investigación cualitativa para observar abiertamente el comportamiento de las
variables a través de distintas técnicas, y así lograr una interpretación que permitiera comprender
los significados culturales que esto ha generado y genera en el municipio de Sutatenza y en el
país. En ese sentido, se hizo pertinente el uso de las siguientes técnicas para obtener y analizar la
información del caso.
4
En primer lugar, para conocer qué acciones está llevando a cabo la Biblioteca Luis Ángel Arango
para que el archivo documental de ACPO sea postulado como Patrimonio Documental de la
Humanidad fue necesario realizar entrevistas, registro etnográfico con la visita al archivo
documental en la BLAA, revisar material y estudios de prensa sobre casos semejantes y leyes
colombianas que estén relacionadas con la postulación a patrimonio documental de la humanidad
que dieran cuenta de los retos, desafíos y fortalezas que tiene hacerlo.
Para comprender de qué forma se está llevando a cabo la tarea de divulgación sobre ACPO se
realizaron entrevistas y análisis documentales sobre exposiciones y conversatorios, realizados por
ACPO, Museo Nacional, la Universidad Nacional de Colombia y la BLAA, acompañados de la
técnica etnográfica en la que se registraron datos y hechos sobre lo observado en estos eventos.
Hacer uso de la técnica etnográfica fue clave para comprender la información proveniente de lo
observado pues esto provee elementos para la descripción del espacio, la memoria y la identidad.
Para comenzar el estudio, fue importante revisar las investigaciones existentes en torno a la
experiencia educativa de Radio Sutatenza y Acción Cultural Popular, pues estos temas han sido
ampliamente explorados en trabajos investigativos nacionales e internacionales. Es por eso que
me propuse conocer qué tanto y en qué temas se han enfocado estos estudios sobre la Acción
Cultural Popular (ACPO) que impulsó el modelo educativo radiofónico. Vale la pena mencionar
que los campos en donde el tema ha sido explorado son: sociología, historia, teología,
comunicación social y diseño gráfico.
Para conocer qué tipo de investigaciones se han realizado hasta el momento, revisé algunos
gestores bibliográficos como: el Repositorio Institucional de la Universidad Nacional, el catálogo
del Banco de la República, el portal Redalyc, los documentos de la página oficial de ACPO, el
directorio de acceso libre a revistas DOAJ, la base de datos SCOPUS, y la herramienta
5
bibliográfica SciELO. El criterio de búsqueda fue similar en todas las bases de datos pues use
palabras claves como: patrimonio cultural, educación popular, educación rural, Radio Sutatenza,
Acción Cultural Popular, cultural heritage, popular education, educational radio experience. A
continuación se exponen algunos de los estudios encontrados sobre el tema:
Radio Sutatenza tuvo un apoyo inmenso que le valió ser modelo de industria cultural gracias al
aporte de instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo que
proveyeron recursos económicos para su constitución y trabajo. Países como Holanda y Alemania
donaron cientos de radiorreceptores portátiles para que más y más personas tuvieran su propio
radio y el sueño de la educación popular a distancia se llevara a cabo.
Otro estudio que destaca el significado de ACPO es el de Gómez Mejía (2014) quien hace un
recuento de retos que tuvo que enfrentar la fundación ACPO a lo largo de casi 50 años de
funcionamiento. El estudio se enfoca mucho en el contexto histórico en el que se vio inmerso el
proyecto educativo radial y proporciona elementos tales como la relación del Bogotazo en 1948
con el surgimiento de varias cadenas radiales que afiliadas a partidos políticos buscaban tener
acogida entre la población, mientras que Radio Sutatenza puso distancia a intereses políticos y
marcó la pauta en contenidos de interés general (temas sobre salud, alfabetización, agricultura,
ética y religión), que lejos estaban de ser conferencias o charlas cultas en donde las personas
6
debían tener mucho más capital cultural (asociado a los sistemas y códigos simbólicos) para
entender lo que allí se exponía, el lenguaje era cercano y eso agradaba a los oyentes.
Otro aspecto que refiere Gómez es el impacto que ACPO tuvo para disminuir las brechas entre el
campo y la ciudad, el permanente aislamiento geográfico que marginó al sector rural de las
transformaciones y adelantos del mundo urbano fueron neutralizados por los programas radiales
que educaron y capacitaron a las familias campesinas a fin de que disfrutaran de una vida más
digna por medio de recursos como cartillas, materiales didácticos y libros para desarrollarse
íntegramente. La radio entonces se constituyó en un medio para educar y para difundir la cultura.
Mejía (2011) por su parte intenta dar cuenta del papel que tuvieron las escuelas rurales,
especialmente con ACPO, respecto a la educación rural y la agroecología. El estudio da
elementos para comprender por qué Radio Sutatenza significó un cambio cultural que más allá de
los medios de producción que se empezaron a transformar, se dieron en torno al gran avance y
desarrollo en materia de cuidados e higiene, la formación de valores, la construcción de un
liderazgo con visión de comunidad y la formación de personas ciudadanas que reconocían que
eran sujetos con derechos y deberes.
Mejía menciona que las escuelas rurales surgieron como espacio alternativo y construido a partir
de un proceso basado en el conocimiento y el diálogo que se teje en la comunidad educativa sin
importar calificaciones académicas, sino en el desarrollo colectivo de conocimientos y
habilidades sobre agroalimentación y problemas ambientales de la región, proponiendo
alternativas de organización, producción y mejora en el bienestar de las comunidades rurales para
fortalecer la identidad cultural y la pertenencia territorial.
La importancia de las escuelas rurales fue trascendental para contrarrestar los obstáculos que
impedían el adecuado desarrollo humano, es decir las dimensiones fundamentales2 que permiten
que las personas tengan mejor calidad de vida. Es por esto, que el proyecto de ACPO fue
financiado por agencias de desarrollo como el Banco Mundial, Banco Interamericano de
Desarrollo, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional-USAID y también el
2
Estas dimensiones están reflejadas en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) creado por el Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD que sintetiza la esperanza de vida al nacer (vida larga y
saludable), la tasa de alfabetización (educación) y el PIB per cápita (vida digna).
7
Estado de la Ciudad del Vaticano, en un momento en el que la inconformidad en el sector rural se
incrementaba a lo largo y ancho de América Latina.
Por esta misma línea de investigación se encuentra el estudio realizado por Vaca (2011) quien
aborda los procesos interactivos mediáticos de Radio Sutatenza que se dieron con los campesinos
contribuyendo al cambio social, al desarrollo, desde el conocimiento de su realidad sociocultural,
política y religiosa, de sus necesidades de aprendizaje, del dominio de la convergencia mediática,
y de la relación entre comunicación y educación. El modelo implementado estaba constituido por
un sistema combinado de medios: radio, cartillas, libros, periódico, disco-estudio y centros de
formación de líderes campesinos.
Para entender cómo esto tuvo repercusiones en la historia de Sutatenza hay que mencionar que en
el Valle de Tenza (donde este municipio se ubica) hubo una parcelación constante que le llevó a
tener una cantidad enorme de minifundios debido al viejo régimen de resguardos que imperaba
en la zona y que provocó mucha desigualdad al conferir tierras por herencia de usufructo por
varias generaciones, aumentando significativamente la concentración de la tierra de unos pocos
(terratenientes y hacendados) y por otro lado, agudizando la poca productividad, el escaso
desarrollo local de los habitantes rurales y aumentando así la pobreza.
8
Como se evidencia entonces, la problemática de la pobreza ha constituido un desequilibrio social
que está asociado a factores estructurales que se expresan en la insatisfacción de las necesidades
básicas de las personas. Esta compleja situación debe entenderse como una variedad de hechos y
circunstancias que reflejan las dinámicas históricamente determinadas por características
sociales, económicas y políticas. Ante esto, “el estado de subdesarrollo económico y social del
mundo rural latinoamericano, es en gran parte un hecho cultural. Es un hecho que el hambre, la
baja productividad y las consecuencias sociales de todo ello, podrían disminuir mucho con un
cambio de valores en la mentalidad de los campesinos” (Houtart & Pérez en Bernal; 2005: 93).
Torres y Corredor (1961) señalan que para el censo de 1951, el 55.6% de los habitantes en el país
vivían dispersos en el campo debido principalmente a las condiciones geográficas (altas
montañas y valles profundos que se convertían en obstáculos para el encuentro de las
comunidades) y a las condiciones sociales pues la mayoría de las personas eran analfabetas,
ignoraban nociones sobre higiene, economía familiar, técnicas modernas de explotación agrícola,
carecían de tierra y se empleaban como jornaleros de patrones y hacendados. Esta situación hizo
que se pensara cómo y a través de qué medios se podía llegar a los hogares colombianos para
sacar a las personas de la ignorancia y el tradicionalismo a los que estaban sometidos.
En este sentido, es importante mencionar que el capital cultural, entendido como la forma
específica de los bienes (sistemas y códigos simbólicos) que adopta la cultura (Bourdieu, 2012:
59), era muy limitado para las familias campesinas colombianas de la época, pues no habían
condiciones para su acumulación debido principalmente a la escases de instituciones como
escuelas (que tienen la facultad de instituir, consagrar) y medios (bienes culturales, libros,
materiales) que contribuyen a objetivar y a incorporar el capital cultural. “Para la época eran muy
escasas las instituciones en pro del bienestar de los campesinos colombianos. Se contaban
entonces tres muy importantes: el Ministerio de Agricultura y la Caja Agraria como organismos
del Estado, y uno paraestatal, la Federación de Cafeteros” (Bernal; 2005: 83).
En agosto 23 de 1947 llega al municipio de Sutatenza, Boyacá, José Joaquín Salcedo Guarín, un
colombiano oriundo del municipio de Corrales, Boyacá de ancestros ingleses (por parte de su
madre Eva María Guarín Perry) y boyacense-castellanos (por parte de su padre José Joaquín
Salcedo Cújar). Monseñor Salcedo se formó en el Seminario de Tunja durante la década de los
9
años cuarenta y fue allí donde le asignaron como primera misión evangélica ser coadjutor de la
parroquia del pequeño pueblo de Sutatenza que estaba a cargo del Padre Eliécer Pinto.
Zalamea (1994) menciona que Salcedo tenía 25 años cuando llegó a la parroquia y tenía bastante
conocimiento de radiodifusión porque dedicó gran parte de su tiempo libre en el Seminario de
Tunja a arreglar aparatos y a aprender empíricamente sobre mecánica y electricidad; montó obras
de teatro y realizó trabajos de fotografía que enriquecieron su conocimiento y sus ganas de hacer
realidad la orden religiosa: Id y enseñad. Desde su llegada a Sutatenza, se dedicó a estudiar la
situación en que vivían los habitantes rurales y evidenció cómo la monotonía del mundo rural y la
carencia de oferta cultural y educativa (capital cultural), hacía que muchos acudieran a las
tabernas a olvidar momentáneamente su realidad. Para Monseñor entonces lo que primaba era
educar al pueblo campesino colombiano para desarrollar sus capacidades humanas a fin de
superar las condiciones de atraso y marginación social que los habían sometido desde tiempos de
la Colonia a esa condición de subdesarrollo.
Habiendo notado esta realidad, Monseñor Salcedo comenzó a proyectar películas al aire libre
en la plaza del pueblo como “El seminarista rebelde”, que él mismo produjo, para llamar la
atención de los habitantes quienes quedaban maravillados con esos aparatos que podían contar
historias. Con su dinero y la colaboración de su hermano jesuita Antonio José Salcedo, decidió
montar un transmisor de radioaficionado3 (cien vatios) y transmitir, en la estación HK-7-HM,
conocimientos a los campesinos de las veredas vecinas. Su primer mensaje duró media hora y lo
transmitió a los habitantes de la vereda de Irzón a dos kilómetros de distancia.
Luis Zalamea (1994) cuenta que cuando Monseñor Salcedo necesitaba recaudar fondos para la
construcción del Teatro y el Centro Cultural, pidió a los campesinos llevar una gallina para donar
y ayudar en la construcción de las obras. Las expectativas, o lo que denomina Anthony Giddens
3
Según Castrillón “la radio afición en el país tiene sus inicios entre 1925-1935 cuando los
radioaficionados deciden organizarse en la Asociación Nacional de Radioaficionados que impulsó una
legislación para que los contenidos de las emisoras se ajustaran a la idea de nación. En 1935 empieza una
especie de profesionalización de la actividad radial, pues comienza a haber una división social del trabajo
con la formación de radioactores, guionistas, libretistas, etc. Para 1948 nace la Cadena Radial
Colombiana, Caracol, patrocinada por Coltejer y cuatro meses después, se crea la Radio Cadena Nacional
RCN, liderada por Fabricato” (Agencia de Noticias UN, 2016B).
10
los efectos no buscados de la acción, superaron lo que el padre imaginaba pues a lo largo de una
mañana la casa cural tenía en total 1.400 gallinas. Este hecho demuestra como el carisma del
padre y el cambio de valores que estaba teniendo lugar, fueron las bases para emprender la obra.
Constantemente Monseñor Salcedo promovió a las personas a hacer parte del teatro,
prometiéndoles grabar sus voces para que otros pudieran escuchar las historias. Adicionalmente,
proyectó películas, montó comedias teatrales, fomentó la práctica del ajedrez y solicitó ayuda
para la construcción de canchas en el municipio, con estas propuestas más enriquecedoras para la
vida de los sutatenzanos logró que muchos se alejaran de las chicherías y empezaran a trabajar y
organizarse junto con el ingenioso religioso que estaba revolucionando su comunidad.
Para Monseñor Salcedo (1989) la solución para erradicar la pobreza necesariamente debía tomar
la educación como punto de partida. Pero no solo la educación escolarizada sino la educación
para la vida, pues al establecer programas orientados hacia la creación de nuevas pautas y valores
culturales, no se enseña solamente nociones académicas sino que se conduce hacia la realización
de los valores de la dignidad humana. Es por esto, que en un país como Colombia con grandes
problemas sociales y escasas oportunidades educativas, la idea de las Escuelas Radiofónicas,
como un sistema de educación no formal y a distancia, tenía la sencillez de lo increíble: Hacer
uso de la radio y otros medios de comunicación para vencer los enormes obstáculos geográficos y
llegar a los lugares más inhóspitos con el fin único de educar al pueblo y proporcionar
herramientas para superar la condición de atraso y renovar el mundo rural.
Sin saberlo, Monseñor Salcedo muy pronto sería el fundador de las Escuelas Radiofónicas Radio
Sutatenza y de la institución de renombre internacional Acción Cultural Popular (ACPO)
precursora de la formación integral del campesino a través del uso sistemático y combinado de
los medios de comunicación de la época (radio, periódico, libros, cartillas, Disco Estudio,
intercambio epistolar) y de la formación de muchos campesinos y campesinas en los Institutos
Campesinos4. En muy poco tiempo su compromiso con la educación del pueblo campesino
colombiano, hizo que su labor en el municipio de Sutatenza se diera a conocer mundialmente.
4
Los alumnos de los Institutos debían ser recomendados por una autoridad religiosa que garantizará que la
persona era buena y trabajadora, solo debían llevar unas cuantas prendas de ropa y llegar con su dinero
hasta el Instituto, de resto ACPO se encargaba de su manutención” (Doris Martínez; entrevista personal:
mayo 19 del 2017). “Las becas eran sufragadas con el apoyo económico de las agencias católicas
alemanas Misereor y Adveniat, de Cebemo de Holanda, de Secours Catholique de Bélgica y de Catholic
11
La importancia de lo que estaba haciendo Monseñor Salcedo es lo que Amartya Sen (2000)
defiende como la conceptualización del desarrollo que es más que la riqueza económica, pues las
libertades y derechos contribuyen notablemente en el crecimiento económico de los países. La
propuesta entonces que hace Sen es entender las libertades del ser humano como procesos
(libertad de acción) y oportunidades reales de las personas dadas sus condiciones sociales, en este
sentido, Monseñor Salcedo quería aumentar el capital cultural de los campesinos de Sutatenza
que implicaba una interiorización realizada por medio del trabajo pedagógico de inculcación y
asimilación de nuevas pautas y valores (Bourdieu; 1998: 11).
En este sentido es importante señalar cuales han sido los principios que han guiado los
contenidos educativos de ACPO y que se encuentran consignados en el documento los Estatutos
de ACPO. El artículo 3 del documento señala que: “ACPO tiene por fin la Educación
Fundamental Integral cristiana del pueblo, especialmente de los campesinos adultos, mediante
cualquier sistema de comunicación, con sus elementos de acción. Sus contenidos abarcan la
capacitación básica y la preparación para la vida social y económica del pueblo, a la luz de los
principios cristianos, de acuerdo con las diversas condiciones, para despertar en aquél el espíritu
de reflexión e iniciativa que lo motive a seguir, contando con su propio esfuerzo, en el trabajo del
desarrollo personal y comunitario” (ACPO; 2012: 1).
La importancia de las Escuelas Radiofónicas no sólo tuvo impacto por su alcance, los medios que
uso y los fines que persiguió, sino también por el contexto sociopolítico en el que tuvo lugar.
Para la época, el país estaba atravesando una coyuntura social y política conocida como el
período de La Violencia. El 9 de abril de 1948 es asesinado en Bogotá el líder liberal Jorge
Eliecer Gaitán hecho que recrudeció la violencia política y que azotó todos los rincones del país,
esto también tuvo efectos en Sutatenza, y se evidenció cuando algunas personas que vivían en las
veredas vecinas al municipio empezaron a atacar a Radio Sutatenza por ser impulsada por la
Iglesia Católica en conjunción con un gobierno conservador.
Relief Services de EEUU se otorgaron becas completas (educación y manutención) a 20.000 jóvenes
campesinos que se formaron en los Institutos Campesinos y para los cursos de formación de expertos en
educación radiofónica provenientes de trece países latinoamericanos: México, Guatemala, Honduras, El
Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina” (Bernal
en Banrep Cultural; 2012: 16) .
12
Al respecto, una razón por la que las Escuelas Radiofónicas lograron supervivir ante la
convulsionada coyuntura de la época tuvo que ver con la crisis de identidad de los partidos
políticos tradicionales y la ausencia de una interpelación eficaz a lo popular desde la izquierda
que facilitó que los medios masivos, y en especial la radio, se convirtieran en agentes
impulsadores del cambio social y de la configuración de nuevas identidades sociales que
respondían más al nuevo modelo económico (Martín; 1987: 198).
El psicólogo y teólogo colombiano Oscar Maldonado señala que “existe una relación recíproca
entre el concepto de la Iglesia como institución que reclama poder divino al que todos los
colombianos deben obedecer (y cuyos intereses espirituales, culturales y materiales se confunden
con los intereses de Dios mismo), y el grado de su participación activa en la vida política de una
nación. Grandes obras sociales de la Iglesia, sigue diciendo Maldonado, como, por ejemplo la
Acción Cultural Popular, se han llevado a cabo gracias a la férrea voluntad de sus fundadores en
contra de la dura oposición de la Iglesia oficial” (Lüning; 2016: 70).
5
Luz Mary Roldán, PhD. en Historia de la Universidad de Harvard, dictó la conferencia “Apostolado
Radiofónico: Acción Cultural Popular, Institutos Campesinos y Desarrollo Rural en Colombia, 1955-
1974” el día 31 de marzo del 2017 en el Departamento de Historia de la Universidad Nacional de
Colombia.
13
ediciones del periódico El Campesino como: El comunismo respalda la violencia (17 de agosto
de 1958), La violencia es una calamidad pública (20 de marzo de 1960).
Todas las ayudas y auxilios que recibió ACPO permitieron que las Escuelas Radiofónicas se
ampliaran cada vez más; y en el transcurso de veinte años los cien vatios iniciales se
multiplicaron 7.200 veces, la media hora se extendió a una programación de 19 horas diarias
emitidas en cinco centros de transmisión a lo largo del país: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla
y Magangué. ACPO importó en 1953 con ayuda del gobierno de Gustavo Rojas Pinilla y del
gobierno holandés: 30.000 radiorreceptores marca Phillips, y en 1962 en el gobierno de Alberto
Lleras Camargo se importó 100.000 radiorreceptores marca Toshiba, con lo que extendió a
muchos más rincones del país el proyecto radiofónico y liderando a escala mundial lo que se
denominó la revolución del transistor.
Con la llegada de la radio que se convirtió en teléfono, escuela y periódico, se importaron torres
transmisoras traídas desde Europa y Estados Unidos que mejoraron las comunicaciones y
ofrecieron la posibilidad de escuchar un concierto o una obra de teatro sin tener que pagar una
costosa entrada, configurando así, un canal fundamental y democrático de difusión de la cultura.
También llegaron tractores desde Europa para tecnificar el campo, se empezaron a usar
micrófonos y parlantes en misas y ceremonias. Y poco a poco los campesinos y campesinas
comenzaron a relacionarse y a ver el mundo de otra manera, todos estos cambios les permitieron
descubrir otras realidades e identidades que reflejaron el mundo globalizado e industrializado que
ahora estaba haciendo parte de su vida cotidiana.
Canclini afirma que “esta dimensión cultural de la globalización permite contrastar formas de
vida y establecer diálogos transculturales portadores de imágenes, valores y contenidos que
afectan las identidades antes limitadas a un ámbito local. En ese sentido, la globalización cultural
incorpora el uso de una variedad de conceptos, prácticas e instrumentos que afectan, de distinta
manera y grado, los contextos político, económico y cultural nacionales logrando incentivar el
encuentro y la interacción de las distintas culturas locales y poniendo en evidencia una pluralidad
de formas del ser y del hacer” (Canclini & Moneta; 1999: 24).
La industria cultural y educativa de Acción Cultural Popular por medio de las Escuelas
Radiofónicas desarrolló una labor de Educación Integral Fundamental impactando especialmente
14
a los campesinos y campesinas adultos del país, proporcionando e incentivando una preparación
social, cultural y económica con una formación religiosa que les aportó a las personas valores y
actitudes para el cambio. “ACPO se constituyó el 18 de octubre de 1947 y adquirió el título de
personería jurídica dos años después expedida por el Ministerio de Justicia. En su imagen pública
fue conocida como Radio Sutatenza de Colombia y en su expresión funcional se le conoció como
las Escuelas Radiofónicas de Acción Cultural Popular, fundación sin ánimo de lucro cuyos
rendimientos económicos debían ser reinvertidos en el cumplimiento de su propio objetivo
fundacional y en la ampliación de los servicios a los beneficiarios” (Bernal; 2005: 75).
Antes de la aparición y difusión nacional de la radio, “el país era un rompecabezas de regiones
altamente encerradas en sí mismas. Con los reparos del caso, la radiodifusión permitió vivenciar
una unidad nacional invisible, una identidad cultural compartida simultáneamente por los
costeños, los paisas, los santandereanos, los boyacenses y los cachacos, lo que nos pone sobre la
mesa una dimensión clave de la masificación y es la de transmutar la idea política de Nación en
vivencia, en sentimiento y en cotidianidad” (Martín; 1987: 179).
Las transformaciones que tuvieron lugar en el país cuando se dio la difusión electrónica masiva
tocaron todos los elementos de la estructura social y en la cultura de masas el hecho de poseer un
lugar ha implicado participar de los frutos de la sociedad y es por eso que los medios significaron
una nueva forma de hacer y participar en la política, practicar la religión, conocer a los líderes
políticos, interactuar socialmente y comprender el mundo de otra manera. En este sentido, como
lo señala Bell (1969) para el caso estadounidense, una sociedad a la que le faltaba instituciones
nacionales bien definidas y una clase dirigente consciente de ello, se amalgamó a través de los
medios de comunicación de masas para superarse y reinventarse.
Al respecto, Martín señala, para el caso latinoamericano, que “la masificación es a la vez, y con
la misma fuerza, la integración de las clases populares y más pobres a la sociedad, y la aceptación
por parte de esta a los bienes y servicios que hasta entonces solo habían sido un privilegio de
unos pocos. Al popularizarse masivamente los receptores, muchas personas pudieron ejercer
plenamente la libertad de información y el derecho a acceder a las nuevas tecnologías. Dada esta
situación, el papel decisivo que los medios de comunicación juegan, en el período de los años 30
a los años 50 del siglo XX en América Latina, residió en su capacidad de hacerse voceros de la
15
interpelación que desde el populismo convertía a las masas en pueblo y al pueblo en Nación”
(Martín; 1987: 178).
Durante los años 30 y 40 del siglo pasado, la radio fue parte fundamental de la ''política cultural
de masas'', como un proyecto de alfabetización de la población colombiana, especialmente de los
habitantes rurales del país. Esto puede considerarse como el primer esfuerzo real por parte del
Estado colombiano por democratizar el acceso a los bienes culturales con la creación de la
Radiodifusora Nacional de Colombia en 1940 operada por RCTV (Silva en Castrillón; 2011:
120). Desde esta época se puede ver la importancia de la radiodifusión para la educación popular,
especialmente del campesinado; teniendo su mayor impacto, a partir de 1947, con el proyecto de
las Escuelas Radiofónicas de Acción Cultural Popular.
Es importante aclarar que la educación por radio en el mundo no fue un invento hecho por
Acción Cultural Popular, lo que lo hizo único fue la vinculación de los campesinos en la figura de
auxiliares inmediatos que trabajaron como mediadores entre la radio y los alumnos oyentes, para
que las lecciones que impartían los profesores desde el Disco Estudio fueran comprendidas y
aprehendidas por los alumnos. Zalamea (1994) señala que el concepto del líder fue una de las
creaciones más efectivas de ACPO, es decir el elemento humano encargado de la ejecución de los
programas y el seguimiento a los alumnos, a través de los líderes primó la gente: el campesinado,
que comenzó a capacitarse y aprender gracias a las enseñanzas que ACPO difundía.
Al respecto, Bernal también menciona las razones por las que la Escuela Radiofónica Radio
Sutatenza se convierte en modelo educativo: “El modelo educativo de Acción Cultural Popular
inserta la particularidad de que haya un conjunto de profesores que usan la radio como medio de
16
comunicación para llegar a grupos organizados de oyentes, estos son apoyados por un
comunicador interpersonal o auxiliar inmediato que cuenta con medios impresos didácticos
(cartillas, textos, libros, carteles) para hacer seguimiento al aprendizaje, evaluando los contenidos
y sometiendo a evaluaciones el avance de los conocimientos adquiridos” (Bernal; 2005: 16).
Se evidencia así la importancia que las Escuelas Radiofónicas tienen, por la interacción social, la
socialización constante y por la acción pedagógica que es definida por Bourdieu (1998) como el
trabajo efectuado por agentes sociales que inculcan a otros agentes las significaciones
(contenidos simbólicos) que el modelo educativo promueve, pues al haber un líder que guía a los
estudiantes, estos van interiorizando las normas sociales y culturales, y se comparten unos
significados simbólicos que orientan la acción de los individuo. Lazarsfeld y Merton (1969) se
preguntan: ¿Cuáles son las condiciones idóneas para un empleo eficaz de los medios de
comunicación de masas de lo que se podría llamar la propaganda en favor de objetivos sociales?
Para ellos son necesarias tres condiciones: 1) monopolización, 2) canalización o no subversión de
los valores básicos e 3) integración por medios de contacto cara a cara.
Un ejemplo de esto, se evidencia en el éxito que obtuvo el padre canadiense Charles Coughlin
(1891-1979) como líder político y religioso que utilizó la radio para llegar a una audiencia masiva
con la que logró, aproximadamente, cuarenta millones de oyentes en sus programas semanales
durante los años 30 del siglo XX. El resultado masivo se debió a la acción conjunta de las charlas
de propaganda centralizada y las difundidas organizaciones locales, que ofrecían a sus miembros
la posibilidad de escucharlo y de discutir luego los puntos de vista sociales que había expuesto
(Bell; 1992: 255). El éxito del padre Coughlin se debió entonces a la importancia que se le dio a
la audiencia de participar y proponer en los contenidos transmitidos.
En el caso de Acción Cultural Popular esta organización tuvo como propósito manifiesto
impartir conocimientos a los adultos campesinos principalmente (no obstante su función latente
tuvo repercusiones y alcances en distintos grupos etarios como los niños y jóvenes) que estaban
relacionados con temas concernientes a su vida cotidiana y ponerlos en diálogo constante con los
demás radioescuchas y con los auxiliares inmediatos. Para esto, se impartían una serie de
nociones que eran ideas o contenidos que permitían a los alumnos oyentes crear pautas de
pensamiento y comportamiento. El objetivo de las nociones buscaba empoderar (empowerment) a
las personas a tomar decisiones y estimularlos a participar activamente en la sociedad.
17
El contenido educativo de Acción Cultural Popular se resume en las cinco nociones básicas de la
Educación Fundamental Integral (EFI): alfabeto, número, salud, economía y trabajo, y
espiritualidad. Estas se difundían con la ayuda de clases radiales, cartillas, libros de la biblioteca,
cursos de extensión, correo postal, institutos campesinos, y se reforzaba con la participación de
los auxiliares inmediatos y a través de la acción y asistencia de dirigentes y líderes campesinos en
las diferentes localidades, estas personas cumplían el papel de gestores comunitarios y agentes de
transformación. En la Gráfica 1. Diagrama Industria Cultural ACPO se puede apreciar el alcance
masivo que tuvo la industria cultural y educativa de Acción Cultural Popular.
La industria cultural y educativa que prestó servicio durante 47 años realizó “la distribución de
6.453.937 cartillas de EFI en 955 municipios del país; editó 1.635 números consecutivos para un
total de 75.749.539 ejemplares del periódico El Campesino; se respondieron 1.229.552 cartas
provenientes de los alumnos y oyentes de las emisoras y de los lectores del periódico; se
formaron 20.039 alumnos en el primer curso de los Institutos para Dirigentes Campesinos, de los
cuales 3.521 realizaron el segundo curso de formación para líderes; se ejecutaron 4.365 cursos de
extensión en 687 municipios del país; las emisoras de la cadena de Radio Sutatenza transmitieron
programas durante un total de 1.489.935 horas y se repartieron 690.000 discos del sistema Disco
Estudio en conjunto con 170.000 cartillas, las cuales se hicieron llegar a 687 localidades” (Bernal
en Banrep Cultural; 2012B: 11).
García Canclini (1990) señala que el concepto de industrias culturales sirve para referirnos a que
cada vez más bienes culturales son generados a través de procedimientos técnicos y relaciones
equivalentes a los que generan otros productos en la industria; además se hace énfasis en los
procedimientos electrónicos e informacionales que desbordan la simple manufactura industrial de
los bienes simbólicos. Estos nuevos procesos de producción cultural e informática reordenan lo
que se denomina culto y tradicional. Surgen nuevos formatos, que aparecen como nuevos tipos de
bienes y con ello procesos de circulación masiva y transnacional que generan nuevos tipos de
recepción y apropiación.
18
Gráfica 1. Diagrama Industria Cultural ACPO
Biblioteca El
Radiofónicas Correo Sutatenza
retroalimentaba y
resolvía dudas. El
Campesino, 10
colecciones de 100
títulos, en pequeños
Sutatenza- campesino escribía a
pedir canciones,
enviaba dibujos,
libros. Esto se constituía
como material de
estudio para ampliar las
ACPO coplas, era su medio de
expresión. El archivo
lecciones. ACPO cuenta con más
de un millón doscientas
Cartillas:Programa Discoestudio, Estudio mil cartas.
dirigido a mejorar la audiovisual que produjó
vida del campesino en 690.000 discos junto
cinco grandes temas: El Periódico El con 170.000 cartillas
Salud, alfabeto, número, Campesino tenía entre sobre el curso básico de
economía, trabajo y 70.000 y 120.000 alfabeto y número. Se
espiritualidad. En total ejemplares semanales y distribuyó junto con
se distribuyeron llegaba a los lugares tocadiscos para usar
6.453.927 cartillas. más apartados de más constatemente.
Colombia. Para un total
de 75.749.539
ejemplares.
19
4. Acción Cultural Popular: Industria cultural y educativa
“La única razón de toda esta organización de Acción Cultural, es darle al pueblo campesino la
oportunidad de que ellos sean los personajes de su propio desarrollo”.
El término industria cultural pertenece a la teoría crítica, y fue introducido desde los años
cincuenta del siglo pasado por Theodor Adorno y Max Horkheimer, de la Escuela de Frankfurt. la
UNESCO elimina la diferenciación entre cultura de masas y cultura de élite, sugerida por Adorno
y Horkheimer, y plantea una noción de industrias culturales asociada con el concepto de creación
o de creatividad en una perspectiva amplia (Ministerio de Cultura de Colombia; 2003: 21). “La
industria cultural es la integración deliberada de los consumidores, en su más alto nivel y tiene en
cuenta sin duda el estado de conciencia e inconciencia de los millones de personas a las que se
dirige, pero las masas no son el factor primordial sino un elemento secundario, un elemento de
cálculo; un accesorio de la maquinaria. El consumidor no es rey, como querría la industria; no es
el sujeto, sino el objeto” (Adorno & Morín; 1967: 8).
Para la UNESCO entonces las industrias culturales y creativas se definen como “aquellos
sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la
reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades
de contenido cultural, artístico o patrimonial. Este enfoque resalta no sólo los productos propios
elaborados a partir de la creatividad reproducidos industrialmente, sino que da relevancia a la
cadena productiva y a las funciones particulares que realiza cada sector para hacer llegar sus
creaciones al público” (UNESCO, 2013).
20
Las industrias culturales entonces se caracterizan por ser vehículos donde se genera diálogo
intercultural, conocimiento, creatividad, información, procesos educativos, entretenimiento y se
construyen sociedades más democráticas y participativas. (Consejo Nacional de Política
Económica y Social; 2002: 25). En definitiva, las industrias culturales están presentes en todos
los procesos de la vida cotidiana, y pueden generar procesos y brindar herramientas en las que el
conocimiento, las habilidades y las experiencias de una determinada época, se pueden transmitir a
las futuras generaciones.
Como punto de partida la UNESCO define la industria cultural como los “sectores que conjugan
creación, producción y comercialización de bienes y servicios basados en contenidos intangibles
de carácter cultural. Las industrias culturales incluyen la edición impresa y multimedia, la
producción cinematográfica y audiovisual, la industria fonográfica, la artesanía y el diseño”
(Ministerio de Cultura; 2010:2) adquiriendo un lugar sobresaliente el tema de los derechos de
autor y distinguiendo tres niveles de desarrollo de las industrias culturales: el emprendimiento
cultural, las empresas culturales de dimensión nacional o regional y, como tercer y último nivel,
la gran industria nacional con cobertura nacional y transnacional.
Para entender los tres niveles de desarrollo de las industrias culturales, a continuación se explica
de qué forma y en qué niveles se ubicó la obra de Acción Cultural Popular. El primer nivel inició
en 1947 con el emprendimiento cultural que realizó Monseñor Salcedo en Sutatenza con un
transmisor de radioaficionado y un pequeño grupo de alumnos campesinos. Muy pronto su
objetivo sería llevar la EFI a los hogares colombianos, especialmente a los campesinos adultos,
quienes en su mayoría eran analfabetos y carecían de acceso a la educación.
Un segundo nivel, se da con las empresas culturales de dimensión nacional o regional y esto se
puede evidenciar hacia 1968, cuando ACPO había inaugurado una cadena radial de cinco
emisoras en distintas ciudades del país: Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín y Magangué, con un
total de 750 kilovatios y programación educativa y cultural de 19 horas diarias (de las cuales seis,
eran dedicadas exclusivamente a las Escuelas Radiofónicas), contaba con una sólida empresa
editorial (que producía textos, cartillas y ejemplares del periódico El Campesino) y una planta
para la producción de discos (Zalamea; 1994: 25).
El último nivel tiene lugar cuando el modelo de educación popular creado por ACPO fue
ensayado e implementado en 24 países y sus métodos y principios ayudaron a gestar las más
21
grandes reformas educativas de la segunda mitad del siglo XX. Además, varias emisoras radiales
utilizaron el modelo de las Escuelas Radiofónicas y lo introdujeron como herramienta para la
educación y el desarrollo rural en sus países. En consecuencia, esto permitió que se creara en
1972 la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), que reúne a nivel
latinoamericano las emisoras que por medio de sus programas querían incrementar los niveles
educativos y de desarrollo rural en sus países.
Así “la industria cultural, es equivalente a los conceptos mass culture o popular culture, y
significa el conjunto creciente de actividades industriales, y sobretodo posindustriales y
cibernéticas, es decir las actividades que tienen que ver con la producción masiva de bienes
simbólicos” (García & Moneta; 1999: 67). Estas industrias de productos culturales pueden ser
identificadas en términos concretos como un conjunto de sectores que ofrecen productos de
servicio que se centran en entretenimiento, concientización e información (por ejemplo, películas,
música, medios impresos, radio) y productos manufacturados a través de los cuales los
consumidores construyen formas distintivas de individualidad, autoafirmación y exposición
social.
El término industria cultural tiene que ver también con proyectos de edición y comunicación
audiovisual de alcance más corto, pero significativos para una región. Lo que circula por las
industrias culturales interactúa con lo que se produce y consume en la vida cotidiana. (Canclini;
2001: 9). Adicionalmente a esta concepción de la industria cultural, la UNESCO crea el término
industrias creativas como “un conjunto más amplio de actividades que incluye a las industrias
culturales más toda producción artística o cultural, ya sean espectáculos o bienes producidos
individualmente. Las industrias creativas son aquellas en las que el producto o servicio contiene
un elemento artístico o creativo substancial e incluye sectores como la arquitectura y publicidad.”
(UNESCO; 2006: 2).
De esta manera podemos ver que la labor desempeñada por Acción Popular Cultural se puede ver
como una “industria cultural, en tanto funciona como vehículo del diálogo intercultural,
promoción de la diversidad cultural y democratización del acceso a la cultura, el conocimiento, la
información, los procesos educativos y el entretenimiento” (Consejo Nacional de Política
Económica y Social; 2002: 25), y como industria creativa en la medida en que inserta la
creatividad en sus contenidos, implementando una forma innovadora en la producción
22
radiofónica, y en la actualidad en la forma como se incluye a algunos sectores del campesinado
colombiano en el aprendizaje digital.
Para explicar por qué ACPO se constituye como una industria cultural e industria creativa vamos
a exponer tanto las plataformas como los recursos que usó para su acción y comprender el
proceso de establecimiento del significado de la acción, respecto del proceso de interpretación del
significado de una acción o de un conjunto de acciones. Para reconstruir el proceso de
establecimiento o atribución del significado nos conduce a una interpretación por medio de la
analogía, o relación de proporcionalidad de una y otra (González; 2016: 140).
Para 1948, el Presidente de Colombia Mariano Ospina Pérez inauguró a ACPO formalmente y
ese mismo año la UNESCO envío a dos expertos a trabajar en el desarrollo de los contenidos de
23
la Educación Fundamental Integral y en la producción de las cartillas: Hablemos bien, Cuentas
claras, Nuestro bienestar, Suelo productivo, Comunidad cristiana. Las personas enviadas eran
dos educadores, miembros de la Congregación de Hermanos Cristianos, enviados desde Francia.
Ellos ayudaron a la maestra hna. María del Rosario Lezaca quien ayudó a producir los materiales
pedagógicos que servirían de apoyo a los contenidos radiales (Zalamea; 1994: 10).
Para la misma época, la corporación estadounidense General Electric donó cien receptores de
radio y un transmisor de 250 vatios y continuó apoyando a la emisora en años siguientes, con la
donación de un transmisor de 1.000 vatios, 150 radios más, una nueva antena y accesorios. Ante
las donaciones y ayudas recibidas, Monseñor Salcedo toma la decisión de ubicar una base
administrativa en Bogotá, en una casa ubicada en el barrio Las Cruces, lo que permitió tener una
dirección postal, teléfono y un sitio destinado a atender personas. Mientras que en Sutatenza se
completó la Casa Central, el Teatro Cultural, y el museo “La primera Casa” que traza los inicios
de la Institución.
Con los nuevos transmisores sumó nuevas regiones y se convirtió en la emisora de mayor
potencia en Colombia, cuyo alcance cubrió ciudades como Cali, Barranquilla, Magangué y
Medellín. Salcedo se encontraba a la cabeza de uno de los programas radiales de educación de
adultos más grandes del mundo y de mayor influencia también, en ese momento ACPO contó con
mil trabajadores. Cuando Gustavo Rojas Pinilla ocupó la presidencia (tras el golpe de Estado que
hizo a Laureano Gómez en 1953) adoptó la propuesta de ACPO como una política educativa
asociada al Ministerio de Educación, razón por la cual adjudicó recursos para el Instituto de
Líderes Campesinos Hombres que se inaugura en 1954, compró 10.000 receptores de radio y se
instaló Radio Belencito, la primera filial de Radio Sutatenza, en Paz de Río, Boyacá.
Carranza (2010) menciona que hacia el año 1955 se inaugura en Bogotá el primer edificio con los
talleres y almacenes llamado Central de Servicios ubicado en la Carrera 39 y Calle 16 en Bogotá
de tres pisos y dos cuadras de extensión, se crea la segunda filial de la Radio y comienza a
funcionar la Editorial Pío X (que será llamada más adelante Editorial Andes) con la impresión de
250.000 cartillas de lectura y obras de enseñanza. Y en 1956 abre sus puertas el Instituto de
Líderes para mujeres en Sutatenza y se inauguran los nuevos estudios de Radio Sutatenza.
24
En 1958 se empieza a imprimir el periódico El Campesino que tenía un formato moderno con
fotografías e imágenes y un tiraje inicial de 20.000 ejemplares, se calcula que un promedio de
cinco personas leían cada periódico, es decir una circulación total de más de medio millón, lo que
constituía un hito para el periodismo rural. En este periódico se prevaleció la urgencia de
documentar la mecanización del campo y de la agricultura como signos de desarrollo campesino.
Por ejemplo, la edición del periódico El Campesino del día 21 de marzo de 1967 documenta la
llegada de los tractores al campo colombiano para tecnificar y facilitar las diferentes labores
agrícolas. Adicionalmente, ACPO ofrecía información sobre el acceso a los préstamos para la
adquisición de estas máquinas por medio de los programas de radio, el periódico y las cartillas de
agricultura (Torres en Zenaida; 2016: 5).
En esa época también empezó la Biblioteca El Campesino que se pensó como una colección de
libros de bajo costo en edición, con distintos temas prácticos para la vida; esta llegó a tener un
poco más de cien títulos, y algunos de ellos se editaron más de diez veces. ACPO introdujo la
Biblioteca El Campesino con el lema: “Un libro por un huevo”, lo que ocasionó en un momento
más de medio millón de huevos recolectados, y que fueron comercializados por ACPO para
obtener más recursos. El tiraje de la Biblioteca logró vender más de siete mil ejemplares por día
en el país, lo que evidencia la producción y consumo masivo de los productos editoriales que
tenía ACPO.
Para el año 1960, relata Zalamea (1994) el Cardenal Primado de México invita a Monseñor
Salcedo al país, y este conoce por casualidad a Mario Moreno actor que personificaba al famoso
personaje Cantinflas. Salcedo le contó lo que hacía con ACPO y las múltiples plataformas
audiovisuales que usaba para enseñar, y le propuso a Mario motivar al pueblo a educarse y
superarse. De ese encuentro nace la película El Analfabeta (1960), en la que entre chistes se
desafía al pueblo a salir de la ignorancia. Este gran apoyo sin duda contribuyó a fomentar los
programas de alfabetización y evidenció el interés de más personas por ayudar a ACPO.
Un año después llegaron los primeros 30.000 receptores fabricados por la compañía Phillips en
Holanda, ACPO amplió operaciones e inauguró una fábrica para grabar y prensar discos: El
Disco Estudio. En 1962, el presidente Alberto Lleras Camargo hace la entrega oficial de 500.000
cartillas de las cinco nociones básicas de educación fundamental impresas por la Editorial Andes:
25
Salud, Alfabeto, Número, Tierra y Creo en Dios. Mientras que en Sutatenza inicia el curso más
avanzado para preparar líderes, que trabajaban como mediadores culturales entre la comunidad y
la organización. Esta fue la novedad que introdujo ACPO pues a través de los líderes primó la
gente, los campesinos se interesaron por estudiar, capacitarse, vivir mejor y ampliar su marco de
referencia.
Para el año 1962, 43 líderes se gradúan de las Escuelas Radiofónicas y son enviadas a trabajar en
42 zonas rurales que abarcan 164 pueblos en 12 departamentos del país (Zalamea; 1994: 184). Es
importante aclarar que en ningún momento los estudiantes egresados deciden en qué lugar les
gustaría trabajar, pues esta decisión es asumida por ACPO, por eso es probable que muchos
estudiantes hayan desertado antes de graduarse, pues continuar capacitándose podía incluir que se
alejaran de sus familias y estas dependían económicamente de ellos. No obstante, los que
decidían continuar, viajaban a otros lugares del país y conocían realidades de las personas
campesinas, en varias cartas enviadas por los líderes a ACPO, cuentan lo asombrados que están
de pensar que ellos se consideraban pobres hasta que habían conocido lugares del país en los que
realmente las personas padecían la ausencia de muchos recursos (educativos, culturales,
económicos...).
Para la misma época se importan 100.000 receptores transistorizados marca Toshiba provenientes
de Japón; como ACPO era el primer comprador del mundo, el presidente de Toshiba viajo hasta
Sutatenza para firmar el contrato con Monseñor Salcedo. Zalamea (1994) menciona que el apoyo
que recibió Acción Cultural Popular, le permitió ejecutar la Operación Antioquia (Medellín), la
Operación Costa Norte (Barranquilla y Magangué) y la Operación Valle (Cali), que hicieron
parte de una gran cadena de receptores repartidos en el país que ampliaban la calidad de las
transmisiones radiales. En los setenta se inaugura el primer laboratorio móvil: ACPO móvil que
eran unos vehículos jeep equipados con tecnología, publicidad y muchos materiales didácticos
para entregar en las veredas que visitaba.
El tamaño e impacto que fue ganando ACPO, empezó a ser objeto de reconocimientos y estudios
de su obra. Monseñor Salcedo fue designado por la UNESCO en 1964 como miembro del comité
asesor de la Campaña Mundial de Alfabetización en París, Radio Sutatenza fue premiada en
España como “la mejor emisora cultural de Latinoamérica” y se hizo un reconocimiento al mérito
26
por la obra de ACPO en la Universidad de Fordham (NYC). En agosto de 1968 el Papa Pablo
VI bendijo las nuevas instalaciones de ACPO en Bogotá. Monseñor Salcedo también recibió
en 1973 un doctorado honoris causa en humanidades y colaboró junto con ACPO en la creación
de la Inter-American Literacy Fundation (Fundación Interamericana de Alfabetismo). Más
adelante, en 1992 el presidente Misael Pastrana condecoraría a ACPO con la Cruz de Plata de la
Orden de Boyacá y Monseñor Salcedo sería condecorado como Hombre de América y la
Universidad de Columbia le entregaría el premio María Moor Cabot.
El tercer nivel de la industria cultural de ACPO tiene lugar cuando esta tiene cobertura nacional y
transnacional, en el año 1972 cuando se crea la Asociación Latinoamericana de Educación
Radiofónica (ALER) con el fin de congregar a las 18 radios de las iglesias católicas que venían
haciendo una labor de alfabetización. La asociación de radios populares se propuso poner en
práctica un modelo participativo, mejorar la producción de los programas radiales-educativos,
capacitar al personal que trabajaba en las emisoras y encontrar apoyo económico internacional.
En la actualidad ALER tiene 117 emisoras afiliadas y se constituye como el sistema satelital más
importante de América.
“El modelo de ACPO se convirtió en pionero para muchas emisoras radiales que lo utilizaron
exitosamente en pro de la educación y el desarrollo rural en países de América Latina: Fundación
Radio Escuela para el Desarrollo Rural (FREDER) en Osorno, Chile; el Instituto de Cultura
Popular (INCUPO) en Reconquista, Argentina; las Escuelas Radiofónicas Populares de Ecuador
(ERPE); Radio Onda Azul en Puno, Perú; la Asociación Cultural Loyola (ACLO) en Sucre,
Bolivia; Radio Occidente en Tovar, Venezuela y las Escuelas Radiofónicas de Nicaragua,
emisoras que posteriormente se afiliarían a la Asociación Latinoamericana de Educación
Radiofónica” (Prieto, et al; 2008: 6).
Cuenta Monseñor Salcedo que “Acción Cultural Popular recibió escasa ayuda de personajes y
empresarios colombianos, en comparación a la colaboración y contribuciones en efectivo y
especie que generosamente aportaron otras Naciones como Alemania, Holanda y Estados Unidos.
Algunos empresarios colombianos ayudaron con anuncios publicitarios en las emisoras y en el
periódico, pero las donaciones importantes no fueron muchas” (Zalamea; 1994: 189). En
contraste con el apoyo nacional, el interés de las Naciones Unidas y de algunas organizaciones
27
internacionales en apoyar, conocer y evaluar el modelo de educación para vida y el desarrollo
rural, llevó a la elaboración de múltiples estudios y a la publicación de diversos documentos en
los que se estudiaba de qué manera se llevó a cabo la innovación social colombiana, que sirvió de
modelo para ser adaptado en otros países de la región latinoamericana y en otras partes del
mundo (Bernal; 2012: 16).
El tamaño de su acción también le trajo grandes conflictos que en alguna forma precipitaron la
desaparición posterior de las Escuelas Radiofónicas: el conflicto con las empresas de medios de
comunicación; el conflicto con la Iglesia Jerárquica; y el conflicto con los sectores de la izquierda
revolucionaria (Bernal; 2005: 75). La razón de la controversia se justificaba además por la
28
eficiencia de la acción comercial que ACPO había emprendido con sus tres grandes empresas:
Radio Sutatenza, Editorial Andes y el periódico El Campesino que fueron consideradas
competencia desleal porque ACPO recibía ayuda del exterior, tenía contratos con el gobierno y
además no pagaba impuestos (Rojas en Banrep Cultural; 2012b: 154)
Bernal (2005) señala que a “finales de la década de los setenta, con una red de servicios que
llegaba a la mitad de los municipios del país y suspendido de un tajo el 40% de los ingresos,
durante la década de los ochenta ACPO inició la búsqueda de nuevas fuentes de recursos pues las
deudas estaban recrudeciendo su trabajo, fortaleció los procesos comerciales hasta el límite de
sus posibilidades y finalmente tuvo que disminuir progresivamente su actividad, vendiendo sus
activos y licenciando al personal de funcionarios y colaboradores, hasta quedar reducida a una
pequeñísima oficina”.
Además de las deudas, empezaron a surgir en la segunda mitad del siglo XX nuevas instituciones
como el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA), el Instituto de Recursos
Naturales (INDERENA), el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), se desarrolló el programa
de Acción Comunal, de gran impacto en la organización campesina, y el Ministerio de Obras
Públicas puso en funcionamiento la institución y programa denominado “Caminos Vecinales para
la extensión de los servicios públicos de agua y electricidad en el campo. El programa de
vivienda campesina de la Caja Agraria, lo mismo que la promoción de huertas caseras logró un
gran impulso (Bernal; 2005: 83).
Estas situaciones no fueron las únicas que recrudecieron a las Escuelas Radiofónicas, Salcedo fue
perseguido políticamente y en 1978 recibió amenazas de muerte por parte del M-19 pues algunos
consideraron que ACPO era una organización pro imperialista, situación que provocó que se
exiliara en Miami y rehiciera su vida allá. No obstante, siempre estuvo en contacto con las
29
personas de confianza que había dejado a cargo de ACPO y estando en Miami dirigió la
organización. Adicionalmente, la Conferencia Episcopal siempre buscó la forma de quedarse con
ACPO y emprendió duras batallas contra Salcedo “por la campaña de procreación responsable;
las difíciles relaciones con algunos sectores políticos y gubernamentales, por su independencia y
planteamientos frente al desarrollo del sector rural del país” (Banrep Cultural; 2012: 85).
Zalamea señala que “en el gobierno de Alfonso López Michelsen (1974-1978) el Ministro de
Educación, Hernando Durán Dussán, fue el directamente responsable de suspender los contratos
por servicios específicos de enseñanza que ACPO prestaba al gobierno y que eran sufragados con
fondos del AID, BID, BMI” (Zalamea; 1994: 240). Además, Zalamea también menciona los
intereses de López al ser accionista de la Cadena Radial Colombiana (Caracol) y haber sido uno
de los que más promovió la idea de la compra de Radio Sutatenza. Todos estos obstáculos
llevaron a que finalmente Radio Sutatenza fuera clausurada en 1994, mismo año en el que muere
Monseñor Salcedo y sus instalaciones fueran vendidas a Caracol Televisión. En este sentido,
Williams señala que “la producción cultural colectiva se encuentra sometida a gran presión por
parte de las formas dominantes de los modos capitalista desarrollado y capitalista de Estado, que
con frecuencia tienen la ventaja adicional de controlar efectivamente la producción y las
direcciones de las tecnologías más modernas” (Williams; 1994:109).
Al respecto, García Canclini (2001) menciona la importancia de que haya acciones o mediaciones
del Estado en la confrontación de poderosos actores nacionales y transnacionales, así como las
demandas sociales referidas a medios masivos e industrias culturales, pues estos se convierten en
objeto de fuertes competitividades y conflictividades entre intereses públicos y privados. Esta
afirmación se cumple en el caso de ACPO, pues fue claro que el Gobierno Nacional actuó por
omisión en la medida en que implicaba un costo mayor salvar las Escuelas Radiofónicas de
Sutatenza y en palabras de Bernal (2005) “podría interpretarse como si el estado de derecho en
defensa de los intereses privados, había supeditado al estado de derecho en defensa de los
intereses sociales”.
Sin duda, deben converger el Estado y los agentes que constituyen la industria cultural y creativa.
“La misión del primero es facilitar y trazar políticas que contribuyan a ordenar y regular el sector,
y, en esa medida, a proveer un entorno donde las reglas del juego estén claras y posibiliten el
desarrollo de la iniciativa privada, y la de los segundos, consiste en asumir su inmensa
30
responsabilidad social y cultural, y conjugarla con estrategias para lograr una mayor capacidad de
sostenibilidad, cobertura y competitividad” (Mincultura; 2003: 212).
Según el capítulo VI: “De la Banca Central” de la Constitución Política de Colombia de 1991 y la
Ley 31 de 1992, Ley del Banco de la República: El Banco de la República de Colombia (BRC)
como órgano del Estado con autonomía administrativa, patrimonial y técnica, debe ejercer
funciones de banca central (regular la moneda, los cambios internacionales, el crédito, emitir la
moneda legal colombiana y administrar las reservas internacionales) adicionalmente y como parte
de sus funciones, el BRC también debe aportar a la producción de conocimiento y a la actividad
cultural del país.
Por eso, en el año 1939 se crea el Museo del Oro y en 1958 el gobierno de Alberto Lleras
Camargo asume el objetivo de eliminar el analfabetismo aumentando el presupuesto y acelerando
el desarrollo bibliotecario en el país, de allí surgieron importantes redes bibliotecarias como la
Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA). La actividad cultural del Banco de la República
actualmente se evidencia en las bibliotecas, los centros de documentación y los museos que se
financian en 27 ciudades del país; y de acuerdo con el Manifiesto de la UNESCO en favor de las
Bibliotecas Públicas: “estos lugares constituyen una fuerza viva al servicio de la enseñanza, la
cultura y la información necesaria para el fomento de la paz y la comprensión entre las personas y
las naciones” (UNESCO; 1994: 1).
Jorge Orlando Melo quien fue director de la BLAA durante 10 años (1994-2005) señala que “la
BLAA no fue concebida como una biblioteca pública, aunque desde el comienzo asumió esta
función. Su moderno edificio respondía más a las exigencias de una biblioteca patrimonial, con
grandes depósitos subterráneos, y su colección ha incluido siempre un núcleo patrimonial
substancial, así como colecciones especializadas para investigadores” (Melo; 2001: 9). Por todo
esto, la BLAA se ha convertido en una institución de carácter educativo y cultural de renombre
internacional, en la que se deposita, difunde y ayuda a conservar la memoria y la diversidad
cultural del país.
El archivo documental de Acción Cultural Popular donado por la fundación ACPO, en cabeza del
director general de la época Germán Vallejo Salazar e Hilaria Gutiérrez (líder campesina que
quedó al frente del archivo y ayudó a su entrega) llega a la Biblioteca Luis Ángel Arango en el
año 2008. Para la BLAA la donación del archivo se suma a los 120.000 ejemplares que se
adquieren anualmente, incluyendo compras y donaciones, y que llegan a enriquecer el tesoro
cultural e histórico que se alberga en la Biblioteca. Javier Rodríguez, Jefe del área de
comunicaciones de ACPO, aclara que: “La fundación ACPO no eligió a la biblioteca, fue la
Biblioteca la que eligió a ACPO por la importancia histórica y cultural del archivo, y ACPO le
dijo sí por el prestigio y la labor que desarrolla la institución” (Javier Rodríguez Sotomayor;
entrevista personal: 09 de marzo del 2017).
En lo que concierne a la legislación colombiana, la Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997,
define el patrimonio cultural como el “conjunto de todos los bienes y valores culturales que son
expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos,
32
así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un
especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico,
ambiental, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico y las manifestaciones,
los productos y las representaciones de la cultura popular” (Mincultura; 2005: 23).
En consecuencia, el archivo documental de ACPO no solo es reconocido por los objetos que
contiene sino también por la labor que desempeña la BLAA en su correcta preservación. García
Canclini & Maneto (1999) consideran que la preservación y reproducción de la memoria en
museos, archivos y bibliotecas es significativa en tanto se mantiene el espesor histórico de las
identidades y el papel que ha tenido la cultura escrita y oral en el desarrollo social, económico y
cultural del país. La importancia entonces de conservar la memoria y el acervo cultural que se
encuentra objetivado en los bienes culturales, permite crear un vínculo al pasado con nuestros
predecesores y proyectar un legado histórico a nuestros sucesores.
Para entender mejor por qué la UNESCO hace ese tipo de reconocimientos, es importante
entender qué tipo de institución es y qué hace. La Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se estableció el 4 de noviembre de 1946 como un
organismo multilateral, que tiene como objetivo primario contribuir a la paz y a la seguridad del
mundo, promoviendo la colaboración entre las naciones mediante la educación, la ciencia, la
cultura y las comunicaciones. Las actividades culturales de la UNESCO se concentran
fundamentalmente en el estímulo de la creación artística, el desarrollo de las culturas, la
conservación del patrimonio cultural mundial y la preservación de identidades culturales
(Naciones Unidas; 1988: 167).
33
realizado diversos estudios sobre las fronteras interregionales en el sector cultural (UNESCO;
2006: 2).
Retomando el objetivo de “la conservación del patrimonio cultural mundial” por parte de la
UNESCO. Es importante aclarar que patrimonio cultural se asocia a los bienes culturales
tangibles e intangibles, y socialmente son considerados dignos de preservación y conservación
porque exaltan la memoria colectiva, que contribuye a representar la identidad -social y cultural-
de un grupo y le permite diferenciarse de otros. Vale la pena hacer hincapié en que “no existe
patrimonio, entendido este como un conjunto de símbolos sacralizados, de reliquias legitimadas,
hasta que determinados agentes no activen los mecanismos simbólicos que permiten dinamizar
una determinada versión de identidad para preservarlo y reconocerlo como propio. Hablar de tal
representación colectiva es hacerlo de identidades, resultantes de nexos entre pasado, presente y
futuro” (Homobono; 2008: 58).
Para la UNESCO (2016) la memoria del mundo se encuentra en gran medida en las bibliotecas,
los archivos, los museos y los lugares de custodia existentes en todo el planeta y un elevado
porcentaje de ella corre peligro en la actualidad. El patrimonio documental de numerosos pueblos
se ha dispersado debido al desplazamiento accidental o deliberado de fondos y colecciones, a los
botines de guerra o a otras circunstancias históricas. Algunas veces, hay obstáculos prácticos o
políticos que obstaculizan el acceso a él, y en otros casos se dificulta su acceso y preservación
por la amenaza de deterioro o destrucción.
34
Para conocer la tarea que está desarrollando la Biblioteca Luis Ángel Arango respecto a los temas
de preservación y divulgación del archivo documental de ACPO, entreviste a Zulma Abril
Vargas, jefa de catalogación de la BLAA, quien me contó que “el archivo se encuentra ubicado
en la sala “Libros Raros y Manuscritos”, donde reposan todos los archivos especiales y los
tesoros bibliográficos de la BLAA, pero también en la Hemeroteca y en la Fonoteca.
Actualmente, ya se encuentra catalogado y dispuesto para consultar: la Biblioteca de El
Campesino, el periódico El Campesino y todos los libretos usados en el Disco Estudio. La
Biblioteca lleva un poco más de tres años digitalizando el archivo documental de ACPO (libretos,
LPs, cartillas, audios, correspondencia, hojas de vida) pues los documentos están en formato
análogo y estos deben ser digitalizados para su correcta conservación, por ejemplo en el caso de
los audios de los programas radiales, estos deben pasarse a un archivo .WAP para tener una copia
en la Biblioteca, y para poderlo divulgar y prestar en sala se usa el archivo MP3” (Zulma Abril;
entrevista personal: 27 de febrero del 2017).
En mi visita, el 08 de Mayo del 2017, al
archivo documental de ACPO en la BLAA,
tuve la posibilidad de consultar algunos
materiales: Periódico El Campesino,
cartillas y cuatro carpetas de fotografías.
Para poder tener acceso, tuve que enviar un
correo a Luis Roberto Téllez, Jefe de
Servicios al Público de la BLAA,
solicitando el material y una vez me
informaran que ya estaba apartado podía ir.
Sala de Libros Raros y Manuscritos-BLAA Estando en la Biblioteca debía pasar dos
Estantes con colección del periódico El Campesino
controles de vigilancia, dejando constancia
Foto tomada: Martha Isabel Cortés
de mi entrada y salida. Y una vez llegada a
la Sala de Libros Raros y Manuscritos, debía llevar la carta que certificaba lo que haría y con qué
fines. Finalmente, debía llenar dos formatos por derechos de autor y por los materiales
consultados/ con número de fotografías tomadas.
La importancia de conservar el archivo de esta manera, permite que las personas puedan tener
acceso sin poner en riesgo la existencia de los documentos que tienen un alto valor histórico y
35
patrimonial para el país. Y es entendible que la BLAA, tenga tanta seguridad respecto al archivo,
pues muchos de estos documentos aun no tienen copia y la consulta de estos en sala es el
original. Es por eso, que el MOWLAC fomenta la microfilmación y digitalización del documento
como medio para proporcionar el acceso universal, pues manejar copias reduce la amenaza sobre
los documentos originales y contribuye así a su preservación. Zulma Abril calcula que aún faltan
por lo menos dos años para transferir el archivo, y para convertir y digitalizar todo el archivo por
lo menos cinco años más de trabajo, pues se debe catalogar tanto el original en análogo como el
digital que salió de la transferencia.
Según Diana Patricia Torres, Directora Técnica del Departamento Red de Bibliotecas del BRC:
“el Banco de la República actualmente adelanta acciones de preservación y conservación del
archivo de acuerdo a las políticas definidas para todas las colecciones documentales de la Red de
Bibliotecas y en relación con la propuesta para trámite de ser reconocido como Patrimonio
Documental de la Humanidad. Y afirma que “en relación con la propuesta para trámite de ser
reconocido como Patrimonio Documental de la Humanidad, no se han hecho gestiones para este
trámite y será la persona que asuma la Dirección del Departamento, una vez sea nombrado, quien
determine junto con la Subgerente Cultural si se adelantarán las gestiones para esta declaratoria”
(Diana Patricia Torres; entrevista personal: 02 de Marzo del 2017).
Fondo Concejo del Archivo manuscritos originales que desde 1638 dan cuenta de los
acontecimientos y vivencias de los pobladores de la ciudad, y que
Histórico de Medellín
además permitieron comprender la tensión social-cultural que generó
Comité MOWLAC: Puebla,
la presencia de blancos, negros e indígenas en el territorio”.
México, Octubre, 2014.
37
Tiberio Vive Hoy: testimonios Este libro fue construido manualmente por
de la vida de un mártir. los habitantes del municipio de Trujillo,
Centro Nacional de Memoria Valle del Cauca como manifestación de
Histórica Dirección de Archivo de resistencia al olvido. El documento recoge
Derechos Humanos (Colombia). las memorias de sufrimiento de familiares
Comité MOWLAC: Puebla, de las víctimas de Trujillo, entre 1986-
México, Octubre, 2014. 1994 en la que murieron más de 300
personas, entre ellas el Padre Tiberio
Fernández Mafla.
Sin embargo, como lo señala Juan Carlos Blanco, quien hace parte de la Oficina Nacional de
Gestión del Patrimonio Documental de la Universidad, “sí se hizo la solicitud y presentación del
proyecto ante la UNESCO, pero no fue aprobado por tanto, no contamos con esa honrosa
calificación para uno de nuestros patrimonios documentales” (Juan Carlos Blanco; entrevista
personal: 21 de abril del 2017). Para entender por qué algunas nominaciones se rechazan, el
Programa Memoria del Mundo señala que “las propuestas de inscripción en el registro pueden ser
presentadas por cualquier individuo u organización, incluidos los gobiernos y las ONG, aunque
se dará prioridad a las propuestas presentadas por el correspondiente comité regional o nacional
de la Memoria del Mundo, de haberlo, o bien por su conducto, o en caso contrario mediante la
Comisión Nacional para la UNESCO competente. Asimismo, se dará prioridad al patrimonio
documental que esté amenazado. Por regla general, estas propuestas se limitarán a dos por país
cada dos años” (UNESCO; 2017:1)
Para el caso de la experiencia histórica de las Escuelas Radiofónicas creadas por ACPO, a lo
largo de los últimos cinco años, instituciones como el Museo Nacional, la Universidad Nacional
de Colombia, la BLAA, ACPO y otras instituciones han elaborado una serie de exposiciones y
trabajos que buscan desde distintas perspectivas evidenciar en qué consistió el proyecto
radiofónico masivo de Acción Cultural Popular que impacto al país y a Latinoamérica.
39
En el año 2015 el Museo Nacional presentó la
exposición temporal: Memorias del mundo
campesino: Escuelas Radiofónicas (1947-1988),
una experiencia educativa forjada en el campo
en la Sala de Adquisiciones Recientes, espacio
que tiene como objetivo destacar periódicamente
algunas de las piezas que han sido incorporadas
en años recientes a las colecciones de
patrimonio cultural que preserva y divulga el
Museo Nacional. Esta exposición se realizó por Fotografía tomada por: Juan Francisco Saavedra
(2015) Revista El parcero [online]
iniciativa de la curaduría de historia del Museo
Nacional y se inauguró el 24 de marzo de 2015 y cerró en febrero de 2016, habiéndose realizado
la investigación curatorial de la misma desde principios del año 2014.
María Paola Rodríguez, curadora jefe del Departamento de Historia del Museo Nacional, afirma
que “el gabinete de Adquisiciones recientes que acogió la exhibición, permitió consagrar la
muestra a ACPO y las Escuelas Radiofónicas con el propósito de rescatar un capítulo de
construcción social y colectiva del campo colombiano, en el ámbito de la educación. Los
campesinos se constituyeron en actores protagónicos de su devenir cultural, auspiciados por el
proyecto formativo planteado en Acción Cultural Popular, y la muestra permitió indagar sobre el
campo, la historia social del país, los campesinos y el desarrollo cultural del país de mediados y
finales del siglo XX” (María Paola Rodríguez; entrevista personal: 27 de marzo del 2017).
Por medio de un radio Phillips del año 1956, fotos testimoniales de las décadas de 1950 a 1970,
algunas cartillas educativas desarrolladas por Radio Sutatenza, la edición de un periódico de El
Campesino, audios de las emisiones radiales y algunos fragmentos de la correspondencia que
enviaban los campesinos a ACPO, la exposición revivió el contexto de alfabetización y
educación no formal del campesinado colombiano durante las décadas que tuvo lugar las
Escuelas Radiofónicas de Acción Cultural Popular.
40
Fotografía tomada por: Martha Isabel Cortés (Octubre 23 del 2015)
Según el Boletín Informativo del Museo Nacional: “La exposición evoca el esfuerzo y la
perseverancia del campesino colombiano de mediados de siglo XX por lograr su formación en las
primeras letras y por conocer y apropiarse de principios útiles para mejorar sus condiciones de
vida (…) y se muestran rostros y testimonios de personas provenientes de regiones alejadas, de
quienes vivieron día a día su proceso de crecimiento personal y comunitario gracias a las
Escuelas Radiofónicas y permite al visitante escuchar contenidos de algunas clases radiales con
las cuales se formaron cerca de cuatro millones de campesinos a mediados del siglo XX” (Museo
Nacional, 2015).
41
María Paola Rodríguez también señala que “actualmente se adelanta el proyecto <Renovación del
guion y el montaje museográfico del Museo Nacional> que vislumbra la comprensión de un país
diverso y pluricultural, y temas como la educación campesina, eventualmente serán nuevamente
abordados en otras salas, sin llegar a la historia monográfica e institucional de ACPO. La Sala 7
“Memoria y Nación” incorporó ya en la sección del Muro de la diversidad, algunas fotografías
relacionadas con Acción Cultural Popular, y la Sala 13 “Tierra como Recurso”, también alude al
campo y una de las fotografías de la sección de trabajo campesino, corresponde precisamente a la
fiesta de San Isidro celebrada en Sutatenza (María Paola Rodríguez; entrevista personal: 27 de
marzo del 2017). Fernando López Barbosa, Jefe Departamento de Gestión de Colecciones del
Museo Nacional de Colombia, afirma que: “las reproducciones digitales de las fotografías
donadas por ACPO al Museo Nacional, no se pueden exhibir en forma permanente por motivos
de conservación y por tal razón se presentan allí en formato digital para el disfrute del público”
(Fernando López Barbosa; entrevista personal: 09 de marzo de 2017).
6
Siglas Diseño Gráfico
42
reposan en la Biblioteca Luis Ángel Arango y que se pudo apreciar en la Escuela de Diseño
Gráfico (lunes 16 al viernes 21 de mayo del 2016) y en Aulas de Ciencias Humanas (lunes 23 al
viernes 27 de mayo del 2016). La profesora Zenaida comenta que “la investigación no ha
concluido y por eso una vez se incluyan los nuevos avances, la exposición saldrá nuevamente en
el año 2018 para dar a conocer el proyecto de Acción Cultural Popular” (Zenaida Osorio;
entrevista personal: 07 de Marzo del 2017).
La profesora Zenaida Osorio afirma que “el interés por la exposición surgió por la necesidad de
comprender, valorar y criticar estas imágenes que se consideran de interés público y a las que se
les atribuye el papel de memoria y patrimonio. Metodológicamente se usaron estrategias de
investigación visual provenientes del diseño y las artes, tanto para el estudio de la colección
como para su difusión nacional e internacional. Junto con el análisis visual hubo una ardua tarea
de localización de personas que tuvieron que ver con la producción de las fotografías de diversas
maneras: posando para ellas, tomándolas, copiándolas, editándolas, archivándolas, usándolas o
recordándolas como parte de experiencias productivas, políticas, agrícolas, de sanidad, religiosas
y de muchas otras clases que en este momento desconocemos” (Zenaida; 2016: 3).
43
se llevó a cabo en la sala Germán Colmenares del edificio Manuel Ancízar y fue lugar de
encuentro para expertos y estudiosos del tema de Acción Cultural Popular.
Roldán presentó un rastreo histórico sobre la Iglesia Católica en EE.UU con los curas obreros
quienes se dedicaron a estudiar el marxismo y la sociología para contrarrestar los movimientos
contestatarios que surgieron. Además de la antesala histórica que hizo, Roldán describió cómo se
dio el surgimiento de ACPO en medio del contexto político de la época (período Entreguerras,
período de La Violencia en Colombia) y expuso las razones por las que ACPO logró el apoyo
descomunal que obtuvo. Una de las afirmaciones que sostuvo es que grandes empresas con
grandes capitales invirtieron en la obra de ACPO pues de esa forma se aseguraban de mantener a
la población alejada de las ideas comunistas que podían atentar contra sus grandes propiedades y
fortunas, y de esta manera sentían que al hacer una pequeña contribución lograban obtener un
mayor beneficio.
44
A través de la página de internet de la Biblioteca se ha dedicado un espacio exclusivo para Radio
Sutatenza (http://www.banrepcultural.org/radio-sutatenza) con textos, audios y una galería de
fotos para que la gente conozca más de cerca la obra. Además, se produjo en el año 2012 el
Boletín Bibliográfico y Cultural Vol. 46, Núm. 82: Radio Sutatenza, puntos de partida para una
historia, que reúne una serie de artículos investigativos hechos por diversos conocedores de la
obra ACPO y que invita a las personas a conocer de cerca las Escuelas Radiofónicas.
Adicionalmente, se produjeron los discos: Radio Sutatenza, 50 años de un sueño (2008)
y Sutatenza: El campo de la radio (2012) con la colaboración del BRC. Ambos CD fueron
editados por RTVC.
45
los curadores Juan Pablo Angarita Bernal, Jorge Rojas Álvarez, ambos egresados de la maestría
de Historia en la Universidad de Los Andes y Ayder Berrio Puerta, estudiante de doctorado en
historia de la misma Universidad. El 07 de abril del 2017 entrevisté a Juan Pablo Angarita para
conocer mejor qué se proponía mostrar la exposición de ACPO en la BLAA. Él menciona que un
primer criterio para crear la narrativa de la exposición fue hacer uso de todos los formatos que
hacen parte del archivo documental (radios, fotos, audios, correspondencia, libros, decretos, etc.)
y para crear la narrativa de la exposición está se desarrolló sobre tres ejes:
Uno, sobre el acercamiento a la historia de ACPO (con las visiones positivas y negativas que
hubo en la época sobre el proyecto radiofónico) mostrando la empresa ACPO, como
emprendimiento cultural y educativo que uso la convergencia de medios para formar a los
campesinos en un período de tiempo en el que la mentalidad de la mayoría de personas estaba
delimitada por la ideología de izquierda o de derecha. Dos, un estudio sobre los años 70 del siglo
pasado en donde la labor de ACPO empieza a tener efectos en estudios como la sociología del
desarrollo rural, la comunicación social. Y finalmente, exploran la idea de cómo ACPO veía a la
comunidad, y estudian la idea del cooperativismo insertado por ACPO como una herramienta
beneficiosa para la economía campesina que realizó un frente de comunicación y educación para
que los campesinos se relacionaran con el Estado, y promoviendo siempre la idea de la educación
para ser libres.
La Fundación Acción Cultural Popular ha continuado su objetivo hasta el día de hoy, de llevar la
Educación Fundamental Integral (EFI) como modelo de educación social a distintos rincones del
país, para transformar y empoderar a las personas con el ánimo de que estas adquieran
competencias y se desarrollen integralmente, esto lo ha logrado a través de los programas:
Escuelas Digitales Campesinas (EDC), Café Valle de Tenza y Tablets para educar que soportadas
por la estrategia de convergencia de medios permiten que el modelo sea flexible, accesible e
incluyente y se adapte a las necesidades de la persona y de la comunidad, respetando su identidad
sociocultural.
46
Escuelas Digitales Campesinas (EDC)
“En 2012 ACPO creó el proyecto Escuelas Digitales Campesinas – EDC con el fin promover el
liderazgo campesino a través de procesos de educación, formación y capacitación, destinados a la
plena inclusión social de nuestro campesinado. El programa aprovecha las tecnologías
disponibles en cada una de las zonas donde hacemos presencia (computadores online y offline;
radio comunitaria, telefonía móvil), medios tradicionales (cartillas, carteles), y, por su puesto,
facilitadores que acompañan los procesos, lo cual garantiza el conocimiento suficiente de la zona
de intervención, el respeto y valoración de las culturas, pueblos y costumbres, para la auténtica
apropiación del proyecto por parte de la comunidad”(Kenny Lavacude; entrevista personal: Mayo
17 del 2017).
El director general de ACPO, Kenny Lavacude afirmó, el 22 de Mayo del 2016 en una entrevista
realizada para la Revista Portafolio, que “las Escuelas Digitales Campesinas se crearon por la
demanda del mismo campesinado, que entiende que no puede haber una inclusión social, sin una
inclusión digital. A través de procesos participativos ACPO identificó la necesidad de los
habitantes rurales de poder acceder a los medios digitales para adquirir conocimiento, y, por
tanto, mejores prácticas tanto para su vida personal y familiar, como para sus procesos
productivos” (Revista Portafolio, 2016).
Vale la pena traer a colación a Castells, quien explica que “la capacidad o falta de capacidad de
las sociedades para dominar la tecnología, y en particular las que son estratégicamente decisivas
en cada periodo histórico, define en buena medida su destino, hasta el punto de que podemos
decir que aunque por sí misma no determina la evolución histórica y el cambio social, la
tecnología (o su carencia) plasma la capacidad de las sociedades para transformarse, así como los
47
usos a los que esas sociedades, siempre en un proceso conflictivo, deciden dedicar su potencial
tecnológico” (Castells; 1998: 7).
ACPO promovió en el año 2016 la campaña “Milagro: Conéctate con el Agro” para que todos los
colombianos donen desde $1.000 en los fondos de recaudo directo, o desde $5.000 en Puntos
Baloto y desde $10.000 en la página web (www.milagro.com.co) sus apoyos para reunir como
meta 500 millones de pesos para final del año 2017. Estas donaciones irán destinadas
directamente a fortalecer y promover la creación de nuevas Escuelas Digitales Campesinas. Es
importante destacar que esta campaña recibió en el año 2016 una distinción al ser premiada como
“mejor campaña integrada de captación de fondos del año” por la Asociación de Fundraisers de
Colombia (AFCOL-FUNDNOVA) y ha tenido mucho respaldo por parte de personas de la
farándula nacional que invitan a las personas a hacer sus donaciones por el campo colombiano.
Las EDC tienen como fin promover el empoderamiento del campesino colombiano a través de la
educación en el área digital, con lo cual además se busca alcanzar su dignificación, inclusión y
desarrollo. Gracias al apoyo y al interés de muchos por hacer pensable y realizable la idea de la
EDC, estas han crecido exponencialmente desde el año 2012, fecha en la que se implementó el
programa, pues para el año 2015, había 5.000 beneficiarios y un año después ya eran más de
13.500 las personas que hacían parte de las escuelas. Actualmente, las Escuelas Digitales
Campesinas están presentes en Antioquia, Boyacá, Caquetá, Cauca, Cundinamarca, Chocó, La
Guajira y Valle del Cauca, en 35 municipios de Colombia y benefician a 22.700 habitantes
rurales entre los que se encuentran campesinos, indígenas y afrocolombianos.
Cualquiera que tenga acceso a Internet puede acceder a las Escuelas Digitales Campesinas, para
hacerlo solo debe ingresar a la plataforma educativa (www.escuelasdigitalescampesinas.org), allí
los estudiantes ingresan con un usuario y contraseña, y pueden descargar los recursos
pedagógicos que el programa pone a su disposición, entre esos recursos se encuentra: el Moodle
donde se ponen los cursos digitales, podcast o audios en formato MP3, cartillas en versión PDF
descargables y videos en formato MP4; adicionalmente, los docentes y líderes cuentan con
materiales de apoyo para que puedan dictar los cursos que se ofrecen en la plataforma.
Las EDC ofrecen siete cursos para la capacitación de las personas, estos son: alfabetización
digital, asociación y empresa, adaptación al cambio climático, comunicación y periodismo rural,
48
conocimiento del medio, liderazgo, paz y convivencia. Estos cursos tienen una duración de entre
20 a 80 horas, y están dirigidos a personas con edades entre los 14- 80 años de edad; siendo el
60% de la totalidad de los estudiantes mujeres campesinas y el mayor número de inscritos entre
los 16-35 años de edad quienes hacen parte de la población económicamente activa. Es
importante mencionar que: “El Estado colabora poniendo a disposición de las EDC los puntos y
kioscos Vive Digital, donde transcurre una parte importante del programa.” (Kenny Lavacude;
entrevista personal: Mayo 17 del 2017).
ACPO cerró el año 2016 con 60 escuelas en 48 municipios en el país y la meta para el año 2017,
para celebrar los 70 años de existencia de la organización, tiene como miras la creación de 10
escuelas más (21.000 personas se verían beneficiadas con estas escuelas). La edición del 25 de
marzo del 2017 de la revista Dinero afirma que los departamentos que planean fortalecer son
Chocó, con nuevas escuelas en zonas rurales cercanas a Quibdó; en el Occidente de Boyacá, en
Valle del Cauca y en el Caquetá (Revista Dinero, 2017).
En la edición del 27 de diciembre del 2016 del periódico El Campesino se afirma que: “gracias al
apoyo de las alcaldías y las entidades que hacen presencia en la región como ACPO,
CORPOCHIVOR y otras más, se ha impulsado y mejorado substancialmente la caficultura en el
Valle de Tenza, en Boyacá. Esto ha traído como resultado la reactivación en la producción del
49
cultivo de café, y ha generado nuevas motivaciones por parte de los productores para capacitarse
y hacer mejoras continuas en sus parcelas a través de la realización de actividades de cosecha y
post-cosecha más adecuadas del grano” (El Campesino, 2016).
En el marco del proyecto, Computadores para Educar; la fundación ACPO inició en el 2015 un
proyecto pedagógico llamado “Tablets para educar” en Sutatenza, Tenza, La Capilla, Guayatá,
Almeida y Garagoa, municipios del departamento de Boyacá. Con este programa se busca
capacitar a los docentes en el uso de tablets como herramienta de enseñanza, impulsando el uso
adecuado de estos dispositivos en el aula y fomentando la calidad de la educación con las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación.
50
“Diagramación de una cartilla para
presentar los programas de ACPO
y logo conmemorativo por los 70
años de trabajo de la
organización”.
Foro 70 años de ACPO (Abril 27 del 2017), con el apoyo de la Escuela de Ciencias de la
Comunicación, tuvo lugar el foro en el auditorio principal de la Universidad Sergio Arboleda.
Entre los ponentes se contó con la participación del ex-director general de ACPO Gabriel
Ramírez Jiménez; Kenny Lavcude Parra, actual director de ACPO; Vigelma Barrera ex
estudiante de los Institutos Campesinos y actual estudiante de las Escuelas Digitales Campesinas
y Juan Carlos Pérez, profesor de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Sergio
Arboleda quien moderó el panel.
Entre los asistentes hubo gran cantidad de exalumnos de los Institutos de líderes, oyentes de
Radio Sutatenza; se contó con la participación de Erasmo Angarita Tovar, director de “ACPO
Vive Radio Sutatenza”, radio comunitaria ubicada en el barrio Potosí de Ciudad Bolívar y ex-
estudiante de las Escuelas Radiofónicas; el médico Luis Alejandro Salas quien fue locutor del
programa radial que pertenecía a la noción "Salud" del proyecto educativo de las Escuelas
Radiofónicas, entre muchos otros personajes ilustres en la vida de ACPO.
El evento fue una oportunidad para el reencuentro y el recuerdo de vivencias dentro de ACPO,
varios de los asistentes tomaron la palabra y contaron muchas anécdotas e historias de vida sobre
su paso por la organización, se realizó una video llamada por Skype para hablar con una lideresa
de una EDC y conocer de cerca el trabajo y el impacto que ha tenido este programa; así el foro
fue construido y enriquecido con la palabra y memoria de muchos de sus protagonistas quienes
con profundo respeto y admiración siempre sonreían al recordar a Acción Cultural Popular.
51
Campaña Tercer MilAgro “Por la educación de nuestros campesinos” (Marzo 13- Junio
04 del 2017). Para reunir los fondos se han dispuesto alcancías ubicadas en parroquias en todo el
país y a través de la página web (www.milagro.com.co). La meta que tiene ACPO para este año
es recaudar 500 millones de pesos en donaciones, superando los recaudos obtenidos en 2015 y
2016, para la creación de diez EDC, y cumpliendo así la meta de terminar el año con 70 EDC.
Concurso Nacional Himno Escuelas Digitales Campesinas (Abril 20-Mayo 18 del 2017)
con el fin de promover la participación de la comunidad educativa de las EDC en la creación del
himno del programa, fortalecer la identidad de la comunidad educativa y reconocer su
importancia como nuevo hito en la historia de ACPO. Las obras son evaluadas por el jurado,
escogido por ACPO que elegirá un ganador de cada departamento donde están las EDC
(Antioquia, Boyacá, Caquetá, Cauca, Chocó, Cundinamarca, La Guajira y Valle del Cauca) para
luego nombrar un ganador nacional.
Familias que cultivan la paz (Agosto 19, 20, 21 del 2017), busca propiciar el encuentro
intergeneracional de líderes campesinos que hicieron parte de las Escuelas Radiofónicas y/o de
las Escuelas Digitales Campesinas en la actualidad, este se llevará a cabo en el municipio de
Sutatenza. En el lugar se reunirán 360 líderes de las escuelas e invitados del sector público y
privado para intercambiar experiencias y saberes campesinos y reflexionar sobre la obra de
ACPO en pro del desarrollo rural colombiano.
52
6.5 Municipio de Sutatenza
“Al levantar los pliegues de su bandera se oyen voces que exaltan su grandeza,
Colombia entera se ufana de su fama y el mundo entero admira su proeza.
Sublime orgullo le llena de importancia mientras sus gentes clavadas en el surco,
labran la tierra y se llenan de esperanza que los proyecta con fe hacia el futuro”.
Himno municipio de Sutatenza
Según el apartado 3.6.1 “Patrimonio cultural y arquitectónico del Esquema de Ordenamiento
Territorial (EOT) del Municipio de Sutatenza del año 1999, el municipio cuenta con una
importante infraestructura arquitectónica que está relacionada con la obra de ACPO, pues durante
la vida de ACPO se construyeron casas, edificios y monumentos como el Monumento San Isidro
Agricultor, el Club La Colina para recreación de los trabajadores de ACPO, los Institutos
Masculino y Femenino y el Centro de Estudios para albergar a estudiantes provenientes de toda
Colombia y también de algunos países de Latinoamérica, entre otras edificaciones.
No obstante, como lo señala la edición del 13 de septiembre del 2016 del periódico El Tiempo:
“los bienes culturales inmuebles que hicieron parte de Acción Cultural Popular se estaban
literalmente cayendo a pedazos, al igual que otras edificaciones en las que tuvo lugar la
organización, algunos de estos como: La plazoleta de banderas, el monumento a San Isidro
Agricultor, los tres pastorcitos, la casa Villa de la Esperanza y el club de la Colina, pasaron a
manos del municipio para ser recuperados, al igual que la casa de la fundación que desde hace
dos años compró el municipio y donde hoy funciona el Museo de Sutatenza y la Casa de la
Cultura. Entre las labores que se vienen adelantando en el Municipio de Sutatenza para
convertirlo en atractivo turístico se han realizado diversos trabajos, como la reconstrucción de las
placas del piso, y que relejen así la época dorada de ACPO” (El Tiempo, 2016).
En mi visita realizada al municipio, el día 19 de mayo del 2017, pude ver que algunas
edificaciones como el Instituto Masculino que funciona como sede de la Universidad Pedagógica,
el monumento en homenaje al campesino colombiano con ocasión de los 25 años de ACPO y el
monumento a San Isidro Agricultor han sido intervenidos por el municipio para preservarlos. Sin
embargo, hay edificaciones con valor patrimonial arquitectónico que no están debidamente
cuidadas y preservadas como los bienes culturales que son. Por ejemplo, el Instituto Femenino
está en ruinas y el Centro de Estudios es cuidado por tres personas quienes se encargan de
cuidarlo y mantenerlo aseado, pero no hay mayor intervención.
53
Doris Martínez, asistente administrativa en ACPO y una de las personas que cuida el Centro de
Estudios, menciona que la falta de recursos provenientes de las entidades territoriales como la
Gobernación de Boyacá o la Alcaldía de Sutatenza han hecho que muchos de los bienes
arquitectónicos que hicieron parte de la obra de ACPO, no puedan ser aprovechados y usados por
la población de la región del Valle de Tenza (Doris Martínez; entrevista personal: 19 de mayo del
2017) y entonces estos bienes quedan a la deriva del polvo, los insectos, los murciélagos y el
olvido de los dirigentes políticos y religiosos del país.
La importancia de preservar la memoria que está igualmente alojada en los bienes culturales
materiales como: los edificios, monumentos y espacios donde tuvo lugar la obra de ACPO,
permite que lo inmaterial cobre vida: las costumbres, los recuerdos, la historia. “La memoria no
puede echarse al olvido porque está en peligro de extinción cuando desaparecen las personas que
pueden transmitirla” (Agencia de Noticias; 2014), es por eso que pensar en políticas
patrimoniales permiten que a lo largo plazo se pueda reproducir las experiencias del pasado
(predecesores) en las futuras generaciones (sucesores) y el recuerdo perviva en lo objetos que
cuentan también historias.
En este sentido, la importancia de conservar las distintas edificaciones hechas por y para ACPO,
permitiría a los colombianos y extranjeros conocer y recorrer los lugares en los que hace 70 años
las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza y el proyecto de alfabetización masiva tuvieron lugar.
Además, a la luz del reconocimiento patrimonial de la UNESCO al archivo documental que
atesora la BLAA, se pone la mirada internacional en un proyecto con dimensiones culturales
enormes para la memoria colectiva que da cuenta de un acervo de “actividades, prácticas y
experiencias históricas en un determinado territorio como escenario vital de realización donde la
memoria colectiva actúa como articuladora de la cultura” (Mincultura; 2005: 32).
Por su parte, Díaz (2010) menciona que los criterios y valores patrimoniales, deben ser apoyados,
con “políticas públicas culturales” efectivas, del gobierno e instituciones no gubernamentales que
reafirmen la gestión de la preservación y conservación de los bienes culturales; sean estos
muebles (que por su uso y tamaño pueden ser transportados como: obras de arte, manuscritos,
documentos históricos…) o inmuebles (un edificio patrimonial, un monumento conmemorativo).
Esta acción se debe dar por medio del establecimiento de leyes nacionales, de tal manera que se
puedan estructurar planes de salvaguardia de los bienes, para posibilitar y dar a conocer la
riqueza del patrimonio cultural “que constituye su manifestación “natural”, incólume al paso del
tiempo y que es preciso conservar” (Homobono; 2008: 58).
55
Escribir y reflexionar sobre la obra de Acción Cultural Popular (ACPO) me permitió pensar y
sobre todo preguntarme de qué manera y porqué esta institución logró el apoyo descomunal que
obtuvo durante tantos años, y cómo fue posible que todo esto se originará en Sutatenza, un
pequeño pueblo de Boyacá, que siendo un municipio de pocos habitantes logró atraer la atención
de presidentes, agencias de desarrollo internacional (BID, AID, BMI), empresas, el Concilio
Vaticano, entre muchos otras instituciones que se pegaban el viaje a conocer el proyecto
radiofónico que estaba revolucionando la forma de educar, pensar, actuar pero sobre todo vivir.
ACPO como institución social, ubicada en el sector educativo, logró innovar con el uso
combinado de medios de comunicación y la importancia de la socialización que llevaron a cabo
los auxiliares inmediatos, como agentes mediadores entre los estudiantes y los contenidos o
nociones que se impartían con ayuda del material producido por ACPO. Durante 1947 a 1994,
tiempo en el que nace y declina el proyecto radiofónico de ACPO, la fundación empleó muchas
personas quienes trabajaron como asalariados o voluntarios, estos funcionarios cumplieron un rol
y se desempeñaron en distintos niveles de las divisiones de las Escuelas Radiofónicas: Radio
Sutatenza (1947) con cinco centros en diferentes capitales del país, Editorial Pio X (1955) que
luego se llamó Editorial Andes, produjo el periódico El Campesino, la Biblioteca El Campesino y
una variada colección de cartillas, carteles, libros de apoyo; el Disco Estudio (1961), los
Institutos Campesinos (1954, 1956, 1962) en Sutatenza, Boyacá y Caldas, Antioquia; ACPO
Móvil (1974); en la Dirección General integrada por las Oficinas de Planeación y la de
Relaciones internacionales; la División Cultural, y en diferentes oficinas regionales.
ACPO se consolidó como industria cultural y educativa “al conjugar creación, producción y
comercialización de bienes y servicios basados en contenidos intangibles de carácter cultural”
(Mincultura; 2010:2). Además, ACPO creó distintas empresas que ofrecieron productos de
servicio centrados en la educación no formal y que tuvieron como objetivo impartir la Educación
Fundamental Integral (EFI), para que las personas, especialmente los adultos campesinos
adquirieran habilidades y aprendizajes para la vida, para ser libres y empoderarse por sí mismos.
Adicionalmente, esta industria, siempre se ingenió mecanismos para obtener recursos como la
campaña “un libro por un huevo”, “MilAgro por el campo” que permitieron, además de los
apoyos que recibía, producir en masa los materiales pedagógicos que uso a lo largo de 47 años.
56
Sin duda alguna, las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza tuvieron éxito porque la idea y vocación
que tuvo Monseñor José Joaquín Salcedo, fueron la estrella para el proyecto. Pero también, es
importante señalar que el contexto sociopolítico en el que se enmarcó su nacimiento, permitió
que muchas agencias de desarrollo, empresas privadas y países se interesarán por conocer lo que
parecía un experimento social en un pequeño pueblo de Colombia; en un país en el que el clímax
social estaba siendo permeado por la violencia, y en un momento en el que el mundo parecía en
blanco y negro, pues había quienes defendían el capitalismo o el socialismo. Por eso, pensar en
educar y alfabetizar a los campesinos se veía como una solución que evitaría el contagio de ideas
socialistas que estaban teniendo lugar en Latinoamérica como en Cuba (1952) y Chile (1973).
Esta industria cultural y educativa, según Bernal (en Banrep; 2012): “fue la institución de
educación no formal más grande, de mayor duración y de mayor extensión que ha existido, no
solamente en América latina, sino en el mundo entero” y su importancia radica en que innovó en
la creación de una teoría sobre el desarrollo social y humano basado en el enriquecimiento
espiritual; en la creación de un movimiento cultural, en la integración de los medios de
comunicación de la época para llegar a donde muchas veces el Estado no iba, pero sobretodo el
mayor logró es que se convirtió en símbolo para muchas personas quienes vieron en ACPO, una
oportunidad para ser, para valerse por sí mismos, para aprender y salir adelante. Por eso, en mis
asistencia a diversos eventos, en las entrevistas que realice, en los documentos y libros que
revisé, es común que el recuerdo y el agradecimiento que el proyecto radiofónico dejó, perviva en
el corazón pero sobre todo en la mente de quienes lo vivieron, construyeron y aprovecharon.
Es por estos recuerdos, por la experiencia histórica y por la memoria colectiva que el archivo
documental de ACPO (que atesora la Biblioteca Luis Ángel Arango desde el 2008) haya sido
reconocido en el año 2013, por la UNESCO en el “Registro Memoria del Mundo América Latina
y el Caribe”. Pues los objetos del archivo, reflejan las costumbres, las normas, las conductas
sociales, los valores, el acceso a la cultura y a la educación, todo lo que distinguía a la población
colombiana en casi 50 años, que ahora es reconocido como riqueza cultural mundial. Al respecto,
Kenny Lavacude, Director General de ACPO, señala:
“El reconocimiento es muy merecido para un proyecto educativo que revolucionó la educación y las
comunicaciones en Colombia y en parte del mundo. Además, este proyecto tuvo la gran originalidad
de haber sido dirigido a habitantes rurales, una población históricamente olvidada y oprimida, víctima
de fuegos subversivos, paraestatales y estatales. Por lo general un reconocimiento de esta naturaleza es
57
el fruto del reconocimiento que ya tiene por parte de la población. Se presenta la paradoja de que la
gente (sobre todo los mayores de 40 años) reconocen el legado de ACPO / Radio Sutatenza, pero no
valoran o no conocen el reconocimiento de la UNESCO” (Kenny Lavacude; entrevista personal: Mayo
17 del 2017).
Es por esto, que este estudio tuvo como objetivo ahondar en los significados culturales y sociales
que tiene el reconocimiento patrimonial, para el municipio de Sutatenza y Colombia. Y sobre
todo este trabajo es una invitación a visualizar la memoria viva, pues el reconocimiento otorgado
por la UNESCO pone un precedente para que el Estado Colombiano impulse y concentre
esfuerzos en el objetivo de que el archivo documental de ACPO sea reconocido como Patrimonio
Documental de la Humanidad, y los bienes culturales muebles e inmuebles que hicieron parte de
esta obra, sean protegidos y usados en pro de fines educativos; pero sobretodo se mantenga vivo
el legado de esta industria cultural que refleja los rasgos materiales e intelectuales que han
contribuido a la formación de la identidad, la memoria colectiva y el sentido de pertenencia de las
comunidades en los territorios en el cual construyen su vida.
Muchos conocieron el potencial que tuvo ACPO en el pasado, y por eso se decidió poner en
marcha y reactivar la fundación que desde el 2012 viene trabajando en los proyectos “Escuelas
Digitales Campesinas (EDC)”, “Tablets para Educar” y “Café, Valle de Tenza”. Estos proyectos
buscan la trasformación del país y ponen en el centro a la educación como medio para alcanzar la
paz promovida desde los territorios rurales y empoderando a las personas que allí habitan, y cabe
preguntarse si de alguna manera estas experiencias educativas pueden convertirse en proyectos e
iniciativas claves para alcanzar la paz y la reconciliación, en el marco del post acuerdo y que
permitan a las personas que no aun no han podido acceder a la educación, hacerlo a través de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación; y así, acceder y contribuir al modelo
educativo de transformación social, como el originado hace ya 70 años por Monseñor José
Joaquín Salcedo, que transformó el campo en escenario sonoro y a los campesinos, en
protagonistas de sus diversas producciones.
58
8. Referencias
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64
Anexo 1: Certificado otorgado por el Comité Regional para América Latina y el Caribe a la
Biblioteca Luis Ángel Arango
65
Anexo 2: Línea del tiempo- Acción Cultural Popular
66
una evaluación de la labor e impacto de las Escuelas
Radiofónicas.
29/06/1958 -Primera distribución periódico El Campesino, titulado: “Un
semanario al servicio y en defensa de los campesinos de Colombia:
Colombia”. Creación Juntas
- Se inaugura el Edificio Cardenal Luque, en la calle 20 con la de Acción
carrera 10 en Bogotá. Comunal
19/02/1959 Se realiza el “I Seminario de Estudios sobre Problemas Rurales: (1958)
Organización Campesina y Educación” con asistencia del
presidente Alberto Lleras Camargo.
07/04/1959 Se inician los trabajos de las cinco nociones de la EFI que
llevarían a la publicación de las cinco cartillas básicas.
29/06/1959 Se suscribe contrato de servicios entre el Gobierno de Lleras
Camargo y ACPO.
24/10/1959 ACPO publica su folleto “Las juntas veredales en comunidad
parroquial”, documento que fomentó la Acción Comunal y
contribuyó a la creación de las primeras organizaciones de este
tipo.
07/04/1960 Iniciación del estudio de las cinco cartillas de la EFI.
09/01/1961 Llegan los primeros 10.000 receptores transistorizados marca
Phillips y se inaugura la prensa de discos de ACPO.
28/05/1961 El periódico El Campesino crea la separata especial: “Reforma
Agraria Integral”.
11/12/1961 Se inauguró la prensa de Discos de ACPO. Colombia:
11/10/1962 Se inaugura el Instituto de líderes para hombres en el municipio Alianza para el
de Caldas en Antioquia, con capacidad de 150 alumnos, progreso
dirigido por los Hermanos de la Salle (1961-1970)
29/01/1962 Se entregan gratis a los estudiantes de las Escuelas
Radiofónicas las primeras 500.000 cartillas de las cinco
nociones básicas, en ceremonia presidida por el presidente de la
república Alberto Lleras Camargo.
--/07/1962 Inicia el curso especial de cinco meses para ex alumnos en el
Instituto de Líderes para hombres.
02/08/1962 Se inaugura Radio Sutatenza en Medellín con 10 kilovatios de
potencia.
-Inició el servicio de 43 líderes en 42 zonas rurales, 164
11/02/1963 pueblos en 12 departamentos.
-Llegaron a Bogotá los primeros 100.000 radiorreceptores
transistorizados japoneses marca Toshiba.
20/07/1963 Se iza por primera vez, junto al pabellón nacional, los símbolos
oficiales de ACPO (bandera, escudo, himno).
13/09/1963 Se realiza el Primer Congreso Latinoamericano de Escuelas
Radiofónicas, con 170 delegados y 44 observadores de 22
países. De allí, nació la Confederación Latinoamericana de
Educación Integral (COLEFI) y la creación del Instituto
Latinoamericano de Comunicación de Masas
29/02/1964 Radio Sutatenza premiada como la mejor emisora cultural de
67
América Latina por la Red de Emisoras del Movimiento
Dependiente de la Falange Española.
--/04/1964 Monseñor Salcedo fue designado por la UNESCO como Colombia:
miembro del comité asesor de la Campaña Mundial de Surgimiento
Alfabetización que sesionaba en París. guerrillas
-Monseñor fue invitado por Fidel Castro varias a veces a Cuba, FARC-EP y ELN
para conocer los programas educativos, pero siempre declinó la (1964)
oferta.
02/06/1964 Se hace un reconocimiento al mérito por la obra de ACPO en la
Universidad de Fordham (NYC)
29/08/1964 Se inaugura la Biblioteca del Campesino en Sutatenza y se hace
el curso especial para secretarias regionales.
20/03/1965 Monseñor Salcedo, recibe en la Iglesia de San Francisco de
Tunja. Por parte de Arzobispo Ángel María Ocampo, los títulos
y dignidades de “Protonotario Apostólico” (Monseñor),
conferido en Acta apostólica por el papa Paulo VI.
02/06/1965 El gobierno de Guillermo León Valencia (1962-1966) dicta el
decreto N°0135 y establece la celebración del día del
campesino.
29/08/1965 Se inauguró la Biblioteca El Campesino en Sutatenza y
campaña “un libro, por un huevo”, acto en el que participó el
Embajador de Alemania Oster Mann Van Roth.
20/10/1965 XI aniversario del Instituto Campesino Masculino en Sutatenza,
entrega de un busto en homenaje al reverendo Idinael Enrique,
miembro de la asistencia técnica de la UNESCO y el primer
director del Instituto.
1966 Inició la Organización Regional de ACPO en 20 ciudades para
el cubrimiento de todas las regiones del país mediante equipos
integrados por una secretaria regional, un líder regional y un
equipo de líderes locales. Colombia:
27/05/1967 Inició la campaña San Isidro Agricultor como símbolo del Creación de la
hombre nuevo del campo latinoamericano y se inauguró, junto ANUC
con el presidente Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), el (02/05/1967)
monumento a san Isidro en el municipio de Sutatenza, que fue amparada en Ley
esculpido por el maestro Luis Alberto Acuña. 135 de 1961 o la
23/08/1968 Se realizó el encuentro campesino con el papa Pablo VI y el Ley de Reforma
presidente Carlos Lleras Restrepo en Mosquera, Agraria que fundó
Cundinamarca, se inauguró y bendijo el nuevo transmisor de al Instituto
250 kW y salieron al aire, las cinco emisoras del Sistema de Colombiano de
Radio Sutatenza con una potencia de más de 750 kW. Reforma Agraria
1969 Monseñor Salcedo viaja a New York, EEUU, a reclamar el (INCORA)
Premio Maria Moors Cabot de la Facultad de Periodismo de la
Universidad de Columbia por el periódico El Campesino.
29/03/1969 Se pusieron en funcionamiento los nuevos equipos de Radio
Sutatenza y se publicó el libro "ACPO - Radio Sutatenza
Programación 1969” conocido como el libro rojo.
15/03/1970 El Instituto para el Desarrollo de la República Federal de
68
Alemania evaluó positivamente el trabajo de ACPO y donó una
prensa rotativa de impresión marca “Albert Frankenthal” para
el periódico El Campesino.
02/05/1971 Visita en Sutatenza del director general de la UNESCO René
Maheu en compañía de destacadas personalidades
internacionales.
21/05/1972 La Institución cumple 25 años y recibe la Cruz de Plata de la Colombia:
Orden de Boyacá por parte del presidente Misael Pastrana Aumenta
Borrero (1970-1974). migración campo-
9-13/01/1973 Algunas Universidades de Colombia y EEUU, expertos en ciudad
comunicación y representantes del gobierno, realizaron la
primera visita exploratoria sobre educación No Formal.
1974 -Se inicia el programa de Concentraciones de Desarrollo Rural
financiado por el BMI.
28/04/1974 Visita a Sutatenza del director general de la UNESCO Mahtar
M’Bow, el ministro de Educación, Juan Jacobo Muñoz, y el
coordinador del Proyecto Colombia-Unesco, Gustavo Malek.
Se realizó una mesa redonda para facilitar el diálogo del
Director de la Unesco con trescientos jóvenes campesinos.
30/05/1974 Holanda entrega a ACPO, un moderno laboratorio móvil de
comunicaciones, (impresas y audiovisuales), para trabajar en
las poblaciones rurales denominado ACPO Móvil.
El presidente Alfonso López Michelsen (1974-1978) y el
Ministro de Educación, Hernando Durán Dussán, suspendieron
los contratos por servicios de enseñanza que ACPO prestaba al
gobierno, con fondos de AID, BID, BMI.
1975 Monseñor Salcedo se va del país por amenazas contra su vida, y
sigue asumiendo la dirección general hasta 1987. Colombia:
1976-1979 ACPO recibe recursos de AID para evaluar y perfeccionar las Surge el
metodologías educativas de la educación no formal. Programa Escuela
--/05/1980 El director general del SENA visita ACPO en misión de Nueva (1975),
cooperación e intercambio para servir al pueblo colombiano. impulsado por el
11/10/1981 El presidente Julio Cesar Turbay Ayala (1978-1982) visitó Estado como un
Sutatenza e inauguró el Centro de Estudios. modelo de
educación formal
12/11/1985 ACPO recibe premio Metropolitano del Gobierno de Tokio en
dirigido a los
la categoría educación de adultos con el programa radial
habitantes rurales.
“vivamos mejor”.
Intentos de revitalizar a ACPO en el gobierno de Belisario
Betancur Cuartas (1982-1986) mediante la Campaña de
Instrucción Nacional Camina, y la creación de la Universidad a
Creación del Plan
Distancia.
Nacional de
1987 ACPO dejó de recibir ayuda económica tanto del Gobierno
Alfabetización
como de las entidades internacionales, tenía deudas con varios
Participativa
bancos y con la Federación Nacional de Cafeteros.
(PAP) Decreto
17/02/1989 La cadena radial pasa a manos de la cadena comercial Caracol
1633 de 1983-
y el dr. Luis Alejandro Salas, Director de la División Cultural
de ACPO, despide la última transmisión de Radio Sutatenza.
69
01/03/1989 Premio UNESCO de Comunicación Rural otorgado a ACPO. El MEN impulsó
05/06/1990 La Junta Directiva de ACPO, aprobó la venta de la Editorial acciones para
Andes a la Editorial Presencia, que después crea Impreandes. mejorar la calidad
16/09/1990 Última edición de El Campesino con la edición número 1.635. y ampliar la
13/06/1993 Cierre de los Institutos Campesinos para Mujeres-Hombres. cobertura
02/12/1994 Muere Monseñor Salcedo en Miami, EEUU. Sus cenizas fueron educativa con
colocadas en el monumento a San Isidro Agricultor, de recursos:
Sutatenza. Programa de
2008 Donación del archivo documental de ACPO a la BLAA. Desarrollo Rural
23/08/2012 ACPO reinicia operaciones en el país haciendo uso de las Integrado.
nuevas tecnologías y las TIC, con el proyecto Escuelas Plan de
Digitales Campesinas, Tablets para educar y Café, Valle de Fomento
Tenza. Educativo para
10/07/2013 Acto de bendición e inauguración de las nuevas oficinas de áreas Rurales de
ACPO, ubicadas en la calle 26B Nº 4A-45 en Bogotá. municipios
28/08/2013 El periódico El Campesino revive a través de Internet como una pequeños y
plataforma digital con el objetivo de facilitar acceso al escuelas urbano-
conocimiento y participación ciudadana del campesinado. marginales.
-Nace el programa radial Mundo Rural, que se produce y
transmite gracias a la alianza de ACPO con la Universidad
Sergio Arboleda.
23/10/2013 La colección documental de ACPO entra en el Registro
Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe.
(Reconocimiento patrimonial hecho por la UNESCO).
06/09/2015 Nace la emisora “ACPO Vive Radio Sutatenza” en el barrio
Potosí de Ciudad Bolívar en Bogotá, en cabeza de Erasmo
Angarita Tovar, exestudiante de las Escuelas Radiofónicas.
01/06/2016 Lanzamiento campaña “MilAgro, Conéctate con el agro” en
la Pontificia Universidad Javeriana, para recaudar fondos en
favor de la educación campesina a través de las TIC y los
medios de comunicación comunitarios.
04/11/2016 ACPO es incluida por las Naciones Unidas en Pacto Global
por apoyar los diez principios en materia de derechos
humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-
corrupción, así como contribuir a la consecución de los ODM.
07/12/2016 Premio AFCOL FUNDNOVA a MilAgro por mejor campaña
integrada de fundraising desarrollada por una ONG
22/12/2016 ACPO logró certificarse con la entidad Bureau Veritas en la
norma ISO 9001: 2008. La consecución de la norma equipara
a ACPO en gestión de procesos a las grandes organizaciones
internacionales.
2017 Celebración cumpleaños número 70 Fundación ACPO.
23/05/2017 Exposición en la BLAA: Radio Sutatenza: Una revolución
cultural en el Campo Colombiano (1947-1994) en la que se
dará a conocer el archivo documental de ACPO y la
importancia de este para la memoria e identidad colombiana.
70