La Espiral Del Amor

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LA ESPIRAL DEL

AMOR
WK.ADAMS

1
“El primer amor nunca se olvida”

Caminos separados.

2
Hoy es el último día, ese día esperado durante tanto tiempo. Aún

recuerdo los momentos en que reía junto a mi familia o con mis amigos,

esos momentos en que estaba triste y nunca estuve sola porque en mi

naufrago siempre me acompañaron personas importantes, ellos llenaron

mi existir de felicidad, amor y comprensión que hasta el día de hoy

nunca me ha faltado; hoy en el día de mi graduación podría decir que

soy la persona más feliz del mundo.

Mamá está a mi derecha y como siempre con cara de fastidio, eso es

habitual en ella y más desde que comencé a salir a fiestas y dejar de ser

una adolescente aburrida, ella trata de disimular lo desanimada que está

pero solo logra verse peor; por otro lado esta papá, el trata de controlar

su necesidad de tabaco que lo abruma, es visible por su incontinencia

de preguntar la hora cada cinco minutos y no parar de hablar de lo que

me puede esperar en mi vida próxima; también está mi dulce hermana

que nunca deja su celular, pero por ser hoy un día tan especial y único,

ella está en solo disposición mía, pero tan solo hace falta una parte

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importante de mi vida (Chris) mi novio desde hace dos años, la persona

con la que quiero pasar el resto de mi vida, la persona con la que tuve

discordias desde un comienzo, pero cuando dejamos a un lado la

negación y nos permitimos conocernos mejor, supimos que hubo y hay

una fuerza que nos atrae locamente, el problema es que hace dos hora

no hablo con él y eso me preocupa.

Busco con la mirada en las sillas de más adelante para estar segura

de que no está en el asiento equivocado, pasan algunos minutos y

comienzo igual que mi padre a consultar la hora. La ceremonia de

graduación da comienzo, me exaspero a tal punto de dejar mi puesto y

caminar por el sendero de sillas. No sería lo mismo graduarme sin la

persona con la que quiero estar; antes de llegar al otro extremo de las

sillas, el director enciende el micrófono para dar inicio a la ceremonia,

todos se colocan de pie y de inmediato salgo del sendero, al quedar

fuera de las personas que se colocaron de pie, unos brazos se

extienden por mi cintura y sin más preámbulo doy un giro y completo

esta acción con un beso; Chris siempre le gusta sorprenderme y es eso

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lo que más me encanta de su forma de ser, a parte de su sonrisa y ojos

que considero perfectos.

-¿Ibas a algún lado? - Pregunta.

-Sin ti, nunca… - volvemos a besarnos y luego regreso junto con

Chris al puesto que nos corresponde, mientras Chris me sigue no evito

buscar con la mirada a su padre y hermana. Llegamos frente a mi madre

y lo saluda con testarudez, mi padre sin darle demasiada importancia le

extiende la mano, mi hermana por otro lado lanza una sonrisa pícara,

hasta que finalmente llegamos a nuestros puestos.

- ¿Dónde está tu padre y tu hermana? - no hizo falta que preguntara

porque ya están acercándose, ellos saludan a mis padres y cuando

pasan en frente de nosotros un olor horrible a cerveza putrefacto que

quita el puro aire, se extiende dejando el ambiente como si se hubiera

regado cerveza hace una semana, ellos llegan a los puestos asignados,

miro a Chris y disimuladamente le pregunto a que si su padre estuvo

bebiendo de nuevo (la pregunta fue más bien una afirmación) Chris

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asienta con cara de pena y tristeza así que no hago más preguntas.

Desde que murió la madre de Chris, su padre se llevó directo a la

miseria, tristeza y dolor a tal punto de convertirse en un alcohólico, su

hermana sufre de depresión, lo cual hace que Chris sea un pilar

fundamental su familia.

Comienzan a nombrar para seguir por el diploma, la ceremonia dura

dos horas y quien da el discurso es mi mejor amiga (Isabela) por poco

lloro, pero me recuerdo que estoy en lugar público, aunque no sería la

única con esta incesable nostalgia; extrañare a Isabela por cada

momento alegre que me dio, de mis mejores recuerdos es haberle

hecho aquella broma a mi exnovio por ser un idiota o el habernos

escapado de casa durante tres días para ir a un concierto que resulto

aburrido, mejor dejo de pensar en eso porque las lágrimas están al

borde, tan solo me permito sonrisas que reflejan melancolía: y por

último, algo que también agradezco a Isabela es haberme presentado a

Chris. Ahora que vamos a ir por caminos separados no sé si la volveré a

ver, si nuestra amistad siempre será igual de fuerte, si volveremos a

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hablar con la misma confianza, la añoranza me inunda y lo único a lo

que me puedo aferrar es a mi optimismo, pensando que nuestra amistad

no cambiara mucho y que aun contaremos con alguien en quien acudir

cuando nada vaya bien. Terminado su discurso, agrega unas palabras

que me juro nunca olvidar.

-No seamos idiotas y vivamos al máximo.

Todos se levantan y aplauden, hasta el padre de Chris de una manera

bruta, las últimas palabras no son muy bien tomadas por algunos,

aunque su significado sea lo ideal para entender lo aburrida que puede

ser la vida adulta y estas palabras fueran como una invitación a ser feliz

sin límites; algunos lloran y otros se limitan a sonreír o sentir melancolía

que se convierte en tristeza. Al final todos votan el birrete excepto Chris

y yo que lo intercambiamos, me gustaría darle otro beso, pero me limito

a susúrrale al oído de forma picara, tapo con su birrete nuestros rostros

y agrego.

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-Cómo vamos a celebrar – se me sale una risita coqueta y Chris

completa mi comentario - siendo felices de hoy en adelante.

- ¿Es una promesa?

- Es una verdad – su respuesta me deja absorta, sin importar mi

alrededor lo beso con excesiva pasión, disfruto cada parte de sus labios,

me deleito en lo suaves y carnosos que son, esa parte que conozco

muy bien desde hace dos años; el momento es lo que vale y esto es de

las cosas que agrego a mi lista de lo que no debo olvidar, los brazos de

Chris me envuelven y por un momento me preocupa la reacción de

mama, pero luego recuerdo que ya no soy una niña y que este beso

significa mucho para mí.

Cuando todos comienzan a irse me despido de Isabela con un gran

abrazo como si fuera el último y como consuelo nos decimos –

volveremos a vernos –

-Me llamas…- la miro y luego sonrío aunque mi corazón refleje lo

contrario a felicidad total-es enserio mujer.

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-Creo que siempre seremos las amigas inseparables, no te

preocupes- volvemos a abrazarnos y por su aparte se aleja con el

pretexto de que debe ir con su familia, pero solo se yo, que lo hace para

no llorar, pues Isabela es de las personas que no les gusta reflejar el

sentir del corazón.

Me despido de Chris, aunque en la noche vamos a vernos, pero mis

padres no deben saberlo y si le digo a mi hermana no tardara en

delatarme. Ya en el auto papá conduce un poco rápido debido a que su

incontinencia por el tabaco ha aumentado.

-Papa… calma un poco- estaba mirando por la ventana, esperando la

noche con gran entusiasmo hasta que la velocidad hizo que volviera a la

realidad.

-Tranquila que tengo el control- hago caso omiso y vuelvo a mi

mundo.

Todo sucede muy rápido, un gran choque me envía hacia adelante y

luego me devuelve, pareciera que fuera una muñeca que se puede

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mover cuantas veces quiera, mi madre que va en la parte delantera grita

muy fuerte en este estruendo, tan solo alcanzo a ver como mi padre se

sale de su cinturón y va a dar en frente de mama, mi hermana está en la

misma situación desastrosa que yo, pero la rapidez con lo que sucede

este momento tan espantoso solo me permite gritar una vez. Sin

ninguna salida… demasiado adolorida y mareada para moverme quedo

quieta esperando a morir o que fuera rescatada por alguien, aunque la

fuerza mental se va y la remplaza la oscuridad, lo último que veo es la

imagen de una joven tendida en el suelo, en adelante me sumo en el

vacío extenso y tranquilo donde puedo descansar de ese dolor de hace

rato pero de ahí en adelante todo comienza a perder sentido.

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La verdad

Capítulo 1

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Estoy sentada en el comedor esperando a Jackson para la cena,

nuestra cita, pero debió olvidarlo de nuevo, la luz de la vela escasea, la

cena esta fría y mi corazón está hecho añicos, trato de imaginarme cual

es la excusa que inventara para saldar su error. Comienzo a caminar por

el comedor luego paso a la sala y me dirijo al piano, comienzo a tocar

una bella melodía que no sé cómo la aprendí, lo único que recuerdo es

que mama me convenció de tocar el piano y lo que toque fue esta pieza

tan brillante, de poco agrado para mama. Esta pieza la toco de

maravilla, pero lo más sorprendente es que es solo es mía, porque al

ver este hallazgo de mi pasado quise indagar sobre mi pieza y no

encontré nada parecido; su sonido es tranquilizador y por un momento

me hace olvidar que estoy triste, molesta y desdichada.

Perdí la noción del tiempo, pero por lo visto ya llego Jackson, sus

manos frías y duras tocan mi espalda dejando tras de sí un rastro

desagradable, es como si por este corto momento fuera como un

desconocido para mí, su aroma no es demasiado inspirador de amor a

como recuerdo después de mi accidente, dejo de tocar el piano y giro a

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tal punto de que nuestras miradas se crucen, aunque haya poca luz

Jackson se percata de mi mirada asesina , sus ojos verdes penetran de

tal manera que tratan de envolverme, estoy esperando una excusa

razonable porque el trabajo en nuestra relación acaba la pasión, pero lo

que recibo es un beso que para mí tiene un sabor amargo.

- ¡Hola! - Saluda efusivamente.

- la cena esta fría – mi afirmación es incómoda para él y dolorosa para

mí.

-Disculpa…- dice con la cabeza abajo, eso solo hace que me moleste

mucho más, porque cada vez que comete un error, algo que frecuenta

desde hace un año lo justifica con su constante olvido- el trabajo de

oficina… no volverá a pasar- estas clases de promesas que he creído

una y otra vez, pero hoy es diferente porque se suponía que es nuestro

aniversario (pienso muy molesta)

-¿Si quieres sigue trabajando?- mi indirecta y mis gesto son suficiente

para causar culpa extrema a mi prometido, subo a la habitación sin

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hacer caso de su presencia, quisiera esconderme y llorar, no sé cuánto

puedo aguantar esta falta de amor y más cuando me ha propuesto

matrimonio, no sé en qué estoy pensando, pero de lo que si estoy

segura es que nada se parece a como me han dicho de lo que fui y con

quien estuve antes del accidente.

Camino por la habitación en busca de algo que me distraiga, pero

nada, la amargura y el pensamiento siempre lo he dicho, son algo que

busca destruir el corazón; la luna en esta noche es mi única compañía

porque seguramente Jackson estará en su oficina, mi indirecta no fue lo

suficiente para que pensara en cómo me siento y que tome algo de

culpa por las contadas veces que en que me ha dejado plantada en una

cita, si es de esta forma en cómo va nuestra relación podría ser que

también me deje en el altar por su trabajo que necesita demasiada

atención, me siento en la cama deseando que en mi miserable vida haya

un poco de felicidad, pareciera que fuera una princesa en apuros

esperando por el “el amor verdadero” que nunca llegará, paulatinamente

voy quedando dormida, la luz de la habitación me sobresalta, miro hacia

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la puerta y ahí está Jackson colocándose el pijama, debería estar

molesta pero el cansancio es abrumador y no tengo ganas de discutir,

me levanto y me coloco la pijama, pero en un lugar apartado donde

Jackson no pueda utilizar el contacto como modo de disculpa; luego de

estar preparada para ir a dormir, pienso en una decisión que puede

significar mi malgenio denotado, estoy entre ir a la sala o dormir junto a

mi novio… opto por ir a la sala.

-¿A dónde vas?- pregunta con su voz suave para que caiga en su

juego.

sin explicación y muy decidida, salgo de la habitación con una manta

que saque del closet , bajo las escaleras con un poco de miedo porque

hace un año alguien entro en la casa y se escondió en la cocina

mientras estaba en el piano, Jackson estaba viajando así que cuando fui

a dormir, esta persona intento asesinarme pero mis gritos fueron

suficientes para alertar a los vecinos y llamar a la policía, desde

entonces me cercioro de que el apartamento sea seguro, paso primero

por la cocina, luego el comedor y por último la sala donde sin más

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preámbulo me acuesto en el frio mueble, podría decirse que estoy sola,

porque la presencia de Jackson es ausente y dolorosa, mis aptitudes

son fruto del frio y lejano amor que afronto en estos momentos.

A la mañana siguiente despierto un poco mal, la cadera me duele y la

cabeza me da vueltas, el frio recorre mi cuerpo y entumece partes del

mismo (me pregunto por qué la calefacción no sirve) me dirijo hacia el

termostato y compruebo que todo está en orden con este aparato, pero

por lo visto alguien o dándole nombre (Jackson) bajo el termostato, de

seguro para incomodarme y que volviera a la cama, y por lo visto su

estrategia no funciono, las razones por las cuales no sentí tal frio es mi

sueño pesado, el cansancio y mi orgullo. Vuelvo al mueble tras haber

subido el termostato, cuando me siento, un pequeño rayo de luz alcanza

a penetrar mi cuerpo pálido, me levanto y dirijo mi mirada a las

escaleras donde ya está bajando Jackson con su traje formal y tratando

de colocarse bien la corbata, se dirige dónde estoy y cruzamos miradas,

mi primer saludo de la mañana es una mirada que incide culpa, luego él

sonríe como si nada hubiera sucedido la noche anterior, para molestia

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mía. Dirijo la mirada a la cocina en busca de algo para no prestar

atención y me siento de nuevo, pero me resulta imposible evitarlo

porque Jackson se sienta a mi lado y por fin comienza a hablar.

- ¿Podrías ayudarme a colocar la corbata?

- Si… buenos días – con tal sarcasmo le restriego una parte de mi

sentir, aunque lo ignora como lo hace siempre, le ayudo a colocar la

corbata solo para que se vaya rápido y poder disfrutar de la misma

soledad que siento aun cuando está el.

-Gracias…- dice con ese tono encantador, pero utilizo mi orgullo e ira

como una armadura para dejar claro que nada se ha arreglado- y

disculpa por lo de anoche, sé que te he fallado demasiado.

-Deberías irte…- digo más calmada- ya es tarde.

Solo se levanta y camina hacia la puerta, pero antes toma sus llaves y

me dedica una última mirada de culpa.

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Luego de su partida me dirijo a la cocina y como es habitual enciendo

la cafetera, mientras el café gotea lentamente leo la revista (Critic’s

magazine) y en top uno está la empresa para la cual trabajo “Urban

Fashion” según el artículo; cuando la tomo veo que bajo esta hay una

caja muy pequeña de un azul oscuro y pulcro, la curiosidad me mata y

decido abrirla, cuando ya está al descubierto encuentro una nota que

dice “En el amor hay siempre algo de locura, pero también hay siempre

en la locura algo de razón” (Friedrich Nietzsche) es obvio que lo debio

haber dejado Jackson, pero eso no cambia el hecho del cometido de

ayer, mi mente trata de justificar lo sucedido pero al final decido leer la

revista y dejar a un lado todo el tema que me tiene molesta.

La moda de verano llega con “Urban Fashion” el año


pasado nos sorprendieron con muchos vestidos exóticos,
sus diseños únicos y exclusivos alcanzaron el top uno de
la moda, esos colores que resaltan con todo. Además, la
originalidad de Charlotte en cada vestido y traje lleva una
marca de moda verdadera, este año la prensa espera que
sorprenda al público, con sus verdaderos diseños de
verano.

Critic’s magazine

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La cafetera termino su proceso y seguido sirvo una café el cual lo

acompaño con una tostada, termino mi desayuno que permitió paso a un

breve estiramiento para comenzar la mañana y luego subo a la

habitación, antes de pasar a la ducha elijo un vestido, ¿llevo el rojo?, o

¿el amarillo?, o ¿el azul oscuro? Me decido por el azul oscuro ya que

este combina con la mañana fría y amarga que no corresponde a nada

de lo que tenía pensado, paso a la ducha y al tocar el agua me relajo un

poco, aunque mi mente me hace meditar acerca del suceso de ayer,

comienzo a formularme preguntas como: ¿Jackson me ama?, ¿soy feliz

junto a él?, ¿me equivoque frente a lo que sentía por él? ¿Por qué

acepte su propuesta de matrimonio? dejo de divagar en mi mente y

salgo de la ducha, me seco el cabello y masajeo mis sienes, miro mi

reflejo en el espejo y para ser muy optimista, me digo que hoy será un

buen día, salgo del baño y me dirijo hacia donde deje el vestido, me lo

coloco y con un poco de maquillaje, no muy evidente termino de resaltar

mi presentación, busco unos tacones no muy altos y doy con un par que

compre hace un mes, al final del día voy a terminar con mis pies

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adoloridos pero no hay tiempo para buscar otros, además son negros y

combinan con mi vestido. Tomo mi bolso y salgo rápidamente, mientras

camino hacia el ascensor saco el celular, tengo tres llamadas perdidas

de Sophie, de seguro está desesperada esperándome; cuando ya estoy

en la planta baja miro la hora y me apuro más.

Al llegar a mi auto enciendo rápidamente, tomo rumbo a la casa de

Sophie. la ciudad de New York es un mundo gris y sus calles aún no

están infestadas de autos, es una gran ventaja, pero si no apuro me

tomara el tráfico, atravieso la avenida principal hasta llegar al centro y

luego esperar un poco de tráfico para poder adentrar los edificios y

llegar donde Sophie, solo a dos manzanas para llegar a su casa, pero

no es necesario seguir porque desde la esquina del costado derecho de

American Cappuccino puedo ver que esta con alguien, de seguro

coqueteando, es la primera impresión que me da. Es un hombre guapo,

alto de ojos azules, con un Blazer azul oscuro, Sophie me dirige la

mirada queriendo decir – ven – no tendría sentido que coqueteará a

alguien que apenas conozco, además ya estoy comprometida, Jackson

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podrá no ser la mejor pareja, pero sé que aún hay amor en el – lo estoy

justificando – pienso. Salgo del auto con el único objetivo de traer a

Sophie, tras haberle hecho varias señas que ignora y de seguro para

que me acerque, algo que me quita más tiempo.

Me acerco y divago en mi mente tras haber detallado más al hombre

que está hablando con Sophie, siento como si lo conociera desde hace

mucho tiempo, sus rasgos se me hacen demasiado conocidos, entre

más me acerco siento con si pudiera confiar plenamente en él, esta

sensación es extraña, al igual este extraño sentimiento; mi mente trabaja

muy rápido para identificarlo pero no puedo recordarlo, podría ser que lo

vi durante alguna visita a un museo o de alguna revista o simplemente

me estoy volviendo loca, trato con más desespero recordar, pero el

simple hecho me hace doler la cabeza, llego demasiado inoportuna a su

conversación, que por cierto tiene mucho de interesante para Sophie,

me uno con el objetivo de dar por terminada la conversación, así que

especulo.

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- Y bien… vamos a llegar tarde – ignoro por completo la presencia del

hombre que está a mi izquierda, que por cierto me lleva una cabeza de

altura, Sophie hace un gesto de - por favor, no seas aguafiestas - miro al

hombre de reojo a tal punto que nuestras miradas se encuentren y

comienzo a detallarlo en lo más mínimo, su forma de mirarme hace que

me identifique con algo, de nuevo intento recordar de donde lo conozco

pero el dolor se intensifica así que tomo del brazo a Sophie con mi

máxima fuerza, pero antes de escabullirme con ella el hombre habla.

- Hola… soy Christopher, ¿cómo te llamas señorita? – su formalidad

me deja perpleja y no sé si irme sin dar una respuesta, pero se me es

imposible ignorar tal voz que suena comprensiva y atenta, al fin trato de

huir pero no es una idea buena porque por la forma en que Sophie me

pisa, queriendo decir adelante o ya hablaremos, así que respondo –

Hola… soy Ashley, pero puedes decirme Ash; de seguro mi amiga te

hablo de mi– sonrío y digo con voz suave, me reprendo por dentro, ya

que no soy de las personas que acostumbran a hablar así.

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- Ash, Christopher va a comenzar a trabajar en Urban Fashion. -

afirma Sophie como si desde que la tomé del brazo se hubiera querido

soltar, pero debido a que la estaba obligando a caminar no di momento.

- ¿Eres el nuevo diseñador gráfico? – Christopher asiente- bienvenido

al peor trabajo de tu vida- debió tomarlo como juego, pero pronto se

dará cuenta de lo que significa.

- antes de que llegaras, la casualidad o quizás el destino trajo a

Christopher a preguntar como llegar a Urban Fashion y lo demás ya lo

deducirás… - no creo que Christopher se haya acercado a Sophie

porque cuando mi amiga quiere la atención de un hombre va directo

donde él y comienza su coqueteo, además Christopher hizo cara de (no

sucedió esto así) por dentro me imagine la situación en la que estuvo

Christopher

- Ash, podríamos llevar a Christopher a Urban Fashion. – Christopher

sonríe de tal manera que logra que lo imitara. Una sonrisa de la nada,

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Sophie no pregunta más bien afirmo, pero siempre me he considerado

buena persona así que accedo.

- Bien… aunque creo que tiene auto- Sophie me mira con cara de

pocos amigos, pero resulta evidente ya que Christopher cuando se

mencionó el hecho de llevarlo en mi auto miro hacia American

Cappuccino un auto muy lujoso y costoso, por lo que veo Christopher es

de dinero.

- No creo, tengo mi auto a la vuelta. – y de esa forma confirma mi

deducción, por otro lado la decepción de Sophie… ironizar los gestos de

mi amiga siempre ha sido uno de mis fuertes. – Nos vemos en Urban

Fashion.

Me dirijo al auto sin decir nada, mi mente vuelve la imagen de

Christopher demasiado intensa a tal punto que vuelva con la mirada

para verlo, el hace lo mismo y me sonríe antes de entrar a su auto, no

imito la sonrisa porque Sophie me saca de mis pensamientos, cuando

subo al auto trato de asimilar estos extraños pensamientos que me

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llegan y no significan nada para mí, su rostro vagamente familiar , es

como si cada parte de su forma de ser, intensificara y recordara lo mejor

de mi vida, siento como si hubiera estado lo suficiente cerca con ese

rostro como si cada detalle me perteneciera.

- ¿Crees que es guapo?- la pregunta me saca de estas alucinaciones

o como sea que se les pueda nombrar, pues después de todo una parte

de mí se siente alegre por algo que carece de sentido en mi vida.

- Un poco – digo lo primero que se me viene a la cabeza para evitar

que Sophie piense que me gusta, de lo contrario diría que sí es

demasiado guapo- pero no es mi tipo.

-Vamos amiga…- hace un gesto demasiado exasperado, clásico de

esas amigas que le gusta hablar en exceso sobre chicos, creo que por

eso es que somos muy buenas amigas, somos polos opuestos- podría

ser un perfecto amante- me rio en mis adentros aunque no evito

disimular y contesto.

-Si… de esas personas que son de juego.

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Comienzo a manejar y no coloco mucha atención a los comentarios

de Sophie sobre moda, bodas mal organizadas y el mal gusto que tienen

las estrellas de televisión en su forma de vestir. Miro el reloj y no tardó

en darme de cuenta que vamos a llegar tarde, Charlotte (mi jefe) debe

de estar molesta porque tenía una pequeña reunión pendiente para

definir la idea de moda de verano de este año y voy veinte minutos

tarde, ella no es muy amable y los minutos que llegue tarde los pagare

con más trabajo.

– ¿Podrías decirme que estabas haciendo?- pregunto al instante en

que llego al último semáforo que nos separa de nuestro destino.

- Solo hablando un poco.

-Tu idea de ser amigable me cuesta – estoy un poco histérica porque

el tráfico en New York comienza a intensificarse, se debe al turismo por

la temporada de verano, es cada vez peor, Charlotte no debe de estar

de genio – podríamos haber estado en Urban Fashion hace media hora,

pero no… de casualidad encontraste a Christopher ¿Dónde lo

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encontraste? Y ¿Por qué tanto interés?- golpeo con las yemas de mis

dedos el volante, eso hace que sea más evidente la prisa que tengo,

además de hacer que Sophie haga unos minutos de silencio.

- Tranquila… - realmente ya estoy calmada pero mi seriedad para ella

es la histeria, mientras el tráfico avanza lentamente solo me queda

tiempo de pensar en el suceso de ayer, eso hace que me quede callada

y escuche los murmullos de Sophie junto al sonido de los autos – fui a

American Cappuccino y comencé a hablar con él, cuando me llamaste

estaba de vuelta a mi apartamento.

-¿Qué?- vuelvo de mis pensamientos y encuentro la cara molesta de

Sophie.

- ¿Que sucede Ash?

- Nada…- miento rápidamente para no tener que escuchar un sermón

de lo infeliz que soy, aunque fallo en el intento por que ahí va Sophie

otra vez.

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- ¡Vamos amiga! - el tráfico por fin avanza y en cinco minutos consego

llegar a Urban Fashion – hablamos más tarde – salvada por la llegada,

aparco el auto y saco unos diseños de ropa que hice la semana pasada

para este encuentro nada agradable, bajo del auto a zancadas con la

bolsa de diseños que de por si va casi arrastrándose y avanzo tan

rápido como mis pies me lo permiten, hecho una última ojeada a mi auto

de donde sale Sophie con su ego común y avanzo si volver la mirada

atrás.

Erick (de seguridad) como siempre me saluda pero lo ignoro

completamente, pues para nadie es un secreto que cada vez que paso

por el frente suyo no evita mirar mis piernas al descubierto, por esa

razón siempre paso por la cafetería, de esa forma su momento de

morbo se desvanece rápido, me dirijo al ascensor y marco el piso

número doce, entro e insisto en los botones para que me lleven a mi

destino deprisa (la tecnología es buena pero en los peores momentos no

es de confiar) antes de que se cerrara el ascensor alguien alcanza en el

último instante a detenerlo, por dentro siento frustración, pero cuando se

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abre completamente y veo la figura que se presenta es la de Christopher

mi frustración se convierte en una emoción que no sé cómo describir,

solo tengo claro el latido de mi corazón acelerado. No me sorprende

mucho, pero tampoco me esperaba volver a verlo hoy, se hace a mi

izquierda y seguido se cierra el ascensor, es algo incómodo el silencio.

-Preparado para tu primer día en la empresa- no recibo ninguna

respuesta así que decido no hacer otro comentario.

-No debe ser tan malo- pensé que iba a ignorar mi comentario pero es

todo lo contrario y más de lo que esperaba, deja de ver la puerta del

ascensor y se gira, imito la acción y nos miramos.

-No eres de las personas complicadas- hago un gesto para completar

lo dicho.

-¿Y tú sí?

-Ahhh… supongo que si- Christopher sonríe y no sé por qué pero

tengo la extraña sensación de que ha dado un paso y la distancia entre

nosotros es solo un paso más, ahora que veo el ascensor no es muy

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grande, Christopher al ser más alto, hace que deba mantener mirando

hacia arriba, pero en un breve momento bajo la cabeza y trato de

controlar el latir deprisa de mi corazón, este cambio que me produce

Christopher no es normal y más cuando mantengo mi posición firme,

ese aroma dulce que desprende, ese aroma intenta revivir un recuerdo,

algo que ya había sentido alguna vez… en la calle ese aroma era

disperso por eso mi mente intentaba recordar algo… ahora que lo

pienso debe ser algún perfume que grabe en mi memoria pero ¿Cuál?...

mi meditación se ve interrumpida por que la distancia se pierde, quedo

plasmada y me reprendo por el hecho de no hacer nada al respeto, pero

cuando vuelven las palabras de Christopher salgo de ese espacio donde

me siento conectada… esto es muy extraño, pero de alguna manera lo

tolero y no sé cómo.

- ¿Hace cuánto trabajas en Urban Fashion?

- eh… hace un año

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El silencio vuelve inmediatamente ya que nos vemos interrumpidos

por el ascensor que se detuvo en el piso nueve, nunca había pensado

en lo mucho que tarda el ascensor sino hasta que estoy con alguien

desconocido que me trae recuerdos borrosos. El ascensor se detiene y

se abre, por un momento pienso que Christopher iba a marcar otro piso

pero en vez de eso sale después de mí cuando llegamos al piso número

doce, ignoro el hecho y camino en el laberinto de oficinas hasta llegar a

la peor oficina de Charlotte, entro inmediatamente a la oficina, puesto

que su oficina permanece abierta, además Angelina (su secretaria) no

ha llegado, debió presentársele otro problema de salud de su madre,

ella cuida muy bien de su mama pero si sigue así, Charlotte no dudara

en despedirla, es lo que siempre le digo, aunque ella es muy optimista.

Charlotte ignora mi presencia y dirige su atención a Christopher, que

por cierto entra hasta el otro extremo de la oficina, miro con cara de

pocos amigos y también demasiado entretenida en su pulcro caminar, a

diferencia de mí que soy torpe al caminar; mi primer día en la

universidad fue desastroso porque al entrar en el auditorio tropecé con

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mis propios pies, soy de esas personas que no se andan con cuidado.

Me percato de las miradas tan expresivas de Charlotte y Christopher,

sus miradas parecieran que fueran desafiantes, como si hubiera un

problema y ninguno de los dos estuviera dispuesto a enfrentarlo;

siempre he considerado que tener valor es mantener la frente en alto, es

algo que con Charlotte implica ser despedida, el momento de tensión

dura unos minutos hasta que Christopher saluda a Charlotte.

-Hola Charlotte…- a mi parecer iba a decir otra palabra pero se la

guardo.

Por un momento pensé que Charlotte también correspondería el

saludo, pero por lo visto sigo pensando que ella tiene su lado bueno, los

dos centran su atención en mí, ahora el momento incomodo pasa a ser

mío, siento como si el aire se me fuera como el tiempo, pues las miradas

de los dos son sofocantes, por un lado esta Charlotte que causa miedo y

por otro lado la mirada de Christopher que me causa nauseas.

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- ¿Qué sucede…?- pregunta Charlotte con su tono de voz firme, eso

lo hace para aparentar que nada sucede, pero es claro que de fondo hay

algo.

- Eh… hoy ten…emos una re… un… ión… - me avergüenzo de

balbucear así que decido disimular mirar los diseños que llevo en la

bolsa, eso para mantener la cordura hasta mi salida; además no dejo de

mirar a Christopher al igual el también con una risa coqueta mantiene su

mirada en mí, sus ojos azul parecieran un imán atrayente -es lo que

pienso varias veces-, verlo me recuerda una imagen de hace muchos

años, alguien que conocí y no es un perfume, mi mente trae fragmentos

que al mantener la vista en sí, hace que no quiera apartarla si no fuera

por los golpes que me provoca

-¿se conocen? – pregunta Charlotte algo extrañada por nuestras

miradas penetrantes.

- No…- digo muy apenada y agrego- es solo que… estaba pensando

acerca de los diseños de verano.

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- Ok… dile a Angelina que aplace la reunión para el jueves – esa es

mi despedida- y también mi Cappuccino que aún no está en el escritorio-

Salgo de la oficina rápidamente, justo a tiempo porque Angelina acaba

de llegar.

-Hola Ash- ella me sonríe aunque esa sonrisa refleja un poco de

tristeza, supongo que no es nada bueno y va a ser peor con Charlotte.

-Hola- agrego unas palabras para demostrar mi amistad-Charlotte

quiere que aplaces la reunión para el jueves, también pregunta sobre su

Cappuccino y amiga más tarde hablamos, creo que te haría bien- me

gustaría animarla y decirle algo para mejorar su día, pero no quiero estar

más cerca de la oficina de Charlotte.

-Gracias- asiento y me voy para mi oficina aun pensando en

Christopher… debería olvidarlo y mejor colocar atención a los problemas

del momento, ya que nunca voy a recordar su imagen, debió ser que un

día lo vi en la calle o simplemente me estoy volviendo loca.

34
Llego a mi oficina, busco en mi bolso las llaves, pero recuerdo que no

están, pues ayer las deje sobre el piano porque llegue de trabajar y fui

directo a la cocina para preparar la cena que no resultó en nada. Intento

abrir la puerta pensando que es en vano, pero esta se abre sin esfuerzo

– debí dejarla sin seguro ayer – pienso con seguridad; entro a mi oficina

que es la segunda más grande de la empresa puesto que soy la

trabajador más eficiente, aunque Charlotte no lo manifieste, mi oficina al

ser la segunda más grande también es la más vacía, tan solo la adorna

un boceto hecho a lápiz de un hombre, este boceto lo considero una

reliquia que valoro excesivamente, es uno de los recuerdos que tengo

antes de que pasara el accidente, según mi madre este boceto lo hice

yo en la secundaria, aunque ella lo dice muy insegura, como si ocultara

algo detrás de esta obra de arte.

Me siento en el escritorio mientras planeo mi día de trabajo con poca

convicción, pero me veo interrumpida por la insistencia de alguien en

abrir la puerta, me adelanto para abrir y unos señores de uniforme gris

llevan consigo un escritorio.

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-Disculpe señorita, Charlotte envía estas cosas a su oficina-

manifiesta con mucha decencia el hombre que lleva el escritorio de la

parte de adelante.

-Si… pasen.

Me sorprendo pero de inmediato deduzco lo que puede ser, la oficina

de Sophie es muy pequeña, la de Arthur también es pequeña y la de

Melissa no puede utilizarla nadie más que no sea ella… por lo tanto

debo compartir con Christopher mi oficina, la idea me parece frustrante

pero ha de ser peor para Sophie; la idea no me molesta demasiado

pero debieron de consultarme porque de lo contrario hubiera propuesto

que lo dejaran en la oficina de Sophie y yo hubiera compartido con mi

amiga, esa idea es mejor a tolerar a mi gran amiga…a que me recuerde

coquetear con mi nuevo compañero de trabajo para olvidar a Jackson .

Me siento a realizar una descripción de las nuevas ideas para este

verano, pero me veo interrumpida por la presencia inoportuna de Sophie

que por supuesto siempre es una visita diaria a la misma hora, la miro

36
con cara de soslayo porque vamos a demorar hablando y de seguro

tocaremos el tema de mi mala pareja, además debe estar molesta por

no avisarle de este cambio pero para mí también es nuevo.

- Quie…- balbucea y luego retoma la postura desde la puerta-¿Qué

significa esto?

- No tenía la más mínima idea – me adelanto antes de su pregunta

que luego podría ser una acusación, Sophie debió deducir quien

ocupara una parte en mi oficina porque sonríe queriendo decir

(afortunada) aunque no lo creo.

- ¿Qué sucede Ash?

- Tuve una mala noche – Sophie piensa que entre Jackson y yo no

hay amor, siempre me dice que debería cambiar de pareja, mi posición

no es la misma porque de lo contrario no me hubiera pedido matrimonio,

aunque su amor sea frio y desprenda soledad hay algo que me ata a él y

es que desde la preparatoria hemos sido novios.

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- Deberías conseguir alguien que en realidad te amé – algo que me

molesta de Sophie es que ve el amor como algo oportuno, casual y de

interés, el amor es más que eso… cada vez que hablo con Sophie

siento que nunca hubo amor entre Jackson y yo, siento como si

estuviera engañándome, pero me convenzo que no es así.

- Jackson me ama.

- como para dejarte en una cena sola – su comentario debería

molestarme, pero era una verdad que no podía negar, ayer antes de

salir le pedí a Sophie que me ayudara a hacer compras para la cena, la

cual resulto en el frio y amargo espacio que no lleno Jackson.

Durante el día no deje de cuestionarme lo infeliz que es mi vida, pero

no puedo terminar mi relación sin una justificación además pronto voy a

casarme y si terminara todo no sé cómo se sentiría Jackson – pero…

¿hay amor? - pensé algo desconcertada porque creía haber encontrado

el amor verdadero, aquella persona que conozco desde la

preparatoria… – no es lo mismo a como me lo describe mi madre.

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Finalizada mi jornada de trabajo en el ascensor de nuevo vuelvo a

verme con Christopher con la única diferencia que Sophie está a mi

derecha hablando más de lo normal Christopher a mi izquierda y yo en

la mitad, en la oficina su presencia fue escasa debido a que tenía un

asunto pendiente con Charlotte, lo cual me lleva a deducir que ya se

conocían.

Llego a mi apartamento, Jackson aún no ha llegado, no me molesto

en hacer la cena así que me dirijo a la cocina tomo un vaso de agua y

luego voy a la habitación tras haber encendido todas las luces, me

coloco el pijama para acostarme, duro un buen rato en la intemperie

esperando a que llegue el sueño o el amor para llenar el vacío, pero me

convenzo que no llegara ahora ni en lo próximo.

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Capítulo 2

Pasan semanas muy aburridas, ni hablarse de los jueves en los

cuales me reúno con mis compañeros de trabajo para hablar, los jueves

son los únicos días que podemos charlar de esta forma, debido a que

aparte del motivo de las reuniones, también Charlotte termina cosas

pendientes, eso nos da tiempo mientras ella no salga de su oficina.

Hablo con mis amigos acerca de las vacaciones aunque estemos en

junio, Melissa saca como tema a Christopher, como es de esperarse

Sophie aporta al tema, por supuesto no me extraña que a Arthur no le

moleste que hablen de hombres porque compartimos el mismo gusto,

cuando comencé a trabajar en la empresa sus rasgos en un principio me

atrajeron, él es de tez morena, cabello rizado y ojos azul, eso es algo

inusual y que logro llamar mi atención hasta que descubrí sus gustos;

mientras escucho las referencias de donde viene la persona que es

tema entre mis amigos, me distraigo mirando la parte lateral de la oficina

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de Charlotte, de esta sale Christopher un poco abrumado, aunque no es

de extrañarse porque nuestra jefe puede dañarle el día a cualquiera.

-Ash, tienes la dicha de compartir oficina con Christopher- manifiesta

Melissa, con un poco de envidia, aunque parece fingida-Dinos Ash

¿Cómo es Christopher?

-Desde luego…- hablo con total naturalidad, puesto que su carácter

es fácil de predecir, en gran parte es misterioso-Él es una persona

orgullosa y muy reservada, no le gusta hablar a menos de que se le

dirija la palabra, además no habla sobre su pasado, es como si le

aterrara algo de este.

-Pero si dejamos eso a un lado, cabe resaltar lo guapo que es- con

indiferencia, pero carácter absoluto manifiesta Arthur, al ver esa risa

coqueta que expresa Arthur, reímos un poco fuerte, lo suficiente para

llamar la atención de Charlotte, de inmediato todos retomamos la

seriedad y volvemos al trabajo.

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Cuando entro a la oficina veo que Christopher trajo algunos adornos,

dentro de estos, saca un cuadro que me parece algo conocido, ahora

que lo pienso estar junto a él es como si recuperar una parte de mí, algo

que olvide hace mucho tiempo, ahora si lo acepto porque ya todo

referente a él no ha resultado simple en mi vida, pero… ¿Qué es?

Podría descubrirlo, pero el silencio es agonizante, no se abren puertas

para desentrañar este misterio, a lo que necesito darle respuestas. Tan

solo nos saludamos y determinamos que solo es conveniente hablar

cuando se trata de trabajo. Christopher coloca su cuadro en su parte de

oficina, mi primera impresión no es un asombro que sea notable sino

más bien me resguardo y comienzo a comparar los cuadros que se

hallan en los costados de la oficina, en el mío hay una mano que

sobresale aparte de él joven hecho a lápiz y en el cuadro de Christopher

le falta la mano que está en mi cuadro además el fondo, el bello paisaje

que se alza ante estas dos figuras hace parte el uno del otro.

-Bonito cuadro, pareciera la belleza hecha en persona, debe ser

alguien extraordinaria, la mujer del boceto.

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-Este cuadro cuenta una historia, de dos personas que se amaron

demasiado, su amor era tan potente que los pájaros cantaban para ellos

como símbolo de un amor eterno- me rio de la forma en que se

manifiesta, no para molestarlo, pero resulta evidente que mi risa le

gusta, además de que en el tiempo que llevamos no evita mirarme o

detallar algún aspecto que luego me comunica; hace una semana

hablamos más de lo habitual, todo se centró en el estilo de vida que

llevamos, por mi parte no manifesté demasiado, porque no quiero verme

al descubierto como una miserable frete al amor; a cambio Christopher

me conto acerca de sus viajes, todo desde su vida juvenil pero su

adolescencia no fue de su gusto, por otro lado mi adolescencia vive es

en recuerdos de otros.

-¿Qué te causa risa?- pregunta con una breve sonrisa y sin más

preámbulo se sienta en una esquina de mi escritorio, dejo mi buen

ánimo que es reemplazado por el latir acelerado de mi corazón, que

expresa una emoción que no logro reconocer.

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-No sé cómo tomes mi buen ánimo, pero el motivo de mi risa es tu

forma de hablar, siempre hay algo detrás de lo que dices y al final no

logro hallarle sentido.

-¿Te gusta mi forma de hablar?

-Desde luego como te expresas es muy pulcro, pero si un artista no

logra dar a entender su idea, su obra será un significado único.

-Las ideas son únicas, al igual que la belleza.

-La belleza comprende una totalidad, de esa forma salen los

estereotipos de feo y lindo, pero al ser una idea universal los aspectos

son muy variados- esta vez es Christopher quien sonríe- bien… ¿Cuál

es el significado de esa sonrisa?- por poco digo encantadora pero

alcanzo a callar y no resulta evidente.

-Dices que mi forma de hablar es culta, pero si bien te diste cuenta la

forma en que expresaste tal idea, no es normal, además es muy

profunda y precisa.

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-Si… ahora que lo pienso nos entendemos muy bien- insinuó con total

seguridad, Christopher asienta mientras lleva sus manos que estaban

sueltas a sus piernas, en el transcurso de esta charla no hemos

apartado la vista, eso ha sido agradable; pero para volver al tema de

inicio, que aún conserva una parte de inquietud en mí, decido retomar el

tema – volviendo al tema de inicio ¿qué significa tu boceto y como es

que contrasta con el mío?

- ¿Quieres repuestas? – iba a preguntar a que se refiere, pero en ese

momento entra Sophie y al ver como sostenemos la mirada y como

Christopher esta sobre mi escritorio sale inmediatamente, me ruborizo

un poco y me digo a mi misma que le explicare más tarde. Christopher

vuelve a su escritorio, podría decirse que vuelve a su caparazón, vuelve

a esconderse, él es de las personas que esperan el momento indicado

para hablar y doy por hecho que nuestra conversación al verse

interrumpida no podrá volverse a dar, eso significa que esas respuestas

de las que pregunto no sabré si son referente al cuadro o lo que

desconozco ¿Por qué al estar con él me causa cierta familiaridad? ¿Por

45
qué su perfume siento como si lo conociera? Estoy haciéndome

ilusiones frente a lo que él no podrá responder, me repito varias veces

para dejar de pensar frente a lo que carece de sentido.

En la cafetería era de esperarse que Sophie me interrogara acerca de

que estaba hablando con Christopher, así que miento puesto que no

quiero hacer que Sophie piense que conozco a Christopher, lo cual no

es real porque reconocer ciertas cosas familiares no lo hace alguien que

haya estado en mi vida, aunque mi mente intenta convencerme que él

tiene las respuestas que desconozco.

-No me convences por completo- es de esperarse que Sophie intuya

que sucede algo con mi compañero de oficina, pero si me es necesario

mentiré hasta descartar esta extraña conexión que tengo con él- antes

de que entrara a tu oficina, escuche risas y por su puesto eso no hace

parte del trabajo ¿o sí?

-Fue por una estupidez que hice- esa mentira me salió de la nada y

ahora tendré que pensar lo siguiente porque de lo contrario quedare al

46
descubierto, antes de que Sophie prosiga con otra pregunta me

adelanto- por poco caigo, tu sabes que nunca me ando con cuidado.

-No me convences del todo, mis poderes de amiga dicen que si fue

así como sucedió, el debió ayudarte- me mira para tratar de descubrir

que hay de fondo, pero por lo visto fracasa y solo se le ocurre una última

pregunta- además… ¿Qué hacía Christopher en tu escritorio?- tomo un

sorbo de cappuccino que compre hace rato, pero Sophie no me ha

permitido disfrutar de esta bebida, luego le respondo con lo único que

creo que es verdad en nuestra conversación.

-Luego de mi pequeño problema, fui a mi escritorio, al igual

Christopher que se sentó en una esquita de este y me pregunto acerca

de mi estupidez- lo último si es mentira.

Es sábado en la noche y a Sophie se le ocurre la gran idea de salir,

intento negarme porque no tiene sentido salir si Jackson no me

acompaña, sería como un violín acompañando a la feliz pareja de

Sophie, a veces me siento mal porque Sophie puede que le guste

47
coquetear demasiado pero realmente ama a Paul (su novio) y cada vez

que intento que salga Jackson en una reunión de amigos tiene una

excusa, esas excusas que solo significan que no le interesa, que

demuestran su egocentrismo. Sophie me sorprende con su alternativa,

puesto que se adelantó a mi respuesta, así que invito a Christopher,

realmente me deja absorta y demasiado pensativa, además eso solo

significa que Sophie pretende que hable con Christopher, por un lado

esta noche es conveniente para obtener respuestas, pero tampoco me

conviene porque esta noche puede marcar la diferencia y eso es lo que

temo… o… ¿le temo a las respuestas? o… ¿A Christopher? Trato de

resistirme, pero al fin cedo y decido salir, no tendrá mucha importancia

para Jackson así que solo queda una cosa por hacer ¿Qué colocarme?

Es la peor parte de todas y más cuando Sophie es quien está conmigo

porque hasta que no quedo como otra persona, no soy apta para salir.

- ¡Tu belleza es envidiable! – exclama Sophie cuando termina de

maquillarme, es increíble cómo puedo cambiar con tan solo la definición

de mis cejas, la profundidad de mis pestañas y el labial rojo intenso,

48
además el vestido rojo escotado, aun no puedo creerlo, hago la

comparación con Sophie y hace un momento creía que sería en vano

arreglarme porque no podría compararme con su belleza.

-Aunque solo es de momento- me admiro un poco más antes de dar

las gracias y que Sophie haga el siguiente comentario

–Eres una modelo y no me contradigas.

-Bien… entonces las dos somos unas modelos y creo que muy locas-

mi amiga me cede el comentario y nos burlamos.

-Esta perfecta para Christopher.

-¡Sophie!

-Es solo un cumplido, además esta noche es una salida de amigos, a

menos de que termine en otra cosa- ahí está la risa coqueta que insinúa

más de lo normal, eso solo sucede con mi amiga.

Nos reímos y hablamos hasta que el reloj marca las ocho y salimos,

pues el novio de Sophie nos recogerá y nos encontraremos con

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Christopher en el bar Living From Scratch – es un bar muy lujoso – en el

trayecto Sophie no para de hablar de lo emocionante que va a ser la

noche, según consulto hoy era noche de estríperes, estallo a carcajadas

por la sencilla razón que a Sophie le gusta hacer comentarios que

molestan a Paul y su malgenio es expresado de una manera poco

creíble. Al llegar a Living From Scratch la primera figura que distingo

entre la multitud es la de Christopher que está en su celular, demasiado

entretenido para percatarse de nuestra presencia, Sophie y yo nos

bajamos del auto, mientras Paul va a estacionar, nos acercarnos pero

no hace falta decir nada porque en ese instante Christopher guarda su

celular y me dirige su mirada penetrante, provocadora de cierta

confianza.

- Hola señoritas – Sophie me pisa en signo de (amiga es contigo) su

formalismo es encantador, esa es la mejor parte, sin desviar la mirada

de mí y con tal expresión de gusto nos seguimos mirando sin dar la más

remota existencia de Sophie.

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-Hola… - contesto un poco atontada-por lo visto eres cumplido-

disimulo mirar la hora en mi celular.

-¿Hace cuánto llegaste?- pregunta Sophie.

-Hace quince minutos, pero no importa- el piensa en lo que va a decir

y agrega de inmediato- este bar es muy lujoso, además dicen que hay

un evento sorpresa- evito reír, pero conservo la compostura, aunque

Sophie emana una breve sonrisa que luego disimula con un tosido, eso

es debido a que recordamos el comentario de Sophie, acerca de los

estirpes.

Paul regresa cinco minutos después lo cual da tiempo para presentar

a Christopher antes de entrar a Living From Scratch.

-Hola amigo- dice Paul, su aptitud es igual de altiva a la de sophie,

tienen esa cualidad mutua de tomar confianza al instante.

-Hola, ¿Qué tal?- comunica Christopher con su postura más amable,

Paul por su puesto responde, pero no lo suficiente rápido, pues Sophie

51
no aguanta las ganas de entrar al bar. Entramos y buscamos una mesa,

dado por seguido comenzamos a hablar de anécdotas

- y dinos Christopher que nos cuentas de tu vida– pregunta Paul con

cierta indiferencia, como si no le interesara toda la atención se centró en

él, aunque intente ser un poco distante no pude fingir que sus

comentarios me interesan.

- Me gusta viajar mucho, conocer culturas… - no termina su

comentario puesto que moví el vaso de tequila, esto hace que

interpreten mi acción como si quisiera decir algo y dado por seguido su

atención se centra en mi - ¿tienes novia? – todos se burlan al igual yo,

aunque con un poco de pena, las palabras surgen de la nada y el

momento es vergonzoso.

-Soy soltero, pero busco una acompañante- volvemos a reír, ahora

Sophie prosigue con las preguntas.

-Bien y cuéntanos algo de tus viajes, no importan los detalles- Sophie

le pica el ojo, eso solo insinúa la parte privada de Christopher.

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-Los detalles no importan- agrega Paul.

-Cuando viaje a Francia tuve la dicha de conocer la torre Eiffel, eso no

fue lo interesante- en ese momento hace una pausa y prosigue, aunque

al ver mi cara de atención no evita sonreír-una bella francesa se

enamoró de mí en menos de un día, pero ella al final resulto que quería

mi dinero y un día los extraterrestres se la llevaron, fin de la historia.

-Vaya que historia- dice Paul que conserva el humor y aplaude-

increíble.

-Creo saber porque omites la otra parte- estoy segura de que Sophie

insinúa que lo otro es sexo-Después de todo eres un hombre Guapo,

hasta Ash lo ha dicho- estaba tomando un sorbo de vino, pero con la

acusación por poco lo devuelvo, miro a mis acompañantes y agrego

para no quedar en ridículo.

-No estas mal- hago un gesto coqueto y me permito ver las risas de

mis amigos.

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Sophie no aguanta las ganas de bailar y saca a Paul a bailar, lo cual

podría decirse que da momento para hablar más a solas con

Christopher, pero alguien me invita a salir y si me niego, Sophie me

mataría puesto que ella fue quien lo envió.

Mientras bailo no dejo de mirar a Christopher, él también se busca

una pareja de baile, pero de igual forma el tampoco desvía la mirada de

mí, pareciera que fuera su único centro de atención, la pareja con la que

baila hace movimientos que son provocadores, me molesta y no sé

como pero en cuestión de segundos llego donde Christopher.

-Podrías haberme pedido que bailara contigo- Dice Christopher, solo

para demostrar su orgullo.

-Sabes que… no sé cómo he llegado hasta aquí, pero voy en busca

de otra pareja de baile- comienzo a caminar en otra dirección, pero

Christopher toma mi mano y me devuelve, quedamos demasiado cerca

y agrega el siguiente comentario.

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-Creo que estas bien para mí- mantengo la distancia sin dejar ver sus

facciones provocadoras.

-Que mal, porque ya no quiero bailar- digo con voz burlona-además

no te mueves muy bien.

-No es a causa mía, no hay alguien que me siga los pasos de la mejor

manera y ahora que lo pienso tu tampoco- se ríe y se dirige hacia

nuestra mesa.

Terminada la canción vuelvo a sentarme y comienzo a contar chistes

malos a Sophie, puesto que su novio está bailando con otra chica, todo

bajo la vigilancia de mi amiga; ya dados por terminados todo mis chistes,

nos colocamos en la tarea de criticar a todo aquel que pase por nuestra

mesa. Christopher fuera de cualquier tema decide contar chistes

muchos mejores que los míos, tratan sobre la vida aburrida en new

york.

Después de un rato agradable siento un fuerte dolor en la cabeza,

luego de que Christopher concluyera con (los piel blanca y pálida como

55
los vampiros de Latinoamérica), me siento aturdida y de repente me

viene a la mente un extraño pensamiento en el cual estoy tomada de la

mano con Christopher, mientras caminamos por unas calles donde hay

personas de color jugando baloncesto, no soporto la música y este

extraño pensamiento, así que decido salir deprisa antes de que me

vuelva loca el ambiente y este incesante dolor a causa de algo que no

reconozco, camino hasta la salida, antes un brazo me alcanzara, lo

ignoro por completo y sigo mi camino hasta llegar a las frías calles de

New York, comienzo a caminar lo más rápido que me permiten mis

pies, sigo derecho y luego giro a la izquierda, a poco de subir un

escalón, pero sin fuerza suficiente para alzar el pie, además de todo los

tacones no ayudan de mucho; tropiezo y lo único que puedo hacer es

colocar los brazos, pero a poco de caer una manos fuertes envuelven mi

cintura, me siento agradecida pero de inmediato giro y quedo demasiado

cerca de Christopher, podría decir que siento su respiración entre

cortada sobre mi nuca, su olor lo reconozco con más firmeza, mis

manos quedan en su pecho, este momento seria incomodo en otra

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ocasión pero dada la circunstancia eso no importa, nuestras miradas se

cruzan luego de que Christopher se acomoda, puesto que de apoyo

utilizo sus piernas; le dedico una sonrisa aunque no es lo mejor que

hago porque debe verse más como fastidio. Al recuperar el equilibrio me

separo paulatinamente hasta que la distancia se recupera y puedo

aclarar mis pensamientos.

-Vaya que no te andas con cuidado- dice con fastidio, aunque creo

que ironiza para mi molestia, por alguna razón pienso que volverá al bar

pero comienza a caminar.

- ¿A dónde vas?

-Solo quiero caminar y supongo que también te propones lo mismo-

no sé por qué lo estoy siguiendo, pero voy tras él, Christopher camina

más rápido por sus largas piernas y su cuerpo atlético, no se ha vuelto

para ver que tengo que caminar con más prisa.

- ¿Puedo acompañarte?

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-No creo que sea la mejor compañía, además Sophie debe estar

preguntando por ti.

-Tu no decides si eres o no buena compañía- con notable testarudez

lo alcanzo y lo tomo de gancho del brazo-bien ahora camina más lento.

-Ahsley eres una persona muy demandante.

-Solo con aquellos que son muy orgullosos.

-Así que esa es tu opinión sobre mí.

-No solo es mi opinión- eso es mentira, en la empresa lo consideran

muy guapo para notar su carácter, Christopher se ríe y agrega al

instante.

-Sabes… eres prejuiciosa.

-Christopher la persona menos indicada para detallar los errores en el

carácter de los otros, pues si no demuestras confianza, nadie confiara

en ti, por lo tanto tus comentarios carecen de sentido- otra vez vuelve a

reír, esta vez hace que me moleste-¿de qué te burlas?

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-Cuando hablas con toda seguridad tus pómulos enrojecen- no me

esperaba eso, así que dejo de hablar y seguimos caminado.

Caminamos pero en un silencio que resulta agradable, muchos

pensamientos se me vienen a la mente como: voy a obtener respuestas,

sucederá algo fuera de lo común o… será un paseo de conquista, la

idea en mi mundo lo contemplo como una posibilidad, como una

alternativa, como una salvación. Ahora que lo pienso algo ha dado paso

al misterio mío que se basa en Christopher, semanas que significan

mucho, como una pregunta eterna con una respuesta sencilla.

Las calles de New York son frías y lo único que me acompaña es mi

vestido escotado y la cartera, trato de darme un poco de calor con las

manos, pero es en vano, Christopher va a mi derecha y solo nos hemos

dedicado a caminar, la luna en presencia ante nosotros es solo un foco

de luz, todo es desértico sin más vida que Christopher y yo, en el sonido

de nuestros pasos que dejan el eco de las pisadas. El viento es más

fuerte lo cual hace que lleve mis manos definitivamente a los brazos, de

pronto Christopher se detiene y se quita el Gabán, iba a negarme pero

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ya era tarde puesto que sin preguntarme, me coloca lo coloca, siento

sus manos frías en mis brazos desnudos lo cual me exalta pero todo se

soluciona y comienzo a calentarme, doy las gracias.

-Realmente eres un caballero.

-Que esperas de un hombre guapo- emito una breve sonrisa y

determino que hay hombres inteligentes pero sin carácter, otros feos

pero con carácter e incluso guapos y sin carácter, pero hago la

excepción con hombres como Christopher. Seguimos caminando hasta

una parada de autobús donde nos sentamos, no sé con qué objetivo,

pues planeaba seguir caminado y luego volver al bar.

- La belleza frente a lo desconocido – le miro, aunque él no

corresponda y siga mirando en frente, su indiferencia me molesta

cambio que sus palabras son algo sensacional así que respondo – Lo

desconocido también es belleza, pues las descripciones nunca serán

completas pero si dan una idea.

- Toda una vida y solo una cosa puede acabarlo todo.

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- Solo la muerte.

- Y el olvido. – me sorprendo de mí misma porque mi forma de pensar

del olvido solo es un espacio cambio que en palabras de Christopher es

dolor.

- ¿Sera la vida miserable sin amor?

- No sería vida, porque la felicidad también depende de ello

- ¿El dolor es curable?

- Nada ni nadie puede cambiar lo hecho, más allá del dolor siempre

ha existido aquella luz que llamamos felicidad, aunque la amargura

supera lo breves momentos buenos, se ha de saber que la vida no es

por completa feliz ni en su totalidad miserable.

-El amor suele compararse con la felicidad porque es un estado, pero

lo verdadero lo determinan los momentos que hacen la diferencia de ser

feliz y sentir amor – iba a replicar el comentario de Christopher, pero el

61
celular suena en algún lugar de mi cartera, rebusco rápidamente y

contesto.

-Hola… - Christopher vuelve a mirarme, esta vez como si esperara el

siguiente paso, me doy por aludida que no sucederá nada, en la línea

Sophie me pregunta un poco exasperada - ¿Dónde estás?

- Eh… estoy caminado – mentira

-¿Christopher está contigo? ¿Por qué te fuiste repentinamente?

-Necesitaba tomar aire y Christopher se fue porque se le presento

un… problema… al otro lado del país– otra mentira

-¿Necesitas que te recojamos? – Christopher se ríe de mi mentira,

esa sonrisa tan familiar me llena de alegría lo cual es extraño, me

apresuro a contestar a Sophie puesto que se escucha algo molesta –

No… no, ya estoy tomando el autobús -Sophie se apresura a dar por

terminada la conversación así que ahora tengo que enfrentarme a

Christopher.

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-Vaya que eres buena para mentir.

-Y tú para entrometerte en los asuntos que no son tuyos-guardamos

silencio un momento y luego agrego-¿Por qué sigues aquí?

-Sería el peor caballero si no esperara contigo el autobús- lleva sus

manos a su cabello para acomodarlo porque el viento es un poco

intenso-Podría llevarte en mi auto pero estoy seguro te negarías.

-Has aprendido a conocerme-Hago un gesto de dicha y bajo la

cabeza un poco para ironizar la acción-Aunque no del todo, pero

supongo que al ser compañeros de oficina aprenderás.

-Hace rato me acusabas de orgullo y ahora yo te acuso de vanidad.

-Si los has notado tu carácter y la forma en la que hablas me deja en

que pensar.

-Así que piensas en mí- me sonrojo y busco la manera de

contrarrestar el comentario, pero no se me ocurre nada en lo inmediato-

veo que me cedes lo dicho.

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-¡No!- digo con mucha euforia y agrego-tu forma de hablar es muy

misteriosa y en lo que te he analizado solo te expresas de esa forma

conmigo.

-Veo que has hecho un buen análisis, pero si lanzas acusaciones creo

que también tengo algo que decir- pensé que por fin iba a quedar

callado pero prosigue-cada vez que te veo siempre me observas en

largos tiempos y al ver que mantenemos la mirada te sonrojas.

-Eso carece de fundamento-digo a la defensiva pero es evidente que

ahora que mantenemos la mirada mis pómulos tienen algo de rojo.

-Si lo niegas…- dice con voz suave y se acerca.

THE NIGHT OF THE STARS

I have looked for you in this immense world

Tell me ... what is the mystery?

To be happy or maybe we keep walking away

Let's not repeat the past

Although the truth of our love lives

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Sorry for saying goodbye

But if you think you are or find another love

I just wish you were happier

Even in the worst moments

I'll be there because our star never dies

Chorus

Run in search of our star

The truth behind the story.

What we write is never deleted

Someone like you makes my happiness

See you at the station

It was your departure the reason to forget

And see you again my cause of death

I go back to the car and you play to be happy

What better way to sleep than to feel fear twice?

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Because your goodbyes are not eternal

Like my love even with the starlight

From our distorted sky

Mientras se sigue acercando no puedo pensar en nada más que mi

pulso acelerado, pienso en lo que debo hacer; cuando logro salir del

trance y mantengo mis pensamientos en algo sensato, de inmediato

recuerdo el autobús y que buena suerte la mía, acaba de parar, sin

pensarlo me abalanzo y dejo que Christopher me siga mientras paso por

algunas personas que salen apresuradas del vehículo, cuando logro dar

a la entrada del autobús, me giro y mientras arranca Christopher me

mira con su sonrisa complaciente hasta que consigo decir lo único que

se me viene a la mente.

- Adiós.

-El “adiós” es eterno… - dice Christopher aun en pie con su mira

encantadora, como si detallara lo mejor de mí, hasta que finalmente el

autobús emprende su camino.

66
Capítulo 3

Al llegar a mi apartamento no hace falta que encienda las luces, llego

directo al sofá, no quiero molestar a Jackson y de seguro debe estar

molesto por haber salido sin invitarlo, pero de que serviría si se hubiera

negado. Esta noche fue fantástica, supero mis expectativas, la felicidad

me recorre como la sangre, no tardo en quedarme dormida, debido a mi

caminata que por cierto fueron más de dos calles.

A la mañana siguiente amanezco algo cansada, el sofá esta frio, la

ventana deja penetrar algo de luz que alcanza a tocar mis piernas

desnudas, voy retomando la postura mientras bostezo, llevo mis manos

arriba permitiendo que mis músculos tengan un poco de movimiento

porque así haya dormido bien por el cansancio, mi cuerpo esta

resentido. La noche anterior resulto extraña, misteriosa y gratificante

hace mucho que no me sentía de esa manera (feliz) en este momento

quisiera un cappuccino y hablar con Sophie de todo lo que sucedió ayer,

desde el momento en que Salí de Living From Scratch hasta el momento

67
que estuve tan cerca de Christopher, como se cruzaron nuestras

miradas desde tan cerca, como pude sentir su aliento a menta tan cerca

de mí, como pude sentir su palpitar fuerte, mientras estuve envuelta en

sus brazos y como mantuve una conversación tan poética fluyente y

tentativa, de no haber sido por la llamada de Sophie habría podido

desatar el misterio alrededor de Christopher, aunque todo haya salido de

lo mejor, aún quedan incógnitas por resolver, y lo de ayer solo dio paso

para conocer quien Christopher ahora, pero no me basta para saber

sobre su pasado.

Me levanto del sofá y camino por la sala detallando cada parte, desde

las películas viejas de Jackson hasta mi selección de libros que llena

dos estanterías, el piso de baldosa chinchinea mientras camino de una

forma casi perfecta para evitar los ecos del apartamento, dirijo mi mirada

a la ventana y me acerco para abrir completamente las cortinas para

que el sol traspase y convierta la sala gris en una habitación colorida y

acogedora, que llene cada espacio infeliz aunque es imposible pero por

lo menos que sea una luz de posibilidades, la mañana es fría pero el sol

68
da sensatez al día y vida a mi vida, cubro con el gabán bien mis brazos,

a medida que me pierdo en mis pensamiento me descubro pensando en

Christopher, me formulo algunas preguntas que antes ya había pensado

pero no di mucha importancia; mientras tengo las manos en los bolsillos

de la prenda recuerdo que su propietario es la persona de mis

pensamientos, sin meditarlo me quito el Gabán… al recordar que desde

ayer llevo puesto el Gabán de Christopher me exaspero, de seguro su

dueño sabía que olvidaría entregarlo y por eso no dijo nada al respecto,

me molesto conmigo por no colocar atención a detalles como este y con

un poco de molestia pero con solo miradas a la prenda me causa alegría

que carece de sentido por la estrategia de Christopher, además si en

este momento bajara Jackson no sé qué pensaría.

- Ash– por lo visto la suerte no está de mi lado, no sé dónde esconder

el Gabán… podría inventar una mentira… no soy buena mintiendo; las

pisadas se sienten más cerca y aún no he pensado que hacer… sin

pensarlo dos veces decido tirarlo por la ventana así que me apuro, la

abro toda con agilidad y tiro el Gabán lo más lejos que permiten mis

69
brazos frágiles; a tiempo puesto que Jackson de una manera improvista

me toma de la cadera, de inmediato giro con la intención de separarme

pero estamos demasiado cerca y ya estoy bajo su dominio.

-¿Qué haces?

- Ah… buenos días… - hice un gesto de gusto, aunque en realidad

estoy cansada y no quiero hablar con Jackson– estoy… observando el

bello y hermoso día que se alza ante New York, el amarillo desencadena

en las nubes un tono azul frio que despliega una sensación

indescriptible.

-Sabes… lo que más me gusta de ti, es la forma en que haces poesía

– la mirada de Jackson expresa que quiere una respuesta, antes de

contestar se me adelanta – ¿quieres que cenemos esta noche?

-Al parecer recordaste que soy tu prometida.

-Ya sé que no cumplo lo que digo, pero te prometo que esta vez será

diferente, no habrán cosas de por medio, solo tú y yo cariño- la última

palabra hace mucho que no la escuchaba, pero sentir otra vez su afecto

70
hace que deje a un lado el desamor y su falta de compromiso, sumado

la forma tan cerca en como lo expreso; pero antes de cometer un error

me cercioro con mi orgullo que no es una farsa.

-ya perdí la cuenta de las veces en me has fallado.

-Pero me perdonas, supongo que mis repetidas faltas solo las puede

curar el tiempo y el amor que sentimos- Vaya que es muy encantadora

su forma, aún tiene sus manos en mi cadera y mantenemos la mirada,

su aspecto es muy elegante.

-La razón de mi amor es algo a ciegas.

-Si entiendo… nunca he sido la mejor pareja, pero si bien recuerdas

hoy es un día especial- recuerdo de inmediato que es nuestro

aniversario, Christopher me besa y por fin vuelvo a sentir esa conexión

entre nosotros que se estaba perdiendo-y bien ¿cedes a nuestra noche

especial?

-Si… - hace mucho estaba esperando esta invitación que solo se da

en nuestro aniversario, en mi relación con Jackson es un día muy

71
especial que por cierto olvide pero Jackson lo lleva presente, eso

significa que el amor entre nosotros aún vive; luego de besarnos con

mucha pasión, el celular de Jackson vibra y como si nuestro momento

fuera pasajero me suelta, quita sus brazos de mi cintura sin la más

mínima delicadeza, mientras se dirige a la mesita que está al lado del

sofá, toma un hoja donde anota algo y por ultimo sale del departamento

haciéndome señas de la hoja donde escribió hace un momento.

Esta noche en… Delicious

6:00

Muy poco original, pensé que sería diferente pero siempre que

cenamos es en Delicious, era de esperarse, lo único que rescato es que

haya recuperado su parte encantadora, aunque se vio interrumpida por

su celular que muy posiblemente es otra urgencia de trabajo un día

domingo.

Quedo de encontrarme con Sophie en American Cappuccino al medio

día, en la mañana me dedico a buscar el Gabán de Christopher, primero

72
pregunto al celador si vio la prenda en la entrada, este responde que su

trabajo no es encontrar ropa, sin otra opción recorro la entrada

minuciosamente; qué pensaría Christopher si no le entregara su Gabán

- no lo tomaría a mal – me digo mientras intento apegarme a cualquier

cosa que haya en la entrada, me rindo y con mucha molestia luego de

un largo rato vuelvo a mi departamento y voy a tomar una ducha, el

agua pasa por mi cuerpo ligeramente, llevo mis manos al cabello

mientras el champo se convierte en espuma, de un momento a otro a la

mente se viene el recuerdo de la noche pasada cuando estuve tan cerca

de Christopher, al pensarlo siento cierta conformidad y tranquilidad; no

sé cómo me permito pensar de esa forma cuando estoy comprometida.

Al terminar el baño elijo un vestido que vaya con la ocasión, miro mi

closet y… elijo un vestido escotado negro, fue un regalo de graduación

de Jackson.

Al medio día conduzco hacia American Cappuccino, paso la avenida

luego doy algunas vueltas y en cuestión de minutos estoy en American

Cappuccino, estaciono el auto; hace un mes que no venía a este

73
grandioso lugar donde durante la universidad venía con mis amigas o en

algunas fechas me sentaba a escribir, el lugar ha cambiado bastante, las

paredes recuerdo que eran café claro, ahora son un café ocre, al entrar

me dirijo donde Emily – una vieja amiga – la conozco desde que

comencé a venir casi diariamente a American Cappuccino.

- Hola Emily… - saludo con cierto entusiasmo.

-Bienvenida de nuevo Mrs. Ash.

-Oh disculpa Mrs. Emy- digo con una sonrisa que de seguro me luce

en este día, Emy es una muy buena compañía y desde que nos hemos

hablado, tratamos de ser muy formales, esto debido a nuestra obsesión

por la novela que nos cautivó “orgullo y prejuicio” ese fue el motivo para

que hasta hoy en día perdure nuestra amistad.

-Estas muy elegante ¿vienes a escribir o por un amante?- lo último lo

dice con voz insinuadora, puesto que ella también conoce un poco lo

que he pasado con Jackson-toma, invita la casa- sin haberle

mencionado un Cappuccino ya tiene uno en la mano

74
-Gracias Mrs. Emy, voy a verme con una amiga así que dejo, aunque

me muero de ganas de hablar contigo.

-Sabes que siempre estoy aquí a la misma hora- le dedico una

sonrisa y me dirijo a la mesa que solía usar, Emily es bajita pero

adorable y además es muy buena compañía, mi primer vez aquí fue en

compañía de Emily mientras ella contaba chistes yo iba redactando mi

novela romántica… hace mucho que no he vuelto a escribir. Iba a

preguntarle a Emily donde esta Taylor (otro amigo del este

establecimiento), pero Sophie me llama desde mi mesa favorita, para

que apure en recurrir donde ella.

Camino tratando de aparentar normalidad, pero no resisto la tentación

de contarle todo lo que sucedió la noche anterior a Sophie; me siento y

muy discretamente comienzo a hablar lo cual es extraño en mi cuando

estoy con Sophie.

-Fue fantástico – tome un sorbo de Cappuccino mientras espero los

comentarios de Sophie.

75
-Dime todo y con detalles – su tono exigente tiene cierta sorpresa

puesto que en mi vida no siempre suceden cosas emocionantes.

- Al salir de Living From Scratch y caminar un poco estuve a punto de

caer mientras intenté subir un andén- me rio en mis adentros porque es

la segunda vez que le digo lo mismo a Sophie sobre mi torpeza al

caminar, la primera vez fue lo del otro día en la oficina, eso fue una

mentira para retener las preguntas de mi amiga, aunque Sophie esta

parte de mi anécdota también la cede sin sospechar de que pueda ser

una mentira-pero… ahí estuvo Christopher, me sostuvo de la cadera y…

- Dime que se besaron…

-NOOOO… - me burlé, aunque estuvo muy cerca, nunca fue mi

intención besarlo y supongo que tampoco fue la intención de

Christopher.

- Se dijeron cuanto se aman.

- No…

76
- Tienen un amor secreto.

- No…

- Hicieron el amor.

- NOOOOOO… - me rio de la intermitencia de Sophie, pero que

habría sucedido si Sophie no hubiera llamado y si el autobús no hubiera

llegado en el momento correcto.

-Luego de eso comenzamos a caminar y me puse en la tarea de

analizar su carácter, su forma de hablar es muy orgullosa y engreída.

-No lo culpo del todo, la otra vez escuche que tuvo una adolescencia

muy mala.

-¿Quién te dijo eso?

-Lo escuche hace una semana en la oficina de Charlotte, ella lo dijo

un poco en voz alta, eso me llevo a concluir que ya se conocen,

supongo que eran muy buenos amigos- dice con indiferencia y luego

agrega con emoción-es un hombre guapo que ha sufrido, pero mi

77
querida amiga lo trae loco- los gestos de Sophie expresan mucha

alegría como si supiera con determinación que hay algo entre nosotros.

-Sabes muy bien que eso no es verdad, lo de ayer solo fue porque

pasar la noche con una pareja tan unida… debe ser molesto, por esa

razón también salió.

-No hablo de lo que sucedió ayer sino en la forma que te mira cuando

no le colocas atención, además en las oportunidades que he tenido de

hablar con él, en una ocasión le pregunte por ti y respondió que eres

una mujer muy hermosa y de un carácter muy especial.

Quedo inmutada durante un rato, me digo que eso no es cierto, pero

como puedo negar lo que yo misma he confirmado, además Sophie muy

pocas veces habla en serio y creo que esta es una de esas veces, por lo

tanto acepto lo dicho y cambio de tema pero sin dejar el centro de

conversación, le Cuento a mi acompañante sobre el Gabán que tire por

la ventana lo cual no deja que Sophie pare de reírse de mi estupidez,

también hablamos acerca del cambio que ha tenido Charlotte, en

78
especial conmigo; hablamos de Urban Fashion y todo lo relacionado con

ropa que nos encanta como tema, a las cinco Sophie tiene una cita en el

salón de belleza y por lo tanto decido dirigirme a Delicious para tratar de

llegar antes que Jackson, aunque va a ser imposible porque no hay

salida a esta hora en las calles, en gran parte los ciudadanos vuelven a

sus casas, luego de un día tan esplendido como hoy.

SEIS

SIETE

OCHO

Nunca pensé que podría llegar a sentirme tan infeliz y desdichada,

siento ardor en la garganta, las lágrimas amenazan con bajar, pero

resisto, no quiero que otros me vean llorar en mi amargura, me he

tomado tres copas en la más eterna soledad que creo haber conocido

en estas dos horas, no he dejado de pensar en una buena excusa para

Jackson, pero esto colma mi sentir frágil que se destruye, no he dejado

de mover los cubiertos y los camareros han venido a hacer mi pedido

79
varias veces, pero he hecho esperar por creer que Jackson entrara y

dirá lo mucho que lo siente por hacerme esperar, creo que estoy muy

destruida para seguir pensando en tal desdicha.

Salgo de Delicious y entro al auto donde mi resistencia no aguanta y

lloro como un bebe, golpeo el volante con toda mi fuerza y pienso en lo

estúpida que soy al creer en promesas y dejar llevarme por los

sentimientos; comienzo a conducir sin rumbo, mi mente trabaja en

recordar todos los momentos dolorosos de mi vida y lo único que llega

es a partir del accidente, todo lo que conocía antes, solo queda Jackson,

no ayuda de mucho, quisiera recordar, quisiera ser correspondida al

amor verdadero, como consuelo – pienso - solo debo esperar por algo

mejor.

Conduzco durante media hora sin llegar a un lugar específico, las

calles oscuras con sus sombras extensas no dejan ver el cielo desde el

auto, ironizo esto, pensando en las estrellas muy lejos de lo real,

parecido a estar en un desierto buscando algo que necesito urgente de

lo contrario mi vida es desdichada. Al bajar del auto entro a un lugar

80
desconocido, realmente no me importa dónde estoy, lo que importa es

que estoy lejos de lo que me causa dolor, camino hasta la barra

mientras mis pensamientos son negativos, en la garganta se me hace

un nudo al pensar en todas las faltas de Jackson, en lo infeliz que he

sido durante siete años, si Jackson era la misma persona que conocí

antes del accidente, no sé de qué me enamore.

Al sentarme pido una botella de Wiski, el camarero me mira de forma

extraña como si fuera una loca, una persona rara, y en el peor de los

casos alguien que acaba de romper con su novio. Miro a mi alrededor y

lo primero de lo que me percato es de una pareja que está besándose

en la esquina, no siento envidia siento es ira por los momentos

románticos que no existieron entre Jackson y yo.

-Hola… - esa voz… miro hacia mi izquierda y es Christopher que está

escondido entre su abrigo, centro mi mirada en él y luego retoma la

postura a tal punto de que nuestras miradas se crucen, podría sentir

sorpresa, pero el dolor llena mi corazón, vuelvo a mirar hacia la barra y

tomo un sorbo de Wiski, lo siento más amargo de lo normal, Christopher

81
aún está mirándome pero lo ignoro, tomo la botella de Wiski y la llevo a

mi boca para tomar un trago largo, el sabor ligero y amargo me

despierta y hace que olvide por unos minutos mi desdicha.

-¿Normalmente bebes de esa forma?- aquí va de nuevo-o es otra de

tus desgracias

-¿Cuál es tu problema?- miro su cara de suspenso y le hago una

mueca con mi cara que de seguro se torna sobria- es la primera vez –

respondo con la voz apagada y vuelvo a cruzar la mirada con

Christopher

-¿Qué pretendes? – pregunto de una forma cortante puesto que todas

las veces que estoy a solas con Christopher comenzamos a hablar de

forma poética, pero hoy su formalidad no se nota por ningún lado,

además desde que lo conozco me deja con interrogantes que solo

puede responder él.

82
-Nada en específico ¿Qué te hace pensar eso?- tanto el como yo

estamos dolidos por algo y no son nada buenas nuestras aptitudes poco

maduras.

-No te creo, por alguna razón estás en los momentos menos

oportunos, pero luego eres indiferente a todo-vuelvo con mi botella y

agrego en voz baja-¿acaso me estas persiguiendo?

-Nunca he pretendido nada pero si mi compañía es tan mala será

mejor que te alejes- es la primera vez que Christopher me habla de esta

forma, su manera brusca en el estado que me encuentro no significa

nada para mí, pero a mi compañía le resulta molesta e insultante esta

situación.

-Deberías alejarte tú, si es que te molesta algo- para molestarlo más

digo con malicia-oh… de seguro sufres por amor.

-Estoy seguro de que somos dos, así que no alardes de lo mal que la

pasas-deslizo mis manos por la mesa y luego llevo los costados de mi

83
cabello hacia adelante para tapar mi cara de vergüenza, pues

Christopher supo dar en el punto de mi desdicha

-Tu dijiste que tienes respuestas, esa es la razón por la que estoy

molesta contigo– vuelvo a tomar un largo trago de Wiski y Christopher

se exalta al volver a esconderse en su abrigo, tomo casi la misma

postura y lo primero en lo que me fijo es en su brazo izquierdo donde

esconde unas cortadas, detallo como van estas en una parte de su

muñeca y me pregunto por no haberlas notado antes -¿Qué te hiciste

en…?

-Nada- su manera de responder fue cortante lo cual me molesta y le

doy la espalda, por parte de Christopher sé que no voy a recibir ninguna

respuesta, pero eso no significa que no me interese saber su pasado

- Sabes… no eres el único desdichado, hoy se supone que cenaría

con Jackson; pero las promesas sin cumplir, dicho de este modo,

acaban con las llamas de la fe.

84
- Lo se… - respiro hondo mientras vuelvo otra vez a intentar ver sus

cortadas, pero las escondió con su abrigo – El amor es algo

extraordinario, pero nunca pensé que pudiera hacerme sufrir. Nunca lo

he podido olvidar, pero ella a mi sí.

-Ahora si estamos hablando como adultos-la lluvia que da su

comienzo, golpea el tejado de este lugar y hace estruendos, lo suficiente

para que mi voz no sea escuchada, lo último que die es-tal vez ese amor

por el cual sufres nunca te fue correspondido- casi que gritando

manifiesto lo ultimo.

- Si lo es… – me levanto discretamente puesto que siento nauseas,

llevo la botella de Wiski conmigo y antes de dar el primer paso mi cuerpo

no resiste el cansancio, además es mi primera vez excediéndome con el

Wiski, no es lo mejor que he hecho en mi vida, ni es lo peor, pero a

veces unas copas solucionan el peor pensamiento, el problema luego de

estas bebidas es volver con la cruel realidad. Sin más preámbulo me

dejo llevar y no tengo certeza de que sucede mientras caigo al piso y

pierdo la noción de todo, siento el ligero dolor en mi brazo y alcanzo

85
escuchar como la botella se hace pedazos, mientras algunas voces me

sofocan.

Capítulo 4

El cuerpo me pesa, la cabeza me da vueltas, al mover un poco mi

brazo derecho el dolor se intensifica, siento como si me hubiera caído

86
una pesa o hubiera ejercitado mi cuerpo luego de mucho tiempo.

Paulatinamente abro los ojos y al hacerlo completamente lo primero que

veo es una ventana por donde emana un poco de luz que alcanza a

llegar a mi brazo izquierdo, no me acostumbro a la luz como es debido y

parpadeo varias veces, me levanto y estiro un poco los brazos sin hacer

mucho esfuerzo que vaya a lamentar después, la cama donde estoy es

suave y las cobijas que me cubrían del frio por lo visto me mantuvieron

en mi estado de sueño hasta esta mañana tan clara y relajante; me rio al

pensar que estoy en cielo, eso es algo absurdo cuando siento dolor en

el brazo.

Me levanto y comienzo a caminar por esta habitación desconocida, el

piso es de una baldosa que asemeja a la madera y las paredes si no

fuera por mi buen juicio juraría que son de cuarzo, a medida que avanzo

se me viene el recuerdo de la noche anterior con mucha emoción y si

hubiera algo mayor a la sorpresa que siento serían los recuerdos más

desgraciados ¿Cómo llegue aquí? ¿Fue Christopher? Son preguntas

que me postulo porque no recuerdo que sucedió después de mi caída,

87
solo el sonido de la botella cuando se parte en mil pedazos y el dolor

que me agobia. Sigo caminando por la habitación pensando en que

hacer, si salgo de la habitación seria descortés con quien me haya

traído, pero sería mejor, pues de esa forma no tendría que encontrarme

con algún rostro y hablar de lo sucedido la noche anterior, pienso en la

posibilidad de salir, pero al mirar que tengo puesto no tardo en

percatarme de que no traigo mi ropa del día de ayer (así que no tengo

otra opción) el susto que recorre mi cuerpo no lo manifiesto con

totalidad, por alguna razón conservo la calma, me postulo que podría ser

un violador o me secuestraron o simplemente estoy muerta… muevo mi

brazo hacia arriba otra vez y no tardo en comprobar que no estoy

muerta, me arrepiento de haber probado otra vez la misma

consideración, pero eso no cambia el hecho, así que me apresuro para

salir de la habitación que por cierto la adorna un hermoso cuadro con un

paisaje del campo, tiene en su mayoría colores vivos y además su

centro es una pareja que van tomados de la mano, miro en una esquina

donde está la firma del artista el cual es… Christopher… así que quien

88
me trajo aquí fue Christopher y por lo tanto esta debe ser su casa. Tomo

el pomo de la puerta y abro con agilidad, la primera figura que se

presenta es Christopher que por cierto lleva puesto una una pantaloneta

y su cuerpo de la cadera hacia arriba totalmente descubierto, admiro su

six pack y recorro con la mirada este hasta su cara, él sonríe y yo imito

la acción para no quedar en ridículo; me permito ver sus músculos

marcados de nuevo y noto por primera vez que su piel es tenue, en su

mano derecha lleva dos bolsas que son de ropa, lo sé por sus marcas,

recorro su cuerpo hasta visualizar las cicatrices de las cuales pude

contemplar ayer una parte, pero ahora son objeto de cualquier vista. Me

siento algo incomoda puesto que llevo un pijama que no me cubre

completamente así que retrocedo a tal punto de retomar la mirada, dejo

a un lado la admiración y la remplazo por preguntas.

- Veo que ya despertaste.

-Si… y algo extrañada por lo que sucede- es demasiado incomodo

estar frente a Christopher en esta posición y más mientras él me sonríe,

de repente se me viene a la mente la posibilidad de que entre nosotros

89
hubiera sucedido algo, pues no tengo mi ropa de ayer y podría traducir

su felicidad a mis especulaciones– tuvimos…

- No - se apresura a decir –no acostumbro a traer a alguien en este

estado para luego coger, menos en la situación que te encontrabas.

- Bien… - eso no me tranquiliza del todo aún estoy en un lugar

desconocido, con alguien que me provoca cierta confianza, pero eso no

merece una buena opinión– me quitaste la ropa.

-Sí, tu ropa estaba bañada en wiski – me exalto con su respuesta y

adopto una postura seria, creería que es suficiente para que Christopher

detenga su sonrisa, pero eso solo hace que me vea de una forma que

no distingo, además estar frente a él detallando cada parte de sus

gestos, como me mira, la forma en que me habla, como se comporta de

una manera cercana siempre y cuando estemos a solas porque cuando

hay alguien acompañándonos es distante –tranquila no toque tu gran

culo-le hago mueca de fastidio, pero luego la remplazo por una sonrisa y

agrego con burla.

90
-Por lo visto tu tampoco tienes mal cuerpo, wow que gran pack-la

incomodidad que sentí con su comentario también la siente el, aunque él

toma la situación muy normal.

-¿Estas flipeando conmigo Ashley?- hace una cara de sorpresa y

agrega con forma de ser habitual-porque puedo seguirte el juego.

-Mejor dejémoslo hasta aquí.

-Toma, te compre esto… - miro la bolsa que trajo consigo y me da

curiosidad que fue lo que compro, tomo primero una blusa blanca y

luego me fijo del precio… miro de re ojo de nuevo, no puede ser…

-¿Cuánto gastaste?

- Eso no importa… deberías ducharte – iba a decir que no me diera

ordenes, sale de la habitación sin hacer ningún otro comentario, no

había notado que dimos algunos pasos hasta quedar solo a un metro de

la cama; quedo un momento suspendida digiriendo todo lo que sucedió,

Christopher me trajo a su casa, me compro ropa demasiado costosa y

no sé qué más pretende. Vuelvo a caminar por la habitación, pero esta

91
vez un poco más tranquila, tras varios minutos de pensar decido que ya

debería bañarme, tomo una toalla que está en la esquina de la cama y

entró al baño tratando de hacer el menor ruido posible, no quiero que

Christopher me escuche mientras estoy en la ducha. Me quito el pijama

y cuando estoy completamente desnuda abro la llave de la ducha, doy

un respingo, puesto que el agua al comienzo es fría pero luego mejora,

llevo mis manos a la cabeza y haciendo círculos con los dedos hasta

que se quita todo el jabón de mi cabello y siento un dolor intenso que va

desde la cabeza hasta la punta de los pies, mantengo los ojos cerrados

y una situación en mi mente hace que relacione a Christopher con mi

pasado que deje tras el accidente, abro los ojos algo incomoda por ese

pensamiento inoportuno donde era de noche y estaba sentada a su lado

observando las estrellas, esa figura es una versión más joven de él. Al

terminar el baño y vestirme con la ropa que me trajo Christopher por

cierto no tiene mal gusto, compro una blusa blanca que ya mencione y

unos vaqueros que son justo mi talla, al terminar de vestirme decidida

92
salgo de la habitación para irme a mi apartamento, ya es tarde para ir al

trabajo y la cabeza me duele demasiado.

Mientras bajo las escaleras, la bella melodía del piano me deja

perpleja, esa melodía que creí conocer solo yo, pero… me acerco a la

sala donde está igual de infestada de libros para mi gusto y esa melodía

tan atrayente y única, algo que trae consigo un sentimiento de

tranquilidad es tocada por Christopher, comienzo a recorrer la sala

mirando en los estantes los títulos de los libros hasta dar con uno

conocido que se llama (navegando en emociones y sentimientos), mi

sorpresa es absoluta porque fue un libro que escribí hace años, antes

del accidente que dividió mi vida en un antes y un después, reviso la

portada del libro luego me adentro en el libro, en la contraportada hay

una dedicación escrita con una caligrafía casi perfecta, comienzo la

lectura con el sonido relajante del piano, pero este se interrumpe e

inmediatamente Christopher se percata de que estoy hurgando sus

libros, me sonrojo a causa de una risa que ya familiarizo de Christopher,

93
además de esconder el libro rápidamente que por cierto no funciono de

nada.

- Veo que ya terminaste.

-Ah… si… y me voy ya.

-Tan rápido- insinúa no muy seguro-pero sigues aquí

- Veo que terminaste. – Christopher recorre su mirada como si

estuviera evaluándome, mi cambio de tema no sirvió para nada.

- ¿Ese es mi libro?

- Si… - dirijo mi mirada a otro lado demostrando mi pena – solo

estaba mirando, pero creo que esta es mi partida.

-Deberías tomar tu salida con calma- en mi mente surge

inmediatamente la pregunta de donde conoce Christopher esa canción

que considere durante tantos años solo mía, pero me resigno al ver que

Christopher se levanta de en frente del piano y se dirige hacia mí, esta

vez no retrocedo, sino que espero lo que pueda suceder, esas

94
respuestas que busco sin ningún precedente solo por mera curiosidad

que podrían no terminar en nada – te regalo el libro, pero a cambio

deberás tocar el piano.

-No se tocar piano, además no quiero el libro – mentira, realmente lo

quiero debido a que el original se perdió cuando me mude de

apartamento y mi libro es difícil de conseguir, es literatura olvidada,

aunque quienes lo leyeron tienen la perspectiva de que revele lo que

hay detrás de esta obra, eso es difícil, porque fue antes de ser quien soy

ahora

-Yo sé que si quieres tocar piano y también quieres el libro porque de

lo contrario no habrías tomado el libro y estarías muy lejos de la sala, el

piano te vio haber traído, a menos que fuera yo.

-tu ego resalta tu mal carácter ¿lo sabes?- insinuó con mi típico

orgullo mientras deslizo mi mano por la repisa que sostiene exagerada

cantidad de libros-además ¿Por qué intuyes que se tocar el piano?

95
-Si no supieras, no tendrías esa risa de suspicacia y mi intuición es de

confiar– sostengo el libro fuertemente así permitiéndome pensar muy

bien lo que quiero preguntar.

-¿Cuáles son las respuestas tienes?- vaya que manipular se me da

bien-si me sacas de dudas toco el piano.

- ¿Cuáles son las preguntas que tienes? – me molesto un poco por

haberme respondido de esa manera, pero comienzo a conocer un poco

mejor a Christopher, su forma de hablar tan profunda y misteriosa son

las preguntas, los gestos que me hacen sentir cierta conformidad

aunque muchas veces me moleste, pero es porque me siento estúpida

frente a él, y más con el misterio que guarda, el cual quisiera

desentrañar, saber qué lo que hay detrás y tener claridad como el cauce

de un rio puro y limpio, pero simplemente obtengo algo que no me lleva

a nada como una respuesta con otra pregunta.

-¿Por qué siento que te conozco?– Christopher suelta una risita, hace

que me avergüence y cuestione en lo que estaba pensado, el por qué

96
estoy preguntando algo que muy posiblemente lo vea como una

estupidez. Mis pensamientos cesan hasta que vuelve a retomar la

postura Christopher.

- Si tocas el piano, tendrás respuestas, es todo lo que puedo decirte.

No lo pienso más, me acerque al piano muy decidida puesto que esa

canción la conozco de manera muy cercana, pues hace parte de mí. Me

siento intentado tener la mejor postura posible debido a que

posiblemente Christopher está mirándome desde algún punto de la sala

y sin más preámbulo comienzo a tocar, voy desde los sonidos más

graves hasta los más agudos con los tiempos precisos para que así mi

melodía suene perfecta, pero… siempre que toco esta melodía siento

que estoy incompleta, una parte muerta que vive en el piano, la tristeza

me invade totalmente así que dejó de tocar y pienso inmediatamente en

lo infeliz que ha sido mi vida desde que he estado con Jackson, cada

vez resulta más extraño el amor, no tiene sentido sin una totalidad; esa

pasión que un momento era fuerte y de la nada se acabó ¿ acaso mi

97
vida tuvo una división antes del accidente? Cada vez que lo pienso, mi

vida era algo muy diferente antes en comparación del después.

La mano de Christopher me toma el hombro, no reacciono de forma

negativa, al contrario me siento aliviada de que este ahí

acompañándome frente sufrimiento que ha de ser eterno en mi naufrago

amargo, Christopher se sienta a mi lado y comienza a tocar las notas

graves de la canción, inmediatamente entiendo el mensaje y comienzo a

tocar las notas agudas de la canción, en movimientos rápidos de los

dedos y la concentración en el piano, frente a el hecho de que este tan

cerca de Christopher tocando esta pieza, esa parte que sentí hace un

momento que me hacía falta está completa, nunca había tenido la

oportunidad de tocar con Christopher y dada la situación lo hacemos al

compás, todo complementario.

The spiral of love


Christopher

98
Living without her was a painful lost
When I remember her, I fell that my live is falling apart
Her only remembrances is an old photograph
That I save like if it was gold

Our dreams are in the stars


Our love live in the shallow
Where the space is our only problem
Ashley
I have searched for the truth
And the answer was in front of me
I was locked up like a bird
Until you arrived

Take me with you


Where nobody harms us
I have lived in a lie
But only fate knows how much we love each other.

You will not let me fall

99
Because even our poetry
Feed what we believed in oblivion.
Coro
Our love…, my love….
I will always be with you
Until our star die…
Al terminar quedamos unos momentos detenidos meditando en lo que

acaba de suceder, tocamos a la par sin ninguna equivocación, el piano

más ligero que nunca por nuestro ritmo sin errores, se escuchó

angelicalmente, siento como si esto ya lo hubiera hecho antes, como si

cada parte de mis mejores momentos pasaran en la vibra de la música.

miro a Christopher demasiado asombrada de que tocara conmigo esta

canción sin haberla practicado alguna vez juntos, un sentimiento que no

reconozco eleva mi corazón, siento cierta felicidad que la limito con mi

expresión, quisiera tirarme y abrazar a Christopher sin ninguna razón,

decir lo mucho que me alegra tocar el piano a su lado, pero solo nos

vemos con un grado alto de melancolía que expresa muy poco de

nuestro corazón, al detallar más fondo, cada quien nos hacemos con un

100
mundo de fantasia, por mi parte imagino una cara de Christopher que es

tan resguardad y menos egocéntrica, pero aun con esa parte

encantadora de Christopher que lo hace único en su forma de verme

con…amor… especulaciones es lo que estoy pensando 8me reprendo

en mis imaginaciones) como es que puedo llegar tan lejos con un

sentimiento, ha de ser que se lo debo al olvido.

- ¿Tienes alguna respuesta?

-¿No estoy segura? – a la mente se me vienen muchas preguntas que

se desatan a través de momento, en mi mente pasan todo tipos de

pensamientos y a lo único que puedo llegar, es relacionarlo con mi vida

pasada, todo esto carece de fundamento debido a la insistencia de mi

mete en recordar, y posiblemente antes de mi accidente, ese recuerdo

insistente, es Christopher, pero… ¿cómo pruebo eso? Christopher es

quien tiene las respuestas así que necesito persuadirlo.

- El primer amor nunca se olvida.

101
-No todo es como pensamos – replico Christopher con cierto gesto de

tristeza.

-¿Te enamoraste?

- Dímelo tu – en mi mente se vinieron montón de pensamientos que

comencé a relacionar con las intermitencias de los recuerdos, pero aun

no llego a nada.

-No estoy segura… mi vida tiene una división que me separa de todo

lo que conocí, vivo en el olvido.

-Nunca has estado en el olvido… solo debes encontrar al amor.

- ¿Ya encontraste el amor?

- Reviví mi verdadero amor.

-¿Dónde está? – creo que llegue lejos porque Christopher se levantó

y se dirigió hacia una mesa que está al lado del sillón y trajo consigo un

sobre que me entrego haciéndome un gesto de (es de ella) considere en

leer su contenido inmediatamente, pero decidí guardarla en el libro para

102
leerla más tarde en un espacio donde solo yo pueda entender a

Christopher y así obtener lo que necesito, me levanto y cuando doy una

vuelta Christopher me devuelve con increíble fuerza, nos miramos unos

breves segundos mientras mi amigo con delicadeza sostiene mi mentón

y me ve con notable ternura; nunca pensé que pudiera suceder esto,

pero así como la vida trae sorpresas, el amor también; nuestros labios

se juntan y al ser un beso sin sentido, carece de emoción para ser

correspondido, por lo tanto me alejo y digo muy seria.

-Es otro de tus juegos- Christopher conserva su sonrisa y se acerca,

pero yo doy un paso atrás; de esa forma unos cuantos pasos más, hasta

llegar a la pared donde ya no hay escapatoria porque los brazos de

Christopher cubren mis costados, me obligo a mirar hacia arriba aunque

eso implique otro momento sin nada que proceda del corazón.

-No es un juego, solo quería ver si significa algo para ti lo que acabo

de hacer- Christopher se ofrece en invitarme a desayudar en American

Cappuccino en un principio me niego, pero no acepta un no por

respuesta, mi amigo es demandante y manipulador, algo que las chicas

103
aman pero yo detesto, además el beso de hace rato no llego a ninguna

respuesta y Christopher se niega a hablar más del tema. Acepto su

propuesta por consideración, además olvidado preguntarle donde está

mi auto, el cual en respuesta dijo que aún sigue en BOLA 8 el bar donde

conduje demasiado desdichada, eso hizo que preocupara por mi auto

pero dejo la preocupación por su suspicacia, puesto que Christopher

pidió a un amigo que cuidara del auto. Cuando llegamos a American

cappuccino como siempre que entro a este establecimiento que me trae

recuerdos, es cálido además me ayuda a pensar mucho mejor y fue aquí

donde escribí mi último libro, pero debido a la poca inspiración no he

vuelto a escribir, ahora que lo pienso tengo mucho que escribir, mucho

por recorrer en cada idea, no sé cómo es posible que haya dejado mis

historias eternas, donde habían finales felices o explicaba un

sentimiento profundo, donde sus personajes obtenían lo que

propusieran o simplemente escribir sobre emociones personificadas.

Nos sentamos en mi mesa preferida y durante un largo rato estuvimos

en silencio sosteniendo la mirada, posiblemente el pensando acerca de

104
su atrevimiento al besarme, aun sabiendo que estoy comprometida; por

otro lado yo estoy evaluando cada aspecto, su sonrisa, disfrutando el

poco sol que entra demasiado radiante por las ventas que dan a la calle.

Pido un Cappuccino cambio que Christopher no pidió nada, asegura

que no tiene hambre, no soy tan estúpida para saber que es un pretexto

para verme mientras tomo algo de desayuno. Cuando termino de comer

comenzamos a hablar de literatura hasta que llegamos al punto de mi

libro (navegando en emociones y sentimientos) por un momento quedo

estupefacta debido a que nadie nunca me había hecho una pregunta

acerca de este libro que escribí antes del accidente, la pregunta fue

¿Quién te motivó a escribirlo?

-Realmente… no lo sé.

-Este libro es muy interesante, en especial la parte de palabras al

mar, leo con frecuencia esta parte, porque me recuerda el devenir de la

vida y la conexión natural humana.

105
-Te escuchas muy filosófico- mantengo las manos en la mesa, muy

cerca de las de Christopher-Siempre he creído que la mejor parte es

“palabras al viento” debido a la profundidad con la que escribí cada

párrafo… es un análisis muy profundo de como la vida avanza como los

ventarrones provocados por los fuertes vientos- nuestras manos se

tocan, eso no me molesta, solo dejo que este breve momento prosiga-

quisiera saber cómo fue que nació esta idea en el pasado pero…

- Después del accidente tu vida cambio.

- ¿Cómo lo sabes?

Christopher no responde nada al respecto, eso hace que aumenten

mis especulaciones sobre mi posible pasado, meras imaginaciones que

podrían tener una realidad viva oculta, luego de un largo rato decido que

ya es hora de ir a buscar mi auto, Christopher me lleva hasta el BOLA 8

y de ahí nos separamos, no sé si Christopher tuvo la misma sensación

de querer hacer algo más con tal de no volver a lo cotidiano, pero en mi

106
caso hubiera querido seguir más tiempo junto a él, pero sobrepuse mi

orgullo al sentimiento.

Capítulo 5

107
La semana trascurre normal, Jackson no recuerda pedirme disculpas

por haber faltado a nuestra cita sino que se limita a saludarme en la

maña y que le ayude a organizarse su corbata como siempre, es algo

clásico de esas personas que piensan en su alrededor como algo

obsoleto y lo que de verdad importa lo ganan por azar de la vida.

Charlotte me descontó el doble por haber faltado al trabajo el lunes, pero

no tiene mucha relevancia cuando mi necesidad no es de dinero, me

limito a hablar con Sophie debido a que si le manifestara acerca de que

estuve otra vez a solas con Christopher haría comentarios absurdos, los

cuales me harían sentir peor además de otra invitación a salir el

domingo, pero esta vez es solo noche de chicas, esas son las peores

porque es cuando Sophie comienza a presentarme a alguien como

posible segunda pareja y como nunca logra nada se va a bailar con

quien encuentre, por eso esta vez me niego, lo irónico de mi respuesta

es la forma en cómo se molesta conmigo y deja de hablarme como lo

hace habitualmente, en el almuerzo su presencia fue escasa y pude ver

como mi amiga en esos ligeros momentos se sienta con Christopher e

108
intenta ir en un mismo canal, pero él no es una buena compañía si no es

de su interés quien este a su disposición.

Mama llama en la noche del mismo día con el pretexto de que su

nueva pareja quiere conocerme, mama tiende a cambiar de pareja cada

año, eso me parece normal en su vida, ya que es de las personas que

nunca se conforman con nada. Ella es guapa a su edad por eso

consigue pareja fácilmente lo único malo es que siempre quiere

presentármelos y eso me molesta porque es como si ignorara la muerte

de mi padre.

-Hija, homero es muy encantador, tiene acento británico-la primera

parte me la repite cada vez que conoce a alguien que llene el espacio de

mi padre, y como de costumbre lo ignora-hola… llamando a tierra a

Ashley.

-¿Qué, que sucede mama?

-¿ya te pidió matrimonio?- repite la pregunta que daño mi perfecta

meditación de una idea.

109
-No y supongo que nunca lo hará, y por favor no quiero hablar acerca

de él- mi relación con Jackson está atravesando una etapa de amargura

que posiblemente el ignore.

-Bien… pero hablaremos luego- si estuviera frente a ella, su cara

seria estirada, para demostrar lo poco que le agrada la forma en como

me expreso-deberías venir este fin de semana- la idea no me agrada

mucho, pero si me niego a ir, nunca me lo perdonara, debido a que son

muy pocas las veces que nos vemos en el año; desde que murió mi

padre mama decidió mudarse para New Jersey después de mi

recuperación, por lo tanto quiere que estemos todo el fin de semana en

Newark, eso le ahorraría la molestia de tener que estar en el lugar que

murió mi padre; cuando termino de hablar con mama tomo mi celular y

llamo a Jackson para informarle de esta inesperada noticia, para él es la

mejor noticia de la semana, aunque implique un plan de momento para

viajar, por lo cual se alegra, esto se debe a la buena relación con mi

madre que resulta ser muy amena, no me sorprende porque según mi

110
pasado cuando Jackson se presentó por primera vez con mi madre le

dejo una muy buena impresión.

Las noches con o sin Jackson son vacías así que tras su llegada

tarde, como ya es habitual, solo me limito a saludar y luego me voy a

dormir; eso es lo común en diario vivir, pero hoy el aburrimiento me

gana, estoy navegando en la web mirando cómo está el ranking de

diseños y por lo visto no está nada bien, Urban Fashion está en tercer

lugar, Charlotte debe de estar molesta, pero no tengo cargo de nada,

porque he hecho todo lo que está a mi alcance para que volvamos a

destacar este año, el problema es que Arthur con sus ideas de futurismo

en verano no atrae a las personas y Charlotte no ha querido aceptar mis

propuestas desde que llego Christopher, a veces pienso que el la

influencia para descartar mis ideas, aunque todo se va a bajo cuando

pienso en lo atento que es conmigo, no sé cuál es el problema pero

últimamente mis ideas son inservibles. Sigo mirando la página hasta que

aparece un anuncio que me identifica en parte (cansad@ de problemas,

la mejor solución ¡vacaciones! venga a Paradise en Miami) por un

111
momento me llevo aun mundo de imaginación donde me encuentro en la

playa disfrutando del sol en esas largas sillas, intento imaginar ese

perfecto día con risas y el constante movimiento del mar, y en un

momento me levanto y camino descalza por la playa; luego de esa larga

meditación, a la mente se me viene una idea sin procedente, se trata

acerca de escribir un blog sobre el amor… “no siempre se encuentra la

persona ideal” es lo que pienso en el instante.

¿Cuándo fue la última vez que hubo pasión entre


pareja?

Hoy en día una relación es disfuncional desde el


momento en que el amor es algo lejano, que se ve
afectado por el trabajo excesivo, la falta de
compromiso en la pasión… un día uno se cuestiona
¿soy feliz? ¿Es mi pareja ideal, esa media naranja?
y finalmente se llega a la conclusión de que el amor
nunca ha sido algo fácil de encontrar, que no es
más que un cuento de niña cuando pensaba en el
príncipe azul como “mi parte faltante” o algo por el
estilo. ¿Qué sucede? es la belleza, el problema es
uno misma… o no se es lo suficiente para la

112
pareja… y ahí es donde todo se ve con más
claridad, donde se sabe que nunca se encuentra lo
que se buscaba sin que fuese un amor a ciegas, esa
única espiral del amor que es la vida a oscuras sin
una luz real, finalmente se reconoce que no es
estar enamorado, simplemente no recordar el
pasado no aclara el amor. Si alguna vez pensamos
en la espiral del amor es como si fuera todo lo que
se creyó como amor pero nunca fue ideal sino
hasta que todo fluye como el caudal de un rio.

¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo


apasionado?

Ashley Hawkins

Terminado de escribir este pequeño párrafo de cómo me siento y

como posiblemente se deben sentir muchas mujeres, comienzo a

caminar por la sala, como lo hago todos los días en la noche, no

esperando a Jackson sino para adentrarme más en la soledad, me

gustaría hablar con Sophie pero debe seguir molesta por haberme

negado a salir. Sigo caminando por la sala hasta que recuerdo el sobre

que tengo en el libro que me regalo Christopher, no he tenido tiempo de

113
leer y además quisiera echar una ojeada al libro que escribí hace

muchos años (años que no recuerdo) pero eso ya no importa porque

debería dejar de lamentarme de un pasado olvidado y tratar de vivir con

la nostalgia que me acecha por no saber quién fui y como ha repercutido

en mi vida actual, quiero saber cómo era antes del accidente y esas

respuesta las puedo encontrar en mama o posiblemente en Christopher,

pero sonsacar esa verdad ha sido demasiado difícil, por parte de

Christopher; así que tendré que acudir a mama, pero… si ella fue quien

me conto supuestamente la verdad de mi pasado entonces no tendría

sentido volver a preguntarle, podría abordar el tema indirectamente

porque estoy segura que mi madre esconde algo y de seguro si

abordara el tema lo evitaría con su tono sarcástico para luego hacerme

creer que soy la peor hija por no creerle.

Tomo el libro de mi bolso que está en una esquina del mueble y le

hecho una repasada a las letras que están en este, miro cada detalle,

desde como los garabatos se unen a otras letras hasta la forma ovalada

de letras intermedias.

114
“La vida es perfecta junto a ti”

6 de noviembre

Analizo a fondo esa forma de escribir, pero no llego a nada,

simplemente observo la caligrafía sin hallar ninguna respuesta y que

dentro de dos días llegara esa fecha para Christopher, luego comienzo a

leer palabras al viento por enésima vez hasta que escucho la puerta de

la entrada chirrear y guardo el libro, eso me hace recordar lo que

sucedió con el gabán de Christopher por tomar de apura la situación, al

igual que la otra vez, en mi afán por guardar el libro se cae el sobre que

estaba en este, iba a apurarme a tomarlo pero ya era tarde puesto que

Jackson con sus zapatillas valoradas en más de 2954489$ dólares pisa

el sobre al entrar a la sala sin darme tiempo de tomarlo.

-Hola amor…- demasiado amargo para la situación actual de nosotros

- Hola… - me parece que es demasiado excesiva la forma en que se

dirige, aun sabiendo que nuestra relación no trasciende los límites del

amor, pero como estoy concentrada en el sobre esperando a que

115
Jackson se retire no voy a discutir nada, me limito a observar el sobre

bajo su zapato hasta que este se mueve y dirijo mi mirada directamente

a su cara que se vuelve algo desconocido con el tiempo, Jackson está

soltándose la corbata y mientras lo hace se acerca más a mí, cuando

termina de soltarse la corbata ya está totalmente cerca mío y sin más

preámbulo me besa, este beso es amargo sin pasión, este beso posee

un ligero sabor a alcohol y menta, no dura más de cinco segundos y ya

nuestros labios están a una distancia muy escasa, me alejo a tal punto

de llegar al mueble donde aclaro mis pensamientos e inmediatamente

determino que no fue algo apasionado sino vacío que carece de algún

sentimiento; supongo que mi acción molesta a Jackson porque sus

pisadas en las escaleras suenan estruendosamente ¿Cómo pude

permitir que esto llegara hasta tal límite? Comienzo a llorar

desconsoladamente, esa chispa que no perduro desapareció hace

mucho tiempo y tan solo queda oscuridad, no sé en lo que piense

Jackson, pero esto es un juego que el mantiene, el cual consiste en que

lo momentos inoportunos, se toma el atrevimiento de ser la persona más

116
cariñosa y apasionada conmigo, como si quisiera recuperar el tiempo

perdido en una noche y posiblemente dentro de sus pensamientos

arreglar todo con sexo. Mañana cuando este con mama seré algo

hipócrita porque sería decir que mi relación con Jackson es muy feliz, de

lo contrario mama pensara que la del problema soy yo; hubo una vez

cuando Jackson no estuvo conmigo todo un fin de semana simplemente

por estar con su grupo de golf, eso hizo que me molestara demasiado a

tal punto de estar toda la semana saliendo con Sophie a fiestas, de esa

forma mi venganza no resulto muy bien porque mama un día festivo que

se suponía corriente llego a mi apartamento sin previo aviso y comenzó

a señalarme lo egoísta que he sido con Jackson, en ese momento solo

escuche acusaciones sin justificaciones, no me moleste porque creí que

si hice algo mal, pero ahora que vuelvo a meditarlo cambia totalmente

mi perspectiva, he sido muy estúpida y he dejado que las personas me

manipulen, pero ahora todo es diferente y posiblemente no sea de

agrado para muchos, pero no necesito un guía o alguien que se

117
entrometa en mis asuntos (pienso con ira, mientras las lágrimas se

vuelven más fuertes)

Me acuesto en el mueble, como siempre en este vacío que aumenta

mi dolor corresponde al ambiente en donde vivo, las lágrimas ya cesan

pero aun siento un nudo en la garganta debido a que fue mucho lo que

reprimí durante tanto tiempo en la soledad, voy quedando dormida a

medida en que los recuerdos más dolorosos llegan a su final y el

cansancio toma su lugar con el sueño.

Me levanto en esta mañana que se muestra acorde con el mismo

estado de ánimo que ayer me sofocaba, miro a mis alrededores en

busca de Jackson, él está en la cocina leyendo el periódico y por lo visto

ya está listo para salir; cambio que yo aún conservo el vestido con el

que conocí a Christopher, no tardo en percatarme de que el sobre que

cayó ayer en la noche al piso, sigue ahí, eso es una noticia buena

puesto que si Jackson por coincidencia lo hubiera encontrado y lo

hubiera leído posiblemente hubiera otro problema y eso es lo que quiero

que no suceda, me abalanzo sobre este lo más ágil posible con tal de

118
que Jackson no se percate de que ya he despertado luego lo guardo en

el libro; al tener el sobre en mi libro camino hacia las escaleras tratando

de no hacer ruido aunque mi intento es en vano, subo la primer

escalera, Jackson separa el periódico y de esa forma nuestra vista se

cruza, podría ser más incómodo si dijera alguna palabra, pero tan solo

se dedica a mirarme como si me evaluara , ignoro por completo este

hecho y sigo mi rumbo; llego a la habitación y estiro mi cuerpo, después

de todo el sillón sigue siendo incomodo, organizo mi maleta de viaje

rápidamente para el fin de semana, guardo el libro en el fondo donde

solo yo pueda encontrarlo y encima de la ropa coloco mi computadora

puesto que podría ser un fin de semana aburrido y solo tendría dos

opciones de distracción: la primera; estar en mi habitación escribiendo y

la segunda; leer de nuevo (navegando en emociones y sentimientos.

Jackson decide que es conveniente llevar su auto puesto que el mío

no aguanta viajes largos, eso es mentira pero no refuto porque no quiero

hablar de nada, de lo contrario podría terminar en una discusión que

llegaría al problema de ayer y no estoy dispuesta a aguantar de nuevo

119
mi irregularidad con Jackson; durante el viaje solo se siente el ruido de

los carros en la vía, algunas palabras por parte de Jackson que no

respondo de ninguna forma, me limito a mirar en frente cuando el

preguntaba algo

En la salida del estacionamiento mientras aguardamos un semáforo,

veo el auto de Christopher y por su puesto su dueño, los dos tenemos

las ventanas abiertas y nos miramos al darnos cuenta de esta

coincidencia, todo me resulta extraño, porque es como si se dirigiera

hacia mi apartamento, aunque es absurdo, él no sabe dónde vivo, así

que solo le sonrió, mi amigo no corresponde, trata de mirar quien

conduce y al ver quien está al volante su cara manifiesta tristeza

finalmente el semáforo da en verde y se aleja para tomar la otra calle.

-¿Lo conoces?

-Es un amigo del trabajo- no digo nada más y evito conversar.

Cuando entramos a Newark no tardo en traer recuerdos cuando

íbamos a Skaneateles Lake en otoño, en el frio abrasador, pero eso no

120
era de mayor importancia porque lo que me hacía feliz en ese entonces

era estar con mis amigos de la universidad. Otro recuerdo que revivo es

cuando las hojas de otoño con clores entre amarillo, rojo y algunas que

aun conservaban un poco de verde se reunían en montones donde con

mis amigos las tirábamos unos contra otros y de esa forma la diversión

se sentía infinita, luego del juego venia el Bar; desde que me gradué de

la universidad no volví a comunicarme con ellos, lo más cercano que

tengo es a Sophie con la cual en la universidad éramos muy amigas,

pero cuando entre a Urban Fashion el destino nos devolvió a un mismo

camino y desde ese entonces nos volvimos inseparables.

El invierno más largo


(Una historia amarga como un corazón frio)

Por: Christopher

121
A mitades de temporada de invierno, las casas rebosas de nieve, las

ciudades con sus enormes edificios y su abundancia de personas en las

calles; forman una viva imagen de felicidad proveniente del corazón,

muchos salen con sus abrigos en busca de la mejor tienda para comprar

un buen regalo, sus facciones son relajadas y mezclan algo de amor que

se manifiesta avivado; lo extraño en que cuando estas calles solían ser

oscuras y tenebrosas, sin ningún signo que demostrase lo contrario a

este día de sentimientos mutuos, no manifestaban nada en absoluto.

Suaves ventarrones pasan y copos de nieve caen en abundancia,

muchos autos hacen ruido con sus bocinas, la acción puede ser algo

estúpida, porque el ruido no hará que el tráfico avance más rápido;

aunque es entendible su preocupación por pasar un buen rato

gratificante para el corazón.

Luego de un largo análisis sobre lo bueno de la vida que me destroza,

miro el cielo e intento buscar formas en las nubes, me esfuerzo por

encontrar algo que aleje los mejores recuerdos de mi existencia, pero

122
con los segundos todo se vuelve más doloroso, muevo mis dedos

ligeramente y luego doy breves golpes a mis piernas, normalmente

cuando medito sobre una decisión acostumbro a ejecutar esta acción, la

diferencia es que no estoy entre la espada y la pared, sino que trato de

visualizar la mejor forma de acabar con el dolor.

Por mi mente pasan fantasías que se ven interrumpidas por una voz

áspera, pero con tono amigable, miro hacia mi derecha y con cara

inquietada observo a un anciano que conserva cierto aire que le

proporciona tranquilidad; no había caído en cuenta de su presencia, esto

debido a que la vida ya no trae sorpresas para mí. A quien conocí se

desvaneció en una noche como hoy y mi mundo se perdió junto a ella;

aquellas personas que me ven solo sienten necesidad de llenar los

espacios de soledad, por esa razón que la vida ya no es una sorpresa

para mí, esta es: perceptible, susceptible y predecible.

-No todo mundo acostumbra a estar sentado en un banco tanto

tiempo, sobre todo en una noche tan especial- aquí voy de nuevo, con el

seria la quinta persona que se acerca para buscar una conversación y

123
como los otros va a fracasar en el intento-disculpa, soy muy grosero, mi

nombre es “odio”

-¿Es broma?- entorno mi cara con severidad hacia el anciano, este se

burla con gran fuerza, no exagero la forma en como lo describo, sus

carcajadas se escuchan de manera excesiva así que vuelvo a hablar-

¿Qué te causa tanta risa? Si en verdad eres el “odio” tu nombre no va

con lo que expresas.

-Al parecer no sabes que es odiar.

-Para ser el “odio” eres muy engreído” y si me preguntas que es odiar,

creo tener mejor respuesta que tú.

-No sabes nada, piensas que el odio sale de lo bueno, es una

equivocación muy concurrente, pensar bien del mal y viceversa.

-Quieres decir que si alguien te olvida (por su puesto una situación

mala) no se tiene derecho a odiar los buenos recuerdos- reniego

muchas veces con la cabeza hasta que una bola de nieve me golpea a

mi espalda, me giro con algo de furia controlable y me percato de lo solo

124
que esta el lugar, vuelvo para encarar al anciano, pero ya no está en su

lugar, a cambio hay un sobre de carta en el puesto que se encontraba,

tomo el sobre cubierto con un poco de nieve y miro a mi alrededor en

busca de su dueño, este sobre tiene un pequeño sello en oro con el

signo infinito, además posee el siguiente mensaje.

“El culpable es el olvido, mas no tu mejor


recuerdo junto a la persona que amas”
Vuelvo a mirar mi alrededor y no se en que momento una joven se

sentó a mi lado, si hubiera llegado antes habría odiado su presencia,

pero mi mente se centra en el sobre con el mensaje, vuelvo a mirar a la

joven y esta emana una risa radiante, menos bella que… la chica es de

cabello liso y rubio, su piel es muy pálida, sus ojos de un extraño azul

cristalino que brillan con exageración, no estoy seguro si es a causa del

labial, pero sus labios poseen un rojo intenso y vivo que me hace

recordar la sangre. Dejo a un lado la admiración y me levanto para

emprender un camino sin rumbo, la joven que está a mi lado imita la

125
acción y luego me toma de gancho, quedo inmutado, pero no hago

nada; por extraño que sea, ella me produce confianza.

-¡Hola! Soy “el amor” encantado de conocerte ¡Ay que emoción!!

Estaba esperando este momento- ya emprendido el camino en dirección

a las tiendas, para luego caminar por las aceras que rebosan de gente,

decido que es buen momento para hablar y aclarar lo que sucede.

-¿Puedes responder con sinceridad una pregunta?- la chica asiente y

coloca toda su disposición en mi- ¿están jugando conmigo? Porque mi

situación no pinta nada bien y ya van dos extraños que se me acercan,

incluyéndote.

-¿Qué? No somos extraños, tanto el odio como el amor son reales, el

primero es una expresión de lo malo y el segundo la propia esencia del

ser humano.

-Si eso es así… ¿Por qué luces igual que un humano?- aprieto la

mandíbula, puesto que esta es mi típica acción para retener el dolor.

Ironizo mi pregunta- o es una apuesta este juego.

126
-No es una apuesta y por lo visto no sabes que es odiar y no conoces

que es amar.

-Hace rato un anciano un anciano me dio una lección de odio, y creo

conocer bien que es amar. Es irónico, pero el amor hablando de sí

mismo suena orgulloso y vanidoso- digo de mala gana y aligero el paso

para intentar librarme de esta chica tan rara, pero mi intento falla al ver

que se sostiene más fuerte de mí.

-Por esa razón es que no recuperas a quien perdiste- eso fue un

golpe que atienta contra mi corazón, siento como la ira se apodera. El

hecho de recordar y ser olvidado hace querer perder la memoria, que te

caiga un meteorito que suceda alguna desgracia y termine lo que me

agobia-mira… la identidad puede ser algo universal o especifico, todo

aquello que posea dicha esencia crea una vaga opinión de sí mismo o

de otras forma perspectivas adicionales-respira hondo vuelve con su

fluidez para hablar de ella-a lo que voy es que el amor nunca muere,

tanto el espíritu como el cuerpo conservan lo mejor del alrededor; no se

127
puede recuperar el mismo amor, sino hacer de este una semilla

mejorada.

Por razones desconocidas me obligó a cerrar los ojos durante unos

segundos, es lo peor que me ha sucedido en la noche.

Ahí está ella muy feliz a mi izquierda, con su sonrisa habitual y

esbelta que realza el ese cuerpo que conozco demasiado bien; sé que

tiene un tatuaje más arriba de sus senos, tiene algunas cicatrices en las

piernas que no se ven a simple vista, su cabello liso y negro es largo,

sus ojos voluptuosos captan mi mirada y por ese breve tiempo todo lo

que sentía desaparece.

La realidad vuelve y mi corazón vuelve a ese caparazón de… y no sé

si es odio o amor lo que siento, me arrodillo y comienzo a llorar.

No sé cuánto llevo ahí, delibero todo ese dolor que he guardado por

tanto tiempo. No me importa este día de mierda (me repito varias veces)

caen copos de nieve por montones y como es habitual este percance no

daña la alegría en las anchas caras de las personas, a cambio llena

128
cada espacio tal como los átomos que están todo los lugares, pero no se

pueden ver, cambio que la felicidad se percibe. Sin importar lo

devastado que me siento y que ella vive en recuerdos, pero yo estoy

fuera del amor o lo mejor de nosotros.

Alguien me toca el cuello con unas pequeñas manos, muy suaves y

cálidas, como las de un niño, pero estas producen tranquilidad; no me

giro porque debe ser alguna broma o quizás la pregunta de un enano

curioso, me limito a ver el asfalto que da a menos de un metro con la

intersección de esta calle, las pisadas rápidas con determinación que

pasan por mi lado suenan como los tejados de las casas en esas lluvias

torrentes, nada fuera de lo común, incluso los calzados que llevan esta

lluvia de gente varia en solo tres colores (negro, café y blanco; en

ocasiones colores más vivos, pero solo significa la presencia de otro

niño) tras esa breve vista de desconcierto frente al mundo que se alza

en mi amarga realidad, comienzo a golpear el duro piso, utilizo mi fuerza

de manera abrupta, el dolor es algo mínimo, recorre mis muñecas y se

129
extiende un poco por mis brazos, causa ligeros impactos que

desaparecen y vuelven con otro golpe.

Juraría que esas mismas manos que me tocaron el cuello son las que

ahora detiene mis golpes, con tan solo el toque sobre los puños

comprimidos con gran fuerza, es suficiente para que el dolor se extinga,

miro con una extraña y razonable tranquilidad la causa de que para el

dolor en muchos aspectos, tan solo es una niña.

Sus facciones demasiado tiernas, una piel tenue, no demasiado

pálida y pareciera que nunca estuvo bajo el sol, sus ojos azules casi que

brillan como lo hace un diamante con la luz, esos grandes ojos me

observa con detenimiento. Alrededor suyo pareciera que el pasado

perfecto fuera suyo, como si nunca hubiera tenido problemas a

diferencia de alguien común, que precede de horribles cosas; justifico

esta descripción al momento dulce que pasa casi todo mundo.

-El dolor no calma la ira, al igual que el amor no calca a la locura- su

voz resulta tan suave como la caída de una pluma, no parece como

130
esos murmullos de niños que utilizan su agotable fuente de felicidad,

esta niña tiene una mezcla infinita de sentimientos buenos, todos

deliberan desde su voz y se extienden por el ambiente-es el descontrol

la causa en que se manifiesta lo mejor o lo peor de alguien.

-¿Quién eres tú? quiero decir ¿Qué haces aquí?- el sarcasmo no me

sale con naturalidad, es como si hubiera parado la llama del odio y

resentimiento.

-Me llaman “los recuerdos” pero eso no importa- se calla y me mira

con demasiada presión, como si buscara algo en mi jodida vida, al final

dedito y aparto la mirada a la otra esquina de la calle donde reposan

personas con bolsas de regalos esperando el momento para pasar de

calle- estoy aquí para devolver lo mejor de ti.

-Hoy he visto “al odio y el amor” dos proezas que tienen sentido en mi

vida: el primero, es el causante de lo bueno que trascendió a lo malo

para luego destruir mi vida y el segundo conserva un lugar muy apartado

en mi corazón-hace rato la niña sonreía, ahora se limita a escuchar con

131
atención, es raro contar esto a alguien que posiblemente es veinte años

menor que yo.

-tengo muchos años, pero siendo una niña porque los recuerdos del

son jóvenes, al igual que el pasado- me sobresalto con su respuesta

¿Cómo es que puede leer mis pensamientos? ¿Puede leer también el

corazón? ¿Puede racionalizar con la mente? ¿O solo se limita a

escuchar lo que abunda dentro de mí? Esta situación anormal creo que

solo significa una cosa con aparente respuestas.

-Si es la muerte quien me persigue, entonces eso no me importa, al

igual que los recuerdos.

-Tienes suerte de que no sea la muerte aun- vuelvo la mirada para

enfrentar a una niña, me resulta extraño y de seguro que a la gente no le

molesta porque se limitan a dar un paso hacia mis costados para evitar

esta escena de locos- hay algo mucho mejor tras esta noche que te

resulta amarga-respira con suficiencia y continua-los recuerdos si te

132
importan, porque si fuera lo contrario estarías disfrutando en tu cómoda

casa mirando series navideñas o tomando vino sin parar.

-¿Es eso lo que piensas o dictaminas como un recuerdo?

-Es la parte predecible de los humanos, sus aptitudes que conllevan a

la misma frente a una dura situación- en su cara se forman unos

hoyuelos pequeños junto a una extensa sonrisa, de ser alguien mayos

sería algo perverso, pero en ella se ve una vaga opinión de sí misma,

como cuando un niño se le haya la razón-el tiempo corre y tú sigues

aquí sentado, los minutos cuentan al igual que los segundos, si no

haces nada ahora jamás habrá una despedida.

No sé por qué vuelvo a estar de pie, pero es agradable estirar los

músculos agarrotados por el frio y el duro asfalto, siento como si un gran

peso se quita de mí, pienso en lo estaba haciendo antes volver a un

estado de personal normal, no recibo algo satisfactorio, solo siento la

necesidad de caminar, con paso rápido me abro camino entre las

133
personas, sin importar que el semáforo este en rojo voy a dar al otro

lado de la calle, ya en esa parte alejada de…

Recuerdo a la niña y sus palabras, intento volver la vista para

encontrarla, pero un tumulto de personas apresuradas me comienza a

llevar, algunos empujan con el codo y otros tropiezan conmigo, al final

desisto y sigo ese camino trazado que carece de sentido para mí.

Llego a un parque algo ya muy lejano a todo lo que he dejado atrás, el

columpio que solía ser nuevo para esa época, ahora es solo como un

depósito de chatarra; el tiempo degrada el metal y el agua rompe las

piedras.

La nieve en este espacio que durante la primavera llena cada espacio

con diferentes personas, múltiples carritos de comida y risas de niños

revoloteando hasta los extremos del parque me trae muchos recuerdos.

Era primavera del noventa, las flores más abundantes que nunca, el

árbol en el que solíamos estar sentados tomando algo o mirándonos con

134
detenimientos, alguna risa que se escapaba y luego un beso

reconfortante, solía ser el día perfecto para los dos.

¿Cómo la conocí? Ella estaba sobre aquel columpio nuevo para eses

entonces, leyendo una novela vampírica, algo fuera de lo común en la

chicas de nuestra edad, pero ella una especie de extraterrestre estaba

situada ahí, sin que le importase algo o alguien manifestaba lo que

quería sin miedo a ser recriminada, cambio que yo, alguien alto según

las chicas el más guapo de la preparatoria, sin ningún interés por su

forma de vestir o gustos, un poco idiota y sarcástico creí que nunca

tendría posibilidad, al igual ella tampoco creyó tener ninguna motivo

para ganar.

Me acerco y dejo el sobre que me entrego el anciano, me percato de

lo que hago sin haber pensado en ello, resulta extraño y demasiado

dolor, porque ese sobre es como si guardara mis recuerdos, luego de

haberlo dejado sobre un montón de nieve en un costado de la base de

este, miro mi alrededor, todo se ha vuelto oscuro.

135
Las palabras de “los recuerdos” me llegan con la misma rapidez que

las dirección enviadas por el cerebro a diferentes partes del cuerpo

(tienes suerte de que no sea la muerte aun)

Ya… aquí acaba todo, lo extraño es que no sentí dolor, ni fije o

recordé el punto de mi muerte, todo se desvaneció sin siquiera poder

divisado a alguien o dicho mis últimas palabras; no siento frio y el cuerpo

se ha vuelto algo liviano, miro mis pies y dejo que me conduzcan hacía..

Alguien… resulta extraño todo esto, estoy sobre un gran charco y no

desaparece, al igual que el hombre demasiado joven que está en frente

mío, fue en cuestión de segundos estar a su lado.

El hombre es ato, de piel exageradamente pálida, sus ojos son de un

verde demasiado brillante, es un poco más alto que yo y da la impresión

de que es indiferente cualquier emoción frente a él, no se percata de

esta sensación que me abate, es algo de miedo con un poco tensión.

-¿Este es el final?- titubeo mientras pregunto.

-La eternidad no es el final, al igual que la vida es otra partida.

136
-Entonces ¿Qué hago ahora?- dejo de hablar y observo su mirad

severa, me ve como si fuera una rata, pero luego se transforma en una

mirada nostálgica.

-Es la oscuridad lo que te abraza, entonces caminemos.

Capítulo 6

137
Horas de viaje de mucha tensión dan su fin, llegamos a la casa de mi

madre donde con suficiente desanimo me bajo del auto y no permito que

Jackson saque mi maleta de viaje sino que yo misma la tomo y

comienzo a caminar muy vagamente hacia la casa, se ve algo nueva,

pero esta casa lleva años, sus anteriores propietarios llevaban con ella

catorce años y mama la compro hace poco, es de madera blanca, un

tejado que no reconozco el material, pero es algo parecido al ladrillo,

tiene un bello jardín, pero en otoño todo es muy triste, este pequeño

prado es una muestra de eso.

Subo los pequeños escalones de cemento, Jackson va tras de mi con

maleta y algunas carpetas de trabajo, era de saberse que no iba a tener

tiempo para algo que considera absurdo, pero accede por afecto a

mama.

Mama abre la puerta un antes de que mi puño rozara la rozara, se

abalanza a abrazarme, reconfortante esa sensación de maternidad que

mama aún guarda, nunca ha sido muy cariñosa, pero desde que solo

138
nos vemos una o dos veces al año hace que es tiempo sea diferente a

su forma.

- Hola… mama- dejo que las palabras floten, porque ahora su centro de

atención es mi… Jackson, esta atareado con el equipaje y las carpetas,

además del abrazo de mama, de seguro se muere de la ira por la poca

conciencia de ella.

-¡Hola cariño! – vuelve en dirección mía, en su voz se siente la felicidad

cambio yo siento lo opuesto, en ese momento un señor alto de ojos

azules y cuerpo atlético se acerca a la puerta, es demasiado alto, un

poco más que Jackson, me impresiona como los hombres crecen; dejo

reposar la vista en él, buscando algo que señale esa sensación de

haberlo visto en algún lado, pero todo al igual que con Christopher es

muy borroso, bajo la mirada hacia el tapete negro sin ninguna

inscripción que reposa sobre el piso de madera fina.

- Hija, él es Homero – le extiendo la mano y sonrió por mera cortesía, es

demasiado hipócrita pero no tengo otra opción puesto que de lo

139
contrario mama me reprendería por mis modales más tarde, además

Homero parece ser una persona muy educada, entonces mi acción

queda justificada frente a la nueva pareja de mama.

- Encantado de conocerte, tu madre me ha hablado demasiado de ti…

espero llevarnos bien– la primera impresión nunca ha sido muy

favorable para los novios de mama, por lo tanto me limito a hablar poco;

entramos a la casa, Jackson va tras de mí, no sé cuál sea su impresión

frente a homero, pero se la está llevando bien, ahora que lo noto tienen

algo en común, los dos son británicos.

Paso por la sala, dejo la maleta de viaje un momento sobre el piso,

muevo los dedos y continuo hacia las escaleras, mi acompañante de

viaje va tras de mi cuando el nuevo novio de mama va hacia la sala y

enciende la televisión.

-Deberían subir a su habitación y dejar el equipaje- me estremezco al

escuchar “su habitacion” antes de formular la pregunta mama se

adelanta sin saber que iba a decir.

140
-No he tocado nada de tu habitación.

Se va y no deja ni siquiera que protestara, Jackson se adelanta con

rapidez y no demora en bajar, no sé cómo no está cansado por el viaje,

pero es mejor que se mantenga lejos de mi habitacion, decirlo es

amargo, pero pensarlo corta mi respiración, no sé porque tendremos

que dormir…

Sin más preámbulo subo a mi habitación donde están todas mis cosas

del pasado luego de que logro subir el equipaje, recorro el cuarto

polvoriento, esta habitación la he utilizado muy pocas veces puesto que

cuando entre a la universidad no solía visitar muy a menudo mama (no

ha cambiado mucho la situación, dejo la maleta en una esquina y me

acuesto tratando de conservar la calma, mi cama es lo suficiente grande

para dos, es suave, pero tiene alguna imperfección que me incomoda,

me muevo hacia el extremo derecho y quedo muy cerca de la orilla, miro

la pared sin nada que la decores y luego unas cajas que se amontonan

en la esquina, son todas mis cosas de la preparatoria, puesto que mis

cosas de la universidad yacen en el apartamento de Jackson, dejo

141
descansar la vista en el espacio vacío, sin observar nada en específico,

me hundo en el sueño.

Estoy en la preparatoria con una amiga llamada Isabela, ella me

comenta algo acerca de un joven muy apuesto nuevo en la escuela,

miro hacia la puerta esperando su llegada, cuando entra mi mundo es

como si hubiera cambiado, es extraño que tenga una conexión con

alguien nuevo en mi vida, todas sus facciones tan encantadoras, su

carácter sensato y Cortez, sus ojos azul y piel blanca, no es pálida, pero

si a mi forma de ver reluce y resalta todo su aspecto, esa persona es

como una versión más joven de Christopher, no sé cómo sus palabras

resuenan como una marca o esos anuncios de televisión inolvidables.

Todo se disuelve como la azúcar en el agua, pero este sueño agua en la

oscuridad, los reflejos desaparecen.

Me percato de la presencia de mi madre inmediatamente, eso debió ser

lo que me saco del sueño, ella se encuentra en una esquina de la cama

tomando te, en mi mente divago las posibilidades del por qué estaba

142
esperando a que despertara aunque sea obvio, pero podría haber otra

posibilidad; sostengo la mirada durante un buen rato hasta que mama

termina su te, esos minutos resultan ser incomodos, dejo de jugar con

mi cabello y adquiero una posición para enfrentar lo que venga, dejo

caer las manos sobre la colcha, veo su vaso vacío y abro la boca para

decir algo, pero ella como siempre le gusta interrumpir, de esa forma

suena creíble sus discursos baratos.

-¿Que sucede hija? – su voz es demasiado sensible, me causa cierta

melancolía aunque posiblemente pueda ser un truco para luego llegar al

tema central, ella tiende a ser muy formal, es de las personas que odia

ver a alguien comer en otro lugar que no sea un comedor, le fastidia que

haya la presencia de celulares en la mesa, va contra las malas palabras,

aunque eso implique tener que escucharla con sus argumentos de

mierda para al final saber que has perdido, mama es una joya que sega

a cualquiera.

-estoy un poco confundida… - mama iba a responder algo pero desde el

primer piso resuena la voz de Chanel, sin decir nada sale con su

143
enfático caminar, en la madera resuenan sus tacones no muy altos y

cuando la puerta se cierra tras de sí, me vuelvo para descansar un poco

más.

Saco mi computadora luego tratar de tratar de recordar con exactitud el

sueño que tuve, pero lo único que se me viene a la cabeza es

Christopher; dejo a un lado su imagen y comienzo comienzo a revisar el

blog que escribí ayer, es increíble todos los comentarios que han

surgido en un día; algunas mujeres cuentan sus experiencia en esos

amores que consideraron reales, otras de su última noche de pasión

pero hubo una en especial que en vez de contar una experiencia, hizo

fue un escrito sobre mi idea de “la espiral del amor” pero debatiendo lo

escrito.

El amor en una espiral no es un ciclo sino que es


todo lo pasante, no hubo un mal amor porque de lo
contrario esa persona nunca fue la ideal; nunca
entraría dentro de tus mejores besos, tus mejores
vivencias puesto que no es lo que imaginabas; es

144
como una flor crece con muchas otras, pero solo
una alcanza la belleza total

Isabela Miller

La curiosidad me inunda así que decido escribirle a Isabela de como

llego a esta conclusión puesto que mi blog fue una redacción de un

sentir en un momento determinado y su aporte es como si entendiera

como me siento: engañada, con una mentira muy grande, con una

verdad oculta en lo más profundo del océano.

¿Cómo llegaste a esta conclusión?

Ashley Hawkins

Sigo mirando los comentarios sin encontrar nada relevante sino el

mismo, pero en diferentes palabras hasta que pasados diez minutos

llega un nuevo mensaje.

Alguna vez todos caemos en el olvido y tu idea “la


espiral del amor” no es más que una continuación
de la vida tanto a la pasión y lo que llamamos “el
verdadero amor” ideas obsoleta hasta que se
alcanza lo que se quiere.

145
Isabela Miller

Cuando me refiero a “la espiral del amor” como tú


lo mencionaste, no es más que algo pasante, pero
llega el momento donde esta se detiene y es ahí
donde está “el verdadero amor” si es una niñez,
pero es como se señala ese sentimiento que se
cultiva en la plenitud del amor

Ashley Hawkins

En la espera del siguiente comentario, analizo muy bien lo anterior y

detallo cada parte, es como si Isabela conociera muy bien esta idea, tan

solo mencionarlo hace que mi mente divague en posibilidades, surgen

preguntas como ¿la conoceré? ¿Qué enmarca todo lo relacionado con

la espiral del amor? Busco en internet y al parecer es la primera vez que

me falla, laza resultados que al final terminan siendo con dios o una

cadena de amor religiosa.

Olvidaste tu pasado.

Isabela Hawkins

146
Una extraña sensación recorre todo mi cuerpo, como es que ella sabe

que olvide mi pasado, mi mente me lleva a que posiblemente ella este

jugando conmigo; no respondo nada al respeto sino que le pregunto que

si podríamos vernos en presencia a lo cual contesta que sí; decido que

American Cappuccino el seis de noviembre seria el lugar y día ideal

para este encuentro extraño que de algo servirá, lo bueno es que ella

vive en New York y facilita la cita.

Miro el perfil de Isabela, tiene una foto de ella, con un filtro, así que no

es fácil reconocer su aspecto.

Después de un largo rato de estar en la computadora comienzo a

organizar mis cosas hasta llegar al libro donde está el sobre que no he

abierto, retiro las cosas restantes que quedan en la maleta, por poco

dejo caer el maquillaje y al fin saco el sobre sin hacerle ningún daño, lo

deslizo en mis manos y quito la cita que lo sella, saco con delicadeza

esta parte que relaciona en todo a Christopher, tiene una letra

ligeramente corrida, pero de buen aspecto, incluso mejor que la mía,

147
direcciono la mirada en el titulo con bastante asombro y me imagino

todo de lo que depende un título para comunicar una emoción.

NUESTRA POESIA

Nunca pensé que el amor si fuera ciego, enamorase


es una sensación indescriptible, pero en general
cuando te vi, inmediatamente supe que eres poesía
pura; la forma en como me miras como si fuera
única, si pudiera entrar a tus pensamientos y saber
qué es lo que piensas sobre mí, sabría ya una
afirmación. extendida ante un bello atardecer
donde damos paso a nuestro primer beso, como me
deleite con cada frase que lleno mi espíritu de
“amor verdadero” esa extraña ciencia que nos
atrajo, el destino que unió a dos almas gemelas;
podría decir que encontré a mi media naranja, por
eso digo que es un amor ciego porque conocerte
fue tirarme a un abismos donde tú eres quien me
rescato, un apasionante amor que llamo real, como
romeo y Julieta con la diferencia que nuestro amor
si es posible, no hay límites dado que
trascendemos lo superficial, vamos hacia el sol
donde nuestro amor arde en llamas de pasión y

148
todo lo conocido se olvida porque solo somos
nosotros en este abrazador espacio; me pierdo
completamente en tus ojos que reflejan la fuerza
con que nos amamos; cada paso que doy mientras
tu estas a mi lado y me sostienes, como formamos
la figura de un amor eterno mientras la música el
mejor acompañante no menos dulce que tus
palabras hacen de nuestra unión una historia
verdadera, poesía única, amor sin límites que viaja
en lo superficial.

SOMOS ETERNOS (BTI)

Releo la carta varias veces, mi mente trajo un viejo recuerdo de las

cosas que tengo guardadas en cajas aun, comienzo a sacar todo desde

las muñecas hasta algunos escritos que según hice de niña, algunos

trofeos de (ortografía), libros que guarde como recuerdo de la

preparatoria y muchas cartas que nunca revise, pero dado que busco

algo que no sé qué es específicamente, comienzo a revisarlas todas

149
hasta encontrar una con la misma frase “SOMOS ETERNOS (DISJT)”

no es una respuesta concreta pero es válida y más cuando busco la

verdad antes de mi accidente que posiblemente quieran esconder,

pero…¿Quién la esconde? Ahora que recuerdo, quien me dijo todo

acerca de mi pasado fue mama pero… como puedo comprobar que todo

es cierto o es una verdad en un foso de tierra, estas especulaciones o

posiblemente verdades que están enterradas; las únicas opciones son

mama y Christopher, pero dado que las respuestas son difíciles de sacar

ya no sé a quién acudir; desde que conocí a Christopher todo es

misterio y preguntas que se elevan como el helio, tanto a mama solo

dice que la verdad está en mis cosas o evita el tema.

Llego a la conclusión de que podría ser algo del pasado sujeto a él como

los monos bebes se aferran a sus mamas, en mi caso me aferro a lo que

me causa incertidumbre, solo me queda comprobar con el sí esta es la

verdad de algo mío acerca del pasado que me persigue o soy alguien

muy estúpida buscando algo que nunca existió; leo las otras cartas que

son igual de poéticas a las anteriores, me recuerda a Christopher, su

150
forma de hablar que solo utiliza cuando estoy a su lado y su forma de

mírame como si fuera su centro, parecido a la forma en cómo se ubican

los planetas alrededor del sol, unos más lejanos que otros, pero siempre

están ahí, girando sin detenerse . Demasiada ensimismada leyendo

escucho la voz de mama que llama para la cena, me trae de vuelta al

mundo no poético y gris, devuelvo todo lo que saque a su lugar y me

levanto del piso donde me situé para mirar las cartas puesto que la

cama no fue suficiente para todo lo que guardo, a veces considero en

botar esas viejas muñecas cubiertas de polvo que llenan espacio que

posiblemente puedo sustituir por cosas importantes, sin embargo las

conservo porque tanto mi niñez como mi adolescencia son un pasado

vacío; antes de salir me fijo en que el marco de la ventana en mi

habitación la cambiaron, la recuerdo de madera y ahora es de hierro.

Bajo las escaleras y antes de llegar al primer piso Chanel me toma por

sorpresa y se lanza a abrazarme, es demasiado tierno y considerado por

su parte, además necesitaba ver y abrazar a mi hermana, hace dos

años que no la veo, lo bueno es que no la siento como una extraña, de

151
igual forma podría decir que es mi mejor amiga, aun después del

accidente la siento tan cercana a mí, como debe ser, pero es más que

eso, mi confidente, a quien puedo comentar mis problemas sin escuchar

un prejuicio.

- Hola…- su aspecto no ha cambiado en mucho, la última vez tenía el

cabello largo y de color rubio, ahora es un azul algo fosforescente y

negro; su estilo me gusta, combina con sus ojos azules que considero

como un cristal muy precioso, a diferencia de los míos que son un azul

más opaco; su piel tiene algo de bronceado que le da vida, recuerdo que

hace dos años ella me insulto con algo antes del accidente y por

supuesto no me dejaría de mi hermana menor, así que hice una broma

acerca de su piel pálida y se lo tomo enserio, aunque de las dos formas

se ve hermosa.

-¡Ash! Cuanto tiempo ¿Cómo has estado?– mi hermana siempre ha sido

eufórica (me toma de la mano y me dirige hacia la sala sin siquiera

haber bajado el ultimo escalón, pasamos por el lado de su novio y

Jackson) siempre cuando nos vemos comienza a decirme que ha

152
pasado con Nicholas (su pareja) que por cierto está tomando vino con

Jackson, están fuera de la sala mirando unos vinos de Homero que se

sitúan en la alacena, me pregunto si estarán hablando de eso o se

alejaron para tener privacidad, de seguro Jackson le dice lo mal novia

que soy, la última velada con mis padres sus palabras fueron lo

suficiente fuerte para que en la sala todo mundo se girara y ninguno,

aparte de mí, supieran de que hablaba; esa es la razón por la que no

hablo muy a menudo con Nicholas.

Nos sentamos en el mueble de la sala que se coloca en el centro, hay

una balada algo vieja que suena de una radio antigua, veo como

Homero observa su colección de casetes sin inmutarse de nuestra

presencia.

-Veo que no has cambiado y que la felicidad no llena lo que tienes que

decir

-Nunca cambiare- Rio por lo bajo y luego me centro con toda mi

disposición.

153
-Mi dulce y complicada hermana – un cumplido-Bien y… ¿de qué

quieres hablar?

-Antes, ¿Por qué Jackson y tu están distantes?- preferiría evitar el tema,

pero va a ser imposible, no me gusta mentir a Chanel.

-Él es…- dudo de lo que voy a decir, miro en dirección de los dos

hombres muy concentrados en su conversación y luego me vuelvo para

encarar esa mirada de expectativa que reposa en mi hermana, muy

parecida a… como cuando era niña; la imagen tierna y dulce de ella

pasa por mí en un recuerdo fugaz, demasiado rápido, pero muy

centrado para declararlo como algo de mi pasado.

-Llamando a tierra a Ash.

-Él es todo lo contrario a lo que se supone que debería ser.

-¿A qué te refieres?

-Es poco amable, distante, no demuestra ese amor que solía ser; a

cambio todo es soledad.

154
-Esto si es muy triste y él es un idiota.

-Si…- cada parte de mi efectúa diferentes juicios y luego cesan, de la

misma manera que un objeto cae en un precipicio y su sonido es un eco

que se extiende en la lejanía-¿Qué querías decirme?- mi cambio de

tema no sorprende a mi hermana, no le molesta que vuelva a ser el

centro de atención.

-Voy a casarme- lo dice demasiado bajo, pero su expresión delata algo

inusual, demasiado claro para saber que algo sucede; antes de que

todos capten nuestra atención mama llama desde la entrada de la sala y

con su típica voz que obliga a obedecer sus órdenes nos llama para la

cena, mientras se quita el delantal y deja ver su ropa costosa, de seguro

son los lujos que consigue por sus parejas millonarias; algo nuevo en

ella es como trata de imitar el acento británico.

Nos dirigimos hacia el comedor, mientras pasamos por el lado de los

hombres, para luego seguirnos, demasiada caballerosidad para

Jackson.

155
Pienso acerca de él, posiblemente pueda cambiar de idea (ser la esposa

de alguien que no comparte el mismo deseo) casarme debería ser el

siguiente paso a un amor consolidado y eterno (hasta que la muerte los

separe) no se en que estaba pensando cuando acepte la propuesta de

Jackson debido a que antes consideraba el amor como algo eterno y

precisamente el matrimonio no es unión eterna porque si la muerte lo

separa no habrá sido más que una aventura, algo pasajero; ahora

entiendo mejor lo que quería decir Isabela.

-Me alegra mucho… espero que sea la persona correcta- digo muy

despacio y preciso cada palabra.

-Estoy más que segura– La abrazo puesto que dejando a un lado mi

pasado y los problemas, me hace muy feliz que Chanel haya encontrado

con quien compartir su vida, además es mi hermana menor, esa

pequeña consentida que quiero se va a casar.

-Cuéntame cómo fue todo– llegamos a la mesa, es de madera y lleva un

mantel de verde limón claro, me gusta su adorno central, son unas flores

156
color purpura, mama pasa por nuestro lado colocando los platos y

cuando se retira mi hermana comienza su relato que se ve interrumpido

porque todos ya se posicionan en la mesa, mama y Homero van en los

costados, mi cuñado y Jackson van en frente de nosotras y como debe

ser evitamos miradas, aunque a la medida en que alzo la vista descubro

como mi ex prometido tensiona su mandíbula, como si el hecho de ya no

ser el centro de atención o una pequeña posibilidad de que esto no

signifique nada si estamos tan distanciados.

-La cena esta increíble mama- como siempre mi hermana elogia la

grandiosa labor de la persona que nos dio la vida, no solo porque este

delicioso el estofado de mariscos, sino que desde hace mucho intenta

sonsacar el secreto de mama.

-No es nada Chanel, solo un poco de convicción cuando cocino.

-Deberías heredarme esa convicción, así cocinaría mejor y no daría

veneno a Nicholas- Extiendo mi risa cuando su prometido tose y algo

que no veía hace mucho tiempo en Jackson (una risa real) siempre

157
manifiesta lo que yo quiero ver, para no discutir, aunque no es nada del

otro mundo.

-Es cierto.

-Eso me recuerda la vez que tu madre intento darme de comer unas

extrañas hierbas en una ensalada.

-¿Qué? Eso es mentira- Con total tranquilidad sonreímos, no es de

costumbre colocar a mama como centro de burla y es mejor mantenerlo

así, de lo contrario se molesta y dura casi que una semana sin hablar a

quien la haya insultado; esta vez es diferente e irónico como acepta el

comentario de Homero-Creo que mejor voy por el plato fuerte- Sale del

comedor y antes de cruzar la entrada que da hacia la parte de la cocina

se vuelve y emana una mirada de culpa, además inspecciona nuestros

rostros para ver si tratamos de insinuar algo y finalmente desaparece.

-¿Cómo te ha ido?- Pregunta Nicholas sin demostrar nada, demasiado

concentrado en lo que queda de su estofado a diferencia de mí que solo

158
voy dos cucharadas y mi hermanad roba por momentos de este

grandioso estofado.

-Bien… eso creo- Una respuesta corta y poco satisfactoria-No quiero

aburrirte con temas de trabajo o fiestas de chicas, de seguro ya tienes

suficiente con mi hermana.

-Si algo así.

-Nicholas- Se exalta Chanel y me pega un codazo y lanza una mirada

asesina a su prometido, estoy segura que es por juego, aunque la

opinión de Jackson no faltaba.

-Estoy seguro de que Chanel es buena persona, a diferencia del trato de

personas más crueles- El único que ríe es Nicholas y esta vez la mirada

de mi hermana es más severa y real a tal punto de silenciar todo.

-Gracias Jackson- Practica ironía y buena respuesta a idiotas como él.

-¿Me he perdido de algo?- No sé en qué momento entro mama, pero

hizo que olvidara el motivo de mi molestia.

159
-No te perdiste de mucho- Esta vez quien responde es Homero. Qué

raro fue hablar de ese modo sin prestar atención a su presencia, el

continua, él está a la espera de que mama sirva el plato fuerte que

consta de una pasta que huele de maravilla, verduras salteadas y un

trozo de pavo, de inmediato mi apetito se prende, observo el plato donde

debería estar mi estofado, pero está vacío, Chanel tras ver mi expresión

intenta conversar con mama y alza sus ojos para declarar sin

fundamento que ella no fue.

-y bien… Ashley tu madre me dijo que eres diseñadora de modas– de

nuevo en un interrogatorio, como las anteriores parejas de mama, ella

ya está sentada, demasiado enfrascada en una conversación con mi

hermana acerca del cuidado de la… naturaleza (al parecer Nicholas

logro darle ideas)

-si…- Muevo mis verduras y doy un bocado muy distraída en la pared

que es de un café ocre claro.

-y… ¿qué labor ejerces donde trabajas?

160
-Mi trabajo es liderar diseños de temporada, organizar eventos;

prácticamente soy como la mano derecha de…

-Maravilloso – ahora que lo noto homero también siento como si formara

parte del pasado que desconozco, lo relaciono con algo por su forma de

hablar, en nada tiene que ver con su acento británico, sino como se

expresa, además que no me haya dejado terminar de hablar,acerca gran

parte de mi pasado basado en la familiaridad con la que hablamos- ¿es

verdad que trabajas en Urban Fashion todavia?

-Si

-¿Conoces a Charlotte?– su pregunta me deja perpleja, miro a mi

alrededor y me doy de cuenta que Nicholas y Jackson han detenido su

conversación, mama no evita mirar por momentos hacia aquí.

-Sí, ella es mi jefe – Homero iba a decir algo pero mama saca a colación

otro tema, de todas formas me cuestiono de como conoce Homero a

Charlotte… posiblemente la haya visto en alguna revista, es lo más

161
lógico que puede llegar a mi mente, puesto que el solo hecho de

mencionarla es como si me dijera que sabe quién es loca jefa.

Mama: hacia mucho que la familia no se reunía ¿verdad?

Hizo un gesto hacia mí, de manera que capte de inmediato porque

mama sabe que no me gustan estos tipos de reuniones.

Ashley: si… que felicidad…

Mi actuación molesta a mama la cual ya iba a responder algo al

respecto, pero homero se adelanta.

Homero: ¿Chanel cómo va todo?

Chanel: bien, hay muchas cosas de las que quiero hablar, y muchas de

las cuales celebrar.

En ese momento todos centramos la atención en Chanel, la cual se

ruboriza un poco y fija su mirada en Nicholas, que de inmediato entiende

su mirad y se encamina a la parte de atrás de Chanel, reposa sus

manos sobre sus hombros y luego toma su copa .

162
Jackson: ¿Qué quieren celebrar?– Nicholas levanta su copa de vino, lo

cual imitamos todos.

Nicholas: Un brindis porque pronto Chanel será mi esposa – más

eufórica aun mama se lanza a abrazar a Chanel como nunca lo había

hecho con ninguna de las dos, en lo que recuerdo de mi vida luego del

accidente, la alegría se propaga en la familia excepto yo que celebro

posteriormente esta noticia, además no tengo mucho ánimo.

Homero: vamos mujer compórtate – repentinamente me rio de la forma

en como Homero se dirige a ella, la cual hace un gesto (ya se) es

extraño ver a mama de esa forma puesto es de las personas que su ego

no permite estos actos demostrativos de afecto. Chanel tras una

pregunta de mama comienza un relato amoroso de cómo fue la

propuesta de matrimonio, Homero habla con Nicholas acerca de lo que

le espera y Jackson les coloca atención, por momentos opina, aunque

no es muy tomado en cuenta; por otro lado yo sigo dando vueltas a mi

plato escuchando la historia de mi hermana.

163
La noche en que le pidió matrimonio Nicholas, ella estaba en su

apartamento leyendo una revista (así es como lo describe) escucho el

teléfono mientras terminaba de leer, quien la llamo fue el hermano de

Nicholas el cual le dijo que su hermano dejo una nota en la que

especificaba que iba al muelle para buscar su fin, inmediatamente

Chanel lo tomo como si él fuera a suicidarse (su prometido tenia

conductas suicidas) y de esa forma salió de su apartamento, cuando

llego al muelle se encontró con que Nicholas estaba sentado al final del

muelle, Chanel se acercó y se sentó… ahí estaba Nicholas con el anillo

extendido.

Algo así es como lo cuenta, aunque con ese toque imaginario y

sarcástico que solo provee en relatos de gran importancia para darle un

toque mágico a lo que describe.

Camine por el jardín sin centrarme en el sendero, tan solo mirando las

estrellas buscándoles misterio o respuestas, creo que si sigo así

terminare volviéndome loca, la noche fría y amarga donde mi corazón

muere a pedazos.

164
-En realidad no tienes nauseas - la voz de Homero que suena tan

tranquila y serena hace que vuelva a la realidad.

- No…- en ese momento Homero saca una pipa y me hace la seña de

que si me molesta lo cual ignoro – ¿por qué saliste?

- si tu madre me viera fumando en la casa; tenlo por seguro que duermo

afuera.

- ¿Cómo es que conoces a Charlotte?

- es una vieja amiga, la conocí por medio de su hermano cuando viaje a

New York también ¿conoces al hermano? – hermano… me cuestione de

inmediato, porque creí que la familia de Charlotte estaba muerta o eso

dicen en la empresa puesto que es la razón por la cual la consideran

una bruja.

- ¿Cuál es su nombre?

- Christopher – ahora entiendo mejor porque el día en que llego

Christopher a Urban Fashion demoro tanto en la oficina de Charlotte.

165
- ¿dónde lo conociste?

- fue hace mucho tiempo… cuando estaba en la universidad y el aún era

adolescente, le interesaba mucho la poesía debido a que una chica le

gustaba y la forma en como quería llamar su atención era a través de

esta habilidad así que lo guie para que hiciera poesía; lástima que unos

años más tarde me entere de que la chica tuvo un accidente y se

distanciaron.

Todo comienza a tener sentido desde el accidente hasta mi vida en la

actualidad, se me hace un nudo en la garganta debido a que las

lágrimas amenazan con bajar pero resisto este dolor, no sé si sentir

alegría o tristeza, después de todo anhele la verdad y ahora que tengo

más claridad, me siento destruida.

- ¿sabes cómo se llama la chica? – hice un gesto intentado no

demostrar tanta importancia, pero la verdad está ante mí y falta poco

para desentrañarla.

- no recuerdo muy bien, creo… que se llama Ashley.

166
- uuuh, como yo – Homero se rio de algo lo cual no identifique; iba a

preguntarle más cosas pero en ese momento mama salió, fue chistoso

ver como Homero guardo la pipa de una manera bruta con tal de que

mamá no pudo fijarse, mama se acerca y hace mala cara, puesto que el

olor de la pipa es evidente.

- o no, dime que no estabas fumando homero

- eeeh no – mama ignoro el hecho y se centró en mí.

- hija, ¿puedes venir un momento? – asentí, aunque pensándolo mejor

me hubiera negado con otro pretexto. Seguí a mama hasta las

escaleras donde redujo el paso en el pasillo que da con mi habitación,

mama se gira y nuestras miradas quedan directas, me mantengo firme

puesto que ya sé de qué me hablara mama posiblemente.

- ¿qué sucede con Jackson?

- mama, no tengo ánimo de hablar de eso – replique en un tono cortante

lo cual mama ignoro.

167
- pero hija, como se van a pelear después de que llevan tantos años

juntos – abrí la puerta de mi habitación y mire la ventana, encontré el

perfecto pretexto para cambiar de tema.

- ¿Por qué cambiaron la ventana de mi cuarto? – mama hizo un gesto

de disgusto; me acerque y toque la ventana y de esa forma disimule

estar interesada.

- hace un mes un ladrón daño tu ventana así que con Homero decidimos

cambiar todas las ventanas por algo más seguro.

- pero… ¿Qué podría robar de esta habitación?

- no se – dice mama con fastidio mientras se aleja de mi habitación sin

tan ni siquiera darme las buenas noches.

Busco entre mi maleta el pijama y me lo coloco, iba a tomar mi

computadora para escribir un poco, pero en ese momento entra

Jackson; era de suponerse que tendría que dormir con el puesto que

solo hay tres habitaciones en la casa, cuando Chanel no tenía marido

Jackson dormía en la otra habitación y mi hermana junto a mí. Jackson

168
toma su maleta de una esquina y se coloca su pijama, la cual consta tan

solo de una pantaloneta, no pretendo iniciar una conversación, pero ha

de ser incomodo dormir después de tanto en la misma cama.

-Quiero el lado derecho – digo un poco a la defensiva mientras busco mi

lugar y le doy la espalda, cierro los ojos mientras el cuerpo de Jackson

cae en la cama y también da la espalda, ahora que lo pienso es peor de

incomodo a como lo pensaba, vuelvo a abrir los ojos y me acomodo de

tal manera que no haya ningún contacto entre los dos; miro la oscuridad

de mi habitación tratando de buscar algún signo de luz pero nada hay en

la intemperie, doy un giro para quedar acomodad boca arriba, estar al

lado de Jackson en la cama después de tanto tiempo es algo absurdo y

lástima que no puedo utilizar el sofá porque si mama me viera ahí

tendría un problema que preferiblemente quiero evitar, este día en

general ha sido demasiado excesivo; como consuelo me digo a mi

misma que solo es un fin de semana pero mi conciencia me dice que

pareciera algo eterno, aún no he cerrado los ojos para poder descansar

aunque viéndolo desde la posición en la que estoy va a ser difícil, me

169
muevo para un lado y luego alterno el movimiento hasta que decido que

es mejor bajar a la sala y hacer como cuando estoy en mi apartamento,

o algo así, ver televisión en este caso puesto que mama no tiene piano y

no quiero sacar mi computadora dado que la desdicha no me deja

centrar. Trato de no hacer ruido mientras abro la puerta de mi habitación

y camino tratando de pisar muy suave aunque debido al silencio casi

absoluto mis pisadas parecieran que fueran un murmullo desesperado,

al bajar las escaleras tambaleo un poco pero alcanzo a estar firme, al

llegar al primer piso y pasar a la seguidamente a la sala enciendo el

televisor y me siento en posición de feto, me sirve como consuelo

mientras escucho el noticiero de la noche.

Después de un rato me coloco alerta puesto que escuche pisadas de

arriba, tomo el control rápidamente pero antes de pagar el televisor la

voz de mi hermana resuena en la casa.

- ¿Qué haces? – dice Chanel mientras bosteza

170
- estoy viendo el noticiero – la poca luz que emana el televisor permite

ver el gesto de Chanel (extraño)

- ¿desde cuándo te gusta el noticiero?

- creo que desde hoy – Chanel se acerca más y se sienta mi lado, así

que tomo una posición normal mientras conservo la mirada en Chanel.

- ¿qué sucede Ash?

- nada...- contesto con la voz apagada.

-si sucede algo – afirma mi hermana mientras lleva su mano derecha al

cabello para acomodarlo un poco – porque de lo contrario no estarías

aquí.

- que te puedo decir… que estoy triste, que he vivido en una mentira -

Chanel hace un gesto de sorpresa que inmediatamente me cuestiono

puesto que ella no perdió la memoria y de seguro ella también hace

parte de esta mentira - ¿también sabes? – mi pregunta hace que Chanel

baje la cara, eso quiere decir que estoy en lo cierto.

171
- mama… ella nunca quiso que estuvieras con… Christopher – Chanel

hizo una pausa y pude ver como una lagrima descendía mientras toma

valor para seguir la declaración – he hizo que fuera parte de esta

mentira.

- alguna vez pensaste en lo infeliz que ha sido mi vida, con alguien que

nunca conocí sino que fue un mero capricho que no es correspondido a

mi corazón y todo por culpa de mama y tú siempre tuviste la verdad, mi

verdad- Mi acusación hace que empeore la situación y haga que Chanel

comience a llorar como una niña pequeña – creo que es demasiado.

Me levante con un poco de culpa de lo sucedido aunque debe sentirse

peor Chanel por confesar algo que debió haber hecho hace mucho

tiempo, camino hacia mi habitación y enciendo la luz sin importar que

Jackson ya este durmiendo, la molestia es absoluta porque de lo

contrario no estaría decidida en salir de la casa a mitad de la noche,

comienzo a organizar mi maleta y luego me coloco un jean, una blusa

blanca y el abrigo que traje, tomo mi celular y llamo un taxi el cual llega

172
en quince minutos, tiempo suficiente para salir; Jackson se despierta en

ese momento y por su aspecto se me molesto.

-¿Qué haces?

- empacar… - afirmo mientras tomo mi maleta y me dirijo a la puerta.

- estás loca.

- si eso es lo que piensas – salgo de la habitación, en ese momento

mama sale de su habitación y nuestras caras se encuentran, mama se

sorprende, homero que está detrás de ella conserva la postura.

- ¿qué sucede hija? – su pregunta me molesta lo cual trato de responder

de la manera más obstinada.

- nada… solo descubrí que he vivido en una mentira – Jackson sale de

la habitación, así que sigo mi rumbo, bajo las escaleras y entes de abrir

la puerta giro para enfrentar a mama.

- ¿Cuánto tiempo he estado en esta mentira? – mama resiste llorar

aunque sus palabras suenan algo dolorosas.

173
- ¿a dónde vas a ir? Por favor piénsalo y hablamos mañana – toda la

casa esta despierta incluido el gato Tom que por cierto lo tiene Chanel

en sus brazos, de seguro como consuelo, mama tiene una cara que no

podría distinguir entre disgusto o tristeza y Jackson finge una cara de

preocupación que no significa nada.

- ya no mama.

Salgo de la casa muy decidida, en la calle ya está esperando el taxi.

174
De vuelta en la
espiral del
amor

Capítulo 7

175
Pedí al taxi que me llevara hasta el restaurante más cercano y que

trabajara las veinticuatro horas. Mientras miro por la ventana como

pasan los edificios no aguanto más y las lágrimas caen, el desconsuelo

que siento es demasiado, todo lo que puede suceder en un día; primero

la carta de Christopher que me llevo a la posible verdad luego la

intromisión de homero y para acabar la declaración de Chanel que

aseguro todo lo anterior, trato de llorar en silencio, también quisiera

estará sola para gritar lo infeliz que he sido durante tanto tiempo junto a

alguien que nunca estuvo en mi espiral del amor.

Cuando el taxi se detiene en un restaurante, donde nadie puede

encontrarme, pago y me bajo con mi maleta que se enreda un poco,

pero logró zafar con un poco de fuerza bruta; comienzo a caminar muy

débil puesto que mi firmeza, mi carácter esta quebrantado y no hay

nadie que acuda en mi ayuda; al entrar en este extraño restaurante me

hago en un esquina donde nadie puede verme mientras lloro, una

camarera alta y vieja con cara de fastidio se acerca y pregunta que

176
quiero ordenar , no contesto nada al respeto sino que señalo con el

dedo en el menú una coca cola.

Mientras traen mi encargo miro mi celular… tengo tres llamadas

perdidas de mama, miro a mi alrededor no sé porque pero tengo la

extraña sensación de que este no sería un buen lugar para estar en el

inicio de este nuevo día, elimino del registro las llamadas perdidas y

miro el número de Christopher… podría llamarlo… sería algo insensato

a esta hora, además no creo que acuda desde New York hasta New

Jersey solo para… decirle que ya se la verdad, mantengo el dedo en el

botón para marcar y de repente la camarera me toma desprevenida.

-aquí está tu coca cola – sin querer oprimí el botón de marcar, miro a la

camarera con algo de recelo, dejo la coca cola en la mesa y luego me

centro en la llamada… pasan cuatro, seis segundos y cuando ya iba a

colgar la llamada entra, por dentro me entra una emoción inusual pero

es innegable admitir que es imprudente.

- hola… - digo mientras me acodo el cabello con la mano libre.

177
-hola Ash… - responde en un modo tranquilo como es usual – ¿dónde

estás?

- que… ¿Cómo?

- ehhh… ¿estás bien? – su voz comienza desencadenar recuerdos lo

cual causa que vuelva a llorar.

- no, solo llamaba para… disculpa molestarte – iba a colgar pero

Christopher se adelanta a seguir hablando.

- espera, ya se lo que sucedió, solo dime ¿dónde estás? – la

preocupación es evidente al igual que mi dolor – por favor…

Miro a mi alrededor en busca de algo en que guiarme, en la otra esquina

hay un letrero, ese ha de ser como se llama el restaurante.

-estoy en un restaurante llamado (rose…)

- estaré ahí en treinta minutos –cuelga lo cual no me da más tiempo

para hablar con él, la camarera al parecer estaba muy atenta en mi

conversación porque no ha dejado de mirarme.

178
¿Cómo se enteró Christopher de que no estoy en casa? Divague las

posibilidades y llegue a la conclusión de que pudo haber sido Homero

puesto que él lo conoce desde hace mucho, eso significa que

Christopher no ha perdido el interés en mi porque de lo contrario no

habría acudido en ayuda sino que simplemente hubiera ignorado que

llame en la madrugada; incapaz de llorar más, decido salir al

estacionamiento y tener como consuelo que Christopher llegara en

cualquier momento, el viento es fuerte a tal punto de que mi cabello se

eleva, el abrigo que tengo no sirve de mucho porque aun siento frio y

también amargura que no la quita sino la felicidad y el amor, comienzo a

caminar hacia la carretera no par que sea visible para Christopher sino

para liberar un poco de dolor incesable que funciona como una herida

muy profunda, camino muy lentamente y en lo poco que llevo siento que

voy a caer, las piernas amenazan con dejar de funcionar y siento dolor

en todo mi cuerpo sin haber realizado como si algo muy pesado hubiera

caído sobre mí, aparte de la mentira frustrante con la que viví tanto

tiempo.

179
Mientras camino en las calles oscuras de Newark, mientras paso por

aquellos edificios que no demuestran el más mínimo signo de vida, eso

me trae sin cuidado, el problema radica en el silencio que cada vez es

más aterrador, escuche el sonido de un auto mientras para, no di la

vuelta sino que seguí caminado, de repente por atrás unas manos me

toman por la espalda; sin ningún esfuerzo solo gire muy despacio , estoy

de nuevo, muy cerca de Christopher y por esa razón no me altere

debido a que recordé la noche que Salí de Living From Scratch me

enrolla en sus brazos, la cercanía hace vuelva a llorar pero todo se

calma cuando Christopher lleva una mano a mi mentón y hace alce la

vista.

Pude ver con los ojos de Christopher también se colocan cristalinos, eso

solo hace que aumente el dolor que cesa poco después que la cercanía

de nuestros labios se rompe completamente, puedo sentir ese recuerdo

que olvide, de cómo eran las comisuras de sus labios, de esta sensación

indescriptible que supera la realidad de nuestro amor, nunca fue un

extraño sino la verdad de quien quise estar el resto de mi vida sino que

180
fuimos separador por alguien que nunca entendió nuestro amor; disfruto

cada parte de este beso porque sé que no dura demasiado, en un

movimiento de contracción de nuestros labios degusto el sabor a menta,

además el aroma de su perfume que hace que este más conectada a él.

-¿dónde has estado todo este tiempo? – le susurro en el oído casi que

con la voz apagada

- buscándote…

Caminamos hacia su auto el cual a no más de tres metros, al entrar

Christopher toma mi maleta y la deja en los puestos de atrás; evaluó mi

alrededor y miro desde una perspectiva de cómo me sentía antes de

que llegara Christopher a como me siento ahora, esa seguridad que

desprende y me hace sentir más tranquila, pero la mente aborda otra

cosa en que pensar y es como se debe de sentir mi hermana y mama

por haber salido de esta manera… en respuesta para no sentirme

culpable me digo a mi misma que esto debió haber sucedido hace

mucho tiempo porque hasta la peor mentira es descubierta, no fue en el

181
mejor momento pero agradezco a que Christopher hubiera vuelto a mi

vida porque de lo contrario aun seguiría vendada, sin conocer parte de

mi pasado; ahora que lo pienso puedo conocer mejor mi pasado ya que

Christopher es quien mejor me conoce aparte de mi hermana y mama.

Christopher demora en encender el auto lo cual me da tiempo para

preguntar.

- ¿quién te dijo que Salí de casa? - mire a Christopher el cual está

centrado en el frente.

- fue Homero – lo sabía pensé en mis adentros, iba a preguntarle porque

pero encendió el auto sin darme tiempo de preguntar nada más.

Durante el viaje escuchamos canciones de The Cranberries, hasta

llegar a la entrada New York donde Christopher me dice que si quiero ir

a su casa pero no es que tenga mucho sueño así que me niego, doy la

opción de que podríamos ir al lago Skaneateles, la idea no convence

mucho a Christopher así que queda descartada, pero a cambio

Christopher con cierto misterio decide llevarme a un “lugar especial” la

182
duda no abunda mucho sobre mi puesto que el mejor lugar que conozco

de New York es el lago Skaneateles; miro por la ventana como pasan

los edificios, las personas que trabajan de noche y me pregunto qué

habría sucedido si no Christopher no hubiera acudido a mí.

Al llegar a ese “lugar especial” bajo del auto e inmediatamente trato de

buscar un recuerdo relacionado con este parque, miro a mi alrededor y

no tardo en dame de cuenta que cuando vivía cerca de American

Cappuccino siempre pasaba por este parque, aunque nunca me detenía

a mirar a admirarlo, ahora si lo hago puesto que hay un letrero en la

entrada que dice “parque de los enamorados” como podría haber un

lugar así en New York, el cual he ignorado.

- ¿Qué hacemos aquí? – pregunto un poco extrañada.

- solo quería caminar un poco – miro de nuevo el letrero sin encontrarle

gran sentido – además creo que te haría bien.

- ¿qué te hace pensar eso? – pregunto mientras lo miro directo y no

tardó en darme cuenta que se está riendo, lo cual hace que Christopher

183
desvié la mirada cuando me ve molesta y comience a caminar sin

pedirme que lo acompañe.

Siguiéndole el paso a Christopher no tardo en ver las demostraciones de

afecto en público de muchas personas e incluso después de caminar

durante un buen rato hombre se le declara a su novia… ha de ser muy

romántico para que no le importe que muchos los estén viendo… eso no

importaría si estas en el parque de los enamorados (pienso) después de

caminar en este silencio lo tomo de gancho, por cierto no es incómodo

estar de esta forma a diferencia de las otras veces cuando aún

desconocía mucho; se me ocurre comenzar a preguntar sobre mi

pasado y que sucedió después del accidente, pero… ahora que lo

pienso no es el mejor momento así que me resguardo.

- ¿te gusta la poesía? – pregunta Christopher mientras aligera el paso

un poco

184
- mi vida llena de misterios, sin respuestas concisas – contesto de una

manera poética, solo por saber hasta qué punto puedo ser compatible

con Christopher.

- las respuestas siempre han estado frente a ti… solo es interés – pienso

muy bien lo siguiente que voy a poetizar.

- el misterio sin una pista es indescifrable… al igual que el amor – las

palabras fluyen de un sentimiento encontrado.

- amor… si se busca, se encuentra – el nivel de profundidad en la

poesía de Christopher es absoluta, puesto que trae mensajes que puedo

entender, al igual que mi poesía, aunque esta si puede traer

incoherencias porque no conozco totalmente mi vida.

- al igual que la felicidad, el amor siempre ha estado… solo hace falta…

- corta de palabras Christopher toma la delantera.

- solo haces falta tu…

185
-mi vida junto a ti en la eternidad – Christopher termina la frase conmigo

– de un amor absoluto.

Nos detenemos en ese instante, lo cual me da tiempo de meditar lo

dicho y llegar a cierta melancolía que por poco me afecta, pero

Christopher se hace adelante mío y con su mano lleva mi cabeza gacha

arriba para que por un momento nuestras miradas sean fijas, luego sin

más preámbulo nos abrazamos.

-¿por qué? – Digo con la voz muy débil – nunca estuviste…

- no es el mejor momento para el resto de la verdad – iba a colocar

objeción, pero me fije en que varias personas están atentas en nosotros.

- ¿podríamos ir a otro lugar?

- ¿quieres ir a mi apartamento?

Accedí puesto que ahora si siento cansancio, además no quiero volver a

mi apartamento; ese lugar donde estuve durante tanto tiempo encerrada

de la verdad, donde Jackson fue la mentira más grande a tal punto de

186
herir mis sentimientos. Luego de un rato llegamos al apartamento de

Christopher, nada ha cambiado a como lo recuerdo, la sala repleta de

libros que me hace recordar el día en que estuve aquí y Christopher me

regalo el libro (navegando en emociones y sentimientos) , el piano en un

costado que también trae el recuerdo de cuando estuve tocando junto a

Christopher en perfecta sincronización , la vista a “la ciudad gris”, los

cuadros en cada pared que hacen de este lugar algo menos frio, lo

mejor de todo es la sensación agradable de estar con Christopher en su

apartamento, sin sentir la sensación de que es un desconocido por

completo. Al llegar a la habitación en la cual estuve aquella vez, me

llega el pensamiento de que Christopher se quedaría mi lado, pero tan

solo se despide y me deja, no me molesta puesto que no significa que

porque ya haya conocido parte de la verdad valla a tener una noche de

pasión que significaría nada sin haber conocido… dicho de otra forma

conocería otra vez.

187
Capítulo 8

Abro los ojos muy despacio, de esa forma adaptándome a la luz del día,

llevo mi mano izquierda a la sabana subiéndola un poco más, cuando

estoy al margen completamente presencio a Christopher el cual está de

pie mirando por la ventana tomando un café, no digo nada al respeto tan

solo lo observo hasta que este gira y quedamos observándonos un rato.

188
- buenos días – digo mientras Christopher toma un sorbo de café

- querrás decir buenas tardes – exclama Christopher riéndose.

- vas a sentarte o seguirás observándome – Christopher hace caso de

mi afirmación, me siento lo miro de reojo – ¿cuánto tiempo llevas ahí?

No dijo nada al respeto sino que me beso… este beso me hizo acordar

esas películas románticas donde hay un beso de buenos días aunque

esta vez es un beso de buenas tardes.

-¿eso por qué?

- es agradable… besarte en mi apartamento – Christopher deja el café

en el piso y sin pensarlo dos veces me abalanzo sobre él, de nuevo nos

besamos muy apasionadamente, mantenemos la mirada muy firme lo

cual me hace recordar que aproximadamente hace un mes era un

desconocido y ahora es lo que siempre me hizo falta, me deleito en este

beso inesperado pero apasionado que está lleno de pasión, recorro con

mis manos frágiles su cara, siento la comisura de sus labios y otra vez lo

beso – y compartir contigo…

189
- no te emociones – me recuesto en su pecho fuerte que me inspira

seguridad, ahora que lo pienso en un día ha fluido más de lo esperado,

al estar a su lado siento seguridad, amor, pasión en plenitud; basta con

lo poco que recuerdo para estar segura que él siempre fue lo que

busque inconscientemente – pronto me iré…

- ¿a qué te refieres? – me burle puesto que no estoy hablando en serio y

por lo visto Christopher adopto una postura seria, como si mis palabras

fueran una perdida…

- tranquilo… no estoy hablando en serio – Christopher cambia su

postura y en reacción emana esa sonrisa que en un comienzo… en un

segundo comienzo me gusta.

Después de largos coqueteos y risas, bajamos a la sala donde hay un

caballete y en este hay un hermoso cuadro de flores rojas, moradas,

amarillas, naranjas; pareciera que cada forma fuera una bailarina

demasiado colorida, este cuadro emana cierta alegría que recorre mi

cuerpo dejando en si una extraña imagen del mismo dibujo pero en

190
blanco y negro, es como si ya lo hubiera visto antes… no me extrañaría

haberlo visto antes del accidente; en una esquina donde está la firma y

además una frase que posiblemente puede ser el nombre de esta

increíble obra de Arte (flores danzarinas). Christopher se sienta en frente

del piano mientras me observa vislumbrar su obra, estoy segura que

algo tiene que ver con mi pasado.

- ¿cuál es la historia de esta obra? – Christopher duda un momento pero

luego accede.

- después de habernos conocido, me pediste que te ayudara a hacer un

cuadro para tu clase de Artes – Christopher se detuvo un momento para

observar la obra y conectarse de seguro con el momento y prosiguió –

desde luego accedí a ayudarte puesto que me gustabas y ese era el

mejor acercamiento que habíamos tenido, así que te invite a mi casa y

cuando llegaste tuviste la misma impresión que tuviste al llegar a mi

apartamento al ver todos los recuadros en la pared.

191
- interesante forma de conquistar – ironice un poco para ver el postura

que coloca Christopher pero de nada sirvió porque imito mi risa, como si

quisiera decir yo también puedo jugar.

- hasta donde se siempre te han gustado las artes.

- ¿por eso fue que me enamore de ti?

- no se… de lo que si estoy seguro es que te amo – siento un dolor en la

garganta puesto que no podría decir lo mismo sino hasta que esté

segura que él es la misma persona que conocí, de lo contrario sería

como si volviera a enamorarme.

- ¿el cuadro que colocaste en nuestra oficina…?

- ah… ya lo había olvidado; cuando comenzamos a salir me pediste otro

cuadro con la excepción de que ya no era una excusa para hablar

conmigo sino que ahí fue me pediste que hiciera un cuadro que contara

una historia, así que hice uno de una bella mujer que eras tú la cual

representa la mitad del amor y la otra parte es un caballero que de

seguro debes tener guardado el cual soy yo y representa la otra mitad

192
del amor… - Christopher hace una pausa, al parecer medita o… la

melancolía volvió – por eso le colocamos a este recuadro (flores

danzarinas) porque tu llegaste a la conclusión de que el amor no es más

que una obra de arte que siempre se mueve.

Me acerco más a Christopher y levanto su cabeza gacha, me acuesto en

su pecho y comienzo a cantar esa canción que antes creía solo mía,

Christopher levanta su mano a mi mentón y la lleva a mi mentón para

subir mi rostro y poder ver su cara que refleja la melancolía y al igual

que yo el olvido que nunca debió haber sucedido.

-¿Hace cuánto no bailas?

- desde la universidad… - afirmo

- en el sofá hay un traje de ballet que te compre – me sorprendió que de

una manera indirecta me dijera que bailara para él, pero no me negué

puesto que el baile es lo mío aunque lo haya dejado hace mucho tiempo

es algo en lo que soy buena.

193
Me dirijo al sofá que lo cubre el cuadro y tomo la bolsa donde está el

traje; comienzo desnudándome por completo, sin ninguna vergüenza,

primero porque estoy tras el cuadro y segundo porque sé que

Christopher no haría algo que me disgustara. Comienzo a colocarme el

leotardo que se desliza a penas por mi cuerpo lo cual no me sorprende

porque aquella vez que estuve en este apartamento que no generaba

ningún recuerdo y Christopher compro ropa para mí, como si conociera

cada parte mía hasta lo más mínimo; me coloco las mallas y así poco a

poco voy cubriendo mi desnudez hasta solo quedar las cintas que

amarro de la mejor forma posible, me gusta el color rojo que eligió

Christopher hace resaltar con el cuadro. Después de terminar salgo de

atrás del cuadro y me sorprendo al ver la atenta mirada de Christopher,

esa mirada me gusta, hace que me sienta única y ante ojos de

Christopher solo significa ese amor que creíamos como algo perdido

pero siempre estuvo ahí, eso me hace pensar que tan solo puede ser el

destino que quiere que sigamos juntos.

194
-te ves hermosa – sin ningún otro comentario Christopher se sienta

frente al piano.

No es nuestra melodía lo que toca esta vez sino algo más dulce y

hermoso; comienzo con pasos sencillos y a medida que aumenta la

intensidad apasionante de la melodía trato de imitar ese sentimiento

abundante, en un momento muy lento de la melodía cierro los ojos bailo

como tratando de hacer movimientos sagaces llenos de arte verdadero,

inspirándome en el amor completamente y en los momentos felices que

recuerdo.

Christopher susurra en mi oído, de seguro grabo la melodía para bailar

conmigo, sigo con los ojos cerrados y doy la vuelta para quedar frente a

frente aunque solo apoyo mi cabeza en el pecho de Christopher y

comenzamos a bailar, vamos de lado a lado, Christopher tiene sus

manos en mi cadera y me sujeta muy fuerte, he de comprender que

ahora no podrán llevarme de su lado y siempre seremos eternos, porque

más fuerte es el amor, ese amor que un momento dado pensé que no

existía y la respuesta estuvo perdida en el olvido.

195
Capítulo 9

- ¿con quién te vas a ver? – es la quinta vez que pregunta Christopher.

- no creo que la conozcas.

- tampoco la conoces.

- si… no, pero ya había quedado con ella – afirmo mientras bajo del

auto.

- te espero en el parque de los enamorados – no dije nada al respeto

sino que entre inmediatamente a American Cappuccino.

Ordene lo habitual (un Cappuccino), comencé a mirar a mi alrededor

para buscar la imagen de aquella chica con la cual hoy tengo un

encuentro, pero nada tan solo hay unos viejos que ríen a carcajadas al

196
otro lado y una chica que no ha dejado de mirarme… podría ser ella

pienso, aunque de lo contrario sería ella quien me reconociera. Saco mi

celular y miro la imagen de Isabela con quien hoy tengo el encuentro

pero no se parece en nada a la que está en el celular, esta tiene el

cabello rubio mientras que la que esta tres mesas más adelante tiene el

cabello negro; miro por la ventana que da a la calle intentando buscar

esta cara con la cual tengo una cita, pero nada, tan solo pasan personas

sin demostrar el más mínimo interés en algo; luego de un rato me aburro

así que decido levantarme e ir a buscarle conversación a Taylor, es la

encargada atender en American Cappuccino y la mejor compañía que

se puede tener cuando se está deprimido, aunque no es mi caso, pero

estar sentada sin hacer nada me es incómodo; cuando ya me iba a

levantar la chica que está en frente también se levanta y se dirige a mí

con una sonrisa muy lucida, ignoro este hecho pero cuando se presenta

quedo estupefacta por un momento, Isabela la de la foto es muy

diferente a la Isabela que estoy viendo en este momento, desde la forma

197
en como esta maquillada, verla en persona causa la sensación de que

es muy bella a diferencia de en una foto.

-oh… disculpa por no acercarme antes sino que no te reconocía - se

disculpa mientras lleva su cabello a un costado.

- tranquila – sin más palabras nos sentamos y nos miramos

directamente, el silencio reina por un momento, lo cual es incómodo,

miro hacia la calle disimulando buscar algo – bien… debes tener

muchas dudas.

- cuando estuvimos hablando de la espiral del amor mencionaste que

era algo que se detiene lo cual considero que es algo erróneo; ¿cómo

podría la vida seguir si aún se está en el sufrimiento?, de la misma

manera en como respiramos.

- siempre en la vida habrá momentos estáticos porque así como él amor

se manifiesta, este sigue siendo una emoción intocable, por lo tanto no

es una actividad sino hasta que se manifieste – Isabela guarda silencio

durante mi charla, su mirada es muy concentrada, es como si esperara

198
algo más – la espiral del amor debe parar en algún momento porque de

lo contrario seguirá como el amor anterior, otra historia que no termina

en un final feliz, por eso es que se busca “el verdadero amor” lo demás

si es algo pasante.

- viéndolo desde esa forma, la espiral del amor es tanto pasante como

estático – asentamos a la vez, fue como si nos hubiéramos conectado.

- ¿es todo? – pregunto algo extrañada, puesto que esperaba conversar

un poco más pero la circunstancia no se da… ahora que recuerdo lo que

hizo que viniera a American Cappuccino para hablar con Isabela es su

mensaje “olvidaste tu pasado” Isabela ya iba a despedirse pero me

adelante y pregunte – cuando estuvimos hablando en el chat… ¿Qué

quisiste decir con “olvidaste tu pasado” – por un momento creí que era

una pregunta inadecuada pero mi perspectiva cambia debido a la

sonrisa que emana Isabela como queriendo decir (ya lo suponía)

199
- cuando estuve leyendo tu biografía, me llamo la atención una parte en

la cual decía que sufriste un accidente el mismo día en que te graduaste

y olvidaste todo tu pasado…

- ¿qué te hizo pensar eso?

- ¿recuerdas a tus amigos? – se me hizo un nudo en la garganta debido

a que lo único que recuerdo de mi pasado es a Christopher, aunque solo

son partes, lo más doliente de todo es que son vagos recuerdos

incompletos.

- no…

- ahí está tu respuesta.

- hablas con bastante seguridad… - mantuve la voz firme y continúe –

¿acaso sabes algo?

Isabela iba a dar respuesta pero Christopher apareció en la ventana, me

conmovió debido a que la lluvia amenazante está cayendo; dado por

hecho se termina la conversación con Isabela y me despido porque de lo

200
contrario algo me dice que Christopher seguiría de pie frente a la

ventana.

Antes de salir de American Cappuccino pregunto a Isabela que si quiere

que la lleve pero se niega, dice que tiene auto, no insisto porque

Christopher me mira extrañado, como si quisiera decirme algo, su auto

aún sigue en frente pero no comprendo por qué no sube, podría decirse

que está esperándome, camino hacia el pero cuando me acerco se

aleja, así camino otro poco más ignorando el hecho de que me estoy

mojando completamente, el frio es abrumador pero resistible, enfatizo la

mirada en los ojos de Christopher, cuando llega a la esquina así que

adelanto el paso hasta llegar a su lado, miro a mi alrededor los edificios

que se ven borrosos por la lluvia densa, me cuestiono del por qué estoy

aquí mojándome, pero me centro en Christopher como si fuera lo único

que tengo, algunas personas pasan caminando muy rápido otras casi

corriendo y todos en un momento se detienen a mirar con caras

estupefactas a mirarnos como si fuéramos locos, algo que ignoramos

201
por completo, cuando ya estoy totalmente cerca lo abrazo, el rozar de

nuestros cuerpos hace que haya un poco de calor.

- ¿por qué estamos bajo la lluvia? – pregunto balbuceando debido a la

fría agua de otoño.

- creí que aun te seguía gustando.

- ¿qué quieres decir?

- los días más lluviosos me llamabas para que fuéramos a caminar bajo

la lluvia, decías que era para sentirte conectada con la naturaleza, pero

un año después descubrí que solo era porque te parecía romántico

- aun lo creo…

Fuimos al parque de los enamorados de nuevo para caminar sin hacer

nada, somos la única pareja que está lo suficientemente loca para

caminar como si nada mientras llueve, lo mejor de todo es que hasta lo

que se cree horrible tiene su lado bueno, los arboles ya viejos que aún

tienen fuerza se mantienen firmes, la perspectiva de una día soleado

202
donde se puede jugar, caminar mientras se reciben los rayos del sol, un

día colorido que se considera acto para ser feliz… ahora que lo pienso

tan solo son imaginaciones porque la felicidad no depende del día sino

del momento, este momento tan agradable donde comparto con alguien

que por poco olvido se convierte en motivo de mi felicidad, además ver

desde esta perspectiva el día lluvioso cambia la perspectiva, ahora con

seguridad creo que tanto el día como la noche, la lluvia como lo seco no

pueden variar ni la felicidad ni el amor.

- ¿Por qué tardaste tanto en buscarme?

- siempre te busque… tan solo fue que estuviste ausente – afirma

Christopher tomándome más fuerte de la mano – ¿sabes quién era la de

American Cappuccino?

-Ya… - no termine la frase debido a que Christopher toma la palabra.

- ella era tu mejor amiga, desde la preparatoria…

Ahora entiendo mucho mejor que era lo que quería decir Isabela cuando

menciono “olvidaste tu pasado” alcanzo a comprender un poco mejor su

203
dolor, casi igual que el de Christopher, me siento culpable por lo que han

pasado y to por mi culpa, tantos años de olvido, tantos años vendada a

la verdad, tantos minutos de desgracia y al final el dolor sigue, tan solo

alcance algo que olvide lo cual solo me hace feliz a mí, pero aquellos

que estuvieron en algún momento conmigo pasaron a ser del olvido.

Christopher me mira y como me conoce mejor de lo que yo lo conozco a

él, me pregunta que sucede. Nos detenemos y lo miro con cara de

melancolía, lo abrazo y digo balbuceando todo lo culpable que soy, con

sus dulces palabras me susurrara al oído.

-nada de esto es tu culpa… lo importante es que al igual que yo, nunca

perdiste el amor – sus palabras resonaron en mi cabeza – bailamos

Sin ninguna respuesta, tan solo me toma de la cadera y comenzamos a

dar vueltas, conservo mi cabeza gacha pero luego la alzo para ver sus

ojos azules que me llevan a otro mundo, terminados de dar vueltas

Christopher toma mis manos heladas, aun conservamos la mirada

intacta alcanzo a ver un poco mi reflejo en sus ojos lo cual me indica

seguridad total y que soy su mundo entero, tal cual como lo es el para

204
mí, la mano derecha izquierda de Christopher suelta mi mano derecha y

se extiende totalmente con su mano derecha que roza mi mano

izquierda, también me extiendo y luego regreso dando vueltas en brazo,

al llegar a su lado me desenvuelvo del brazo, dando tiempo para otra

vuelta e ir deslizando los pies en la acera. Bailar jazz junto a Christopher

bajo la lluvia es lo mejor que me ha pasado de lo poco recuerdo, sentir

el constante rozar de nuestras manos, la música perfecta es el sonar de

la lluvia cuando cae y produce deferentes sonidos.

-te amo…

- nuestro amor está en la espiral del amor – me susurra al oído cuando

estoy de espaldas al haber dado una vuelta.

Luego de un rato, nos detuvimos, no por el cansancio sino que la lluvia

ceso y como mencione esta da el momento romántico y la música.

Al volver a la Christopher subí al dormitorio para cambiarme, Christopher

va detrás mío, al llegar a la puerta giro y me lanzo a besarlo

apasionadamente como si nada existiera, Christopher me lleva a la

205
puerta donde me quita el gabán que llevaba, todo sin dejar de besarnos,

abro la puerta y nos tiramos sobre la cama, Christopher me quita la

blusa seguido él se quita el saco y la camisa, el rozar de nuestros

cuerpos es ardiente, nuestras miradas cuando se encuentran reflejan

que nos necesitamos mutuamente, Christopher comienza a besarme

desde el cuello y va bajando, pasa por mis senos hasta llegara mi

ombligo, se detiene y con sus manos fuertes quita lo poco que me

queda de ropa, todo de una manera muy suave, es como si apreciara

cada parte de mí, tanto el deseoso de mí, como yo de él. Al estar

totalmente desnudos admirándonos en silencio, deseándonos

apasionadamente, basándonos como nunca lo habíamos hecho hasta

donde recuerdo. El sentir intenso de nuestros cuerpos, llevo mis manos

a su espalda tratando de que la distancia no sea un problema, la

contracción de nuestros cuerpos muy despacio, sus besos en mi cuello

alimentan esta noche apasionante, la poca luz proveniente de la luna no

permite ver muy bien los ojos de Christopher, lo más encantador a parte

de su sonrisa “nada puede quedar en el olvido ni siquiera el amor”

206
Capítulo 10

En Urban Fashion nadie aun sospecha de mi relación con Christopher,

tampoco he vuelto a hablar con Sophie desde aquel día en que me

207
negué e ir a una fiesta, a veces pienso en cómo pudo terminar la

amistad que teníamos desde la universidad por una simple negación; si

es verdad que tuve una mejor amiga hace mucho tiempo pero también

tenía otra amiga que nunca olvide , con la cual compartí la universidad…

viejos recuerdos llegan cuando estuve en esa etapa, esos recuerdos

que no podrán volverá ser revividos porque no siempre la vida puede

jugar a favor; mi mejor amigo ahora es un gran empresario, adicto al

dinero; quien consideraba como mi segunda hermana viaja por todo el

país sin importar donde llegue, algo que tan solo lo hace por un amor

ciego y por ultimo esta mi segunda mejor amiga que termina un lazo de

cinco años. Si pudiera devolver el tiempo desearía no haber tenido aquel

accidente y haber estado junto a Christopher cada momento, que mi

padre estuviera otra vez y devolviera la alegría que se llevó.

Hoy es un día de esos en los que no quieres hacer nada, llevo un lápiz

de un lado a otro, haciendo sonidos con ritmo sobre el escritorio. Aun no

sé porque la tristeza persiste si ya recuerdo un poco de mi pasado,

debería ser feliz (me digo) eso debería ser más que suficiente de lo que

208
me merezco; me levanto y miro por la ventana, desde esta altura la

ciudad es algo tan pequeño excepto por los edificios que sobrepasan o

son iguales.

- Charlotte quiere verte – Christopher ha de sorprenderme en mi

meditación - ¿Qué haces?

- nada, tan solo pensaba en un diseños para la portada de primavera

Salí de la oficina inmediatamente, por dos razones: la primera, a

Charlotte no le gusta que la hagan esperar y la segunda quiero evitar

hablar de mi ánimo con Christopher hasta que hable con Charlotte. Al

llegar a su oficina organizo un poco mi vestido y llevo mi cabello

totalmente hacia atrás, toco la puerta muy suave debido a que no está

Angelina para ayudarme en esta situación, quiero estar muy tranquila ya

que estoy frente a la hermana de Christopher, ya no estoy frente a mi

jefe únicamente.

-sigue…

209
Entro lentamente tratando de no hacer ruido aunque fallo en el intento

puesto que la puerta chirrea y de esa forma mi presencia entorpece la

percepción que quería dar a Charlotte, la cual con la mirada de juicio me

evalúa detallando el mismo error.

- esos tacones no van con ese vestido – me avergüenzo totalmente y

trato de cambiar de tema pero Charlotte se adelanta - ¿sabes por qué

necesito hablar contigo?

- no…

- siéntate – por alguna razón Charlotte me habla de una manera

amistosa, de cierta forma es hipócrita pero también debe ser su lado

bueno – así que ya recordaste

- ¿cómo lo sabes? - a la mente se vino lo que dijo Homero de que

Charlotte es hermana de Christopher – sí, eso creo – por alguna razón

Charlotte se molesta por mi comentario. Lo cual me lleva a mucha

suposiciones de cuál puede ser el problema.

210
- ahora llevas una relación con mi hermano – al decir hermano produjo

un cambio total en su expresión, como si mencionarlo le re recordara

algo muy malo – ¿ya sabes todo sobre tu pasado o el pasado de

Christopher? – Iba a contestar pero Charlotte dio un golpe a la mesa

dejándome demasiado sorprendida – ¿sabes que ha sucedido durante

todo el tiempo que no recordaste?

- no… como podría recuperar la verdad si nunca ha sido tan solo mía.

- son excusas… dañas vidas y vienes como si nada hubiera sucedido –

sus palabras tan cortantes y amenazadoras me hacen sentirme

ahogada, como si fuera la culpable de todo lo malo que sucede.

- no sé de qué hablas…

- sé que eres inteligente – utilizando el sarcasmo tan solo para verse

que está por encima de mí hace que no me sienta culpable pero si me

lleva al silencio, para meditar una respuesta que termine esta discusión.

- ¿también tu vida destruí?

211
- ¿acaso estás jugando conmigo? – pregunta de una manera lenta,

queriendo dar a entender que soy yo la del problema – luego de tu

accidente, mi padre murió…

- ese no es mi problema.

- desde luego que si… porque aparte de tu olvido y sumada la muerte de

mi padre Christopher entro en una depresión – a la mente se vino aquel

recuerdo de las cortadas de Christopher, ahora entiendo mejor lo que

sucedió pero desearía no saberlo porque ahora creo que si he sido

causante de desgracias, se me hace un nudo y comienzo a mover las

manos para obligarme a retener las lágrimas – supongo que ya habrás

visto las cortadas – Charlotte debió leer mi rostro porque su suposición

es en parte cierta con la excepción de que también las sentí aquella

noche cuando hicimos el amor.

- ¿qué quieres? - muy lento pregunto debido a que no quiero que

Charlotte piense que me siento culpable.

212
- quiero que te alejes de Christopher, que nunca se vuelvan a hablar –

esa petición es algo fuerte, por un momento lo medito pero luego me

rehusó porque sería peor si me alejara, esto significaría una gran

pérdida tanto para Christopher como para mí, nuestra vida pasaría a ser

de nuevo una miseria.

- ¿acaso no eres feliz?

- realmente no entiendes – contesta Charlotte llevando una mano para

arreglar su cabello rubio – hace seis años después de tu accidente; un

mes después de que muriera mi padre a causa del alcohol excesivo que

lo llevo a una depresión – a medida que avanza la trágica historia tanto

para ella como para mi resulta dolorosa – Christopher tuvo que hacerse

cargo de mí, pero debido a la situación un día cuando llegue de la

preparatoria subí al balcón y ahí estaba el… al borde, las manos le

sangraban y solo lo que lo separaba de la muerte era un paso –

Charlotte se levanta de su puesto y se dirige hacia la ventana, da la

espalda muy seguro para ocultar su dolor.

213
- si no hubiera olvidado, todo sería diferente, por eso me culpas.

- es obvio que nunca hubiera sucedido nada de esta tragedia de no

haber sido por ti.

- ahora todo es más claro… por eso siempre has tenido esa aptitud tan

despreciativa y… - Charlotte no me dejo terminar puesto que su ego es

casi que absoluto, además trata de ser fuerte pero sería algo casi que

imposible no llorar, eso hace parte del amor y la tristeza.

- por esa razón de que hubieras olvidado fue que Christopher comenzó

a viajar sin importar que tenía una hermana – ahora entiendo mejor

todo, son de esa verdades que nunca se quieren escuchar pero llega el

momento y son peores que espinas. Charlotte tan solo está hundida en

una gran depresión porque aparte de perder a sus padres también

perdió el amor de su hermano y toda la culpa la hace mía como si

hubiera tenido opción.

- así que esto te beneficio a ti también porque lo mantuviste lejos para

que no recordara – tan solo mencionarlo hace que los ojos se me hagan

214
agua; pensé que solo vivía en una mentira pero ahora la realidad es

diferente, es como si el destino ya labrado jugara a favor mi amor con

Christopher pero otras personas intentaran que no fuera así.

- no podría negar eso, pero dado que volvió otra vez a tu vida siento que

es como si volviera a renacer, pero eso significa que falle en mi intento y

recuerde aquella vez que por poco muere por culpa tuya.

- no es mi culpa – casi que gritando dije – tan solo te atormentas en tu

dolor y buscas culpables, además si no lo has visto su felicidad ha vuelto

– tomo aire debido a que todo lo que he dicho ha sido con la voz

temblorosa, con unas pocas lagrimas que se desvanecen cuando se

deslizan por mis cachetes pero dejan su rastro – vives en tu dolor, ese

es el problema.

- no me vengas con eso – volvió a verme pero esta vez sin examinarme

y manteniendo su posición rígida - yo sé que fuiste infeliz con tu anterior

pareja y que Christopher no es más que algo de momento, porque aún

no recuerdas; tan solo te enteraste de lo que necesitabas saber para

215
volverte a enamorar, mas no volvió a ser el mismo amor que conociste

y luego olvidaste.

- si alguna vez conociste el primer amor sabrás que “el primer amor

nunca se olvida”

- acaso vives en un mundo de fantasía, donde viene tu príncipe azul y te

rescata… en tu caso hace que recuerdes.

- a que te refieres cuando dices que recuerde,

- Habría de saberlo. Christopher ha hecho hasta lo último para que

recuerdes hasta lo mínimo, pero cuando fuiste a Newark se dio por

vencido y supo que posiblemente nunca recordaras su amor, pero

cuando lo llamo Homero para contarle todo lo que sucedía entre tú y

Jackson le pidió el favor de que le dijeras una parte de la verdad – sus

ojos se entornaron de seguro en mi maquillaje caído pero no fue de

mayor relevancia, me levante algo mareada y luego me sostuve con el

escritorio, ya está oscureciendo y la oficina de Charlotte parece de esos

lugares tenebrosos de las películas de terror donde la actriz entra y

216
sucede algo malo – por esa razón es que hoy estas de nuevo con el de

lo contrario una seguirían en caminos separados.

- ¿por qué quieres atormentarme?

- tan solo trato de que veas el daño que has hecho y que no mereces

una oportunidad con mi hermano

Esas palabras resonaron en mi cabeza, es como si me hubieran dado

un golpe con una bola de demolición y hubiera quedado cuadripléjica,

casi inmóvil. No tarde en sopesar posibles verdades que afectaron a

quienes conocía, a quien tenía un amor profundo y mucho más pleno

que ahora, ¿soy culpable? Me pregunto una y otra vez en este silencio

que me agobia, pero serian peor las palabras de Charlotte que hieren

como un alfiler que acaba de dar en su punto, me inundo totalmente de

tristeza sin mucho ánimo camino hacia la salida mientras desde la

ventana me observa Charlotte posiblemente vitoreando mi derrota.

Camino muy lento tratando de conservar la postura, acomodo mi vestido

azul oscuro, el mismo de aquella cena en la cual Jackson no llego.

217
Camino hasta el ascensor pensando en que voy a decir a Christopher,

después de todo Charlotte tiene cierta razón en decir que soy la

causante de todo lo que sucedió y lo miserable que fue su vida durante

tanto tiempo.

Al entrar al ascensor me encuentro con Sophie la cual no tarda en notar

mi cara de tristeza, ignorando completamente mi sentir para en un piso y

como si nada sale caminando con sus postura tan orgullosa y de cierta

forma arrogante, a veces me pregunto por qué fue mi mejor amiga

durante tanto tiempo.

Al llegar al primer piso desearía que estuviera vacío pero es esta hora

cuando todos salen para su casa a descansar de la vida que creen

aburrida, a descansar muy posiblemente de sus jefes arrogantes, a

compartir con quien más quieren en la vida mientras que yo en esta

soledad tan repentina me ahogo en misma tratando de decirme una y

otra vez que no soy culpable pero es algo innegable y más cuando

Christopher por todas sus pérdidas estuvo al borde de la muerte.

218
Me coloco el abrigo con tal de que me cubra totalmente y nadie pueda

saber que soy yo, que nadie pueda saber que una vez más en la vida

soy miserable. Cuanto desearía haber muerto en el accidente o tan solo

no haber olvidado, si fuera lo contrario el destino cambiario totalmente y

el amor entre Christopher y yo fluiría como algo normal mas no como si

estuviéramos conociéndonos otra vez.

Erick (de seguridad) mientras estaba revisando el bolso de otra chica

aproveche y Salí a zancadas de tal forma que no tuviera tiempo de

hablar con él y tener responder preguntas o comenzar una conversación

que no me favorecería en el estado en el que estoy.

El frio es demasiado, la noche ya llego y ni la luna es buena compañía

en estas calles donde solo los autos son un ruido casi que eterno, luego

de haber caminado hasta la esquina donde está el puente, paro un taxi

para que me lleve hasta mi apartamento que ahora pasa a ser casa de

soltero de Jackson para tomar algunas cosas personales por que ahora

voy a vivir con Christopher, ese era el plan luego de salir pero dado que

219
el plan no resulto como se quería, voy a ir sola para adentrarme más en

mi amargura y determinar qué es lo mejor en este amor trágico.

Capítulo 11

Al llegar al apartamento abro muy suavemente, cuando entro comienzo

a recorrer la oscuridad hasta llegar al interruptor y encender este vacío

casi absoluto si no fuera por la presencia de Jackson que ha de estar en

el dormitorio completamente llevado por el alcohol.

Llego hasta la sala donde me encuentro con gran parte de mis libros en

el piso, por un momento me sentí muy mal porque los libros es algo muy

preciado, pero todo ceso al ver el primer libro que escribí, lo tome

rápidamente y me senté en el mueble para ver algunas páginas que

podrían ser de consuelo.

220
Tras un rato de lectura no pude evitarlo y comencé a llorar, la imagen de

Christopher se me vino a la cabeza, fue como si sintiera de nuevo esos

dolores que me daban en la cabeza pero con la diferencia que son el

corazón, trate de dejar el tema de lado pero me fue imposible porque

desde que desperté del accidente hasta hoy mi vida fue algo vacío y de

un momento a otro conocí parte de mi pasado paulatinamente y de

pronto alguien se niega a este amor tan profundo que una día los

recuerdos se lo llevaron pero aún sigue vivo.

Enciendo la televisión un poco para tratar de distraerme pero no lo logro

debido a que en el canal de noticias están transmitiendo que aquella

persona que entro a mi apartamento aquella vez e intento matarme,

escapo de la cárcel, sentí temor el cual fue remplazado por la tristeza

ahora es más que miedo.

A la mente se me vienen posibilidades que atormentan cada parte de mi

vida, el celular suena y causa un gran susto en mi debido a que pensé

en la posibilidad de que aquel hombre, miro quien es y no tardo en ver

que es mi madre y muy de seguro para pedir explicaciones de la otra

221
noche, pienso en si contestar o ignorar esto y llamar luego, pero mi

corazón no es tan arrogante y conteste.

- hola mama, ya sé que vas a darme un sermón pero realmente no

quiero…

- hola – esa voz no es la de mi madre y no suena a ninguna que

conozca.

- ¿Quién eres?

- tal vez no me recuerdes, pero yo sí, recuerdo aquella vez cuando fui a

tu apartamento – sus palabras resonaron en mi cabeza, sentí miedo,

una sanción amarga me recorre con si fuera veneno, por un momento

considere colgar y llamar a la policía pero luego un fuerte grito que

proviene del otro lado me llena más de miedo – escuchaste, a tu mama,

como grita… si no estás en Newark en cuatro horas matare a tu madre y

al anciano.

- no… por favor.

222
- ah… si la policía se llega a venir no dudare en matarlos.

-no, no estaré en Newark antes de tiempo.

Esta persona cuelga el celular de mi madre pero antes vuelvo a

escuchar otro grito desesperado de miedo. La situación no puede ser

peor ¿acaso no he sufrido ya bastante? Ahora tengo que soportar esta

amenaza que puede resultar en algo que me destruiría por completo, sin

pensarlo más, tomo mi bolso y me dirijo al estacionamiento donde aún

sigue mi auto el cual se conserva debido a que quien me lleva al trabajo

es Christopher.

Al entrar me digo que debería llamar a la policía pero me resigno porque

de lo contrario este asesino matara a mi madre y no estoy dispuesta a

vivir con la muerte de mis padres. A la cabeza se me viene la imagen de

Christopher, muy posiblemente pensando en mi huida desafortunada

para él, de seguro se está cuestionado de si hizo algo mal aunque no

haya hecho nada tan solo el problema es mío, si logro salir ilesa de

aquella persona que amenaza con matar a mama si no llego en cuatro

223
horas a Newark me voy para California; no quiero hacer más daño del

que he hecho, además sé que algún día superare ese amor tan

profundo que un día quedo en el olvido pero en un fin de semana todo

podría decirse volvió a ser como antes.

Antes de salir de New York el tráfico es intenso miro el reloj con cierta

impaciencia cada minuto, el corazón me late a mil, lo único que sirve de

consuelo es pensar en los momentos en que baile apasionadamente

con Christopher sobre todo cuando estuvimos bajo la lluvia y pude sentir

que nunca perdí el amor tan solo la respuesta estuvo frente a mi durante

mucho tiempo, detengo esos recuerdos que a lo largo resultan dolorosos

comenzando por el hecho de posiblemente la tarde que ya paso vaya a

ser el último recuerdo que vamos a tener juntos. El tráfico al fin se

disuelve bastante, miro el reloj y no tardo en percatarme que ya ha

pasado una hora.

Cuando ya al fin puedo salir de New York, mi mente divaga las diversas

posibilidades que podrían suceder cuando llegue a casa de mi madre

¿Por qué esa persona si es que se le puede decir persona quiere

224
matarme? Me estremezco tan solo con cuestionarlo, el frio recorre mi

cuerpo a pesar de que la calefacción este encendida. Luego de un rato

de pensar en todo lo malo viene la peor parte, Christopher está

llamando, pienso en si contestar o ignorar la llamada puesto que ya son

tres horas que en las cuales desaparecí sin decir nada, me digo a mi

misma que le debo una explicación pero nada más puedo decir dada la

circunstancia.

- hola – sin el más menor indicio de alegría u alguna emoción buena

- ¿dónde estás? – se detiene por un momento de seguro meditando o

escuchando el ruido de mi auto, intuyendo que voy hacia algún lado –

por favor… ¿dime a dónde vas?

- es complicado, no puedo decírtelo.

- ¿quieres escapar? – se me hace un nudo en la garganta, siento como

me arde el cuerpo, sus palabras resuenan una y otra vez parecieran un

cuchillo que entra muy profundo en mi piel, trato de conservar la calma

aunque ha de ser imposible porque desde que conteste mi voz suena

225
roca y chillona – por favor no te vayas – su petición es algo muy difícil

para mí, y más en esta circunstancias, por un lado está mi primer amor y

por otro lado está mi mama, la decisión ha de ser sencilla desde otras

perspectivas pero cuando se entiende lo que es sufrir por amor de cierta

forma se cuestiona lo correcto.

- por favor, no quiero hacerte parte de este problema, además no quiero

que sufras por mí - lo primero sonó casi que una súplica aunque sé que

Christopher nunca acedera, es increíble cómo puede actuar el amor.

- ¿a dónde te diriges? – pienso en sí de decir una mentira pero luego me

resigno debido a que no podría vivir con eso.

- voy a Newark, a casa de mi madre.

No digo nada más al respecto y cuelgo, por dentro siento como si

agonizara, suprimo totalmente las lágrimas aunque algunas se liberan,

podría decir que estas son las que llevan el dolor en sí, llevan lo terrible

que me he sentido durante seis años y hoy posiblemente todo podría

terminar.

226
Al llegar a Newark siento la presión encima, tan solo han pasado dos

horas y media, eso significa que estoy con tiempo de sobra aunque no

debería de alégrame demasiado porque estoy en una situación donde

juega la vida de mi mama, de Homero y mi vida.

Pasando por la calle de donde vive mama, comienzo a conducir muy

lento, debería llegar rápido pero no lo hago porque aun quiero preservar

lo que me queda de esta liberta que luego no sabré en que se

convertirá.

Detengo el auto en la entrada de la casa y pienso en como todo estará

adentro, de seguro habrán cosas tiradas en el piso, aquella persona

tendrá un arma apuntando a la cabeza de alguno a la espera de mí,

salgo del auto, el frio de la noche me recorre y deja esa extraña

sensación de miedo, tan solo hay una luz encendida , la cual es donde

queda la sala, no se ve nada adentro puesto que las cortinas son de un

marrón oscuro, mientras camino siento que mis pies están casi que

entumecidos, además las piernas me tiemblan y el corazón siento como

si se fuera a salir de su lugar, me digo a misma que debo ser fuerte

227
aunque mi cuerpo no se controle, pero ha de ser obvio porque estoy al

borde la muerte, que más podría esperar de esta situación que hace

parte de otro de mi colección de sufrimientos.

Frente a la puerta dudo de nuevo en si entrar pero me resigno y me

lleno valor totalmente, además desde adentro ya habrán escuchado el

sonido de mi auto y de seguro aquella persona amedrentadora estará

viendo cada paso que doy a ciegas porque este ha de estar a mi espera

para quien sabe que hacer conmigo, al abrir la puerta se escucha como

las bisagras suenan y dejan el eco en el aire, abro totalmente la puerta y

la dejo abierta , si dado el caso tenemos la posibilidad de escapar

entonces solo será correr por nuestras vidas, pero si nada resulta de

una buena manera solo queda atenerse a lo que suceda.

Con pasos precisos y que no dejen ecos en la casa llego a la sala,

donde veo a mi madre en una esquina junto a Homero el cual le sangra

un ojo y su miedo lo acompaña abrazando a mamá, para consuelo de

ella. Esa imagen nunca cesara dentro de mis peores recuerdos el resto

de mi vida o de lo que me quede, no hizo falta que gritara porque mama

228
se alarmo en un llanto tan profundo, mire hacia mi izquierda y no tarde

en ver a aquella persona que intento matarme en mi apartamento, tiene

un arma apuntando directamente a mi cabeza, el miedo me llena

totalmente, tan solo quedo paralizada mirándolo a los ojos.

Capítulo 12

Los ojos me lagrimean, las ganas de llorar son ahogadas por el miedo,

una parte de mi dice corre pero al ver el rostro de ellos que siente el

mismo miedo que estoy experimentando resisto esa tentación.

- comencé a pensar que ya no vendrías – es un viejo con pinta muy

desgastada, además en sus rostro se alcanza a reflejar la amargura, con

229
señas de la pistola me señala que me dirija donde está la lámpara, la

cual está a dos metros de mama, siento como si vida fuera un asco y

realmente mereciera este momento aunque mi sentido de resiliencia

intente ser más potente me niego a hacer algo.

- ¿acaso que quieres de mi o mi familia?

- eres estúpida niña, no intentes jugar conmigo – me ahogue en un grito

debido a que este señor movió bruscamente el arma y me alarmo por

completo.

- no sé de qué hablas – demostrada mi valentía por completo, casi que

gritando lo manifesté, luego de haberlo dicho me arrepentí por completo

porque el arme ya no apunta a mi cara sino a homero.

- no… - volví a gritar y de nuevo sé que hice mal porque un disparo se

extendió por toda la casa. No sé si fallo o tan solo quería asustarnos

más de lo que estamos.

- ella no recuerda nada… - grita mama tratando de ahogarse en las

lágrimas – déjala ir – esas palabras me retuercen el corazón, estaba de

230
pie y ahora caigo de rodillas lo cual alarma a este asesino, quedo en un

especie de trance hasta que otro disparo resuena en la casa, debió

molestarse porque me hizo una pregunta y no respondí (eso creo)

- ¿Por qué no recuerdas nada?

- el accidente provoco en mi pérdida de memoria – lo digo con toda

naturalidad, ya de costumbre porque hace dos semanas comenzaba a

recordar gran parte de mi pasado así que ya no era tan frustrante tener

que vivir con lo que conocí después de ese día.

- estoy seguro que debes recordar algo – comienza a caminar de un

lado a otro, podría decirse que la amargura llena cada parte de su

cuerpo, está totalmente consumido por una ira tan profunda, pero la

pregunta es ¿Cuál es su causa? ¿Por qué culpa a mi familia de su

problema?

- no, no recuerdo nada – me mira con desanimo, pero eso hace que deje

de hablar, las palabras comienzan a salir con naturalidad, posiblemente

231
porque no tenemos escapatoria o simplemente porque sé que no

tenemos opciones de vivir.

Solo dos semanas de mi miserable vida fueron los momentos felices de

mi vida luego del accidente, algo en mi me dice que estoy equivocad y

me llegan los recuerdos de la universidad o aquellas bromas de la

juventud.

-Debes recordarla – sonó como una orden en vez de una afirmación, me

tira una foto la cual observo durante un momento y trato de recordarla.

Comienzan a llegar fragmentos de imágenes del accidente, esta niña de

cabello crespo, ojos color azul, tez pálida pero muy carismática… ahora

entiendo mejor, es aquella niña de mis sueños, de cómo pasaba junto a

mi lado mientras todo a nuestro alrededor se desmorona.

-Si la recuerdo pero… ¿eso que tiene que ver conmigo? – el asesino se

ríe de mi pregunta como si estuviera diciendo alguna estupidez.

- ella es mi hija y murió por culpa de tu padre que había consumido, por

su puesto el murió, así que pago su condena por haber matado a mi

232
dulce – se detuvo a ahogar sus lágrimas y luego prosiguió su tragedia

que a la vez también es mía – los daños los pagaron, aunque la muerte

no debería pagarse pero…

- no es culpa de ninguno de nosotros, estas reprimido en tu dolor y

quieres culpar a alguien – me adelanto antes de que siga diciendo que

la culpa es de nosotros, trato de ser amable porque si la culpa fue de mi

padre y por culpa de sus actos su hija murió y yo perdí la memoria

entonces en parte tiene razón aunque eso no significa que sus actos

estén justificados – esto no es nuestra culpa.

- cállate – otra vez volví al estado paralizado que estaba, primero porque

el asesino vuelve a alzar el arma y la apunta contra mama, en mi mente

divago las posibilidades aunque no una escapatoria cuando somos las

víctimas.

Miro hacia la puerta que se movió un poco y pienso rápidamente en

quitarle el arma pero esa figura que ya no me resulta extraña, que haría

lo posible por salvarme, por no perderme de nuevo. Christopher se

233
acerca muy despacio, la miro a los ojos y no tarda en percatarse de mi

miedo porque ni más faltaba que hoy pierda a una de las personas que

más quiero, intentaba protegerlo pero ahora que lo pienso no debí

haberle dicho iba para casa de mi madre, Christopher sigue

acercándose sigilosamente; un paso más y el asesino matara a mama,

el corazón me late de tal forma, como si fuera a salirse de mí.

Christopher se acerca demasiado a la sala y sin más se abalanza hacia

el asesino, todo sucede muy rápido, entre forcejeo comienza a disparar

el arma en varias direcciones, intento llegar a mama aunque sea una

misión suicida ya que la distancia al no ser mucha hay más posibilidades

de que el asesino atine a algo o alguien.

Homero protege a mama cubriéndola con sus brazos, sin dejar escapar

ni un pelo, cuando llego al otro lado de la sala miro el otro extremo

donde estaba, de algo sirvió haberme quitado de ese lugar porque

Christopher y el asesino ahora están ahora allá.

234
Christopher pierde el equilibrio y el asesino aprovecha y lo lanza

demasiado fuerte contra la pared, ahogo un grito solo por el simple

hecho de que el ,asesino no se percate de nuestra existencia; he de ser

muy egoísta porque mi entras Christopher está dando su vida para que

ninguno de nosotros muera sin ser este su problema.

Me levanto y casi que tirándome agarro a el asesino de las manos

aunque él sea más fuerte que yo, pero de algo sirvió porque estaba a

punto de disparar a Christopher mientras estaba volviendo a

recuperarse de ese golpe contra la pared.

El asesino se gira y me mira como un pequeño insecto insignificante al

cual podría hacer todo el daño que quisiera.

-tienes valor, pero no lo suficiente – extiende su mano desocupada la

cual manda con toda su fuerza y me da una cachetada que me deja en

el piso, alcanzo a salirme un poco de sangre y la cabeza me dio vuelcos

pero lo que más me preocupa en estos momentos es mama y

Christopher, miro de nuevo al asesino y creería que esto sería lo último

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que voy a ver y lo último que escuchare es a mama gritar mi nombre

pero el destino vuelve a jugar a mi favor, Christopher vuelve a levantarse

y se lanza otra vez contra el asesino, todo pasa muy rápido y los

momentos son muy cortos, el arma estalla y por algo Christopher deja

de hacer fuerza, sin ningún aliento miro como poco a poco se

desmorona mi Christopher, las lágrimas se extiende por mi rostro.

Trato de gritar pero el cuerpo no me da para mucho, miro a mama que

aún sigue envuelta en los brazos de Homero, aun puedo escuchar sus

lágrimas de dolor.

Comienzo a adormecerme y lo último que escucho son más disparos; he

fallado en mi intento me digo mientras todavía puedo pensar, creí que

podría ayudar a mama, creí que podría mantener alejado a Christopher,

pero ahora de seguro han muerto.

La luz en mis ojos me enceguece, a medida que despierto evaluó mí

alrededor y lo primero en que pienso, es si estoy en el cielo, vuelvo a la

realidad cuando abro los ojos completamente.

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La primera figura que observo es a mama la cual me tiene de la mano

muy fuerte, al ver me despertar se rebela cierta alegría que no veía

desde hace mucho, a mi izquierda esta Chanel con su cara abrumada y

demasiado triste que ni siquiera llena el hecho de que haya despertado.

Miro bien a mi alrededor en busca de Christopher, si es que esta.

- ¿dónde está Christopher? – mama me mira con cara de tristeza y

luego mira Chanel haciéndole señas de que si nos deja a solas.

- Christopher esta en cuidados intensivos… - siento como si me

hubieran pinchado con una aguja en el corazón, es mejor a que

estuviera muerto (pienso) – luego de que quedaras inconsciente llego la

policía, justo a tiempo porque no faltaba mucho los siguientes disparos.

- ¿en qué cuarto esta? – pregunto demasiado demandante, no quiero

aguardar ningún momento por verlo, este podría ser su ultimo día y lo

único que quiero es volver a besarlo y decirle lo mucho que lo amo…

- está en el segundo piso en el cuarto 202, pero aun no puede recibir

vistas aun.

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No lo pienso dos veces y rápidamente me coloco el vestido que traía, el

cual tiene un poco de sangre pero ha no de tener importancia ya que

estoy en un hospital.

-¿A dónde vas?

- voy donde la persona a la que intentaste alejar de mi porque creía que

será mejor – debería ser más dulce después de este problema, pero

quiero que sienta lo molesta que estoy haberme ocultado la verdad,

además no puedo perder ni un segundo sin ver a Christopher, de no

haber sido por el de seguro estaríamos muertos.

Salgo al pasillo y luego me dirijo a la sala de espera que da con unas

escaleras que deben dar al segundo piso, camino ligeramente hasta

llegar al cuarto 205, comienzo a avanzar por ese mismo pasillo hasta

llegar al cuarto 202, miro por la ventana y ahí está Christopher

acompañado de su hermana que no tarda en percatarse de que estoy

husmeando.

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Abro la puerta muy decidida y lo primero que recibo es la cara de terror y

tristeza de Charlotte, esta vez no me evalúa sino que se levanta, veo su

rostro cansado y su maquillaje caído debido a las lágrimas, se acerca a

mí muy despacio, me coloca una mano en el hombro y luego sale.

Me cerco rápidamente a Christopher, me siento en un costado y lo tomo

de la mano muy fuerte.

-¿dónde has estado? – sus palabras me llenan de felicidad

incondicional, por un momento pensé que estoy escuchando voces en

mi mente, pero otra vez vuelve – ¿eres feliz? – su voz suena muy

cansada, además la máscara que lleva no lo deja hablar bien.

- si no tuvieras esa mascara te besaría – es lo único que se me ocurre

decir, además es suficiente, tanto para entender si soy feliz a su lado.

- solo hazlo – me impresiona su respuesta, pienso en si es buena idea,

pero el dese es más grande.

Le quito la máscara muy despacio y me acerco poco a poco a su boca,

creí no volvería ver sus ojos desde tan cerca; contemplo su car pálida

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debido al suero que se le ha administrado y de seguro también a la

sangre que perdió. El rose de nuestros labios es muy reconfortante, me

deleito en cada parte, a pesar de que estén fríos, el tacto mutuo vuelve

su calor corporal.

-sabes que te amo y te amare por el resto de nuestra vida en la espiral –

no sé cómo se dio dé cuenta de mi idea “la espiral del amor” pero es

agradable.

- siempre lo he sabido – respondo mientras a petición suya me acomodo

en su brazo tratando de no hacerle ningún daño.

Epilogo

Caminando por la playa en un perfecto atardecer Christopher y Ashley

tomados de la mano, admirando lo perfecta que es su vida desde hace

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un año, su vida es algo que depende del otro, su amor es tan profundo y

sincero que de una u otra forma el destino nunca quiso que estuvieran

separados.

- ¿Por qué ese lugar tan especial es la playa? – pregunta Ashley de una

forma muy cariñosa y risueña.

- créeme este es un buen lugar – manifiesta Christopher mientras se

detiene en frente de Ashley, se miran un momento y luego agrega

Christopher – el día de nuestra graduación te dije que tenía una

sorpresa.

Ashley mira a su alrededor aun admirando este bello atardecer que los

acompaña, piensa en lo hermoso que habría sido ese momento si

hubiera sido ese día, si no hubiera sucedido ningún accidente.

- hagamos poesía – le susurra Christopher al oído mientras esa

distancia que los separaba se perdió totalmente.

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- Nunca te dejare de amar, las estrellas guardan secretos… tu eres mi

secreto, hasta el fin del mundo – comienza Ashley muy centrada en

cada palabra y el valor que le da.

- estamos a otro nivel, muy por encima de un amor común, tan solo las

estrellas saben la verdad de nuestro amor inolvidable y profundo –

Christopher profundiza mucho más en este sentimiento mutuo que

alberga un pasado inolvidable - ¿bailamos?

Por supuesto Ashley accede, quien iba a decir que la playa es un lugar

de baile y más cuando se trata de bale, Christopher toma de la cintura a

Ashley y la lleva de un lado a otro, a su vez Ashley muy danzante se

desenvuelve fácilmente y de esa forma hacen arte corporal, algo que

muy pocos logran, solo cuando se entiende la fuerza del amor se

entiende el arte verdadero.

No queda más que decir, tan solo que un amor tan profundo es difícil de

olvidar y más cuando no es de los diez primeros amores sino el único,

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ese que deja un sentimiento inolvidable, incomparable y lleno de una

exquisita pasión.

Agradecimientos

Principalmente a Tatiana castillo por enseñarme un mundo donde las

ideas son válidas y que la imaginación no tiene fin; también a mis

hermanas Sharon y Daniela por hacer de mi infancia algo más

significativo en imaginación, por todos los momentos de juegos que

compartimos y los malos ratos que pasmos.

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También quiero agradecer a mi maestro de Artes juan niño porque sin

su ayuda no habría comprendido el arte como algo absoluto.

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