El Líder
El Líder
El Líder
No me lo va usted a creer pero realmente el dicho de “más pronto cae un hablador que un cojo”
realmente sucede muy seguido. En los dos últimos años mi vida profesional ha cambiado
tremendamente, por un lado me he dado cuenta de un potencial que tenía escondido que
algunos de los líderes a los que sigo me ayudaron a desempolvar (entre ellos mi padre) y por
otro he estado sujeto a cambios realmente significativos que el “adaptarse al cambio” ha sido
una de mis más apremiantes necesidades. Tal vez fue por que no tenía opción pero la verdad es
que sólo había dos caminos, quejarme de los problemas como muchos o presentar soluciones,
así que opté por esta última y créame que es un estilo de vida completamente distinto. La mayor
capacidad que tiene el ser humano es decidir cómo responde a su entorno.
Uno de los factores que me ayudan mucho a poder llevar a cabo este cambio es la lectura de
libros de liderazgo y en esta ocasión le quiero invitar a que lea mis comentarios y citas acerca de
un libro que acabo de terminar de leer y le recomiendo ampliamente. El libro se titula “El líder
que no era licenciado” de Robin Sharma y prácticamente te muestra que no es necesario que
tengas un cargo con nombre y autoridad para poder ser un líder. Muchas veces pensamos que
sólo los “jefes” son los que deben tomar las decisiones y los empleados seguirlos como ovejas,
la realidad es que no debe ser así. Cada uno de nosotros podemos y tenemos la capacidad de
ser líderes en nuestro propio puesto y eso requiere tan sólo del esfuerzo de nosotros mismos.
El libro habla sobre como el liderazgo transforma empresas y yo comparto esa visión, desarrollar
el talento para el liderazgo de cada una de las personas de la empresa y hacerlo más deprisa
que la competencia. Para una empresa, la única manera de sobresalir es fortaleciendo las
capacidades de sus trabajadores para que sean líderes en todo lo que hacen.
Cada una de las personas necesitan ejercer el liderazgo, donde cada uno apunte a la
innovación, donde cada uno inspire a sus compañeros, donde cada uno esté abierto al cambio,
donde cada uno asuma responsabilidades por los resultados obtenidos, sea positivo y se
entregue sin reservas a dar lo mejor de sí mismo. Esto no quiere decir que las jerarquías no
deban existir, al contrario, estas estructuras mantienen el orden y se encargan de que todo
progrese bien, sin embargo cada uno de nosotros debe convertirse en el director ejecutivo de su
propio papel en la organización.
Muchas personas van a trabajar pensando que cuando lleguen a tener un mejor puesto, mayor
autoridad y más responsabilidades entonces es cuando darán el 120% en todo lo que hagan, la
verdad es que en el trabajo y en la vida en general, hay que pagar el precio del éxito antes de
recoger recompensas. Cada uno cosecha lo que siembra. El liderazgo es para todos. Y en este
momento de radicales cambios en el mundo de los negocios y en la sociedad, es la disciplina
más importante para quien quiera salir vencedor.
Sin duda alguna aún sigo sembrando y he cosechado muy poco todavía, pero no quisiera
esperar 10 años para decirle “se lo dije” así que desde hoy le recomiendo que tome en cuenta
este artículo y se de una oportunidad de cambiar paradigmas y no darse por vencido.
Seguramente se sorprenderá de los resultados como yo.
En las siguientes entradas de este blog presentaré un pequeño resumen de las cuatro
conversaciones divididas en capítulos dentro del libro, con la intención de que pueda mover
algunas de las sensibles fibras que como seres humanos usted y yo tenemos y le ayude a tomar
esa decisión de cambiar, ¡Hoy!.
El líder que no era licenciado – No hace falta tener un cargo
para ser líder (2/5)
Una de las más grandes libertades que tenemos como personas es la libertad de elegir cómo
vemos nuestro papel en el mundo y el poder que tenemos para tomar decisiones positivas en
cualquier circunstancia en la que nos encontremos. El éxito, tanto en los negocios como en la
vida personal, es algo que se crea conscientemente. Es el resultado garantizado de una serie
deliberada de acciones que cualquiera puede realizar. Muchos de nosotros no valoramos nuestro
trabajo y pasamos por alto todos sus aspectos positivos. Deseamos algo mejor, no nos damos
cuenta de que a menudo lo que buscamos está justamente donde estamos. Sólo tenemos que
mirar con un poco más de profundidad y esforzarnos un poco más. Liderar un poco mejor.
Hay un poder mucho más profundo que el de los cargos o puestos que se nos confieren y es el
poder natural de liderazgo que todos poseemos por el simple hecho de ser humanos.
2. Nosotros tenemos el poder de inspirar, influir y ensalzar a todas las personas con las que nos
encontremos mediante el don del buen ejemplo. Y para esto no hace falta tener un cargo.
3. Todos podemos crear cambios positivos ante condiciones negativas. Y para eso no hace falta
tener un cargo.
4. Todos los que conocemos la verdad sobre el liderazgo podemos tratar a todos los implicados
en una organización con respeto, aprecio y bondad y, al hacerlo, elevar la cultura de la
organización a lo mejor de lo mejor. Y para eso no hace falta tener un cargo.
Maestría
Aspirar a la maestría en lo que hagas, maestría en tu oficio independientemente de cual sea.
Exígete a ti mismo más de lo que nadie puede exigirte. Hacer un trabajo de primera clase le da
sentido también a la vida. El trabajo ofrece una plataforma diaria desde la que puedes descubrir
al líder que llevas dentro.
Autenticidad
Tu capacidad de influir y hacer una contribución a los demás surge de quién eres como persona,
no de la autoridad que te otorgue tu posición en el organigrama de una empresa. Nunca ha
tenido tanta importancia ahora ser digno de confianza. Es importantísimo ganarse el respeto de
los demás.
Gran Valor
No hace falta tener un cargo para ser líder, pero sí ser duro y tener valor. Aquellos que se
convierten en los mejores y más brillantes líderes en su trabajo son los que se convencen de que
el fracaso no es una opción. Tener el valor de ver oportunidades donde otros ven desafíos, tener
el coraje de ver que las cosas pueden mejorar mientras otros se complacen tal como están.
Ética
No hay nada más importante que ser honesto, ser digno de confianza y tratar a los demás como
nos gustaría que nos trataran a nosotros. Mantén siempre una reputación impecable y protege tu
marca personal siendo siempre implacablemente ético. Di lo que quieres hacer y haz lo que
dices. La integridad siempre produce buenas recompensas.
El miedo que pasas cuando vas hasta el borde de tus límites expande esos límites. Y esa
expansión no solo se traduce en un trabajo mucho mejor, sino también en rendimiento mucho
mejor en todas las áreas de tu vida. Como dijo Nietzsche: “Lo que no nos mata nos hace más
fuertes”.
Cualquiera puede ser una estrella cuando la economía es fuerte, la competencia débil y los
clientes leales. Los tiempos difíciles son los que de verdad revelan de qué pasta estás hecho y
qué clase de líder eres. Las nuevas condiciones requieren técnicas diferentes. Tenemos que
adaptarnos.
Haz todos los días aquello que te asusta, y transformarás tu miedo en fuerza. Así es como uno
adquiere seguridad y se hace invencible. Busca el riesgo y da la bienvenida al cambio. Lánzate
por tus mejores oportunidades. La gente afortunada no ha tenido suerte. La gente afortunada se
ha creado su propia suerte.
Priorizar
Los líderes no pierden nunca el norte. Se mantienen siempre centrados en lo que de verdad
importa. Tienen la disciplina necesaria para permanecer firmes en sus valores. Y trabajan y viven
según una idea muy sencilla: céntrate en lo mejor y olvídate del resto.
Adversidad
La adversidad crea oportunidad. Todo contratiempo lleva consigo una gran oportunidad. Los
problemas no son más que plataformas de posibilidades. El liderazgo consiste en aprovechar los
tiempos difíciles para utilizarlos en tu propio favor.
Responder
Cuando llegan las dificultades lo que hay que hacer es responder y no reaccionar. Deja de
preocuparte por todo lo que no puedes controlar y dedícate a mejorar lo que sí está en tus
manos. Ten iniciativa. Consigue resultados mientras los demás esperan que otros dirijan.
Kudos (Engrandecer)
Para ser un líder debes inspirar a los demás, animarlos en un mundo que casi siempre celebra
las peores cosas. Casi todos piensan que el liderazgo consiste en corregir y criticar a otros
cuando se equivocan. Pero no es cierto. El auténtico liderazgo consiste en aplaudir a los demás
cuando hacen las cosas bien
Cuanto más aportes a todos los elementos de implicados en tu empresa (desde tus compañeros
hasta tus clientes), mayor será el éxito financiero de tu empresa y el de tu propia carrera. Si de
verdad quieres alcanzar tu más alto potencial en los negocios, deberás tratar a la gente
excepcionalmente bien. Desvístete por tus clientes y ayuda a desarrollar las capacidades de tus
compañeros.
Parte de tu trabajo consiste en desarrollar la grandeza en personas que ni siquiera han visto
grandeza en sí mismas. No tienes que ser gerente para despertar lo mejor en tus compañeros ni
para ejercer una magnífica influencia en tu organización. No necesitas ser todo un ejecutivo para
tener relaciones estupendas con tus clientes.
Escuchar
Para crear relaciones de primera clase no sólo deberás ser servicial, sino que tendrás que ser un
maestro en comprender a los demás. Y eso se consigue con una de las habilidades de liderazgo
más importantes: saber escuchar. Habla menos y escucha más.
Relacionarse
Sal de ahí y conéctate con tus compañeros y tus clientes. Dejarse ver es una acción de increíble
valor. Cuando la gente te ve a la cara, existes para ellos. Empiezan a conocerte. Empiezas a
gustarles. Y recuerda que la gente hace negocios con las personas que les gustan.
Valorar la diversión
Casi todo el mundo piensa que el trabajo debe ser algo serio. Pero la verdad es que si te
diviertes, te implicarás más en lo que estés haciendo. Si te diviertes, tendrás ganas de colaborar
más. Cuando la gente se divierte, la energía de toda la organización alcanza niveles cada vez
más altos.
Estimar y cuidar
Ser agradable no es ser débil. No confundas amabilidad con debilidad. Los lideres saben
equilibrar a la perfección la compasión con el valor. Saben ser sinceros y a la vez firmes. Ayuda
a que las personas que hacen negocios contigo logren un éxito enorme. La ley de la reciprocidad
está profundamente arraigada en el liderazgo y en la naturaleza humana.
Empieza por eliminar tus creencias negativas y tus falsos supuestos. Toma conciencia de ti
mismo. Realiza el trabajo interior necesario para fortalecer tu carácter, purificar tus intenciones y
magnificar tus actos. Entrénate con ganas para mantenerte en forma, de manera que cada día te
sientas lleno de energía y vitalidad. El éxito es de las personas enérgicas.
Lo que soy es mucho más importante que lo que tengo. Y el impacto que ejerzo sobre mis
compañeros, mis clientes y mi familia mediante mi ejemplo positivo es mucho más importante
que la cantidad de dinero que gano.
Saber percibir
Para ser un líder hay que percibir con claridad las condiciones y circunstancias que nos rodean.
Hacer ejercicio y cuidar la salud
La salud es algo que damos por sentado hasta que la perdemos. Y los que la pierden tienen que
dedicar luego todo su tiempo a intentar recuperarla.
Inspiración
Reaviva tu entusiasmo todos los días, porque las dificultades de la vida de lo agotarán todos los
días.
Nutrir los lazos familiares
Tus seres queridos son importantes. Cultivar una buena relación con tu familia y tus amigos te
regresará muchísimas alegrías.
Eleva tu estilo de vida
Sólo se vive una vez, así que disfruta al máximo. El objetivo principal en la vida es llegar a ser lo
que estás destinado a ser. Pregúntate cómo quieres que te recuerden cuando ya no estés. El
éxito no se mide por lo que recibes, sino por lo que das.