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LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS

A NOMBRE DE DOÑA JUANA (1505-1506) (1517).


MEDIO DE REIVINDICACIÓN DE SOBERANÍA
Y PROPAGANDA DE UN GOLPE DE ESTADO.
Por

José María de Francisco Olmos


Académico de Número

l. Introducción

La moneda tiene como función primaria la económica, sirve de instru-


mento de cambio en un mercado concreto, pero tan importante como la función
económica es su función política, en concreto de propaganda del poder emisor.

Desde su creación en la cuenca del Mar Egeo en el siglo VII a.C., la acu-
ñación de la moneda fue un privilegio exclusivo del poder político, ya fuera de
una ciudad independiente o de un reino, y en Roma esta característica se acen-
tuó durante la época imperial, considerándose un derecho exclusivo del empe-
rador (regalia). En la Europa occidental la debilidad de las monarquías altorne-
dievales llevó a muchas de ellas a ceder este derecho de amonedación a los

ARAMHG, X, 2007, (131-202)


132 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

grandes señores laicos y eclesiásticos 1, pero la paulatina recuperación de] dere-


cho romano y el fortalecimiento del poder real supuso el principio del fin de
estas concesiones2 • En Castilla las concesiones de moneda fueron mínimas 3 y
siempre se entendió como un privilegio exclusivo del monarca, de hecho ya en
tiempos de Alfonso X el impuesto de la moneda forera se pagaba no en virtud
de un compromiso entre el rey y el reino4 , sino únicamente en reconocimiento
del señorío real, como regalía que era la acuñación monetaria, con carácter
imprescriptible e inalienable. En 1350 Pedro I al subir al trono ordena cobrar
la moneda forera "por reconoscimiento de naturaleza e de señorio real que he
sobre vos a todos los concejos de las cibdades e villa e lugares .... asi realengos
como abadengos, solariegos e behetrias e de ordenes e de otros señoríos cua-
lesquier, asi clerigos como legos e judios e moros" 5 • No había pues muchas
l. Aunque el monarca conservaba el derecho eminente de acuñación, simplemente cedía su aplicación
a uno de sus vasallos, y únicamente en las tierras de su propiedad.
2. Un ejemplo paradigmático fue el del emperador Federico I Hohenstaufen (1152-1190), conocido
como Barbarroja, que puso las bases para recuperar los derechos que consideraba exclusivos del empe-
rador, así en la Dieta de Roncaglia (1158) expuso claramente la recuperación de los regalia pertenecien-
tes al dominio imperial según los reconocían los principios del Derecho Romano, que eran el reconoci-
miento del derecho de propiedad eminente sobre la tierra, el dominio sobre caminos y ríos, salinas y
minas, mostrencos y abintestatos, a la soberanía feudal sobre los vasallos, al cobro delfodrum para sufra-
gar gastos militares y la tenencia de castillos, a las multas judiciales y los peajes, etc., de modo que todos
los tenedores de alguno de estos derechos habían de devolverlos al emperador o justificar la legitimidad
de su usufructo. A partir de este momento el resto de los reyes tendría base jurídica para exigir sus rega-
lia, así Alfonso X de Castilla, en las Siete Partidas, dice expresamente sobre los poderes del emperador:
" ... puede fazer ley o fuero nuevo, e mudar el antiguo ... ha poder de fazer justicia e escarmiento ... ha poder
de poner portadgos, e otorgar ferias ... e por su mandado e por su otorgamiento se debe batir moneda en el
Imperio ... " (Segunda Partida, Titulo I, Ley II), para luego decir que dicho poderes del emperador son los
que tiene el rey en su reino: "Vicarios de Dios son los Reyes cada uno en su reyno, puestos sobre las gen-
tes, para mantenerlas en justicia e en verdad quanto en lo temporal, bien assi como el Emperador en su
imperio" (Segunda Partida, Titulo 1, Ley II).
3. Durante el siglo XII a la catedral de Santiago de Compostela (Alfonso VI), al monasterio de
Sahagún y a la catedral de San Antolín de Palencia (Reina Urraca), pero a finales de ese siglo ya habían
desaparecido.
4. Como fue en su origen, ya que a principios del siglo XIII tanto en León como en Castilla las Cortes
se comprometieron a pagar este nuevo impuesto (moneda farera) a cambio de la promesa regia de no alte-
rar la ley, peso y curso legal de la moneda en los siguientes siete años.
5. Carta de Pedro 1 a todas las ciudades del reino ordenando el repmio y cobro de la moneda farera,
ver Colección de Documentos para la Historia del Reino de Murcia (CODOM), Murcia, 1978, tomo VII
(Documentos de Pedro 1), edición de A.L.MoLINA MaLINA, documento 15.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PA1SES BAJOS A NOMBRE DE ... 133

exenciones a su pago ya que como dice el Fuero Viejo de Castilla (I,I,Ley 1a)
"la moneda, justicia, fonsadera y yantar el rey non los deve dar a ningund ome
ni las partir de sí, ca pertesnecen a él por razón de su señorio natural" 6 •

Como puede verse cuando los reyes consiguieron fortalecer su poder uno
de sus primeros objetivos fue la recuperación de la exclusividad de la acuña-
ción de moneda, ya que era el símbolo propio de la soberanía, y cualquiera que
aspirara a ella lo primero que hacía era acuñar moneda con su nombre para
informar a sus súbditos y a los estados vecinos sobre la persona que ejercía el
poder supremo o aspiraba a ello 7 •

Esta característica política y propagandística de la moneda se mantiene


hasta hoy y en muchos casos las leyendas y los tipos que aparecen en ellas sólo
pueden explicarse atendiendo a la sociedad que la produce y que tiene que ser-
vir, y por tanto a los problemas políticos internos o externos de un determinado
estado o gobernante, como es el caso que nos ocupa, ya que las acuñaciones rea-
lizadas a nombre de doña Juana y don Felipe de Austria como reyes de Castilla
fabricadas en los Países Bajos en los años 1505 y 1506, son producto de un
grave enfrentamiento político para dilucidar quién debía gobernar efectivamen-
te Castilla tras la muerte de la reina Isabel (1504); y las 'realizadas por don
Carlos junto a su madre doña Juana en 1517 supusieron un auténtico golpe de
estado que contravenía las leyes de los diversos reinos hispánicos y las previ-
siones testamentarias de su abuelo; del mismo modo veremos las monedas acu-
6. En origen se pagaba un maravedí de oro por pechero (León hacia 1202), las Cortes de 1286 lo fijan
genéricamente en un décimo de los bienes, pero en 1277 se cobraba 5,33 maravedíes de la moneda de la
guerra, y con Sancho IV 6 maravedíes en León y 8 maravedíes en Castilla y las Extremaduras y la
Frontera, base del cálculo del pago del impuesto hasta el siglo XV. M.A.LADERO QuESADA: Fiscalidad y
poder real en Castilla (1252-1369), Madrid, 1993, pp. 54-57.
7. En el caso de la Castilla medieval en los momentos de crisis sucesoria los pretendientes acuñaron
moneda, así lo hizo el inglés Juan de Gante, duque de Láncaster (1380-1386), al reivindicar el trono fren-
te a Enrique 11 Trastámara, o Alfonso de Avila tras el intento de deposición de su hermano Enrique IV
(1465-1468), e incluso Alfonso V de Portugal (como marido de Juana la Beltraneja) en su lucha contra
Isabel la Católica en 1475-1476. Para este último período ver José Ma de FRANCISCO OLMOS: "La Moneda
como propaganda política. Un ejemplo medieval: la guerra civil castellana" en Métodos Didácticos en
Biblioteconomía y Documentación (Actas de las VI Jornadas Académicas de la Escuela Universitaria de
Biblioteconomía y Documentación, celebradas el 1Oy 11 de marzo de 1997), Madrid, 1997, pp. 115-124.
134 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

ñadas por don Fernando durante su gobierno en Castilla tras la muerte de la


reina Isabel, que nos informan de su uso como medio de propaganda política a
favor de don Fernando y de ocultamiento de doña Juana. Este período, denomi-
nado de las Regencias ha sido tradicionalmente poco estudiado, y sin embargo
fue una época de grandes turbulencias políticas que terminarían marcando el
futuro de la Monarquía que todos conocemos, pero que mostró claramente que
hubo otras opciones que tuvieron también posibilidades claras de prosperar.

2. La sucesión de los Reyes Católicos

Durante el transcurso de la guerra civil castellana los Reyes tuvieron que


aceptar al principio de su reinado las condiciones que les impusieron los nobles
castellanos para apoyarles, fue la famosa Concordia de Segovia (15 de enero
de 1475) 8 , donde los Grandes de Castilla "forzaron" a los reyes a guardar cier-
tas normas en su gobierno, reconociendo siempre como reina propietaria de
Castilla a Isabel, con todas sus prerrogativas, y limitando las actuaciones de
don Fernando como rey consorte9 • En este documento se reglamentaba incluso
el uso de la heráldica (las armas de Castilla precederán a las de Aragón) y la
denominación (el nombre del rey irá delante del de la reina, pero la titulación
será alterna, comenzando por los títulos castellanos) y tendrá su fiel reflejo en
las monedas emitidas entre 1475 y 1497 10 , que fueron los años de esplendor de
8. Para más datos sobre este importante acuerdo ver Luis SUÁREZ FERNÁNDEZ: Los Reyes Católicos.
La conquista del Trono, Madrid, 1989, pp. 75-94 y Tarsicio de AzcoNA: Isabel la Católica, Madrid, 1986,
pp. 197-203. Texto de la Concordia en AGS, Patronato Real, leg. 12, y también en Diego José DoRMER:
Discursos varios de Historia, con muchas escrituras reales antiguas y notas de algunas de ellas,
Zaragoza, 1683, pp. 295-302.
9. Algo puramente teórico, ya que las necesidades de gobierno y de la guetTa con Portugal llevaron a
la Reina a emitir un documento (28 de abril de 1475) en el que autorizaba al rey a realizar, en su nombre,
todo lo que ella estaba legitimada para hacer (Ver Diego José DoRMER: op.cit, pp. 302-305). En corres-
pondencia hay que decir que don Fernando emitió un documento análogo el 14 de abril de 1481, por el
cual doña Isabel obtenía en la Corona de Aragón los mismos poderes que tenía el rey Fernando (A.DE LA
ToRRE: "Isabel la Católica corregente de la Corona de Aragón" en Anuario de Historia del Derecho
Español, XXIII, 1953, pp. 423-428). En cualquier caso, el principio de que la reina propietaria era la
única gobernante de Castilla quedó reconocido, como luego se comprobó en el Juramento de las Cortes
de Madrigal de 1476 a la primogénita del matrimonio, Isabel, como heredera de Castilla a la muerte de
su madre, y los castellanos lo volvieron a esgrimir en los juramentos de las princesas Isabel (1498) y
Juana ( 1502), y a la muerte de la reina en 1504.
10. Ver José Ma de FRANCisco OLMOS: "La Moneda de los Reyes Católicos. Un documento económi-
co y político" en la Revista General de Información y Documentación, EUBD, vol.9 ,n° 1, Madrid 1999,
pp. 85-115.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 135

los monarcas que vieron la fundación de la Santa Hermandad, el estableci-


miento general de la Inquisición, las Cortes de Toledo de 1480, el ordenamien-
to de Montalvo, la conquista de Granada, la expulsión de los judios, el descu-
brimiento de América, la recuperación del Rosellón y la Cerdaña, culminación
de la conquista de las islas Canarias, toma de Melilla, etc.

En 1497 se realizará la gran reforma monetaria de los Reyes Católicos, ya


que la toma de Granada y el cada vez mayor comercio con Europa hacía que la
moneda castellana no fuera competitiva al ser más pesada que la moneda de oro
que dominaba este comercio, el ducado veneciano, por lo cual era necesario
entrar en el nuevo sistema del oro europeo y mantener una plata estable y reva-
luada.

Tipológicamente las monedas de 1497 son la mejor propaganda de los


logros de los monarcas en sus 22 años de reinado. Se ha conseguido acabar con
el último reino musulmán, Granada, lo que culmina la empresa reconquistado-
ra de los reinos hispánicos, por lo cual sus armas se colocan en un lugar desta-
cado de la heráldica castellana (en la punta del escudo). Ahora bien, la idea de
unidad antes mencionada y la necesidad de mantenerla a toda costa lleva a los
reyes a unir sus armerías en un cuartelado que indica la indisolubilidad de
ambas Coronas, que es la garantía del poder del nuevo estado, ya más moder-
no que medieval, que ahora está inmerso en la política europea (luchas en Italia
y con Francia) y mundial (descubrimiento y conquista de América)1 1•

Pero no nos engañemos, la unidad era artificial y sólo una superestructura


basada en el matrimonio de los reyes, don Fernando era monarca de la Corona
de Aragón y como tal gobernaba esos territorios, como puede apreciarse en sus
monedas 12 • Jurídicamente España no existía, lo que sí existía era el sentimien-
11. Estas monedas de 1497 serían las que propagarán estas ideas y las que se siguieron acuñando
muchos aí'íos después de la muerte de los Reyes Católicos, en concreto hasta 1566. Más detalles sobre
estas piezas en José Ma de FRANCISCO OLMOS: "La moneda de Isabel la Católica, un medio de propagan-
da política" en las !JI Jornadas Cientifzcas sobre Documentación en época de los Reyes Católicos,
Madrid, 2004, pp. 35-117.
12. Ver José Ma de FRANCISCO ÜLMOS: "Las Monedas de Fernando el Católico. Documento político de
una Confederación de Estados" en Centenario de la Cátedra de Epigrafía y Numismática de la
Universidad Complutense de Madrid 1900/0!-2000/0!, Madrid, 2001, pp. 147-184.
136 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

to de pertenecer a una única comunidad política superior a los reinos concre-


tos, así como la conciencia de la pérdida de la unidad del territorio tras la inva-
sión de los árabes, y la necesidad de volver a aquella época. En Castilla, al
menos desde el siglo XIII, se entendía que la misión de este reino era conse-
guir restaurar la unidad peninsular perdida tras la caída del reino visigodo; algo
que podemos resumir en esta frase de Antonio de Nebrija dedicada a los Reyes
Católicos "Hispania tota sibi restituta est".

Esta situación hizo que en el interior de la península los Reyes Católicos


nunca utilizaran el título de reyes de España, sin embargo las otras naciones
europeas sí percibían que esa era la nueva realidad peninsular, y en numerosos
documentos o tratados internacionales se dirigen a los reyes por este nuevo títu-
lo. Como ejemplo podemos citar la famosa Bula de concesión del título de
"Reyes Católicos" (19 de diciembre de 1496), los tratados de Trento (13 de
octubre de 1501), Lyon (5 de abril de 1503) y Blois (22 de septiembre de 1504).
Esa misma titulación se utiliza en la capitulación de Pamplona de 1512, y ese
mismo año don Fernando encarga a su embajador en el Imperio que explique
esta anexión por "lo que el reino de Navarra importa para cerrar la idea de
España". Por último en una bula de Clemente VII del año 1529, donde confir-
maba determinadas prerrogativas concedidas a la Real Capilla durante su rei-
nado, se les designa como "Ferdinando Regi et Elisabeth Reginae
Hispaniarum"' 3 •

Con esta concepción política y legal de mantenimiento de las estructuras


jurídicas de cada territorio, y al mismo tiempo fomentando la idea de la recu-
peración del territorio común que en la antigüedad formó España, los Reyes
Católicos entraron de lleno en la política internacional europea uniendo de
forma indisoluble los intereses de ambas Coronas, es verdad que fueron las
líneas estratégicas de la Corona de Aragón las que se impusieron, tal vez por
ser don Fernando el que se dedicó más de lleno a la política internacional, pero
desde el exterior se percibía con claridad que en el territorio peninsular había

13. Fernando GARCÍA-MERCADAL: Los Titulas y la Heráldica de los Reyes de España, Barcelona,
1995, p. 133.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 137

una voz única en política exterior, respaldada por un gran poder económico y
militar, capaz en un momento dado de utilizar tropas castellanas para defender
intereses aragoneses, como fue la expedición de Gonzalo Fernández de
Córdoba a Nápoles, donde tras la ocupación del territorio y la proclamación
oficial de Don Fernando como monarca de aquél estado, se acuñaron monedas
(1504) a nombre de Fernando e Isabel, con el título de "Reges Hispanie", uti-
lizando por primera vez este vocablo hispánico en un documento oficial, como
era la moneda, e indicando claramente cual era el objetivo político de los
monarcas 14 •

La irrupción del nuevo poder de "España" en Europa como potencia de


primer orden sólo era posible si las Coronas aceptaban tener una política exte-
rior común y compartir sus recursos para lograr fines comunes, algo que don
Fernando consiguió hacer comprender a los grupos de poder de todos los terri-
torios que gobernó, aunque debe quedar claro que también hubo resistencias y
fricciones que se pusieron de manifiesto durante la crisis sucesoria de 1506,
momento del enfrentamiento entre Fernando el Católico y Felipe el Hermoso.

Para mantener la grandeza y poder del nuevo estado en Europa, sobre todo
frente a Francia, los Reyes Católicos necesitaban asegurar que todos sus terri-
torios permanecerían unidos tras su desaparición, un complicado problema ya
que ambas Coronas tenían leyes sucesorias distintas, veamos cronológicamen-
te el problema de la sucesión de ambas coronas 15 •

14 74: Isabel se convierte en Reina de Castilla, en esos momentos sólo


tiene una hija, Isabel.

14. Sobre estas interesantes piezas napolitanas de 1504 ver José Ma de FRANCISCO OLMOS, "La mone-
da napolitana de Fernando el Católico. Documento propagandístico de la unidad de las Coronas" en
Revista General de Información y Documentación, volumen 11, n° 2, Madrid 2001, pp. 141-162.
15. Los hijos de los Reyes fueron Isabel (1470), Juan (1478), Juana (1479), María (1482) y Catalina
(1485).
138 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

1475: Primer testamento de don Fernando de Aragón 16 , escrito en vísperas


de la batalla de Toro, como las mujeres estaban excluidas de la sucesión en la
Corona de Aragón, declaró heredera de sus bienes y estados a su hija, a sabien-
das de los fueros y costumbres contrarios a ello, encargando a su padre, el rey
Juan II, que derogase las normas que impedían a su hija heredar los estados de
la Corona de Aragón, y esto "no por ambician ni por cobdicia o a.ffection
desordenada, sino por el gran provecho que a los dichos reynos resulta y se
sigue de ser assi unidos con estos de Castilla y de Leon".

14 76: Cortes de Madrigal, la Princesa Isabel es jurada corno heredera de


Castilla. En esta ceremonia los procuradores juraban reconocer a la Princesa
corno reina y señora para después de los días de la Reina, su madre, sin hacer
ninguna mención a Fernando, que debería dejar el gobierno de Castilla a su hija
si sobrevivía a su rnujer 17 •

1480: Cortes de Toledo, el Príncipe Juan es jurado corno heredero de


Castilla.

1481: Las Cortes aragonesas y catalanas reconocen al príncipe Juan como


primogénito y heredero de aquellos estados, situación que mantuvo hasta su
muerte en 1497.

En este período se produjeron las principales alianzas matrimoniales de


los hijos de los Reyes, así la infanta Isabel se casó con el príncipe Alfonso
(1490)1 8 , heredero del trono portugués, y luego con el rey Manuel I de Portugal
16. Realizado durante la guerra civil (Tordesillas, 12-VII-1475) y publicado por el DuQUE DE BERWICK
Y DE ALBA: Noticias históricas y genealógicas sobre los estados de Montijo y Teba, Madrid, 1915, pp.
232-235; y J.Angel SESMA MuÑoz: Fernando de Aragón, Hispaniarum Rex, Zaragoza, 1992, Apéndice
de documentos notables, no 13 pp. 260-263).
17. Un problema que llevó al rey Juan JI de Aragón a escribir dos cartas secretas a su hijo Fernando
para que intentara por todos los medios cambiar esta situación. Para más datos sobre las propuestas de
Juan JI ver José Ma de FRANCISCO OLMOS: "Juan II de Aragón y el nacimiento del Príncipe Juan. Consejos
políticos a Fernando el Católico" en En la España Medieval, no 18 (1995), pp. 241-256 y "La última intro-
misión de Juan II en la Política castellana" en las Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de
Aragón. El Poder Real en la Corona de Aragón (siglos XIV-XVI), Tomo I, volumen 2° (Crónica y ponen-
cias), Zaragoza, 1996, pp. 459-474.
18. Que murió e112 de julio de 1491 sin sucesión.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 139

(1497)' 9 ; el príncipe Juan con la archiduquesa Margarita de Austria (1497); y la


infanta Juana con el archiduque Felipe de Austria (1496), como puede verse las
alianzas perseguían afianzar los lazos con el tradicional vecino portugués y
aliarse con la Casa de Austria, enemiga de Francia en los Países Bajos y
Borgoña.

Toda la política de los Reyes, tanto nacional como internacional, entra en


crisis a la muerte del Príncipe Juan (1497). Su posible heredero era su hijo non-
nato que esperaba la Princesa Margarita, pero desgraciadamente éste nació
muerto.

1498: las Cortes de Toledo juraron a la reina Isabel de Portugal como here-
dera de Castilla, y D. Manuel de Portugal confirmó todos los acuerdos que
otorgaban a su mujer todos los derechos como reina propietaria20 , siguiendo el
modelo de las capitulaciones de los Reyes Católicos.

Las Cortes aragonesas, reunidas en Zaragoza, se niegan a jurar a doña


Isabel como heredera, ya que la legislación aragonesa excluía a las mujeres del
trono, y durante las largas deliberaciones la reina de Portugal murió al dar a luz
a su hijo Miguel (24 de agosto de 1498). Inmediatamente, las cortes aragone-
sas aceptaron jurar como heredero al príncipe Miguel (22 de septiembre), por
ser nieto varón del rey Fernando, aunque fuera por línea femenina, con la sal-
vedad de que si D. Fernando tenía un hijo varón el juramento se anularía.

1499: Las Cortes de Ocaña, juran al príncipe Miguel como heredero de


Castilla, convirtiéndose así en heredero de Castilla, Aragón y Portugal. Para
mantener la alianza portuguesa se propone que el rey Manuel se case con la
hermana de su difunta mujer, la infanta María, cerrándose los acuerdos matri-

19. Manuel era hijo del Duque de Viseu, hermano menor del rey Alfonso V, y se convirtió en rey de
Portugal a la muetie de su primo hermano, Juan U (1495), cuyo único hijo legítimo, Alfonso, había muer-
to en 1491, poco después de casarse con Isabel, primogénita de los Reyes Católicos. El rey Manuel insis-
tió en casarse con Isabel y los contratos se firmaron el 30 de noviembre de 1496, con un protocolo adi-
cional firmado el 11 de agosto de 1497, celebrándose las bodas con luto unos días después de conocerse
la muerte del príncipe Juan (4 de octubre de 1497).
20. RAH., Colección Salazar y Castro A-1 O, fol.37.
140 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

rnoniales con gran rapidez21 , además ese año también se celebra el desposorio
de la infanta Catalina con el príncipe Arturo de Gales, heredero de Inglaterra22 •

1500: Muere el Príncipe Miguel (20 de julio), gran conmoción en la penín-


sula, la nueva heredera de Castilla es doña Juana, en la Corona de Aragón hay
que esperar a la convocatoria de las Cortes para aclarar la sucesión, y Portugal
se aleja definitivamente del proyecto de unión peninsular.

1502: Las Cortes de Toledo juran corno heredera de Castilla a la princesa


Juana con las mismas condiciones que se pusieron a Manuel de Portugal, es
decir, se aseguraba a doña Juana el ejercicio del poder corno reina propietaria,
lo que D.Felipe de Austria aceptó. Poco después se reunieron las Cortes de
Aragón en Zaragoza, que esta vez sí juraron a Juana corno heredera (hay que
recordar que ya tenía sucesión masculina, el futuro Carlos I había nacido en
Gante en febrero de 1500) sin poner demasiados obstáculos, después de que
ella y su marido juraran guardar todos los fueros y privilegios del reino. Sobre
el juramento de Juana en Aragón hay que decir que constituye una excepción,
a la que se accede con manifiesto disgusto 23 , en atención al mantenimiento de
su unión con Castilla. Sin modificar de modo expreso el Derecho vigente de
sucesión a la Corona, mediante el juramento de las Cortes aragonesas y el de
las catalanas, Da Juana es reconocida sucesora y futura reina, pero no en virtud

21. Tras cortas negociaciones los acuerdos se firmaron en Sevilla el 20 dé mayo de 1500, recibiendo
María una dote de 200.000 doblas de oro, y el 24 de agosto se celebró el matrimonio por palabras de pre-
sente, teniendo lugar las bodas el 30 de octubre en Alca<;er do Sal. Tuvieron numerosos hijos: Juan ( 1502),
Isabel (1503), Beatriz (1504), Luis (1506), Fernando (1507), Alfonso (1509), Enrique (1512) y Eduardo
(1515). Los dos mayores se casaron con sus primos hermanos, hijos de doña Juana y Felipe el Hermoso,
la infanta Catalina y el príncipe Carlos de Gante.
22. Cuyo compromiso matrimonial ya se había firmado el 1 de octubre de 1496 con el beneplácito del
rey Enrique VII, que quería reforzar las relaciones políticas y sobre todo comerciales con Castilla, cele-
brándose los desposorios por palabras de presente en Londres el 19 de mayo de 1499, celebrándose la
boda en noviembre de 1501, muriendo el joven Arturo en abril de 1502.
23. El arzobispo de Zaragoza, en nombre de las Cortes, dijo al Rey que "la Corte y quatro bra<;os con
la reverencia que devian, protestavan que por la dicha jura no fuesse causado perjuicio a los Fueros y
libertades del reino, antes aquéllas quedassen en la fuerza y valor". A.GARCÍA GALLO: "El derecho de
sucesión del trono en la Corona de Aragón" en Anuario de Historia del Derecho Español, tomo XXXVI,
Madrid, 1966, p. 94.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 141

de unas normas legales o consuetudinarias sino por la vía excepcional de un


pacto político ratificado mediante su juramento y el de las Cortes24 , y por tanto
que no servía corno precedente para un cambio legislativo.

De este modo, a finales de 1503 la princesa Juana había sido jurada en


Castilla y Aragón corno heredera del Trono, pero los Reyes Católicos descon-
fiaban profundamente de la orientación política de su yerno, don Felipe2S, por
lo cual intentaron apartarle del poder efectivo que pudiera ejercer corno mari-
do de la futura Reina de Castilla.

3. Las maniobras de Fernando el Católico

Desde la muerte de la reina Isabel de Portugal (1498) como consecuencia


del nacimiento de su hijo Miguel, la salud de Isabel la Católica empezó a resen-
tirse y el futuro del gobierno de Castilla parecía incierto, por lo cual don
Fernando y sus partidarios empezaron a maniobrar para asegurarle el control
del reino a la muerte de doña Isabel.

Inmediatamente se convocaron Cortes en Castilla para jurar corno sucesor


al Príncipe Miguel (Ocaña, 5 de diciembre de 1498), una convocatoria que se
hizo con gran premura, lo que llevó a simplificar su texto, incurrir en graves
olvidos formales (tales corno la exigencia del poder especial de procuración,
cláusulas penales, etc.), se eliminó uno de los principios básicos del llama-
miento, corno era la capacidad de las ciudades para inquirir y negociar los
"hechos arduos" de la Monarquía, pero tal vez la principal novedad de esta
carta de convocatoria fue la inclusión en el texto de la obligatoriedad de acatar
las disposiciones testamentarias de la Reina que regularían la futura minoría
del titular de la Corona y las condiciones de la gobernación del reino en tanto
durase aquélla26 , siendo el texto el siguiente: " .. .para faser el dicho resc;ebi-
miento e juramento al dicho illustrísimo prínc;ipe don Miguel, nuestro nieto,

24. A.GARCÍA GALLO: "El derecho ... op.cit., pp. 94-95.


25. Que era claramente profrancesa, como luego veremos.
26. J.M.CARRETERO ZAMORA: Cortes, Monarquía, ciudades. Las Cortes de Castilla a comienzos de la
Edad Moderna (1476-1515), Madrid, 1988, p. 194.
142 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

por prín9ipe e nuestro legítimo heredero destos nuestros reynos de Castilla, e


de León e de Granada en defecto de hijo varón para después de los días de mi
la reyna, e para que prometan e juren que todo lo que yo dispusiere e horde-
nare por mi testamento 9erca de la governa9ión e administra9ión de la perso-
na del dicho príncipe nuestro nieto, e destos nuestros reynos e señoríos, será
obedes9ido e cunplido por todosm 7 •

Esta decisión de vincular el futuro gobierno de la Corona a las disposicio-


nes testamentarias de la Reina no era nueva28 , pero ahora tenía otras lecturas, en
primer lugar el claro deterioro de la salud de doña Isabel, que ya era evidente, y
el papel del rey Fernando era cada vez mayor en el gobierno, además sin ser cita-
do expresamente el elegido para gobernar Castilla durante la minoría de don
Miguel sería sin duda don Fernando, lo que conllevaba por una parte la anulación
de cualquier papel político de Manuel de Portugal en Castilla, que además iba a
aceptar que su hijo permaneciera con sus abuelos y que ellos se encargaran de su
educación, con lo cual el futuro rey de Portugal sería fundamentalmente caste-
llano; por otra parte la nobleza castellana quedaría fuera de un hipotético Consejo
de Regencia, sin capacidad de maniobra, al menos legalmente, lo cual era mal
visto por los grandes, que no aceptaban de buen grado como su papel en el
gobierno había ido disminuyendo durante el gobierno de los Reyes Católicos, y
en especial culpaban al "viejo catalán" como llamaban al rey Fernando. Por últi-
mo, en este contexto, el rey Fernando utilizó los consejos y la experiencia de su
padre, Juan II, cuando éste consiguió retener el gobierno del reino de Navarra tras
la muerte de la reina propietaria, su mujer doña Blanca, gracias únicamente a las
disposiciones testamentarias de la reina29 •
27. RAH, Manuscrito 9/1784, folio 155v. Publicado en J .M.CARRETERO ZAMORA: Corpus Documental
de las Cortes de Castilla (1475-1517), Toledo, 1993, p. 63-64.
28. También consta en los juramentos de la princesa Isabel en Madrigal (1476) y del príncipe Juan en
Toledo (1480), precauciones lógicas si tenemos en cuenta que se jura a niños menores de edad como here-
deros, al igual que en esta convocatoria de 1499.
29. En la coronación de la Reina Blanca y don Juan rr (1429) los Tres Estados Navarros juraron a don
Juan como rey "por el derecho que a vos pertenesce por causa de la reina doña Blanca, nuestra reyna y
señora, propietaria del dicho regno de Navarra", y a doña Blanca la juraron como "nuestra reyna y sefí.o-
ra natural". A la mue1ie de doña Blanca (1441 ), el primogénito, don Carlos de Viana, tenía 20 años, y
según la ley debía ser coronado y pasar a gobernar Navarra. Pero en su testamento ( 17 de febrero de 1439)
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 143

Las Cortes se celebraron en Ocaña, siendo prestado el juramento por los


procuradores el día 13 de enero: " ...reciben e juran al dicho muy alto e muy
ec;elente prínc;ipe e señor don Miguel, hijo primogénito de la dicha señora
doña Ysabel, princ;esa e legítima heredera que fue destos dichos reynos, hija
primogénita e heredera de los dichos rey don Fernando e reyna doña Ysabel,
nuestros señores, por prínc;ipe e primogénito heredero e legítimo subc;esor des-
tos dichos reynos de Castilla, e León e de Granada en defeto de hijo varón de
los dichos rey e reyna, nuestros señores, e para después de los días e fin de la
dicha reyna nuestra señora por rey e señor destos dichos reynos ... E otrosy,
prometeys, e quereys e jurays por el mismo juramento que avedes fecho, e so
la misma confesyón dé! por vosostros e en nonbre de los dichos vuestros cons-
tituyentes y por ellos, que todo lo que la dicha reyna nuestra señora despusye-
re e hordenare por su testamento c;erca de la governac;ión e administrac;ión de
la persona del dicho señor prínc;ipe don Miguel, su nieto, e legytimo heredero
e subc;esor destos dichos reynos de Castilla, e de León e de Granada será obe-
desc;ido e cunplido por vosotros los perlados, y grandes, e cavalleros y los
dichos procuradores e conc;ejos de las dichas c;ibdades e villas destos dichos
reynos e de todos los pueblos dellos" 30 •

Pero la escasa asistencia de la nobleza territorial, síntoma de su oposición


a las disposiciones sobre el futuro gobierno de Castilla, obligó a la Reina a
enviar (4 de febrero) cédulas personales a muchos nobles para que acataran por
escrito todos y cada uno de los puntos aprobados en las Cortes3 \ que debían
asegurar la continuidad y tranquilidad del gobierno castellano.

doña Blanca, después de nombrar heredero universal de todos sus bienes a su hijo Carlos, le pedía que no
tomara los títulos que le pertenecían por derecho sin la benevolencia y bendición del rey su padre, al que
debía honor, vía por la cual Juan II siguió gobernando Navarra en detrimento de los derechos de su hijo.
Ver José María de FRANCISCO OLMOS: "Juan II de Aragón y el nacimiento del Príncipe Juan. Consejos
políticos a Fernando el Católico" en En la España Medieval, no 18, Madrid, 1995, pp. 241-256.
30. RAH, 9/1784, fols. 160v.-163r. Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., p.76-78.
31. Se enviaron 43 cédulas, únicamente firmadas por la Reina, que era la propietaria y gobernante
efectiva de Castilla, con claro matiz conminatorio. Ver J.M.C-\RRETERO ZAMORA: Cortes ... op.cit., pp.
194-195.
144 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Tras solucionar formalmente los problemas jurídicos de la suces1on en


Castilla y Aragón los Reyes parecían haber asegurado el futuro, pero el 20 de
julio de 1500 moría el Príncipe MigueP 2 , con lo cual la nueva heredera era la
Princesa Juana, que ya era madre de un varón, Carlos (nacido en Gante el 24
de febrero de 1500), y cuyo marido, Felipe, tenía prisa en reclamar su heren-
cia. Una vez confirmada la noticia de la muerte de don Miguel, el Archiduque
escribió a los Reyes una carta de condolencia por la muerte del pequeño prín-
cipe (Bruselas, 11 de agosto de 1500) con la explícita firma "Yo el Príncipe" 33 •

Este giro del destino era el menos deseado por los Reyes, ya que para ellos
la sucesión portuguesa era la culminación de la unidad hispánica, y al fin y al
cabo dentro de la "familia", por los numerosos lazos que unían a las casas rea-
les de la península, pero la borgoñona conllevaba la llegada de un "extranjero"

32. Sobre las reacciones ante este hecho ver una Carta de Pedro Mártir de Anglería al Cardenal de
Santa Cruz fechada en Granada el29 de julio de 1500 (Publicada en P. MARTIR DE ANGLERIA: Epistolario.
Estudio y traducción de José López del Toro, Madrid, 1953-1957, tomo I, carta 216), que dice así: "Hacia
el 15 de julio hicieron allí (Granada) su entrada, pero con mala estrella, porque el 20 del mismo mes expi-
ró en sus manos el pequeño infante, única esperanza de sucesión masculina: me refiero al Príncipe
Miguel, nieto suyo por parte de Manuel, Rey de Portugal, y de la hija que murió en Zaragoza a tiempo
de dar a luz al mismo Miguel. Ya sabes que muerto el hijo único, Príncipe Juan, y el abortivo de
Margarita, no les quedaban más herederos que las hijas, y de la primogenitura este niño. Esperan que el
Papa conceda permiso a Manuel para casarse con María, la tercera de las hijas y hermana de su primera
mujer, porque en nuestras leyes se previene - como sabes - que nadie puede casarse sucesivamente con
dos hermanas sin licencia pontificia.
Para llenarte el canastillo con diversidad de flores, escucha esta otra noticia: Catalina, la última de las
cuatro hijas, se ha desposado con el primogénito del Rey de Inglaterra. Y para que no te quejes de cica-
tería en la medida, ahí va esta otra: Han mandado llamar, para que con su esposo venga a tomar posesión
de la herencia de tantos reinos, a su hija Juana, casada con Felipe de Borgoña. Archiduque de Austria y
Conde de Flandes en los Países Bajos. Con esta misión han sido despachados veloces correos. Por heren-
cia ha recaído sobre ella este derecho, una vez fallecidos todos aquellos a quienes anteriormente corres-
pondía. La muerte del pequeño infante Miguel ha abatido profundamente a los dos abuelos. Ya se decla-
ran impotentes para soportar con serenidad de ánimo tantos bofetones de la Fmiuna. De donde, aturdi-
dos, se maravillan de que esta perturbadora de las cosas humanas, entre tantas aplausos, frunza tanto el
entrecejo y en medio de tan alegres sembrados plante tantos abrojos y espinas. No obstante, disimulan
estas negruras todo lo que pueden y se muestran en público con semblante sonriente y sereno. No es difí-
cil, sin embargo, adivinar lo que hay en su interior. Consérvate bueno".
33. BN., Manuscrito reservado 226/135. Un título reservado a los herederos del trono y que él se con-
sideraba con derecho a usar desde el momento en que su mujer se había convertido en la primera en la
línea sucesoria.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 145

al trono, y además con una política profrancesa que se oponía a toda la línea
estratégica exterior seguida por los Reyes Católicos desde su subida al trono 34 •

Ante esta situación los Reyes decidieron tomar las necesarias medidas
legales, en primer lugar la Convocatoria de Cortes en Castilla para jurar a doña
Juana no se hizo hasta el 8 de marzo de 1502, es decir, se esperó hasta que los
Archiduques estuvieran en Castilla (habían llegado el 19 de enero), para cele-
brarse solemnemente en primavera en la ciudad de Toledo, realizándose el jura-
mento acostumbrado el día 22 de mayo de 1502: ''juran a la dicha muy alta e
muy ec;elente señora doña Juana, archiduquesa de Austria, duquesa de
Borgoña, hija primogénita de los dichos rey don Fernando e la reyna doña
Ysabel, nuestros señores, por princ;esa e primogénita heredera e legytima
sube;es ora destos reynos de Castilla e de León e de Granada en defeto de varón
hijo de los dichos rey e reyna nuestros señores, e para después de los días e fin
de la dicha reyna nuestra señora, por reyna, e señora e propietaria destos
dichos reynos, e al muy alto e muy ec;elente señor don Felipe, archiduque de
Austria e duque de Borgoña, como a su legytimo marido por prínc;ipe, e para
después de los días de la dicha reyna nuestra señora, por rey" 35

La participación de la nobleza y alto clero en estas Cortes fue excepcional,


sin duda porque sus miembros querían acercarse al nuevo rey, distanciándose
de don Femando, cuya posición parecía ahora mucho menos firme, ya que la
heredera era mayor de edad (con lo cual no se incluyó la cláusula sobre la acep-
tación de las disposiciones testamentarias sobre el gobierno de la Corona), y al
menos oficialmente no se puso en duda su capacidad para gobernar de modo
efectivo el reino.

Ahora bien, sabemos por varias fuentes que la situación era harto compli-
cada, así Pedro Mártir, presente en la Corte durante todo este tiempo nos da

34. El 12 de agosto de 1498 Felipe de Austria (Felipe IV de Borgoña) firmaba el tratado de París con
Luis XII, en él el francés entregaba el Artois a Felipe, y éste le prestaba vasallaje por él y Flandes, mien-
tras el problema de la herencia borgoñona se entregaba a una comisión de arbitraje. El emperador
Maxirniliano se vio obligado a ratificar el tratado firmado por su hijo en noviembre de ese mismo año.
35. RAH, 911784, fols. 191 v.-196v. Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., pp. 78-82.
146 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

detalles sobre el carácter y el amor que Juana siente hacia su marido, que pare-
ce le "nubla el entendimiento" 36 • Además, aunque no fuera de forma oficial, los
procuradores de las Cortes de 1502, y los de las de 1503, solicitaron a la Reina
Isabel que tomara disposiciones para asegurar el gobierno de Castilla en caso
de que se confirmaran los rumores sobre la capacidad de Juana, así como que
apartara del gobierno a Felipe de Austria, entregando esta responsabilidad al
rey Fernando, por lo menos esto es lo que refleja el Testamento de la Reina:
"Otrosi, por cuanto puede acaesr;er, que al tienpo que nuestro Señor desta vida
presente me llevare, la dicha prinr;esa, mi hija, no este en estos mis reynos, o
despues que a ellos veniere, en algund tienpo aya de yr e estar fuera dellos, o
estando en ellos no quiera o no pueda entender en la governar;ion dellos, e
para quando lo tal acaesr;iere es razon que se de orden para que aya de que-
dar e quede la governar;ion dellos de manera que sean bien regidos e gover-
nados en paz, e la justir;ia administrada como deve, e los procuradores de los
dichos mis reynos, en las Cortes de Toledo, del año de quinientos e doss, que
despues se continuaron e acabaron en las villas de Madrid e Alcala de
Henares, el año de quinientos e tress, por su petir;ion me suplicaron e pedieron

36. Cmias al Cardenal de Santa Cruz. La primera fechada en Granada el 30 de junio de 1501
(Epistolario. Carta 222): "De la (venida) de Juana, su mujer, no hay duda alguna, si es que el marido
viene, pues está perdidamente enamorada del esposo. Aunque no la moviera la ambición de tantos reinos
y el amor de sus padres y de todos aquellos otros con quienes se crió, únicamente la arrastraría hacia acá
el apego al hombre, al que tan ardorosamente dicen que ama"; La segunda fechada el en Toledo, 20 de
septiembre de 1502 (Epistolario., carta 250) "Añade que Juana, su esposa, ya próxima al pmio, abortaría
de pena y acaso moriría- dado su ardiente amor por el marido- si éste (Felipe) la abandonaba. Además,
la prudentísima suegra dice, entre otras muchas razones de este género, que no está dispuesta a dejar mar-
char a su hija embarazada, principalmente durante el invierno, por tierras de enemigos. [... ] Muy duro
para la Reina es el escuchar estas cosas: mucho más duro para la ardiente esposa (Juana), que es una
mujer simple, aunque sea hija de una mujer tan grande; gime y no hace más que llorar". La tercera fecha-
da en Madrid, 4 de enero de 1503 (Epistolario. carta 253) "A la Reina, que, entristecida con la ausencia
de su marido, vive las angustias de la guetTa, le está resultando molestísima su hija Juana, la cual, desde
la partida de su esposo, no ha tenido un momento de alegría ni jamás levantó los ojos del suelo. No se
preocupa lo más mínimo ni de las riquezas, ni del poder, ni de los reinos, ni siquiera de sus propios padres.
Con el semblante ensombrecido únicamente piensa en el esposo, y él sólo constituye su preocupación,
afán y desvelo. Una vez que dé a luz, le ha prometido la madre que la dejará partir. La hija piensa que le
están haciendo alimentar una vana esperanza, porque siente ardores por su marido y se da cuenta de que
será tarde cuando esto suceda. Esta próxima a dar a luz. Si lo hace con bien, acaso la nueva prole alivie
a esta mujer de su dolor y no caiga en la locura".
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 147

por merr;ed, que mandase proveer r;erca del/o, e que ellos estavan prestos e
aparejados de obedesr;er e cunplir todo lo que por mi fuese r;erca de/loman-
dado, como buenos e leales vasallos e naturales, lo qua! yo despues ove habla-
do a algunos prelados e grandes de mis reynos e señorios, e todos fueron con-
formes e les parer;io que en qualquier de los dichos casos, el rey mi señor devia
regir e governar e administrar los dichos mis reynos e señorios, por la dicha
prinr;esa mi hija" 37 •

Y se reitera en la Carta de Convocatoria de las Cortes de Toro:" ... y por-


que la dicha reyna mi madre en su testamento dexó ordenado que el serenísi-
mo señor rey don Fernando, mi padre, toviese la administrar;ion e governar;ion
destos dichos mis reynos e señorios por mi e en mi nonbre, lo qua! es confor-
me con lo que los procuradores de Cortes destos dichos mis reynos le suplica-
ron en las Cortes que se comenr;aron en la r;ibdad de Toledo en el año de qui-
nientos e dos y se continuaron e acabaron en las villas de Madrid e Alea/a de
Henares en el año de quinientos e tres, y segund las leyes, e uso e costunbre
destos reynos usada e guardada en ellos los procuradores de las r;ibdades e
villas de/los que suelen ser llamados a Cortes, juntos en ellas han de resr;ebir
e jurar a la reyna que nuevamente viene a reynar, por reyna e señora. Y para
que esto se haga los dichos vuestros procuradores deven ser llamados a
Cortes, y sobre esto mandé dar mi carta para vosotros, por la qua! vos mando
que luego vos fuere notificada por Pedro de Perpiñan, correo de mi corte, que
para ello enbio, juntos en vuestro conr;ejo elijades e nonbredes vuestros pro-
curadores de Cortes, y les dedes e otorguedes vuestro poder bastante para que
vengan, e parescan e se presenten ante! dicho serenysimo señor rey, mi padre,
y administrador e governador destos mis reynos e señorios, doquier que esto-
viere dentro de treynta dias contados de la data desta mi carta con el dicho
vuestro poder, para resr;ebir e jurar por reyna e señora des tos dichos mis rey-

37. Testamento de la reina Isabel la Católica, Medina del Campo, 12 de octubre de 1504. (AGS,
Patronato Real 30-2) (Publicado en Diego José DoRMER: Discursos varios de Historia, con muchas escri-
turas reales antiguas y notas de algunas de ellas, Zaragoza, 1683, pp. 314-372; y por el Ministerio de
Educación y Ciencia; Testamento y codicilo de la Reina Isabel la Católica, Madrid, 1969).
148 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

nos e señorios, y jurar al dicho serenisimo señor rey mi padre por su adminis-
trador e governador dellosms.

Fueron por tanto las ciudades las que propiciaron esta especie de "golpe
de estado" legal, que intentaba apartar de cualquier acto de gobierno al futuro
rey consorte (Felipe) e incluso a la reina propietaria si se confirmaban sus
males, frente al claro deseo de la mayor parte de la alta nobleza de expulsar a
Fernando del gobierno de Castilla y apoyar al nuevo consorte. Como puede
verse las Cortes de 1502 marcaron el inicio de una lucha política que dividiría
Castilla y que tendría importantes connotaciones internacionales.

4. La "anulación política" de Doña Juana.

Este hecho interesaba tanto a su padre como a su marido, por lo cual ambos
propagaron entre sus partidarios su "desequilibrio". Veamos algunos ejemplos,
tras el reconocimiento como heredera de doña Juana y la marcha de don Felipe
a sus estados, los Reyes Católicos no pudieron impedir que doña Juana mar-
chara tras él, pese a sus esfuerzos por convencerla39 su comportamiento no hacía

38. Carta convocatoria de las Cortes de Toro. Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504, realiza-
da por el rey Fernando en nombre de su hija doña Juana (Archivo Municipal de Córdoba, sección 2°, serie
l \ n° 11 ). Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., p.67.
39. De nuevo es Pedro Mártir de Anglería quien nos informa. Carta al Cardenal de Santa Cruz fecha-
da en Alcalá de Henares, 1O de marzo de 1503 (Epistolario, carta 255) "La Reina - aunque enterísima y
cuerda más de lo que es propio de una mujer - siente estas bofetadas de la sañuda fortuna; ... supera ella,
sin embargo, todas las pesadumbres y la turbulencia de la hija, que no se preocupa lo más mínimo ni de
los reinos ni del poder, sin que parezca afectarle en nada si ha de escalarlo o no. Solícita sólo por su mari-
do, vive sumida en la deseperación; vive con el ceño fruncido, meditabunda día y noche, sin proferir
jamás palabra, y si alguna vez lo hace, acosada a preguntas, es siempre en forma molesta ... Y la exhorta
y ruega se apacigüe, sin que los halagos maternos basten a conmoverla, ni a causarle el menor gozo el
cúmulo de oro y piedras preciosas que se le ofrecen. ¡Fruto infausto para su árbol, mies desdichada para
su tierra es esta hija para su madre! De pecho empedernido, no deja traslucir el menor indicio de realeza
ni de valentía. Donde este obstinado humor saturnio la arrastra, allí se encamina, allí clava sus pies.
Abrasa esta hija con su comportamiento -para decírtelo en una palabra- las entrañas maternales. Cada
día se renueva en la Reina el dolor por el Príncipe Juan, cada día la angustia la preocupación por el futu-
ro de tantos reinos"; Carta al Cardenal de Santa Cruz fechada en Medina del Campo el 29 de diciembre
de 1503 (Epistolario. Carta 268: "Juana ... recibió carta de Felipe, su marido, en la cual le ordenaba fuese
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 149

sino confirmar las sospechas sobre su cordura, a lo cual se unió un lento goteo
de nobles castellanos que pasaron a Flandes para apoyar las reclamaciones sobre
el ejercicio del gobierno de su marido, cada vez más unido a Francia40 , por lo
cual don Fernando intentó blindar su posición como gobernante de Castilla
mediante las disposiciones testamentarias de su mujer, en las cuales doña Isabel
dice expresamente que: "el rey mi señor devia regir e governar e administrar
los dichos mis reynos e señorios, por la dicha prin9esa mi hija".

a su lado por donde más le pluguiese, por mar o por tierra. Sin consultar a nadie, apenas leyó la carta, dió
orden de que formasen el equipaje, preparasen los bultos y que el séquito se dispusiera a acompañarla; y
sin esperar a más salió de sus aposentos. El obispo de Burgos, Juan de Fonseca, que fue encargado de la
tutoría de Juana por orden de sus padres, se vió en un grave compromiso ante tal revuelo: si se lo impi-
de, se ha ganado la enemistad de la que ha de ser Reina; si la deja marchar, incurrirá en el enojo de los
padres y no cumplirá debidamente con sus obligaciones de buen ayo. Lo primero que hizo fye dar cono-
cimiento de los asuntos, tal como se presentaron, por conducto de veloces correos, en una relación deta-
llada. Mientras tanto se presentó a Juana, y en tono suplicante - cual convenía a un leal súbdito - la exhor-
ta y le ruega - como a la que va a ser su Reina - que no emprenda la partida tan precipitadamente ni se
deje llevar de esos ímpetus .... Todo en vano. Se dirige a las puertas del alcázar, decidida a salir. le supli-
ca el de Córdoba que desista de hacerlo. Insiste Juana en que se ha de ir. Protesta el otro que se lo impe-
dirá. Se reviste de ánimo, y aunque ella le amenazó de muerte, mandó cerrar las puertas del alcázar, pues
en él estaban aposentados. Ella, no obstante, como leona africana, en un acceso de rabia, pasó aquella
noche a cielo raso en la explanada interior de la fortaleza; y no estoy segura de si también las restantes
hasta que llegó la Reina, la cual, enterada del asunto, vino a toda prisa y se esforzó en consolarla con la
promesa de preparar inmediatamente una flota con la que pudiera hacer la travesía".
40. Felipe acabada de firmar con Luis XII el tratado de Lyon (5 de abril de 1503). En él Felipe toma
sin ningún derecho decisiones sobre territorios dependientes de los Reyes Católicos, como si ya gober-
nara en ellos, de hecho aceptaba la partición de Nápoles; la provincia de la Capitanata quedaba en terce-
ría bajo protección del Archiduque, que la entregaría a sus futuros propietarios: Carlos de Gante y Claudia
de Orleans (cuyo matrimonio se impulsaba), a quien Fernando el Católico y Luis XII entregarían sus dere-
chos sobre ese reino; además Gonzalo Fernández de Córdoba debía dejar el mando de las tropas españo-
las, que pasarían a depender del Archiduque Felipe. Fernando declaró el tratado improcedente y no estu-
vo nunca dispuesto a cumplirlo, además, la victoria del Gran Capitán en Ceriñola (28 de abril de 1503)
cambió totalmente la balanza del poder en Italia, y la guerra con Francia se hizo inevitable. Pero Felipe
no cambió su política y ratificó su alianza con Francia mediante los acuerdos de Blois (22 de septiembre
de 1504), donde el Archiduque reconocía a Luis XII como duque de Milán, reafirmaba el matrimonio
entre Carlos y Claudia, y decidían actuar de forma conjunta contra la República de Venecia.
150 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Tras la muerte de Isabel la Católica (26 de noviembre de 1504) don


Fernando proclamó reina de Castilla a su hija Juana de forma inmediata41 , pero
al mismo tiempo informó al reino de que el poder efectivo lo ejercería él con
el título de administrador y gobernador, tanto por la ausencia de la Reina
(entonces en los Países Bajos) como por las disposiciones testamentarias de
doña Isabel42 , e inmediatamente convocó las Cortes de Toro utilizando estos
poderes legales, celebrándose dicha reunión en 1505, donde se aprobó un orde-
namiento básico para el desarrollo normativo de Castilla, y sobre todo se trató
el problema del gobierno del reino.

41. Aunque algunos cortesanos pidieron a don Fernando que no proclamara reina a Doña Juana, sino
que se mantuviera en el gobierno como rey de derecho, por ser el varón mayor de la Casa de Trastámara,
o al menos de los territorios que se habían conquistado durante el gobierno conjunto de ambos monarcas,
como eran el reino de Granada y las Indias, pero don Fernando no aceptó la proposición. Ver J. ZURITA:
Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza, 1580, Libro V,
capítulo LXXXIV y Libro VI, capítulo II), y también José Ma de FRANCISCO ÜLMOS, Consideraciones his-
tóricas, políticas y económicas sobre la moneda medieval castellano-leonesa. Madrid, 2005, en especial
la problemática del gobierno de los territorios americanos, pp.244-254.
42. Carta de Fernando el Católico al presidente y oidores de la Audiencia de Valladolid. Medina del
Campo, 26 de noviembre de 1504 (AGS. Diversos de Castilla, leg. n° 1) (Publicada por CODOIN, tomo
XIV, pp. 285-286): Presidente e Oidores del Abdiencia e Chancillería que reside en la villa de Valladolid.
Hoy día de la fecha desta ha placido a nuestro Señor llevar para sí a la serenísima reina doña Isabel, mi
muy cara e muy amada muger. E aunque su muerte es para mí el mayor trabajo que en esta vida me pudie-
ra venir, y por una parte el dolor della, y por lo que en perderla perdí yo e perdieron todos estos reinos,
me atraviesa las entrañas; pero por otra viendo que ella murió tan sancta e católicamente como vivió, de
que es de esperar que nuestro Señor la tiene en su gloria, que para ella es mejor e mas perpetuo reino que
los que acá tenía; pues que a nuestro Señor así le plugo, es razón de conformarnos con su voluntad e darle
gracias por todo lo que hace.
E porque la dicha serenísima reina, que santa gloria aya, en su testamento dejó ordenado que yo tovie-
se la administración e gobernación destos reinos e señoríos de Castilla, e de León, e de Granada, etc., por
la serenísima reina doña Juana, nuestra muy cara e muy amada hija, lo qua! es conforme con lo que los
procuradores de Cortes destos reinos le suplicaron en las Coties que se comenzaron en la ciudad de
Toledo en el año de quinientos e dos, e se continuaron e acabaron en las villas de Madrid e Alcalá de
Henares en el año de quinientos e tres; por ende yo vos encargo e luego que esta viéredes, después de
fechas por su ánima las obsequias que sois obligados, alceis e fagais alzar pendones en esa dicha villa por
la dicha serenísima reina doña Juana nuestra hija como reina e señora destos dichos reinos; e para en lo
que toca al despacho de los negocios des abdiencia e las otras cosas que son a vuestro cargo, yo os envío
con la presente poder para ello, e tened mucho cuidado como siempre lo habeis tenido de la buena admi-
nistración de !ajusticia desa abdiencia. E porque la dicha serenísima reina que sancta gloria haya, mandó
por su testamento que no se trujese por ella jerga, no la tomeis ni traigais, ni consintais que se traya, e
hacedlo así pregonar porque venga a noticia de todos. Fecha en Medina del Campo a veinte e seis días
del mes de noviembre, año de mili e quinientos e cuatro años. Yo el Rey. Por mandado del rey adminis-
trador e gobernador. Miguel Pérez de Almazán.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 151

De forma reservada, el rey informó a los procuradores de la "enfermedad"


de doña Juana, aportando "pruebas" remitidas por don Felipe, así nos cuenta
Zurita los hechos:

"Prosiguiéndose adelante en las Cortes (de Toro), a veinte y tres del mes
de enero, estando Garcilaso con los procuradores como presidente, y asistien-
do con él el licenciado Luis Zapata letrado de las cortes y el doctor Martín
Hernández de Angula arcediano de Talavera que eran del consejo real, en pre-
sencia de Miguel Pérez de Almazán secretario de la reina, mandó Garcilaso a
Bartolomé Ruiz de Castañeda que leyese una escritura que era del tenor
siguiente:

Señores: el otro día jurastes a la muy alta e muy poderosa la reina doña
Juana nuestra señora por reina y señora propietaria y legítima sucesora de
estos reinos y al muy alto y muy poderoso señor el rey don Felipe como a su
legítimo marido, y por administrador y gobernador de estos reinos y señoríos
en nombre de la dicha reina nuestra señora al muy alto y muy poderoso el
señor rey don Fernando su padre, según lo dejó ordenado y mandado en su tes-
tamento la reina doña Isabel nuestra señora que haya gloria. Mas conside-
rando que uno de los casos sobre que se dio la cura y administración y gober-
nación de estos reinos al dicho señor rey don Fernando es no pudiendo la
dicha reina doña Juana nuestra señora administrarlos, en este no poder no
fueron especificados ni declarados particularmente en el testamento los impe-
dimentos por cuya causa no podía la reina nuestra señora administrarlos ni
regirlos, agora como quiera que el caso sea tan grave y de tanto sentimiento
para todos, pero acordándose el rey su padre de la mucha lealtad que siempre
habeis tenido y teneis a la corona real y por lo que conviene al bien de estos
reinos le ha parecido ser muy necesario que lo entendais.

Mucho antes que falleciese la reina nuestra señora conoció e supo de una
enfermedad y pasión que sobrevino a la reina doña Juana nuestra señora, y
doliéndose de ello cuanto era razón, teniendo de estos reinos el cuidado que
convenía, ordenó y dispuso cerca de la cura y administración todo lo que por
la cláusula de su testamento oistes y jurastes; y por su comedimiento y hones-
152 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

tidad y por el grande y entrañable dolor que de ello tenía no quiso declarar el
impedimento salvo por aquella palabra general "no pudiendo " administrar; y
porque allende del accidente y pasión que estando acá se vida y conoció en su
alteza, ha continuado y crecido después que partió de estos reinos, según ha
parecido por una información que el rey don Felipe nuestro señor envió con
Martín de Mojica maestresala de la dicha reina nuestra señora, y lo mismo
escribieron los embajadores de sus altezas que allá están, conviene que parti-
cularmente entendáis todas las calidades y circunstancias que en esto han con-
currido, por cuyo respeto al reina nuestra señora su madre se movió a dejar
ordenado lo que dispuso en su testamento. Pero por la graveza del caso y por
tocar a la real persona de la reina doña Juana nuestra señora es menester que
hagais juramento y pleito homenaje de tener secreto de él.

El juramento y pleito homenaje se hizo luego por ellos en manos de


Garcilaso que no revelarían ni manifestarían las cosas que se tratasen en
aquellos autos e informaciones que tocaban a la persona real de la reina doña
Juana, sin licencia del rey su padre. Después se mandó leer un traslado de la
creencia original que el rey don Felipe envió firmada de su nombre con Martín
de Mojica, que era una larga escritura en que se relataban los accidentes y
pasiones e impedimentos que sobrevinieron a la reina y la tenían fuera de su
libre albedrío,· y platicaron entre si sobre aquel caso. Y todos en conformidad
el mismo día ordenaron una escritura y fueron a presentarla al rey a la cáma-
ra donde estaba con los arzobispos de Toledo y Sevilla; y se leyó en presencia
del comendador mayor y de Antonio de Fonseca y Juan Velázquez contadores
mayores, y del doctor Martín Hernández de Angula y del secretario Miguel
Pérez de Almazán y de Bartolomé Ruiz de Castañeda; y era de este tenor:

Muy alto e muy poderoso señor. Los procuradores de cortes de las ciu-
dades y villas de estos reinos y señoríos que estamos en las cortes generales y
representamos todos estos reinos e señoríos, facemos saber a vuestra alteza
cómo después que juramos a la muy alta e muy poderosa reina doña Juana nues-
tra señora por reina y señora propietaria y legítima sucesora de estos reinos y
señoríos y al muy alto y muy poderoso señor el señor rey don Felipe como a su
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 153

legítimo marido, y a vuestra alteza por administrador y gobernador de ellos, en


nombre de la dicha reina nuestra señora según que de derecho e leyes e fueros
de estos dichos reinos e antigua costumbre de España éramos obligados confi-
riendo e platicando sobre algunas palabras de la disposición del testamento de
la reina doña Isabel nuestra señora que Dios tiene en su gloria, que hablan cerca
de la administración de estos reinos e señoríos, especialmente en lo que dice no
pudiendo la dicha reina doña Juana nuestra señora administrar y gobernar estos
reinos y señoríos; y como en este no poder no fueron especificados ni declara-
dos en el testamento los impedimentos, por donde la dicha reina doña Juana
nuestra señora no podía administrar ni gobernar, fuimos informados particular-
mente de la enfermedad y pasión de la dicha reina doña Juana nuestra señora y
doliéndonos mucho como es razón de tan gran adversidad y desventura como a
nuestro Señor por nuestros pecados sobre estos reinos le ha placido permitir;
considerando que así de derecho como según las leyes de estos reinos a vuestra
alteza solo por ser padre de la dicha reina doña Juana nuestra señora le es debi-
da y pertenece la legítima cura y administración de estos reinos y señoríos según
que en la dicha cláusula del dicho testamento, por el no poder por los dichos
impedimentos, se contiene de manera que agora en vuestra real persona concu-
rren todas las formas de cura y administración que de derecho y leyes de estos
reinos se disponen por la vía y modo y según y como lo tenemos jurado.

Por ende loando y aprobando lo que cerca de la dicha cura y administra-


ción y gobernación de estos reinos la dicha reina doña Isabel nuestra señora
por el dicho su testamento y provisión que sobre ello dio dejó ordenado y dis-
cernió, conformándonos con el derecho y leyes de estos reinos e señoríos si
necesario es, todos nosotros unánimes y conformes en nombre de estos dichos
reinos e señoríos, e seyendo informados particularmente y constándonos como
nos consta de la dicha enfermedad y pasión que es tal que la dicha reina doña
Juana nuestra señora no puede gobernar, proveyendo al bien y pro común de
estos reinos, nombramos y habemos y tenemos a vuestra alteza por legítimo
curador, administrador y gobernador de estos reinos e señoríos en nombre de
la dicha reina doña Juana nuestra señora, según y por la forma y manera que
la reina doña Isabel nuestra señora lo dejó ordenado por el dicho sus testa-
mento y provisión, y nosotros lo tenemos jurado.
154 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Esta escritura se leyó por el licenciado Luis Zapata y se testificó a pedi-


mento del rey y de los procuradores lo que en ella se contenía. Después a nueve
del mes de febrero, deliveraron enviar a Flandes sus mensajeros apara que en
nombre de aquellos reinos informasen al rey don Felipe y a la reina de lo que
habían determinado en cortes, y escribieron con ellos una carta de este tenor:

Muy altos y muy poderosos y católicos príncipes rey e reina nuestros seño-
res. Aunque vuestras altezas hayan sabido por cartas del muy alto y muy pode-
roso señor el señor rey don Fernando vuestro padre, cómo después que nuestro
Señor quiso llevar para sí a la muy alta y muy poderosa señora la reina doña
Isabel de gloriosa memoria vuestra madre nuestra señora, los procuradores de
cortes de las ciudades y villas de estos vuestros reinos y señoríos que están jun-
tos en estas cortes generales que aquí se facen, que vuestras reales manos besa-
mos, siguiendo lo que de derecho y leyes y fueros destos reinos y antigua cos-
tumbre de España éramos obligados y lo que por su testamento dejó ordenado
y mandado la dicha señora reina doña Isabel con aquella lealtad y fidelidad que
siempre estos reinos tuvieron a vuestra corona real alzamos y juramos a vues-
tra alteza por reina y señora propietaria y legítima sucesora de estos dichos rei-
nos y señoríos, y a vuestra alteza señor como a su legítimo marido por rey y
señor, y juramos al dicho señor rey don Fernando vuestro padre por adminis-
trador y gobernador de estos reinos en nombre de vuestra alteza. Pareciónos no
satisfacer del todo a la deuda y obligación natural en que a vuestras reales
majestades somos obligados fasta se lo hacer saber, y porque sobre esto y otras
cosas que conciernen al servicio de Dios y de vuestra alteza y bien y pro común
de estos reinos fablarán a vuestras altezas de nuestra parte en nombre de todos
estos dichos reinos nuestros mensajeros que para ello habemos diputado, muy
humildemente suplicamos a vuestras altezas les plega darles entera fe y creen-
cia. Nuestro Señor las vidas y muy reales estados de vuestras altezas guarde y
prospere con aumento de más reinos y señoríos. De al ciudad de Toro a once
días del mes de febrero año de _M]) 11''43 •

43. J. ZURITA: Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza,
1580, Libro VI, capítulo IV.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 155

De estos hechos se deduce que las Cortes de Toro aprobaron tres cuestio-
nes independientes y muy importantes:

1.- Declarar la incapacidad de gobierno de la reina Juana.

2.- Determinar que correspondía a don Fernando, por pleno derecho, el


gobierno de Castilla44 •

3.- Informar al rey don Felipe de las decisiones tomadas por las Cortes
sobre el gobierno efectivo del reino.

5. La respuesta de don Felipe. Negociaciones y Monedas.

Felipe de Austria había apoyado sin fisuras la "anulación" política de su


mujer porque el derecho castellano tradicional daba al marido en estos casos la
plena capacidad legal de actuación, y por tanto él sería el gobernante efectivo
de Castilla, de hecho muchos Grandes apoyaban esta interpretación45 , y sin
embargo su suegro, apoyado en las Cortes y en las disposiciones testamentarias
de doña Isabel, había conseguido ser nombrado curador y administrador único
de Castilla en tanto padre de la reina, parecía que la victoria de don Fernando
era total, pero don Felipe no estaba dispuesto a aceptar tan fácilmente su derro-

44. En La suma de los abtos que jisieron los procuradores de las Cortes de las cíbdades e villas des tos
reynos, estando juntos en las Cortes Generales que se fizieron en la r;ibdad de Toro este año de mill e qui-
nientos e r;inco años. AGS Patronato Real, leg 69 f.34.(Referencia en J.M.CARRETERO ZAMORA: Cortes,
monarquía, ciudades. Las Cortes de Castilla a comienzos de la época moderna (1476-1515), Madrid,
1988, p.203) se dice " ... que ellos (los procuradores) con lo dicho e leyes de estos reynos sy nes9esario es,
todos unánimes e conformes en nonbre destos dichos reynos e señoríos, syendo ynformados partycular-
mente y costándoles que la dicha enfermedad que es tal en la dicha reyna doña Juana nuestra señora no
puede governar, que proveyendo al bien e pro común destos reynos nonbravan, e avían e tenían al dicho
señor rey don Fernando por ligítimo curador, e administrador e governador destos reynos e señoríos en
nombre de la dicha reyna doña Juana nuestra señora, segund e por la forma e manera que la dicha reyna
doña Isabel lo dexó ordenado por el dicho su testamento y provisiones, y ellos lo tenían jurado".
45. J. ZURITA: Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza,
1580, Libro VI, capítulo VIII: "Pero las cosas hicieron tanta mudanza no solamente en Flandes mas en
aquellos reinos, que los grandes se fueron declarando que les bastaba un rey que los gobernase; y que el
rey don Felipe como legítimo marido de la reina doña Juana que era su señora natural, lo había de ser; y
a él tocaba la administración y gobierno de todo".
156 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

ta, y empezaron negociaciones para llegar a un acuerdo que diera a Felipe una
cuota de poder en Castilla46 , muestra de que a pesar de las apariencias la posi-
ción de don Fernando no era tan sólida como parecía, debido sobre todo a la
oposición de los Grandes47 •

En este delicado momento es cuando don Felipe tomará la decisión de acu-


ñar moneda castellana en sus estados de los Países Bajos, siendo sus motivos
claramente políticos, ya que al realizar la acuñación ejercía una regalía, es
decir, un derecho reservado en exclusiva al monarca y por tanto reivindicaba
su derecho a ejercer el poder si su mujer había sido inhabilitada para ello 48 •

Obviamente al ser una acuñación política fue bastante reducida en número


de piezas, pero se siguieron las normas metrológicas castellanas, es decir todas
ellas pertenecían al sistema aprobado en la Pragmática de Medina del Campo de
46. Negociaciones que terminaron en un primer acuerdo sobre un gobierno conjunto firmado en
Salamanca el 24 de noviembre de 1505, aunque luego la postura de Felipe se endureció y en las capitu-
laciones de Benavente y Villafáfila de 27 y 28 de junio de 1506 don Fernando tuvo que renunciar a cual-
quier derecho acerca de la gobernación de Castilla entregando todo el poder a Felipe a cambio de ciertas
compensaciones económicas (la mitad de las rentas y derechos de Indias, una pago anual de 1O millones
de maravedíes, la administración de los maestrazgos de las órdenes militares, etc ... ).
47. Tan complicada era su situación que don Fernando será capaz de pactar con su gran enemigo, el rey
de Francia Luis XII, y casarse (1505) con su sobrina Ge1mana de Foix (hija de la hermana del rey, María,
y de Juan de Foix, vizconde de Narbona), poniendo en peligro la unidad de las Coronas que tanto había
defendido, de hecho llegó a tener un hijo varón, también llamado Juan (mayo, 1509). Nos dice J. ZURITA:
Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza, 1580, Libro VIII,
capítulo XXXVIII, que este don Juan, tras su prematura muerte, "Fue depositado en el monasterio de San
Pablo (de Valladolid) y de allí le llevaron después al monasterio de Poblet, a donde se solían sepultar los
reyes de Aragón, y fue el último príncipe que nació sucesor en sola la corona de estos reinos".
48. Felipe envió una carta, fechada en Bruselas el 4 de noviembre de 1505, a su representante en
Castilla, Filiberto de Vere, comunicándole sus intenciones: "Sabed que habemos ordenado de hacer labrar
moneda para que corra en estas tierras y en esos nuestros reinos. E porque queremos que el oro e mone-
da que se labrase sea antes de mas ley que no de menos de la que postreramente mandó labrar la Reina
mi señora que Dios dé gloria; por ende para que los maestros de nuestras casas de moneda sean del todo
mejor informados, lo más breve e secretamente que podais vos informad de todo cumplidamente, e nos
enviad por estenso la ley e peso del oro e plata e cobre, e un marco e pesas menudas con que cada pieza
de oro e moneda se pesa: así mismo la ordenanza de las casas de moneda, de los derechos que toma el
tesorero o monedero, e ensayador, fundidor, alcaldes, merino e otros oficiales, e si la Reina lleva algún
derecho o renta, e de lo que mas sobre esto os pareciere que será bien que sepamos". Colección de
Documentos inéditos para la Historia de España (CODIN), tomo 8, pp. 362-363.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAfSES BAJOS A NOMBRE DE ... 157

13 de junio de 149749 • Parece ser que se acuñaron monedas de oro y plata50 , pero
en la actualidad no se conocen piezas de oro, sólo de plata, de valor de un real
y medio reaP 1, cuyos tipos y leyendas pasaremos a analizar a continuación.

Si el hecho de acuñar moneda podía considerarse una "provocación" de


don Felipe, ya que las Cortes habían dado el gobierno de Castilla a Fernando
el Católico, la elección de tipos y leyendas era decisiva para su futuro político,
ya que debía mostrar la idea de gobierno que proponía Felipe para Castilla.

El Real y el medio real de plata tenían como leyenda (desarrollada):


Philipus et Iohana Dei Gracia Rex et Regina 1 Castelle Legionis et Archiduces
Austrie etc, con la fecha de emisión (1505/1506) 52 •

49. Para más datos sobre estas acuñaciones ver José María de FRANCISCO OLMOS: "La Moneda de Jos
Reyes Católicos. Un documento económico y político" en la Revista General de Información y
Documentación, EUBD, vol.9 ,n° l, Madrid 1999, pp. 85-115.
50. José García Caballero, Ensayador Mayor y Marcador Mayor de Castilla, en su obra Breve cotejo
y valance de las pesas y medidas de varias naciones, Reinos y provincias, comparadas y reducidas a las
que corren en estos Reinos de Castilla ... , publicada en Madrid en 1731 nos dice: "Reinando en Castilla
los Serenísimos señores don Phelipe Primero, llamado el Hermoso, hijo del Emperador Maximiliano, y
Doña Juana, hija de los Señores Reyes Catholicos, labraron monedas de oro, y de plata con la inscripción
de sus nombres, aviendo juntado con las Armas de Castilla y de León, las de Austria, Flandes y Tiro!,
siendo estas monedas de la misma ley, peso y valor, que las que avían labrado los señores Reyes
Catholicos, sus padres, quedando existentes en el comercio de estos Reynos las monedas labradas por Jos
dichos señores, sin mudan<;a alguna" (p. 14 7).
51. Que fueron acuñadas en Amberes, ducado de Brabante, (marca de ceca mano abietia, al inicio de
la leyenda del reverso) y en Brujas, condado de Flandes (marca de ceca flor de lis, al inicio de la leyen-
da del reverso).
52. Real y medio real de la ceca de Brujas (marca flor de lis), de Aloiss HEISS: Descripción general
de las Monedas Hispano-cristianas, desde la invasión de los árabes, Madrid, 1869, Lámina 167 no 1 y 2;
Se añade un modelo realizado por el autor del Ducado de oro, del que actualmente no existen piezas.
158 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Figura no 1: Real de Plata

Figura no 2: Medio Real de Plata

Figura no 3: Modelo del Ducado de Oro


LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 159

En esta leyenda se ha seguido en todo lo acordado en la famosa Concordia


de Segovia (15 de enero de 14 75), donde se reconocía siempre como reina pro-
pietaria de Castilla a Isabel la Católica, con todas sus prerrogativas, y limitan-
do las actuaciones de don Fernando como rey consorte. En este documento se
reglamentaba que el nombre del rey iría delante del de la reina, pero la titula-
ción será alterna, comenzando por los títulos castellanos, y en sus monedas de
1475 se refleja este acuerdo, apareciendo las leyendas: Fernandus et Elisabeth
Dei Gracia Rex et Regina Castelle et Legionis et Sicilie53 , sólo modificadas en
la nueva normativa de 1497 al añadirse sus nuevos ámbitos de gobierno:
Fernandus et Elisabeth Dei Gracia Rex et Regina Castelle Legionis Aragonum
Sicile Granate (o lo que pudiera caber de ello).

Por tanto, don Felipe aceptaba los principios aprobados en la Concordia de


Segovia, Juana era la reina propietaria y gobernaría Castilla, siendo él única-
mente su consorte con el poder delegado que se decidiera en su momento 54 ,
algo que tenía que agradar a los castellanos, cuyos recelos trataba de calmar.

En los tipos también se mantuvieron las normas de la Concordia de


Segovia, ya que en la heráldica las armas de Castilla debían preceder siempre
a las del rey consorte (ya fuera don Fernando o don Felipe), como se hizo en
las monedas de 1475, y también en las de 1497, aunque con una modificación
importante, ya que mientras en 14 75 los escudos estaban separados físicamen-
53. Hay que recordar que en esta fecha don Fernando era únicamente rey de Sicilia, ya que su padre,
Juan II de Aragón, no morirá hasta 14 79.
54. Que él aspiraba a que fuera el poder total si se declaraba incapacitada a Juana, pero por lo menos
intentaba mantener las formas, que de hecho era lo que se había aprobado en las Cortes de Toledo de
1502, donde se juró "a la dicha muy alta e muy ec;elente señora doña Juana, archiduquesa de Austria,
duquesa de Borgoña, hija primogénita de los dichos rey don Fernando e la reyna doña Ysabel, nuestros
señores, por princ;esa e primogénita heredera e legytima subc;esora destos reynos de Castilla e de León e
de Granada en defeto de varón hijo de los dichos rey e reyna nuestros señores, e para después de los días
e fin de la dicha reyna nuestra señora, por reyna, e señora e propietaria destos dichos reynos, e al muy
alto e muy ec;elente señor don Felipe, archiduque de Austria e duque de Borgoña, como a su legytimo
marido por prínc;ipe, e para después de los días de la dicha reyna nuestra señora, por rey", y en las de Toro
(1505), donde se reconoció "a la muy alta e muy poderosa reina doña Juana nuestra señora por reina y
señora propietaria y legítima sucesora de estos reinos y señoríos y al muy alto y muy poderoso señor el
señor rey don Felipe como a su legítimo marido".
160 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

te, en 1497 se fundían las armas de los monarcas en un cuartelado único, sím-
bolo del deseo real del mantenimiento de la unidad de las Coronas de Castilla
y Aragón, que quedaban cobijadas bajo una única corona reaP 5 •

Figura n° 4: Excelente Entero

Figura no 5: Múltiplo del Excelente de la Granada (pieza de 20 ducados)

Figura no 6: Real de Plata

55. Vemos a continuación un Excelente entero de oro, realizado con la legislación de 14 75, donde apa-
recen los escudos separados, tomado de Tomás DAS!: Estudio de los Reales de a Ocho, Valencia, 1950,
tomo 1, p.25; y ahora dos piezas que siguen la legislación de 1497, un Excelente de la Granada de oro de
valor de 20 ducados con el escudo cuartelado unido y cobijado bajo el águila de San Juan, tomado de
HEISS: op.cit., tomo I, lámina 26, n° 178; y un Real de Plata, también con el mismo tipo de escudo, y en
su reverso con la divisa de los Reyes, el yugo y las flechas, tomado de HEISS: op.cit., lámina 22, n° 105.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 161

Don Felipe utilizó el modelo de 1497, en los lugares de honor (primer y


cuarto cuartel) colocó las armas de su mujer, doña Juana, mientras en el segun-
do y tercero puso las suyas 56 , ahora bien, hay que decir que las armas de doña
Juana eran las plenas de los Reyes Católicos en Castilla, como puede verse en
sus monedas de 1497 57 , aun cuando ella era sólamente Reina de Castilla, ya que
al vivir todavía su padre era únicamente Heredera de Aragón58 , estados que
podía perder si su padre tenía un hijo varón 59 • De hecho en las negociaciones
entre Felipe y Fernando uno de los puntos principales fue asegurar esta heren-
cia a doña Juana y su descendencia (el príncipe Carlos).

En el anverso del medio real de plata se utilizaron como tipo de anverso


las iniciales de los reyes bajo corona real, algo muy común en Castilla, las ini-
ciales reales una en cada cara se utilizaron en el cuarto de real de plata de 14 75,
en el octavo de real de plata de 1497, en el cuarto de excelente de oro de 1497,
y en las blancas de vellón de 1497, y las iniciales juntas en el anverso se utili-
zaron en el medio real de plata de 1475 60 •

56. Un cuartelado con las armas de Austria (1 °), Borgoña moderna (2°) Borgoña antigua (3°) y
Brabante (4°), con un escusón central sobre el todo partido con las armas de Flandes y Tiro l.
57. Es decir un contracuartelado, en el primer y cuarto cuartel aparece el tradicional cuartelado real de
Castilla-León, mientras en el segundo y tercero aparece el pmiido con las armas de Aragón y Aragón-
Sicilia, colocando en punta la granada, símbolo del recuperado reino de Granada, culminación de la
Reconquista.
58. En un documento fechado en Segovia el 10 de junio de 1505 (AGS, Patronato Real, 59, 87.
Publicado por A. MILLARES CARLO: Tratado de Paleografia Española, tomo III, documento n° 381,
Madrid, 1983) la titulación doña Juana es la de reina de Castilla, de León, de Granada, de Toledo, de
Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las
Y slas de Canaria, señora de Vizcaya y de Molina, princesa de Aragón y de Sicilia, archiduquesa de
Austria, duquesa de Borgoña, etc.
59. Como de hecho ocurrió cuando doña Germana de Foix, segunda mujer de don Fernando, tuvo un
hijo varón (1509).
60. Medio real de plata, de la legislación de 1475, tomado de HErss: op.cit., lámina 17, no 12.
162 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Figura no 7: Medio Real de Plata

El reverso del real y medio real van a combinar diversos símbolos, por una
parte las armas separadas de los reinos de doña Juana: Castilla, León y
Granada6 \ ya sean dentro de escudo coronado (real) o exentos (medio real); y
junto a esta referencia hispánica se van a colocar símbolos puramente borgo-
ñones, por una parte la Cruz de San .LL\ndrés (aspa), patrón del Ducado de
Borgoña, y luego el pedernal y el Toisón de oro, símbolos de la casa ducal de
Borgoña y su orden de caballería, que al mismo tiempo era la Divisa de Felipe
el Hermoso 62 , con lo cual se mantenía la tradición de la moneda de plata de los
Reyes Católicos de 1497, que colocaba las divisas de los Reyes (yugo y fle-
chas) en su tipología.

La mayor novedad en estas monedas era la colocación explícita de la fecha


de acuñación. En Castilla sólo el dirhem toledano de Alfonso VI y el dinar
baesí de Alfonso VII van datados, y lo hacen según la cronología musulmana
de la Hégira; Alfonso VIII datará un dinero de vellón en la Era 1204 (año
1166), y por supuesto su famoso maravedí de oro (escrito en árabe) a partir de
1172, y con posterioridad sólo la Gran Dobla de Pedro I estará datada, también

61. Hay que decir que estos tres reinos son los únicos que se citan expresamente en el juramento que
reciben en las Cortes de Toledo de 1502.
62. Aspa ecotada de San Andrés o de Borgoña con el eslabón brochante y el Toisón pendiente. Faustino
MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, La Heráldica Medieval Española. La Casa Real de León y Castilla,
Madrid, 1982, p.208.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 163

con la Era 1398 (año 1360). En la Europa cristiana habrá que esperar a finales
del siglo XV para encontrar monedas datadas de forma explícita de manera
regular63 , y en Castilla habrá que esperar al último cuarto del siglo XVI, en con-
creto a las últimas piezas acuñadas por Felipe II, para que la fecha aparezca de
nuevo en las monedas, ahora ya de forma continuada; por tanto estas acuña-
ciones castellanas en los Países Bajos son las primeras monedas peninsulares
en llevar la datación explícita según el cómputo cristiano.

5. Conclusiones del conflicto y Regencia de don Fernando

Como ha podido apreciarse, estas monedas son sobre todo un arma de pro-
paganda política, Felipe de Austria quiere en primer lugar reivindicar a través
del uso de una regalía (derecho exclusivo del monarca) como era la acuñación
de moneda sus derechos como marido de la reina, por lo cual los tipos y leyen-
das de estas piezas quieren adaptarse a lo aprobado en la Concordia de Segovia
y a las monedas realizadas por los Reyes Católicos en 14 75 y 1497 en Castilla.
En ellas siempre se mantiene la primacía de Castilla, en las armas y la titula-
ción, reservándose él únicamente la primacía en la colocación de los nombres
y la introducción de símbolos borgoñones en el reverso de las piezas.

Por tanto, jurídicamente era una estrategia muy inteligente, ya que esta
simbología repetía lo exigido por los Grandes de Castilla a don Fernando tras
su matrimonio con doña Isabel, y nada más, al menos en apariencia, con lo cual
don Fernando se encontraba en una posición precaria, aunque fuera apoyado
por las Cortes y el testamento de doña Isabel, ya que atacar abiertamente la
posición de su yerno era tanto como atacar su posición en Castilla durante los
años de gobierno con su mujer, por lo cual tuvo que resignarse a negociar y al
final ceder el gobierno a su yerno, al haber conseguido la inhabilitación de su
hija.

63. Las famosas piezas de plata emitidas por el señor del Tiro!, el archiduque Segismundo de Austria,
en los años 80 del siglo XV, antecedentes de las grandes piezas modernas: el Thaler y el Real de a Ocho.
Con anterioridad las piezas datadas son excepcionales, sobre este tema ver RobertA. LEVINSON: The early
dated coins ofEurope, 1234-1500, Clifton, New Jersey, 2007.
164 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Al final don Fernando aceptó ceder el poder a su yerno. Las negociacio-


nes terminaron en un primer acuerdo sobre un gobierno conjunto firmado en
Salamanca el 24 de noviembre de 1505, aunque luego la postura de Felipe se
endureció y en las capitulaciones de Benavente y Villafáfila de 27 y 28 de junio
de 1506 don Fernando tuvo que renunciar a cualquier derecho acerca de la
gobernación de Castilla entregando todo el poder a Felipe a cambio de ciertas
compensaciones económicas (la mitad de las rentas y derechos de Indias, un
pago anual de 1Omillones de maravedí es, la administración de los maestrazgos
de las órdenes militares, etc ... )64 •

Con todo el poder en sus manos Felipe intentó ahora que las Cortes inha-
bilitaran oficial y totalmente a su mujer, pero los procuradores reunidos en
Valladolid se negaron a ello, aceptando únicamente jurar como heredero a
Carlos de Gante (12 de julio de 1506) y exigiendo su presencia inmediata en
Castilla65 , por lo tanto oficial y legalmente la reina Juana era la única gober-
nante de Castilla, con plenos poderes y sin cortapisas, aunque en realidad el
gobierno lo ejerciera su marido, pero entonces murió súbitamente don Felipe
(25 de septiembre de 1506). Durante todo este complicado período no se acu-
ñaron monedas en Castilla a nombre de los nuevos monarcas, ya que por una
parte seguían circulando las realizadas antes de 1504 y por otra las circunstan-
cias políticas no eran las adecuadas para decidir el simbolismo de la nueva
moneda, tan importante como propaganda política dentro del reino.

Tras la muerte del rey Felipe y después de algunos momentos de cierta


inestabilidad el poder efectivo en Castilla pasó a manos del Cardenal Cisneros
y el Consejo Real. Doña Juana se negaba a avalar cualquiera de las soluciones
que se la proponían y un intento de reunión de Cortes fracasó porque la con-
vocatoria era ilegal al no contar con la anuencia del soberano oficial (Juana),
por lo cual la única opción era volver a llamar al gobierno al rey don Fernando
siguiendo las normas establecidas en el testamento de la reina Isabel y ratifica-
das en Cortes posteriores.
64. Ver Alonso DE SANTA CRUZ: Crónica de los Reyes Católicos. Edición y estudio de Juan de Mata
Carriazo, Sevilla, 1951, Tomo JI, capítulo VIII, pp. 44-54; CODOIN, tomo XIV, pp. 321-331.
65. Para más datos ver CARRETERO ZAMORA: Cortes, monarquía y ciudades ... , op.cit., pp. 205-212
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 165

De este período (1506-1516) hay que destacar en lo monetario que a don


Fernando no le interesaba que doña Juana tuviera ningún protagonismo políti-
co, por lo cual decidió que su presencia en documentos oficiales fuera mínima
y por ello se ordenó no cambiar los tipos monetarios de Castilla, algo de nuevo
como mínimo extraño y si me apuran ilegal. El nombre del soberano debía apa-
recer en la moneda de su reino ya que una de las primeras acciones de un monar-
ca es informar a sus súbditos de su acceso al poder a través de nuevas acuña-
ciones monetarias realizadas a su nombre, es decir, el nuevo monarca ejerce uno
de sus derechos exclusivos, la fabricación de moneda, y así muestra al pueblo
su poder soberano. Pero en este caso a don Fernando le interesaba mantener
"oculta" a los ojos del pueblo a doña Juana, oficialmente "desequilibrada" por
la muerte de su esposo, y vincular su gobierno al glorioso reinado de doña
Isabel, por lo cual en Castilla se siguieron acuñando las monedas ordenadas en
la Pragmática de Medina del Campo (1497), como si en Castilla la reina siguie-
ra siendo doña Isabel, quien desde el principio delegó su poder de gobierno en
don Fernando, y que reiteró este deseo en su testamento, base legal de la regen-
cia castellana del rey Católico, veamos ahora algunos ejemplos monetarios de
este período que confirman la decisión política de anular a Juana.

5.1. Las acuñaciones para América

En este período se va a producir la acuñación de series específicas para cir-


cular en los nuevos territorios ultramarinos de la Corona de Castilla, las por
entonces llamadas Indias, es decir, Arnérica66 , una decisión que se tomaría en la
primavera de 1505, todavía durante la primera regencia de don Fernando, y
cuya base jurídica cotnentaremos mas adelante.

Ya desde finales del siglo XV se hizo apremiante la necesidad de disponer


de moneda en los territorios descubiertos en el Caribe, necesaria para el pago
66. Para los inicios de la circulación y fabricación de la moneda castellana en las Indias ver Gonzalo
ANES Y ÁLVAREZ CASTRILLÓN y Guillermo CÉSPEDES DEL CASTILLO: Las Casas de Moneda en los Reinos
de Indias, !: Las Cecas indianas en 1536-1825, Madrid, 1996; y JI: Cecas de Fundación Temprana,
Madrid, 1997; así como Jorge A.PROCTOR: "America's first oficial Coinage" en The Numismatist, octu-
bre 2001, pp. 1149-1176. Por supuesto es imprescindible también la consulta de la obra clásica de Tomás
DASI: Estudio de los Reales de a ocho, Valencia, 1950-1951 (5 volúmenes).
166 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

de salarios y el trato comercial diario, por ello la Corona autorizó en 1497 a


Colón para que "el oro que oviere en las dichas Indias, se acuña e faga del/o
moneda de las excelentes de Granada, segund Nos avernos ordenado que se
faga en estos nuestros reynos" 67 , ahora bien por diversos motivos el Almirante
no pudo iniciar de forma inmediata la acuñación de moneda castellana en
Indias, aunque no por eso se desistió de ello, y así el 29 de enero de 1500 es
nombrado Juan de Pestaña como tesorero de Casa de Moneda de la Isla de la
Española, que todavía no funcionaba 68 y no llegará a funcionar en estos años,
ya que el nuevo funcionario nunca se trasladará allende los mares a tomar pose-
sión de su cargo.

Ante estas dificultades la Corona cambiará de estrategia y el 26 de julio de


1503 una real cédula ordena que "el oro que para mi Camara se truxiere asy
de la Ysla Española e de las otras Yslas e Tierra Firme del Mar Océano" se
haga moneda en la casa de la moneda de Sevilla69 , es decir se instalaba un
monopolio de acuñación del oro indiano. Esta medida no fue bien acogida por
los particulares, y temiendo que la ceca de Sevilla no fuera capaz de acuñar
todo el oro que llegaba de las Indias consiguieron que los reyes (13 de febrero
de 1504)70 aceptaran reducir a una tercera parte el oro que se acuñase en Sevilla,
pasando el resto a acuñarse en las cecas de Toledo y Granada.

Será en la primavera de 1505 cuando la escasez de moneda en Indias lle-


vará al Gobernador Fray Nicolás de Ovando a solicitar a la Corona que solu-
cionase urgentemente el problema y el rey tomó una decisión drástica, el15 de
abril ordena a la Casa de la Moneda de Sevilla que labrara moneda de plata y
vellón para circular en la Isla de la Española, en concreto se especificó la can-
tidad de medio millón de maravedí es en plata y otro medio millón en vellón71 •
67. Fray Cipriano de UTRERA: "Docwnentos para la historia de la moneda provincial de la isla
Española" en Boletín del Archivo General de la Nación, vo1.12 (1949), no 61, p.144. Citado en ANES-
CÉSPEDES: Las Casas de Moneda ... op.cit., voi.II., p.215.
68. Documento en DASI: op.cit., tomo I, apéndice documental n° 93, pp. cvi-cviii, firmado por el
Almirante Visorrey de las Indias y gobernador general dellas por el Rey e la Reina.
69. Documento en DASJ: op.cit., tomo l, apéndice documental n° 108, p. cxxxiii. En esta cédula se cita
también el oro que pudiera llegar "de la Berbería e otras partes de de allende".
70. Documento en OASI: op.cit., tomo I, apéndice documental n° 111, pp. cxxxiii-cxxxiv.
71. Referencia en DASI: op.cit., tomo I, apéndice documental n° 115, p. cxxxvi.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 167

Esta emisión tenía un destino específico y para diferenciarla de la que circula-


ba en el territorio peninsular se decidió introducir en ella un cambio tipológi-
co, la inclusión de la inicial coronada del rey (F) de forma destacada en el
campo de la moneda, corno vernos en las imágenes siguientes.

En el real la "F" se coloca en el reverso entre las divisas de los Reyes, en


el medio real pasa a dominar el reverso, uniendo las divisas reales en el anver-
so, y en el cuarto de real domina el anverso, quedando en el reverso únicamente
las flechas 72 •

Figura no 8:

Figura n° 9: Monedas de plata emitidas para América

72. Las imágenes de estas escasísimas monedas han sido tomadas del Catálogo de la Subasta de la
Colección Rudman (parte I), realizada por Cayón Subastas el 11 de diciembre de 2003 en Madrid, lotes
48, 49 y 50 (p.53), mientras el dibujo pertenece a la obra de DASI: op.cit., tomo I, p.34
168 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

En las monedas de vellón destinadas a las nuevas tierras (piezas con valor
de cuatro, dos y un maravedí) se mantiene como base el diseño de la blanca de
1497, pero con la misma alteración que en la plata, en las piezas castellanas las
iniciales coronadas de los Reyes ocupaban una cada cara, y en las destinadas a
Indias se juntan ambas en el anverso, mientras la "F" de don Fernando se repi-
te y pasa a dominar como tipo principal el reverso 73 •

Figura no 10: Monedas de vellón emitidas para América

Esta decisión del rey Fernando de hacer unas emisiones especiales para las
Indias estaba justificada por la escasez de moneda en la zona, pero también
porque vio que le era más beneficioso mandar esta moneda y canjearla en el
Caribe por oro fino, consiguiendo en el canje una ganancia adicional, como
puede verse en el documento que envía al Gobernador Ovando sobre cambios
monetarios el 20 de diciembre de 1505, urgiéndole además a que todo el oro
que consiguiera en estos cambios fuera enviado inmediatamente a Castilla y
que si necesitaba más moneda la pidiera74 •

73. Vemos a continuación dos piezas de este tipo, una realizada en Sevilla y otra en Burgos tomadas
de DAS!:op.cit., tomo I, p.33
74. Documento en DAS!: op.cit., tomo 1, apéndice documental n° 117, pp. cxxxvi-cxxxvii. Más datos
en ANES-CÉSPEDES: Las Casas de Moneda ... op.cit., vol.II., pp.216-217, donde se especifica que al final
se mandaron a la Española el doble de lo presupuestado, es decir, dos millones de maravedís, y además
con unos cambios entre monedas distintos a los peninsulares, los reales a 44 mrs (cuando en Castilla se
cambiaban a 34 mrs), los medios reales a 22 mrs y los cuartos a 11 mrs, mientras el vellón se cambiaba
la pieza mayor a 4 mrs, la siguiente a 2 mrs. y la menor a 1 mr. Los vecinos de La Española se quejaron
de esta discriminación en los cambios y reclamaron a la Corona, que en 1507 les contestó que era nece-
sario mantener esta diferencia porque si los mercaderes peninsulares dejaban de lucrarse entonces no
habría comercio en la isla.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 169

Las emisiones de estas monedas específicas para Indias fueron nueve, rea-
lizadas entre 1505 y 153 P 5 •

Como puede verse don Fernando mantuvo un absoluto control sobre las
acuñaciones y su política fue consolidar su poder sin discusión con el mante-
nimiento de las acuñaciones conjuntas a nombre de la difunta reina Isabel, que
el pueblo conocía desde 1475, aunque las monedas circulantes eran fundamen-
talmente las aprobadas en la Pragmática de 1497, y apartar de toda publicidad
a la reina propietaria, doña Juana, consiguiendo además reforzar su posición
añadiendo su inicial en las acuñaciones destinadas a América, un territorio en
el que creía que sus derechos de gobierno eran aún mayores que en la propia
Castilla.

Las Indias pertenecían de derecho a la Corona de Castilla en exclusiva, 76 de


hecho en el Testamento de la Reina Isabel se dice explícitamente: "Otrosi, por
quanto las Yslas e Tierra Firme del Mar Oceano, e yslas de Canaria, fueron des-
cubiertas e conquistadas a costa destos mis reynos e con los naturales dellos, e
7 5. Según PROCTOR: op. cit., fueron las siguientes, la primera en diciembre de 1505; la segunda en
mayo de 1511; la tercera, ya en época de Carlos r, tuvo lugar en 1519; la cuarta, quinta y sexta en 1521;
la séptima en noviembre de 1525; y la octava y novena en 1531. Parece ser que a la sexta emisión corres-
ponden las raras monedas de vellón con valor de 2 y 1 maravedís acuñadas en la ceca de Burgos (B), el
resto fueron todas fabricadas en la casa de la moneda de Sevilla.
76. Sobre este problema ver el resumen de Ana Belén SÁNCHEZ PRIETO: "La intitulación diplomática
de los Reyes Católicos: un programa político y una lección de historia" en 111 Jornadas Cientificas sobre
Documentación en época de los Reyes Católicos, Madrid, 2004, pp.294-296, que aporta además abun-
dante bibliografía sobre el tema, como por ejemplo Alfonso GARCÍA GALLO: "La unión política de los
Reyes Católicos y la incorporación de las Indias", en REP, no 30 (1950); "Las bulas de Alejandro VI y el
ordenamiento jurídico de la expansión portuguesa y castellana en Africa e Indias", en AHDE, n° 27-28
(1957-1958); "El título jurídico de los Reyes de España sobre las Indias en los pleitos colombinos" en
Revista de la Facultad de Derecho de México, n° 101-102 (1976); Florentino PÉREZ EMBID: Los descu-
brimientos en el Atlántico y la rivalidad castellano-portuguesa hasta el Tratado de Tordesillas, Sevilla,
1948; "El problema de la incorporación de Castilla a la Corona de Castilla" en Revista de Indias, n° 33-
34 ( 1948); Juan MANZANO MANZANO: "¿Por qué se incorporaron las Indias a la Corona de Castilla?", en
REP, n° 2 (1942); "El derecho de la Corona de Castilla al descubrimiento y conquista de las Indias del
Poniente" en Revista de Indias, no 3 (1942); La incorporación de las Indias a la Corona de Castilla,
Madrid, 1948; "La adquisición de las Indias por los Reyes Católicos y su incorporación a los reinos cas-
tellanos. En torno a una polémica", en AHDE, no 21-22 (1951-1952); Demetrio RAMOS: "Los aragoneses
y la empresa de Indias. La incorporación de las Indias a la Corona de Castilla y la aparente exclusión de
los aragoneses" en Aragón y América, Zaragoza, 1991.
170 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

por esta razon que! trato e provecho del/as se aya e trate e nego9ie destos mis rey-
nos de Castilla e Lean, e en ellos e a ellos venga todo lo que de alla se traxiere;
Por ende, ordeno e mando que asi se cunpla, asi en las que fasta aqui son descu-
biertas, como en las que se descubrieren de aqui adelante e no en otra parte algu-
na", aunque al mismo tiempo doña Isabel reconoce la ayuda prestada por el rey
en esta empresa, que tiene que ser reconocida mediante una gratificación vitalicia
en rentas, aunque también queda claro que no en derechos de gobierno, diciendo:
"E porque de los fechas grandes e señalados que! rey mi señor ha fecho desde!
comienc;o de nuestro reynado, la Corona real de Castilla es tanto augmentada,
que devemos dar a Nuestro Señor muchas gracias e loores, especialmente segund
es notorio avernos su señoria ayudado con muchos trabajos e peligro de su real
persona a cobrar estos mis reynos, que tan enagenados estavan al tienpo que yo
en ellos subc;edi, e el dicho reyno de Granada, segund dicho es, demas del grand
cuidado e vigilanc;ia que su señoria sienpre ha tenido e tiene en la administrac;ion
del/os. E porque! dicho reyno de Granada e yslas de Canaria e las Islas e Tierra
Firme del Mar Oc;eano, descubiertas e por descobrir, ganadas e por ganar, han
de quedar yncorporados en estos mis reynos de Castilla e Lean, segund que en
bulla apostolica a nos sobrello conc;edida se contiene, e es razon que su señoria
sea en algo servido de mi e de los dichos mis reynos e señorios merec;e e yo deseo,
es mi merced e voluntad, e mando, que por la obligac;ion e debda que estos mis
reynos deven e son obligados a su señoria por tantos bienes e mercedes que de su
señoria han rec;ibido, que demas e allende de los maestradgos que su señoria
tiene e ha de tener por su vida, aya e lleve e le sean dados e pagados cada año,
para toda su vida, para sustentac;ion de su estado real, la mitad de lo que renta-
ren las Islas e Tierra Firme del Mar Oc;eano, que fasta agora son descubiertas, e
de los provechos e derechos justos que en ellas oviere, sacadas las costas e gas-
tos que en ellas se hizieren, asi en la administrac;ion de justic;ia, como en la defen-
sa del/as e en las otras cosas nec;esarias; e mas diez cuentos de maravedis cada
año, por toda su vida, situados en las rentas de las alcavalas de los dichos maes-
tradgos de Sanctiago e Calatrava e Alcantara, para que su señoria lo lleve e goze
e haga del/o lo que fuere servido, con tanto que despues de sus largos dias, la
dicha mitad de rentas e provechos e derechos, e los dichos diez cuentos de mara-
vedis, finquen e tornen e se consuman para la Corona real des tos dichos mis rey-
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 171

nos de Castilla; e mando a la dicha princ;esa, mi hija, e al dicho prínc;ipe, su mari-


do, que asi lo hagan e guarden e cumplan, por descargo de sus conscienc;ias e de
la mia"77 •

Ahora bien, don Fernando siempre consideró la empresa americana como


conjunta y consiguió no sólo ejercer el gobierno en las Indias durante el reina-
do de doña Juana (como hizo en el resto de Castilla con su cargo de goberna-
dor y administrador de la Corona), sino que formal y protocolariamente mani-
festó de forma pública que él se consideraba el verdadero monarca de esos
territorios de forma vitalicia, sin poner nunca en duda su vinculación jurídica a
Castilla. Como ejemplo de esta actitud del rey Católico podemos fijamos en la
titulación larga utilizada en la documentación castellana tras la muerte de la
reina Isabel. En los primeros documentos del reinado (realizados por mandato
del rey Fernando por la ausencia de la reina) 78 , doña Juana aparece como reina
de Castilla, de León, de Granada, de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba,
de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Y slas de
Canaria, señora de Vizcaya y de Molina, princesa de Aragón y de Sicilia, archi-
duquesa de Austria, duquesa de Borgoña, etc., como puede apreciarse ha desa-
parecido la referencia a América en la titulación, que era: "y de las Y ndias,
Y slas y Tierra Firme del Mar Océano", que tradicionalmente iba situada entre
el título real de Canarias y el de los señoríos de Vizcaya y de Molina, sin duda
porque el rey se consideraba con derecho exclusivo a seguir utilizándolo 79 •

77. Testamento de la reina Isabel la Católica, Medina del Campo, 12 de octubre de 1504. (AGS,
Patronato Real30-2) (Publicado en Diego José DoRMER: Discursos varios de Historia, con muchas escri-
turas reales antiguas y notas de algunas de ellas, Zaragoza, 1683, págs 314-372; y por el Ministerio de
Educación y Ciencia; Testamento y codicilo de la Reina Isabel fa Católica, Madrid, 1969).
78. Carta convocatoria de las Cortes de Toro. Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504, realiza-
da por el rey Fernando en nombre de su hija doña Juana (Archivo Municipal de Córdoba, sección 2°, serie
1'\ n° 11) (Publicado en J .M.CARRETERO ZAMORA: Corpus Documental de las Cortes de Castilla (1475-
1517), Toledo, 1993, pág 67); y Segovia, 1O de junio de 1505 (dispensa de un vecino de Ledesma de un
portazgo) AGS, Patronato Real, 59, 87. Publicado por Agustín MILLARES CARLO: Tratado de Paleografia
Española, tomo III, documento no 3 81, Madrid, 1983.
79. Jerónimo ZURITA: Historia del rey don Hemando el Católico: de las empresas y ligas de Italia,
Zaragoza, 1580, Libro VI, capítulo XXIII (año 1505), nos dice que: "Nunca faltaba quien inducía y persua-
día al rey que por mueiie de la reina Católica no había perdido el nombre de rey de Castilla como lo tenía en
su vida, pues por llamarse rey no iba contra la sucesión de su hija, y todo se podía usar sin contradición que
él y sus hijos se nombrasen reyes y su hija fuese la sucesora y heredera como lo fue la reina su madre y si
estuviese la reina debajo del poderío paternal le pertenecía ser administrador y usufructuario en todo, y si esta-
ba emancipada por la mitad del usufructo de los reinos de Castilla quedaba el rey usufructuario".
172 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

En cualquier caso la posición de don Fernando era débil y tuvo que llegar
a un acuerdo con el archiduque Felipe, la llamada Concordia de Villafáfila (27
de junio de 1506), en ella Fernando renuncia al gobierno de Castilla (incluidas
las Indias), aunque mantiene todos los privilegios económicos que Isabel le
entregaba en su testamento 80 (que ya hemos visto), desde entonces Juana y
Felipe utilizarán en sus documentos el título de soberanía sobre las Indias.

La repentina muerte de Felipe el25 de septiembre de 1506 volvió a llevar


a don Fernando al gobierno de Castilla, y desde entonces mantuvo el título
indiano en la documentación que emitía a nombre de su hija81 , pero al mismo
tiempo reivindicó su derecho a usarlo también en una especie de cosoberanía
vitalicia, como podemos ver en un documento fechado en Burgos el 7 de enero
de 1512 82 , donde Fernando aparece en la intitulación como "rey de Aragón, de
las dos Sicilias, de Jerusalén, de Valencia, de Mallorcas, de Cerdeña, de
Córcega, conde de Barcelona, Señor de las Yndias del mar Océano, duque de
Atenas y de N eopatria, conde de Rosellón y de Cerdaña, marqués de Oristán y
de Goziano, administrador y gobernador destos reynos de Castilla, de León, de
Granada, etcétera, por la serenísima reina doña Juana, mi muy cara e muy
amada hija, administrador perpetuo de la Orden de la Caballería de Santiago
por autoridad apostólica ... "; como puede comprobarse las Indias aparecen
entre los territorios patrimoniales de don Fernando y no entre los que adminis-
tra y gobierna en nombre de su hija, la reina propietaria de la Corona de
Castilla, como debería ser si nos atenemos estrictamente al derecho.

Por último en su testamento, el rey Fernando declara lo siguiente: "ltem,


hacemos e instituimos heredera y sucesora nuestra universal en los dichos
nuestros reinos de Aragón, Sicilia aquende y allende el Faro, Jerusalén,

80. Alonso de SANTA CRuz: Crónica de los Reyes Católicos. Edición y estudio de Juan de Mata
Carriazo, Sevilla, 1951, Tomo II, capítulo VIII, págs 44-52; CODOIN, tomo XIV, págs 321-331).
81. Como puede verse en las cartas de convocatoria de las Cortes de Burgos de 1512 (31 de enero) y
1515 (26 de abril), publicadas en CARRETERO ZAMORA: Corpus documental ... op.cit. no 12 y 13, pp.69-71.
82. Archivo Diocesano de León, Fondo del Real Convento de San Marcos, Priorato de la Orden de
Santiago. Publicado en MILLARES: op.cit., documento n° 382 (ejecutoria a favor del convento de San
Marcos).
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 173

Valencia, Mallorcas, Cerdeña y Córcega, Condado de Barcelona, Ducado de


Atenas y de Neopatria, Condado de Rosellón y de Cerdaña, Marquesado de
Oristán y Condado de Goceano y en las Islas adyacentes, y en las ciudades de
Bugía, Argel y Trípoli, y en la parte a Nos perteneciente en las Indias del Mar
Océano, y en todos los castillos, ciudades y villas y lugares, derechos, rentas y
acciones cualesquier, los cuales y las cuales tenemos y nos pertenecen y en
cualquier manera nos pertenecerán o pertenecer podrán en cualesquier Reinos
y partes, tanto por título de herencia y conquistas, cuanto por cualesquier otros
títulos o derechos... a la dicha Serenísima Reina Doña Juana, nuestra muy
cara y muy amada hija primogénita" 83 •

Con estos antecedentes no nos puede extrañar que cuando en 1505 don
Fernando ordenó hacer moneda específica para las Indias se utilizara la reali-
zada a nombre de los descubridores del territorio, Isabel y Fernando. Eran los
momentos en que don Fernando utilizaba en exclusiva el título de soberanía
sobre las Indias, y el único añadido a estas monedas fue precisamente una
nueva referencia explícita al monarca aragonés, y cuando se consolidó su poder
en su segunda regencia no modificó esta tipología, que respondía perfecta-
mente a sus intereses.

5.2. Una moneda ilegal

Es cierto que existe una moneda a nombre de Fernando y Juana, un real de


plata de la ceca de Granada, pero que no tuvo continuidad por ser una moneda
absolutamente ilegal en muchos sentidos, como vamos a ver brevemente a con-
tinuación.

Los tipos eran los del real de 1497, sin variación ninguna, por lo cual pare-
ce que se realizó para apoyar la nueva situación jurídica de la Corona de

83. Testamento del rey Fernando el Católico, Madrigalejo, 22 de enero de 1516 (Publicado en Diego
José DORMER: Discursos varios de Historia, con muchas escrituras reales antiguas y notas de algunas de
ellas, Zaragoza, 1683, págs 393-472; y R. del ARco: Fernando el Católico. Artifice de la España
Imperial, Zaragoza, 1939, págs 413-458; y Alonso de SANTA CRuz: Crónica de los Reyes Católicos.
Edición y estudio de Juan de Mata CatTiazo, Sevilla, 1951, Tomo II, capítulo LXXII, pág 342-392.
174 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Castilla, una reina propietaria que no gobierna, Juana, junto al verdadero poder
efectivo, el de su padre Fernando, manteniendo el acuerdo jurídico de la
Concordia de Segovia y las disposiciones testamentarias de Isabel la Católica,
pero las leyendas no se podían mantener en ningún caso y sin embargo así se
hizo. En anverso aparecen los nombres de Fernando y Juana con su legitima-
ción (Dei Gracia), que es correcta en tanto en cuanto ambos son monarcas por
derecho divino de diferentes territorios, pero en el reverso se mantienen exac-
tamente las leyendas de 1497, rey y reina de Castilla, León y Aragón, lo cual
no era verdad en 1506, ya que en esa fecha Fernando no es rey de Castilla, su
título es únicamente administrador y gobernador del reino, que fue el que siem-
pre usó después de la muerte de doña Isabel (1504) en todo tipo de documen-
tos, y Juana no es reina de Aragón, sino únicamente su heredera (de hecho este
título de reina le corresponde en estos momentos a la segunda mujer de don
Fernando, Germana de Foix).

Por tanto parece claro que fue una acuñación de emergencia realizada por
los partidarios de don Fernando que querían dejar clara la relación entre ambos
y la necesidad de la continuación de la política llevada hasta entonces, donde
se utilizaron los cuños aprobados en 1497 sustituyendo únicamente el nombre
de la fallecida reina Isabel por la frase "Juana Dei Gracia", que como hemos
dicho convertía la pieza en absolutamente ilegal, sin que actualmente sepamos
quien y cómo decidió introducir estos cambios.

En cualquier caso, y a falta de un estudio más detallado, creo que su rea-


lización se debe fechar entre la muerte del rey Felipe (septiembre de 1506) y la
vuelta a Castilla del rey Fernando desde Nápoles (verano de 1507), ya que éste,
consciente de la legalidad vigente y de su aceptación generalizada como gober-
nador del reino debió de ordenar de forma inmediata el cese de la acuñación 84 •

84. DASI: op.cit., p.35 (dibujo) y F. CALICO, X. CALJCO y J. TRIGO: Las monedas espai1olas desde
Fernando e !sabe! a Juan Carlos 1, Barcelona, 1998, p. 93 (foto). En cualquier caso debe hacerse un estu-
dio a fondo de dicha pieza y de las circunstancias que motivaron dicha acuñación, tal vez inspirada por
uno de los más importantes representantes de la Corona en el reino de Granada, don lñigo López de
Mendoza y Quiñones, 11 Conde de Tendilla, Trece de la orden de Santiago, Capitán General de la
Alhambra y fortalezas de Granada, nombrado luego Marqués de Mondéjar en 1512.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 175

Figura no 11: Real de plata de Juana y Fernando

6. La posición política de Carlos de Gante.

El futuro emperador Carlos V había nacido en Gante en febrero de 1500 y


tras la subida al trono de su madre doña Juana se convirtió en Príncipe de
Asturias, siendo jurado como tal en las Cortes de Valladolid Gulio de 1506), y
a la muerte de su padre, Felipe el Hermoso (septiembre de 1506), se convirtió
en Duque de Borgoña y señor de los numerosos territorios que sus antepasados
borgoñones habían conseguido reunir, siendo la zona más importante de sus
dominios los Países Bajos. Al ser menor de edad su tutela quedó en manos de
su abuelo paterno, el emperador Maximiliano, que pronto cederá el gobierno
efectivo de los estados borgoñones a su hija Margarita (la viuda del príncipe
Juan), que gobernará con mano firme en nombre de su sobrino hasta su eman-
cipación oficial (5 de enero de 1515).

Durante este período ( 15 06-1515) se acuñaron en los Países Bajos mone-


das de oro, plata y vellón que seguían las normas de la ordenanza de 149985 ,
siendo lo más destacado que en ninguna de ellas aparecía formalmente el nom-
85. Ver H. ENNO VAN GELDER et M. Hoc, Les monnaies des Pays-Bas Bourguignons et espagnols 1434-
1713, Amsterdam, 1960, pp.76-83. Las emisiones de Carlos como soberano de Borgoña en esta zona se man-
tuvieron sin cambios hasta la aprobación de una nueva ordenanza monetaria el 20 de febrero de 1521.
176 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

bre del monarca, es decir Carlos, en la leyenda monetal se solía indicar que la
pieza concreta era la "n1oneda" (añadiendo si era de oro o plata) del soberano
citando sólo sus dos títulos principales, archiduque de Austria y duque de
Borgoña, a los que se añadía el propio de la provincia emisora86 •

Estas emisiones no se modificaron al alcanzar Carlos la mayoría de edad


y pasar a gobernar directamente sus estados borgoñones, pero tras la muerte de
su abuelo Fernando el Católico (enero 1516) sí habrá una emisión especial que
es la comentada en este trabajo, cuya importancia radica en su componente
político. Su padre ya había ordenado acuñar en los Países Bajos moneda caste-
llana de plata para reivindicar los derechos de su mujer al trono de Castilla a la
muerte de Isabel la Católica, y por tanto los de él mismo como rey consorte,
frente a las aspiraciones de mantener el gobierno castellano de Fernando el
Católico; pues bien, ahora Carlos utilizará el documento monetario no sólo
para reivindicar sus derechos hereditarios, sino también para forzar un cambio
político de gran calado en sus reinos hispánicos, tomando para sí el título de
rey de una forma claramente ilegal como veremos a continuación, y para expli-
citar su programa político decidió usar el mejor medio de propaganda política,
la moneda, que recordemos sólo podía acuñar el1nonarca, al ser una regalía,
prerrogativa exclusiva del rey. Estos cruciales años son en general muy poco
estudiados y los problemas jurídicos se han obviado en muchas ocasiones, ade-
más de no tener en cuenta las distintas peculiaridades de gobierno que existían
en la Corona de Castilla y de Aragón, por lo cual creo que es fundamental hacer
hincapié en dicho problema jurídico y recalcar el uso de la moneda como un
documento de fuerza del nuevo monarca frente a sus súbditos hispanos, que
repito lo consideraron como un verdadero golpe de estado.

86. En este período se acuñó en Brabante (cecas deAmberes y Maastricht), Flandes (Brujas), Holanda
(Dordrecht) y Namur (Namur), por lo cual en las monedas se añadía el título correspondiente de Duque
de Brabante, Conde de Flandes, Conde de Holanda o Conde de Namur. Junto a la leyenda referente a la
autoridad emisora es cada vez más frecuente encontrar la fecha de acuñación, aunque todavía no de forma
generalizada, siendo la leyenda de la otra cara de la moneda siempre de signo religioso.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 177

7. La situación jurídica de Don Carlos hasta la muerte del Rey


Católico (23 de enero de 1516).

a) En la Corona de Castilla

Su madre, Doña Juana, había sido jurada heredera de Castilla en las Cortes
de Toledo de el 22 de mayo de 1502, pero debido a su inestabilidad mental la
Reina Isabel había ordenado en su testamento, 12 de octubre de 1504, que si no
podía gobernar directamente el reino lo hiciera como Gobernador su padre, el
rey don Fernando, hasta que el propio don Carlos tuviera veinte años, exclu-
yendo totalmente del ejercicio del poder a su marido, el archiduque Felipe.

Estas disposiciones sobre el gobierno de Castilla fueron ratificadas en las


Cortes de Toro (1505), pero el rey Felipe de Austria no aceptó ser apartado del
poder y al ser apoyado por gran parte de la nobleza don Fernando tuvo que reti-
rarse a la Corona de Aragón (Concordia de Villafáfila, 27 de junio de 1506), y en
las posteriores Cortes de Valladolid, el12 de julio de 1506, fue jurado don Carlos
como heredero de Castilla87 , mientras el gobierno del reino quedaba en manos de
su padre, el rey Felipe, que moriría de forma súbita muy poco después (25 de sep-
tiembre de 1506), dejando una situación caótica que encauzada por el cardenal
Cisneros y los nobles afectos al rey de Aragón terminaría con la vuelta de don
Fernando al gobierno de Castilla en los términos prescritos en el testamento de la
reina Isabel, a pesar de que el emperador Maximiliano, abuelo de Carlos, inten-
tara aprovechar la situación en su beneficid 8 • En cualquier caso los abuelos lle-

87. Acta del Juramento de las Cortes de Valladolid a doña Juana y don Felipe como reyes y a don
Carlos ccomo heredero (AGS, Pat.Real., leg.7, fols.74 y 115) (Publicado en J.M. CARRETERO ZAMORA,
Corpus Documental de las Cortes de Castilla (1475-1517), Toledo, 1993, pp. 82-84): "(los procurado-
res) dizen que han, e rec;iben, e toman e juran al muy alto e muy exc;elente señor don Carlos, hijo pri-
mogénito heredero de los dichos rey don Felipe y reina doña Juana, nuestros señores, por prínc;ipe pri-
mogénito heredero e legítimo subc;esor des tos dichos reinos de de Castilla. y de León y de Granada, e
para después de los días de la dicha reina doña Juana, nuestra señora, a la qua! nuestro señor dexe bibir
por muchos tienpos e buenos en vida y salud del rey don Phelippe, nuestro sePíor, por rey e señor pro-
pietario des tos dichos reynos".
88. Para estos hechos ver C. CoRONA BARATECH, "Fernando el Católico, Maximiliano y la regencia de
Castilla (1508-1515)" Universidad, 3-4, (1961).
178 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

garon a un acuerdo sobre los derechos de Carlos en la Concordia de Blois


(1509) 89 y en las Cortes de Madrid de 151 Odon Fernando consiguió que se le rati-
ficase en su gobierno de Castilla, incluso aunque tnuriera doña Juana, hasta que
don Carlos alcanzara la edad exigida por las leyes del reino 90 •

Desde entonces la situación legal de don Carlos como heredero del reino
Gurado en 1506) y como heredero de la gobernación del mismo (testamento de
1504 y Cortes de 151 O) parecía clara, aunque la presencia de su hermano el
infante Fernando en Castilla, y la predilección que sentía su abuelo hacia él
pronto motivó preocupación en Flandes, de hecho se ha escrito mucho sobre la
posibilidad de que don Fernando alterara la sucesión en favor de su nieto menor
o bien le entregara la gobernación efectiva de los reinos hispánicos y un enor-
me patrimonio (maestrazgos de las órdenes) que le darían una gran fuerza polí-
tica, económica y militar en detrimento de Carlos, que nunca había estado en
España y estaba rodeado sólo por consejeros flamencos 91 •

Es más, dado que la minoría de edad de Carlos había terminado oficial-


mente en los Países Bajos 92 , existía la posibilidad de que se cuestionara la
89. Firmada el 12 de diciembre de 1509 por los embajadores del emperador Maximiliano, Mercurino de
Gattinara y Andrea del Burgo, y los del rey Fernando, Jerónimo Cabanillas y Jaime de Albión. En este docu-
mento se reconoce la posición de Fernando en Castilla según la estipulaba el testamento de la reina Isabel,
se garantiza la sucesión de don Carlos en los reinos hispánicos y se pasa a éste una renta anual de 20.000
escudos. Ver J. ZURITA, Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia,
Zaragoza, 1580, Libro VIII, capítulos XLV y XLVII (Edición de Angel Canellas López, Zaragoza, 1989).
90. Acta de los acuerdos de las Cortes de Madrid, 6 de octubre de 151 O (AGS., Pat. Real, leg. 70, fol. S)
(Publicado en CARRETERO ZAMORA: op.cit., pp. 87-90): " ... en caso que la dicha serenísyma reina de
Castilla fallesr;iere desta presente vyda... la administrar;ión y governar;ión del dicho católico rey en los
dichos reynos de Castilla, y de León, y de Granada, etc., durará fasta que! dicho dicho ylustrísymo
prinr;ipe de Castilla aya hedad de veynte e r;inco años".
91. Sobre el posible testamento de 7 de junio de 1515 ver A. de SANTA CRUZ, Crónica de los Reyes
Católicos. Edición y estudio de Juan de Mata Carriazo, Sevilla, 1951, Tomo II, capítulo LXV, p.302,
donde el rey dejaría la gobernación efectiva de sus reinos al infante don Fernando y Carlos conservaría
únicamente el título real pero sin ejercicio del poder. Sobre las consultas de don Fernando con sus con-
sejeros sobre la gobernación de los reinos ante su inminente mue1ie ver el capítulo LXX, p.332-336, de
la misma obra.
92. El 5 de enero de 1515 don Carlos fue emancipado por su abuelo Maximiliano, a petición de los
Estados Generales (que entregaron al emperador un considerable donativo, entre 100 y 150.000 florines)
y desde entonces empezó don Carlos a gobernar "personalmente" sus estados borgoñones. De hecho todo
había sido una maniobra de su privado, el señor de Chievres, para apartar del gobierno a doña Margarita
de Austria, y ser él el nuevo hombre fuerte del mismo.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 179

regencia castellana de don Fernando, por lo cual se mandó desde Bruselas a un


embajador extraordinario, Adriano de Utrecht, deán de San Pedro de Lovaina
y preceptor de don Carlos, cuya misión era garantizar la herencia hispánica de
don Carlos. Fernando aceptó dar garantías (y dinero) y a cambio Carlos acep-
tó que gobernara Castilla hasta su muerte, incluso aunque muriera doña Juana,
todo lo aceptó Adriano ya que el rey Fernando estaba ya a las puertas de la
muerte y este convenio beneficiaba más que a nadie a don Carlos.

En cualquier caso, al final de sus días, el rey decidió mantener sus com-
promisos y en su último testamento (Madrigalejo, 22 de enero de 1516) ratifi-
có los pactos anteriores y nombró a don Carlos Gobernador y Administrador de
los reinos de Castilla y León en nombre de su madre, la reina doña Juana, y
entretanto llegara a ellos se encargaría del gobierno el Cardenal Cisneros, arzo-
bispo de Toledo, primado de las España y canciller mayor de Castilla.

b) En la Corona de Aragón

Aquí la situación era mucho más compleja, cuando en 1498 los Reyes
pidieron a las Cortes de Aragón que juraran como heredera a su hija Isabel,
reina de Portugal; se habían negado con poderosos argumentos 93 , que llevaron
a los Reyes a enfrentarse a las Cortes, y durante esas negociaciones murió la
princesa Isabel de parto. Las mismas Cortes no pusieron ninguna dificultad en
jurar como sucesor al hijo varón recién nacido de la difunta, don Miguel de
Portugal. Si se hubiesen seguido los mismos criterios en 1502 entonces don
Carlos debería haber sido jurado heredero como hijo varón de doña Juana, la
primogénita del rey, pero don Fernando, alegando la excepcionalidad de la
situación y la conveniencia de mantener la unión de las Coronas, pidió que se
jurara como heredera a su hija doña Juana.

93. Para estas impmiantes deliberaciones ver ZURITA: op.cit., libro III, capítulo XXIV y XXX. Ver
también R. del ARco, "Cortes aragonesas de los Reyes Católicos" Revista de Archivos, Bibliotecas y
Museos, LX (1954), pp.89-90 y sobre todo A. GARCÍA GALLO, "El derecho de sucesión al trono en la
Corona de Aragón" en Anuario de Historia del Derecho Español, XXXVI (1966).
180 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Las Cortes, a pesar de la oposición de algunos de sus miembros (en espe-


cial don Luis de Híjar, conde de Belchite) aceptaron la propuesta del rey, pero
el Arzobispo de Zaragoza, en nombre de las Cortes, expresó firmemente que
este juramento no podía sentar jurisprudencia, manteniéndose los Fueros y
libertades del reino 9\ es decir que sin modificar de modo expreso el derecho
vigente sobre la sucesión, las Cortes reconocen como heredera a doña Juana,
no en virtud de la ley o del testamento paterno, sino por un pacto formal entre
las Cortes y el rey, ratificado mediante el juramento de doña Juana y el de las
Cortes. Así el juramento de las Cortes de Aragón y el de las de Cataluña (1503)
reconoce a doña Juana como heredera, y futura reina, siempre y cuando don
Fernando no tuviera con posterioridad hijos varones 95 • Doña Juana juró en per-
sona los fueros y libertades de Aragón y fue reconocida heredera, pero en
Cataluña lo hizo en su nombre el rey don Fernando como su procurador, por
ello doña Juana quedaba obligada a jurar personalmente la primera vez que
estuviera en el Principado, por lo cual hasta que no lo hiciera no podría ejercer
jurisdicción alguna ni por sí ni por otra persona; y en caso de negarse a jurar se
declararía nulo su reconocimiento como heredera. Igualmente se aprecia, en
contra de la tradición aragonesa, que en este juramento se anula políticamente
al marido de la futura reina, de hecho en el catalán ni tan siquiera se le men-
ciona, y tampoco se menciona al hijo varón primogénito de la heredera, don
94. "la Corte y quatro bra<;os con la reverencia que devían, protestavan que por la dicha jura no fues-
se causado perjuizio a los Fueros y libertades del Reino, antes aquéllas quedassen en la fuerza y valor" J.
de BLANCAS, Coronaciones de los Serenísimos reyes de Aragón, Zaragoza, 1641, libro 3, capítulo 20.
ÜARCÍA GALLO: op.cit., p.94, nota 181.
95. Fórmula del Juramento de las Cm1es de Zaragoza a la princesa dofí.a Juana. (Referencia de
BLANCAS: op.cit., 1641, libro 3, capítulo 20, Publicada por GARCÍA GALLO: op.cit., doc.28):
"Que los quatro Bra<;os de la Corte general deste Reyno, avida entre si deliberación y diligente examen,
por ellos y por sus sucessores juravan por Dios sobre la Cruz de Nuestro Señor J esu Christo y los Santos qua-
tro Evangelios delante dellos puestos, y por ellos y cada uno dellos manualmente tocados, a la Ilustrísima
Señora Doña Juana, Princesa y Archiduquesa, primogénita, f¡ja legítima y natural del Señor Rey, que la tení-
an y tendrían, avían y avrían en y por primogénita de Aragón durante la larga y bienaventurada vida del Señor
Rey, y después de sus bienaventurados días, en Reina y por Reina y Señora suya natural, y que como a tal la
obedecerían y guardarían fidelidad de la manera sobredicha, como vasallos naturales devían y eran tenidos,
y assí mesmo al Ilustrísimo Señor Don Felipe, Príncipe, Archiduque de Austria y Duque de Borgoña, como
a legítimo marido de la dicha Ilustrísima Doña Juana, durante el dicho matrimonio tan solamente. Mas si a
Nuestro Señor Dios placía dar al Señor Rey fijo o fijos masclos legítimos y de legítimo matrimonio procrea-
dos, que aquella jura y actos en ella contenidos fuessen avidos por no hechos".
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 181

Carlos, que por ley debería haber sido el sucesor. Por todo lo anterior el reco-
nocimiento de doña Juana en la Corona de Aragón es una excepción que se
hace, con manifiesto disgusto, únicamente para mantener la unión con Castilla,
una constante en la política del rey Fernando hasta este momento 96 •

Debido a la política profrancesa de Felipe el Hermoso y a su intento de


desplazar a Fernando de Castilla, el rey de Aragón decidió acercarse a Francia
e intentar salvar una de sus conquistas más queridas, el reino de Nápoles,
casándose para ello con la sobrina97 del rey Luis XII, Germana de Foix (18 de
marzo de 1506), con la cual tuvo un hijo, el príncipe Juan (3 de mayo de 1509),
que murió poco después de nacer98 , pero formalmente podía conllevar la anu-
lación del juramento realizado a doña Juana en la Corona de Aragón, aunque
nadie en ese momento lo planteó de forma expresa.

En su testamento don Fernando deja como heredera universal de sus esta-


dos a su hija doña Juana, considerando por tanto válido el juramento de 1502,
y además nombraba a su nieto Carlos como Gobernador General de todos sus
estados, y hasta que ll~gase físicamente a ellos encargaba del gobierno de los
mismos a su hijo natural don Alonso, arzobispo de Zaragoza, nombrado para
ello Lugarteniente General de la Corona de Aragón.

96. GARCÍA GALLO: op.cit., pp. 94-95.


97. La novia era hija de María de Orleans (hermana de Luis XII), y además sobrina nieta de su futu-
ro marido, ya que su padre, Juan de Foix, Vizconde de Narbona, era hijo de la reina Leonor de Navarra,
hermana de padre de don Fernando, siendo ambos hijos del rey Juan II de Aragón.
98. El cortesano Pedro Mátiir de Anglería escribió lo siguiente al Conde de Tendilla sobre el naci-
miento del hijo del Rey. Tordesillas, 14 de mayo de 1509 (Publicada en P. MARTIR DE ANGLERIA,
Epistolario. Estudio y traducción de José López del Toro, Madrid, 1953-1957; tomo II, carta 414, pp. 281-
282): " ... la Reina Germana ha dado a luz un varón de su marido, nuestro Rey, el día 3 de mayo, pasado
el medio dia cerca de media hora, en el punto en que Saturno - devorador de sus hijos - con el signo de
Virgo se asoma al horizonte oriental. La criatura no llegó a vivir una hora siquiera. Unicamente sirvió
al rey de esperanza en una nueva prole"; y ZURITA: op.cit., Libro VIII, capítulo XXXVIII, escribe: "murió
el príncipe Juan su hijo que parió la reina doña Germana en Valladolid el día de Santa Cruz de mayo de
este año, y vivió pocas horas... Fue depositado en el monasterio de San Pablo y de allí le llevaron des-
pués al monasterio de Poblet, a donde se solían sepultar los reyes de Aragón, y fue el último príncipe que
nació sucesor en sola la corona de estos reinos".
182 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

8. La situación jurídica de Don Carlos tras la muerte del Rey Católico.

a) En la Corona de Castilla

1.- El gobierno de la Corona

Tras la muerte del rey el poder en Castilla debía quedar en manos del
Cardenal Cisneros, pero inmediatamente el embajador del Príncipe, Adriano,
deán de Lovaina, expuso que disponía de poderes firmados por don Carlos
encargándole el gobierno del reino hasta su llegada. Cisneros se negó a acep-
tar los poderes de Adriano, alegando el testamento de doña Isabel, que además
de organizar el gobierno en nombre de la reina Juana negaba expresamente a
los no naturales del reino la posibilidad de ejercer oficios en él, pero para sol-
ventar las diferencias decidieron pedir la opinión de don Carlos y mientras
tanto ambos gobernarían y firmarían juntos las órdenes residiendo en Madrid.

Don Carlos respondió el 14 de febrero en una carta dirigida al Presidente


y Consejo de Castilla indicando que el gobierno debía ejercerse como lo había
dispuesto el Rey Católico 99 , quedaba por tanto Cisneros como único gobernan-
te, aunque se mantenía la posición de preeminencia del deán de Lovaina, que
continuó viviendo con el cardenal, asistiendo a todas las juntas y firmando,
ahora en calidad de embajador, la mayoría de los actos de gobierno 100, pero este
respaldo no evitó que desde Flandes se enviaran más embajadores, primero a
Charles de Poupet, señor de La Chaulx y luego a M.Amerstoff, con el fin de
"aconsejar" al cardenal sobre los asuntos de gobierno, aunque el viejo francis-
cano supo en todo momento mantener su autoridad y prerrogativas sin consen-
tir imposiciones de los "embajadores" flamencos.

99. Ver P. de SANDOVAL, Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V, BAE, tomo 80, Madrid,
1955, libro II, capítulo m, pp. 75-76 (cartas completas); y A. de SANTA CRUZ, Crónica del Emperador
Carlos V, Madrid, RAI-l, 1920, capítulo XXVII, pp. 102-103.
1OO. Pero Cisneros aún recabó de Carlos que le reconociera más explícitamente sus poderes a través
de Diego López de Ayala (abril) y desde Bruselas don Carlos le envió (5 de junio) el documento reque-
rido que le daba facultades amplísimas de gobierno que el Cardenal pronto utilizaría sin ninguna corta-
pisa. Ver CoNDE DE CEDILLO: El Cardenal Cisneros. Gobernador del Reino, Madrid, 1921-1928, pp.93-
95, donde se copia el documento.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 183

2.- La toma del título de Rey

Los flamencos deseaban consolidar la posición de Carlos y le acuciaban a


tomar el título real, siendo apoyados en esta idea por el emperador
Maximiliano y el papa León X 101 • Esta actuación sería claramente ilegal, los
testamentos reales y los juramentos de las Cortes precisaban que don Carlos
fuese únicamente Gobernador del reino y sólo rey a la muerte de su madre, por
lo cual la noticia fue muy mal acogida en Castilla102 , e igualmente dentro del
Consejo, que escribió una larga carta a don Carlos (4 de marzo) instándole a no
tomar dicho título por no darle más poder del que tiene como gobernador y sí
en cambio le puede restar honor y reverencia a su madre la reina 103 , pero don

101. De hecho desde Flandes se negoció con Roma la obtención de una Bula papal que legitimara el
título real de Carlos, consiguiéndola el 1 de abril de 1517, dicha Bula, Pacificus et aeturnus, concedía el
título de "Rex Catolicus" a Carlos como legítimo heredero de los Reyes Católicos sin mencionar para
nada a doña Juana (Publicada en Bullarum diplomatum et privilegiorum sanctorum romanorum pontifi-
cum, tomo V, Turín, 1860, n° XXVI, pp. 691-692). Inmediatamente la propaganda política empezó a fun-
cionar y los artistas retrataron a Carlos como rey católico, primero Daniel Hopfer en un aguafuerte (con-
servado en el Gabinete de Estampas de Bruselas), y luego en una medalla augurando el feliz reinado del
nuevo monarca (conservada en el Palacio Real de Madrid). Ver M. RUIZ TRAPERO, J. de SANTIAGO
FERNÁNDEZ, J.Ma de FRANcrsco OLMOS, Catálogo de la Colección de Medallas Españolas del Patrimonio
Nacional, tomo I, de Carlos 1 a Fernando VII (1516-1833), Madrid, 2003, medalla n° 1.
102. Veamos la carta que Pedro Mártir de Anglería escribió a Luis Marliano, consejero, médico y hom-
bre muy cercano a don Carlos sobre este asunto, Madrid, 28 de febrero de 1516 (Publicada en MARTfR DE
ANGLERÍA: op.cit., tomo III, carta 568, pp.221-222): "Pero oigo por ahí que estando ausente, sin consul-
tar al pueblo y aun viviendo su madre, se le quiere llamar Rey de las Españas, no sé si oportuna o ino-
portunamente. Es el heredero, en efecto. Todos lo confiesan. Pero niegan que haya habido la costumbre
de dar el nombre de Rey mientras viviera todavía el posesor, fuera masculino o femenino, a uno que está
ausente, de una manera especial, o aun presente, sin haberse reunido las Cortes del Reino. ¡Oh!- dirás
-, va a gobernar en sustitución de su madre inválida, y a ello accede el pueblo, pero dicen que lo puede
hacer con su título legítimo de Príncipe. Para evitar odios, el Rey Católico, al morir su esposa, se des-
pojó del titulo de Rey de Castilla, porque no le pertenecía en derecho. Suscitaréis la odiosidad contra el
joven, si tal hiciéreis los que estáis encargados de su educación ... Tengo oído que los aragoneses, valen-
cianos y catalanes, que son mucho más liberales que los castellanos y que nunca consintieron se que-
brantasen sus leyes municipales, protestan de estos rumores y públicamente confiesan que darán la nega-
tiva, si es que se les pide su autorización".
103. SANDOVAL: op.cit., libro II, capítulo IV, pp. 77-79; y SANTA CRuz: Crónica del
Emperadocop.cit., capítulo XXVIII, pp. 108-110: " ... teniendo como Vuestra Alteza tiene tan pacifica-
mente sin contradición estos reinos, que en e_feto desde luego libremente son vuestros para mandar en
184 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Carlos no atendió a razones, y tras celebrarse solemnemente las exequias del


rey Fernando en la catedral de Santa Gudula de Bruselas (14 de marzo) los
heraldos gritaron: "Vivan los católicos reyes doña Juana y don Carlos su hijo.
Vivo es el rey, vivo es el rey, vivo es el rey"; y en un mensaje dirigido al
Gobernador, Consejo, Chancillerías, ciudades y villas fechado el 21 de marzo
les informa de su voluntad de titularse reyl 04 • El Consejo volvió a estudiar el
asunto y a pesar de que Cisneros era personalmente contrario decidió apoyar la
voluntad de don Carlos para afianzar su poder, y por ello convocó a una junta
a los grandes, prelados y letrados, encargándose el doctor Galíndez de Carvajal
de defender los deseos de don Carlos 105 , que muchos no aceptaron, pero al final
Cisneros impuso su criterio e informó al reino de la decisión de don Carlos (3

ellos alto y bajo,· y como Vuestra Altezafitere servido, no hay necesidad en vida de la reina nuestra seño-
ra, vuestra madre, de se intitular rey, pues lo es. Porque aquello sería disminuir el honor y reverencia
que se debe por ley divina y humana a la reina nuestra señora, vuestra madre, y venir sin fruto ni efeto
ninguno contra el mandamiento de Dios, que os ha de prosperar y guardar para reinar por muchos y lar-
gos años. Y porque por el fallecimiento del Rey Católico, Vuestra Alteza no ha adquirido más derecho
cuanto a esto que tenía antes, pues estos reinos no eran suyos ... Tenga Vuestra Alteza bienaventurada-
mente en vida de la muy poderosa reina nuestra señora, vuestra madre, la gobernación y libre disposi-
ción y administración de estos reinos, que ella no puede ejercer, ayudándola, que con verdad se puede
decir reinar, pues todo plenamente es de Vuestra Alteza. Y por el temor de Dios y honor que hijo debe a
su madre, haya por bien dejarle el título enteramente pues su honor es de Vuestra Alteza para que des-
pués de sus días, por muy largs tiempos gloriosamente goce Vuestra Alteza de todo".
104. Cédula enviada al Concejo de Madrid puede verse en J. AMADOR DE LOS Ríos, Historia de la Villa
y Corte de Madrid, Madrid, 1862, tomo II, p.334 (en nota). También en SANTA CRuz: Crónica del
Emperador. .. op.cit, capítulo XXIX, pp. 112-113. " ... Determinado e persuadido por nuestros muy Santo
Padre e por la magestad del Enperador mi Señor, e por otras justas exortm;iones de varones excelentes,
prudentes e sabios, e aun por algunas provim;ias e señorios dela dicha nuestra subr;esion,- e aun por que
algunos no tomavan bien el acrer;entamiento que dello se nos seguia,- convino que, juntamente con la
Catolica Reyna mi Señora e Madre, yo tomase nombre e titulo de Rey, e asy se a fecho, syn hazer otra
ynovar;ión, questa es mi determinada voluntad. Por ende acordé de os lo hazer saber, non para otra cosa
syno por que sé que avreys de plaze¡~ e para que sepays las causas e razones que uva e las ner;esidades
que ay. Sobre lo qua! el Reverendisimo Cardenal Despaña e nuestro Embaxad01~ o qualquier dellos os
hablará e escrivirá mas largo de mi parte, dades entera fe y creenr;ia".
105. Ver SANDOVAL: op.cit., libro II, capítulos V y VI, pp. 80-82; y SANTA CRuz: Crónica del
Emperad01~ .. op.cit., capítulo XXIX, pp. 113-117. El largo discurso repasaba los precedentes, haciendo
especial hincapié en los casos castellanos de doña Urraca y su hüo Alfonso VII Raimundez, y de doña
Berenguela y su hijo Fernando III el Santo.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 185

de abril)1° 6 , así las ciudades fueron aceptando la orden, Madrid (corte del
Cardenal) alzó pendones por doña Juana y don Carlos el 11 de abril 107 , y otras
pronto siguieron su ejemplo 108 , después se informó al reino del nuevo protoco-
lo a seguir (13 de abril) en la intitulación real 109 ,

106. Cédula enviada al Concejo de Madrid puede verse en AMADOR DE LOS Ríos: op.cit. tomo TI, pp.
332-333 (en nota 4). "Muy virtuosos Señores: el muy alto e muy poderoso Rey don Carlos, nuestro Señor,
a sido consejado y persuadido por nuestro muy Santo Padre y por el Enperador su abuelo, y por los otros
Reyes y potentados de la Cristiandad, que devia yntitularse el solo Rey, como hijo primogenito, subc;esor
asy destos reynos, como de todos los otros que son de su subc;esion, pues lo podía hazer, y por que por
esta vía les paresc;e que la ynstanc;ia que sobresto le a sido fecha con mucha ynportunac;ion y le an sido
representados muchos ynconvinientes que de no lo hazer se podrian seguir; mas su Alteza mirando mas
a lo de Dios y al honor y reverem;;ia que deve a la muy alta e muy poderosa Reyna doña Juana su madre,
que al suyo propio, no ha querido ni quiere ac;etarlo, sino juntamente con ella, y anteponiéndola en el
titulo y en todas las otras cosas e ynsinias reales, pagando la debda que como obidiente hijo deve a su
madre porque meresca aver su vendic;ion y de los otros sus progenitores; moviendose a esto solamente por
el servic;io de Dios y bien publico y por la autoridad y reputac;ion tan nec;esaria a estos reynos y a todos
los otros de su subc;esion. Y para ayudar a la Reyna nuestra Señora su madre a llevar la carga e traba-
xo de la governac;ion e administrac;ion de lajustic;ia en ellos, y por otras muchas justas e razonables cab-
sas, quiere y le plaze de se juntar con su Alteza y tomar la solec;itud de la governac;ion y en nombre de
Dios Todopoderoso y del Apasto! Santiago guiador de los reyes de España, entitula e llama e yntitulará
e llamará Rey de Castilla y de los otros reynos de su subc;esion, juntamente con la muy alta e muy pode-
rosa la Reina doña Juana su madre; todavya dandole la prec;edenc;ia y honor en el titulo y en todas las
otras ynsinias e preminenc;ias reales, como dicho es, con yntenc;ion e firme proposito dela ovedec;er y aca-
tar y honrar en todo como a Madre e reyna e Señora natural destos reynos. Sobre lo qua! os escrive su
Alteza, remitiendo la creenc;ia a lo que de su parte nos dixeremos, como por su carta vereys. Y asy por
vertud de la dicha creenc;ia voslo hazemos saber, c;ertifzcandos asy mismo que por el amor que tiene a
estos reynos y por el benefic;io dellos, toma trabaxo de ac;elerar su partida para venir muy presto a ellos.
De Madrid, a tres dias del mes de abril de MDXVI años. Vuestro F Cardinalis. - Adrianus anbassator".
107. El Acta del Alzamiento de pendones del Concejo de Madrid puede verse en AMADOR DE LOS Ríos:
op.cit., tomo II, pp. 336-337 (en nota)." ... E luego el dicho teniente dixo trez vezes: Castilla, Castilla,
Castilla, por la muy alta e muy poderosa Católica Reyna doña Juana, e por el muy alto e muy poderoso
Católico Rey don Carlos, su hijo, nuestros naturales Señores ... "
108. Aunque en algunos lugares se pusieron objeciones, así Zamora no alzó pendones hasta el 18 de
mayo, tras recibir varios requerimientos del cmTegidor y nuevas cmias del Cardenal.
109. Que sería: "Doña Juana y su hijo don Carlos, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón, de las
Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de
Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algecira, de
Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas, India y Tierra Firme del mar Océano, Condes de
Barcelona, señores de Vizcaya y de Malina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Ruisellón y de
Cerdaña, marquese de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria, duques de Borgoña y de Brabante,
condes de Flandes y de Tiro!. etc."
186 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

3.- El partido del infante don Fernando

Era el nieto preferido del rey Fernando y estuvo a punto de alterar la suce-
sión en su nombre, e incluso de nombrarle gobernador de los reinos, pero al
final se limitó a hacerle importantes donaciones testarnentarias'' 0 , aunque no los
maestrazgos de las órdenes, corno se le había propuesto. En cualquier caso los
altos dignatarios de la Casa del Infante no se resignaron y empezaron a cons-
pirar, parece ser que apoyados por la reina doña Germana de Foix, por lo cual
don Carlos y Cisneros terminaron por cambiar el personal de la Casa del
Infante (septiembre 1517)'", que pronto saldría hacia los Estados Patrimoniales
de la Casa de Austria para no volver a España 112 •

4.- El reino de Navarra

Fue la última conquista de Fernando el Católico ( 1512), que para asegurar


su defensa vinculó su sucesión a la de Castilla. El expulsado rey Juan de Albret
lo invadió en 1516 y Cisneros lo defendió nombrando al duque de Nájera virrey
y capitán general, que convocó a los tres estamentos del reino (mayo) para que
juraran que recibirían a don Carlos corno rey y natural señor, prometiéndole
fidelidad, aunque el asunto de Navarra tenía derivaciones internacionales que
en esos momentos don Carlos estaba sopesando, por lo cual su futuro aún no
estaba claro, ya que dependía del rumbo que tornaran sus relaciones con

11 O. Don Fernando le donó las ciudades y tierras de Tarento en la provincia y tierra de Otranto, Cotán,
la Matera y Tropea en la provincia de Calabria, y Galípoli en la provincia y tierra de Bari, en el reino de
Nápoles, con todas sus fortalezas, puertos, ténninos y montes, jurisdicción civil y criminal, etc ... ; así
como las rentas de fuegos y sales de las provincias de Calabria citra et ultra en el dicho Reino, y cin-
cuenta mil ducados anuales corrientes de moneda del dicho Reino para su mantenimiento.
111. Hay una interesante cmia de Carlos I a su hermano fechada en Middelburg el 7 de septiembre de
1517 recriminándole su comportamiento, con el que autorizaba la conspiración de algunos de sus servi-
dores y las medidas que iba a tomar, de las que también informa a Cisneros. M. FERNÁNDEZ ÁLVAREZ,
(Ed.): Corpus Documental de Carlos V, I (1516-1539), Salamanca, 1973, cartas XII y XIII, pp.71-74.
112. SANDOVAL: op.cit., libro III capítulo 1, pp. 118-120. Ver también J. MARTÍNEZ MILLÁN, Dir.): La
Corte de Carlos V, (Tomo 1), Madrid, 2000, sobre la Casa del Infante don Fernando, pp. 146 y siguien-
tes. Curiosamente don Fernando, educado en Castilla, terminaría siendo emperador y creando la rama de
la Casa de Austria que gobernó en Viena y gran pmie de centroeuropa hasta 1918.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 187

Francia en otros asuntos (Borgoña, Nápoles, etc .. ): de entendimiento o enfren-


tamiento113.

b) En la Corona de Aragón

1.- El gobierno de la Corona

En su testamento don Fernando había nombrado a Carlos Gobernador


General, título de gobierno que tenían por ley únicamente los primogénitos de
la Corona tras jurar los fueros, dejando la administración de los reinos hasta la
llegada del príncipe al arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, nombrado
además Lugarteniente General. Estas previsiones no eran sino papel mojado al
no haber contado con las Cortes, ya que al menos eran de dudosa legalidad.

Cuando el Arzobispo convocó al Justicia y los letrados del Consejo para


que se ejecutase el testamento del rey y se ratificasen sus poderes se encontró
con la oposición frontal del Justicia Lanuza, alegando que sólo podía ser gober-
nador el príncipe heredero por lo cual el arzobispo no podía jurar el cargo ni
ejercer dicha autoridad. El pleito se llevó al Consejo y Audiencia Real de
Aragón que dictaminó a favor de los argumentos del Justicia, pero hizo saber
que el Arzobispo podría ejecutar el testamento y gobernar como curador de la
reina Juana, pero el Justicia volvió a impedir la toma de posesión alegando la
superioridad de los fueros sobre el testamento real (usó su derecho de veto),
declarando que no existía ninguna clase de autoridad en tanto no hubiese rei 1\
113. En la Paz de Noyon (13 de agosto de 1516) firmada entre Francisco I y Carlos I el asunto de
Navarra quedaba en suspenso (arbitraje de terceros), pero Carlos se comprometía a resolver el asunto con-
tentando a los Albret, algo que en Castilla fue rechazado de plano. Ver J. Ma de FRANCISCO OLMOS, "La
Moneda Navarra en la Edad Moderna, Problemas Documentales. Tipos y Leyendas, Revista General de
Información y Documentación, 10(2), 2000, pp.183-216.
114. Hay que recordar que los virreyes o lugartenientes generales cesaban por ley en el momento de
la muerte del monarca que los nombró, y no se podía nombrar un sustituto hasta que el nuevo monarca
no jurase oficialmente los fueros, ya que hasta ese momento ningún decreto real era válido. Para salvar
posibles vacíos de poder por esta causa se habilitó un mecanismo especial, la vice-regia, por el cual desde
el cese del virrey hasta el nombramiento constitucional de su sustituto, el ejercicio del gobierno quedaba
en manos del Gobernador del territorio, por ejemplo si no había virrey en Cataluña sería el Gobernador
de ese territorio el encargado de administrarlo hasta la llegada de las nuevas autoridades y el juramento
oficial del nuevo monarca.
188 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

defendiendo que el rey muerto no lo era, que doña Juana tampoco (impidió que
se alzaran pendones por ella) al quedar anulado el juramento de 1502 por el
nacimiento de un hijo varón de don Fernando en 1509, y por tanto el reino esta-
ba facultado para elegir libremente al nuevo soberano.

En la Corte de Bruselas, para complicar más las cosas, se decidió no apo-


yar al Arzobispo, aunque tampoco desautorizarle, simplemente dejaron pasar el
tiempo, pero los enfrentamientos, las banderías y sobre todo la revuelta sicilia-
na llevaron a don Carlos a apoyar el reconocimiento formal de los poderes del
Arzobispo como curador de la reina (13 de mayo), pero nada se pudo hacer al
decidir los cuatro brazos de Aragón dejar en suspenso el juramento y los jura-
dos de Zaragoza rechazaron prestarlo, por lo cual el Arzobispo se quedó sin
ninguna fuerza legal para imponer la paz y asegurar la continuidad del gobier-
no, ya que desde Bruselas se decidió no actuar, tal vez aconsejados por el anti-
guo vicecanciller, Antonio Agustín, liberado de su prisión de Simancas (20 de
abril), bien acogido por Chievres en Bruselas y repuesto en su oficio de vice-
canciller de la Corona (28 de julio). Por tanto el gobierno de la Corona quedó
paralizado, al no haberse jurado al Arzobispo, la reina viuda Germana de Foix
seguía siendo Lugarteniente general de Aragón, Cataluña, Valencia, Rosellón y
Cerdaña, pero tampoco contaba con respaldo para ejercer sus funciones, por lo
tanto la Corona de Aragón entró en un marasmo burocrático con varios focos
de poder cuya influencia y capacidad variaban de día en día.

2.- La toma del título de Rey

Si en Castilla había dado problemas, en Aragón fue rechazada totalmente


ya que aún no se había decidido quién y sobre qué bases era el legítimo sobe-
rano de la Corona de Aragón, veamos los distintos puntos de vista:

El Justicia de Aragón, don Juan de Lanuza, niega que doña Juana sea la
heredera de la Corona, al quedar invalidadoeljuramento de 1502 por el naci-
miento del príncipe Juan en 1509, y por tanto ta~poco reconoce la posición de
Alonso de Aragón como gobernador, defendiendo que la sucesión debe ahora
realizarse conforme a Derecho.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 189

La Diputación del Reino sí acepta como heredera a doña Juana, pero como
estaba incapacitada mentalmente no podía jurar los fueros y por tanto tampoco
podía ejercer jurisdicción (según lo ordena el Fuero de Calatayud de 1461), por
lo cual debía proclamarse rey a don Carlos, quedando doña Juana excluida de
la sucesión totalmente.

Los que querían a las Coronas separadas, tanto en el interior, como en el


exterior, defendían las ideas que expresó Francisco I de Francia en la Junta de
Noyon (1516) y repitió ante Chievres, representante de don Carlos, haciéndo-
le ver que en Aragón había miembros de la Casa Real con mejor derecho que
él, al ser descendientes por vía de varón de los reyes (los Duques de Segorbe)
y que Francia podría apoyar sus reivindicaciones "por estar la razón de su
parte" lis.

Pero en realidad había acuerdo sobre que don Carlos debía ser el soberano,
pero antes se debían arreglar las sutilezas jurídicas y salvar los Fueros y liberta-
des de los reinos, por lo cual no le reconocen inmediatamente como rey de
Aragón, aunque sí de Castilla, por lo que siempre le escriben con el tratamiento
de "Rey Príncipe, nuestro señor" y le consultan sobre asuntos del gobierno,
advirtiéndole que sólo las Cortes generales pueden solucionar el tema de la suce-
sión y decidir sobre la validez de los argumentos de las partes, por lo cual todo
se pospone hasta la llegada de don Carlos a la península 116 • L]ama la atención un
hecho que nos cuentan varias fuentes y es que todas las órdenes, despachos y
mandatos que enviaba don Carlos a la Corona de Aragón firmando como prínci-
pe no se abrían y se guardaban hasta que fuera admitido como rey, y los que
enviaba con sólo el título del rey simplemente se devolvían 117 , por lo cual pode-
115. GARCÍA GALLO: op.cit.: pp. 100-1 Ü 1
116. GARCÍA GALLO: op. cit., pp. 103 y SS.
117. Carta de Pedro Má1iir de Anglería a Luis de Mendoza, Marqués de Mondéjar y a Pedro Fajardo,
Marqués de los Vélez, Madrid, 19 de julio de 1517 (Publicada en MÁRTIR DE ANGLERÍA: op. cit. tomo III,
carta 590, pp.267-269): "Escriben que los aragoneses y los la/etanos - vosotros los llamáis catalanes -
han enviado emisarios para saludar al Rey, pero no como a tal. Se niegan a llamarle Rey hasta que no
se encuentre presente en sus Cortes y en pública votación se decida si se le puede llamar Rey en vida de
su madre. No prestan oidos a ninguno de sus mandatos y tienen bien guardados los despachos reales, si
es que alguno reciben. Afirman que tienen la obligación de mantener en vigor los estatutos patrios y que
están dispuestos a obedecer cuando sea admitido como Rey, pero no de ninguna otra manera".
190 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

mos decir que don Carlos no ejercía ningún poder efectivo en la Corona de
Aragón.

9. Don Carlos y las Cortes (1518-1519).

Todos estos asuntos jurídicos se iban a aclarar con la llegada del rey a
España. El 8 de septiembre de 1517 salió de Flandes, llegando a las costas cán-
tabras el 19 del mismo mes, en esa época ya estaba muy enfermo Cisneros, y a
pesar de ello partió al encuentro de don Carlos, pero murió sin verle en Roa el ·
8 de noviembre de 1517. Desde este momento don Carlos se encargó de ase-
gurar todos los resortes del poder y de colocar en ellos a personas cercanas a
él, en especial los flamencos dirigidos por Chievres, dándoles incluso cartas de
naturaleza, con el fin de evitar el inconveniente de la prohibición de que los no
naturales tuviesen cargos y puestos de importancia en Castilla 118 •

a) Las Cortes Castellanas de Valladolid

Se convocaron para escuchar la voz del reino y obtener dinero para el


monarca, comenzaron en enero con muchas quejas de los procuradores, que no
reconocían a don Carlos el título regio que había asumido, siendo presididas
por el canciller Le Sauvage y el obispo de Badajoz, Pedro Ruiz de la Mota. En
cualquier caso, para lo que nos interesa a nosotros las Cortes aceptaron jurar
como rey de Castilla a don Carlos (8 de febrero de 1518), aunque con una sal-
vedad muy importante, y es que en el caso de que la reina doña Juana recobra-
ra la salud recibiría la gobernación del reino para ejercerla ella sola, luego le
concedieron un servicio de 600.000 ducados.

118. Adriano de Utrecht había sido nombrado obispo de Tortosa en agosto de 1516, y sería cardenal
en 1517; el mismo Chievres consiguió el nombramiento de contador mayor de Castilla, que vendió por
30.000 ducados al duque de Béjar; el sobrino de Chievres, Guillermo de Croy, de 19 años, recibió nada
menos que el arzobispado de Toledo; Laurent Gorrevod, gobemador de Bresse, recibió la primera licen-
cia para transportar cargamentos de negros a las Indias (en número de 4.000), que luego vendió a Alonso
Gutiérrez de Madrid y a los genoveses por 25.000 ducados, etc ... hay que recordar el dicho popular sobre
la codicia flamenca: "Guárdeos Dios 1 Ducado de a dos 1 que Monsieur de Xévres /no topó con vos".
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 191

Inmediatamente terminadas estas Cortes partió el rey para Aragón, llevan-


do con él al infante don Femando a quien mandó a Flandes (embarcó el 23 de
mayo) despidiendo a la mayor parte de su servidumbre castellana.

b) Las Cortes de la Corona de Aragón

l.- Las Cortes de Aragón

Los problemas comenzaron antes de empezar las reuniones, ya que en la


convocatoria de Cortes (30 de enero de 1518), realizada por don Carlos en
nombre de doña Juana y él mismo, las cita para jurar los Fueros y ser jurados
por ellas, y los diputados no encontraban razón en jurar al Príncipe en vida de
la Reina y empezaron a debatir y a enviar embajadas a don Carlos para encon-
trar un arreglo que no fue nada fácil ya que la Diputación insistía en que el jura-
mento de 1502 afectaba únicamente a doña Juana y ella sería recibida por reina
si juraba los fueros y no don Carlos, que lo sería sólamente como primogénito
heredero, es más le negaban la capacidad de convocar las Cortes 119 •

Era un callejón sin salida, don Carlos decidió entonces jurar él los Fueros
al entrar en Zaragoza, para poder así realizar actos de jurisdicción, pero la
Diputación también se opuso, a no ser que lo hiciera únicamente como prínci-
pe y señor y nunca como rey, lo cual hizo el 7 de mayo, y así pudo convocar
las Cortes. La "sesión real" del 20 de mayo fue muy tensa, ya que las Cortes
decidieron jurarle sólo si al mismo tiempo se juraba como heredero al infante
don Fernando, a lo que se opusieron los flamencos, y entonces los diputados
dijeron que sólo podrían jurarle como curador y administrador de los bienes de
su madre la reina. La ruptura parecía cercana, pero tras unas vivas discusiones

119. Carta de Pedro Mártir de Anglería a Luis de Mendoza, Marqués de Mondéjar y a Pedro Fajardo,
Marqués de los Vélez, Valladolid, 30 de diciembre de 1517 (Publicada en MÁRTIR DE ANGLERÍA: op.cit.,
tomo Ill, carta 605, pp.290-291): " ... Los aragoneses, requeridos por el Rey para que reunan las Cortes
del reino, han contestado que no hay nada que hacer con su mandato, supuesto que no es Rey, sino úni-
camente Príncipe Heredero. Que vaya y jure primero el cumplimiento de las leyes del reino, y luego será
proclamado Rey, si en verdad así puede llamarse, viviendo su madre. Mientras tanto, dicen, que a quien
corresponde convocar las Cortes del reino es a su Justicia Mayor. Estas son las noticias que vuelan con-
fusamente por el aire, estas son las que os envio".
192 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

se nombraron comisiones para negociar y al final se llegó a un acuerdo que


llevó a la jura del29 de julio de 1518 120 •

En este documento se salvaba el papel de doña Juana, a quien se recono-


cía como reina, y por tanto se reconocía la validez del juramento de 1502, pero
al no poder ella por su enfermedad jurar los fueros no puede ejercer jurisdic-
ción alguna y por tanto sólo tiene el título de manera nominal, casi únicamen-
te como transmisora de derechos a su hijo don Carlos, que sí es jurado como
rey efectivo al jurar él también los fueros, y sin ninguna cortapisa, ya que nada
se dice de la posible recuperación de la salud de doña Juana y de hecho los cro-
nistas aragoneses de la época y posteriores (Zurita, Argensola, Pedro Abarca)
reconocen que el título de reina de doña Juana es puramente nominal y ni tan
siquiera la incluyen en la nómina de los reyes de Aragón.

Tras nombrar, por fin, al Arzobispo don Alonso como lugarteniente gene-
ral de la Corona de Aragón, el séquito real partió hacia Cataluña, con un dona-
tivo de 200.000 libras que había obtenido de las Cortes. Durante esta estancia
murió el gran canciller Jean Le Sauvage (7 de junio) y fue reemplazado por el
piamontés Mercurino Gattinara.

2.- Las Cortes de Cataluña

Don Carlos entró en Cataluña y en Léridajuro los fueros el28 de enero de


1519 121 , para luego entrar triunfalmente en Barcelona el 15 de febrero, al día

120. GARCÍA GALLO: op.cit., pp.l86-187: "Havida entre nosotros deliberación, por nosotros y nues-
tros sucesores juramos por Dios sobre la Cruz de Nuestro Señor Jesu Christo y los santos quatro
Evangelios, delante de nosotros puestos e por nosotros e cada uno de nos manual y corporalmente toca-
dos, a vosotros los Muy Altos, Muy Cathólicos y Muy Poderosos Príncipes y Señores, Doña Juana y Don
Carlos, su hijo primogénito, por la gracia de Dios reyes de Castilla, de Aragón, etc.; por reyes y señores
nuestros conregnantes en el dicho Reyno de Aragón; e que vos havemos y tenemos, havremos y tememos
por reyes, en reyes y señores nuestros naturales, et que de aqui adelante obedeceremos e guardaremos
fidelidad a Vuestras Altezas, así como a reyes y señores conregnantes en el dicho Reyno, e como vasallos
naturales deben e son tenidos servir fidelidad y obediencia".
121. GARCÍA GALLO: op.cit., p.108: A este juramento se opusieron los Síndicos de la Diputación de
Cataluña y de la ciudad de Barcelona objetando que en este lugar no estaba representada toda Cataluña y
que debía hacerse en Barcelona, cabeza de su condado y del Principado de aquellos Estados, no pudien-
do ejercer jurisdicción hasta entonces.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 193

siguiente se abrieron las sesiones, tras aceptar don Carlos subsanar defectos de
forma en la convocatoria, jurando los Fueros en el Palacio Real y luego anu-
lando la convocatoria de Cortes por irregular y volviéndolas a convocar des-
pués, luego fue jurado junto con su madre utilizando la misma fórmula que los
aragoneses, siguiendo luego las Cortes en otros asuntos y cerrándose en enero
de 1520, tras entregar a don Carlos 300.000 libras. En este tiempo Barcelona
fue la capital de la política internacional al sucederse hechos trascendentales
como la muerte del emperador Maximiliano y la posterior elección de Carlos
como emperador 122 y la celebración del capítulo general de la orden del Toisón
de Oro en la catedral de Barcelona (5 de marzo).

La situación internacional llevó a don Carlos a no proseguir su gira por la


Corona de Aragón ya que necesitaba ir a Alemania con urgencia 123 , por lo cual
no pudo presentarse personalmente en las Cortes de Valencia, mandando como
su representante al cardenal Adriano de Utrecht, lo cual ocasionó de nuevo
problemas con las Cortes 12\ pero en cualquier caso el período de indefinición
122. Maximiliano murió el12 de enero de 1519 y tras muchas negociaciones y presiones, Carlos fue
elegido Rey de Romanos el 28 de junio de 1519 en Frankfort. Se dice que el costo de las exigencias de
los electores fue de 850.000 florines renanos, A. KoHLER, Carlos V, Madrid, 2000, p.67 y M. FERNÁNDEZ
ÁLVAREZ, Carlos V el César y el Hombre, Madrid, 1999, p.109. Unos 800.000 ducados castellanos. Sobre
esta Elección hay una Carta de Pedro Mártir de Anglería a Luis de Mendoza, Marqués de Mondéjar y a
Pedro Fajardo, Marqués de los Vélez, fechada en Barcelona el 7 de marzo de 1519 (Publicada en MÁRTIR
DE ANGLERÍA: op.cit., tomo III, carta 637, pp.354-355) en que dice: "El Papa y el rey francés están hacien-
do grandes promesas, cada uno por su parte, a los electores. Fuertes competidores tiene nuestro Rey.
Pensamos que los espíritus se orientarán hacia él, tanto por ser alemán como porque promete también
grandes cosas. Le costará mucho. No querrán los electores que se les vuelen de las manos -si se les ofre-
cen - las brillantes monedas de oro, principalmente si se sacan de Castilla, como me imagino pasará. Es
dulce y agradable este nuestro metal virgen, acuñado en formas hermosas y gratas a todos los humanos".
123. Pasando antes por Castilla para convocar Cortes y recoger el dinero necesario para sus asuntos
europeos, de hecho iba a pedir a las Cortes 300 millones de maravedís. Las Cortes de Santiago-La Coruña,
se inauguraron el 31 de marzo de 1520 y tras numerosas presiones y varias votaciones otorgaron un servi-
cio de 400.000 ducados, zarpando el Emperador el20 de mayo de 1520 con destino a Alemania donde fue
coronado el 23 de octubre de 1520 (Aquisgrán), dejando como regente al cardenal Adriano de Utrecht.
124. Como puede verse en diversas cartas de Pedro Mártir de Anglería, la primera a Mercurino
Gattinara, Gran Canciller, y a Luis Marliani, obispo de Tuy, tutores del Emperador, Valencia, 13 de
diciembre de 1519 (op.cit., tomo lll, carta 651, pp.375-376); la segunda a Pedro Fajardo, Marqués de los
Vélez, Valencia, 20 de diciembre de 1519 (op.cit., tomo III, carta 652, pp.376-378); y la tercera de nuevo
a Gattinara y Marliani, fechada el 2 de abril de 1520 (op.cit., tomo IV, carta 658, p.6).
194 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

jurídica de su condición en los reinos hispánicos, y en concreto en la Corona


de Aragón, prácticamente había terminado.

10. Las acuñaciones castellanas de don Carlos en los Países Bajos


(1517) 125

Tradicionalmente se ha venido diciendo que esta emisión se realizó para


pagar el viaje de don Carlos hasta la península, pero sin negar este hecho eco-
nómico concreto creo que su componente de propaganda política es tan fuerte
que merece ser destacado dentro de la problemática que ya hemos comentado
sobre la situación de don Carlos ante el gobierno de los estados peninsulares.

A) La Tipología de las Piezas

El anverso de las piezas de Real (Figura n° 12) muestra el escudo de armas


que ya habían utilizado sus padres desde que se convirtieron en los herederos
de los Reyes Católicos 126, en él se utilizó como modelo el cuartelado de Isabel
y Fernando (tal y como aparece en las monedas castellanas realizadas según la
Pragmática de Medina del Campo de 1497). El lugar de honor en este escudo
está reservado a Castilla-León, la Corona más importante y además propiedad
de la reina, que por ley lo gobernaba directamente, pues bien don Felipe acep-
tó este modelo y en el primer y cuarto cuartel colocó las armas completas de
doña Juana, heredera de las Coronas de Castilla y de Aragón y futura propieta-
ria de las mismas 127, mientras las suyas, al fin y al cabo "sólamente" rey con-

125. Ver A. de WITTE, Histoire monétaire des comtes de Louvain, ducs de Brabant et marquis du St
Empire Romain, Anvers 1894-1899; DASI, T.: Estudio de los Reales de a Ocho, Valencia, 1950, tomo I;
y ENNo VAN GELDER et Hoc: op. cit. Esta emisión en plata se hizo en la Casa de la Moneda de Amberes
(marca mano abietia) y en la de Brujas (marca lis) con 3.033 marcos y 2 onzas, con una ley de 895 milé-
simas y distribuyéndose en piezas de Real (peso de 3,43 grs) en un montante de 175.000; Medio Real
(1,72 grs) con 50.000; y Cuarto de Real (0,85 grs) con 25.000.
126. Y que se utilizó en las acuñaciones castellanas que don Felipe ordenó hacer en Amberes y Brujas
en 1505-1506.
127. Es decir un contracuartelado, en el primer y cuarto cuatiel aparece el tradicional cuartelado real
de Castilla-León, mientras en el segundo y tercero aparece el partido con las armas de Aragón y Aragón-
Sicilia, colocando en punta la granada, símbolo del recuperado reino de Granada, culminación de la
Reconquista.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 195

sorte y Duque de Borgoña y Archiduque de Austria, quedaban en el segundo y


tercero 128 • Además hay que recordar que la moneda que se estaba acuñando se
hacía según las normas castellanas y por tanto las armas de este reino debían
ocupar el puesto de honor, igual que en las armas que don Carlos acuñaba en
los Países Bajos sólo utilizaba las de su padre, que eran las que mostraban que
él era el gobernante de estos territorios.

Figura no 12: Real de plata

Sobre este escudo hay que hacer una salvedad y es que don Carlos no usó
en estos momentos las novedades heráldicas que sí había utilizado F emando el
Católico en sus últimos años, que consistieron en colocar de forma explícita las
armas de los reinos que había conquistado militarmente (Nápoles y Navarra) y
que le habían enfrentado en ambos casos con las armas francesas. Carlos optó
por no incluir estos reinos en sus escudos porque en estos momentos intentaba
hacer la paz con Francia, de hecho por el Tratado de Noyon (13 de agosto 1516)
Carlos aceptaba casarse con Luisa, hija de Francisco I de Francia, que llevaría
en dote los derechos franceses al reino de Nápoles, y además se comprometió
a indemnizar con justicia a los Albret por su expulsión de Navarra, por lo cual
no hubiera sido políticamente correcto expresar su dominio en estos territorios

128. Un cuartelado con las armas de Austria (1°), Borgoña moderna (2°), Borgoña antigua (3°) y
Brabante (4°), con un escusón central sobre el todo partido con las armas de Flandes y Tirol.
196 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

en sus armas 129 , además poco después el emperador Maximiliano firmó una
Liga de alianza (11 de marzo de 1517) con su nieto Carlos y su nuevo aliado
francés, al que se garantizaba la posesión del ducado de Milán.

En el anverso del medio real de plata (Figura n° 13) de nuevo se copiaron


las monedas de 1505-1506, colocándose las iniciales de los reyes bajo corona
real (motivo que se utilizó en los medios reales de los Reyes Católicos ajusta-
dos a la legislación de 1475), aunque ahora en vez de una corona sobre ambas
iniciales, cada inicial lleva corona propia.

Figura no 13: Medio Real de plata

Esta diferencia puede ser más importante de lo que a simple vista puede
parecer ya que en los tipos de 1475 y 1505 la reina propietaria "une" a su
gobierno al rey consorte (Fernando y Felipe), es decir la reina propietaria
"permite" a su consorte ciertas tareas de gobierno, pero en el caso de 1517
Carlos coloca una corona propia a su inicial, reforzando de esta manera su pre-
tensión de ejercer plenamente sus funciones como rey de hecho y de derecho

129. Otra cosa fue que debido a la hostilidad entre ambas monarquías y a las continuas guerras surgi-
das entre Carlos y Francisco, el primero decidiera con posterioridad utilizar las armas de Nápoles (cruz
de Jerusalén) y Navarra (cadenas) en su gran escudo imperial, precisamente como muestra documental
de su dominio sobre territorios que los fi·anceses reclamaban. Como puede verse en el gran escudo que
aparece en la Portada de la Edición comentada que de las Siete Partidas de Alfonso X hizo el Licenciado
Gregorio López, impresa en Salamanca en 155 5.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 197

en los reinos hispánicos, eso sí, salvaguardando el lugar protocolario de su


madre, por lo cual la inicial de la reina se coloca delante de la de su hijo.

En el caso del cuarto de real (Figura n° 14) también se copia el modelo


castellano del cuarto de real de 14 75, donde en cada cara de la moneda apare-
ce la inicial coronada de cada uno de los monarcas, tipo que se mantuvo en las
piezas de todos los metales de la reforma de 1497, el cuarto de excelente de
oro, el octavo de real de plata y la blanca de vellón.

Figura n° 14: Cuarto de Real de plata

Los reversos de las piezas de real y medio real son prácticamente los mis-
mos que los de las monedas ya comentadas acuñadas en 1505-1506, donde se
van a colocar símbolos puramente borgoñones, hay que recordar que Carlos fue
educado fundamentalmente en esta cultura y sociedad y estaba muy orgulloso
de la misma. Por una parte la Cruz de San Andrés (aspa), patrón del Ducado de
Borgoña, y el Toisón de oro, con su eslabón y pedernal, símbolos de la casa
ducal de Borgoña y su famosa orden de caballería, que al mismo tiempo fue-
ron la Divisa de Felipe el Hermoso 130 , con lo cual se mantenía la tradición de la

130. Aspa ecotada de San Andrés o de Borgoña con el eslabón brochante (rodeado de llamas) y el
Toisón pendiente, con el lema: "Qui vouldra". F. MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, La Heráldica Medieval
Española. La Casa Real de León y Castilla, Madrid, 1982, p.208.
198 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

moneda de plata de los Reyes Católicos de 1497, que colocaba también las
divisas de los Reyes (yugo y flechas) en su tipología de reverso; aunque la divi-
sa de Carlos ya no sería ésta sino las luego tan famosas Columnas de Hércules
con el lema Plus Ultra 131 •

Pero hay una diferencia significativa con respecto a las monedas de 1505-
1506, ya que en éstas, se añadieron al reverso las armas separadas de los reinos
de doña Juana: Castilla, León y Granada 132 , ya sean dentro de escudo coronado
(en el real) o exentos (medio real), indicando que doña Juana era la reina pro-
pietaria de los mismos, mientras que en esos momentos ella era únicamente la
presunta heredera de la Corona de Aragón, que seguía gobernando directa-
mente su propietario, Fernando el Católico, y que podía perder si éste se vol-
vía a casar y tenía un hijo varón; ahora estos matices ya no son necesarios, al
considerar don Carlos que su madre era la legítima heredera de ambas Coronas,
aunque los aragoneses no lo tuvieran tan claro, por tanto del reverso desapare-
cen las referencias expresas a los territorios hispánicos.

B) Las Leyendas monetarias

Siguen las normas que había impuesto don Carlos tras su decisión de auto-
titularse rey de Castilla, y de las cuales se informó al reino en la primavera de
1516, como ya hemos visto. En primer lugar aparece doña Juana como reina
propietaria de Castilla y en segundo lugar don Carlos, ambos como reyes efec-
tivos de Castilla y León, y luego aparece el título real aragonés, para terminar
con los patrimoniales de don Carlos, es decir el de archiduque de Austria y
duque de Borgoña, que protocolariamente también le correspondían a doña
Juana como viuda de don Felipe el Hermoso. Hay que destacar que en el caso

131. Recordemos que la divisa de don Carlos fue "inventada" por el milanés Luis Marliani, médico de
los duques Sforza de Milán y luego consejero de Maximiliano l y luego de su nieto Carlos, para terminar
su carrera siendo obispo de Tuy ( 1517-1521 ). Más datos sobre esta divisa en Fran¡;:ois MENESTRIER: Le
devise du Roy justifzeé, Paris, 1679; y en E. RosENTHAL: "The invention of the columnar device of
Emperor Charles V at the Court ofBurgundy in Flanders 1516", Journal ofthe Warburg and Courtauld
lnstituite, no 36, 1973, donde también analiza su posterior transformación.
132. Hay que decir que estos tres reinos son los únicos que se citan expresamente en el juramento que
reciben en las Cortes de Toledo de 1502.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 199

de Fernando el Católico y Felipe el Hermoso, ambos reyes consortes, sus nom-


bres aparecen siempre en las monedas castellanas delante de sus mujeres, las
reinas propietarias, pienso que siguiendo las normas religiosas y sociales del
momento, en las que la esposa debía "obediencia y sumisión" al marido, mien-
tras que en el caso que estamos tratando, el nombre del hijo aparece siempre
detrás del de su madre, muestra de nuevo del respeto a los progenitores, siem-
pre dentro del mismo contexto religioso y social 133 •

11. La Propaganda Política de la Moneda

Por todo lo anterior hay que enmarcar estas acuñaciones dentro del con-
texto de las múltiples dificultades jurídicas y políticas con las que se encontró
don Carlos para hacerse cargo de la herencia de los reinos hispánicos, y hay que
decir claramente que esta acuñación fue una de las bazas que utilizó para ello,
dando un golpe de fuerza frente a los que ponían trabas a sus deseos. Utilizó el
documento monetario para reafirmar la posición de su madre en la Corona de
Aragón, ya que en este estado importantes instituciones no aceptaban a doña
Juana como heredera de don Fernando, utilizando para ello maniobras legales
que consiguieron paralizar el gobierno de dicho territorio durante varios años.

Oficializó sin posible marcha atrás su situación como rey de Castilla, no


como gobernador, administrador, curador, o regente en nombre de su madre
(que el testamento de doña Isabel, don Fernando y las Cortes esperaban que uti-
lizara), sino como monarca por derecho propio (teóricamente junto a ella), algo
que había sido aceptado a regañadientes por el Consejo de Castilla y por
muchas ciudades, y que todavía las Cortes de 1518 tuvieron que ratificar, con
la cláusula de que si doña Juana recuperaba la salud ella debía ser la encarga-
da del gobierno y don Carlos debía cederla todo el poder.
133. En el caso de otras reinas propietarias no se encuentran acuñaciones conjuntas de la reina con su
hijo y heredero, aunque éste ejerciera el poder de forma efectiva. Es verdad que los ejemplos tienen
casuísticas distintas bastante complejas, pero en la Edad Media podemos citar al menos cinco casos de
reinas propietarias que tuvieron que ceder el ejercicio del poder, o parte de él, a sus hijos de una manera
u otra, tales como Urraca de Castilla con Alfonso VII, Berenguela con Fernando III el Santo, Petronila de
Aragón con Alfonso TI Ramón, Matilde de Inglaterra con Enrique II Plantagenet, y Melisenda de
Jerusalén con Balduino III.
200 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS

Al titularse rey de Aragón mandaba un mensaje tanto a las potencias


extranjeras (en especial Francia que estaba interesada en que la sucesión de esa
Corona se apartara de la castellana) como a los diversos grupos de poder de
dicho estado afirmando su convencimiento de ser el legítimo rey, y su derecho
a ejercer como tal, a pesar de no haber cumplido los trámites constitucionales
exigidos Guramento de los Fueros), que posteriormente se tuvieron que hacer
para conseguir un acuerdo, por el cual doña Juana tendría el título de Reina
pero nunca podría ejercer el poder efectivo, quedando éste para don Carlos,
aunque doña Juana sanara.

Consciente de la multiplicidad de los territorios que gobernaba, daba pri-


macía protocolaria a los reinos hispánicos (y dentro de ellos a Castilla), tanto
en el uso heráldico como en la titulación, siendo además en Castilla donde
mayor margen de maniobra tenía para gobernar sin cortapisas y poder sacar
hombres y dinero para el resto de sus empresas europeas, lo cual terminó por
"convertir" a don Carlos en castellano, pero sin olvidar nunca su herencia bor-
goñona como se aprecia en la simbología de estas piezas y en la introducción
en Castilla del ceremonial borgoñón, la orden del Toisón, etc.

Por tanto esta acuñación, de al menos dudosa legalidad en muchos aspec-


tos, fue el vehículo que utilizó don Carlos para expresar sus ideas sobre el
gobierno de los reinos hispánicos antes de su esperado desembarco en ellos,
dejando claro que no estaba dispuesto a ceder en lo básico, por una parte acep-
tación de doña Juana como heredera universal de los Reyes Católicos y por otra
su derecho a gobernar como rey en la totalidad de los reinos hispánicos sin cor-
tapisas, utilizando para ello como principal arma el uso de la regalía moneta-
ria, sin olvidar otros medios de propaganda (como medallas y grabados), y de
respaldo, como los que obtuvo del papa (nombramiento como Rey Católico) y
del Emperador.

12. Conclusiones

Como hemos visto la moneda no es un simple instrumento económico, o


un objeto "rutinario", sino que en su contexto se convierte en arma política de
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 201

primer orden, el estudio de la numismática, o más bien de la historia de la


moneda, no puede limitarse a una simple descripción de las piezas, ya que de
sus tipos y leyendas hay una verdadera declaración de principios en un docu-
mento público de primera magnitud, que oficializa sus contenidos como nin-
gún otro, cuya circulación e impotiancia era mucho mayor que cualquiera de
los otros que don Felipe o don Carlos pudieran haber utilizado.

El primero utilizó la acuñación para exigir sus derechos como rey consorte,
utilizando los mismos modelos castellanos de los Reyes Católicos, era una reivin-
dicación de derechos que parecía que le iban a ser hurtados por su suegro don
Fernando, y al final consiguió sus propósitos; luego don Fernando reivindicó su
papel político mantenimiento la acuñación de moneda castellana a nombre de su
esposa muerta, anulando fisicamente a su hija Juana, la reina propietaria. Don
Carlos no quiso conformarse con ser el gobernador de los reinos hispánicos en
nombre de su madre, como la ley y el testamento de su abuelo le exigían, sino que
dio un auténtico "golpe de estado" a distancia, en Bruselas, para proclamarse rey
de hecho de Castilla y Aragón, siempre manteniendo la preeminencia teórica de
su madre, y luego forzando a las autoridades legalmente establecidas a aceptar los
hechos consumados, que fueron legalizados a posteriori.

En todos los casos la moneda jugó un papel esencial en este complicado


período, siendo el vehículo de las aspiraciones de todos los protagonistas, ya
que su simbolismo estaba muy arraigado en la conciencia de los pueblos, y su
valor legal era indudable, siendo además el mejor método para llegar hasta el
más humilde de sus súbditos.

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