03 de Francisco PDF
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l. Introducción
Desde su creación en la cuenca del Mar Egeo en el siglo VII a.C., la acu-
ñación de la moneda fue un privilegio exclusivo del poder político, ya fuera de
una ciudad independiente o de un reino, y en Roma esta característica se acen-
tuó durante la época imperial, considerándose un derecho exclusivo del empe-
rador (regalia). En la Europa occidental la debilidad de las monarquías altorne-
dievales llevó a muchas de ellas a ceder este derecho de amonedación a los
exenciones a su pago ya que como dice el Fuero Viejo de Castilla (I,I,Ley 1a)
"la moneda, justicia, fonsadera y yantar el rey non los deve dar a ningund ome
ni las partir de sí, ca pertesnecen a él por razón de su señorio natural" 6 •
Como puede verse cuando los reyes consiguieron fortalecer su poder uno
de sus primeros objetivos fue la recuperación de la exclusividad de la acuña-
ción de moneda, ya que era el símbolo propio de la soberanía, y cualquiera que
aspirara a ella lo primero que hacía era acuñar moneda con su nombre para
informar a sus súbditos y a los estados vecinos sobre la persona que ejercía el
poder supremo o aspiraba a ello 7 •
13. Fernando GARCÍA-MERCADAL: Los Titulas y la Heráldica de los Reyes de España, Barcelona,
1995, p. 133.
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una voz única en política exterior, respaldada por un gran poder económico y
militar, capaz en un momento dado de utilizar tropas castellanas para defender
intereses aragoneses, como fue la expedición de Gonzalo Fernández de
Córdoba a Nápoles, donde tras la ocupación del territorio y la proclamación
oficial de Don Fernando como monarca de aquél estado, se acuñaron monedas
(1504) a nombre de Fernando e Isabel, con el título de "Reges Hispanie", uti-
lizando por primera vez este vocablo hispánico en un documento oficial, como
era la moneda, e indicando claramente cual era el objetivo político de los
monarcas 14 •
Para mantener la grandeza y poder del nuevo estado en Europa, sobre todo
frente a Francia, los Reyes Católicos necesitaban asegurar que todos sus terri-
torios permanecerían unidos tras su desaparición, un complicado problema ya
que ambas Coronas tenían leyes sucesorias distintas, veamos cronológicamen-
te el problema de la sucesión de ambas coronas 15 •
14. Sobre estas interesantes piezas napolitanas de 1504 ver José Ma de FRANCISCO OLMOS, "La mone-
da napolitana de Fernando el Católico. Documento propagandístico de la unidad de las Coronas" en
Revista General de Información y Documentación, volumen 11, n° 2, Madrid 2001, pp. 141-162.
15. Los hijos de los Reyes fueron Isabel (1470), Juan (1478), Juana (1479), María (1482) y Catalina
(1485).
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1498: las Cortes de Toledo juraron a la reina Isabel de Portugal como here-
dera de Castilla, y D. Manuel de Portugal confirmó todos los acuerdos que
otorgaban a su mujer todos los derechos como reina propietaria20 , siguiendo el
modelo de las capitulaciones de los Reyes Católicos.
19. Manuel era hijo del Duque de Viseu, hermano menor del rey Alfonso V, y se convirtió en rey de
Portugal a la muetie de su primo hermano, Juan U (1495), cuyo único hijo legítimo, Alfonso, había muer-
to en 1491, poco después de casarse con Isabel, primogénita de los Reyes Católicos. El rey Manuel insis-
tió en casarse con Isabel y los contratos se firmaron el 30 de noviembre de 1496, con un protocolo adi-
cional firmado el 11 de agosto de 1497, celebrándose las bodas con luto unos días después de conocerse
la muerte del príncipe Juan (4 de octubre de 1497).
20. RAH., Colección Salazar y Castro A-1 O, fol.37.
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rnoniales con gran rapidez21 , además ese año también se celebra el desposorio
de la infanta Catalina con el príncipe Arturo de Gales, heredero de Inglaterra22 •
21. Tras cortas negociaciones los acuerdos se firmaron en Sevilla el 20 dé mayo de 1500, recibiendo
María una dote de 200.000 doblas de oro, y el 24 de agosto se celebró el matrimonio por palabras de pre-
sente, teniendo lugar las bodas el 30 de octubre en Alca<;er do Sal. Tuvieron numerosos hijos: Juan ( 1502),
Isabel (1503), Beatriz (1504), Luis (1506), Fernando (1507), Alfonso (1509), Enrique (1512) y Eduardo
(1515). Los dos mayores se casaron con sus primos hermanos, hijos de doña Juana y Felipe el Hermoso,
la infanta Catalina y el príncipe Carlos de Gante.
22. Cuyo compromiso matrimonial ya se había firmado el 1 de octubre de 1496 con el beneplácito del
rey Enrique VII, que quería reforzar las relaciones políticas y sobre todo comerciales con Castilla, cele-
brándose los desposorios por palabras de presente en Londres el 19 de mayo de 1499, celebrándose la
boda en noviembre de 1501, muriendo el joven Arturo en abril de 1502.
23. El arzobispo de Zaragoza, en nombre de las Cortes, dijo al Rey que "la Corte y quatro bra<;os con
la reverencia que devian, protestavan que por la dicha jura no fuesse causado perjuicio a los Fueros y
libertades del reino, antes aquéllas quedassen en la fuerza y valor". A.GARCÍA GALLO: "El derecho de
sucesión del trono en la Corona de Aragón" en Anuario de Historia del Derecho Español, tomo XXXVI,
Madrid, 1966, p. 94.
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doña Blanca, después de nombrar heredero universal de todos sus bienes a su hijo Carlos, le pedía que no
tomara los títulos que le pertenecían por derecho sin la benevolencia y bendición del rey su padre, al que
debía honor, vía por la cual Juan II siguió gobernando Navarra en detrimento de los derechos de su hijo.
Ver José María de FRANCISCO OLMOS: "Juan II de Aragón y el nacimiento del Príncipe Juan. Consejos
políticos a Fernando el Católico" en En la España Medieval, no 18, Madrid, 1995, pp. 241-256.
30. RAH, 9/1784, fols. 160v.-163r. Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., p.76-78.
31. Se enviaron 43 cédulas, únicamente firmadas por la Reina, que era la propietaria y gobernante
efectiva de Castilla, con claro matiz conminatorio. Ver J.M.C-\RRETERO ZAMORA: Cortes ... op.cit., pp.
194-195.
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Este giro del destino era el menos deseado por los Reyes, ya que para ellos
la sucesión portuguesa era la culminación de la unidad hispánica, y al fin y al
cabo dentro de la "familia", por los numerosos lazos que unían a las casas rea-
les de la península, pero la borgoñona conllevaba la llegada de un "extranjero"
32. Sobre las reacciones ante este hecho ver una Carta de Pedro Mártir de Anglería al Cardenal de
Santa Cruz fechada en Granada el29 de julio de 1500 (Publicada en P. MARTIR DE ANGLERIA: Epistolario.
Estudio y traducción de José López del Toro, Madrid, 1953-1957, tomo I, carta 216), que dice así: "Hacia
el 15 de julio hicieron allí (Granada) su entrada, pero con mala estrella, porque el 20 del mismo mes expi-
ró en sus manos el pequeño infante, única esperanza de sucesión masculina: me refiero al Príncipe
Miguel, nieto suyo por parte de Manuel, Rey de Portugal, y de la hija que murió en Zaragoza a tiempo
de dar a luz al mismo Miguel. Ya sabes que muerto el hijo único, Príncipe Juan, y el abortivo de
Margarita, no les quedaban más herederos que las hijas, y de la primogenitura este niño. Esperan que el
Papa conceda permiso a Manuel para casarse con María, la tercera de las hijas y hermana de su primera
mujer, porque en nuestras leyes se previene - como sabes - que nadie puede casarse sucesivamente con
dos hermanas sin licencia pontificia.
Para llenarte el canastillo con diversidad de flores, escucha esta otra noticia: Catalina, la última de las
cuatro hijas, se ha desposado con el primogénito del Rey de Inglaterra. Y para que no te quejes de cica-
tería en la medida, ahí va esta otra: Han mandado llamar, para que con su esposo venga a tomar posesión
de la herencia de tantos reinos, a su hija Juana, casada con Felipe de Borgoña. Archiduque de Austria y
Conde de Flandes en los Países Bajos. Con esta misión han sido despachados veloces correos. Por heren-
cia ha recaído sobre ella este derecho, una vez fallecidos todos aquellos a quienes anteriormente corres-
pondía. La muerte del pequeño infante Miguel ha abatido profundamente a los dos abuelos. Ya se decla-
ran impotentes para soportar con serenidad de ánimo tantos bofetones de la Fmiuna. De donde, aturdi-
dos, se maravillan de que esta perturbadora de las cosas humanas, entre tantas aplausos, frunza tanto el
entrecejo y en medio de tan alegres sembrados plante tantos abrojos y espinas. No obstante, disimulan
estas negruras todo lo que pueden y se muestran en público con semblante sonriente y sereno. No es difí-
cil, sin embargo, adivinar lo que hay en su interior. Consérvate bueno".
33. BN., Manuscrito reservado 226/135. Un título reservado a los herederos del trono y que él se con-
sideraba con derecho a usar desde el momento en que su mujer se había convertido en la primera en la
línea sucesoria.
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al trono, y además con una política profrancesa que se oponía a toda la línea
estratégica exterior seguida por los Reyes Católicos desde su subida al trono 34 •
Ante esta situación los Reyes decidieron tomar las necesarias medidas
legales, en primer lugar la Convocatoria de Cortes en Castilla para jurar a doña
Juana no se hizo hasta el 8 de marzo de 1502, es decir, se esperó hasta que los
Archiduques estuvieran en Castilla (habían llegado el 19 de enero), para cele-
brarse solemnemente en primavera en la ciudad de Toledo, realizándose el jura-
mento acostumbrado el día 22 de mayo de 1502: ''juran a la dicha muy alta e
muy ec;elente señora doña Juana, archiduquesa de Austria, duquesa de
Borgoña, hija primogénita de los dichos rey don Fernando e la reyna doña
Ysabel, nuestros señores, por princ;esa e primogénita heredera e legytima
sube;es ora destos reynos de Castilla e de León e de Granada en defeto de varón
hijo de los dichos rey e reyna nuestros señores, e para después de los días e fin
de la dicha reyna nuestra señora, por reyna, e señora e propietaria destos
dichos reynos, e al muy alto e muy ec;elente señor don Felipe, archiduque de
Austria e duque de Borgoña, como a su legytimo marido por prínc;ipe, e para
después de los días de la dicha reyna nuestra señora, por rey" 35
Ahora bien, sabemos por varias fuentes que la situación era harto compli-
cada, así Pedro Mártir, presente en la Corte durante todo este tiempo nos da
34. El 12 de agosto de 1498 Felipe de Austria (Felipe IV de Borgoña) firmaba el tratado de París con
Luis XII, en él el francés entregaba el Artois a Felipe, y éste le prestaba vasallaje por él y Flandes, mien-
tras el problema de la herencia borgoñona se entregaba a una comisión de arbitraje. El emperador
Maxirniliano se vio obligado a ratificar el tratado firmado por su hijo en noviembre de ese mismo año.
35. RAH, 911784, fols. 191 v.-196v. Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., pp. 78-82.
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detalles sobre el carácter y el amor que Juana siente hacia su marido, que pare-
ce le "nubla el entendimiento" 36 • Además, aunque no fuera de forma oficial, los
procuradores de las Cortes de 1502, y los de las de 1503, solicitaron a la Reina
Isabel que tomara disposiciones para asegurar el gobierno de Castilla en caso
de que se confirmaran los rumores sobre la capacidad de Juana, así como que
apartara del gobierno a Felipe de Austria, entregando esta responsabilidad al
rey Fernando, por lo menos esto es lo que refleja el Testamento de la Reina:
"Otrosi, por cuanto puede acaesr;er, que al tienpo que nuestro Señor desta vida
presente me llevare, la dicha prinr;esa, mi hija, no este en estos mis reynos, o
despues que a ellos veniere, en algund tienpo aya de yr e estar fuera dellos, o
estando en ellos no quiera o no pueda entender en la governar;ion dellos, e
para quando lo tal acaesr;iere es razon que se de orden para que aya de que-
dar e quede la governar;ion dellos de manera que sean bien regidos e gover-
nados en paz, e la justir;ia administrada como deve, e los procuradores de los
dichos mis reynos, en las Cortes de Toledo, del año de quinientos e doss, que
despues se continuaron e acabaron en las villas de Madrid e Alcala de
Henares, el año de quinientos e tress, por su petir;ion me suplicaron e pedieron
36. Cmias al Cardenal de Santa Cruz. La primera fechada en Granada el 30 de junio de 1501
(Epistolario. Carta 222): "De la (venida) de Juana, su mujer, no hay duda alguna, si es que el marido
viene, pues está perdidamente enamorada del esposo. Aunque no la moviera la ambición de tantos reinos
y el amor de sus padres y de todos aquellos otros con quienes se crió, únicamente la arrastraría hacia acá
el apego al hombre, al que tan ardorosamente dicen que ama"; La segunda fechada el en Toledo, 20 de
septiembre de 1502 (Epistolario., carta 250) "Añade que Juana, su esposa, ya próxima al pmio, abortaría
de pena y acaso moriría- dado su ardiente amor por el marido- si éste (Felipe) la abandonaba. Además,
la prudentísima suegra dice, entre otras muchas razones de este género, que no está dispuesta a dejar mar-
char a su hija embarazada, principalmente durante el invierno, por tierras de enemigos. [... ] Muy duro
para la Reina es el escuchar estas cosas: mucho más duro para la ardiente esposa (Juana), que es una
mujer simple, aunque sea hija de una mujer tan grande; gime y no hace más que llorar". La tercera fecha-
da en Madrid, 4 de enero de 1503 (Epistolario. carta 253) "A la Reina, que, entristecida con la ausencia
de su marido, vive las angustias de la guetTa, le está resultando molestísima su hija Juana, la cual, desde
la partida de su esposo, no ha tenido un momento de alegría ni jamás levantó los ojos del suelo. No se
preocupa lo más mínimo ni de las riquezas, ni del poder, ni de los reinos, ni siquiera de sus propios padres.
Con el semblante ensombrecido únicamente piensa en el esposo, y él sólo constituye su preocupación,
afán y desvelo. Una vez que dé a luz, le ha prometido la madre que la dejará partir. La hija piensa que le
están haciendo alimentar una vana esperanza, porque siente ardores por su marido y se da cuenta de que
será tarde cuando esto suceda. Esta próxima a dar a luz. Si lo hace con bien, acaso la nueva prole alivie
a esta mujer de su dolor y no caiga en la locura".
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por merr;ed, que mandase proveer r;erca del/o, e que ellos estavan prestos e
aparejados de obedesr;er e cunplir todo lo que por mi fuese r;erca de/loman-
dado, como buenos e leales vasallos e naturales, lo qua! yo despues ove habla-
do a algunos prelados e grandes de mis reynos e señorios, e todos fueron con-
formes e les parer;io que en qualquier de los dichos casos, el rey mi señor devia
regir e governar e administrar los dichos mis reynos e señorios, por la dicha
prinr;esa mi hija" 37 •
37. Testamento de la reina Isabel la Católica, Medina del Campo, 12 de octubre de 1504. (AGS,
Patronato Real 30-2) (Publicado en Diego José DoRMER: Discursos varios de Historia, con muchas escri-
turas reales antiguas y notas de algunas de ellas, Zaragoza, 1683, pp. 314-372; y por el Ministerio de
Educación y Ciencia; Testamento y codicilo de la Reina Isabel la Católica, Madrid, 1969).
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nos e señorios, y jurar al dicho serenisimo señor rey mi padre por su adminis-
trador e governador dellosms.
Fueron por tanto las ciudades las que propiciaron esta especie de "golpe
de estado" legal, que intentaba apartar de cualquier acto de gobierno al futuro
rey consorte (Felipe) e incluso a la reina propietaria si se confirmaban sus
males, frente al claro deseo de la mayor parte de la alta nobleza de expulsar a
Fernando del gobierno de Castilla y apoyar al nuevo consorte. Como puede
verse las Cortes de 1502 marcaron el inicio de una lucha política que dividiría
Castilla y que tendría importantes connotaciones internacionales.
Este hecho interesaba tanto a su padre como a su marido, por lo cual ambos
propagaron entre sus partidarios su "desequilibrio". Veamos algunos ejemplos,
tras el reconocimiento como heredera de doña Juana y la marcha de don Felipe
a sus estados, los Reyes Católicos no pudieron impedir que doña Juana mar-
chara tras él, pese a sus esfuerzos por convencerla39 su comportamiento no hacía
38. Carta convocatoria de las Cortes de Toro. Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504, realiza-
da por el rey Fernando en nombre de su hija doña Juana (Archivo Municipal de Córdoba, sección 2°, serie
l \ n° 11 ). Publicado en J.M.CARRETERO ZAMORA: Corpus ... op.cit., p.67.
39. De nuevo es Pedro Mártir de Anglería quien nos informa. Carta al Cardenal de Santa Cruz fecha-
da en Alcalá de Henares, 1O de marzo de 1503 (Epistolario, carta 255) "La Reina - aunque enterísima y
cuerda más de lo que es propio de una mujer - siente estas bofetadas de la sañuda fortuna; ... supera ella,
sin embargo, todas las pesadumbres y la turbulencia de la hija, que no se preocupa lo más mínimo ni de
los reinos ni del poder, sin que parezca afectarle en nada si ha de escalarlo o no. Solícita sólo por su mari-
do, vive sumida en la deseperación; vive con el ceño fruncido, meditabunda día y noche, sin proferir
jamás palabra, y si alguna vez lo hace, acosada a preguntas, es siempre en forma molesta ... Y la exhorta
y ruega se apacigüe, sin que los halagos maternos basten a conmoverla, ni a causarle el menor gozo el
cúmulo de oro y piedras preciosas que se le ofrecen. ¡Fruto infausto para su árbol, mies desdichada para
su tierra es esta hija para su madre! De pecho empedernido, no deja traslucir el menor indicio de realeza
ni de valentía. Donde este obstinado humor saturnio la arrastra, allí se encamina, allí clava sus pies.
Abrasa esta hija con su comportamiento -para decírtelo en una palabra- las entrañas maternales. Cada
día se renueva en la Reina el dolor por el Príncipe Juan, cada día la angustia la preocupación por el futu-
ro de tantos reinos"; Carta al Cardenal de Santa Cruz fechada en Medina del Campo el 29 de diciembre
de 1503 (Epistolario. Carta 268: "Juana ... recibió carta de Felipe, su marido, en la cual le ordenaba fuese
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sino confirmar las sospechas sobre su cordura, a lo cual se unió un lento goteo
de nobles castellanos que pasaron a Flandes para apoyar las reclamaciones sobre
el ejercicio del gobierno de su marido, cada vez más unido a Francia40 , por lo
cual don Fernando intentó blindar su posición como gobernante de Castilla
mediante las disposiciones testamentarias de su mujer, en las cuales doña Isabel
dice expresamente que: "el rey mi señor devia regir e governar e administrar
los dichos mis reynos e señorios, por la dicha prin9esa mi hija".
a su lado por donde más le pluguiese, por mar o por tierra. Sin consultar a nadie, apenas leyó la carta, dió
orden de que formasen el equipaje, preparasen los bultos y que el séquito se dispusiera a acompañarla; y
sin esperar a más salió de sus aposentos. El obispo de Burgos, Juan de Fonseca, que fue encargado de la
tutoría de Juana por orden de sus padres, se vió en un grave compromiso ante tal revuelo: si se lo impi-
de, se ha ganado la enemistad de la que ha de ser Reina; si la deja marchar, incurrirá en el enojo de los
padres y no cumplirá debidamente con sus obligaciones de buen ayo. Lo primero que hizo fye dar cono-
cimiento de los asuntos, tal como se presentaron, por conducto de veloces correos, en una relación deta-
llada. Mientras tanto se presentó a Juana, y en tono suplicante - cual convenía a un leal súbdito - la exhor-
ta y le ruega - como a la que va a ser su Reina - que no emprenda la partida tan precipitadamente ni se
deje llevar de esos ímpetus .... Todo en vano. Se dirige a las puertas del alcázar, decidida a salir. le supli-
ca el de Córdoba que desista de hacerlo. Insiste Juana en que se ha de ir. Protesta el otro que se lo impe-
dirá. Se reviste de ánimo, y aunque ella le amenazó de muerte, mandó cerrar las puertas del alcázar, pues
en él estaban aposentados. Ella, no obstante, como leona africana, en un acceso de rabia, pasó aquella
noche a cielo raso en la explanada interior de la fortaleza; y no estoy segura de si también las restantes
hasta que llegó la Reina, la cual, enterada del asunto, vino a toda prisa y se esforzó en consolarla con la
promesa de preparar inmediatamente una flota con la que pudiera hacer la travesía".
40. Felipe acabada de firmar con Luis XII el tratado de Lyon (5 de abril de 1503). En él Felipe toma
sin ningún derecho decisiones sobre territorios dependientes de los Reyes Católicos, como si ya gober-
nara en ellos, de hecho aceptaba la partición de Nápoles; la provincia de la Capitanata quedaba en terce-
ría bajo protección del Archiduque, que la entregaría a sus futuros propietarios: Carlos de Gante y Claudia
de Orleans (cuyo matrimonio se impulsaba), a quien Fernando el Católico y Luis XII entregarían sus dere-
chos sobre ese reino; además Gonzalo Fernández de Córdoba debía dejar el mando de las tropas españo-
las, que pasarían a depender del Archiduque Felipe. Fernando declaró el tratado improcedente y no estu-
vo nunca dispuesto a cumplirlo, además, la victoria del Gran Capitán en Ceriñola (28 de abril de 1503)
cambió totalmente la balanza del poder en Italia, y la guerra con Francia se hizo inevitable. Pero Felipe
no cambió su política y ratificó su alianza con Francia mediante los acuerdos de Blois (22 de septiembre
de 1504), donde el Archiduque reconocía a Luis XII como duque de Milán, reafirmaba el matrimonio
entre Carlos y Claudia, y decidían actuar de forma conjunta contra la República de Venecia.
150 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
41. Aunque algunos cortesanos pidieron a don Fernando que no proclamara reina a Doña Juana, sino
que se mantuviera en el gobierno como rey de derecho, por ser el varón mayor de la Casa de Trastámara,
o al menos de los territorios que se habían conquistado durante el gobierno conjunto de ambos monarcas,
como eran el reino de Granada y las Indias, pero don Fernando no aceptó la proposición. Ver J. ZURITA:
Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza, 1580, Libro V,
capítulo LXXXIV y Libro VI, capítulo II), y también José Ma de FRANCISCO ÜLMOS, Consideraciones his-
tóricas, políticas y económicas sobre la moneda medieval castellano-leonesa. Madrid, 2005, en especial
la problemática del gobierno de los territorios americanos, pp.244-254.
42. Carta de Fernando el Católico al presidente y oidores de la Audiencia de Valladolid. Medina del
Campo, 26 de noviembre de 1504 (AGS. Diversos de Castilla, leg. n° 1) (Publicada por CODOIN, tomo
XIV, pp. 285-286): Presidente e Oidores del Abdiencia e Chancillería que reside en la villa de Valladolid.
Hoy día de la fecha desta ha placido a nuestro Señor llevar para sí a la serenísima reina doña Isabel, mi
muy cara e muy amada muger. E aunque su muerte es para mí el mayor trabajo que en esta vida me pudie-
ra venir, y por una parte el dolor della, y por lo que en perderla perdí yo e perdieron todos estos reinos,
me atraviesa las entrañas; pero por otra viendo que ella murió tan sancta e católicamente como vivió, de
que es de esperar que nuestro Señor la tiene en su gloria, que para ella es mejor e mas perpetuo reino que
los que acá tenía; pues que a nuestro Señor así le plugo, es razón de conformarnos con su voluntad e darle
gracias por todo lo que hace.
E porque la dicha serenísima reina, que santa gloria aya, en su testamento dejó ordenado que yo tovie-
se la administración e gobernación destos reinos e señoríos de Castilla, e de León, e de Granada, etc., por
la serenísima reina doña Juana, nuestra muy cara e muy amada hija, lo qua! es conforme con lo que los
procuradores de Cortes destos reinos le suplicaron en las Coties que se comenzaron en la ciudad de
Toledo en el año de quinientos e dos, e se continuaron e acabaron en las villas de Madrid e Alcalá de
Henares en el año de quinientos e tres; por ende yo vos encargo e luego que esta viéredes, después de
fechas por su ánima las obsequias que sois obligados, alceis e fagais alzar pendones en esa dicha villa por
la dicha serenísima reina doña Juana nuestra hija como reina e señora destos dichos reinos; e para en lo
que toca al despacho de los negocios des abdiencia e las otras cosas que son a vuestro cargo, yo os envío
con la presente poder para ello, e tened mucho cuidado como siempre lo habeis tenido de la buena admi-
nistración de !ajusticia desa abdiencia. E porque la dicha serenísima reina que sancta gloria haya, mandó
por su testamento que no se trujese por ella jerga, no la tomeis ni traigais, ni consintais que se traya, e
hacedlo así pregonar porque venga a noticia de todos. Fecha en Medina del Campo a veinte e seis días
del mes de noviembre, año de mili e quinientos e cuatro años. Yo el Rey. Por mandado del rey adminis-
trador e gobernador. Miguel Pérez de Almazán.
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"Prosiguiéndose adelante en las Cortes (de Toro), a veinte y tres del mes
de enero, estando Garcilaso con los procuradores como presidente, y asistien-
do con él el licenciado Luis Zapata letrado de las cortes y el doctor Martín
Hernández de Angula arcediano de Talavera que eran del consejo real, en pre-
sencia de Miguel Pérez de Almazán secretario de la reina, mandó Garcilaso a
Bartolomé Ruiz de Castañeda que leyese una escritura que era del tenor
siguiente:
Señores: el otro día jurastes a la muy alta e muy poderosa la reina doña
Juana nuestra señora por reina y señora propietaria y legítima sucesora de
estos reinos y al muy alto y muy poderoso señor el rey don Felipe como a su
legítimo marido, y por administrador y gobernador de estos reinos y señoríos
en nombre de la dicha reina nuestra señora al muy alto y muy poderoso el
señor rey don Fernando su padre, según lo dejó ordenado y mandado en su tes-
tamento la reina doña Isabel nuestra señora que haya gloria. Mas conside-
rando que uno de los casos sobre que se dio la cura y administración y gober-
nación de estos reinos al dicho señor rey don Fernando es no pudiendo la
dicha reina doña Juana nuestra señora administrarlos, en este no poder no
fueron especificados ni declarados particularmente en el testamento los impe-
dimentos por cuya causa no podía la reina nuestra señora administrarlos ni
regirlos, agora como quiera que el caso sea tan grave y de tanto sentimiento
para todos, pero acordándose el rey su padre de la mucha lealtad que siempre
habeis tenido y teneis a la corona real y por lo que conviene al bien de estos
reinos le ha parecido ser muy necesario que lo entendais.
Mucho antes que falleciese la reina nuestra señora conoció e supo de una
enfermedad y pasión que sobrevino a la reina doña Juana nuestra señora, y
doliéndose de ello cuanto era razón, teniendo de estos reinos el cuidado que
convenía, ordenó y dispuso cerca de la cura y administración todo lo que por
la cláusula de su testamento oistes y jurastes; y por su comedimiento y hones-
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tidad y por el grande y entrañable dolor que de ello tenía no quiso declarar el
impedimento salvo por aquella palabra general "no pudiendo " administrar; y
porque allende del accidente y pasión que estando acá se vida y conoció en su
alteza, ha continuado y crecido después que partió de estos reinos, según ha
parecido por una información que el rey don Felipe nuestro señor envió con
Martín de Mojica maestresala de la dicha reina nuestra señora, y lo mismo
escribieron los embajadores de sus altezas que allá están, conviene que parti-
cularmente entendáis todas las calidades y circunstancias que en esto han con-
currido, por cuyo respeto al reina nuestra señora su madre se movió a dejar
ordenado lo que dispuso en su testamento. Pero por la graveza del caso y por
tocar a la real persona de la reina doña Juana nuestra señora es menester que
hagais juramento y pleito homenaje de tener secreto de él.
Muy alto e muy poderoso señor. Los procuradores de cortes de las ciu-
dades y villas de estos reinos y señoríos que estamos en las cortes generales y
representamos todos estos reinos e señoríos, facemos saber a vuestra alteza
cómo después que juramos a la muy alta e muy poderosa reina doña Juana nues-
tra señora por reina y señora propietaria y legítima sucesora de estos reinos y
señoríos y al muy alto y muy poderoso señor el señor rey don Felipe como a su
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Muy altos y muy poderosos y católicos príncipes rey e reina nuestros seño-
res. Aunque vuestras altezas hayan sabido por cartas del muy alto y muy pode-
roso señor el señor rey don Fernando vuestro padre, cómo después que nuestro
Señor quiso llevar para sí a la muy alta y muy poderosa señora la reina doña
Isabel de gloriosa memoria vuestra madre nuestra señora, los procuradores de
cortes de las ciudades y villas de estos vuestros reinos y señoríos que están jun-
tos en estas cortes generales que aquí se facen, que vuestras reales manos besa-
mos, siguiendo lo que de derecho y leyes y fueros destos reinos y antigua cos-
tumbre de España éramos obligados y lo que por su testamento dejó ordenado
y mandado la dicha señora reina doña Isabel con aquella lealtad y fidelidad que
siempre estos reinos tuvieron a vuestra corona real alzamos y juramos a vues-
tra alteza por reina y señora propietaria y legítima sucesora de estos dichos rei-
nos y señoríos, y a vuestra alteza señor como a su legítimo marido por rey y
señor, y juramos al dicho señor rey don Fernando vuestro padre por adminis-
trador y gobernador de estos reinos en nombre de vuestra alteza. Pareciónos no
satisfacer del todo a la deuda y obligación natural en que a vuestras reales
majestades somos obligados fasta se lo hacer saber, y porque sobre esto y otras
cosas que conciernen al servicio de Dios y de vuestra alteza y bien y pro común
de estos reinos fablarán a vuestras altezas de nuestra parte en nombre de todos
estos dichos reinos nuestros mensajeros que para ello habemos diputado, muy
humildemente suplicamos a vuestras altezas les plega darles entera fe y creen-
cia. Nuestro Señor las vidas y muy reales estados de vuestras altezas guarde y
prospere con aumento de más reinos y señoríos. De al ciudad de Toro a once
días del mes de febrero año de _M]) 11''43 •
43. J. ZURITA: Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza,
1580, Libro VI, capítulo IV.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 155
De estos hechos se deduce que las Cortes de Toro aprobaron tres cuestio-
nes independientes y muy importantes:
3.- Informar al rey don Felipe de las decisiones tomadas por las Cortes
sobre el gobierno efectivo del reino.
44. En La suma de los abtos que jisieron los procuradores de las Cortes de las cíbdades e villas des tos
reynos, estando juntos en las Cortes Generales que se fizieron en la r;ibdad de Toro este año de mill e qui-
nientos e r;inco años. AGS Patronato Real, leg 69 f.34.(Referencia en J.M.CARRETERO ZAMORA: Cortes,
monarquía, ciudades. Las Cortes de Castilla a comienzos de la época moderna (1476-1515), Madrid,
1988, p.203) se dice " ... que ellos (los procuradores) con lo dicho e leyes de estos reynos sy nes9esario es,
todos unánimes e conformes en nonbre destos dichos reynos e señoríos, syendo ynformados partycular-
mente y costándoles que la dicha enfermedad que es tal en la dicha reyna doña Juana nuestra señora no
puede governar, que proveyendo al bien e pro común destos reynos nonbravan, e avían e tenían al dicho
señor rey don Fernando por ligítimo curador, e administrador e governador destos reynos e señoríos en
nombre de la dicha reyna doña Juana nuestra señora, segund e por la forma e manera que la dicha reyna
doña Isabel lo dexó ordenado por el dicho su testamento y provisiones, y ellos lo tenían jurado".
45. J. ZURITA: Historia del rey don Hernando el Católico: de las empresas y ligas de Italia, Zaragoza,
1580, Libro VI, capítulo VIII: "Pero las cosas hicieron tanta mudanza no solamente en Flandes mas en
aquellos reinos, que los grandes se fueron declarando que les bastaba un rey que los gobernase; y que el
rey don Felipe como legítimo marido de la reina doña Juana que era su señora natural, lo había de ser; y
a él tocaba la administración y gobierno de todo".
156 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
ta, y empezaron negociaciones para llegar a un acuerdo que diera a Felipe una
cuota de poder en Castilla46 , muestra de que a pesar de las apariencias la posi-
ción de don Fernando no era tan sólida como parecía, debido sobre todo a la
oposición de los Grandes47 •
13 de junio de 149749 • Parece ser que se acuñaron monedas de oro y plata50 , pero
en la actualidad no se conocen piezas de oro, sólo de plata, de valor de un real
y medio reaP 1, cuyos tipos y leyendas pasaremos a analizar a continuación.
49. Para más datos sobre estas acuñaciones ver José María de FRANCISCO OLMOS: "La Moneda de Jos
Reyes Católicos. Un documento económico y político" en la Revista General de Información y
Documentación, EUBD, vol.9 ,n° l, Madrid 1999, pp. 85-115.
50. José García Caballero, Ensayador Mayor y Marcador Mayor de Castilla, en su obra Breve cotejo
y valance de las pesas y medidas de varias naciones, Reinos y provincias, comparadas y reducidas a las
que corren en estos Reinos de Castilla ... , publicada en Madrid en 1731 nos dice: "Reinando en Castilla
los Serenísimos señores don Phelipe Primero, llamado el Hermoso, hijo del Emperador Maximiliano, y
Doña Juana, hija de los Señores Reyes Catholicos, labraron monedas de oro, y de plata con la inscripción
de sus nombres, aviendo juntado con las Armas de Castilla y de León, las de Austria, Flandes y Tiro!,
siendo estas monedas de la misma ley, peso y valor, que las que avían labrado los señores Reyes
Catholicos, sus padres, quedando existentes en el comercio de estos Reynos las monedas labradas por Jos
dichos señores, sin mudan<;a alguna" (p. 14 7).
51. Que fueron acuñadas en Amberes, ducado de Brabante, (marca de ceca mano abietia, al inicio de
la leyenda del reverso) y en Brujas, condado de Flandes (marca de ceca flor de lis, al inicio de la leyen-
da del reverso).
52. Real y medio real de la ceca de Brujas (marca flor de lis), de Aloiss HEISS: Descripción general
de las Monedas Hispano-cristianas, desde la invasión de los árabes, Madrid, 1869, Lámina 167 no 1 y 2;
Se añade un modelo realizado por el autor del Ducado de oro, del que actualmente no existen piezas.
158 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
te, en 1497 se fundían las armas de los monarcas en un cuartelado único, sím-
bolo del deseo real del mantenimiento de la unidad de las Coronas de Castilla
y Aragón, que quedaban cobijadas bajo una única corona reaP 5 •
55. Vemos a continuación un Excelente entero de oro, realizado con la legislación de 14 75, donde apa-
recen los escudos separados, tomado de Tomás DAS!: Estudio de los Reales de a Ocho, Valencia, 1950,
tomo 1, p.25; y ahora dos piezas que siguen la legislación de 1497, un Excelente de la Granada de oro de
valor de 20 ducados con el escudo cuartelado unido y cobijado bajo el águila de San Juan, tomado de
HEISS: op.cit., tomo I, lámina 26, n° 178; y un Real de Plata, también con el mismo tipo de escudo, y en
su reverso con la divisa de los Reyes, el yugo y las flechas, tomado de HEISS: op.cit., lámina 22, n° 105.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 161
56. Un cuartelado con las armas de Austria (1 °), Borgoña moderna (2°) Borgoña antigua (3°) y
Brabante (4°), con un escusón central sobre el todo partido con las armas de Flandes y Tiro l.
57. Es decir un contracuartelado, en el primer y cuarto cuartel aparece el tradicional cuartelado real de
Castilla-León, mientras en el segundo y tercero aparece el pmiido con las armas de Aragón y Aragón-
Sicilia, colocando en punta la granada, símbolo del recuperado reino de Granada, culminación de la
Reconquista.
58. En un documento fechado en Segovia el 10 de junio de 1505 (AGS, Patronato Real, 59, 87.
Publicado por A. MILLARES CARLO: Tratado de Paleografia Española, tomo III, documento n° 381,
Madrid, 1983) la titulación doña Juana es la de reina de Castilla, de León, de Granada, de Toledo, de
Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las
Y slas de Canaria, señora de Vizcaya y de Molina, princesa de Aragón y de Sicilia, archiduquesa de
Austria, duquesa de Borgoña, etc.
59. Como de hecho ocurrió cuando doña Germana de Foix, segunda mujer de don Fernando, tuvo un
hijo varón (1509).
60. Medio real de plata, de la legislación de 1475, tomado de HErss: op.cit., lámina 17, no 12.
162 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
El reverso del real y medio real van a combinar diversos símbolos, por una
parte las armas separadas de los reinos de doña Juana: Castilla, León y
Granada6 \ ya sean dentro de escudo coronado (real) o exentos (medio real); y
junto a esta referencia hispánica se van a colocar símbolos puramente borgo-
ñones, por una parte la Cruz de San .LL\ndrés (aspa), patrón del Ducado de
Borgoña, y luego el pedernal y el Toisón de oro, símbolos de la casa ducal de
Borgoña y su orden de caballería, que al mismo tiempo era la Divisa de Felipe
el Hermoso 62 , con lo cual se mantenía la tradición de la moneda de plata de los
Reyes Católicos de 1497, que colocaba las divisas de los Reyes (yugo y fle-
chas) en su tipología.
61. Hay que decir que estos tres reinos son los únicos que se citan expresamente en el juramento que
reciben en las Cortes de Toledo de 1502.
62. Aspa ecotada de San Andrés o de Borgoña con el eslabón brochante y el Toisón pendiente. Faustino
MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, La Heráldica Medieval Española. La Casa Real de León y Castilla,
Madrid, 1982, p.208.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 163
con la Era 1398 (año 1360). En la Europa cristiana habrá que esperar a finales
del siglo XV para encontrar monedas datadas de forma explícita de manera
regular63 , y en Castilla habrá que esperar al último cuarto del siglo XVI, en con-
creto a las últimas piezas acuñadas por Felipe II, para que la fecha aparezca de
nuevo en las monedas, ahora ya de forma continuada; por tanto estas acuña-
ciones castellanas en los Países Bajos son las primeras monedas peninsulares
en llevar la datación explícita según el cómputo cristiano.
Como ha podido apreciarse, estas monedas son sobre todo un arma de pro-
paganda política, Felipe de Austria quiere en primer lugar reivindicar a través
del uso de una regalía (derecho exclusivo del monarca) como era la acuñación
de moneda sus derechos como marido de la reina, por lo cual los tipos y leyen-
das de estas piezas quieren adaptarse a lo aprobado en la Concordia de Segovia
y a las monedas realizadas por los Reyes Católicos en 14 75 y 1497 en Castilla.
En ellas siempre se mantiene la primacía de Castilla, en las armas y la titula-
ción, reservándose él únicamente la primacía en la colocación de los nombres
y la introducción de símbolos borgoñones en el reverso de las piezas.
Por tanto, jurídicamente era una estrategia muy inteligente, ya que esta
simbología repetía lo exigido por los Grandes de Castilla a don Fernando tras
su matrimonio con doña Isabel, y nada más, al menos en apariencia, con lo cual
don Fernando se encontraba en una posición precaria, aunque fuera apoyado
por las Cortes y el testamento de doña Isabel, ya que atacar abiertamente la
posición de su yerno era tanto como atacar su posición en Castilla durante los
años de gobierno con su mujer, por lo cual tuvo que resignarse a negociar y al
final ceder el gobierno a su yerno, al haber conseguido la inhabilitación de su
hija.
63. Las famosas piezas de plata emitidas por el señor del Tiro!, el archiduque Segismundo de Austria,
en los años 80 del siglo XV, antecedentes de las grandes piezas modernas: el Thaler y el Real de a Ocho.
Con anterioridad las piezas datadas son excepcionales, sobre este tema ver RobertA. LEVINSON: The early
dated coins ofEurope, 1234-1500, Clifton, New Jersey, 2007.
164 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Con todo el poder en sus manos Felipe intentó ahora que las Cortes inha-
bilitaran oficial y totalmente a su mujer, pero los procuradores reunidos en
Valladolid se negaron a ello, aceptando únicamente jurar como heredero a
Carlos de Gante (12 de julio de 1506) y exigiendo su presencia inmediata en
Castilla65 , por lo tanto oficial y legalmente la reina Juana era la única gober-
nante de Castilla, con plenos poderes y sin cortapisas, aunque en realidad el
gobierno lo ejerciera su marido, pero entonces murió súbitamente don Felipe
(25 de septiembre de 1506). Durante todo este complicado período no se acu-
ñaron monedas en Castilla a nombre de los nuevos monarcas, ya que por una
parte seguían circulando las realizadas antes de 1504 y por otra las circunstan-
cias políticas no eran las adecuadas para decidir el simbolismo de la nueva
moneda, tan importante como propaganda política dentro del reino.
Figura no 8:
72. Las imágenes de estas escasísimas monedas han sido tomadas del Catálogo de la Subasta de la
Colección Rudman (parte I), realizada por Cayón Subastas el 11 de diciembre de 2003 en Madrid, lotes
48, 49 y 50 (p.53), mientras el dibujo pertenece a la obra de DASI: op.cit., tomo I, p.34
168 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
En las monedas de vellón destinadas a las nuevas tierras (piezas con valor
de cuatro, dos y un maravedí) se mantiene como base el diseño de la blanca de
1497, pero con la misma alteración que en la plata, en las piezas castellanas las
iniciales coronadas de los Reyes ocupaban una cada cara, y en las destinadas a
Indias se juntan ambas en el anverso, mientras la "F" de don Fernando se repi-
te y pasa a dominar como tipo principal el reverso 73 •
Esta decisión del rey Fernando de hacer unas emisiones especiales para las
Indias estaba justificada por la escasez de moneda en la zona, pero también
porque vio que le era más beneficioso mandar esta moneda y canjearla en el
Caribe por oro fino, consiguiendo en el canje una ganancia adicional, como
puede verse en el documento que envía al Gobernador Ovando sobre cambios
monetarios el 20 de diciembre de 1505, urgiéndole además a que todo el oro
que consiguiera en estos cambios fuera enviado inmediatamente a Castilla y
que si necesitaba más moneda la pidiera74 •
73. Vemos a continuación dos piezas de este tipo, una realizada en Sevilla y otra en Burgos tomadas
de DAS!:op.cit., tomo I, p.33
74. Documento en DAS!: op.cit., tomo 1, apéndice documental n° 117, pp. cxxxvi-cxxxvii. Más datos
en ANES-CÉSPEDES: Las Casas de Moneda ... op.cit., vol.II., pp.216-217, donde se especifica que al final
se mandaron a la Española el doble de lo presupuestado, es decir, dos millones de maravedís, y además
con unos cambios entre monedas distintos a los peninsulares, los reales a 44 mrs (cuando en Castilla se
cambiaban a 34 mrs), los medios reales a 22 mrs y los cuartos a 11 mrs, mientras el vellón se cambiaba
la pieza mayor a 4 mrs, la siguiente a 2 mrs. y la menor a 1 mr. Los vecinos de La Española se quejaron
de esta discriminación en los cambios y reclamaron a la Corona, que en 1507 les contestó que era nece-
sario mantener esta diferencia porque si los mercaderes peninsulares dejaban de lucrarse entonces no
habría comercio en la isla.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 169
Las emisiones de estas monedas específicas para Indias fueron nueve, rea-
lizadas entre 1505 y 153 P 5 •
Como puede verse don Fernando mantuvo un absoluto control sobre las
acuñaciones y su política fue consolidar su poder sin discusión con el mante-
nimiento de las acuñaciones conjuntas a nombre de la difunta reina Isabel, que
el pueblo conocía desde 1475, aunque las monedas circulantes eran fundamen-
talmente las aprobadas en la Pragmática de 1497, y apartar de toda publicidad
a la reina propietaria, doña Juana, consiguiendo además reforzar su posición
añadiendo su inicial en las acuñaciones destinadas a América, un territorio en
el que creía que sus derechos de gobierno eran aún mayores que en la propia
Castilla.
por esta razon que! trato e provecho del/as se aya e trate e nego9ie destos mis rey-
nos de Castilla e Lean, e en ellos e a ellos venga todo lo que de alla se traxiere;
Por ende, ordeno e mando que asi se cunpla, asi en las que fasta aqui son descu-
biertas, como en las que se descubrieren de aqui adelante e no en otra parte algu-
na", aunque al mismo tiempo doña Isabel reconoce la ayuda prestada por el rey
en esta empresa, que tiene que ser reconocida mediante una gratificación vitalicia
en rentas, aunque también queda claro que no en derechos de gobierno, diciendo:
"E porque de los fechas grandes e señalados que! rey mi señor ha fecho desde!
comienc;o de nuestro reynado, la Corona real de Castilla es tanto augmentada,
que devemos dar a Nuestro Señor muchas gracias e loores, especialmente segund
es notorio avernos su señoria ayudado con muchos trabajos e peligro de su real
persona a cobrar estos mis reynos, que tan enagenados estavan al tienpo que yo
en ellos subc;edi, e el dicho reyno de Granada, segund dicho es, demas del grand
cuidado e vigilanc;ia que su señoria sienpre ha tenido e tiene en la administrac;ion
del/os. E porque! dicho reyno de Granada e yslas de Canaria e las Islas e Tierra
Firme del Mar Oc;eano, descubiertas e por descobrir, ganadas e por ganar, han
de quedar yncorporados en estos mis reynos de Castilla e Lean, segund que en
bulla apostolica a nos sobrello conc;edida se contiene, e es razon que su señoria
sea en algo servido de mi e de los dichos mis reynos e señorios merec;e e yo deseo,
es mi merced e voluntad, e mando, que por la obligac;ion e debda que estos mis
reynos deven e son obligados a su señoria por tantos bienes e mercedes que de su
señoria han rec;ibido, que demas e allende de los maestradgos que su señoria
tiene e ha de tener por su vida, aya e lleve e le sean dados e pagados cada año,
para toda su vida, para sustentac;ion de su estado real, la mitad de lo que renta-
ren las Islas e Tierra Firme del Mar Oc;eano, que fasta agora son descubiertas, e
de los provechos e derechos justos que en ellas oviere, sacadas las costas e gas-
tos que en ellas se hizieren, asi en la administrac;ion de justic;ia, como en la defen-
sa del/as e en las otras cosas nec;esarias; e mas diez cuentos de maravedis cada
año, por toda su vida, situados en las rentas de las alcavalas de los dichos maes-
tradgos de Sanctiago e Calatrava e Alcantara, para que su señoria lo lleve e goze
e haga del/o lo que fuere servido, con tanto que despues de sus largos dias, la
dicha mitad de rentas e provechos e derechos, e los dichos diez cuentos de mara-
vedis, finquen e tornen e se consuman para la Corona real des tos dichos mis rey-
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 171
77. Testamento de la reina Isabel la Católica, Medina del Campo, 12 de octubre de 1504. (AGS,
Patronato Real30-2) (Publicado en Diego José DoRMER: Discursos varios de Historia, con muchas escri-
turas reales antiguas y notas de algunas de ellas, Zaragoza, 1683, págs 314-372; y por el Ministerio de
Educación y Ciencia; Testamento y codicilo de la Reina Isabel fa Católica, Madrid, 1969).
78. Carta convocatoria de las Cortes de Toro. Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504, realiza-
da por el rey Fernando en nombre de su hija doña Juana (Archivo Municipal de Córdoba, sección 2°, serie
1'\ n° 11) (Publicado en J .M.CARRETERO ZAMORA: Corpus Documental de las Cortes de Castilla (1475-
1517), Toledo, 1993, pág 67); y Segovia, 1O de junio de 1505 (dispensa de un vecino de Ledesma de un
portazgo) AGS, Patronato Real, 59, 87. Publicado por Agustín MILLARES CARLO: Tratado de Paleografia
Española, tomo III, documento no 3 81, Madrid, 1983.
79. Jerónimo ZURITA: Historia del rey don Hemando el Católico: de las empresas y ligas de Italia,
Zaragoza, 1580, Libro VI, capítulo XXIII (año 1505), nos dice que: "Nunca faltaba quien inducía y persua-
día al rey que por mueiie de la reina Católica no había perdido el nombre de rey de Castilla como lo tenía en
su vida, pues por llamarse rey no iba contra la sucesión de su hija, y todo se podía usar sin contradición que
él y sus hijos se nombrasen reyes y su hija fuese la sucesora y heredera como lo fue la reina su madre y si
estuviese la reina debajo del poderío paternal le pertenecía ser administrador y usufructuario en todo, y si esta-
ba emancipada por la mitad del usufructo de los reinos de Castilla quedaba el rey usufructuario".
172 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
En cualquier caso la posición de don Fernando era débil y tuvo que llegar
a un acuerdo con el archiduque Felipe, la llamada Concordia de Villafáfila (27
de junio de 1506), en ella Fernando renuncia al gobierno de Castilla (incluidas
las Indias), aunque mantiene todos los privilegios económicos que Isabel le
entregaba en su testamento 80 (que ya hemos visto), desde entonces Juana y
Felipe utilizarán en sus documentos el título de soberanía sobre las Indias.
80. Alonso de SANTA CRuz: Crónica de los Reyes Católicos. Edición y estudio de Juan de Mata
Carriazo, Sevilla, 1951, Tomo II, capítulo VIII, págs 44-52; CODOIN, tomo XIV, págs 321-331).
81. Como puede verse en las cartas de convocatoria de las Cortes de Burgos de 1512 (31 de enero) y
1515 (26 de abril), publicadas en CARRETERO ZAMORA: Corpus documental ... op.cit. no 12 y 13, pp.69-71.
82. Archivo Diocesano de León, Fondo del Real Convento de San Marcos, Priorato de la Orden de
Santiago. Publicado en MILLARES: op.cit., documento n° 382 (ejecutoria a favor del convento de San
Marcos).
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 173
Con estos antecedentes no nos puede extrañar que cuando en 1505 don
Fernando ordenó hacer moneda específica para las Indias se utilizara la reali-
zada a nombre de los descubridores del territorio, Isabel y Fernando. Eran los
momentos en que don Fernando utilizaba en exclusiva el título de soberanía
sobre las Indias, y el único añadido a estas monedas fue precisamente una
nueva referencia explícita al monarca aragonés, y cuando se consolidó su poder
en su segunda regencia no modificó esta tipología, que respondía perfecta-
mente a sus intereses.
Los tipos eran los del real de 1497, sin variación ninguna, por lo cual pare-
ce que se realizó para apoyar la nueva situación jurídica de la Corona de
83. Testamento del rey Fernando el Católico, Madrigalejo, 22 de enero de 1516 (Publicado en Diego
José DORMER: Discursos varios de Historia, con muchas escrituras reales antiguas y notas de algunas de
ellas, Zaragoza, 1683, págs 393-472; y R. del ARco: Fernando el Católico. Artifice de la España
Imperial, Zaragoza, 1939, págs 413-458; y Alonso de SANTA CRuz: Crónica de los Reyes Católicos.
Edición y estudio de Juan de Mata CatTiazo, Sevilla, 1951, Tomo II, capítulo LXXII, pág 342-392.
174 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Castilla, una reina propietaria que no gobierna, Juana, junto al verdadero poder
efectivo, el de su padre Fernando, manteniendo el acuerdo jurídico de la
Concordia de Segovia y las disposiciones testamentarias de Isabel la Católica,
pero las leyendas no se podían mantener en ningún caso y sin embargo así se
hizo. En anverso aparecen los nombres de Fernando y Juana con su legitima-
ción (Dei Gracia), que es correcta en tanto en cuanto ambos son monarcas por
derecho divino de diferentes territorios, pero en el reverso se mantienen exac-
tamente las leyendas de 1497, rey y reina de Castilla, León y Aragón, lo cual
no era verdad en 1506, ya que en esa fecha Fernando no es rey de Castilla, su
título es únicamente administrador y gobernador del reino, que fue el que siem-
pre usó después de la muerte de doña Isabel (1504) en todo tipo de documen-
tos, y Juana no es reina de Aragón, sino únicamente su heredera (de hecho este
título de reina le corresponde en estos momentos a la segunda mujer de don
Fernando, Germana de Foix).
Por tanto parece claro que fue una acuñación de emergencia realizada por
los partidarios de don Fernando que querían dejar clara la relación entre ambos
y la necesidad de la continuación de la política llevada hasta entonces, donde
se utilizaron los cuños aprobados en 1497 sustituyendo únicamente el nombre
de la fallecida reina Isabel por la frase "Juana Dei Gracia", que como hemos
dicho convertía la pieza en absolutamente ilegal, sin que actualmente sepamos
quien y cómo decidió introducir estos cambios.
84. DASI: op.cit., p.35 (dibujo) y F. CALICO, X. CALJCO y J. TRIGO: Las monedas espai1olas desde
Fernando e !sabe! a Juan Carlos 1, Barcelona, 1998, p. 93 (foto). En cualquier caso debe hacerse un estu-
dio a fondo de dicha pieza y de las circunstancias que motivaron dicha acuñación, tal vez inspirada por
uno de los más importantes representantes de la Corona en el reino de Granada, don lñigo López de
Mendoza y Quiñones, 11 Conde de Tendilla, Trece de la orden de Santiago, Capitán General de la
Alhambra y fortalezas de Granada, nombrado luego Marqués de Mondéjar en 1512.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 175
bre del monarca, es decir Carlos, en la leyenda monetal se solía indicar que la
pieza concreta era la "n1oneda" (añadiendo si era de oro o plata) del soberano
citando sólo sus dos títulos principales, archiduque de Austria y duque de
Borgoña, a los que se añadía el propio de la provincia emisora86 •
86. En este período se acuñó en Brabante (cecas deAmberes y Maastricht), Flandes (Brujas), Holanda
(Dordrecht) y Namur (Namur), por lo cual en las monedas se añadía el título correspondiente de Duque
de Brabante, Conde de Flandes, Conde de Holanda o Conde de Namur. Junto a la leyenda referente a la
autoridad emisora es cada vez más frecuente encontrar la fecha de acuñación, aunque todavía no de forma
generalizada, siendo la leyenda de la otra cara de la moneda siempre de signo religioso.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 177
a) En la Corona de Castilla
Su madre, Doña Juana, había sido jurada heredera de Castilla en las Cortes
de Toledo de el 22 de mayo de 1502, pero debido a su inestabilidad mental la
Reina Isabel había ordenado en su testamento, 12 de octubre de 1504, que si no
podía gobernar directamente el reino lo hiciera como Gobernador su padre, el
rey don Fernando, hasta que el propio don Carlos tuviera veinte años, exclu-
yendo totalmente del ejercicio del poder a su marido, el archiduque Felipe.
87. Acta del Juramento de las Cortes de Valladolid a doña Juana y don Felipe como reyes y a don
Carlos ccomo heredero (AGS, Pat.Real., leg.7, fols.74 y 115) (Publicado en J.M. CARRETERO ZAMORA,
Corpus Documental de las Cortes de Castilla (1475-1517), Toledo, 1993, pp. 82-84): "(los procurado-
res) dizen que han, e rec;iben, e toman e juran al muy alto e muy exc;elente señor don Carlos, hijo pri-
mogénito heredero de los dichos rey don Felipe y reina doña Juana, nuestros señores, por prínc;ipe pri-
mogénito heredero e legítimo subc;esor des tos dichos reinos de de Castilla. y de León y de Granada, e
para después de los días de la dicha reina doña Juana, nuestra señora, a la qua! nuestro señor dexe bibir
por muchos tienpos e buenos en vida y salud del rey don Phelippe, nuestro sePíor, por rey e señor pro-
pietario des tos dichos reynos".
88. Para estos hechos ver C. CoRONA BARATECH, "Fernando el Católico, Maximiliano y la regencia de
Castilla (1508-1515)" Universidad, 3-4, (1961).
178 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Desde entonces la situación legal de don Carlos como heredero del reino
Gurado en 1506) y como heredero de la gobernación del mismo (testamento de
1504 y Cortes de 151 O) parecía clara, aunque la presencia de su hermano el
infante Fernando en Castilla, y la predilección que sentía su abuelo hacia él
pronto motivó preocupación en Flandes, de hecho se ha escrito mucho sobre la
posibilidad de que don Fernando alterara la sucesión en favor de su nieto menor
o bien le entregara la gobernación efectiva de los reinos hispánicos y un enor-
me patrimonio (maestrazgos de las órdenes) que le darían una gran fuerza polí-
tica, económica y militar en detrimento de Carlos, que nunca había estado en
España y estaba rodeado sólo por consejeros flamencos 91 •
En cualquier caso, al final de sus días, el rey decidió mantener sus com-
promisos y en su último testamento (Madrigalejo, 22 de enero de 1516) ratifi-
có los pactos anteriores y nombró a don Carlos Gobernador y Administrador de
los reinos de Castilla y León en nombre de su madre, la reina doña Juana, y
entretanto llegara a ellos se encargaría del gobierno el Cardenal Cisneros, arzo-
bispo de Toledo, primado de las España y canciller mayor de Castilla.
b) En la Corona de Aragón
Aquí la situación era mucho más compleja, cuando en 1498 los Reyes
pidieron a las Cortes de Aragón que juraran como heredera a su hija Isabel,
reina de Portugal; se habían negado con poderosos argumentos 93 , que llevaron
a los Reyes a enfrentarse a las Cortes, y durante esas negociaciones murió la
princesa Isabel de parto. Las mismas Cortes no pusieron ninguna dificultad en
jurar como sucesor al hijo varón recién nacido de la difunta, don Miguel de
Portugal. Si se hubiesen seguido los mismos criterios en 1502 entonces don
Carlos debería haber sido jurado heredero como hijo varón de doña Juana, la
primogénita del rey, pero don Fernando, alegando la excepcionalidad de la
situación y la conveniencia de mantener la unión de las Coronas, pidió que se
jurara como heredera a su hija doña Juana.
93. Para estas impmiantes deliberaciones ver ZURITA: op.cit., libro III, capítulo XXIV y XXX. Ver
también R. del ARco, "Cortes aragonesas de los Reyes Católicos" Revista de Archivos, Bibliotecas y
Museos, LX (1954), pp.89-90 y sobre todo A. GARCÍA GALLO, "El derecho de sucesión al trono en la
Corona de Aragón" en Anuario de Historia del Derecho Español, XXXVI (1966).
180 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Carlos, que por ley debería haber sido el sucesor. Por todo lo anterior el reco-
nocimiento de doña Juana en la Corona de Aragón es una excepción que se
hace, con manifiesto disgusto, únicamente para mantener la unión con Castilla,
una constante en la política del rey Fernando hasta este momento 96 •
a) En la Corona de Castilla
Tras la muerte del rey el poder en Castilla debía quedar en manos del
Cardenal Cisneros, pero inmediatamente el embajador del Príncipe, Adriano,
deán de Lovaina, expuso que disponía de poderes firmados por don Carlos
encargándole el gobierno del reino hasta su llegada. Cisneros se negó a acep-
tar los poderes de Adriano, alegando el testamento de doña Isabel, que además
de organizar el gobierno en nombre de la reina Juana negaba expresamente a
los no naturales del reino la posibilidad de ejercer oficios en él, pero para sol-
ventar las diferencias decidieron pedir la opinión de don Carlos y mientras
tanto ambos gobernarían y firmarían juntos las órdenes residiendo en Madrid.
99. Ver P. de SANDOVAL, Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V, BAE, tomo 80, Madrid,
1955, libro II, capítulo m, pp. 75-76 (cartas completas); y A. de SANTA CRUZ, Crónica del Emperador
Carlos V, Madrid, RAI-l, 1920, capítulo XXVII, pp. 102-103.
1OO. Pero Cisneros aún recabó de Carlos que le reconociera más explícitamente sus poderes a través
de Diego López de Ayala (abril) y desde Bruselas don Carlos le envió (5 de junio) el documento reque-
rido que le daba facultades amplísimas de gobierno que el Cardenal pronto utilizaría sin ninguna corta-
pisa. Ver CoNDE DE CEDILLO: El Cardenal Cisneros. Gobernador del Reino, Madrid, 1921-1928, pp.93-
95, donde se copia el documento.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 183
101. De hecho desde Flandes se negoció con Roma la obtención de una Bula papal que legitimara el
título real de Carlos, consiguiéndola el 1 de abril de 1517, dicha Bula, Pacificus et aeturnus, concedía el
título de "Rex Catolicus" a Carlos como legítimo heredero de los Reyes Católicos sin mencionar para
nada a doña Juana (Publicada en Bullarum diplomatum et privilegiorum sanctorum romanorum pontifi-
cum, tomo V, Turín, 1860, n° XXVI, pp. 691-692). Inmediatamente la propaganda política empezó a fun-
cionar y los artistas retrataron a Carlos como rey católico, primero Daniel Hopfer en un aguafuerte (con-
servado en el Gabinete de Estampas de Bruselas), y luego en una medalla augurando el feliz reinado del
nuevo monarca (conservada en el Palacio Real de Madrid). Ver M. RUIZ TRAPERO, J. de SANTIAGO
FERNÁNDEZ, J.Ma de FRANcrsco OLMOS, Catálogo de la Colección de Medallas Españolas del Patrimonio
Nacional, tomo I, de Carlos 1 a Fernando VII (1516-1833), Madrid, 2003, medalla n° 1.
102. Veamos la carta que Pedro Mártir de Anglería escribió a Luis Marliano, consejero, médico y hom-
bre muy cercano a don Carlos sobre este asunto, Madrid, 28 de febrero de 1516 (Publicada en MARTfR DE
ANGLERÍA: op.cit., tomo III, carta 568, pp.221-222): "Pero oigo por ahí que estando ausente, sin consul-
tar al pueblo y aun viviendo su madre, se le quiere llamar Rey de las Españas, no sé si oportuna o ino-
portunamente. Es el heredero, en efecto. Todos lo confiesan. Pero niegan que haya habido la costumbre
de dar el nombre de Rey mientras viviera todavía el posesor, fuera masculino o femenino, a uno que está
ausente, de una manera especial, o aun presente, sin haberse reunido las Cortes del Reino. ¡Oh!- dirás
-, va a gobernar en sustitución de su madre inválida, y a ello accede el pueblo, pero dicen que lo puede
hacer con su título legítimo de Príncipe. Para evitar odios, el Rey Católico, al morir su esposa, se des-
pojó del titulo de Rey de Castilla, porque no le pertenecía en derecho. Suscitaréis la odiosidad contra el
joven, si tal hiciéreis los que estáis encargados de su educación ... Tengo oído que los aragoneses, valen-
cianos y catalanes, que son mucho más liberales que los castellanos y que nunca consintieron se que-
brantasen sus leyes municipales, protestan de estos rumores y públicamente confiesan que darán la nega-
tiva, si es que se les pide su autorización".
103. SANDOVAL: op.cit., libro II, capítulo IV, pp. 77-79; y SANTA CRuz: Crónica del
Emperadocop.cit., capítulo XXVIII, pp. 108-110: " ... teniendo como Vuestra Alteza tiene tan pacifica-
mente sin contradición estos reinos, que en e_feto desde luego libremente son vuestros para mandar en
184 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
ellos alto y bajo,· y como Vuestra Altezafitere servido, no hay necesidad en vida de la reina nuestra seño-
ra, vuestra madre, de se intitular rey, pues lo es. Porque aquello sería disminuir el honor y reverencia
que se debe por ley divina y humana a la reina nuestra señora, vuestra madre, y venir sin fruto ni efeto
ninguno contra el mandamiento de Dios, que os ha de prosperar y guardar para reinar por muchos y lar-
gos años. Y porque por el fallecimiento del Rey Católico, Vuestra Alteza no ha adquirido más derecho
cuanto a esto que tenía antes, pues estos reinos no eran suyos ... Tenga Vuestra Alteza bienaventurada-
mente en vida de la muy poderosa reina nuestra señora, vuestra madre, la gobernación y libre disposi-
ción y administración de estos reinos, que ella no puede ejercer, ayudándola, que con verdad se puede
decir reinar, pues todo plenamente es de Vuestra Alteza. Y por el temor de Dios y honor que hijo debe a
su madre, haya por bien dejarle el título enteramente pues su honor es de Vuestra Alteza para que des-
pués de sus días, por muy largs tiempos gloriosamente goce Vuestra Alteza de todo".
104. Cédula enviada al Concejo de Madrid puede verse en J. AMADOR DE LOS Ríos, Historia de la Villa
y Corte de Madrid, Madrid, 1862, tomo II, p.334 (en nota). También en SANTA CRuz: Crónica del
Emperador. .. op.cit, capítulo XXIX, pp. 112-113. " ... Determinado e persuadido por nuestros muy Santo
Padre e por la magestad del Enperador mi Señor, e por otras justas exortm;iones de varones excelentes,
prudentes e sabios, e aun por algunas provim;ias e señorios dela dicha nuestra subr;esion,- e aun por que
algunos no tomavan bien el acrer;entamiento que dello se nos seguia,- convino que, juntamente con la
Catolica Reyna mi Señora e Madre, yo tomase nombre e titulo de Rey, e asy se a fecho, syn hazer otra
ynovar;ión, questa es mi determinada voluntad. Por ende acordé de os lo hazer saber, non para otra cosa
syno por que sé que avreys de plaze¡~ e para que sepays las causas e razones que uva e las ner;esidades
que ay. Sobre lo qua! el Reverendisimo Cardenal Despaña e nuestro Embaxad01~ o qualquier dellos os
hablará e escrivirá mas largo de mi parte, dades entera fe y creenr;ia".
105. Ver SANDOVAL: op.cit., libro II, capítulos V y VI, pp. 80-82; y SANTA CRuz: Crónica del
Emperad01~ .. op.cit., capítulo XXIX, pp. 113-117. El largo discurso repasaba los precedentes, haciendo
especial hincapié en los casos castellanos de doña Urraca y su hüo Alfonso VII Raimundez, y de doña
Berenguela y su hijo Fernando III el Santo.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 185
de abril)1° 6 , así las ciudades fueron aceptando la orden, Madrid (corte del
Cardenal) alzó pendones por doña Juana y don Carlos el 11 de abril 107 , y otras
pronto siguieron su ejemplo 108 , después se informó al reino del nuevo protoco-
lo a seguir (13 de abril) en la intitulación real 109 ,
106. Cédula enviada al Concejo de Madrid puede verse en AMADOR DE LOS Ríos: op.cit. tomo TI, pp.
332-333 (en nota 4). "Muy virtuosos Señores: el muy alto e muy poderoso Rey don Carlos, nuestro Señor,
a sido consejado y persuadido por nuestro muy Santo Padre y por el Enperador su abuelo, y por los otros
Reyes y potentados de la Cristiandad, que devia yntitularse el solo Rey, como hijo primogenito, subc;esor
asy destos reynos, como de todos los otros que son de su subc;esion, pues lo podía hazer, y por que por
esta vía les paresc;e que la ynstanc;ia que sobresto le a sido fecha con mucha ynportunac;ion y le an sido
representados muchos ynconvinientes que de no lo hazer se podrian seguir; mas su Alteza mirando mas
a lo de Dios y al honor y reverem;;ia que deve a la muy alta e muy poderosa Reyna doña Juana su madre,
que al suyo propio, no ha querido ni quiere ac;etarlo, sino juntamente con ella, y anteponiéndola en el
titulo y en todas las otras cosas e ynsinias reales, pagando la debda que como obidiente hijo deve a su
madre porque meresca aver su vendic;ion y de los otros sus progenitores; moviendose a esto solamente por
el servic;io de Dios y bien publico y por la autoridad y reputac;ion tan nec;esaria a estos reynos y a todos
los otros de su subc;esion. Y para ayudar a la Reyna nuestra Señora su madre a llevar la carga e traba-
xo de la governac;ion e administrac;ion de lajustic;ia en ellos, y por otras muchas justas e razonables cab-
sas, quiere y le plaze de se juntar con su Alteza y tomar la solec;itud de la governac;ion y en nombre de
Dios Todopoderoso y del Apasto! Santiago guiador de los reyes de España, entitula e llama e yntitulará
e llamará Rey de Castilla y de los otros reynos de su subc;esion, juntamente con la muy alta e muy pode-
rosa la Reina doña Juana su madre; todavya dandole la prec;edenc;ia y honor en el titulo y en todas las
otras ynsinias e preminenc;ias reales, como dicho es, con yntenc;ion e firme proposito dela ovedec;er y aca-
tar y honrar en todo como a Madre e reyna e Señora natural destos reynos. Sobre lo qua! os escrive su
Alteza, remitiendo la creenc;ia a lo que de su parte nos dixeremos, como por su carta vereys. Y asy por
vertud de la dicha creenc;ia voslo hazemos saber, c;ertifzcandos asy mismo que por el amor que tiene a
estos reynos y por el benefic;io dellos, toma trabaxo de ac;elerar su partida para venir muy presto a ellos.
De Madrid, a tres dias del mes de abril de MDXVI años. Vuestro F Cardinalis. - Adrianus anbassator".
107. El Acta del Alzamiento de pendones del Concejo de Madrid puede verse en AMADOR DE LOS Ríos:
op.cit., tomo II, pp. 336-337 (en nota)." ... E luego el dicho teniente dixo trez vezes: Castilla, Castilla,
Castilla, por la muy alta e muy poderosa Católica Reyna doña Juana, e por el muy alto e muy poderoso
Católico Rey don Carlos, su hijo, nuestros naturales Señores ... "
108. Aunque en algunos lugares se pusieron objeciones, así Zamora no alzó pendones hasta el 18 de
mayo, tras recibir varios requerimientos del cmTegidor y nuevas cmias del Cardenal.
109. Que sería: "Doña Juana y su hijo don Carlos, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón, de las
Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de
Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes, de Algecira, de
Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas, India y Tierra Firme del mar Océano, Condes de
Barcelona, señores de Vizcaya y de Malina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Ruisellón y de
Cerdaña, marquese de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria, duques de Borgoña y de Brabante,
condes de Flandes y de Tiro!. etc."
186 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Era el nieto preferido del rey Fernando y estuvo a punto de alterar la suce-
sión en su nombre, e incluso de nombrarle gobernador de los reinos, pero al
final se limitó a hacerle importantes donaciones testarnentarias'' 0 , aunque no los
maestrazgos de las órdenes, corno se le había propuesto. En cualquier caso los
altos dignatarios de la Casa del Infante no se resignaron y empezaron a cons-
pirar, parece ser que apoyados por la reina doña Germana de Foix, por lo cual
don Carlos y Cisneros terminaron por cambiar el personal de la Casa del
Infante (septiembre 1517)'", que pronto saldría hacia los Estados Patrimoniales
de la Casa de Austria para no volver a España 112 •
11 O. Don Fernando le donó las ciudades y tierras de Tarento en la provincia y tierra de Otranto, Cotán,
la Matera y Tropea en la provincia de Calabria, y Galípoli en la provincia y tierra de Bari, en el reino de
Nápoles, con todas sus fortalezas, puertos, ténninos y montes, jurisdicción civil y criminal, etc ... ; así
como las rentas de fuegos y sales de las provincias de Calabria citra et ultra en el dicho Reino, y cin-
cuenta mil ducados anuales corrientes de moneda del dicho Reino para su mantenimiento.
111. Hay una interesante cmia de Carlos I a su hermano fechada en Middelburg el 7 de septiembre de
1517 recriminándole su comportamiento, con el que autorizaba la conspiración de algunos de sus servi-
dores y las medidas que iba a tomar, de las que también informa a Cisneros. M. FERNÁNDEZ ÁLVAREZ,
(Ed.): Corpus Documental de Carlos V, I (1516-1539), Salamanca, 1973, cartas XII y XIII, pp.71-74.
112. SANDOVAL: op.cit., libro III capítulo 1, pp. 118-120. Ver también J. MARTÍNEZ MILLÁN, Dir.): La
Corte de Carlos V, (Tomo 1), Madrid, 2000, sobre la Casa del Infante don Fernando, pp. 146 y siguien-
tes. Curiosamente don Fernando, educado en Castilla, terminaría siendo emperador y creando la rama de
la Casa de Austria que gobernó en Viena y gran pmie de centroeuropa hasta 1918.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 187
b) En la Corona de Aragón
defendiendo que el rey muerto no lo era, que doña Juana tampoco (impidió que
se alzaran pendones por ella) al quedar anulado el juramento de 1502 por el
nacimiento de un hijo varón de don Fernando en 1509, y por tanto el reino esta-
ba facultado para elegir libremente al nuevo soberano.
El Justicia de Aragón, don Juan de Lanuza, niega que doña Juana sea la
heredera de la Corona, al quedar invalidadoeljuramento de 1502 por el naci-
miento del príncipe Juan en 1509, y por tanto ta~poco reconoce la posición de
Alonso de Aragón como gobernador, defendiendo que la sucesión debe ahora
realizarse conforme a Derecho.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 189
La Diputación del Reino sí acepta como heredera a doña Juana, pero como
estaba incapacitada mentalmente no podía jurar los fueros y por tanto tampoco
podía ejercer jurisdicción (según lo ordena el Fuero de Calatayud de 1461), por
lo cual debía proclamarse rey a don Carlos, quedando doña Juana excluida de
la sucesión totalmente.
Pero en realidad había acuerdo sobre que don Carlos debía ser el soberano,
pero antes se debían arreglar las sutilezas jurídicas y salvar los Fueros y liberta-
des de los reinos, por lo cual no le reconocen inmediatamente como rey de
Aragón, aunque sí de Castilla, por lo que siempre le escriben con el tratamiento
de "Rey Príncipe, nuestro señor" y le consultan sobre asuntos del gobierno,
advirtiéndole que sólo las Cortes generales pueden solucionar el tema de la suce-
sión y decidir sobre la validez de los argumentos de las partes, por lo cual todo
se pospone hasta la llegada de don Carlos a la península 116 • L]ama la atención un
hecho que nos cuentan varias fuentes y es que todas las órdenes, despachos y
mandatos que enviaba don Carlos a la Corona de Aragón firmando como prínci-
pe no se abrían y se guardaban hasta que fuera admitido como rey, y los que
enviaba con sólo el título del rey simplemente se devolvían 117 , por lo cual pode-
115. GARCÍA GALLO: op.cit.: pp. 100-1 Ü 1
116. GARCÍA GALLO: op. cit., pp. 103 y SS.
117. Carta de Pedro Má1iir de Anglería a Luis de Mendoza, Marqués de Mondéjar y a Pedro Fajardo,
Marqués de los Vélez, Madrid, 19 de julio de 1517 (Publicada en MÁRTIR DE ANGLERÍA: op. cit. tomo III,
carta 590, pp.267-269): "Escriben que los aragoneses y los la/etanos - vosotros los llamáis catalanes -
han enviado emisarios para saludar al Rey, pero no como a tal. Se niegan a llamarle Rey hasta que no
se encuentre presente en sus Cortes y en pública votación se decida si se le puede llamar Rey en vida de
su madre. No prestan oidos a ninguno de sus mandatos y tienen bien guardados los despachos reales, si
es que alguno reciben. Afirman que tienen la obligación de mantener en vigor los estatutos patrios y que
están dispuestos a obedecer cuando sea admitido como Rey, pero no de ninguna otra manera".
190 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
mos decir que don Carlos no ejercía ningún poder efectivo en la Corona de
Aragón.
Todos estos asuntos jurídicos se iban a aclarar con la llegada del rey a
España. El 8 de septiembre de 1517 salió de Flandes, llegando a las costas cán-
tabras el 19 del mismo mes, en esa época ya estaba muy enfermo Cisneros, y a
pesar de ello partió al encuentro de don Carlos, pero murió sin verle en Roa el ·
8 de noviembre de 1517. Desde este momento don Carlos se encargó de ase-
gurar todos los resortes del poder y de colocar en ellos a personas cercanas a
él, en especial los flamencos dirigidos por Chievres, dándoles incluso cartas de
naturaleza, con el fin de evitar el inconveniente de la prohibición de que los no
naturales tuviesen cargos y puestos de importancia en Castilla 118 •
118. Adriano de Utrecht había sido nombrado obispo de Tortosa en agosto de 1516, y sería cardenal
en 1517; el mismo Chievres consiguió el nombramiento de contador mayor de Castilla, que vendió por
30.000 ducados al duque de Béjar; el sobrino de Chievres, Guillermo de Croy, de 19 años, recibió nada
menos que el arzobispado de Toledo; Laurent Gorrevod, gobemador de Bresse, recibió la primera licen-
cia para transportar cargamentos de negros a las Indias (en número de 4.000), que luego vendió a Alonso
Gutiérrez de Madrid y a los genoveses por 25.000 ducados, etc ... hay que recordar el dicho popular sobre
la codicia flamenca: "Guárdeos Dios 1 Ducado de a dos 1 que Monsieur de Xévres /no topó con vos".
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 191
Era un callejón sin salida, don Carlos decidió entonces jurar él los Fueros
al entrar en Zaragoza, para poder así realizar actos de jurisdicción, pero la
Diputación también se opuso, a no ser que lo hiciera únicamente como prínci-
pe y señor y nunca como rey, lo cual hizo el 7 de mayo, y así pudo convocar
las Cortes. La "sesión real" del 20 de mayo fue muy tensa, ya que las Cortes
decidieron jurarle sólo si al mismo tiempo se juraba como heredero al infante
don Fernando, a lo que se opusieron los flamencos, y entonces los diputados
dijeron que sólo podrían jurarle como curador y administrador de los bienes de
su madre la reina. La ruptura parecía cercana, pero tras unas vivas discusiones
119. Carta de Pedro Mártir de Anglería a Luis de Mendoza, Marqués de Mondéjar y a Pedro Fajardo,
Marqués de los Vélez, Valladolid, 30 de diciembre de 1517 (Publicada en MÁRTIR DE ANGLERÍA: op.cit.,
tomo Ill, carta 605, pp.290-291): " ... Los aragoneses, requeridos por el Rey para que reunan las Cortes
del reino, han contestado que no hay nada que hacer con su mandato, supuesto que no es Rey, sino úni-
camente Príncipe Heredero. Que vaya y jure primero el cumplimiento de las leyes del reino, y luego será
proclamado Rey, si en verdad así puede llamarse, viviendo su madre. Mientras tanto, dicen, que a quien
corresponde convocar las Cortes del reino es a su Justicia Mayor. Estas son las noticias que vuelan con-
fusamente por el aire, estas son las que os envio".
192 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
Tras nombrar, por fin, al Arzobispo don Alonso como lugarteniente gene-
ral de la Corona de Aragón, el séquito real partió hacia Cataluña, con un dona-
tivo de 200.000 libras que había obtenido de las Cortes. Durante esta estancia
murió el gran canciller Jean Le Sauvage (7 de junio) y fue reemplazado por el
piamontés Mercurino Gattinara.
120. GARCÍA GALLO: op.cit., pp.l86-187: "Havida entre nosotros deliberación, por nosotros y nues-
tros sucesores juramos por Dios sobre la Cruz de Nuestro Señor Jesu Christo y los santos quatro
Evangelios, delante de nosotros puestos e por nosotros e cada uno de nos manual y corporalmente toca-
dos, a vosotros los Muy Altos, Muy Cathólicos y Muy Poderosos Príncipes y Señores, Doña Juana y Don
Carlos, su hijo primogénito, por la gracia de Dios reyes de Castilla, de Aragón, etc.; por reyes y señores
nuestros conregnantes en el dicho Reyno de Aragón; e que vos havemos y tenemos, havremos y tememos
por reyes, en reyes y señores nuestros naturales, et que de aqui adelante obedeceremos e guardaremos
fidelidad a Vuestras Altezas, así como a reyes y señores conregnantes en el dicho Reyno, e como vasallos
naturales deben e son tenidos servir fidelidad y obediencia".
121. GARCÍA GALLO: op.cit., p.108: A este juramento se opusieron los Síndicos de la Diputación de
Cataluña y de la ciudad de Barcelona objetando que en este lugar no estaba representada toda Cataluña y
que debía hacerse en Barcelona, cabeza de su condado y del Principado de aquellos Estados, no pudien-
do ejercer jurisdicción hasta entonces.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 193
siguiente se abrieron las sesiones, tras aceptar don Carlos subsanar defectos de
forma en la convocatoria, jurando los Fueros en el Palacio Real y luego anu-
lando la convocatoria de Cortes por irregular y volviéndolas a convocar des-
pués, luego fue jurado junto con su madre utilizando la misma fórmula que los
aragoneses, siguiendo luego las Cortes en otros asuntos y cerrándose en enero
de 1520, tras entregar a don Carlos 300.000 libras. En este tiempo Barcelona
fue la capital de la política internacional al sucederse hechos trascendentales
como la muerte del emperador Maximiliano y la posterior elección de Carlos
como emperador 122 y la celebración del capítulo general de la orden del Toisón
de Oro en la catedral de Barcelona (5 de marzo).
125. Ver A. de WITTE, Histoire monétaire des comtes de Louvain, ducs de Brabant et marquis du St
Empire Romain, Anvers 1894-1899; DASI, T.: Estudio de los Reales de a Ocho, Valencia, 1950, tomo I;
y ENNo VAN GELDER et Hoc: op. cit. Esta emisión en plata se hizo en la Casa de la Moneda de Amberes
(marca mano abietia) y en la de Brujas (marca lis) con 3.033 marcos y 2 onzas, con una ley de 895 milé-
simas y distribuyéndose en piezas de Real (peso de 3,43 grs) en un montante de 175.000; Medio Real
(1,72 grs) con 50.000; y Cuarto de Real (0,85 grs) con 25.000.
126. Y que se utilizó en las acuñaciones castellanas que don Felipe ordenó hacer en Amberes y Brujas
en 1505-1506.
127. Es decir un contracuartelado, en el primer y cuarto cuatiel aparece el tradicional cuartelado real
de Castilla-León, mientras en el segundo y tercero aparece el partido con las armas de Aragón y Aragón-
Sicilia, colocando en punta la granada, símbolo del recuperado reino de Granada, culminación de la
Reconquista.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 195
Sobre este escudo hay que hacer una salvedad y es que don Carlos no usó
en estos momentos las novedades heráldicas que sí había utilizado F emando el
Católico en sus últimos años, que consistieron en colocar de forma explícita las
armas de los reinos que había conquistado militarmente (Nápoles y Navarra) y
que le habían enfrentado en ambos casos con las armas francesas. Carlos optó
por no incluir estos reinos en sus escudos porque en estos momentos intentaba
hacer la paz con Francia, de hecho por el Tratado de Noyon (13 de agosto 1516)
Carlos aceptaba casarse con Luisa, hija de Francisco I de Francia, que llevaría
en dote los derechos franceses al reino de Nápoles, y además se comprometió
a indemnizar con justicia a los Albret por su expulsión de Navarra, por lo cual
no hubiera sido políticamente correcto expresar su dominio en estos territorios
128. Un cuartelado con las armas de Austria (1°), Borgoña moderna (2°), Borgoña antigua (3°) y
Brabante (4°), con un escusón central sobre el todo partido con las armas de Flandes y Tirol.
196 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
en sus armas 129 , además poco después el emperador Maximiliano firmó una
Liga de alianza (11 de marzo de 1517) con su nieto Carlos y su nuevo aliado
francés, al que se garantizaba la posesión del ducado de Milán.
Esta diferencia puede ser más importante de lo que a simple vista puede
parecer ya que en los tipos de 1475 y 1505 la reina propietaria "une" a su
gobierno al rey consorte (Fernando y Felipe), es decir la reina propietaria
"permite" a su consorte ciertas tareas de gobierno, pero en el caso de 1517
Carlos coloca una corona propia a su inicial, reforzando de esta manera su pre-
tensión de ejercer plenamente sus funciones como rey de hecho y de derecho
129. Otra cosa fue que debido a la hostilidad entre ambas monarquías y a las continuas guerras surgi-
das entre Carlos y Francisco, el primero decidiera con posterioridad utilizar las armas de Nápoles (cruz
de Jerusalén) y Navarra (cadenas) en su gran escudo imperial, precisamente como muestra documental
de su dominio sobre territorios que los fi·anceses reclamaban. Como puede verse en el gran escudo que
aparece en la Portada de la Edición comentada que de las Siete Partidas de Alfonso X hizo el Licenciado
Gregorio López, impresa en Salamanca en 155 5.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 197
Los reversos de las piezas de real y medio real son prácticamente los mis-
mos que los de las monedas ya comentadas acuñadas en 1505-1506, donde se
van a colocar símbolos puramente borgoñones, hay que recordar que Carlos fue
educado fundamentalmente en esta cultura y sociedad y estaba muy orgulloso
de la misma. Por una parte la Cruz de San Andrés (aspa), patrón del Ducado de
Borgoña, y el Toisón de oro, con su eslabón y pedernal, símbolos de la casa
ducal de Borgoña y su famosa orden de caballería, que al mismo tiempo fue-
ron la Divisa de Felipe el Hermoso 130 , con lo cual se mantenía la tradición de la
130. Aspa ecotada de San Andrés o de Borgoña con el eslabón brochante (rodeado de llamas) y el
Toisón pendiente, con el lema: "Qui vouldra". F. MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, La Heráldica Medieval
Española. La Casa Real de León y Castilla, Madrid, 1982, p.208.
198 JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
moneda de plata de los Reyes Católicos de 1497, que colocaba también las
divisas de los Reyes (yugo y flechas) en su tipología de reverso; aunque la divi-
sa de Carlos ya no sería ésta sino las luego tan famosas Columnas de Hércules
con el lema Plus Ultra 131 •
Pero hay una diferencia significativa con respecto a las monedas de 1505-
1506, ya que en éstas, se añadieron al reverso las armas separadas de los reinos
de doña Juana: Castilla, León y Granada 132 , ya sean dentro de escudo coronado
(en el real) o exentos (medio real), indicando que doña Juana era la reina pro-
pietaria de los mismos, mientras que en esos momentos ella era únicamente la
presunta heredera de la Corona de Aragón, que seguía gobernando directa-
mente su propietario, Fernando el Católico, y que podía perder si éste se vol-
vía a casar y tenía un hijo varón; ahora estos matices ya no son necesarios, al
considerar don Carlos que su madre era la legítima heredera de ambas Coronas,
aunque los aragoneses no lo tuvieran tan claro, por tanto del reverso desapare-
cen las referencias expresas a los territorios hispánicos.
Siguen las normas que había impuesto don Carlos tras su decisión de auto-
titularse rey de Castilla, y de las cuales se informó al reino en la primavera de
1516, como ya hemos visto. En primer lugar aparece doña Juana como reina
propietaria de Castilla y en segundo lugar don Carlos, ambos como reyes efec-
tivos de Castilla y León, y luego aparece el título real aragonés, para terminar
con los patrimoniales de don Carlos, es decir el de archiduque de Austria y
duque de Borgoña, que protocolariamente también le correspondían a doña
Juana como viuda de don Felipe el Hermoso. Hay que destacar que en el caso
131. Recordemos que la divisa de don Carlos fue "inventada" por el milanés Luis Marliani, médico de
los duques Sforza de Milán y luego consejero de Maximiliano l y luego de su nieto Carlos, para terminar
su carrera siendo obispo de Tuy ( 1517-1521 ). Más datos sobre esta divisa en Fran¡;:ois MENESTRIER: Le
devise du Roy justifzeé, Paris, 1679; y en E. RosENTHAL: "The invention of the columnar device of
Emperor Charles V at the Court ofBurgundy in Flanders 1516", Journal ofthe Warburg and Courtauld
lnstituite, no 36, 1973, donde también analiza su posterior transformación.
132. Hay que decir que estos tres reinos son los únicos que se citan expresamente en el juramento que
reciben en las Cortes de Toledo de 1502.
LA MONEDA CASTELLANA DE LOS PAISES BAJOS A NOMBRE DE ... 199
Por todo lo anterior hay que enmarcar estas acuñaciones dentro del con-
texto de las múltiples dificultades jurídicas y políticas con las que se encontró
don Carlos para hacerse cargo de la herencia de los reinos hispánicos, y hay que
decir claramente que esta acuñación fue una de las bazas que utilizó para ello,
dando un golpe de fuerza frente a los que ponían trabas a sus deseos. Utilizó el
documento monetario para reafirmar la posición de su madre en la Corona de
Aragón, ya que en este estado importantes instituciones no aceptaban a doña
Juana como heredera de don Fernando, utilizando para ello maniobras legales
que consiguieron paralizar el gobierno de dicho territorio durante varios años.
12. Conclusiones
El primero utilizó la acuñación para exigir sus derechos como rey consorte,
utilizando los mismos modelos castellanos de los Reyes Católicos, era una reivin-
dicación de derechos que parecía que le iban a ser hurtados por su suegro don
Fernando, y al final consiguió sus propósitos; luego don Fernando reivindicó su
papel político mantenimiento la acuñación de moneda castellana a nombre de su
esposa muerta, anulando fisicamente a su hija Juana, la reina propietaria. Don
Carlos no quiso conformarse con ser el gobernador de los reinos hispánicos en
nombre de su madre, como la ley y el testamento de su abuelo le exigían, sino que
dio un auténtico "golpe de estado" a distancia, en Bruselas, para proclamarse rey
de hecho de Castilla y Aragón, siempre manteniendo la preeminencia teórica de
su madre, y luego forzando a las autoridades legalmente establecidas a aceptar los
hechos consumados, que fueron legalizados a posteriori.