La Onu (Organizacion de Naciones Unidas)
La Onu (Organizacion de Naciones Unidas)
La Onu (Organizacion de Naciones Unidas)
La ONU se rige por la Carta de las Naciones Unidas, que entró en vigor el 24 de octubre
de 1945 y se firmó el 25 de junio del mismo año en la ciudad estadounidense de San
Francisco, por 51 países, pocos meses antes del final de la Segunda Guerra Mundial.
En el preámbulo de la Carta se mencionan explícitamente las dos guerras mundiales.
Debido a las facultades que le confiere la Carta y su singular carácter internacional, las
Naciones Unidas pueden tomar medidas sobre los problemas que enfrenta la
humanidad en el siglo 21, como la paz y la seguridad, el cambio climático, el desarrollo
sostenible, los derechos humanos, el desarme, el terrorismo, las emergencias
humanitaria y de salud, la igualdad de género, la gobernanza, la producción de
alimentos y mucho más.
La ONU también proporciona un foro para que sus miembros puedan expresar su
opinión en la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y
Social y otros órganos y comisiones. Al permitir el diálogo entre sus miembros, y la
organización en las negociaciones, la Organización se ha convertido en un mecanismo
para que los gobiernos puedan encontrar ámbitos de acuerdo y resolver problemas
juntos.
ORGANOS PRINCIPALES
Asamblea General
Consejo de Seguridad
Secretaría
HISTORIA
El término «Naciones Unidas» se pronunció por primera vez en plena Segunda Guerra
Mundial por el entonces presidente de los Estados Unidos Franklin Roosevelt, en la
Declaración de las Naciones Unidas, el 1 de enero de 1942 como una alianza de 26
países en la que sus representantes se comprometieron a defender la Carta del
Atlántico y para emplear sus recursos en la guerra contra el Eje Roma-Berlín-Tokio.
La ONU en 1945. En azul claro, los países fundadores. En azul oscuro, protectorados y
colonias de los países fundadores.
Las frases de la Declaración del Palacion de St. James sirven aún de lema de la paz: «
La única base cierta de una paz duradera radica en la cooperación voluntaria de todos
los pueblos libres que, en un mundo sin la amenaza de la agresión, puedan disfrutar de
seguridad económica y social; nos proponemos trabajar, juntos y con los demás pueblos
libres, en la guerra y en la paz, para lograr este fin. » En junio de 1941 nueve gobiernos
en exilio tenían sus sedes en Londres. Hacía 22 meses que la capital británica sufría los
efectos de la guerra, y en sus calles destrozadas por las bombas alemanas se oía aún,
con demasiada frecuencia, el clamor de las sirenas de alarma. El Eje se había
apoderado de casi toda Europa, y los barcos que atravesaban el Atlántico, cargados con
artículos indispensables, se perdían en el mar con trágica regularidad. Pero la fe en la
victoria final no se había extinguido ni en Londres ni entre los gobiernos y los pueblos
aliados. Ya entonces se miraba más allá de la victoria militar en busca de un porvenir
más estable para los años de la posguerra. «¿Para qué triunfar si hemos de seguir
viviendo con el temor de otra guerra? ¿No debiéramos ya trazarnos propósitos más
fecundos que los que representa la victoria militar? ¿No sería posible proyectar una
mejor existencia para todos los países y así cortar de raíz la causas de la guerra?»
Tales eran las angustiosas preguntas que se hacían muchos, no sólo en la Gran
Bretaña, sino en todos los países aliados.
Dos líderes emitieron una declaración conjunta destinada a ser conocida en la historia
como la Carta del Atlántico. Este documento no era un tratado entre las dos potencias.
Tampoco constituía una definición definitiva y oficial de los fines de la paz. Como el
mismo documento lo expresa, era una afirmación de « ciertos principios comunes en la
política nacional de nuestros países respectivos, en los cuales radican las esperanzas
de un mejor porvenir para la humanidad. » Habían pasado dos meses desde la
declaración de Londres, cuando, como resultado de la histórica reunión entre el
presidente Roosevelt y el primer ministro Churchill, surgieron nuevas medidas en favor
de una organización mundial. En agosto de 1941, el Eje estaba todavía en crecimiento,
o eso parecía, y las reuniones cuidadosamente orquestadas entre Hitler y Mussolini,
terminaron inevitablemente en un "perfecto acuerdo," lo que generaba un sombrío
presentimiento. Alemania se lanza en contra de USRS pero el poder de la nueva alianza
estaba aún por conocerse. Y Estados Unidos, a pesar de dar auxilio moral y material, no
estaba aún en la guerra.
Entonces, una tarde, llegó la noticia de que el presidente Roosevelt y el primer ministro
Churchill estaban reunidos "en algún lugar en el mar" -los mismos mares en que se
libraba la desesperada Batalla del Atlántico- y el 14 de agosto los dos líderes emitieron
una declaración conjunta destinada a ser conocida por la historia como la Carta del
Atlántico. Este documento no era un tratado entre las dos potencias. Tampoco fue una
expresión final y formal de los objetivos de paz. Sólo era una afirmación, como
declaraba el documento, « de ciertos principios comunes en las políticas nacionales de
sus respectivos países, en los que basan sus esperanzas de un futuro mejor para el
mundo.. »
Organización Mundial
De los ocho puntos de la Carta del Atlántico, dos se relacionan directamente con una
organización mundial.
-Cláusula Sexta - vivir seguras dentro de sus fronteras, y que brinde asimismo a sus
habitantes la oportunidad de vivir emancipados del temor y de la necesidad
« Después de la destrucción total de la tiranía nazista ellos esperan ver establecida una
paz que ofrezca a todas las naciones los medios para vivir seguras dentro de sus
fronteras, y que brinde asimismo a sus habitantes la oportunidad de vivir emancipados
del temor y de la necesidad. ».
En la cláusula séptima se declara que tal paz deberá garantizar a todos los hombres la
libertad de recorrer los mares.
Organización de la Paz
En otros puntos de la Carta del Atlántico se afirman los principios básicos de la justicia
internacional: Nada de expansiones; ni cambios territoriales sin el libre y expreso deseo
de los pueblos interesados; facultad de cada país para escoger su propio sistema de
gobierno; e igualdad de condiciones para todos los países en la adquisición de materias
primas.
Un mensaje de esperanza
El hecho de que tuviese poca validez jurídica no le quitaba mérito. Si en último análisis
la validez de un tratado se determina por la sinceridad de sus principios, ninguna
afirmación común de fe entre dos naciones amantes de la paz podría carecer de
importancia.
Poco después del regreso del primer ministro Churchill a Londres, después de su
entrevista en alta mar, se reunieron en esta ciudad diez gobiernos, que apoyaron los
principios de la Carta del Atlántico y prometieron coadyuvar en su cumplimiento en toda
la medida de sus fuerzas. El 24 de septiembre, la Unión Soviética firmo esta declaración
junto con los representantes de los países ocupados de Europa: Bélgica,
Checoeslovaquia, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Yugoeslavia y el del
general De Gaulle, de Francia.
Representantes de 26 Estados que lucharon contra las potencias del Eje Roma-Berlín-
Tokio manifestaron su apoyo a la Carta del Atlántico mediante su firma de la «
Declaración de las Naciones Unidas ». En este trascendental documento, los
signatarios se comprometían a poner su máximo empeño en la guerra y a no firmar una
paz por separado. El día de año nuevo de 1942, el señor presidente Roosevelt y los
señores Winston Churchill, Maxim Litvinov, de la Unión Soviética, y T. V. Soong, de
China, firmaron un breve documento que luego se conocería como la Declaración de las
Naciones Unidas. Al día siguiente se sumaron los representantes de otras 22 naciones
más. En este trascendental documento, los signatarios se comprometían a poner su
máximo empeño en la guerra y a no firmar una paz por separado.
La alianza completa a que se llegó en esta forma concordaba con los principios
enunciados en la Carta del Atlántico, y la primera cláusula de la declaración de las
Naciones Unidas reza que los países signatarios « . . . han suscrito un programa
común de propósitos y principios enunciados en la declaración conjunta del presidente
de los Estados Unidos de América y del primer ministro del Reino Unido de la Gran
Bretaña e Irlanda del Norte, fechada el 14 de agosto de 1941, y conocida como la Carta
del Atlántico. ». Cuando tres años después se iniciaban los preparativos para la
conferencia de San Francisco, únicamente se invitó a participar a aquellos estados que,
en marzo de 1945, habían declarado la guerra a Alemania y al Japón y que habían
firmado la Declaración de las Naciones Unidas.
Los 26 signatarios originales fueron: Los Estados Unidos de América, el Reino Unido de
la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
China, Australia, Bélgica, Canadá, Costa Rica, Checoeslovaquia, El Salvador, Grecia,
Guatemala, Haití, Honduras, India, Luxemburgo, Nicaragua, Noruega, Nueva Zelandia,
Países Bajos, Panamá, Polonia, República Dominicana, Unión Sudafricana,
Yugoeslavia .
Más tarde se adhirieron a la Declaración los siguientes países (en el orden de las
firmas): México, Colombia, Iraq, Irán, Liberia, Paraguay, Chile, Uruguay, Egipto, Siria,
Francia, Filipinas, Brasil, Bolivia, Etiopía, Ecuador, Perú, Venezuela, Turquía, Arabia
Saudita, Líbano.
« Tenemos la certeza de que, gracias a nuestra armonía, lograremos una paz duradera.
Reconocemos que el establecimiento de una paz que pueda granjearse la buena
voluntad de la abrumadora mayoría de los pueblos del mundo y que acabe con el
flagelo de la guerra por muchas generaciones venideras, es la suprema responsabilidad
nuestra y de las Naciones Unidas. » En 1943, todas las principales naciones aliadas
estaban comprometidas a lograr la victoria total y, posteriormente, a colaborar en la
creación de un mundo que « brinde a sus habitantes la oportunidad de vivir libres del
temor y de la necesidad. » Empero, no se habían definido aún las bases para una
organización mundial. Esta definición surgió de la reunión de los ministros de relaciones
exteriores de la Gran Bretaña, los Estados Unidos y la Unión Soviética, que se verificó
en octubre de 1943.
El señor Cordell Hull, secretario de estado estadounidense, voló por la primera vez en
su vida para concurrir a esta reunión en Moscú. El 30 de octubre la declaración de
Moscú fue firmada por los Sres. Vyacheslav Molotov, Anthony Eden, Cordell Hull y Foo
Ping Shen, este último embajador de China en la Unión Soviética.
-Declaraciones de Moscú
La declaración prometía una acción conjunta más efectiva para lograr la rendición del
enemigo, y proclamaba en su cláusula cuarta: « Que ellos (los ministros de RR. EE.)
reconocen la necesidad de establecer, dentro del menor plazo posible, una organización
general internacional, basada en el principio de la igualdad soberana de todos los
estados amantes de la paz, y a la cual puedan asociarse tales estados, grandes y
pequeños, para mantener la paz y la seguridad internacionales. » En una declaración
firmada en Moscú, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y China
abogaron por la creación de una organización internacional responsable del
mantenimiento de la paz y la seguridad. Este objetivo se reafirmó por los líderes de los
Estados Unidos, la URSS y el Reino Unido en Teherán.
Con este objeto, se convocó una conferencia de carácter práctico verificada en una
residencia particular de Washington-Dumbarton Oaks-entre los representantes de
China, Gran Bretaña, la URSS y los Estados Unidos. Las discusiones terminaron el 7 de
octubre de 1944. Las cuatro potencias sometieron a la consideración de todos los
gobiernos de las Naciones Unidas, y a los pueblos de todos los países, una propuesta
de estructura de la organización mundial, a fin de que la estudiaran y discutieran.
|| Estructura
|| Funciones y responsabilidades
|| Método de Votación
Otro punto descollante del proyecto de Dumbarton Oaks es el relativo a que los estados
miembros debían poner fuerzas armadas a disposición del Consejo de Seguridad para
impedir guerras y suprimir actos de agresión. Todos estuvieron de acuerdo en que la
falta de fuerzas armadas había hecho fracasar a la Sociedad de las Naciones en sus
intentos de preservar la paz. Los países aliados discutieron a fondo las propuestas de
Dumbarton Oaks. El gobierno británico emitió un comentario detallado, y, en los Estados
Unidos, el departamento de estado distribuyo 1.900.000 ejemplares del texto del
proyecto y explicó las propuestas en conferencias y por medio de la radio y las
películas. Varios gobiernos, entre ellos los de Australia, Bélgica, Canadá,
Checoeslovaquia, Francia, Holanda, Nueva Zelandia, Noruega, Polonia, Sudáfrica, la
Unión Soviética, Gran Bretaña y los Estados Unidos, hicieron críticas constructivas y
comentarios. Las polémicas que se suscitaron sobre esto en la prensa y la radio
permitieron a los pueblos aliados juzgar los méritos del nuevo proyecto para la paz. Se
prestó gran atención a las diferencias entre este nuevo plan y el Pacto de la Sociedad
de Naciones, y se reconoce como una mejora notable el que se pudieran poner fuerzas
armadas a disposición del Consejo de Seguridad.
Una brecha importante en las propuestas de Dumbarton Oaks aún no se había llenado:
el procedimiento de votación en el Consejo de Seguridad. Esto se hizo en Yalta en
Crimea, donde Churchill, Roosevelt y Stalin, junto con sus ministros y jefes de Estado
Mayor extranjeros, se reunieron en la conferencia. El 11 de febrero de 1945, la
conferencia anunció que esta cuestión se había resuelto, y se convocó la Conferencia
de San Francisco. “Hemos decidido -los tres líderes declararon- sobre el
establecimiento de una organización internacional general para mantener la paz y la
seguridad, con nuestros aliados [...] Hemos acordado que una Conferencia de las
Naciones Unidas debe ser llamada para reunirse en San Francisco, Estados Unidos, el
25 de abril de 1945, para preparar la Carta de dicha organización, a lo largo de las
líneas propuestas en las conversaciones formales de Dumbarton Oaks. ”
Las invitaciones se enviaron el 5 de marzo de 1945, y a los que fueron invitados se les
informó del acuerdo alcanzado en Yalta y sobre el procedimiento de votación en el
Consejo de Seguridad.
Se formó un «comité de orientación,» integrado por los jefes de delegación. Este comité
decidía sobre todos los asuntos capitales relativos a principios y normas. Aunque cada
estado tenía un solo representante, el comité contaba con 50 miembros -demasiado
numeroso para las labores de detalle. Se encargó, entonces, a un comité ejecutivo de
14 jefes de delegación, que sometiese recomendaciones al «comité de orientación.»
El proyecto de Carta se dividió en cuatro secciones, cada una de las cuales fue
estudiada por una «comisión.»
La primera de éstas se encargó de los propósitos generales de la Organización, sus
principios, miembros, la Secretaría y la cuestión de enmiendas de la Carta. La segunda
consideró los poderes y responsabilidad de la Asamblea General. La tercera se hizo
cargo de lo relativo al Consejo de Seguridad.
Este proyecto de estatuto había sido redactado por un comité integrado por
jurisconsultos de 44 países que se reunió en Washington en abril de 1945. Todo esto
parecerá demasiado elaborado -especialmente porque las cuatro comisiones se
subdividieron a su vez en doce comités técnicos- pero, en realidad, fue la forma más
expedita de conseguir una discusión a fondo de las cuestiones.
Hubo sólo diez sesiones plenarias, y casi 400 reuniones de comités, en que se
discutieron hasta los detalles más insignificantes. Se tropezó muchas veces con
choques serios de opinión y hubo discrepancias y hasta una que otra crisis, todo lo cual
hizo temer a algunos observadores el fracaso de la conferencia. Véase, por ejemplo, el
problema de las «organizaciones regionales». Muchos países tienen sus propios
acuerdos de defensa regional y de ayuda mutua. El sistema interamericano y la liga
árabe son casos típicos. ¿Qué papel pueden desempeñar estos acuerdos en relación
con la organización mundial? La conferencia decidió conferirles el derecho a intervenir
en arreglos pacíficos y también, en circunstancias especiales, en la aplicación de
medidas siempre que los fines y actividades de esos grupos sean compatibles con los
propósitos y principios de las Naciones Unidas.
La conferencia agregó todo un nuevo capítulo sobre un tema que no estaba incluido
dentro de las propuestas de Dumbarton Oaks: el de crear un sistema especial para los
territorios bajo la administración fiduciaria de las Naciones Unidas. Este asunto
ocasionó muchos debates. ¿Debería el objetivo de la administración fiduciaria definirse
como «independencia» o como "gobierno propio" para los pueblos de estas zonas? Si
independencia, ¿qué hacer en el caso de las zonas demasiado pequeñas para
defenderse por sí solas? Finalmente se recomendó que se promoviera el desarrollo
progresivo de los pueblos de los territorios en fideicomiso de manera que éstos se
encaminaran hacia la «independencia» o el "gobierno propio."
Debates y Vetos
La Última Reunión
El 25 de junio los delegados se reunieron en sesión plenaria por última vez en la ópera
de San Francisco. Lord Halifax la presidió, y, al someter el texto final de la Carta a la
aprobación de la Asamblea, dijo: «La cuestión que estamos a punto de resolver con
nuestro voto es la más importante que podrá ocurrir en nuestras vidas.» En vista del
significado universal de la ocasión, propuso que, apartándose del método acostumbrado
de votar alzando la mano, se procediera en forma mas adecuada. Planteada la
cuestión, cada uno de los delegados se levanto y permaneció de pie. Lo mismo hicieron
todos los presentes -el personal adjunto, los periodistas y unos tres mil espectadores.
Culminó esto en una magna ovación que resonó en el recinto tan pronto como el
presidente hubo anunciado que la Carta había sido aprobada por unanimidad.
La Carta se firma
«La Carta de las Naciones Unidas que acabáis de firmar es una base sólida sobre la
cual podremos crear un mundo mejor. La historia os honrará por ello. Entre la victoria en
Europa y la victoria final, en la más destructora de todas las guerras, habéis ganado una
batalla contra la guerra misma . . . Gracias a esta Carta, el mundo puede empezar a
vislumbrar el día en que todos los hombres dignos podrán vivir libre y decorosamente.».
Luego el presidente Truman declaró que la Carta sólo tendría valor si los pueblos del
mundo se resolvían a hacerla cumplir:
«Si no nos valemos de ella -concluyó-, habremos traicionado a los que sacrificaron sus
vidas por que nos fuese posible reunirnos aquí, segura y libremente, para forjarla. Si
intentásemos servirnos de ella con egoísmo -en provecho de una sola nación o de un
grupo pequeño de naciones-, seríamos igualmente culpables de esa traición.».
La Carta es aprobada
1865 || 1874
1899 || 1902
1919
¿QUE HACEMOS ?
Consejo de Seguridad
Asamblea General
De acuerdo con la Carta, la Asamblea General puede hacer recomendaciones sobre los
principios generales de cooperación, tanto para mantener la paz y la seguridad
internacionales, incluido el desarme, como para solucionar de manera pacífica cualquier
situación que pueda deteriorar las relaciones de amistad entre países. Asimismo, la
Asamblea General puede tratar cualquier cuestión relacionada con la paz y la seguridad
internacionales y hacer recomendaciones si en ese momento el Consejo de Seguridad
no ha abordado dicha cuestión.
Mantenimiento de la Paz
Consolidación de la Paz
Las actividades de consolidación de la paz tienen por objetivo ayudar a los países y
regiones en sus transiciones de la guerra a la paz, reducir el riesgo de un reinicio del
conflicto y sentar las bases de una paz y un desarrollo duradero. Llevan a cabo esta
labor la Comisión de Consolidación de la Paz , el Fondo para la Consolidación de la Paz
y la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz.
Desarme
Los procedimientos especiales del Consejo son llevados a cabo por expertos
independientes y prominentes que trabajan de manera voluntaria, examinan,
supervisan, informan públicamente y asesoran desde una perspectiva temática y por
países.
UNDG-HRM
El Asesor Especial para la Prevención del Genocidio actúa como catalizador para
concienciar acerca de las causas y las dinámicas del genocidio, para alertar a los
actores relevantes cuando exista riesgo de genocidio, así como para promover y llevar a
cabo acciones apropiadas. El Asesor Especial sobre la Responsabilidad de Proteger
lidera el desarrollo conceptual, político, institucional y operativo de la responsabilidad de
proteger.
Democracia
Consejo de Seguridad
Secretario General
El Secretario General designa a los representantes especiales, que trabajan contra las
violaciones graves:
Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los niños en los
conflictos armados
Representante Especial del Secretario General sobre la violencia contra los niños
'Los derechos primero' (‘Human Rights Up Front’) es una iniciativa del Secretario
General para asegurar que el sistema tome medidas efectivas cuanto antes, según lo
dispuesto por las resoluciones de la Carta y de la ONU, para prevenir o responder a
violaciones graves de los derechos humanos a gran escala o del derecho internacional
humanitario. Hace hincapié en una responsabilidad compartida entre los diversos
organismos a trabajar juntos para hacer frente a tales violaciones. También busca lograr
esto mediante la realización de cambios en tres niveles: cultural, operativos y políticos.
Estos cambios están transformando gradualmente la forma en que la ONU entiende sus
responsabilidades y las implementa. La iniciativa se ha puesto en marcha
progresivamente desde finales de 2013. A través de diversas presentaciones, cartas y
documentos de política, el Secretario General y el Secretario General Adjunto la han
presentado a la Asamblea General y al personal y los dirigentes del sistema de la ONU.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) surgió a raíz
de la Segunda Guerra mundial para ayudar a los europeos desplazados por el conflicto.
La agencia dirige y coordina medidas internacionales para proteger a los refugiados y
solucionar sus problemas en todo el mundo. La Asamblea General creó el Organismo
de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina
en el Cercano Oriente (OOPS) para prestar ayuda de emergencia a unos 750.000
refugiados palestinos que habían perdido sus hogares y sus medios de vida como
resultado del conflicto árabe-israelí de 1948. En la actualidad, unos cinco millones de
palestinos reciben ayuda del OPPS.
Desde sus inicios en 1945, una de las principales prioridades de las Naciones Unidas
ha sido «lograr la cooperación internacional en la solución de los problemas de carácter
económico, social, cultural o humanitario y en el desarrollo y estímulo del respeto a los
derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción por motivos
de raza, sexo, idioma o religión». Mejorar el bienestar de las personas sigue siendo uno
de sus principales objetivos. El concepto de desarrollo ha cambiado con los años y en la
actualidad los países han acordado que el desarrollo sostenible, que fomenta la
prosperidad y las oportunidades económicas, un mayor bienestar social y la protección
del medio ambiente, es el mejor camino a seguir para mejorar la vida de la población.
Cerca del 40 por ciento de la población del mundo en desarrollo vivía en la pobreza
extrema hace sólo dos décadas. Desde entonces, se ha reducido a la mitad la pobreza
extrema y los Objetivos de Desarrollo del Milenio han contribuido en gran medida a este
progreso. Consciente de este éxito y de la necesidad de completar la tarea de erradicar
la pobreza, la ONU aprobó una ambiciosa Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Al mismo tiempo, el cambio climático representa un reto cada vez mayor y, por este
motivo, la Organización apoyó las negociaciones para alcanzar un acuerdo climático
significativo y universal en 2015. Asimismo trabaja para desarrollar un marco de
financiación con el fin de garantizar que tanto la agenda del desarrollo sostenible como
la acción climática dispongan de los recursos necesarios.
Cambio climático
Cortes y tribunales
La Carta de las Naciones Unidas otorga poder a la Asamblea General para iniciar
investigaciones y hacer recomendaciones con el fin de promover el desarrollo y la
codificación del derecho internacional. Muchos órganos subsidiarios de la Asamblea
General tratan áreas específicas del derecho internacional e informan a la Asamblea. La
mayor parte de los asuntos legales se remiten a la Sexta Comisión, que a su vez
informa a la Asamblea. La Comisión del Derecho Internacional y la Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional informan a la Asamblea
General. La Asamblea General también examina temas relacionados con el derecho
institucional de las Naciones Unidas, como la adopción del Reglamento de Personal y el
establecimiento del sistema interno de justicia.
En 2009 se introdujo un nuevo Sistema de Justicia interna para las Naciones Unidas,
con el objetivo de conseguir un sistema independiente, profesionalizado, oportuno,
transparente y descentralizado, que pusiera un mayor énfasis en resolver los conflictos
por medios informales antes de recurrir a procesos formales. Debido a que las Naciones
Unidas tienen inmunidad frente a las jurisdicciones locales y no se pueden interponer
demandas contra ellas en una corte nacional, la Organización ha instalado un sistema
interno de justicia para solucionar disputas entre el personal y la administración,
incluyendo aquellas que requieran medidas disciplinarias.
Actualmente las Naciones Unidas ofrecen asistencia técnica a los Estados Miembros en
relación con gran variedad de asuntos jurídicos. Tal asistencia incluye asesoramiento,
investigación, análisis, formación y otros tipos de asistencia.
ÁFRICA
Los dos lugares principales de actividad de la ONU en África son Nairobi (Kenya) y
Addis Abeba (Etiopía). La ONU cuenta en África con muchas oficinas regionales y
nacionales de diferentes entidades y tiene desplegadas nueve misiones de
mantenimiento de la paz..
AMÉRICA
El centro de la actividad de la ONU en América del Norte está en Nueva York, hogar de
la sede de la Organización, mientras el centro de la actividad en América del Sur está
en Santiago de Chile, donde reside la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe.
ASIA Y EL PACÍFICO
Los principales centros de actividad en Europa y Asia Central son Ginebra (Suiza),
Viena (Austria) y La Haya (Países Bajos). Ginebra es sede de la Oficina de las
Naciones Unidas en Ginebra (ONUG) y la Comisión Económica para Europa (CEPE),
Viena de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena (ONUV) y La Haya de la Corte
Internacional de Justicia. Además, disponemos de varias oficinas políticas en esta
región, al igual que oficinas regionales y nacionales de diferentes entidades del sistema.
ORIENTE MEDIO
DOCUMENTOS
TEMAS / CAMPAÑAS
Celebraciones
Cambio climático
El Estado de Derecho
Refugiados y migrantes
Genocidio en Rwanda
El Holocausto
Descolonización
Mensajeros de la Paz
DEPARTAMENTOS / OFICINAS
Nueva York
Ginebra
Nairobi
Viena