Venezuela Ante Ante El Sistema Universal

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−1−

INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS


COFAVIC

Taller de formación para abogad@s litigantes ante el sistema


universal de protección de los derechos humanos

Caracas, 16-17 de noviembre de 2010

***

VENEZUELA ANTE EL SISTEMA DE LAS


NACIONES UNIDAS
PARA LA PROTECCIÓN DE LOS
DERECHOS HUMANOS

Carlos Villán Durán


Profesor de Derecho internacional de los derechos humanos

Co-director del Máster en Protección Internacional de los Derechos


Humanos de la Universidad de Alcalá (Madrid)

Presidente de la Asociación Española para el


Derecho Internacional de los Derechos Humanos (AEDIDH)

Antiguo miembro de la Oficina del Alto Comisionado de


las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (1982-2005)

[email protected]

www.aedidh.org
−2−

PÁGS.
INDICE
INTRODUCCIÓN 4
PRIMERA PARTE
13
LA PROTECCION CONVENCIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

A. Mecanismos de informes periódicos 13


1. Campo de aplicación 13
2. Procedimiento. Las directrices de los Comités 14
3. Listas de cuestiones 16
4. Naturaleza jurídica 17
5. Las observaciones finales (OF) 18
6. Seguimiento a las observaciones finales (OF) 21
7. Las observaciones generales (OG) 24
8. La investigación de oficio 26
B. Mecanismos cuasicontenciosos 28
1. Las quejas individuales en el sistema universal 29
2. Características generales del procedimiento 30
3. Procedimiento aplicable a las quejas individuales 32
(a) Competencia 32
(b) Admisibilidad 35
(c) Las medidas provisionales 39
(d) La tramitación interna de la queja 40
(e) Dictamen 41
(f) Publicación 44
(g) Seguimiento 44
4. Eficacia del procedimiento 46
SEGUNDA PARTE
48
LA PROTECCION EXTRACONVENCIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

INTRODUCCIÓN 48
A. El procedimiento público de quejas individuales (“Procedimiento 1235”): El
sistema de Relatores Especiales del Consejo de Derechos Humanos 51
1. Procedimientos geográficos 54
2. Procedimientos temáticos 56
3. Las quejas individuales 58
4. Las acciones urgentes 61
−3−

INDICE (continuación) PÁGS.

5. Procedimiento aplicable a las quejas individuales 62


(a) Competencia 63
(b) Admisibilidad 64
(c) Dictamen 67
(d) Publicación 69
(e) Seguimiento 70
B. Otros mecanismos de promoción de los derechos humanos en el Consejo de
Derechos Humanos 73
1. El Consejo de Derechos Humanos 73
2. El mecanismo de examen periódico universal (EPU) 75
(a) Las fases del procedimiento 77
(b) Eficacia del EPU 78
3. El procedimiento confidencial de quejas individuales (“Procedimiento 1503”) 81
4. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos 85
SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA 88

ANEXOS 97

I. Observaciones finales del Comité de Derechos Humanos. Venezuela 97


II. Observación general 31 del Comité de Derechos Humanos:
la índole de la obligación jurídica general impuesta a los Estados parte en el Pacto 102
III. Comité contra la Tortura. Caso Núñez Chipana c. Venezuela 107
IV. Relator Especial sobre la cuestión de la Tortura. Seguimiento de las
recomendaciones a Venezuela 111
V. Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria: caso Cedeño c. Venezuela 113
VI. Consejo de Derechos Humanos. Mecanismo de Examen períodico universal. Grupo
de Trabajo: consideración del informe de España 119
−4−

INTRODUCCIÓN

El 16 de septiembre de 2005 culminó de manera fallida el último intento de


reformar la Organización de las Naciones Unidas. Se pretendía adecuar la Organización
mundial a los nuevos retos de una comunidad internacional extraordinariamente
compleja y profundamente desigual, como lo son sus 192 Estados Miembros. Ese día los
Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo aprobaron en Nueva York el
“Documento Final de la Cumbre Mundial 2005”1.
El citado Documento se limita a formular una relectura de la Carta de las Naciones
Unidas de 1945, ya que reitera los principios fundacionales de la Organización tal y como
se fijaron en la Carta de San Francisco. Así, los Jefes de Estado reconocieron que “la
paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos son los pilares del sistema de
las Naciones Unidas y los cimientos de la seguridad y el bienestar colectivos”, por lo que
todos esos valores “están vinculados entre sí y se refuerzan unos a otros”2.
También reafirmaron que la igualdad entre los géneros y el disfrute de todos los
derechos humanos por todas las personas “son esenciales para promover el desarrollo,
la paz y la seguridad”3. Y se comprometieron a aumentar la eficacia, “la rendición de
cuentas y la credibilidad del sistema de las Naciones Unidas”4, resolviendo “crear un
mundo más pacífico, próspero y democrático”, aportando “soluciones multilaterales a los
problemas de las cuatro esferas siguientes: desarrollo, paz y seguridad colectiva,
derechos humanos e imperio de la ley y fortalecimiento de las Naciones Unidas”5.
Loables propósitos que, lamentablemente, no han sido seguidos de medidas
prácticas de aplicación, debido fundamentalmente a la falta de voluntad política de los
Estados dominantes para reformar el statu quo que representa la Carta de 1945, en la
que se había consagrado el gobierno del mundo por parte de un directorio compuesto
por las cinco potencias que habían ganado la Segunda Guerra Mundial, a través del
derecho de veto que siguen ejerciendo en el órgano ejecutivo de la Organización.
Hoy es evidente que en el Consejo de Seguridad no están todos los que son ni
son todos los que están. De ahí el deseo de la gran mayoría de los Estados –
reiteradamente expresado en el seno de la democrática Asamblea General-, de que el
Consejo de Seguridad se democratice en su composición, sus métodos de trabajo sean
más transparentes, y se revise el derecho de veto. Las ONG añaden con razón que
también es necesaria la participación de la sociedad civil en los trabajos del Consejo de
Seguridad, hoy todavía vedada.

1 Resolución 60/1 de la Asamblea General, de 16 de septiembre de 2005.


2 Párrafo 9 de la res. 60/1.
3 Ibidem, párrafo 12.
4 Id., párrafo 15.
5 Id., párrafo 16.
−5−

No obstante estas limitaciones estructurales que han condicionado el desarrollo de


un Derecho internacional que debiera ser más democrático, participativo e integrador de
los Estados soberanos, a lo largo de la Guerra Fría (1945-1989) la comunidad
internacional fue tejiendo pacientemente una estructura relacional, caracterizada por el
desarrollo de las Organizaciones internacionales intergubernamentales, que establecen
cauces permanentes a través de los cuales se institucionaliza la cooperación
internacional de los Estados entre ellos y con la Organización, para conseguir los fines y
objetivos que se expresan en la Carta de las Naciones Unidas.
Los condicionantes históricos, políticos e ideológicos, han influido particularmente
en el desarrollo de los derechos humanos. Desde la Carta de San Francisco de 1945
hasta la fecha, han transcurrido 65 años en los que la ONU, junto a sus organismos
especializados -OIT, UNESCO, FAO, OMS- y algunos de sus órganos subsidiarios –
ACNUR, UNICEF, PNUD, PMA-, así como las organizaciones regionales -Consejo de
Europa, Organización de Estados Americanos (OEA) y Unión Africana-, han desarrollado
un complejo entramado institucional y normativo sobre el que se ha construido un
sistema de protección internacional de los derechos humanos compuesto de normas
sustantivas (declaraciones de derechos) y procesales (instituciones permanentes de
promoción y protección)6, que constituyen el mejor legado de civilización que hemos
recibido del Siglo XX.
La primera norma sustantiva que concretó en 20 Artículos magistrales el contenido
de los “derechos humanos y libertades fundamentales” enunciado en la Carta de San
Francisco, fue la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), adoptada por
la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 19487. Desde
entonces los principios básicos consagrados en la DUDH han ido precisándose en
numerosas normas positivas contenidas en más de 170 tratados internacionales y
protocolos, así como en innumerables normas del DI general, normas consuetudinarias y
principios generales del DI. El conjunto de normas sustantivas y procesales del DIDH
constituyen lo que hoy conocemos como el Código Internacional de Derechos Humanos.
Junto a las normas sustantivas, el Código contiene también muchas normas
secundarias que crean órganos internacionales para la defensa, promoción y protección
de los derechos humanos, así como las normas procesales básicas que regulan el
funcionamiento de esos órganos, respetando la estructura relacional de la comunidad
interncional y evitando, por tanto, dar el paso hacia una estructura más integradora de las
soberanías de los Estados.
Así, la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de 2005 decidió constituir un
Consejo de Derechos Humanos (Consejo DH), cuyos rasgos esenciales fueron
definidos en 2006 por la Asamblea General8. Se trata de un órgano intergubernamental

6 Vid. por todos SÁNCHEZ PATRÓN, José Manuel: Las Organizaciones Internacionales ante las violaciones de los
derechos humanos. Oviedo, Septem Ediciones, 2004, 368 p. En un sentido más crítico, vid. VILLÁN DURÁN, C.: “La
refundación de la ONU”, Pensamiento Propio (Buenos Aires), núm. 27 (enero-junio de 2008), pp. 73-99.
7 Vid. VILLÁN DURÁN, C.: “La Declaración Universal de Derechos Humanos en su 60° aniversario: origen, significado,

valor jurídico y proyección en el siglo XXI”, in CABALLERO OCHOA, José Luis (Coordinador), La Declaración
Universal de Derechos Humanos. Reflexiones en torno a su 60 aniversario. México, Edit. Porrúa, 2009, 557 p., at XXI-
XLI.
8 Resolución 60/251 de la Asamblea General, aprobada el 15 de marzo de 2006 por 170 votos a favor, 4 en contra
−6−

subsidiario de la Asamblea General, compuesto por 47 Estados. Sustituyó a la antigua


Comisión de Derechos Humanos el 16 de junio de 2006 y desde entonces ha celebrado
quince períodos de sesiones ordinarios y trece extraodinarios9. Como veremos más
adelante, el balance de los cinco primeros años de vida del Consejo DH arroja un
resultado decepcionante, al haberse incrementado el nivel de politización que se
reprochaba a la antigua Comisión DH. En efecto, los debates en el seno del Consejo DH
están claramente dominados por los representantes de sus 47 Estados miembros, en
detrimento del destacado papel que antaño tuvieron las ONG.
Pues bien, el conjunto de normas sustantivas y procesales que conforman el
Código Internacional de Derechos Humanos elaborado en los últimos 65 años, ha
dado lugar a un nuevo ordenamiento jurídico que denominamos Derecho internacional
de los derechos humanos. Conforme a la definición que desarrollamos en otro lugar10,
el DIDH es el
Sistema de principios y normas que regula un sector de las relaciones de cooperación
institucionalizada entre Estados de desigual desarrollo socioeconómico y poder, cuyo
objeto es el fomento del respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales
universalmente reconocidos, así como el establecimiento de mecanismos para la garantía
y la protección de tales derechos y libertades, los cuales se califican de preocupación
legítima y, en algunos casos, de intereses fundamentales para la actual comunidad
internacional de Estados en su conjunto.

El mayor reto del Siglo XXI es conseguir que el Código se aplique correctamente
en el ámbito interno de los Estados, de manera que todas las personas puedan disfrutar
de todos los derechos proclamados en el plano internacional, sin que quepa ningún tipo
de discriminación. El estandar único de trato es consecuencia obligada de la dignidad de
la persona, valor fundamental sobre el que reposa la construcción jurídica de los
derechos humanos.
Pero el Código IDH es una obra inacabada por tres razones:
Primera, porque continuamente se presentan ante la comunidad internacional
nuevas esferas de las relaciones sociales que necesitan una regulación sustantiva,
dando así lugar al desarrollo progresivo del Código. A ello responde la reciente adopción
por la Asamblea General de la Convención relativa a los derechos de las personas
discapacitadas y su Protocolo facultativo (13 de diciembre de 2006); la Convención
Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas
(20 de diciembre de 2006); y la Declaración sobre los Derechos Humanos de los Pueblos
Indígenas (2006). En 2010 el Consejo DH estableció un grupo de trabajo de composición

(Estados Unidos, Israel, Islas Marshall y Palau) y 3 abstenciones (Belarús, Irán y Venezuela).
9 De los trece períodos de sesiones extraordinarios, seis se han dedicado a las crisis de derechos humanos en el
Oriente Medio (Territorios Árabes Ocupados por Israel, incluida Jersualén Este, conflicto en el Sur del Líbano, agresión
a Gaza y asalto a la flotilla humanitaria). En otros se han estudiado las crisis de los derechos humanos en
Sudán/Darfour, Myanmar, R.D. del Congo, Sri Lanka y Haití. En dos ocasiones mas se han abordado cuestiones
temáticas, a saber: la crisis alimentaria mundial; y los efectos de las crisis económica y financiera mundiales en la
realización universal y el goce efectivo de los derechos humanos.
10 En adelante: DIDH. Para un análisis del concepto y elementos constitutivos de este ordenamiento, vid. nuestro
Curso de derecho internacional de los derechos humanos. Madrid, Trotta, 2002 (reimpresión: 2006), 1.028 p., Lección
2, pp. 85-140.
−7−

abierta para elaborar una declaración de las Naciones Unidas sobre educación y
formación en materia de derechos humanos, sobre la base del proyecto elaborado por el
Comité Asesor11.
Segunda, porque la mejora en el grado de aplicación efectiva de las normas
contenidas en el Código, se obtendrá con la aprobación de nuevas normas procesales
que establezcan instituciones y mecanismos de protección internacional de los derechos
humanos, o mejoren sustancialmente los ya existentes. En esta vía de progreso se
inscriben los dos nuevos Comités que establecen las Convenciones antes señaladas,
que asumen una pluralidad de funciones para controlar la correcta protección de los
derechos en ellas consagrados. Igualmente, ha sido un éxito histórico la adopción por la
Asamblea General, el 10 de diciembre de 2008, del Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, porque reconoce por vez
primera a nivel convencional la justiciabilidad de los DESC.
En la misma línea, el Consejo DH pidió a otro grupo de trabajo que elabore un
protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, por el que se
atribuirá al Comité de los Derechos del Niño la competencia para recibir, inter alia, quejas
individuales12.
El siguiente paso será reconocer que la mejor manera de proteger
adecuadamente todos los derechos humanos reconocidos en el plano internacional es
mediante la judicialización de esa protección, esto es, creando un Tribunal Universal de
Derechos Humanos.
Tercera, porque la comunidad internacional aprovechó el fin de la Guerra Fría para
debatir en grandes Conferencias mundiales con amplia participación de la sociedad civil,
sobre los problemas globales que nos aquejan en materia de paz y seguridad, desarrollo,
medio ambiente, desarme y respeto a los derechos humanos. Las Declaraciones y
Planes de Acción aprobadas en las Cumbres de los años noventa han señalado el
camino para afrontar esos retos de manera integrada. En este sentido, se reconoció
como prioridad absoluta la erradicación de la extrema pobreza y de las desigualdades,
porque generan las mayores violaciones a los derechos humanos. De ahí los objetivos
de desarrollo del Milenio aprobados en la Declaración de Jefes de Estado de 2000 en
Nueva York. Pero diez años después constatamos la falta de voluntad política de los
países ricos para financiar eficazmente el desarrollo económico y social de los pueblos
en desarrollo.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, la respuesta eficaz a los
problemas que aquejan a la humanidad es la afirmación de los derechos de solidaridad
basados en el modelo de la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al
Desarrollo de 1986, que identifica tanto a los individuos como a los pueblos como
titulares de ese derecho. Así, se reivindican nuevos derechos emergentes de solidaridad
junto al derecho al desarrollo, tales como el derecho a un medio ambiente sano, el
derecho al desarme, el derecho al patrimonio común de la humanidad, el derecho de las
víctimas a la asistencia humanitaria, o el derecho de las víctimas a ser protegidas por la
comunidad internacional de las violaciones masivas a los derechos humanos, cuando el

11 Res. 13/15 del Consejo DH, de 25 de marzo de 2010.


12 Res. 13/3 del Consejo DH, de 24 de marzo de 2010.
−8−

Estado de su jurisdicción no quiere o no puede hacerlo (responsabilidad de proteger).

Una mención especial merece el derecho humano a la paz, cuyo reconocimiento


internacional promueve la Asociación Española para el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos13 desde 2005. Con la Declaración de Luarca sobre el Derecho
Humano a la Paz, de 30 de octubre de 2006, se ha probado que este derecho debe
responder a un planteamiento holístico, integrador, de síntesis de todos los derechos
humanos ya reconocidos (civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y derecho al
desarrollo)14. Además, es un derecho profundamente enraizado en la Carta de las
Naciones Unidas y en la Declaración Universal de Derechos Humanos (Art. 28). Sin paz
y seguridad internacionales no son posibles ni el desarrollo económico y social ni el
respeto efectivo de los derechos humanos.
La Declaración de Luarca fue revisada en 2010 por un Comité técnico de
especialistas españoles reunido en Bilbao, para incorporar las aportaciones recibidas de
las distintas sensibilidades culturales del mundo15. Fruto de ese trabajo es la Declaración
de Bilbao sobre el Derecho Humano a la Paz de 24 de febrero de 201016.
La Declaración de Bilbao fue a su vez revisada y legitimada internacionalmente
por el Comité Internacional de Redacción de diez personas expertas independientes —
representantes de las cinco regiones del mundo—, que aprobó el 2 de junio de 2010 la
Declaración de Barcelona sobre el Derecho Humano a la Paz17.
La iniciativa legislativa internacional de la sociedad civil tendrá su término final en
el Congreso Internacional sobre el Derecho Humano a la Paz, que se reunirá en
Santiago de Compostela (España) los días 9-10 de diciembre de 2010 con motivo del
Foro 2010 o Foro Social Mundial sobre la Educación para la Paz. Los representantes de
la sociedad civil que participen en el Congreso serán invitados a:
(1) Adoptar un texto final de Declaración universal del derecho humano a la paz,
que deberá reflejar el sentir de la sociedad civil internacional en su conjunto.
Posteriormente, la Declaración de Santiago será presentada ante el Consejo DH y su
Comité Asesor, instando a los Estados y a las personas expertas a proseguir la
codificación oficial de un proyecto de Declaración universal del derecho humano a la paz
sobre la base de los textos elaborados por la sociedad civil.

En adelante: AEDIDH. Fundada en 2004, cuenta con 100 especialistas en esa materia repartidos por España y
13

América Latina. Se puede acceder a sus trabajos en su Portal en el Internet: www.aedidh.org


14Vid. RUEDA CASTAÑÓN (C.R.) y VILLÁN DURÁN (C.), (editores): La Declaración de Luarca sobre el Derecho
Humano a la Paz. 2ª edición, Granda (Asturias), Ediciones Madú, octubre de 2008, 560 p.
15Las Declaraciones regionales se pueden consultar en VILLÁN DURÁN (C.) y FALEH PÉREZ (C.) (editores),
Contribuciones regionales para una declaración universal del derecho humano a la paz, Luarca, AEDIDH, julio de
2010, 640 p., Anexo II. También son accesibles online en www.aedidh.org
16 Para consultar el texto completo de la Declaración de Bilbao en tres idiomas vid. loc. cit. en la nota anterior, Anexo I.

También está disponible en la Red: www.aedidh.org


17 Disponible en varios idiomas en www.aedidh.org
−9−

(2) Aprobar los Estatutos del futuro Observatorio Internacional del Derecho
Humano a la Paz, que se constituirá en el seno de la AEDIDH con el objetivo de dotar a la
sociedad civil internacional de un instrumento institucional permanente, que deberá velar
por que los trabajos oficiales de codificación del derecho humano a la paz en el marco
del Consejo DH y de su Comité Asesor, tengan debidamente en cuenta la Declaración de
Santiago del Derecho Humano a la Paz. El Observatorio también realizará estudios,
publicará informes y elaborará indicadores objetivos que permitirán medir y evaluar cómo
cumplen los Estados y otros actores internacionales con los derechos y obligaciones que
recoja la Declaración de Santiago.
La resolución 14/3 del Consejo DH, de 17 de junio de 2010, abrió el proceso de
codificación oficial del derecho a la paz al reconocer explícitamente la "... importante
labor que realizan las organizaciones de la sociedad civil para promover el derecho de
los pueblos a la paz y para codificar ese derecho"18. El Consejo DH apoyó “la necesidad
de continuar promoviendo la efectividad del derecho de los pueblos a la paz”, por lo que
pidió “al Comité Asesor que, en consulta con los Estados Miembros, la sociedad civil, el
mundo académico y todos los interesados pertinentes, prepare un proyecto de
declaración sobre el derecho de los pueblos a la paz e informe de los progresos
realizados al respecto al Consejo en su 17º período de sesiones»19.
Por su parte, el Comité Asesor aprobó el 6 de agosto de 2010 la recomendación
5/2, por la cual estableció un Grupo de redacción de cuatro personas expertas, con el
encargo de redactar para enero de 2011 un primer proyecto de declaración sobre el
derecho de los pueblos a la paz.
Nuestra visión es que un día el Consejo DH pida a la Asamblea General de las
Naciones Unidas que adopte una Declaración Universal del Derecho Humano a la Paz
que incluya medidas de seguimiento y de aplicación.
***
La invocación y la aplicación del DIDH en el ámbito interno de los Estados se hace
con grandes dificultades, pues a menudo es entorpecido por los poderes públicos, o pasa
desapercibido a los jueces, abogados y otros profesionales del Derecho en el ámbito
nacional, así como a las propias organizaciones no gubernamentales (ONG) e
instituciones nacionales en materia de derechos humanos (INDH).
A la falta de información se añade el hecho de que el jurista nacional se enfrenta a
categorías jurídicas que no domina, por ser extrañas a las propias de su ordenamiento
interno. De ahí su escasa e insatisfactoria aplicación, a pesar de que el DIDH constituye
un valioso sistema complementario del régimen jurídico interno de protección de los
derechos humanos.
Por otra parte, los individuos y las ONG son para los mecanismos internacionales
de protección de los derechos humanos -establecidos en las distintas organizaciones
internacionales intergubernamentales- tan esenciales como lo es el combustible para los
automóviles. En efecto, la pesada maquinaria institucional de las organizaciones

18 Último párrafo del preámbulo de la res. 14/3 cit.


19 Ibídem id., § 15 de la parte dispositiva.
−10−

internacionales no podría funcionar si se paralizara el flujo permanente de quejas e


informes de violaciones a los derechos humanos procedentes del sector no
gubernamental y de todas las partes del mundo. Existe, por tanto, un interés mutuo de
las víctimas, las instituciones nacionales de derechos humanos (INDH) y las
organizaciones internacionales, en que los canales de comunicación entre ellas sean los
más idóneos.
Tratándose de las Naciones Unidas, cabe recordar que Venezuela es Parte,
entre otros, en los siguientes tratados principales de derechos humanos:
-Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su primer Protocolo Facultativo, por el
que acepta la competencia del Comité de Derechos Humanos para recibir quejas de
individuos sobre presuntas violaciones a los derechos contenidos en ese Pacto; y el Segundo
Protocolo Facultativo destinado a abolir la pena de muerte;
-Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
-Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial,
incluido el Artículo 14 de la misma, que confiere al Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial la competencia para recibir quejas individuales;
-Convención sobre los Derechos del Niño y sus dos protocolos facultativos relativos a la
participación de niños en los conflictos armados y a la venta de niños, la prostitución infantil y
la utilización de niños en la pornografía;
-Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y su
protocolo facultativo, que habilita con un doble sistema de investigación de oficio y de quejas
individuales al Comité de ese nombre;
-Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, así
como el Art. 22 de la misma, que faculta al Comité contra la Tortura para recibir quejas
individuales por presunta violación de alguno de los derechos contenidos en la Convención;

En cambio, Venezuela no ha ratificado:


-protocolo facultativo al PIDESC de 10 de diciembre de 2008, que habilita al Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales a recibir quejas individuales por presunta
violación de alguno de los derechos contenidos en el Pacto:
- Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes (CCT), de 18 de diciembre de 2002, que autoriza al Subcomité de
Prevención de la Tortura a visitar regularmente cualquier centro de detención situado en los
Estados Partes a los fines de prevenir la tortura y otros malos tratos, a la vez que obliga al
Estado parte a establecer uno o varios mecanismos nacionales de prevención de la tortura;
- -Convención relativa a los derechos de las personas discapacitadas, así como el Protocolo
facultativo que habilita al respectivo Comité para recibir quejas individuales;
-Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones
forzadas, de 20 de diciembre de 2006. La Convención no ha entrado todavía en vigor20.;y,

20 Ha sido ratificada por 19 Estados, pero necesita 20 ratificaciones para su entrada en vigor.
−11−

-Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores


migratorios y de sus familiares21;

En términos generales, las normas contenidas en los tratados arriba citados


obligan a los Estados partes a nivel internacional una vez ratificados los respectivos
tratados. Por consiguiente, se deben incorporar rápidamente al ordenamiento jurídico
interno.
En Venezuela la incorporación y jerarquia de las normas contenidas en los
tratados internacionales en el derecho interno se regula a nivel constitucional. De este
modo, el art. 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999
declara que es valor superior de su ordenamiento, inter alia, la preeminencia de los
derechos humanos. El art. 19 añade que “su respeto y garantía son obligatorios para los
órganos del Poder Público de conformidad con la Constitución, los tratados sobre
derechos humanos suscritos y ratificados por la República y las leyes que los
desarrollen”.
Por su parte, el art. 23 consagra el valor constitucional y supralegal de los tratados
de derechos humanos en estos términos:
“Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados
por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la
medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas por esta Constitución y la ley de la República, y son de aplicación inmediata y
directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público”.

Por lo tanto, a menos que requieran de un desarrollo reglamentario interno, las


normas self-executing de los tratados internacionales que han sido ratificados, pueden
hacerse valer directamente ante los tribunales de justicia y otros poderes públicos.
En consecuencia, los órganos internos del Estado (tribunales, administraciones -
federal, estatales y locales-, parlamentos nacional y regionales) no podrán interpretar de
modo restrictivo el alcance de los derechos humanos reconocidos en el DIDH que obliga
a Venzuela, pues éste es el “garante externo” de los derechos y libertades que la
Constitución reconoce22.
Además, el art. 31 de la Constitución reconoce el derecho de petición o queja ante
los órganos internacionales competentes y la obligación del Estado de acatar las
decisiones de esos órganos:
“Toda persona tiene derecho, en los términos establecidos por los tratados, pactos y
convenciones sobre derechos humanos ratificados por la República, a dirigir peticiones o
quejas ante los órganos internacionales creados para tales fines, con el objeto de solicitar
el amparo a sus derechos humanos.

21 La Convención entró en vigor en 2003 y cuenta con 42 Estados partes. Para el estado de ratificaciones de los
diferentes tratados Vid. el Portal de las Naciones Unidas en la Web http://untreaty.un.org. Véase también nuestras
Prácticas de Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Anexo I (Alcalá, octubre de 2010, 468 p.).
22 Cfr. GONZÁLEZ CAMPOS, Julio D.: “La interacción entre el derecho internacional y el derecho interno en materia de

derechos humanos”, in MARIÑO MENÉNDEZ (F. M.) (editor), El Derecho internacional en los albores del siglo XXI.
Homenaje al profesor Juan Manuel Castro-Rial Canosa. Madrid, Trotta, 2002, pp. 333-350, at 349.
−12−

El Estado adoptará, conforme a procedimientos establecidos en esta Constitución y la ley,


las medidas que sean necesarias para dar cumplimiento a las decisiones emanadas de los
órganos internacionales previstos en este artículo”.

Otro desarrollo ampliamente compartido entre comentaristas de Constituciones


similares a la venezolana (tales como la española o la colombiana), pone el acento en la
noción de “bloque de constitucionalidad”, que estaría conformado por el DIDH suscrito
por el Estado y las disposiciones constitucionales correspondientes. El citado bloque de
constitucionalidad deberá ser interpretado y aplicado por los poderes públicos y los
tribunales de justicia de buena fe, de manera que siempre prevalezca en el caso
concreto la regla que impone la aplicación de la norma más beneficiosa para el individuo
(principio pro persona23).
No obstante, en los últimos diez años se ha observado una preocupante
jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Venezuela (Sala Constitucional), que
declara inejecutables en el país determinadas sentencias condenatorias de la Corte IDH,
por considerarlas inconstitucionales y supuestamente contrarias a la soberanía nacional.
En realidad, como ha puesto de relieve el Prof. AYALA CORAO, se trata de una práctica
violatoria de las reglas del DIDH y del propio D. constitucional venezolano que se ha
descrito más arriba24.

***

Presentamos a continuación una panorámica general de los mecanismos de


protección de los derechos humanos en el sistema de las Naciones Unidas, poniendo el
acento en las vías de acceso a los mismos por parte del individuo (la víctima) y las
organizaciones no gubernamentales. A estos efectos, los agruparemos en dos partes,
según se trate de procedimientos establecidos en tratados internacionales ("protección
convencional") o, por el contrario, en resoluciones de órganos políticos de las
organizaciones Internacionales relevantes ("protección extra-convencional").

23Vid. por todos: REY CANTOR, Ernesto, Celebración y jerarquía de los tratados de derechos humanos (Colombia y
Venezuela). Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 2007, pp. 137 y ss.; AYALA CORAO, Carlos, La jerarquía
constitucional de los tratados relativos a los derechos humanos y sus consecuencias. México, 2003; CORCUERA
CABEZUT, Santiago, Derecho constitucional y derecho internacional de los derechos humanos. México, Oxford
University Press, 2001, 353 p.; ABRAMOVICH (Victor), BOVINO (Alberto) y COURTIS (Christian) (compiladores), La
aplicación de los tratados sobre derechos humanos en el ámbito local. La experiencia de una década. Buenos Aires,
Editores del Puerto, 2007, 1.006 p.; CABALLERO OCHOA, José Luis: La incorporación de los tratados internacionales
sobre derechos humanos en España y México. México, Porrúa, 2009, 375 p.
24AYALA CORAO, Carlos, La “inejecución” de las sentencias internacionales en la jurisprudencia constitucional de
Venezuela (1999-2009). Caracas, Fundación Manuel García-Pelayo, 2009, 127 p., passim
−13−

PRIMERA PARTE

LA PROTECCION CONVENCIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Un número creciente de tratados internacionales de derechos humanos


establecen mecanismos de protección internacional de los derechos en ellos
consagrados que constituyen, a su vez, una auténtica innovación en D. internacional.
Entre ellos, estudiaremos a continuación los mecanismos de información (de carácter no
contencioso) y los mecanismos cuasicontenciosos.

A. Mecanismos de informes periódicos


1. Campo de aplicación
El procedimiento de informes periódicos está previsto en once instrumentos
convencionales y sus correspondientes protocolos, de los cuales seis han sido
ratificados por Venezuela, a saber:
1.- Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial (CEDR, 173 Estados partes);
2.- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC, 160 Estados
partes);
3.- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP, 166 Estados Partes) y su
segundo protocolo facultativo destinado a abolir la pena de muerte (72 Estados partes);
4.- Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer
(CEDCM, 186 Estados partes);
5.- Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
(CCT, 147 Estados partes);
6.- Convención sobre los Derechos del Niño (CDN, 193 Estados Partes) y sus dos protocolos
facultativos: sobre participación de niños en los conflictos armados, 139 Estados Partes; y
sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, 141
Estados partes;

En cambio, otras dos convenciones en vigor no han sido ratificadas por


Venezuela:
1.- Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares (43 Estados partes);
2.- Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad 25 y su Protocolo
Facultativo26.
Tampoco están en vigor los mecanismos de informes perioódicos previstos en
las siguientes convenciones:
1.- Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas (de 20 de diciembre de 2006). La Convención no ha entrado todavía

25 La Convención tiene 95 Estados partes.


26 El Protocolo Facultativo ha sido ratificado por 58 Estados.
−14−

en vigor27.
2.- Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid; y
3.- Convención Internacional contra el Apartheid en los Deportes).
Cabe señalar que los procedimientos previstos en las dos últimas
Convenciones fueron suspendidos a partir de la abolición oficial del régimen del
apartheid en Sudáfrica.

2. Procedimiento. Las directrices de los Comités


El procedimiento de los informes periódicos es el más antiguo, por lo que es el
más próximo a los mecanismos que ofrece el D. internacional clásico en materia de
arreglo de controversias entre Estados por violación de una obligación convencional.
En efecto, por este procedimiento los Estados se obligan simplemente a presentar
de forma periódica informes sobre las medidas legislativas, judiciales, administrativas o
de otra índole que hayan adoptado y que sirvan para hacer efectivos los derechos
consagrados en el respectivo tratado internacional del que sean Partes. También deben
informar tanto sobre los progresos realizados como sobre los obstáculos encontrados en
la aplicación del tratado28.
Los informes periódicos de los Estados son trasmitidos por el Secretario General
al Comité de personas expertas independientes29 que establece cada una de las
Convenciones arriba señaladas. Existen, por tanto, seis Comités actualmente en vigor
para Venezuela, que se encargan de examinar los citados informes en el marco de un
diálogo público y franco con los representantes del Estado interesado.
Para preparar sus informes, los Estados deberán seguir las directrices de los
distintos Comités en cuanto a la forma y contenido de los citados informes30.
Actualmente se asiste a un proceso de armonización creciente de esas directrices,
impulsado por el propio Secretario General31 y por las sucesivas reuniones de

27 Ha sido ratificada por 19 Estados, pero necesita 20 ratificaciones para su entrada en vigor.
28El estado actual de presentación de informes ante los diferentes Comités se puede consultar –por Estado- en el
documento HRI/GEN/4/Rev.5, de 2005 (“Recent reporting history under the principal international human rights
instruments”). Todos los documentos de las Naciones Unidas se pueden consultar en el Portal en el Internet de la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH): www.ohchr.org
29 El número de personas expertas varía según las Convenciones, pero oscila entre los 10 miembros que se prevén

para el Com.CT y el Com.TM (que tendrá 18 miembros a partir de la ratificación núm. 40 de la Convención), pasando
por los 18 miembros del Com.DH, Com.DESC y Com.DN, hasta los 23 del Com.EDCM. Los miembros son elegidos
por la asamblea de Estados Partes en cada Convención por un mandato de 4 años y son reelegibles Para una visión
de conjunto, vid. doc. HRI/ICM/2010/2, de 10 de mayo de 2010 (“Informe de los métodos de trabajo de los órganos de
tratados de derechos humanos relativos al proceso de presentación de informes por los Estados partes”), p. 4.
30 Vid. “Compilación de directrices relativas a la forma y el contenido de los informes que deben presentar los Estados

Partes en los tratados internacionales de derechos humanos” en el doc. HRI/GEN/2/Rev.6, de 3 de junio de 2009, 146
p. Este documento contiene las directrices que aplican siete de los ocho Comités actualmente en funcionamiento. En
relación con el Com.DESC, sus directrices fueron actualizadas en el doc. E/C.12/2008/2, de 24 de marzo de 2009, 18
p.
31El Secretario General propuso en 2005 que todos los informes que un Estado debe presentar a los diferentes
Comités se refundieran en un solo informe y que el estudio del mismo estuviera a cargo de un solo supra-Comité en el
−15−

coordinación que se celebran anualmente desde 1995 entre los Presidentes de los ocho
Comités en funcionamiento. Ese proceso de coordinación ha sido reforzado a partir de
2002 con la reunion entre Comités, a la que acuden anualmente tres miembros de cada
Comité32.
En el marco de esas reuniones de coordinación se ha debatido, inter alia, sobre la
armonización de los respectivos métodos de trabajo de cada Comité. Tratándose de los
informes periódicos de los Estados, la preocupación dominante ha sido evitar
duplicaciones innecesarias de información o que los informes de los Estados sean
inadecuados en su detalle. Con esa armonización se pretende también asegurar un
enfoque coherente de todos los Comités al examinar los informes, que garantice una
igualdad de trato para todos los Estados Partes en las distintas convenciones33.
En particular, las directrices armonizadas recomiendan que los informes de los
Estados se contengan en dos documentos claramente separados. En el primero de ellos,
llamado “documento básico común”, se deberá proporcionar la información general
objetiva y estadística sobre el Estado (características demográficas, sociales y culturales
del Estado; estructura constitucional, política y jurídica del Estado; el marco general de
protección de los derechos humanos, con indicación del procedimiento de aceptación
interna de las normas internacionales de derechos humanos; el marco jurídico general de
protección y promoción de los derechos humanos a nivel nacional; la participación de los
diferentes actores sociales en la preparación de informes y en la aplicación de las
observaciones finales de los Comités; y el cumplimiento por el Estado de la obligación
general de eliminar la discriminación y promover la igualdad de todas las personas, con
indicación de las medidas adoptadas para acelerar los progresos hacia la igualdad34.
El segundo documento, en cambio, contendrá la información relativa a la
aplicación de un tratado por cada Estado Parte y será redactado siguiendo las directrices
específicas del Comité respectivo, en función de los requerimientos de cada
Convención35.
Los informes periódicos se presentarán cada 4 ó 5 años ante el Comité de
personas expertas independientes competente36, que los estudiará en cooperación con

que se refundirían a su vez los ocho órganos actuales establecidos en tratados con funciones similares de estudio de
los informes periódicos de los Estados. Vid. también el “Documento de exposición de conceptos sobre la propuesta de
la Alta Comisionada relativa a un órgano permanente unificado creado en virtud de tratados”, doc. HRI/MC//2006/2, de
22 de marzo de 2006.
32 Vid. OFFICE OF THE UN HIGH COMMISSIONER FOR HUMAN RIGHTS, The United Nations Human Rights Treaty

System. An introduction to the core human rights treaties and the treaty bodies. Geneva, United Nations, 2005, 52 p.,
at 30.
33“Directrices armonizadas sobre la preparación de informes con arreglo a los tratados internacionales de derechos
humanos, incluidas orientaciones relativas a la preparación de un documento básico ampliado y de informes
orientados a tratados específicos”, doc. HRI/MC/2005/3, de 1 de junio de 2005, 34 p., at 5, párrafo 4.
34 Ibidem, pp. 10-20, párrafos 35-72.
35 Ibidem id. pp. 20-21, párrafos 73-75.
36 La periodicidad la establece cada Convención; el informe inicial se deberá presentar en el plazo de 1-2 años una vez

entrada en vigor la Convención para cada Estado.


−16−

los representantes del Estado interesado, en el marco de un diálogo celebrado en sesión


pública. Es conveniente que cada Estado establezca comisiones interdepartamentales
dentro del Ejecutivo para la elaboración de cada informe, con la participación de los otros
poderes del Estado (legislativo y judicial, Comunidades Autónomas u otras entidades
sub-estatales), así como los representantes de la sociedad civil e institucionales
nacionales y regionales de derechos humanos.
Por lo mismo, la delegación estatal ante los respectivos Comités no tiene por qué
ser exclusivamente gubernamental. Por el contrario, debiera estar compuesta por los
distintos poderes del Estado (Ejecutivo, y otras entidades sub-estatales, Judicial y
Legislativo).

3. Listas de cuestiones
Presentado el informe del Estado por escrito ante la Secretaría, cada Comité
preparará una lista de cuestiones37 y preguntas que dirigirá al Estado antes de
proceder al estudio del informe en reunión plenaria del Comité. Con ello se pretende que
el Estado complete la información que figura en su informe escrito, además de
proporcionarle información adicional sobre el sentido de las preguntas que sus
representantes tendrán que responder durante el examen oficial del informe.
A estos efectos, todos los Comités nombran a uno o más de sus miembros como
relatores para un determinado país cuyo informe se vaya a examinar, los que se
encargarán de redactar la lista de cuestiones con el auxilio de la Secretaría, teniendo en
cuenta toda información disponible que sea fiable (de origen tanto oficial como no
gubernamental). Esas listas de cuestiones se aprobarán formalmente en el seno de un
grupo de trabajo del Comité respectivo, que se reúne antes del período de sesiones en el
que se debatirá el informe del Estado de turno38.
Para simplificar el procedimiento de los informes periódicos, el Com.CT aprobó en
2007 un nuevo procedimiento facultativo consistente en la elaboración de listas de
cuestiones previas a la presentación de informes, en lugar de las directrices
tradicionales para la elaboración de los informes periódicos39. Redactadas sobre la base
de las recomendaciones que figuren en las últimas OF, las respuestas de los Estados
deberán ser más pertinentes, directamente vinculadas a las recomendaciones
formuladas. La respuesta del Estado a esa lista previa de cuestiones (o “informe
centrado en las respuestas a la lista de cuestiones”) sustituirá al tradicional informe
periódico. En 2009 el Com.CT decidió aplicar este procedimiento facultativo de manera
habitual y ha sido aceptado por un buen número de Estados40.

37 Vid un ejemplo en la lista de cuestiones que ha dirigido el Com.DH a España con motivo del examen de su 5ª
informe periódico, en doc. CCPR/C/ESP/Q/5, de 7 de agosto de 2008, 5 p.
38 Sobre las listas de cuestiones, vid. doc. HRI/IMC/2010/2, cit., pp. 12-16, párrafos 35-50. La identidad de los relatores

por países es pública, a excepción del Com.DH (ibídem, párrafo 60), en cuyo caso se entorpece considerablemente el
acceso a los mismos por parte de las ONG.
39 Vid. doc. A/65/44 (Informe del Com.CT, 2010), pp. 6-7
40 El nuevo procedimiento facultativo se explica con detalle en el doc. HRI/ICM/2010/3, de 19 de mayo de 2010, 15 p.
−17−

El Com.DH estableció este mismo procedimiento en 2010 por un período de


prueba de cinco años, designando un grupo de trabajo para evaluar y revisar el
procedimiento de listas previas. Tal procedimiento no se aplicará a los informes iniciales
y será facultativo para los Estados. No obstante, el Com.DH podrá decidir que el
procedimiento de lista previa no se aplique a un Estado cuando considere que
circunstancias especiales justifican un informe completo (cambio fundamental de enfoque
jurídico y político del Estado). Todas las partes interesadas, incluidas las INDH y las
ONG, deberán disponer de tiempo suficiente para facilitar al Com.DH la información
pertinente antes de que se proceda a redactar y aprobar las listas previas. Tales informes
se deberán examinar en el plazo máximo de un año41.

4. Naturaleza jurídica
El procedimiento de informes periódicos dispone de mecanismos de control muy
tenues, respetuosos con la idea de la cooperación internacional entre Estados
soberanos. De ahí que se evite la confrontación o la acusación a los gobiernos por
violaciones de derechos humanos. No son, en su origen, mecanismos contenciosos ni
contradictorios, pues su finalidad es asistir y cooperar con los Estados en la promoción
de los derechos humanos, en el marco del “diálogo constructivo” que cada Comité
entabla con los representantes del Estado durante el examen de cada informe periódico.
En este sentido, el procedimiento tiene un carácter más preventivo de la repetición
de futuras violaciones que estrictamente protector ante violaciones ya ocurridas. Lo que
no impide que el Comité, ante informaciones precisas de violaciones, aproveche el
mecanismo de informes periódicos para solicitar aclaraciones al Estado objeto de
examen.
No obstante sus limitaciones originarias, es notable la evolución del sistema de
informes periódicos en el marco de las Naciones Unidas en los últimos años, pues se
ha ido operando progresivamente una transformación del mismo a través de la revisión
de los reglamentos y métodos de trabajo de los distintos Comités. Así, a lo largo de los
años los Comités han ido extendiendo sus funciones a la luz de su propia experiencia en
el estudio de los informes periódicos de los Estados. Actualmente los diferentes Comités
celebran “días de debate general”, “debates temáticos”, algunos visitan países, formulan
“declaraciones” e incluso “decisiones” y, sobre todo, adoptan “observaciones finales”
respecto de cada país al término del examen de cada informe periódico, así como
“observaciones generales” en las que interpretan el alcance de ciertas disposiciones
contenidas en su respectiva Convención y que incumben a todos los Estados partes en
la misma.
Las declaraciones se reservan para acontecimientos y asuntos internacionales
que afectan a la aplicación de los tratados. Así, el Com.DESC formuló en 2007 una
declaración sobre la evaluación de la obligación de adoptar medidas hasta el “máximo de
los recursos de que se disponga”, con el objeto de facilitar a los Estados su interpretación
del alcance del art. 2.1 PIDESC, ante la posibilidad de que se apruebe un protocolo
facultativo que habilitaría al Com.DESC a recibir quejas individuales42. De modo similar,

41 Vid. doc. CCPR/C/99/4, de 29 de septiembre de 2010, 8 p., passim.


42 Vid la citada declaración en el doc. E/C.12/2007/1, de 21 de septiembre de 2007, 5 p.
−18−

el mismo Comité aprobó el 16 de mayo de 2008 una importante declaración consagrada


a “la crisis mundial de alimentos”43. También formulan frecuentemente declaraciones el
Com.EDCM, el Com.CT, el Com.DN, el Com.TM y el Com.EDR.
El Com.DN adopta desde 1991 decisiones referidas a sus métodos de trabajo o a
cuestiones sustantivas44. La más audaz de sus decisiones –efectiva a partir de 2006- ha
sido dividir a sus 18 miembros en dos salas de 9 miembros cada una para trabajar
simultáneamente en el estudio de los informes periódicos de los Estados, duplicando de
esa manera su capacidad de trabajo en esta materia. El Com.EDCM adoptó más de 100
decisiones, que se incluyen en los informes anuales.
En cuanto a las visitas a los países, se recordará que el Com.DESC había
despachado en los años noventa dos misiones de asistencia técnica a Panamá y a la
República Dominicana como seguimiento a sus conclusiones finales, al término del
estudio de los respectivos informes periódicos de los Estados. Sería conveniente que ese
tipo de visitas in loco se generalizara a otros Comités, pero siempre en el marco del
seguimiento que los Comités deben dar al cumplimiento por parte de los Estados de las
recomendaciones formuladas en las observaciones finales.
Por el contrario, se ha observado que en los últimos años varios Estados han
formulado invitaciones a Comités o a miembros individuales de los mismos, para visitar
sus países en momentos próximos al comienzo del estudio de su informe periódico por el
Comité de turno, en un intento de influir indebidamente en el resultado del examen del
informe. Para atajar ese posible abuso, las Naciones Unidas no considerarán oficiales
este tipo de visitas. Además, alientan a los expertos interesados a acordar la utilidad de
la visita con sus colegas de Comité y, en cualquier caso, recomiendan a los expertos que
no participen en conferencias de prensa para no correr el riesgo de anticipar el resultado
del examen del informe del Estado parte45.

5. Las observaciones finales (OF)


Los Comités han ido asumiendo progresivamente funciones contradictorias que en
su origen no estaban previstas, con el fin de ofrecer a los Estados un diagnóstico de la
situación en sus respectivos países en relación con el disfrute real de los derechos
consagrados en la convención respectiva: se trata de las observaciones finales
relativas a cada país, con las que los Comités culminan sus trabajos de examen de los
informes periódicos de los Estados. Pues bien, estas observaciones finales contienen
una innegable evaluación del Comité respecto de la situación en cada país.
Por otra parte, el procedimiento no preveía inicialmente más que una relación
exclusiva del Comité de turno con los representantes del Estado en el análisis de los
informes periódicos, a pesar de que el debate siempre se realiza a puerta abierta, por lo
que toda persona interesada puede presenciarlo, pero no participar en el “diálogo

43 Se puede consultar en el doc. E/C.12/2008/1, de 20 de mayo de 2008, 4 p. La lista de 17 declaraciones aprobadas

por el Com.DESC se puede consultar en el doc. E/2010/33, E/C.12/2009/3, Anexo IV, pp. 123-124.
44 El doc. CRC/C/19/Rev.10 contiene 40 de esas “decisiones”.
45 Directrices de la Alta Comisionada de 23 de marzo de 2005 sobre las visitas de expertos de órganos creados en
virtud de tratados a los Estados que presentan informes. Cfr. doc. HRI/MC/2005/4, cit, Anexo, pp. 40-41.
−19−

constructivo” entre el Comité y los representantes del Estado. Adicionalmente, el Comité


contaba con una limitada participación, a través de comentarios escritos, de los
organismos especializados de las Naciones Unidas, tales como la Organización
Internacional del Trabajo, la UNESCO, la FAO o la Organización Mundial de la Salud. En
menor medida, los Comités también contaban con las informaciones que les
suministraban los órganos subsidarios del sistema de las Naciones Unidas, tales como el
ACNUR, el PNUD, o el UNICEF.
Sin embargo, la participación de los individuos y las organizaciones no
gubernamentales en el procedimiento de informes periódicos de los Estados se ha
abierto camino a partir del fin de la Guerra Fría en 1989. Así, el Com.DESC ha sido el
primero oficialmente autorizado por su órgano principal (el Consejo Económico y Social,
ECOSOC) para recibir informes -escritos y orales- procedentes de ONG que gocen de
estatuto consultivo ante el ECOSOC. Posteriormente los demás Comités siguieron su
ejemplo.
Los informes escritos de las ONG (conocidos como informes en la sombra o
informes paralelos) se pueden presentar ante la Secretaría en cualquier momento a partir
de la publicación del informe escrito del Estado, pero conviene hacerlo antes de que el
relator especial o el grupo de trabajo formulen la lista de cuestiones dirigidas al Estado.
Tales documentos se publicarán en el sitio web de cada Comité en el Portal de la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para
conocimiento general, incluso del propio Estado46. La información de procedencia no
gubernamental es de gran valor para que el Comité la pueda confrontar con el informe
oficial del Estado y así hacerse una idea objetiva de la situación prevaleciente en el país.
Los Comités también habilitan espacios en plenario o en reuniones oficiosas para
recibir los últimos informes orales de las ONG y de las INDH, inmediatamente antes de
comenzar el “diálogo constructivo” con los representantes de los Estados.
En cuanto a las instituciones nacionales de derechos humanos (INDH), la
mayoría de los Comités47 se han pronunciado a favor de la incorporación de las mismas
tanto al proceso de elaboración de los "informes periódicos" de los Estados –
garantizando en todo momento su independencia del Ejecutivo-, como al proceso de
elaboración de la "lista de cuestiones" ya referida. Su participación será eficaz en la
medida en que las informaciones que suministren a los Comités sean pertinentes en el
contexto del informe de cada Estado.
Por otro lado, las INDH, las ONG y los individuos interesados pueden estar
presentes durante el desarrollo del debate entre los miembros del Comité y los
representantes del Estado, puesto que tal debate es oral y, como ya se ha dicho, se
celebra a puerta abierta. Aunque no pueden participar activamente en el debate, su
presencia facilitará el seguimiento del procedimiento y de las opiniones que expresen
tanto los miembros del Comité como los de la delegación del Estado que participe en el
diálogo con el Comité.

46 Vid. doc. E/2010/22, E/C.12/2009/3, párr.60.


47 Com.DESC, Com.CT, Com.DN, Com.EDR y Com.EDCM.
−20−

Además, nada impide que los miembros de los Comités puedan recibir a título
personal informaciones procedentes de individuos, de ONG e incluso de INDH. Ellos
mismos decidirán en conciencia sobre su eventual utilización. Así operaba el Com.DH en
relación con las ONG durante la Guerra Fría y lo continúa haciendo con las INDH,
probablemente por no estar convencido del potencial informativo que éstas podrían
aportar al procedimiento de informes periódicos48.
Las recomendaciones de los Comités relativas a cada Estado se expresan a
través de sus observaciones finales, que debaten y aprueban en plenario y en reunión
confidencial, sobre la propuesta que les formulen los relatores de cada país, auxiliados
por la Secretaría. Las OF se publican en los informes anuales del Comité respectivo49.
Los Estados interesados pueden formular comentarios por escrito a las OF, que también
su publican como documentos oficiales. Todos estos documentos son públicos y se
pueden localizar en el Portal de Internet de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)50.
Frente a la doctrina tradicional que consideraba las “observaciones finales” de los
Comités como simples “recomendaciones” desprovistas de valor jurídico, la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) en su dictamen de 9 de julio de 2004 reconoció el valor
jurídico y la interpretación autorizada tanto del Com.DH como del Com.DESC en el
marco de sus observaciones finales, sobre los respectivos informes periódicos de Israel.
En efecto, ambos Comités establecieron que los dos Pactos se aplicaban al conjunto de
los territorios y poblaciones que están bajo el control efectivo de Israel51, por lo que el
Estado tiene la obligación de facilitar y proteger el disfrute de los derechos consagrados
en los respectivos Pactos a todas las personas que habitan en los territorios palestinos
ocupados.
Por otra parte, al ser difundidas, las observaciones finales ejercen una indudable
influencia moral y política sobre los gobiernos. Como constituyen un excelente
diagnóstico de la situación del país en lo que se refiere al disfrute real de los derechos
consagrados en cada uno de los tratados, debieran ser utilizadas con más frecuencia por
las ONG de derechos humanos y otros representantes de la sociedad civil del país, así
como por las instituciones nacionales de derechos humanos, con el objeto de obtener de
los poderes públicos que las políticas públicas sean más acordes con ese diagnóstico.

48 En 2009 había 64 INDH acreditadas ante las Naciones Unidas (Categoría A) conforme a los Principios de París. Vid.

docs. A/HRC/10/54 (informe del SG sobre INDH) y A/HRC/10/55 (“El proceso atualmente utilizado por el Comité
Internacional de Coordinación de las INDH para acreditar las INDH conforme a los Principios de París”), ambos de 26
de enero de 2009, rspectivamente 49 y 37 p.
49 Un estudio completo de los procedimientos de información, tanto en las Naciones Unidas como en la UNESCO y en

la OIT, se encuentra en VILLÁN DURÁN, Carlos: Curso de Derecho internacional de los derechos humanos. Madrid,
Trotta, 2002 (reimpresión: 2006), pp. 382-424. La práctica más actual de los Comités en esta materia se puede
consultar en el doc. HRI/IMC/2010/2, cit, pp. 16-21, párrafos 51-69.
50 www.ohchr.org
51 CIJ, Conséquences juridiques de l’édification d’un mur dans le territoire palestinien occupé, avis du 9 juillet 2004,

párrs. 107-113. Israel pretendía la aplicación exclusiva del derecho internacional humanitario a los territorios palestinos
ocupados, en detrimento de las normas de derechos humanos contenidas en los tratados ratificados por Israel. Por el
contrario, la CIJ determinó que tanto el derecho internacional humanitario como el DIDH son aplicables en los
territorios palestinos ocupados (Ibidem, párr. 114).
−21−

En realidad, la delegación estatal ante los respectivos Comités no tiene por qué
ser exclusivamente gubernamental. Por el contrario, debiera estar compuesta por los
distintos poderes del Estado (en España el Ejecutivo debiera incorporar a los
representantes de las Comunidades Autónomas), las instituciones nacionales y
regionales de derechos humanos, así como por representantes de los actores sociales
que también deben participar en el proceso de preparación de cada informe periódico y
en el seguimiento de la aplicación efectiva de las OF de cada Comité.

6. Seguimiento de las observaciones finales (OF)


Todos los órganos de tratados piden a los Estados que en sus informes siguientes
o durante el diálogo con el Comité faciliten información sobre la puesta en práctica de las
recomendaciones formuladas en las anteriores observaciones finales.
Además, varios Comités han tomado medidas específicas52. Así, desde 2001 el
Com.DH cuenta con un Relator Especial para el seguimiento de las observaciones
finales, que analiza las informaciones que el Estado somete al Comité en el término de
un año sobre las medidas adoptadas en aplicación de las recomendaciones del Comité53.
El Relator Especial prepara un informe público sobre sus actividades, en el que agrupa
las informaciones de seguimiento disponibles por cada país objeto de examen54.
A partir de 2009 el RE clasifica la información proporcionada por el Estado en una
escala que va desde “sin respuesta” hasta “ampliamente satisfactoria”55. El Com.DH
considera que su RE debe realizar visitas de seguimiento que le permitan hacer una
evaluación más completa de la aplicación de sus recomendaciones a nivel nacional.
Por su parte, el Com.CT puede, si el Estado no ha cumplido algunas de las
obligaciones de la Convención respectiva, encomendar a uno o a varios de sus
miembros que, en calidad de relatores, “se mantengan informados del cumplimiento” por
parte del Estado “de las conclusiones y recomendaciones del Comité”56. El Comité
también podrá “indicar el plazo dentro del cual hayan de recibirse las observaciones de
los Estados Partes”57. En función de este procedimiento, el Com.CT formula en sus OF
recomendaciones de seguimiento con finalidad protectora, que deben ser respondidas
por el Estado en el plazo de un año58. Para supervisar su cumplimiento nombra un
Relator para el seguimiento de las OF, que le presenta informes parciales sobre los

52 Vid. doc. HRI/IMC/2010/2, cit, pp. 23-25, párrafos 75-82.


53OACNUDH: Derechos Civiles y Políticos: El Comité de Derechos Humanos. Folleto informativo n° 15 (Rev.1).
Ginebra, 2005, 71 p., at 23.
54 Vid. los últimos informes del RE del Com.DH para el seguimiento de las OF en los docs. CCPR/C/94/2, de 26 de
enero de 2009, 27 p.; CCPR/C/95/2/Rev.1, de 26 de mayo de 2009, 32 p.; CCPR/C/96/2, de 26 de agosto de 2009, 24
p.; CCPR/C/97/2, de 11 de noviembre de 2009, 26 p.; CCPR/C/98/2, de 19 de abril de 2010, 30 p.; y CCPR/C/99/2, de
20 de septiembre 2010, 31 p. El actual RE para el seguimiento de las OF es el experto Sr. Abdelfattah Amor (Túnez).
55 Decision adoptada por el Com.DH en el 95º periodo de sesiones. Vid. doc. A/64/40, Anexo VI, pp. 218-219.
56 Art. 68.1 del Reglamento del Com.CT. Cfr. doc. HRI/GEN/3/Rev.3, de 28 de mayo de 2008, pp. 165-166.
57 Ibidem, Art. 68.2.
58 Vid. doc. A/65/44 (Informe del Com.CT de 2010), párr. 69.
−22−

resultados del procedimiento59. El Com.CT también ha decidido publicar en el Portal del


Internet la correspondencia mantenida entre la Relatora y los Estados interesados60.
Ante las crecientes objeciones de algunos Estados a las observaciones finales de
los Comités que consideran “demasiado críticas”, el Com.CT recordó recientemente que
las OF “son un instrumento de cooperación con los Estados partes, y en ellas se recoge
la evaluación común realizada por el Comité sobre las obligaciones que incumben” a
cada Estado. Estas funciones son ejercidas “de manera independiente y competente” por
el Comité, “en su condición de custodio y garante de la Convención”. Por último, el
Com.CT recordó “la obligación de todos los Estados partes de cooperar con el Comité y
de respetar la independencia y la objetividad de sus miembros”61.
En cuanto al Com.EDR, puede solicitar información adicional sobre las medidas
adoptadas por el Estado para poner en práctica las recomendaciones del Comité. Desde
2004 existe un coordinador del seguimiento por un período de dos años, que trabaja en
colaboración con los relatores por países62. Desde entonces, el informe anual del Comité
a la Asamblea General incluye un informe sucinto sobre las actividades de seguimiento.
En 2006 el coordinador del seguimiento fue invitado a visitar Irlanda para evaluar las
medidas adoptadas por el Estado. A la vista del resultado positivo de esa visita, el
Comité propuso en 2007 que se elaborara un protocolo facultativo de la Convención que
incluyera, entre otras cosas, la realización de visitas de seguimiento del coordinador63.
Por su parte, el Com.EDCM comenzó en 2008 a pedir a los Estados que
proporcionaran información sobre las medidas adoptadas para aplicar las
recomendaciones específicas contenidas en sus OF, en el plazo de 1-2 años. Tres
miembros del Com.EDCM hicieron una primera visita de seguimiento a Luxemburgo en
octubre de 2008, donde constataron la pertinencia de la visita incluso a países europeos,
donde se suele considerar que los mecanismos de las Naciones Unidas son menos
pertinentes. Además, en 2009 El Com.EDCM nombró un relator sobre el seguimiento y
un suplente64.
Otros Comités adoptan también algunas medidas de seguimiento de sus OF. Así,
el Com.DESC raramente pide en sus OF al Estado que aporte más información, que será
evaluada por el grupo de trabajo, el que a su vez podrá recomendar al Com.DESC que
apruebe OF adicionales. Cuando la información recibida no es satisfactoria, el
Com.DESC solicitó y obtuvo en dos ocasiones autorización para enviar una misión in
loco de asistencia técnica compuesta de uno o dos miembros (Panamá y R.
Dominicana). Además, el Com.DESC encomienda a sus relatores para los países la
tarea de asegurar el seguimiento respecto de los países para los cuales han actuado

59 HRI/ICM/2010/2, cit, párr. 72. La Relatora para el seguimiento de las OF del Com.CT es la Sra. Felice Gaer.
60 A/65/44, cit., párr. 74. Vid. el último informe de seguimiento de la Relatora en pp. 164-174.

Declaración del Com.CT de 14 de mayo de 2009. Vid. el informe anual del Com.CT en el doc. A/64/44. Naciones
61

Unidas, Nueva York, 2009, Anexo IX, pp. 269-270.


62 Art. 65 del Reglamento del Com.EDR, doc. HRI/GEN/3/Rev.3, de 28 de mayo de 2008, p. 86.
63 Doc. CCPR/C/95/3, de 16 de julio de 2009, párrs. 20-21.
64 HRI/IMC/2010/2, cit, párr. 80.
−23−

como relatores en el intervalo entre períodos de sesiones hasta la próxima vez que
deban comparecer ante el Comité65.
Como se observa, las medidas de seguimiento hasta ahora adoptadas por los
Comités son demasiado tímidas. Sin duda, la generalización de las visitas de
seguimiento permitiría a los Comités evaluar más cabalmente la aplicación de sus
recomendaciones en el plano nacional.
De otro lado, las INDH y la sociedad civil en su conjunto tienen un papel esencial
en materia de seguimiento, incentivando a las autoridades nacionales a aplicar las
recomendaciones que los Comités han dirigido a los Estados. También pueden informar
a los Comités de los logros obtenidos y los obstáculos encontrados en el seguimiento de
las recomendaciones. Así lo ha recomendado la reunión anual de Comités y refrendado
la reunión de Presidentes de 200766.
Pero el sistema de informes periódicos no puede funcionar si los Estados no
suministran a los Comités esos informes por negligencia o incapacidad técnica,
incumpliendo así una obligación convencional básica. El número de informes periódicos
“pendientes de presentar” es excesivamente alto.
Para evitar el colapso del mecanismo, los Comités han adoptado en sus
respectivos reglamentos un procedimiento de examen excepcional, consistente en
abordar el estudio de la aplicación del respectivo tratado en el Estado cuando éste no
haya presentado ninguno de los informes pendientes, a pesar de los reiterados
llamamientos de los Comités para que cumpla con su obligación de informar67. Si,
además de no presentar informes, el Estado tampoco envía representantes para
participar en los debates del Comité, éste analizará la situación en el país a la luz de toda
información recibida –incluida la de las ONG-, y adoptará unas observaciones finales que
considerará preliminares hasta que el Estado se pronuncie sobre ellas en un término
prudencial de tiempo, trascurrido el cual se convertirán en definitivas68.
De otra parte, el Com.EDR innovó en 1993 con la adopción de procedimientos de
alerta temprana y de acción urgente: los primeros, para evitar que los problemas
existentes en los Estados se conviertan en nuevos conflictos o que se reaviven los
preexistentes. Los segundos, para abordar los problemas que requieren atención
inmediata a fin de evitar las violaciones graves de la Convención o reducir su grado o su
número69.

65Ibidem, párr. 79. Vid. también doc. E/2010/22, E/C.12/2009/3 (Informe del Com.DESC al ECOSOC sobre sus
períodos de sesiones 42º y 43º de 2009. Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 2010), párrafos 44-46.
66 Doc. A/62/224, p. 27.
67Este mecanismo está previsto por primera vez en sede convencional en la Convención sobre los derechos de las
personas con discapacidad (Art. 36.2).
68Vid. OFFICE OF THE UNITED NATIONS HIGH COMMISSIONER FOR HUMAN RIGHTS, The United Nations
Human Rights Treaty System: An introduction to the core human rights treaties and the treaty bodies. Geneva, Fact
Sheet 30, 2005, pp. 24-25 y 44. Vid. también doc. HRI/IMC/2010/2, cit, pp. 26-27.
69 Doc. HRI/IMC/2010/2, cit, párrafo 90.
−24−

A estos efectos se ha constituido un Grupo de Trabajo de cinco miembros del


Comité, encargado de la gestión de tales procedimientos. Se ponen en marcha de oficio
o a instancia de ONG u otros interesados. Hasta ahora el Comité ha utilizado el
mecanismo para estudiar la situación en más de 20 Estados. En 2007 se adoptaron
directrices, indicadores, y el mandato del Grupo de Trabajo70.

7. Las observaciones generales (OG)


Los Comités también adoptan observaciones o recomendaciones generales
con el fin de ayudar a los Estados a comprender qué tipo de información desean los
Comités recibir, sobre la base de la experiencia adquirida. De este modo se señalan las
deficiencias de los informes, se sugieren mejoras y se estimula a los Estados a lograr la
plena realización de los derechos consagrados en el tratado correspondiente71.
Pero todos los Comités han adoptado observaciones generales que han ido más
allá de sus propósitos iniciales, pues en la práctica equivalen a un ejercicio de
interpretación sobre el contenido y el alcance de las obligaciones contenidas en ciertas
disposiciones del respectivo tratado. Tales observaciones generales han sido
generalmente bien aceptadas por los Estados Partes. En este aspecto, el DIDH innova
en relación con las reglas generales del DIP que atribuyen el monopolio de la
interpretación de un tratado internacional a los Estados Partes en el mismo72.
El trabajo de elaboración de una observación general es muy laborioso y suele
tomar varios años. Se comienza acotando el tema o la disposición que los Comités
deseen desarrollar; nombran a uno o varios relatores que se encargarán de realizar un
estudio preliminar; convocarán días de debate general, seminarios, talleres y otros
eventos internacionales en los que los Comités consultarán con todos los actores
interesados en el desarrollo del DIDH (Estados, OI, INDH, académicos, ONG, sociedad
civil). Concluidas todas las consultas, los Comités, con el solo auxilio de sus relatores y
de la Secretaría, debaten los diferentes proyectos a puerta cerrada y finalmente anuncian
la adopción de una nueva observación general que hacen pública de inmediato73.
Así, el Com.DH ha desarrollado hasta la fecha 33 observaciones generales muy
valiosas, relativas al contenido y alcance de los Arts. 1, 2, 3, 4, 6, 7, 9, 10, 12, 14, 17, 18,
19, 20, 23, 24, 25, 27 y 40 del PIDCP y en relación con el PF1. Además, ha formulado
observaciones generales sobre la situación de los extranjeros con arreglo al PIDCP, las
reservas al mismo, el principio de no discriminación y la índole de la obligación jurídica

Vid. las directrices en el doc. A/62/18, anexo III. El Coordinador del Grupo de Trabajo es el Prof. Thornberry (Reino
70

Unido).
71Una recopilación de las observaciones y recomendaciones generales adoptadas por los diferentes Comités se
contiene en los doc. HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.I), de 27 de mayo de 2008, 318 p. (recopilación de las OG del Com.DESC
y del Com.DH); y HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.II), de 27 de mayo de 2008, 311 p. (recopilación de las RG del Com.EDR y
Com.EDCM, así como las OG del Com.CT y Com.DN). Se pueden consultar en el Portal del Internet de la OACNUDH:
www.ohchr.org.
72Vid. en este sentido los Arts. 31 a 33 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 23 de mayo de
1969.
73 Doc. HRI/IMC/2010/2, cit, párrs. 120-124.
−25−

general impuesta a los Estados Partes tanto en el Pacto como en el PF.


En el caso de la observación general n° 24 (52) del Com.DH relativa a las
reservas formuladas al Pacto, surgieron objeciones por parte de Francia y de los Estados
Unidos, pues estos Estados reclamaron la aplicación de las reglas clásicas del Convenio
de Viena en materia de interpretación de los tratados internacionales, frente a la opinión
del Com.DH de que ciertas reservas de estos países al PIDCP eran incompatibles con el
objeto y fin del mismo. La Comisión de Derecho Internacional (CDI) concluyó que los
órganos de control establecidos en los tratados pueden formular comentarios y
recomendaciones respecto de la admisibilidad de las reservas de los Estados, siendo su
valor jurídico equivalente al de las funciones de vigilancia que tengan encomendadas.
Por lo tanto, los Estados deben respetar de buena fe el contenido de las citadas
observaciones generales74.
En cuanto al Com.DESC, ha elaborado 21 observaciones generales sobre los
Arts. 2.1, 3, 6, 9, 11, 11.1, 12, 13, 14, 15.1, y 22 del PIDESC. También ha elaborado
observaciones generales sobre las personas con discapacidad; la relación entre las
sanciones económicas y el respeto de los derechos económicos, sociales y culturales; la
aplicación interna del Pacto; los derechos económicos, sociales y culturales de las
personas mayores; la no discriminación y los DESC; y el derecho a participar en la vida
cultural.
Por su parte, el Com.EDR ha adoptado hasta la fecha 33 recomendaciones
generales. Entre ellas se ha abordado la discriminación contra los no ciudadanos; la
prevención de la discriminación racial en la administración y el funcionamiento de la
justicia penal; las medidas especiales previstas en la Convención; y el seguimiento de la
Conferencia de Examen de Durban (2009). Todas ellas son dirigidas a los Estados
Partes en la CEDR y son de naturaleza similar a las observaciones generales de los
otros Comités.
Igualmente, el Com.EDCM adoptó 25 recomendaciones generales. Entre las más
recientes, se han abordado temas como la violencia contra la mujer, la igualdad en el
matrimonio y en las relaciones familiares, la vida política y pública, así como la mujer y la
salud.
En cuanto al Com.CT, ha aprobado dos observaciones generales (sobre la
aplicación de los Arts. 2 y 3 de la CCT), mientras que el Com.DN ya ha adoptado 12
observaciones generales, entre ellas la relativa a las medidas generales de aplicación de
la CDN, los niños con discapacidad, los niños indígenas y el derecho del niño a ser
escuchado (2009).
Tanto el Com.DESC como el Com.DN y el Com.EDR han adoptado observaciones
o recomendaciones generales sobre el papel de las instituciones nacionales
independientes de derechos humanos en la protección de los derechos consagrados en
los respectivos tratados.

74Vid. también el “Informe de la reunión del Grupo de Trabajo sobre las Reservas”, doc. HRI/MC/C/2007/5, de 9 de
febrero de 2007, 23 p., actualizado en el doc. HRI/MC/2009/5, de 17 de junio de 2009, 13 p.
−26−

8. La investigación de oficio
Este procedimiento, de carácter facultativo, está previsto en cinco tratados
internacionales, de los cuales dos están en vigor para Venezuela, a saber:
1.- Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Inhumanos, Crueles o
Degradantes (Art. 20);
2.- Protocolo facultativo a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (Art. 8).

En un tercer caso Venezuela no lo ha aceptado todavía:


3.- Protocolo facultativo a la Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad (Art. 6).

Otras dos convenciones que prevén este procedimiento, pero que no han entrado
en vigor todavía, son:
1.- La Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas (Art. 33); y
2.- El protocolo facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (Arts. 11-12).

En las cinco convenciones citadas se repiten los rasgos comunes del


procedimiento de la investigación de oficio: es confidencial en todas sus fases y
facultativo, de manera que solamente obligará a los Estados Partes en los citados
tratados y protocolos que hayan aceptado la cláusula respectiva. Los Estados podrán
además retirar esa declaración en cualquier momento mediante notificación al Secretario
General.
Mediante este mecanismo, el Estado reconoce al Comité respectivo la
competencia de investigar de oficio pero confidencialmente, cuando reciba información
fidedigna que a su juicio parezca indicar de forma fundamentada que se practica
sistemáticamente la violación de los derechos reconocidos en la convención respectiva,
en el territorio de un Estado parte.
Desde el inicio del procedimiento el Comité, que actuará de oficio, invitará al
Estado interesado a colaborar en el examen de la información y, a esos efectos, a
presentar sus observaciones sobre dicha información.
La investigación será confiada a uno o más miembros del Comité competente,
quienes rendirán informe urgente al Comité y éste decidirá sobre las medidas a adoptar.
Con el consentimiento del Estado interesado, los miembros podrán realizar una visita a
su territorio, solicitándose siempre la colaboración del Estado en todas las etapas del
procedimiento confidencial de investigación, incluido durante la visita al país.
Recibido el informe confidencial de la misión investigadora, el Comité lo examinará
y transmitirá las conclusiones al Estado interesado junto a las observaciones y
recomendaciones que estime oportunas. El Estado dispondrá de seis meses para
presentar al Com.DESC sus propias observaciones. De no recibirlas en el plazo
estipulado, el Comité podrá invitar al Estado a que le informe sobre las medidas que
haya adoptado como resultado de la investigación.
−27−

El Comité podrá incluir un resumen de los resultados de la investigación en su


informe anual (público), tras celebrar consultas con el Estado interesado, y a pesar de
que éste se oponga. También podrá invitar al Estado a referirse en sus informes
periódicos a las medidas que haya adoptado en respuesta a una investigación efectuada.
Este procedimiento ha revelado una escasa utilidad en la práctica de los dos
únicos Comités que hasta la fecha lo han utilizado, a saber: el Com.CT y el Com.EDCM,
en especial cuando el Estado parte no ha aceptado cooperar de buena fe con el Comité.
Así, tanto las víctimas de las violaciones como los defensores de los derechos humanos,
lamentan el carácter confidencial del procedimiento y el desequilibrio procesal del mismo
a favor del Estado interesado. La lentitud del procedimiento (varios años) y la escasa
información que el Comité hace pública en su informe anual al final del mismo –salvo que
el Estado interesado acepte la publicación del informe final-, son factores adicionales que
explican el pobre resultado que este procedimiento ha obtenido en la práctica
desarrollada por el Com.CT y el Com.EDCM.
No obstante, los dos Comités citados han utilizado el procedimiento de
investigación de oficio en relación con México, que ha incluido la realización de sendas
visitas al terreno por parte de algunos de los miembros de los dos Comités. Tales
Comités publicaron un resumen de sus informes confidenciales75, que contienen
recomendaciones muy útiles para erradicar la tortura y malos tratos de los lugares de
detención en México, así como la violencia de género que sufren las mujeres en el país
(“feminicidio”).
En otra ocasión, relativa al Brasil, el Gobierno autorizó en 2009 al Com.CT a
publicar enteramente el informe de la visita realizada en ese país en 2005 en aplicación
del Art. 20 de la Convención contra la Tortura, junto a los comentarios del propio
Gobierno76. Las numerosas recomendaciones formuladas por el Com.CT confirmaron la
existencia de una práctica sistemática de malos tratos y condiciones inhumanas en los
establecimientos de detención y prisión del país77.

75 Vid. respectivamente los docs. CAT//C/75 y CEDAW/C/2005/OP.8/MEXICO.


76 Doc. CAT/C/39/2, de 3 de marzo de 2009. 90 p.
77 Ibidem, pp. 42-48.
−28−

B. Mecanismos cuasicontenciosos

El procedimiento cuasicontencioso de “quejas individuales” es pertinente al


producirse la violación de un derecho consagrado en las convenciones que prevén este
procedimiento. Estamos, pues, ante un mecanismo de control que se pone en
funcionamiento ex post facto (es decir, después de haberse producido la violación) y al
que se puede recurrir, bajo ciertas condiciones que veremos, ante la existencia de una
sola y simple violación.
En este sentido, se trata de un procedimiento internacional concebido como
subsidiario de los procedimientos judiciales nacionales propios de un país democrático,
regido por el Estado de derecho. Agotados sin éxito los recursos internos, la víctima o su
representante podrán acudir ante un Comité determinado para solicitar la tutela de sus
derechos violados.
Se exceptúan los casos en los que el procedimiento funciona con carácter
preventivo, como ocurría en parte en el procedimiento de informes periódicos, con el fin
de prevenir la ocurrencia de nuevas violaciones. Se trata de las medidas provisionales
o de las hipótesis contempladas en los artículos 3 de la CCT y 7 del PIDCP. En estos
supuestos se pedirá al Estado que se abstenga de actuar so pena de incurrir en
violación.
La finalidad del procedimiento cuasicontencioso es que el Comité correspondiente
se pronuncie sobre si ha habido o no violación del tratado en el caso concreto y se
extraigan las consecuencias jurídicas de ese dictamen u opinión, con el fin de obtener
una reparación a la víctima por parte del Estado infractor, que sea proporcional a la
gravedad de la violación infringida.
Se trata pues de un procedimiento contradictorio que puede implicar una condena
y una sanción al Estado, pues éste estará obligado a adoptar las medidas de reparación
de la violación que el Comité determine. No obstante, el dictamen del Comité sobre el
fondo del asunto no es una sentencia, aunque tenga la forma de tal y tenga un innegable
valor jurídico. Al no tener los dictámenes de los Comités la fuerza ejecutiva de una
sentencia, calificamos el procedimiento de cuasicontencioso.
Los mecanismos cuasicontenciosos admiten tres variantes en el sistema de las
Naciones Unidas, en función de quién presente la queja o comunicación ante el Comité
competente: un Estado, un órgano de las Naciones Unidas, o bien un particular. Por
razones de espacio y de eficacia nos limitaremos a analizar la tercera hipótesis, esto es,
las quejas de los individuos contra los Estados.
−29−

1.- Las quejas individuales en el sistema universal


Bajo el procedimiento de quejas individuales, único en D. internacional, un
individuo o grupo de individuos que se consideren víctimas directas de una violación,
están habilitados para presentar ante el respectivo Comité, y con determinadas
condiciones, quejas contra el Estado bajo cuya jurisdicción se hubiere cometido la
presunta violación.
En el sistema universal se contemplan las quejas individuales en ocho tratados,
pero Venezuela ha ratificado únicamente cuatro de esos tratados o cláusulas
facultativas, además del mecanismo previsto en los Arts. 24-25 de la Constitución de la
OIT. Se trata de las siguienes Convenciones, Protocolos o cláusulas facultativas que
atribuyen esta competencia a su respectivo Comité:
1. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial (Art. 14, aceptado por 53 Estados partes);
2. La Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Art. 22,
aceptado por 64 Estados partes);
3. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo primer Protocolo facultativo,
que establece la competencia del Com.DH para recibir quejas individuales, ha sido ratificado
por 113 de los Estados partes en el PIDCP;
4. El Protocolo facultativo a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, que otorga al Com.EDCM la facultad de recibir quejas
individuales (ratificado por 99 Estados)
En otro tratado se prevé esa competencia, pero Venezuela no lo ha ratificado:
5. El Protocolo facultativo a la Convención relativa a los derechos de las personas
discapacitadas (ratificado por 58 Estados). El Comité sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (Com.PD) es operativo desde febrero de 2009.

El mecanismo de quejas individuales también está previsto en otras tres


convenciones, pero el citado mecanismo no ha entrado todavía en vigor en el plano
internacional:
1. La Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares (43 Estados partes)78. El Art. 77 de la Convención autoriza al
Comité de protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus
familiares a recibir quejas individuales. Hasta ahora solamente dos Estado (México y
Guatemala) han aceptado la cláusula; se requieren 10 aceptaciones para que esta
competencia del Comité entre en vigor.
2. La Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas, de 20 de diciembre de 2006. Prevé en su Art. 31 que el Comité
contra la Desaparición Forzada pueda recibir quejas individuales. La Convención no ha
entrado todavía en vigor79.
3. El Protocolo facultativo del PIDESC, de 10 de diciembre de 2008. Entre otras competencias,
el PF reconoce al Comité DESC la de recibir quejas individuales por presuntas violaciones de
los derechos consagrados en el PIDESC. La aprobación definitiva de este controvertido

78 Cfr. en el Portal del Internet http://untreaty.un.org


79 Ha sido ratificada por 19 Estados, pero necesita 20 ratificaciones para su entrada en vigor. La cláusula del Art. 31 ha

sido aceptada hasta ahora por cuatro Estados.


−30−

protocolo ha sido un hito en la historia de los derechos humanos, porque es la primera norma
convencional internacional que reconoce expresamente la justiciabilidad de los DESC 80.

2.- Características generales del procedimiento


Los tratados internacionales respectivos, así como los reglamentos internos de los
diferentes Comités81, establecen el régimen jurídico aplicable para la tramitación de las
quejas individuales. El procedimiento, en gran parte coincidente en los cinco casos en
vigor, posee ocho características comunes82, a saber:
En primer lugar, es facultativo en el sentido de que es necesario que el Estado
parte en el tratado de que se trate haya aceptado expresamente la competencia del
Comité correspondiente para recibir quejas individuales. Se trata, por tanto, de la
aceptación voluntaria por los Estados partes de cláusulas facultativas establecidas en el
propio tratado o en un protocolo facultativo. Esta característica de voluntariedad resta
universalidad al procedimiento, al ser aceptado por un número todavía muy reducido de
Estados si lo comparamos con el potencial que suponen los 192 Estados Miembros de la
Organización.
En segundo lugar, el procedimiento es reglado y obligatorio. Es decir, una vez
aceptado voluntariamente por el Estado, el Comité tramitará todas y cada una de las
quejas individuales que reciba y que vayan dirigidas contra ese Estado. Reglado, porque
se desarrolla en su integridad por escrito, según las reglas de procedimiento aplicables,
en el que no existe una fase oral o de audiencia del interesado (salvo en el caso del
Com.CT, según el Art. 111.4 de su Reglamento).
En tercer lugar, todas las fases procesales se desarrollan en la más estricta
confidencialidad. Ello no impide, sin embargo, que la víctima o su representante estén
al corriente de la tramitación de su queja, pues participan activamente en la misma, como
veremos seguidamente. En teoría, las propias decisiones finales sobre admisibilidad y las
opiniones en cuanto al fondo del respectivo Comité son también confidenciales. Sin
embargo, la regla se ha suavizado en la práctica, pues los Comités han decidido siempre
hacer públicas tanto sus decisiones sobre inadmisibilidad como sus opiniones o
dictámenes de manera individualizada y a través de sus informes anuales a la AG, una
vez notificadas a las partes en el procedimiento.
En cuarto lugar, el procedimiento es contradictorio y de apariencia contenciosa o
judicial, pero sin gozar de esta naturaleza en sentido estricto. De ahí que lo califiquemos
de "cuasicontencioso". El carácter contradictorio implica que ambas partes (el Estado y la
víctima o su representante) se enfrentarán ante el Comité competente defendiendo por
escrito y sucesivamente sus posiciones, primero en cuanto a la admisibilidad de la queja

80Vid. VILLÁN DURÁN, C.: “Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales”, Revista Española de Cooperación y Desarrollo (Madrid), 2009, núm. 23, pp. 31-54. España ha ratificado el
PF el 23 de septiembre de 2010, pero no está en vigor al haber recibido solamente tres ratificaciones (Ecuador,
España y Mongolia), siendo necesarias diez ratificaciones para que entre en vigor en el plano internacional.
81Ver “Recopilación de los reglamentos de los órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos”, doc.
HRI/GEN/3/Rev.3, de 28 de mayo de 2008, 222 p., en www.ohchr.org. El Reglamento del Com.DPD se puede
consultar en el doc. CRPD/C/4/2, de 13 de agosto de 2010, 29 p.
82 VILLÁN DURÁN, C., Curso de Derecho internacional de los derechos humanos, cit, pp. 455-456.
−31−

y, una vez resuelta favorablemente esta primera fase procesal, en cuanto al fondo del
asunto. El Comité analizará los hechos considerados como probados a partir de las
informaciones suministradas por las partes en el procedimiento conforme al principio de
igualdad de armas. A continuación, realizará la calificación jurídica de los mismos.
En quinto lugar, la decisión del Comité sobre la admisibilidad de una queja es
definitiva y obligatoria para las partes. Solamente podrá ser revisada si el Estado o la
víctima presentan nuevas informaciones de peso.
En sexto lugar, la opinión del Comité sobre el fondo del asunto (dictamen) se
redacta en forma de sentencia y el Comité se pronuncia sobre si ha habido o no violación
de algún derecho en el caso concreto. En caso positivo, el Comité señalará las medidas
de reparación e indemnización a la víctima que el Estado infractor deberá adoptar. Como
ya adelantamos, no se trata de una sentencia judicial en sentido estricto que sea
vinculante y oponible al Estado, pero la práctica nos revela que los Estados suelen acatar
los dictámenes del Comité y, por regla general, tratan de cumplir las medidas de
reparación prescritas.

En séptimo lugar, la adopción de decisiones sobre la admisibilidad y opiniones en


cuanto al fondo permite a los Comités competentes analizar e interpretar en profundidad
el alcance de los artículos de los tratados en cuestión, a la vez que tutelar
internacionalmente los derechos presuntamente violados en la persona de la víctima que
se queja. Así pues, en este tipo de procedimientos la tutela de los derechos es
estrictamente individual, abarcando exclusivamente a la víctima o víctimas que son
objeto de la comunicación que constituye la queja.
Por último, en octavo lugar, La finalidad de este procedimiento es de protección
estricta y de carácter ex post facto, es decir, que entra en funcionamiento una vez
producida una violación concreta a uno de los cinco tratados internacionales en vigor
indicados, por lo que se trata de un mecanismo que no tiene efectos preventivos -salvo
en el caso de la adopción de medidas provisionales por parte del respectivo Comité o
las hipótesis ya conocidas de los artículos 3 CCT y 7 PIDCP-, sino más bien
sancionadores y reparadores de una violación efectivamente cometida83.

83 Algunos autores han propuesto que se refundan las competencias de los distintos Comités que reciben quejas
individuales y se entregue esa competencia a un nuevo Tribunal Universal de Derechos Humanos, de carácter
permanente, que tendría competencia para recibir las quejas de las víctimas de violaciones de derechos humanos
consagradas en los diferentes tratados, dirigidas contra el Estado bajo cuya jurisdicción se cometió la presunta
violación. La ventaja es obvia: las decisiones de ese Tribunal serían sentencias judiciales, de obligado cumplimiento
por parte de los Estados.
−32−

3.- Procedimiento aplicable a las quejas individuales


Centraremos nuestro examen en el Comité de Derechos Humanos (Com.DH)
por haber desarrollado una amplia jurisprudencia desde 1977 que le ha permitido
establecer normas de procedimiento muy precisas, así como pronunciarse sobre
cuestiones de fondo que ayudan a interpretar el contenido y alcance de las disposiciones
sustantivas del Pacto. A finales de 2009 había registrado 1.888 quejas individuales
relativas a 83 Estados partes en el primer Protocolo facultativo. En 543 casos concluyó
en sus dictámenes la existencia de violaciones del Pacto; en otros 533 casos declaró las
quejas inadmisibles; y estaban pendientes de examen 410 casos más84.
Las quejas individuales se deberán presentar por escrito ante la Secretaría del
Comité en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Ginebra85 y se
tramitarán conforme al procedimiento establecido en el Protocolo facultativo del PIDCP y
las disposiciones conexas del Reglamento del Comité86.
Las normas procesales que rigen la tramitación de toda queja ante el Com.DH se
pueden agrupar, a efectos didácticos, en torno a seis fases principales, a saber:

(a) Competencia

Ante todo, el Com.DH tendrá que determinar su propia competencia en función de


los cuatro criterios clásicos de atribución de la competencia en todo procedimiento
contencioso:
1. Ratione temporis: los hechos denunciados debieron haber ocurrido después
de que el Pacto y el Protocolo hubieran entrado en vigor para el Estado contra el que
se reclama, “a menos que persistan efectos que en sí mismos constituyan violación de
un derecho protegido por el Pacto”87;
2. Ratione personae: el demandante ha de ser la víctima directa de la violación
que se alegue -persona física- o su representante legal debidamente acreditado.
También acepta el Comité los conceptos de “víctima indirecta” (un familiar de la
víctima) o “potencial” (cualquier persona que pueda probar que se le puede aplicar de

84 Cfr. A/64/40 (vol. I), párrafo 99 (Informe del Com.DH a la Asamblea General, 2009), p. 89.
85 Dirección postal: Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Palais Wilson,

rue des Paquis 52, 1201 Ginebra, Suiza; tel. (004122) 917 90 00; fax (004122) 917 02 12. También se pueden remitir
las quejas por correo electrónico a la siguiente dirección: [email protected] .En este caso, la queja por via
electrónica deberá ser seguida de la versión en papel debidamente firmada por el denunciante.
86Arts. 84-104 del Reglamento, aprobado en su última versión durante el 71° período de sesiones del Comité. Vid.
doc. HRI/GEN/3/Rev.3 de 28 de mayo de 2008 (localizado en www.ohchr.org

Para un estudio más completo del sistema de quejas individuales vid. VILLÁN DURÁN, C., Curso de Derecho
internacional de los derechos humanos, cit, pp. 453-489. Una selección de decisiones y dictámenes del Com.DH se
puede encontrar en la obra de VILLÁN DURÁN, C. y FALEH PÉREZ, Carmelo, Prácticas de Derecho internacional de
los derechos humanos. Madrid, Dilex, 2006, 773 p., at 188-534.
87A/60/40, párrafo 117. Es el caso paradigmático de la desaparición forzada de personas. Véase el caso 1536/2006
(Cifuentes Elgueta c. Chile).
−33−

manera inminente una ley que ha sido declarada contraria al Pacto);


3. Ratione loci: los hechos debieron haber ocurrido en un lugar bajo la
jurisdicción del Estado demandado, ya sea dentro o fuera del país; y
4. Ratione materiae: el derecho cuya violación se denuncia debe estar
consagrado en la Parte III del PIDCP (Arts.6-27). No caben, por tanto, quejas por
violación del derecho a la libre determinación de los pueblos contemplado en el Art. 1
del Pacto88. Por lo mismo, el Comité rechazó una queja por supuesta violación del Art.
50 del Pacto89 y otra por presunta violación del Art. 2 del Pacto sin vinculación con
otro derecho sustantivo reconocido en la Parte III del Pacto90.
El carácter contradictorio del procedimiento implica que ambas partes (el
Estado y la víctima o su representante) se enfrentarán ante el Com.DH defendiendo
por escrito y sucesivamente sus posiciones, primero en cuanto a la admisibilidad de la
queja y, una vez resuelta favorablemente esta primera fase procesal, en cuanto al
fondo del asunto.
El Cuadro 1 que figura a continuación ilustra sobre las cuatro fases siguientes
del procedimiento escrito, reglado y confidencial que se desarrolla ante el Com.DH
cada vez que éste recibe una queja individual dirigida contra uno de los Estados que
han aceptado su competencia en esta materia, a saber: admisibilidad,
determinación de los hechos, dictamen, publicación y seguimiento.

88 Caso nº 1134/2002 (Gorji-Dinka c. el Camerún).


89 Caso nº 958/2000 (Jazairi c. el Canadá).
90 1192/2003 (Guillén c. España).
−34−

Cuadro 1

Comité de Derechos Humanos (Com.DH) - Quejas de individuos contra Estados

Queja (por escrito) de la víctima o de su representante

Secretaría: registro (confidencial)

Primera fase: Admisibilidad

RE sobre nuevas comunicaciones

Es Estado (6 meses: admisibilidad (2)


y fondo)

Vi víctima (1
mes)

. GT sobre comunicaciones y Plenario del


Com.DH
Causas de inadmisibilidad
Medidas provisionales
- Decisión final sobre admisibilidad (RE,
GT y pleno Com.DH):
- si admisibilidad: revisión a instancia del Estado
- si inadmisibilidad: revisión a instancia del
denunciante

Segunda fase: determinación de los hechos


(Plenario Com.DH)

Est Estado: comentarios sobre el fondo


(6 meses)

Víc Víctima: comentarios (6 semanas)

3a. Tercera fase: observaciones sobre el fondo

Rec Recomendaciones RE o GT al Plenario Com.DH, quien


emite dictamen.
El El dictamen se comunica (confidencialmente) al
Estado y víctima.
Incl Se incluyen votos individuales o disidentes, si
los hubiere

4a Cuarta fase: Publicación y seguimiento


(Com.DH)

Informe anual: publicación de las decisiones de


admisibilidad y de las observaciones sobre el fondo

RE RE sobre el seguimiento de los dictámenes. El


Estado dispone de 180 días para informar al RE sobre
las medidas de reparación efectivamente adoptadas
−35−

(b) Admisibilidad

Recibida la queja en la Secretaría, ésta la registrará y la incluirá en la lista de


quejas presentadas al Comité DH, con un breve resumen de su contenido, que distribuirá
regularmente a los miembros del Comité (Art. 85.1 del Reglamento). No obstante, la
Secretaría podrá pedir al denunciante que complete un formulario en el que se solicitan
todas las informaciones básicas que permiten identificar al autor, los hechos denunciados
y las medidas adoptadas hasta la fecha (Art. 86).
Una vez registrada por la Secretaría, toda queja individual es objeto de un
resumen hecho por la Secretaría en el que constará la información pertinente obtenida, y
que será distribuido a todos los miembros del Comité (Art. 87).
Toda queja registrada será necesariamente examinada en una primera fase
procesal de admisibilidad que concluirá con una decisión en la que el Com.DH la
declarará admisible o no, en función de que reúna seis requisitos de forma que recoge
el Art. 96 del Reglamento del Comité, a saber:
Primero, la comunicación se deberá presentar por escrito, no deberá ser
anónima, y será la propia víctima (o su representante) la que presente la queja
formalmente ante el Com.DH. También cabe que la presente un grupo de particulares
que se consideren víctimas de la violación. En cualquiera de estas hipótesis, los hechos
debieron haberse producido bajo la jurisdicción del Estado contra el que se reclama.
Segundo, el denunciante deberá ser, como regla general, la propia víctima de la
violación, o su representante legalmente acreditado. Por tanto, no se admite la actio
popularis. Solamente se podrá aceptar una comunicación presentada en nombre de la
víctima cuando “sea evidente que ésta no está en condiciones de presentar
personalmente la comunicación” (Art. 96.b del Reglamento). Junto a la víctima directa de
la violación, el Com.DH también admite en calidad de víctima indirecta a un familiar de la
misma y como víctima potencial a toda persona que pueda verse afectada por una
disposición general (por ejemplo, una ley) que sea contraria a una disposición del PIDCP.
El abogado que eventualmente represente a la víctima debe demostrar que tiene
la debida autorización de la misma (o de su familia inmediata) para actuar en su nombre,
o que hubo circunstancias que le impidieron recibir dicha autorización, o bien que habida
cuenta de la estrecha relación previamente existente entre la presunta víctima y su
abogado, sea razonable suponer que la víctima en efecto lo autorizó a dirigir la queja al
Com.DH91.
Además, la víctima ha de ser exclusivamente una persona física. Por consiguiente,
el Com.DH rechazará toda queja que proceda de personas jurídicas que se pretendan
víctimas de la violación de alguno de los derechos consagrados en el Pacto92.

91Caso 772/1997 (C. McDonald y N. Poynder c. Australia). Decisión de inadmisibilidad de 17 de julio de 2000. Doc.
A/55/540, vol. II, p. 203, párr. 6.3.
92Casos 737/1997 (Lamagna c. Australia) y 1371/2005 (Mariategui c. la Argentina).
−36−

El denunciante debe presentar pruebas suficientes en apoyo de su alegación para


que ésta no sea declarada falta de fundamento, dado que toda denuncia es una
alegación o reclamación respaldada por cierta cantidad de pruebas. Así, en dos casos
contra Jamaica, el Com.DH decidió que eran inadmisibles porque los denunciantes no
habían probado la concurrencia de circunstancias adicionales que la jurisprudencia del
Com.DH exige para calificar como penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes,
conforme a los Arts. 7 y 10.1 del PIDCP, la reclusión durante un cierto período de tiempo
de los denunciantes en el bloque de los condenados a muerte93.
También se considera como “falta de fundamento” la denuncia que pretenda del
Comité que reemplace con sus opiniones el dictamen de los tribunales internos “sobre la
evaluación de los hechos y las pruebas en un caso dado, salvo que la evaluación sea
manifiestamente arbitraria o equivalga a una denegación de justicia”94.
Tercero, la queja no ha de ser incompatible con las normas del PIDCP (Art. 96.d
del Reglamento), esto es, que la queja esté bien fundada conforme a derecho y que la
presunta víctima no haya incurrido a su vez en violación de alguno de los derechos
consagrados en el PIDCP.
La incompatibilidad aparece cuando la denuncia está basada en una
interpretación errónea del PIDCP, o cuando los hechos presentados no plantean
cuestiones relativas a los derechos consagrados en el PIDCP. Por lo mismo, el Com.DH
no es una instancia de apelación que tenga por objeto revisar o revocar las decisiones de
los tribunales nacionales95.
Cuarto, la queja no debe constituir un abuso del derecho de reclamación (art.
96.c del Reglamento), por lo que debe estar redactada en términos correctos y no
insultantes para con las autoridades del Estado contra el que se reclama. Al no fijar el PF
ningún plazo para presentar la queja una vez ocurridos los hechos, el lapso de tiempo
transcurrido no supondrá de por sí un abuso del derecho a presentarla, salvo casos
excepcionales96. Sin embargo, si el autor presenta una de sus reclamaciones
tardíamente y no demuestra que no pudo hacerlo antes, puede incurrir en un abuso
procesal97.

93Casos 611/1995 (W. Morrison c. Jamaica), decisión de 31 de julio de 1998, párr. 6.5; y 640/1995 (McIntosh c.
Jamaica), decisión de 7 de noviembre de 1997, párr. 6.2. Vid. doc. A/53/40, vol. II, pp. 268-272 y 258-262. También
fueron declaradas sin fundamento o justificación, entre otros, los casos 698/1996 (Bonelo Sánchez c. España),
758/1997 (Gómez Navarro c. España), 718/1996 (Pérez Vargas c. Chile), 669/1995 (Malik c. Alemania); 850/1999
(Hankala c. Finlandia); 860/1999 (Álvarez Fernández c. España); 1092/2002 (Guillén c. España); 1329/2004 y
1330/2004 (Pérez y Hernández c. España); 1356/2005 (Parra c. España); 1389/2005 (Bertelli c. España); 1473/2006
(Morales Tornel c. España); 1489/2006 (Rodríguez Rodríguez c. España); 1490/2006 (Pindado Martínez c. España);
1511/2006 (García Perea c. España); 1550/2007 (Brian Hill c. España); y 1871/2009 (Vaid. c. el Canadá).
94A/60/40, párrafo 126. Por esta razón el Comité declaró inadmisibles, entre otros, los casos 1095/2002 (Gomáriz c.
España); 1097/2002 (Martínez c. España); 1099/2002 (Marín c. España) y 1399/2005 (Cuartero c. España).
95Casos 579/1994 (Werenbeck c. Australia), 658/1995 (Van Oord c. Países Bajos), 761/1997 (Singh c. Canadá),

724/1996 (Jakes c. R. Checa); 830/1998 (Bethel c. Trinidad y Tabago); y 963/2001 (Uebergang c. Australia).
96Casos 1101/2002 (Alba Cabriada c. España); 1134/2002 (Gorji-Dinka c. el Camerún); 1479/2006 (Persan c. la
República Checa); 1506/2006 (Shergill y otros c. el Canadá); y 1574/2007 (Slezak c. la República Checa).
97 Caso 958/2000 (Jazairi c. el Canadá).
−37−

Quinto, se aplica la regla ne bis in idem o prohibición de presentar el mismo


asunto cuando éste ya ha sido sometido a otro procedimiento de examen o arreglo
internacionales que sea de naturaleza jurídica equivalente –litispendencia-(Art. 96.e del
Reglamento). Para que la regla se aplique deberá producirse una cuádruple identidad:
del denunciante o la víctima, de los hechos denunciados, de los derechos que hayan sido
lesionados, y de la naturaleza jurídica de las instancias internacionales que han entrado
en colisión98.
En un caso reciente, el Comité DH reiteró su jurisprudencia en relación a la
expresión “el mismo asunto”, que debe entenderse “la misma reclamación relativa al
mismo individuo, presentada por él mismo o por cualquier otra persona facultada para
actuar en su nombre, ante el otro órgano internacional”99. En el caso, los autores eran
distintos de otros grupos de padres que habían presentado una demanda ante el TEDH,
y que prefirieron presentar su queja ante el Comité, por lo que nada impedía al Comité
examinarla100.
Por lo mismo, no se aplicará la regla ne bis in idem cuando se trate de dos
instancias internacionales de protección pero de distinta naturaleza jurídica. En
consecuencia, es compatible presentar la misma queja primero ante un mecanismo
extraconvencional de protección del actual Consejo de Derechos Humanos (ejecuciones
sumarias, tortura, desapariciones, detención arbitraria, etc.) y, posteriormente –una vez
agotados los recursos de la jurisdicción interna-, acudir ante uno de los Comités
establecidos en tratados internacionales de derechos humanos, o ante una instancia
contenciosa regional (europea, americana o africana).
Y, sexto, el agotamiento de todos los recursos de la jurisdicción interna (Art.
5.2.b del Protocolo Facultativo del PIDCP y 96.f del Reglamento del Comité). Es sin duda
el requisito de admisibilidad más temido y el que ha generado una considerable práctica
en el seno del Comité. Así, éste ha precisado que se trata de los recursos "efectivos" y
"disponibles" porque realmente existan en la esfera interna y porque tengan posibilidades
de prosperar101 . En una de sus decisiones sobre la admisibilidad, el Comité precisó que
el Estado debió probar "...que existían posibilidades razonables de que tales recursos
fuesen efectivos"102.

98Casos 744/1997 (Linderholm c. Croacia); 808/1998 (Rogl c. Alemania); y 834/1998 (Kheler c. Alemania). Varios
Estados europeos han formulado reservas por las que excluyen la competencia del Com.DH para examinar casos que
ya hayan sido examinados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: casos 1490/2006 (Pindado Martínez c.
España) y 1510/2006 (Vojnovic c. Croacia). Pero si las disposiciones sustantivas del CEDH difieren de las del PIDCP y
se demuestra que la diferencia es sustancial, la queja no incurrirá en la prohibición ne bis in idem. Vid. A/64/40 (Vol. I),
p. 96.
99 A/60/40, párrafo 137. Vid. caso 860/1999 (Álvarez Fernández c. España).
100 Caso 1155/2003 (Leirvag y otros c. Noruega).
101 Caso Francisco y Ramón Amador Amador c. España, decisión del Comité de 4 de julio de 2005, párrafo 6.4.
102 Caso 4/1977 (William Torres Ramírez c. Uruguay). Concordantemente, vid. los casos 751/1997 (Pasla c. Australia),

670/1995 (Schloser c. R. Checa), 741/1997 (Cziklin c. Canadá), 1326/2004 (Mazón y Morote c. España), 1356/2005
(Parra c. España) y 1389/2005 (Bertelli c. España). Vid. También A/60/40, párrafo 139.
−38−

Por su parte, el denunciante debe aportar “por lo menos un argumento que


pareciera bien fundado para corroborar su opinión y justificar las razones por las que
creía que el recurso en cuestión no sería efectivo”103.
En el sentido contrario, el Comité ha señalado que los denunciantes deben ejercer
la diligencia debida para acogerse a los recursos disponibles, de manera que la simple
duda sobre la eficacia de los recursos internos judiciales disponibles, no exime al
denunciante de la obligación de agotarlos para que su queja pueda ser declarada
admisible por el Comité104. La obligación de agotar todos los recursos administrativos y
judiciales ordinarios, incluidos los recursos de inconstitucionalidad efectivos105 , persistirá
aunque se trate de recursos "sumamente técnicos, lentos y costosos"106.
No obstante, el límite aparece "cuando la tramitación de los recursos se prolongue
injustificadamente", según el Art. 5, párr. 2.b del Protocolo facultativo107. Pero si el
Estado limita el derecho de apelación al cumplimiento de ciertas exigencias procesales,
el denuciante debe cumplirlas antes de que se den por agotados los recursos internos108.
Vinculado al agotamiento de los recursos internos está el hecho de que el
particular ha de invocar ante los tribunales internos los "derechos sustantivos" recogidos
en el Pacto, aunque no será necesario que haga referencia "a artículos concretos del
Pacto"109.
Finalmente, en cuanto a la carga de la prueba, se debe recordar que el Comité
DH basa sus dictámenes en toda la información escrita aportada por las partes, por lo
que si un Estado no responde a las alegaciones del denunciante “el Comité tomará éstas
debidamente en consideración siempre y cuando se hayan fundamentado”110. Lo que
pone de relieve el carácter cuasicontencioso del procedimiento, en el que el principio de
igualdad de armas de las partes obliga a valorar en total equidad las informaciones y
pruebas aportadas ante el Comité tanto por el denunciante como por el Estado parte.

103 A/60/40, párrafo 140. Vid. También caso 918/2000 (Vedeneyeva c. la Federación de Rusia).
104 Vid las decisiones sobre los casos 262/1987 (R.T. c. Francia), de 30 de marzo de 1989, p. 6, párr. 7.4; 224/1987 (A.

y S.N. c. Noruega), de 9 de marzo de 1987, p. 6, párr. 6.2; y 1511/2006 (García Perea c. España).
105 Caso 1188/2003 (Riedl-Riedenstein y otros c. Alemania).
106 Casos 296/1988 (J.R.C. c. Costa Rica), de 30 de marzo de 1989, p. 6, párr. 8.3; y 1576/2007 (Kly c. el Canadá).
107 Caso 1432/2005 (Gunaratna c. Sri Lanka).
108 Casos 1235/2003 (Celal c. Grecia) y 1550/2007 (Brian Hill c. España).
109 Vid. casos 273/1988 (B.D.B. y otros c. Países Bajos), de 30 de marzo de 1989, p. 8, párr. 6.3; 1483/2006 (Basongo

c. República Democrática del Congo); y 1587/2007 (Mamour c. la República Centroafricana).


110 A/60/40, cit., párrafo 144. Concordantemente, casos 971/2001 (Arutyuniantz c. Uzbekistán), 973/2001 (Khalilova c.

Tayikistán), 1128/2002 (Marques de Morais c. Angola) y 1134/2002 (Gorji-Dinka c. el Camerún).


−39−

(c) Las medidas provisionales

En la fase procesal de admisibilidad y antes de pronunciarse sobre el fondo del


asunto, el Comité DH o su Relator Especial sobre las nuevas comunicaciones
pueden solicitar al Estado la adopción de medidas provisionales para evitar un daño
irreparable a la víctima de la violación alegada. Cuando, conforme al Art. 92 del
Reglamento, se solicite del Estado la adopción de tales medidas provisionales, ello no
implicará "ningún juicio sobre el fondo” de la queja.
En particular, el Com.DH ha recurrido al Art. 92 del Reglamento para solicitar a los
Estados que se abstengan de ejecutar sentencias de muerte hasta que el Comité adopte
una decisión definitiva en esos asuntos, en los que se alegó que a los denunciantes se
les había privado de un juicio justo111. Además, el Com.DH había nombrado a uno de sus
miembros como relator especial para casos de pena capital, autorizándole a tomar
decisiones en nombre del Com.DH y en el marco del citado Art. 92 del Reglamento.
También se han utilizado las medidas provisionales para evitar casos de
deportación o extradición inminentes que pudieran suponer para el denunciante un riesgo
real de violación de los derechos amparados por el PIDCP112.
En un caso más reciente, el Comité pidió al Estado que se abstuviera de realizar
actividades de tala de árboles que afectaran a la cría de renos que practicaban los
denunciantes, mientras el Comité examinaba su caso113 . En otro caso en el que el
denunciante informó al Comité que había sido amenazado de muerte si no retiraba su
denuncia ante el Comité, éste pidió al Estado que adoptara todas las medidas necesarias
“para proteger la vida, la seguridad y la integridad personal del autor y su familia y que
informara el Comité en un plazo de 30 días de las medidas adoptadas”114 .
El incumplimiento por parte de un Estado de una medida provisional del Comité
supone una violación de las obligaciones que el Protocolo facultativo impone al Estado.
En un caso en el que el hijo de la denunciante fue ejecutado, desoyendo el Estado la
medida provisional del Comité que había solicitado la suspensión de la ejecución de la
condena mientras el asunto estuviera pendiente ante esa instancia internacional, el
Comité recordó que las medidas provisionales “eran esenciales” para cumplir sus
funciones con arreglo al PF y que toda violación del reglamento “merma la protección de
los derechos” enunciados en el Pacto115.

111 Casos 1018/2001 (N. G. c. Uzbekistán); 1163/2003 (Isaev y otros c. Uzbekistán); 1195/2003 (Dunaev c. Tayikistán);

1200/2003 (Sattorov c. Tayikistán); y 1263/2004 y 1264/2004 (Khuseynov y Butaev c. Tayikistán).


112Caso558/1993 (Canepa c. Canadá). Doc. A/52/240, vol. II, anexo VI. Igualmente, casos 1455/2006 (Kaur c. el
Canadá) y 1540/2007 (Nakrash y Liu c. Suecia).
113 Caso 1023/2001 (Lansman III c. Finlandia).
114 Caso 1189/2003 (Fernando c. Sri Lanka). Igualmente, caso 1432/2005 (Gunaratna c. Sri Lanka).
115Caso 973/2001 (Khalilova c. Tayikistán); en términos similares, casos 1276/2004 (Idiev c. Tayikistán) y 1280/2004
(Tolipkhuzhaev c. Uzbekistán). Esta jurisprudencia ha sido confirmada por el Com.DH en su OG núm. 33, doc.
CCPR/C/GC/33, de 25 de junio de 2009, párrafo 19.
−40−

(d) Tramitación interna de la queja

Cada nuevo caso registrado es enviado por la Secretaría a la Relatora Especial


sobre Nuevas Comunicaciones116, institución creada en 1990 al haberse comprobado
con alarma en esa fecha que se habían acumulado 135 quejas pendientes de
tramitación. La citada RE instruye a la Secretaría sobre el registro de las quejas y su
transmisión al Estado parte después de haber procedido a un análisis previo de los
requisitos de admisibilidad de la comunicación. La RE está habilitada para solicitar del
Estado observaciones sobre la admisibilidad y el fondo de la queja. Como ya vimos,
también puede cursar solicitudes de medidas provisionales de protección con arreglo al
Art. 92 del Reglamento.
Desde 1995 el Com.DH confía cada queja a uno de sus miembros, que actúa
como relator especial ante el GT y el Plenario del Comité DH “para ayudar a tramitar las
comunicaciones” (Art. 95.3 del Reglamento). Además, el Comité “podrá establecer uno o
varios grupos de trabajo para que le hagan recomendaciones sobre el cumplimiento de
las condiciones de admisibilidad” (Art. 95.1 del Reglamento).
Para acelerar su labor, el Comité DH tratará –como norma general- al mismo
tiempo la admisibilidad y el fondo de una queja. A estos efectos, el Estado interesado
dispondrá de un plazo de seis meses para presentar por escrito al Comité DH
explicaciones o declaraciones relativas tanto a la admisibilidad como al fondo de la
comunicación, incluso sobre toda medida correctiva que se haya adoptado en relación
con el asunto (Art. 97.2 del Reglamento).
Se exceptúa el caso en que el propio Comité, su GT sobre comunicaciones o el
RE sobre nuevas comunicaciones, “a causa del carácter excepcional del caso, haya
decidido solicitar una respuesta por escrito que se refiera únicamente a la cuestión de la
admisibilidad”. Aunque ello no eximirá al Estado de su obligación de responder en el
plazo de seis meses tanto a la admisibilidad como al fondo de la queja (Art. 97.2 in fine
del Reglamento).
Por su parte, el Estado dispondrá de los primeros dos meses del plazo arriba
indicado para solicitar por escrito que la comunicación sea rechazada por considerarla
inadmisible, indicando los motivos en los que basa su solicitud. Ello no extenderá el plazo
inicial de los seis meses, a menos que el Comité, su GT o RE, decidan prorrogar el plazo
para la presentación de la respuesta estatal, a causa de las circunstancias especiales del
caso, hasta que el Comité se haya pronunciado sobre la cuestión de la admisibilidad (Art.
97.3 del Reglamento).
En caso de necesidad, tanto el Comité como su GT y RE pueden fijar un nuevo
plazo para pedir a las partes información u observaciones adicionales por escrito, que
sean relevantes para la cuestión de la admisibilidad o el fondo (Art. 97.4 del
Reglamento). Cada parte en el procedimiento tendrá la oportunidad de formular
observaciones sobre los escritos y comentarios presentados por la otra parte (Art. 97.6
del Reglamento).

116En la actualidad desempeña este cargo la experta Christine Chanet (Francia).


−41−

La fase procesal de admisibilidad culmina, tras recibir las observaciones del


Estado sobre la admisibilidad, con la adopción de una decisión por parte del Comité
sobre la admisibilidad o no de la comunicación.
La RE para las nuevas comunicaciones puede declarar admisible la comunicación,
adoptando una decisión en este sentido en nombre del Comité. La ventaja de la
existencia de la RE es que contribuye a agilizar el procedimiento considerablemente,
pues asegura la continuidad del trabajo cuando el GT o el Comité en pleno no se
encuentran reunidos, ya que éste no celebra más que tres períodos de sesiones al año
de una duración de tres semanas cada uno (una cuarta semana es dedicada a la reunión
del GT).
Si, por el contrario, la RE considera que la comunicación es inadmisible, hará
propuestas en ese sentido al Grupo de Trabajo sobre las comunicaciones (compuesto
de al menos cinco expertos), quien podrá tomar una decisión (de admisibilidad o no) por
unanimidad (Art. 93.2 y 3 del Reglamento). Si hay disenso en el seno del GT, éste se
limitará a formular recomendaciones al plenario del Comité (18 miembros), en cuyo caso
este último será competente para tomar una decisión definitiva sobre la admisibilidad de
la queja.
En el caso de que el GT sobre comunicaciones decidiera por unanimidad de sus -
al menos- cinco miembros que la queja es inadmisible, transmitirá tal decisión al
plenario del Comité, que podrá confirmarla sin debate oficial. Pero si algún miembro del
Comité solicita un debate en el plenario, éste examinará la queja y tomará una decisión
(Art. 93.3 in fine del Reglamento)
La decisión de inadmisibilidad de la queja es, en principio, definitiva, por lo que
se comunicará a las partes y se concluirá el procedimiento. Pero, aunque es inapelable,
cabe su revisión por parte del Comité “si el individuo interesado o una persona que
actúe en su nombre presenta una petición escrita donde se indique que ya no se dan los
motivos de inadmisibilidad” (Art. 98.2 del Reglamento)117 . En cambio, si la decisión de
admisibilidad es positiva, el Estado podrá rebatirla en la fase procesal siguiente
(determinación de los hechos).

(e) Dictamen

Adoptada la decisión positiva de admisibilidad, el Comité la transmite al Estado


interesado, el cual dispondrá de otros seis meses para responder a las cuestiones de
fondo planteadas en la comunicación ya declarada admisible. Deberá presentar por
escrito sus aclaraciones y señalar las medidas correctivas que eventualmente haya
adoptado al respecto (Art. 99.2 del Reglamento).
Según un dictamen del Comité, este plazo de seis meses puede ser obviado con
el acuerdo del Estado interesado que ya haya formulado sus comentarios sobre el fondo
en la fase previa de admisibilidad118 .

117Caso 735/1997 (Lazar Kalaba c. Hungría), decisión de 7 de noviembre de 1997, párr. 10. b. Doc. A/53/40, vol. II, cit.,

pp. 263-267.
118Caso 198/1985 (R. D. Stalla Costa c. Uruguay).
−42−

No obstante, el Com.DH también requerirá el acuerdo del denunciante antes de


decidir entrar directamente a estudiar el fondo del asunto. Para evacuar este trámite, así
como para responder a las explicaciones del Estado, el denunciante dispondrá del plazo
que fije el Comité (Art. 99.3 del Reglamento).
El Com.DH determinará qué hechos se consideran probados en función de todas
las informaciones disponibles, procedentes tanto del particular como del Estado
interesado. En este ejercicio el Com.DH podrá estar auxiliado tanto por el GT de
comunicaciones como por el RE encargado de la queja (Art. 100.1 del Reglamento).
Como ya señalamos, en esta fase el Estado puede volver a solicitar que se
declare inadmisible la queja y el Comité podrá reaccionar revisando su decisión de
admisibilidad, a la luz de las explicaciones o declaraciones presentadas por el Estado
interesado (Art. 99.4 del Reglamento). Si el Comité decide en ese momento que la queja
es inadmisible, se terminará el procedimiento.
Una vez declarada la queja definitivamente admisible y realizada la determinación
de los hechos, el Comité deberá prepararse para dictar su opinión en cuanto al fondo
(dictamen), a la luz de todas las informaciones escritas que le hayan facilitado tanto el
individuo como el Estado interesado. El Comité garantiza el principio de igualdad de
armas en la carga de la prueba, de modo que si el Estado no refuta las alegaciones del
denunciante que hayan sido bien sustanciadas, el Comité las tomará debidamente en
consideración119.
Para la redacción de su dictamen, el Comité podrá remitir la queja al grupo de
trabajo sobre comunicaciones o a un relator especial, para que le formulen
recomendaciones (Art. 100.1 del Reglamento).
Tanto el Comité como sus órganos subsidiarios analizarán los hechos
considerados como probados y realizarán la calificación jurídica de los mismos a la luz
de las disposiciones del PIDCP. Todas las observaciones sobre el fondo del asunto son
resumidas en el dictamen u opinión por el que el Comité concluirá si ha habido o no
violación de alguno de los derechos consagrados en el PIDCP, en qué consiste la
violación y por qué. Aunque el Comité procura adoptar sus decisiones por consenso, el
Art. 104 del Reglamento autoriza a los miembros en minoría a emitir votos particulares -
concurrentes o disconformes- tanto a las decisiones sobre admisibilidad como a los
dictámenes en cuanto al fondo.
El Comité se pronunciará también en su dictamen sobre las medidas de
reparación que el Estado deberá adoptar para subsanar la violación constatada. Entre
esas medidas, el Comité solicita frecuentemente al Estado la reforma de una legislación
o práctica en vigor que haya estado en el origen de la violación, para evitar violaciones
similares en el futuro y determinar la responsabilidad por los malos tratos sufridos (casos
de tortura).
En relación a la víctima, el Comité ha realizado solicitado su puesta en libertad
inmediata (en el caso de detención ilegal o arbitraria); o la realización de un nuevo juicio
con las garantías procesales debidas; la conmutación de una pena de muerte (impuesta

119 Casos 821/1998 (Kongwe c. Zambia); 839-841/1998 (Mauzarai y otros c. Sierra Leona); y 857/1999 (Blazed y otros

c. República Checa). Vid. supra, agotamiento de los recursos internos.


−43−

ilegalmente) y una indemnización. También ha señalado las medidas de reparación,


indemnización y rehabilitación que el Estado deberá conceder a la víctima (en casos de
tortura o malos tratos); la revocación y reexamen de una orden de expulsión ilegal; la
revisión de las condenas impuestas en procedimientos penales que no hubieran
permitido el derecho de apelación; la restitución de los bienes; indemnización por
detención y encarcelamiento ilegales, etc120 .
En el caso de un fallecido en detención, el Comité señaló la obligación del Estado
de ofrecer a la viuda “un recurso efectivo, que incluyera una indemnización y la apertura
de diligencias penales contra todos los culpables del trato” recibido por su esposo y por
ella misma (torturas)121.
En los casos de desapariciones y/o torturas el Comité impone al Estado la
obligación de investigar a fondo la desaparición o el caso de tortura, la inmediata puesta
en libertad del desaparecido si es encontrado con vida, una indemnización adecuada, e
iniciar una acción penal contra los responsables de tales violaciones, procesarlos y
castigarlos122.

En otro caso en el que el Com.DH constató violación del Art. 26 PIDCP como
resultado de una verificación policial de la identidad basada en criterios raciales,
consideró que España tenía la obligación de ofrecer a la víctima una reparación efectiva
en que se previera una expresión pública de excusas, así como adoptar medidas para
que los agentes del Estado reciban instrucciones de no cometer actos semejantes al de
ese caso123.
En todas estas hipótesis, la práctica consolidada del último año del Comité impone
al Estado un plazo de 180 días, en el que éste deberá informarle sobre las medidas
efectivamente adoptadas, habida cuenta que el Estado se ha comprometido a garantizar
los derechos reconocidos en el Pacto (Art. 2 del mismo) “y a garantizar un recurso
efectivo, con fuerza ejecutoria, cuando se compruebe una violación”124 . Se pide asimismo
al Estado parte que publique el dictamen del Comité125.
Una vez adoptada su opinión o dictamen en cuanto al fondo, el Comité lo
transmitirá a las partes interesadas, concluyendo así el procedimiento confidencial de
tramitación de quejas individuales ante el Comité (Art. 100.3 del Reglamento).

120 Vid. A/60/40, párrafos 206-223.


121 Vid. A/63/40 (Vol.I), cit., párrafo 171. Igualmente, A/64/40 (Vol. I), párrafo 217.
122 A/63/40 (Vol.I), cit, párrafo 177. Igualmente, A/64/40 (Vol. I), cit, párrafos 219 y 227.
123 Caso 1493/2006 (Williams Lecraft c. España). Vid. A/64/40 (Vol. I), cit, párrafo 224.
124 A/60/40, cit., párrafo 205; y A/63/40 (Vol.I), cit., párr. 168.
125 A/64/40 (Vol. I), párrafo 205 in fine.
−44−

(f) Publicación

Las deliberaciones verbales, las actas resumidas y los documentos de trabajo del
Comité en la tramitación de quejas individuales tendrán carácter confidencial (Art. 102,
párrafos 1 y 2 del Reglamento). Pero ello “no afectarán el derecho del autor de una
comunicación o al Estado Parte interesado a dar publicidad a cualesquiera escritos o
información presentados en relación con las actuaciones”, salvo que el Comité, su GT o
RE pidan a las partes “que mantengan confidenciales, en todo o en parte, cualesquiera
de esos escritos o información” (Art. 102.3 del Reglamento).
Como regla general, las decisiones del Comité acerca de la inadmisibilidad, el
fondo del asunto o la cesación de las actuaciones se harán públicas (Art. 102.5 del
Reglamento). En la práctica, el Com.DH ha ordenado siempre la publicación de sus
decisiones (sobre admisibilidad), las medidas provisionales y sus dictámenes (sobre el
fondo).
Además, se recogerán en el informe anual del Comité a la Asamblea General. La
publicación opera aquí, una vez más, como medio de “sanción" moral y política en el
ámbito internacional, dirigida al Estado que ha incurrido en una violación del PIDCP. La
Secretaría se encargará de la distribución de las decisiones definitivas del Comité (Art.
102.6).
(g) Seguimiento

Las decisiones sobre admisibilidad serán jurídicamente vinculantes para las


partes en el procedimiento, lo mismo que todas las medidas provisionales y demás
disposiciones del Reglamento del Comité.
Por el contrario, ni el Pacto ni su Protocolo facultativo se pronuncian sobre el valor
jurídico de los dictámenes sobre el fondo, por lo que tradicionalmente se ha considerado
que tales opiniones no son obligatorias para los Estados. El Comité, consciente de ello,
se dotó en 1990 de un Relator Especial para el seguimiento de los dictámenes, “a fin
de conocer las medidas que adopten los Estados Partes para dar efecto al dictamen del
Comité” (Art. 101.1 del Reglamento)126.
A estos efectos, el RE para el seguimiento establece los contactos apropiados y
solicita información de los Estados sistemáticamente respecto de todos los dictámenes
condenatorios. También puede formular al Comité recomendaciones para la adopción de
las nuevas medidas que sean necesarias (Art. 101.2). El RE “informará periódicamente al
Comité acerca de las actividades de seguimiento” (Art. 101.3) y el Comité “incluirá en su
informe anual información sobre las actividades de seguimiento” (Art. 101.4). En
consecuencia, la información facilitada por las partes en relación con el seguimiento no
tendrá carácter confidencial, lo mismo que las decisiones del Comité en esta materia, a
menos que decida otra cosa (Art. 103).
La práctica del RE nos revela que los Estados acatan los dictámenes del Comité
de manera satisfactoria en un 30 por ciento de los casos. En los demás, los Estados se
muestran reacios a aceptar la obligatoriedad de los dictámenes, o bien impugnan el
contenido de los mismos. En otras ocasiones los Estados afirman no poder dar efecto a

126Actualmente desempeña este cargo la experta Sra. Ruth Wedgwood (Estados Unidos).
−45−

esos dictámenes, por no estar previsto en su legislación o práctica interna. En estos


casos, el Comité procede a hacerlo público en su informe anual, al tiempo que ofrece al
Estado interesado que el RE visite el país para averiguar las dificultades del Estado en
aceptar los dictámenes, así como proponer soluciones, lo que ya se ha hecho en relación
con Jamaica127 . Pero el RE no ha podido viajar a todos los Estados con dificultades que
lo hubieran deseado, por falta de recursos económicos asignados a esta actividad crucial
del Comité.
Recientemente el Com.DH recordó en su Observación general núm. 33 que sus
dictámenes son “un pronunciamiento autorizado de un órgano establecido en virtud del
propio Pacto y encargado de la interpretación de ese instrumento”128. Y también recordó
“la obligación de los Estados partes de actuar de buena fe”129 en el cumplimiento de sus
obligaciones convencionales130.
Lo mismo ocurre con las medidas provisionales que el Comité puede adoptar con
arreglo al Art. 92 de su Reglamento: “Todo Estado parte que no adopta tales medidas…
incumple la obligación de respetar de buena fe el procedimiento de las comunicaciones
invididuales establecido en el Protocolo Facultativo”131.
En definitiva, el Com.DH se preocupa por que sus opiniones sobre el fondo sean
acatadas por los Estados interesados, incluso por los más reacios en aceptarlas. De
modo que nos encontramos en el inicio de una práctica de los Estados, potenciada por el
propio Comité, que está estableciendo precedentes valiosos en favor de una progresiva
aceptación de la obligatoriedad de sus dictámenes.
Si tal comportamiento favorable al acatamiento de los dictámenes se generalizara
en el futuro (alcanzando las conductas de los Estados favorables al menos un 75% de
los casos), estaríamos asistiendo al nacimiento de una nueva norma consuetudinaria
internacional, que consagraría la obligatoriedad jurídica de las opiniones sobre el fondo
del Comité, a pesar de que el PIDCP no lo diga expresamente.

127Vid. los informes del Relator especial para el seguimiento de los dictámenes en los docs. A/57/40, vol. I, cap. VI;
A/58/40, vol. I, cap. VI; A/59/40, vol. I, cap. VI; A/60/40, vol. I, cap. VI, pp. 136-162; A/63/40 (Vol.I), Cap. VI, pp. 126-
160; ; A/64/40 (Vol. I), Cap. VI, pp. 120-159; CCPR/C/97/3, de 8 de octubre de 2009, 13 p.; CCPR/C/98/3, de 21 de
mayo de 2010, 25 p.; y CCPR/C/99/3, de 14 de septiembre de 2010, 9 p.
128 OG núm. 33 del Com.DH: “Obligaciones de los Estados partes con arreglo al Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos”. Doc. CCPR/C/GC/33, de 25 de junio de 2009, párrafo 13.
129 Ibidem, párrafo 15.
130 Cfr. Art. 26 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 1969.
131 OG 33, cit., párrafo 19.
−46−

3. Eficacia del procedimiento

El procedimiento cuasicontencioso que hemos descrito está en vigor únicamente


en cinco tratados del sistema de las NU que prevén la competencia de los respectivos
Comités para tramitar quejas individuales (Com.DH, Com.EDR, Com.EDCM, Com.CT y
Com.PD). Otros tres tratados recientemente aprobados amplían las competencias de sus
respectivos Comités a recibir quejas individuales (Com.DESC, Com.TM y Com.DF
(Comité contra la Desaparición Forzada). Venezuela ha aceptado la competencia de los
cuatro primeros Comités para recibir quejas individuales, pero no la de los demás
Comités.
Además de su carácter facultativo, que reduce considerablemente la
universalidad del mismo. la eficacia real del procedimiento está condicionada por siete
factores negativos:
Primero, el acceso a los procedimientos cuasicontenciosos de protección continúa
seriamente lastrado por la existencia de rigurosas causas de inadmisibilidad a menudo
insuperables para las víctimas, como es el caso de la regla del agotamiento previo de los
recursos internos.
Segundo, el procedimiento adolece de un cierto desequilibrio procesal a favor
del Estado, fruto del predominio de la soberanía del Estado en todo el DI, lo que se
aprecia particularmente en la distribución desigual de plazos entre las partes para cumplir
con los pedidos del Comité. No obstante, el principio de igualdad de armas asegura un
tratamiento equitativo de las partes en lo que se refiere a la carga de la prueba.
Tercero, el poder de investigación del Comité es muy limitado, pues reposa
enteramente en las informaciones escritas que las partes voluntariamente le suministran.
No puede despachar una misión investigadora al Estado interesado.
Cuarto, los Comités –salvo el Com.CT- no pueden celebrar audiencias de las
partes y de los testigos, en una fase oral que podría dinamizar la práctica de la prueba.
Quinto, el procedimiento, al ser escrito y confidencial a lo largo de todas sus fases,
es lento. Cada caso se prolonga por un término medio de cuatro años, lo que no es
aceptable. Aunque los Comités han hecho esfuerzos para agilizar el procedimiento
mediante reformas a sus Reglamentos para simplificar la tramitación procesal, son
todavía claramente insuficientes, por lo que se requieren reformas mucho más radicales.
Sexto, la sofisticación técnica de los mecanismos procesales internacionales, la
necesidad del agotamiento de los recursos internos y las dificultades prácticas de acceso
de las víctimas a estos procedimientos –a pesar de que no se impongan costas
procesales-, resultan en su infrautilización. Así lo prueba el hecho de que el Com.DH
solamente haya registrado en 30 años (1977-2009) 1.888 quejas individuales132. Cifras
que ponen de relieve las insuficiencias del procedimiento cuasicontencioso de quejas
individuales en el marco convencional. Por su parte, el Com.CT registró entre 1989 y
2010 420 quejas relativas a 30 países; de ellas, solamente 49 acabaron constatando
que se había violado la Convención133 . Y,

132 Vid. supra, p. 32.


133 A/65/44, cit., párr. 98
−47−

Séptimo, el abultado número de casos pendientes de examen (410 casos del


Com.DH a finales de 2009; 88 casos del Com.CT en mayo de 2010) indica que la
Secretaría de ambos Comités no dispone de los recursos -personales y materiales-
necesarios para evitar tal acumulación de casos, lo que retrasa todavía más la
tramitación de los mismos. Tampoco se dispone de recursos para mejorar el mecanismo
de seguimiento favoreciendo las visitas in loco del RE, a fin de tratar con las partes
interesadas las modalidades de ejecución de los dictámenes134 .
No obstante sus limitaciones e infrautilización, el procedimiento cuasicontencioso
de protección de los derechos humanos es siempre útil. Piénsese, por ejemplo, en que la
adopción de decisiones o dictámenes de este tipo permite a los Comités competentes
analizar e interpretar con autoridad el alcance de los derechos consagrados en la
Convención que deben aplicar, a la vez que tutelar internacionalmente los derechos de
las víctimas individuales. Aumentaría significativamente su eficacia si se introdujeran las
reformas reglamentarias señaladas y la OACNUDH aumentara significativamente el
presupuesto destinado al mecanismo cuasicontencioso.
Ahora bien, el modelo convencional cuasicontencioso que se ha descrito se
caracteriza por ser subsidiario del régimen jurídico interno de los Estados, lo que
presupone la existencia de un estado de derecho que ejerza correctamente la tutela de
los derechos humanos. Pero, como veremos en la Segunda Parte, este modelo queda
desbordado en los casos de violaciones sistemáticas y masivas de los derechos
humanos o de quiebra generalizada de la legalidad, del estado de derecho o del mismo
régimen democrático.

134Los Comités se quejan frecuentemente de falta de recursos para desempeñar sus funciones. Vid. por todos las
declaraciones del Presidente del Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT) en el doc. CAT/C/SR.889, de 16 de
octubre de 2009, párrs. 3, 5 y 8.
−48−

SEGUNDA PARTE

LA PROTECCION EXTRACONVENCIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS

Introducción
Los mecanismos convencionales de protección internacional de los derechos
humanos no han sido diseñados para acoger la mayor parte de las denuncias
individuales por violación de los derechos humanos que llegan a las Naciones Unidas,
por lo que durante muchos años aquéllas fueron desatendidas.
En efecto, los mecanismos cuasicontenciosos tienen competencias
extremadamente limitadas en relación con la masa de comunicaciones o quejas
individuales que llegan constantemente a la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), pues los requisitos de
admisibilidad que deben reunir las quejas individuales (entre ellas el consentimiento del
Estado y el agotamiento de los recursos internos) impedían que la mayor parte de las
denuncias prosperasen. Así, por ejemplo, entre 1972 y 1988 se habían recibido en la
Secretaría 350.000 denuncias de particulares135. Pues bien, esta cifra contrasta
fuertemente con las escasas quejas que han podido ser tramitadas por la vía
convencional desde 1976 hasta el día de hoy (unas 2500 sumando todos los Comités).
La comunidad internacional no se dotó de ningún mecanismo procesal para
tramitar las denuncias individuales hasta 1967, lo que se produjo en el marco extra-
convencional de la entonces Comisión de Derechos Humanos (CDH). Ello se consideró
como una reacción frente a la lentitud en la elaboración y entrada en vigor (en 1976) del
primero de los mecanismos convencionales -el del Com.DH-. Aunque hoy ya son cinco
los Comités establecidos en tratados internacionales de derechos humanos en vigor que
pueden recibir quejas individuales (Com.DH, Com.EDR, Com.CT, Com.EDCM y
Com.PD) y, en el marco de la OIT, existe un mecanismo constitucional (Arts. 24-25) para
recibir reclamaciones de organizaciones o de trabajadores, su eficacia es limitada al no
ser universales en su aceptación por los Estados y al estar regidos por reglas de
admisibilidad muy severas, como ya se ha indicado.
Tampoco son plenamente operativos los mecanismos judiciales de protección
existentes en el DIDH, pues solamente los de ámbito regional permiten que la víctima de
la violación pueda demandar directamente al Estado, una vez agotados los recursos
internos, ante un tribunal regional (TEDH, Corte IDH) que, en el mejor de los casos,
condenará al Estado a reparar la violación cometida. Más recientemente se abre camino
en la jurisprudencia regional el señalamiento de la obligación del Estado de sancionar a
los funcionarios que cometieron la violación, como medida necesaria para luchar contra
la impunidad de los responsables.

135Cfr. NACIONES UNIDAS: Procedimientos para presentar comunicaciones. Folleto informativo de derechos
humanos num. 7. Ginebra, NU, 1992, p. 7.
−49−

Consciente de esta situación, la comunidad internacional ha desarrollado a lo largo


de los años una serie de mecanismos extraconvencionales de protección de los
derechos humanos que tratan de paliar las deficiencias de los convencionales, a la vez
que ofrecen una respuesta colectiva –aunque imperfecta- a situaciones de extrema
gravedad en el campo de los derechos humanos, que reclaman una reacción colectiva.
En este contexto se inscriben valiosas iniciativas tanto del Consejo de Seguridad
como de la Asamblea General y de la anterior Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas. En lo que se refiere al Consejo de Seguridad, baste recordar aquí las
misiones de verificación de los derechos humanos que fueron creadas en los años
noventa en el marco de operaciones de mantenimiento de la paz, fruto de largas
negociaciones para poner término a conflictos internos bajo la mediación de las Naciones
Unidas (El Salvador, Camboya). Además, ante hechos de la magnitud del genocidio, el
CS decidió la creación de los TPI ad hoc para la Antigua Yugoslavia y Rwanda. Por
último, en 2004 el CS autorizó el establecimiento de la “Comisión Internacional de
Investigación para Darfur” (Sudán)136 y dio el visto bueno para la constitución de la
“Comisión de Investigación en Côte d’Ivoire”137.
Por su parte, la Asamblea General ha creado órganos permanentes de carácter
intergubernamental para la promoción y protección de los derechos humanos en diversos
sectores. Así, el Comité especial sobre territorios no autónomos (1961- …), el Comité
contra el apartheid (1962-1990), el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia (1967-
1990) y el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino
(1975- …). En los años noventa se recurrió a la creación de misiones temporales de
observación de los derechos humanos que acompañaron a la negociación política de
graves conflictos internos bajo la mediación de las Naciones Unidas (Haití, Guatemala).
La AG también ha creado Altos Comisionados para la promoción de los derechos del
niño (UNICEF, 1946- …), la protección de los refugiados (ACNUR, 1949- …) y, sobre
todo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (1993-
…), al que se le confió el mandato de velar por la promoción, protección y prevención de
las violaciones de todos los derechos humanos en el mundo, incluido el derecho al
desarrollo.
Pero los desarrollos más sorprendentes en el ámbito extra-convencional han
tenido como protagonista a la entonces Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas138 . En 1967 se creó el Procedimiento 1235, resolución del ECOSOC
que autorizó a la Comisión DH a recibir quejas individuales que configurasen una
situación que revelara la existencia de un cuadro persistente de violaciones
flagrantes, masivas y sistemáticas de los derechos humanos en un país o área
regional concreta donde persistieran políticas oficiales de dominación colonial,
discriminación racial, segregación o apartheid.

136 Resolución 1564 (2004) del CS. La Comisión de Investigación rindió informe al SG el 25 de enero de 2005.
137 Como consecuencia del Acuerdo de Linas-Marcoussis a solicitud del Gobierno de Côte d’Ivoire. Vid. la Declaración

del Presidente del CS en el doc. S/PREST/2004/17, de 25 de mayo de 2004.


138 Durante 40 años la Comisión DH ha sido la pieza maestra en el desarrollo de los mecanismos extraconvencionales

de protección. Conforme al párrafo 13 de la resolución 60/251 de la Asamblea General, de 15 de marzo de 2006, la


Comisión DH fue sustituida por el Consejo de Derechos Humanos a partir del 16 de junio de 2006. Para más detalle
vid. infra, Sección B.
−50−

En el marco de estas situaciones la Comisión DH pudo recibir quejas individuales


sin necesidad del agotamiento de los recursos internos, así como establecer órganos
especiales de investigación de una situación sin el consentimiento del Estado interesado;
su mandato fue rendir informes públicos a la Comisión DH. Así nacieron el Grupo
Especial de Expertos sobre el Africa Meridional de la Comisión DH (1967-1995) y el
Comité Especial de la AG sobre las prácticas israelíes que afectan a los derechos
humanos del pueblo palestino y de otros habitantes árabes de los territorios ocupados
(1968-…).
En 1975, a raíz del cruento golpe de estado del general Pinochet en Chile, la
Comisión DH amplió su competencia al crear el Grupo de Trabajo ad hoc para
investigar la situación de los derechos humanos en ese país –todos los reconocidos en la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948-, con independencia de que se
tratara de una situación de dominación colonial o de discriminación racial. Desde
entonces han sido numerosos los órganos especiales de investigación geográficos.
A partir de 1980 se suman los órganos especiales de investigación temáticos, que
se ocupan de una cuestión particular (desapariciones, ejecuciones sumarias, tortura,
detenciones arbitrarias, etc.) globalmente considerada, en todos los Estados miembros
de las Naciones Unidas. Al mismo tiempo, se ocupan de las quejas individuales desde
una perspectiva inicialmente humanitaria y establecen el procedimiento de acciones
urgentes bajo el cual las quejas se diligencian con flexibilidad y prontitud, sin atender a
requisitos de admisibilidad tales como el agotamiento previo de los recursos internos o el
consentimiento del Estado.
−51−

A. El procedimiento público de quejas individuales (“Procedimiento


1235”): el sistema de Relatores Especiales del Consejo de Derechos
Humanos
Entendemos por “sistema de relatores especiales” o “sistema de procedimientos
públicos especiales” del Consejo DH (antes Comisión DH), el
Conjunto de órganos especiales de investigación de situaciones de violaciones graves,
masivas y flagrantes de los derechos humanos, ya sean de carácter geográfico o temático,
de distinta denominación, que han sido establecidos por la Comisión de Derechos
Humanos desde 1967 sobre una base extra-convencional. Su objetivo es ofrecer a las
víctimas de las violaciones un cauce procesal a través del cual canalizar sus denuncias con
una finalidad originariamente promotora de los derechos humanos, a través de los informes
analíticos de tales órganos. A partir de 1980, los órganos más emblemáticos han ido
asumiendo gradualmente facultades de protección de las víctimas individuales, basadas
predominantemente en razones humanitarias. Desde 1990, invocan preferentemente en
sus acciones de protección ante los gobiernos la aplicación de las normas jurídicas
internacionales en materia de derechos humanos139.

El sistema de RE engloba a órganos especiales de investigación que tienen


distinta denominación y mandatos relativamente diversos, lo que es consecuencia de la
escasa -pero progresiva- integración del sistema. A su vez, pueden dedicar su atención
a la situación de todos los derechos humanos en un país o área regional concreta
(procedimientos geográficos), o bien a un tema específico (desapariciones, ejecuciones,
tortura, detención arbitraria, etc.) en todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas
en los que esa cuestión tenga una gravedad consistente (procedimientos temáticos).
El sistema de procedimientos especiales lo ha venido estableciendo la Comisión
DH, con la autorización correspondiente del ECOSOC, sobre una base estrictamente
extraconvencional (resoluciones y decisiones). A partir de 2006 corresponde al Consejo
DH (con la eventual autorización de la AG) tomar las decisiones en esta materia. Desde
el punto de vista procesal, el sistema de RE ha permitido superar la rigidez de los
procedimientos cuasicontenciosos establecidos en el ámbito convencional para la
protección de los derechos humanos, que requieren del consentimiento del Estado para
que tales procedimientos le sean oponibles, así como el agotamiento de los recursos
internos antes de poder presentar la queja ante el órgano internacional competente.
Del mismo modo, al tratarse de órganos de investigación basados en la resolución
1235 de 1967 del ECOSOC, son de carácter público en su constitución, en la rendición
del respectivo informe ante el Consejo DH, en el debate del mismo y en la adopción de
decisiones por parte del órgano político. Esta transparencia en sus métodos de trabajo
hace posible la participación de las ONG y de las instituciones nacionales de derechos
humanos en todas las fases del procedimiento.
Tanto la naturaleza como el mandato de los órganos especiales de investigación
se han ido perfeccionando con el tiempo, de modo que al objetivo inicial de promoción
general de los derechos humanos, se ha añadido el de la protección de los derechos de
la víctima individualizada objeto de la denuncia que se haya recibido. Esta inflexión se
produce a partir de 1980 y es notoria en los mandatos temáticos más antiguos y

139 Cfr. VILLÁN DURÁN, C., Curso de Derecho internacional de los derechos humanos, cit, pp. 645 y ss.
−52−

emblemáticos de la Comisión DH (desapariciones, ejecuciones, tortura...).


Por otro lado, si bien la protección se ejerce inicialmente por razones
predominantemente humanitarias, a partir de 1990 los mandatos temáticos
emblemáticos ponen más el acento en la invocación de las normas internacionales de
derechos humanos relevantes a cada uno de los mandatos citados.
Además, desde 1991 el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria adopta
dictámenes en cada caso concreto que trata, de naturaleza jurídica equivalente a la de
los aprobados por los órganos establecidos en los tratados internacionales. En efecto,
después de un procedimiento contradictorio, el GT resume los hechos probados y califica
en su dictamen si la detención de la víctima ha sido arbitraria o no, conforme a las
normas del DIDH.
También se ha generalizado entre los mecanismos extraconvencionales el
procedimiento de acciones urgentes que tienen una finalidad primordialmente
preventiva de la violación, esto es, evitar que se produzca una violación inminente, o bien
que cese la misma.
Los informes que los distintos relatores o expertos presentan regularmente a la
Comisión DH (ahora Consejo DH) o a la AG, son posteriormente tenidos en cuenta por la
comunidad internacional como fuentes confiables de información, aunque con diferente
éxito. Pero les ha hecho justicia la propia Corte Internacional de Justicia (CIJ) en su
dictamen de 9 de julio de 2004 sobre la ilegalidad del muro construido por Israel en los
territorios palestinos ocupados, al basar una buena parte de su argumentación en los
informes del Relator Especial y del Comité Especial sobre la situación de los derechos
humanos en los territorios ocupados, así como en el informe de visita in loco del Relator
Especial sobre el derecho a la alimentación. En efecto, tales informes permitieron a la
CIJ concluir que la construcción del muro restringe ilegalmente la libertad de circulación
de los habitantes de esos territorios, lo mismo que el ejercicio de los derechos al trabajo,
la salud, la educación y a un nivel de vida suficiente, de esas personas140.
La alta politización y la mayoría absoluta que ahora disponen los Estados
africanos y asiáticos en el seno del Consejo DH (en total suman 26 votos de 47), hacen
temer por el futuro del valioso sistema de relatores especiales y grupos de trabajo de la
anterior Comisión DH. Lo mismo ocurre con el procedimiento de quejas individuales,
pacientemente construido en el ámbito extraconvencional de protección al calor de la
práctica de los diferentes relatores especiales y grupos de trabajo especialmente
temáticos, inspirándose en la labor eficaz del Grupo de Trabajo sobre la Detención
Arbitraria.
En 2007 el Consejo DH aprobó un controvertido Código de conducta para los
titulares de mandatos de los procedimientos especiales141, que se impone sobre el propio
Manual que habían redactado los expertos interesados. El citado Código regula, entre
otras cosas, los procedimientos de denuncias individuales –que, según se reitera, no
requerirán el agotamiento previo de los recursos internos- (Art. 9) y de llamamientos
urgentes “en los casos en que las presuntas violaciones requieran medidas perentorias

140CIJ, Conséquences juridiques de l’édification d’un mur dans le territoire palestinien occupé, dictamen de 9 de julio
de 2004, par. 132-134.
141 Resolución 5/2 del Consejo DH, aprobada el 18 de junio de 2007.
−53−

por entrañar pérdidas de vidas humanas, situaciones que pongan en peligro la vida o un
daño inminente o continuo de mucha gravedad para las victimas…” (Art. 10). Ambos
procedimientos se generalizaron a partir de entonces a todo el sistema de relatores
especiales, tanto geográficos como temáticos.
El citado Código aborda también las visitas in loco de los procedimientos
especiales, cuya realización se supedita a obtener el consentimiento expreso del Estado
interesado –aunque éste hubiera suscrito una invitación abierta al sistema de RE
temáticos-. Tales visitas se desarrollarán conforme a un programa oficial que los
relatores especiales deberán acordar con el Gobierno de turno (entrevistas con las
autoridades nacionales competentes, libertad de movimiento, acceso a lugares de
detención y entrevistas confidenciales con las personas seleccionadas por los expertos,
garantía de no represalias, etc.), así como un programa privado que el relator especial y
la Secretaría concertarán con las ONG del país más relevantes, las victimas de las
violaciones, otros representantes de la sociedad civil, etc.) (Art. 11).
Igualmente, el Consejo DH aprobó en 2007 las nuevas reglas que rigen desde
entonces la selección y nombramiento de los titulares de mandatos y de los miembros
del Comité Asesor142, una versión mermada de la antigua Subcomisión de Promoción y
Protección de los Derechos Humanos, porque reduce el número de expertos a 18, los
períodos de sesiones son más cortos, y limita sus competencias a la realización de
estudios e investigaciones únicamente a solicitud y bajo instrucciones precisas del
Consejo DH.
En particular, podrán proponer candidatos a titulares de mandatos de
procedimientos especiales los Estados, las OI, las ONG y otros órganos de derechos
humanos como las instituciones nacionales. En cuanto al Comité Asesor, solamente los
Estados podrán proponer candidatos de su propia región; pero, al seleccionar a sus
candidatos, “los Estados deberían consultar con sus instituciones nacionales de
derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil…”143.
En conclusión, la protección ejercida por los mecanismos extraconvencionales ya
no es meramente política ni humanitaria, sino que entra de lleno en el terreno de lo
jurídico, antesala de la futura exigencia de responsabilidad internacional a los Estados
por violación de normas internacionales de derechos humanos.
Ello dependerá de que los Estados se decidan a convocar algún día una
conferencia de plenipotenciarios para examinar el proyecto de artículos sobre la
responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos, que había sido
aprobado por la Comisión de Derecho Internacional en agosto de 2001144, con miras a
concertar una convención sobre el tema.

142 Resolución 5/1, pars. 39-53, anexos II y III y decisión 6/102 del Consejo DH, aprobada el 27 de septiembre de 2007.

143 Resolución 5/1, cit. pars. 42 y 66.


144Verel texto aprobado en el informe de la CDI a la AG sobre su 53° período de sesiones (2001), doc. A/56/10, pp.
10-405.
−54−

Entre tanto, la Comisión DH aprobó en 2005 los “Principios y directrices básicos


sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de infracciones graves del derecho internacional
humanitario, a interponer recursos y obtener reparaciones”145.

1. Procedimientos geográficos

En 1967 la entonces Comisión DH, cuya composición acababa de aumentar como


resultado del acceso a la independencia de un buen número de territorios hasta entonces
sometidos a dominación colonial en África y Asia, optó por imaginar un mecanismo
alternativo -no convencional- de tramitación de las quejas individuales por violaciones a
los derechos humanos que resultara ágil.
Para ello, se debía conseguir que el consentimiento del Estado no fuera tan
decisivo -como lo era bajo el régimen de la ratificación de los tratados-; los requisitos de
admisibilidad de la comunicación individual se suavizaran progresivamente, en particular
la regla del agotamiento de los recursos internos; y el punto de referencia en cuanto al
derecho sustantivo aplicable no fueran uno o varios tratados, sino los principios
establecidos en la propia Declaración Universal de Derechos Humanos.
Con estas características nace el Procedimiento 1235 de la Comisión DH, que
encuentra su fundamento en la resolución 1235 (XLII) del ECOSOC, de 6 de junio de
1967, y ha sido consolidado por la práctica ulterior de los Estados.
En este diseño hubo que pagar un precio: las comunicaciones individuales no
recibieron inicialmente un tratamiento personalizado, sino que se instrumentalizaron en
función de que, por su gravedad e importancia, configurasen una situación que revelara
la existencia de "un cuadro persistente de violaciones de derechos humanos" en un país
o área regional concreta.
Por consiguiente, el enfoque inicial fue habilitar a la Comisión DH para que ésta
creara órganos especiales de investigación que lleven a cabo el estudio de situaciones
globales de violaciones masivas de los derechos humanos en paises determinados,
siempre que tales violaciones se relacionaran con cuestiones de descolonización,
discriminación racial o apartheid. El objeto del procedimiento era ayudar al Estado a
superar sus dificultades en materia de derechos humanos, en el marco de la cooperación
internacional establecido en la Carta de las NU. En este contexto, las quejas individuales
quedaron subsumidas en la "situación" global.
De este modo, la Comisión DH se dotó en 1967 del primer órgano especial de
investigación de una situación de carácter geográfico: el Grupo Especial de Expertos
sobre el Africa Meridional146, encargado de investigar e informar anualmente a la
Asamblea General y a la CDH sobre los efectos de la política de apartheid en

145Res. 2005/35, anexo, adoptada el 19 de abril de 2005 por 40 votos a favor, 0 en contra y 13 abstenciones. Estos
principios fueron confirmados por el ECOSOC y la AG a finales de 2005.
146Junto al Grupo Especial de Expertos, la Comisión estableció el mismo año un Relator Especial encargado de
investigar "la política y la práctica del apartheid en todas sus manifestaciones". En 1970 la Comisión DH abolió la
figura del RE y transfirió sus competencias al Grupo Especial de Expertos.
−55−

Sudáfrica147. En el marco de este procedimiento, las comunicaciones individuales se


recibieron sin atender a los engorrosos requisitos de admisibilidad clásicos del sistema
convencional -ni siquiera era necesario el agotamiento previo de los recursos internos- y
la Comisión DH decidió su establecimiento sin necesidad del consentimiento del Estado
interesado.
El Procedimiento 1235 se perfecciona a partir de 1975, año en el que la Comisión
DH crea el Grupo de Trabajo ad hoc encargado de investigar la situación de los derechos
humanos en Chile, a raíz del sangriento golpe de Estado del general Pinochet148. A partir
del precedente chileno, la Comisión DH ha establecido órganos especiales de
investigación de carácter geográfico para estudiar situaciones de violaciones graves de
derechos humanos, con independencia de que estén o no relacionadas con cuestiones
de descolonización, discriminación racial o apartheid. Esta tendencia se ha consolidado
ampliamente en la práctica de la Comisión DH, que en 2006 había recibido informes de
Relatores Especiales, Representantes o Expertos independientes, relativos a 17 países o
regiones diferentes149, que a su vez transmitió al Consejo DH.
Durante sus primeros cuatro años de funcionamiento (2006-2010), el Consejo DH
se manifestó cada vez más hostil al mantenimiento de los mandatos geográficos. Ya en
2007 desaparecieron los relativos a Cuba y Belarús sin ninguna explicación150,
habiéndose reducido en 2010 a ocho, sometidos a renovación anual eventual por el
Consejo DH151.
En vez de confiar a un relator especial el estudio de la situación de los derechos
humanos en un país en dificultades, los Estados interesados se han servido del Consejo
DH para instaurar prácticas alternativas que ponen en peligro la continuidad de los
mandatos geográficos, tales como:
(a) Encomendar a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos la realización del estudio, precisamente porque no es una experta
independiente, sino una alta funcionaria bajo instrucciones del Secretario General y con

147Laresolución 1995/8, de 17 de febrero, de la Comisión DH dió por terminado el mandato del Grupo, al haberse
conseguido en 1990 la independencia de Namibia y en 1994 la abolición del apartheid en Sudáfrica.
148Elprocedimiento especial de investigación sobre la situación de los derechos humanos en Chile se convirtió en
Relator Especial en 1979 y se terminó en 1990, coincidiendo con el restablecimiento de un gobierno civil en el país,
elegido democráticamente.
149Se trató de los territorios palestinos ocupados por Israel, Afganistán, Belarús, Burundi, Camboya, Chad, la República

Popular Democrática de Corea, Haití, Liberia, Myanmar, República Democrática del Congo, Rwanda y Somalia. En
2005 la Comisión añadió el Sudán pero terminó los mandatos del Afganistán y del Chad. Además, la Alta Comisionada
informaba anualmente a la Comisión DH sobre las actividades de su Oficina en Colombia y una Representante
Personal de la Alta Comisionada sobre la situación en Cuba. En el marco del “Procedimiento 1503” o confidencial, la
Comisión DH nombró también una experta independiente sobre la situación en Uzbequistán.

Resolución 5/1 del Consejo DH, de 18 de junio de 2007, Apéndices I (Mandatos renovados hasta que el Consejo
150

DH pueda examinarlos con arreglo a su programa anual de trabajo) y II (Periodos de servicio de los titulares de
mandatos).

Son los mandatos relativos a Burundi, Camboya, R.P. D. de Corea, Haití, Myanmar, Territorios palestinos
151

ocupados, Somalia y Sudán.


−56−

un mandato de promoción de los derechos humanos152 . En efecto, las oficinas en el


terreno de la OACNUDH tienen un mandato más dirigido a la cooperación técnica que al
control de las violaciones (Colombia, México, Guatemala, Afganistán, Iraq, Irán, Chad,
Rwanda, etc.).
(b) Pedir directamente al Secretario General que realice el estudio, en cuyo caso
lo encomendará a un funcionario del Departamento de Asuntos Políticos de la Secretaría
y no de la OACNUDH, con lo que su informe será más político-diplomático que de
derechos humanos.
(c) En otras ocasiones los Estados interesados consiguen un puesto en el Consejo
DH para asegurarse de que no se realice una investigación semejante en sus propios
países, que sin duda la necesitarían. Son los casos de Guinea Ecuatorial, Marruecos,
Argelia, Túnez, Libia, Egipto, China, Indonesia, Malasia, etc.
(d) En cualquier caso, los Estados con serias dificultades en materia de derechos
humanos –que son la mayoría en el seno del Consejo DH-, prefieren acudir a un
mecanismo de promoción de los derechos humanos como es el examen periódico
universal (EPU)153, que está estrechamente controlado por los Estados, en detrimento
de los órganos de protección -tanto convencionales como extraconvencionales-,
compuestos por personas expertas independientes.
En definitiva, la politización que antaño se reprochó a la Comisión de DH y que se
esgrimió como argumento para justificar su disolución en 2006, no ha hecho más que
aumentar en el nuevo Consejo DH, lo que ha repercutido negativamente en el desarrollo
de los mandatos geográficos.

2. Procedimientos temáticos

En 1980 la Comisión DH incorporó otra novedad importante a su práctica,


consistente en crear órganos especiales de investigación en todo el mundo respecto de
un tema concreto cuya violación revistiera una particular gravedad. En efecto, en ese año
la Comisión DH estableció el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o
Involuntarias.
Desde entonces la CDH se ha ido dotando de procedimientos especiales de
investigación de carácter temático, primero en el área de los derechos civiles y políticos
y, más recientemente, en el ámbito de los derechos económicos, sociales y culturales,
hasta el punto de que en 2006 ya disponía de 31 mandatos temáticos en vigor, los que
fueron oportunamente transmitidos al Consejo DH.

152 Vid infra, Sección D.


153 Vid infra, Sección B.
−57−

A su vez, el Consejo DH mantiene en 2010 32 mandatos temáticos154, aunque se


reserva continuar el examen, la racionalización y el perfeccionamiento de cada mandato
temático “en el contexto de las negociaciones de las resoluciones pertinentes”155; esto
es, cada tres años, cuando el Consejo DH decide si renueva o no el correspondiente
mandato temático. En cambio, la persona experta que desempeñe el cargo no deberá
permanecer en el mismo más de seis años156 .
La lista de los mandatos temáticos es hoy tan amplia que abarca prácticamente a
todos los derechos protegidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC), así como a la mayoría de las cuestiones que generan graves violaciones a los
derechos humanos.
Los usuarios (víctimas de las violaciones, ONG y en menor medida INDH) hacen
llegar con relativa facilidad al sistema de relatores especiales sus denuncias, informes y
solicitudes; cooperan con ellos en la organización de visitas in loco; y participan en el
seguimiento que las autoridades nacionales deben hacer a las recomendaciones que
figuran en los informes anuales (públicos) del sistema de relatores especiales, los
informes de misión a países determinados, lo mismo que en los dictámenes o decisiones
individuales referentes a sus respectivos países (quejas individuales y acciones
urgentes).

154Además del informe anual del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, se trata de los
informes de los grupos de trabajo, relatores especiales o expertos independientes sobre las siguientes cuestiones:
ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;
libertad de religión o de creencias; utilización de mercenarios; venta de niños, prostitución infantil y utilización de niños
en la pornografía; detención arbitraria; desplazados internos; derecho al desarrollo; libertad de opinión y de expresión;
formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia; violencia contra
la mujer; independencia de los magistrados y abogados; efectos nocivos par el goce de los derechos humanos del
traslado y vertimiento ilícitos de productos y desechos tóxicos y peligrosos; derechos humanos de los migrantes;
efectos de las políticas de reforma económica y de la deuda externa en el goce efectivo de todos los derechos
humanos; los derechos humanos y la extrema pobreza; derecho a la educación; derecho a la alimentación; derecho a
una vivienda adecuada; el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental; la
situación de los defensores de los derechos humanos; derechos humanos y libertades fundamentales de los
indígenas; personas de ascencencia africana; protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en
la lucha contra el terrorismo; trata de personas, especialmente mujeres y niños; formas contemporánas de la
esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias; minorías; derechos humanos y solidaridad internacional; derechos
humanos y las empresas transnacionales y otras empresas comerciales; las obligaciones de derechos humanos
relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento; y derechos culturales.

A los actuales 32 mandatos temáticos del Consejo DH se suman otros tres nombrados por el Secretario General de
las Naciones Unidas, a saber: el Asesor Especial sobre la Prevención del Genocidio, Sr. Francis Deng (Sudán); la
Representante Especial sobre la violencia contra los niños, Sra. Marta Santos Pais (Portugal); y la Representante
Especial para la cuestión de los niños y los conflictos armados, Sra. Radhika Coomaraswamy (Pakistán). Por último,
cabe señalar que la Comisión de Desarrollo Social ha nombrado al Sr. Shuaib Chalklen (Sudáfrica) como Relator
Especial encargado de la situación de la discapacidad. También participa en la reunión anual de procedimientos
especiales. Cfr. doc. A/HRC/15/44, de 19 de juio de 2010, Anexo, pp. 16-19.
155 Ibídem, par. 55.
156 Declaración del Presidente 8/2, de 18 de junio de 2008, párr. 1.
−58−

El conjunto de órganos especiales de investigación de violaciones graves de


derechos humanos, ya sean geográficos o temáticos, es lo que denominamos sistema
de relatores especiales. Desde luego, en la etapa actual se consolidan los avances del
sistema en cuanto al retiro de la confidencialidad en el tratamiento del resultado de la
investigación (el informe anual de estos órganos al Consejo DH), pues constituyen un
desarrollo del procedimiento 1235 o público. De modo que los informes del conjunto de
órganos especiales de investigación arriba citados serán públicos y ampliamente
debatidos en el plenario del Consejo DH, con la participación de representantes de las
ONG de derechos humanos y las INDH.
De otro lado, al igual que cuando se estableció en 1967 el procedimiento 1235,
no será necesario el consentimiento del Estado interesado para que el Consejo DH
pueda decidir la creación de un órgano especial de investigación sobre un país o sobre
un tema. Incluso el citado órgano podrá realizar su estudio a pesar de la oposición del
Estado interesado, cuya autorización solamente se requerirá para la realización de las
visitas in loco del órgano especial de investigación157 .
Por último, se mantiene la gran flexibilidad en la admisión de comunicaciones
individuales, pues no se someten a rigurosos requisitos de admisibilidad, ni tampoco a la
regla del agotamiento previo de los recursos internos. Simplemente se considerarán
admisibles todas las comunicaciones que, en opinión del órgano de investigación
correspondiente, procedan de "fuentes confiables".

3. Las quejas individuales

A partir de 1980 la Comisión DH volvió la mirada hacia el origen del proceso, esto
es, las comunicaciones o quejas individuales que le habían permitido estudiar una
situación, y se preguntó si no debería declararse competente también para realizar
algún tipo de acción humanitaria en favor de las víctimas que se quejaban, a título
individual.
Este paso fue decisivo, pues supuso que la Comisión DH habilitase
simultáneamente a su sistema de RE con una doble competencia: en primer lugar,
continuaron siendo competentes para tratar una cuestión de violación de manera global
(por ejemplo, la desaparición forzada o involuntaria de personas) o una situación de
violación grave de los derechos humanos en un país concreto. En segundo lugar, la
Comisión DH autorizó progresivamente a su sistema de RE temáticos a establecer un
mecanismo para atender las quejas individuales.
Este mecanismo tuvo en sus inicios un enfoque acusadamente humanitario
debido a las reticencias de algunos Estados, temerosos de ser "condenados" en la esfera
internacional por violaciones a los derechos humanos, pues en la antigua Comisión DH
se sentían a menudo “vigilados” por las ONG y otros actores internacionales.

157 63 Estados han renunciado parcialmente a esta prerrogativa al haber extendido invitaciones permanentes
(standing invitations) a todos los procedimientos temáticos del actual Consejo DH. No obstante, cada visita será
objeto de un acuerdo específico que deberá ser negociado entre el titular del mandato –por intermedio de la Oficina del
Alto Comisionado de las NU para los Derechos Humanos- y el Estado interesado.
−59−

La consolidación del tratamiento de quejas individuales cristalizó rápidamente en


relación con los procedimientos temáticos de alcance universal referidos a derechos
civiles y políticos, tales como los que protegen contra las desapariciones forzadas;
torturas; ejecuciones extrajudiciales; detención arbitraria; libertad de religión o de
creencias; amenazas de muerte o represalias contra los defensores de los derechos
humanos; venta de niños; violencia contra la mujer; libertad de expresión; formas
contemporáneas de racismo; migrantes; e independencia de los magistrados y
abogados.
En 2000 la Comisión DH nombró por un período de tres años un Relator Especial
sobre el derecho a la alimentación con el mandato de responder a las quejas
individuales158 , convirtiéndose así en el primer RE temático con esta competencia en el
ámbito de los derechos económicos, sociales y culturales. Después se establecieron el
RE sobre los derechos humanos de los indígenas, los RE sobre los derechos a la salud,
vivienda y educación, la RE sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños,
etc. Todos ellos fueron habilitados para responder a las quejas individuales que recibían
en el ámbito de sus respectivas competencias.
Tratándose del GT sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias -que ha
sido el precursor en el tratamiento de las quejas individuales-, el GT se constituye en un
puente que facilita los contactos entre los familiares del desaparecido y el gobierno
respectivo, quien está obligado a indagar la suerte del desaparecido e informar de los
resultados de su investigación al GT. Éste, a su vez, los transmite a los familiares de la
víctima. Al tener un mandato fundamentalmente humanitario, el GT no se pronuncia
sobre la responsabilidad penal de los individuos ni sobre la responsabilidad internacional
del Estado159. Desde su creación el GT transmitió más de 50.000 casos individuales a los
gobiernos de más de 90 países.
En la relación que mantienen a través del Grupo de Trabajo, las partes
interesadas (es decir, los familiares o representantes de la víctima de la desaparición y
los representantes del Estado), son consideradas por el GT bajo el principio de igualdad
de armas en el procedimiento escrito y contradictorio establecido, lo que hasta entonces
era inusitado en el contexto internacional160.
Por otra parte, las quejas por desapariciones se reciben sin necesidad de que
cumplan requisitos de admisibilidad estrictos, tales como el del previo agotamiento de los
recursos internos. Además, al disponer el GT de un mandato extraconvencional y
universal, tampoco será relevante el consentimiento del Estado interesado para que el
GT le someta una queja individual que le concierna. Por último, el GT sólo declarará
cerrado un caso de desaparición política en función de las pruebas que le suministren,
indistintamente, una u otra parte en el procedimiento.

158La Comisión DH pidió al RE, entre otras cosas, que “solicite y reciba información sobre todos los aspectos de la
realización del derecho a la alimentación, incluida la urgente necesidad de erradicar el hambre, y responda a esa
información” (res. 2000/10, párr. 11.a).
159 Doc. E/CN.4/2006/56, párr. 9.

Vid. en este sentido DOMÍNGUEZ REDONDO, Elvira, Los procedimientos públicos especiales de la Comisión de
160

Derechos Humanos de Naciones Unidas. Valencia, Tirant lo Blanch, 2005, 516 p., at 249-252.
−60−

El cambio de naturaleza jurídica del sistema de quejas individuales también se


está operando gradualmente. Así, los procedimientos temáticos más emblemáticos
(desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura, detención arbitraria),
dirigen sus comunicaciones a los Estados no ya por razones estrictamente
humanitarias, sino invocando las normas internacionales de derechos humanos
relevantes (Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, Conjuntos de Principios y Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas, etc.). Nos alejamos así del modelo inicial humanitario que caracterizaba el
sistema de quejas individuales en el ámbito extraconvencional, para acercarnos al
modelo de recurso internacional de carácter jurídico.
En esta dirección, el GT sobre la Detención Arbitraria ha adoptado métodos de
trabajo -aprobados en su día por la Comisión DH- que le permiten tratar cada queja o
caso de detención aparentemente arbitraria que se le someta, mediante la aplicación de
reglas jurídicas y en el marco de un procedimiento contradictorio que culmina en un
dictamen u opinión individual en cada caso. En ese dictamen el GT se pronuncia sobre
si la detención ha sido arbitraria o no sobre la base de criterios estrictamente jurídicos y
conforme a las reglas del DIDH aplicables. En caso positivo, el GT recomienda al Estado
las medidas de reparación a adoptar para remediar la violación constatada –por
ejemplo, solicitando la puesta en libertad de la persona arbitrariamente detenida-, a la
vez que dispone las medidas de seguimiento del cumplimiento por parte de los Estados
de las recomendaciones contenidas en sus dictámenes.
Es evidente entonces que el GT de la detención arbitraria ha sentado el primer
precedente, en el ámbito extraconvencional, de adopción de dictámenes
cuasicontenciosos en el procedimiento de quejas individuales -incluido el procedimiento
de acción urgente- por detención arbitraria. Por sus características, la queja ante el GT
de la detención arbitraria equivale a una acción de habeas corpus internacional al
alcance de toda presunta víctima, con independencia de su nacionalidad y del lugar
donde se encuentre. Tal acción es además de ejercicio inmediato, pues no se requiere ni
la previa aceptación del procedimiento por el Estado interesado, ni reunir condiciones de
admisibilidad severas tales como el previo agotamiento de los recursos internos.
Así se ha abierto la vía hacia la configuración en el futuro de un sistema de quejas
individuales en el marco de los procedimientos extraconvencionales, que debería
cristalizar en el futuro en un auténtico recurso de amparo internacional. Este modelo
dejaría muy atrás los límites de aquella acción "estrictamente humanitaria" que en 1980
habían impuesto los Estados miembros de la Comisión DH al GT sobre Desapariciones
Forzadas o Involuntarias, temerosos entonces de hipotéticas "condenas" políticas.
Es de esperar que en los próximos años se consoliden y se generalicen en la
práctica del Consejo DH y de sus procdimientos especiales (órganos especiales de
investigación), los métodos de trabajo del GT sobre la Detención Arbitraria en lo que se
refiere a la adopción de dictámenes cuasicontenciosos ante quejas individuales en el
ámbito extraconvencional de protección. Con ello se completaría el círculo abierto en
1967 por la Comisión DH, para acoger las quejas individuales a través de mecanismos
extraconvencionales de protección de los derechos humanos que, en su término final,
podrían suponer el ejercicio de una actio popularis en la esfera internacional y en materia
de protección de los derechos humanos.
−61−

4. Las acciones urgentes


Un nuevo paso en esta línea de progreso lo constituye la institucionalización del
sistema de acciones o llamamientos urgentes como un mecanismo flexible que
permite la adopción de medidas específicas que aseguren formalmente el respeto de los
derechos humanos. La acción urgente consiste en que el procedimiento especial de
investigación correspondiente se dirigirá por la vía escrita más rápida posible (facsímil) al
titular del Ministerio de Relaciones Exteriores del país de donde proceda la queja,
solicitando de las autoridades su intervención inmediata para que cese la violación que
se denuncia, se investiguen los hechos y se depuren las responsabilidades a que hubiera
lugar.
El sistema de acciones urgentes se presenta, pues, como eminentemente
protector pese a su enfoque inicial estrictamente humanitario, desprovisto de alcance
jurídico. Bajo este procedimiento, la comunicación se recibe y diligencia con prontitud y
flexibilidad, sin atender a requisitos de admisibilidad tales como el agotamiento de los
recursos internos, ni el consentimiento del Estado. Por tanto, es un procedimiento de
carácter humanitario y personalizado para responder individualmente a las quejas que
se reciben sobre temas relacionados con la protección de derechos fundamentales.
Además el procedimiento es extremadamente universal, en el sentido de que no
requiere la ratificación de ningún tratado internacional para que pueda ser aplicado, ya
que encuentra su fundamento jurídico último en la propia Carta NU, en la Declaración
Universal de Derechos Humanos y en la obligación de cooperar con los demás Estados y
la ONU de buena fe en la promoción del respeto a los derechos humanos.
Desde 2007 el sistema de acciones urgentes se ha generalizado a todos los
mandatos geográficos y temáticos del actual Consejo DH. De acuerdo con el Art. 10 del
ya citado Código de Conducta, “los titulares de mandatos podrán recurrir a los
llamamientos urgentes en los casos en que las presuntas violaciones requieran
medidas perentorias por entrañar pérdidas de vidas humanas, situaciones que pongan
en peligro la vida o un daño inminente o continuo de mucha gravedad para las
víctimas…”161.
En el pasado habían recurrido con frecuencia a las acciones urgentes los GT
sobre desapariciones forzadas o involuntarias y detención arbitraria, así como los RE o
expertos independientes sobre ejecuciones extrajudiciales y tortura; libertad de religión o
de creencias; amenazas de muerte o represalias contra los defensores de los derechos
humanos; venta de niños; violencia contra la mujer; libertad de opinión y expresión;
formas contemporáneas de racismo; migrantes; desechos tóxicos; independencia de
magistrados y abogados.
Más recientemente los RE sobre el derecho a la alimentación, los derechos
humanos de los indígenas, trata de personas especialmente mujeres y niños, así como
los RE sobre los derechos a la salud, educación y vivienda, reciben quejas individuales y
formulan las acciones urgentes que consideren oportunas, de manera individual o
colectiva.

“Código de Conducta para los titulares de mandatos de los procedimientos especiales del Consejo de Derechos
161

Humanos”, aprobado en la res. 5/2 del Consejo DH, de 18 de junio de 2007. Las negritas son nuestras.
−62−

En el caso del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria se podrá recurrir al


procedimiento de acción urgente cuando esté en peligro la vida o salud de la persona
detenida, o por circunstancias especiales que lo justifiquen. Al tener una finalidad
humanitaria y preventiva, las acciones urgentes no prejuzgan la opinión que en su día
pudiera emitir el Grupo de Trabajo sobre el caso, salvo que aquél ya se hubiera
pronunciado sobre el carácter arbitrario de la detención162.
También se habían extendido progresivamente las acciones urgentes a algunos
órganos especiales de investigación de "situaciones" en países determinados, tales
como -en el pasado- Chile, Irán, Guatemala o Cuba. En estos casos se llevaron a cabo
iniciativas equivalentes a las de los buenos oficios, en las que el éxito de las personas
expertas dependió en gran parte de la voluntad de cooperación y respuesta del Estado
interesado.
Las acciones urgentes tienen una naturaleza esencialmente preventiva, puesto
que el principal objetivo de las mismas es alertar a las autoridades del Estado para que
investiguen los hechos denunciados y adopten totas las medidas necesarias, a fin de que
cese la violación que presuntamente se está cometiendo en la persona de la víctima. En
este sentido, las acciones urgentes en el ámbito extraconvencional de protección son
equiparables a las medidas provisionales que, como sabemos, pueden adoptar los
órganos establecidos en tratados (Comités) en el ámbito convencional de protección.

5. Procedimiento aplicable a las quejas individuales

Las normas procesales comunes al sistema de relatores especiales se encuentran


en las resoluciones 5/1 y 5/2 del Consejo DH163. Subsidiariamente, son aplicables -en la
medida en que no sean contradictorias con las anteriores- las pautas establecidas en el
Manual elaborado por los propios titulares de los mandatos de procedimientos
especiales164, así como los métodos de trabajo que cada uno de los procedimientos
especiales ha ido adoptando a lo largo de los años con el objeto de organizar sus
actividades165.

162Párrs. 22 y 23 de los métodos de trabajo revisados del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria. Cfr. doc.
E/CN.4/1998/44, Anexo I.
163 Ambas aprobadas el 18 de junio de 2007. Vid. res. 5/1 anexo II: “procedimientos especiales”. Vid. también res. 5/2,

por la que se aprueba el “Código de conducta para los titulares de mandatos de los procedimientos especiales del
Consejo de Derechos Humanos”. La Declaración del Presidente 8/2, de 18 de junio de 2008, también precisa que el
Presidente transmitirá al Consejo DH toda información que se reciba sobre “casos de incumplimiento persistente” del
Código de conducta por los titulares de mandatos de procedimientos especiales, “especialmente en el período de
renovación de su período de servicio” (párrs. 2 y 3).
164OACNUDH, Manual para relatores especiales/representantes/expertos y presidentes de grupos de trabajo de
procedimientos especiales de la Comisión de Derechos Humanos y del programa de servicios de asesoramiento. Doc.
HR/NONE/2000/91, junio de 1999, 29 p. Texto actualizado en 2008 por los RE y GT (ver www.ohchr.org).
165Ver OACNUDH, Diecisiete preguntas frecuentes acerca de los relatores especiales de las Naciones Unidas. (Folleto

informativo n° 27). Naciones Unidas, Ginebra, 2002, 22 p.


−63−

Un estudio comparado de las normas procesales citadas permite concluir que la


tramitación de las quejas individuales ante los mecanismos extraconvencionales de
protección responde a un procedimiento afín que, a efectos de exposición, se puede
agrupar en cinco fases procesales, a saber: competencia, admisibilidad, opinión en
cuanto al fondo (dictamen), publicación y seguimiento.

(a) Competencia
Ante todo, el órgano especial de investigación –tanto geográfico como temático-
deberá determinar su propia competencia ante cada caso que reciba a través de la
Secretaría, conforme a las cuatro reglas clásicas de establecimiento de la competencia
por parte de todo órgano jurisdiccional o cuasijurisdiccional de investigación: material,
temporal, personal y lugar en el que se produjo la violación.
Ratione materiae el órgano temático solamente se considerará competente para
recibir quejas referidas a la categoría de violación que se le haya encomendado
(desapariciones, ejecuciones, tortura, etc.). Se excluyen las violaciones producidas en el
contexto de conflictos armados internacionales166, pues en esos casos se reconoce la
competencia prioritaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como garante de
la aplicación del derecho internacional humanitario, según lo establecen los cuatro
Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales de 1977. No obstante, como
fórmula residual, si se negara a los detenidos la protección de los Convenios de Ginebra
III y IV en el marco de un conflicto armado internacional, el GT sobre la Detención
Arbitraria se declarará competente167.
Ratione temporis el órgano temático dará preferencia a las quejas que reciba
sobre hechos que se hayan producido después de su establecimiento. Pero esta regla no
es tan rígida como en el marco convencional de protección, pues el GT sobre las
desapariciones se consideró competente para tramitar casos referidos a los años setenta
-a pesar de haber sido creado en 1980- e incluso casos posteriores al establecimiento de
la ONU (1945). En la práctica, los mecanismos temáticos se han visto más
condicionados por la oportunidad política y la escasez de recursos puestos a su
disposición por la Secretaría para responder de manera efectiva a quejas referidas a
hechos acaecidos con anterioridad a su constitución, que por la rigidez de la regla
temporal que, en todo caso, debiera limitarse a un “plazo razonable”.
En este sentido, la AEDIDH y otras ONG asociadas denunciaron en 2008 ante el
GT sobre las desapariciones que España no había investigado unos 150.000 casos de
desapariciones –de ellos, 30.000 niños- ocurridos durante la guerra civil y posterior
represión franquista (1936-1975), escudándose en la ley de amnistía de 1977 y
vulnerando el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación168. El GT
formuló una observación recordando a España sus obligaciones con arreglo a la
Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones

166Métodos de trabajo revisados del GT sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, aprobados el 14 de

noviembre de 2009, doc. A/HRC/13/31, de 21 de diciembre de 2009, Anexo I, pp. 125-131, at párr. 11. Igualmente,
métodos de trabajo revisados del GT sobre la Detención Arbitraria, doc. E/CN.4/1998/44, Anexo I, párr. 14.
167 Doc. E/CN.4/2006/7, párr. 75. Así ocurrió en el caso de Guantánamo.
168 Vid. doc A/HRC/13/31, cit, párrs. 481-484.
−64−

forzadas (1992): todo acto de desaparición forzada será considerado, conforme al


derecho penal, delito pasible de penas apropiadas; y el deber de realizar investigaciones
exhaustivas e imparciales mientras no se haya aclarado la suerte de la víctima de una
desaparición forzada169.
Ratione personae los procedimientos temáticos de protección pueden recibir
quejas relativas a toda víctima individual y física, pero se excluyen las personas jurídicas.
El sujeto pasivo de la queja será siempre un Estado, de modo que las violaciones
atribuidas a grupos terroristas o insurgentes que luchen contra el gobierno en su propio
territorio, se excluyen de la competencia de los procedimientos temáticos170. No
obstante, el entonces Relator Especial sobre la cuestión de la tortura decidió enviar
acciones urgentes a entidades distintas de las autoridades oficiales de iure, en atención a
los fines humanitarios inmediatos de tales acciones urgentes y a que las normas
mínimas de derecho humanitario obligan a todas las partes en el conflicto armado, ya
sea de carácter internacional o interno171.
Por último, ratione loci la queja puede proceder del territorio de cualquier Estado
miembro de las Naciones Unidas, bajo cuya jurisdicción se encuentre la víctima (o se
encontraba en el momento en que se cometió la violación que se alega). En principio, se
considerará responsable el Estado en cuyo territorio se produjo la violación, pero si se
prueba que en los hechos denunciados participaron funcionarios de varios países, el
procedimiento temático se dirigirá entonces tanto al país donde ocurrió la violación como
a los países de la nacionalidad de esos funcionarios172 .

(b) Admisibilidad

Determinada positivamente su competencia, el procedimiento especial analizará a


continuación las posibles causas de inadmisibilidad, por razones formales, de las quejas
individuales que recibe. A este propósito, ya hemos adelantado que, a diferencia de los
convencionales, los procedimientos extraconvencionales someten las denuncias a unas
reglas de admisibilidad muy flexibles.
Así, el ámbito extraconvencional de protección de los derechos humanos ha
consagrado, por primera vez en las Naciones Unidas, la regla de la actio popularis que
ya conocía la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Art. 44 de la Convención
Americana de Derechos Humanos) en el ámbito regional inter-americano. Lo que
significa que la queja puede ser presentada por cualquier persona o grupo de personas
que tengan un conocimiento de los hechos que se denuncian, con independencia de que
se trate de la víctima, un familiar o su representante legal.

169 Ibidem, párr. 502


170Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit., párr. 6. Igualmente, métodos de trabajo del RE

sobre la cuestión de la tortura, doc. E/CN.4/1997/7, anexo I, párr. 9; estos últimos fueron expresamente aprobados por
la Comisión DH en su res. 1999/32, de 26 de abril, pár. 21.
171 E/CN.4/2003/68, de 17 de diciembre de 2002, párr. 9.
172 Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit, pár. 16.
−65−

Incluso una organización no gubernamental, con o sin estatuto consultivo ante el


ECOSOC, puede presentar la queja siempre que se trate, a los ojos del órgano especial
de investigación, de una fuente “fiable”173. No obstante, el GTDFI exige que si el
denunciante no es miembro de la familia de la víctima, “debe tener el consentimiento
expreso de la familia para presentar el caso en su nombre y debe estar en condiciones
de mantener contacto con los familiares del desaparecido en relación con su suerte”174.
Tal exigencia aparece excesiva en los casos en que ya no existen familiares de los
desaparecidos.
El Código de Conducta de 2007 precisó que el denunciante debe actuar “de buena
fe de conformidad con los principios de derechos humanos” y no debe tener
“motivaciones políticas contrarias a lo dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas”.
Igualmente, el denunciante debe “tener conocimiento directo y fidedigno de dichas
violaciones, corroborado por información clara”. Por lo que las quejas “no se deberán
basar exclusivamente en informes difundidos por los medios de comunicación”175 .
Por otra parte, las quejas se deben presentar conforme a unos requisitos formales
mínimos176. A este respecto, deben figurar por escrito, a ser posible siguiendo un modelo
de formulario que proporciona la Secretaría, y enviarse por el medio más rápido posible a
la Secretaría (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos177), con la identificación completa del denunciante y de la persona objeto de la
violación que se denuncie.
Igualmente, se precisarán los hechos que se denuncian con datos como la fecha,
lugar y circunstancias en que ocurrieron; la identificación de las fuerzas de seguridad del
Estado que han participado en los mismos, o se presume que han participado. Además,
las quejas “no deberán ser manifiestamente infundadas ni tener motivaciones políticas”, y
los términos en que estén redactadas “no deberán ser insultantes”178
También es conveniente añadir una descripción de las medidas internas
adoptadas en el país, con inclusión de la utilización de los recursos internos, tanto
administrativos como judiciales. Tales antecedentes sobre los recursos internos
utilizados no se solicitan a los fines de constatar si se han agotado o no, sino como
medio de prueba de la violación que se alega y, llegado el caso,”sus resultados o las

173Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit., párrs. 10 y 12 f). Igualmente, métodos de
trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, párr. 12.
174 Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit, párrs. 10 in fine y 12 f).
175 Art. 9 d) y e) del Código de Conducta.
176Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit., párr. 12. Igualmente, métodos de trabajo
revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, párr. 10.
177La dirección postal de la OACNUDH es: Palais Wilson, rue des Paquis 52, CH-1201 Ginebra (Suiza). Tel. (4122) 917

90 00. Fax (4122) 917 02 12. Correo electrónico: [email protected]

Para más información, consúltese la página del Internet www.ohchr.org

y pulsar en “programa”, “comunicaciones” y “denuncias”.


178 Art. 9, a) y c) del Código de Conducta.
−66−

razones por las que esas medidas fueron ineficaces o no fueron tomadas"179. Lo que
significa que la regla del agotamiento de los recursos de la jurisdicción interna del Estado
al que se denuncia, no constituirá nunca una conditio sine qua non de la admisibilidad de
la queja en el ámbito extra-convencional de protección.
Una vez declarada admisible la queja y transmitido el caso al Estado interesado, el
mecanismo temático puede decidir archivarlo si, de la respuesta del Estado, se obtiene
una explicación satisfactoria que haga innecesario continuar con la tramitación del caso.
Así, en un caso reciente de detención arbitraria en México, el GT de la Detención
Arbitraria decidió archivarlo porque el Estado reaccionó positivamente poniendo a la
persona ilegalmente detenida en libertad180 .
Otras reglas de admisibilidad comunes entre los procedimientos convencionales
no son exigibles en el ámbito extra-convencional de protección. Es el caso, por ejemplo,
de la regla ne bis in ídem, según la cual una misma queja no puede ser presentada
simultáneamente ante dos o más instancias internacionales de protección. Ya hemos
indicado en otro lugar que la regla se aplica únicamente entre instancias internacionales
de protección de naturaleza jurídica similar, esto es, cuasicontenciosa y en el marco
convencional181.
Así, por vía de ejemplo, una queja por temor a que una persona pueda estar
siendo sometida a tortura en Venezuela, solamente se podrá presentar ante una de las
instancias internacionales de protección de orden convencional que ese país ha
aceptado, con independencia de que se trate de un mecanismo universal o regional (esto
es: Comité de Derechos Humanos, Comité contra la Tortura y Comisión/Corte
Interamericana de Derechos Humanos), pues todos ellos son incompatibles entre sí
debido a su naturaleza jurídica equivalente.
En cambio, la presentación de la queja ante uno de los mecanismos
convencionales señalados, se podrá simultanear con el procedimiento temático
extraconvencional más apropiado (en el caso: el RE del Consejo DH sobre la cuestión de
la tortura) de naturaleza no cuasicontenciosa, sin que sobrevenga la excepción de
incompatibilidad.
En la práctica, el querellante utilizará primero el mecanismo extraconvencional por
ser más rápidamente accesible que los demás y posteriormente, una vez agotados los
recursos internos, elegirá el que más ventajas le ofrezca entre los cuasicontenciosos
convencionales disponibles. Si, por el contrario, el querellante presentó su queja
inicialmente ante un órgano convencional y el caso se encuentra todavía pendiente de
decisión, el órgano extraconvencional declinará su competencia en favor del
convencional, siempre que el caso se refiera a las mismas personas y a los mismos
hechos182.

179 Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, párr. 10.d).
180Opinión nº 25/2008 del GTDA, Olivier Acuña Barba c. México. El archivo del caso se produjo en aplicación del
párrafo 17 a) de los métodos de trabajo del GTDA.
181Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, párr. 25.
182 Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, pár. 25.d.ii)
−67−

La fase de admisibilidad culmina con una decisión o, al menos, la asunción de que


la queja reúne los requisitos de forma mínimos para ser aceptada. En caso contrario, la
Secretaría solicitará del denunciante el complemento de información necesaria para
continuar la tramitación de la queja183. Dada la flexibilidad imperante en los requisitos de
forma, la fase de admisibilidad se dilucida a la máxima brevedad, en el entendimiento de
que los requisitos de admisibilidad se deben cumplir «en la medida de lo posible»184.

(c) Dictamen

En esta fase el procedimiento temático se constituye en un puente de


comunicación permanente entre el denunciante y las autoridades gubernamentales, cuyo
fin inmediato es conseguir que cese la violación, de haberse producido ésta. Además, en
esta fase el procedimiento temático reunirá las informaciones disponibles de todas las
fuentes, incluidas las gubernamentales, que le permitan llegar a una conclusión final
sobre si la violación ha sido efectiva o no.
A esos efectos, los procedimientos temáticos transmiten las informaciones básicas
que han recibido de los denunciantes a los gobiernos interesados por medio de una carta
dirigida a la Misión Permanente del país interesado acreditada ante la Oficina de las
Naciones Unidas en Ginebra. En el caso de los GT, el Presidente o el Vicepresidente
están autorizados para transmitir las denuncias a los Gobiernos185 a lo largo del año,
fuera de los períodos de sesiones en que esté reunido el Grupo de que se trate. A
petición del denunciante, su identidad no será revelada al gobierno. En casos de acción
urgente se pone en marcha un procedimiento abreviado vía facsímil o correo electrónico.
Al mismo tiempo, el procedimiento temático solicita al gobierno interesado que
lleve a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer el contenido de las denuncias
y le mantenga informado al respecto.
El mecanismo temático podrá también abrir de oficio186 (es decir, sin que haya
mediado denuncia) un caso que parezca constituir violación de alguno de los derechos
de cuya protección se ocupa, o que tenga relación con alguna de las cuestiones
adicionales, de orden temático o geográfico, cuya atención le haya encomendado el
Consejo DH.
El procedimiento temático analizará las respuestas que reciba de los gobiernos y
transmitirá su contenido a los denunciantes cuando proceda, para que a su vez formulen
observaciones. En caso necesario, proseguirá el diálogo con el gobierno de turno187 y, si

183 Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit, párr. 13
184 Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, pár. 10
185 Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, párr. 12. Concordantemente, métodos de

trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit., párr. 8


186La capacidad de iniciar de oficio una investigación fue reconocida por primera vez por la Comisión DH en relación
con el GT sobre la detención arbitraria en su resolución 1993/36, párr. 4. Cfr. Métodos de trabajo revisados de ese GT,
cit, párr. 13.
187 Vid. Métodos de trabajo del RE sobre la cuestión de la tortura, cit, párrs. 7 y 8.
−68−

procede, con el denunciante.


De esta manera, el procedimiento temático realiza una investigación con el auxilio
de las partes conducente a establecer los hechos. Tal investigación será contradictoria188
y por escrito, toda vez que las respuestas que reciba de los gobiernos serán
contrastadas a su vez con los denunciantes, y viceversa.
Este procedimiento contradictorio incorpora también el principio de igualdad de
armas, en el sentido de que el órgano temático concederá igual credibilidad a todas las
informaciones recibidas, con independencia de que su fuente sea el gobierno o el
denunciante. Se consolida así en el plano extraconvencional la ruptura del DIDH con la
regla tradicional del DI, según la cual las informaciones proporcionadas por los gobiernos
se presumían ciertas.
En caso de no haber obtenido ninguna respuesta del gobierno interesado en un
plazo máximo de 90 días (prorrogable hasta dos meses más a petición del mismo
gobierno), el GT sobre la Detención Arbitraria puede tomar una decisión fundándose en
todos los datos de que disponga189. Si, por el contrario, es el denunciante quien no
responde en un plazo de seis meses a informaciones suministradas por el gobierno que
permiten aclarar el caso, éste se considerará esclarecido190 , si bien convendría que el GT
constatara que tales investigaciones fueron realizadas por las autoridades competentes
del Estado interesado.
Al final de esta fase procesal relativa al fondo, el órgano especial de investigación
de tipo temático estará en condiciones de concluir, sobre la base de las informaciones
disponibles, si la violación denunciada ha sido probada o no. En caso negativo, decidirá
archivar el caso o mantenerlo en examen a la espera de recibir información
complementaria.
Un caso de desaparición se considerará esclarecido por el GT cuando se
determine claramente la suerte o el paradero de la persona desparecida,
independientemente de que la persona esté viva o muerta191. También podrá decidir el
GT cerrar un caso cuando el Estado emite una declaración de ausencia o de presunción
de fallecimiento y “los familiares y otras partes interesadas han manifestado, libremente y
sin lugar a dudas, su deseo de no proseguir investigando el caso. Estas condiciones
deben respetar siempre el derecho a una reparación integral”192.
En otras circunstancias excepcionales, el GTDFI “puede decidir discontinuar el
examen de los casos en que las familias han manifestado, libremente y sin lugar a
dudas, su deseo de no proseguir el caso, o cuando la fuente ya no existe o no puede
seguir ocupándose del caso y las medidas adoptadas por el GT para ponerse en

188 Cfr. Métodos de trabajo revisados del GT sobre la detención arbitraria, cit, párrs. 15-16.
189Párrs. 15 y 16 de sus métodos de trabajo revisados.

Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit, párr. 20. Vid. también OACNUDH,
190

Desapariciones forzadas o involuntarias. Folleto informativo nº 6/Rev.3, Ginebra 2009, pp. 20-23.
191 Vid. Métodos de trabajo revisados del GT sobre las desapariciones, cit,, párr. 21.
192 Ibidem, párr. 22.
−69−

contacto con otras fuentes no han tenido éxito”193. Pero en todas estas hipótesis el GT
podrá reabrir el caso si los denunciantes facilitan información debidamente documentada
que pruebe que se ha cometido un error194. Además, el hecho de que el GTDFI declare
un caso aclarado, cerrado o suspendido no exime al gobierno de su obligación
dimanante de la Declaración sobre la Protección de todas las Personas contra las
Desapariciones Forzadas de “seguir investigándolo, llevar a los autores ante la justicia,
ofrecer una reparación apropiada a la familia de la persona desaparecida y adoptar todas
las medidas necesarias para evitar que ocurran casos similares en el futuro”195.
En lo que se refiere a la detención arbitraria, si la considera probada el GTDA
adopta un dictamen redactado en términos jurídicos, en el que se referirá a los hechos
declarados probados y su correspondiente calificación jurídica. El dictamen finaliza con
un conjunto de recomendaciones196 que el Grupo dirige al gobierno interesado, con el fin
de prevenir la ocurrencia de nuevos casos similares y de reparar a la víctima o sus
causahabientes de la violación, en aplicación de las normas generales del DIDH.
El dictamen es, en principio, firme. No obstante, a título excepcional, cabrá
interponer recurso de revisión ante el mismo GTDA por ambas partes en el
procedimiento, siempre que hayan aparecido nuevos hechos -hasta entonces
desconocidos para la parte que recurre- que, por su naturaleza, sean susceptibles de
modificar el dictamen. Si la petición de revisión procediera de un gobierno, éste debió
haber respondido a la queja inicial en el plazo establecido de 90 días197.

(d) Publicación

Todo el procedimiento descrito es confidencial hasta su conclusión. Por


consiguiente, el órgano temático comunicará al gobierno correspondiente el contenido de
su dictamen, que en ese momento tendrá todavía un carácter confidencial. Tres
semanas más tarde se comunicará el dictamen al denunciante198.
No obstante el carácter confidencial del procedimiento, ello no impide que, como
ya vimos, el órgano de investigación mantenga una relación constante con el
denunciante durante el transcurso del mismo, pues de su cooperación, así como de la
del gobierno respectivo, dependerá el valor de las informaciones que pueda reunir, sobre
cuya base deberá determinar los hechos que le conduzcan a declarar probada o no la
violación alegada.

193 Ibidem, párr. 23


194 Ibidem, párr. 24.
195 Cfr. OACNUDH, Desapariciones forzadas o involuntarias, cit., p. 21.
196 Párr. 17 de los métodos de trabajo revisados del GTDA.
197 Véanse, mutatis mutandis, los métodos de trabajo revisados del GTDA, cit, párr. 21.
198 Párr. 18 de los métodos de trabajo revisados del GTDA.
−70−

Posteriormente, el órgano temático señalará su dictamen a la atención del


Consejo DH, a través de su informe anual199 , con lo que se asegura la publicación final
de todos los dictámenes de los procedimientos temáticos.
Solamente en casos muy específicos se ha hecho pública una acción concreta
antes de su inclusión en el informe anual y regular del órgano especial de investigación
de tipo temático. Así ocurrió, por ejemplo, con el RE sobre ejecuciones extrajudiciales en
casos relativos a Sudáfrica, China y Nigeria. Efectivamente, el RE envió a esos países
una serie de acciones urgentes que tenían como objetivo la suspensión de la inminente
ejecución de penas de muerte dictadas contra disidentes políticos por los tribunales
internos de esos países, en el marco de unos procesos altamente politizados y sin
consideración a las debidas garantías judiciales. En estas ocasiones excepcionales el RE
decidió, con buen criterio, hacer públicas de manera inmediata las acciones urgentes,
consciente de que la publicidad era un elemento esencial de la efectividad que se
pretendía.
Más allá de los casos puntuales no existe todavía un patrón de actuación uniforme
sobre la emisión de un comunicado de prensa de denuncia. Los RE han preferido
salvaguardar su autonomía en esta materia, por lo que dependerá en gran medida de la
personalidad del titular de cada mandato. No obstante, pareciera que el criterio mas
comúnmente seguido es el de utilizar los comunicados de prensa como último recurso
para presionar al gobierno renuente en cooperar con el RE200 .
El Código de Conducta de 2007 previno que los titulares de mandatos deberán
cuidar que “sus opiniones políticas personales no vayan en desmedro del cumplimento
de su misión”. En el cumplimiento de su mandato, deben “hacer gala de prudencia,
moderación y discreción para no menoscabar el reconocimiento del carácter
independiente de su mandato o el clima necesario para desempeñarlo debidamente”201.

(e) Seguimiento

El Consejo DH debate regularmente y en sesiones públicas durante los períodos


de sesiones que determine (tres ordinarios al año de 10 semanas de duración, y tantos
extraordinarios como así lo decida un tercio de los Estados miembros del Consejo202 ) los
informes de sus órganos temáticos, con participación limitada de las ONG e INDH.
Terminado el debate interactivo con los titulares de los mandatos en el plenario del
Consejo DH y el correspondiente proceso de negociación informal, uno o varios Estados
presentarán ante el plenario del Consejo DH un proyecto de resolución sobre cada tema
y el Consejo DH adoptará las resoluciones que crea convenientes, en general por
consenso. Así, por ejemplo, el Consejo DH se podrá pronunciar sobre los métodos de
trabajo de cada uno de sus procedimientos temáticos y, llegado el momento, decidir

199 Párr. 19 de los métodos de trabajo revisados del GTDA.


200 Vid. en este sentido DOMINGUEZ REDONDO, Elvira, Los procedimientos públicos especiales…, cit., pp. 336-342.

201 Art. 12, a) y b) del Código de Conducta aprobado por el Consejo DH en su res. 5/2 de 18 de junio de 2007.
202El Consejo DH ya ha celebrado quince períodos de sesiones ordinarios y trece extraodinarios. Vid. supra, p. 7 y
nota 9.
−71−

sobre la prórroga de cada mandato temático, usualmente cada tres años203.


Pero es curioso observar que, en sus resoluciones sobre los mandatos temáticos,
tanto la anterior Comisión DH como el actual Consejo DH evitan sistemáticamente
mencionar o singularizar a los países en los que sus órganos temáticos han señalado los
mayores índices de violación de ciertos derechos, con lo que se evita un posible efecto
de condena internacional al país infractor. De este modo, el Consejo DH se limita
habitualmente a endosar tácitamente las observaciones y recomendaciones dirigidas a
países individualizados204 -lo mismo que los dictámenes condenatorios del Grupo de
Trabajo sobre la Detención Arbitraria-, mientras que las recomendaciones generales de
sus órganos temáticos sobre medidas preventivas y sancionadoras serán aprobadas
expresamente por el Consejo DH en la resolución pertinente.
En cuanto a los mandatos geográficos, el Consejo DH debe pronunciarse
anualmente por su renovación. La tendencia clara es a reducir los mismos, por lo que se
han deteriorado las prácticas que se habían desarrollado en el marco de la Comisión
DH205. En efecto, el Consejo DH ha ido remplazando los mandatos geográficos por el
examen periódico universal (EPU), en cuyo marco, como veremos, el plenario del
Consejo DH se limita a tomar nota del examen realizado por los Estados, sin
pronunciarse sobre la situación de los derechos humanos en el país objeto de examen.
En consecuencia, al margen de los ocho mandatos arriba señalados, el Consejo
DH raramente adopta resoluciones públicas sobre cualquier país del mundo en el que se
acredite que existen prácticas sistemáticas de violaciones a los derechos humanos. Se
exceptúan las resoluciones adoptadas como resultado de períodos extraordinarios de
sesiones del Consejo DH que se puedan dedicar a situaciones geográficas determinadas
(ej., Myanmar, Sri Lanka, Haití, Sudán, etc.).
Por su parte, los mecanismos temáticos más emblemáticos (ejecuciones
sumarias, tortura, desapariciones, detenciones arbitrarias) se han dotado de
procedimientos de seguimiento del comportamiento de los Estados que han sido objeto
de dictámenes o pronunciamientos en casos concretos, o bien objeto de una
investigación global cuyos resultados se recogen en los informes anuales generales y por
países de esos mandatos temáticos.
Así, el GTDA prevé tomar todas las iniciativas pertinentes « para que los
gobiernos lo mantengan informado del curso dado a las recomendaciones”, a fin de
poder, a su vez, mantener informado al Consejo DH “de los progresos realizados o de las
dificultades encontradas para aplicar las recomendaciones como, en su caso, de las

En 2010 están en vigor 32 mandatos temáticos nombrados por el Consejo DH y otros tres nombrados por el
203

Secretario General. Vid. supra, p. 80 y nota 188.


204 Además de los informes temáticos y geográficos individualizados, la Secretaría publica periódicamente una lista de

todos los informes de los procedimientos especiales, incluidos los informes de misión realizados en el período,
especificando los párrafos en los que se contienen las conclusiones y recomendaciones. Vid. la última lista publicada
en el doc. A/HRC/13/74, de 18 de febrero de 2010, 6 p.
205 En 2010 subsistían únicamente ocho mandatos geográficos (relatores especiales o expertos independientes). Vid.

supra, pp. 78-79 y nota 185.


−72−

deficiencias observadas»206 .
No obstante, la eficacia del seguimiento de los casos individuales es escasa
debido a dos factores determinantes: primero, porque los gobiernos responden escasa e
insatisfactoriamente a las quejas despachadas por los procedimientos temáticos207.
Segundo, porque la Secretaría (OACNUDH) no destina recursos humanos y materiales
suficientes para desarrollar un trabajo sistemático de seguimiento, en apoyo a la labor
realizada por los procedimientos temáticos208.
No obstante sus limitaciones, el GTDFI ha examinado desde 1980 unos 50.000
casos individuales correspondientes a casi 80 países. Se ha aclarado el 20% de los
casos, especialmente en el contexto de las acciones urgentes, y se supone que se ha
evitado que se produzcan muchos más209.
En cuanto a Venezuela, recibió en 1996 la visita del Relator Especial sobre la
cuestión de la Tortura y desde entonces el RE evalúa el seguimiento de las
recomendaciones formuladas al Estado210. En su último informe el RE se refiere a
respuestas recibidas del Gobierno en relación a los casos de Kelys Amundaray, Maryluz
Coromoto Guillén Rodríguez, María de los Ángeles Peña Fonseca y Tomás Antonio
Becerra Ramírez211.
Además, el GTDFI mantiene abiertos diez casos de desaparición forzada de
personas que fueron denunciados en el pasado y todavía están pendientes de
esclarecimiento212 .
La RE sobre la situación de los Defensores de Derechos Humanos recoge
también en su último informe denuncias por el asesinato en 2009 del periodista Orel
Zambrano, las restricciones que impondría a las ONG el proyecto de ley de cooperación
internacional, así como las intimidaciones sufridas por el lider indigenista Lusbi Portillo y
otros defensores de los derechos humanos213.

206 Párr. 20 de los métodos de trabajo revisados del GTDA.


207En 2007 se habían enviado 1.003 quejas a 128 países, relativas a 2.294 casos individuales. Los gobiernos
respondieron al 52% de esas quejas, frecuentemente de manera insatisfactoria.
208 La 17ª reunión de procedimientos especiales (2010) puso de relieve la insuficiencia de recursos, lo que menoscaba

su labor de seguimiento y el apoyo que las ONG deberían recibir a nivel local. Cfr. doc. A/HRC/15/44, de 19 de julio de
2010, párrs. 13 y 46.
209 Cfr. OACNUDH, Desapariciones forzadas o involuntarias, cit., p. 22.
210 Vid. infra, Anexo IV.
211 Cfr. doc. A/HRC/13/39/Add.1, de 25 de febrero de 2010, pp. 403-405.
212 Cfr. doc. A/HRC/13/31, de 21 de diciembre de 2009, pp. 117-118.
213 Cfr. doc. A/HRC/13/22/Add.1, de 24 de febrero de 2010, pp. 390-395.
−73−

B. Otros mecanismos de promoción de los derechos humanos


en el Consejo de Derechos Humanos

1. El Consejo de Derechos Humanos

La segunda Cumbre de Jefes de Estado, celebrada en el marco de la Asamblea


General de las Naciones Unidas, aprobó el 16 de septiembre de 2005 la creación de un
“Consejo de Derechos Humanos” que se encargara de “promover el respeto universal de
la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las
personas, sin distinciones de ningún tipo y de forma justa y equitativa”; estudiar las
situaciones de “infracciones graves y sistemáticas” de los derechos humanos, así como
“hacer recomendaciones al respeto”; y promover “la coordinación eficaz y la
incorporación de los derechos humanos en la actividad general del sistema de las
Naciones Unidas”214.
El 15 de marzo de 2006 la Asamblea General estableció el primer marco procesal
del Consejo DH215 sobre la base de un acuerdo de mínimos y provisional, ya que deberá
revisar el estatuto del Consejo DH “a los cinco años de su creación”216.
El Consejo de DH se configura como un órgano subsidiario de la Asamblea
General217 con sede en Ginebra. No es permanente, pues “se reunirá periódicamente a
lo largo del año y celebrará como mínimo tres períodos de sesiones por año… por una
duración total no inferior a diez semanas”218. Además, como ya ocurría con la Comisión
DH, el Consejo DH podrá celebrar períodos extraordinarios de sesiones, aunque ahora “a
solicitud de un miembro del Consejo, con el apoyo de un tercio de los miembros”219.
Es de lamentar que el Consejo DH no pueda informar también directamente al
Consejo de Seguridad, dado que existe una estrecha relación entre las violaciones
masivas de los derechos humanos y el mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales220 . De hecho, los 13 períodos extraordinarios de sesiones ya celebrados

Resolución 60/1 de la Asamblea General, de 16 de septiembre de 2005, titulada “Documento Final de la Cumbre
214

Mundial 2005”, párrs. 157-159.


215Resolución 60/251 de la Asamblea General, aprobada el 15 de marzo de 2006 por 170 votos a favor, 4 en contra
(Estados Unidos, Israel, Islas Marshall y Palau) y 3 abstenciones (Belarús, Irán y Venezuela).
216 Ibidem, párrafo 1 in fine. El propio Consejo DH también “revisará su labor y su funcionamiento cinco años después

de su establecimiento e informará al respecto a la Asamblea General” (párrafo 16).


217 Párrafo 1 de la res. 60/251.
218 Párrafo 10 de la res. 60/251. Con todo, ello significa un cierto progreso en relación con la Comisión DH, que estaba

autorizada a reunirse durante un solo período de sesiones ordinario al año de seis semanas de duración. Ya se han
celebrado 15 períodos ordinarios de sesiones.

Ibidem párrafo 10 in fine. Ya se han celebrado 13 períodos extraordinarios de sesiones, once sobre situaciones
219

geográficas y dos temáticos.


220 Así lo recoge el párrafo preambular 6 de la res. 60/251: ”Reconociendo que la paz y la seguridad, el desarrollo y los

derechos humanos son los pilares del sistema de las Naciones Unidas y los cimientos de la seguridad y el bienestar
−74−

respondieron a la inacción del Consejo de Seguridad a la hora de tratar las situaciones


de crisis urgentes en materia de derechos humanos que tienen una clara repercusión en
el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y, por ende, en la competencia
reservada al Consejo de Seguridad.
El Consejo DH está compuesto por 47 Estados, respetándose una distribución
geográfica equitativa221. Son elegidos por períodos de tres años en votación secreta y
por mayoría de los miembros de la Asamblea General. Ningún miembro del Consejo DH
podrá optar a la reelección inmediata después de dos períodos consecutivos.
Aunque la participación en el Consejo DH está abierta a todos los Estados
Miembros de las Naciones Unidas, la citada resolución innova al introducir tres criterios
correctivos para tratar de atajar los problemas de politización excesiva en la composición
de la antigua Comisión DH, pero ineficaces a la luz de los resultados de las sucesivas
elecciones:
En primer lugar, al elegir a los miembros del Consejo DH “los Estados Miembros
deberán tener en cuenta la contribución de los candidatos a la promoción y protección de
los derechos humanos y las promesas y compromisos voluntarios que hayan hecho al
respecto”222. Esta cláusula está redactada en términos excesivamente ambiguos223, pues
es el resultado de una larga negociación en el curso de la cual se habían propuesto
criterios más objetivos y definidos, como el de exigir a los Estados candidatos que hayan
ratificado los tratados básicos de derechos humanos224 .
En segundo lugar, se prevé que la AG pueda suspender por mayoría de dos
tercios a todo miembro del Consejo DH “que cometa violaciones graves y sistemáticas de
los derechos humanos”225. Aunque la cláusula es innovadora, todavía no ha tenido
efectos prácticos, porque se confía a una mayoría cualificada de la AG -muy difícil de
conseguir-, la determinación de que un Estado comete o no violaciones sistemáticas de
los derechos humanos. Hubiera sido preferible que esa determinación se confiara al

colectivos y que el desarrollo, la paz y la seguridad y los derechos humanos están vinculados entre sí y se refuerzan
unos a otros”.
221El párrafo 7 de la resolución 60/251 establece la distribución geográfica. El Consejo DH está conformado en
septiembre de 2010 como sigue: Grupo de Estados de África: 13 puestos (Angola, Burkina Faso, Camerún, Djibouti,
Gabón, Ghana, Jamahiriya Árabe Libia, Mauricio, Mauritania, Nigeria, Senegal, Uganda y Zambia; Grupo de Estados
de Asia: 13 puestos (Arabia Saudita, Bahrein, Bangladesh, China, Japón, Jordania, Kirguistán, Malasia, Maldivas,
Pakistán, Qatar, República de Corea y Tailandia); Grupo de Estados de Europa oriental: 6 puestos (Eslovaquia,
Federación de Rusia, Hungría, Polonia, República de Moldova y Ucrania); Grupo de Estados de América Latina y el
Caribe: 8 puestos (Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala, México y Uruguay); Grupo de Estados de
Europa occidental y otros Estados: 7 puestos (Bélgica, España, Estados Unidos de América, Francia, Noruega,
Reino Unido y Suiza).
222 Párrafo 8 de la res. 60/251.
223Ambigüedad que es aprovechada por los Estados candidatos a las sucesivas elecciones, pues se limitan a
publicitar sus “logros” en materia de derechos humanos y a realizar promesas de poco calado.

Cfr. VILLÀN DURÀN, C.: “Luces y sombras del nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”, in
224

ALMQVIST (J.) y GÓMEZ ISA (F.) (eds.), El Consejo de Derechos Humanos: Oportunidades y Desafíos. Bilbao,
Universidad de Deusto, 2006, 234 p., at 23-35.
225 Párrafo 8 in fine de la misma resolución.
−75−

dictamen de una persona experta independiente (relator especial geográfico), lo que


evitaría la ineludible politización que una votación de esa naturaleza produciría en el
seno de la AG. Por el contrario, en la composición actual del Consejo DH se observa con
facilidad que hay al menos 20 Estados en los que se producen violaciones sistemáticas a
los derechos humanos.
En tercer lugar, los miembros del Consejo DH “deberán defender las más altas
exigencias en la promoción y protección de los derechos humanos, cooperar plenamente
con el Consejo y ser examinados con arreglo al mecanismo de examen periódico
universal durante su período como miembro”226. En realidad esta cláusula es redundante,
pues impone a los Estados miembros del Consejo DH las mismas obligaciones de
comportamiento genéricas que ya tienen todos los Estados por el hecho de ser miembros
de las Naciones Unidas. Además, como se pone de relieve en el epígrafe siguiente, el
mecanismo de examen periódico universal ofrece poco valor añadido, pues es un puro
examen retórico realizado entre pares (los Estados), con muy escasa participación real
de expertos y ONG.

2.- El mecanismo de examen periódico universal (EPU)

La Asamblea General decidió en 2006 que sean los propios Estados miembros del
Consejo DH los que en el futuro examinen el cumplimiento por cada Estado de sus
obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos. El llamado mecanismo
de examen periódico universal (EPU) está “basado en información objetiva y
fidedigna”, es realizado por los propios Estados y se garantizará “la universalidad del
examen y la igualdad de trato respecto de todos los Estados”. Se basará en un “diálogo
interactivo, con la plena participación del país de que se trate y teniendo en
consideración sus necesidades en relación con el fomento de la capacidad”227.
Posteriormente el Consejo DH concretó que el examen se basara en la Carta de las
Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, los instrumentos de
DIDH y de Derecho Internacional Humanitario en que sea parte el Estado, y las
promesas y compromisos que haya asumido el Estado voluntariamente, incluidos los
contraídos al presentar su candidatura para el Consejo DH228 .
Entre los principios que inspiran al mecanismo, cabe destacar que se trata de “un
proceso intergubernamental dirigido por los miembros de las Naciones Unidas y
orientado a la acción”: debe “complementar y no duplicar la labor de otros mecanismos
de derechos humanos, aportando así un valor agregado” y “desarrollarse de una manera
objetiva, transparente, no selectiva y constructiva que evite la confrontación y la
politización”. También se debe asegurar la participación de todos los actores interesados

226 Ibidem, párrafo 9.


227 Resolución 60/251 de la AG, par. 5.e). El Consejo DH precisó las modalidades del EPU en su resolución 5/1, Anexo

I, de 18 de junio de 2007; y las directrices generales para la preparación de la información concerniente a cada Estado
en su decisión 6/102, de 27 de septiembre de 2007, Anexo I. Todos los documentos citados se pueden consultar en
www.ohchr.org

Resolución 5/1 del Consejo DH, de 18 de junio de 2007 (Mecanismo de examen periódico universal), par. 1 y 2 del
228

Anexo I.
−76−

pertinentes, con inclusión de “las instituciones nacionales de derechos humanos”229.


Entre sus objetivos se encuentra “el mejoramiento de la situación de los derechos
humanos en el terreno”; “el cumplimiento de las obligaciones y los compromisos del
Estado en materia de derechos humanos y la evaluación de los avances y los retos a los
que se enfrente”; y “el fortalecimiento de la capacidad del Estado y de la asistencia
técnica, en consulta con el Estado examinado y con su consentimiento”230 .
En el primer ciclo la periodicidad del examen será de cuatro años. Ello supone el
examen de 48 Estados por año durante tres períodos de sesiones del Grupo de Trabajo
de dos semanas cada uno231.
El examen se realiza sobre la base del informe de 20 páginas que presenta cada Estado
siguiendo las directrices generales aprobadas el 27 de septiembre de 2007232 y que
comprenden: una descripción de la metodología y del amplio proceso de consulta
seguido para la preparación de la información; antecedentes normativos e institucionales
del país en el campo de los derechos humanos, incluyendo las INDH existentes; la
aplicación de las obligaciones internacionales de derechos humanos que incumben al
Estado; identificación de los logros, desafíos y dificultades encontradas; prioridades y
compromisos que el Estado desee asumir para superar los obstáculos y mejorar la
situación de los derechos humanos en el terreno; y expectativas del Estado en términos
de construcción de capacidad y asistencia técnica en el campo de los derechos
humanos.
Adicionalmente, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (OACNUDH) prepara una compilación de 10 páginas dedicadas a
la información contenida en los informes de los órganos de tratados, los procedimientos
especiales y otros documentos oficiales de las Naciones Unidas. Por último, la misma
Oficina prepara un resumen de 10 páginas de “la información creíble y fidedigna
adicional que proporcionen otros interlocutores pertinentes al examen periódico
universal”233. Se entiende que la expresión “otros interlocutores” incluye a las INDH y a
las ONG234, las cuales también pueden realizar presentaciones conjuntas.
Todos estos documentos deberán ser presentados seis semanas antes del examen por
el Grupo de Trabajo que constituirá el Consejo DH al efecto (integrado por los 47
miembros del Consejo y los observadores que lo deseen), para que los documentos
puedan distribuirse simultáneamente en los seis idiomas oficiales de las Naciones
Unidas.

229 Ibídem, par. 3.


230 Ibídem, par. 4.
231 El 21 de septiembre de 2007 se procedió al sorteo del orden de examen de los Estados en el primer ciclo, habiendo

correspondido el turno de España en junio de 2010.


232 Decisión 6/102 del Consejo DH.
233 Resolución 5/1 del Consejo DH, par. 15.c).
234 La información se debe enviar a la siguiente dirección electrónica: [email protected]
−77−

(a) Las fases del procedimiento

En el examen de cada Estado, incluido el diálogo interactivo, intervendrán


únicamente los Estados (miembros y observadores). Los demás “actores interesados”
(incluidas las ONG) solamente podrán “asistir” al examen del informe del Estado, pero no
participar en el mismo.
Los trabajos del EPU se organizan en tres fases:
A. Nombramiento de una troika de tres Estados.
Antes de que se reuna el Grupo de Trabajo, el Consejo DH habrá designado una
troika de tres Estados para cada uno de los Estados que serán objeto de examen en el
EPU. El país objeto de examen “podrá pedir que uno de los tres relatores sea de su
propio grupo regional, y también podrá pedir sólo en una ocasión que se sustituya a un
relator”235 .
La troika hace las veces de relator, limitándose a recoger y sistematizar, con el
auxilio de la Secretaría, las preguntas que los Estados deseen formular al Estado objeto
de examen. Confeccionado el informe de la troika, será transmitido al Estado objeto de
examen con diez días de antelación a la reunión del Grupo de Trabajo. A continuación,
se distriburá también a todos los demás Estados miembros y observadores. El Estado
objeto de examen decidirá a qué preguntas desea contestar236 .
B. El Grupo de Trabajo del Consejo DH.
Un Grupo de Trabajo del Consejo DH de composición abierta articula el diálogo
interactivo del EPU. El Estado interesado consumirá los primeros 60 minutos para glosar
su propio informe y responder a las preguntas que desee de entre las formuladas en el
informe de la troika. A continución, se abre el diálogo exclusivamente entre los Estados,
que puede tomar otras dos horas.
Al final del mismo, la troika elaborará el informe del GT sobre el Estado examinado
con la asistencia de la Secretaría, destacando las recomendaciones que cuenten con el
apoyo del Estado interesado. En caso de disenso, se recogerá la opinión del Estado
examinado. Se entiende que ese Estado se compromete a tomar medidas de
seguimiento únicamente respecto de las recomendaciones que haya aceptado, así como
sobre sus propias promesas y compromisos voluntarios237.

235 Resolución 5/1, cit, par. 18.c), d) y 19.


236Declaración del Presidente 8/1, de 9 de abril de 2008, epígrafe I. No se prevé que el informe de la troika sea
enviado a otros actores internacionales distintos de los Estados mencionados.
237 Declaración del Presidente 8/1, cit, epígrafes II y III.
−78−

C. Plenario del Consejo de DH.


El Consejo DH recibe el informe del GT y las opiniones del Estado examinado
sobre las recomendaciones y compromisos voluntarios, limitándose a tomar nota del
informe sin pronunciarse sobre el mismo por medio de una decisión estándar238.

(b) Eficacia del EPU

Este mecanismo comenzó su andadura en abril de 2008. Dos años después de su


puesta en funcionamiento, el EPU arroja un resultado decepcionante por los siguientes
motivos:
1) Es un ejercicio altamente político, pues confía la evaluación de la situación de los
derechos humanos en cada país a los Estados miembros del Consejo DH, y no –
como sería deseable- a un mecanismo de expertos independientes. Supone regresar
a un procedimiento similar al establecido en los años setenta por el ECOSOC, que fue
abandonado al poco tiempo por obsoleto. Lo que significa un retroceso neto en los
estándares de protección que habia alcanzado la antigua Comisión DH, sin efectos
positivos en dentro del Estado examinado239;
2) La evaluación se realiza sobre la base de tres documentos: (i) El informe del
Estado (20 p.); (ii) La recopilación realizada por la OACNUDH (y no, como sería
deseable, la elaborada por una Comisión de expertos), a partir de las
recomendaciones formuladas al Estado por los Comités establecidos en tratados y los
procedimientos especiales del Consejo DH (10 p.); y (iii) Un resumen, también a
cargo de la OACNUDH, de la información procedente de fuentes no gubernamentales
(10 p.), repartiéndose ese exiguo espacio a partes iguales entre las INDH y las ONG;
3) Por tanto, la aportación escrita de las ONG al EPU se reduce a cinco páginas por
país, resumidas por la OACNUDH, lo que es claramente insuficiente si lo comparamos
con los informes escritos (sin límite de páginas) que las ONG pueden presentar
directamente tanto a los Comités establecidos en tratados en el marco de los informes
periódicos, como a todos los procedimientos especiales del Consejo DH establecidos
al amparo de la resolución 1235 del ECOSOC –tanto geográficos como temáticos-;
4) El carácter de examen interestatal del EPU en todas sus fases procesales (troika,
Grupo de Trabajo, Plenario del Consejo DH), se acentúa por el hecho de que las
personas expertas independientes del sistema (relatores especiales, miembros de
grupos de trabajo y de Comités establecidos en tratados), no están autorizados ni
siquiera a “asistir” al examen del país de turno en el Grupo de Trabajo del Consejo DH
que se consituye a ese efecto, ni tampoco en el plenario del Consejo DH, a pesar de
habérselo reclamado reiteradamente al Consejo DH;

238 Ibidem, epígrafe IV.

Vid. en este sentido SWEENEY (Gareth) and SAITO (Yuri), “An NGO Assessment of the New Mechanisms of the
239

UN Human Rights Council”, Human Rights Law Review, 9:2, 2009, pp. 203-223, at 218-219.
−79−

5) Tanto las INDH como las ONG están autorizadas a asistir al examen del país de
turno, pero no podrán participar en los debates, limitándose a “hacer observaciones
generales antes de que el pleno adopte el resultado del examen”240. En la práctica, las
declaraciones que puedan hacer las ONG son puramente testimoniales, muy limitadas
en el tiempo (dos minutos) y extemporáneas, pues se formulan después de que las
recomendaciones hayan sido negociadas y aprobadas en el seno del Grupo de
Trabajo intergubernamental;
6) El mecanismo del EPU resulta menos favorable que el de los informes periódicos
en sede convencional, por cuanto en este último caso el examen de los informes
(procedentes tanto de los Estados como de toda otra fuente confiable incluidas las
ONG, sin límite de páginas), corresponde siempre a un Comité compuesto de
personas expertas independientes, y no a representantes de los Estados;
7) Son mucho más profundas y tienen mucha más autoridad jurídica las
recomendaciones aprobadas por consenso en el seno de un Comité de personas
expertas independientes –observaciones finales en el marco de los informes
periódicos- o incluso laa formuladas por los procedimientos especiales del Consejo
DH, que las recomendaciones políticas que figuran en el informe del GT del EPU. En
este último caso, además de ser formuladas por representantes de los Estados, ni
siquiera se aprueban por consenso de los mismos. En efecto, junto a cada
recomendación formulada se hace constar el nombre del Estado que la produjo y se
dice expresamente que no vincula más que a ese Estado; y
8) El objetivo principal del examen periódico entre pares debiera de ser evaluar la
situación de los derechos humanos en cada país y, subsidiariamente, señalar medidas
idóneas de capacitación técnica y desarrollo institucional241 . En la práctica, en cambio,
los Estados conceden más importancia a las cuestiones de capacitación técnica que
a la evaluación de la situación de los derechos humanos.
9) El plenario del Consejo DH se limita mediante una decisión estándar a “aprobar el
resultado del examen periódico universal” de cada Estado examinado, sin hacer
ningún juicio de valor242.
Concluimos, por tanto, en una valoración negativa del EPU, lo que se corrobora en
la práctica. En este sentido, son paradigmáticos los casos de México y España:
México fue objeto de examen en 2009. Las recomendaciones formuladas
individualmente por los distintos Estados en el seno del GT del EPU243 no admiten
comparación con la suma de recomendaciones contenidas en las observaciones finales
de los siete Comités establecidos en tratados que han examinado en los últimos años

240 Ibídem, resolución 5/1, par. 31.


241 Cfr. VILLÁN DURÁN, C.: “Luces y sombras del nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”, loc.

cit., pp. 23-35. En sentido contrario, otros autores consideran que el EPU debe ser un mecanismo de cooperación
entre Estados que evite la confrontación entre ellos. Vid. por todos ABEBE, Allehone Mulugeta, “Of Shaming and
Bargaining: African States and the Universal Periodic Review of the United Nations Human Rights Council”, Human
Rights Law Review, 9:1, 2009, pp. 1-35, passim.
242 Vid. por todas la decisión 15/104, de 21 de septiembre de 2010, relativa a España.
243 Doc. A/HRC/11/27, de 29 de mayo de 2009.
−80−

informes periódicos de México. Tampoco son comparables a las conclusiones y


recomendaciones a las que llegaron los once procedimientos temáticos del Consejo
DH, que visitaron el país e investigaron en profundidad la situación de los derechos
humanos en el marco de sus respectivos mandatos.
En el marco del EPU México se limitó a rechazar recomendaciones individuales de
Estados que habrían supuesto la aplicación de recomendaciones jurídicas de los órganos
de expertos de NU, tales como la supresión del arraigo; la lucha contra la impunidad; la
investigación de las desapariciones forzadas del pasado; la investigación, sanción y
reparación de toda denuncia de ejecuciones sumarias o de torturas; la retirada de las
fuerzas armadas de funciones de control del orden público; o la revisión del Código penal
militar, de modo que las violaciones a los derechos humanos cometidas por uniformados
no sean de la competencia de los tribunales militares.
España fue examinada en 2010. El Grupo de Trabajo recogió en su informe
numerosas recomendaciones que los Estados formularon individualmente244. De ellas,
España aplazó su decisión sobre aceptarlas o no en 34 casos y rechazó 18245. En un
documento posterior España rechazó definitivamente las siguientes recomendaciones:
prohibir la venta de armas a países violadores de los derechos humanos; ratificar la
Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares; adecuar la legislación a la definición de tortura de la
Convención contra la Tortura; investigar, sancionar y reparar las desapariciones forzadas
producidas durante la represión franquista; mejorar el régimen de los refugiados y
solicitantes de asilo; asegurar la igualdad de trato de los migrantes en situación regular o
irregular; sancionar la difusión de mensajes que inciten al odio, la xenofobia, la
discriminación y la violencia; establecer un mecanismo independiente que investigue las
denuncias contra la policía por violaciones a los derechos humanos; revisar la detención
bajo régimen de incomunicación; reforzar las garantías procesales de las personas
acusadas de actos terroristas; establecer un mecanismo para identificar a las víctimas de
la trata y de la explotación sexual; regularizar a los migrantes en situación irregular;
aplicar las recomendaciones formuladas a España por el RE sobre derechos humanos y
lucha contra el terrorismo246; e investigar los casos de entrega de supuestos terroristas a
otros Estados247. Por su parte, el Consejo DH se limitó a aprobar el resultado del
examen, sin entrar a ninguna valoración.
En ambos casos se concluye que el EPU no ha servido para mejorar la situación
de los derechos humanos ni en México ni en España. Tampoco ha aportado diagnósticos
nuevos sobre la situación en esos países, ni recomendaciones que no hubieran sido
formuladas anteriormente y con más precisión jurídica por los órganos de protección de
los derechos humanos de las Naciones Unidas.
Por el contrario, el EPU obliga a la OACNUDH a dedicar importantes sumas de
dinero y de recursos de personal a su funcionamiento burocrático. Paradójicamente, la
OACNUDH no atiende las reiteradas demandas de recursos que le formulan los Comités,

244 Vid. infra, Anexo VI.


245 Vid. A/HRC/15/6, de 16 de junio de 2010, pp. 19-29.
246 Ibidem, pp. 99-100.
247 Vid. A/HRC/15/6/Add.1, de 13 de septiembre de 2010, 17 p.
−81−

grupos de trabajo y otros procedimientos especiales del Consejo DH, que les permitirían
funcionar mucho más eficazmente, mejorar en sus procedimientos internos y, de este
modo, atender a las necesidades de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.
Sin duda se conseguiría una mejora real y efectiva de la situación de los derechos
humanos en el terreno si las Naciones Unidas prescindieran del EPU y reforzaran los
mecanismos de protección de los derechos humanos.
Por último, el EPU no solo no promueve eficazmente los derechos humanos entre
los Estados miembros, sino que debilita el sistema de protección de los derechos
humanos de las Naciones Unidas. Ante la disyuntiva, el Estado interesado se verá
tentado a prestar más atención a las recomendaciones políticas que le han propuesto
sus pares en el seno del EPU, que a cumplir sus obligaciones juridicas de dar
cumplimiento a las recomendaciones emanadas de los órganos de protección que han
sido habilitados al efecto por el DIDH. Lo que demuestra una vez más que en Derecho
internacional los mecanismos intergubernamentales de promoción de los derechos
humanos, producen siempre peores resultados que los mecanismos de promoción y
protección de los derechos humanos compuestos de personas expertas independientes.

3. El procedimiento confidencial de quejas individuales


(“Procedimiento 1503”)

El Consejo DH decidió en 2007 mantener el procedimiento confidencial que ya


había sido establecido por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) en 1970248,
aunque ahora se anuncia como un “procedimiento de denuncia imparcial, objetivo,
eficiente, orientado a las víctimas y oportuno”249.
Sin embargo, las denuncias individuales en el marco de este procedimiento serán
tratadas confidencialmente y utilizadas exclusivamente para “abordar los cuadros
persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de todos los
derechos humanos y de todas las libertades fundamentales que se produzcan en
cualquier parte del mundo y en cualquier circunstancia”250.
Además, a diferencia del “procedimiento 1235” sobre el que se ha desarrollado el
sistema de relatores especiales del Consejo DH que ya hemos estudiado, las denuncias
en el “procedimiento 1503” –que es enteramente confidencial-, se someten a cinco
reglas estrictas de admisibilidad, a saber:
En primer lugar, el autor de la denuncia debe ser una persona o grupo de
personas que afirmen ser víctimas de violaciones de derechos humanos y libertades
fundamentales. Igualmente, el denunciante puede ser una persona u ONG que actúe “de
buena fe de conformidad con los principios de derechos humanos”, no tenga “posturas
políticamente motivadas contrarias a lo dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas”, y
que sostenga “tener conocimiento directo y fidedigno de esas violaciones”. Si se tratara

Resolución 1503 (XLVIII) del Consejo Económico y Social, de 27 de mayo de 1970, revisada por la resolución
248

2000/3 del ECOSOC, de 19 de junio de 2000.


249 Resolución 5/1 del Consejo DH, de 18 de junio de 2007, anexo IV (“Procedimiento de denuncia”), pár. 86.
250 Ibidem, pár. 85.
−82−

de información de segunda mano, debe ser acompañada “de pruebas claras”251.


En segundo lugar, la denuncia no debe tener motivaciones manifiestamente
políticas y su objeto debe ser “compatible con la Carta de las Naciones Unidas, la
Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos aplicables en el
campo de los derechos humanos”252.
En tercer lugar, la denuncia debe contener “una descripción fáctica de las
presuntas violaciones, incluidos los derechos que supuestamente se hayan
vulnerado”253 . Los hechos deben estar basados en pruebas claras, pues se rechazarán
las denuncias basadas “exclusivamente en informes difundidos por los medios de
comunicación”254 . En cuanto a la forma, la denuncia no debe emplear un lenguaje
“insultante” que, de existir, será suprimido.
En cuarto lugar, se aplica la regla ne bis in idem en el sentido de que la denuncia
no deberá referirse a un caso que parezca revelar un cuadro persistente de violaciones
manifiestas y fehacientemente probadas de los derechos humanos,”del que ya se esté
ocupando un procedimiento especial, un órgano creado en virtud de un tratado u otro
procedimiento de denuncia análogo, de las Naciones Unidas o regional, en la esfera de
los derechos humanos”255.
Y, en quinto lugar, la denuncia solamente será admisible si se han agotado los
recursos de la jurisdicción interna, “salvo que parezca que esos recursos serían
ineficaces o podrían prolongarse injustificadamente”256.
Siempre inspirado en el “procedimiento 1503” de 1970, el Consejo DH estableció
un procedimiento largo y costoso para examinar las denuncias y señalar a su atención
los cuadros persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de los
derechos humanos y de las libertades fundamentales. En el procedimiento deberán
intervenir dos grupos de trabajo y el plenario del Consejo DH257. A fines expositivos se
distinguen tres fases en el procedimiento:

a. El Grupo de Trabajo sobre las Comunicaciones

Compuesto de cinco expertos elegidos por el Comité Asesor del Consejo DH, uno
por cada región geográfica y teniendo en cuenta el equilibrio de género. El mandato de
los miembros durará tres años y podrá ser renovado una sola vez.

251 Ibidem, pár. 87 d).


252 Res. 5/1, cit, pár. 87 a).
253 Ibidem, pár. 87 b).
254 Ibidem, pár. 87 e).
255 Ibidem, pár. 87 f).
256 Ibidem, pár. 87 g).
257 Ibidem, párs. 89-109.
−83−

Corresponderá al Presidente del GT realizar el examen inicial de las denuncias


recibidas con el auxilio de la Secretaría, antes de transmitirlas a los Estados interesados.
Así, basado en los criterios de admisibilidad ya descritos, el Presidente del GT rechazará
las quejas manifiestamente infundadas o anónimas e informará de ello a los miembros
del GT, con expresión de los motivos que dieron lugar al rechazo.
Todas las denuncias que no hayan sido rechazadas por el Presidente se
transmitirán al Estado interesado para recabar su parecer sobre las mismas.
El GT sobre las Comunicaciones adoptará por consenso o mayoría absoluta de
sus miembros una decisión sobre la admisibilidad de las denuncias y analizará el fondo
de las mismas para determinar si las denuncias por sí solas, o en combinación con otras,
parecen revelar un cuadro persistente de violaciones manifiestas y fehacientemente
probadas de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.
El GT sobre las Comunicaciones puede decidir: mantener un caso en estudio
hasta su siguiente período de sesiones; solicitar informaciones complementarias al
Estado interesado; desestimar el caso; o bien declararlo admisible. Todas sus decisiones
se basarán en los criterios de admisibilidad, estarán debidamente justificadas, y las
transmitirá al GT sobre las Situaciones.

b. El Grupo de Trabajo sobre las Situaciones

Está compuesto de cinco representantes de Estados miembros del Consejo DH,


nombrados por el grupo regional respectivo por un año, con posibilidad de una sola
renovación si el Estado continua siendo miembro del Consejo DH. Los miembros
desempeñarán sus funciones a título personal.
Sobre la base de la información y las recomendaciones recibidas del GT sobre las
Comunicaciones, el GT sobre las Situaciones “deberá presentar al Consejo un informe
sobre los cuadros persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas
de los derechos humanos y de las libertades fundamentales”258.
Sus recomendaciones al Consejo tendrán la forma de proyecto de resolución o
decisión relativo a la situación que se le haya remitido. Podrá decidir mantener un caso
en estudio hasta su siguiente período de sesiones, solicitar información adicional, o
desestimar un caso.
Las decisiones del GT sobre las Situaciones serán justificadas, expresando la
razón de la interrupción del examen de una situación o de las medidas recomendadas al
respecto. Toda decisión de que se deje de examinar un asunto debería adoptarse por
consenso o, si no es posible, por mayoría simple de votos.
Ambos GT se reunirán al menos dos veces al año, durante cinco días laborales en
cada período de sesiones, para examinar las denuncias recibidas y las respuestas de los
Estados, así como las situaciones de las que ya se esté ocupando el Consejo en el
marco de este procedimiento de denuncia.

258 Res. 5/1, cit, pár. 98.


−84−

En cuanto a los Estados interesados, deberán cooperar con este procedimiento de


denuncia proporcionando respuestas sustantivas a cada solicitud recibida en el plazo de
tres meses, que podrá prorrogarse a petición del Estado.

c. Plenario del Consejo DH

Con dos semanas de antelación la Secretaría pondrá a disposición de los


miembros del Consejo DH los expedientes confidenciales del procedimiento de
denuncia.
Al menos una vez al año el Consejo DH examinará confidencialmente los cuadros
persistentes de violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales que el GT sobre las Situaciones haya
señalado a su atención.
Excepcionalmente el Consejo DH examinará una situación en sesión pública si así
se lo ha recomendado el GT sobre las Situaciones, particularmente en caso de
manifiesta e inequívoca falta de cooperación del Estado interesado.
El período de tiempo entre la transmisión de una denuncia al Estado interesado y
su examen por el Consejo no excederá, en principio, de 24 meses.
Tanto el denunciante como el Estado interesado serán informados de las
actuaciones cuando el GT sobre las Comunicaciones declare una comunicación
inadmisible, cuando el caso pase a examen por el GT sobre las Situaciones, cuando
uno de los GT o el Consejo decida mantener pendiente la denuncia, y cuando se adopte
el resultado final. Además, se comunicará al denunciante que su queja queda
registrada en el procedimiento de denuncia. Si el denunciante solicita que no se dé a
conocer su identidad, ésta no se comunicará al Estado interesado.
Al final del procedimiento el Consejo DH podrá tomar una de estas medidas:
- Que se deje de examinar la situación cuando no se justifique su examen o la
adopción de medidas ulteriores;
- Que se mantenga la situación en estudio y se solicite al Estado interesado que
proporcione información adicional dentro de un plazo de tiempo razonable;
- Que se mantenga la situación en estudio y se nombre un experto independiente y
altamente calificado para que siga de cerca la situación e informe al Consejo al
respecto, pero de manera confidencial;
- Que se deje de examinar el asunto en virtud del procedimiento de denuncia
confidencial para proceder a su examen público; o
- Que se recomiende al ACNUDH que preste cooperación técnica, asistencia para el
fomento de la capacidad o servicios de asesoramiento al Estado interesado259.
En conclusión: a pesar de las actualizaciones aportadas en 2007, el
“procedimiento 1503” sigue siendo obsoleto frente a los desarrollos actuales del
“procedimiento 1235”, porque no permite tramitar las quejas individuales por violaciones
de los derechos humanos más allá de su instrumentalización para probar la existencia de
una “situación” de violaciones masivas. Además, los requisitos de admisibilidad –

259 Res. 5/1, cit, pár. 109.


−85−

especialmente el del agotamiento de los recursos internos-, harán impracticables la


mayoría de las denuncias. El procedimiento es excesivamente largo (hasta 24 meses),
confidencial y falto de transparencia.
En esta situación, es lógico suponer que las víctimas de las violaciones o sus
representantes preferirán llevar sus quejas al “procedimiento 1235” o público, puesto que
les ofrece mayor flexibilidad procesal y eficacia (cartas de denuncia y acciones o
llamamientos urgentes de todos los procedimientos especiales, así como dictámenes en
los casos concretos de detención arbitraria).

4. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Cabe recordar que durante mucho tiempo se había abrigado la esperanza de que
la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos encarnara la
institucionalización de la actio popularis de la comunidad internacional en casos de
violaciones masivas de los derechos humanos. En este sentido, la Alta Comisionado
permitiría a la comunidad internacional instrumentalizar un medio permanente de
respuesta urgente e idónea a cualquier eventualidad que se pudiera producir, con
independencia de que los distintos órganos de derechos humanos se encuentren o no en
período de sesiones. Por estas razones se había identificado en el pasado el proyecto de
Alto Comisionado como un experto independiente que dirigiría sus actividades bajo
criterios estrictamente humanitarios y técnicos. Finalmente la Asamblea General
estableció en 1993 la institución del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, a la que dotó de competencias diferentes a las diseñadas en los
proyectos anteriores. En efecto, las funciones principales de la actual Alta Comisionada,
que es una alta funcionaria de la Organización bajo la autoridad del Secretario General,
son tres: la promoción y protección de todos los derechos humanos; la prevención de
violaciones de los mismos en todo el mundo; y la coordinación de las actividades de todo
el sistema de las Naciones Unidas en esta materia260.
A pesar del carácter a la vez amplio y ambiguo de sus funciones -resultado de un
difícil consenso entre los Estados-, la clave de esta institución es el grado de
coordinación real que alcance dentro del sistema de las Naciones Unidas. En este
sentido, cabe distinguir entre la coordinación ad extra y la coordinación ad intra.
Por la primera de ellas, se trata de garantizar la presencia e integración real de los
derechos humanos en todas las actividades de la Organización, en especial los
proyectos de ayuda al desarrollo y las operaciones de mantenimiento y consolidación de
la paz. Todos los organismos especializados, programas y fondos del sistema de las
Naciones Unidas (UNESCO, OIT, FAO, UNICEF, ACNUR, PNUD, PAM, Instituciones
Financieras Internacionales -IFI- tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional), deben colaborar con la Alta Comisionada a fin de introducir el enfoque de

260 Resolución 48/141 de la Asamblea General, aprobada el 20 de diciembre de 1993, párrafo 4 de su parte dispositiva.

Desde entonces, a propuesta del Secretario General, la Asamblea General ha nombrado sucesivamente cuatro Altos
Comisionados: José Ayala Lasso (Ecuador) (1994-1997); Mary Robinson (Irlanda) (1997-2002); Sergio Vieira de Melo
(Brasil) (2002-2003; se recordará que falleció en Bagdad víctima de un atentado terrorista en agosto de 2003). El 25
de febrero de 2004 fué nombrada la Sra. Louise Arbour (Canadá) por un período de cuatro años. En 2008 fue
sustituida por la Sra. N. Pillay (Sudáfrica), por otro periodo de cuatro años.
−86−

derechos humanos en sus respectivas actividades. Además la Alta Comisionada es una


pieza fundamental en la realización práctica de la universalidad de los derechos
humanos, asegurando una coordinación efectiva entre el sistema universal y los sistemas
regionales de protección internacional de los derechos humanos.
En cuanto a la coordinación ad intra, significa que la Alta Comisionada dirige la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que
es el departamento de la Organización con sede en Ginebra que aglutina la mayor parte
de las actividades de la misma en la materia. Desde esta plataforma institucional la Alta
Comisionada debe facilitar la cohesión interna de los diferentes órganos de promoción y
protección de los derechos humanos de la Organización261 , pero no suplantarlos. A este
respecto, su papel será determinante para la consolidación del sistema
extraconvencional de protección de los derechos humanos. Ello se facilitaría a través de
la adopción de medidas en dos direcciones:
En primer lugar, la actual Alta Comisionada debiera tomar la iniciativa para que su
Oficina preste asistencia técnica a un grupo de trabajo o comisión de expertos
independientes, que tuviera la responsabilidad de presentar un informe anual sobre la
situación de los derechos humanos en el mundo, especificando la situación existente
en cada uno de los 192 países miembros de la Organización. Con ello se superarían las
situaciones de excesiva politización y selectividad que empañaron los trabajos de la
Comisión DH y continúan dificultando los del Consejo DH, a la hora de decidir qué países
merecen o no la atención de la comunidad internacional mediante el establecimiento de
un procedimiento especial de investigación de carácter geográfico. El citado informe
serviría también de base informativa para la promoción de los derechos humanos entre
los Estados a través del mecanismo de examen periódico universal (EPU) a cargo del
Consejo DH.
En segundo lugar, la Alta Comisionada debiera tener un rol más relevante en la
consolidación institucional del tratamiento de las quejas individuales y de las acciones
urgentes en el marco extraconvencional de protección. En este sentido, debiera potenciar
la cohesión del sistema de relatores especiales del Consejo DH, tanto geográficos como
temáticos, de manera que todos ellos hagan suyos métodos de trabajo similares a los del
GT sobre la Detención Arbitraria que, como ya vimos, está facultado para adoptar
dictámenes cuasijudiciales sobre quejas individuales por detención arbitraria.
En un momento ulterior se debería obtener de la Asamblea General el
reconocimiento del carácter de experta independiente en relación con la persona que
desempeñe el cargo de Alta Comisionada, no subordinada a las instrucciones del
Secretario General o de los Estados miembros. De esta manera se podría consolidar
como la alta autoridad de la Organización, independiente, ante cuya Oficina se pudiera
presentar todo recurso de amparo internacional por presuntas violaciones de los
derechos humanos -cualquiera que sea la naturaleza del derecho violado-, en el ámbito
extraconvencional de protección. En definitiva, la Alta Comisionada se convertiría en una
especie de Ombudsman internacional bajo cuya coordinación se optimizaría la eficacia
de los distintos componentes del sistema de relatores especiales del Consejo DH.

261 Así lo insta, por ejemplo, la res. 2004/76 de la Comisión DH, de 21 de abril de 2004, párr. 11.
−87−

Desgraciadamente la trayectora mantenida por las distintas personalidades que


hasta ahora han desempeñado la responsabilidad de Alto Comisionado no ha satisfecho
las expectativas arriba diseñadas. Al contrario, las AC han hecho muy poco para
fortalecer y coordinar los mecanismos de protección de los derechos humanos
compuestos de expertos independientes, tanto convencionales como
extraconvencionales, escatimándoles constantemente recursos básicos para el digno
desempeño de sus funciones.
Por el contrario, han concentrado sus esfuerzos en incrementar en medios
personales y materiales los recursos de su Oficina y sus presencias en el terreno, con
una marcada orientación de sus actividades en el área de la cooperación técnica y
asistencia jurídica a los Estados, entendiendo por tales fundamentalmente los gobiernos
y muy residualmente la sociedad civil.
En realidad la Alta Comisionada sigue siendo una funcionaria cualificada, pero
dependiente de las instrucciones del Secretario General y de las presiones de los
gobiernos de 192 Estados. Los más influyentes son lógicamente los Estados
desarrollados que proporcionan a su Oficina las contribuciones voluntarias que la
permiten funcionar. Y la casi totalidad de esos recursos son consumidos por las
actividades de cooperación técnica que unos Estados desean recibir y otros desean
financiar, pero que nadie parece detenerse en evaluar su resultado.
Es todavía más grave la marcada tendencia de las Altas Comisionadas a sustituir
progresivamente con su Oficina y presencias en el terreno a los procedimientos
especiales geográficos de expertos independientes. Ya hemos visto cómo los Estados
miembros del Consejo DH rehúsan establecer relatores especiales en tantos países que
realmente lo necesitan y, en cambio, confían a la Alta Comisionada y sus oficinas en el
terreno el estudio de la situación de los derechos humanos262. Los gobiernos interesados
saben muy bien que una oficina del Alto Comisionado en sus países es mucho más
manejable en términos políticos y diplomáticos que un experto independiente. Solamente
en América Latina son paradigmáticos los casos de Colombia, México, Guatemala, El
Salvador, Honduras, etc.263 .
Adicionalmente, la Oficina del Alto Comisionado dedica enormes recursos del
presupuesto regular para satisfacer las necesidades burocráticas del mecanismo de
examen periódico universal (EPU), cuya escasa eficacia práctica ya hemos puesto de
relieve, al tratarse de un mecanismo de promoción controlado en todas sus fases por los
propios Estados264.
Afortunadamente, la actual Alta Comisionada estableció como prioridades
estratégicas para el bienio 2010-2011 las siguientes: migraciones, discriminación,
conflictos armados, impunidad, protección de los DESC, reforzar los mecanismos de
protección, y desarrollo progresivo del DIDH. Los objetivos son loables, pero todavía no
se perciben los cambios operativos necesarios para llevarlos a la práctica en el seno de
la OACNUDH265.

262 Vid supra, p. 79.


263Cfr. VILLÁN DURÁN, C.: “El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: ¿Un
mecanismo de protección eficaz de los derechos humanos? », in ESCUELA DIPLOMÁTICA, La protección de los
derechos humanos. Cuaderno 34. Madrid, 2008, 158 p, at 71-97.
264 Vid supra, p. 107-110 (eficacia del EPU).
265 Cfr. CCPR/C/SR.2656, de 27 de julio de 2010, párrs. 2 y 13 in fine.
−88−

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4. Direcciones útiles en el Internet

- Portal general de la Organización de las Naciones Unidas: www.un.org

- Todos los documentos de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos se pueden
consultar en el Portal de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos: www.ohchr.org

- Los documentos de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos relativos a


Venezuela son accesibles en
http://www.ohchr.org/SP/Countries/LACRegion/Pages/VEIndex.aspx

- Los principales instrumentos internacionales de derechos humanos (convenciones, protocolos,


etc.) se pueden consultar en http://www2.ohchr.org/spanish/law/

- OACNUDH: Trabajando con el Programa de las Naciones Unidas en el ámbito de los Derechos
Humanos. Un manual para la sociedad civil. Nueva York y Ginebra, 2008, 194 p. Disponible en:
−96−

www.ohchr.org/civilsocietyhandbook/

- Las incidencias sobre todos los tratados internacionales de derechos humanos (entrada en
vigor, Estados parte, reservas, declaraciones, objeciones, etc.) se pueden consultar en:
http://untreaty.un.org

- La información destinada al mecanismo de examen periódico universal (EPU) del Consejo DH


se debe enviar a la siguiente dirección electrónica: [email protected]

- Las quejas individuales dirigidas a uno de los Comités establecidos en tratados se deben
remitir a: [email protected]

- Las quejas dirigidas a cualquier mecanismo extraconvencional de protección se pueden


remitir a la siguiente dirección electrónica: [email protected]

- Las quejas dirigidas al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de
Derechos Humanos se deben enviar a: [email protected]

- Las quejas dirigidas al Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias
del Consejo de Derechos Humanos se deben enviar a: [email protected]

- Las solicitudes de acción urgente dirigidas a cualquier mecanismo extraconvencional de


protección, tanto geográfico como temático, se deben remitir a: [email protected]

Notas:

1. las quejas enviadas por vía electrónica a los mecanismos convencionales de protección,
deberán ir seguidas por la versión en papel debidamente firmadas por el denunciante (la víctima
o su representante)

2. Existen formularios orientativos para presentar quejas individuales ante cuatro Comités
establecidos en tratados y once procedimientos temáticos del Consejo de Derechos Humanos.
Vid. www.ohchr.org/civilsocietyhandbook/ pp. 155-176 de la versión española del Manual
−97−

ANEXOS

Anexo I: Observaciones finales del Comité de Derechos Humanos

VENEZUELA

1. El Comité examinó el tercer informe periódico de Venezuela (CCPR/C/VEN/98/3 y adición) en sus


sesiones 1899ª y 1900ª, celebradas los días 19 y 20 de marzo de 2001, y aprobó en su 1918ª sesión,
celebrada el 2 de abril de 2001, las observaciones finales que figuran a continuación.
A. Introducción
2. El Comité acoge con satisfacción el tercer informe periódico presentado por el Estado Parte y la
oportunidad de poder continuar su revisión de la situación de los derechos humanos en Venezuela a través
de una delegación integrada por funcionarios de diversos sectores del Gobierno. Lamenta, sin embargo, la
demora en presentar el informe y la carencia de información sobre la situación de hecho de los derechos
humanos, tanto en el informe como en la adición, lo que dificulta grandemente la tarea del Comité de
examinar si los derechos humanos se ejercen y gozan de manera plena y efectiva en ese Estado.
B. Aspectos positivos
3. El Comité expresa su satisfacción por el rango constitucional que la Constitución reconoce a los
instrumentos internacionales de derechos humanos.
4. El Comité también toma nota con satisfacción de las numerosas disposiciones constitucionales destinadas
a reconocer y dar protección a diversos derechos humanos, como, por ejemplo, la creación de la defensoría
del pueblo.
C. Motivos de preocupación y recomendaciones
5. El Comité ha visto con inquietud que la Constitución establece en su artículo 19 que garantiza a los
ciudadanos sus derechos humanos "conforme al principio de progresividad" sin que se le haya explicado el
significado de dicho principio de una forma satisfactoria.
6. El Comité siente grave preocupación por las denuncias existentes respecto de desapariciones ocurridas
recientemente, a pesar de que ellas han sido tipificadas como delito por la nueva legislación. También
preocupa al Comité la falta de actividad del Estado para enfrentar el problema de las desapariciones
ocurridas en 1989. La información proporcionada por la delegación de que se adelantan averiguaciones
respecto de todas estas desapariciones es insatisfactoria.
Teniendo en consideración lo dispuesto en los artículos 6, 7 y 9 del Pacto, el Estado Parte debe dar una
especial prioridad a conducir con rapidez y eficacia las investigaciones para encontrar a los desaparecidos y
a los responsables de las desapariciones. El Estado Parte deberá también tomar todas las medidas
necesarias para prevenir la ocurrencia de estos actos, entre las cuales debe estar la adopción de la ley que
señala el artículo 45 de la Constitución.
−98−

7. La grave preocupación del Comité se extiende también a las numerosas denuncias sobre ejecuciones
extrajudiciales y a la falta de respuesta del Estado Parte respecto de las mismas.
El Estado Parte debe llevar a cabo las investigaciones pertinentes para identificar a los responsables de las
ejecuciones extrajudiciales y someterlos a juicio. El Estado Parte deberá también tomar las medidas
necesarias para prevenir la ocurrencia de estas violaciones del artículo 6 del Pacto.
8. El Comité siente honda preocupación ante las denuncias de tortura y de uso excesivo de la fuerza por
parte de la policía y otras fuerzas de seguridad en contravención del artículo 7 del Pacto, por la demora del
Estado Parte en reaccionar frente a estos hechos, y por la ausencia de mecanismos independientes que
investiguen estas denuncias. La posibilidad de un recurso judicial no sustituye la necesidad de esos
mecanismos.
El Estado Parte debe establecer un órgano independiente facultado para recibir e investigar todas las
denuncias de uso excesivo de la fuerza y otros abusos de poder por parte de la policía y otras fuerzas de la
seguridad, que sea seguido, cuando sea pertinente, por el sometimiento a juicio de los que aparezcan como
responsables. El Comité insta, además, al Estado Parte a dictar las normas legales necesarias para dar
cumplimiento a la prohibición de la tortura y de los tratamientos crueles, inhumanos o degradantes
establecida en el artículo 7 del Pacto y en el artículo 46 de la Constitución, y a intensificar los programas de
educación en derechos humanos de todas aquellas fuerzas del Estado cuyas funciones estén relacionadas
con el tratamiento de detenidos.
9. El Comité lamenta la falta de información detallada sobre la detención policial. Preocupa también al
Comité la falta de claridad respecto de La condición jurídica así como de las facultades de la Dirección
General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), particularmente por la alta incidencia
de denuncias respecto del trato que reciben los detenidos.
Con el fin de que el Comité pueda evaluar el cumplimiento de los artículos 9, 10 y 14 del Pacto, el Estado
Parte deberá proporcionar al Comité información respecto de si el detenido es puesto sin demora a
disposición de un juez o de un funcionario con autoridad judicial; si puede un abogado estar presente
durante el interrogatorio delante de la policía; si existe un mecanismo automático de control médico del
detenido cuando entra y cuando sale del recinto policial; cuáles son las normas que rigen la posibilidad de la
incomunicación del detenido; si todas las normas referentes a la detención establecidas en la Constitución
han sido implementadas con la legislación adecuada; y sobre la condición jurídica y las facultades de DISIP.
10. El Comité lamenta la falta de información sobre el promedio de duración de la detención preventiva. La
duración del período de detención a la espera del juicio puede plantear cuestiones de compatibilidad con el
párrafo 3 del artículo 9 y el artículo 14 del Pacto.
Con el fin de compatibilizar esta situación con las obligaciones señaladas en el Pacto, el Estado Parte
deberá apresurar los procesos y cumplir estrictamente con lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 9 del
Pacto.
11. El Comité se siente preocupado por las condiciones de las cárceles venezolanas y de los lugares de
detención, ya que la propia delegación reconoció que es en estos lugares donde mayores violaciones de
derechos humanos suceden en Venezuela. El hacinamiento en las cárceles y la falta de segregación entre
los detenidos a la espera de su sentencia y los condenados son incompatibles con el Pacto.
El Estado Parte deberá reforzar los mecanismos institucionales de reciente creación (fiscales de vigilancia y
jueces de vigilancia penitenciaria) para supervisar las condiciones de las cárceles y para investigar las
denuncias de los reclusos, con vistas al cumplimiento de los artículos 7 y 10 del Pacto.
−99−

12. Si bien el Comité acoge en principio con satisfacción la reforma del Código Orgánico de Procedimiento
Penal, se siente preocupado por la falta de información respecto del contenido de las disposiciones de dicho
Código que establecen las garantías previstas en el artículo 14 del Pacto.
El Estado Parte deberá proporcionar información al respecto.
13. El Comité está particularmente preocupado por la situación del poder judicial en Venezuela, que se
encuentra todavía en reorganización. Un proceso de reorganización prolongado pone en riesgo la
independencia de dicho poder, por la posibilidad de que los jueces sean removidos como consecuencia del
ejercicio de la función judicial, infringiendo así el párrafo 3 del artículo 2 y el artículo 14 del Pacto. Otro
motivo de preocupación es la falta de información sobre las consecuencias que dicho proceso ha tenido
hasta ahora y la falta de una fecha de término del mismo.
El proceso de reorganización del poder judicial no debe continuar. Además, el Estado Parte deberá
proporcionar información sobre el número de jueces que han sido removidos durante este proceso, las
causas de la remoción, así como el procedimiento seguido en el mismo.
14. La preocupación del Comité sobre la independencia del Poder Judicial se extiende a las informaciones
proporcionadas por la delegación en el sentido de que el artículo 275 de la Constitución permitiría al Consejo
Moral Republicano, compuesto por el Defensor Público, el Fiscal General y el Contralor General, formular
advertencias a los magistrados de los tribunales, incluyendo a los de la Corte Suprema, el incumplimiento de
las cuales puede llevar a la imposición de sanciones.
Al considerar el proyecto de ley que desarrolle este artículo, el Estado Parte debe cuidar que dicha
legislación salvaguarde la independencia de la magistratura, de acuerdo con el párrafo 3 del artículo 2 y el
artículo 14 del Pacto.
15. El Comité siente gran preocupación con respecto al tratamiento que reciben las personas solicitantes de
asilo o refugio en Venezuela, en particular las que entran en el país por la frontera colombiana, sobre todo
por la falta de legislación nacional para establecer los criterios de selección de solicitantes de asilo, aun
cuando dichas relaciones se hayan establecido de forma bilateral entre Venezuela y Colombia. También le
preocupa el posible incumplimiento de la obligación derivada del principio de no devolución.
El Estado Parte debe garantizar el cumplimiento de los artículos 7 y 13 del Pacto, y de las normas de
derecho internacional general, así como adherirse a las convenciones internacionales pertinentes o hacerlas
efectivas, proporcionar acceso a las agencias especializadas a las zonas en cuestión, y recurrir, si fuere
necesario, a los órganos internacionales que se ocupan de esta materia.
16. El Comité está profundamente preocupado por las informaciones sobre tráfico de mujeres hacia
Venezuela, particularmente de países vecinos, y por la carencia de información por parte de la delegación de
la extensión del fenómeno y de las medidas para combatirlo.
Deben tomarse medidas preventivas para erradicar el tráfico de mujeres, con el fin de cumplir con los
artículos 7 y 8 del Pacto, y ofrecer a las víctimas programas de rehabilitación. Las leyes y políticas del
Estado Parte deben ofrecer a las víctimas protección y apoyo.
17. El Comité está preocupado por el nivel de violencia que existe contra las mujeres, incluyendo los muchos
casos denunciados de secuestro y asesinato que no han conducido a arrestos o procesamiento de los
culpables. Está también preocupado por las numerosas alegaciones de violación o tortura perpetradas por
las fuerzas de seguridad a las mujeres detenidas, que éstas no se atreven a denunciar. Todo lo antedicho da
lugar a serias preocupaciones a la luz de los artículos 6 y 7 del Pacto.
−100−

El Estado Parte debe tomar medidas eficaces para garantizar la seguridad de las mujeres, asegurar que no
se ejerza ninguna presión sobre las mismas para disuadirlas de denunciar tales violaciones y asegurar que
todas las alegaciones de abusos sean investigadas y que los autores de estos actos sean llevados a la
justicia.
18. La edad mínima para contraer matrimonio (14 años para las muchachas y 16 años para los muchachos)
y el hecho de que ésta pueda ser rebajada, para las niñas, sin límites en caso de embarazo o parto, plantea
problemas respecto del cumplimiento por el Estado Parte de su deber, en virtud del párrafo 1 del artículo 24,
de ofrecer protección a los menores. El matrimonio a una edad tan temprana no parece compatible con el
artículo 23 del Pacto, que establece la necesidad del libre y pleno consentimiento de las partes para contraer
matrimonio. Preocupa también al Comité la baja edad de consentimiento sexual (12 años) para las niñas.
El Estado Parte debe enmendar la legislación respectiva para adecuarla a los artículos 23, 24 y 3 del Pacto.
19. La penalización de todo aborto no terapéutico plantea graves problemas, sobre todo a la luz de informes
incontestados según los cuales muchas mujeres se someten a abortos ilegales poniendo en peligro sus
vidas. El deber jurídico impuesto sobre el personal de salud de informar de los casos de mujeres que se
hayan sometido a abortos puede inhibir a las mujeres que quieran obtener tratamiento médico, poniendo así
en peligro sus vidas.
El Estado Parte tiene el deber de adoptar las medidas necesarias para garantizar el derecho a la vida
(artículo 6) de las mujeres embarazadas que deciden interrumpir su embarazo, entre otras medidas
enmendando la ley para establecer excepciones a la prohibición general de todo aborto no terapéutico. El
Estado Parte debe proteger el carácter confidencial de la información médica.
20. Al Comité le preocupa la subsistencia de una disposición legal que exime de pena al autor de una
violación si contrae matrimonio con la víctima.
El Estado Parte debe proceder a la inmediata abolición de dicha legislación, la cual es incompatible con los
artículos 3, 7, 23, 26, 2 3) y 24 del Pacto, particularmente teniendo en consideración la temprana edad en
que las niñas pueden contraer matrimonio.
21. Al Comité le preocupa la insuficiente participación de la mujer, entre otros sectores, en la vida política y
en el poder judicial.
Con el fin de cumplir con los artículos 3 y 25, el Estado Parte debe tomar las medidas pertinentes para
mejorar la participación de las mujeres, si es preciso mediante la adopción de programas de medidas
positivas.
22. Con el fin de cumplir con las obligaciones que emanan de los artículos 2, 3 y 26 del Pacto, el Comité
urge al Estado Parte a enmendar todas aquellas leyes en las que persistan disposiciones que discriminan a
la mujer, entre otras, las referentes al adulterio y al impedimento para contraer matrimonio antes de 10
meses desde la disolución de un matrimonio anterior.
23. El Comité se siente preocupado por la falta de una ley amplia que prohíba la discriminación en esferas
privadas como en el empleo y la vivienda. Con arreglo al párrafo 3 del artículo 2 y el artículo 26 del Pacto, el
Estado Parte tiene el deber de proteger a las personas contra dicha discriminación.
El Estado Parte debe promulgar una ley que prohíba toda discriminación y proporcione un recurso efectivo a
todas las personas contra la violación de su derecho a no ser discriminado.

24. El Comité deplora la situación de los niños de la calle que se agrava cada vez más. Estos niños son los
que afrontan mayores riesgos frente a la violencia sexual y están expuestos a las prácticas de tráfico sexual.
−101−

El Estado Parte debe tomar medidas efectivas para la protección y rehabilitación de dichos menores,
conforme al artículo 24 del Pacto, incluyendo medidas para poner fin a la explotación sexual, la pornografía
infantil.
25. El Comité toma nota del estatuto privilegiado de la Iglesia católica romana y se inquieta por las
repercusiones negativas que éste puede tener sobre las otras religiones.
El Estado Parte deberá garantizar la no discriminación a todas las comunidades religiosas que existan en
Venezuela.
26. El Comité toma nota de que la ley venezolana no contempla la condición de objetor de conciencia al
servicio militar, en el legítimo ejercicio del artículo 18 del Pacto.
El Estado Parte debe asegurar que las personas obligadas al servicio militar pueden invocar la eximente de
objeción de conciencia y beneficiarse de un servicio sustitutorio no discriminatorio.
27. El Comité expresa su viva preocupación por las interferencias de las autoridades en las actividades
sindicales, incluyendo la libre elección de dirigentes sindicales.
El Estado Parte debe, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 22 del Pacto, asegurar a los sindicatos la
libertad de conducir sus actividades y de escoger a sus dirigentes sin interferencia de las autoridades.
28. El Comité encomia al Estado Parte por las disposiciones constitucionales respecto de los pueblos
indígenas, en particular los artículos 120 y 123, que establecen la previa información y consulta a las
comunidades indígenas respectivas cuando el Estado quiera aprovechar los recursos naturales en los
hábitat indígenas y que consagran el derecho de los pueblos indígenas a mantener y promover sus propias
prácticas económicas. No obstante el Comité lamenta la poca información con respecto a la aplicación
práctica de dichas disposiciones constitucionales.
El Estado Parte debe proporcionar información al Comité sobre la implementación de dichas disposiciones
constitucionales con el fin de cumplir con el artículo 27.
29. El Estado Parte debe difundir ampliamente el texto de su tercer informe periódico, de su adición y de
estas observaciones finales.
30. El Estado Parte deberá, de conformidad con el párrafo 5 del artículo 70 del Reglamento del Comité,
enviar información en el plazo de un año, sobre las medidas que haya tomado a la luz de las
recomendaciones del Comité respecto de las desapariciones y ejecuciones judiciales (párrafos 6 y 7 de
estas observaciones), de la tortura y del uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otras fuerzas de
seguridad (párr. 8), de la detención policial y la detención a la espera de sentencia definitiva (párrs. 9 y 10),
de las cárceles (párr. 11), y de la situación del poder judicial y de las normas del debido proceso (párrs.
12 a 14). El Comité solicita que la información referente al resto de las recomendaciones sea incluida en su
cuarto informe periódico, que deberá presentar antes del 1º abril del año 2005.
−102−

Anexo II: Observación general 31 del Comité de Derechos Humanos:


la índole de la obligación jurídica general impuesta a los Estados parte en el Pacto266

[...] 2. Aunque el artículo 2 está redactado en función de las obligaciones de los Estados Partes con respecto
a personas individuales en su calidad de titulares de derechos de conformidad con el Pacto, todo Estado
Parte tiene un interés jurídico en el cumplimiento por todos los demás Estados Partes de sus obligaciones.
Esto se deduce del principio de que "las normas relativas a los derechos básicos de la persona humana" son
obligaciones erga omnes y que, como se indica en el párrafo cuarto del preámbulo del Pacto, existe una
obligación estipulada en la Carta de las Naciones Unidas de promover el respeto universal y la observancia
de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Además, la dimensión contractual del tratado
obliga a cualquier Estado Parte en un tratado a cumplir con respecto a cualquier otro Estado Parte sus
compromisos dimanantes del tratado. A este respecto, el Comité recuerda a los Estados Partes la
conveniencia de que hagan la declaración prevista en el artículo 41. Recuerda también a los Estados Partes
que ya han hecho la declaración el valor potencial de que se acojan al procedimiento prescrito en ese
artículo. Sin embargo, el simple hecho de que exista un mecanismo interestatal oficial para presentar quejas
al Comité de Derechos Humanos con respecto a los Estados Partes que han hecho la declaración
especificada en el artículo 41 no significa que este procedimiento sea el único método por el que los Estados
Partes pueden hacer valer su interés en el cumplimiento de los demás Estados Partes. De lo contrario, el
procedimiento del artículo 41 debe considerarse que complementa y no que menoscaba el interés de los
Estados Partes por el cumplimiento de las obligaciones de los demás Estados Partes. En consecuencia, el
Comité recomienda a los Estados Partes que consideren que toda violación de los derechos del Pacto por
cualquier Estado Parte merece ser objeto de su atención. Señalar las posibles violaciones de las
obligaciones del Pacto por parte de los Estados Partes y pedirles que cumplan sus obligaciones de
conformidad con el Pacto debe ser considerado, lejos de como un acto poco amistoso, como un reflejo del
interés legítimo de la comunidad.
3. El artículo 2 define el alcance de las obligaciones jurídicas asumidas [...]. A los Estados Partes se les
impone una obligación general de respetar los derechos del Pacto y de asegurar su aplicación a todos los
individuos de su territorio y sometidos a su jurisdicción (véanse los párrafos 9 y 10). En cumplimiento del
principio claramente especificado en el artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, los Estados Partes están obligados a dar efecto a las obligaciones prescritas en el Pacto de buena
fe.
4. Las obligaciones del Pacto en general y del artículo 2 en particular son vinculantes para todos los Estados
Partes en conjunto. Todos los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras autoridades
públicas o estatales, a cualquier nivel que sea, nacional, regional o local, están en condiciones de asumir la
responsabilidad del Estado Parte. El poder ejecutivo, que suele representar al Estado Parte
internacionalmente, incluso ante el Comité, puede no señalar que un acto incompatible con las disposiciones
del Pacto fue llevado a cabo por otra rama del Estado como medio de tratar de atenuar la responsabilidad
del Estado Parte por el acto y la incompatibilidad consiguiente. Esta interpretación se deriva directamente del
principio contenido en el artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, con
arreglo al cual un Estado Parte "no puede invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
de su falta de aplicación de un tratado". Aunque el párrafo 2 del artículo 2 permite a los Estados Partes que
hagan efectivos los derechos del Pacto de conformidad con los procedimientos constitucionales internos, el

266Adoptada en el 80º período de sesiones (2004). Véase NACIONES UNIDAS: RECOPILACIÓN DE LAS
OBSERVACIONES GENERALES Y RECOMENDACIONES GENERALES ADOPTADAS POR ÓRGANOS CREADOS
EN VIRTUD DE TRATADOS DE DERECHOS HUMANOS, Doc. HRI/GEN/1/Rev.9 (Vol.I), 27 de mayo de 2008, pp.
290-295.
−103−

mismo principio se aplica con el fin de evitar que los Estados Partes invoquen disposiciones del derecho
constitucional u otros aspectos del derecho interno para justificar una falta de cumplimiento o de aplicación
de las obligaciones dimanantes del tratado. A este respecto, el Comité recuerda a los Estados Partes que
tienen una estructura federal lo estipulado en el artículo 50, según el cual las disposiciones del Pacto "se
extenderán a todas las partes de los Estados federales sin ninguna limitación ni excepción".
5. El párrafo 1 del artículo 2, relativo al respeto y a la garantía de los derechos reconocidos por el Pacto,
produce un efecto inmediato en todos los Estados Partes. El párrafo 2 del artículo 2 prescribe el marco
general dentro del cual los derechos especificados en el Pacto se tienen que promover y proteger. Como
consecuencia de ello, el Comité ha indicado anteriormente en su Observación general Nº 24 que las
reservas al artículo 2 serían incompatibles con el Pacto considerado a la luz de sus objetivos y propósitos.
6. La obligación jurídica prescrita en el párrafo 1 del artículo 2 es tanto de carácter negativo como positivo.
Los Estados Partes deben abstenerse de violar los derechos reconocidos por el Pacto y cualesquiera
restricciones a cualquiera de esos derechos debe ser permisible de conformidad con las disposiciones
pertinentes del Pacto. Cuando se introducen restricciones, los Estados deben demostrar su necesidad y
adoptar únicamente las medidas que resulten proporcionales a la consecución de los legítimos objetivos
para lograr una protección constante y eficaz de los derechos del Pacto. En ningún caso se deben aplicar las
restricciones o invocarse de una manera que menoscabe la esencia de un derecho del Pacto.
[...] 8. El párrafo 1 del artículo 2 estipula que las obligaciones son vinculantes para los Estados Partes y que
no producen, como tales, un efecto horizontal directo como cuestión de derecho internacional. El Pacto no
puede considerarse como un sustitutivo del derecho interno penal o civil. Sin embargo, las obligaciones
positivas de los Estados Partes de velar por los derechos del Pacto sólo se cumplirán plenamente si los
individuos están protegidos por el Estado, no sólo contra las violaciones de los derechos del Pacto por sus
agentes, sino también contra los actos cometidos por personas o entidades privadas que obstaculizarían el
disfrute de los derechos del Pacto en la medida en que son susceptibles de aplicación entre personas o
entidades privadas. Puede haber circunstancias en que la falta de garantía de los derechos del Pacto, tal
como se exige en el artículo 2, produciría violaciones de esos derechos por los Estados Partes, como
resultado de que los Estados Partes permitan o no que se adopten las medidas adecuadas o se ejerza la
debida diligencia para evitar, castigar, investigar o reparar el daño causado por actos de personas o
entidades privadas. Se recuerda a los Estados la relación recíproca entre las obligaciones positivas
impuestas en el artículo 2 y la necesidad de prever remedios eficaces en caso de que se produzca una
violación del párrafo 3 del artículo 2. El propio Pacto prevé en algunos artículos determinadas esferas en las
que existen obligaciones positivas impuestas a los Estados Partes para abordar las actividades de las
personas o entidades privadas. Por ejemplo, las garantías relacionadas con la intimidad del artículo 17
deben estar protegidas por la ley. Del artículo 7 se deduce también implícitamente que los Estados Partes
tienen que adoptar medidas positivas para garantizar que las personas o entidades privadas no infligen
torturas o un trato o un castigo cruel, inhumano o degradante a otras personas sometidas a su poder. En
esferas que afectan a aspectos básicos de la vida ordinaria como el trabajo o la vivienda, los individuos
están también protegidos contra la discriminación en el sentido del artículo 26.]
9. Los beneficiarios de los derechos reconocidos por el Pacto son personas físicas. Aunque, con excepción
del artículo 1, el Pacto no menciona los derechos de las personas jurídicas o entidades o colectividades
similares, muchos de los derechos reconocidos por el Pacto, como la libertad de manifestar su religión o sus
creencias (art. 18), la libertad de asociación (art. 22) o los derechos de los miembros de minorías (art. 27),
pueden disfrutarse en comunidad con otros. El hecho de que la competencia del Comité para recibir y
examinar comunicaciones está limitada a las que presentan personas físicas o se presentan en su nombre
(artículo 1 del (primer) Protocolo Facultativo) no impide que esos individuos pretendan que acciones u
omisiones que conciernen a las personas jurídicas y entidades similares equivalen a una violación de sus
propios derechos.
−104−

10. Los Estados Partes están obligados por el párrafo 1 del artículo 2 a respetar y garantizar a todos los
individuos que se encuentren en su territorio y a todas las personas sometidas a su jurisdicción. Esto
significa que un Estado Parte debe respetar y garantizar los derechos establecidos en el Pacto a cualquier
persona sometida al poder o al control efectivo de ese Estado Parte, incluso si no se encuentra en el
territorio del Estado Parte. Como se indica en la Observación general Nº 15 aprobada en el 27º período de
sesiones (1986), el disfrute de los derechos del Pacto no se restringe a los ciudadanos de los Estados
Partes, sino que debe también extenderse a todos los individuos, independientemente de su nacionalidad o
de su situación apátrida, como las personas en búsqueda de asilo, los refugiados, los trabajadores migrantes
y otras personas, que pueden encontrarse en el territorio o estar sometidos a la jurisdicción del Estado Parte.
Este principio se aplica asimismo a los sometidos al poder o al control eficaz de las fuerzas de un Estado
Parte que actúan fuera de su territorio, independientemente de las circunstancias en las que ese poder o
control eficaz se obtuvo, como las fuerzas que constituyen un contingente nacional de un Estado Parte
asignado a una operación internacional encargada de imponer la paz o de mantenerla.
11. Tal como está implícito en la Observación general Nº 29, el Pacto se aplica también en situaciones de
conflicto armado a las que son aplicables las normas del derecho humanitario internacional. Si bien, con
respecto a determinados derechos del Pacto, normas más específicas del derecho humanitario internacional
pueden ser directamente pertinentes a los efectos de la interpretación de los derechos del Pacto, ambas
esferas del derecho son complementarias y no mutuamente excluyentes.
12. Además, la obligación del artículo 2 [...] entraña la obligación de no extraditar, deportar, expulsar o retirar
de otro modo a una persona de su territorio, cuando hay razones de peso para creer que existe un riesgo
real de provocar un daño irreparable, como el contemplado por los artículos 6 y 7 del Pacto, sea en el paísal
que se va a trasladar a la persona o en cualquier otro país al que la persona sea posteriormente trasladada.
Las autoridades judiciales y administrativas competentes deben ser conscientes de la necesidad de
garantizar el cumplimiento de las obligaciones del Pacto en esos asuntos.
13. El párrafo 2 del artículo 2 impone a los Estados Partes la obligación de adoptar las medidas necesarias
para hacer efectivos los derechos del Pacto en la esfera interna. De ello se deduce que, a menos que los
derechos del Pacto ya estén protegidos por sus leyes o prácticas internas, los Estados Partes están
obligados a introducir en el momento de la ratificación, los cambios de los derechos y prácticas internas que
sean necesarios para garantizar su conformidad con el Pacto. Cuando existan incompatibilidades entre el
derecho interno y el Pacto, el artículo 2 exige que el derecho o la práctica interna se modifique para cumplir
las normas impuestas por las garantías sustanciales del Pacto. El artículo 2 autoriza a un Estado Parte a
proceder de conformidad con su propia estructura constitucional interna y, en consecuencia, no exige que el
Pacto sea directamente aplicable en los tribunales, mediante la incorporación del Pacto al derecho nacional.
El Comité opina, sin embargo, que las garantías del Pacto pueden recibir una mayor protección en los
Estados en los que automáticamente o por medio de una incorporación concreta pasa a formar parte del
ordenamiento jurídico interno. El Comité invita a los Estados Partes en los que el Pacto no forma parte del
orden jurídico interno, que considere la conveniencia de que el Pacto pase a formar parte del derecho interno
para facilitar la plena realización de los derechos del Pacto tal como se exige en el artículo 2.
14. El requisito establecido en el párrafo 2 del artículo 2 de que se adopten medidas para hacer efectivos los
derechos del Pacto no está sometido a condiciones y es de efecto inmediato. La falta de cumplimiento de
esta obligación no puede estar justificada alegando consideraciones políticas, sociales, culturales o
económicas dentro de ese Estado.
15. El párrafo 3 del artículo 2 exige que, además de dar una protección efectiva a los derechos del Pacto, los
Estados Partes garanticen que toda persona disponga también de recursos accesibles y eficaces para
reclamar esos derechos. Esos recursos deben adaptarse de manera adecuada para que tengan en cuenta la
particular vulnerabilidad de determinadas categorías de personas, con inclusión en particular de los niños. El
−105−

Comité atribuye importancia al establecimiento por los Estados Partes de mecanismos judiciales y
administrativos adecuados para atender las reclamaciones de violaciones de los derechos con arreglo al
derecho interno. El Comité advierte que el disfrute de los derechos reconocidos por el Pacto puede ser
garantizado con eficacia por el poder judicial de muchas formas distintas, entre ellas la aplicabilidad directa
del Pacto, la aplicación de disposiciones constitucionales o legales de otra índole comparables, o el efecto
interpretativo del Pacto en la aplicación del derecho nacional. Se requieren en particular mecanismos
administrativos para dar efecto a la obligación general de investigar las alegaciones de violaciones con
rapidez, a fondo y de manera efectiva mediante órganos independientes e imparciales. Las instituciones
nacionales de derechos humanos, dotadas de facultades adecuadas, pueden contribuir a este fin. La falta de
realización por un Estado Parte de una investigación sobre las alegaciones de violaciones podría en sí
constituir una violación separada del Pacto. El cese de una violación continua es un elemento esencial del
derecho a un recurso eficaz.
16. El párrafo 3 del artículo 2 requiere que los Estados Partes otorguen una reparación a las personas cuyos
derechos del Pacto han sido violados. Si no se otorga una reparación a los individuos cuyos derechos del
Pacto han sido violados, la obligación de proporcionar un recurso efectivo, que es fundamental para la
eficacia del párrafo 3 del artículo 2, no se cumple. Además de la reparación explícita exigida por el párrafo 5
del artículo 9 y el párrafo 6 del artículo 14 el Comité considera que el Pacto entraña por lo general una
indemnización adecuada. El Comité señala que, cuando procede, la reparación puede entrañar la restitución,
la rehabilitación y medidas de satisfacción, como apologías públicas, memoriales públicos, garantías de no
repetición y cambios en las leyes y las prácticas pertinentes, así como al sometimiento a la justicia de los
autores de violaciones de derechos humanos.
17. [...] los objetivos del Pacto no se alcanzarían sin una obligación integrada en el artículo 2 de adoptar
medidas para evitar que vuelva a producirse una violación del Pacto. En consecuencia, en casos relativos al
Protocolo Facultativo el Comité ha adoptado frecuentemente la práctica de incluir en sus opiniones la
necesidad de adoptar medidas, además del recurso de una víctima concreta, para evitar que se repita ese
tipo de violación. Esas medidas pueden requerir cambios en las leyes o prácticas del Estado Parte.
18. Cuando las investigaciones a que se ha hecho referencia en el párrafo 15 revelan violaciones de
determinados derechos del Pacto, los Estados Partes deben velar por que los responsables sean sometidos
a la justicia. Al igual que sucede con la insuficiencia a la investigación, la falta de sometimiento a la justicia
de los autores de esas violaciones podía de por sí constituir una violación separada del Pacto. Esas
obligaciones surgen, en particular, con respecto a las violaciones reconocidas como delictivas con arreglo al
derecho interno o al derecho internacional, como la tortura o los tratos crueles, inhumanos o degradantes
similares (art. 7), la ejecución sumaria y arbitraria (art. 6) y la desaparición forzosa (artículos 7 y 9 y,
frecuentemente, 6). En realidad, el problema de la impunidad con relación a esas violaciones, asunto que
causa una constante preocupación al Comité, puede constituir un elemento importante que contribuye a la
repetición de las violaciones. Cuando se cometen como parte de un ataque generalizado sistemático contra
la población civil, esas violaciones del Pacto son crímenes de lesa humanidad (véase el Estatuto de Roma
de la Corte Penal Internacional, art. 7).
En consecuencia, cuando funcionarios públicos o agentes del Estado han cometido violaciones de
los derechos del Pacto a que se hace referencia en el presente párrafo, los Estados Partes no pueden eximir
a los autores de su responsabilidad personal, como ha ocurrido con determinadas amnistías (véase la
Observación general Nº 20 (44)) y las inmunidades e indemnizaciones jurídicas anteriores. Además, ninguna
posición oficial justifica que personas que pueden ser acusadas de responsabilidad por esas violaciones
queden inmunes de responsabilidad jurídica. Otros impedimentos para el establecimiento de la
responsabilidad jurídica deben igualmente eliminarse, como la defensa de la obediencia a órdenes
superiores o los períodos excesivamente breves de prescripción en los casos en que esas limitaciones son
aplicables. Los Estados Partes deben también prestarse asistencia mutuamente para someter a la justicia a
−106−

las personas de las que sospechan que han cometido actos de violación del Pacto que son punibles con
arreglo al derecho interno o el derecho internacional.
19. El Comité sostiene además la opinión de que el derecho a un recurso efectivo puede en algunas
circunstancias hacer necesario que los Estados Partes adopten y apliquen medidas provisionales para evitar
violaciones constantes y para reparar lo más pronto posible cualquier daño que se pueda haber causado de
resultas de esas violaciones.
20. Incluso cuando los sistemas jurídicos de los Estados Partes están dotados oficialmente de algún recurso
adecuado, se siguen produciendo violaciones de los derechos del Pacto. Esto es atribuible probablemente a
que los recursos no funcionan con eficacia en la práctica. En consecuencia, se pide a los Estados Partes que
aporten información sobre los obstáculos a la eficacia de los recursos existentes en sus informes periódicos.
−107−

Anexo III: Comité contra la Tortura. Caso Núñez Chipana c. Venezuela267

1. La autora de la comunicación es [...] ciudadana peruana detenida en Venezuela y sujeta a un proceso de


extradición a solicitud del Gobierno del Perú. Alega que su traslado forzoso al Perú implicaría una violación
[...] del artículo 3 de la Convención. [...]
Los hechos expuestos por la autora
2.1. El Comité recibió la primera carta de la autora con fecha 30 de abril de 1998. En ella exponía que fue
detenida en Caracas el 16 de febrero de 1998 por efectivos de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y
Prevención (DISIP). El 26 del mismo mes el Gobierno peruano solicitó su extradición, lo que dio lugar a la
apertura de un proceso de extradición ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
2.2. [...] sostenía que [...] las acusaciones que pesaban sobre ella la colocarían dentro del grupo de
personas susceptibles de ser sometidas a tortura. En efecto, las autoridades peruanas la acusaban del
delito contra la tranquilidad pública -terrorismo- [...] y de ser integrante del movimiento subversivo Sendero
Luminoso. En apoyo de estas acusaciones se aportaban como pruebas principales los testimonios de dos
personas acogidas a la legislación sobre arrepentimiento (figura legal por medio de la cual se benefician
aquellos implicados en hechos de terrorismo que proporcionan información útil a la autoridad) donde
afirmaban haber reconocido a la autora mediante fotografía, así como los informes policiales en los que
constaba que se había encontrado propaganda subversiva en el lugar donde los testigos afirmaban que la
autora había realizado los hechos que se le imputaban. Según la autora, los testigos no reunían los
requisitos para ser considerados como [...] hábiles de acuerdo a la legislación procesal [...], por ser co-reos
en el juicio contra ella. La autora señalaba igualmente que su hermana había sido detenida en 1992 y
procesada por su supuesta participación en actos subversivos, habiendo permanecido en prisión durante
cuatro años hasta que un tribunal de apelación la declaró inocente.
2.3. [...] negaba los hechos imputados y reconocía [...] su vinculación con la organización legal "Movimiento
de la Izquierda Unida" y con organizaciones legales comunitarias, tales como los Comités por el Vaso de
Leche y los Comités por las Bibliotecas Populares. Manifestaba [...] haberse desempeñado como educadora
en [...] alfabetización de las comunidades de bajos ingresos [...y] que huyó de su país debido a fundados
temores de que su libertad e integridad física corrían peligro, al enterarse [...]que estaba siendo acusada de
terrorismo, y reconocía que para su ingreso y estadía en Venezuela utilizó documentación [...] perteneciente
a su hermana. Manifestó igualmente no haber solicitado asilo político en el Estado Parte [...] por desconocer
las leyes y por temor ante su situación de indocumentada.
2.4. Si la Corte Suprema [...] autorizara la extradición, ésta se produciría en [...] unas horas mediante un
procedimiento a cargo del poder ejecutivo: notificación de la Corte Suprema al Ministerio de Justicia que
notificaría a su vez al Ministerio de Relaciones Exteriores; este último establecería el contacto con el
Gobierno peruano para que pusiera a disposición los medios para el traslado [...] al Perú.
2.5. En correspondencia posterior la autora informaba al Comité que mediante sentencia publicada el 16 de
junio de 1998 la Corte Suprema había acordado la extradición [...,] condicionada a: a) no poder imponer a la
autora una sanción que acarreara cadena perpetua o pena de muerte; b) no poder ser sometida a pena
privativa de libertad superior a 30 años; c) no poder ser incomunicada, aislada ni sometida a tortura u otros
procedimientos que causen sufrimiento físico o moral durante el proceso o cumplimiento de la pena de una

267 Comunicación 110/1998 (Cecilia Rosana Núñez Chipanac.Venezuela). Decisión sobre admisibilidad adoptada el
10 de noviembre de 1998. Doc. CAT/C/21/D/110/1998, de 16 de diciembre de 1998.
−108−

eventual condena. Contra la sentencia el abogado de la autora interpuso un recurso de amparo


constitucional [...,] declarado inadmisible por la Corte Suprema. La extradición fue ejecutada con fecha 3 de
julio de 1998.
2.6. La autora informó [...] al Comité que el 24 de marzo de 1998 había presentado formalmente [...] solicitud
de asilo y que el 12 de junio siguiente su abogado había solicitado formalmente a la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados que fuera considerada como candidata a refugio.
La denuncia
3.1. La autora sostenía que su regreso forzoso al Perú la colocaría en una situación de riesgo de ser
sometida a tortura. Tal situación debía ser considerada [...] en el marco de la existencia en el Perú de un
cuadro persistente de violaciones a los derechos humanos, un aspecto del cual era el uso frecuente de la
tortura contra personas acusadas de pertenecer a organizaciones insurgentes, constatado tanto por [...]
Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos como por organismos no gubernamentales. En
este sentido [...,] pedía al Comité formular solicitud al Estado Parte para que [...] se abstuviera de [...] su
traslado forzoso al Perú mientras su comunicación estuviera siendo examinada por el Comité.
3.2. Sostenía igualmente que, en caso de ser extraditada, se le seguirá un juicio que no garantizaría los
principios fundamentales del debido proceso, en virtud de las graves irregularidades que [...] se cometían en
el Perú para juzgar a las personas acusadas de pertenecer a una organización insurgente [...,] en contra de
lo previsto en los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados tanto por el Perú como por
el Estado Parte.
Las observaciones del Estado Parte
4.1. Con fecha 11 de mayo de 1998 el Comité [...] transmitió la comunicación al Estado Parte, solicitándole
[...] sus observaciones sobre la admisibilidad y, en caso de no oponerse a ésta, sobre el fondo. El Comité
también pidió [...] que se abstuviera de expulsar o extraditar a la autora mientras su comunicación estuviera
siendo considerada [...].
4.2. El 2 de julio de 1998 el Estado Parte informó al Comité que la decisión de la Corte Suprema había sido
adoptada en aplicación de la legislación interna [...]. Las actividades, atribuidas a la autora, de haber
participado en la preparación y acondicionamiento de coches bomba para [...] atentados que produjeron un
significativo número de muertos y heridos constituían un delito común grave y no de carácter político. El
Estado Parte indicó igualmente que la defensa no había dado ninguna fundamentación fáctica que permitiera
conocer la procedencia o no de la aplicación del artículo 3, numeral 1, de la Convención contra la Tortura.
Las declaraciones de testigos que inculpaban a la autora, los cuales la defensa alegaba que habían sido
sometidos a tortura, habían sido rendidas sin coacción alguna, [...] en presencia tanto de los representantes
del ministerio público como de los abogados defensores.
Los comentarios de la autora
5.1. En sus observaciones [...] la autora mantenía que la extradición se realizó sin que se hubiesen agotado
los recursos judiciales, en momentos en que la Corte Suprema conocía de un recurso de amparo con
solicitud de medidas cautelares contra la decisión que acordó la extradición. En efecto, la extradición se
produjo el 3 de julio y sólo el 7 de julio de 1998 la Corte se pronunció sobre el [...] amparo, declarándolo
inadmisible así como la medida cautelar [...]. Además, el traslado al Perú se produjo por sorpresa, sin que la
fecha hubiera sido comunicada previamente a la autora o a su abogado.
5.2. La sentencia de la Corte Suprema no se refería en absoluto al contenido de los informes presentados
por la defensa, mientras que incorporaba ampliamente la opinión favorable a la extradición emitida por el
Fiscal General [...;]tampoco hacía mención de las medidas provisionales solicitadas por el Comité, a pesar
−109−

de que las mismas fueron invocadas por la defensa. Sólo el magistrado disidente se refirió a las mismas,
añadiendo [...] que no existían fundados indicios para incriminar a la autora en los hechos imputados, que las
condiciones en el Perú no garantizaban un debido proceso y que organismos internacionales se habían
pronunciado sobre la flagrante violación de derechos humanos en el Perú. La autora argumentaba
igualmente en contra de la opinión de la Corte Suprema sobre el carácter político de los delitos que se le
imputan en el Perú.
5.3. Con respecto a la solicitud de asilo la autora afirmaba que ni ella ni su abogado habían recibido
respuesta alguna [...], contrariamente a las afirmaciones del Ministro de Relaciones Interiores [...]. Según
éstas el Ministro habría comunicado a la autora mediante oficio de fecha 27 de marzo de 1998 que la
solicitud de asilo no estaba acompañada de pruebas de que era perseguida política y que la decisión final
correspondía a la Corte Suprema.
5.4. Señaló que el Estado Parte había ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de
los Refugiados [...] y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967, los cuales establecían que los
Estados tenían la obligación de crear las instancias necesarias que permitieran su instrumentación. A pesar
de ello no existían [...] procedimientos ni autoridades para garantizar que los solicitantes de asilo contaran
con las garantías propias de este derecho. Por otro lado, las autoridades del Ejecutivo [...] habían
manifestado que sólo podían pronunciarse sobre el asilo una vez que la Corte Suprema hubiera decidido
sobre la extradición. Este argumento, sin embargo, era incorrecto, al constituir el asilo y la extradición dos
instituciones jurídicas diferentes y autónomas.
5.5. La autora informó [...] que, después de su extradición, había sido condenada en el Perú a 25 años de
privación de libertad en sentencia de 10 de agosto de 1998, resultado de un proceso que no contó con las
debidas garantías. En la actualidad [...] se encuentra detenida en el Perú bajo el régimen de máxima
seguridad, el cual implica, entre otros, aislamiento celular durante el primer año (23 horas de encierro por 1
hora de patio al día) y sólo 1 hora semanal de visita familiar a través de locutorio.
5.6. [...] reconoce el derecho que asiste a los Estados [...] para luchar contra el terrorismo. Sin embargo, esta
lucha no puede llevarse a cabo violentando [...] las normas internacionales de derechos humanos. El
derecho a no ser devuelto a un país donde la vida, la libertad y la integridad de una persona está amenazada
se vería seriamente comprometido si el Estado requirente sólo tuviera que invocar una acusación de
terrorismo contra la persona pedida en extradición. Esta situación se agrava aún más si la acusación se hace
con fundamento en legislaciones nacionales antiterroristas, con tipos penales abiertos, [...] definiciones
amplias de los "actos terroristas" y [...] sistemas judiciales de dudosa independencia.
5.7. [...] mantiene que el Estado Parte ha violado la obligación de abstención que le impone el artículo 3 de la
Convención [...,] de tomar medidas para impedir que se produzcan actos de tortura [...] durante el tiempo que
dure la pena privativa de libertad impuesta por las autoridades peruanas o durante el tiempo que el Estado
peruano le mantuviere algún tipo de prohibición de abandonar el país como consecuencia de los hechos
cuya imputación motivó el proceso en su contra. Para estos efectos el Estado Parte debe implementar
mecanismos idóneos de seguimiento a las condiciones que impuso, las cuales fueron aceptadas por las
autoridades peruanas.
Cuestiones y procedimientos ante el Comité
6.1. [...] El Comité se ha cerciorado, como le exige hacerlo el [...] artículo 22, que la misma cuestión no ha
sido, ni está siendo examinada en el marco de otro procedimiento de investigación o solución internacional
[...;] observa que el Estado Parte no ha presentado objeciones a la admisibilidad de la comunicación y opina
que con la decisión de la Corte Suprema declarando inadmisible el recurso de amparo contra la sentencia
que acordó la extradición quedaron agotados todos los recursos de la jurisdicción interna. El Comité
concluye por tanto que no hay obstáculos para declarar admisible la comunicación. Dado que tanto el Estado
−110−

Parte como la autora han formulado observaciones sobre el fondo [...,] el Comité procede a examinarla en
cuanto al fondo.
6.2. La cuestión que debe dilucidar el Comité es si la extradición [...] al Perú violaría la obligación que el
Estado Parte ha contraído en virtud del artículo 3 de la Convención de no proceder a la extradición [...] a otro
Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura.
6.3. [...] debe pues decidir si hay razones fundadas para creer que la autora estaría en peligro de ser
sometida a tortura a su regreso al Perú. De conformidad con el párrafo 2 del artículo 3 de la Convención, el
Comité debe tener en cuenta, a los efectos de determinar si existen esas razones, todas las consideraciones
pertinentes, inclusive, cuando proceda, la existencia en el Estado de que se trate de un cuadro persistente
de violaciones manifiestas, patentes o masivas de los derechos humanos. Ahora bien, la existencia de un tal
cuadro no constituye en sí un motivo suficiente para decidir si determinada persona está en peligro de ser
sometida a tortura al regresar a ese país; deben existir motivos concretos que indiquen que el interesado
está personalmente en peligro. Análogamente, la falta de ese cuadro no significa que una persona no esté
en peligro de ser sometida a tortura [...].
6.4. Con ocasión del examen de los informes periódicos del Perú268 [...,] el Comité ha recibido numerosas
alegaciones procedentes de fuentes confiables sobre el uso de la tortura por funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley, en el marco de la investigación de delitos por terrorismo y traición a la patria, con el
objeto de obtener información o una confesión. El Comité considera [...] que dada la naturaleza de las
acusaciones formuladas por las autoridades peruanas para solicitar la extradición y el tipo de pruebas en que
las mismas se fundaban, tal como han sido descritas [...], la autora se encontraba en una situación en la que
existía el riesgo de que fuera sometida a detención policial y torturada a su regreso al Perú.
7. A la luz de lo antedicho el Comité, actuando en virtud del párrafo 7 del artículo 22 de la Convención
[...], estima que el Estado Parte no cumplió con su obligación de no proceder a la extradición de la
autora, lo que revela una violación del artículo 3 de la Convención.
8. Por otra parte el Comité se muestra profundamente preocupado por el hecho de que el Estado
Parte no accedió a la solicitud formulada por el Comité, en virtud [...] de su Reglamento interno, de
que se abstuviera de expulsar o extraditar a la autora mientras su comunicación estuviera siendo
examinada [...], por lo que no respetó el espíritu de la Convención. El Comité considera que el Estado
Parte, al ratificar la Convención y aceptar voluntariamente la competencia del Comité bajo el artículo
22, se comprometió a cooperar de buena fe con el mismo en la aplicación del procedimiento. En este
sentido el cumplimiento de las medidas provisionales, solicitadas [...] en los casos que [...] considera
razonables, es indispensable para poder evitar a la persona objeto de las mismas daños irreparables
que, además, podrían anular el resultado final del procedimiento ante el Comité.

268 A/50/44, párrs. 62 a 73 y A/53/44, párrs. 197 a 205.


−111−

Anexo IV: Relator Especial sobre la cuestión de la Tortura.


Seguimiento de las recomendaciones a Venezuela269

815. El Gobierno de Venezuela no proporcionó información en el 2007 sobre la implementación


de las recomendaciones del Relator Especial. Con relación a la información proporcionada por el
Gobierno en años anteriores véase por ejemplo: E/CN.4/2000/9/Add.1, párrs. 123-148; E/CN.4/2006/6/Add.2,
párrs. 404-466; A/HRC/4/33/Add.2, párrs. 732-790.
816. Once años después de su visita […], el Relator […] se complace en observar los avances del
Gobierno con relación a desarrollos normativos esenciales para la protección de los derechos humanos y, en
particular, para la prevención y represión de actos de tortura y malos tratos […y] nota con agrado que la
nueva Constitución de diciembre de 1999 otorga rango constitucional a los tratados, pactos y convenciones
relativos a derechos humanos y declara su prevalencia en el orden interno. Asimismo, […] la Constitución
impone al Estado la obligación de investigar y sancionar los delitos contra los derechos humanos, declara
imprescriptible las acciones para sancionarlos y prohíbe las amnistías o indultos para dichos delitos […]. El
Relator […] también observa […] que el Código Orgánico Procesal Penal consolida una serie de garantías
para el detenido, […] como el derecho a comunicarse de inmediato con su abogado y sus familiares, el
establecimiento de un plazo de 12 a 24 horas para que el detenido comparezca ante el juez, la prohibición
de […] confesiones bajo tortura, y el establecimiento de la detención preventiva como una medida de
carácter excepcional (ver recomendaciones (a), (b), (c) y (d)).
817. El Relator aprecia la implementación del “Plan de Humanización del Sistema Penitenciario”
emprendido por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, el cual tendría como
objetivo disminuir la violencia al interior de todos los centros penitenciarios, mejorar las condiciones de
salubridad y procurar la resocialización de los internos.
818. A pesar de estos importante avances, el Relator […] expresa su preocupación por presuntos
casos de tortura y de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otras fuerzas de seguridad
(ver CAT/C/CR/29/2, párr. 10 (b); CCPR/CO/71/VEN, párr. 8)270. El Relator también expresa su honda
preocupación por las presuntas muertes de niños bajo custodia policial (CRC/C/VEN/CO/2, párr. 36) y
las alegaciones de ejecuciones extrajudiciales cometidas por agentes estatales bajo el fenómeno de
“ajusticiamiento de delincuentes”271 […y] lamenta la supuesta ausencia de investigaciones prontas e
imparciales […], así como las presuntas amenazas y hostigamiento contra personas que impulsan
investigaciones sobre violaciones al derecho a la vida y a la integridad personal por parte de agentes
estatales.
819. […] la situación de las personas privadas de la libertad en Venezuela seguiría siendo
preocupante. Al Relator […] le preocupan las alegaciones sobre la continuidad de actos de violencia
con pérdida de vidas y lesiones físicas graves en los establecimientos carcelarios (ver
CAT/C/CR/29/2, párr. 10 (g); CCPR/CO/71/VEN párr. 11; CRC/C/VEN/CO/2, párr. 43)272. Asimismo,

269Doc. A/HRC/7/3/Add.2, de 18 de febrero de 2008, pp. 163-164 (párrs. 815-821). Seguimiento dado a las
recomendaciones del Relator Especial reflejadas en su informe sobre su visita a Venezuela en junio de 1996 (doc.
E/CN.4/1997/7/Add.3, párr. 85).

Ver también: Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Informe sobre la situación de derechos
270

humanos en Venezuela, OEA/Ser.L/V/II.118, Doc. 4 rev. 1 (2003), párr. 349.


271 Ver el Informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2006), OEA/Ser.L/V/II.127, Doc. 4 rev.

1, párr. 168.
272 Ibíd., párr. 190-192.
−112−

resulta preocupante la presunta ausencia de criterios de separación y clasificación de las personas


privadas de libertad, situación que se encontraría directamente relacionadas con el hacinamiento y
las deficientes condiciones de infraestructura, salubridad y seguridad273.
820. […] igualmente lamenta que aun no se haya tipificado a la tortura como delito específico en
la legislación venezolana, conforme a la definición prevista en el artículo 1 de la Convención […].
821. En este contexto, el Relator Especial invita al Gobierno a que continúe realizando esfuerzos para
fortalecer la protección contra la tortura.

273 Ibíd., párr. 202.


−113−

Anexo V: Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria.


Caso Cedeño c. Venezuela274

[…] 2. El Grupo de Trabajo lamenta que el Gobierno no le proporcionase la información solicitada, a pesar de
haberla requerido por carta de 28 de mayo y nota verbal de 8 de agosto de 2009.
[…] 4. Según la fuente, el Sr. Eligio Cedeño, […] de nacionalidad venezolana; […] de profesión banquero;
antiguo vicepresidente de finanzas del Banco Canarias de Venezuela; presidente de Bolívar Banco, fue
detenido el 8 de febrero de 2007 en la sede de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención
(DISIP), por funcionarios de dicha entidad, quienes no mostraron orden de detención.
6. Se afirma que […] se presentó voluntariamente en dichas dependencias, al haber sido informado de que
agentes de la referida Dirección policial tenían la intención de detenerle. Al día siguiente, el Tribunal Tercero
de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas a cargo de la Abogada Veneci Blanco García expidió la orden de detención […]. El Sr. Cedeño
se encuentra recluido en las dependencias de la DISIP en El Helicoide desde el 8 de febrero de 2007.
7. Se informa de que el Sr. Cedeño es percibido por las autoridades como una figura política contraria al
régimen. De origen muy humilde, […] logró culminar con éxito sus estudios y hacer carrera como financista.
En 1997, creó la Fundación CEDEL con el objeto de luchar contra la pobreza endémica de los barrios
marginales […] valorizando el trabajo duro y el esfuerzo personal. Se afirma que la Fundación ha brindado
asistencia a 27 escuelas; 40 centros de salud; otorgado ayuda financiera mensual a más de mil familias y
hecho importantes donaciones a “TeleCorazón”, el principal programa televisivo de recaudación de fondos.
8. La detención […] se produjo sin que se hubiese producido una previa imputación formal del delito en que
se fundaba; en este caso, el de distracción de recursos financieros, previsto y sancionado en el artículo 432
de la Ley General de Bancos […]. Según la fuente, este hecho violó el derecho del Sr. Cedeño a la defensa
y, consecuencialmente, afectó todo el proceso y principalmente el derecho al debido proceso de ley.
9. Como consecuencia, […] fue impedido de solicitar al tribunal que declarase anticipadamente la
improcedencia de la detención, violándose de esta manera el numeral 8 del artículo 125 del Código Orgánico
Procesal Penal (COPP).
10. Los dos años y tres meses que el Sr. Cedeño ha sido privado de libertad constituyen además […] una
violación de su derecho a la presunción de inocencia. No se ha acreditado en todo este largo período
ninguna responsabilidad penal. En adición, la detención […] no se funda en la peligrosidad procesal pues
[…] el peligro de fuga es inexistente. Tanto la Constitución […] de Venezuela como el Código Orgánico
Procesal Penal exigen a fiscales y jueces que acrediten peligros concretos para demandar u ordenar una
detención. En el presente caso, sin embargo, el Sr. Cedeño ha dado muestras reiteradas que su voluntad no
ha sido huir sino enfrentar el correspondiente proceso judicial. Pese a contar con medios económicos e
instrumentos suficiente para abandonar el país u ocultarse […], decidió presentarse voluntariamente a las
dependencias policiales para aclarar su situación y ponerse a derecho, siendo detenido sin previa orden de
arresto.
11. Lo anterior ha sido corroborado por la Sra. Fiscal General de la República, Dra. Luisa Ortega […] quien
ha precisado que […] la privación de libertad no debe proceder cuando el imputado se ha sometido
voluntariamente a un proceso.
12. Tampoco ha podido acreditarse […] que el Sr. Cedeño pudiese recurrir a conductas que tuviesen por
objeto obstruir el alcance de la verdad durante el proceso.

274 Opinión n° 10/2009 (Eligio Cedeño c. Venezuela), aprobada el 1 de septiembre de 2009. Doc. A/HRC/13/30/Add.1

(2 March 2010), pp. 307-326.


−114−

13. […] nunca debió ordenarse la detención de esta persona sino simplemente su comparecencia para
presentarse en juicio. Su detención preventiva resulta así arbitraria y hace presumir una voluntad política que
materializa una sanción penal anticipada sin juicio previo. […] Su mantenimiento en detención por más de
dos años y tres meses confirma la arbitrariedad de la medida. En adición, la fuente informa que los bienes
del Sr. Cedeño fueron ilegalmente confiscados luego de su arresto.
14. Según se informa, en febrero de 2003 ante una seria escasez de divisas, el Gobierno impuso un estricto
sistema de control de cambios. El Banco Central de Venezuela estableció la tasa de cambio oficial con el
dólar […] en 1.600 bolívares por dólar. Los dólares eran exclusivamente vendidos por una entidad oficial
creada para tal efecto, la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI). En junio de 2003, el Consorcio
Microstar, la principal empresa distribuidora de computadoras […], solicitó dólares a la CADIVI a través del
Banco Canarias para poder desaduanar un importante lote de computadores que había importado. Microstar
es una entidad que ha vendido cientos de millones de dólares en computadoras […]. El Banco Canarias
accedió a lo solicitado por Microstar y gestionó el otorgamiento de la divisa extranjera ante CADIVI, la cual
accedió a lo solicitado. Con posterioridad, la Administración de Aduanas de Venezuela informó de que las
computadoras no se encontraban en sus depósitos.
15. El Ministerio Público acusó al Sr. Cedeño de haber beneficiado a […] Microstar, C.A. con […] cuarenta y
tres mil millones trescientos sesenta y ocho mil cuatrocientos noventa y seis Bolívares […] para adquirir del
[…] (CADIVI) […] 27.105.310 dólares […] a un precio preferencial, en base a operaciones […] simuladas. El
Sr. Cedeño fue acusado de haberse prevalido de su condición de directivo del Banco Canarias y de haber
causado un perjuicio a la institución a la que prestaba sus servicios. La CADIVI nunca fue investigada.
16. El juicio contra el Sr. Cedeño ha estado caracterizado por graves faltas del Ministerio Público y por
abusos judiciales. El Ministerio Público no pudo probar sus imputaciones durante el juicio oral. Por el
contrario, quedó demostrado que las operaciones financieras no fueron simuladas, sino reales; que el Sr.
Cedeño no tenía relación con las compañías con las cuales se realizaron las operaciones financieras […] y
que el Banco Canarias no sufrió perjuicios. Se acusó también al Sr. Cedeño de complicidad en los delitos de
contrabando por simulación de importación y estafa cambiaria. El Ministerio Público no pudo aportar pruebas
[…].
17. El Código Orgánico Procesal Penal (COPP) establece en su artículo 244 que las medidas de coerción
penal no pueden exceder de dos años. Sólo podrá concederse una prórroga cuando la duración desmedida
del proceso sea atribuible al imputado o a sus defensores. En el presente caso, la dilación ha provenido
siempre del Estado […].
18. Evacuadas las pruebas, las acusaciones fiscales fueron desvirtuadas por la defensa. Al momento de
convocarse al acto de Conclusiones, que precede a la sentencia, la Fiscalía recusó, ilegal y
extemporáneamente, a la Juez de juicio. Apelada la medida, se declaró inadmisible […]. Acto seguido, la
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia requirió el expediente, lo que paralizó la emisión
de la sentencia. Lo hizo atendiendo a una olvidada solicitud de avocamiento efectuada ocho meses antes.
19. El artículo 244 del COPP precisa que no se podrá ordenar una medida de detención cuando ésta
aparezca desproporcionada en relación con la gravedad del delito, con las circunstancias de su comisión y
con la posible sanción. Pese a ello, […] la Fiscal Lisette Rodríguez Peñaranda solicitó a la Sala de Casación
Penal la prórroga del juicio con reo en cárcel […,] última de una serie de maniobras […] por demorar el
desarrollo del proceso judicial y la emisión de la sentencia, con el objeto de mantener al Sr. Cedeño en
situación de castigo penal sin haber sido nunca declarado culpable. Entre estas medidas dilatorias la fuente
menciona:
a) Paralización del proceso por vacaciones de los miembros del Ministerio Público durante los meses de
agosto y diciembre de 2007 y de 2008;
b) Paralización por los días de depuración de los escabinos (legos que colaboran con el juez);
c) No presentación de los representantes de la Fiscalía a cuatro importantes audiencias judiciales […];
d) Recusación de cinco jueces en la etapa de juicio;
−115−

e) Ausencia de los fiscales en la etapa conclusiva.


20. La fuente precisa que pese a que el artículo 335 del COPP establece un plazo máximo de suspensión
del juicio oral de diez días, éste ha sido paralizado durante diez meses, sin que la Sala de Casación Penal
hubiese emitido el pronunciamiento que estaba obligada a emitir en un plazo máximo de 30 días.
21. […] en la imputación por distracción de fondos el Ministerio Público ha cometido graves irregularidades.
Ello obligó a la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia a anular el 4 de mayo de 2009
(Acta número 73) las acusaciones fiscales del Ministerio Público en lo que respecta al delito de distracción
de recursos financieros así como los actos consecutivos que de los mismos emanaren o dependieren. […]
Sin embargo, dispuso mantener la medida de privación judicial preventiva de libertad […] sin atender a los
dos años y tres meses que […] ha pasado en los calabozos de la sede policial sin haber sido hallado
culpable.
22. Según dicho auto, el juicio oral vuelve a fojas cero y el Ministerio Público debe proceder a una nueva
imputación del Sr. Cedeño que debe ser hecha esta vez de conformidad con la ley y en un plazo de 45 días.
23. La acusación que se presentó […] con fundamento en el delito de distracción de recursos financieros
tuvo como presupuesto una investigación preliminar en la que se cercenó su derecho a la defensa material.
El 16 de marzo de 2007, el Juzgado Tercero de Control dictó un auto mediante el cual prohibió que el Sr.
Cedeño pudiera trasladarse el Ministerio Público para enterarse personalmente del contenido de las actas
del proceso, en violación flagrante del artículo 49 numeral 1 de la Constitución y de los artículos 12 y 125,
numeral 7, del CCPP. Se impidió así al imputado conocer el contenido de la investigación a la que estaba
sometido y de las actas procesales. Ello nulificó […] el cabal ejercicio del derecho a la defensa material. La
investigación preliminar […] resultó de esta manera afectada por graves vicios de inconstitucionalidad.
24. El Ministerio Público ha también afectado el derecho a la defensa del Sr. Cedeño al no señalar en su
acusación las razones que le permitieron efectuar la tipicidad. En ningún momento la Fiscalía realizó la
necesaria adecuación de los hechos a las normas jurídicas cuya aplicación requirió. La defensa tuvo así que
confrontar simples adivinanzas y suposiciones.
25. La acusación no precisa cuál es la conducta irregular que se reprocha […;] qué operaciones beneficiaron
ilegalmente a […] Microstar; […] por qué hubo un beneficio ilegal; no hay un solo cuestionamiento, ni serio ni
superficial, a dichas operaciones. El Ministerio Público se limita a afirmar generalidades y a una imputación
tácita, no expresa, lo que obstaculiza gravemente una defensa efectiva.
26. Los Fiscales se han limitado durante el proceso a afirmar que las referidas operaciones eran irregulares,
pero en ningún momento han precisado en qué consistía la supuesta anomalía.
27. En la promoción de múltiples pruebas, el Ministerio Público tampoco cumplió con establecer […] el hecho
que pretendía acreditar con ellas, ni la utilidad que las mismas representaban con respecto al proceso. En
clara violación del numeral 5 del artículo 326 del CCPP, se cercenó el derecho de la defensa a contra-
probar.
28. No solamente se negó al Sr. Cedeño el acceso al expediente, obstaculizando su defensa material, sino
que se violó el derecho a la defensa:
a) Por defectos substanciales de forma de la acusación relativa al delito;
b) Por falta de señalamiento claro, preciso y circunstanciado del elemento fáctico que funda el delito;
c) Por falta de motivación de la correcta adecuación del hecho atribuido y relacionado con el delito;
d) Por ilegalidad en el ofrecimiento de los medios de prueba que el Ministerio Público presentó en juicio.
29. La defensa opuso en estos casos las excepciones contempladas en los literales (e) e (i) del numeral 4
del artículo 28 del COPP. Dichas excepciones fueron inmediatamente resueltas, de manera negativa, por la
Juez Tercero de Control en la fase intermedia del proceso.
−116−

30. […] la misma Juez de Control a quien correspondió conocer hasta en tres oportunidades de la medida
privativa de libertad, ha sido la misma: a) Que conoció acerca de la admisibilidad de las pruebas promovidas
por la defensa; () Quien dictó un auto mediante el cual las negó casi todas. Todo ello resultó en la
indefensión del imputado en la fase de juicio.
31. En contra de lo establecido por los instrumentos internacionales, el mismo juez que acuerda la privación
de libertad durante la fase preparatoria, actúa también en Venezuela en la fase intermedia; se pronuncia
sobre la admisibilidad de la acusación e incluso, dicta el auto que obliga a ir a juicio. El mismo juez que
ordena la privación de libertad se pronuncia luego sobre la probabilidad de condena. Resulta así un juez
prejuiciado. En el presente caso, la Juez Tercero de Control:
a) Dictó la medida privativa de libertad;
b) Ante la oposición efectuada, determinó la legalidad de la misma;
c) En la fase intermedia, desechó diversas solicitudes de nulidad efectuadas por la defensa;
d) Rechazó los alegatos de que el hecho atribuido no constituía delito;
e) Ordenó la apertura a juicio;
f) Evaluó por tercera vez la alta probabilidad de condena;
g) Declaró la legalidad de todas sus decisiones anteriores.
32. Se ha violado así, en el presente caso, el derecho del imputado a ser juzgado por un juez imparcial.
33. La fuente agrega que sobre la base de consideraciones de carácter político, el Sr. Cedeño ha sido
también posteriormente imputado con otros delitos que no fueron […] mencionados como base para su
detención. Así se le atribuyó complicidad en la comisión de un delito de contrabando por simulación de
importación. La acusación fiscal no establece qué conducta […] permite al Ministerio Público atribuirle
complicidad en dicho delito. Sólo se dice que “respaldó al representante de Microstar y le suministró los
medios para la comisión del delito”. Pero no establece cómo lo respaldó, ni qué medios le suministró. El
Ministerio Público violó así también el numeral 2 del artículo 326 del COPP, […] presupuesto y requisito sine
qua non para el cabal ejercicio del derecho a la defensa. Ni siquiera hay mención discriminada, separada, de
los elementos que pretenden acreditar uno u otro delito.
34. Esta grave confusión del Ministerio Publico resultó en la total indefensión del imputado, impidiéndose la
promoción de pruebas dirigidas a destruir o enervar dichos elementos, obstaculizándose de manera grave el
ejercicio de la defensa y afectándose de manera seria el debido proceso de ley.
[…] 36. El Ministerio Público, durante más de dos años y tres meses, no solamente ha violado seriamente el
derecho a la defensa del Sr. Cedeño sino que además ha incurrido en una grave ilegalidad al ofrecer actas
de allanamiento como pruebas documentales.
37. Además, la fuente denuncia otro hecho grave: el Ministerio Público pretendió ejercer una acción penal
inexistente para lograr una sentencia condenatoria arbitraria al referir que un delito de estafa cambiaria se
habría consumado entre agosto y octubre de 2003 sin considerar que dicho delito tiene un término de
prescripción de tres años, según […] el artículo 108, numeral 5, del Código Penal. Consecuentemente, la
prescripción ordinaria de la acción penal operó ya entre agosto y octubre de 2006. El Ministerio Público
pretendió en abril de 2007 interrumpir una prescripción que había ya operado por expreso imperio de la ley.
38. En resumen, el proceso al que está sometido el Sr. Cedeño muestra una serie de graves irregularidades
y de violaciones a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; al Código Penal; al Código
Orgánico Procesal Penal: a reiterada jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia y a la doctrina jurídica
internacional y venezolana.
39. El Sr. Cedeño ha venido también siendo víctima de una campaña de insultos, calumnias y difamaciones
en medios de comunicación afines a las autoridades gubernamentales. Así, el 23 de marzo de 2009, en una
edición del Programa “Los papeles de Mandinga” de Venezolana de Televisión, […] fue calificado de “Choro,
−117−

choro, ladrón delincuente, que propició, realizó, efectuó una estafa con […] Microstar, que obtuvo un
chorrerón de dólares de CADIVI para efectuar una importación de equipos electrónicos que jamás ingresaron
a Venezuela. Estos tipos están acostumbrados a derrochar, a vivir, a mandar, a hacer lo que les da la gana.
Su abogado es un traidor a la patria, un delincuente; él mismo es un pelón, un traidor que odia a Venezuela,
que amparado en los miedos y en la desesperación del malandro de Cedeño le está sacando real, pero
como monte; plata como arroz”.
40. La fuente concluye que […] Cedeño está detenido desde hace más de dos años y tres meses sin juicio
definitivo ni sentencia por un supuesto delito […] que los fiscales no han podido probar hasta el momento
[…]. Según la fuente, pese a todas las violaciones constitucionales y legales cometidas y todas las
irregularidades procesales, no existen elementos para poder demostrar que es culpable.
41. La jurista Yuri López, quien se pronunció en favor del Sr. Cedeño, ha tenido que abandonar el país y
solicitar asilo político en los Estados Unidos de América, después de recibir serias amenazas de sus
superiores en la Judicatura de que “su vida sería destruida” y luego del intento de secuestro de uno de sus
hijos. El antiguo Fiscal Hernando Contreras declaró en noviembre de 2008 que el Ministerio Público había
sobornado testigos para que testimoniasen en contra del Sr. Cedeño.
42. La fuente expresa el temor de que ante la imposibilidad de que se le pueda imponer al Sr. Cedeño una
sanción judicial, esta persona pueda ser víctima de actos en agravio de su integridad física o psicológica.
43. […] concluye que el Sr. […] Cedeño ha sido privado arbitradamente de su libertad durante más de dos
años y tres meses y sujeto a un proceso penal que adolece de graves irregularidades y violaciones del
derecho a la defensa y al debido proceso. Su detención sin condena desde el 8 de febrero de 2007 es
contraria a las normas contenidas en la Declaración Universal […]; en el Pacto […], en la Constitución […];
en el Código Penal […] y en el Código Orgánico Procesal Penal […].
44. El Grupo […] solicitó al Gobierno en dos oportunidades información oportuna y detallada sobre
estas alegaciones, sin recibir respuesta.
45. […] según sus Métodos de trabajo aprobados en 1991 y aprobados por la antigua Comisión […] y hoy
por el Consejo, sólo es posible considerar arbitraria una privación de libertad por alguna de las tres
categorías ahí mencionadas.
46. […] cabe desestimar la categoría I, pues la privación de libertad […] emana de una orden judicial, a
solicitud del Ministerio Público, lugar este último al que se presentó voluntariamente esta persona […],
advertida de la decisión del referido Ministerio Público. […]
47. […] también debe desestimarse la calificación de arbitrariedad de la detención por la Categoría II, toda
vez que la detención se funda en la supuesta comisión de delitos comunes, y no en el ejercicio legítimo de
derechos humanos consagrados en la Declaración Universal […], en el Pacto […] o en otro instrumento
sobre la materia. En parte alguna de la comunicación de la fuente […] se señala cuál o cuáles derechos
habría ejercido el Sr. Cedeño, que hubiesen motivado su detención. Es cierto que la fuente informa que “[…]
es percibido por las autoridades como una figura política contraria al régimen”, pero no acusa de ser ése el
motivo de su privación de libertad. Más aún, también se entrega información sobre que el inculpado y su
abogado habrían sido injuriados con graves epítetos. Pero también es cierto que los insultos y
descalificaciones no son emitidas sino en marzo de 2009, es decir más de dos años después de su privación
de libertad.
48. Corresponde analizar si se trata de la Categoría III, es decir si en la especie ha habido una
“inobservancia, total o parcial, de las normas internacionales relativas al derecho a un juicio imparcial,
enunciadas en la Declaración Universal […] y en los pertinentes instrumentos internacionales aceptados por
los Estados […] que sea de una gravedad tal que confiera a la privación de libertad […] un carácter
arbitrario”. Como ha sostenido el Grupo […] en Opiniones anteriores, “[…] no ha sido concebido como un
tribunal de última instancia, que […] deba evaluar la prueba rendida en un juicio contra un detenido, tanto en
la etapa de investigación como en la posterior sentencia definitiva. No es su mandato y por lo demás, le es
imposible hacerlo sin un estudio en profundidad del expediente, salvo que la sentencia se apoye utilizando
como prueba una confesión obtenida bajo tortura”. Y ha agregado que “Así, si el auto de procesamiento —o
la Sentencia definitiva— en un proceso por un delito común (y no por un delito en que la acción impugnada
−118−

es el ejercicio de uno de los derechos mencionados en la Categoría II de las consideradas por el Grupo), se
ajustan o no a los elementos de convicción que obran en el expediente, no es un análisis que competa al
Grupo de Trabajo. Sí lo sería si el Tribunal hubiese denegado admitir una prueba ofrecida por el acusado, y
se trataría de una eventual infracción mencionada en la Categoría III y la detención podría ser arbitraria”.
49. La mayor parte de las alegaciones contenidas en la comunicación […] se refieren a la naturaleza de los
hechos considerados como delitos; a debilidades de la prueba; a no haberse acogido una excepción
perentoria, y, en consecuencia, el Grupo […] no podría pronunciarse sobre la procedencia de las
alegaciones.
50. Según la comunicación, la primera anomalía del proceso habría sido la de haberse practicado la
detención antes que la orden emanada de la autoridad judicial competente la hubiese emitido. El beneficiario
de la comunicación dice haber sido detenido el 7 de febrero de 2007, mientras que la orden habría sido
emitida el día siguiente. No obstante, a juicio del Grupo de Trabajo, lo que el Pacto […] exige es que “Toda
persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales” (artículo 9, párrafos 2 y 3 del Pacto […]).
De donde se desprende que, si bien la infracción a la legislación venezolana de orden previa —exigida por
todas las legislaciones—, el hecho que el detenido haya sido puesto a disposición del tribunal o autoridad
judicial competente el mismo día del arresto, puede considerarse una infracción a las normas del debido
proceso de derecho, pero no de “una gravedad tal que confiere a la privación de libertad, en cualquier forma
que fuere, un carácter arbitrario”.
51. Alega la comunicación que también se han transgredido los derechos de toda persona a ser juzgada
dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las personas que hayan de
ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que
aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las diligencias
procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo. Así está previsto en el párrafo 3 del artículo 9 del Pacto
ya citado.
52. El Grupo de Trabajo estima que estas normas relativas al debido proceso de derecho constituyen
violaciones que sí le dan a la privación de libertad del Sr. Cedeño el carácter de arbitraria, y ello
porque:
a) El juicio ha estado paralizado largo tiempo por inercia de la Procuraduría, sin que el Gobierno haya
justificado esta dilación, en violación de lo consagrado en el artículo 14 del Pacto […];
b) […] la larguísima detención preventiva supera ya los dos años y seis meses, siendo que la legislación
[…] obliga a otorgar la libertad provisional a los dos años de la detención (artículo 244 del Código
Orgánico Procesal Penal). Más injustificada es la denegación de este derecho dado […] que el Sr.
Cedeño, al tener noticia de la existencia de una orden de detención (que en realidad no se había aún
dictado), concurrió voluntariamente al Tribunal […] y, al encontrarlo cerrado, se presentó a la Dirección
de los Servicios de Inteligencia y Prevención […], lo que demuestra que no ha habido interés alguno de
escapar a la justicia.
53. Habida cuenta de lo que antecede, el Grupo […] emite la siguiente Opinión: La privación de
libertad […] es arbitraria, ya que contraviene a lo dispuesto en los artículos 9, 10 y 11 de la
Declaración Universal […], y 9, 10 y 14 del Pacto […], y corresponde a la categoría III de las
categorías aplicables […].
54. […] pide al Gobierno […] que ponga remedio a la situación […] de conformidad con las
disposiciones de la Declaración Universal […] y el Pacto […], mediante la concesión de la libertad
provisional hasta la terminación del juicio, adoptando […] medidas para que el proceso […] no sufra
nuevas dilaciones indebidas.
−119−

Anexo VI: Consejo de Derechos Humanos


Mecanismo de Examen períodico universal
Grupo de Trabajo: consideración del informe de España 275

Introducción
1. El Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal (EPU), establecido de conformidad con la
resolución 5/1 del Consejo de Derechos Humanos, celebró su octavo período de sesiones del 3 al 14 de
mayo de 2010. El examen de España se llevó a cabo en la quinta sesión, el 5 de mayo de 2010. […] En la
novena sesión, celebrada el 7 de mayo de 2010, el Grupo de Trabajo aprobó el presente informe sobre
España.
2. […] el Consejo de Derechos Humanos eligió al siguiente grupo de relatores (troika) para facilitar el
examen de España: Chile, India y Sudáfrica. […]
I. Resumen de las deliberaciones del proceso de examen
A. Exposición del Estado examinado
5. La delegación de España reconoció que la preparación del informe nacional había dado al Gobierno la
oportunidad de determinar sectores en los que podían hacerse mejoras, adquirir una mayor conciencia de
las cuestiones pendientes y comparar la experiencia de España con las de otros Estados Miembros de las
Naciones Unidas. La delegación estaba convencida de que las conclusiones serían útiles para la mejora de
los mecanismos de protección existentes.
6. La historia reciente de España hace que el país vincule estrechamente la protección y el desarrollo de los
derechos humanos con el fortalecimiento de la democracia. Los derechos fundamentales son un elemento
básico del estado de derecho. Para la actual administración, la promoción de los derechos humanos es una
prioridad política. Este compromiso se refleja claramente en los planos internacional y nacional, así como en
las iniciativas legislativas y políticas del sector público. Otra manifestación de este compromiso fue la
creación del Ministerio de Igualdad, que se encarga, entre otras cosas, de erradicar la discriminación y la
violencia sexista.
7. […] España ha ratificado la mayoría de los tratados internacionales y regionales de derechos humanos,
como el Protocolo facultativo de la Convención contra la Tortura (2006), la Convención sobre los derechos
de las personas con discapacidad y su Protocolo Facultativo (2007) y la Convención Internacional para la
Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas (2009). Actualmente el Congreso
está en vías de autorizar la ratificación del Protocolo Facultativo del Pacto de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales.
8. Se han registrado […] mejoras en la legislación nacional, como la reciente aprobación de […] la Ley
integral contra la violencia de género […], la reforma del Código Civil para permitir los matrimonios entre
personas de un mismo sexo […], la Ley orgánica para la igualdad efectiva de género […] y la Ley de
promoción de la autonomía personal y la atención a las personas en situación de dependencia […].
9. […] la delegación destacó la adopción, en 2008, del Plan de Derechos Humanos, que está basado en la
igualdad, la no discriminación y la integración e incluye garantías en materia de derechos humanos. […]
10. […] con los Objetivos de Desarrollo del Milenio se refleja en el constante crecimiento del porcentaje del
producto interno bruto (PIB) asignado a la cooperación para el desarrollo. En el año en curso, la cooperación
[…] alcanzará seguramente el 0,51% del PIB, y el Gobierno sigue decidido a lograr el objetivo del 0,7% del
PIB. […]
11. Los inmigrantes constituyen el 10% de la población española. España está absolutamente decidida a
construir un cuerpo de políticas públicas en materia de integración, basado en un modelo intercultural […].

275 Doc. A/HRC/15/6, 16 de junio de 2010, 26 p.


−120−

12. La presidencia española de la Unión Europea (UE) ha promovido medidas para aumentar la participación
de las instituciones de la UE en la promoción de los derechos humanos. Así, por ejemplo, España está
tratando de conseguir que la UE ratifique el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos
[…].
13. […] España no ha renunciado nunca al estado de derecho ni al derecho internacional en su respuesta a
los actos terroristas.
[…] 15. […] varios acontecimientos dignos de mención […] contribuyen a dar una perspectiva actualizada de
la situación de los derechos humanos. En marzo de 2010 se publicaron dos instrumentos de ratificación en el
Boletín Oficial del Estado, uno relativo a la Convención sobre Municiones en Racimo (19 de marzo) y el otro
al Protocolo Nº 13 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos […] sobre la
abolición de la pena de muerte en todas las circunstancias. Además, […] el Presidente […] puso en marcha
en Ginebra una iniciativa encaminada a establecer una comisión internacional contra la pena capital.
Asimismo, […] el Gobierno aprobó un informe sobre las medidas necesarias para armonizar la legislación
española con la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y su Protocolo facultativo
[…y] se aprobó la Ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
16. […] la delegación mencionó que, el 29 de enero, la actual administración había adoptado el Programa de
Reasentamiento de Refugiados […] y había establecido un Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura
[…;] esta responsabilidad se confiará al Defensor del Pueblo.
B. Diálogo interactivo y respuestas del Estado examinado
17. En el diálogo interactivo hicieron declaraciones 55 delegaciones […]. Las recomendaciones formuladas
durante el diálogo se consignan en la sección II del presente informe.
18. Varias delegaciones reconocieron la actitud constructiva del Gobierno español hacia el mecanismo del
examen periódico universal y elogiaron a la delegación por su detallada e informativa exposición del informe
[…]
19. Nicaragua reconoció los logros conseguidos respecto de los marcos normativos para las instituciones
públicas españolas, y su cooperación con terceros países. Lamentó que España no hubiese desempeñado
un papel decisivo en la Unión Europea en lo tocante a problemas tales como la migración. Expresó su
preocupación por la insuficiente protección de los sectores más vulnerables afectados por la discriminación.
Destacó la importancia de concienciar a la sociedad respecto de la diversidad y aplaudió el Plan Nacional de
Derechos Humanos. […]
20. Colombia reconoció los esfuerzos desplegados por España en su lucha por el terrorismo, expresó su
solidaridad con esta lucha y la alentó a atenerse a su resolución de respetar los derechos humanos. Expresó
su aprecio por los progresos […] contra la discriminación y el respeto de los derechos de las parejas
homosexuales. Acogió con satisfacción el plan para prevenir la violencia sexista entre los inmigrantes
extranjeros. […]
21. México señaló […] con satisfacción los esfuerzos […] por mejorar el marco institucional y normativo para
la protección de los derechos humanos, y la felicitó por haber ratificado la mayoría de los tratados de
derechos humanos y por su constante cooperación con los procedimientos especiales. Reconoció los
problemas a que hacía frente España en su lucha contra el terrorismo. […]
22. […] Bolivia destacó los logros […] en […] la igualdad de trato de hombres y mujeres. Observó que
quedaba mucho por hacer respecto de la violencia contra las mujeres, ya que las disposiciones de la ley de
medidas de protección integral contra la violencia de género no se aplicaban a las migrantes en situación
irregular. Respecto de la igualdad entre los nacionales y los extranjeros, el Estado Plurinacional de Bolivia
alentó a España a seguir aplicando políticas públicas de integración social. […]
23. […] Rusia expresó su solidaridad con los esfuerzos de España por combatir el terrorismo internacional
sin dejar de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales. En relación con los derechos de
los migrantes y las minorías nacionales, y la lucha contra el racismo y la xenofobia […] pidió información
adicional sobre las actividades del Fondo de apoyo a la acogida e integración social de inmigrantes. […]
−121−

24. Cuba felicitó a España por su Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración, pero expresó su
preocupación por la intolerancia y el racismo de que eran víctimas los migrantes. Señaló los esfuerzos de
promoción de la memoria histórica y pidió que se hicieran nuevos esfuerzos para identificar y exhumar los
restos de las víctimas y enjuiciar a los responsables de los crímenes cometidos durante la dictadura.
Preguntó acerca de la presunta utilización del territorio español para el tránsito frecuente de vuelos secretos
de la […] (CIA) y las medidas adoptadas para identificar a los responsables. […]
25. El Brasil destacó […] los problemas del desarrollo socioeconómico, la lucha contra la discriminación y la
promoción de los derechos de los trabajadores migratorios. Preguntó por las políticas aplicadas en pro de los
derechos de los migrantes y los esfuerzos por combatir el terrorismo; las medidas para combatir la
discriminación, la violencia y la trata de niños y mujeres; las políticas y los marcos jurídicos para combatir la
discriminación, y los eventuales efectos de la crisis económica en los derechos humanos. […]
26. Belarús […] (s)eñaló los problemas […] en las esferas social y económica, así como sus preocupaciones
de seguridad. Expresó su preocupación por la llegada a las Islas Canarias de niños migrantes no
acompañados que eran acogidos en centros inadecuados. Señaló los esfuerzos de España para combatir la
trata de personas. Expresó su preocupación por la persistencia de la violencia contra las mujeres. […]
27. Argelia […] (o)bservó que se había producido un aumento de los actos de intolerancia y los incidentes de
violencia racial contra inmigrantes y personas de diferente etnia o religión. Alentó a España a proseguir su
lucha contra la trata de personas y la felicitó por sus esfuerzos para incrementar la ayuda para el desarrollo
[…].
28. Los Estados Unidos […] observaron que España seguía teniendo problemas con los niños migrantes y
refugiados no acompañados. Expresaron su interés por […] los planes […] para aplicar su Plan de Derechos
Humanos, así como los progresos logrados en la ejecución del Plan […] para el Desarrollo de la Población
Gitana. […]
29. El Pakistán señaló la adhesión de España a la promoción y la protección de los derechos humanos, y
acogió favorablemente los esfuerzos por conceder la igualdad de derechos a los no nacionales. Preguntó si
las medidas adoptadas por el Gobierno eran suficientes para solucionar todos los problemas de derechos
humanos en el país. Pidió también a la delegación que explicase las medidas concretas que tenía previsto
adoptar para dar un carácter menos político al Consejo y a sus mecanismos. […]
30. La Argentina felicitó a España por sus esfuerzos de promoción de la igualdad entre los géneros, así
como por las reformas destinadas a erradicar la violencia sexista y a registrar los casos de violencia contra la
mujer. […]
31. Egipto observó […] problemas relacionados con actos de intolerancia e incidentes de violencia racial
contra migrantes y personas de diferentes orígenes étnicos o religiosos, que continuarían produciéndose si
no había una resuelta voluntad política de combatirlos. […]
32. Marruecos felicitó a España por la integración de los inmigrantes y la protección de los derechos de los
trabajadores migratorios, así como por su lucha contra el racismo y la xenofobia. […] Preguntó qué medidas
adoptaría […] para reforzar la eficacia de su nuevo Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia.
Solicitó también que se aclarase la contribución de España a la seguridad alimentaria mundial en el marco
del tercer Plan Director de la Cooperación Española.
33. Noruega afirmó que, a pesar de las amplias medidas […] para promover la igualdad entre los géneros y
acabar con la discriminación contra la mujer, persistían las disparidades salariales de que eran víctimas las
mujeres y el predominio de los trabajos temporales o de jornada parcial en el empleo de la mujer, como
había destacado el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer en
2009. Dijo que este Comité había señalado también que los casos de violencia contra la mujer iban en
aumento y preguntó qué se había hecho para aplicar las recomendaciones del Comité a ese respecto. […]
34. […] Irán expresó su grave inquietud por el reiterado uso del espacio aéreo y los aeropuertos españoles
por parte de un tercer país para actos secretos de entrega y detención, la preocupante situación en los
centros de detención para extranjeros, la discriminación contra las minorías y los migrantes por motivos de
origen étnico y religioso y el alarmante fenómeno de la trata de personas. […]
−122−

35. El Uruguay elogió la adopción del Plan Nacional de Derechos Humanos y su evaluación periódica, así
como las buenas prácticas […] en la prevención de la discriminación basada en la orientación sexual.
Aunque el Uruguay acogió favorablemente las iniciativas para proteger los derechos de los migrantes,
expresó su preocupación por la situación de los trabajadores migratorios en situación irregular. Destacó la
labor del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia y acogió favorablemente los planes destinados a
lograr la igualdad entre los géneros y combatir la violencia contra la mujer. […]
36. Dinamarca pidió […] más información sobre sus esfuerzos para acabar con la violencia contra las
mujeres […;] que explicase sus medidas destinadas a garantizar que no se produjeran actos de tortura o
malos tratos por parte de funcionarios públicos, y preguntó si España tenía el propósito de incluir en su
Código Penal una definición de tortura acorde con sus obligaciones dimanantes de la Convención contra la
Tortura. […]
37. La República Checa reconoció el alto porcentaje de mujeres en el Gobierno de España y las firmes
medidas adoptadas para combatir la discriminación y la violencia contra las mujeres. […]
38. Palestina […] elogió a España por sus esfuerzos de promoción del derecho al agua y el saneamiento, las
medidas […] para combatir la pena de muerte y el apoyo al proceso de paz en el Oriente Medio. […]
39. Nigeria observó que España todavía no había ratificado la Convención […] sobre […] los derechos de
todos los trabajadores migratorios y de sus familiares […]. Expresó su preocupación por los casos de
inmigrantes que sufrían discriminación racial y preguntó qué se hacía para resolver ese problema […e] instó
a España a observar los principios de la Convención contra la Tortura y a mejorar los procedimientos de
deportación. […]
40. Bangladesh señaló con aprecio el marco legislativo y político de España para la protección de los
derechos humanos […y] la política española en materia de migración y los problemas que enfrentaba el país
para garantizar los derechos de los migrantes, así como los incidentes […] de intolerancia y violencia contra
migrantes y otras minorías. Señaló también la situación de las mujeres, en particular las mujeres migrantes y
las pertenecientes a minorías étnicas o religiosas. […]
41. Panamá acogió con satisfacción el Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos con Fines
de Explotación Sexual. En lo referente a las preocupaciones expuestas por el Comité para la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación Racial y por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados respecto de las minorías étnicas y los extranjeros, […] preguntó si España adoptaría un
plan nacional de acción contra el racismo y la xenofobia que incluyese información sobre la compilación de
datos respecto de los incidentes racistas, así como un marco institucional adecuado. […]
42. Costa Rica elogió los cuatro pilares de la seguridad social […]. Felicitó a España por sus buenas
prácticas en […] derechos de los extranjeros y las políticas en materia de asilo y refugio, la política de
igualdad de trato y la lucha contra la violencia sexista […;] elogió la contribución de España a la abolición de
la pena de muerte y su promoción de la Alianza de Civilizaciones, y reconoció los problemas en la lucha
contra el terrorismo. […]
43. El Perú reconoció el compromiso […] con la promoción de los derechos humanos, como se demostraba
[…] en la adopción del Plan Nacional […]. Consideró particularmente positiva la adopción de la Ley Nº
52/2007, relativa al derecho a la reparación moral de las víctimas de la dictadura. […]
44. Los Países Bajos expresaron su preocupación por el modo en que se procesaban los datos en los
servicios judiciales y por […] que los planes para actualizar esos procesos […] no hubieran dado los
resultados deseados. Observaron también que entre 2002 y 2009 más de 250 agentes de policía y guardias
de prisión habían sido condenados por delitos […] y que persistía el problema de la detención en régimen de
aislamiento. […]
45. Indonesia elogió a España por […] que considerase los derechos humanos un elemento básico de la
política gubernamental y por su promoción del diálogo cultural por conducto de la Alianza de Civilizaciones.
Felicitó a España por las leyes que reconocían a los migrantes derechos similares a los que asistían a los
ciudadanos españoles […y] el Plan Integral de Lucha contra la Trata de Seres Humanos […].
−123−

46. Malasia encomió a España por su adhesión a la protección de los derechos humanos y por los progresos
logrados a este respecto […]. Otro hecho encomiable era la promoción de la Alianza de Civilizaciones. Al
tiempo que tomaba nota de las iniciativas emprendidas para combatir el racismo, […] expresó su
preocupación por los frecuentes actos de intolerancia y violencia racial contra migrantes y miembros de las
minorías étnicas. […]
47. Nueva Zelandia acogió con satisfacción los planes de acción adoptados para luchar contra la explotación
sexual y laboral. […]
48. El Reino Unido […] tomó nota de la intención de España de designar al Defensor del Pueblo como
mecanismo para la prevención de la tortura y preguntó cómo iba a garantizar el Gobierno que el Defensor
del Pueblo estuviera en posesión de las facultades y los recursos requeridos para actuar con eficacia.
Preguntó también si el Plan Estratégico de Integración y Ciudadanía había tenido éxito, y qué resultado
habían dado las iniciativas de España para prevenir la desigualdad racial y religiosa. […]
49. Alemania elogió a España por la institución del Defensor del Pueblo. Preguntó qué había hecho España
para cumplir las recomendaciones del Comité contra la Tortura, que le había pedido que asignase recursos
suficientes a fin de que el Defensor del Pueblo pudiese fungir como mecanismo nacional para la prevención
de la tortura […y] de qué manera había proseguido […] sus esfuerzos por reducir el número de suicidios y
muertes violentas en los lugares de detención.
50. Filipinas observó que la definición nacional de trata debería ser conforme con las normas internacionales,
señaló la necesidad de identificar mejor a las víctimas, incluidos los menores, y pidió información al respecto.
[…]
51. Francia felicitó a España por la reciente ratificación del Protocolo Nº 13 del Convenio Europeo […],
relativo a la abolición de la pena de muerte en todas las circunstancias, y pidió que la Constitución de
España se armonizase con el Protocolo. Preguntó también si España crearía instrumentos transparentes
para evaluar las denuncias y condenas por actos e incidentes de naturaleza xenófoba o racista. […]
52. La delegación de España dio explicaciones acerca de las cuestiones planteadas durante el diálogo
interactivo. Respecto de la cuestión de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de
todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, dijo que España no había rechazado la idea de
adherirse […], aunque creía que ese instrumento adolecía de defectos jurídicos. […]
53. Con respecto a la población romaní, la delegación reconoció la importancia de promover los medios de
integración social […]. El 9 de abril, el Gobierno había adoptado un plan de acción con esta finalidad para el
período comprendido entre 2010 y 2012.
54. Respecto de la utilización de aeropuertos españoles para operaciones de entregas secretas por terceros
países, la delegación repitió la posición de su Gobierno en el sentido de que el respeto por los derechos
humanos debía ocupar el lugar central en la lucha contra el terrorismo. Además, el Ministro de Asuntos
Exteriores había proporcionado amplia información […] al Congreso de los Diputados y al Parlamento
Europeo.
55. En cuanto a la definición de desaparición forzada, la delegación indicó que se había incluido en el Código
Penal en 2004.
56. En lo relativo a la definición de tortura y a la detención en régimen de aislamiento, la delegación indicó
que la definición de tortura era conforme con el derecho internacional […e] insistió en que no existía ningún
régimen jurídico especial contra el terrorismo. Además, las detenciones en régimen de aislamiento eran por
un plazo breve y […] supervisadas por el poder judicial.
[…]
79. La delegación de España procedió a responder las preguntas formuladas. Respecto de la cuestión de los
migrantes, hizo una descripción del marco jurídico e institucional vigente. Concretamente, explicó que la Ley
Nº 2/2009 había ampliado el alcance de los derechos reconocidos a los trabajadores migratorios.
−124−

80. Además, el Plan de Acción de Derechos Humanos preveía una estrategia global para combatir el
racismo y la xenofobia, con actividades de compilación de datos y redes de asistencia para las víctimas.
81. La delegación afirmó que las políticas de igualdad de oportunidades comprendían las categorías de la
violencia sexista, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y la no discriminación por otros
motivos. […] En cuanto a la violencia sexista, […] explicó que España había aprobado una ley orgánica que
preveía un mecanismo institucional y un observatorio para el seguimiento de la aplicación […y] que el
número de víctimas había disminuido en un 8% desde la entrada en vigor de la ley. Esa misma ley
contemplaba la prestación de atención especial a las mujeres migrantes, y la Ley de extranjería se había
modificado para prever la posible suspensión del procedimiento de expulsión de mujeres […] víctimas de
violencia sexista y permitirles que soliciten permisos de residencia y de trabajo.
82. Respecto de los derechos de los extranjeros, la delegación aclaró que, de resultas de la aprobación de la
Ley Nº 4/2000 y de las enmiendas introducidas, los extranjeros gozaban casi de los mismos derechos que
los ciudadanos españoles, con la salvedad de los derechos políticos; no obstante, algunos acuerdos
bilaterales con terceros países concedían a los extranjeros el derecho de voto en las elecciones locales.
83. Por último, la delegación recordó que había cursado una invitación permanente a todos los
procedimientos especiales del Consejo y rindió homenaje a las víctimas del terrorismo.
II.Conclusiones y/o recomendaciones
84. Las recomendaciones formuladas durante el diálogo interactivo y enumeradas a continuación han
sido examinadas por España y cuentan con su apoyo:
84.1. Alcanzar el grado máximo de aplicación del Plan de Derechos Humanos 2008-2012
(Federación de Rusia);
84.2. Adoptar nuevas medidas para impartir cursos de formación en derechos humanos a […] la
policía y al personal penitenciario y judicial, teniendo especialmente en cuenta la protección de
los derechos humanos de las mujeres, los niños, las minorías étnicas o nacionales y las personas
de orientación sexual o identidad de género minoritaria (República Checa);
84.3. Adoptar medidas concretas para asegurar la protección de los derechos humanos de los
hijos de personas detenidas o encarceladas, y mejorar el acceso a la educación de los niños con
discapacidad (República Checa);
84.4. Tomar inmediatamente todas las medidas necesarias para modernizar los datos y los
procedimientos de comunicación del poder judicial (Países Bajos);
84.5. Cumplir los objetivos en materia de derechos humanos enunciados en la resolución 9/12 del
Consejo de Derechos Humanos (Brasil);
84.6. Responder positivamente a la solicitud de efectuar una visita del Relator Especial sobre los
derechos humanos de los migrantes (Uruguay);
84.7. Proseguir el combate contra la discriminación y la violencia sexista o de origen racial y
étnico, entre otros (República de Corea);
84.8. Seguir esforzándose por garantizar los derechos de las mujeres y erradicar la discriminación
por motivos de género, y prestar especial atención a la lucha contra la violencia sexista de que
son víctimas las mujeres migrantes (Belarús);
84.9. Aumentar el número de programas destinados a combatir los prejuicios sobre el papel de la
mujer en la sociedad, a fin de complementar los esfuerzos legislativos e institucionales
encaminados a alcanzar la igualdad de jure y de facto entre hombres y mujeres (México);
(…)
−125−

84.45. Proseguir los esfuerzos para aplicar […] la Ley de memoria histórica (Colombia);
84.46. Proseguir los esfuerzos constructivos para fomentar el respeto, la tolerancia, el
entendimiento y la cooperación entre diferentes culturas y religiones mediante iniciativas como la
Alianza de Civilizaciones y el Diálogo entre Religiones (Pakistán);
84.47. Redoblar los esfuerzos para seguir incorporando al sistema educativo […] el respeto por los
derechos humanos, especialmente los relacionados con la no discriminación y la tolerancia de la
diversidad (Nicaragua);
84.48. Reforzar el componente de derechos humanos de los planes de estudios escolares y los
programas de educación del público, con especial atención a los derechos de la mujer (República
de Corea);
(…)
84.55. Mejorar sus programas de cooperación con los países en desarrollo (Filipinas);
84.56. Seguir cooperando con las organizaciones de la sociedad civil en el seguimiento de este
examen (Austria).
85. Las recomendaciones que se enumeran a continuación cuentan con el apoyo de España, que
considera que ya se han aplicado o se están aplicando:
85.1. Ratificar el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (Portugal, Azerbaiyán);
85.2. Impartir formación intensiva a […] las Fuerzas de Seguridad […] a fin de que, en el ejercicio
de sus funciones, respeten y protejan la dignidad humana y mantengan y defiendan los derechos
humanos de todas las personas sin distinción de raza, color u origen nacional o étnico (Egipto);
85.3. Tomar todas las medidas pertinentes para asegurar el funcionamiento del Consejo de
Participación de la Mujer […] en vista de la importante función que desempeñan las
organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones de la sociedad civil en la promoción
de los derechos humanos de la mujer y la igualdad entre los géneros, como recomendó el Comité
para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Israel);
(…)
85.28. Reforzar las políticas destinadas a garantizar la preeminencia de los derechos humanos en
la lucha contra el terrorismo (Brasil)276;
85.29. Proseguir e intensificar la cooperación […] en combatir el fenómeno del terrorismo,
respetando estrictamente los compromisos bilaterales y multilaterales de España (Argelia).
86. Las recomendaciones que figuran a continuación serán examinadas por España, que les dará
respuesta a su debido tiempo, pero no más tarde del 15º período de sesiones del Consejo de
Derechos Humanos, en septiembre de 2010. […]
86.1. Firmar y ratificar la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos
los trabajadores migratorios y de sus familiares (Indonesia, Burkina Faso);
(…)

276 The recommendation as read during the interactive dialogue: "Strengthen policies that guarantee the human rights

of migrant workers and the prevalence of human rights in combating terrorism" (Brazil).
−126−

86.14. […] la posibilidad de prohibir expresamente la venta de armas cuyo destino final sea un país
en el que puedan reclutarse a niños o utilizarlos en las hostilidades (Eslovenia);
(…)
86.20. Revisar la definición de tortura de la legislación nacional de manera que se ajuste
plenamente a la que figura en el artículo 1 de la Convención contra la Tortura […] (República
Checa);
86.21. […] medidas para impedir los actos delictivos […] de agentes de policía y guardias de
prisiones, y velar por la integridad personal de los detenidos (Países Bajos);
86.22. Velar por que no se demore el acceso de los detenidos a la asistencia letrada, que los
detenidos tengan la posibilidad de comunicarse con un abogado en privado y que se los someta a
custodia judicial en un plazo de 72 horas después de su detención, como dispone la ley (Austria);
(…)
86.26. Investigar y sancionar los delitos de desaparición forzada y prever la reparación de los
mismos, independientemente de cuando se hayan producido, habida cuenta del carácter
imprescriptible de ese delito y de conformidad con sus obligaciones internacionales (México);
(…)
87. Las recomendaciones que figuran a continuación no contaron con el apoyo de España:
87.1. Aplicar el principio de la limitación de las libertades a las organizaciones y entidades que
participan en la difusión de mensajes que incitan al odio, hacen declaraciones xenófobas o
difamatorias o incitan a la discriminación y la violencia (Pakistán);
87.2. Tomar medidas inmediatas para establecer un mecanismo independiente encargado de
investigar todas las denuncias de violaciones graves de los derechos humanos por parte de los
miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, por ejemplo en los casos de actos de violencia
sexual cometidos contra personas detenidas (República Islámica del Irán);
87.3. […] la posibilidad de tomar disposiciones para establecer un mecanismo independiente de
denuncias contra la policía, a fin de que se investiguen todas las denuncias de violaciones graves
de los derechos humanos por miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado (Dinamarca);
87.4. Examinar la conformidad de su legislación antiterrorista, que permite la detención en
régimen de aislamiento, con las normas internacionales de derechos humanos (República Checa);
87.5. Revisar el régimen de detención en aislamiento (Costa Rica)277;
87.6. Revisar la aplicación del régimen de aislamiento —que puede durar hasta un máximo de 13
días— a los delitos en los que intervengan terroristas o bandas armadas (Austria);
87.7. Acabar con el trato más favorable dado a los ciudadanos españoles en comparación con los
extranjeros en los casos de detenciones practicadas durante las investigaciones (Austria);
87.8. […] medidas de concienciación en las políticas educativas para combatir la violencia sexista
a fin de eliminar los estereotipos profundamente arraigados sobre la mujer (Austria);
87.9. […] un plan nacional de acción para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas y
asegurar que todas las víctimas de violencia sexista tengan acceso efectivo a asistencia letrada y
a medidas de protección (República Islámica del Irán);

277 The recommendation as read during the interactive dialogue: "Review incommunicado detention regime and ensure

that persons deprived of their liberty have at any moment access to their fundamental freedoms" (Costa Rica).
−127−

87.10. […] la posibilidad de instituir un plan nacional para combatir la violencia contra las mujeres
y las niñas, con inclusión de la trata de personas (Dinamarca);
87.11. Elaborar un plan nacional de acción para eliminar la violencia contra las mujeres
(Australia);
87.12. […] un mecanismo que garantice la identificación correcta de las víctimas de la trata de
personas y […] un apoyo amplio y adecuado, especialmente en el caso de los menores (Bolivia);
87.13. […] la posibilidad de establecer un mecanismo nacional para la correcta identificación de
las víctimas de explotación sexual, así como la eventual inclusión de medidas destinadas
expresamente a los menores (Panamá);
87.14. Establecer un mecanismo nacional a fin de identificar a todas las víctimas y tomar las
medidas necesarias para asegurar el acceso al procedimiento de asilo de las mujeres extranjeras
que son víctimas de la trata, o corren el peligro de serlo, […] con arreglo a las recomendaciones
del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Comité
de los Derechos del Niño y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y a la vista
de los serios esfuerzos desplegados […] para adoptar el Plan Integral de Lucha contra la Trata de
Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual (Israel);
87.15. Reforzar las salvaguardias relativas a los derechos procesales de los detenidos por
conductas presuntamente relacionadas con el terrorismo o con bandas armadas (Argentina);
87.16. Seguir aplicando una política abierta en materia de migraciones y regularizar a los
migrantes en situación irregular (Bangladesh);
87.17. Tener en cuenta las recomendaciones formuladas por el Relator Especial sobre la
promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha
contra el terrorismo […] y tomar las medidas adecuadas para su cumplimiento, en coordinación
con los ministerios pertinentes y en consulta con las organizaciones de la sociedad civil (México);
87.18. Investigar a fondo y de manera independiente todas las circunstancias relativas a la
participación de España en los programas de entrega (República Islámica del Irán).
88. Todas las conclusiones y/o recomendaciones que figuran en el presente informe reflejan la
posición del Estado o Estados que las presentaron y/o el Estado examinado, y no debe interpretarse
que han recibido el respaldo del conjunto del Grupo de Trabajo.

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