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Del mismo modo que los psicólogos evolutivos centrados en el estudio de la consciencia

identifican una seria de etapas en la evolución de la misma, en el desarrollo de la psicología


también se identifican diversas fuerzas u olas, siendo la Transpersonal la actual etapa. Cada
nueva fuerza emergente integra a las precedentes, al tiempo que va más allá.

Recordemos que las etapas o corrientes psicológicas precedentes son: el conductismo, el


psicoanálisis y el humanismo. Abraham Maslow, pionero de la Psicología Humanista, intuyó la
llegada de una fuerza posterior al humanismo. Éste, hacia el final de su vida, dirigió su mirada
hacia las posibilidades de desarrollo interior que iban más allá de la autorrealización, dando un
paso más hacia la cuarta fuerza.

“Considero esta tercera fuerza de la Psicología Humanística como algo


transitorio, como un allanamiento del camino hacia la cuarta fuerza, una
Psicología aún más elevada, una Psicología Transpersonal, centrada en
el ser esencial que trascienda la naturaleza del hombre, su identidad y su
autorrealización”.
Maslow
El modelo transpersonal, como vanguardia de la Psicología más avanzada, tiene el gran mérito
de integrar dimensiones que trascienden los puntos de vista ordinarios del Conductismo, del
Psicoanálisis y de la Psicología Humanística.

La Psicología Transpersonal puede considerarse como “alta cultura”, ya que incluye


dimensiones de la experiencia y del comportamiento humanos asociados con la salud y el
bienestar, e inherentes a niveles de conciencia que comienzan a despuntar entre un número
creciente de personas.

Esta nueva corriente engloba un nuevo paradigma que integra las visiones de Oriente y
Occidente y, en última instancia, las trasciende a ambas.

Como bien se sabe, en Occidente se sostiene que el principal constituyente de la realidad es la


materia; por su parte la conciencia es vista por el establishment científico como un
epifenómeno de los procesos materiales, especialmente de los procesos cerebrales.

Por el contrario, en Oriente se considera que lo principal y originario es la conciencia y que la


materia es un derivado de ésta. La Física Cuántica apoya una visión integradora de ambas,
revelando un paradigma que se asemeja a las descripciones de una realidad interconectada y
cohesionada.

Las pruebas científicas más recientes nos hacen pensar no solamente que cada partícula del
universo está conectada con las demás, sino que incluso el universo entero está contenido en
cada una de las partes, y viceversa.

Por otra parte, mientras que la Psicología tradicional occidental ha considerado que el estado
de conciencia óptimo era el estado de vigilia ordinaria, la Psicología Transpersonal subraya e
investiga la existencia de estados ampliados de conciencia que son potencialmente
alcanzables.

El antiguo Conductismo y el Psicoanálisis en sí mismos estaban limitados por el hecho de


centrarse tan sólo en una de las dimensiones del ser humano, concretamente, en la dimensión
patológica, haciendo caso omiso a los valores, la voluntad, la conciencia y la búsqueda de la
autorrealización y la trascendencia. Esta posición terminó por poner de relieve la insuficiencia
del sueño materialista llevando a algunas personas a iniciar la búsqueda interior hacia la
plenitud y la paz profunda que los esfuerzos externos y neurofisiologicistas eran incapaces de
proporcionar.

La Psicología Transpersonal contempla a un ser humano en permanente crecimiento y


expansión de la autoconsciencia. La ampliación de la consciencia conlleva:

- Mayor claridad perceptiva.


- Mayor capacidad de ver las cosas como son, libres de las influencias deformadoras del
deseo, la aversión, la ignorancia y el miedo.

Reconocimiento, admisión e integración de la sombra (es decir de los atributos considerados


como negativos e incongruentes con la imagen que uno tiene de sí mismo). Esta integración de
la sombra permite a la persona sana tener un sentimiento de identidad mayor que trascienda
la identidad del nivel persona.

La Psicología Transpersonal enfoca la terapia en el reconocimiento de la espiritualidad y las


necesidades trascendentales como aspectos intrínsecos de la naturaleza humana. Actualiza, de
esta forma, aspectos antes ignorados, tales como la conciencia cósmica, la trascendencia, el
éxtasis, las experiencias místicas, la teoría y la práctica de la meditación o la sinergia
interindividual y entre las especies.

La psicología transpersonal es una escuela psicológica que considera que la psicología y la


espiritualidad son dos aspectos complementarios del desarrollo humano, por lo que intenta
realizar una integración entre la práctica psicológica y principios espirituales, tanto
occidentales (el cristianismo, por ejemplo), como orientales (el budismo, el yoga, etc.). Estudia
e investiga las interacciones (procesos, eventos y experiencias) de la psiquis con nuestro
sentido de la identidad, y establece métodos y aplicaciones terapéuticas para transcender al
ego y sanar posibles traumas psicológicos que nos limitan de forma inconsciente.

El término transpersonal lo apoya Juan Manuel Cabanzo y significa “más allá” o “a través de” lo
personal, y en este “más allá” se produce una conexión con una realidad más grande y
significativa (Daniels, 2005, p. 11-12). El término transpersonal suele asociarse generalmente a
espiritual, dado que en este ir “más allá”, la identidad se expande para entrar en contacto con
una realidad generalmente “invisible”, más grande y significativa.

Lajoie y Shapiro en un artículo publicado en el "Journal of Transpersonal Psychology" titulado


“Definiciones de Psicología Transpersonal: los primeros 23 años”, hacen una investigación de la
literatura transpersonal y recogen 202 definiciones de las cuales publican 40. Entre ellas la
dada por Sutich A. en 1968, uno de los padres de la psicología transpersonal, en la que dice:

“Psicología Transpersonal (o ‘Cuarta fuerza’) es el título dado a una fuerza emergente en el


campo de la psicología por un grupo de psicólogos y profesionales hombres y mujeres de otros
campos que están interesados en el potencial y capacidades últimas del ser humano que no
tienen un lugar en la psicología conductista o positivista (‘Primera Fuerza’), en la teoría del
psicoanálisis clásico (‘Segunda Fuerza’), o en la Psicología Humanista (‘Tercera Fuerza’). La
nueva Psicología Transpersonal que emerge está interesada específicamente en el estudio
científico y empírico así como de una responsable aplicación de los descubrimientos relevantes
sobre: los valores últimos, conciencia unitiva, éxtasis, experiencias místicas, autorrealización, el
significado último, la trascendencia del yo, el espíritu, la unidad, la conciencia cósmica, la
sinergia entre individuos y especies, la felicidad, lo sagrado, fenómenos trascendentes,
percepción extrasensorial [entre otras que cita]”. A lo largo de otras definiciones podemos
encontrar también, experiencias fuera del cuerpo, experiencias cercanas a la muerte,
memorias de vidas pasadas, estados alterados, expandidos o no ordinarios de conciencia,
amor, compasión, fusión con los otros, canalización, voz o guía interior, proceso creativo,
iluminación, sincronicidad, capacidades psíquicas, etc.

Ámbito que abarca


La psicología transpersonal considera temas como

las experiencias cumbres (que —según el psicólogo estadounidense Abraham Maslow (1908-
1970)— son estados de interconexión y unificación espiritual) experiencias místicas , trances
sistémicos y experiencias metafísicas de vida .Si bien los caminos que se pueden tomar a partir
de esta síntesis son varios (dependiendo de las concepciones psicológicas y espirituales que se
integren), el objetivo principal de la psicología transpersonal sería que los seres humanos
trasciendan el sentido de sí mismos, para lograr identificarse con una conciencia mayor.

El psicólogo estadounidense Ken Wilber (1949-) distingue tres niveles en el desarrollo de esta
conciencia:

El nivel prepersonal: es el momento de desarrollo en que los seres humanos aún no tienen
conciencia de su mente (bebés pequeños, que todavía no tienen una teoría de la mente)

El nivel personal: que se alcanza cuando el niño toma conciencia de que es una persona que
piensa, diferente a otros.

El nivel transpersonal: el nivel que se alcanza por medio del desarrollo espiritual, y que
consiste en trascender la identificación con el cuerpo y la mente, para alcanzar un nivel de
conciencia mayor.

Contribuciones de la psicología transpersonal en el ámbito de la conciencia humana


De acuerdo con sus autores, la psicología transpersonal ha hecho contribuciones al mejor
entendimiento del desarrollo humano y la conciencia. Entre las teorías de los modelos
transpersonales que los autores presentan, está el modelo lineal-jerárquico del mapa del
desarrollo humano, como el de Timothy Leary y Ken Wilber.

Ken Wilber, uno de los más importantes contribuyentes, ha desarrollado un modelo del
espectro de la conciencia, que consta de tres grandes categorías: el estado prepersonal o pre-
egoico, el ámbito personal o egoico, y el transpersonal o trans-egoico (Miller, 1998). Una
versión más detallada de esta teoría del espectro del desarrollo de la conciencia, abarcaría
nueve diferentes niveles de desarrollo de la conciencia, en los que, desde los niveles 1-3 se
presentan como pre-personales, (o preconvencionales) los niveles 4-6 serían los niveles
personales (o convencionales) y los niveles 7-9 serían los niveles transpersonales
(transconvencionales), (Derezotes & Cowley, 1994).

Wilber ha retratado el desarrollo de la conciencia como un orden jerárquico, escalonado. Su


modelo conceptual, muestra desde los niveles superiores hasta los niveles inferiores,
mostrando el avance de la conciencia desde los niveles inferiores a los niveles superiores.
Según este mapa, cada nuevo nivel o escalón abarcaría e integraría en sí mismo a los niveles
anteriores, desarrollando nuevas habilidades asociadas únicamente con el nivel más elevado
(Kasprow y Scotton, 1999). Adicionalmente cada nivel incluiría también un tipo particular de
estructura de personalidad, y posibles vulnerabilidades frente a determinadas patologías que
pertenecerían a ese nivel (Cowley y Derezotes, 1994).

A partir del trabajo de Wilber, psicólogos transpersonales también han argumentado a favor
de una mejor diferenciación entre los problemas de ciertas patologías psiquiátricas y su
relación con los estados prepersonales/transpersonales.

La posible confusión de estas dos categorías de problemas (según el modelo, los provenientes
de un nivel prepersonal no serían del mismo tipo que los provenientes de un nivel
transpersonal) se dice que conducen a lo que la teoría transpersonal denomina la confusión
entre lo pre/trans de los estados de conciencia, y la problemática asociada a cada estado de
conciencia, que proveniendo de distintos niveles de conciencia son tratados sin embargo por la
psiquiatría del mismo modo. (Cowley y Derezotes, 1994; Lukoff et.al, 1998).

Historia
La Psicología Transpersonal es un movimiento que tuvo origen a finales de los años 60, por un
grupo de psicólogos y psiquiatras como Stanislav Grof, Anthony Sutich, Miles Vich, Abraham
Maslow, entre otros, que consideraron que era necesario investigar y desarrollar una nueva
rama de la psicología que estudiase un conjunto de experiencias y fenómenos de la conciencia
que hasta la fecha la psicología corriente con frecuencia ignoraba o descartaba. En
consecuencia, en 1969, Maslow propuso el término transpersonal para designar esta nueva
psicología, que sería, para Maslow, la “Cuarta Fuerza”. La primera era el conductismo, la
segunda el psicoanálisis y la tercera la psicología humanista. Con la fundación de esta nueva
escuela, se lanzó la revista Journal of Transpersonal Psychology bajo la supervisión editorial de
Anthony Sutich, y en 1972 se estableció la Asociación para la Psicología Transpersonal,
organizando las primeras conferencias el año siguiente.

Algunos de sus presidentes incluyen Arthur Hastings, Daniel Goleman, y Robert Frager entre
otros. En la década de 1980 y 90 sobre este campo desarrollaron sus propuestas a través de las
obras de autores tales como Jean Houston, Stanislav Grof, Ken Wilber, Michael Washburn,
Frances Vaughan, Roger Walsh, Stanley Krippner, Michael Murphy, Charles Tart, David Lukoff,
Vasily Nalimov y Stuart Sovatsky . Mientras que Wilber ha sido considerado como un
influyente escritor y teórico en el campo, éste ha preferido personalmente disociarse a sí
mismo del movimiento, en favor de lo que él llama un enfoque más integral.

Actualidad
Existen actualmente tres revistas científicas en donde se publican artículos de investigación en
el área específica de lo transpersonal, como son la ya citada, más The Internacional Journal of
Transpersonal Studies, a cargo de Harris Friedman Ph.D., en Estados Unidos, y la Transpersonal
Psychological Review de quien la supervisión editorial está a cargo de Michael Daniels, Ph.D.
Esta revista la publica la Sección de Psicología Transpersonal dentro de la Sociedad Británica de
Psicología. Que estaría consideraba como la APA, Americana. También encontramos ReVisión,
originalmente editada por Ken Wilber, una revista en donde se publican artículos sobre
conciencia y el proceso de transformación (The Journal of Consciousness and Transformation).

Influencias
Externas
Es importante mencionar que son muchas las influencias que la Psicología Transpersonal ha
recibido de las diferentes corrientes espirituales y religiones como por ejemplo, el Budismo y el
Hinduismo, así como también de distintas escuelas esotéricas y místicas. El estudio del
desarrollo hacia una transpersonalidad conlleva inevitablemente el estudio de la conciencia
como fenómeno, así que la psicología transpersonal también bebe de las neurociencias, la
neurofisiología, la psicología cognitiva, y la investigación sobre los fenómenos psíquicos.

Internas
Hoy en día es una ciencia pionera en el estudio de la conciencia y del desarrollo psicológico e
interior hacia una identidad transpersonal en conexión con la comunidad, la naturaleza e
incluso con el Cosmos (Grof, 2000, Ferrer, 2002). Este desarrollo interior implica un proceso, y
es aquí en donde diferentes modelos teóricos que describen este proceso de transformación
entran en discusión, proponiendo y discutiendo diferentes visiones sobre cómo tiene lugar.
Tenemos por ejemplo a S. Grof, Washburn, C.G. Jung, K. Wilber, Sri Aurobindo, A. Maslow, R.
Assagioli, Peggy Wright, J. Ferrer, Charles Tart, entre otros también importantes.

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