Resumen Hjelmslev

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PROLEGOMENOS A UNA TEORÍA DEL LENGUAJE – HJELMSLEV

1. EL ESTUDIO DEL LENGUAJE Y LA TEORÍA DEL LENGUAJE

El lenguaje es el instrumento con el que el hombre da forma a su pensamiento y a sus


sentimientos. Tiene sus raíces en lo más profundo de la mente humana.
El habla es el signo distintivo de la personalidad.

La ciencia ha tendido a ver el lenguaje como una serie de sonidos y de gestos


expresivos, sujetos a descripción física y fisiológica exacta y ordenados como algunos
de los fenómenos de la conciencia.

Del lenguaje como sistema de signos se esperaba que proporcione la clave del
sistema el pensamiento humano. Concebido como institución social contribuiría a
expresar el carácter de la nación. Concebido como fenómeno sujeto a cambio había
de marcar el camino hacia la comprensión de la personalidad.

El lenguaje es un medio de conocimiento trascendente, cuyo objeto principal se halla


fuera del lenguaje.

El lenguaje es una clave que permite comprender las condiciones sociales y


reconstruir las relaciones prehistóricas que existían entre los pueblos y naciones.
El lenguaje decepcionó a sus estudiosos. lo que pasó a ser contenido principal de la
lingüística convencional no tenía como meta ni tuvo por resultado el conocimiento de
la naturaleza del lenguaje, sino más bien el conocimiento histórico y prehistórico de
las condiciones sociales y de las relaciones entre los pueblos. Esto es filología. No se
estudia en lenguaje mismo.

Para establecer una verdadera lingüística es preciso actuar de otro modo. La


lingüística ha de esforzarse por comprender el lenguaje como una totalidad
autosuficiente. Sólo de este modo puede el lenguaje por sí mismo someterse a
tratamiento científico.

No es posible escribir la historia de la teoría lingüística ni seguir su evolución, ya que


es demasiado discontinua.

2. TEORÍA LINGÜÍSTICA Y HUMANISMO

Una teoría lingüística que trate de hallar la estructura específica del lenguaje a través
de un sistema de premisas exclusivamente formal, por más que tenga en cuenta los
cambios del lenguaje hablado, habrá de negarse a conceder valor exclusivo a estos
cambios; habrá de perseguir una constancia que no se apoya ninguna realidad exterior
al lenguaje. Una vez hallada esta constancia podrá proyectarse sobre la realidad
exterior al lenguaje (ya sea una realidad física, psicológica, lógica, u otras) de modo
que, incluso al considerar esa realidad, el lenguaje continúa siendo el objeto principal.
La búsqueda de tal constancia integradora estará en oposición con cierta tradición
humanística que ha predominado hasta ahora en la ciencia lingüística. La tradición
humanística niega la existencia de tal constancia y se emplea un método distinto: la
mera descripción o, en todo caso, método circunscrito a una forma de presentación
discursiva, donde los fenómenos discurren sin que sean interpretados mediante un
sistema.
Consecuentemente, aquellas disciplinas que pueden denominarse humanística han
sido consideradas históricamente como disciplinas descriptivas más que
sistematizadoras, y todavía se niegan a aceptar la posibilidad de semejante
sistematización.
La tesis de que para cada proceso hay un sistema correspondiente, por medio del
cual puede aquel analizarse y describirse con un número limitado de premisas, podría
considerarse de validez general. Es posible analizar todo proceso en un número
limitado de elementos recurriendo a diversas combinaciones. De acuerdo con esto, se
pueden ordenar estos elementos en clases según sus posibilidades de combinación.
Una historia así elaborada pasaría del nivel de mera descripción primitiva al de ciencia
sistemática, exacta y generalizadora.

Parece que el lenguaje es un objeto en el que puede ponerse a prueba esta tesis con
la esperanza de obtener un resultado positivo, pero hasta ahora, la ciencia lingüística,
cultivada por filólogos y bajo el influjo de un humanismo que ha rechazado toda idea
de sistema, no ha logrado llevar el análisis hasta el final, establecer sus premisas con
claridad, o tratar de alcanzar un principio de análisis uniforme. Por esta razón, continúa
siendo baja y subjetiva, metafísica y estetizante, y hasta incluso anecdótica.
La meta de la teoría lingüística es probar la tesis de que todo proceso tiene un sistema
subyacente. Si falla el intento se demostrará que los fenómenos humanísticos sólo
pueden tratarse desde puntos de vista subjetivos y estéticos. En cambio, si el intento
tiene éxito, nos quedaría realizar los experimentos correspondientes en los demás
campos del humanismo.

3. TEORÍA LINGÜÍSTICA Y EMPIRISMO


Toda teoría consigue su forma más simple cuando se basa únicamente en aquellas
premisas que exija su objeto. Además, toda teoría ha de implicar la producción de
resultados que estén de acuerdo con los datos empíricos.

La exigencia del empirismo ha de satisfacerse por medio del principio empírico. Este
principio distingue a la teoría de Hjelmslev, y plantea lo siguiente:
"la descripción habrá de estar libre de contradicción, ser exhaustiva y tan simple
cuanto sea posible. La exigencia de falta de contradicción tiene preferencia sobre la
base de exhaustividad. La existencia de exhaustividad tiene preferencia sobre la de
simplicidad".

4. TEORÍA LINGÜÍSTICA E INDUCCIÓN

Predicar el principio empírico no es lo mismo que predicar un inductivismo, ya que se


entiende a este último como la exigencia gradual de lo particular a lo general.
Hjelmslev aclara que su postura se opone a la lingüística precedente, ya que esta
última procede de un modo inductivo: va de los sonidos aislados a los fonemas, de los
fonemas en particular a las categorías de fonemas, de las significaciones particulares
a las significaciones generales, y de estas a las categorías de significaciones. Se trata
de un movimiento sintético, no analítico; un método generalizador, no especificador. La
inducción lleva a la fluctuación, no a la constancia. Todo esto se opone al principio
empírico que propone Hjelmslev, ya que la inducción no puede asegurar una
descripción autoconsecuente y simple.

Hay que partir de los supuestos empíricos, dar al investigador lingüístico el texto
todavía sin analizar, indiviso y en su integridad absoluta. Se debe realizar un análisis
que considere el texto como clase dividida en componentes, después esos
componentes como clases divididas en componentes, y así sucesivamente hasta
agotar el análisis. Este procedimiento, al que llaman deducción, puede definirse como
una progresión de la clase al componente, no del componente a la clase.

5. TEORÍA LINGÜÍSTICA Y REALIDAD

¿Determina el objeto a la teoría, o determina la teoría al objeto?


La palabra teoría puede tomarse en varios sentidos. Si tomamos a la teoría como
sistema de hipótesis, es claro que el objeto determina a la teoría, no viceversa.
Para elaborar una teoría es necesario considerar a dos factores: la arbitrariedad y la
adecuación. Explica la arbitrariedad diciendo que una teoría es por sí misma
independiente de toda experiencia. Por sí misma, no dice nada en absoluto acerca de
la posibilidad de su aplicación y de su relación con los datos empíricos. Constituye lo
que se ha llamado sistema deductivo, en el sentido de que sólo puede usarse para
calcular las posibilidades que se siguen de sus premisas.

Explica la deducción diciendo que una teoría introduce ciertas premisas acerca de las
cuales el teórico sabe que cumplen las condiciones de aplicación a ciertos datos
empíricos. Estas premisas tienen el mayor valor de generalidad posible, y son capaces
de satisfacer las condiciones de aplicación a un gran número de datos empíricos.
La teoría lingüística, entonces, define su objeto por medio de una estrategia de
premisas arbitraria y adecuada. La teoría consiste en un cálculo que parte de las más
generales premisas de que es posible partir, siempre suponiendo que ninguna de las
que son específicas de la teoría parece de naturaleza axiomática.
En virtud de su naturaleza arbitraria la teoría es arrealista; en virtud de su adecuación
es realista.

6. EL FIN DE LA TEORÍA LINGÜÍSTICA

Una teoría intenta proporcionar un modo de proceder con el cual sea posible describir
de modo autoconsecuente y exhaustivo objetos de cierta naturaleza establecida como
premisa.
La teoría debe ser general, en el sentido de que ha de proporcionarnos instrumentos
para comprender no solo un objeto dado, sino todos los objetos concebibles de cierta
naturaleza establecida como premisa.

Los objetos que interesan a la teoría lingüística son los textos. El fin de la teoría
lingüística es dotarnos de un modo de proceder con el cual pueda comprenderse un
texto dado mediante una descripción autoconsecuente y exhaustiva. Pero, además,
debe indicar cómo puede entenderse cualquier otro texto de la naturaleza establecida
como premisa, y esto lo hace facilitándonos instrumentos susceptibles de empleo en
tal texto. En síntesis, la teoría lingüística debe permitirnos describir de modo
consecuente y exhaustivo no sólo un texto danés determinado, sino también todos los
demás textos de la misma clase.

Pero la teoría lingüística debe ser de utilidad para describir y predecir no sólo cualquier
texto posible compuesto en cierta lengua, sino, basándose en las informaciones del
lenguaje en general, en cualquier lengua.
Un teórico lingüista debe tomar la precaución de prever todas las posibilidades
concebibles, incluso aquellas que no existen, y admitirlas en su teoría. Solo así
elaborará una teoría lingüística con garantías de aplicabilidad.

En virtud de su adecuación, la tarea de la teoría lingüística es empírica; y en virtud de


su arbitrariedad, es calculatoria.

Principio de simplicidad: si varios métodos proporcionan descripciones igualmente


simples, se elegirá el que conduzca al resultado por el camino más simple. Este
principio concuerda con el principio empírico, por el cual debe someterse a prueba la
teoría lingüística.

7. PERSPECTIVAS DE LA TEORÍA LINGÜÍSTICA

La teoría lingüística empieza por limitar el alcance de su objeto. Esta restricción es


necesaria, pero sólo constituye una medida temporal. Podrá considerarse justificada si
más tarde permite una ampliación de la perspectiva, es decir, si tras el análisis, la
totalidad global puede verse de nuevo como un todo organizado en torno a un principio
rector. El grado en que se cumpla esa condición puede considerarse como medida del
éxito de la teoría lingüística.

Hjelmslev decide tomar como punto de partida las premisas de la investigación


lingüística anterior y tener en cuenta la llamada "lengua natural" para llegar a una
teoría lingüística.

8. EL SISTEMA DE DEFINICIONES

La teoría lingüística establece un sistema de definiciones. Es preciso que la teoría


lingüística contenga el menor número de premisas posibles. Sus conceptos deben
definirse, y las definiciones deben basarse en conceptos definidos. Su meta es, por
tanto, en la práctica, definir todo cuanto sea posible e introducir definiciones ya
establecidas.
Deben ser definiciones formales, en el sentido de situar a los objetos con relación a
otros objetos.
Es necesario introducir, además, definiciones operativas, que desempeñan un papel
sólo temporal, es decir, aquellas que pueden transformarse en definiciones formales, o
las que nunca lleguen a ser formales.

Este sistema extensivo de definición parece ser una de las causas que contribuyen a
liberar a la teoría lingüística de axiomas específicos.

9. PRINCIPIO DEL ANÁLISIS

Teniendo en cuenta las tres exigencias que forman parte del principio empírico la
elección de la base de análisis puede diferir de un texto a otro.
Lo importante no es la división de un objeto en partes, sino la conducta del análisis, de
modo que se acomode a las dependencias mutuas entre esas partes y nos permita dar
cuenta adecuada de ellas. La totalidad del objeto sometido a examen sólo puede por
la suma total de las mismas.

El reconocimiento de que la totalidad no consta de cosas sino de relaciones es algo


nuevo para la ciencia lingüística. A partir de Saussure, quien afirmó que una lengua es
forma, y no sustancia, se reconoció la prioridad de las dependencias dentro del
lenguaje.
Además de las interdependencias, se debe prever dependencias unilaterales, en las
que un término presupone el otro, pero no viceversa, y también, dependencias más
libres, que consisten en que dos términos no forman parte de ninguna relación de
presuposición, y sin embargo siguen siendo compatibles.
Tipos de dependencias:

- INTERDEPENDENCIA: dependencias mutuas, un término presupone el otro y


viceversa.
- DETERMINACIONES: dependencias unilaterales, un término presupone el otro
pero no viceversa.
- CONSTELACIONES: dos términos son compatibles pero ninguno presupone al
otro.

Estas tres dependencias, según se produzcan en un proceso o en un sistema, tienen


las siguientes denominaciones:

A la interdependencia entre términos de un proceso se la llama "solidaridad"; a la


interdependencia entre términos de un sistema "complementariedad". A la
determinación entre términos de un proceso se la llama "selección"; a la determinación
entre términos de un sistema "especificación". A las constelaciones dentro de un
proceso se la llama "combinaciones"; y a las constelaciones dentro de un sistema
"autonomías".
Hjelmslev, que se ocupa del análisis textual, dice que lo que le interesa es el proceso,
no el sistema.

La morfología se presta únicamente a la descripción de sistemas y la sintaxis a la


descripción de procesos. Entonces, sólo es posible registrar las dependencias del
proceso dentro de la sintaxis, es decir, entre las palabras de una oración, no dentro de
las palabras mismas o entre sus partes.

10. FORMA DEL ANÁLISIS

El análisis consiste en registrar ciertas dependencias entre las partes del texto.
El factor peculiar que caracteriza la dependencia entre el todo y las partes parece ser
la uniformidad: las partes coordinadas, que procedan del análisis particular de un todo,
dependen de un modo uniforme de ese todo.

Se puede definir formalmente el análisis como la descripción de un objeto por las


dependencias uniformes de otros objetos respecto de él y entre sí. El objeto que se
somete a análisis se llama "clase", y los otros objetos que se registran en un análisis
"componentes" de la clase.

A una clase de clases se la llama "jerarquía", y hay dos clases de jerarquías: procesos
y sistemas.

Dentro de un proceso lingüístico, a las clases se la llama "cadenas", ya los


componentes de esa cadena sus "partes".

Dentro de un sistema lingüístico, a las clases se la llama "paradigma", y a los


componentes de ese paradigma sus "miembros".

La primera misión del análisis es realizar una partición del proceso textual. El texto es
una cadena y todas sus partes son igualmente cadenas, excepto aquellas eventuales
partes últimas que no puedan someterse a análisis.

Un análisis puede contener uno, dos o más análisis. El análisis es un "concepto


acordeón". La descripción de un objeto dado debe poder continuarse a través de otras
particiones realizadas partiendo de otras bases de análisis.
Todo el análisis textual se presentará entonces como un procedimiento consistente en
una partición continuada o un complejo de partición. A tal modo de proceder se le
puede llamar deducción, es decir, un análisis continuado.
Un procedimiento puede constar de análisis y ser una deducción, o, por otra parte,
constar de síntesis (descripción de un objeto en cuanto componente de una clase) y
hacer una inducción.

11. FUNCIONES

Hjelmslev llama "función" a la dependencia que satisface las condiciones del análisis.
Así, puede decirse que hay función entre una clase y sus componentes y entre los
componentes entre sí.

A los terminales una función se los llama "funtivos", entendiendo por funtivo un objeto
que tiene función con otros objetos. Al funtivo que no es función se lo llama "entidad".
Los grupos de sílabas, las sílabas, y las partes de sílabas serán entidades.
Diferentes tipos de funciones:

- Por "constante" entendemos un funtivo cuya presencia es condición necesaria


para la presencia del funtivo con el que tiene función.
- Por "variable" entendemos un funtivo cuya presencia no es condición necesaria
para la presencia del funtivo con el que tiene función.

De acuerdo con esto, se puede definir la "interdependencia" como función entre dos
constantes; la "determinación" como función entre una constante y una variable; y la
"constelación" como función entre dos variables.

Es útil también disponer de un nombre común a interdependencia determinación, a


ambas se la llama "cohesiones". Además, denomina "reciprocidades" a la
interdependencia y la constelación de manera conjunta.

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