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25-50
Resumen
Cuanto mayor sea la inteligencia artificial de los bots, robots
y androides mayor será su autonomía y en consecuencia ■Palabras clave:
tendrán menor dependencia de los fabricantes, propietarios Robótica; Inteligencia
y usuarios. artificial; Aprendizaje;
Responsabilidad;
Es un hecho que la nueva generación de robots convivirá con Ciberseguridad; Estatus
los humanos y la legislación debe adaptarse y regular legal de los robots; Registro
cuestiones de gran importancia jurídica cuáles son: ¿quién de robots; Ciberataques
asume la responsabilidad de los actos u omisiones de los
robots inteligentes?, ¿cuál es su condición jurídica?, ¿deben tener un régimen especial de
derechos y obligaciones?, ¿qué soluciones vamos a dar a los conflictos éticos relacionados con
su conducta? y por último, ¿deben establecerse medidas mínimas organizativas, técnicas y
legales para minimizar los riesgos de seguridad a los que está expuesta la tecnología
asumiendo que su desarrollo no debe verse como una amenaza sino como una oportunidad y
que los robots pueden estar interconectados?
La regulación es un aspecto clave para la existencia de una sociedad más segura y pacífica y
por ello debe estar adaptada a como es a día de hoy la humanidad y como queremos que sea
en un futuro.
Abstract
Should we establish the minimum organizational, technical and legal measures to minimize
the security risks that the technology is exposed assuming that its development should not be
a threat as a threat but as an opportunity and that, the robots may be interconnected?
Regulation is a key aspect for the existence of a more secure and peaceful society and
therefore it must be adapted to how humanity is today and how we want society is in the
future.
1. Introducción – 2. ¿Por qué es necesario que la robótica y la inteligencia artificial tengan una
legislación y/o regulación específica propia? – 3. Desafíos regulatorios: Normativa europea –
4. Cuestiones legales en relación a algunos desafíos regulatorios: 4.1. ¿Qué es un robot inteligente?;
4.2. Cuestiones de ciberseguridad; 4.3. Responsabilidad por las decisiones, actos y omisiones de los
robots; 4.4. Registro de robots ¿robots con DNI? – 5. Conclusión
1. INTRODUCCIÓN
En un futuro cercano las personas vamos a convivir con robots, bots, androides y otras
formas de inteligencia artificial cada vez más sofisticadas. Se están realizando
investigaciones para que un robot pueda deducir y anticipar reacciones humanas y su
capacidad y flexibilidad para adaptarse y/o tomar decisiones fuera de los planes
predeterminados a través de las técnicas de la probabilidad, estadísticas y los patrones.
Esto va suponer una nueva revolución y el legislador debe reflexionar sobre estas
cuestiones y las consecuencias que de la coexistencia robots-humanos derivan. Según
el Departamento de interior de Estados Unidos, los robots inteligentes o máquinas
autónomas avanzadas serán una realidad entre 2022 y 20271 y en Japón se habla de
que esto ocurrirá en el 2030, de hecho en este país el Gobierno en 2004 aprobó el
establecimiento de zonas especiales “Tokku” para probar los robots en entornos
reales2.
Considerando, además, que los robots aportan nuevas ventajas a la sociedad pero
también preocupaciones relativas a sus efectos directos e indirectos en el conjunto de
la misma; es necesario abordar no solo cuestiones técnicas, sino éticas, sociales,
económicas, de salud y legales con el objeto de garantizar la seguridad de los seres
humanos.
El presente estudio se centra en despertar desafíos legales e identificar las bases que
se quieren implantar a nivel europeo para la creación del derecho de la robótica o
robótica legal.
La tecnología ha pasado por diversas fases, una primera en que las personas se
conectaban a internet, posteriormente, a través de internet y ahora estamos en la fase
de que son las cosas las que conectan a internet para mejorar la vida de las personas.
La siguiente fase, que es inminente, va consistir en que las cosas (robots) interactúen
con el entorno de manera autónoma e independiente del control humano, con la
posibilidad de que incluso las personas se combinen con robots para mejorarse
(cyborg).
La robótica avanzada planteará problemas a los que las normas existentes no dan
respuesta:
febrero de 2017 por el Parlamento Europeo11 y recoge las principales líneas de trabajo
que deben afrontarse actualmente por el legislador al respecto, entre las que
destacamos:
críticas, logística y transporte, seguridad entre otros. Plantea problemas morales que
deberían abordarse por el legislador, como por ejemplo ante la posibilidad de
vehículos autónomos ¿quién es el responsable si se produce un fallo en el robot y su
hijo tiene un accidente cuando viajaba sólo?
Los robots han ido evolucionando de los siguientes modos; primero fueron
manipuladores y/o poli articulados, luego mecánicos y/o móviles, luego de control
remoto y/o androides y ahora los robots de cuarta generación serán inteligentes y/o
zoomórficos siendo capaces de coexistir y convivir en hogares y trabajos con los
humanos. Se espera que la quinta generación sea de micro robots.
Actualmente, los robots actúan bajo las instrucciones explicitas de los humanos y
hacen tareas automáticas y complejas como pueden ser cortar el césped, hacer un
huevo, entregar cosas, montar materiales etc... Los robots inteligentes podrán sin
embargo abordar la complejidad de coordinar múltiples acciones que pueden ser muy
dependientes entre sí interactuando con el entorno. Por ello, la sociedad debe dar una
respuesta consensuada sobre la definición de robot inteligente. Y esto no es tema
sencillo ni baladí pues sobre esos conceptos construiremos el régimen jurídico y
pensemos que todavía hoy existen discrepancias sobre el concepto de persona y sobre
en qué momento un feto adquiere tal condición.
A nivel legal existen diversas aproximaciones al concepto de robot pero ninguna está
reconocida o consensuada a nivel internacional ni europeo:
Robot como:
“1. m. Máquina o ingenio electrónico programable, capaz de manipular objetos y
realizar operaciones antes reservadas solo a las personas. 2. m. Inform. Programa
que explora automáticamente la red para encontrar información”.
Inteligencia:
“1. f. Capacidad de entender o comprender. 2. f. Capacidad de resolver problemas.
3. f. Conocimiento, comprensión, acto de entender. 5. f. Habilidad, destreza y
experiencia”.
Inteligencia Artificial:
“Disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan
operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o
el razonamiento lógico”.
A estos efectos considera que para la definición de robot inteligente deben tenerse en
cuenta las siguientes características:
o la capacidad de adquirir autonomía mediante sensores y/o mediante el
intercambio de datos con su entorno (interconectividad) y el análisis de dichos
datos;
o la capacidad de aprender a través de la experiencia y la interacción;
o la forma del soporte físico del robot;
o la capacidad de adaptar su comportamiento y acciones al entorno.
Para consensuar una definición de robot inteligente se van a tener que analizar muchos
conceptos complejos como la autonomía, el aprendizaje, la conciencia, la evaluación,
el libre albedrío, el razonamiento, la capacidad de comprender, la toma de decisiones,
la libertad, las emociones, la inteligencia −en humanos, animales y mecánicos− desde
un punto de vista cibernético entre otros y en algunos casos la misma palabra no tendrá
el mismo significado en personas, animales y robots.
Desde mi punto de vista, el robot inteligente será aquella máquina física que de
manera autónoma a través de programas y sensores13 inteligentes pueda llegar a tomar
decisiones basándose en la lógica e inteligencia artificial prediciendo las necesidades
de los humanos y de las situaciones en las que se ven envueltos actuando, alterando e
interactuando con el mundo físico, todo ello sin estar sometidos al control continuo
de los humanos.
Los avances científicos permiten que los robots inteligentes puedan realizar
actividades actualmente reservadas para los humanos de manera integrada en el
entorno laboral y/o social gracias a la información que reciben y de los sensores y a
la capacidad de procesamiento de la información a través de algoritmos basados en
probabilidades y patrones. Esta técnica en programación es lo que se conoce como
programación del aprendizaje, aprendizaje automático o machine learning, y permite
auto-aprender a los robots. En la práctica humana sería aprender de las experiencias.
Es necesario crear clasificaciones y categorías de estos tipos de robot para poder
regularlos, debido a la diversa multifuncionalidad de unos y otros.
Existen dudas sobre si los robots inteligentes podrán llegar a tener consciencia de su
propia existencia y tener sentimientos similares a los humanos si esto ocurre será otra
generación.
13 Por «sensores» se entienden los detectores de un fenómeno físico cuya salida (tras su
conversión en una señal que puede ser interpretada por una unidad de control) es capaz de
generar «programas» o de modificar instrucciones programadas o datos numéricos de un
«programa». Esto incluye los «sensores» con capacidades de visión de máquina, formación
de imágenes de infrarrojo, formación de imágenes por ondas acústicas, sensibilidad táctil,
fijación de la posición inercial, medición acústica u óptica de distancias, dinamometría o
torsiometría. Los sensores inteligentes utilizan un mayor número de protocolos de red
estándar e Internet para facilitar la comunicación.
14 Sistemas de ingeniería que interactúan con equipos informáticos que se integran
perfectamente para controlar, gestionar y optimizar los procesos físicos en una variedad de
áreas de la ciencia de la ingeniería tradicional.
Puesto que los robots inteligentes van a ser utilizados en el ámbito de la industria, la
administración y en el ámbito civil debemos implementar normas, estándares y
procedimientos en todos estos campos atendiendo a sus peculiaridades ético-legales,
organizativas, técnicas, de control y operativas. En el ámbito industrial un ataque
puede provocar víctimas, o daños materiales, reducir la producción, y afectar a la
innovación y a las finanzas de la empresa. Hay ámbitos sociales, como el hospitalario,
en que los fallos de un robot ponen en riesgo bienes como la propia vida humana al
suministrar dosis de medicina inadecuada o desconectar una máquina que regula los
signos vitales de una persona.
Así tendremos que acordar si es posible producir robots con capacidad para atacar y
matar o para auto-replicarse16. Es posible que tengamos que ponderar beneficios y
riesgos y que se acuerde limitar el desarrollo tecnológico y avance científico si lo que
está en riesgo es la propia humanidad. Debemos regular como deben programarse
actividades que son ilícitas o no autorizadas. Se trata de evitar el abuso deliberado de
los robots para terrorismo, por ejemplo y de aplicar la ética humana en la tecnología.
Tendremos que marcar límites éticos como el respeto a los derechos fundamentales
de las personas, transparencia y respeto al derecho legítimo de acceso a la información
de las partes interesadas. Así como obligar a los ingenieros a respetar la integridad
física, la seguridad, la salud y los derechos de las personas en la fabricación de robots
permitiendo la reversibilidad del comportamiento para que sea seguro y fiable.
Debemos abordar desde la normativa la seguridad técnica para evitar errores o ataques
a los robots. Para ello, debemos regular tres principios:
Otro problema puede derivar de que los robots sean comprometidos y terceros no
autorizados accedan a información personal, privada o confidencial. Esto ocurrirá por
ejemplo en casos de robots cuidadores, robots asesores legales etc. Debemos
establecer procedimientos de actuación para la prevención, detección y también de
contingencia; sabiendo que no todas las personas, administraciones y empresas
contaran con los conocimientos y medios económicos y técnicos.
La información será cada vez más y más vulnerable y por ello el legislador debe
ponderar riesgos en juego como la necesidad de que la transmisión de la información
de los robots sea siempre cifrada, y a su vez, deberemos decidir si un robot debe tener
derecho a la privacidad, teniendo en cuenta que la falta de privacidad del robot
afectará a la privacidad de las personas y la existencia del derecho de privacidad del
robot puede afectar a la seguridad de la sociedad.
Tenemos que ver cómo controlar si el robot se está usando para fines ilícitos,
ponderaremos derechos como la seguridad versus confidencialidad e intimidad.
Esto nos llevará a plantearnos y hacernos cuestiones en el campo procesal tales como
si un robot puede actuar como testigo judicial, si su decisión tiene valor a los efectos
de razonamientos judiciales o si las personas que cometen crímenes bajo el control
robótico pueden escaparse de la sanción.
Un ataque podría crear una red de robots inteligentes zombies, esto es una cantidad
masiva de equipos infectados por un atacante remoto bajo su control. El hecho de la
combinación entre el mundo físico y el digital supone que el riesgo de los daños sea
crítico.
La responsabilidad civil es la obligación de resarcir por los daños causados los que en
el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad (art.
1101 Código Civil), y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquélla y
su objetivo es restablecer el equilibrio económico de la víctima antes del perjuicio.
Para que podamos hablar de obligación de indemnizar se debe:
En el actual marco jurídico, los robots no pueden ser considerados responsables de los
actos u omisiones que causan daños a terceros. El régimen de la responsabilidad civil
extracontractual está recogido en los arts. 1902 y siguientes del Código Civil. El hecho
de que los robots tienen capacidad para ser autónomos y auto-aprender determina que
sus actos puedan no estar bajo el control o supervisión humano. Y si no se regula y de
manera adecuada podría ser difícil demostrar la relación causa-efecto de los perjuicios
causados por los robots. Cuanto más aumenta su autonomía, la responsabilidad se
diluye en los múltiples actores que participan con el robot; el programador, el
fabricante, el operador, el comprador, el propietario, el usuario del robot etc. Las
normas tradicionales de responsabilidad civil no son suficientes para generar
responsabilidad jurídica por los daños ocasionados por el robot, ya que no permiten
determinar la parte que ha de hacerse cargo de la indemnización, ni exigir a dicha
parte que repare el daño ocasionado. Por tanto en la medida que son más inteligentes
y autónomos se plantea la posibilidad de responsabilizar al mismo robot por actos u
omisiones cuya causa no pueda atribuirse a un humano concreto y a los humanos por
actos u omisiones de los robots que hayan causado daños que se podrían haber evitado.
Por otro lado, se han realizado estudios como el test del Massachusetts Institute of
Technology (MIT)21 que equiparó el sentido común de las computadoras con una edad
promedio de 4 años. En España, los padres responden por los actos u omisiones de
sus hijos menores de catorce años y hasta que no alcanzan la edad de 12 años no están
obligados a escucharles. Se trata de una responsabilidad in vigilando. Sin embargo, se
considera la posibilidad de que a largo plazo la inteligencia artificial llegue a superar
la capacidad intelectual humana.
“También son manifiestas las deficiencias del marco jurídico vigente en el ámbito de
la responsabilidad contractual, ya que la existencia de máquinas concebidas para
elegir a sus contrapartes, negociar cláusulas contractuales, celebrar contratos y decidir
sobre su aplicación hace inaplicables las normas tradicionales, lo que pone de relieve
la necesidad de adoptar nuevas normas eficientes y actualizadas, acordes con los
avances tecnológicos y las innovaciones recientemente aparecidas y utilizadas en el
mercado”22.
No se debe limitar el tipo o el alcance de los daños y perjuicios que puedan ser objeto
de compensación, ni tampoco limitar la naturaleza de dicha compensación, por el
único motivo de que los daños y perjuicios hayan sido causados por robot y por tanto
no por un humano. Se debe por tanto regular la responsabilidad objetiva contractual y
extracontractual para adaptarla al nuevo paradigma.
Uno de los retos que nos encontramos ante la comisión de delitos por robots es la falta
de eficacia de las sanciones; los robots carecen de sentimientos y por tanto no sufren
por la imposición de las mismas. No concibo posible un juicio entre un robot y una
persona. Evidentemente, no están en igualdad de condiciones, ni su aptitud ante la
sanción es la misma. Una cosa es tener sentimientos y otra simular tenerlos.
El art. 30 del Código Civil establece que “La personalidad se adquiere en el momento
del nacimiento con vida, una vez producido el entero desprendimiento del seno
materno”. Estos elementos biológicos no pueden darse en un robot.
El sufrimiento de las personas hace que el castigo y la sanción sea un modo adecuado
para rehabilitar o modificar la conducta. Sin embargo un robot carece de dichas
emociones y sentimientos y por tanto no juega en igualdad de condiciones que un
humano. La sanción en un robot carece para este de eficacia por carecer de
sentimientos.
Hans Moravec dijo en 1990 “es fácil comparativamente conseguir que las
computadoras muestren capacidades similares a las de un humano adulto en test de
inteligencia, y difícil o imposible lograr que posean las habilidades perceptivas y
motrices de un bebé de un año”.
La persona jurídica es una entidad que, sin tener existencia individual física, está
sujeta a derechos y obligaciones (art. 35 a 39 Cc). Es por tanto, una figura legal
ficticia.
Esta condición legal se les podría atribuir a los robots sin embargo existen varias
diferencias que determinarían un trato diferente.
Las diferencias que determinan la necesidad de una figura jurídica nueva son:
Los motivos esgrimidos para la protección de los animales no pueden ser trasladas a
los robots inteligentes pues no tienen una base genética común, ni pueden
experimentar a la fecha sentimientos naturales. El último de los motivos si puede
observarse y se hará más evidente con la proliferación de los robots y su uso en los
distintos ámbitos de la vida humana, la cuarta revolución supondrá que la protección
de los intereses de los humanos conlleva la necesidad de proteger los intereses de los
robots.
Si mantenemos que un robot es una simple máquina, sofisticada y útil pero máquina
al fin y al cabo, los robots no tendrían un nivel de autonomía mayor que el que
establezca su diseñador o programador. Las cosas son desde el punto de vista jurídico
objetos materiales muebles o inmuebles (art. 333 Cc). La cosa se identifica con algo
inanimado, carente de vida. Sin embargo, la realidad es que se espera que los robots
superen en inteligencia a los humanos y tengan la autonomía para moverse e
interactuar. El hecho de que puedan interactuar en el entorno y hacer el bien o el mal
hace que otros consideren que son sujetos morales y no simples cosas.
En esta concepción seguiría siendo necesario hacer cambios regulatorios y para fijar
las personas responsables en caso de que la responsabilidad sea difusa o la prueba el
nexo causal con el daño imposible. En el ámbito empresarial el robot al considerarse
una máquina nunca será responsable de sus daños, la responsabilidad sería del
empresario a pesar de no intervenir de ningún modo en la operación, ni dando
instrucciones que ya vienen programadas o las está auto-programando el robot por sí
mismo. En este caso el empresario no podría reclamar por los daños sufridos.
Tendrán que regularse aspectos como si los robots deben considerarse algo “animado”
a efectos de por ejemplo la normativa arancelaria de importación.
Las cosas no tienen derechos y obligaciones aunque puedan tener valor económico.
El informe de la UE de enero de 2017 reconoce que las mejoras en las capacidades
autónomas y cognitivas de los robots las convierten en algo más que simples
herramientas y que las normas ordinarias sobre responsabilidad, como la
responsabilidad contractual y la responsabilidad extracontractual, son insuficientes
para manejarlas.
La UE aboga por una nueva figura jurídica intermedia entre las cosas y las personas
físicas. Dar derechos y obligaciones a las máquinas inteligentes puede parecer extraño
pero la configuración artificial o ficticia de la personalidad no es nueva como hemos
visto para las personas jurídicas.
Una expresión menos confusa a nivel legal que evitaría cualquier tipo de
interpretación extensiva o restrictiva de derechos y deberes con otros status legales y
que propongo es simplemente robot inteligente artificialmente.
La condición de personalidad legal permitiría que los robots pudieran ganar dinero,
pagar impuestos, poseer activos y demandar o ser demandados en vía judicial
independientemente de sus creadores. Sus creadores podrían, como empresarios, tener
derechos o deberes respecto del robot y con quienes interactúe el robot. Sin embargo,
los robots se asimilan a las cosas en cuanto que son máquinas. La “persona
Hay que fijar que derechos les queremos otorgar y/o negar.
El defecto podría devenir del diseño del producto y no de la seguridad. Esto es el robot
es defectuoso en su diseño cuando los riesgos previsibles de causación de un daño
inherentes al producto podrían haberse reducido o evitado por medio de la adopción
de un diseño alternativo razonable por el vendedor u otro distribuidor, o por un
predecesor en la cadena de producción o distribución, y la omisión del diseño
alternativo supone que el producto no es razonablemente seguro”.
Debemos ver cómo configuramos que pueda ser titular de derechos y propiedades y
ser al mismo tiempo una propiedad en sí mismo.
La obligación del robot será la de realizar la actividad para la que ha sido adquirido y
la del titular la de realizar el adecuado mantenimiento, cuidado y vigilancia el robot.
¿Habría corresponsabilidad?
Imaginémonos un robot que nos ofrece un producto comercial para lo que tenemos
que consignar una cantidad de dinero y que el mismo lo contrata para nosotros. El
robot pertenece a un banco. Durante la operación el robot comete un error y el dinero
se pierde sin tener rastro, son todas operaciones contables y registros informáticos. En
este caso el robot está actuando en representación del banco. Se podría decir que la
máquina no es un simple instrumento sino que actúa con un estatus diferente y con un
mayor nivel de responsabilidad. ¿El banco en este caso respondería del daño causado
por el robot o debe considerarse un error técnico y valorar el grado de responsabilidad
el titular del robot y si este ha cumplido con sus obligaciones de mantenimiento,
cuidado y vigilancia debe ser exonerado de responsabilidad?
Lo que es evidente es que en este caso el robot no es una simple máquina sino que
está generando derechos y obligaciones a la empresa o a su titular y se está
posicionando como un representante de la organización entendida como persona que
realiza acciones que generan derechos y obligaciones en nombre y por cuenta de otro.
En un futuro habrá personas físicas con implantes robóticos que no deberían incluirse
en este estatus. A este respecto a lo mejor es necesario un estatus jurídico diferente
para los ciborgs y los hybrots24.
Otras preguntas que nos plantearemos son ¿Qué va a hacer el robot y cómo lo vamos
a programar? ¿Debemos limitar el número de robots que puede tener una persona?
Los robots pueden transitar por la vía pública y en los espacios públicos sin control
humano. Debe regularse específicamente esta cuestión pues los espacios públicos
deberían reservarse para las personas y no debe ser posible sin regulación específica
el tránsito no controlado de los robots salvo que sea bajo el control de una persona.
Las Fuerzas de Seguridad de un estado tienen competencia de seguridad y entre sus
funciones está la de garantizar y supervisar de manera efectiva la paz en la vía pública.
Si los robots pudieran transitar solos por la vía pública sería necesario que estos
estuvieran identificados y que se sujetarán a las mismas obligaciones de las personas
en cuanto a orden y conductas cívicas y de convivencia. De esa exigencia y control de
los robots resulta la necesidad de que las autoridades competentes estén en
condiciones de acceder e intercambiar información que les permita supervisar la
conducta de los robots como hace con las personas físicas y jurídicas en sus
respectivas jurisdicciones.
Con el fin de que las autoridades competentes puedan realizar un seguimiento efectivo
de los robots, es importante crear un registro que permita el control, el acceso y el
intercambio de información general sobre los robots inteligentes.
Previo a este robot debería crearse el registro de fabricantes y representantes de robots
inteligentes.
El Registro deberá tener en cuenta el tipo del robot, el sector de aplicación, la función
del robot y la geografía. A estos efectos se podría utilizar la clasificación de EURON
Roboethics Roadmap (2007).
La siguiente cuestión que se nos plantea es qué información debe considerarse mínimo
indispensable para cumplir con la finalidad descrita. Esta cuestión debe ser de objeto
de debate y de alto consenso pero inicialmente identifico los siguientes datos:
- Fabricante
Debe dotarse a una autoridad pública de un marco legal adecuado para el ejercicio de
sus competencias de inspección, control y sanción ante incumplimientos de seguridad
en los robots.
5. CONCLUSIÓN
La nueva generación de robots convivirá con los humanos y trata de ayudarles física
y psicológicamente tratando de contribuir a una sociedad más segura y pacífica. Sin
embargo, en este trabajo25 se han identificado riesgos a los que la normativa debe dar
una solución:
25 Para el desarrollo del trabajo se ha tenido en cuenta las opiniones de (European Robotics
Research Network, 2006).
La ley debe definir principios y normas que permitan resolver los conflictos éticos,
legales y de seguridad derivados de la robótica y la inteligencia artificial. Además,
puesto que la tecnología afecta a la humanidad, las decisiones a adoptar deben
involucrar en la toma de decisión a científicos, empresarios, gobernantes y a las
personas.
- Los usos, derechos y límites que queremos establecer. Vamos a tener que
ponderar desde un punto de vista ético, práctico y legal si debemos cerrar la
puerta a ciertas innovaciones y desarrollos al poner en riesgo la sociedad y
la humanidad como la conocemos.
Se trata de que la regulación siga construyendo una sociedad para los humanos y no
tanto de una sociedad para los robots que carecen de sentimientos y consciencia de sí
mismos. Se trata de establecer un marco de derechos y obligaciones para los robots
con los que conviviremos por razones de seguridad. Debiendo regularse el diseño y
fabricación de los robots y posteriormente cuestiones de seguridad como
consecuencia de la coexistencia del robot con los humanos.