Arenas Bituminosas
Arenas Bituminosas
Arenas Bituminosas
El sistema de extracción requiere además de grandes cantidades de agua: por cada barril
de petróleo producido se necesitan entre 2 y 4,5 barriles de agua. La mayor parte procede
del río Athabasca, contaminado como muchas aguas de la zona. El bitumen y los
productos químicos peligrosos utilizados son otra fuente de contaminación para el entorno.
Los defensores de este sistema aseguran que cumplen con la normativa ambiental y que,
en la actualidad, utilizan técnicas mucho menos perjudiciales. Sin embargo, un reciente
estudio publicado en la revista científica PNAS por investigadores de la Universidad de
Toronto (Canadá) cuestiona dicha afirmación. El trabajo señala que los niveles reales
de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) emitidos al aire en la explotación de las
arenas bituminosas de Athabasca pueden ser de dos a tres veces mayores de lo estimado.
Los HAP son sustancias peligrosas que pueden producir cáncer y en contacto con el agua
se esparcen por la atmósfera. El estudio pone en entredicho los informes favorables
al proyecto Keystone XL, que pretende llevar unos 830.000 barriles de crudo diarios
desde Alberta a las refinerías al sur de Nebraska (Estados Unidos).
Coalición Clima, que agrupa en España a las principales ONG ecologistas y diversas
asociaciones ciudadanas, ha denunciado la posición favorable del Gobierno a dicha
introducción masiva de petróleo bituminoso. Ecologistas en Acción recuerdan que la UE y
Canadá trabajan en un acuerdo económico y de libre comercio (CETA) y que este
combustible es una de las partes importantes de la negociación.
ARENAS BITUMINOSAS
También llamadas arenas de alquitrán, arenas de petróleo o petróleo crudo
extra pesado. son una combinación de arcilla, arena, agua y bitumen (una
sustancia parecida a la brea) que se encuentra en grandes cantidades en
diversas partes del mundo, sobre todo en Canadá, aunque también
en Venezuela, Estados Unidos, Rusia o Madagascar. De estas arenas se
extrae un betún con características similares a las del petróleo, que al igual que
éste puede ser refinado para obtener diferentes compuestos orgánicos, entre
ellos combustible.
Formación
Aunque el origen de las arenas bituminosas sigue siendo controvertido, la
mayoría de los geólogos del petróleo creen que este recurso se formó de la
misma manera que los otros combustibles fósiles: el petróleo convencional,
el gas natural y el carbón. La materia orgánica antigua murió y estuvo cubierta
por capas de sedimentos que ejercieron suficiente presión y temperaturas para
transformar la materia en petróleo. El aceite de las arenas petrolíferas se formó
a partir de los organismos marinos que cayeron al fondo del vasto mar. A
medida que la tierra misma cambió y se volvió a formar, ese petróleo quedó
atrapado en las enormes cantidades de arena de cuarzo que dejaron atrás los
ríos que alguna vez drenaron en el antiguo mar. Dentro de estos depósitos,
los hidrocarburos más ligeros se evaporaron o fueron consumidos por las
bacterias, dejando betún espeso y viscoso. A medida que los glaciares se
movían sobre los lechos de arena, los escombros quedaban atrás, y las arenas
petrolíferas estaban oscurecidas por capas de roca, arcilla y almizcle, dejando
solo los afloramientos para revelar las riquezas escondidas debajo.
En promedio, la arenas se forman con:
Localización
Los depósitos de arenas petrolíferas se encuentran en decenas de países de
todo el mundo. Los principales depósitos se encuentran en las rocas
del Período Cretácico en Arabia Saudita, Canadá y Venezuela. Las arenas
bituminosas de Canadá se encuentran casi exclusivamente en el norte
de Albertaen tres depósitos que se encuentran en la Formación McMurray, una
capa de arenisca, arenisca y arena de aceite, formada durante el período
Cretácico.
Industria
Aunque se conocen desde siempre, no ha sido hasta hace relativamente poco
cuando la industria ha fijado su punto de mira en ellas. Y lo cierto es que
pueden resultar unas grandes competidoras frente al petróleo, pues se estima
que sólo las reservas de Canadá podrían ser bastante mayores que la totalidad
de las reservas petrolíferas conocidas en el mundo, lo que implica que ellas
solas podrían cubrir las necesidades energéticas de Estados Unidos durante
décadas. El principal problema que presentan las arenas bituminosas es que
tanto su extracción como su refinado tienen una gran complicación a nivel
técnico y ambiental. Al contrario que con el petróleo, la extracción de las arenas
bituminosas suele realizarse mediante minería a cielo abierto, lo que implica
excavar la superficie y procesar la materia prima con calor y químicos in situ
para decantar el betún y permitir que este fluya a través de oleoductos. Sin
embargo, el 80% de las arenas petrolíferas se encuentran a demasiada
profundidad para poder extraerlas de esta forma.
Impacto ambiental
Uno de los mayores problemas con el desarrollo de las arenas bituminosas es
el impacto ambiental asociado a la extracción, procesamiento y mejora del
bitumen. Algunas de las preocupaciones incluyen:
Esto demuestra que a las empresas petroleras y a los gobiernos les interesa
más el negocio que cuidar el medio ambiente y la salud de las personas al
autorizar este tipo de explotación tan perjudicial.
Las arenas bituminosas también son conocidas como arenas de petróleo, arenas de
alquitrán o, como en Venezuela, “petróleo crudo extra pesado”. Se componen de
una mezcla de arena y otras sustancias como el alquitrán u otros residuos de
antiguos brotes de petróleo.
Sin procesar, las arenas bituminosas prácticamente carecen de uso. En cambio, una
vez procesadas pueden convertirse en una especie de petróleo sintético que en parte
ya es utilizado para cubrir las necesidades de hidrocarburo en el mundo. Los
mayores yacimientos de arenas bituminosas se encuentran en Canadá, pero
también hay grandes mantos en Venezuela, Estados Unidos, Rusia o Madagascar.
Canadá es también el mayor país exportador de crudo extra pesado del mundo.
Peligros en el procesamiento
La producción de petróleo sintético a partir de arenas bituminosas requiere dos
fases básicas: la extracción y el procesamiento a base de gas natural. Dicha forma de
explotación ha sido criticada por activistas a favor del medio ambiente. Se dice, por
un lado, que la extracción consume grandes cantidades de energía y agua. Por otra
parte, durante este proceso se producen sustancias altamente tóxicas como las
dioxinas.
En España, el movimiento Ecologistas en Acción denunció la llegada a Europa del
primer gran cargamento de arenas bituminosas.
El petróleo producido en Bolivia tiene una densidad entre los 50º y 60º API (una medida
internacional de densidad), que en la escala de petróleos es considerado como liviano. En
algunos campos más antiguos actualmente en declive, como el Camiri, La Peña, Surubí y
Paloma, (descubiertos en la década de los 60), se obtiene petróleo con 38º API, que resulta ser el
más pesado del país.
“De acuerdo a la materia orgánica natural, el petróleo resulta pesado o liviano. Por norma
general, los petróleos más pesados están en sedimentos más modernos, por ejemplo en la era
terciaria o cretácica como sucede en Venezuela, donde se ha formado hace unos 53 millones de
años atrás”, indica.
Venezuela tiene la mayor reserva de petróleo pesado del mundo (ubicado en la franja del
Orinoco), se llega a obtener petróleo de 18 a 25º API lo que es considerado como petróleo muy
pesado. Además de este petróleo existen las arenas bituminosas que son una forma de petróleo
extra pesado cuyos yacimientos se depositan en Alberta, Canadá.
En el caso de Bolivia, el petróleo que se explota actualmente, se ha formado en una capa del
subsuelo mucho más antigua denominada devónico. “Está capa empezó a formarse hace 410
millones de años aproximadamente y se encuentra ubicada a 4000 y 5000 metros de
profundidad, lo que hace muy complicada su extracción” señaló Asterio Ayaviri.
Además de esto, el experto señala que en la franja conocida como la cuenca del subandino
centro y sur, que es donde se ubican los mayores reservorios de Bolivia, existe mayor
posibilidad de encontrar gas natural y el llamado petróleo asociado.
Sucede que cuanto más profundo está el reservorio, hay mayores probabilidades de encontrar
gas y no petróleo propiamente dicho. Sin embargo, este gas, al subir a la superficie se condensa
de acuerdo a lo que se denomina “condensación retrograda”.
“Por eso se dice que somos un país principalmente gasífero”, señala Asterio Ayaviri a tiempo de
explicar que la roca madre en la que se ha formado el petróleo que hoy se encuentra en territorio
nacional ha tenido afluentes netamente terrestres y no marinos (como el de Venezuela), que han
dado como resultado un petróleo más liviano.
Sin embargo, luego de algunos intentos fallidos por tratar de ubicar yacimientos más profundos,
la compañía YPFB Andina trata de revivir el prospecto profundo para encontrar el reservorio
que se conecte con el de los campos Margarita, Sábalo e Incahuasi.
“Se trata del mismo reservorio que está distribuido en toda el área del subandino sur”, explica
Ayaviri. Reservorio que se puede encontrar a más de 4000 metros y en el que se espera explotar
gas con condensado de petróleo a diferencia de antaño.
En el contexto regional
La producción de petróleo de Bolivia, situada en el orden de los 40 mil barriles por día, no es
significativa dentro del contexto regional, donde los países de Centro y Sur América suman una
producción de 6685 mil barriles/día y una reserva probada de 123,2 mil millones de barriles que
alcanzarían para los próximos 50 años, según el Statistical Review of World Energy de la
petrolera BP elaborado con cifras hasta 2008.
En este orden, el informe indica que Venezuela tiene el 7.9% de las reservas mundiales de
petróleo que, de acuerdo a su ritmo de producción actual, le alcanzarían para los próximos 100
años, situación que le hace líder en producción de petróleo de la región.
Estados Unidos tiene el 2.4% de las reservas que le alcanzarían para los próximos 12 años, y
Arabia Saudi se constituye en el país con mayores reservas de petróleo en el mundo, con el 21%
que le alcanzaría para los próximos 66 años.
En total, el informe señala que las reservas mundiales de petróleo ascienden a 1258 mil millones
de barriles, cifra que ha caído en 3 mil millones de barriles respecto a 2007, lo que da una
posibilidad de que alcancen para abastecer la demanda de los próximos 42 años.