Talleres de Lectura y Escritura Semiologia 2016 PDF

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Talleres de lectura y escritura del CBC

Nuevas propuestas y actividades

MARA CECILIA PEREIRA (SEDE CIUDAD UNIVERSITARIA)


MARIANA DI STEFANO (SEDE PUN)
Y COLABORADORES

Introduccin y Captulo 1

Ctedra de Semiologa (Arnoux)

Colaboradores: Daniela Laura, Mara Lpez Garca, Elena Valente, Mariana Cuarro,
Mara Raimondi, Pabla Diab, Vernica Zaccari, Ricardo Schmidt, Fabia Arrossi, Claudia
Hartfield, Amelia Zerillo, Gonzalo Blanco

2016
ndice

Introduccin, M. di Stefano y M. C. Pereira ................................................................................3

El debate sobre el espaol global y el uso del doblaje o del subtitulado en la comunicacin audiovi -
sual. El caso del Esperanto. Las ideologas lingsticas

I. La lectura de textos acadmicos .......................................................................................... 7

II. El estudio de un tema controversial mediante un trabajo de campo..................................11

2.1. El trabajo de campo y la elaboracin de informes ....................................................................... 11

III. La lectura de un corpus. Los gneros y las comunidades discursivas ...............................19

3.1. Corpus sobre el espaol neutro o global, el doblaje y el subtitulado ........................................ 30

Texto 1. Sobre el doblaje, J. L. Borges ................................................................................. 30


Texto 2. Ser obligatorio el doblaje al espaol de pelculas y series extranjeras
Infobae ....................................................................................................................................... 31
Texto 3. Doblada o subtitulada? Un problema ms complejo de lo que parece
D. Lerer .............................................................................................................................................................32
Texto 4. Borges y el doblaje: setenta aos despus, J. Michel Faria ................................36
Texto 5. Por qu se dobla el cine en Espaa y en otros pases no?, S. Campillo .............38
Texto 6. El controvertido concepto de espaol neutro. Reflexiones desde el lxico
L. Petrella ................................................................................................................................... 40
Texto 7. Maletas en la cajuela, M. Wald .....................................................................................................47

Texto 8. Espaol neutro o internacional, A. Gmez Font ....................................................49

IV. Anlisis de corpus a partir de nociones tericas: el concepto de ideologa lingstica. .51

2
Introduccin
Mariana di Stefano y Mara Cecilia Pereira

Los talleres de lectura y escritura de la ctedra de Semiologa del CBC comenzaron a dic-
tarse hace 26 aos, en 1990. Nuestras propuestas pedaggicas han ido acompaando los cam-
bios en el perfil de los alumnos, a la vez que han ido incorporando los resultados de las investi-
gaciones que nuestro equipo llev adelante.
Nuestra aproximacin a la problemtica de la lectura y la escritura siempre prioriz un
abordaje sociodiscursivo. Las propuestas que elaboramos en los aos 90 se articularon a partir
de un dilogo disciplinar con la Psicologa Cognitiva, primero, y luego con la Psicologa Social.
As desarrollamos diversas investigaciones acerca de las representaciones sociales de los alum-
nos sobre la lectura y la escritura en la universidad, que orientaron nuestra prctica docente.
Comprobamos que la intervencin didctica sobre las representaciones con las que los alum-
nos llegan al CBC es un punto de partida imprescindible para ajustar la distancia entre las re -
presentaciones escolares y las universitarias en torno de estas prcticas.
Posteriormente, nuestros dilogos disciplinares se orientaron hacia la teora de la praxis
social en particular hacia los aportes de Bourdieu en este terreno, que integra el concepto de
representacin social- y hacia la Historia Social de la Lectura y la Historia de la Cultura Escritu -
ra, lo que permiti integrar a la propuesta una perspectiva histrica que favoreciera la desna -
turalizacin de las prcticas actuales. Estos dilogos nos llevaron a encarar la enseanza de la
lectura y la escritura desde una perspectiva glotopoltica.
La glotopoltica entiende que todos los grupos sociales realizan intervenciones so-
bre el lenguaje que tienen un valor poltico. As optan o elaboran estilos, variedades,
gneros, registros que responden a su inscripcin social y a la finalidad que atribuyen a
sus prcticas discursivas. Esta perspectiva invita a identificar la lgica que regula esas opcio-
nes y no a cuestionar, desde una supuesta normativa universalista, su grado de legitimidad.
Desde este enfoque, lo que nosotros proponemos a los alumnos en nuestros diseos didc -
ticos es encarar el camino de una reflexin crtica sobre los modos en que la cultura escrita se
hace presente en distintas comunidades discursivas, entre ellas la acadmica. Nos interesa que
observen cmo las comunidades han configurado histricamente los modos de leer y escribir
que consideran aptos para s, las formas dominantes que se manifiestan en cada una, como
tambin su coexistencia con otras formas que evidencian la presencia de conflictos y tensiones.
No consideramos al discurso como un objeto abstracto, que pueda ser analizado en sus caracte -
rsticas formales al margen de las prcticas sociales que configura y cuyas huellas pueden leer -
se en los enunciados. Es por eso que no apuntamos en nuestros talleres a prescribir o sancionar
modos de decir sino a estimular la interpretacin de sus valores y sentidos en cada contexto.
En cuanto a nuestra propuesta en el terreno de la escritura, este enfoque nos lleva a ense-
ar el amplio repertorio de formas que puede adoptar una comunidad -gneros, modalidades
enunciativas, estilos, configuraciones retricas- las normas que instituye como legtimas, pero
adems, los sentidos polticos que derivan de esos usos.
Pensamos que para que una persona (de cualquier comunidad discursiva) se convierta en
un productor considerado legtimo de una comunidad, y a la vez crtico, debe adquirir un do-

3
minio en el uso de ese repertorio de formas pero a la vez debe ser consciente de que estas reve-
lan relaciones hegemnicas de ese espacio y marcan los distintos posicionamientos.
En cuanto a la lectura, pensamos que lograr el objetivo de que los estudiantes realicen una
lectura crtica de los discursos que debe leer en la universidad implica no solo acceder a una
supuesta informacin proposicional descontextualizada sino poder interpretar el tipo de inter-
vencin que se est llevando a cabo a travs de esa enunciacin, los presupuestos tericos des -
de los que se enuncia, aquellos con los que se polemiza, en qu tradicin se inscribe esa pala -
bra, entre otros.
As, nuestras propuestas didcticas le plantean al alumno reflexionar sobre las caractersti-
cas de la comunidad cuyas producciones va a leer y en la que va a tomar la palabra a travs de la
escritura: analizar los modos de decir dominantes en ese espacio; cmo son evaluadas las distin-
tas voces; entre quines se entabla una interlocucin y con qu fines. La idea es que en la medida
en que un lector o locutor sea consciente de las reglas que rigen el espacio en el que se ubica, est
en mejores condiciones de interpretar su dinmica y de decidir cmo intervenir en l.

Las secuencias didcticas que presentamos


El material que presentamos a continuacin responde a diagnsticos realizados en el ao
2013 sobre el desempeo de los alumnos en las actividades finales de los talleres de lectura y
escritura. Esos diagnsticos muestran logros en la lectura que los estudiantes hicieron de las
argumentaciones sostenidas en distintas fuentes bibliogrficas, en la organizacin estructural
de sus propios escritos y en el control de las modalidades enunciativas requeridas en los gne-
ros solicitados, pero sin embargo muestran tambin dificultades. En cuanto a la lectura, mani-
fiestan principalmente obstculos para interpretar los posicionamientos tericos que susten-
tan las argumentaciones de las fuentes que deban leer y exponer. En cuanto a la escritura, las
producciones resultan dbiles en la articulacin de las diversas voces y en la evaluacin de los
distintos posicionamientos ante el problema abordado.
En funcin de ello, elaboramos un nuevo material didctico que jerarquiz los siguientes
objetivos:
Que los alumnos
1- analicen, evalen y se posicionen ante debates sociales actuales;
2- aborden debates vinculados con problemticas lingsticas y discursivas;
3- identifiquen en los debates presupuestos tericos que remiten a concepciones ge-
nerales (sobre la sociedad, el sujeto, el discurso, la lengua, los cambios sociales,
etc.);
4- escriban diversos gneros, tanto de la esfera pblica como acadmica, en particular
los que habitualmente suelen ser demandados a los alumnos en los estudios supe -
riores. Entre estos, tanto los de exposicin de conocimientos como de produccin
de nuevos saberes.

Estos objetivos estn relacionados con un modo de concebir el rol de la universidad y la fi -


nalidad del saber cientfico: aportar al conocimiento y la reflexin sobre el mundo en el que vi -
vimos y a la vez formar profesionales crticos que conozcan los problemas y conflictos de su
poca y cuenten con herramientas tericas para intervenir aportando al anlisis y la bsqueda
de soluciones. En ese marco, el primer objetivo apunta a que los alumnos construyan un lugar

4
para mirar los debates sociales asociado a los conocimientos histricos, filosficos, sociolgi-
cos, discursivos que comienzan a incorporar en la universidad, en las diversas materias, entre
ellas Semiologa. La idea es que se apropien del bagaje terico que la universidad comunica
para pensar cuestiones sociales, que lo involucran como ciudadano.
El segundo objetivo responde a la necesidad de que los alumnos profundicen la reflexin
sobre el lenguaje. Consideramos que en este nivel educativo, el desarrollo de habilidades de
lectura y escritura requiere de conocimientos tericos sobre el discurso, que permitan interve-
nir de un modo consciente en los propios procesos de produccin e interpretacin. Y si bien
nuestros talleres forman parte de la materia Semiologa, cuyo principal objeto de enseanza es
la teora del discurso, desde el taller buscamos profundizar el vnculo entre teoras y el anlisis
de casos puntuales. Los dos debates que abordamos en estos materiales permiten al alumno
identificar las nociones tericas que pueden resultarles tiles para el anlisis e interpretacin
de cada caso y a la vez conocer ms las creencias sociales en torno al lenguaje presentes hoy en
diversos grupos, ya sean periodistas, columnistas, acadmicos, militantes o miembros de su en -
torno ms prximo.
El tercer objetivo focaliza el ncleo ms problemtico que identificamos en los diagnsti-
cos y en la habilidad que consideramos decisiva para el despliegue de una lectura crtica: el es -
tablecimiento de relaciones entre los paradigmas tericos estudiados y los debates del campo
social, lo que implica que lean los presupuestos -a partir del reconocimiento del interdiscurso
terico, en las marcas lxicas o en la reformulacin de nociones- que los historicen y que ubi-
quen su valor en el campo disciplinar correspondiente. Este es el recorrido que a nuestro juicio
se requiere para la construccin de una mirada crtica.
El cuarto objetivo apunta al desarrollo de habilidades de escritura que permitan al alumno
intervenir en distintos espacios sociales. En los casos que presentamos, buscamos estimular su
participacin en los debates haciendo uso de las lecturas propuestas por la universidad y de las
reflexiones sobre la escritura y la comunicacin que realiza en el taller. As, entre las situacio-
nes enunciativas que involucran la participacin en la esfera pblica, el alumno debe resolver
la fundamentacin de un proyecto de ley sobre el titulado en el cine, una columna de opinin
para alguno de los medios en los que se han manifestado los debates, una columna polmica
para un debate televisivo sobre los temas en cuestin. Con respecto a la escritura acadmica, la
idea es acercarlos a distintas prcticas propias de esa comunidad. En este caso, destacamos es -
pecialmente la inclusin de escritos de produccin de conocimiento. Si en los talleres siempre
se privilegia la escritura de textos expositivos acadmicos derivados de lecturas previas como
las respuestas de parcial- o expositivo-argumentativo -como la monografa-, en este caso nos
interesa que el alumno transite tambin por un gnero como el informe de investigacin de
campo, que requiere no solo lecturas previas sino tambin la implementacin de encuestas y la
sistematizacin de datos, entre otros. Consideramos que esta prctica puede favorecer en el
alumno la construccin de una representacin sobre los modos a partir de los cuales se formu-
lan hiptesis en el campo de las ciencias sociales y se las fundamenta.

5
El captulo 1 presenta una secuencia de actividades con eje temtico en un debate sobre
la ley del doblaje, el subtitulado, el espaol neutro y el esperanto, como caso histrico. Los ob -
jetivos generales son que los alumnos:
a- identifiquen ideologas lingsticas en las distintas intervenciones del debate y en las
respuestas de las personas encuestadas por ellos;
b- realicen inferencias acerca de concepciones sobre la lengua comn, el arte, el artista, el
lugar del lenguaje verbal en los discursos audiovisuales y en la comunicacin poltica;
produzcan gneros diversos que manifiesten una mirada sistematizadora y apreciativa so-
bre el conjunto de los textos dados para leer y sobre los resultados de las encuestas sustancia-
das, en cuanto a las ideologas lingsticas que presentan y de las que se diferencian.

El captulo 2 presenta una secuencia de actividades cuyo eje temtico es un debate sobre
el sexismo en la lengua. Los objetivos generales son que los alumnos:
a- identifiquen los presupuestos estructuralistas o glotopolticos sobre el lenguaje presen-
tes en las distintas intervenciones del debate y en las respuestas de las personas en -
cuestadas por ellos;
b- realicen inferencias acerca de las concepciones sobre la sociedad y las relaciones entre
los sujetos; sobre quin debe regular los cambios lingsticos; sobre las normas y los
usos, entre otros.
c- produzcan gneros diversos que manifiesten una mirada sistematizadora y apreciativa
sobre el conjunto de los textos dados para leer y sobre los resultados de las encuestas
sustanciadas, en cuanto a los supuestos tericos sobre la lengua que presentan y de las
que se diferencian.

6
El debate sobre el espaol global y el uso del doblaje
o del subtitulado en la comunicacin audiovisual.
El caso del Esperanto.
Las ideologas lingsticas

I. La lectura de textos acadmicos

Lea el texto que sigue:

La Lengua; su definicin
Ferdinand de Saussure
Curso de lingstica general, Captulo III El objeto de la lingstica, Madrid, Planeta Agostini, 1994, pp. 33-36.

Cul es el objeto a la vez ntegro y concreto de la lingstica?


La cuestin es particularmente difcil; ms tarde veremos por qu; limitmonos ahora a
hacer comprender esta dificultad.
Otras ciencias operan sobre objetos dados de antemano y que pueden considerarse luego
desde diferentes puntos de vista; en nuestro campo no ocurre eso. Alguien pronuncia la pala -
bra francesa nu: un observador superficial estara tentado a ver en ella un objeto lingstico
concreto, pero un examen ms atento har ver sucesivamente tres o cuatro cosas completa-
mente diferentes, segn la manera en que se la considere: como sonido, como expresin de una
idea, como correspondiente del latn ndum, etc. Lejos de preceder el objeto al punto de vista,
se dira que es el punto de vista quien crea el objeto, y adems nada nos dice de antemano que
una de esas maneras de considerar el hecho en cuestin es anterior o superior a las otras.
Por otro lado, cualquiera que sea la que se adopte, el fenmeno lingstico presenta per -
petuamente dos caras que se corresponden; adems, cada una de ellas slo vale gracias a la
otra. Por ejemplo:
1. Las slabas que se articulan son impresiones acsticas percibidas por el odo, pero los
sonidos no existiran sin los rganos vocales; as, una no existe ms que por la correspondencia
de esos dos aspectos. Por tanto, no se puede reducir la lengua al sonido, ni separar el sonido de
la articulacin bucal; y a la recproca, no se pueden definir los movimientos de los rganos vo-
cales si se hace abstraccin de la impresin acstica.
2. Admitamos, sin embargo, que el sonido sea una cosa simple: es l quien hace el len -
guaje? No, no es ms que el instrumento del pensamiento y no existe por s mismo. Surge ah
una nueva y temible correspondencia: el sonido, unidad compleja acstico-vocal, forma a su
vez con la idea una unidad compleja, fisiolgica y mental. Y esto no es todo an.
3. El lenguaje tiene un lado individual y un lado social, y no puede concebirse uno sin el
otro. Adems:
4. En cada instante implica a la vez un sistema establecido y una evolucin; en cada mo-
mento, es una institucin actual y un producto del pasado. A primera vista parece muy sencillo

7
distinguir entre este sistema y su historia, entre lo que es y lo que ha sido; en realidad, la rela-
cin que une esas dos cosas es tan estrecha que cuesta mucho separarlas.
Sera ms sencilla la cuestin si considerramos el fenmeno lingstico en sus orgenes,
si, por ejemplo, se comenzara estudiando el lenguaje de los nios? No, porque es una idea com -
pletamente falsa creer que en materia de lenguaje el problema de los orgenes difiere del pro -
blema de las condiciones permanentes; no hay manera, pues, de salir del crculo.
As, sea el que fuere el lado desde el que se aborda la cuestin, en ninguna parte se ofrece
a nosotros el objeto ntegro de la lingstica; por todas partes volvemos a encontrar este dile-
ma: o bien nos aplicamos a un solo lado de cada problema, y entonces corremos el riesgo de no
percibir las dualidades sealadas ms arriba, o bien, si estudiamos el lenguaje por varios lados
a la vez, el objeto de la lingstica se nos aparece como un amasijo confuso de cosas hetercli-
tas sin vnculo entre s.
Procediendo de este modo se abre la puerta a varias ciencias -psicologa, antropologa, gra-
mtica normativa, filologa, etc.-, que nosotros separamos netamente de la lingstica, pero que,
aprovechando un mtodo incorrecto, podran reivindicar el lenguaje como uno de sus objetos.
A nuestro parecer no hay ms que una solucin a todas estas dificultades: hay que situarse
desde el primer momento en el terreno de la lengua y tomarla por norma de todas las dems manifesta-
ciones del lenguaje. En efecto, entre tantas dualidades slo la lengua parece ser susceptible de
una definicin autnoma y proporciona un punto de apoyo satisfactorio para el espritu.
Pero, qu es la lengua? Para nosotros, no se confunde con el lenguaje; no es ms que una
parte determinada de l, cierto que esencial.
Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones
necesarias, adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esta facultad en los in-
dividuos.
Tomado en su totalidad, el lenguaje es multiforme y heterclito; a caballo de varios domi-
nios, a la vez fsico, fisiolgico y psquico, pertenece adems al mbito individual y al mbito
social; no se deja clasificar en ninguna categora de los hechos humanos, porque no se sabe
cmo sacar su unidad.

Responda las preguntas que siguen:

1. Cul es la obra a la que pertenece el fragmento ledo? Tiene alguna informacin so-
bre esa obra y sobre su autor? A partir de la lectura del texto y de la informacin sobre la
obra responda:
a. Es una obra en la que el autor desarrolla un punto de vista propio sobre un tema o
explica las perspectivas que otros han desarrollado?
b. Es un texto terico en el que se proponen nuevos conceptos para abordar un pro-
blema o es un texto de anlisis de casos particulares a partir de teoras ya desarrolla -
das?
c. Al final del fragmento se ofrece la referencia bibliogrfica de la obra: qu informa-
cin aporta?
2. Cul es el tema general que se trata en el texto?

8
3. El ttulo del fragmento se relaciona con el tema general que aborda? Explique esa re-
lacin.
4. Qu problema relativo a la lingstica como disciplina cientfica plantea de Saussure
en este texto?
5. Qu nocin propone para resolver el problema identificado?
6. En el fragmento ledo se emplean formas verbales y pronombres de primera persona
del plural. Determine en los siguientes casos, cundo ese uso remite al enunciador y al
enunciatario (yo + usted) y cundo remite al enunciador en tanto miembro de la comuni-
dad cientfica. Justifique su respuesta.
Admitamos, sin embargo, que el sonido sea una cosa simple.

Pero, qu es la lengua? Para nosotros, no se confunde con el lenguaje; no es ms que una


parte determinada de l, cierto que esencial.

7. Observe el uso de bastardillas y explique las funciones que desempea esa marca
grfica en cada caso.
8. En la primera parte del texto se concluye: Lejos de preceder el objeto al punto de vis-
ta, se dira que es el punto de vista quien crea el objeto, y adems nada nos dice de
antemano que una de esas maneras de considerar el hecho en cuestin es anterior o su-
perior a las otras. Cmo se fundamenta esta conclusin en el texto?
9. En el texto se afirma: El fenmeno lingstico presenta perpetuamente dos caras que
se corresponden. Cmo se justifica esa afirmacin?

Escritura acadmica: las respuestas de parcial y la ficha de lectura

10. Defina, de acuerdo con el planteo de Ferdinand de Saussure, la nocin de lengua.


11. Lea los siguientes fragmentos del Curso de Lingstica General y ample la definicin
anterior de lengua, para responder a una pregunta de parcial:

Recapitulemos los caracteres de la lengua: 1 Es un objeto bien definido en el conjunto hete -


rclito de los hechos de lenguaje. Se la puede localizar en la porcin determinada del circui-
to donde una imagen acstica viene a asociarse con un concepto. La lengua es la parte social
del lenguaje, exterior al individuo, que por s solo no puede ni crearla ni modificarla; no
existe ms que en virtud de una especie de contrato establecido entre los miembros de la co-
munidad. Por otra parte, el individuo tiene necesidad de un aprendizaje para conocer su
funcionamiento; el nio se la va asimilando poco a poco. Hasta tal punto es la lengua una
cosa distinta, que un hombre privado del uso del habla conserva la lengua con tal que com-
prenda los signos vocales que oye. 2 La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede
estudiar separadamente. Ya no hablamos las lenguas muertas, pero podemos muy bien asi-
milarnos su organismo lingstico. La ciencia de la lengua no slo puede prescindir de otros
elementos del lenguaje, sino que slo es posible a condicin de que esos otros elementos no
se inmiscuyan. 3 Mientras que el lenguaje es heterogneo, la lengua as delimitada es de na-

9
turaleza homognea: es un sistema de signos en el que slo es esencial la unin del sentido y
de la imagen acstica, y donde las dos partes del signo son igualmente psquicas. ()
La lengua es un sistema en donde todos los trminos son solidarios y donde el valor de cada
uno no resulta ms que de la presencia simultnea de los otros. ()
Dentro de una misma lengua, todas las palabras que expresan ideas vecinas se limitan rec-
procamente: sinnimos como recelar, temer, tener miedo, no tienen valor propio ms que
por su oposicin; si recelar no existiera, todo su contenido ira a sus concurrentes. ()
El valor de los signos es puramente diferencial, definido no positivamente por su contenido,
sino negativamente por sus relaciones con los otros trminos del sistema. Su ms exacta ca -
racterstica es la de ser lo que los otros no son.

12. Conoce cules son los rasgos caractersticos del estructuralismo? Reconoce en el
texto de de Saussure algunos de ellos? Cules? Enumrelos. Puede revisar algunos de
los rasgos del estructuralismo en el siguiente fragmento:

Sabemos que la palabra estructura deriva del latn structura, derivado del verbo struere,
construir. Tiene, pues, inicialmente un sentido arquitectnico; designa la manera en la
que est construido un edificio. Pero desde el siglo XVII su uso se fue ampliando cada vez
ms en una doble direccin: hacia el hombre, cuyo cuerpo puede ser comparado con una
construccin (coordinacin de los rganos, por ejemplo), y hacia sus obras, en particular, su
lengua (coordinacin de las palabras en el discurso, composicin del poema).
L. Bernot observa que, desde sus comienzos, el trmino designa a la vez: a) un conjunto, b)
las partes de ese conjunto, c) las relaciones de esas partes entre s, lo cual explica por qu
ha seducido tan fcilmente a los anatomistas y a los gramticos y, a partir de ellos, en el
curso del siglo XIX, a todos aquellos que se interesaban por las ciencias exactas, las cien-
cias de la naturaleza y las del hombre. [...]
La nocin de estructura podra, entonces, definirse as:
1. Sistema-ligado, de modo tal que el cambio producido en un elemento provoca un cambio
en los otros elementos.
2. El sistema (es lo que lo distingue) est latente en los objetos que lo componende all la
expresin modelo empleada por los estructuralistas y es justamente porque se trata de
un modelo que permite la prediccin y hace inteligibles los hechos observados.
3. El concepto de estructura aparece como un concepto sincrnico. Sobre todo si se remi-
ten los distintos tipos de estructuras a estructuras mentales (o incluso a estructuras cultura-
les como conciencias colectivas).

Adapt. de Bastide, R., Lvi-Strauss, C., Lagache, D., Lefebvre, H. y otros, Sentidos y usos del tr-
mino estructura en las ciencias del hombre, Buenos Aires, Paids, 1978, pp. 10 y 14.

13. Escriba una ficha de lectura en la que exponga (en alrededor de una carilla) el planteo
central del texto ledo. Incluya en su exposicin un marco en el que ubique al autor, la
obra y la corriente terica en la que este se inscribe. Destaque el problema que el autor
se plantea en este texto y la respuesta a la que arriba.

10
II. El estudio de un tema controversial
mediante un trabajo de campo

En los siguientes apartados se abordar la discusin actual acerca del doblaje y, en rela -
cin con esta, acerca del empleo del denominado espaol global. Para ello, leeremos textos
de distintos autores que definen sus posiciones respecto de si para ellos el doblaje es conve-
niente, adecuado, necesario o no y sobre el tipo de lengua que se debera utilizar en esos casos.
Antes de comenzar con dichas lecturas, le proponemos implementar una encuesta para
que usted cuente, por un lado, con informacin reciente y fidedigna acerca de las representa-
ciones que tienen los habitantes de su ciudad sobre doblaje de films y, por otro, para que co-
nozca los rasgos de las investigaciones de campo y cuente con estrategias para anlisis de sus
resultados y la presentacin de un informe acadmico.

2.1. El trabajo de campo y la elaboracin de informes

Lea el siguiente apartado de Pasajes. Escuela media-enseanza superior. Propuesta en


torno de la lectura y la escritura, dirigido por Elvira Arnoux, y resuelva las actividades que
figuran a continuacin.

La investigacin: el trabajo de campo


Arnoux, Elvira (dir.)
Pasajes. Escuela media-enseanza superior. Propuestas en torno de la lectura y la escritura, Buenos Aires,
Biblos, 2009, pp. 243-248.

Este libro trata sobre el trnsito de la escuela media a los estudios superiores. Cuando
pensamos en esta situacin, pueden ocurrrsenos diversas preguntas, por ejemplo: hay mu-
chos alumnos de escuela media que intentan continuar sus estudios?, por qu desean conti-
nuar o concluir sus estudios?, tienen dificultades al ingresar al nuevo ciclo?, cules son las
dificultades ms habituales?
Los docentes o los alumnos pueden contestar estas preguntas de manera poco rigurosa,
basndose en sus actividades habituales y su conocimiento personal. Pero la ciencia pretende
obtener respuestas mejor fundamentadas, y para eso ha desarrollado una variedad de mto -
dos y herramientas.

En su deliciosa biografa del Dante (1360 D.C.), Boccaccio expuso su opinin acerca del ori -
gen de la palabra poesa, concluyendo con este comentario: otros lo atribuyen a razones
diferentes, acaso aceptables; pero sta me gusta ms. El novelista aplicaba al conocimiento
acerca de la poesa y de su nombre el mismo criterio que podra emplearse para apreciar la
poesa misma: el gusto. Confunda as valores situados en niveles diferentes: el esttico, per-
teneciente a la esfera de la sensibilidad, y el gnoseolgico que, no obstante estar enraizado
en la sensibilidad, est enriquecido con una cualidad emergente: la razn.
() Pregntese a un cientfico si cree que tiene derecho a suscribir una afirmacin en el
campo de las ciencias tan slo porque le guste, o porque la considere un dogma inexpugna-

11
ble o porque a l le parezca evidente o porque la encuentre conveniente. Probablemente
conteste ms o menos as: ninguno de esos presuntos criterios de verdad garantiza la objeti-
vidad y el conocimiento objetivo es la finalidad de la investigacin cientfica. Lo que se acep -
ta slo por gusto o por autoridad, o por parecer evidente (habitual) o por conveniencia, no
es sino creencia u opinin, pero no es conocimiento cientfico. El conocimiento cientfico es
a veces desagradable, a menudo contradice a los clsicos (sobre todo si es nuevo), en ocasio-
nes tortura al sentido comn y humilla a la intuicin; por ltimo, puede ser conveniente
para algunos y no para otros. En cambio aquello que caracteriza al conocimiento cientfico
es su verificabilidad: siempre es susceptible de ser verificado (confirmado o disconfirmado).
Mario Bunge, La ciencia: su mtodo y su filosofa, Buenos Aires, Siglo XX, 1993, p. 26.

El proceso que aplica el mtodo cientfico para obtener informacin se denomina investi-
gacin. Se trata de una actividad de bsqueda de conocimientos reflexiva y sistemtica. Entre
las numerosas tcnicas de investigacin que debe aprender un alumno de enseanza superior
hemos elegido el trabajo de campo.
Todas las ciencias sociales, biolgicas y tcnicas emplean como herramienta el trabajo de
campo. Por ejemplo, los antroplogos lo realizan para conocer costumbres de diversos pue-
blos; los economistas y analistas de mercado, para comparar precios, niveles de consumo o
preferencias por determinados productos; los bilogos, para analizar el entorno tomando
muestras de la flora, la fauna, el agua o el suelo.
Estas actividades tan diversas tienen algo en comn: en el trabajo de campo no se recogen
datos en un laboratorio, sino directamente de la fuente de estudio. Estos datos sirven para respon-
der preguntas concretas como las que nos hicimos en el primer prrafo de manera rigurosa.
Existen dos amplios grupos de tcnicas en las que pueden incluirse las dems: las cualita-
tivas y las cuantitativas. En el trabajo de campo ambas pueden combinarse. En esta unidad nos
centraremos en el trabajo cuantitativo, es decir, el que obtiene datos que pueden expresarse
numricamente, por medio de cantidades.
Un ejemplo tpico de tcnica cuantitativa es la encuesta, un tipo de cuestionario que per-
mite respuestas precisas. Todos los sujetos o participantes que contestarn la encuesta se eli-
gen porque representan al segmento de poblacin que se investiga, por ejemplo, los alumnos
de 5 ao de la escuela media. El entrevistador que administra la encuesta debe ser neutral y
no dar ms informacin a unos que a otros.
Adems, las preguntas son idnticas y aparecen en el mismo orden. Hay dos tipos de pre -
gunta que suelen incluirse en encuestas: las preguntas estructuradas, que se contestan por s-
no o por eleccin de opciones propuestas por la misma encuesta (ver, por ejemplo, la pregun-
ta 1 de la encuesta sobre estudios superiores) y las preguntas abiertas, en las que cada entre-
vistado puede aportar una respuesta no prevista, diferente de las opciones. Por ejemplo, una
pregunta de la encuesta (que no analizaremos en el ejemplo) pide al entrevistado que indique
qu carrera le gustara seguir.
Con una encuesta bien administrada pueden extenderse las conclusiones a la totalidad
de la poblacin. Para esto es necesario calcular porcentajes que, adems, permiten determi-
nar los valores numricos que corresponden a subgrupos de esa poblacin. Por ejemplo, en
nuestro caso los resultados indican, como veremos, que el 90% de los alumnos desea conti-
nuar sus estudios (poblacin general) y que este porcentaje se reduce al 83% en el caso de los
alumnos de nivel socioeconmico bajo.

12
Modelo
Encuesta sobre estudios superiores
Para obtener informacin sobre el trnsito a los estudios superiores, se administr una
encuesta de diez preguntas. Como ejemplo mostramos solo las dos primeras preguntas:

Tiene pensado continuar los estudios despus de la escuela secundaria? (Marque la opcin correcta
con X)
A. S
B. No
C. No s

A. Si contest s, conteste las siguientes preguntas (Marque la opcin correcta con X)


1) Dnde piensa seguir estudiando?
o en la universidad
o en el profesorado
o cursos en carreras cortas

Muchas gracias por su colaboracin.

Una vez concluida la encuesta, se redacta un informe sobre los datos obtenidos. Un infor-
me tpico incluye las siguientes partes:
Ttulo
Introduccin (comentario general acerca del problema y de las preguntas que se
plantean, muchas veces no lleva subttulo).
Metodologa (breve explicacin sobre las herramientas que se emplearon en la in-
vestigacin; en este caso se trata de un trabajo de campo por medio de una encuesta).
Sujetos o participantes (se detalla quines contestaron la encuesta y se indica su
cantidad).
Resultados (se exponen ordenadamente los datos numricos, pueden incluirse
grficos).
Conclusiones (se interpretan y comentan los resultados).

A continuacin puede observarse un informe sobre la encuesta realizada, relativo a las


dos primeras preguntas:

El trnsito de la escuela media a los estudios superiores


Los alumnos que estn concluyendo sus escuela secundaria tienen la posibilidad de con-
tinuar sus estudios en el nivel superior, es decir, los estudios que requieren que el estudiante
haya completado el nivel medio para ingresar. La oferta es amplia: carreras universitarias
prolongadas, de cinco o ms aos de duracin, profesorados, carreras cortas, etc. La continua-
cin de los estudios hace que los alumnos profundicen el rea que ms les haya interesado y
obtengan una capacitacin que les permita trabajar segn su vocacin. Eventualmente, les
permite obtener trabajos mejor remunerados.

13
No obstante, se observa que solo una parte de los alumnos que egresan del nivel medio
intentan acceder a los estudios superiores y si lo hacen desertan con frecuencia en las pri-
meras etapas de los mismos. Sin duda muchos factores inciden en este hecho, uno de los cua-
les es el factor socioeconmico.
Este podra incidir, en primer lugar, inhibiendo el deseo de continuar estudiando de los
alumnos que por razones econmicas deben insertarse tempranamente en el mundo del
trabajo y dudan que puedan llevar a cabo dos actividades en forma simultnea, o suponen que
el estudio les consumir un gasto excesivo. Por otra parte, recordemos que la pertenencia a
un grupo social ms carenciado hace que la enseanza recibida de manera formal o infor-
mal sea menos exigente y ms precaria, de modo que los egresados pueden sentir que los es-
tudios superiores les resultarn muy difciles. Las escuelas de nivel alto, por el contrario, no
reciben solamente alumnado de clases socioeconmicas privilegiadas, sino que se caracteri -
zan por su exigencia acadmica, que puede ser aprovechada por estudiantes que en sus fami-
lias y sus grupos sociales de pertenencia han recibido una amplia oferta cultural.

Metodologa
Para establecer la intencin de continuar los estudios en relacin con el nivel socioeco -
nmico y cultural de los alumnos se administr una encuesta cuantitativa.

Participantes
La encuesta se implement en seis escuelas, tres de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires
y tres de la Provincia de Buenos Aires. A su vez, se seleccion en cada distrito una escuela
cuyo alumnado representara el nivel socioeconmico ms vulnerable, una escuela de alumna-
do medio o estndar, y una de alta exigencia (con alumnado medio y alto), segn los datos que
las mismas escuelas proporcionaron sobre sus matrculas. En total, 171 alumnos que estaban
cursando el ltimo ao de la escuela media (5 ao) contestaron las encuestas.
(Atencin: los informes generalmente requieren que se incluya el nombre de las escue-
las, aunque los encuestados contesten en forma annima).

Resultados
(Atencin: en este informe se incluyen grficos de diferentes formatos para mostrar dis-
tintas posibilidades, pero en un informe autntico se intenta que no haya tanta variedad).
En total, una amplia mayora de 154 alumnos (90%) revel su intencin de continuar los
estudios. Este porcentaje es algo menor en las escuelas de nivel socioeconmico bajo y crece a
medida que este nivel se incrementa, como podemos observar en el siguiente grfico:

1. Porcentaje de alumnos que desean continuar sus estudios.

La cantidad de alumnos que declara


que no continuar estudiando es muy esca-
sa: solo el 1% del total. Algo ms numeroso
es el grupo que muestra incertidumbre (ex-
presada por la opcin no s), especial-
mente en los niveles ms bajos:

14
2. Porcentaje de alumnos que no saben si continuarn sus estudios.

En cuanto al tipo de estudio superior que consideran los estudiantes que desean conti-
nuar su formacin, la universidad es el ms elegido en general (69%), aunque se observan di-
ferencias segn el nivel socioeconmico-cultural. Los profesorados son escasamente contem-
plados, excepto en el nivel medio (20%) y la eleccin de carreras cortas predomina en los
niveles ms vulnerables y decrece claramente en el nivel alto. Se observa, adems, que solo en
el nivel bajo hubo un grupo de alumnos que no contest. Las elecciones se detallan en el si -
guiente grfico:

3. Tipo de estudio elegido por los alumnos que desean continuar sus estudios (porcentaje).

Conclusiones
Los resultados de la encuesta muestran que una amplia mayora de los estudiantes que
estn concluyendo el nivel secundario desea continuar sus estudios. Esta cifra se reduce lige-
ramente en los niveles medio y bajo, lo que muestra que las dificultades de carcter socioeco-
nmico podran ser una causa para interrumpir la formacin. Sin embargo, es casi nula la
cantidad de alumnos que declara con seguridad que no continuar estudiando (slo un
alumno en el nivel bajo y otro en el nivel medio), mientras que se observa un grupo mayor de
indecisos que se encuentra probablemente evaluando sus posibilidades de continuar los estu -
dios. El factor socioeconmico parece ser determinante en esta indecisin, ya que solo dos
alumnos la sealaron en el nivel alto.
En cuanto a la eleccin de estudios, se observa que los alumnos identifican el nivel su -
perior con la universidad, que concentr la mayora de las elecciones en todos los estratos.
De todos modos, hay un predominio evidente en el nivel alto, que se vuelca de manera decisi -
va por esta clase de carreras.

15
Los profesorados ofrecen estudios algo ms breves que los universitarios. La formacin
de docentes en nuestro pas se ha dirigido tradicionalmente a los sectores medios, lo que se
reafirma en este estudio: el porcentaje de alumnos de escuelas de nivel vulnerable y de nivel
alto no llega a la mitad de los de escuelas de nivel medio que eligieron profesorados.
Las carreras cortas, a pesar de su gran variedad que se increment en los ltimos aos
y de la ventaja que supone un estudio ms breve, que permite una rpida salida laboral, fue-
ron escasamente elegidas. Incluso en el nivel ms vulnerable, la cantidad de alumnos que se
inclin por carreras cortas fue la tercera parte de los que prefirieron la universidad. En este
sentido, es probable que el factor decisivo en la eleccin no sea solamente el nivel socioecon-
mico, sino la falta de informacin sobre las posibilidades de estudio que siguen a la escuela se -
cundaria.
Sera deseable, entonces, una investigacin posterior que indague otros factores que in-
ciden en la decisin de seguir estudiando y en la eleccin de los estudios superiores.

Actividades
1. Haga copias de la siguiente encuesta sobre la preferencia de pelculas dobladas o
subtituladas. Seleccione diez personas, preferentemente de diferente sexo y edad y p-
dales que la resuelvan.
[Atencin: se trata de una encuesta annima, en la que no es necesario dar nombres, lo
que ayuda a que los participantes contesten con mayor sinceridad.]

Encuesta
Edad:
Sexo:
Ocupacin:
a. Profesional (Indique su profesin)
b. Estudiante (Indique qu estudia)
c. Docente (Indique de qu materia/s)
d. Empleado
e. Otra (Especifique)

1. Prefiere las pelculas dobladas o subtituladas?


a. Dobladas
b. Subtituladas
2. Explique brevemente por qu.
3. Ha ledo textos o escuchado debates o comentarios que se refieran a la ley de doblaje aproba -
da en 1988 en la Argentina y reglamentada en el ao 2013?
a. S.
b. No
4. Si respondi S en la respuesta anterior, seale si esos discursos le aportaron elementos en su
toma de posicin ante el tema. Qu elementos le aportaron?

16
a. Informacin que usted desconoca
b. Argumentos convincentes
c. Otros (especifique):

5. Ha ledo o escuchado algn comentario sobre el espaol neutro o espaol global?


a. S
b. No

6. En el caso de respuesta afirmativa, el comentario evaluaba positivamente esta variedad del es-
paol, o negativamente, o no la evaluaba?
a. evaluacin positiva
b. evaluacin negativa
c. ausencia de evaluacin

Qu argumentos ofreca para justificar su evaluacin?

........................................................................................................................................................

........................................................................................................................................................

........................................................................................................................................................

2. Complete la siguiente planilla con los datos obtenidos.

Resultados
Nmero Porcentaje
de encuestados
Ocupacin Docente
Estudiante

Empleado
Profesional
Otro
Sexo Masculino
Femenino

Edad promedio: ..

17
1. Prefiere las pelculas dobladas o subtituladas?
Nmero Porcentaje
de encuestados
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
a. Dobladas
b. Subtituladas
c. No contesta
Total

2. Explique brevemente por qu.


Haga un listado de las razones a partir de las cuales los encuestados justificaron la eleccin
de una forma u otra. Observe y agrupe las que presentan coincidencias.

3. Ha ledo textos que se refieran a la ley de doblaje aprobada en 1988 y reglamentada en el


ao 2013?
Nmero Porcentaje
de encuestados
a. S
b. No
c. No contesta
Total

4. Si respondi S en la respuesta anterior, seale


Nmero Porcentaje
de encuestados
a. Evaluacin positiva
b. Evaluacin negativa
c. Ausencia de evaluacin
e. No contesta
Total

Argumentos (indicar los tres ms frecuentes):

....................................................................................................................................................

....................................................................................................................................................

....................................................................................................................................................

3. Escriba un informe sobre los resultados (utilice como gua el informe sobre estudios
superiores). Incluya las referencias que considere ms relevantes respecto de los datos y
las respuestas a los dos primeros puntos de la encuesta. Opte por incluir el anlisis de
los resultados de las preguntas 3 y 4, o bien, el de las preguntas 5 y 6.

18
III. La lectura de un corpus.
Los gneros y las comunidades discursivas

1. Lea el captulo El problema de los gneros discursivos de M. Bajtin, que figura en el


cuadernillo con la bibliografa de la materia. Formule la definicin de gnero discursivo
y seale sus componentes.
2. Lea el Captulo I de Anarquismo de la Argentina. Una comunidad discursiva de M. di
Stefano. Formule una definicin de comunidad discursiva. Indique en su exposicin los
autores responsables de las definiciones que considera.
3. Distinga los gneros discursivos en los que se inscriben los textos que figuran al final
de esta seccin, referidos al doblaje en los medios y al denominado espaol global.
4. Caracterice las comunidades discursivas en los que circulan y distinga los distintos
modos de abordaje del tema atendiendo a los rasgos de dichas comunidades. Caracteri-
ce en particular la comunidad discursiva acadmica.
5. Lea el captulo sobre argumentacin del libro La lectura y la escritura en la Universidad.
A partir de ello, indique las hiptesis y los principales argumentos sostenidos por cada
uno de los textos del corpus de textos que est a continuacin.
6. Lea el apartado La Polifona que figura en la bibliografa de la materia y analice las for-
mas de la polifona que se presentan en los textos del corpus. Relacione los modos en
que se introduce la palabra del otro en los textos y sus funciones, con las comunidades
discursivas a las que pertenecen.

Escritura acadmica: la monografa de relevamiento y anlisis bibliogrfico


y los escritos previos para su elaboracin

7. Resuelva la Ficha de Lectura del texto del corpus que le indique su profesor (exten-
sin: alrededor de una carilla). En esta, presente al autor y al texto, explique la postura
que se sostiene ante el tema, introduzca citas directas e indirectas y resuelva la referen-
cia bibliogrfica en una nota al pie.
8. Elabore un anlisis comparativo (a modo de cuadro o esquema) de las posiciones en
torno del doblaje en relacin con los siguientes aspectos de los textos ledos:

a. Contexto de produccin del escrito (poca, medio de publicacin, campo al que


pertenece el autor, destinatarios previstos);
b. gnero;
c. hiptesis y argumentos centrales;
d. subtemas derivados de la argumentacin de cada escrito.

19
9. Escriba un texto argumentativo que formar parte de la monografa. Extensin: alredor
de 30 lneas. Defina la postura que tomar ante el tema. Discuta la posicin de alguno de
los autores del corpus. Podr apoyarse en los argumentos de otros autores para funda-
mentar su postura (citando al autor correspondiente) pero adems deber desarrollar al
menos un argumento propio. Haga uso de nociones tericas estudiadas en la universi-
dad para su anlisis y para definir su posicin ante el tema (concepciones sobre la socie-
dad, sobre la comunicacin, sobre el arte, sobre las identidades, sobre las lenguas).
10. A partir de lo elaborado en 3.8 y en 3.9 escriba una monografa expositivo/argumen-
tativa breve sobre el tema (tres carillas), que responda al interrogante que le propondr
su profesor como eje del trabajo. Su escrito debe presentar las siguientes partes clara -
mente diferenciadas:

a) Introduccin;
b) exposicin de las posturas de cada autor;
c) anlisis comparativo de algunos de los ejes del debate;
d) argumentacin propia sobre los problemas planteados. Aqu puede incluir las con-
clusiones del informe que elabor a partir de las encuestas aplicadas;
e) conclusiones.

Utilice citas directas e indirectas y notas al pie. Resuelva adems, el listado bibliogrfico
al final, con las referencias de la bibliografa citada.

Consulte en el libro La lectura y la escritura en la universidad, de Arnoux, di Stefano y Pe-


reira, el captulo sobre la elaboracin y escritura de un trabajo monogrfico.

Recuerde que puede consultar las normas para las referencias bibliogrficas en:
http://www.escrituraylectura.com.ar/semiologia/n_biblio.php

Escritura de gneros diversos para participar del debate social

11. Escriba un texto argumentativo para enviar a algn medio grfico (prensa, sitio vir-
tual). Defina y explicite el medio al cual enviar su escrito. Extensin: 40 lneas. Tome
postura ante el debate. Privilegie en su escrito a un destinatario ms amplio que el aca-
dmico. Logre un ethos informado, conocedor del debate y con herramientas para fun-
damentar su postura. Recuerde elementos retricos (como la dispositio, la elocutio, el
ethos y el pathos) para fortalecer la finalidad persuasiva.

20
12. Lea los considerandos de la reglamentacin de la ley de doblaje que figuran a conti-
nuacin:

DOBLAJE-Decreto 933/2013-Ley N 23.316. Reglamentacin.*


Bs. As., 15/7/2013

VISTO el Expediente N 29566/2013 del Registro de la JEFATURA DE GABINETE DE MI-


NISTROS, las Leyes Nros. 17.741 (t.o. 2001) y sus modificatorias, 23.316, 26.522 y 26.838 y sus
respectivas normas modificatorias y reglamentarias, los Decretos N 1.091 de fecha 18 de
agosto de 1988 y N 1.248 del 10 de octubre de 2001, la Resolucin del ex INSTITUTO NACIO -
NAL DE CINEMATOGRAFIA N 344 del 24 de agosto de 1992, y CONSIDERANDO:

Que la Ley N 17.741 (t.o. 2001) y sus modificatorias estableci los mecanismos de fo-
mento de la industria cinematogrfica. [
]

Que con fecha 10 de octubre de 2009 se sancion la Ley de Servicios de Comunicacin


Audiovisual N 26.522, la cual tiene por objeto la regulacin de los servicios de comunica-
cin audiovisual en todo el mbito territorial de la Repblica Argentina y el desarrollo de
mecanismos destinados a la promocin, desconcentracin y fomento de la competencia con
fines de abaratamiento, democratizacin y universalizacin del aprovechamiento de las
nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin..

Que la citada ley, implic una actualizacin normativa de trascendencia, ya que, ade-
ms de democratizar los servicios de comunicacin audiovisual, asegurando la pluralidad de
voces y la integracin del territorio nacional, entre otros beneficios, permiti adaptar los
trminos y categoras regulados legalmente a los avances tecnolgicos producidos en la ma -
teria durante las ltimas dcadas.

Que, asimismo, a travs de la referida norma se cre la AUTORIDAD FEDERAL DE SER-


VICIOS DE COMUNICACION AUDIOVISUAL (AFSCA) en el mbito del PODER EJECUTIVO NA-
CIONAL, instituyndola como autoridad de aplicacin de dicha ley.

Que por el artculo 9 de la Ley N 26.522, se estableci que la programacin que se emi-
ta a travs de los servicios contemplados por la citada ley, incluyendo los avisos publicita-
rios y los avances de programas, debe estar expresada en el idioma oficial o en los idiomas
de los Pueblos Originarios, previndose asimismo una serie de excepciones al respecto.

Que en el mismo sentido, la Ley N 23.316 dispuso que la televisacin de pelculas o se -


ries, debe realizarse en idioma castellano neutro, respetndose el uso corriente de dicho
idioma en nuestro pas, pero garantizando que el mismo resulte comprensible para todo el
pblico de la Amrica hispanohablante.

Que asimismo, el artculo 2 de la Ley citada en el considerando precedente, regul los


porcentajes mnimos de doblaje que se deben realizar en el pas, como medio razonable

21
para la defensa de nuestra cultura e identidad nacional, circunstancia que se garantiza a
travs de la actividad desarrollada por actores y locutores que posean nuestras caractersti -
cas fonticas.

Que la Ley N 23.316 fue reglamentada por el Decreto N 1091/88, habindose dispuesto
mediante la Resolucin del ex INSTITUTO NACIONAL DE CINEMATOGRAFIA N 344/92, ac-
tual INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES (INCAA), la apertura del Re-
gistro de Empresas Importadoras Distribuidoras de Programas Envasados para Televisin,
y de Estudios y Laboratorios de Doblaje en el mbito del citado Instituto.[]

Que, finalmente, por la Ley N 26.838 se declar a toda actividad desarrollada por las
diferentes ramas audiovisuales que se encontraran comprendidas en el artculo 57 de la Ley
N 17.741 (t.o. 2001) y sus modificatorias como una actividad productiva de transformacin
asimilable a una actividad industrial, por lo cual la instrumentacin del cuerpo normativo
reseado permitir potenciar la industria nacional, as como alcanzar un fuerte componen -
te exportador.

Que han tomado la intervencin de su competencia los servicios jurdicos permanentes


correspondientes.

Que la presente medida se dicta en ejercicio de las facultades conferidas por el artculo
99, incisos 1 y 2, de la CONSTITUCION NACIONAL.

Por ello, LA PRESIDENTA DE LA NACION ARGENTINA DECRETA:

Artculo 1 La programacin que sea emitida a travs de los servicios de radiodifusin


televisiva contemplados por la Ley N 26.522, incluyendo los avisos publicitarios y los avan -
ces de programas, debe estar expresada, en el idioma oficial o en los idiomas de los Pueblos
Originarios, con las excepciones previstas en el artculo 9 de dicha ley.[]

*Texto completo:
http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/215000-219999/217418/norma.htm

13. Identifique y formule las razones que fundamentan la reglamentacin de dicha ley.

14. De los considerandos de la ley pueden inferirse razonamientos entimemticos, es de-


cir, silogismos de carcter retrico fundados en premisas que no son necesariamente
verdaderas o seguras, sino probables, verosmiles o aceptables. Este tipo de silogismo
suele ser elptico y omitir alguna premisa o la conclusin.

a) El siguiente considerando se sostiene, entre otros, en un entimema que analiza-


mos a continuacin:

22
Que asimismo, el artculo 2 de la Ley citada en el considerando precedente, regul
los porcentajes mnimos de doblaje que se deben realizar en el pas, como medio
razonable para la defensa de nuestra cultura e identidad nacional, circunstancia
que se garantiza a travs de la actividad desarrollada por actores y locutores que
posean nuestras caractersticas fonticas.

El considerando fundamenta la regulacin de porcentajes mnimos de doblaje que de-


ben realizarse en el pas. De dicha fundamentacin pueden inferirse varios entimemas.
Uno de ellos parte de la siguiente premisa:
Los porcentajes mnimos de doblaje [constituyen] un medio razonable para la de-
fensa de nuestra cultura e identidad nacional.

De la premisa anterior se concluye que


el doblaje debe ser una actividad desarrollada por actores y locutores que posean
nuestras caractersticas fonticas.

El entimema omite o presupone la siguiente premisa:


Las caractersticas fonticas del espaol rioplatense contribuyen a la defensa de la cultura
y la identidad nacional.

La omisin o la presencia de las premisas de un entimema est regulada por el gnero


discursivo en el que se inscribe el escrito, su finalidad y el destinatario previsto.

b) Explique el siguiente considerando a partir del anlisis del entimema que lo sostiene.
Que, finalmente, por la Ley N 26.838 se declar a toda actividad desarrollada por
las diferentes ramas audiovisuales que se encontraran comprendidas en el artculo
57 de la Ley N 17.741 (t.o. 2001) y sus modificatorias como una actividad producti-
va de transformacin asimilable a una actividad industrial, por lo cual la instru -
mentacin del cuerpo normativo reseado permitir potenciar la industria nacio-
nal, as como alcanzar un fuerte componente exportador.

15. Elabore tres considerandos que fundamenten la reglamentacin de una ley de subti-
tulado. Tome en cuenta las lecturas que ha realizado sobre el debate acerca del doblaje.

16. Escriba un comentario radial sobre la reglamentacin de la ley de subtitulado cuyos


considerandos elabor en la consigna anterior. El eje del comentario debe dar respuesta
a la siguiente cuestin: Se deben respetar los matices de la voz de los actores mediante
el subtitulado o las frases dichas por los personajes mediante el doblaje? Incluya al me-
nos una cita o alusin al siguiente artculo del traductor Castro Roig. Extensin: 30 l-
neas.

23
Solo ante el subttulo. Experiencias de un subtitulador
Xos Castro Roig*
La linterna del traductor, Nmero 9 - Agosto del 2004 - ISSN 1579-5314.**

Introduccin

Nunca falta en los congresos sobre traduccin de pelculas la trillada polmica sobre
qu es mejor y qu es peor, si el doblaje o la subtitulacin. El mero hecho de analizarlo en
trminos de positivo y negativo quita relevancia a la cuestin, que difcilmente podr ser
reducida a dos opciones. Es indudable que el doblaje tapa los matices de las voces origi -
nales y nos aproxima, quiz demasiado, a un contexto social lejano (un granjero de Kansas
o un pastor mongol hablando en nuestro idioma) que en opinin de algunos debera seguir
siendo lejano para el espectador. La subtitulacin no es mucho mejor en otros aspectos.
Hablando de las ventajas e inconvenientes del doblaje y la subtitulacin, mi amigo y cole-
ga argentino Miguel Wald deca que una pelcula es, indiscutiblemente, imagen. Y a al -
guno de ustedes se le ha ocurrido pensar cmo se veran los ttulos de los cuadros en una
exposicin si estuvieran colocados dentro del cuadro mismo? Porque eso son los subttu-
los, en primera instancia: tachaduras en la imagen.
El aspecto ms caracterstico de los subttulos es su carcter sinttico. Es frecuente
or a espectadores y aun a crticos cinematogrficos que ignoran los entresijos y tcnicas
de la subtitulacin decir que tal o cual pelcula estaba mal subtitulada porque no apare -
can escritas muchas de las frases dichas. Eso es quiz lo ms llamativo de la subtitula-
cin. En funcin de la pelcula y la abundancia del texto, la merma puede llegar a ser de
hasta un 75 % de las palabras, que no del mensaje. Precisamente esa es la labor principal
del subtitulador: lograr transmitir el mensaje reduciendo notablemente las palabras nece-
sarias para expresarlo.
Muchos de los clculos que se manejan en Espaa no fueron hechos ad hoc sino to -
mados de otras lenguas, y eso produce ciertas discrepancias entre los criterios de algunas
cadenas de televisin y laboratorios de subttulos sobre la supuesta velocidad de lectura
del espectador hispanohablante medio. Actualmente, se estima que la velocidad de lectura
es de unas tres palabras por segundo. Un subttulo completo con dos renglones alberga
unas doce palabras y, por tanto, se requieren cuatro segundos para que el espectador lo
lea. La velocidad a la que hablamos es ligeramente mayor: entre 3,5 y 4 palabras por se -
gundo, es decir, entre catorce y diecisis palabras por minuto.
A la vista de esto, uno podra pensar que dada la mnima diferencia entre la velocidad
de lectura y la velocidad del habla, las dificultades son escasas. Y esta es la reflexin que
suelen hacer muchas personas que se aproximan a la subtitulacin sin ahondar mucho.
Bien, la velocidad de habla que he indicado antes es la velocidad del habla espaola, pero
cuando se trata de hablantes de otros idiomas, como el ingls, puede aumentar hasta un
treinta o un cincuenta por ciento. Ah tenemos una dificultad aadida; y ahora, agregue-
mos otra ms: las pelculas no son series de monlogos. En su mayora suelen ser dilogos
o coloquios, lo que aumenta ese porcentaje varias veces. Por poner un ejemplo significati-

24
vo de la dificultad que supone para el traductor la sintetizacin de las frases con la menor
merma del mensaje, imaginemos una cena donde hay cinco comensales: todos hablan y
opinan al mismo tiempo, se interrumpen y dicen algo relevante para el argumento. Cinco
personas pueden generar un volumen de unas veinte o treinta palabras por segundo, pero
el subtitulador slo cuenta con dos renglones para dos personajes (no es posible introdu-
cir ms de dos personajes en un subttulo). La prdida de informacin es enorme. El tra-
ductor debe dar prioridad al suministro de informacin al espectador sobre cualquier otra
cosa. Y eso significa sintetizar, adaptar extremadamente o suprimir muchos elementos re-
tricos connaturales al habla: marcadores de discurso, onomatopeyas, titubeo, tartamu-
deo, acentos de tipo regional o social, localismos y dialectalismos, irona, parresia, disla-
lias, dionisias o ecolalias propias de un personaje, circunlocuciones intencionadas, elipsis,
omisiones, etctera.

El traductor ante el subttulo

Es casi inherente al hecho de ser traductor el crecerse ante la adversidad as que una
labor que en principio resulta tan rida y limitadora del contenido como la subtitulacin
se convierte en un reto lingstico realmente interesante.
Presento a continuacin, de modo muy breve, cuatro pequeos ejemplos de subttu-
los problemticos o interesantes para el traductor por sus caractersticas. No son los mejo-
res, pero sirven como referencia de otros similares con mayor o menor complejidad. Para
simplificar la comprensin del ejemplo, incluyo el texto original, una primera traduccin
o pretraduccin, el nmero de caracteres (esto es, 'toda letra, nmero, signo, smbolo o es-
pacio') al que tiene que limitarse el subtitulador, y mi traduccin final.
Aunque no todos los profesionales trabajamos de la misma forma, yo acostumbro a
hacer una traduccin natural del texto (pretraduccin) y, tras una lectura analtica, co-
mienzo a sintetizarlo, a podarlo suprimiendo aquellos elementos que me permitan
constreir la traduccin hasta encajarla en el nmero de caracteres ptimo. El mtodo
que no es otra cosa que un sistema interiorizado y mecnico de sntesis sintctica podra
dividirse en estas partes: en primer lugar se eliminan pleonasmos, redundancias, titubeos,
interjecciones, onomatopeyas y todo tipo de elementos superfluos que no modifiquen en
absoluto el sentido del mensaje; en todo caso su eliminacin puede mermar parcialmente
el matiz del mensaje (su carcter enftico, irnico, soez, coloquial). En segundo lugar, se
suprimen y abrevian partes de las oraciones que puedan sobreentenderse porque el espec-
tador dispone de una informacin visual que suple dicha carencia. Por ltimo, y en ltimo
extremo, se incide en el ncleo mismo de la oracin: aqu puede ser necesario variar la
conjugacin verbal y ubicacin del verbo, la sintaxis de la frase, incluir vocablos ms bre -
ves con el mismo significado o similar, y omitir predicados o sujetos para ser sustituidos
por escuetas referencias directas en tercera persona a conceptos o personas que aparecen
en pantalla, entre otros.
La aplicacin del mtodo no tiene una duracin determinada pues es un proceso
mental; depender del traductor y de la dificultad del subttulo. Puede ser algo instant-

25
neo o durar varios minutos.

1.er ejemplo
Si tenemos un texto que debe permanecer en pantalla unos cuatro segundos y ocupar
unos treinta y seis caracteres el equivalente a un rengln seguiremos un proceso men-
tal de sintetizacin que podra visualizarse as (ejemplo real):

Oh-- shit, Jim! I told you to leave it Texto original que debe traducirse en 36 ca-
there! Didn't I tell you, you moron!? racteres

Pretraduccin
Ah mierda, Jim! Te dije que lo deja- Se trata de una traduccin natural, sin limi-
ras ah. taciones de espacio, con el texto distribuido
Te lo dije o no, gilipollas? en dos posibles renglones.
Caracteres utilizados: 76

Primera fase de sntesis


Mierda, Jim! Te dije que lo dejaras
ah. Supresin de onomatopeyas, pausas y sim-
plificacin de la sintaxis de la tercera frase.
No te lo dije, imbcil?
Caracteres utilizados: 66

Segunda fase de sntesis


Supresin de la interjeccin inicial (que es
enftica, pero no portadora de mensaje), el
Te dije que lo dejaras. nombre del personaje (pues el espectador
No te lo dije, imbcil? ya lo conoce) y la referencia al lugar pues
tambin resulta obvio para el espectador en
este caso.
Caracteres utilizados: 47

Tercera fase de sntesis


Supresin de la repeticin para reducir el
subttulo al mensaje principal y dejar el ad-
Te dije que lo dejaras, imbcil!
jetivo peyorativo, con el que un personaje
califica al otro.
Caracteres utilizados: 33

2. ejemplo
El subtitulador debe contrastar la ortografa del texto escrito original con el texto ha-
blado, especialmente la puntuacin, pues es muy frecuente encontrar que las elipsis, inte -
rrupciones y pausas en un dilogo se marquen con dos guiones en guiones estadouniden-

26
ses (ejemplo: My Good-- Goodness!) y que lo que son puntos aparte o seguido indicados
en el texto ingls equivalgan en realidad a una coma o punto y coma en espaol.

Original Pretraduccin Traduccin final

Nmero de caracteres disponible: 41

-Who the hell Quin ha hecho Quin fue?


did this? esto?
Llama al Servicio
-Intel! Ponme con el Secreto.
Servicio Secreto!

En el ejemplo anterior un dilogo entre un oficial y un agente de polica nos en -


contramos con el problema ms comn en la subtitulacin de ingls a espaol: las frases
son generalmente ms cortas y es comn emplear abreviaturas, abreviaciones o apocopar
trminos conocidos para el pblico original que pueden no serlo para el pblico hispa -
nohablante. En este ejemplo, tuve que optar por el pretrito indefinido para poder aho-
rrar unos caracteres. En el segundo rengln aparece la palabra Intel, que el oficial dice al
operador telefnico de su comisara mientras imita con la mano la forma de un tel -
fono. Intel es una abreviacin de Intelligent Service/Office.

3.er ejemplo
Los estadounidenses memorizan y emplean con mucha frecuencia siglas y acrnimos
no slo para nominar instituciones y organismos, sino objetos y conceptos cotidianos.

Originales Pretraduccin Traduccin final

1. I'll have a 1. Pngame un bo- 1.Pngame un bo-


BLT, please. cadillo de panceta, cadillo.
lechuga y tomate.
2. NYPD,
NYFD 2. Polica y bombe- 2.Polica y bombe-
ros de Nueva York. ros.

3. Profession? 3. Profesin? Ha- 3.Profesin? Hijo-


"SOB" cer el hijo de puta. puta.

En el ejemplo anterior tenemos tres casos reales cuya traduccin final tuvo que ser
muy sintetizada por cuestiones de espacio: 1) blt son las siglas de Bacon, Lettuceand Tomato.
2) nypd y nyfd son las siglas del New York Police Department y del New York Fire Department.
En Espaa los bomberos y la polica no forman parte de un departamento sino que suelen

27
depender de la concejala de seguridad ciudadana. El nypd viene a equivaler a nuestra po-
lica municipal, aunque su estructura y cometidos varan. 3) sob son las siglas de Son Of a
Bitch.

4. ejemplo
En este ltimo ejemplo se da otro de los problemas habituales en la traduccin audio-
visual (este problema tambin afecta al doblaje) por la mezcla de brevedad y referencias
culturales no fcilmente reconocibles.

Originales Pretraduccin Traduccin final

1. Strippers ain't 1. An no ha abierto 1. La discoteca est


at work yet. el local de strip-tease. cerrada.
2. Sure, "Mr. 2. S, claro, don Ras- 2. Claro, "Michael
Rasheed Walla- heed Wallace. Jordan".
ce".

En el primer caso, dos chicos de barrio marginal estn aburridos y hablan sobre qu
cosas pueden hacer a las seis de la tarde. Uno de ellos dice esa frase, pero la velocidad a la
que hablan ambos interrumpindose, creando elipsis y dejando frases inconclusas y el
nivel tan coloquial de su dilogo hace difcil redactar subttulos conexos. Dado que la si -
guiente escena se ambienta en la discoteca en la que bailan unas chicas que se desnudan,
opt por omitir la referencia al extranjerismo strip-tease por tres motivos: 1) me permita
atenerme al nmero de caracteres; 2) la informacin visual posterior dejaba claro que en
la discoteca a la que se referan haba ese tipo de espectculo, y 3), la inclusin de un ex -
tranjerismo cuya grafa pueda no ser inmediatamente reconocida por el espectador puede
distraerlo en la lectura de los subttulos, que debe ser fluida y constante. De ah que los
traductores, en ocasiones, debamos conculcar algunas normas ortogrficas en aras de la
mxima legibilidad del texto.
El segundo caso del ejemplo procede de una pelcula similar. Dos jvenes negros se
mofan de un tercero porque dice que juega bien al baloncesto, pero es evidente que su es-
tatura es inferior a la media as que lo moteja llamndolo Rasheed Wallace, nombre de
un conocido jugador de baloncesto en los Estados Unidos. Es muy importante tener en
cuenta que es un personaje conocido para casi todos los estadounidenses, independiente-
mente de si son aficionados al baloncesto. Y hago hincapi en esto porque este jugador po -
dr ser conocido por una minora de hispanohablantes seguidores del baloncesto, pero no
para casi todos (sera como hablar de Cruyff o Maradona en Espaa). El traductor tiene
que tomar una decisin importante: traducir una broma y lograr que surta el mismo efec-
to en espaol. Es necesario trasladar, por tanto, el efecto cmico y la referencia cultural
que produce este efecto; por eso opt por sustituir un jugador por otro muy conocido,
pero sobre todo, muy conocido por los destinatarios de mi traduccin.
No hay ninguna frmula estricta ni ningn manual de estilo sobre cmo hacer esto.
Es algo que depende enteramente del traductor y de su sensibilidad, conocimiento del en-
torno y capacidad para lograr ese efecto. En ocasiones, esas referencias culturales, polti -

28
cas o humorsticas se pierden porque no podemos sustituirlas por otras estadounidenses
conocidas. El uso de referencias locales (espaolas) debe hacerse con sumo cuidado por -
que eso implica sacar al espectador inmediatamente del contexto y, quiz por eso es algo
que est casi exclusivamente ligado a ciertos programas de humor.
Paradjicamente, el logro de un buen traductor de subttulos es pasar inadvertido,
ahora que se habla tanto de la invisibilidad de los traductores. Nuestro cometido es re-
dactar un texto que sea tan fluido y armonioso con la imagen que el espectador no note el
esfuerzo de lectura que est haciendo.

*Xos Castro Roig. (www.xcastro.com) Traductor e intrprete de ingls desde 1989, es-
pecializado en traduccin informtica y audiovisual. Ha impartido cursos en casi todas
las facultades de traduccin pblicas y privadas de Espaa sobre traduccin especiali-
zada, ejercicio profesional, ortotipografa bsica para traductores, etctera. Colabora-
dor de la seccin Trujamn del Centro Virtual Cervantes y creador-moderador de
TRAG, la mayor lista de traductores audiovisuales.
**Todos los artculos y colaboraciones publicados en La linterna del traductor son de pro-
piedad exclusiva de sus autores y no est permitido reproducirlos sin autorizacin pre-
via. La linterna del traductor no se responsabiliza, ni necesariamente comparte las opi-
niones expresadas por sus lectores o colaboradores.

29
3.1. Corpus sobre el espaol neutro o global, el doblaje y el subtitulado

TEXTO 1. Sobre el doblaje


Jorge Luis Borges
Sur, n. 128, junio de 1945. (Este texto fue incorporado en la seccin Notas del libro Discusin, en la edicin
de Emec de 1957.)
Las posibilidades del arte de combinar no son infinitas, pero suele ser espantosas. Los
griegos engendraron la quimera, monstruo con cabeza de len, con cabeza de dragn, con ca -
beza de cabra; los telogos del siglo II, la Trinidad, en la que inextricablemente se articulan el
Padre, el Hijo y el Espritu; los zologos chinos, el tiyiang, pjaro sobrenatural y bermejo pro-
visto de seis patas y de cuatro alas, pero sin cara ni ojos; los gemetras del siglo XIX, el hiper -
cubo, figura de cuatro dimensiones, que encierra un nmero infinito de cubos y que est limi-
tada por ocho cubos y por veinticuatro cuadrados. Hollywood acaba de enriquecer ese vano
museo teratolgico[1]; por obra de un maligno artificio que se llama doblaje, propone mons-
truos que combinan las ilustres facciones de Greta Garbo con la voz de Aldonza Lorenzo [2].
Cmo no publicar nuestra admiracin ante ese prodigio penoso, ante esas industriosas ano-
malas fontico-visuales?
Quienes defienden el doblaje razonaran (tal vez) que las objeciones que pueden oponrsele
pueden oponerse, tambin, a cualquier otro ejemplo de traduccin. Ese argumento desconoce, o
elude, el defecto central: el arbitrio injerto de otra voz y de otro lenguaje. La voz de Hepburn o de
Garbo no es contingente; es, para el mundo, uno de los atributos que las definen. Cabe asimismo
recordar que la mmica del ingls no es la del espaol.*
Oigo decir que en las provincias el doblaje ha gustado. Tratase de un simple argumento de
autoridad; mientras no se publiquen los silogismos de los connaisseurs de Chilecito o de Chivilcoy,
yo, por lo menos, no me dejare intimidar. Tambin oigo decir que el doblaje es deleitable, o tole-
rable, para los que no saben ingls. Mi conocimiento del ingls es menos perfecto que mi desco-
nocimiento del ruso; con todo, yo no me resignara a rever Alexander Nevsky en otro idioma que el
primitivo y lo vera con fervor, por novena o dcima vez, si dieran la versin original, o una que
yo creyera la original. Esto ltimo es importante; peor que el doblaje, peor que la sustitucin que
importa el doblaje, es la conciencia general de una sustitucin, de un engao.
No hay partidario del doblaje que no acabe por invocar la predestinacin y el determinismo.
Juran que ese expediente es el fruto de una evolucin implacable y que pronto podremos elegir en-
tre ver films doblados y no ver films. Dada la decadencia mundial del cinematgrafo (apenas corre-
gida por alguna solitaria excepcin como La mscara de Demetrio), la segunda de esas alternativas no
es dolorosa. Recientes mamarrachos -pienso en El diario de un nazi, de Mosc, en La historia del doctor
Wassell, de Hollywood- nos instan a juzgarla una suerte de paraso negativo. Sight-seeing is the art of
disappointment, dej anotado Stevenson; esa definicin conviene el cinematgrafo y, con triste fre-
cuencia, al continuo ejercicio impostergable que se llama vivir.
* Ms de un espectador se pregunta: Ya que hay usurpacin de voces, por qu no tambin de figuras? Cundo ser per-
fecto el sistema? Cundo veremos directamente a Juana Gonzlez en el papel de Greta Garbo, en el papel de la Reina Cris-
tina de Suecia? (Nota del autor)
[1] Museo teratolgico: museo de lo anormal, de lo deforme, de lo monstruoso.
[2] En la obra de Cervantes, Aldonza Lorenzo es el personaje femenino al que Don Quijote decidi llamar Dulcinea del
Toboso. En la obra se explica de esta manera su nombre : Llambase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareci ser bien darle
ttulo de seora de sus pensamientos; y, buscndole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase
al de princesa y gran seora, vino a llamarla 'Dulcinea del Toboso' porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer,
msico, peregrino y significativo, como todos los dems que a l y a sus cosas haba puesto.

30
TEXTO 2. Ser obligatorio el doblaje al espaol de pelculas y series extranjeras
INFOBAE
Mircoles 17 de julio 2013. Disponible en: http://www.infobae.com/2013/07/17/720479-sera-obligatorio-el-
doblaje-al-espanol-peliculas-y-series-extranjeras
Copete: La polmica norma que retrotrae a una ley de los 80 se public hoy en el Bo-
letn Oficial. Cristina Kirchner lo anticip ayer durante un acto con artistas. Habr
sanciones para quien incumpla.

El gobierno nacional reglament hoy la polmica ley N 23.316, que establece el doblaje al
espaol de pelculas y series extranjeras en canales y seales de televisin a lo largo del pas,
incluyendo los avisos publicitarios y avances de programa que se emitan.
El decreto 933/2013, publicado en el Boletn Oficial, se funda en una vieja ley sancionada
por el Congreso en 1988, que nunca fue aplicada, y la ley de Servicios de Comunicacin Audio -
visual (LSCA), votada en 2009 durante la disputa del Gobierno con el Grupo Clarn.
De acuerdo al escrito, la programacin que sea divulgada a travs de los servicios de ra-
diodifusin televisiva contemplados en la normativa, "debe estar expresada, en el idioma
oficial o en los idiomas de los Pueblos Originarios".
Al respecto, la cuestionada medida establece como idioma oficial "al castellano neutro se -
gn su uso corriente" en el pas, aclaracin que apunta a que el doblaje garantice "su compren -
sin para todo el pblico de la Amrica hispanohablante". Adems, se aclara que "su utilizacin
no deber desnaturalizar las obras, particularmente en lo que refiere a la composicin de
personajes que requieran de lenguaje tpico".
Sin embargo, habr excepciones. A saber, la "ley de Medios" excluye las seales de cable
con insercin internacional o regional, donde habitualmente se difunden pelculas y series en
idioma extranjero.
Segn reza el artculo 9 de la LSCA, quedan excluidos "los programas dirigidos a pblicos
ubicados fuera de las fronteras nacionales, los destinados a la enseanza de idiomas extranje-
ros, los que se difundan en otro idioma y que sean simultneamente traducidos o subtitulados,
la programacin especial destinada a comunidades extranjeras habitantes o residentes en el
pas, la programacin originada en convenios de reciprocidad; letras de las composiciones mu -
sicales, poticas o literarias, y las seales de alcance internacional que se reciban en el territo-
rio nacional".

Adelanto y multas
Ayer, la presidente de la Nacin adelant el decreto que empieza a aplicarse desde hoy
durante la reinauguracin del Cine Gaumont, donde present las obras de renovacin edilicia y
tcnica de la histrica sala ubicada en la avenida Rivadavia 1635.
En el acto que encabez en compaa de actores de teatro y cine, Cristina Kirchner antici -
p la firma del instrumento que "pone en vigencia algo que era letra muerta en la Argentina,
que establece el doblaje nacional de todas las series". Y subray que la ley, cuyo decreto regla -
mentario data del ao 1988, nadie lo haca cumplir.
"Hemos instrumentado un decreto, con obligaciones muy puntuales para el AFSCA, que va
a aplicar multas a todas aquellas empresas que no cumplan con las obligaciones del do-
blaje nacional y todos los resultados de esas multas va a ir al fondo, que administra el INCAA",
explic ayer la presidente al auditorio.

31
Industria
En sus considerandos, el decreto apunta hacia el estmulo del trabajo local, establecido en
el artculo 2 de la ley N 23.316. La clusula regula unos porcentajes mnimos de doblaje que
se deben realizar en el pas, como medio razonable para la defensa de nuestra cultura e iden-
tidad nacional, circunstancia que se garantiza a travs de la actividad desarrollada por actores
y locutores que posean nuestras caractersticas fonticas.
Por lo tanto, la disposicin obliga transicionalmente a las empresas privadas, estatales o
mixtas importadoras-distribuidoras de contenidos destinados a su televisacin a contratar do-
blajistas argentinos.
Respectivamente, ello debe garantizarse un 12,5% del metraje de filmacin dentro de los
primeros 180 das; porcentaje que aumentar paulatinamente hasta trepar al 25% cuando se
cumpla el ao. Luego, se establece como piso mnimo un 50 % a partir de los tres aos.

TEXTO 3. Doblada o subtitulada? Un problema ms complejo de lo que parece


Diego Lerer
Micropsia (Blog de Diego Lerer y OtrosCines.com),7 de enero de 2012. Disponible en:
http://micropsia.otroscines.com/2012/01/%C2%BFdoblada-o-subtitulada-un-problema-mas-complejo-de-lo-que-
parece/

Hace rato que se est hablando de un fenmeno que a muchos de mi generacin nos resul-
ta lamentable: la preferencia de chicos y, especialmente, adolescentes, por ver pelculas dobla -
das en lugar de subtituladas. Se entiende que suceda con los chicos. De hecho, siempre se do-
blaron las pelculas infantiles. Pero aquellos filmes para un pblico ms adulto solan venir
solamente subtitulados. Existe, claro, una zona intermedia entre el cine para nios y el cine
para adultos. Ese es el pblico al que apunta especialmente Hollywood, el que va de los 11 a
los 20, digamos (aos ms, aos menos), con sagas como Harry Potter, Transformers, El Seor
de los Anillos, Piratas del Caribe, etc. Esos filmes, en los ltimos aos, suelen venir mayoritaria-
mente en copias dobladas. Y son esas las que, aseguran, ms recaudan, quedando las otras para
las funciones nocturnas en las zonas urbanas, una especie de segmentacin de edad y, digamos,
de nivel educativo. Para la mayora de los cinfilos, y me incluyo, el tema es casi doloroso y
nos da por aorar la poca en la que eso no exista. Lo que no consigo del todo entender es la
razn del cambio.
La tesis ms usada parece ser la siguiente: los chicos ya no quieren leer, o no leen rpido,
y prefieren el doblaje y no les importa no escuchar el original. Suponen que nada se pierden y
que, de hecho, si se sabe que no se lee suficientemente rpido casi es conveniente no perder
tanto tiempo mirando la zona baja de la pantalla. Esto se suma a otra serie de consideraciones:
los chicos ya no leen libros, no tienen educacin, miran tele todo el da y una serie de cosas que
suenan, para m, a aquello de todo tiempo pasado fue mejor o algo por el estilo.
Sin embargo, a m, esa ecuacin chicos no leen no me cierra del todo. Es cierto que pue -
de haber una baja en el nivel educativo (no lo s, no soy especialista en el tema, no tengo los
nmeros), pero a la vez hay una cantidad de medios en donde los chicos pueden y deben leer
que nosotros no tenamos a esa edad. Me refiero, claro, a internet y a los celulares. A mis diez,
doce aos, tendra a lo sumo pocas opciones televisivas y radiales y poda ir por la vida sin leer

32
mucho y no tener demasiados problemas. Tenamos los libros o las historietas, claro, pero no
eran tan omnipresentes en la vida cotidiana como hoy es internet.
Es casi imposible transitar por la red sin leer. Informaciones, textos, youtube, taringa,
dnde apretar para bajar algo, para abrir algo, para linkear algo. Es ms, es casi imposible no
aprender algo de ingls usando internet de manera cotidiana. Adems de eso, la velocidad a la
que se suele hacerlo obliga tambin a velocidad de lectura. Las pginas pasan, las pestaas del
browser, los links, etc, etc. Y esto sin hablar de chats o Twitter o mensajes de texto. Veo a ado -
lescentes hacer alguna de estas cosas y me sorprende la velocidad a la que leen y con la que es -
criben. No hablemos de ortografa -eso es un terreno inmanejable-, pero s de la posibilidad de
escribir y leer textos que, mal que mal, se entiendan.
Entonces por qu esos mismos adolescentes que textean y leen y twittean por la red no
quieren leer subttulos en el cine? Una opcin que se me ocurre es que la cantidad de informa -
cin que dan las pelculas (en trminos de trama), y a la velocidad que se da en funcin de los
nuevos modos velocidad Michael Bay de montaje, si uno ocupa buena parte del tiempo leyen-
do, o bien se pierde algo de la lectura o bien desde lo visual. De cualquiera de los dos modos, es
informacin. Al no leer, la concentracin pasa por el mismo lado: se mira y se entiende a la vez.
El costo? Tom Cruise y Johnny Depp te hablan en latino neutro. Vale la pena? No?
Odio el doblaje, quiero que quede claro. Pongo la tele y me cruzo con una pelcula y por
ms ganas que tenga de verla (o reverla, o repasar un rato), apenas noto que est doblada cam-
bio automticamente, como si me fuera a infectar un virus letal del que luego no podr zafar.
Pero estoy tratando de entender lo que sucede. El otro da, un tweet de Adrin Caetano me dej
pensando. Creo que era un intercambio que mantena con el colega crtico cordobs Miguel
Peirotti acerca de este tema. Y Adrin se manifestaba a favor del doblaje. Su explicacin? La
cantidad de informacin visual que se pierde al leer. Es cierto, por ms rpido que uno lea, el
ojo slo consigue sumar la lectura y el centro visual del plano. Si leemos seguramente nos
perdemos cosas que pasan por el costado, sutilezas de la mirada, pequeos gestos con las ma-
nos o detalles especficos. Ahora bien, para poder acceder a esa informacin visual, el costo es
escuchar en castellano. O, como deca Peirotti, aprender a hablar ingls y listo.
Los que tenemos un ingls pasable a veces hacemos estos ejercicios de ver pelculas un
rato leyendo y otro rato sin leer, o leyendo slo en caso de dudas. Y es, claramente, diferente la
experiencia. El nivel de recorrido visual que se puede hacer en un plano si no se lee es impre -
sionante, en relacin al que se hace leyendo. Y, volviendo a las pelculas para adolescentes,
esto se hace ms notorio cuando los planos son cortos, la organizacin de los mismos tirando a
catica, y las tramas tienden a ser particular e innecesariamente rebuscadas.
A m me pas recin mirando Misin Imposible 4. Cortes veloces, mucha informacin, leer y
mirar todo lo que pasa en el cuadro puede llegar a transformarse en un ejercicio mentalmente
agotador. Para los que tenemos ya miles de estas pelculas vistas -y estamos un poco agotados del
rollo por el rollo mismo- en un punto abandonamos la idea de tratar de entenderlo todo (si tal
enga a tal, y tal otro no es quien deca ser, y si aquel traicion al hroe pero despus resulta
que no, pero despus que s, etc.) y nos dejamos llevar por el espectculo visual. Esto, hace aos,
habra sido visto como una traicin, una manera banal de ver el cine. Yo creo, y hoy ms que
nunca, que el cine es y debe ser informacin visual. Eso que Hitchcock deca es ms cierto hoy
que nunca en este tipo de pelculas (los dilogos slo deben aparecer cuando no hay forma de
transmitir cierta informacin visualmente) ya que combinar esa superabundancia de efectos vi-
suales con excesivo dilogo torna la comprensin de los filmes en algo dificultoso.

33
Creo que este exceso de informacin puede llevar a algunos adolescentes no especialmen -
te talibnicos con el subtitulado a preferir el doblaje. No s si podran explicar porqu, pero
entra dentro de la idea de no querer perderse nada de lo que est pasando en la pantalla. Otra
opcin que se me ocurre es que, a diferencia de las generaciones anteriores, ellos nacieron con
la opcin del cine doblado en las salas y en internet, adems de la televisin y de muchos cana -
les de cable. Ergo, no hay una diferenciacin clara como la que tenamos nosotros: doblada en
la tele, subtitulada en el cine, y punto.
Igual, hay elementos que me sorprenden de este favoritismo por el doblaje. Siento que,
casi, el proceso deba haber sido inverso. Hace 50-40 aos, nuestros pases casi incomunicados
con el resto podran haber extendido el doblaje y nadie se hubiera quejado demasiado. Nadie
escuchaba ingls por todos lados: en la red, en la tele, en la calle, en donde sea. Hoy, el idioma
ingls es omnipresente hasta en los carteles publicitarios, y en la vida cotidiana de los chicos,
por lo cual su deseo por cerrarse al doblaje suena casi como una paradoja.
Claro, tambin podrn decir que el nivel educativo promedio de dcadas atrs era muy su-
perior al actual. Pero tambin uno podra decir que las pelculas de esa poca no tenan el beat
narrativo tan feroz del cine de hoy. Esto es: podra haber ms texto (de hecho, nadie habla ni al
da de hoy con la rapidez que se hablaba en las screwball comedies de los 30), pero los planos
eran ms largos, se sostenan las mismas imgenes durante ms tiempo.
Ahora bien, y para terminar, voy a la pregunta ms irritante de todas: nunca se dieron
cuenta lo banalmente resumidos y lo reduccionistas que son los subtitulados? No les molesta?
Si uno sabe algo de ingls y escucha y lee a la vez, se da cuenta de que los que slo estn leyen-
do se estn perdiendo no slo sutilezas sino directamente informacin. Es ms, hay veces que
el subtitulado es errneo, equivocado o al menos confuso. Y hablo del cine/cine. Las cosas sub-
tituladas por internet a mano directamente te pueden hacer entender una pelcula totalmen-
te distinta a la que ests viendo Cuntas dcadas los argentinos convivimos con subtitulados
en los que una larga y rica expresin es resumida a los caracteres que permite el cuadro? A
nadie se le ocurri pensar que el doblaje, en realidad, slo por mantener el ritmo del movi-
miento de labios del que habla, da una informacin mucho ms completa y abarcadora? El pro-
blema, claro, es evidente: es doblado, es en castellano, no es la voz del actor original. Lo sabe -
mos, es terrible. Pero nadie parece quejarse mucho cuando leen libros traducidos al castellano.
O me equivoco?
La opcin, como le contestaba Peirotti a Caetano, tendra que ser que todos aprendamos a
hablar ingls y que, como sucede en Oslo, Berln, Viena o lugares as, las pelculas se den en in -
gls sin subttulos de ningn tipo (al menos en los festivales pasa eso, se requerira otro post
para hablar del tema crticos-que-no-saben-casi-ingls-y-viajan-a-festivales-y-despus-escri-
ben-crticas-de-pelculas-que-entendieron-en-un-25%) y todo el mundo entienda. Pero es im-
posible, lo sabemos. Por ahora, ser cuestin de entender el fenmeno y tratar de ver cmo
evoluciona.
La molestia por el doblaje parece dejar en claro que nuestro punto de entrada al cine sigue
siendo, en origen, literario o teatral. Nos jode perdernos las voces y los textos originales, pero
no nos molesta perdernos un 50% de informacin visual de lo que pasa en la pantalla. Si fura-
mos al cine pensando puramente como espectadores de cine, el doblaje tendra que ser -en un
punto- un problema menor. S, es terrible, las voces las escuchamos en otro idioma, pero ve-
mos ms y los textos son ms cercanos a los originales. No es igualmente terrible perderse
gestos, detalles, cosas que suceden fuera del centro focal del cuadro?

34
Ms complicado de lo que parece, no?
PD. Y el subtitulado en 3D? Qu hacemos con eso? All hay otro problema que resolver
ya que el asunto campo visual -el subtitulado est an ms lejos del centro de la imagen- se
complica an ms

Comentarios a Doblada o subtitulada? Un problema ms complejo de lo que parece

1. walter (07/01/2012, 10:40 pm)


Respecto de la cuestin educativa, me parece que no es un problema de lectura porque el
cine en trminos generales, y ms all de cuanto guste y las valoraciones, es un arte muy di -
fundido y por lo tanto al alcance de todos. La prueba de esto es algo que deja intuir el comenta -
rio de arriba. Cuando me entere que en Italia todo era doblado en los cine y que incluso las pe -
lis que se alquilaban en ingles (hace 10 aos) en blocbuster venan sin subttulos, me
respondieron que el nivel de alfabetizacin era muy bajo cuando el cine se difunda y que por
lo tanto se genero una industria del doblaje que aun hoy se mantiene. En Argentina, sin caer en
el chauvinismo, la alfabetizacin era casi total para principios de siglo, mal que nos pese, gra -
cias a Roca

2. Hernn Ferreirs (08/01/2012, 2:13 am)


Hola Diego. Creo que cambia mucho la cosa si conocs, aunque sea vagamente, el idioma
original y, ni hablar, si conoces a los actores. Una pelcula albanesa doblada nos molesta mucho
menos que El padrino. Como dice Borges, lo que molesta del doblaje es poder constatar que hay
una manipulacin. Pero creo que esto es un problema slo para los cinfilos. A la gente que va
poco al cine creo que le chupa un huevo a menos que, como deca antes, tenga que ver a Clint
Eastwood en un western hablando como un panameo. Por qu los chicos prefieren el dobla -
je? Por costumbre: crecieron viendo pelculas dobladas, que son un fenmeno de los ltimos
10-12 aos en argentina. La costumbre es todo: trat de ver a Los Simpsons en ingls. Nosotros
(en los 70 y 80) crecimos viendo pelculas subtituladas. No creo que sea porque los chicos no
leen. No leen libros, pero de hecho leen ms, como decs. Y justamente cosas que tienen la lon-
gitud y la velocidad de un subttulo (chat, tweet). Yo tambin por supuesto odio el doblaje y
suscribo a todo lo que dice Borges (para mi ese artculo es casi lo mejor que escribi, tan hijo de
puta) y, ademas, no considero que pierdas mucha informacin visual al leer subs. Depende de
que tan cerca te sientes de la pantalla. Es cierto que condensa un poco el texto (cuando el tra-
ductor es bueno y no lo hace mierda) pero el doblaje muchas veces lo cambia para que sincro -
nice con los labios y no queda rastro del original. En cuanto al 3D solo hay una cosa que me mo-
lesta mas que el doblaje y es justamente el 3D. Abrazo

35
TEXTO 4. Borges y el doblaje: setenta aos despus
Juan Jorge Michel Faria
Revista tica y Cine. Disponible en http://www.eticaycine.org/Borges-y-el-doblaje-setenta-anos

-Pero existen las armas de fuego, maestro -aventur tmidamente Manolito de Soto-.
La pistola, por ejemplo: parece mucho ms eficaz que el florete, e iguala a todo el
mundo -se rasc la nariz-. Como la democracia.
Jaime Astarloa arrug el entrecejo. Sus ojos grises se clavaron en el joven con inau-
dita frialdad. -La pistola no es un arma, sino una impertinencia. Puestos a matarse,
los hombres deben hacerlo cara a cara, no desde lejos, como infames salteadores de
caminos. El arma blanca tiene una tica de la que las dems carecen.... Y si me apu-
ran, dira que hasta una mstica.
Arturo Prez-Reverte, El maestro de esgrima

El doblaje de pelculas es una de las grandes tragedias que se ciernen sobre el porvenir del
cine. Quienes consumen filmes a travs del cable lo padecen a diario cuando deben aferrarse
sin remedio a los pocos canales que todava exhiben versiones originales.
Ya la televisin haba inaugurado otros engendros, como las tandas publicitarias en medio
de las proyecciones, que pervertan definitivamente el sentido del arte. Pero justo es reconocer
que en lo atinente al doblaje, la moda fue anticipada por las salas europeas, que la instalaron
con el argumento pseudo democrtico de que "a la gente no le gusta leer subttulos en el cine".
Hace ya dcadas que en Italia, Espaa o Francia resulta imposible hallar versiones originales de
algunos filmes. A fines de los 80 me toc asistir en Trieste al estreno de Danza con lobos, el ale-
gato indigenista de Kevin Costner. En la versin original, como se sabe, los indios sioux hablan
su lengua, con subttulos en ingls, lo cual signific en su momento todo un pronunciamiento
social para un pas como los Estados Unidos. La versin que padec, doblada, naturalmente,
arras con todo, ya que hasta los sioux hablaban en italiano, con un inconfundible acento ro -
mano.
Otro ejemplo clebre es el de Adis hermano cruel, estrenada en Espaa bajo el franquismo.
Como se sabe, la historia trata la relacin incestuosa entre dos hermanos. La frrea censura es-
paola de entonces aprovech el recurso del doblaje para cambiar el guin, ocultando al espec -
tador el vnculo de sangre que una a los amantes.
Menos conocido es el hecho de que, hace ya setenta aos, Jorge Luis Borges anticip el pro -
blema en un texto imprescindible: Sobre el doblaje, incluido en su obra Discusin, publicada en
1932 [sic]. En la irona de Borges, el doblaje se inscribe en una extensa serie de espantosas muta -
ciones humanas:
Hollywood acaba de enriquecer ese vano museo teratolgico; por obra de un maligno artifi -
cio que se llama doblaje, propone monstruos que combinan las ilustres facciones de Greta
Garbo con la voz de Aldonza Lorenzo. Cmo no publicar nuestra admiracin ante ese prodi-
gio penoso, ante esas industriosas anomalas foneticovisuales?

Algunas de las cuestiones discutidas por Borges en el artculo, al cual remitimos a nues -
tros lectores, resultan cruciales: la distancia que separa la traduccin literaria del doblaje cine -
matogrfico; las diferencias entre la mmica de las distintas lenguas; la falacia de la inexorabili -
dad del progreso; el porvenir del cine.

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Adelantamos aqu uno de sus argumentos: la relacin entre la pragmtica y el arte -o en-
tre la farsa y la ficcin- cuyos alcances resultan de especial inters para la tica:
Tambin oigo decir que el doblaje es deleitable, o tolerable, para los que no saben ingls. Mi
conocimiento del ingls es menos perfecto que mi desconocimiento del ruso; con todo, yo no
me resignara a rever Alexander Nevsky en otro idioma que el primitivo y lo vera con fer-
vor, por novena o dcima vez, si dieran la versin original, o una que yo creyera la original.
Esto ltimo es importante; peor que el doblaje, peor que la sustitucin que importa el dobla-
je, es la conciencia general de una sustitucin, de un engao.

El psicoanlisis establece una diferencia entre la farsa y la ficcin. Mientras que la segun-
da resulta esencial para la constitucin psquica, la primera deviene un dficit. La traduccin
literaria comporta, efectivamente, una ficcin. El lector conviene en ello cuando dispone su
cuerpo para ser modelado por una lengua diferente. De all que los grandes escritores hayan
sido tambin eminentes traductores. De all que la traduccin constituya el ms recndito de
los gneros artsticos, slo comparable a la interpretacin analtica. El doblaje, en cambio, con
su pragmtica igualitarista -irnicamente apoyada en el analfabetismo de tantos- resulta una
farsa. Los acontecimientos artsticos lo son en situacin. Y no todo es trasladable. Cuando los
Beatles advirtieron que durante sus recitales en vivo la deficitaria amplificacin de entonces
los llevaba a desafinar, los interrumpieron.
En el cine, la sobreimpresin de la banda sonora, que produca desajustes entre el audio y
el movimiento de los labios de los actores, representaba un alerta. Pero con el doblaje, la situa-
cin se agrava, porque la perfeccin tcnica de su ejecucin, lejos de disimular el engao, lo su -
braya. Qu significa que haya actores y actrices espaoles o italianos que se "especializan" en
doblar a Tom Cruise o a Gwyneth Paltrow? Cuando ms eminente es el impostor, ms evidente
la estafa. Borges ya lo anticip con una irona genial:
Ms de un espectador se pregunta: ya que hay usurpacin de voces, por qu no tambin de
figuras? Cundo ser perfecto el sistema? Cundo veremos directamente a Juana Gonzlez
en el papel de Greta Garbo, en el papel de la Reina Cristina de Suecia?

Se nos ha pedido que en esta crtica seamos piadosos con una supuesta excepcin: el cine
infantil. Para los nios que an no saben leer, se nos dice, el doblaje resulta imprescindible.
Pero, una vez ms, la voz de un actor no es contingente. Menos para un nio, que por estar
educando su odo, merece una consideracin que la sordera de los adultos ya ha resignado. Sin
entrar en sutilezas, la fontica de Potter, con sus resonancias de alboroto, desparpajo y polvo
de mgica alfarera son un atributo que definen al personaje de Harry. Privar a los ms chicos
de esa gama sensible en nombre del "sentido" carece de toda bondad.
Para finalizar, la oferta simultnea de versiones dobladas y originales se nos presenta
como la pretendida panacea para saldar la discusin. Pero la libertad de oferta y demanda nada
tiene que ver con el acontecimiento artstico. Como todo argumento mercantil, encubre su l-
gica en la demagogia y termina nivelando hacia abajo

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Texto 5. Por qu se dobla el cine en Espaa y en otros pases no?
Santiago Campillo
Hipertextual.com, 8 de enero de 2015. Disponible en http://hipertextual.com/2015/01/doblaje-castellano
Copete: El doblaje en Espaa se realiza de manera sistemtica y masiva. Es difcil ac-
ceder, a veces, a las pelculas en su versin original. Por qu ocurre esto y desde
cundo? Sus razones tienen un trasfondo histrico y unas consecuencias que pode-
mos apreciar hoy en da.

En Espaa es muy sencillo encontrar cualquier produccin cinematogrfica completamen-


te doblada al castellano. Aunque no es exclusivo, el doblaje espaol est altamente especializa-
do y es bastante ms comn que en otros pases donde se respeta ms la versin original.
De dnde viene esta costumbre y qu consecuencias ha tenido?
Cuando viajamos a otros pases es bastante fcil acceder a la versin original de una pe-
lcula, tanto en el cine como a la hora de alquilarla. Hay una clara preferencia por las voces en
las que se grab la obra. En castellano suele ocurrir justo lo contrario. Por qu? No pode-
mos negar que en Espaa tenemos un nivel de conocimiento en lenguas extranjeras ms bajo
que en el resto de Europa. Aunque hay quien pondr el grito en el cielo por decirlo, lo cierto es
que, en general, hablamos menos y peor el ingls, por poner un ejemplo. Las razones tienen
una fuerte raz histrica cuyas consecuencias podemos ver hoy da, tanto las positivas como las
negativas.

El doblaje y su origen propagandista


Vayamos a 1930. El cine con sonido aparece; y con el sonido, las voces. En aquel entonces
el conocimiento de idiomas extranjeros era escaso y limitado principalmente al portugus y
francs, con algo de ingls y an menos alemn. Mientras las pelculas se van extendiendo
como medio ldico general para todo el pblico, tambin crece la necesidad de traducirlas y
doblarlas para que los espaoles las puedan entender, ya que casi todas las pelculas son de ori-
gen extranjero. Con el comienzo del franquismo, tras la Guerra Civil Espaola, el doblaje ad -
quiere otro matiz: la propaganda.
El franquismo, como nacionalismo extremo que es, defiende el lenguaje castellano a ul-
tranza como medio poltico. Por tanto, todas las pelculas proyectadas en Espaa deban tener
un doblaje castellano. Adems, as poda censurarse o cambiarse el contenido a voluntad del
gobierno. En 1941 se promulga la Ley de Defensa del Idioma, muy parecida a la ley italiana
defendida por Mussolini y de la que ya se haban visto precursores en 1938 con la orden minis-
terial para no registrar un nombre que no fuese genuinamente castellano. La intencin de esta
ley es clara: defender el castellano como idea y smbolo de identidad nacionalista.
Pero como decamos, tambin permita a la censura hacer todos los cambios que qui-
siera en cualquier pelcula. Algunos ejemplos son bastante curiosos. Por ejemplo, en el dobla-
je castellano de Mogambo (1953), Grace Kelly y Donald Sinden son hermanos y no matrimonio
para evitar as el adulterio. Humphrey Bogart, en Casablanca (1942), no puede ser republicano,
En Mogambo, Grace Kelly y Donald Sinden han de ser hermanos para evitar el tema del adulte -
rio como en la versin original, as que luch contra los Nazis en la versin espaola. En La
dama de Shanghai (1947), Orson Welles tiene prohibido matar a un franquista en Murcia; en
cambio, mata a un espa en Trpoli, que parece mucho ms asequible para la poca franquista,
obviamente.

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La intencin propagandstica del doblaje castellano, junto a la defensa a ultranza del len-
guaje, asent la tradicin tan arraigada que tenemos hoy en da de las pelculas en espaol.
Esto, como decamos, tiene sus consecuencias buenas y malas. Por un lado, la dificultad de ob -
tener pelculas en versin original ha impactado negativamente en la capacidad espaola de
hablar en otros idiomas. Eso s, no podemos culpar al doblaje de que hablemos mucho me-
nos en otras lenguas extranjeras. Por otro lado, la industria del doblaje en castellano ha cre-
cido muy especializada generando una serie de profesionales y un mercado que pocos pases
pueden igualar.

Doblar o no doblar, esa es la cuestin


Particularmente, a m me gusta la versin original de cualquier documento. Especialmen-
te si es en ingls. El doblaje, por muy profesional que se haga, suele perder matices, juegos de
palabras, entonaciones y sentidos solo posibles en su versin original. Adems, disponer de las
pelculas con sus voces inditas ayuda a mejorar tanto nuestro odo como nuestra com-
prensin y vocabulario de una lengua extranjera. Varios estudios muestran que ver pelculas
en V.O. con subttulos ayuda en la adquisicin de un nuevo lenguaje, por lo que este tipo de
cine tiene consecuencias muy positivas.
Hay quin ve en el doblaje una falta de respeto y una manera de contaminar una obra de
arte. Hay incluso quien ve en el doblaje una falta de respeto, una contaminacin en la pelcu-
la original. Tanto si es en los subttulos como si es en las voces, los defensores ven el doblaje
como una manera de estropear una obra de arte. Pero el doblaje sigue siendo necesario adems
de beneficioso en trminos econmicos. La industria del doblaje sigue dando dinero y en la ac-
tualidad no solo se dobla al castellano para Espaa, sino que el doblaje en castellano "neutro" o
americano es muy necesario para que las pelculas lleguen tambin a Latinoamrica.
Es una manera de que toda pelcula pueda ser disfrutada por todo el mundo. Apreciar la
versin original es una preferencia importante pero no se puede negar la importancia de la
lengua materna de ningn pas. Por otro lado, Espaa no es el nico lugar en el que se reali-
za el doblaje masivo de pelculas. Como decamos, Francia, Alemania o Inglaterra tambin
suelen doblar sistemticamente las pelculas extranjeras, aunque en su caso permiten disponer
de la versin original mucho ms fcilmente. Si alguien me preguntara por mi opinin perso-
nal, dira que la solucin est en seguir doblando, pero sin olvidarnos de poner facilidades para
ver la versin original de cualquier pelcula. Pero, como de costumbre en temas culturales, esto
es un proceso lento y difcil de llevar a cabo.

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Texto 6. El controvertido concepto de espaol neutro. Reflexiones desde el lxico
Lila Petrella
Transformaciones culturales. Debates de la teora, la crtica y la lingstica, Buenos Aires, Facultad de Filosofa y
Letras, 2006.

Introduccin, objetivos y metodologa


El concepto de espaol neutro (al que algunos llaman castellano neutro) surge en la bs-
queda de un lenguaje estandarizado, libre de marcas propias de una regin o de un sector so -
cial para conseguir una mejor comprensin en las producciones de las cadenas de telecomuni -
caciones del mundo hispanoamericano que lleve a una mayor comercializacin de las mismas. 1
Ms all de la discusin que se entabla acerca de si el espaol neutro existe o no, lo que
nadie puede dudar es que existe un espaol (o varios) con el que se traducen pelculas de fic-
cin o no ficcin, ya sea para doblarlas o subtitularlas y, en los ltimos cinco aos, y a propsi -
to de la devaluacin en nuestro pas, muchas empresas multinacionales han instalado en Bue-
nos Aires sus call centers con el fin de atender desde aqu a los clientes de distintas regiones de
Amrica, y para hacerlo ms eficazmente intentan capacitar a sus empleados en espaol neu-
tro. Asimismo, muchas instituciones de formacin en telecomunicaciones (como el ISER, la
Asociacin de locutores asociados, etc.) tienen como asignaturas y programas de posgrado o
especializacin la formacin en espaol neutro.
Entonces, como podemos ver, el concepto se nombra mucho y hay uno o varios referentes
de este espaol, que adems tiene detractores y otros que, en cambio, hablan de l como mone -
da corriente. Por eso en este trabajo tendremos los siguientes objetivos:
1. Analizar este espaol desde un punto de vista lxico.
2. Presentar los puntos de vista de los que niegan su existencia y de los que la afirman.
3. Expresar las representaciones sociolingsticas sobre el tema de diferentes grupos de ha-
blantes.2
4. Sacar conclusiones lingsticas acerca del concepto en cuestin y otras que lo trascien -
den vinculadas con aspectos lexicogrficos, dialectolgicos y de enseanza de la lengua.
Estos objetivos los llevaremos a cabo en el marco de los modelos de la Teora de la Variacin
y del de Representaciones Sociales (expuesto en la dcada del 60 por Moscovici y en la actualidad
por Jodelet y Abric).3
Los pasos metodolgicos llevados a cabo fueron los que siguen:
Primero, seleccionamos un corpus de espaol neutro con tres criterios: contrastivo (relevo
de los rasgos que resultaran extraos o no esperables para un hablante nativo de nuestra va-
riedad rioplatense), diferencial (los trminos fueron cotejados con los equivalentes en otras va -
riedades hispanas e hispanoamericanas) y descriptivo (procuramos dejar en claro las acepcio-
nes y alcances de uso de cada uno de los trminos).
Para llevar adelante el segundo criterio, realizamos una bsqueda exhaustiva en dicciona-
rios y, ante los inconvenientes encontrados los cuales sern tratados posteriormente, com-
paramos la informacin obtenida y cubrimos los blancos de informacin, consultando a distin-
tos informantes en las embajadas de los pases cuyas variedades quedaban involucradas.
Luego de analizar este corpus lxico comparamos los resultados obtenidos con las crticas
tanto a favor como en contra, y, finalmente aplicamos el mtodo representacional con un con -
junto de encuestas que relevaron los puntos de vista de: responsables de centros de doblaje,

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traductores, doblajistas, capacitadores o profesores de espaol neutro, egresados de Letras y
legos. Extrajimos algunas representaciones sociolingsticas de estos grupos. 4
Finalmente, llegamos a algunas conclusiones que van ms all del espaol neutro pero a las
que pudimos arribar gracias a l.

Anlisis del lxico


Para lograr su objetivo de mejorar la comunicacin, el espaol neutro busca despojarse de
cualquier lxico marcado por pertenecer slo a un sector: a una variedad espacial, a una varie-
dad social o a un registro informal sea ste coloquial, familiar o vulgar, ya que indefectible -
mente habra que caer en las odiadas marcas idiomticas.5
Entonces este lenguaje pasa a ser muy formal y quizs por esto es ms chocante el espaol
de las pelculas de ficcin que los otros, ya que se neutralizan los recursos de estrategias dis -
cursivas y todos los personajes terminan hablando igual.
Sin embargo, tanto en pelculas de no-ficcin como en call centers, donde es recomendable
el registro formal, no resulta tan sencillo a la hora de elegir los trminos que deben aparecer.
En primer lugar, se mezclan normas de distintas variedades.
As, en algunos momentos se encuentran trminos mexicanos pero no espaoles de la
norma madrilea: chaqueta (por saco o campera), maletero (bal del auto), aparcar (estacio-
nar) nevera (heladera), billete (con cuatro acepciones: pasaje, entrada, ticket de lotera, papel
moneda), camarero (mozo), baloncesto (bsquet), balompi (ftbol), grifo (canilla), escaparate
(vidriera), sostn (corpio), columpio (hamaca), retrete (inodoro), naipe (carta), subasta (rema-
te), por citar algunos que se repiten.
Asimismo, hallamos trminos que se usan especialmente en Espaa pero tienen poca o
ninguna difusin en Amrica. El ms claro ejemplo es patata que es el nico trmino para su
acepcin en neutro papa nunca aparece, y, sin embargo, es el vocablo extendido en toda His-
panoamrica.
Pero con la misma proporcin pesa la norma mexicana: chamarra (saco, campera), bolsa
(cartera), tina (baera), regadera (ducha), aparcadero (se prefiere el sufijo ero frente al -mien-
to peninsular), tapete (alfombra), cacahuate (man), cajuela (bal del auto), frijol (poroto), re-
frigerador (heladera), mesero (mozo), apartamento (departamento), aparador (vidriera), camo-
te (batata), excusado (inodoro), recmara (dormitorio), sudadera (camiseta), estufa (cocina
como electrodomstico).
En otras ocasiones podemos tropezar con trminos que pertenecen a normas cultas de
otros orgenes como venezolanismos, colombianismos y portorriqueismos: americana (cam-
pera), habichuela (alubia), argolla y sortija (alianza), zarcillo (aro), congelador (heladera), buta-
ca (banco).
A su vez, tambin hay trminos en los que coinciden las normas peninsular y mexicana y
algunas otras americanas: gabardina e impermeable (piloto), cazadora (campera), aguacate
(palta), lavabo (lavatorio), melocotn (durazno), metro (subterrneo), pltano (banana), arete
(aro), hueso (carozo), bocina (altoparlante), claxon (bocina), alcoba (dormitorio).
Hacemos hincapi en estas variedades por las siguientes razones: a) si bien no es preocu -
pacin en Espaa la constitucin de un neutro, por tratarse de la norma culta ms prestigiosa y
las permanentes alusiones realizadas desde la R.A.E. a la necesidad de la unificacin por enci-
ma de toda divergencia, podemos suponer que en el intento de constitucin de un espaol neu-
tro subyace una mirada a la pennsula. b) Por otro lado, Mxico tuvo el monopolio por aos de

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los doblajes y fue cuna de los mismos. c) A su vez, Venezuela y Puerto Rico fueron los pases
que siguieron en la realizacin de doblajes.
Pero adems de este problema de contradiccin de normas, algo que hemos podido vis-
lumbrar al cotejar el trmino del corpus con los correspondientes en otras variedades y obser -
var su difusin, es que es muy difcil y a veces imposible hallar esta informacin: la mayora de
los diccionarios no la proporcionan.
En principio, el Diccionario de la R.A.E. no presenta todos los trminos del corpus. Si bien
informa que los americanismos se incorporan a partir de la aprobacin por parte de la Comi-
sin Permanente de la Asociacin de Academias de los trminos previamente aprobados por
cada Academia particular, muchos de ellos no tienen marca ni regional, ni social. En los casos
en que aparecen marcas regionales, slo se lee americanismo. En muy pocos casos se destaca
que un trmino se usa en una serie de pases americanos y en algunos casos esta lista est in-
completa o incorrecta.
Entonces nos remitimos al Diccionario Panhispnico de Dudas, muy promocionado en el
III Congreso de la Lengua Espaola, publicado el ao pasado y que se autodefine como procura -
dor de un castellano universal, una lengua supranacional constituida por un conjunto de nor-
mas diversas. En la Introduccin se explicita que an en esta diversidad, hay una base comn
que se manifiesta en la expresin culta de nivel formal, extraordinariamente homognea en
todo el mbito hispnico, con variaciones mnimas en las distintas zonas, y ms adelante
agrega: la expresin culta formal (es) lo que constituye el espaol estndar. Dice que orienta-
r al lector para que pueda discernir qu usos pertenecen al espaol estndar y que considera
legtimos los usos regionales si estn generalizados entre hablantes cultos de su rea. A pesar
de todo esto, cuando buscamos trminos del corpus, slo figuran aquellos que pueden prestar-
se a dudas respecto de su correcta acentuacin o espaolizacin (en el caso de los prstamos) o
las palabras de la lengua general usadas en Espaa.
Tambin recurrimos a los diccionarios de los diferentes ismos (mexicanismos, argentinis-
mos, venezolanismos, etc.). All tropezamos con las siguientes dificultades: la mayora tiene
como fuentes los documentos escritos, especialmente obras literarias y diccionarios de ismos
anteriores, lo cual no da cuenta del lxico realmente usual; por otro lado se relevan trminos
pintorescos que se corresponden con prstamos culturales, con expresiones muy coloquiales o
vulgares y con variantes sociales, no las palabras que designan objetos de nuestra vida cotidia-
na comunes a todas las sociedades expresadas en la norma culta de la variedad en cuestin.
El Nuevo Diccionario de Americanismos de Gnther Haensch y Reinhold Werner es sin
duda el mejor diccionario de ismos consultado a la fecha, ya que tiene un criterio contrastivo y
diferencial, trabaja con informantes con formacin acadmica, da cuenta del uso, consigna tr-
minos que designan nuestros objetos cotidianos y no slo lo extico, informando, a su vez, va-
riantes sociales y diferencias de registro, y tiene a su vez, un ndice al final muy til con los tr-
minos del diccionario pero entrando desde el espaol peninsular y con su correspondiente
equivalente regional. No obstante, si no se conoce la palabra correspondiente en espaol pen-
insular ni la de la variedad consultada, resulta muy difcil dar con el trmino buscado. Y algu-
nos trminos faltan. De cualquier modo no es sencillo hallar todos los tomos del diccionario (en
la Academia Argentina de Letras slo hay pocos).
En busca de usos y para facilitar la bsqueda en los diccionarios regionales, consultamos
el Diccionario de uso del espaol actual, proyecto dirigido por Concepcin Maldonado Gonz-
lez. El diccionario consigna los trminos que se usan tanto en lo escrito como en la oralidad y

42
presenta interesante aunque a veces vaga y poco precisa informacin de variedades regionales.
La directora reconoce dos zonas en la pennsula: la septentrional y la meridional y dice que los
usos de sta ltima se corresponden ms con los americanos. Aunque esto no es as y, de hecho
la divisin en zonas dialectales americanas est desdibujada, sin embargo, consigna todos los
trminos que aparecen si bien sin correcta informacin de zona, que permite saber qu tr-
mino poder buscar en un diccionario regional.
Por ltimo cabe destacar la utilidad del Diccionario del espaol usual en Mxico de Luis
Fernando Lara que no es un diccionario de mexicanismos sino que incluye todos los trminos
que se usan en ese pas, ya que el autor pretende mostrar la variedad mexicana completa y as
no caer en exotismos simplemente; esto ha facilitado mucho nuestro trabajo en ese pas.
Ms all de la seleccin del lxico se presentan muchas veces confusiones. Como ejemplos
citamos:
a) billete para varias reas es papel moneda, pero en otras es entrada o boleto, forma que
en otras zonas significa entrada. La persona que vende billetes es en muchas regiones billetera y
este trmino es en otras zonas es el lugar en que se guarda el papel moneda.
b) maletero para algunos es el que lleva las valijas, para otros el bal del auto. Bal es para
algunos una caja, y en otros lados se usa cajuela con el sentido de bal.
c) en espaol neutro se prefiere refrigerador a nevera, pero en muchas zonas aquel refiere a
nuestro congelador y en otras a nuestro freezer.
d) pena es para nosotros tristeza pero en neutro se usa con el sentido que tiene en zonas
del norte de Sudamrica: vergenza.
e) cuando se quiere decir de alguien en lenguaje coloquial que es un proxeneta se lo llama
chulo que en la mayor parte de las reas es lindo, o cabrn que se difunde especialmente como
de mal carcter y bravucn.
Como se ve, ms que aclarar, oscurece.

Crticas a favor y en contra


Los detractores del concepto afirman primero que el espaol neutro no existe (por su-
puesto debemos entender que se refieren al intento de neutralidad, no a que no exista un len-
guaje que se use con estas pretensiones). Adems dicen que el espaol ya es internacional y en-
tonces no se entiende por qu se procura re-internacionalizarlo. Hasta este punto
compartimos.
Pero algunos agregan que este espaol empobrece y degenera el idioma, que hay que fre -
narlo porque en lugar de presentar expresiones tpicas de la variedad del espectador difunde
expresiones de otras variedades mezcladas y que esto provocar la desintegracin y pulveriza-
cin de la lengua. Esto es desconocer que es un lenguaje estereotipado, una convencin y hasta
una costumbre, ya que consultada, el 95% de la gente no querra un doblaje en espaol riopla -
tense. Del mismo modo que los nios desde hace aos juegan en ese espaol y los ms chicos
van incorporando con algunos de sus trminos (t, pequeo, eres, etc.), el lenguaje para des-
pus ir perdindolos, no podemos concluir que el exponerse a trminos lejanos a los nuestros
corromper nuestra lengua; sera como pensar que eso puede ocurrir por aprender otro idioma
y practicarlo.
Por otro lado, los que estn a favor en general tienen una visin muy superficial del tema,
sin conocimiento lingstico real y ligeramente afirman capacitar en espaol neutro como si
los problemas lxicos antes mencionados no existieran (y para ellos de hecho, no existen). Asi-

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mismo, los que capacitan para el trabajo en call centers no toman en cuenta que deben elegir un
trmino en alguna variedad (porque de eso se trata) y as echan mano a cualquier cosa que sue-
ne a doblaje.

Representaciones sociolingsticas
Hemos aplicado la encuesta para detectar representaciones en los distintos grupos men-
cionados antes, y encontramos las siguientes, excepto en el grupo de gente formada en Letras,
ms precisamente en lingstica:
El espaol neutro es la concrecin de una norma culta nica extendida en toda Hispa -
noamrica que coincide con la lengua estndar.
Hay una nica norma culta del espaol.
La variedad rioplatense es una desviacin de la lengua correcta.
Las variedades regionales americanas son o marginales o pintorescas.
Pueden manifestarse variedades sociales y diferencias de registro en norma culta.
El espaol neutro facilita la comprensin porque hay una relacin inversamente pro-
porcional entre la comprensin y las marcas regionales o sociales: cuanto ms marcado
es un discurso, menos inteligible para el hablante de otra variedad.
La comprensin se da palabra a palabra en el texto, sin implicar estrategias discursivas.

Conclusiones
De todo lo expuesto anteriormente, en principio, podemos extraer las siguientes conside-
raciones sobre el espaol neutro:
Es una construccin comercial que mezcla la mayor parte de las veces sin justificacin
y sin que sus elecciones lxicas tengan ni mayor difusin ni prestigio, rasgos de distin -
tas variedades. Es por eso que no slo es diferente en las distintas naciones, sino que en
un mismo canal pueden encontrarse espaoles neutros ms cercanos al mexicano, al
venezolano y hasta al argentino. Esto ocurre porque se echa mano de los conocimien-
tos que se tienen en tanto hablante de una variedad.
No se contempla la diferencia entre el conocimiento productivo y el receptivo que te-
nemos de una variedad: no necesariamente debemos decir algo para saber a qu refie -
re. Y a veces podemos no saber qu significa una palabra aislada pero s si la ubicamos
en un contexto lingstico y pragmtico; y de eso se trata la comunicacin.
Cuando se apela al uso del espaol neutro para mejorar la comprensin en un call cen -
ter no se toma en cuenta que las mayores diferencias entre las variedades americanas
se encuentran en las expresiones coloquiales, la mayora de las cuales, justamente, no
pertenecen a la lengua general.
Pero ms all del tema en cuestin, ste nos ha permitido las reflexiones que siguen:
Hay un vaco de un diccionario de contraste de variedades hispanoamericanas relacio-
nadas con la madrilea que nos permita conocer los vocablos usados efectivamente en
las regiones en la norma culta pero tambin en otros niveles de lengua, y que el acceso
al trmino sea fcil para alguien que no tiene conocimiento de diferencias dialectales.
Esto puede ser de utilidad para el enriquecimiento de un espectador y tambin para la
enseanza del espaol como segunda lengua o lengua extranjera.

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Hay un menosprecio y desconocimiento bastante generalizado de la diversidad de la
lengua, as como el prejuicio de que la uniformidad y la homogeneidad la salvarn.

Notas
1. El artculo 1 de la ley 23316 sancionada en mayo de 1986 establece que las pelculas y series televisivas
deben doblarse en idioma castellano neutro segn su uso corriente en nuestro pas, pero comprensible
para todo el pblico de la Amrica hispanohablante.
La ley no describe este castellano neutro y el nico artculo que hace alguna referencia al lenguaje es el
12, que excepta de la obligatoriedad del doblaje a la intercalacin de palabras o frases en idioma ex-
tranjero que hayan sido acuadas por la literatura clsica o por la retrica internacional, y tambin:
los materiales flmicos y en video grabacin extranjeros hablados originariamente en idioma caste-
llano, aunque incluyan palabras de dialectos y/o jergas o modismos locales.
La ley tiene un carcter marcadamente comercial ya que consta de 19 artculos y slo partes del 1 y del
12 hacen referencia al aspecto lingstico; el artculo 2 dispone que un ao despus de haber sido pues-
ta en vigencia la ley, el 50% de las pelculas televisadas deben haber sido dobladas en el pas en caste -
llano neutro, y agrega adems en el artculo 8 que el resto de las pelculas no podrn televisarse si hu-
bieran sido dobladas en empresas no registradas en el Instituto Nacional de Cinematografa.
En 1988 el decreto N 1091 (10), para reglamentar la ley, explicit algo ms el concepto de castellano neu-
tro: Se entender por idioma castellano neutro al hablar puro, fontica, sintctica y semnticamente,
conocido y aceptado por todo el pblico hispanohablante, libre de modismos y expresiones idiomticas
de sectores.

2. Partiremos del concepto de representacin social que definiremos as, siguiendo a Jodelet (1984):
Es la reconstruccin de una realidad objetiva efectuada por un sujeto en su sistema cognitivo, integrada
en su sistema de valores los cuales dependen de su historia y del contexto social e ideolgico de su en-
torno, y que al ser reestructurada permite una integracin de las caractersticas objetivas del objeto, de
las experiencias anteriores del sujeto y de su sistema de actitudes y de normas. Sin embargo, el sujeto
percibe esta reconstruccin y reestructuracin de la realidad como la realidad misma, cuando es efecti-
vamente una instancia intermedia entre concepto y percepcin, es decir que sujeto y objeto no son dos
entidades distintas y separadas, sino que no hay una escisin entre el universo exterior y el universo in -
terior del individuo.
Uno de los conceptos bsicos de la teora es la relacin indisociable entre la representacin y la prctica
real: la representacin funciona como un sistema de la representacin de la realidad y una gua para la
accin. Partimos de la siguiente afirmacin: jams un uso lingstico existe sin su representacin. El co-
nocimiento de la visin del mundo de los grupos sociales es indispensable para comprender la dinmica
de las interacciones y prcticas sociales.
Entonces, hay dos hiptesis bsicas del mtodo:
a) No hay una realidad objetiva, sino una realidad representada e interpretada por el sujeto.
b) La representacin que un grupo tenga sobre un objeto llevar a una accin determinada sobre ese ob -
jeto.

3. Uno de los mtodos aplicados en el trabajo es la teora de las representaciones sociales, del campo dis -
ciplinario de la psicologa social, expuesto por S. Moscovici en 1961 y retomado por Denisse Jodelet
(1984, 1989), Jean Claude Abric (1994), H. Boyer (1990), W. Doise (1985, 1989), entre otros.

4. La eleccin de una metodologa para buscar representaciones depende del objeto estudiado, la socie-
dad y la teora subyacente. Combinamos distintas tcnicas para cumplir las tres etapas siguientes:
Primera etapa: Descubrimiento del contenido de la representacin
Empleamos tcnicas interrogativas (relevar una expresin del individuo acerca del objeto). Usamos den-
tro de las interrogativas la entrevista, que trae consigo un anlisis profundo posterior. Junto a ella el
cuestionario (que es la tcnica ms usada en el estudio representacional) que nos permiti un anlisis
cuantitativo y, por lo tanto, observar la organizacin de las respuestas. Por ltimo usamos la aproxima -
cin monogrfica al realizar la lectura de textos escritos sobre el tema.
Segunda etapa: Estudio de las relaciones entre los elementos, su importancia y jerarqua
Analizamos muy profundamente las producciones discursivas relevadas en entrevistas y cuestionarios y
pudimos obtener material cuantificable. Esto lo unimos a cuestionarios muy estructurados para poder
jerarquizar los elementos de la representacin. Sumamos a esto dos tcnicas: la de constitucin de pare-

45
jas de palabras (se le pidi al informante a partir de un corpus de palabras extradas de los discursos que
produjo l mismo en las entrevistas que constituyera parejas de palabras que les parecan ir en conjunto
para precisar el sentido de los trminos y reducir su posible polisemia y se le pregunt por los reagrupa -
mientos), y la de elecciones sucesivas por blocs (a partir de una lista de trminos se le pidi al informan-
te que los agrupara en blocs por orden de importancia).
Tercera etapa: Determinacin del grupo central
Se us la induccin por situacin ambigua (se le presentaron al informante dos situaciones ambiguas:
una describa al objeto -sin nombrarlo-, la otra presentaba lo que el objeto no era. A partir de una lista
de items que reflejaban distintas opiniones sobre el objeto, se le pregunt al informante cules de stos
se cumplan en cada una de las dos situaciones: los items elegidos indistintamente para los dos, son ele-
mentos perifricos, los elegidos para la situacin que describe al objeto, son centrales).

5. Remitirse a la ley mencionada en la nota 1.

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46
Texto 7. Maletas en la cajuela
Miguel Wald
Revista , 02/09/2011
Copete: La traduccin audiovisual tambin est sometida a la costumbre, seala el
especialista que firma esta nota, donde se habla asimismo del impacto del castellano
neutro.

El ser humano es, sabemos, un animal de costumbres. Algunas de esas costumbres se ad -


quieren por voluntad propia y otras se imponen desde el exterior, por diversas razones. Lo ex -
trao es cuando esas razones son ajenas a la persona, pero esta, de todos modos, las acepta
mansamente. Algunas de esas costumbres, tanto las propias como las impuestas, tienen que ver
con la lengua que hablamos y escribimos, la lengua en que nos comunicamos. De hecho, casi
podramos decir que el idioma mismo no es ms que una costumbre: nos acostumbramos a que
esto se llame revista, aquello se llame libro y lo de ms all se llame de algn otro modo. Y as
vamos construyendo un sistema (al que llamamos idioma) por el que nos comunicamos, nos
expresamos y nos reconocemos.
La traduccin audiovisual tambin est sometida al rigor de la costumbre, en cualquiera
de sus dos grandes tradiciones: la del doblaje y la del subtitulado. Hay pases en los que la gente
prefiere mayoritariamente ver pelculas dobladas (como Espaa) y otros (como el nuestro) en
los que se prefiere ver pelculas subtituladas. Ambas formas tienen desventajas: el doblaje nos
priva de la voz del actor y sus matices; el subtitulado, por su parte, no solo nos impide ver par -
te de la pantalla, sino que adems nos obliga a concentrarnos todo el tiempo! en la parte infe -
rior del cuadro, con el riesgo de perdernos parte de lo que sucede en la pelcula. Y sin embargo,
lo preferimos. Por qu? Por costumbre: estamos acostumbrados al subtitulado.
Pero lo ms curioso, lo ms extrao, es que los argentinos estamos acostumbrados a ver
pelculas subtituladas en un idioma que no es el nuestro. S, es castellano, pero no nuestro cas -
tellano, no nuestro idioma. Es una lengua plagada de palabras, tiempos y formas que nadie usa
en este pas. O acaso algn argentino pone maletas en la cajuela, fresas en el refrigerador o
chaquetas en el tico? Y sin embargo, esas palabras son frecuentes en los subtitulados y a nadie
le resultan extraas. Es obvio que podemos entender a qu se refieren, pero tambin es eviden-
te que no es as como hablamos, y que cuando leemos cajuela pensamos en un bal, cuando
leemos fresas pensamos en frutillas, etc. Pero, entonces, por qu los traductores no tradu-
cen directamente a nuestro idioma real? Qu razones hay para hacer una especie de subtra -
duccin (que el espectador terminar mentalmente) y poner maleta en vez de valija, ca -
juela en vez de bal, refrigerador en vez de heladera y centenares de ejemplos ms?
Est claro que no es para comunicarnos mejor. Para qu, entonces? Pues el motivo no es otro
que aquel del que hablaba hace cuatrocientos aos Francisco de Quevedo: el dinero, ese pode-
roso caballero. Esa es la nica razn por la que se traduce a algo que se suele denominar espa -
ol neutro o internacional, aunque nadie sepa bien qu es. Se traduce a ese espaol para
ahorrar costos, porque ningn distribuidor (que paga por el derecho de exhibir una pelcula en
este pas) est dispuesto a gastar miles de dlares en pelculas subtituladas en el castellano de
la Argentina, que solo servirn aqu, si puede hacer traducciones que podr usar aqu, en Chile,
en Paraguay y otros pases hispanohablantes. Pero para que los hablantes de esos pases acep-
ten el subtitulado, tendr que ser un idioma que no sea notoriamente local. Es decir, aunque
los personajes hablen en un idioma sumamente coloquial e informal, en la traduccin para sub-

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titulado no se podr poner, por ejemplo, que la gorra agarr al chorro y lo meti en cana, por -
que resultar desconcertante en otros pases. Y entonces, qu palabras se elegirn? Pues
aquellas que resulten ms fcilmente comprensibles en ms pases. No ms expresivas o senci-
llas, sino solo ms comprensibles. Y los espectadores lo aceptarn. De hecho, lo aceptan y se
acostumbran, al punto de convencerse de que esa es la mejor traduccin.
Veamos algunos ejemplos. Hace un cuarto de siglo, cuando las primeras pelculas de Peter
Greenaway llegaron a la Argentina, sus distribuidores decidieron hacer traducciones locales,
en las que los personajes hablaran de vos y los insultos no fueran los neutros e insulsos im-
bcil, maldito y dems, sino los que realmente usamos aqu: boludo, pelotudo, etc. As
se vieron en las salas argentinas pelculas como El cocinero, el ladrn, su mujer y su amante y
El vientre del arquitecto. Sin embargo, poco despus, cuando los mismos distribuidores traje-
ron al pas otra pelcula de Greenaway, que aqu se llam Conspiracin de mujeres , le pidieron
al traductor que hiciera una traduccin neutra, hablada de t, porque, segn decan ahora,
los espectadores argentinos sentan extraa una traduccin a su propia lengua, a su propia for-
ma de hablar. Por qu? Por costumbre. Estaban (y estn) acostumbrados a que los personajes
se tutearan. El argumento era por lo menos curioso: en ingls la gente no habla de vos. Eso es
obvio, claro, pero lo que ese argumento no advierte es que en ingls tampoco se habla de t,
sino que simplemente se habla en otro idioma, que no incluye el t ni el vos, sino pronombres,
conjugaciones y palabras propias de ese idioma, y que lo que se hace al traducir es llevar eso a
las formas propias del idioma al que se traduce. Y esas formas, en el castellano de la Argentina,
incluyen el vos. Pero, como decamos, el espectador se ha acostumbrado a que no sea as, a que
estn habladas de t y su propia lengua le resulta extraa.
Con el doblaje pasa algo similar. Las nicas pelculas que los espectadores argentinos
aceptan dobladas en el cine son las infantiles. Las pelculas para nios no se subtitulan por -
que los pibes (si se me permite el exabrupto) no pueden leer a la velocidad suficiente como
para seguir el texto. Tradicionalmente, como sabemos, los doblajes de pelculas infantiles se hi-
cieron siempre con el t que tan ajeno nos resulta, pero hace unos aos empezaron a hacerse
experiencias con doblajes realizados aqu (con Los increbles , por ejemplo) y voces evidente-
mente rioplatenses, por la creciente importancia del Cono Sur en la cantidad de pblico. La
reaccin de los espectadores argentinos fue notable: los ms pequeos recibieron bien la nove-
dad, pero los ms grandes (es decir, los adolescentes y los jvenes) se quejaron. Les molestaba
que los personajes hablaran en argentino. Por qu? Pues sencillamente porque estaban (y
estn) acostumbrados al lenguaje neutro. Estaban, y estn, podramos decir, adoctrinados.
Los espectadores de cine argentinos nos hemos acostumbrado a leer en una lengua que no
es la nuestra por motivos exclusivamente econmicos, monetarios, y no culturales. Pero no se
supone que una lengua es la forma de expresin de una cultura? No se nos est negando as,
de algn modo, la posibilidad de comunicarnos en nuestra propia lengua real? No se nos est
despojando, en cierto sentido, de nuestra propia cultura? Y lo peor es que, una vez ms, es por
dinero, o, para ponerlo en trminos histricos, una vez ms nos venden espejitos de colores y
lo aceptamos alegremente. Si la pregunta es, entonces, de quin es el idioma?, es obvio que,
al menos en el cine, no es nuestro, sino de ellos, los que lo pagan y disponen qu debemos leer
y cmo debemos leerlo, aunque sea extrao a nuestra propia cultura, a nuestra propia lengua,
a nosotros mismos.

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TEXTO 8. Espaol neutro o internacional
Alberto Gmez Font
Fundacin Espaol Urgente, 19/04/2012. Disponible en: http://www.fundeu.es/escribireninternet/espanol-
neutro-o-internacional/

Los nuevos medios estn cada vez ms adaptados a la dinmica de la globalizacin, son
cada vez menos locales y ms internacionales, y eso hace que se sienta necesario un espaol in -
ternacional. En muchas ocasiones es complicado o incluso imposible encontrar una palabra
que entiendan todos los hispanohablantes; pero de lo que se trata en realidad es de hallar una
expresin que permita comunicar con todos de una sola vez.
La velocidad que proporciona la red hace que cualquier trmino se difunda como nunca
antes lo haba hecho, nos comunicamos sin importar distancias ni fronteras polticas. Podemos
entablar conversaciones con otro hispanohablante al otro lado del ocano, o bien leer una noti-
cia de un medio de otro pas a un solo clic de distancia. El espaol ocupa el tercer lugar de la
lista de las lenguas ms usadas en la red, ahora bien, no todos empleamos el mismo espaol.
Al hablar sobre la modalidad del espaol que no es propia de ningn pas en concreto y
que puede funcionar bien en todo el mbito hispnico se utilizan distintas denominaciones: los
traductores hablan del espaol neutro, pues sus clientes les piden que traduzcan algunos
textos, sobre todo comerciales, a ese tipo de lengua. Tambin se llama neutro al espaol habla-
do sin acento de ningn sitio en particular.
En tiempos en los que se habla de la globalizacin, tambin se menciona, cmo no, el es-
paol global, es decir, aquel que se mueve como pez en el agua por todo el mundo. Lo contra -
rio del espaol local o de un pas o regin determinados, es el espaol general. El espaol
estndar es, como su nombre indica, el ajeno a los localismos y a las caractersticas propias de
una u otra zona dialectales.
Y, finalmente, el espaol internacional es el que no es nacional ni local y puede usarse
en la comunicacin con hablantes de cualquier pas hispano sin riesgo de que se produzcan fa -
llos en la transmisin y la recepcin del mensaje. Son, pues, distintos nombres para una misma
realidad, si bien los dos ms usados son neutro e internacional.
Esa realidad se caracteriza en la lengua escrita por el uso de un lxico comn, completa -
mente comprensible por todos los hablantes, y en la lengua hablada se distingue porque no tie -
ne la entonacin, la msica o el acento de ningn sitio en particular.
El espaol neutro tiene un claro fundamento comercial: es mucho ms barato hacer una
sola traduccin al espaol. Adems del audiovisual, los programas o mquinas y sus respecti -
vos manuales de instrucciones, el uso de una nica versin reduce los costos que conlleva la
creacin de textos o doblajes complementarios, publicitarios, promocionales, documentacin
de ayuda, material de formacin, etctera.
El uso del espaol neutro tiene muchas ms ventajas, segn Xos Castro: [] este es el
momento adecuado; las comunicaciones se modernizan y agilizan. Adems, los principales mo-
tivos que, como lingistas hispanohablantes, deben motivarnos para utilizar el espaol neutro
son: lograr una progresiva unificacin de neologismos en todos nuestros pases; hacer que
nuestro idioma sea competitivo y asequible para un mayor nmero de fabricantes; ampliar el
mercado de la traduccin y evitar la disgregacin de nuestra terminologa, lo que solo puede
traernos perjuicios a largo plazo como comunidad.

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Luca Rodrguez Corral plantea la existencia de una variedad de espaol vlida para to -
dos los pases de habla hispana, distinta a la variedad local y comn para todos los hispanoha-
blantes. Tambin hace referencia a los medios de comunicacin: Los medios (sobre todo la
televisin y el cine) ayudan a difundir una misma lengua en todos los lugares a los que llegan.
[] en los medios de comunicacin tiende a usarse un espaol exento de regionalismos, en oca-
siones de manera consciente. [] El espaol que se difunde en los medios es homogneo inter-
nacionalmente, y esto unido a la gran influencia que estos tienen sobre la poblacin, ayuda a
unificar el espaol en el mundo. [] hablar un espaol estndar no es algo abstracto, como en
principio pueda parecer, sino que tiene aplicaciones prcticas, incluso comerciales.

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IV. Anlisis de corpus a partir de nociones tericas:
el concepto de ideologa lingstica

1. Lea el siguiente texto sobre ideologas lingsticas e ideologemas y defina ambos con-
ceptos.
Las ideologas lingsticas
Mariana di Stefano y Mara Cecilia Pereira
Tpicas e ideologas lingsticas sobre lenguas aborgenes en discursos de la prensa en torno al
Bicentenario, en Arnoux E. y Nothstein S. (eds.) Temas de Glotopoltica, Buenos Aires, Biblos, 2013. (Adapt.)

El concepto de ideologa lingstica tiene su origen en la reflexin proveniente de la An-


tropologa Lingstica norteamericana de los aos 90 que lo aborda en su dimensin cultural.
En un volumen que revisa el nmero de la revista Pragmatics de 1992, dedicado a los trabajos
de esta corriente, Kathryn Woolard (2012) define las ideologas lingsticas como las represen-
taciones, explcitas o implcitas, que interpretan las relaciones entre la lengua y los seres hu-
manos en el mundo social. Las ideologas lingsticas, para esta autora, no solo dan cuenta de
representaciones sobre la lengua sino de sus vnculos, entre otros, con la identidad, la esttica
o la moralidad de los grupos sociales.
Uno de los representantes ms importantes de la Antropologa Lingstica, Paul Kroskrity
(2000: 8-21), registra cuatro caractersticas propias de estas ideologas. En primer lugar, seala
que constituyen una percepcin del lenguaje y del discurso producto de los intereses de un
grupo cultural o social especfico. La segunda caracterstica es su multiplicidad, que es produc -
to a su vez de la multiplicidad, en el seno de los grupos culturales, de divisiones relevantes (de
clase, gnero, clan, lite, generacionales, y dems) capaces de producir perspectivas divergen-
tes que indican la pertenencia a un grupo. Los otros dos rasgos que identifica son el grado de
conciencia que de ellas tienen los hablantes y su funcin mediadora. Kroskrity aclara que los
grupos pueden tener distinto grado de conciencia de las ideologas lingsticas que orientan
sus actitudes y juicios sobre el lenguaje. Y, finalmente, destaca que estas ideologas tienen una
funcin mediadora entre las estructuras sociales y los usos del lenguaje, por lo que orientan las
opciones lingsticas de los hablantes.
Si bien nuestro trabajo contempla los aportes de esta tradicin, se enmarca en la Glotopo -
ltica, que estudia tanto las ideologas lingsticas como las intervenciones sobre el lenguaje
que realizan distintos grupos sociales, con el fin de analizar los modos en que ideologas e in-
tervenciones participan en la instauracin, reproduccin o transformacin de entidades polti-
cas, relaciones sociales y estructuras de poder (Arnoux, 2000).
Al referirse a la ideologa lingstica, Arnoux (2012) la define como:
un sistema de representaciones sociolingsticas, es decir de aquellas que se refieren a obje-
tos lingsticos (lenguas, variedades, hablas, acentos, registros, modos de leer o de escribir)
y que implican evaluaciones sociales de esos objetos y de los sujetos con los que se los asocia.
Dan lugar, entre otros, a actitudes, estereotipos u opiniones y pueden ser reconocidas no
slo en discursos verbales (textos normativos o juicios de hablantes, por ejemplo) sino tam-

51
bin en imgenes mediticas y en las prcticas en las que los interlocutores negocian sus
identidades sociales.

Por su parte, del Valle (2007), que destaca la articulacin entre las ideologas lingsticas y las
formaciones culturales, polticas y/o sociales especficas, seala como condiciones necesarias
para conceptualizar un sistema de ideas sobre el lenguaje como ideologa lingstica, su carcter
contextual, es decir, una ideologa lingstica se vincula siempre con un orden cultural, poltico
y/o social; su funcin naturalizadora: las ideologas lingsticas tienen un efecto normalizador
que queda apuntalado en el sentido comn; y su institucionalidad, pues se producen y reproducen
en prcticas institucionalmente organizadas en beneficio de formas concretas de poder y autoridad.
Desde el punto de vista metodolgico, consideramos dos conceptos para realizar la descrip-
cin de las representaciones sociolingsticas y de las ideologas lingsticas en las que se integran:
el de ideologema y el de tpica. Si bien Marc Angenot (1982: 179-182) concibe el ideologema
como una reelaboracin del concepto de topos empleado por Aristteles, en nuestro trabajo hemos
preferido distinguir las dos nociones, asignndoles distinto grado de generalidad. As, usamos el
trmino tpica en una de las lneas de interpretacin que se le ha dado desde la tradicin retrica,
como locus, un lugar entendido como un terreno en el que se siembra y se cosechan argumentos.
O como fuente o cantera -como propone Barthes (1982: 134-138)- que funciona como proveedora
de argumentos. En la misma lnea, las tpicas fueron pensadas tambin como casilleros por los que
se pasea el tema a tratar, de modo que se extraen de estos subcategoras que son las que estructuran
la doxa, es decir, un tipo de saber que es compartido por uno o varios grupos sociales. As, en el es-
tudio de las ideologas lingsticas sobre las lenguas de los pueblos originarios tal como se presen -
taron en el ao 2010 en la prensa argentina, la tpica de lo biolgico como fuente permite pasear
el tema de las lenguas aborgenes por los casilleros correspondientes a su salud, su evolucin, los
peligros a los que se ven expuestas, entre otros. La tpica de lo histrico lleva a desplegar el tema
de las lenguas aborgenes a partir de subcategoras que remiten a la historia, como lo que es ante -
rior o posterior en el devenir histrico, lo que est en el origen o lo que es nuevo, entre otros. Las
tpicas proveen aserciones de alto grado de generalidad, por ejemplo, las lenguas son organismos
vivos o las lenguas son histricas. Son tan amplias que, en este caso, se aplican a la reflexin sobre
distintas lenguas. Por eso, las tpicas en los discursos se presentan articuladas unas con otras para
referir a los temas de mayor grado de especificidad. Como veremos, la tpica biolgica, en el caso
de las lenguas aborgenes, se presenta articulada con otras tpicas como la de los derechos huma -
nos. Esa articulacin produce mximas o ideologemas ms especficos que sostienen, a veces de
manera explcita y otras implcitamente, razonamientos que pueden adoptar orientaciones argumen-
tativas diversas.
Por ejemplo, algunos ideologemas que sostienen los argumentos en el corpus analizado son:
las lenguas aborgenes como seres vivos son objeto de derechos; las lenguas aborgenes como
las especies minoritarias estn amenazadas; la lengua aborigen, segn el recorrido histrico de
los pueblos gana o pierde derechos. Angenot (1982) concibe el ideologema como una mxima que
subyace a un enunciado, que suele no estar explicitada en el discurso mismo, no requiere demostra-
cin y resulta un componente activo en la delimitacin de un campo de validez y legitimacin.
Como destaca Arnoux (2000), los ideologemas son condensados ideolgicos que orientan en cada
poca, de una manera bastante restrictiva, la evaluacin de las situaciones y la formulacin de pro-
puestas.

52
2. Lea el captulo IV del libro Anarquismo de la Argentina. Una comunidad discursiva y
evale el modo en que son analizadas las ideologas lingsticas en el debate sobre el
esperanto en la comunidad discursiva anarquista del diario La Protesta. Responda a las
siguientes preguntas:
a) Cul fue el origen histrico del esperanto? Quin fue su autor y cules fue-
ron las caractersticas del contexto histrico que lo hicieron posible?
b) Una de las ideologas lingsticas que se identifica en algunos discursos sobre
el esperanto es la cientfica, es decir la que atribuye al esperanto el ser la len -
gua de la ciencia. Explquela y difernciela de la ideologa lingstica humanista
u homanarista.
c) Qu rasgos caracterizan la ideologa lingstica anarquista sobre el esperan-
to?

3. Elabore un listado de los argumentos de la postura antiesperantista y de la postura es-


perantista. Identifique los ideologemas que sostienen ambas posiciones.
4. Analice la siguiente polmica e identifique los ideologemas sobre los que cada postura
construye sus argumentos:

Esperanto
El da que los hombres aprendan a juzgar las cosas a posteriori, la humanidad habr dado
un gran salto hacia la emancipacin.
Sugireme esta afirmacin la nota puesta como apndice al artculo sobre el Esperanto publi-
cado el 28 de julio ltimo y en la cual se pretende demostrar la imposibilidad de internacionali-
zar dicho idioma.
No es imprescindible en absoluto a efectos de la internacionalizacin de un idioma que ste
sea artificial o natural; para la internacionalizacin de un idioma basta la voluntad humana
que es absoluta, y ella decide el idioma que, a ms de la mayor perfeccin en su conjunto, re-
ne la mayor facilidad de su aprendizaje y asimilacin para todos los idiomas. Estas dos condi-
ciones las rene el esperanto.
Se ha confundido el Volapk con el Esperanto sin haber ningn motivo para ello. El abate
Schyler no tuvo en cuenta para la creacin del primero de dichos idiomas las palabras interna -
cionales existentes en los que hoy se hablan ya que lo compuso con palabras creadas por l
mismo. No sucede esto con el Esperanto ya que est compuesto con las voces ms internaciona-
les, existentes en las llamadas lenguas vivas.
Algo aventurado resulta el argumento de que los que articularon los primeros sonidos y gra-
baron los primeros signos no fueron doctos fillogos; ellos hablaron y vivieron en chozas lacus-
tres conformes a su poca, como as mismo nosotros vivimos y hablamos conformes a la nues-
tra.
No hay motivo alguno que nos induzca a aceptar la hiptesis de que haya existido en pocas
anteriores idioma universal alguno, muy al contrario: la historia de la implantacin de los idio -
mas pseudo-universales (no internacionales, no confundir los trminos), que han existido has-

53
ta la fecha, demuestra que una inmensa mayora de ellos han sido impuestos por la violencia, y
siendo as, cmo podan subsistir?
El latn (y diciendo el latn incluyo el ario, el celta, etc., etc.) no lleg nunca a hablarse en los
pueblos dominados por Roma, lo nico que hizo fue modificar en algo los que en aquel tiempo
se hablaban, de lo que resulta que el latn slo se us como idioma auxiliar.
Por eso, reconociendo los esperantistas lo dificultosa que sera la implantacin del Esperanto
como idioma universal, no anhelamos ms que su implantacin como auxiliar, y a ese fin
se dirigen todos nuestros esfuerzos.
Estoy de acuerdo con el gran fillogo Dr. L. L. Zamenhof, porque su obra, a la par que es una
revolucin como idioma internacional auxiliar, tiende en alto grado a la humana regeneracin
y porque, a partir de la abstraccin del idioma nativo, facilita la relacin entre los individuos.
El que haya algunos sujetos que no estn conformes, o cuando menos que ignoren las faculta -
des regenerativas y fraternales del Esperanto, no quiere decir que deba insultarse y tomar a
mofa el idioma y a sus propagadores. Si esto lo dijera o hiciera un enemigo del progreso, no nos
tomaramos la molestia de discutirle sus apreciaciones antojadizas, mas dicho as por uno que
se dice anarquista y que redacta un peridico de tal idea, parece una insensatez.
La anarqua tiende hacia una finalidad de humanismo superior, hermanando en lo posible los
gustos, usos y costumbres de cada pueblo, y si cada uno de stos ha de hablar un idioma distin -
to e incomprensible para el resto de los pueblos fraternizados, quedarn patentes y en activi-
dad los odios de individuos, de raza a raza. En cambio, si por un idioma cualquiera (ya que est
en auge el Esperanto a qu devanarse los sesos en busca de otro similar que rena las mismas
condiciones de facilidad y expresin?) se llegara a facilitar este cario recproco, nada ms
propio que los anarquistas, precursores de la humanidad libre, se entreguen en cuanto est de
su parte a la propagacin de este ideal. Sobre todo, aquellos que desconocen el idioma para ha -
cer una censura tal deben primero estudiarlo y analizar sus beneficios o defectos y, si despus
de esto poseen el mismo criterio, que digan cuanto sobre el particular le venga en gana, ya que
entonces lo haran con el sano y justo criterio que debe caracterizar nuestras afirmaciones y
juicios.
Ramiro Estilles La Protesta Humana, 1 de agosto de 1917 (adaptacin)

La Rplica
Est bien: sabamos de antemano que algn compaero esperantista nos saldra al cruce,
ofendido en lo ms ntimo por nuestras observaciones un tanto escpticas respecto al Esperan-
to. Sin embargo, lo que dice ahora nuestro contrincante no destruye nuestras argumentacio -
nes, que nada tienen de improvisadas, pues como ya dijimos, nuestro criterio no es nada anto -
jadizo, como es, por ejemplo, suponer que nosotros no conocemos el Esperanto. No lo hemos
estudiado para leerlo, escribirlo y hablarlo, pero all por el 1905, el viejo compaero Max Du-
rand Saboyat nos dio algunas lecciones en las que pudimos constatar, a pesar de la buena vo-
luntad que pusimos en hacernos esperantistas, que su fontica, como su sintaxis, eran repug-
nadas por el sentido de la belleza que ya poseamos puro y claro. Buscando una explicacin a
esa repugnancia, no encontramos otra que su artificialidad. Porque el Esperanto es como un
idioma hecho a mquina, es como un organismo creado en las estufas de un laboratorio por

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mtodos sintticos, sacados de la abstraccin que ante la todopoderosa naturaleza es una fr -
mula cientfica.
Por eso comprendimos tambin que el Esperanto tendra un xito incierto, pues no puede ser,
dada su naturaleza, un idioma literario, porque no responde a la ntima conformacin de las
razas, aun cuando se le haya hecho con los radicales y afijos comunes al mayor nmero de len-
guas vivas y multiparladas. Nos parece que en la nota anterior dijimos bastante a este res -
pecto, al que Estilles no se ha referido, pues confa en que la voluntad sea suficiente para impo -
nerlo, as como es, artificial e inarmnico. En realidad, gracias al empeo de los esperantistas,
el Esperanto es conocido por millares de gentes y sabemos que se le ha empleado en congresos
internacionales, como idioma auxiliar; pero, amigos de la verdad, debemos declarar que los
mejores trabajos han sido ledos en el idioma nativo del expositor. Por lo que resulta:
1, que ste, para precisar su pensamiento con claridad y con belleza, debe escribirlo en el
idioma en que piensa; 2, porque escrito en francs, en ingls, en italiano, en alemn o en cas -
tellano lo entender un porcentaje mayor de asistentes que si lo escribe en esperanto. ()
Hoy mismo se puede observar que el latn es pronunciado de distinta manera por un espaol,
un francs, un italiano, etc. Al igual que el latn, por ms que se les quiera imponer una idnti-
ca pronunciacin del Esperanto a todos los pueblos, el Esperanto ser distintamente pronun -
ciado, de acuerdo con la propia fontica, sobre la cual la voluntad tiene poco poder, pues de -
pende de rganos como la garganta, la boca con la lengua, dientes, etc. Y de toda la
innervacin gloso-farngea que posee automatismos heredados y que vienen en la raza desde
muy lejos.
Hacen bien los esperantistas en reducir su idioma a un idioma auxiliar de quienes quieran
sus auxilios, pero nosotros no creemos necesario, para realizar nuestros ideales de internacio-
nalismo y llegar al anarquismo anrquico, auxiliarnos con un medio contrario a la belleza, pues
con nosotros, como luz tutelar, la belleza ir a la conquista de la sociedad futura, donde la ex-
trema libertad le permitir desarrollar la plenitud de sus prestigios y dar a los hombres el be -
neficio inefable de una realidad armoniosa. No se precisa tampoco idioma internacional auxi-
liar para hermanar a los hombres, cuando en cada uno de estos hay el propsito de fraternizar,
y a esto es a lo que debemos dedicarnos los anarquistas, a crear espritu de armona, no para
hermanar en los posibles gustos, usos y costumbres, sino para que surjan individualidades
bien definidas y caractersticas, fuertes, emprendedoras, alejadas de sentimentalismos trasno-
chados y utopismos intiles. ()
La Redaccin La Protesta Humana, 1 de agosto de 1917

Escritura acadmica: la monografa con anlisis de corpus basado


en una perspectiva terica. La identificacin de ideologas lingsticas

5. Teniendo en cuenta los anlisis vistos en 4.2 y 4.4 sobre ideologas lingsticas sobre
el esperanto, el objetivo ahora es que usted analice los textos sobre el doblaje y el espa -
ol global o neutro para identificar en ellos ideologas lingsticas. Identifique y formule
los ideologemas que sostienen las distintas posiciones. Este es un trabajo preparatorio
de la nueva monografa que deber escribir.

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6. Analice la presencia y el funcionamiento de los ideologemas lo artificial es negativo
en la lengua porque se opone a lo natural y su contrario, en el debate sobre el esperan-
to y en el debate sobre el doblaje. Analice similitudes, diferencias, continuidades y dis-
continuidades entre ambos debates en cuanto a este aspecto.
7. Escriba un trabajo monogrfico -de tipo expositivo, analtico y comparativo- para en-
tregar a la ctedra de Semiologa, a partir de lo observado en 4.5 y 4.6. El trabajo res -
ponder el siguiente interrogante: Existen continuidades entre las ideologas lingsticas
presentes en los debates sobre el esperanto y sobre el espaol neutro y/o el doblaje?
Esta monografa no presentar solo una parte expositiva y otra argumentativa (como la
que usted ya realiz anteriormente), sino que debe incluir el anlisis del corpus sobre el
doblaje y/o el espaol global, en cuanto a las ideologas lingsticas presentes en estos.
Estructura del trabajo (cada parte deber estar separada por un subttulo):

a. Presentacin del objetivo del trabajo y definicin del concepto de ideologe-


ma;
b. Explicacin del anlisis de M. di Stefano sobre los ideologemas en el debate
sobre el esperanto (solo los sealados en 4.6);
c. Exposicin del anlisis que usted ha hecho sobre los ideologemas en el deba-
te sobre el doblaje y/o el espaol global (solo los sealados en 4.6). Indique
qu quiere mostrar a travs del anlisis, reproduzca fragmentos de los textos
que va a analizar, explique lo que esos fragmentos muestran en cuanto a las
ideologas lingsticas.
d. Reflexiones comparativas finales entre los casos.
e. Bibliografa

En su trabajo puede incluir citas textuales y notas al pie.


Extensin del escrito: entre 2 y 3 carillas.

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